DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO PROMOVIDA ANTE

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210452. I. 4o. C. 51 K. Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XIV, Septiembre de 1994, Pág. 302.
DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO PROMOVIDA ANTE TRIBUNAL
COLEGIADO. SI ES NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE ESTE DEBE DESECHARLA.
De acuerdo a lo dispuesto en el último párrafo del artículo 47 de la Ley de Amparo, cuando
en un Tribunal Colegiado de Circuito se reciba una demanda de garantías de la cual deba
conocer un juez de Distrito, dicho Tribunal Colegiado se declarará incompetente de plano y
la remitirá al juez de Distrito que corresponda. Sin embargo, no debe perderse de vista, por
un lado que, por regla general, las hipótesis contenidas en la ley, se refieren a la existencia de
situaciones normales, pues independientemente de que es difícil prever todas las
circunstancias irregulares que en la práctica puedan acontecer, el casuismo ha sido
considerado como un defecto en la técnica legislativa y, por otro lado, en la regulación del
juicio de garantías imperan principios procesales tales como el inquisitivo, el de celeridad y
el de economía procesal, entre otros. En la aplicación del referido precepto, en cuanto a la
remisión del libelo, hay que partir de la base de que su hipótesis contempla, implícitamente,
la situación normal de que la demanda de garantías es apta para generar un proceso
biinstancial viable, en donde podrá ser decidida la cuestión constitucional planteada, pues es
incontrovertible que la ley adjetiva no impone formalismos sin sentido, sino que su
establecimiento constituye siempre un instrumento o medio para la consecución de un fin
dentro del proceso, que generalmente es la solución del conflicto de derechos, mediante el
dictado de una sentencia de fondo. En la práctica puede suceder que, al examinar una
demanda de amparo, cuya tramitación debería hacerse en la vía indirecta y cuya segunda
instancia corresponda a un Tribunal Colegiado de Circuito, éste advierta de manera
manifiesta e indudable, la existencia de una causa de improcedencia del juicio de garantías.
Ante este caso, que estaría fuera de la situación normal indicada, y que, por ende, impone la
actualización de otros supuestos legales, habría dos maneras de proceder: a) remitir el escrito
inicial al juez de Distrito que corresponda, para que éste lo deseche, en términos del artículo
145 de la Ley de Amparo y, en caso de inconformidad de la parte quejosa, dentro de un
ulterior recurso de revisión, quede confirmado ese rechazo por parte del Tribunal Colegiado
de Circuito, o bien, b) que este órgano jurisdiccional deseche de una vez la demanda de
amparo. Al respecto es de considerarse que la segunda de dichas soluciones es la más acorde
a los principios rectores del juicio de garantías, a los cuales hay que recurrir ante la presencia
de la situación irregular mencionada, porque de los artículos 107, fracciones III inciso "b",
VII y VIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 83, 85, 90, 91 y 114
de la Ley de Amparo, es posible desprender que, en los juicios biinstanciales, las decisiones
son pronunciadas en definitiva por el órgano jurisdiccional superior, lo que implica que en los
recursos de revisión, a través de los cuales se genera la segunda instancia, opera en realidad
un efecto devolutivo similar al que tiene la apelación en los juicios ordinarios. En tal virtud,
si al mediar las circunstancias indicadas, el Tribunal Colegiado desecha por su cuenta la
demanda de amparo indirecto, tal órgano jurisdiccional no hace más que actuar conforme a su
facultad de decisión definitiva, que le asiste en los juicios de garantías biinstanciales,
actuación que además se encuentra apegada a los principios de celeridad y de economía
procesal, reconocidos incluso por la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en jurisprudencia, como en la tesis identificada con el número cuatrocientos cuarenta
y cinco, localizable en las páginas setecientos ochenta y tres y setecientos ochenta y cuatro de
la Segunda Parte del último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, con el rubro:
"CONCEPTOS DE VIOLACION FUNDADOS, PERO INOPERANTES". Si los principios
procesales invocados en esta jurisprudencia son aplicables en la relación existente entre un
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210452. I. 4o. C. 51 K. Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XIV, Septiembre de 1994, Pág. 302.
Tribunal de amparo y una autoridad responsable, con mayor razón tienen operancia en la
vinculación jerárquica de superior a inferior existente entre un Tribunal Colegiado de
Circuito y un juez de Distrito, que se da en un juicio de amparo indirecto, en donde como se
ha visto, es de aquel órgano jurisdiccional de donde provienen en definitiva las decisiones de
tales clases de procesos.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Reclamación 17/94. Rubén Vázquez Meneses. 7 de julio de 1994. Unanimidad de votos.
Reclamación 16/94. Prócuro Velázquez Chávez. 30 de junio de 1994. Unanimidad de votos.
Este criterio ha integrado la jurisprudencia I.4o.C. J/9, publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo V, febrero de 1997, página 601, de rubro:
"DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO PROMOVIDA ANTE TRIBUNAL
COLEGIADO. SI ES NOTORIAMENTE IMPROCEDENTE, ESTE DEBE
DESECHARLA."
El criterio contenido en esta tesis contendió en la contradicción de tesis 21/96-PL, resuelta
por el Tribunal Pleno, de la que derivó la tesis P./J. 40/97, que aparece publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo V, junio de 1997,
página 6, con el rubro: "DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO PROMOVIDA ANTE UN
TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO. ÉSTE, EN NINGÚN CASO, DEBE
DESECHARLA, SINO DECLARAR SU INCOMPETENCIA Y REMITIRLA AL
JUZGADO DE DISTRITO CORRESPONDIENTE."
Notas:
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