1 LA SOBREPESCA DE LA MERLUZA La situación pesquera de la

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LA SOBREPESCA DE LA MERLUZA
La situación pesquera de la plataforma submarina argentina de alguna manera
resume la mundial.
Los usos del océano y el acceso marítimo han constituido cuestiones centrales
para el desarrollo económico y político de Argentina y Uruguay desde la época colonial
y las primeras expediciones científicas hasta la expansión contemporánea del comercio
marítimo y de la producción de minerales a distancia de la costa.
El último siglo ha sido testigo de una importante transición a partir del concepto
de libre acceso en cuanto a la abundancia de los océanos se refiere, es decir, en cuanto a
las nuevas disposiciones de los derechos del mar, que constituyen el fundamento de los
océanos administrativos tanto a nivel nacional como internacional.
El explosivo aumento de la capacidad de la flota pesquera que actúa en el mar
argentino y uruguayo ha conducido a una situación de sobre explotación de su principal
especie, la merluza hubbsi, llevándola al borde del colapso.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) informó que en
1989 la flota pesquera total en América Latina ascendía a más de 9.000 embarcaciones
(FAO, 1997). La flota ha venido aumentando a una tasa anual de un 5 por ciento durante
la última década. El sector pesquero afronta crecientes problemas, entre los que se
cuentan el agotamiento de las reservas pesqueras, la sobrecapitalización y el cierre de
plantas, la degradación del hábitat, el incumplimiento de los reglamentos de manejo y
las prácticas ilícitas, así como la competencia cada vez mayor entre las flotas
industriales e artesanales.
En 1986 y con una presión extractiva menor que la actual, el INIDEP (Instituto
Nacional de Investigaciones y Desarrollos pesqueros) reconocía que el mar argentino
estaba siendo esquilmado: la explotación sostenible podía oscilar en los 400 millones de
dólares por año, pero la real estaba en torno a los 1.600, de los cuales 300 se debían a la
captura por parte de empresas nacionales. La merluza negra ya estaba en peligro.
Es de destacar que la explotación más extrema del recurso pesquero se ha hecho
históricamente bajo cobertura legal y desde la propia costa argentina.
La especie que más peligro corre en el mar argentino es la merluza argentina o
hubbsi.
Datos sobre la merluza:
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La merluza argentina o merluza hubbsi es un pez de aleta. Su carne es blanda,
blanca, de textura firme y con un agradable sabor.
Su peso oscila entre los 280 y los 2.700 gramos. Su tamaño está entre los 30 y
los 80 centímetros de longitud.
Puede vivir alrededor de 12 años, aunque puede alcanzar su madurez sexual a
los 6.
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Posee un alto porcentaje de Omega 3, un ácido graso que evita la coagulación de
la sangre en las arterias.
Si se congela, puede ser conservada aproximadamente entre 6 y 8 meses.
Su temporada de pesca se extiende de octubre a marzo y las flotas que la
capturan están constituidas por buques fresqueros y congeladores / factoría.
Desde los años 70 la merluza hubbsi es la principal especie pescada. Su captura se
mantuvo por debajo de la máxima permisible hasta 1991, año en que se superó por
primera vez el límite de toneladas que la autoridad pesquera permitía pescar en un año
para conservar la especie. Desde entonces, la merluza fue sobre explotada y la cantidad
pescada fue aumentando peligrosamente.
En 1997, según datos de la Dirección Nacional de Pesca, se capturaron 584.048
toneladas, casi la mitad del récord alcanzado por las capturas totales, cuando el máximo
permisible era de 395.000 toneladas.
Entre enero y junio de 1998, la captura declarada de merluza argentina alcanzó
aproximadamente las 200.478 toneladas y fue menor que la captura declarada en el
mismo período del año pasado, lapso en el que se capturaron 275.706 toneladas, según
un estudio realizado por el Cuerpo de Asistentes Técnicos de Control de la
Subsecretaría de Pesca. Las cifras representan una disminución del 27 por ciento
respecto del mismo período de 1997 y del 13 por ciento, respecto de 1996. Si bien la
captura disminuyó, la misma investigación advierte que "asumiendo que la captura
mensual se mantuviera en estos parámetros, a fin del presente ejercicio se alcanzaría un
nivel de captura total de merluza hubbsi de 400.000 toneladas, cifra notablemente
superior a los niveles máximos de captura aconsejables para la especie".
A principios de 1998, la Cámara de Armadores de Pesqueros Congeladores de la
Argentina (C.A.Pe.C.A.) indicaba en su síntesis informativa de la industria pesquera
argentina que las especies principales de la Zona Económica Exclusiva -200 millas
desde la costa argentina, o sea, un área de 1.420.000 km2 - estaban cerca de las capturas
máximas permisibles, por lo que señalaba que la industria pesquera argentina ya no
podía crecer en volumen. Y recordaba, además, que en junio de 1996 había solicitado a
las autoridades no otorgar más permisos de pesca, impedir que barcos sin permiso
saliesen a pescar, un estricto control de las normas de conservación e incentivar la salida
de barcos fuera de la Zona Económica Exclusiva, entre otras peticiones.
Entre los factores de estímulo que mejoraron la renta de las empresas pesqueras se
encontraban la suba de precios de los pescados blancos, las mejoras tecnológicas en la
actividad extractiva, el acceso gratuito al recurso y la fragilidad e inconsistencia del
marco legal. Estas mismas circunstancias derivaron en la sobre pesca, el peligro de
colapso de la merluza y la escasa ampliación de los mercados.
Para superar la crisis, se aplicaron estrictas medidas de control como la extensión
de la zona de veda para que los buques permaneciesen más días en puerto y así reducir
el esfuerzo pesquero.
El 9 de diciembre de 1998 el Congreso Nacional sancionaba la Ley Federal de
Pesca, que durante más de 20 años había reclamado la industria y que fijaba la política
pesquera nacional. La Ley establecía el sistema de cuotas de captura por buque y por
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especie, abría la puerta a la fijación de un derecho de extracción o canon, destacaba el
sistema de permisos y habilitaciones y preveía multas de 10.000 hasta 1 millón de pesos
y el decomiso de buques infractores.
A principios de 1999, los porcentajes de ejemplares juveniles sobrepasaban el 20
por ciento de las capturas. Su captura era la principal causa de la escasez de la merluza.
"El análisis de la talla de los desembarcos muestran una preocupante presión de pesca
sobre los ejemplares de pequeña talla, estimándose que al menos el 40 por ciento de las
capturas de 1997 fueron ejemplares juveniles", decía el Informe Merluza 1998 realizado
por Guillermo Caille, coordinador del Área Pesca de la Fundación Patagonia Natural.
En abril de ese mismo año, la Subsecretaría de Pesca disponía la prohibición total
de la captura de ejemplares juveniles de merluza en un área de la Zona Común de Pesca
entre Argentina y Uruguay. Agravaban este cuadro las tasas estimadas de descarte en
alta mar, asumiéndose que al menos un 25% de las capturas de merluza fueron arrojadas
muertas al mar en los caladeros por no dar las tallas mínimas requeridas por la
industria. Pero el problema más grave fue la reducción de la capacidad reproductora.
Según datos del INIDEP, la mortalidad intensiva de la merluza ocasionada por la pesca
indiscriminada de los últimos años había hecho retroceder la capacidad reproductora a
menos del 30 por ciento, que es el límite por debajo del cual comienza el peligro de
extinción.
Para que la merluza juvenil esté en condiciones de reproducirse deben pasar
normalmente dos años y se calcula que ese es el tiempo mínimo que se necesitará para
empezar a reconstruir la población, siempre que se respeten la ley y las medidas de
preservación.
"La merluza, base de la industria pesquera argentina, enfrenta hoy un sombrío
panorama. Sus pesquerías de altura siguen una trayectoria no sustentable, y con pocas
chances de revertir esta situación. Hacia fines de siglo el crecimiento de la pesca
nacional corre el riesgo cierto de terminar en desastre natural", concluía el informe de la
Fundación Patagonia Natural de 1999.
En 1999, se firmaba una Ley de Emergencia Pesquera para la especie merluza
común que regiría hasta el 31 de diciembre de 1999. En ella se prohibía la pesca en
áreas de desove ya determinadas. Durante la vigencia de la ley, la cuota sería distribuida
por el Consejo Federal Pesquero, estableciéndose la exclusividad para la flota fresquera
al Norte del paralelo 48º Sur, mientras que los buques arrastrero-congeladores y
factorías deberían desarrollar sus tareas al Sur de dicho paralelo, dentro de la cuota
fijada por dicho Consejo.
En el año 2000 el INIDEP recomendaba prohibir inmediatamente "la pesca de
merluza común o hubbsi durante el 2000", pues la especie se encontraba en una
situación "crítica", fruto de la depredación y la sobre pesca.
Como parámetro de máxima tolerancia, los científicos del INIDEP sugerían en el
informe capturas inferiores a las 110.000 toneladas para ese año. "El problema es que ya
se llevaba en marzo del 2000, pescadas 55.000 toneladas y a este ritmo se llegaría al
tope, a más tardar, dentro de los dos meses siguientes; es como si hubiesen salido a
pescar todos juntos porque sabían que se acababa". De hecho, las capturas fueron,
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según el MECON de la República Argentina (Ministerio de Economía y Producción),
de 193.701 toneladas a finales de ese mismo año y de 249.462 toneladas el siguiente,
cifras que se incrementaron hasta alcanzar las 356.867 toneladas en 2003. Se superaba,
así, el cupo establecido para ese período de 300 mil toneladas.
A principios de 2004, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación
asignaba las autorizaciones de captura de merluza hubbsi para el primer trimestre de
este año.
Dicha asignación, que se ejecutaría a través de la Resolución Nº 73, tenía como
objeto ajustar el Decreto 189, sancionado en 1999, y que declaró la Emergencia
Pesquera para la especie merluza común, a lo que establece la Ley Federal de Pesca Nº
24.922.
De esta manera, se asignaba, para el primer trimestre del año, un total de 69.200
toneladas al sur del paralelo 41º Sur, repartidas de la siguiente manera:
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Buques fresqueros: 33.640 TN.
Buques congeladores: 24.923 TN.
Flota Amarilla: 837 TN.
Provincia de Chubut: 1.700 TN., más 2.300 TN para repartir a los buques de la
Flota Amarilla
Provincia de Buenos Aires: 3.500 TN.
Provincia de Río Negro: 600 TN.
Provincia de Santa Cruz: 1.700 TN.
A pesar de todo, el Gobierno Nacional impuso un plazo de 40 días para que
representantes provinciales y empresariales pesqueros se pusiesen de acuerdo en la
metodología de cupificación de merluza. La resolución 114/2004 hace una clara
diferencia entre provincias, ya que considera con especial distinción para suspender la
resolución 73 las opiniones de cámara empresarias bonaerenses y representantes
políticos de la provincia de Buenos Aires.
La resolución de suspensión publicada el día 23 de enero en el Boletín Oficial, fija
con precisión el tiempo y las personas que deberán analizar la resolución y su
adecuación a los planteos realizados, de acuerdo a la norma, por cámaras empresarias
pesqueras marplatenses, el gobierno de la provincia de Buenos Aires y la Municipalidad
del Mar de Plata, notoriamente privilegiadas por la decisión oficial sobre otras
opiniones.
El pasado 26 de enero se llevó acabo dicha reunión en la que participaron
representantes de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP); de
la Cámara Argentina Langostinera Patagónica (CALaPa); de la Cámara Fresquera
Patagónica; de la Flota Amarilla; directivos de empresas pesqueras varias, entre las que
se destacaron Frigorífico Siracusa, Pesquera del Sud, Pesquera Mar del Chubut,
Conarpesa, Poseidón, Harengus, Arbumasa, Pesquera San Isidro, Pescapuerta
Argentina, Alpesca; como así también estuvieron presentes los diputados provinciales
Norma Olanda y José Karamarko, ambos del PJ, y representantes de los sindicatos de
Alimentación y de Capitanes y Patrones de Pesca. En ella se concluyó que la mejor
solución deberá ser una alianza estratégica.
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Cabe destacar que, ante el vacío legal que supone la determinación de la citada
suspensión, volvería a tener vigencia la resolución 08, que obliga a los congeladores a
capturar merluza al sur del paralelo 48.
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