sindicato de policías y penitenciarios de

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PODER JUDICIAL DE LA NACION
CAMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO- SALA X
"SINDICATO DE POLICÍAS Y PENITENCIARIOS DE LA POLICÍA DE
BUENOS AIRES C/ MINISTERIO DE TRABAJO S/ LEY DE
ASOCIACIONES SINDICALES"
Buenos
El
Aires,
Dr.
DANIEL
30/04/2013
E.
STORTINI
dijo:
1º) El Sr. Ministro de Trabajo de la Nación dictó la resolución Nº 1183 de
fecha 26 de diciembre de 2012 por la cual rechazó el pedido de inscripción
gremial formulado por el Sindicato de Policías y Penitenciarios de la
Provincia de Buenos Aires (fs. 14/17) y en procura de la revocatoria de lo
decidido la entidad sindical ha interpuesto el "recurso" previsto por el art.
62 inciso b) de la ley 23.551 (en realidad una acción judicial de revisión y
no
un
"recurso").
No obstante la enjundia evidenciada en la presentación recursiva, anticipo
mi
voto
adverso
a
la
pretensión
articulada.
En efecto, cabe memorar de comienzo que a partir de la reforma
constitucional de 1994 rige un cambio en la pirámide jurídica de nuestro
ordenamiento interno porque en la cúspide no está solo la Constitución
Nacional (como antes ocurría) sino también los tratados internacionales de
derechos humanos enumerados taxativamente por el art. 75 inciso 22 de
la Ley Suprema y luego, un peldaño más abajo, los restantes tratados
internacionales y los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo
los cuales, una vez ratificados, tienen jerarquía superior a la ley.
Es lo que se conoce en doctrina como el "bloque de constitucionalidad
federal" que cristaliza un conjunto normativo que ha "aggiornado" el
principio
de
supremacía
constitucional.
De acuerdo con ello, creo menester en el caso analizar los instrumentos
internacionales para determinar lo que disponen en el punto que aquí
interesa.
2º) En ese sentido, adelanto que un examen de los tratados internacionales
de derechos humanos que cuentan con nivel constitucional permite afirmar
válidamente la presencia de una clara y notoria restricción a la
sindicalización
de
los
integrantes
de
la
Policía
Federal.
En primer lugar, de modo enfático, la Convención Americana de Derechos
Humanos (más conocida como Pacto de San José de Costa Rica) (1969)
dispone en su art.16.3 que la libertad de asociación ".no impide la
imposición de restricciones legales y aun la privación del ejercicio del
derecho de asociación a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la
Policía".
En igual temperamento, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (1966) en su art. 22 confiere a toda persona el derecho a asociarse
libremente con otras y fundar sindicatos, pero hace la expresa salvedad que
ello ".no impedirá la imposición de restricciones legales al ejercicio de tal
derecho cuando se trate de miembros de las Fuerzas Armadas y de la
Policía". Asimismo el art. 8º del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (1966) si bien establece el derecho a
fundar sindicatos, luego dispone en su inciso 2 que "El presente artículo no
impedirá someter a restricciones legales el ejercicio de tales derechos por
los
miembros
de
las
fuerzas
armadas,
de
la
policía.".
3º) Como puede advertirse, esa normativa internacional de rango
constitucional no favorece la pretensión de la requirente y lo mismo se
extrae del Convenio 87 sobre libertad sindical y protección del derecho de
sindicación (1948) que, a diferencia de los demás Convenios de la OIT,
tiene nivel constitucional en virtud de lo dispuesto por los dos Pactos
celebrados en 1966 en la ciudad de Nueva York (art. 8º inciso 3º del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y art. 22 inciso
3º del Pacto Internacional de
Derechos
Civiles
y
Políticos).
Obsérvese, en ese sentido, que dicho Convenio permite que el
ordenamiento jurídico interno de cada Estado miembro admita o no el
derecho de sindicalización del personal que integra las fuerzas policiales. Es
así porque en su art.9º dispone que "La legislación nacional deberá
determinar hasta qué punto se aplicarán a las Fuerzas Armadas y a la
Policía
las
garantías
previstas
por
el
presente
convenio".
El Comité de Libertad Sindical, como órgano creado para controlar la
vigencia del Convenio, ha exteriorizado su parecer en el tema que aquí se
trata y resulta importante acudir a las decisiones de este organismo por su
constitución tripartita y porque ha elaborado, a través de su extenso lapso
de existencia (creado en 1951), un marco adecuado y equilibrado en
materia de libertad sindical al examinar las quejas por violación a ella que
han sido presentadas tanto por los gobiernos como por las organizaciones
de trabajadores o de empleadores.
En el aspecto que ahora concierne ha sostenido el referenciado Comité que
en virtud del texto del citado art. 9º del Convenio "...no cabe duda que la
Conferencia Internacional del Trabajo tuvo intención de dejar que cada
Estado juzgue en qué medida considera oportuno acordar a los miembros
de las fuerzas armadas y de la policía los derechos previstos en el
Convenio; o sea, implícitamente, que los Estados que hubieren ratificado el
Convenio no están obligados a reconocer los derechos mencionados a esas
categorías de trabajadores" (véase informes casos Nº 778 y Nº 1536,
pub.en la recopilación de La Libertad Sindical, cuarta edición 1996 de la
Oficina
Internacional
del
Trabajo,
Ginebra).
3º) De conformidad con todo lo dicho, no resulta admisible -tal como fue
anticipado- el requerimiento del sindicato actor porque la fuerza policial está
constituida por funcionarios públicos que integran el propio Estado, al cual
le deben garantizar seguridad y, por ende, no pueden asimilarse a los
trabajadores
regidos
por
la
ley
sindical
23.551.
Por ello, la legislación argentina no regula la sindicalización de la policía y
ello no está en contradicción con los instrumentos internacionales que
conforman desde el año 1994 el ordenamiento jurídico interno, según antes
fue
visualizado.
Finalmente sólo quiero agregar que en este voto he exteriorizado mi
convicción sobre el tema aquí considerado en sentido adverso a la
pretendida sindicalización de los integrantes de la policía. Estoy convencido
de mi parecer en función de los fundamentos antes explicitados. Pero no
quiero expirar este voto sin dejar de señalar que esta sala, si bien con su
anterior integración, ya tenía criterio sobre el particular al sostener que es
razonable que la normativa internacional deje en forma apartada la
situación de las fuerzas armadas y policiales pues integran el Estado, lo
representan, son miembros de él y son depositarios exclusivos del
monopolio de la fuerza pública y garantes de la seguridad interna. En
definitiva, son funcionarios públicos y ejercen por delegación una parte del
poder estatal, en ellos prevalece la existencia de una función estatal con
una completa identificación con el poder público que le confiere el cargo
(CNAT, sala X, sentencia del 17/03/2003, "Asociación Profesional Policial de
Santa Fe c/ Ministerio de Trabajo s/ Ley de Asociaciones Sindicales", citado
por Julio C. Simón, en Tratado de Derecho Colectivo del Trabajo, tomo I,
Buenos
Aires:
La
Ley,
2012,
ps.
359/360).
Por todo lo dicho y oído que fue el Sr. Fiscal General del Trabajo (fs. 38),
voto por: 1) Confirmar la resolución recurrida. 2) Declarar las costas de
esta instancia judicial en el orden causado atento la inexistencia de
contradictorio
(art.
68
CPCCN).
El
Dr.
ENRIQUE
R.
BRANDOLINO
dijo:
Por compartir los fundamentos del voto precedente, adhiero al mismo.
El
Dr.
GREGORIO
CORACH
no
vota
(art.
125
L.O.).
Por lo que resulta del acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: 1)
Confirmar la resolución recurrida. 2) Declarar las costas de esta instancia
judicial en el orden causado atento la inexistencia de contradictorio (art. 68
CPCCN). 3) Cópiese, regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase.
ANTE
D.St.
MI:
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