1 BOLETIN LABORAL OCTUBRE - NOVIEMBRE DE 2015 I. Actualidades legislativas, normativas Legales, Dictámenes, Ordenes de Servicios, Circulares y Noticias laborales de actualidad. 1. Noticias a. La reforma laboral sigue igual. 09/11/2015. El proyecto de reforma laboral, que lleva más de diez meses de tramitación legislativa, sigue prácticamente igual. Tanto en la Cámara como en el Senado, el Ejecutivo ha presentado indicaciones que, en algunos casos, son simple observaciones legislativas y, en otros, son ciertos perfeccionamientos de temas secundarios, pero no por eso irrelevantes. Sin embargo, los temas más cuestionados de esta reforma como titularidad sindical y el reemplazo de trabajadores en huelga se mantienen inalterados. En esta etapa de la tramitación, senadores de la Alianza ya han presentado reserva de constitucionalidad de varios artículos referentes a estos temas clave, que claramente atentan contra norma constitucional expresa, como sucede, por ejemplo, con la titularidad sindical de la negociación colectiva y la extensión automática de beneficios por la mera afiliación sindical. Sin embargo, considerando el conjunto de indicaciones firmadas por la bancada pro pyme y el paro del Servicio de Registro Civil, el gran tema de la reforma referente al ejercicio de la huelga, tanto respecto a la regulación de los actos violentos, la determinación de servicios mínimos y la posibilidad de reemplazo de trabajadores huelguistas sigue estando en la nebulosa, toda vez que entre los distintos sectores políticos aún no ha sido posible alcanzar un consenso, e incluso tampoco dentro de la misma coalición gobernante. Las innovaciones que se fuerza introducir en las materias sensibles de la reforma laboral corresponden más bien a razones de corte ideológicos y en algunos casos obsoletos, pues implican desconocer que vivimos inmersos en una economía abierta, altamente competitiva y donde los avances tecnológicos son un incentivo constante a la sustitución de trabajadores y a la externalización de funciones, por lo que no es inocuo el resultado final de este proyecto de ley. Ante los últimos hechos, la ciudadanía y es de esperar que también el Ejecutivo, ha comenzado a tomar un poco más de conciencia acerca que el mantener consignas levantadas por sectores poco www.monttcia.cl 2 moderados de la izquierda en materia laboral genera una serie de perjuicios a nivel país que hoy se viven en carne propia. De este modo, pensar en huelga sin reemplazo de servicios sensibles para la población como transporte, bancos, ciertas industrias, no parecen ser banderas que se puedan enarbolar con facilidad. A días que la comisión de Trabajo despache el proyecto a votación en sala aún hay tiempo para enmendar el rumbo y entregar realismo, moderación y equilibrio a esta reforma. Esto no sucederá mientras no se regule nuevamente la posibilidad de reemplazo de trabajadores, tal vez subiendo costos, estableciendo modalidades o controles, pero dando espacio a esta posibilidad, no sólo en miras de los empleadores, sino con una perspectiva mayor que finalmente incluya a los consumidores dentro de la discusión, quienes se verán constantemente afectados por conflictos laborales de los que no son parte. En tanto no se solucione este tema, la reforma sigue igual. 2. Dictámenes: Dirección del Trabajo y Superintendencia de Seguridad Social. a. Derechos Fundamentales. Medidas de control y vigilancia. Principio de proporcionalidad. Dignidad y honra de los trabajadores.Ordinario Nº 5125/061, del 07/10/2015, de la Dirección del Trabajo. Sumario: El dispositivo de seguridad denominado Eqo, basado en la revisión de imágenes corporales de los trabajadores sin sus vestimentas, mediante el uso de ondas milimétricas, no resulta ajustado a derecho al afectar la dignidad y los derechos constitucionales de los dependientes que fueren alcanzados por el mecanismo, especialmente la honra y privacidad de los mismos. Mediante presentación del antecedente 4), se solicita un pronunciamiento de este Servicio respecto de la implementación del dispositivo de seguridad denominado Eqo el cual, mediante el uso de ondas milimétricas, permite detectar objetos ubicados bajo la ropa de las personas. De la información acompañada a su presentación, se desprende que el sistema en examen sería implementado en empresas que buscan eliminar las mermas de productos, a través de un mecanismo electromagnético cuyas ondas permitirían la detección de la mercancía bajo las ropas, sin necesidad de contacto físico con los dependientes. Al respecto, cúmpleme informar a Ud., lo siguiente: Contextualizando el fin del sistema en análisis, es posible colegir que la implementación de la medida de control por la que se pregunta, dada su naturaleza, podría afectar al ejercicio de derechos constitucionales de los trabajadores destinatarios de la misma, de manera que resulta esencial señalar cuáles de ellos podrían verse afectados. La dignidad humana como fuente de los derechos fundamentales, se reconoce en el artículo 1° inciso 1° de la Constitución Política de la República, al disponer que “las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, supone que “el ser humano, independientemente de su edad, sexo o condición particular, es acreedor siempre a un trato de respeto” . Consecuente con ello, el artículo 2° inciso 2°, parte primera del Código del Trabajo, dispone: “Las relaciones laborales deberán siempre fundarse en un trato compatible con la dignidad de la persona.” La doctrina de este Servicio ha sostenido, desde antes de su reconocimiento expreso por el Código del Trabajo, en la norma recién transcrita, que las medidas de control y de revisión implementadas por el empleador deben integrarse en sistemas que sean compatibles con el respeto a la dignidad de los trabajadores , precisando, en casos concretos, que un sistema de revisión y control como el que se consulta –determinación aleatoria de los trabajadores sometidos a revisión-, resultaba atentatorio contra la dignidad de los dependientes, siendo inaceptable dicho sistema ; asimismo, se ha sostenido que la instalación de dispositivos de control audiovisual –como el que se produce en la cabina de control del sistema en examen-, provoca en el trabajador, inexorablemente, un estado de tensión o presión incompatible con la dignidad humana y, por último, aunque sin agotar los casos analizados por la doctrina institucional relativos a la www.monttcia.cl 3 afectación de la dignidad de los trabajadores, mediante Ord. Nº2449, de 04.11.1982, se estableció que la inspección corporal de los trabajadores atenta contra su dignidad y honra, situación que ocurre en la especie aunque no haya contacto físico con los destinatarios del sistema. Ahora bien, respecto del derecho constitucional al respeto y protección de la vida privada del trabajador, consagrada también en el artículo 19 N°4 de la Carta Fundamental, cabe señalar que la vida privada, objeto de protección por este derecho, ha sido definida en doctrina como “el conjunto de los asuntos, conductas, documentos, comunicaciones, imágenes o recintos que, el titular del bien jurídico protegido, no desea que sean conocidos por terceros sin su consentimiento previo.” Se ha sostenido en doctrina respecto de la materia que: “el empresario no podrá llevar a cabo, so pretexto de las facultades de vigilancia y control que le confiere (la ley) intromisiones ilegítimas en la intimidad de sus empleados en los centros de trabajo, por lo que la constitucionalidad de cualquier medida restrictiva de este derecho fundamental tendrá que supeditarse a la estricta observancia del “principio de proporcionalidad” o “necesario equilibrio” entre las obligaciones dimanantes del contrato para el trabajador y el ámbito de su libertad constitucional.(…) En particular, la instalación y empleo por el empresario de instrumentos de control de la actividad laboral en el centro de trabajo se acomoda a las exigencias del derecho a la intimidad de los trabajadores afectados tan sólo cuando la medida resulte justificada, idónea para la finalidad perseguida por la empresa, necesaria y equilibrada. Además, respecto de la aplicación del referido derecho fundamental en la empresa, se ha dictaminado que las medidas de revisión y control de los trabajadores, de sus efectos privados o de sus casilleros importan un límite a la privacidad de las personas, que amerita, entre otras condiciones, que se incorpore en el Reglamento Interno de Higiene y Seguridad, lo que se justifica aún con mayor razón en el caso de la especie. Respecto del derecho a la honra del trabajador, se ha determinado por este Servicio, para un caso concreto, que la utilización por parte de una empresa de dispositivos de detección o de revisión del personal consistente en un arco detector de metales de carácter magnético instalado en la puerta principal de acceso a la empresa, no causa un menoscabo a la dignidad y honra de los trabajadores . Por último, se ha sostenido que “la medida de control de aplicar un test de alcoholemia al ingreso de los trabajadores, sin estar establecida en el Reglamento de Higiene y Seguridad de la empresa, sin señalarse el mecanismo de selección y sus características, importan una medida de hecho, que queda entregada al arbitrio y discrecionalidad del empleador, sin que existan garantías de resguardo para la dignidad y honra que la Constitución asegura a todas las personas.” Precisado lo anterior, resulta esencial indicar que de la interpretación armónica de los artículos 5º inciso 1º, 153 inciso 1º, 154 incisos 1º Nº 5 y 10, e inciso final y artículo 154 bis, todos del Código del Trabajo, aparece inequívocamente que el legislador, dándose ciertas condiciones, obliga a todo empleador a confeccionar un reglamento interno de orden, higiene y seguridad que contenga las obligaciones y prohibiciones a que deben sujetarse los trabajadores, en relación con sus labores, permanencia y vida en las dependencias de la respectiva empresa o establecimiento. Lo señalado implica efectos concretos e ineludibles. Así, en primer lugar, toda obligación y prohibición dispuesta por el empleador, que diga relación con materias de orden, higiene y seguridad, deberá forzosamente contenerse en el Reglamento Interno, y, en segundo lugar, toda obligación y prohibición dispuesta por el empleador relacionada con las mencionadas materias, tendrá como límite temporal y territorial, las labores, permanencia y vida de los trabajadores en las dependencia de la empresa. A lo anterior, se suma el que todas las obligaciones y prohibiciones dispuestas en el Reglamento Interno como normas a las que deben sujetarse los trabajadores, en relación con sus labores, www.monttcia.cl 4 permanencia y vida en las dependencias de la respectiva empresa o establecimiento y toda medida de control que en la práctica se adopte -vale decir, no sólo las que encuentren su fundamento en la ley, sino en otras fuentes normativas- sólo podrán efectuarse por medios idóneos y concordantes con la naturaleza de la relación laboral y, en todo caso, su aplicación deberá ser general, garantizándose la impersonalidad de la medida, para respetar la dignidad del trabajador. De lo razonado, aparece que el legislador, frente a la colisión entre las facultades de todo empleador – derivadas de su derecho constitucional de propiedad y a desarrollar cualquier actividad económica- y los derechos constitucionales del trabajador(a), impone límites a aquél que, llevados al terreno de aquellas materias que han de consignarse en el reglamento interno y, en general, respecto de toda medida de control ordenada por el empleador, se materializa en que los medios han de ser idóneos y, al mismo tiempo, concordantes con la naturaleza de la relación laboral, cumpliéndose lo cual, en su aplicación habrá de respetarse como directrices legales, la generalidad de la medida y la impersonalidad de la misma, siempre en la búsqueda del respeto de la dignidad de los trabajadores. La exigencia que todas las obligaciones y prohibiciones dispuestas por el empleador y, en general, toda medida de control (vale decir, normas reglamentarias y el control práctico de su cumplimiento) sólo puedan efectuarse por medios idóneos y concordantes con la naturaleza de la relación laboral, quiere significar –so riesgo de apostar a la ineficacia de la norma contenida en el inciso 1º del artículo 5º del Código del Trabajo- que la limitación de los derechos constitucionales de los trabajadores no podrá verificarse a discreción de los empleadores, sino en la medida que sea idónea y armónica con la naturaleza de la relación laboral específica de que se trate. A su vez, y de un modo que permite reunir ambos requisitos aplicables y con ello verificables respecto a cada caso en particular, este Servicio ha aceptado (así, dictamen Nº2.210/035, de 05.06.2009) como criterio para solucionar tales colisiones, para aquellos casos en que no se hubiere resuelto por el legislador, el denominado principio de proporcionalidad, por medio del cual se produce un examen de admisibilidad o ponderación de la restricción que se pretende adoptar, basado en la valoración del medio empleado y el fin deseado. Tal principio de proporcionalidad admite una subdivisión en tres sub principios, a saber: a) El principio de adecuación o idoneidad, según el cual, el medio empleado debe resultar apto o idóneo para la consecución del fin propuesto, resultando inadecuada, en consecuencia, la limitación de un derecho fundamental, cuando ella no sirva para proteger la garantía constitucional en conflicto; b) El principio de necesidad, según el cual la medida limitativa debe ser la única capaz de obtener el fin perseguido, de forma tal que no exista otro modo de alcanzar dicho objetivo sin restringir el derecho o que fuese menos gravosa, y, c) El principio de proporcionalidad en sentido estricto, lo que supondrá analizar si la limitación del derecho fundamental resulta razonable en relación con la importancia del derecho de que se trata de proteger con la restricción. Ciertamente, la medida de control por la que se pregunta, consistente en la revisión corporal de trabajadores que se desempeñan como guardias de seguridad, por su evidente carácter lesivo para los derechos constitucionales de los trabajadores alcanzados por aquélla, exigirá extremas dificultades de justificación. De esta forma, no habrá de bastar con la generalidad o aleatoriedad de la medida de control como único resguardo de cara a una lesión a un derecho constitucional de los trabajadores, sino que el punto de partida habrá de estar en el juicio de proporcionalidad, antes analizado, pues será éste el que razonablemente permitirá fundar el límite a uno o más derechos constitucionales de los trabajadores, sin perjuicio de la necesidad de cumplir con los demás requisitos dispuestos genérica o específicamente por la doctrina de este Servicio tales como la publicidad de las medidas de control y el no tratarse de medidas pre-policiales, a lo que debe añadirse que al materializar tal control por parte del empleador, este habrá de respetar en su www.monttcia.cl 5 aplicación la generalidad e impersonalidad de la medida respecto de aquel o aquellos trabajadores alcanzados por la misma. Así las cosas, la falta de fundamentación razonable de la actuación del empleador que lesiona uno o más derechos fundamentales o su desproporción, serán señal inequívoca de lesión de derecho fundamental, con las consecuencias que ello conllevará en materia de tutela de tal derecho. En el caso que nos ocupa, la finalidad de su implementación obedece, de acuerdo a lo consignado en su presentación, a una medida preventiva destinada a evitar las mermas de productos a través de la revisión de los trabajadores mediante ondas electromagnéticas, lo que claramente aparece como una medida pre-policial y atentatoria en su forma frente a los derechos constitucionales de los dependientes latamente explicados en el presente informe. En efecto, no puede este Servicio autorizar el uso de un sistema que revela con detalle, imágenes de los contornos de los cuerpos de los dependientes en ropa interior, por cuanto ello prácticamente equivale a hacerlos desvestirse frente a una cámara controlada por un desconocido, lo que aparece como inaceptable en el ámbito de la relación laboral. En consecuencia, en virtud de los expuesto y lo dispuesto en las normas constitucionales y legales citadas y jurisprudencia administrativa invocada, es posible concluir que el dispositivo de seguridad denominado Eqo, basado en la revisión de imágenes corporales de los trabajadores sin sus vestimentas, mediante el uso de ondas milimétricas, no resulta ajustado a derecho al afectar la dignidad y los derechos constitucionales de los dependientes que fueren alcanzados por el mecanismo, especialmente la honra y privacidad de los mismos. b. Dirigente Sindical. Ius Variandi. Caso fortuito o fuerza mayor. Ordinario Nº 5124/060, del 07/10/2015, de la Dirección del Trabajo. Sumario: No resulta jurídicamente procedente ejercer las facultades del artículo 12 del Código del trabajo respecto de un dirigente sindical, en el caso de externalización de servicios de una sección de la empresa por no constituir caso fortuito o fuerza mayor. Mediante presentación del antecedente 2), Ud. solicita, en representación de Inversiones e Industrias Valle Verde S.A., un pronunciamiento referido a la procedencia de ejercer las facultades contempladas en el artículo 12 del Código del Trabajo respecto de un dirigente sindical que presta sus servicios en la sección de envasado de la empresa, la que será externalizada. Al respecto, cumplo con informar a Ud. lo siguiente: El artículo 12 del Código del Trabajo, incisos 1° y 2°, prescribe: “El empleador podrá alterar la naturaleza de los servicios o el sitio o recinto en que ellos deban prestarse, a condición de que se trate de labores similares, que el nuevo sitio o recinto quede dentro del mismo lugar o ciudad, sin que ello importe menoscabo para el trabajador. “Por circunstancias que afecten a todo el proceso de la empresa o establecimiento o a alguna de sus unidades o conjuntos operativos, podrá el empleador alterar la distribución de la jornada de trabajo convenida hasta en sesenta minutos, sea anticipando o postergando la hora de ingreso al trabajo, debiendo dar el aviso correspondiente al trabajador con treinta días de anticipación a lo menos.” Por su parte, el artículo 243 del mismo cuerpo legal, incisos 1° y 2° dispone: “Los directores sindicales gozarán del fuero laboral establecido en la legislación vigente, desde la fecha de su elección y hasta seis meses después de haber cesado en el cargo, siempre que la cesación en él no se hubiere producido por censura de la asamblea sindical, por sanción aplicada por el tribunal competente en cuya virtud deban hacer abandono del mismo, o por término de la empresa. “Asimismo, durante el lapso a que se refiere el inciso precedente, el empleador no podrá, salvo caso fortuito o fuerza mayor, ejercer respecto de los directores sindicales las facultades que establece el artículo 12 de este Código.” www.monttcia.cl 6 De las normas antes transcritas se colige que el empleador, salvo caso fortuito o fuerza mayor, se encuentra impedido de ejercer respecto de un dirigente sindical las facultades que le otorga el artículo 12 del Código del Trabajo de poder alterar unilateralmente la naturaleza de los servicios o el sitio o recinto en que ellos deban prestarse, impedimento que se extiende desde la fecha en que éste hubiere sido elegido hasta seis meses después de haber cesado en el cargo. Ahora bien, con el fin de determinar cuándo estamos en presencia de un caso fortuito o fuerza mayor, cabe analizar el artículo 45 del Código Civil, el cual dispone: “Se llama fuerza mayor o caso fortuito imprevisto a que no es posible resistir, como naufragio, un terremoto, el apresamiento enemigos, los actos de autoridad ejercidos por funcionario público, etc.” el un de un En el caso en estudio no concurre ninguno de los elementos propios del caso fortuito o fuerza mayor. En efecto, la externalización de una sección de la empresa no puede considerarse como un hecho enteramente ajeno a la voluntad de las partes pues obedece precisamente a una decisión voluntaria y consciente de la parte empleadora. La decisión de externalizar toda una sección de la empresa tampoco puede ser considerada como un hecho imprevisto pues tal decisión es un hecho que se puede prever dentro de los cálculos ordinarios de funcionamiento de la empresa. Es más generalmente se trata de una decisión no sólo prevista por la empresa sino que debidamente respaldada por consideraciones de diversa índole, tal como Ud. mismo señala en su presentación manifestando que para llevar a efecto esta externalización de servicios se tomaron en consideración “razones de carácter técnico, financieras, comerciales y administrativas.” Del precepto legal antes transcrito se desprende, tal como lo ha sostenido la doctrina de este Servicio entre otros en dictámenes N°s 4.055/297 y 1412/021, de 27.09.2000 y 19.03.2010, respectivamente, que un hecho constituye caso fortuito o fuerza mayor cuando es inimputable, imprevisto e irresistible, características que deben concurrir copulativamente. El tercer elemento de irresistibilidad tampoco concurre en la especie toda vez que ninguna empresa está obligada a externalizar parte de sus funciones, pudiendo funcionar con personal directamente contratado por la misma, tal y como ocurre actualmente en esta empresa de acuerdo a lo que Ud. señala, pues aún no ha operado la externalización de servicios. Cabe señalar que un hecho será inimputable cuando provenga de una causa enteramente ajena a la voluntad de las partes, es decir, que éstas no hayan contribuido en forma alguna a su producción. En la especie, se consulta si resulta procedente traspasar a otra área de la empresa a un dirigente sindical que realiza sus funciones en el área de envasado, sección cuyos servicios serían externalizados. El segundo elemento, esto es, que se trate de un hecho imprevisto, implica que el hecho que se invoque debe ser de aquellos que no se hayan podido prever dentro de los cálculos ordinarios o corrientes. En cuanto al tercer elemento constituido por la irresistibilidad, se entiende por tal la circunstancia de que no sea posible evitar sus consecuencias, en términos tales que ninguna de las partes haya podido preverlos o evitarlos, ni aun cuando se oponga al hecho imprevisto las defensas idóneas para lograr tal objetivo. Para ello se fundamenta en lo que señala el dictamen N°4430/175, de 22.10.03, que en lo pertinente establece: ”El cierre de uno o más establecimientos de una empresa, considerando que estos son sólo una fracción de la misma, no significa, en caso alguno, el término de ésta, ni la pérdida de alguno o la totalidad de los elementos que la configuran puesto que continuará existiendo y el empleador mantendrá su obligación de otorgar, al dependiente aforado, el trabajo convenido u otro de similares características, conservándole, en todo caso, su nivel de remuneraciones.” www.monttcia.cl 7 Sugiere Ud. que la doctrina antes enunciada, que se encuentra referida al caso de término de un establecimiento de la empresa, se pueda también aplicar a la situación en estudio, esto es, a la externalización de servicios de una sección de la empresa, de forma tal de poder aplicar la consecuencia que en ella se señala de entender que al dependiente aforado se le debe otorgar otro trabajo de similares características, por tratarse de situaciones semejantes. En efecto, en la citada doctrina se ha establecido que en caso de término de un establecimiento de la empresa el empleador seguirá obligado a otorgar al dependiente aforado el trabajo convenido u otro de similares características, dando a entender con ello que el dirigente sindical puede ser traspasado a otro establecimiento de la empresa. Sin embargo, analizada la situación de externalización de servicios aparece que la misma no puede ser homologada a la de término de un establecimiento por cuanto no concurren respecto de ella los tres elementos constitutivos del caso fortuito o fuerza mayor que permiten ejercer las facultades del artículo 12 del Código del Trabajo de forma unilateral por parte del empleador, razón por la que el cambio de funciones del dirigente sindical sólo podría operar por acuerdo expreso del mismo, dado el carácter prohibitivo del artículo 243 antes analizado. Lo anterior se encuentra acorde con la doctrina de esta Dirección contenida en dictamen N°657/54,de 04.02.98, en el cual tampoco se consideró que existiese caso fortuito o fuerza mayor cuando se trate de problemas de organización y funcionamiento de la empresa, circunstancia que si bien aparece atendible, no ha sido considerada por el legislador como suficiente para fundar en ella una excepción a la norma general contenida en el ya citado artículo 243 del Código del Trabajo, que permite aplicar el ius variandi al dirigente sindical sólo en la medida que exista caso fortuito o fuerza mayor. En consecuencia, en mérito de las consideraciones antes expuestas, doctrina administrativa y disposiciones legales citadas, cumplo con informar que no resulta jurídicamente procedente ejercer las facultades del artículo 12 del Código del Trabajo respecto de un dirigente sindical, en caso de externalización de servicios de una sección de la empresa, por no concurrir a su respecto los requisitos copulativos del caso fortuito o fuerza mayor en los términos expuestos en el presente oficio. c. Remuneraciones. Licencia médica.Ordinario Nº 4940, del 24/09/2015, de la Dirección del Trabajo. Sumario: la fijación de la cantidad "30" (treinta son los días de la mensualidad general, según el criterio sostenido por esta Dirección del Trabajo), sirve para calcular el valor diario de la remuneración del trabajador que es retribuido mensualmente por su empleador, pero no para determinar cuántos días de trabajo descontar y, por ende, cuántos pagar en el mes en que ocurran las inasistencias, caso en el cual, deberá estarse al exacto número de días con que cuente el respectivo mes. Mediante presentación del antecedente se ha solicitado un pronunciamiento jurídico de esta Dirección en orden a determinar la forma de remunerar a un trabajador cuya jornada de trabajo está distribuida de lunes a viernes y presenta licencia médica por 15 días. En forma previa a resolver sobre el particular, conviene precisar que conforme a lo resuelto por la reiterada y uniforme jurisprudencia administrativa de este Servicio, contenida, entre otros, en dictamen Nº2499/117, de 27.04.1994, cuando el trabajador ha pactado una remuneración fija mensual, para determinar el descuento por un día no laborado debe dividirse la remuneración por treinta, independientemente de si el mes tiene 28, 29, 30 o 31 días. Agrega dicho pronunciamiento que cuando la remuneración es convenida mensualmente, el empleador está remunerando los días laborados y todos aquellos del mes en que el trabajador no presta servicios. Cabe hacer presente que para los efectos del cálculo del valor diario antes señalado, la remuneración que debe dividirse por 30 no puede corresponder a un mes con licencias médicas. Establecido lo anterior, cabe determinar cómo se efectúa el pago de la remuneración en el caso de un trabajador que presenta una licencia médica por 15 www.monttcia.cl 8 días, cuando la jornada de trabajo del mismo se encuentra distribuida de lunes a viernes. Al respecto, cabe señalar que habiéndose obtenido el valor diario a pagar por concepto de remuneraciones con el procedimiento antes indicado, el resultado correspondiente se deberá multiplicar por el número de días que resten para completar el mes. Así, en el caso en consulta, tratándose de un mes como el de septiembre, la remuneración diaria deberá ser multiplicada por los 15 días restantes. De igual manera, tratándose de un mes que cuente con 31 días, el valor diario a pagar deberá ser multiplicado por 16 días. La conclusión anotada precedentemente guarda armonía con lo resuelto en Ords. Nºs. 3953, de 11.10.2013, 2817, de 30.07.2014, 3105 y 3099, ambos de 22.06.2015. Con todo, cabe tener presente que en el caso de la especie, en que el trabajador no asiste a sus labores con motivo de reposo contemplado en una licencia médica, rige el correspondiente subsidio de cargo de la respectiva entidad de salud en tanto se observen los requisitos y condiciones que prescribe la normativa vigente. En efecto, el artículo 149, inciso 1º, del D.F.L. Nº1, de 2006, del Ministerio de Salud, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado del Decreto Ley Nº2.763, de 1979 y de las leyes Nº18.933 y Nº 18.469, dispone: “Los trabajadores afiliados, dependientes o independientes, que hagan uso de licencia por incapacidad total o parcial para trabajar, por enfermedad que no sea profesional o accidente que no sea del trabajo, tendrán derecho a percibir un subsidio de enfermedad, cuyo otorgamiento se regirá por las normas del Decreto con Fuerza de Ley Nº44, de 1978, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social“. A su vez, el artículo 3º, del D.F.L. Nº44, de 1978, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, señala: “Los subsidios serán imponibles para previsión social y salud, y no se considerarán renta para todos los efectos legales.” Del análisis conjunto de las disposiciones legales antes transcritas se deriva que los trabajadores acogidos a licencia médica por incapacidad total o parcial, por enfermedad no profesional o accidente no laboral recibirán un subsidio durante todo el período comprendido en la licencia, el cual será imponible para previsión y salud y no constituirá renta para todos los efectos legales. Sin perjuicio de lo anterior, cabe aclarar que en el evento que el trabajador reciba remuneraciones ocasionales o que correspondan a períodos de mayor extensión que un mes, tales como gratificaciones, bonificaciones o aguinaldos de Fiestas Patrias y Navidad, éstas, por expresa disposición del artículo 11 del D.F.L. Nº44, de 1978, deberán seguir siendo pagadas por el empleador, aún durante el período comprendido en la licencia médica. Finalmente, resulta pertinente recordar que la fijación de la cantidad "30" (treinta son los días de la mensualidad general, según el criterio sostenido por esta Dirección del Trabajo), sirve para calcular el valor diario de la remuneración del trabajador que es retribuido mensualmente por su empleador, pero no para determinar cuántos días de trabajo descontar y, por ende, cuántos pagar en el mes en que ocurran las inasistencias, caso en el cual, deberá estarse al exacto número de días con que cuente el respectivo mes. En consecuencia, sobre la base de las consideraciones formuladas, disposiciones legales citadas y jurisprudencia administrativa invocada, cumplo con informar a Ud. que respecto a la materia consultada debe estarse a lo resuelto en el cuerpo del presente informe. II. Jurisprudencia Judicial a. Corte Suprema acoge recurso y declara irrenunciable fuero maternal incluso en casos de autodespido, 05/10/2015. www.monttcia.cl 9 La Corte Suprema determinó que el derecho consagrado en el fuero maternal es irrenunciable, incluso en las situaciones en las que las trabajadoras recurren a la figura del autodespido por incumplimiento grave de las obligaciones del empleador. En fallo unánime (causa rol 27794-2015), la Cuarta Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Gloria Ana Chevesich, Andrea Muñoz, Carlos Cerda, y los abogados (i) Jorge Lagos y Rodrigo Correa– acogió el recurso de unificación de jurisprudencia presentados por dos trabajadoras de un call center, quienes se desvincularon de la empresa, actualmente en quiebra, por incumplimiento grave de las obligaciones del empleador. La sentencia del máximo tribunal sostiene que el empleador debe cumplir con todas sus obligaciones en los casos de desvinculación de sus trabajadores, aún en casos de despido indirecto y que para despedir a trabajadoras protegidas por el fuero maternal se debe recurrir a las figuras legales respectivas. “La figura del auto despido o despido indirecto, contemplada en el artículo 171 del Código del Trabajo, está concebida para el caso que sea el empleador el que incurre en una causal de término del contrato de trabajo –específicamente las de los numerales 1, 5 o 7 del artículo 160 del Código del Trabajo– de manera que se radica en la persona del trabajador, el derecho a poner término al contrato y a solicitar al tribunal que ordene el pago de las indemnizaciones que correspondan por el despido, con los incrementos que señala la ley. Si el tribunal rechazare el reclamo del trabajador, se entiende que el contrato ha terminado por renuncia. Dicha institución pone de relieve la naturaleza contractual de la relación laboral, que obliga también al empleador a cumplir las obligaciones que surgen para él del contrato de trabajo, dotando al trabajador de un mecanismo de salida del contrato en caso de incumplimiento, mediante su notificación al empleador, cual si fuera un despido, y la denuncia al juzgado del trabajo, que determinará la efectividad de los hechos y, en su caso, dispondrá las mismas indemnizaciones que hubieren correspondido si fuese el empleador quien hubiese puesto término injustificadamente al contrato. Lo relevante de este “despido indirecto”, como lo ha denominado la doctrina y la jurisprudencia, es que hace responsable al empleador de la pérdida de la fuente laboral del trabajador, resguardando de alguna manera el principio de estabilidad en el empleo, en virtud del cual el legislador regula las causales de terminación del contrato de trabajo y establece los mecanismos de compensación para el caso que el empleador no las respete. No se trata, pues, de una renuncia del trabajador –que de por sí constituye un acto libre y espontáneo– sino de una situación no voluntaria en que el empleador lo coloca, forzando su desvinculación, lo que le otorga el derecho a obtener las indemnizaciones propias del despido. En ese contexto, el criterio de este tribunal ha sido el de asemejar el auto despido o despido indirecto en todo orden de materias al despido, como acto unilateral del empleador, habiendo establecido, por la vía de la unificación de jurisprudencia, que cuando se verifica un auto despido también procede la figura de la nulidad contemplada en el artículo 162 inciso quinto del Código del Trabajo (rol 4299-2014; 23.638-2014), del mismo modo que también se aplica la suspensión del plazo contemplada en el inciso final del artículo 168 inciso final, del cuerpo legal citado (rol 4317-2014), entre otras”, sostiene el fallo. La resolución agrega que “(…) los trabajadores protegidos por el fuero laboral no pueden ser despedidos de su trabajo sino con autorización previa del juez competente, quien podrá concederla en determinados casos que señala la ley (artículo 174 del Código del Trabajo). Está sujeta a esta regulación, la trabajadora que goza del fuero maternal contemplado en el artículo 201 del Código del Trabajo. En consecuencia, como ha sostenido la jurisprudencia, el despido de una trabajadora que goza de fuero maternal sin haber obtenido autorización previa del juez competente, como lo exige el artículo 174 del Código del Trabajo, es un acto que carece de validez y, por lo mismo, el empleador está obligado a reincorporarla a su trabajo, pagándole las remuneraciones y demás beneficios laborales que correspondan, por todo el tiempo transcurrido desde su separación ilegal. Con todo, en el evento de no ser posible su reincorporación, el empleador debe pagarle las remuneraciones que correspondan, hasta la www.monttcia.cl 10 terminación del período de fuero. En efecto, la declaración de nulidad del despido de una trabajadora, por el hecho de haberse puesto término a su contrato de trabajo sin requerir la autorización judicial previa correspondiente, no obstante encontrarse gozando de fuero maternal, es una sanción que se impone conforme a las reglas del derecho común, por la vulneración de una norma prohibitiva y cuyo efecto natural es la reincorporación de la trabajadora a sus labores, con el pago de las remuneraciones devengadas durante el período de la separación. En su defecto y para el evento que dicha reincorporación no sea posible, la jurisprudencia ha tendido a sustituir dicha medida, por el pago de una indemnización equivalente a las remuneraciones que deberían ser percibidas por la trabajadora durante el período comprendido por el fuero maternal”. b. Corte de Santiago confirma fallo que ordena a tienda de retail pagar recarga de indemnización a trabajadores despedidos injustificadamente. 29/09/2015. La Corte de Apelaciön de Santiago confirmo la sentencia que condenó a la empresa a pagar cada uno de los 21 demandantes un recargo del 30% de la indemnización por años de servicio pagada por el empleador al despedirlos, en septiembre de 2014, por supuestos problemas económicos que enfrentaba la multitienda. En fallo unánime (causa rol 1019-2015), la Novena Sala del tribunal de alzada –integrada por las ministras Ana Cienfuegos, Pilar Aguayo y el abogado (i) Óscar Torres– ratificó la resolución dictada el 19 de junio pasado, por el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo que declaró improcedente el despido de los 21 empleados. “La aseveración de la demandada sobre la fuerte baja de ventas que habría experimentado la empresa, no encuentra comprobación en los informes de resultados correspondientes al primer y segundo trimestre de 2014. En efecto, entre los hitos destacados en los informes, refiere el incremento en el primer trimestre de las ventas same store sales (SSS) en un 5% con respecto al mismo período del año anterior (página 3), mientras el segundo trimestre SSS crece 1% en comparación con el mismo período del año anterior acumulando a la fecha un crecimiento de un 3,5% (página 2). Además, los ingresos totales del segundo trimestre alcanzaron MMM$101 (miles de millones de pesos), lo que representa un aumento de 3,1% en relación al segundo trimestre de 2013. Por su parte, el informe 2013, entre los hitos del año, describe un crecimiento equivalente a un 11% en las ventas SSS, continuando la tendencia de 2012 (página 4). Es decir, la fuerte baja en las ventas que invoca el empleador para justificar el despido no fue corroborada, muy por el contrario la información aportada muestra un alza sostenida en las ventas desde 2012. De otra parte, el empleador no explicó ni probó de qué manera el comportamiento del mercado en el giro del empleador y supuestas proyecciones poco alentadoras para el período determinaron la anunciada reestructuración de la empresa, más bien, es un aserto contrario a los positivos resultados obtenidos”, sostiene el fallo de primera instancia dictado la jueza Daniela Verónica Guerrero González. Resolución que agrega: “Ahora bien, intenta también el empleador justificar el despido en la delicada situación financiera de la empresa como consecuencia de la crisis de 2011, hecho por lo demás de público conocimiento, y en la subsecuente necesidad de enfrentar el alto pasivo que exhiben los estados financieros. Esta argumentación de naturaleza económica, sin embargo, no puede servir de fundamento para la desvinculación porque se trata de una causa atribuible a la propia actuación de los representantes de la empresa –hecho también de pública notoriedad– en contraposición a escenarios económicos externos que bien podrían justificar la causal de necesidades de la empresa. De este modo, no resulta procedente cursar el despido si la situación económica invocada obedece a culpa en la actuación desplegada por los representantes de la empresa, de hacerlo, el trabajador soportaría injustamente el término del contrato de trabajo por causas imputables únicamente a la actuación culposa del empleador, cuestión que equivaldría a pretender que asuma los riesgos y pérdidas de la empresa, en abierta oposición a la causal que exige basar su aplicación en antecedentes objetivos ajenos a la actuación del empleador. _______________ www.monttcia.cl 11 Para informaciones o comentarios sobre este Boletín favor contactar a Santiago Montt V al número (562) 2233 8266 ó vía fax al número (562) 22315495 ó por correo electrónico a la casilla [email protected] Montt & Cía. – Abogados 2015 www.monttcia.cl