Actualización de enfermería en cirugía facial, vascular y torácica

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Cirugía torácica
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Mª ÁNGELES JURADO GARRIDO
respiratorio se consigue una movilización del aire a
través del árbol traqueobronquial hasta los alvéolos, en donde tiene lugar un proceso de difusión de
los gases entre dichos alvéolos y los capilares pulmonares. Para favorecer esta misión son importantes ciertos factores como la capacidad de distensión
pulmonar y la propia estructura ósea que da soporte al tórax.
Introducción
Existe una gran diversidad de patologías con indicación quirúrgica de las que debe ocuparse la cirugía
torácica, como pueden ser las neoplasias, malformaciones de la pared torácica, traumatismos, infecciones, etc.
Para una mejor comprensión de los procedimientos
quirúrgicos es importante conocer tanto la anatomía y fisiología del aparato respiratorio, como algunas nociones sobre los avances en anestesiología en
este campo, que han hecho posible una evolución
casi paralela de la cirugía.
Tórax óseo
Está compuesto por el esternón, doce pares de costillas y doce vértebras dorsales.
El esternón es un hueso de forma aplanada, situado
en la región ventral y media de la caja torácica. Se
divide en tres porciones:
Anatomía y conceptos básicos
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El aparato respiratorio está constituido por diversas estructuras cuya función es la ventilación y que
en íntima relación con el sistema cardiovascular logran el intercambio gaseoso. Mediante el trabajo
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Manubrio: es la parte más craneal y ancha del
hueso y está unida al resto del mismo mediante
un fibrocartílago. En el borde superior, presenta
una escotadura sobre la que la piel se deprime y
que se denomina escotadura supraesternal.
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Cuerpo esternal.
Apéndice xifoides: es la porción caudal del hueso,
más delgada y estrecha.
Las costillas están formadas por una porción ósea
dorsal y otra de bastante menor tamaño cartilaginosa ventral. Todas ellas se articulan con las
vértebras dorsales (articulaciones vertebro-costales). Sin embargo, en la región ventral del tórax
sólo los siete primeros pares de costillas se articulan con el esternón (articulaciones costo-esternales), mientras que la octava, novena y décima
costillas de cada lado se unen entre sí mediante
sus cartílagos. El undécimo y duodécimo par no
se articulan ventralmente, quedan libres sus extremos y se les denomina costillas fluctuantes
(Ver Imagen 1).
Acromion
Tráquea
Manubrio
Clavícula
Musculatura del tórax
El mecanismo por el que se lleva a cabo la ventilación pulmonar tiene lugar gracias a la acción de los
músculos del tórax y algunos músculos abdominales. La dilatación y contracción pulmonar se producen por el movimiento del diafragma que acorta o
alarga la caja torácica y por elevación-depresión de
las costillas. De este modo se puede hablar de músculos de la inspiración, que elevan la caja torácica
(aumentan su diámetro antero posterior y favorecen
la expansión pulmonar) y músculos de la espiración
que, por el contrario, la deprimen (Ver Imagen 2).
Entre los primeros, o de la inspiración, están los intercostales externos, escalenos, serratos anteriores y
esternocleidomastoideos.
Músculos
escalenos
Músculos
intercostales
Esternocleidomastoideo
Pectoral
menor
Escápula
Pulmón
derecho
Pulmón
izquierdo
Costillas
Esternón
Serrato
anterior
Xifoides
Recto
abdominal
Vértebras
torácicas
Acromion
Clavícula
Escápula
Músculos
intercostales
Serrato
posterosuperior
Pulmón
derecho
Pulmón
izquierdo
Diafragma
Costillas
Torácico
transverso
Imagen 1. Tórax óseo, anterior (arriba) y posterior (abajo)
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Serrato
posteroinferior
Imagen 2. Musculatura del tórax, anterior (arriba) y posterior
(abajo)
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Cirugía torácica
fibras se insertan en la cara lateral de la novena a
la duodécima costilla.
Entre los segundos, o de la espiración, se encuentran
los intercostales internos y los rectos del abdomen.
El diafragma se contrae en inspiración y se relaja
durante la espiración.
Esternocleidomastoideo
Se origina en la superficie ventral del manubrio
esternal y el tercio medial de la clavícula de cada
lado y se inserta en la cara externa de la apófisis
mastoides y la línea curva occipital superior. Ayuda a la elevación del tórax en las inspiraciones
profundas.
Músculos intercostales
Se localizan en los espacios intercostales y se extienden desde cada costilla hasta la adyacente. Son once
a cada lado y se distribuyen en diferentes planos,
por lo que se dividen en externos, intermedios e internos.
Escalenos
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◆
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Músculos intercostales externos: se originan en el
borde caudal de cada costilla y se insertan en el
borde craneal de la costilla subyacente.
Músculos intercostales internos: al contrario que
los anteriores, se originan en el borde craneal de
cada costilla y se insertan en el surco costal de la
costilla suprayacente. Los vasos y nervios intercostales discurren en el espesor de estos músculos.
Músculos intercostales intermedios: se extienden
también entre costillas adyacentes y sus fibras tienen la misma dirección que las de los intercostales internos.
Son músculos cervicales profundos que se encuentran en número de tres a cada lado y se denominan:
músculo escaleno anterior, medio y posterior. Se
originan en las apófisis transversas de las vértebras
cervicales y se insertan en la primera y segunda costillas. Su acción consiste en la elevación de dichas
costillas durante la inspiración.
Recto del abdomen
Se origina en los cartílagos costales de la quinta a la
séptima costilla, el apéndice xifoides y el ligamento
costo-xifoideo. Se inserta en el borde craneal del
pubis entre el tubérculo y la sínfisis. Comprime el
abdomen y colabora en la espiración rápida necesaria cuando se realizan respiraciones intensas.
Serrato anterior
Se origina en las nueve primeras costillas de cada lado y se inserta en la escápula; ayuda a fijarla durante la inspiración.
Diafragma
Serratos dorsales
◆
◆
Se le denomina también músculo tóraco-abdominal. Tiene forma de bóveda y separa la cavidad torácica de la abdominal. Se origina en todas las estructuras que forman el marco caudal del tórax, tanto
óseas como cartilaginosas. En la zona central del
músculo hay una región tendinosa denominada
centro frénico o tendinoso, en el que se insertan sus
fibras y que presenta orificios para el paso de la vena cava, el esófago o la arteria aorta.
Serrato dorsal craneal o póstero-superior: se origina en las apófisis espinosas de la sexta y séptima
vértebras cervicales, y primera y segunda vértebras dorsales. Sus fibras se insertan en la cara lateral de las costillas segunda a cuarta o quinta.
Serrato dorsal caudal o póstero-inferior: se origina en las apófisis espinosas de las dos últimas vértebras dorsales y las tres primeras lumbares. Sus
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Tráquea
Tráquea
Es un tubo elástico, formado por cartílagos a los
que se denominan anillos traqueales, unidos entre
sí por tejido fibromuscular. Está revestida internamente por una mucosa provista de cilios vibrátiles,
bajo la que se encuentra una submucosa con glándulas serosas y mucosas.
Bronquio principal
izquierdo
Bronquio principal
derecho
Bronquio
segmentario
Bronquio
segmentario
Tiene una longitud de 10-13 cm en el adulto, dependiendo del sexo (algo mayor en el hombre que
en la mujer). Se extiende desde la laringe, a nivel
de la séptima vértebra cervical, por delante del
esófago y por detrás de la glándula tiroides, hasta
la carina; en esta región se bifurca en los dos bronquios principales (Ver Imagen 3), a nivel de la
quinta vértebra torácica. Está rodeada por tejido
conjuntivo laxo, que contiene numerosos ganglios
linfáticos.
Bronquio
subsegmentario
Bronquio
subsegmentario
Pulmones
Imagen 3. Tráquea y bronquios
Los pulmones son dos órganos esponjosos y elásticos
de forma cónica, cuyo vértice es redondeado y su base es ancha y cóncava. En su interior se encuentran
alojados los bronquios y sus ramificaciones.
En el diafragma se pueden distinguir tres porciones:
esternal, costal y lumbar. Con su acción produce la
inspiración y aumenta la presión abdominal.
El pulmón derecho es mayor que el izquierdo y está
constituido por tres lóbulos: superior, medio e inferior; diferenciados gracias a las cisuras interlobares
que presenta y que se denominan: cisura horizontal
o menor, que separa el lóbulo superior del lóbulo
medio, y cisura oblicua o mayor, que separa el lóbulo inferior de los otros dos.
Sistema respiratorio
El sistema respiratorio está constituido por las vías
aéreas superiores (fosas nasales, senos, faringe y
laringe) y vías aéreas inferiores (tráquea y bronquios).
El pulmón izquierdo sólo consta de dos lóbulos, superior e inferior, separados por la cisura oblicua. En
ocasiones estas cisuras no son completas y producen dificultades en la diferenciación lobular.
Tanto la tráquea como los bronquios tienen una estructura cartilaginosa. La tráquea se bifurca a nivel
de la carina en dos bronquios principales. Dichos
bronquios son asimétricos, ya que el izquierdo es de
mayor longitud y menor calibre que el derecho. Cada uno de ellos da lugar a ramificaciones o bronquios segmentarios lobulares, tres en el pulmón derecho y dos en el izquierdo. A su vez, éstos sufren
sucesivas subdivisiones hasta llegar a los bronquiolos terminales y alveolares.
A su vez, los lóbulos pulmonares pueden subdividirse en segmentos anatómico-funcionales, cada
uno de los cuales contiene su propia arteria, vena y
bronquio, que se pueden resecar de forma independiente.
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un pulmón. Las cavidades están separadas por el
mediastino, que es el espacio en que se alojan el
corazón, los grandes vasos, la tráquea y su bifurcación en bronquios principales, el conducto torácico, el esófago, el timo y diversos nervios del sistema nervioso simpático y parasimpático, así como
abundante tejido conjuntivo y linfático que rodean
estas estructuras. El mediastino se divide en cuatro compartimentos: superior, anterior, medio y
posterior.
El pulmón derecho tiene diez segmentos broncopulmonares y el izquierdo nueve. Esto facilita la localización operatoria de las lesiones, lo que favorece la
conservación de tejido funcionante en la resección
pulmonar. También proporciona orientación para el
adecuado drenaje postural en el postoperatorio (Ver
Imágenes 4 y 5).
Los pulmones están recubiertos por una membrana
serosa denominada pleura que consta de dos hojas:
una interna o pleura visceral, íntimamente unida al
parénquima, y otra externa o pleura parietal, que
reviste internamente la pared torácica. Entre ambas
existe un espacio virtual en el que se encuentra una
mínima cantidad de líquido surfactante que evita
que se produzca fricción.
El tejido pulmonar, por su elasticidad, tiene tendencia al colapso de una forma continua, es decir, a
apartarse de la pared torácica. Por ello, es necesario
que exista una presión negativa en el espacio intrapleural con respecto a la presión atmosférica.
Al abrir el tórax, desaparece esa presión negativa, se
colapsa el parénquima pulmonar y se produce una
desviación del mediastino y como consecuencia, la
disminución de la capacidad vital (máxima cantidad de aire que puede intercambiarse en una respiración) y alteraciones cardiovasculares.
Las dos pleuras se unen a nivel del hilio, que es la
región por la que penetran los bronquios, vasos y
nervios en los pulmones, de manera que ambas
membranas forman un doble saco. A la vez, dan
lugar a la existencia de dos cavidades pleurales cerradas totalmente, cada una de las cuales alberga
A
B
Lóbulo
superior
Cisura
oblicua
Vértice del pulmón
Vértice del pulmón
Lóbulo superior
Lóbulo superior.
Cara costal
Cisura
oblícua
Borde ant.
Borde ant.
Lóbulo
inferior.
Cara
costal
Lóbulo superior.
Cara costal
Cisura horizontal
del pulmón derecho
Lóbulo medio.
Cara costal
Escotadura cardíaca
del pulmón izquierdo
Lóbulo
inferior.
Cara
costal
Língula del pulmón
izquierdo
Cisura oblicua
Borde inferior
Cisura oblicua
Lóbulo inferior. Base del pulmón
Lóbulo inferior. Base del pulmón
Imagen 4. Lóbulos y cisuras pulmonares (A: pulmón derecho, B: pulmón izquierdo)
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Imagen 5. Segmentos broncopulmonares
Abordajes en cirugía torácica
El abordaje quirúrgico se elige en función de la técnica a realizar y tiene como objetivo el mejor acceso
posible a las estructuras a intervenir, sopesando factores como la posibilidad de que el paciente presente alteraciones en la función cardiorrespiratoria,
sangrado, problemas anestésicos, buen acceso al hilio, mayor o menor sección muscular que afectará a
la mecánica ventilatoria, rapidez en la apertura y
cierre de la incisión, preferencias del cirujano, etc.
◆
Toracotomía
◆
Es la incisión que se efectúa en la pared torácica con
fines terapéuticos o de exploración para la obtención de muestras de biopsia. Existen distintos tipos:
◆
Toracotomía anterior: la incisión se lleva a cabo a
nivel del cuarto o quinto espacio intercostal, desde
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la línea media axilar hasta la línea paraesternal. En
la mujer es submamaria. Permite mantener al paciente en decúbito supino, con la ventaja que supone para la función cardiopulmonar. Los avances
en anestesiología y la práctica de la videotoracoscopia han hecho que descienda su uso. El acceso
que proporciona es algo limitado.
Toracotomía posterolateral o estándar: se realiza
con el paciente en decúbito lateral. Suele efectuarse
a nivel del quinto espacio intercostal, desde la línea
axilar anterior y se prolonga dorsalmente hacia la
región infraescapular y se puede ampliar hasta la
espina de la escápula. Produce una amplia sección
muscular pero proporciona un buen acceso en
bastantes procedimientos quirúrgicos.
Toracotomía axilar: sus ventajas son la rapidez en
la apertura y cierre, la pequeña afectación muscular y, por tanto, menor pérdida de volumen
sanguíneo y mayor confort para el paciente en el
postoperatorio. Se consigue una exposición de las
estructuras a intervenir más pequeña que en la
toracotomía posterolateral.
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Estereotomía media
eliminación del consumo de tabaco. Deberá tratarse
la infección respiratoria tanto aguda como crónica,
procurar que el estado nutricional del paciente sea
el mejor posible, así como lograr un equilibrio hidro-electrolítico.
Esta incisión se lleva a cabo en intervenciones en las
que la lesión afecta al mediastino y las estructuras
que alberga, en algunas patologías pulmonares, etc.
Se realiza desde el manubrio esternal hasta el apéndice xifoides. Para seccionar el esternón se usará un
motor eléctrico provisto de una sierra.
Según la complejidad y duración de la técnica quirúrgica a realizar, se pueden aplicar diferentes tipos
de anestesia, como la infiltración con anestésico local en procedimientos de corta duración, el bloqueo
intercostal, el bloqueo paravertebral, la anestesia
epidural así como para indicada en el control del
dolor postoperatorio, para conseguir facilitar la ventilación y la tos eficaz, además de para prevenir la
retención de secreciones y la aparición de atelectasias e infecciones.
Anestesia en cirugía torácica
La anestesia torácica ha evolucionado en los últimos años como consecuencia del incremento en el
número de intervenciones quirúrgicas hechas, encaminadas tanto a la terapia como al diagnóstico de
resecabilidad en las distintas patologías. Se han producido avances en el cuidado anestésico así como
en las técnicas de ventilación a un solo pulmón y el
tratamiento del dolor postoperatorio.
En cuanto a la anestesia general en este tipo de cirugía, presenta particularidades en relación con las alteraciones fisiológicas que se producen y que suponen un riesgo intra y postoperatorio.
En la mayor parte de las intervenciones es preciso
que la posición del paciente sea decúbito lateral o
antero-lateral. En estas posiciones, la ventilación a
un solo pulmón, necesaria para la resección y el uso
de relajantes musculares unido a la apertura de la
cavidad torácica, producen alteraciones en la ventilación-perfusión y provocan una tendencia a la hipoxemia. También se ve incrementado el riesgo de
aparición de arritmias por efecto de la manipulación quirúrgica, por lo que es precisa una vigilancia
continua.
Tomando como referencia la cirugía de resección
pulmonar, la valoración preanestésica deberá ser
exhaustiva, contemplar la patología previa del paciente y en qué medida la intervención puede comprometer la función cardiopulmonar.
La anamnesis y el examen físico determinarán la
presencia de disnea, tos, consumo de tabaco, cianosis, hipocratismo digital (patrón respiratorio), obesidad, diabetes, etc. Se realizará una valoración del
aparato cardiovascular y pruebas de función pulmonar, entre las que se encuentran las de función
de pulmón dividido, que permitirán predecir si la
cantidad de tejido funcionante tras la resección será
compatible con la supervivencia con una cierta calidad de vida del paciente.
Con respecto a la colocación del paciente en la mesa
quirúrgica, deberán prevenirse las lesiones nerviosas por compresión o estiramiento almohadillando
los puntos de apoyo.
Por otra parte, se tendrá en cuenta que si existe patología pulmonar previa, ésta se verá reagudizada
con la intervención. El procedimiento de preparación del paciente para la cirugía de resección pulmonar podrá incluir ejercicios para fortalecer y/o
rehabilitar la musculatura respiratoria, la administración de broncodilatadores, oxigenoterapia y la
Monitorización
La monitorización precisa durante la intervención
variará teniendo en cuenta la técnica quirúrgica y
las necesidades del paciente. La vigilancia electrocardiográfica es muy importante, por la probabili13
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dad de que se produzcan arritmias, así como la oximetría de pulso y la capnografía por la tendencia a
la hipoxia.
cánica. No es fácil conservarlo en la misma posición
y puede ser preciso recolocarlo.
En la cirugía de resección pulmonar, el control de la
presión arterial se lleva a cabo mediante técnica invasiva, que permite mayor precisión y facilita la frecuente extracción de muestras para analítica y gasometría. Se monitorizará además la diuresis y la temperatura corporal.
Tubo endotraqueal de Robertshaw
Es la sonda de doble luz más utilizada. Una de las
luces alcanza un bronquio principal y la otra llega
hasta la tráquea. Constan de un manguito cada una
y el bloqueo del pulmón se obtiene por el inflado de
ambos manguitos (traqueal o proximal y bronquial
o distal). Por su diseño, adecuado para adaptarse a
los bronquios principales, puede ser derecho o izquierdo (Ver Imagen 6).
La vigilancia de la presión venosa central y el cateterismo de la arteria pulmonar pueden ser necesarios
también en algunas técnicas y según la patología del
paciente.
Los calibres oscilan entre 26 y 41 F. Suelen ir provistos
de fiador. La elección del calibre adecuado se realiza
en función de la estatura del paciente.
Ventilación a un solo pulmón
El tubo para el lado derecho posee una abertura para la ventilación del lóbulo superior, pues el bronquio principal de este lado es corto como para incluir el extremo del tubo con el manguito. Generalmente suele intubarse el bronquio del pulmón no
operatorio; de esta forma, el tubo no interferirá con
la resección. Para su inserción, tras revisar los manguitos, las conexiones y lubricarlo, realizada la laringoscopia, se coloca la curvatura distal en sentido
anterior; al llegar a la tráquea, se retira el fiador y se
gira el tubo para colocar la luz bronquial en el lado
deseado. Después se progresa, se infla el manguito
traqueal y se inicia la ventilación.
La complejidad de los procedimientos quirúrgicos
en cirugía torácica hace necesario que la exposición
de las estructuras sea la adecuada y que el campo
quirúrgico sea estable. Por otra parte, es preciso
conseguir aislar el pulmón sano o no operado de
una posible contaminación en caso de infección, del
paso de secreciones o de sangre si se produce una
hemorragia. Todo esto se consigue gracias a la ventilación selectiva o de un solo pulmón.
Para lograr la separación pulmonar se usan diferentes tipos de material para intubación endotraqueal:
Bloqueador bronquial Univent®
Es un tubo endotraqueal de una luz que contiene
un conducto delgado y móvil, el cual puede progresar más allá del extremo del propio tubo hasta el
bronquio que interese bloquear. Se inserta de la forma habitual y se infla el manguito traqueal. Después, con ayuda de un fibrobroncoscopio para verificar la adecuada posición, se progresa el bloqueador hasta el bronquio principal y se infla el
manguito distal. Suele utilizarse en casos de intubación difícil. Al terminar la cirugía no es preciso
cambiarlo si se necesita mantener la ventilación me-
Imagen 6. Tubo endotraqueal de Robertshaw
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El pulmón colapsado está perfundido aunque no
recibe ventilación y el pulmón ventilado tiende a la
atelectasia, porque debe soportar el peso del mediastino y la presión que ejercen las estructuras abdominales y el diafragma relajado.
Tras comprobar que no hay fugas aéreas, se pinza la
rama traqueal del adaptador del tubo y se abre la
luz traqueal al aire ambiente. Tras el inflado del
manguito bronquial se ausculta de nuevo al paciente, pues en estas condiciones sólo deberían escucharse ruidos respiratorios en el pulmón intubado
selectivamente.
Por efecto de la gravedad, el pulmón declive va a recibir mayor aporte sanguíneo, que se verá incrementado por la vasoconstricción pulmonar hipóxica, que desvía el flujo de sangre a las zonas mejor
ventiladas; esto mejora la saturación de oxígeno.
Tubos de doble luz de Carlens y White
Su diámetro interno es inferior al de Robertshaw. El
tubo de Carlens está diseñado para intubar el bronquio izquierdo y el tubo de White para el derecho.
Una vez colapsado el pulmón será preferible no utilizar óxido nitroso y fármacos como la nitroglicerina, los antagonistas del calcio, dopamina y dobutamina, porque inhiben este fenómeno. Otra medida
para prevenir la hipoxemia es aplicar una FiO 2 o
fracción de oxígeno inspirado alta. Esto permite un
margen de seguridad, pero puede ocasionar riesgos
que se reducen combinándola con la aplicación de
una presión positiva al final de la espiración (PEEP)
en el pulmón declive, lo que hace posible usar una
FiO2 algo más baja.
Tienen un gancho carinal que contribuye a su colocación correcta y fijación. Existe una gama de tamaños similar a la anterior. Su introducción en la vía
aérea es algo más compleja debido a la presencia del
gancho, que podría lesionar la laringe a su paso y
exige realizar más rotaciones del tubo hasta quedar
adecuadamente situado (Ver Imagen 7).
Precauciones generales
Al final de la intervención se produce una reexpansión pulmonar, se comprueban las posibles fugas de
aire, se introducen los drenajes torácicos y si no es
posible la extubación, se cambiará el tubo de doble
luz por un tubo endotraqueal normal. El control del
dolor en el postoperatorio puede efectuarse con
anestesia locorregional o analgesia intravenosa.
Como la inducción anestésica se realiza en decúbito
supino, debe verificarse de nuevo que el tubo está
correctamente situado después de colocar al paciente en la posición quirúrgica requerida. Es necesario
ventilar ambos pulmones al principio de la intervención, hasta que sea preciso colapsar el pulmón a
operar por apertura de la cavidad pleural.
Cirugía endoscópica
Broncoscopia
Es la técnica que permite el diagnóstico y terapéutica
de patologías traqueales y bronquiales mediante el
uso de un broncoscopio rígido o flexible, que proporciona una visualización directa de las estructuras a intervenir; consta de un canal de trabajo, a través del
cual puede introducirse el instrumental necesario para cada procedimiento y posee orificios para administración de oxígeno y gases anestésicos al paciente.
Imagen 7. Tubos de doble luz de Carlens y White
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quial. También es preciso un aspirador con alargador para su conexión al broncoscopio, abrebocas y
recipientes para muestras, portaobjetos, fijador, así
como lo necesario para el tratamiento y envío de las
mismas para su análisis, todo ello determinado por
los departamentos de Anatomía Patológica y Microbiología.
Puede emplearse junto con el láser para el tratamiento de lesiones traqueales tumorales en fase inicial o tardía; su uso se combina con la colocación de
endoprótesis, así como en algunos tipos de estenosis
traqueal, extracción de cuerpos extraños, realización de biopsias, etc.
El tipo de anestesia utilizado puede ser local con sedación o general.
El fibrobroncoscopio se sumerge en agua bidestilada antes y después de su introducción en la vía aérea y el broncoscopio rígido en suero caliente para
evitar que se empañe la óptica.
El broncoscopio flexible o fibrobroncoscopio se usa
con más frecuencia, porque la técnica es mejor tolerada por el paciente y se accede a distintos puntos
del árbol bronquial con mayor facilidad, además de
ser un instrumento muy útil en relación con la intubación endotraqueal y la ventilación mecánica.
Sin embargo, ante la necesidad de extraer cuerpos
extraños o controlar una hemorragia, se suele utilizar el broncoscopio rígido.
Preparar jeringas de 20 cc para introducir anestésico local si precisa (suele usarse lidocaína al 2%) y
suero de lavado. Puede ser necesario utilizar adrenalina diluida (si sangrado), atropina, metilprednisolona y salbutamol.
Preparación del paciente
Preparación del quirófano
El paciente deberá estar en ayunas desde 6 a 8 horas
antes de la intervención y es posible que se le haya
administrado en su unidad premedicación sedante.
Se revisará con suficiente antelación todo lo necesario para la anestesia y la intervención y se asegurará
la disponibilidad de los fármacos que pudieran necesitarse. El aparataje y material tanto fungible como
no fungible incluirá una torre provista de monitor y
fuente de luz fría y será conveniente disponer de los
dos tipos de broncoscopio para su utilización combinada. En el caso del broncoscopio rígido, se necesita
un cable de fibra óptica que lo conecte a la fuente de
luz, adaptador ocular y conexiones para administrar
oxígeno y gases anestésicos. El broncoscopio flexible
suele llevar incorporado el cable de luz.
Realizada la revisión de la historia clínica y las comprobaciones precisas en cuanto a preparación en la
unidad hospitalaria de referencia, tales como verificar el ayuno previo, higiene, retirada de prótesis,
premedicación administrada, alergias, antecedentes
personales de interés, etc., hay que mitigar su ansiedad proporcionándole la información que precise,
dentro de los límites de nuestra responsabilidad
profesional.
Si se va a utilizar el láser, el personal deberá llevar
gafas de protección adecuadas al tipo de láser de
que se trate. Será necesario revisar el aparato, la disponibilidad de gas y se prepararán sondas o catéteres de láser. En el caso de una estenosis traqueal, hay
que preparar prótesis de varios números.
Posteriormente hay que colocar al paciente en decúbito supino para proceder a la monitorización electrocardiográfica, presión arterial no invasiva, saturación de oxígeno y canalización de vía venosa periférica. Si la técnica se realiza con anestesia local, se
elevará el cabecero 30º y, a criterio del anestesiólogo,
se le administrará oxígeno en gafas nasales. Si es bajo
anestesia general, tras colaborar en la inducción, se
colocará el cuello del paciente en hiperextensión
siempre que no exista contraindicación para ello.
Se dispondrá de accesorios para cada broncoscopio,
tales como diferentes pinzas de biopsia, cánulas de
aspiración, cepillos y dispositivos de lavado bron16
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Cirugía torácica
Desarrollo de la intervención
cabo con una especial atención a la proximidad de
los grandes vasos con respecto a la zona examinada.
El cirujano o endoscopista introduce el broncoscopio vía nasal u oral y va guiándolo a través de la vía
aérea del paciente. La enfermera instrumentista le
entregará los accesorios que solicite, facilitará la introducción de los mismos en el canal de trabajo del
broncoscopio y recogerá las muestras de tejido extraídas utilizando una aguja intradérmica o intramuscular para retirarlas de la pinza de biopsia.
Preparación del quirófano
Se revisará el respirador y el aparataje específico: monitor, vídeo, fuente de luz fría, cámara e impresora
para fotografías si se dispone de ella. Conviene tener
preparado el instrumental de toracotomía por si fuese preciso ante una complicación durante la técnica.
Al final de la técnica, desechará el material fungible
utilizado y entregará el instrumental desmontado a
la auxiliar de enfermería para su limpieza y desinfección de alto nivel y/o esterilización si procede.
El instrumental quirúrgico básico para la apertura y
cierre de la incisión es el siguiente:
◆
La enfermera circulante proporcionará todo lo necesario durante la intervención al equipo, colaborando
con el anestesiólogo en el cuidado y el despertar del
paciente. Además, etiquetará adecuadamente y enviará las muestras a Anatomía Patológica. Por último, cumplimentará los registros de enfermería.
◆
◆
◆
◆
◆
◆
◆
◆
Mediastinoscopia
◆
Consiste en la exploración quirúrgica del mediastino
utilizando un mediastinoscopio conectado a una
fuente de luz fría. Se trata de una técnica mínimamente invasiva, que permite realizar principalmente
la biopsia de tejido linfático para el estadiaje de tumores. Los ganglios linfáticos pulmonares drenan
hacia la región subcarinal y paratraqueal, por lo que
el examen del tejido linfático a este nivel resulta muy
útil, sobre todo para el diagnóstico de patología tumoral del pulmón derecho. En el caso del pulmón izquierdo, la diseminación tiene lugar hacia los ganglios subaórticos y para acceder a ellos se realiza la
técnica de Chamberlain o mediastinoscopia anterior
a nivel del segundo o tercer espacio intercostal.
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Mango de bisturí del 3 con hoja nº 10.
Pinzas de disección sin dientes.
Tijera de Mayo recta y curva.
Tijera de Metzembaum.
Pinzas de Allis.
Portaagujas de Hegar.
Pinzas de mosquito.
Pinzas de Cryle curvas.
Kocher con dientes.
Pinzas de Backhaus para fijar los paños del campo estéril.
Separadores de Farabeuf.
Se necesitará un equipo textil, preferiblemente de
material desechable, terminal de bisturí eléctrico y
consola que disponga de pedal, así como material
fungible (como aspirador, directores de luz, agujas
intramuscular e intradérmica, funda estéril para la
cámara, gasas con contraste y torundas de pequeño
tamaño, frascos estériles para muestras, suturas,
apósito y antiséptico para la herida quirúrgica).
Además del mediastinoscopio provisto de su cable
de luz, se utilizará instrumental para endoscopia
(Ver Imagen 8):
La técnica descrita a continuación hace referencia a
la mediastinoscopia cervical. Las complicaciones
postquirúrgicas son escasas tanto a corto como a largo plazo siempre que no se haya producido ninguna
incidencia durante el procedimiento, que se lleva a
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Pinzas de biopsia.
Pinzas de prensión.
Aspirador con posibilidad de conectar aguja
fina en su extremo o bien aguja larga con trócar
y jeringa.
cap1cursoIII
15/12/08
13:28
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ACTUALIZACIÓN DE ENFERMERÍA EN CIRUGÍA FACIAL, VASCULAR Y TORÁCICA
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xión del cable de luz fría al mediastinoscopio,
adaptando la funda que aislará la cámara (no estéril) una vez la conecte la enfermera circulante
desde fuera.
Aspirador-coagulador (con un cable de bisturí
conectado).
Pinza portatorundas (podría utilizarse una pinza
de Cradford larga, dada la longitud del mediastinoscopio).
Endoclips.
Endotijera.
La instrumentista colabora con los cirujanos en el
montaje del campo estéril y viste una segunda
mesa de Mayo o Pasteur en donde dispondrá el
instrumental que se va utilizando para tenerlo
más cerca.
Preparación del paciente
Efectuadas las conexiones precisas para disponer
de aspiración y electrocoagulación, se inicia la intervención. El cirujano lleva a cabo una incisión
por encima de la escotadura supraesternal con
bisturí frío (mango del 3 y una hoja montada del
nº 10). A continuación, va profundizando a través
del tejido subcutáneo y muscular utilizando tijera
de Metzembaum y pinzas de disección sin dientes.
Realiza hemostasia de los puntos sangrantes con
bisturí eléctrico y el ayudante utiliza separadores
de Farabeuf para facilitar la disección. Al llegar a
la fascia pretraqueal, procede a la apertura de la
misma con tijera de Metzembaum y posterior di-
Una vez hecha la revisión de la historia clínica y la
preparación previa a la cirugía, ya en la mesa quirúrgica, se le coloca en posición de decúbito supino
y se procede a la monitorización básica previamente
expuesta, canalización de vía venosa periférica y
oxigenación previa a la intubación endotraqueal,
pues la técnica se hace con anestesia general.
Fase intraoperatoria
Tras colocar el instrumental en la mesa y comprobar que está completo, se procede a la cone-
Imagen 8. Mediastinoscopio y material
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