RESPONSABILIDAD DEL DICTAMINADOR EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES LIC. RODRIGO BENÍTEZ PÉREZ Proyectista de la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Av. del Ejercito 135, col. Electricistas cp 63100 [email protected] Tel 331 2147897 PLANTEAMIENTO La Comisión Estatal de Conciliación y Arbitraje Médico para el Estado de Nayarit, como organismo público descentralizado, cuya misión es propiciar las relaciones sanas entre los profesionales de la salud y sus pacientes, a través de la resolución de conflictos entre pacientes y sus familiares, y personal médico, en los ámbitos público y privado, actuando con imparcialidad, objetividad, confidencialidad y respeto mediante la gestión, la conciliación y el arbitraje para ser un factor de éxito y confianza en los servicios de salud de México, con el fin de tutelar el Derecho a la Protección de la Salud. La CECAMED está facultada para conocer de controversias suscitadas por la prestación de servicios médicos por probables actos u omisiones derivadas de la prestación del servicio ó probables casos de negligencia con consecuencia sobre la salud del usuario, para lograr una óptima resolución de conflictos con eficiencia y satisfacción de usuarios e influir en la mejoría de la práctica de la medicina. Además, la CECAMED cumple una doble función de orientación y gestión, al brindar atención y asesoría, tanto a usuarios como a prestadores de servicios, sobre sus derechos y obligaciones en materia de salud. Por otra parte, también puede actuar de oficio en cuestiones de interés general relacionadas con su esfera de competencia; es decir, en asuntos vinculados con la prestación de servicios médicos y, de igual manera, goza de facultades para coadyuvar con las autoridades de impartición y procuración de justicia cuando solicitan la emisión de dictámenes médicos. LA RESPONSABILIDAD La voz castellana `responsabilidad' proviene del latín respondere que significa: estar obligado. Entre los muchos conceptos formulados al respecto, se entiende por responsabilidad la capacidad de un sujeto de derecho de conocer y aceptar las consecuencias de sus actos realizados consciente y libremente. En otro sentido, viene a ser la relación de causalidad existente entre el acto y su autor, o sea, la capacidad de responder por sus actos. En un sentido más concreto, la responsabilidad se traduce en el surgimiento de una obligación o merecimiento de una pena en un caso determinado o determinable, como resultado de la ejecución de un acto específico. Por responsabilidad también se puede entender la obligación que tiene una persona de subsanar el perjuicio producido, o el daño causado a un tercero, porque así lo disponga una ley, lo requiera una convención originaria, lo estipule un contrato, o se desprenda de ciertos hechos ocurridos, independientemente de que en ellos exista o no culpa del obligado a subsanarla. ¿CUÁL ES LA RESPONSABILIDAD DEL DICTAMINADOR? Es muy importante dejar sentado, que dentro de la procuración y administración de justicia, el punto débil del sistema mexicano, a mi ver, ha sido el deficiente esquema de la intervención de peritos, dictaminadores, expertos o cualquier otra institución encargada de ilustrar al juzgador sobre aspectos que requieren un conocimiento especial; yo comparto dicha opinión toda vez que el desahogo de las periciales tiene un mecanismo procesal viciado, principalmente por la clara tendencia de favorecer a la parte que oferta dicha probanza, por lo que se desaparta de los principios de objetividad e imparcialidad que debieran regir a todo perito, dictaminador o experto. TIPO DE RESPONSABILIDADES La primera responsabilidad que tiene el dictaminador en ejercicio de las funciones inherentes que le confiere la norma que crea y reglamenta la actuación de la CECAMED, es el gran reto precisamente de mejorar el derecho a la salud que constitucionalmente le corresponde a todo individuo, así como coadyuvar con las instituciones encargadas de procurar e impartir justicia; es menester que en lo relativo a la cuestión médica, el estado mexicano garantiza la emisión de dictámenes totalmente objetivos e imparciales, pues el bien jurídico que se tutela, es axiológicamente el de mayor cuantía para todo ser humano, la vida y la salud. El equilibrio entre lo objetivo y lo subjetivo Por mucho tiempo se tuvo la impresión, que la famosa frase que al final de los dictámenes, no dejaba de recalcarse, que se hacía “A SU LEAL SABER Y ENTENDER”, era el salvavidas que se utilizaba para no hacerse responsable de las consecuencias que podía tener en bienes jurídicos de un tercero, como su vida, libertad, patrimonio, entre otros, o en derechos colectivos; al argumentarse que todo quedaba al “criterio” del dictaminador; por ello es necesario recalcar que la materia del dictamen es siempre una ciencia o disciplina con parámetros medibles (medicina, grafoscopía, mecánica de hechos, contabilidad, dactiloscopía); por ello resulta importante dejar sentado que tal prescripción de ninguna manera salva la responsabilidad en la que puede incurrir el dictaminador, en caso de comprobársele que por dolo o culpa, se apartó de los principios de objetividad e imparcialidad. Responsabilidad jurídica La responsabilidad jurídica somete los hechos a la reacción jurídica frente al daño producido, reacción cuya finalidad consistente en la represión del mal causado se alcanza a través del derecho, mediante el traslado de la carga del perjuicio a un sujeto diferente del agraviado; tal sujeto distinto habrá de sufrir -con, sin y aún contra su voluntad- la referida reacción jurídica, por encontrarse en situación de responsabilidad. Tipos de responsabilidad jurídica 1) Responsabilidad penal Cuando se ofenden o ponen en riesgo los fundamentos que dan sustento a la sociedad, ésta reacciona mediante castigos que impone a quienes realizaron tales atentados, siempre y cuando esas conductas indebidas sean deliberadas, es decir, los autores sean penalmente responsables; por tanto, la responsabilidad penal reclama investigar la culpabilidad del agente antisocial o cuando menos comprobar el carácter socialmente peligroso que dicho sujeto o sus actos pueden significar, para imponer penas o adoptar medidas de seguridad en contra de quienes, responsables o no, la ponen en peligro y, en todo caso, procurar la rehabilitación y readaptación de tales personas. Delitos en los que puede incurrir el dictaminador en ejercicio de sus funciones Como lo estipula la norma que regula la CECAMED, el dictaminador interviene o emite sus conclusiones en los siguientes actos: DICTAMEN: Informe pericial de CECAMED, precisando sus conclusiones respecto de alguna cuestión sometida a su análisis, dentro del ámbito de sus atribuciones (Artículo 2 fracción IV del Reglamento procesal). LAUDO: De conformidad con el artículo 2 fracción VIII del Reglamento procesal, es el acto por medio del cual CECAMED resuelve las cuestiones sometidas a su conocimiento a través del compromiso arbitral. OPINIÓN TÉCNICA: Dictamen emitido por CECAMED, de oficio, para el mejoramiento de la calidad en la atención médica, especialmente en asuntos de interés general (fracción IX). En la emisión de tales dictámenes, en caso de afectar a un individuo o a la colectividad, y que dicha afectación sea determinada por una autoridad encargada de procurar o administrar justicia, por ser la CECAMED, un organismo auxiliar de la administración de la justicia, conforme lo establece sistemáticamente los siguientes artículos: Artículo 4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial para el Estado.- Son auxiliares de la administración de justicia: (I, II.....) a ley. Fracción XII. Los demás a quienes las leyes les confieran ese carácter. Artículo 21 de la Ley Orgánica de la PGJE.- Son auxiliares directos del Ministerio Público: I, II.... Igualmente auxiliarán al Ministerio Público en los términos de las normas aplicables las policías preventivas de los municipios del Estado, el servicio médico forense, los servicios médicos, y en general, las demás autoridades que fueren competentes. Artículo 9.- La comisión tendrá las siguientes atribuciones: Fracción IX.- Elaborar los dictámenes técnicos y peritajes que le sean solicitados por las autoridades encargadas de la procuración e impartición de justicia. Tales numerales son el fundamento legal para tener a la CECAMED como auxiliar de la administración de justicia, por lo que de conformidad con: Artículo 226 del Código Penal para el Estado de Nayarit.- Se impondrá suspensión de un mes a tres años o destitución del cargo y en ambos casos multa de diez a treinta días de salario a los funcionarios, empleados, o auxiliares de la administración de justicia que cometan algunos de los delitos siguientes: I.- Conocer de negocios contra los cuales tengan impedimento legal o abstenerse de conocer de los que les correspondan sin tener impedimento para ello; III.- Litigar por sí o por interpósita persona cuando la ley les prohíba el ejercicio e su profesión; VI.- Ejecutar actos o incurrir en omisiones que produzcan un daño o concedan una ventaja indebida a los interesados en un negocio, o cualquiera otra persona; VII.- Retardar o entorpecer maliciosamente o por negligencia la administración de justicia; Asimismo, en su carácter de servidores públicos (los que fueren), el dictaminador de igual forma está sujeto a tener la calidad específica para ser activo de los siguientes delitos: Artículo 210 del Código Penal para el Estado de Nayarit.- Para efectos de este título y el subsecuente, es servidor público toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza , en la Administración Pública estatal o municipal, Organismos Descentralizados, ....” Artículo 211.- Ejercicio Indebido de Funciones Artículo 217.- Cohecho 2) Responsabilidad Civil La responsabilidad civil, a diferencia de la penal, no tiene como punto de partida un daño social, sino un mal infligido a un individuo o a varios en lo particular, mas como desde hace siglos el perjudicado no puede aplicar un castigo al autor de dicho mal, deberá limitarse a solicitar, ante los tribunales competentes, la reparación del daño o perjuicio ocasionado. En contraste con la responsabilidad penal, cuya comprobación demanda la investigación de la imputabilidad del autor del daño, o por lo menos la acreditación del carácter socialmente peligroso que dicha persona o sus actos pueden significar, en la responsabilidad civil tiene escasa relevancia que el acto pernicioso para un particular ponga o no en riesgo los intereses de la sociedad ni si el autor del daño tiene o no imputabilidad, puesto que lo único que se necesita es determinar si existe un nexo jurídico de obligación entre dos sujetos que los pueda convertir a uno en acreedor y a otro en deudor. Dicho nexo surge de lo que el Código Civil para el Estado de Nayarit, se define en el título primero del libro tercero como fuente de las obligaciones, en cuyo capítulo V, establece: Artículo 1283.- El que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño a otro, está obligado a repararlo.... Podríamos entonces señalar que la responsabilidad civil tanto del servidor público, como del prestador de servicios profesionales, es la derivada de sus actos u omisiones registrados en el ejercicio de sus funciones o en su defecto en su ejercicio profesional, que causen daño económico o moral a otra persona. Responsabilidad administrativa La responsabilidad administrativa se atribuye exclusivamente a los servidores públicos, por infringir con actos u omisiones los principios que rigen el quehacer público, los cuales, en los términos del Artículo 53 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Nayarit, son los de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia. De igual forma, dicha normatividad establece un catálogo de sanciones en los supuestos en los que un funcionario público incurre en alguna causa de responsabilidad, ejemplo: Artículo 59.- Las sanciones por falta administrativa consistirán en: I. Apercibimiento privada o pública; II. Amonestación privada o pública; III. Suspensión del empleo, cargo o comisión por un periodo no menor de tres días ni mayor a un año; IV. Destitución del puesto; V. Sanción económica; e VI. Inhabilitación temporal para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público. Responsabilidad política La responsabilidad política, al igual que la administrativa, sólo es atribuible a los servidores públicos, mas no a todos, sino únicamente a algunos tipos de funcionarios públicos que precisa la propia Constitución, tanto federal como estatal, cuando sus conductas lesionen los intereses públicos fundamentales o de su buen despacho. Responsabilidad profesional La responsabilidad profesional sólo es imputable a los profesionistas, quienes responden por sus propios actos en los términos establecidos en el Artículo 1986 del Código Civil, por negligencia, impericia o dolo, y que esto cause un daño. Conviene poner de relieve que cada uno de los diferentes tipos de responsabilidad no excluye a los demás; el homicida, por ejemplo, además de su responsabilidad penal, es civilmente responsable del perjuicio originado a los hijos de su víctima, por cuya razón la pena que se le impone por la comisión del delito, no le libera de reparar los perjuicios derivados de la orfandad en que quedaron los menores hijos del victimado.