Cartas de amor a Stalin, de Juan Mayorga

Anuncio
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Pedagóg¡co
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la que cae sobre su obra,
Aulgákov se convierte en
'escritorparaun solo lector':
escribe carta iras carta a
Slalinrecamandoo su liber
lad comoanistaen la URSS,
o su libe ad para salir del
país. l¡arginado de una
sociedadante la que se le
presentacomo traidor,sóo
sostenidopor eLa¡ientode su
esposa,Bulgákovesperaen
vano una respuestadel gran
llasla
oue un dia recibe
I luna llamada telefónica
de alguienque se ideñtifica
como Stalin. Bulgákov no
tieneningunadudaal respec
lo: es Stalinquien le llama,
quiense dirigea él respetuosamente, quien elogia su
obra.Pordesgracia,
la llamada se corta cuandoel dictador estáa puntode proponer
a Bulgákov un encuentro
trEtrAtrTtr
(PORORDENDE INTERVENCION)
BULGAKOVA M A G U I M I R A
euLcÁxov HELIOPEDREGAL
EUSEBIOLAZARO
STALIN
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: ILLERMO HERAS
aYUDANTE
DEDrREccróNDAVID FERFÉ
AyUDANTE
DErLuMrNAcróNMABELO GOYA
MúsrcA PYOTR lLlcH TCHAIKOVSKY (1840-1893)
REALIZACION
DECORADOS
oDEóNDEcoRADoss.L.. PQC
Y VESTUABIO
ESCENOGRAFIA
TRADEMA.BAYNTON
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MAoUILLAJE
HoRTENSIA
SoMBREBERiA
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DELCARTELJACOBO PÉREZ- ENCISO
DISEÑO
PRoDuccIÓNCENTRO DRAMATICO NACIONAL
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313
2
¿
tA DRAMATURGIA
DE JUAN MAYORGA
parte,algunoscr¡- de las dos exigenciasmayoDor olra
I ticos han creido encon- res del artista. La otra €s la
trar en el concepto de lo tradic¡ón(...).Al narcisod€l
ansmátivo el slemento aglu- a¡t¡sta le cuesla tanto r€cot¡nadorde la generac¡ón
a la nocer el peso enormede la
lugar de excepc¡ónqu€ €ntre que perteneceMayorga.Se generaciónqus ss ha hscho
los nuevos autor€s ocupa el trataría de un tealro que a costuñbrc negar que se pernombre de Juan Mayorga. iñales de los ochentaconoció tenece a uña. Coíro s¡ perteMás difícil es encontr¿r esa un cierto empu¡edesde las necero no a una generación
a la horade r€la- adm¡nistraciones públ¡cas dependiesede la voluntad
unan¡midad
comosiel indicionarle con los dramaturgos paralu€goquedarrolegadoa del ¡ndividuo;
que le son co€tán€osy €sta- la marginalidad¡nst¡tucional,viduo pudieseno peden€cer
blecercon ellosuna idea de sokev¡v¡endo en las llama- a su generación, précisagrupoo de gensrációñ.
das salas alternat¡vas,princi- m€nte la suya. El autor de
pajmentede Madrid y Barce- teatro suele n€gar tan ssvera
ncontramos
la
denominalona,Peroprecisamente
ese ev¡dencia,pero a él le niega
E
L c¡ónde ger¡er¿ciónde /os caÉcter marginal le ha peF su propia escritura.Puede
sesenta para hablar de aulo- mit¡domantenerun contacto decidi no escribir teatro,
res que, como Mayorga, ñás d¡rcctocon el especladoi pero,si lo escribe,no puede
nacieron en esa d€cada del una mayor coherenc¡a y escribir otro teatro que el de
siglo; o de g€reradó¡ 8¡a- libertad creativay un afán exdomin, en alusión al Premio perirnsntal y reflex¡vo sobre
Marqués de Bradomín que, la esenciamismadel género Erulo de este sent¡rse
I parte de una generación
iñstitu¡do por el Área Teatral teatral.
es la cantidadde traba¡ode
de¡ lnslitulode la Juventud,
insistimos tanto en creación o investigac¡ónteaconvocaba cada año el Qi
M¡nisleriode AsunlosSocia- Vsituar a Juan i¡ayorga tralqueJuanMayorgarealiza
les para autores menoresde déntrode unageneac¡ónde en grupos y colect¡vos:es
es porqueresul- miembrotundador,junto con
treinta años, lo que, como dramaturgos
hacerloen José RamónFemández,Luis
señalaManuelGómezGarcía ta impresc¡ndible
en su libro E/ te€t¡o de A¿rtot el caso de un autor que, Miguel González Cruz,
en España(1901-2000),es un como éste, concede tanta Guillermo Heras y Raúl
"hechoque por sí solo confie- ¡mportanciá ál concepto Hernández Garr¡do, del
re un corte generacionaline generacioñal,
como se des- colectivoteatral El Astillero;
qu¡voco a los dramaturgos pr€ndede la ponenc¡aque él participa en el Espacio
que se han alzado hasta el mismo presentó eñ el Crílico cle Beflexión Teatral
momentocon el prem¡oo sus Encuentrode NuevosAutores Ecrit, que d¡r¡ge José
accésit".(JuanMayorgaobtu- celebrado en la sala Beck€tt Monleón; es miémbro del
vo un accésiten 1989por su de Barcelona en marzo de grupo de esludio sobre el
obra SteteIrombresbueros). 1994:"La generac¡ón
es una teatrodel Siglode Oro y del
sos de las últiñas
Laboratoio de Dramaturgia conmoción que deja una
Actoral,ambosdirig¡dospor marca indeleble en su
JoséSanchisSin¡stena.
memoriay, s¡n embargo,no
crea ni recuerdoni historia".
lá
de
la
cita
Este shock alcanzaría a
l^onlinuando
\rponenc'a para el En- todos los aspectosdel v¡vir
cuentrode NuevosActores, coridiano, ¡nclu¡da por
l'rayorgains¡stíaen la impor- supuestocualqu¡ermanifestancia que tiene para un tación del arte; es más, "el
autor su generación,y la shockno es un recursoesti¡mpronraque éstadeiaen su lístico entre otros, sino la
obra: "Ésa es la causa de forma y el fondo de los
que todoslos aqüipresenles rnodos de €xpresióndomiescr¡bamos, aprox¡mada- nantesen nuestrot¡empo",
mente,la misma obra -qué
obra es ésa que escribimos, A sí se explicala irrupc¡ón
es cosa que descubriránlas t-lde ese fenómenoen e¡
generaciones siguientes-", campo tealral y sus nefastas
No qu¡ere esio dec¡r que consscuencias:"fambién el
cada autor no presentesus teatro, tan vulnerablehoy,
propias caracler¡st¡cas y buscaprotecc¡ónen el opupecul¡aridades;
por eso, en lento feudo del shock. El
su ponenc¡apros¡gue:"S¡ñ horizontede esa búsqueda
embargo,igualquees nuelra es la convers¡ón
del especlávoluntadcolecliva no pare- culo teatral en una suerte de
cernosa ningunageneráción Primera Guerra Mundial a
anterior,es volunladde cada
uno de nosotrosno parecerse a los demás. Hay una
palabrapara resumirambas
voluntades:vanguard¡a.La
vanguardiaes la obl¡gación
del artista. Es el ¡ngenuo
desafio que el art¡sta lanza
conlra lodas las generaciones, en particularcontra la
suy4 es decir,coniraeltjempo". L-asparticular¡dades
de
ese desaf¡oen el caso de
Juan Mayorga será lo que
analic€mos
a cont¡nuación.
primerlugar,su teatro
En
fse defne por oposicióna
lo que aclLralmente
la crit¡ca
y el públ¡cov¡enenconsiderando como tal, leniendoen
cuema que para nuesrro
autor "nuestrot¡empoes uñ
momento pr¡v¡leg¡adodel
lealro, el rnomento de su
ruina". Y en este moñento
de ruina,el shockes la pr¡ncipal característ¡cade las
obras que se presenlanen
escena."El shock" -escdbs
Mayorga- "es un impacto
v¡olenloque colña la psrcepciónde un hombreysuspende su conc¡enc¡a;una
j13
escala:la obraseráreemplazada por la expos¡c¡óndel
espectado¡a un bombardeo
¡ncruento del que saldrá
enmudec¡do,con el cuerpo
sudorosoy el alma ¡nlacla.
(...)Queex¡geet sacrii¡c¡o
de
la palabra,pues ésta pasa,
en el domin¡odel shock,por
fat¡goso lastre, interesante
sólo a los paleontólogos".
=
por opo¡t\ omodeciarnos,
\, sicióna estetipode teatro Mayorga propone unas
obras en las que pretende
encontrarla máximarelación
entre texto escrito y texto
representáclo,Aunque en
más de una ocasión ha
declaradoque, para é1, el
texto teatral no es l¡teratura,
la palabraen l¡ayorgatiene
una amportánciacapital. Si
b¡enes c¡ertoque esa ruina
del teatroa la que antesalu-
¡
65
813
=
¡
díamos "sólo de¡a en pae que, concisaen el mejor de
unas acc¡onesinterpretadas los casos, nos conduce a
anle un públ¡co",lo €s tam- unaacc¡ónde la que se desbién que esas acc¡onesvan prendeÉ ¡nevitablementouna
acompañadas
del lenguaje,
o temát¡ca,unasideas qu€ cas¡
viceversa.Es lo que la l¡n- siempre tienen una vert¡ente
giiíst¡ca moderna def¡ne políticaque a menudo¡ndacomo actos de habla,eñ los gan en la h¡stoñay que con
qLre hablar es también un frecuéncia lo hacen en la
identidaddel sujsto".
E I autor.en sus escdtosy
Lponencias sobre el arte
clramálico, clefine el teatro
como "accióneñ el corebro,
¡magen dialéct¡ca;human¡dacl historiay no naluraleza". Se trata de "acciones
¡nierpretadas
ante un público"; por eso, el autor no
escribel¡teratura,
ni obrasde
tesis, s¡no "adeasque senán
intelpretadas,
traducidaspor
desaparic¡ón:"(El d¡rector)
consigu¡ó ser necesar¡o.
Pero hizo mal uso de tal
necesidad,la confund¡ócon
la de hacersentirsus huellas
en cadamilímetro.
Enla ru¡na
clelt€atrono haylugardoncle
dejar huellas. Por eso, la
muerte del escenógrafoes la
más dolorosa.Le acompañan en su dest¡noel ñúsico,
el iluminador..
Muerentodos.
Porqueel teatro,que debeda
ser un asunto de ángeles,
habíavenidoa ser humano,
demasiadohumano",
palabray el
I a vueltaa la
Linterés por ellexto es una
de las facetas en las qus
mejor advert¡mosel talante
renovadordel teátrode Juan
Mayorga.De hecho,el autor
propone un replanteamiento
Dero el canicterrsnovador
delescenario
con la ¡ntención I y experirnentalen Juan
de recobrarlos tres elemen- Mayorgano se reducea los
tos queconsideraesenciales aspectostormaleso de teodel arte dramático:el texto, ria dramática, sino que
la actuación y la imagen, alcanza ¡gualmente a los
vistos como algo absoluta- contenidos de sus obras.
mente interelacionado.Así, También a esle respecto el
ll Ellealro existeporqueel María José Ragué-Ar¡as tealro es para Mayorga un
rmundo es demasiado señalaque "sus textos dra- medio de descubrim¡enro
y
real.Es un estadode excep- mát¡cos sug¡eren¡mágenes de investigación.Se trata,
c¡ón-de invers¡óneñ la rsa- que reclamanla represeñta- por tanto, de un teatro de
lidacl. Sus af¡nes son el c¡ón".
¡deas,más que de tes¡s;un
juego,la fiestay slsueño.Su
leatro para pensar,rellex¡voy
análogoes la ¡dea.que,siefldo
la actuación,r€co- muchasvecesfundamentado
Qobre
ob¡et¡va,es irreal,es lántas- \.rgemos la opin¡ón,erpro- en la abstracción,
aunques€
magoía {...) El teatro está sada por el autor en la ya
argumemoso
fueradel mundo,peropresu- mencionadaponenciade la anécdotas anclados en lo
pone la existencia del SalaBeckeltde Barceloña,
al concreto, espec¡almente en
mundo. {...) El teatro sólo hablarde la ¡ñterpretación
y hechoshistódcos.Yaveíamos
existeporquehay algo fuera de los actores:"Lañ¡sióndel anteriormenteque las obras
dé él: la humanidad".
actor es morir para que el de Juan Mayorga suolen
personajesea: desvanecerss indagaren la memoriah¡stón el proceso de destruc- para que, a través de é1,el dca sobre la que se apoya
ción del teatro que persona¡e
se hagavis¡ble.Lo nuestropresénte,porque és€
denuncaaMayorgajugó un prop¡o del actor es no tener es un buenmediode inv€sti'
papel fundamentalprec¡sa- presencia, estar ausente. gar prec¡saments
en la idenmenteese empeñode con- Educadoen el narcisismo,el tidadde los ¡ñdiv¡duos.
P€ro,
traponerpalabrae ¡magen,lo actor que llevó el tsatro a su a pesar de esa concreción,
que ha deseñcadenado
en el ruinah¡zosuya la tareacon- no hay que olvidar, como
autorteatral¡o que él deno- lraria: sepultaba, bajo su señalaJohn P Gabdele,que
m¡na como "una profunda opacapersona,al personaje. "lo social y lo político,aunnostalg¡adel v€rbo". No es La ru¡nadel teatrosuponela que importantesfacetas, son
extraño,por tanlo, que los
de importanciasecundada.
lextos de Juan l'rayorga se
Lo que resultaes un curioso
caÉcte.¡ceñpor su r¡queza
abundando
en
las
expedmento
en lo abstracto".
V,
expresiva,por su capacidad I caraclerist¡cas
d€ lo que
y por su sutil€- debeser la interpretación
de sugerenc¡a
y la
za casi poética.En palabras puesra en escena, proseguE
de lr,laríaJosá Ragué-Arias, hablando d€ directores y
"es la palabraculta,llenade escenógratos,y presagiando
connotac¡ones,la palabra para ellos el ñismo f¡n que
medíday l¡terariament€
r¡ca para el acto( €s d€ci, su
31
z
¡
CARTAS DE
AMOR A STALIN
al que hace relerencia el
rarla por todos ¡os med¡os,
autor, "Cartas argumentoy el ñsnsaie ético mantenededentro de la realideamoraSlal¡n y políticoque nos ohece no dad ayudándoleen la lucha
es una h¡storia t¡€nennadaque ver con una contra sus fantasmas, serán
rclaciónqu€ya desdeeltÍlulo
que interv¡enentres persona- de la obrase pretendecomo
j€s: un hombre,una mujery el amorosa: el gÉn escritof
diablo".
Mlail Bulgákov,
s¡lenciado
en
la época estalinista como
^ s¡mplev¡sta,pareceque ñuchos otros escr¡lorese
Ad
hechohistóricoo r6al intelectuales, escribe carla
tÉs carta al gran camsrada
para recobrar su lib€rtad de
escritor o al m€nos poder
sal¡r al éxtranjero;no obt¡ene
respuela alguna hada que
un diá recibe una llamada
tsl€fón¡cadel prop¡o Stalin;
apenasin¡ciadala conversac¡ón ésta se ¡nteíumpe, y lo
que quedaes la obsesiónde
Bulgákovpor volver a oír esa
voz dol Poderque le ha parecido por momenlos cercana
y comprensiva, cord¡al y
sus únicasmot¡vac¡ones.
y
Dero en realidad, aunque
I también ha de tenérséén
cuentae! drama personalque
muestrala obra, la h¡storiade
amor que se doscubreen la
escenaes mucho más sutil:
otra vez en palabras de
Mayorga, la obra es "una
meditaciónsobrela necesidad
que taeneel artista de sor
amadopor el podor,necssidad tan fuerte como ¡a que
tiene el poder de ser a¡nado
por el ártisia'. Y asist¡mos
así a un desplieguede esirategias de seducción por
parte de escritor y dictador:
el primero ¡ntsniaá dar con
la carta ideal que le perm¡ta
gozarde losfavo¡Esdel ürano,
y el s€gundoluchará por que
podía
pensarse
vez
el gen¡o de las palabras
Td
que,
I
de tatars€ electiva- adm¡ta su autorided y se
m€ñtede unahisloriade anot pongaa sus ódsnss, y ala€6ta quedaría c¡rcunscdlaal bará su obra coñ la última
amor del escr¡tor por su ¡ntención de que también el
mu¡€ry, muy pa¡t¡culamente, escritor alabe la suya
de ásta por su esposo:
Bulgákova demuestra con
n esta historia de amor
sus acciones,con sus pala¡nlo¡vi€nen,como s€ñala
bras y con sus gestos qué ol autor, un hombre, una
nada le ¡mportamás qué su mujsr y el d¡ablo, qu€ se
marido, y acompañale en la encam¿mr€6pect¡vem€nteen
adv€rEidadinténtándo supe- los p€rsonaj6s de Bulgákov,
su esposay Stalin,peroque
iienen un signiñcadomucho
mas ampl¡o.Ya v¡mos en el
apartado anterior de este
CuademoPedagógicocómo
Mayorgasueleutilizarun argumento concreto, muchas
veces de caácter históñco,
para trascend€rlo.En este
caso, la figura del hombre
concretada én Bulgákov
representaen alguna medida
a todo escritor o anila, del
m¡smomodoque la ligur¿de
Stal¡n r€presentael Podet y
como en estecaso se trata de
un poder dictatorialy destmclivo, en la fgur¿ de Bulgákova
toman cuerpo las tueeas del
bien que intentansalvar al
hombrede su p€rdición.
haber entrado, y es que
ahoraelPoderle halaga:"Es
capaz de repetar párrafos
enleros de m¡s obras, Sé
cuántome aprecia".
el
A quí está precisamente
/nmecanismo que mueve
los resortesdel poder sn su
intentode doñsst¡carincluso
a las mentes m¡is críticas o
inic¡almente
más opuestasa
él: laseducc¡ón.
A unapersona como Bulgákovno se le
s¡lenciapor métodosexpeditivos,s¡nolan sutilesque el
escitor puede sentirse no
sólo no r€pudiado por el
poder,s¡noinclusoqueñdoy
admirado.Con eso,el pod€r
cons¡gueperderun adversario
y, a la vez, ganarla considerac¡ón de un iñtelectualo un
artista,lo que de algún modo
lo legitima:hay una absoluta
rec¡proc¡daden la n€c€sidad
de amor entre el artista y el
En ef caso de Canas cte
Lamor a Star,ir,el demonio
os una analogíadel poder.
Aparece la figura real del
gobernante, quo €s qu¡en
habla por t€léfono con
Bulgákov;pero la aparición
del dictadoren el despacho
n la obra, la seducc¡ón
del escñtor,frulo de la ya
comienzad€sde una ¡nienferma imag¡nación de cial separac¡ón:Stal¡n no
Bulgákoves de caÉcterdia- contesta a las cártas de
bólico,como adivinapronto Bulgákot y éste no s¡ente
que le dice var¡as por el dictadorotracosaqu€
Bulgákova,
veces a su marido: "Yo te un odio ¡nf¡n¡to,tanto que
sacaréde esle infierno","Es incluso siento repugnancia
como si esta casa estuv¡ese ante la ideade que su mu¡er
endemoniada.Como si el represenlepor unos ¡nstantes
demonio estuv¡ese suelto la frgurade Slalin para ayudarle a imaginarunaconversac¡ón ca¡a a cara con él
E ulsákovaes capazde d¡s- ("¿Ponerteen la p¡el de un
IJcemir y de entenderel hombreal que odio? Al que
,uego del diclador ("Elá odias").Perola maniobrade
d€ Stalincumple
iusandocontigo",le dicéa su acercam¡ento
marido), e intenta hacérselo a la perfección su cometido
comprendor a Bulgákov: dedro del ¡uegode s€ducción
"¿Queríaoírtehablal?Prohíbe que inic¡asobr€Bulgákov.
lá representac¡ónde tus
pnncipio,poco sabeobr¿q no le de¡apubticaruna
En
¡ínea. ¿Y dic€s que queña Lmos d€ la conveEación
oírte hábla¿ Queñalu s¡len- telefón¡caque mant¡enenel
cio. No ts llamó para qué dictaclory el escñtor,por su
hablases,sino paracerrartela brevedad y porque sólo
boca", Pero el escritot preso escucnamosen escena ta
en ciertamedidade su vani- vozde Bulgákot queapenas
dad de artista,no está d¡s- haceotracosaquecontestar
Puestoa abandonarla nueva lacón¡cam€ñtea lo que le
s¡tuación en la que cree dice Slal¡n;pero luego nos
d¡náde él que tenía un tono
"afectuoso", y nos recitará
párr¿fosenterosde esa conversaciónque se ha aprendido
de memoriay que podemos
imaginarel efectoque tienen
en la mente de Bulgákov:
"T€nía muchas ganas de
hablar conmigo. Desde el
pdnc¡p¡o,
su tonolue cordial,
comoel de quiense propone
iniciaruna larga y profunda
relac¡ón"."¿Sabeque puedo
rec¡tar párafos enteros de
sus obras? Desdehace t¡ernpo tengoIa ¡mpresióñ
de que
uled y yo podríamosllegara
eniendernos,Tendríamosque
reunirnosparachariar",
parejade Bulgakovy su
I a
Lmujer semejan a Ad¡ány
Eva en el paÉíso ('Ocuna lo
que ocurraahífuera,nosotros,
tú y yo, podemos ser fel¡ces
aquí,¡untos",le dice ellaá su
marido), aunque aquí se
¡nvierten¡os papeles y Adán
seÉ el tentado: la amonía
qué, Pesea todo, imperaba
en el despachode Bulgákovy
la conv¡ccióndel escritor en
sus criticas al poder se resquebrajanante las maniobras
del d¡ctador,que le ofrece al
art¡stanada menos quo su
y su am¡stad,
reconoc¡miento
La mujer,que eñ este caso no
caeráen la tentac¡ón,perdeñá
su balallay se sent¡rácada
vezmas aleiadade su mariclo,
por lo que su fnal, lejos de
somrende¡i
se va añt¡cipando
gradualñentea lo largo de
loda la obra,
I a relacióneñtre Stalin y
LBulgákov lambiénrecu€F
da el pasa¡eevangélicoque
nos muestraa Jesús tentado
en el desierto:como a Cdsto
se le tienta ofteciéndole al¡melfo en med¡ode su ayuno
('Si eres h¡jo cle Dios, di que
elas piedrasse coñviertanen
pan'), a Bulgákovse le oftece
un tratrajoque le hagaposible
la subs¡steñc¡a;
como a Cristo
le adulael dernon¡o("Anojate
de aquiabajo,pueslos ánge-
813
E
69
!13
a
E
10 ó
les te recogeán para que tu
pie no tropiececon las piedras"), el dictador adula al
escr¡tor ("Soy su más fiel
espectador ¿Sabe que he
v¡stoqu¡nceveceslos d,asde
/os furbir, ocho veces E/
apartamentode Zo¡ka?Puedo
recitarescenasenterasde sus
obras"), y como a Cristo,
cuandoSatanásle dice "fodo
€sto te dare s¡ te anodillas y
me adoras",a Bulgákovle
ofteceStalineigir unaestatua
suyaen Moscú si escribea su
dictado.
quiense cuentasu inic¡ación
a la brujer¡ade manos del
mismísimodemonio,personaje centralen la novela.El
demonio simbolizala parado¡a con qu€ lo clef¡n¡a
Goethe,"una partede aquella fuetzaque siemprequ¡ere
el maly que siemprepract¡ca
el bien", y s¡ruepara hacer
una crítica satírica de la
soc¡edad moscovita en el
pedodode entreguerras:
con
sus críménesy engaños,el
diablono haceotracosaque
cástigar a los malvados,
y
denuñciara los amb¡ciosos
los hipócrid¡ablo
es
desenmascarar
a
a
f¡sura
del
I
Lclave tambiénen la que tas, a la vez que suponeel
es s¡n duda la mejorobráde bien para las almas limpias
Bulgákov, Ei maesfro y de los protagonistas.
Mafga¡rta, novela fantástica
en |a que apareceun maes- Dero, a pesar de los evÉ
que
tro que ha enloquecidotras I dentesparalel¡smos
entregarseen cuerpoy alma puedenesiablecerseentre Ei
a la escdturade una novela ñaestrc y Maryaríta y Cartas
sobre PoncioP¡latosque no de amor a Sta/ln, éstos se
a
recibe autorizac¡ónpara ser deben fundamentalmsnte
publicada;de su posfación lo que ambas obras t¡en€n
mentatno consiguesalvarle de biográfico respecto de
ni el amor que representa Bulgákov,como puédecomMargarita, una ioven cle probarse en el sigu¡ente
apartado del Cuaderno
Pedagógico,en el que se
aportanalgunosdatos de la
v¡dade Bulgákovy delperiodo estalinistaque le tocó
v¡vir,y la obra de Mayorga
t¡enemásde metaliterario
en
el uso de las prop¡ascartas
que el escñtord¡rigióa Stalin
que en su relacióncon la
novelaantescitada.
otra pade.ya ve¡amos
Dor
I en el aparlado ant€r¡or
que Juan Mayorga asegura
"no escdb¡rl¡teratura"cuando escribeteatro,sinoquese
trata de "acciones¡ntemretadas ante un público". Por
e¡emplo,la acotaciónprim€ra
clel primer cuadro de la obra
dice: "Bulgákov escr¡be.
Hastaque notaque su mujer
lo €stá mirando.Ellaacadc¡a
la mano con la que él escdbe". En esta acotaciónhay
lres acciones-él escribe,el¡a
le m¡ra,luegole acaricia-qus
el
tienenun grans¡gnilicado:
hochode queescribasupone
que Bulgákovrompecon un
largo periodode ¡nactiv¡dad
l¡teraria;por eso, su mujer le
mira entre sorprendida y
esperanzada;y en la caric¡a
ponetodo elamorque siente
e todas formas, y aunqúe con el ejemploantedor hemosintentadoexplicar
la af¡macióndel autorcuando dice que él "no escribe
l¡teralura",lo c¡erto es que
Cartas de arnor a Stal¡n,
como el resto de las obras de
Juan Mayorga,es un placer
sobro la escenapara la que
ha sido €scrita,perono lo es
menoscomo loctura,puesel
texlo es d€ una belleza
313
¡
1l
c"{RIA DE BULCAKOV
AL GOBIEFN
1l
E
BULGAKOV:
tAS RELACIONESENTRE
tA TITERATURAY Et PODER
enffentamientoserf re zaristas
y revoluc¡onarios,
rusóflosy I Iac¡a 1925 habíacomengermanól¡los,soc¡al¡stasy ! lzado el proceso por el
que Stal¡ñ,noñbrado secrenac¡onal¡stas
ucranianos.
tario generaldel partido en
I tuy joven, decideaban- 1922,se convierteen d¡cta¡ Y Idonar el desempeñode dor absoluto de la UBSS
la medicina para dedicarse mediantela liquidaciónsisteexclusivamentea las tareas mát¡cade todo tipo de opoliterarias. Y muy pronto em- s¡c¡ón.El amb¡entese hace
pezarásu caída en desgrac¡a cada ve¿ más ¡rresp¡rable
frerúe al poder, exaclamente para un escdtor clt¡co y satícon la publicación de los rico como Bulgákov,q!¡en
primeros capítulos de su en 1928 realizasu primera
novela La guard¡a blanca, petic¡ónde autorizac¡ónpara
relalode la descompos¡ción v¡alar al extran¡ero,que, por
de unafamiliade K¡even los supuesto,le serádenegada.
años de dom¡nio de los
nac¡onal¡stas
ucran¡anos;el ¡Aom¡enzan las deportadelitodél autorlue no conde- \¡rciones políticas (por
nar exclus¡vamentea éstos ejemplo la de Trotski), y
frentea los comun¡stas,
sino Bulgákov escr¡be sendas
ulgákovnacióen mostrar en su obra que tanto cartasal gob¡ernoen 1929y
189'1
, en el seno las barbaridadescoño los 1930 donunc¡andola situade unafamiliade actosde just¡c¡ao de valorno ción €n qu€ s€ halla: sus
la burgues¡a
ilus- eranpatrimonioexclusivode obras están prohibidas y su
ningunode los dos bandos. nombreestá maldito,por lo
que no encuenira traba¡o
Ucran¡a.Teminó sus estudios
dé medicinaen 1916,en plena En 1926 adaptó la novela como escdtorni como homPdmeraGuera Mundial,el Lpara la escenacon el tÍtulo bre de toatrc, y exigs qué se
mismoaño en que fue ases¡- de Los dlas de los Tuúin, le cl€vuslva la l¡bertad para
nado Rasputín, el consejerc cuyo éx¡to espoleó la ira de escrib¡ro ss ls expulsede la
que, como enviadode Dios, loscensores:esem¡smoaño, Un¡ónSov¡el¡ca.
dominabala corte del zar. Bulgákovsufriólos primeros
Eran tiempos de enorme registros domici¡iariosy el
En un Pdnc¡P¡ono recibe
convulsiónen lo que seía secuestro de manuscrilos y brespuesla alguna, pero
y docümentos,y en 1927 las en 1930 rec¡be la llamada
despuésla Un¡ónSoviét¡ca,
en su ciudad de nac¡miento representac¡ones
de su obra telefónicade Stalin, que al
Bulgákovas¡stiódesde muy fueron proh¡bidasdurante un parecerse ¡ntem.¡mpe
cuando
joven a los sangrientos buenp€riodode t¡empo.
el d¡ctador está a punto de
¡
apenasunaslíneas,
fi¡ar una c¡ta con el auto¿A Falleceel 10 de marzo de dedicaron
pártir de este momento,la 1940;no habiacumplidoaún y ningúnescritorconsagrado
conversac¡óncon Stalin se los49 años.Lospedódicosle acompañósu enl¡eno.
convi€rteen unaobsesiónen
la vida de Bulsákor y escribirá cartatras cartaal dicrador solicitandosu libertado
su salidaal extranjero.
la citadaconveEación
Tas
I con Stalin,Bulsakovcons¡gue al menos un puesto
como ayudantede dirección
en elTeatro
delArtede lvloscú,
que dingía Stanislavski,
con
quientendñiunastensasrelaciones,puesle acusaráde ser
exces¡vamente
trans¡gentey
haslaservilcon el poder
la
lá siluaDero en UFSS
parlir
I ción empeoraa
de
1935,cuandoSlalininaugura
una verdadera época de
terror con el in¡cio de los
grandesprocesosde depuración en el partido, en el
ejércitoy en la vida artistica,
cultural e intelectual.En el
casode Bulgákov,
susnuevas
pet¡ciones de autor¡zac¡ón
para salir al extranjerosefti'n
sistemálicamente
denegadas,
e ¡nclusoseráexpulsadodel
Teatro del Arte. En cond¡ciones físicas y mentales
cada vez más acuciantes,
los primeross¡ntomasde su
enfermedadaparecen en
1939,cuandoquedaciego.
6 13
513
o
o
F
zlr¡
=
f
¡
i4 3
o
o
o
"Acabode saberque han s¡do prohibidaslas representaciones
de
fas obras fos d,iasde /os Turbiny La ¡slapúrpun. El apartamentode
Zo¡ka lue rctiradala pasadatemporada,despuésde doscientas
por ordende las autor¡dades.
representaciones,
De modoque,en la
presentetemporada,todasmisobrasse encuentranproh¡b¡das
(...)
Todasm¡sobrashan rec¡b¡docríticasdesfavorables.
monstruosas:
mi nombreha sido difamado,no sólo en la prensa,s¡notamb¡énen
obras como la EncnrlopediaSov¡ét¡cay la Enc¡clopediaLítenna.
lmpotenteparadefendeme,en dist¡ntasocas¡ones
he solicitadoun
perm¡sopara dirigirmeal extran¡ero,
aunquetan sólo seria por un
breveperiodode t¡empo.Sólohe rec¡bidonegativas.
{...)
Al cabo de d¡ezañosmis fuer¿asse han agolado;no tengoánimos
suf¡cientespara vivir más liempo acoralado, sab¡endoque no
puedopublicar,ni representar
mis obrasen la UBSS.Llevaclohasta
la depresiónnerviosa,me d¡ñjoa Ustedy le pido que ¡ntercedaante
el gobiernode la URSSparaque me expulsede la URSSiunto con
que se sumaa estapet¡c¡ón".
m¡ esposa,L. E. Bulgákova,
CAFTAA STALIN,MOSCÚ,JULIO OE 1929.
"Desdeel momentoen que se proh¡bieron
todos mis trabajosliterados,comenzaron
a
alzarsevoces,entremuchasde las personasque me conocenpor mi ofic¡ode escñtor,
paradame un solo conseio:Escribir'unaobracomun¡sta'(pongola cita entrecom¡llas),
y ademásdirigi al gob¡ernode la URSSuna cartade aÍepent¡mientopor la que renunciaraa m¡santerioresideas,expuestasen mis trabajosliterarios;y en la que asegurara
que en el fulurotrabajaríacomo un lealcompañerode v¡ajepor la ¡deadel coñuñ¡smo;
elobjet¡vode esaactuaciónseríaescapara las persecuc¡ones,
a la m¡seriayaun deseñlacelinal inev¡table.
{...}
No he seguidoeste conse,o.Es poco probableque consiguiera
apareceranteelgob¡erno d€ la URSSba¡oun aspectofavorableescribiendouna carla carentede sinceddad,
que se presenlar¡a
polít¡ca,por lo demás
como una sucia e indecorosaextravaganc¡a
insenua.(...)
La luchacontra la censura,cualqu¡eraque sea,y cualquieraque sea el poder que la
detente,repressntami deberde escritor,asícomo la exigenc¡ade unaprensal¡bre,Soy
un ferv¡enteadmiradorde esa libertady creo que,s¡ algúnescritorintentarádemostrar
que la l¡bertadno le es necesaria,
se asemejaría
a un pez que as€gurarapúblicamente
que el aguano le es impresc¡nd¡blé.
(...)
Le p¡doal gob¡ernosoviéticoque presteatenc¡ónal hechode qL¡eyo no soy un hombro
políticosino un literato(...)Le pido que considereque,paramí,elno poderescrib¡reslo
mismooue ser enteradovivo",
caFTAaL GoBtEBNo
sovtÉTtco,Moscú,28DEMARzoDE1930.
!13
"¡Muyest¡madolos¡fVisárionov¡ch!
Hace aprox¡madamente
año y medio
que enmudecí. Ahora, cuando me
s¡entomuygravemente
enfermo,quiero pedile a ustedque se conviertaen
CAFITAA STALIN.PFINCIPIOOE 1931.
ÁEn0 N!¡
"Tengoproyectos,pero carezcode la fortalezafís¡caadecuadapara llevados
a cabo; y en
para¡arealizac¡ón
cuantoa lascondiciones
necesarias
delirabajo,s€ncillamente
no ex¡sten.
La causade m¡ enfermedades de sobraconocida.
En el ampl¡ocampode la literaturarusadentrode la URSS,yo he sido el únicotobotiteque metiñerala piel.Absurdoconsejo.Un lobo,aunteñ¡doo raparario.Me aconsejaron
clo.en absolulose Darecea un caniche.
Conmigo,en efecto,se ha procedidocomo con un lobo.Y durañteaños se me ha acosado segúnlas reglas¡mperantes
en un ambienteliterariocompletamente
cer.ado.
No sienlorencor,pero estoymuy cansado;y a fnales de 1929me derumbé. Puesuná
lieratamb¡énpuedecansarse.Lafieraha declaradoque no serámás un lobon¡un t¡terato. Renunc¡aa su prop¡aprofesión.Se ha callado.Lo cual,lo digo francamente,
es una
Unescritorquese callano es tal.Sise calla,signifcaqueno ha sidouñ verdadero
escritor
Y si un verdaderoescdtorse calla,estáperd¡do.(...)
Pidoal gobiemode la L,RSSque me pemita marcharhastael otoñoy que autoriceque
me acompañem¡ mujerLiubovEvguénievna
Bulgákova.Pido esto ú¡t¡moporqueestoy
gravemente
enlermo.Neces¡toque me acoñpañeunapersonacercana,Sufroataquesde
angust¡acuandoesloysolo.(...)
que m¡ sueño
Pero,paraterminaresta carta,qu¡erodecirlea tlsted, ¡os¡fVisarionov¡ch,
por Usted.
de escritorconsisteen ser fecib¡dopersonalmente
No creaque se lo pido porqueveaen ellouna posibilidadmuy benefc¡osaparamí,s¡no
porquela conversac¡ón
por telélonoque tuvo L,stedconm¡goen abrilde 1930ha de¡ado
unaorofundahuellaen m¡ memoria.
Usteddüo:"Quizáneces¡terealmente
via¡aral extr¿njero".
A mínuncame ha m¡madonadiecon palabras.Alentadopor esafrasehe trabaiadoa concienciaduranteun año comorealizadorenlos teatrosde la URSS".
CARTAA STALIN.
I\¡OSCU,
30 DE MAYODE1931.
ó 15
313
=
E
HABLA EL AUTOR
condenó al silencio. La compulsivamente. a la búsaccióntranscuneen los años queda de la carta magistral
treinta,cuando,desesperado c a p a z d e c o n q u i s t a r a
por la censuraabsolutaque Stalin. Su deseo de enconcae sobresu obra,Bulgákov lrarse con él le arrastra muy
se convierteen "escritorpara lejos del mundo real, al que
un solo lector":escribecarta su esposa quiere mantenerlras carta a Stalinreclaman- lo unido. Por fin, en su enado o su libertadcomo artista j e n a c i ó n , B u l g á k o v r e a l i z a
en laUBSS,osu libertadpara su deseo: un Stal¡n fantassal¡rdel país. Marg¡nadode magórico le visita. Pero Ia
una sociedadante la qoe se mujer no cederá alfanlasma
le presenlacomotra¡dor,sólo s u l u g a r ,s i n l u c h a . . .
por elal¡enlode su
sosten¡do
esposa,Bulgákovesperaen
vano una respLresta
del gran
JUAI{ MAYORGA
Llasta
que un dia recibe
I I'rña llámada ieléfónica
de alguien que se identifica
como Stalin. Bulgákov no
tiene ninguna duda al respecto: es Stalin quien le
llama, quien se dirige a él
sonajes: un hombre, una respetuosamenle,qui€ñ elogia su obra. Pordesgrácia, la
llamada se corla cuando el
dictador está a punto de prounamedilación
sobrela poner a Bulgákov un encuen-
Es
Lnecesidad que tiene el
artista de ser amado por el
poder,necesidadtan luerte
como la que el poder tiene A q u e l l al l a m a d ai n l e r r u m de ser amadopor el artista. t-lp¡da es la pequeña base
sobre la que Bulgákov
levanta una gran esperanza.
rantasiabasadaen Tanlo corno desea ser libre,
una
Es
Lla lerible experienciad€ el artista desea volver á oir
M¡iail Bulgákov, enorme l a v o z d e l t i r a n o . A m b o s
escritoral que el estalinismo deseos le llevan a escr¡bir
313
2
CONVERSACIONES
CON
EL DIRECTOR
Sta/ir es una
rente histór¡co
Paraplanteamosunaanalogia
sobre las relacionesenlre el
Poder del Estado a través de
una f¡gura emblemática
como fue Staliny uno de los
múlt¡ples¡nlelectuales,
novelistay autorteatral,Bulgákov
que v¡o cómosus obrasiban
siendoarinconadasante la
marea de la aseps¡a crit¡ca
manejada por el aparato
estalinistaa través de ese
extrañoinstrumentollamado
real¡smosocialista.
coñducirá a una práct¡ca
autodestrucción,
no sólo de
su creación l¡teraria sino
tambiénde su €ntornofamil¡a¿Laslicc¡onesd€l €scritor
irán c@andouna imagenen
la que el monstruosodiciador se convert¡rá en un
¡nqu¡etantecompañero de
latigashaciaun horizontesin
vez los intelecluales
se
Tl
I muevan,a veces, en el
delicado equilibrio entre la
sacralización
o la demonizac¡ón cuañdo sus relaciones
con la real¡dadse defoman
por ef€cto de una miradaaislada de los problemascotiA oartir de un hecho real. dianos.Desdeluego,eleraliñ¡smo,como cualquierotro
proceso parano¡co que le tipode rég¡men
d¡ctatorial,
no
tue un juego de n¡ños,y por
ellomuchosdo los másgr¿ndes hoñbres de la cultura
nac¡da de la revolución dé
octubrefueroneliminados,
no
solo de las fotografas s¡no
tambiénde la v¡dacot¡diana,
por med¡ostan soec€scomo
el tus¡lamiento
o la inducc¡ón
al suic¡dio.Bajoestascondic¡onosde faltade libertad¿se
puede escribir dando rienda
sueltaa un mundopropioalejado de los fantasrnasde la
autocensura o de la tortura
c¡ertade la c€nsura?
que quizás conn ibmas
Y v€nsarecordaren tiempos de democracia,por muy
burguesaque sea, pues no
hace tanto en nuestropais
ocumefon casos que muy
b¡en pudieran parecerseal
de BulgákovDe¡ara un laclo
la memoriahistóricaes ¡ugar
con fuego,y si no que se lo
preguntena los espíritusde
esa v¡eja Europa que con
lanta frecuenc¡aabren la ca¡a
de Pandora para sacar a
pasearsus carenciasy sus
GUILLERIIOHEBA!¡
E
617
¡
PROPUESTAARTISTICA
REFLEXIONES
SOBBELA PUESTAEN ESCENA
DE CARTASDE AMOR A STALIN
La rcar,itaden la creación
I ani:ficá no üene por qué
ser una mela iluslrac¡ónde la
realidad de la y¡da. Evideñtemente,todo producto artíst¡co,y en estecasoéscénico,
parte cled€tsrminadaszonas
de Io viv¡do, pero en éstas
eñtrántambién la neurosis,la
parano¡a y otros lantasmas
personales, as¡ como los
sueñosy las pesadillas.
I
Romitinos a autores
como Hoffmann, Kafta,
M€lville,Corl¡Lar o Borges
€s una necesidadobvia al
hablar d€ grietaso resquebrajam¡ontosnaturales de la
realidada través ds la ftcción
literaria.
creación del artista. Pero, es un loco o un caso má6
¿cómo just¡fcar a Gregoño rebajado de enlermo rhsntal,
Sañsa €n ¿a metarrorfosis? es un grañ autor que ve
cómo se le cisran las puertas
a su creac¡ónpor rnediostan
juego
y,
cruéles como Ia retiráda d€
, El t€atro es un
Taunque tamb¡én pusda sus obras en otro tiempo exiser un espejo,prefieropensar losas o la censura fercz d€
en Canolly on su Aliciaal'ave sus nuevoslexlos. Y eslo por
sando €sa materia ltfe¡ante no Énunc¡ara su lib€nad,por
Paraentra. en mundos dislo- querer exp¡esat cuat es su
cadosqus tamb¡énson posi mirada sobre ese pañorama
bles, Sobre todo en el Arte, de reaÍ:yro-soc,la/ista conssobre todo en el teatro.
truido por una bancla de
mediocres escritores, éstos
s¡, afnes y seguidor€sd€l
ES¡ €l cine es el sran arte
r¡, realistadel siglo XX, el
teairo clebeía ser el granArte
poét¡codel sigloXXl. H€mos TEsta siluación es muy
tenido un esplendooso , chr¿ en régímenesdictapasado para narrar historias todales, pero ex¡ste de una
de un ñodo determinado. maneramás sut¡|,y por tanto
¿No ha llegadoel momento vjscosa, en cualquiersistema
de psdir una evolucióndel democrát¡cocontemporáneo.
que en la v¡da
2 Pu€deser
r,, coüdianaa muchagerfe
no se l€ apafezcanproyecc¡ones d€ otros grandes personajes para confronw puntos t\Canas de emor a Stal¡n
de vista como si ello fuera \res una obra que recore
algo natural...Pero, ¿pode- varios caminos. lJno es el de
mos pensarlo mismo de van las relaciones pel¡grosas
Gosh coriándose la oreja, o enire el artista y sl Poder,
de Goya p¡ntandola señe pero otro tan ¡mportante
negra, o d6 Artaud, o de como ésle es cómo un p€rsoLowry €n tierras mexicanas? n4e ,inventadopuededislocar
Ah, claro,aquíse hablaÉde el cerebro d€ un escrilor
productos colater¿les (alco- hasta conv€rtido en un ser
hol, drogas, enfermedades real para él aunqu€ invisible
meñtales) para justilicar la para los oiros. Bulgákovno
Lóg¡camente,eslo no es
comparablecon el rég¡men
impueslo por Stalin y su
camarilla(meniegoa pensar
que no hay otras formas de
comunismodemocrático),ya
que la censura¡mpuestapor
la econom¡ay sus mercados,
por el prestig¡ode los /obóys
de comun¡cac¡ón,por los
luncionadosde tumo o por
los santonesde laprcp¡acultura no es homologablea la
tortura, a |3 reclus¡ón en
campos de rchabili|€c¡ón, a
la ¡ncitaciónal suicidioo al
fusilam¡ento
direclopor dosv¡ac¡ones
del pensañ¡ento.
Para mu€slradé tan sin¡estro
panoramabasterecordara una
p€quañaparte de los pulgados, clesaparec¡doc
o sibnciados: Maiakovski, Berverova,
Kand¡sky,Meyerhold,Es€nin,
Zam¡atin,Ts€vstáieva,Bráhel,
Mandelshtam,
P¡lniak...,
todos
ellos art¡stas anhelañtss de
algotan s¡mplecomo lib€dad.
Ct Ningunadictadurao régiumén totálitariotolérá el
humoro la sát¡ra,de ahí que
autorescon tendenc¡asl¡bertadas encajentan mal en el
sistema.¿Puedeuna mente
lógica entender las actitudes
arb¡trarias que s€ art¡culan
en una dictadura? Probablementeno; de ahí que el
clima de delac¡ón,terror y
controldesmesuradopueda
produc¡rnivélesd€ desqui
c¡am¡entod¡fíc¡lmenteimaginadosen las der¡ocracias
invenlado por el escritor,
comoesedemonioque anda
suello por Moscú en su Ei
maestroy Maeaita, va apodeÉndose de todos los
espac¡os hasta arebatar al
autor lo que éste más quiere,
el despachoen quef€lizmente hab¡laba con su mujer y
hasla su mosa de trabajo,
lograndoademástodos los
objelivos que cualquier
demonio mel¡stotél¡co se
sueleproponermásalláde la
va perdiendo compradel alma:sl desquiOBUISákov
v paura¡tnafnent€
su mundo
cotid¡anopr€s¡onadopor la
pinza produciclapor las tensionesefemas y las intemas.
La gr¡etade la gasadel
ll
I I primer lérmino como
¿Puedehaber un cóctel ñás
analogía de un proceso
cerebral.Eltslónde segundo
térm¡no como conslatación
espacio escénico del aplastami€ntodel lealisÍto
l^El
lvdet rnontai€está ptan- social¡sta sobr€ cualquier
teado como una ñetiáforadel tendenc¡a vanguardista y el
propio cerebro del €scritor. despacho ds Stalin como
Su despacho (hipenealista) l¡cción áolrywoodensede los
como isla.Nuncaabandona- clemonioscomunishs.
rá esteespaciosalvoalfinal,
cr¡ando €ntre a ese Kremlan
¡nvenlado por ói mismo. La .l a! La
mús¡ca
de
salida al exterior d€ su casa l¿ Tchaikovski.
¿Porqué?
sólo la ut¡l¡zará Bulgákova, Ouiás porqu€lsí 6n la biobastiónironunciablede vita- gralía de Stalin que pocas
l¡dad y gañas de enftentarse horasantss de morir,después
a los problsmascon el án¡mo de una trsmenda agonla,
dec¡d¡dode resolverlos.ta hab¡a acudido al Bolsho¡
proyecciónmentaldel Stalin para ver, una vsz más de las
muchasquelo hizoa lo largo
de su vida, E /ago de ,os cisnes. Má6 allá de las magnÍfrcascompos¡c¡oñss
paraballet
de este mús¡co ex¡st€ una
extensa obra oculta y poco
conoc¡da que me parsció
muy atrayente, sobre todo
sus p¡ezaspara pEno.
I 4¡ La luz corno matedaen
I\,la búsquedads analogíaspélicas para€l €scerwio:
desdeestadosde ánimode un
persona¡éhasta la sug€stiofl
de paisajes€manadosde la
ñcc¡ónautoral,
El trab4o de los actores
l/
lcoño eie tundamental
de lá propuestá.Ellos so¡t los
que día a dia reinte¡pretanla
partitura textual y logran
convenrren un cuerpo verdacferolo que sólo es una
sombra ficcional. En este
caso su entrega, ded¡cac¡óñ
y comprom¡socon el texto y
la propueslaescénica han
constituidoun hechotundamentaja lá hora de conceptuar este póyecto, del que
no se han exclu¡do largas
discusionesy d¡ferencias
de
puntos de v¡sta sobre vaños
asp€ctos del texto y de la
1l
E
z
¡
206
respetoal telo del
lEEl
I \, autor Me parece¡ñlolerable la suplantaciónque la
sobeÉia dé algunosdirectores e¡ercesobre los texlos
contempoÉneos.
Si un t€xto
no te gusta no d€b€s moñtarlo; si aceptas el reto debes
trans¡tarlocon el autor a tu
lado, entendiendoéste que
uña cosa son las criaturas
¡nventadassobre el papél y
otra muy dilerentela encarnac¡ónviva que se produce
a part¡rde que un actores él
o ella y, además,el personaje
con la propia sociedad. Sin
duda el Cenlro Dramático
Nacionalsurca este cam¡noy
adqu¡erea su vezunosriesgos
que deberían s€r valorados
por los podees fácticosy'ptofes¡onalesde nuesto pa¡s.
veces la atracción fatal de
los polílicos por la cultura,
cuando no es estrictamente
en el tereno de la gest¡ón,o
la de los artistaspor entrar
en la Corte Celestial del
Poder,engendramonstruos.
Bulgákovvivió en la cuerda
flojaestarelac¡ón.
Segúnsus
6 unAcdtor detractorss, ñunca lue clarc
Bulgrákov
1c¡
Ia, del pasado,pero con a la horads exponera Stalin
toda una problemática del lo que quería,y €so le llevóa
-me n¡egoa
presente y del futuro. A una res¡gnación
¿tr Por suouestooue el
lO '""p",o no s¡éni¡ca
y porelloestoyconsumis¡ón,
vencidode queelteafo es un
arteen equ¡po,un procesode
cocreac¡ón
de lodos los que
7 Parael lealro de hoy
I t es necesarioun €spectador de hoy. El teatro ya
no es posible coñtemplarlo
como se hacia hasla la
segunda m¡tad de nuestro
plasiglo. La contaminac¡ón
contéra de las prácticas
escén¡cascon otras artes
(cine,artesplást¡cas,
música,
nuovaslecnologias...)
ha creadoun munclomáscomplejo,
y, si b¡enlos ejesfundamentales debenser el actor y el
texto, es necesa¡¡omest¡za$e
contodo el sugerente
mundo
de ¡mágenes surgidas de
otros lenguajes.La m¡rada
de un espectadoráctual no
puedeser la m¡sñaquela de
nuestrosantepasadoss¡ no
queremos que el teatro se
y se convierlaen
esclerot¡ce
un merod¡scursomuseístico.
I
lllt\, Estr€nara nu€srros
I
arno|esv¡voses apostar
por el frturo, y el teato públ¡co
debe dar siempre el ejemplo
en este compromisoií€nunc¡ablecon los drámaturgosy
pensar en claudicación- a la
hora de aceplar las migajas
que recibió en los últ¡mos
Penélope- haciendo y rehac¡endo una de las novelas
delinitivas del siglo XX, E/
maestro y Margaita, o¡.ecisamenteaquellaque hablade los
demon¡ossueltospor Moscú...
con que un t¡po de teatro y
un l¡po de obras puede ayudarnos a reflexionar sobre
determinadas realidadesy a
no perderdeltodo la memoria
Notuvo que irse alexilio como
histd/ica quizás sea un mero
m'rchos,o desaparecerm¡stebálsamo intelectual, perc aun
riosameñte de su domicil¡o
con todo algo absolutamente
rumbo a la nada,pero lo cierto
d i j o : ' E l c i n e necesario. Juan Mayorga
t^Goda.d
es que poco a poco murió de é \ ,
no es la reahdad'p
; o r pertenece a esa casta de E
penaescnbaendoobrasmeno- lanto, podemos pensar que autores, y quizá por ello su
rcs, mientrasse escapaba de el teatro tampoco tiene que d i s c u r s o n u n c a p u e d a s e r
esa s¡n¡estra real¡dad -{'ral selo. Pero, aun asi, soñar
(,
!13
5
:
ó 2 1
aa
E
1l
=
¡
PROPUESTAARTISTICA
ESCENOGRAFIA
Y VESTUARIO
226
I espac¡o para ñesde elpñmermomento,
Carlas ch amor a lJconsideramos que nuesSteria €stá con- tra propuesta debla no sólo
rehu¡ren lo posible el rEalismo, s¡no también poder dar
y antagón¡cos,uno rcaliste,€l una significsción dÉmatlrg¡gabinete de los Bulgákov,y ca y metafódca al prop¡o
oto ¡maginario,configuÉdo €6pac¡o del teatro María
Guerero, a travás de un eslilo y una d¡siñbuciónqu€ no
fuera la frontal¡dadá ,e ilárriana. As¡, el gabinetede los
Bulgákovconfoma de alguna manerael plano real¡sta
de la escenogralíay se presenta ¡ntegradoen 6l pat¡o
de butacas, sñ sl éspacio
civ,, ocupadopor 6l espectador y próx¡moa é1. Est€
espac¡oestá conectadopor
un pasillocentralde lÉns¡to
al exter¡or, real y verdadsrc,
clel propio teatro y separado
del espac¡o del escenario
por unagdetapronunciada
y
obl¡cuaque se p¡erd€en el
fondode éla modod€ ruptura entreel mundoreald€ los
Bulgákov y el escenar¡o,
soñado s inálcanzablepara
Dor el contrario a este
I plano civil y realila del
espectador, e¡ escsnario
representa el plano instituc¡onal,el mundo del poder,
de Stal¡n,pero s¡empreimaginadoa travésde la mirada
d¡storionaday paranoicade
gulgákov. El escenario oñc¡a
a modode granventanalque
a ese munoo
soñado.Unagrantransparencia, tefurada y alravesada
por una grieta, lo def¡ns y
lrata de rellejar la atmósfera
y el estado aním¡co del
mundo de los Bulgákov.A
través de ella aparecefti a lo
largo de los divelsos
momentosy tÉnsicionesla
visión de un Moscú ireal,
pasado por una ¡conograÍia
conslruct¡v¡stay dominado
por la efigie de un Stalin del vestuariosigueaiustaday omn¡presente mente la línea de los años
omn¡potente
en el desarollode la obra.
lre¡nta, buscando con sobiedadun ciertorefinamiento
imaqenfinalserapor lin estét¡co, entendible en un
a
I
rla del espaciodel Podera maumon¡o de intelectuales
escenarioabierto,la de un de la épocay conun intenc¡osoñado y por f¡n alcanzado nado uso del coloridoen el
despachode Stal¡n,mar¡nóreo, persona¡e
de Bulgákova
como
épico y gmndibcuenle,
des- expresiónde su caÍicter cla'
bodado por una lluv¡ade sus r¿mentevitalista ctentrode la
popias cartassobreBulgakov
a propuestade vestuario
I
f es,porel contrario,
naturalista, tratandode reproduci
rehente la imageniconológicatópicade Stal¡n,aunqueno
optandopor una un¡fomidad
marcadámentemi¡ilar.Elresto
Dára llegara concrelaresla
I propuesta,la orientáción
del direclor y actores ha
sido,sinduda,cladficadora
y
RAFAELGARRIGóS
313
a
h
¡
ESTRUCTURA
248
se trata de una carta, cuya tado". Esperanque el teléfono
Starin está divi- lectu|a le s¡rve al ssp€ctador vuelva a sonaf, perD €s en
dida en diez para conocersu s¡tuacióny
sus aspiraciones:recobrar
su l¡bertadcoño esc.itor o A pan¡r de esta llamada,
cerdo en elprocesode aleja- salirde Rusia.
Acom¡enza lá v€rdadera
m¡entode Bulgákovrespecto
obsesión de Bulgákov por
de Ia realidad,procesoque
el segundocuadm, y hablarcon Staliny escrib¡rla
En
com¡enzadesde el cuadro fgrac¡as a la ¡nsistencia
de carla prec¡sapara loglar sus
segundo.
la mu¡er,¡quéironía!,empieza propósitos,que cada vez se
el juego: ella se haÉ pasar van centrañdo más, no tanto
n elcuadro¡nic¡al,
elautor por Stal¡npara ayudara su en su libenado su sal¡dadel
E
rnos
ofrecé los datos maridoa encontar las pala- pa¡s, s¡no eñ hablar cara a
necesariospara comprender bras exactas para dirigirs€ al cara con e¡ diclador Paraé1,
el resto de la obra coñ una d¡ctador.Comienzasobre la la llamada telefónica de
concis¡ónmag¡stral,mediante escenaunaliccióñque,en la Stalin ha supuestoun camesas ¡mágenostan significati- mentede Bulgákot llegaráa bio en su situaciónde primera
vas que ya h€Íros comentado convert¡É€en algo más real magnitucl,y cuándo su mujer
antenormente:Bulgákov,des- que el mundoque l€ rodea, le habla de Zamiat¡n,quien
pués de un ¡argopedodode
tras env¡ar una carla a
¡naclividad,
vuelvea escribir,
es
al
final
del
Stal¡nha consegu¡doen tan
Drecisamenle
lo que hace reñacerlas ¡lu- I cuadro segufldocuando sólo una semañasl permiso
s¡onesde su ñujec estavez tiene lugar la llamadatelefóni- para abandonarla Unión
ca de Stalin.Históñcamerfe, Sov¡ót¡ca, él responcle:
pareco cierto que dicha lla- 'Ant€s, yo €ra para todos
mada tuvo lugar,y que se un literatocaido en desgrainterump¡ó tal y como se cia, pero ahora muchos
cuentaen la obÉ. Encualqu¡er escr¡toresme sñvid¡an.¿A
caso, lo c¡erto es que en el cuántosds 6llosha telefonedespachode Bulgrákovoímos ado Stalin? ¿ cuántos ha
sonar el teléfono, p€ro no la dicho: T€ndríamosque reuvozdo Stal¡n,lo queen másde n¡mosparachariar?".
una ocas¡ón hace pensar a
Bulgákova-y al públ¡co-que
partir de
Ves tamb¡éna
la llamadade Stalinpudo ser
¡ esa llamada cuando la
una aluc¡nación
del escritor: obses¡ón de Bulgákov se
en elmomentoen queellase desborday su alejam¡ento
de
acercaal audculares cuando la r€alidadse precipita.Los
Bulgákovcuelga:'Se ha coF sigu¡ontescuadros van a ir
versac¡ón como las que
anteriormeñte mantenía con
su mujerStalintomaelpapel
de Bulgákova y an¡ma al
escr¡tor a seguir con sus
cartas. "No te desan¡mes.
Consegu¡rásencontrar las
palabras ¡ustas". Ella sólo
apareceunos momentos,al
linal del cuadro
marcando paso a paso esa
ruplurá con la realidad,que
se haráev¡denteen la paulatina aparic¡ónclela figurade
Stalin. Paulat¡ña, porque
desde su entÉda on escena
a través de la llamadatelefón¡ca hasta su ¡nstalación
deñnitiva en el cuadro fnal
puedenseñalarsecon claridad
d¡ferentes grados, tanto por
queñanif¡esta
la corporéidad
la figura de Staliny por su
comportam¡ento
en la escena
como por el desarrollode
los diversosconflictos que
planteala obra,y que se concretan sobre todo en la lucha
que mant¡enenBulgákova
y Slalin a propósito de
Bulgákov:
escritor lo reconoce.A part¡r
de entonces,lee sus cartas
para él y deja de alender a
Bulgákova,que al linal de la
escena,cuandoél se siéntaa
escrib¡¡ile preguntapor la
nuevacarta."¿Novas a leérmela?"Élno contestay s¡gue
escribiendo. Ella ¡ns¡ste:
"Léemela. Te ayudaré. Haré
comoque soyStalin".No hay
respuesta,La acotac¡ónfinal
de este cuadrodice: "Ellalo
loca, p€ro Bulgákovya ño
CUADRONOVENO:
La aparición de Stalin toma cuerpo
defin¡tivamentecuando reta
a Bulgákov:"Ni s¡qu¡erate
atrevesa tocarme",y éste lo
toca. La vactoriaen la lucha
entre Stalin y Bulgákovase
resuelvea lavor del primero;
el mismo Bulgákovd¡ca de
su mujer: "La convivoncia
con ella se esiá volv¡endo
"lnsoportable,
¡mpos¡ble",
se
estápon¡endoinsoportable".
Y le pidea Stalin:"Sácalade
Rus¡a, lejos de nosotros,
doñde no puéda hacehos
CUADROSEXTO:Bu¡gákov
todavíano ha perdidodefn¡t¡vamente
la noc¡ónde la realidad,pues cuandosu mujer
lo encuentrahablandocon
Stal¡ny le pregunta."¿Con
qu¡énhablas?',él responds:
CUADROTEBCERO:Iras Ia "Con ñad¡e".Sin embargo,
llamadade Slal¡n,la reanu- prefere hablarcon el dictador
dac¡ón de la conversación que con su esposa; ambos
con el dictadorse convierte com¡enzansu balalla por
en la obs€s¡óndel éscritor
ganarse la atención del
¡Aomo ya hemosd¡cho,en
\Jel déc¡moy últimocuadro
CI.JADFIO
CUARTO:la apar¡tiene lugar €l desenlace, el
ciónlantasrnalde Stal¡nhace cuaDRo sÉPTrMo:statinse resuthdo de oste prccesoque
dec¡r al escritor al f¡nal de mueveya muycómodopor 0l va alejandoa Bulg¡ákovde ¡a
este cuadro: "Me había pare- d6spacho de Bulgákov. real¡dad, a pesar de los
cido...Alotroladode la calle, Cuandoaparecela mujer,la esfuetzosde su esposa,y lo
entre los árboles.Me había batalla que mant¡ene con aíoja defnitivamente en los
parec¡dover a Stalin".
Stalinempiezaa decantarse brazosd€l fantasmade Staliñ
a favor de ésté, y la conver- que na c€ado su mente
CUADRO
OUINTO:
Stalinapa- sac¡ón del escñtor con su
rece claramente on escena, mujer transcure al d¡ctado
aunqueal principion¡nguno de Sralin.
de los otros dos personajes
¡o ve; perc en un momento CUADROOCTAVO:Todo él
de este cuadro Bulgákov y es una conversac¡ónentre
Slalinse m¡rande frentey el Bulgákovy Stalin,una con-
313
I
62s
31
a
o
¡
ACTIVIDADES
por el régimen estalin¡sta. dor, l€ responde: "¿Es usted
¿Cuáles son los d¡st¡nlos apolftico? ¿De verdad cree
aspeclosdel dramahuñano quese puedes€r neutral?(.,.)
que se nos cuonta?¿Cómo En un mundodom¡nadopor
crees que queda reflejado lá injusticia, la imparcialidad,
l.l La obra tisne un litulo este drama en la escena?
¿no s€rá sencillamenlecinissingular, Ca/|as de amor a
mo?{...)¿Ens€riocr€€qu€ no
Sla/o. Antes de ver la obra, I .4 El autor d¡liza una anéc- liene usted ninguna respon¿qué te sugeía? ¿Te imag¡- dota historica ocurida en un sabilidadp€racon el pueblo?',
"hasta
nabas de qué podía trata¿ lugary un tiempoalo¡adosdsl Como dice Bulgrákova,
Dospués de ver la función, nuesto. ¿Cómo s€ consigue los hombres más odiosos
que este d¡stanciamlontono cf€€nt€nef fazonesparanacer
¿quépionsasde su título?
d¡sminuyanuesfo ¡nteréspor lo que hacen", y lo añterior
1.2 Expón brevemonteel la obla?
pued€ ser una de las razones
y
argumentod6 la obra relade Staliñ. ¿Qué opinión te
c¡ónalocon elque atu juicio 1.5 Señala brev6m6nle los
sea el tema principal del princ¡palés conflictos que
dÉma.
apa¡ecen sobre la escená, y I .8 ¿Quéte parece la puesta
el modoen qu6vanevolucio- en escena?Comentalo que
1,3 Cartas aleamor e Stalin nando a lo largo de la ob€.
te parezca máLssignifical¡vo
se basa en la historia reat de
del sscenañoy €n qué medida
Bulgákov,que tuvo que sufrir I .6 Paralograr sus ob¡et¡vos, favor€cela comprensiónde la
un vsrdadsro dÉma perso- cada uno de los tr€s persona- obra, o sirue para resalta¡ el
nal y familiar al ser proscrito ¡es desadollasobre la escena mensa¡edel autor
sus anss de seducc¡ón.
¿Puedes seña¡ar cómo 1.9 L-abase de la hastoda
¡ntenta seduc¡r Bulgákov a que se nos cuenta es un
Stal¡n? ¿Y cómo ¡ntentan hecho rcal. ¿Tepareceque la
seduc¡ral sscritorsu mujery obra podría cal¡licarse de
€l d¡clador?
real¡sta,a pesar de la apadción en escena de ese Stal¡n
1.7 En la obrase hablade la ¡mag¡nado
por Bulgákov?
d¡ficultad de escrib¡r bajo
una d¡ctaduá como la da 1.1O¿Quéte ha parecidoel
Slalin, donde "toda sátira trabajo de los aciores?
paroce insoportable".Pero
cuando, para just¡ficarse, l.ll Emite un ¡u¡ciocrítico
Bulgákov d€clara: 'Soy un sobrela obra.¿Teha par€cido
escnlor,no un político', su que su t€ma pu€do resultar
mujer, en ol papsl d€l dicta- de actualidad?
1. DEBATE
EN CLASE
2. TRABAJO
EN GRUPO
fueronsilenc¡ados
por la dic- 2,s DBAr$aflzactó
tadura estalinista,Algunos
se citan en la obra, y otros Os proponemosa continuaaparecennombradosen este ción un ejerc¡ciode drama2.r a ÁLtsrsDE
CuadernoPedagógico:
lización relácionadocon
LAscRiTIcAs
Zam¡atin.
P¡ln¡ak,
l4aiakowski, Cartas de amor a Stalin.
Berverova,Bábel, Kandiskf Podéis dividir la clase en
Proponemoscomo activ¡dad
grupos,para qLrecada uno
la recopi¡ación
de lasd¡ferende el¡osprepareuna puesta
tes crílicasque se publiquen Pero, como dice cuillermo en escenay la presentedesen los d¡as posterioresal Heras en sus "Reftex¡ones puesanteelrestode la clase.
estrenoen Madridde Car¡as sobrela puestaen escenade La siluac¡ón a escenilicar
de amor a Stal¡n.Analizadlos Cartas de amot a Stal¡n", seríala siguiente:Bulgákova
eremenros comunes que "estas¡tuación(de repres¡ón se hareun¡doconZamiatinen
obseruéisen ellas,asi como de escritorese ¡ntelectuales)País. En su conversac¡ón,
las diferencias,
y confrontad- es muy crara en regrmenes Bulgákova expl¡ca cómo
lasconvuestrapropiaopinión d¡ctatoriales,
pero existe de rueron los últimos tiempos
sobre la obra. Presentad una maneramás sut¡|,y por con su mafdo y sus razones
vuestrasconclusiones
anteta tanlo viscosa,en cualqu¡er para abandonarle.Zam¡atjn
s¡slema democrático con- cuenta cómo cons¡guió et
temporáneo". ¿Fecordá¡s pem¡soparasa|nde h I,RSS
2.2 a]{ÁL|s|s DE
algúncaso que ejemplifíque y porquéle pid¡óa Bulgákova
LOS PERSOI{AJES
estas palabrasdel director quele acompañase.
Al tratarsede una obra con
sólo tres personajes,podéis
realrzarun retfato exhaustivo
de cada uno de ellos,seña¡ando sus rasgos pos¡tivos,
sus fasgosnegat¡vos,
lo que
pretenden
conseguiicómolo
intentany el resulladoque
obt¡enen.Poned por escrito
vuestrotrabajoy confrontadlo
con el restode la clase.
2.3 r¡ruatl BULGÁKoV
¿Conocíais antes a este
autor?¿Quésabéisde su v¡da
y de su obra?Ademásde lo
que os apuntamosde él en
este CuádernoPedagóg¡coy
lo que habéisvistoen Cartas
de amor a Sta/in,documentaos algo más en alguna
enc¡cloped¡a.
podéis
Tamb¡én
hacer lo m¡smorespectoal
periodohistódcodel que se
habla en la obra, la Rus¡a
2.4 SOBRELA
REPFESIÓT{
DE LOS ESCRITORES
Informaossobreotros casos
de escritoreso artistasque
813
E
¿27
313
a
¡
2s6
3. COI{TEXTOHISTORTCO,
SOCIALYCULruRAL
biográl¡cosy los
refeddosa la obra
de Juan Mayorga,
proponemos a
conl¡nuac¡ón
un cuadrocon
acontec¡m¡entosh¡stóricos,
soc¡alesy culturalesqus l€
son contemporáneos:
anal¡za en quá medida d¡chos
acont€cimientos
han inllu¡do
en la vida y en la producción
l¡terariadel aulor
VIDAY OARADELAUTOB
I
1965
Naceen Madrid,el 6 d€ abdl.
CONTEXTO
HISTORICO,
SOCIALY CULTURAL
Com¡enzala Guerrade Vietnam.
1977
El Bey ¡ura su cargo.
UCDgana las eleccionesg€nerales.
t978
Se promulgala nuevaConst¡tución.
Qu€daabolida la censurateatral,
Se cr€a el Centro Dramát¡coNac¡onal.
'1982
El PSOEgána las eleccionesgenerales.
l9s4
S€ crcá €l CeÍto Nacionalde Nuovas
T€ñd€nciasEscen¡cas.con s€de €n la Sala
Olimpia,y que dirigiá Guill€rño H€n¿shasta1994.
198s
Prim€É€d¡c¡ónde los Drem¡os
Marquésde Brádomín.
1988
Se l¡c€nc¡a
en Filosofiaen la UNED
y €n Matemáticasen la U.A,M.
Gorbachov¡nicia la apertura polftica
€n la UFSS.
Lossindicatosconvocanuna huelgagéneral
eñ España-
I
VIDAY OBRA DELAUTOR
CONTEXTO
HISTORICO,
SOCIALY CULTUBAL
Siefe l¡omb¡es bu€ros, accés¡t del
premioMarquésde Bradomín.
Caeel Murode Berlín.
El PSOEvuelvea ganarlas elecciones.
't990
Amplíaestud¡osen Münster
Reun¡ficac¡ón
aiemana.
hdependenciade los paísesbált¡cos.
199t
Ampl¡aestudiosen B€rlín,
Cdsasen los estadoscomunistas.
GuenadelGolfo.
Arfiplía estudios en París.
Más ceniza, prcmio
Calderónd€ la Barca.
ClintonelegidoPrésidente
de los EEIJU.
1993
Part¡cipaen la fundacióndel
colect¡voteatralEl Astillero.
Publica El traductor de Blumernberg.
Nuevavictoriaelectoraldel PSOE,peros¡n
1994
EstrenaMás ceriza.
Publica Conc¡ertofatal de la v¡uda
Lostanquesrusosentranen Chechenia,
r 996
EsÍena EI hombre de oro.
EsÍena El sueñode G¡nebru.
El PP ganalas eleccionesgeneral€s.
1997
Se doctora en Filosofiacon preñ¡o
Blairconsigueuna granv¡ctoriaen las
€leccionesdel Re¡noUn¡do.
r 989
'1992
Publicá El jad¡n quemado.
Estrena La mala ¡magen.
1998
Profesorde Dramaturgia,
Historiadel
Pensamientoy Sociologíaen la RESAD.
PublicaLeglór.
Estrenal-a pier.
P¡nochetes deten¡doen Londres.
Guefr¿conlra lrak
Crisisen Rus¡a:se sucedenfr€s pñmeros
m¡nislrosba¡ola amenazads la malasalud
de Yeltsin.
Publica El Cnck.
r 999
Estrena,AngeiusNovus.
EstrenaCartas de amor a Slárir.
La OTANordenaelbombardeoa Yugoslavia.
629
j13
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313
2
o
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cuaDERlroPEDAGóctcos
PUBLICADOS
1. EL YEFMODE I-ASALMAS,
de Ramón del Vallé-lncláfl.
2. EL UBFO DE LqS BESTIAS,
de Ramón Llull.
3. PELODETOFMENTAI
de Francisco N¡eva.
4. EL AVAFO,
de Mol¡ér€.
5. LA INCREIBLE
HISTOFIA
DEL
DF. FLOIT& MF. PLA,
de Els Joglars.
6. MADFECABqLLO,
de Anton¡o onetti.
7. IRAGICOMEDIADE DON
cRtsTóBAL Y LA sEñA
BOSITA Y BETABLILLOOE
DoN cBtsróBAL,
dé Federico García Lorca.
8. SANJUAN,
9. IA CASAO€BEFNAFDAAIAA
de Federico García Lorca.
,I LA
O.
FUNOACIÓN,
de Antonio Busro Vallejo.
11. FEDRA,
de Miguel de unamuno.
12. EL LECTOFPOAHORAS,
de José Sanch¡s S¡n¡stsra.
13. CAFÍ¡"SDEAMORA STALN,
de Juan Mayorga.
631
s13
=
É
¡
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de las labores qu€ so desa- Vque el CDN proponea I as reservasd€beñiLnrealién elteléfono de las
nollán eñ un espectáculo, los csntros €ducativoscon- LzáR
con explacaciones
tanto de siste en organ¡zaruñ pequeño taquillas del Tsatro María
la histoda del teatro como coloquioal lerm¡narlafunc¡ón Guenero(9131947 69).
de los lugaresy elementos e¡tre los actorcs, el equipo
protagonastas
de unafunción. artíst¡co y aquellos grüpos
I importe de las entradas
quo lo soliciten. En estos
reservadaspor este sisteproduce un má se hañáL
v¡s¡tas
se
real¡zañ,
encusñtros
se
efectivo mediante
Estas
fen
horario de mañana, conociñientomás ampliode giro postal o en metálico, y
los días laborables.Su dura- aquellosaspectosque rcdean deberáñ rccogerse en las
ción se estimaen60 minutos el monta¡ede una func¡ón taquillas del tealro al menos
Para un dete¡m¡naday de la creac¡ón con una semanade antelaaproximadamente.
mejor aprovechamientode la teatral en su conjunto. En c¡ón a la fecha el€gida para
vis¡ta,los grupos no deben ellos,el alumnopusde plan- asistira la r€presentación.
estar compuestospor más teartodoaqu€lloqu6siehpre
de 15 alumnos,aunquese quiso saber sob€ el muñdo
puedenestablecerdos lumos del tealro, y NUNCAPUDO
por díaparaun mismocentro. PREGUNTAR,
VIAJE POR EL TEATRO
Rurante el Deríodo de
l/exposic¡ones en la Sala
Margar¡ta X¡rgu del Teatro
Maria Guérero, se ¡nclu¡É
una vis¡ta a la m¡sma con
expl¡caciones específicas
acercade su conten¡do,
con
lo que la duración global del
recoÍido será algo superiora
la hab¡tual.
ASISTENCIA
EN GRUPO A LAS
REPRESENTACIONES
Centrc Drañático Nacioñal
Actividades Educal¡vas
y Culturalss
Coord¡nador:
AntonioL¡són
quellas
personas
que
y
c/
Tamayo
Baus,
4
A
/r'ldeseen acudir en grupo a 28004Madrid
cualqu¡erade las represen- E-mail:
taciones, pueden benef¡- anton¡o,l¡son@¡ñaem.mcu.€s
c¡arse de los s¡gu¡entes
'-*1-,J*',tt
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