Información general Ingresar Buscar... Domingo 05 de noviembre de 2000 | Publicado en edición impresa Exitosa gestión vecinal El pueblo de San Nicolás salvó la fachada del teatro Palace Por un problema judicial querían demoler el frente art déco que data de los años 50 SAN NICOLAS.- La movilización de buena parte de la comunidad nicoleña consiguió detener la demolición de la fachada de un histórico edificio en el que funcionó, durante casi cincuenta años, uno de los cines más importantes de la ciudad. Una resolución de la Subsecretaría de Cultura bonaerense suspendió, el martes último, las tareas iniciadas para echar abajo el Palace Theatre, en pleno centro de San Nicolás, luego de meses de disputa entre los vecinos y la familia propietaria, que incluyeron la apertura de una causa judicial, intervenciones legislativas y varias manifestaciones callejeras. "En defensa de la memoria y la identidad colectiva, y guiados por un sentimiento de pertenencia que involucra a muchas generaciones de nicoleños, decidimos iniciar esta lucha de todos", dijo a La Nación Virginia Mariezcurrena, presidenta la Sociedad Civil Acuerdo Ambiental, organización no gubernamental preservacionista que presentó dos amparos ante la Justicia e impulsó la cruzada para evitar la demolición. Inspiración art déco Inaugurado en 1926 por iniciativa del empresario de origen italiano Vicente Antolín, el Palace Theatre funcionó como sala de cine y, eventualmente, de teatro, hasta que un incendio, el 5 de marzo de 1972, destruyó la mayor parte del edificio. Del siniestro se salvó sólo la fachada, una hermosa construcción de inspiración art decó -con paredes de 45 centímetros hasta un subsuelo-, ahora defendida por los vecinos como patrimonio histórico y cultural. Allí, el 27 de abril de 1933, y acompañado por el inconfundible cuarteto de guitarristas -Peterossi, Barbieri, Riverol y Vivas- subió a escena Carlos Gardel en el cenit de su carrera. Detrás de este dato, repetido hasta el hartazgo por los nicoleños, hay miles de presentaciones artísticas e historias de vida tejidas en las tradicionales funciones cinematográficas de matiné, vermouth y nocturna. Durante sus años de gloria, la sala se caracterizó por la presentación de películas extranjeras. El día que quedó bajo las llamas se proyectaba "El boulevard del Rhum", con Brigitte Bardot y Lino Ventura. Tras el incendio, el lugar permaneció cerrado algún tiempo, hasta que se improvisaron en su planta baja tres locales comerciales que empezaron a modificar las líneas originales de la fachada, trazadas por el ingeniero Ariodante Ghisolfi. En ese lapso, el inmueble cambió de manos varias veces y fue comprado por Rosendo Vrech. Grietas y roedores En enero último, el dueño del lote lindero al Palace inició un expediente municipal: alegó que su medianera estaba agrietada y que los fondos del viejo teatro eran "un nido de roedores". La comuna local realizó un peritaje que determinó que el edificio necesitaba ser "intervenido", y dio las opciones de demolerlo o repararlo. Vrech presentó una solicitud de demolición con un informe que se señala "peligro de derrumbe inminente". La comuna autorizó la destrucción del frente en julio último. Esto coincidió con que el dueño traspasó la titularidad del predio a su nieta, Ziomara Vrech, de 21 años. A comienzos de octubre, los Vrech iniciaron la destrucción del histórico frente. Fue cuando comenzó la reacción vecinal. Acuerdo Ambiental convocó a movilizaciones que incluyeron funciones artísticas, participación de escuelas y una campaña de firmas. En su única manifestación pública, durante todo el conflicto, la joven aseguró -mediante una carta enviada al diario local El Norte- "respetar los recuerdos y las historias" de los nicoleños y defender el valor arquitectónico y artístico del lugar, pero se preguntó quién se haría responsable "técnica y legalmente de los riesgos". El entrecruzamiento de recursos judiciales frenó y reanudó, alternadamente, el implacable trabajo del martillo. El Concejo Deliberante intervino y el sitio fue declarado patrimonio de la ciudad. La diputada provincial María Sara Suárez pidió la intervención de la Dirección Provincial de Museos y Sitios Históricos para que se estudie la posibilidad de declarar patrimonio cultural bonaerense. Las arquitectas Gladys Pérez Ferrando y Patricia Correbo observaron la situación del edificio. Su dictamen fue determinante: el subsecretario de Cultura, Eduardo García Caffi, dispuso el martes último la suspensión de las tareas. Muchos se enamoraron en esa sala SAN NICOLAS.- "Cuando supe que querían demoler el Palace Theatre me vino una nostalgia enorme pero, sobre todo me dio tristeza tomar conciencia de que durante décadas nos olvidamos de algo que formó parte de nuestras vidas", se lamentó José Luis Lasalle, de 48 años, un abogado que recuerda el lugar como "el cine de la clase media". Así, cada nicoleño consultado parece tener una historia para contar, vinculada con el viejo edificio ubicado sobre la calle Nación. De acuerdo con la tradición, a lo largo de los años, los estudiantes del último año del Colegio Nacional pagaban parte de su viaje de egresados con su trabajo como boleteros en el Palace. "Era un lugar donde uno iba con sus amigos, con su novia, con sus hijos", se emocionó Lasalle. El día en que la demolición se había iniciado, la movilización, convocada por la Asociación Acuerdo Ambiental "se llenó de curiosos, que, con los ojos enrojecidos por los recuerdos asistieron con bronca e impotencia al trabajo de la cuadrilla", contó Virginia Mariezcurrena, presidenta de la entidad. Mariezcurrena todavía está sorprendida por la reacción de los vecinos: "Cuando hicimos la campaña de firmas, fuimos con seis hojas y se nos acabaron en 20 minutos". El pediatra José Santos Jaureguicahar, de 65, no olvida aquellas épocas de calles de tierra y series como "El retorno de la araña negra", que se proyectaban durante todo el año, y tampoco el sabor de los "infaltables caramelos Ophir (lo deletrea), una delicia para disfrutar en las sombras de la función". Dolidos por el fuego Jaureguicahar aclaró, sin embargo, que "el verdadero dolor" por la pérdida de la sala lo sintió en 1974, cuando el fuego arrasó con el edificio. Mónica Simian, que vive enfrente del Palace, se quejó porque "es increíble que, en pleno centro de la ciudad, se haya llegado a esta situación, sobre todo un lugar tan querido por la gente". Oscar Mc Cormack, un bioquímico cordobés afincado en esta ciudad hace 30 años, vivió los últimos tiempos de la sala. "Ver ese frente así, estropeado, es como estar ante alguien herido, golpeado, es algo que duele." "¿Sabés cuántos nicoleños aprendieron a leer, se enamoraron, se emocionaron y conocieron algo de lo que era el mundo gracias a este lugar?", se preguntó. No hace falta respuesta. . C:\Users\alumno\Desktop\secuencia\El pueblo de San Nicolás salvó la fachada del teatro Palace - 05_11_2000 lanacion_com .mht