Retroalimentación Actividad 1 M6 U3.

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RETROALIMENTACIÓN A PREGUNTAS DE LA LECTURA Agradezco a todas y a todos su participación activa. Decidí agrupar algunas de las preguntas formuladas y contestar otras de forma individualizada al no haber sido posible su agrupación. 1. ¿El control de constitucionalidad y convencionalidad debe invariablemente realizarse en todos los asuntos o sólo cuando haya una violación de derechos humanos? En la medida en que exista un derecho humano involucrado en el caso que nos toca conocer, debe ejercerse dicho control, siempre y ex officio. No necesariamente debe existir una violación de derechos humanos, pero casi me atrevería a decir que todo asunto o caso tiene detrás un derecho humano involucrado, cuyo estándar de protección más amplia debe tomarse en cuenta, ello independientemente de que haya sido violado o no. La idea es preguntarse siempre, si detrás de los hechos hay derechos humanos involucrados. Preguntaban si existe un método para detectar los derechos humanos involucrados y lamentablemente la respuesta es que no o al menos a mí no se me ocurre. Se trata de una cuestión de criterio o intuición jurídica. Creo que lo que podrá servir para ir ejercitando dicho criterio jurídico es preguntarnos siempre a nosotros/as mismos/as si hay un derecho humano involucrado y cuál o cuáles podrían ser éstos. Eso es juzgar con perspectiva de derechos humanos. 2. ¿Qué alcance tiene el segundo criterio sentado por la SCJN en la CT 293/2011 esto es, que las sentencias de la COIDH resultan todas obligatorias? El alcance de este criterio me parece fundamental, pues si nos encontráramos frente a una restricción constitucional contraria a una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en principio lo que estableciera dicha sentencia, como por ejemplo, derogar la restricción constitucional, resultaría obligatoria para el Estado Mexicano por el propio criterio sentado por la SCJN. 3. Relación entre el control difuso de constitucionalidad y convencionalidad con el principio de legalidad. A partir de la obligación de ejercer un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad, el principio de legalidad se ve ampliado. Es decir, las autoridades no sólo tienen que aplicar la legislación que les toca aplicar en el ámbito de sus competencias, sino que además deben aplicar la que corresponda de acuerdo a los derechos humanos que se encuentren implícitos en los casos de los que conozcan. 4. Control de constitucionalidad y convencionalidad y suplencia de la deficiencia de la queja. La diferencia entre uno y otra se encuentra en que ejercer un control de constitucionalidad y convencionalidad ex officio implica definir el marco jurídico aplicable al caso en relación a los derechos humanos involucrados en el caso del que estamos conociendo, mientras que suplir la deficiencia de la queja, consiste en analizar las pretensiones de hecho y de derecho de las partes. Primero se define el marco jurídico aplicable al caso y después se analizan las pretensiones de hecho y derecho de las partes a la luz del marco jurídico aplicable previamente definido a partir de haber ejercido un control de constitucionalidad y convencionalidad. De esta manera, el ejercicio del control constituye un paso anterior. Por lo tanto, ejercerlo, no implica que la o el juzgador viole la garantía de imparcialidad. 5. ¿Qué hacer frente a un criterio jurisprudencial de obligada aplicación, bajo pena de caer en responsabilidad, que sea contrario o violatorio de derechos humanos o al principio pro persona? Lo primero que diría es que habría que verificar si dicho criterio es anterior a la reforma constitucional en materia de derechos humanos. Si lo fuera, no debe aplicarse por virtud del artículo noveno transitorio del Decreto de dicha reforma. Si resultare posterior a la reforma entonces, podría ejercerse un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad respecto al artículo de la ley que obliga a las y los juzgadores a aplicar criterios jurisprudenciales, esto es, leer dicha norma en el sentido de que deberán aplicarse dichos criterios jurisprudenciales en la medida en que no violen el parámetro de control de regularidad constitucional. Y en último caso, puede elevarse el tema a la SCJN, haciendo notar la contradicción de la jurisprudencia con los derechos humanos o los principios de interpretación sobre los mismos. 6. ¿Ejercer un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad implica desatender la forma en cómo están regulados los distintos recursos jurisdiccionales? No, la idea no es modificar las reglas básicas de un procedimiento o recurso jurisdiccional determinado, a través del ejercicio de un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad. Por ejemplo, el hecho de que la demanda determinada no se presente en el plazo señalado en ley, no puede interpretarse como que se vulnera el acceso a la justicia de las partes, pues la ley secundaria está estableciendo límites a dicho acceso al considerar determinados plazos de presentación de la demanda. Los recursos o procedimientos jurisdiccionales deben tener reglas básicas en aras de su funcionamiento, lo único es que dichas reglas deben ser acordes a los más áltos estándares de los derechos humanos que podrían verse involucrados como el debido proceso o la protección judicial. De las preguntas se desprendían dos ejemplos como si en un caso de daño moral no se cumplen con los elementos de la acción señalados en la ley secundaria o si existen decisiones jurisdiccionales que no tienen recurso de apelación disponible. En esos casos, lo que tiene que analizarse es si los elementos de la acción previstos legalmente son violatorios de derechos humanos, por excesivos vgr. y si el hecho de que no haya recurso disponible respecto de una decisión se justifica o no, tomando en consideración que por virtud del artículo 8 de la Convención Americana, toda decisión de primera instancia debe ser recurrible. 7. ¿Qué es la intepretación conforme en sentido estricto? Este tipo de interpretación se desprende de la resolución del expediente Varios 912/2010. Intepretar conforme en relación al método significa que una vez determinado que el marco jurídico que preliminarmente resulta más favorable es el de origen internacional, debemos ajustar el marco jurídico interno a dicho marco de origen internacional. Pues bien, al momento de buscar la forma de ajustarlo, pueden existir varias interpretaciones posibles. Ante esa posibilidad, debe escogerse la interpretación que resulte más favorable a las personas y menos restrictivas de sus derechos. En ello consiste la interpretación conforme en sentido estricto. 8. ¿Cuál es el alcance de la decisión de la CT 293/2011 en relación al ejercicio del control difuso de constitucionalidad y convencionalidad? En principio podría decirse que dicha decisión no tiene impacto en el ejercicio del control en el caso de que se estén analizando normas secundarias o actos de autoridad a la luz del parámetro de control de regularidad constitucional. El impacto se encuentra cuando estamos frente a una contradicción de una norma constitucional que establece una restricción de derechos humanos que sea contraria a una norma de origen internacional que prohíba dicha restricción o que restrinja en menor medida el ejercicio de un derecho. En este último caso, pareciera que no hay control de convencionalidad posible, pues la decisión de la SCJN consideró que siempre prevalecerá la restricción constitucional. Sin embargo, considero que sí cabría realizar un análisis de la restricción a la luz de la propia Constitución y de un test de proporcionalidad y razonabilidad que tendría que llevarse a cabo de acuerdo a las circunstancias del caso, pues si bien, el ejercicio de los derechos humanos admite límites por regla general (algunos no, como la prohibición contra la tortura, la prohibición de discriminar, el derecho a un tribunal competente, imparcial e independiente, vgr.), lo cierto es que dichos límites deben ser para proteger un bien constitucionalmente relevante y deben ser idóneos, necesarios y proporcionales. Por ello, el análisis de caso por caso resulta fundamental. Ahora doy contestación a algunas preguntas específicas: 1. Si la Comisión Interamericana de Derechos Humanos realiza análisis de compatibilidad de los actos de los Estados con los estándares interamericanos de DH, con lo que participa también en un control concentrado de convencionalidad, hasta donde llega la obligatoriedad de sus recomendaciones a los Estados? La CIDH puede ejercer un control concentrado de convencionalidad y sus resoluciones tienen una naturaleza jurídica de recomendaciones. La obligación de cumplir con dichas recomendaciones viene no de las recomendaciones en sí, sino del compromiso de los Estados a cumplir de buena fe con sus compromisos internacionales, pero sobre todo de su obligación de no frustrar el objeto y fin de los tratados internacionales de los que forman parte (efecto útil). En ese sentido, si los Estados ratifican un tratado que otorga determinadas facultades a un órgano como la CIDH, no cumplir con sus recomendaciones, implicaría frustrar uno de los fines del tratado que fue darle competencia a la CIDH para analizar violaciones de derechos humanos previstos en la CADH. 2. Menciona que el control difuso puede hacerse por ejemplo en materia probatoria. En ese sentido, ¿implica un control difuso el que un Juez Penal declare la nulidad de pruebas desahogadas en Averiguación Previa, al ser violatoria de derechos humanos previstas en la Constitución y Convención? o ¿debe valorarse como una mera cuestión de control de legalidad? Sí implica ejercer un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad y se trata de una cuestión de constitucionalidad si interpreta o desaplica disposiciones que le permiten valorar las pruebas a la luz del parámetro de control de regularidad constitucional. 3. Es práctica común en nuestro País, que las autoridades administrativas -­‐ principalmente de primer contacto con la ciudadanía -­‐ en su actuar acatan ciegamente sus normas de operación o reglamentos -­‐ es decir, no interpretan en clave de Derechos humanos las normas aplicables; incluso creen cumplir con su deber cuando, al aplicarlas, niegan alguna prestación o no la otorgan como se debiera desde la perspectiva, por citar algún ejemplo, de los Pactos Internacionales de Derechos civiles y políticos; o económicos, sociales y culturales. En esta circunstancia, y aplicando la metodología propuesta, una autoridad jurisdiccional debería, en vía de resarcimiento y satisfacción plena de los derechos violados, fincar finalmente responsabilidad al servidor público administrativo que actúo con tal negligencia, so pena de incurrir en la misma deficiencia? Considero que no. Una autoridad jurisdiccional no podría atribuirse así misma la posibilidad de sancionar a un servidor público que no ejerza un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad, pero lo que sí puede hacer es llevar a cabo por sí misma un control difuso de constitucionalidad y convencionalidad y de esa forma resarcir la violación de derechos humanos causada y con ello cumplir, al mismo tiempo con la obligación general de garantía que que todo juzgador y juzgadora tiene. 4. En el punto número 5: Aplicación del marco jurídico más favorable al caso, se dice, en el primer párrafo, “…entonces y sólo entonces, en atención al principio pro persona, se procederá a inaplicar o bien, a invalidar el marco jurídico interno de derechos humanos aplicable, según sea la competencia de la autoridad que esté llevando a cabo el ejercicio del control difuso de constitucionalidad y convencionalidad.” La pregunta sería: ¿No sería, en este supuesto, igual de ilegal inaplicar una norma de derecho interno como de una de origen convencional? ¿o en el caso de invalidar el marco jurídico interno, no estaría, el juzgador o autoridad, (en el marco de su competencia) suplantando al Congreso de la Unión o al mismo Constituyente Permanente que son los facultados para abrogar o derogar leyes?¿tiene la interpretación conforme y el principio pro persona esta amplitud de aplicación automática? El ejercicio del control difuso de convencionalidad es una obligación original del legislador, por virtud del artículo 2 de la Convención Americana. Pero cuando el legislador falla en esta tarea, la obligación de garantizar los derechos subsiste a cargo de las y los impartidores de justicia, por virtud de los artículos 1.1 de la Convención Americana y 1 de la CPEUM. Entonces concluyo que inaplicar una norma interna por resultar inconstitucional/inconvencional no podría calificarse de ilegal. 5. Después de analizada la lectura sobre la propuesta de como ejercer un control difuso, si bien es cierto que un juzgador e incluso una autoridad administrativa debe de velar por el cumplimiento del párrafo tercero del artículo 1 constitucional, que pasaría si el juzgador o la autoridad administrativa se extralimitan en su obligación constitucional y en un caso concreto benefician mas a una de las partes con la interpretación y aplicación de Derechos Fundamentales, entonces ante tal situación ¿quien seria el órgano encargado de hacer y conocer de un nuevo juicio en relación en el exceso o defecto de la aplicación de derechos fundamentales? ¿cabría esa posibilidad en algún caso? Creo que con esta pregunta se entra al terreno de quién ejerce el control sobre el control de constitucionalidad y convencionalidad ejercido en primer instancia. Puede hacerse en apelación, por la sala constitucional local y por parte del Poder Judicial de la Federación. Así puede que la instancia revisora esté de acuerdo con el uso de fuentes y la interpretación que el o la a quo hizo, en cuyo caso confirmará la sentencia, o bien, puede ser que esté de acuerdo con las fuentes y no con la interpretación o viceversa, en cuyo caso tendrá que ejercer un nuevo control difuso de constitucionalidad y convencionalidad y emitir una nueva resolución. 6. ¿Qué impacto tiene el artículo 133, en conjunción con los artículos 15 y 105 constitucionales, en relación con el análisis de regularidad de otros tratados internacionales aún no ratificados por México y las normas constitucionales? El artículo 133 establece la forma en que los tratados internacionales deben celebrarse. El 15 prohíbe la celebración de tratados internacionales que sean contrarios al parámetro de control de regularidad constitucional, esto es, contrarios a normas de derechos humanos contenidas en la constitución y en los tratados de los que México forma parte y el 105 permite promover acciones de inconstitucionalidad respecto de tratados que ya hayan sido ratificados por México. 7. De manera conjunta necesitan analizarse y citarse todas las normas aplicables al caso para después decidir como en conjunto sirven para resolver el asunto? En efecto, para conocer el marco jurídico aplicable al caso debe analizarse la normativa y su interpretación en sede interna e internacional. Pero no hay que temer a ello. La SCJN acaba de lanzar un buscador de criterios interamericanos respeto de cada derecho humano. Y además acudir al sistema de naciones unidas, tampoco resulta difícil. Se trata de irse aproximando poco a poco al contenido del derecho humano que estamos analizando: primero acudir a tratados generales de derechos humanos, después a las interpretaciones que los órganos autorizados han ido dando sobre esos derechos humanos y conforme uno va investigando, los propios precedentes lo van llevando de la mano. 8. Si el control difuso de constitucionalidad y el de convencionalidad presentan matices diferentes ¿Porqué se les debe dar un tratamiento similar cuando tienen una finalidad diversa? El establecer un método para ejercer el control difuso de convencionalidad de manera rigurosa no limita los alcances y efectos del principio pro persona en el actuar de los operadores jurídicos? El tratamiento similar se debe al reconocimiento de la existencia en el párrafo primer del artículo primero de un parámetro de control de regularidad constitucional que obliga a analizar de forma conjunta las normas de derechos humanos previstas constitucional e internacionalmente para determinar los alcances de dicho parámetro. El método propuesto es eso, una propuesta. Considero que al seguirlo no se limita el alcance o efecto del principio pro persona, pues en todo momento dicho método tiene en cuenta el principio pro persona. Se trata de sólo unos pasos a seguir que podrían simplificar su ejercicio. El análisis del principio pro persona se realizará a la luz de las circunstancias del caso concreto y para llevar a cabo dicho análisis el método podría ayudar. 9. Resulta válido que una constitución local amplíe el parámetro de control al establecer que los derechos humanos se interpretarán conforme a la CPEUM, a los tratados internacionales en la materia y a la propia constitución local? La Constitución federal establece mínimos. En la medida que otros ordenamientos amplíen la protección de derechos humanos, dichas ampliaciones son bienvenidas por virtud del principio pro persona. Pero siempre debe cuidarse que con dichas ampliaciones no se restrinjan otros derechos previstos en las constitución federal. Ese sería el único límite alas ampliaciones. Ejemplo: derecho a la vida previsto en el artículo 29 de la CPEUM y una norma constitucional local que proteja vida desde el momento de la concepción. Si bien está ampliando la protección del derecho a la vida, dicha norma constitucional local estaría restringiendo al mismo tiempo el derecho a decidir sobre el número y espaciamiento de la descendencia previsto en el artículo 4 constitucional. 10. Puesto que toda la jurisprudencia de la CoIDH es vinculante podemos afirmar entonces que el Poder Judicial de la Federación podría llegar a caer en solo adecuar sus subsecuentes interpretaciones constitucionales y legales a la jurisprudencia de la Corte en mención. En la medida en que las sentencias de la CoIDH sean más favorables y menos restrictivas de los derechos humanos, el Poder Judicial y toda autoridad pública debe interpretar la legislación que le toca aplicar en el ámbito de sus competencias a la luz de la norma que resulte más favorable, sin que importe la fuente de dicha norma. Salvo en caso de restricciones constitucionales respecto de las cuales deberá llevarse a cabo un test de proporcionalidad y analizarse a la luz de la Constitución. 11. 12. 13. 
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