216-4-2011 CAMARA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DE OCCIDENTE: Santa Ana, a las doce horas y treinta minutos del día seis de febrero de dos mil doce. La sentencia que se conoce en grado fue pronunciada a las quince horas con dieciséis minutos del día seis de diciembre de dos mil once, por el Señor Juez Tercero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad , en el proceso ejecutivo mercantil promovido por el señor ROBERTO ISMAEL L., de cuarenta y seis años de edad, empleado, del domicilio […], por medio de su representante procesal Licenciado MANUEL VICENTE R.T., de cincuenta años de edad, Abogado y Notario, de este domicilio, en contra de la señora ELIA LISET C. DE O. AHORA VIUDA DE O., de cuarenta y tres años de edad, de oficios domésticos, de este domicilio, como representante de la sucesión del causante LUIS ARMANDO O. P., a efecto de que la sentencia pronunciada por dicho funcionario sea anulada. Han intervenido en primera y en esta instancia, ambas partes de generales indicadas, por medio de sus Apoderados mencionados. El fallo apelado literalmente dice: "VII. Por las razones expuestas, disposiciones legales citadas y lo que disponen los artículos 1,2, 11, 15 y 172 Cn., 639 romano II del Código de Comercio, 7 inciso 2°, 59 inciso 1°, 62 inciso 1°, 144 inciso 2°, 213, 217, 218, 317, 330, 376, 380, 385, 386, 387, 389, 457 Ordinal 3°, 458, 464 Ordinal 3, 465 y 470 del Código Procesal Civil y Mercantil a NOMBRE DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR EL SUSCRITO JUEZ FALLA: I) Declarase desestimada la pretensión, incoada por el licenciado MANUEL VICENTE R. T., II) Una vez se declare ejecutoriada la presente sentencia se ordenara la cancelación o levantamiento del embargo decretado a consecuencia del presente proceso. La presente sentencia ha sido dictada por el licenciado Melvin Mauricio P. S., y se advierte a las partes que la misma puede ser controlada mediante recurso de apelación. Notifíquese." ANTECEDENTES DE HECHO. I- HECHOS INVOCADOS EN LA DEMANDA Y PRETENSION. Que el Abogado MANUEL VICENTE R. T., en el carácter en que actúa, en su demanda de fs. 1 a 4, de la pieza principal, en lo esencial manifestó: "Que en representación de mi cliente, vengo a deducir acción ejecutiva mercantil en contra de la señora ELIA LISET CORLETO DE O. AHORA VIUDA DE O., quien es de cuarenta y tres años de edad, de oficios domésticos, del domicilio de […], en su calidad de heredera y administradora en la sucesión del causante LUIS ARMANDO O. P.. Que el derecho material que se atribuye mi cliente es el derecho al pago de cantidad determinada de dinero consignada en la letra de cambio que en original presento a la presente demanda, la que ascienden a la cantidad de dieciséis mil quinientos sesenta y cinco dólares con veinticuatro centavos de dólar de los Estados Unidos de América, la que fue firmada por el causante LUIS ARMANDO O. P., por lo que se ha seguido la respectiva notificación del crédito a la heredera declarada a fin de cumplir con lo dispuesto en el Art. 1257 CC., siendo así, dicho titulo valor tiene fuerza ejecutiva contra ella. Por tal razón, y en vista que el titulo valor presentado junto con las diligencias de notificación de crédito, reúne los requisitos de la acción ejecutiva, viene a demandar a la sucesión del causante antes mencionado, representada por la señora ELIA LISET C. DE O. AHORA VIUDA DE O., en proceso ejecutivo mercantil, por lo que pido: se me admita el presente escrito, se me tenga por parte en el carácter en que comparezco, se decrete embargo en bienes propios de la demandada, que, previos los tramites legales, en sentencia estimativa ordene el pago a favor de mi cliente de las cantidades a que tiene derecho por la acción ejecutiva que deduzco, cantidades que son las siguientes: monto de la letra de cambio, es decir la cantidad de DIECISEIS MIL QUINIENTOS SESENTA Y CINCO DOLARES CON VEINTICUATRO CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA. La cantidad que se adeude en concepto de intereses moratorio desde la fecha de vencimiento de la letra de cambio antes dicha hasta su completo pago. "" Con la demanda el actor presentó una letra de cambio sin protesto, testimonio de Poder general Judicial con el cual el Abogado R. T., legitima su personería y unas diligencias notariales de notificación de crédito, agregadas de fs. 6 a 19 de la pieza principal. La parte demandada, a través de su representante procesal Licenciado MAURICIO ANTONIO E. Q., quien legitimó su personeria con el testimonio de Poder General Judicial agregado a fs. 69, 70 y 71 de la pieza principal, contestó la demanda, oponiéndose a las pretensiones del actor, y alegando la excepción a que se refiere el Art. 639 romano II del Código de comercio, por no ser la firma del señor LUIS ARMANDO O. P., la que aparece consignada en el titulo valor presentado. II. PRUEBAS PROPUESTAS Y PRACTICADAS POR AMBAS PARTES EN PRIMERA INSTANCIA. ACTOR: Además de la prueba preconstituida consistente en la letra de cambio sin protesto presentada con la demanda, cuya fotocopia debidamente confrontada se encuentra a fs. 17 de la pieza principal, junto con las diligencias de notificación notarial de crédito, agregadas de fs. 9 a 19 de la pieza principal, se propuso por el actor prueba pericial, proponiendo para realizar dicha diligencia al perito Pablo Reyes Pineda Alvarenga, cuyo dictamen se encuentra agregado a fs. 149 de la pieza principal, en el cual se determinó que la firma dubitada objeto de estudio, plasmada en la letra de cambio presentada, no fue elaborada por la misma persona que elaboró las firmas plasmadas en el material de comparación. DEMANDADA: La parte demandada, también propuso prueba pericial, habiendo propuesto a la misma persona designada por el actor. En esta instancia, en la audiencia señalada a efecto de oír a la parte apelada, se declaró no ha lugar la practica de un nuevo peritaje solicitado por la parte apelada en vista de no cumplirse en esta instancia, los presupuestos a que se refiere el Art. 514 CPCM. III-DECLARACION DE HECHOS PROBADOS Y NO PROBADOS POR LAS PARTES. Conforme a la prueba antes relacionada y practicada en su oportunidad, especialmente con el dictamen del perito PABLO R. P. A., esta Cámara comparte el criterio del Juez Aquo al considerar que se ha demostrado que la firma que calza el documento base de la acción presentado con la demanda, no fue puesta por el causante LUIS ARMANDO O. P.., en consecuencia, el actor ha sucumbido en su acción, debido a que el titulo de ejecución presentado no merece fe. VI- FUNDAMENTOS DE DERECHO. I-La parte apelante, dentro de sus alegaciones que consta en el escrito de apelación, sostiene que el juez Aquo ha cometido error de procedimiento por no respetarse las reglas que fijan la forma de realizar el procedimiento probatorio de la prueba pericial, error en el juzgamiento, lo que se contrae en una clara violación del principio de licitud de la prueba, por no haberse respetado el principio de igualdad procesal y el principio de preclusión, integrantes ambos del debido proceso; a su vez, existe error en la valoración de la prueba, al haberle dado valor a un segundo dictamen de peritaje practicado en contravención de los Arts. 2 inciso 3°, 14 inciso 1° y 316 inciso 2° y 3°, todos del CPCM. De tales alegatos se advierte que el agravio ocasionado a la parte apelante, se centra, en la negación de la designación del perito RAUL ALCIDES P. V., el cual propuso con posterioridad, después de que ambas partes coincidieron en la proposición del señor PABLO R. P. A. para la práctica del peritaje practicado. II- La prueba pericia] tiene por finalidad la obtención de un juicio de experiencia especializado con el cual se pretende el conocimiento o interpretación de los datos de la realidad, necesarios para resolver la pretensión deducida, con base a la sana crítica. Cabe destacar la importante innovación implementada por el Código Procesal Civil y Mercantil con respecto a la prueba pericial, la cual puede ser extrajudicial o judicial, equiparándolas a ambas en un plano de igualdad, destacándose la clara voluntad de la ley de reducir en principio, la intervención de los peritos a uno solo, siendo la designación de mas de un perito un caso de excepción. Asimismo retorna de la anterior legislación, la figura de la recusación del perito en caso dado exista sospechas fundadas y comprobables de la falta de imparcialidad o idoneidad del perito, como poner de manifiesto si existe alguna relación de parentesco o de amistad o de enemistad con alguna de las partes entre otros, pues no parece lógico que baste con la mera denuncia del motivo. Con relación a la valoración de este medio de prueba, el Art. 389 CPCM., claramente expone que el informe pericia! será valorado con base a las reglas de la sana critica, es decir como una valoración libre pero racional y motivada de la prueba, tomándose en cuenta desde luego, la solidez intrínseca del dictamen, la seriedad de la exposición, la metodología empleada y la logicidad de sus resultados. III-En el caso de autos, resulta que la practica del peritaje solicitado es una prueba pertinente y licita, pues era necesaria para probar la excepción de falsedad alegada por la parte demandada, además la obtención de dicho dictamen ha sido dentro del marco legal, respetando la normativa atinente según el Código procesal Civil y Mercantil y los derechos de defensa e igualdad de ambas partes; esto debido a que ambas, tuvieron la oportunidad de proponer un perito, habiendo coincidido en el mismo; además, dicho medio de prueba se solicito inlimine, según la regla del Art. 381 CPCM., en el escrito de alegación inicial y el dictamen fue presentado dentro del plazo que establece el Art. 386 CPCM; se advierte además que la parte apelante tuvo la oportunidad de recusar al perito designado por el juez y probar las causas por las cuales sospechaba de la falta de imparcialidad del mismo, o de designar particularmente a otro para presentar el dictamen en la audiencia respectiva, cosa que no hizo. Es necesario aclarar, con relación a la alegación de la parte apelante, consistente en que se efectuaron dos peritajes, que ha existido confusión por la parte apelante, pues el informe de fs. 132 de la pieza principal, no puede considerarse como un peritaje, pues el perito designado expone en el mismo que no puede ser categórico debido a que no se le proporcionaron documentos en original con firmas originales, por tal razón no puede afirmar que la firma plasmada en el titulo valor presentado como documento base de la acción haya sido puesta por el causante LUIS ARMANDO O. P..; fue hasta que se le proporcionaron documentos originales al perito, que pudo verificar la diligencia encomendada y fue categórico al manifestar que la firma que consta en la letra de cambio sin protesto, no fue puesta por la misma persona que firmó los documentos que fueron proporcionados para comparación; de todas formas, en el supuesto caso que se tratara de dos peritajes, el primer dictamen siempre seria desfavorable al actor, puesto que al no ser categórico el perito, obraria a favor del demandado el principio "indubio pro reo", por lo que siempre tendría que liberarse al demandado de la acción en contra de el incoada. De esta forma, se concluye que, la designación del perito nombrado y la practica de dicho medio de prueba se ha verificado respetándose y cumpliéndose con la normativa procesal atinente al caso y respetando por ende, el principio de igualdad, de licitud de la prueba y el del debido proceso, siendo procedente confirmar la sentencia venida en apelación. POR TANTO: de acuerdo a lo antes expuesto, y en base a los Principios de Congruencia, Legalidad y los Artículos 12, 18 y 23 Cn., y Artículos 217, 218, 219, 222 y 515, del Código Procesal Civil y Mercantil, a NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, FALLAMOS: a) Confirmase la sentencia venida en apelación que desestima la acción ejecutiva incoada por el Licenciado MANUEL VICENTE R. T., como Apoderado del señor ROBERTO ISMAEL L., en contra de la señora ELIA LISET C. DE O. AHORA VIUDA DE O., como representante de la sucesión del causante LUIS ARMANDO O. P., b) Condenase en las costas de esta instancia a la parte apelante. Devuélvase la pieza principal al Juzgado de origen con la certificación correspondiente.- HAGASE SABER. PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGITRADOS QUE LO SUSCRIBEN