Perfil Lipídico en Escolares de Recife-PE

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Artículo Original
Perfil Lipídico en Escolares de Recife-PE
Patrícia Brazil Pereira, Ilma Kruze Grande de Arruda, Ana Márcia Tenório de Souza Cavalcanti, Alcides da Silva Diniz
Universidade Federal de Pernambuco, Recife, PE - Brasil
Resumen
Fundamento: La presencia de dislipidemias es cada vez mayor en la población de niños y jóvenes. Los niveles alterados
de perfil de lípidos se asocian con mayor incidencia de hipertensión y enfermedad aterosclerótica.
Objetivo: Evaluar la magnitud de las dislipidemias e investigar la relación del perfil lipídico con el exceso de peso y la
obesidad abdominal en adolescentes escolares de la ciudad del Recife-PE.
Métodos: Se recolectaron datos personales, situación socioeconómica, mediciones antropométricas y perfil lipídico de
470 adolescentes de 10 a 14 años, de ambos sexos, de la red pública de enseñanza de Recife-PE. El análisis estadístico
se llevó a cabo con los programas Epi-info 6.04 y SPSS 13.0. Se adoptó el nivel de significancia del 5%.
Resultados: La mayor parte de la población era dislipidémica (63,8%, IC95% 59,3-68,2), y la hipoalfalipoproteinemia
era la dislipidemia más prevalente (56%, IC95% 51,3-60,5). Adolescentes con exceso de peso o con obesidad abdominal
presentaron valores más elevados de triglicéridos y más bajos de HDL-colesterol (p < 0,05). Las concentraciones del
colesterol total y fracciones no difirieron con relación al sexo.
Conclusión: Se evidenció la elevada ocurrencia del perfil lipídico desfavorable, lo que llama la atención a la necesidad
de la dosificación del perfil lipídico ya en este grupo de edad. Medidas de estilo de vida saludable se deben incentivar
en esta población. (Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 606-613)
Palabras-clave: Dislipidemia / epidemiologia, hipertensión, obesidad abdominal, adolescente, estilo de vida, Recife,
Brasil.
Introducción
Dislipidemia es un cuadro clínico caracterizado por
concentraciones anormales de lípidos o lipoproteínas en la
sangre y es determinada por factores genéticos y ambientales.
Evidencias demuestran que niveles elevados de colesterol
total (CT), LDL colesterol (LDL-c) y triglicéridos (TG), así
como niveles reducidos de HDL colesterol (HDL-c), están
relacionados con mayor incidencia de hipertensión y
enfermedad aterosclerosis1.
La aterogénesis tiene inicio con la formación de estrías
grasosas precursoras de las placas de ateroma. Éstas comienzan
a aparecer en la aorta a partir de los tres años de edad y, en
la adolescencia, pasan a alcanzar las coronarias, progresando,
subsecuentemente, en las otras fases del ciclo vital2. Tienen una
evolución lenta y silenciosa, y las manifestaciones clínicas en
la vida adulta repercuten bajo diversas condiciones mórbidas
del aparato circulatorio que culminan en las elevadas tasas de
mortalidad3. La literatura señala al inicio de la aterosclerosis ya
Correspondencia: Patrícia Brazil Pereira •
Rua Cel. Anízio Rodrigues Coelho, 527/702 - Boa Viagem - 51021-130 Recife, PE - Brasil
E-mail: [email protected]
Artículo recibido el 07/10/09; revisado recibido el 31/03/10;
aceptado el 27/04/10.
606
en la niñez por el aumento del colesterol plasmático, que puede
ser potencializado, en el transcurrir de la vida, por la obesidad y
por otros factores, como historia familiar, inactividad física, dieta
inadecuada e hipertensión arterial4.
Las publicaciones actualizadas en nuestro medio indicaban el
avance de las dislipidemias en niños y jóvenes5-7. La prevalencia
en este grupo varía en el mundo todo entre un 2,9% y el 33%,
con aumento progresivo de estas tasas con el paso de los años8,9.
La dislipidemia frecuentemente es secundaria a la obesidad
infantil, además de haber una asociación positiva entre la
incidencia de la obesidad y la dislipidemia en niños y adolescentes3.
Investigaciones vienen relatando la relación de parámetros
antropométricos que clasifican el exceso de peso y la obesidad
abdominal con el perfil lipídico alterado en este grupo10,11.
Dado el creciente número de niños y adolescentes en
situación de riesgo de enfermedades cardiovasculares, y teniendo
en cuenta los pocos estudios de base poblacional sobre la
prevalencia de dislipidemias entre los adolescentes brasileños, es
fundamental la importancia para llevar a cabo investigaciones que
evalúen este problema en el grupo de edad de niños y jóvenes.
De esta manera, el presente estudio tuvo como objetivo
evaluar la magnitud de las dislipidemias e investigar la
relación del perfil lipídico con el exceso de peso y la obesidad
abdominal en adolescentes escolares de la red pública de la
ciudad de Recife, Estado de Pernambuco.
Pereira et al
Perfil lipídico en escolares
Artículo Original
Métodos
Se realizó un estudio observacional de tipo transversal
en 31 escuelas públicas que ofrecen educación básica y
fundamental y forman parte de la red oficial de enseñanza de
la ciudad de Recife-PE, en el período de octubre a diciembre
de 2007. La población estaba conformada por adolescentes
en edad escolar, en el grupo de edad de 10 a 14 años, de
ambos sexos, regularmente matriculados en estas escuelas,
en el año de 2007.
El tamaño de la muestra se determinó fundamentado
en la prevalencia de la dislipidemia de un estudio similar
realizado en Camaragibe/PE12. La dislipidemia encontrada
en menor porcentaje (hipertrigliceridemia) se utilizó para el
cálculo del tamaño de la muestra. Por lo tanto, la adopción de
una prevalencia del 15%, con un margen de error aceptable
del 5%, una confiabilidad del 95% y una población mayor
de 9.000 estudiantes, el tamaño de la muestra fue de
alrededor de 196 estudiantes. Como el proceso de selección
de la muestra fue del tipo polietapas, cuyas unidades de
muestreo fueron la escuela (1er conglomerado) y la clase (2º
conglomerado), el “n” de muestreo se ajustó por el efecto
del diseño del estudio, utilizando un factor de corrección
del orden de 2.1, totalizando un número mínimo de 412
adolescentes Para corregir las pérdidas eventuales, este valor se
incrementó en un 15%, totalizando una muestra de alrededor
470 estudiantes.
Fueron excluidos del estudio los adolescentes con: historia
personal referida de patologías (diabetes mellitus tipo II,
hipotiroidismo, síndrome nefrótico, insuficiencia renal crónica,
enfermedad hepática, síndrome de cushing, anorexia nerviosa
y bulimia) o uso referido de medicamentos (antihipertensivos,
corticoides, esteroides, isotretinoína, inhibidores de proteasa)
que pudieran alterar el perfil lipídico.
Las informaciones sobre datos personales, situación
socioeconómica, los datos antropométricos y las muestras
de sangre de los participantes se obtuvieron a la vez, en las
propias escuelas, y se anotaron en formas específicas.
Para las mediciones bioquímicas de CT, LDL-c, HDL-c y
TG, se extrajeron alrededor de 5 ml de sangre por punción
venosa de cada escolar, después de un ayuno de 12 a 14 horas,
en tubos Vacuntainer. Las botellas fueron embaladas en cajas
de espuma de poliestireno que contenían hielo reciclable,
selladas y transportadas al procesamiento de las muestras. El
suero se separó de los hematíes por centrifugación a 3.000
RPM durante diez minutos a 4°C hasta dos horas después
de la punción venosa. El suero se colocó en microtubos y
almacenaje a -20 º C para la dosificación posterior de las
fracciones lipídicas. El material fue analizado en el laboratorio
de análisis clínicos, y los niveles séricos de CT, HDL-c y TG se
determinaron por métodos enzimáticos (Roche Diagnostics),
y los LDL-c fueron estimados por la fórmula de Friedewald:
LDL-c = CT – (HDL + TG/5)13.
Se utilizaron como criterios de anormalidad para los lípidos
y las lipoproteínas a aquellos definidos por la I Directriz
Brasileña de Prevención de la Aterosclerosis en la Niñez y en
la Adolescencia9 (I DPAIA). Los puntos de cohorte establecidos
fueron: CT ≥ 150mg/dL (limítrofe) y CT ≥ 170mg/dL
(aumentado); LDL-c ≥ 100 mg/dL (limítrofe) y LDL-c ≥ 130
mg/dL (aumentado); HDL-c < 45 mg/dL (no deseable); TG
≥ 100mg/dL (limítrofe) y TG ≥ 130mg/dL (aumentado). Para
el diagnóstico de las dislipidemias, se adoptaron los valores
aumentados o modificados. Se consideró como portador de
dislipidemia, el sujeto que presentara, entre estas pruebas, al
menos un valor cambiado.
La evaluación antropométrica consistió de doble toma del
peso, talla y circunferencia de la cintura de los adolescentes,
utilizando los valores promedio. Para mantener la consistencia
de los datos, se descartaron las medidas que presentaron
diferencias superiores a 100 g para el peso, 0,5 cm para la
altura y 0,3 cm para la circunferencia de la cintura. El peso
corporal se obtuvo en una balanza electrónica digital, de la
marca Plenna-MEA-03140®, con una capacidad máxima de
150 kg y precisión de 100 g. La altura se midió con el uso de
cinta métrica Stanley® milimetrada, con precisión de 1 mm
y exactitud de 0,5 cm, segundo las normas preconizadas por
Lohman et al14. La circunferencia de la cintura (CC) se obtuvo
en el punto medio entre el último arco costal y la cresta ilíaca
con cinta métrica flexible y inelástica sin comprimir los tejidos15
El diagnóstico del exceso de peso se realizó por el índice de
masa corporal (IMC) de acuerdo con los valores propuestos
por Cole et al16, ajustado para edad y sexo. El diagnóstico de
la obesidad abdominal se realizó mediante la evaluación de
la CC (cm) / Altura (cm) (WHtR). El punto de cohorte utilizado
para la clasificación de la circunferencia de la cintura fue
recomendado por Taylor et al15 en el que define la obesidad
abdominal como CC ≥ percentil 80, ajustado para edad y
sexo. En cuanto a WHtR hemos adoptado los sugeridos por
Li et al 17 con la utilización como punto de cohorte para
definición de la obesidad abdominal el valor ≥ 0,5.
A los efectos de clasificación socioeconómica de las
familias, se utilizaron los “Criterios para la Clasificación
Económica del Brasil”, creado por la Asociación Brasileña
de Antropología y la Asociación Brasileña de Investigación18.
Este instrumento utiliza una escala de puntos, obtenidos por
la suma de los puntos de la posesión de ítems domésticos y
por el grado de instrucción del jefe de la familia, que clasifica
a la población en las clases económicas A1, A2, B1, B2, C1,
C2, D y E, de orden decreciente, respectivamente iniciada
por aquel de mejor poder adquisitivo.
La construcción del banco de datos y el análisis estadístico
se realizaron utilizando los programas Epi-Info versión 6.04
y SPSS versión 13.0. Los datos fueron digitados con doble
entrada y verificados con el VALIDATE, módulo del Programa
Epi-info versión 6.04, para checar la consistencia y validación
de los datos
Las variables continuas se probaron en cuanto a la
normalidad de la distribución de la prueba de Kolmogorov
Smirnof, y aquellas que no obtuvieron una distribución
normal se convirtieron al logaritmo neperiano y se probaron
de nuevo con relación a la normalidad. Después de esta
transformación, sólo los TG y la edad fueron de distribución
no Gaussiana, cuyos datos fueron descritos como mediana y
rango intercuartílico. Los datos de las variables de distribución
normal se expresaron como media y desviación estándar y
la forma de media geométrica y sus respectivos intervalos
de confianza, para las variables que presentaron normalidad
Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 606-613
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Pereira et al
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solamente después de la transformación logarítmica. En la
descripción de las proporciones, la distribución binomial
fue aproximada a la distribución normal por el intervalo
de confianza del 95%. La investigación de correlaciones se
realizó mediante la correlación de Pearson, porque una de las
variables involucradas presentó como mínimo una distribución
de Gauss. Las variables con distribución normal tuvieron los
promedios comparados por las pruebas de “t” student, y, para
aquellas cuyos criterios de normalidad u homocedasticidad
no se alcanzaron, se utilizó la prueba U de Mann Whitney.
Se adoptó el nivel de significancia del 5% para rechazar la
hipótesis nulidad.
El trabajo fue sometido y aprobado por el Comité de Ética
del Instituto Materno Infantil de Pernambuco (Registro CEP/
IMIP n º 1.024/07). Todos los adolescentes que participaron en
el estudio fueron previamente informados de los objetivos de
la investigación, así como de los métodos a adoptar. Mediante
el consentimiento, cada padre o tutor del adolescente firmaron
el Formulario de Consentimiento Libre.
Tabla 1 - Distribución de la muestra según las variables demográficas
y antropométricas de adolescentes de 10 a 14 años de Recife-2007
%
IC*
Masculino
210
44,7
40,1 – 49,3
Femenino
260
55,3
50,7 – 59,9
10 a 12
355
75,5
71,4 – 79,3
> 12
115
24,5
20,6 – 28,6
1
0,3
0,0 – 1,5
B1
2
0,6
0,1 – 1,9
B2
33
8,9
6,2 – 12,3
C1
106
28,7
24,2 – 33,6
C2
161
43,6
38,5 – 48,9
D
64
17,3
13,6 – 21,6
E
2
0,6
0,1 – 1,9
84
18,4
15,0 – 22,3
59
12,9
10,0 – 16,3
49
10,9
8,2 – 14,2
Edad (años)
Clase socioeconómica#
A2
Fuentes de financiación del estudio
Este estudio se realizó con los datos obtenidos en el Proyecto
“Trastorno del comportamiento alimentario en escolares de la
ciudad del Recife-PE”, financiado por el CNPq (Proceso no.
474.146/2006-5) y por el MCT (01.0265.000/2005-MCT).
n
Sexo
IMC
‡
Exceso de peso
CC
§
Obesidad abdominal
Resultados
WHtR
De las 470 muestras sanguíneas, una dosificación de LDL-c
y tres de CT fueron perdidas por problemas técnicos en el
análisis de las fracciones, mientras que se desecharon tres
datos referentes al peso, 11 de talla y 13 de circunferencia
de la cintura, ya que presentaron inconsistencia entre los dos
cálculos realizados.
La mediana de edad fue de 11 años (RIC: 10-12 años),
no habiendo diferencia de la misma con relación al sexo.
En la Tabla 1, está detallada la caracterización de la muestra
estudiada. Entre los adolescentes incluidos en el estudio, la
mayor parte fue del sexo femenino (55,3%; IC 95%: 50,7 – 59,9;
p < 0,05). En lo que se refiere a la clase socioeconómica,
hubo un predominio de estudiantes de la clase C2 (43,6%;
IC 95% 38,5 – 48,9).
Considerando como dislipidemia el adolescente con
alteración en una fracción del perfil lipídico como mínimo,
la mayor parte de los participantes (63,8%) se enmarcó como
⁄⁄ ∕
Obesidad abdominal
* IC - Intervalo de confianza de 95%; ‡ - índice de masa corpórea;
§ - Circunferencia de la cintura; ⁄⁄ ∕ - Circunferencia de la cintura/talla. # Segundo
criterios de clasificación económica del Brasil-2008, en distribución decreciente:
A1 - clase económica más elevada y E - clase económica menos favorecida.
portadores de esta patología (IC 95% 59,3-68,2; p < 0,05).
Las prevalencias de alteraciones en las diferentes tasas del
perfil lipídico están detalladas en la Tabla 2. Se detectó una
baja frecuencia para el aumento del LDL-c. Diferentemente,
Se registraron mayores prevalencias para la alteración del
HDL-c, y la hipoalfalipoproteinemia fue la dislipidemia más
frecuente.
Cuando analizada la ocurrencia de dislipidemia
simultáneas, la más frecuente en la población estudiada
fue el aumento de TG combinado con la reducción del
HDL-c (12,1%) (Tabla 3). En la figura 1, se muestran
Tabla 2 - Clasificación del perfil lipídico segundo los valores reConendados por la I Directriz Brasileña de Prevención de la Aterosclerosis en
la Niñez y en la Adolescencia, en adolescentes de 10 a 14 años de Recife-2007
Lipídio
Deseable
Limítrofe
n
%
CT
298
LDL-c
401
HDL-c
207
44,0
39,5- 48,7
-
TG
304
64,7
60,2 – 69,0
95
Alterado
IC*
n
%
IC*
n
%
IC*
63,8
59,3-68,2
115
24,6
20,8 - 28,8
54
11,6
8,8 - 14,8
85,5
82,0- 88,6
58
12,4
9,5 - 15,7
10
2,1
1,0 – 3,9
-
-
263
56,0
51,3 – 60,5
20,2
16,7 - 24,1
71
15,1
12,0 – 18,6
* IC - Intervalo de confianza del 95%; CT - Colesterol total; LDL-c- Lipoproteína de baja densidad; HDL-c - Lipoproteína de alta densidad; TG - triglicéridos.
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Tabla 3 - Prevalencia de dislipidemias mixtas según los valores
reConendados por la I Directriz Brasileña de Prevención de la
Aterosclerosis en la Niñez y en la Adolescencia, en adolescentes de
10 a 14 años de Recife-2007
Alterado
Dislipidemias mistas
n
%
IC*
CT + TG
21
4,5
2,8 – 6,8
CT + HDL-c
23
4,9
3,1 – 7,3
TG + HDL-c
57
12,1
9,3 – 15,4
CT + LDL-c
10
2,1
1,0 – 3,9
TG +LDL-c
2
0,4
0,1 – 1,5
HDL-c + LDL-c
5
1,1
0,3 – 2,5
CT + HDL-c + TG
13
2,8
1,5 – 4,7
CT + HDL-c + LDL-c + TG
2
0,4
0,1 – 1,5
*IC - Intervalo de confianza del 95%; CT - Colesterol total; TG - triglicéridos;
HDL-c - Lipoproteína de alta densidad; LDL-c- Lipoproteína de baja densidad.
los gráficos de correlación entre diferentes fracciones
lipídicas. Se observaron las correlaciones significativas (p
< 0,01) entre todas las variables analizadas, pero la mejor
correlación encontrada fue con los valores de TG y de
HDL-c (r= - 0,38).
En la Tabla 4, se expresan las comparaciones de los
lípidos y de las lipoproteínas entre los géneros y entre la
presencia o no de exceso de peso y de obesidad abdominal.
Las concentraciones de todo perfil lipídico no difirieron
con relación al sexo (p ≥ 0,05), y los individuos con exceso
de peso, segundo el IMC, mostraron valores más elevados
de TG y más reducidos de HDL-c. Hecho similar a lo
encontrado en los estudiantes con obesidad abdominal,
según el indicador CC. De acuerdo con el indicador WHtR,
los adolescentes con obesidad abdominal presentaron,
además de valores superiores en las concentraciones de TG
e inferiores en las de HDL-c, valores más altos de LDL-c.
Los niveles de CT fueron los únicos que no difirieron con
relación a este parámetro.
Tabla 4 - Concentraciones de lípidos de acuerdo con El sexo y los diferentes parámetros de clasificación del estado nutricional, en
adolescentes de 10 a 14 años de Recife-2007
CT
mg/dl
Variable
LDL-c
mg/dl
HDL-c
mg/dl
TG
mg/dl
n
Média
±DP
n
Méd. Geo
IC*
n
Méd. Geo
IC*
n
Mediana
IQ†
Masculino
209
140
±27
209
74
72 - 77
210
43
42 - 44
210
84
68 - 106
Femenino
258
144
±27
260
77
74 - 80
260
43
42 - 45
260
90
73 - 118
Sexo
p¶
0,10
0,10
0,10
0,05
IMC‡ (kg/m2)
Sin exceso de
peso
370
141
±26
371
75
73 - 77
372
44
43 - 45
372
84
68 - 106
Con exceso de
peso
83
146
±30
84
79
73 - 84
84
41
39 - 43
84
96
74 - 119
p¶
0,13
0,18
0,01
0,01
CC§ (cm)
Sin obesidad
abdominal
396
142
±27
397
75
73 - 77
398
44
43 - 45
398
84
69 - 110
Con obesidad
abdominal
58
145
±28
59
79
73 - 85
59
39
37 - 41
59
102
80 - 122
p¶
WHtR
0,35
0,26
< 0,01
< 0,01
⁄⁄ ∕
Sin obesidad
abdominal
397
141
±27
398
75
73 - 77
399
44
43 - 45
399
84
69 - 110
Con obesidad
abdominal
48
149
±30
49
82
75 - 90
49
39
37 - 41
49
102
78 - 122
p¶
0,06
0,03
< 0,01
< 0,01
* IC - Intervalo de confianza del 95%; † RC - rango intercuartílico; CT - Colesterol total; LDL-c - Lipoproteínas de baja densidad; HDL-c - Lipoproteína de alta densidad,
TG - Triglicéridos; ‡ - Índice de masa corporal; § - Circunferencia de la cintura; ⁄⁄ ∕ - Circunferencia de la cintura/talla; ¶ - Prueba t de Student para datos paramétricos y
prueba U de Mann-Whitney para datos no paramétricos.
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Colesterol Total (mg/dl)
Artículo Original
Lineal
Colesterol Total (mg/dl)
Triglicéridos (mg/dl)
Lineal
Triglicéridos (mg/dl)
LogHDL (mg/dl)
Lineal
LogHDL (mg/dl)
Figura 1 - Correlación entre variables lipídicas de adolescentes de 10 a 14 años de Recife-2007.
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Artículo Original
Discusión
En el Brasil, todavía son escasos los trabajos sobre la
prevalencia de alteraciones lipídicas en el grupo de edad infantojuvenil. Los resultados encontrados en el presente estudio son
importantes señalizadores para el hecho de que las dislipidemias
formen parte de una realidad preocupante y precisan ser
investigadas entre los adolescentes del país.
Además de ello, la falta de estandarización en las muestras
y en las metodologías, principalmente en la definición de los
intervalos de referencia, perjudica la comparación de este
fenómeno epidemiológico en los diferentes estudios. Muchos
trabajos utilizan los puntos de cohorte recomendados por
las III Directrices Brasileñas sobre Dislipidemias19 (III DBSD),
que adoptan los valores del National Cholesterol Education
Program establecidos para niños y adolescentes de los Estados
Unidos20. Esta práctica puede inducir potenciales vieses, ya que
desconsidera diferencias étnicas, socioeconómicas, hábitos
alimentares y constitución física de la población brasileña21.
Estudios llevados a cabo en una ciudad de São Paulo, con niños
y adolescentes, identificaron rangos de referencia divergentes
de los valores propuestos por las III DBSD22,23. Así, en 2005, la
I Directriz de la Prevención de la aterosclerosis en la Niñez y
Adolescencia (I DPAIA) propuso valores de referencia de lípidos
y lipoproteínas para niños y adolescentes brasileños9.
La prevalencia de dislipidemia encontrada en nuestro estudio
(63,8%) fue muchísimo alta, lo que es un hecho alarmante. Gama
et al24 en la investigación realizada en el sureste del país, utilizando
los puntos de cohorte propuestos por la I DPAIA, registraron
una prevalencia de dislipidemia similar (68,4%).
Etiológicamente, las dislipidemias son clasificadas en primarias
y secundarias. Las primarias tienen una connotación genética, y
algunas solo se hacen evidentes debido a la influencia ambiental25.
Entre la prevalencia de dislipidemias, se deben considerar las
hipercolesterolemias familiares homozogóticas, que, aunque
raras, son consideradas como enfermedades severas 9. Sin
embargo, la mayor parte de las dislipidemias en niños y
adolescentes está relacionada a un estilo de vida inadecuado25.
De esta forma, el mantenimiento de un modelo dietético
nutricionalmente adecuado, el control del peso corpóreo, la
práctica de ejercicios físicos y el abandono al tabaquismo son
algunas de las orientaciones relacionadas con cambios en el
estilo de vida que ayudan en la prevención de alteraciones en los
niveles lipídicos, así como en la formación de hábitos saludables
para la vida adulta9,25.
La hipoalfalipoproteinemia fue la principal anormalidad
lipídica. Este hecho merece atención porque es una población
joven y el HDL-colesterol es un factor importante de protección
contra el desarrollo de enfermedades crónicas, en particular
aterosclerosis3. Trabajos de Carvalho et al2 y Grillo et al26, con
niños y adolescentes, también señalaron la ocurrencia de HDLcolesterol bajo como la dislipidemia más frecuente en este
grupo de edad. En contraposición, en el estudio de Gamma et
al24, el aumento de la TC fue la dislipidemia más prevalente, y el
porcentual de alteración de HDL-c fue interior la observancia
en este estudio (35,1% vs 56%).
En un estudio de metodología similar, la frecuencia de TG
aumentado fue inferior a la encontrada en este trabajo (3,5%
vs 15%); mientras que las de LDL-c y CT fueron superiores
(18,6% vs 2,1%; 43,8% vs 11,6%, respectivamente) 24. En otras
investigaciones, también se evidenciaron mayores porcentuales
de CT aumentado, cuando considerado valores superiores a
170 mg/dL1,5,6. Por otro lado, nuestros hallazgos son acordes
a los de Scherr et al7, que encontraron menor magnitud de
hipercolestrolemia entre los jóvenes de escuelas públicas/
filantrópicas (14%).
En este estudio, el porcentaje de LDL-c aumentado fue bajo.
Sin embargo, es importante destacar que existen subclases de
LDL, una LDL es pequeña y densa (LDL tipo B), y la otra, de
mayor tamaño. Las partículas de LDL tipo B, por el menor
tamaño y por la mayor densidad, cruzaron más fácilmente la
barrera endotelial y se oxidan con mayor facilidad, lo que las hace
también más aterogênicas27. Así, incluso en individuos con niveles
normales de LDL-c, el perfil lipídico puede ser menos favorable,
dada a la proporción entre las subclases de las lipoproteínas28.
La ocurrencia de valores considerados aumentados de TG
juntamente con los reducidos de HDL-c fue el tipo de dislipidemia
concomitantes más frecuentes en estos adolescentes. Cuando
se analizaron las correlaciones entre las variables lipídicas, estas
fracciones fueron las que presentaron mejor correlación. Esta
ocurrencia debe interpretarse con cautela, ya que la razón TG/
HDL-c se correlaciona directamente con el nivel de LDL de
tipo B en el plasma, pudiendo de esta manera, indicar un perfil
lipídico más aterogénico29.
Los valores medios obtenidos en los lípidos y en las
lipoproteínas de los estudiantes de escuela pública en Recife,
se encuentran por debajo de los detallados en otros estudios1,
5,6,10,30
, con excepción de los reportados por Mora et al5 y Francia
y Alves1, en que el TG se mostró ligeramente inferior. Aunque
los estudios sobre la influencia del nivel socioeconómico en
el perfil de lípidos no son consensuales, las investigaciones
realizadas en Brasil muestran menores medias de CT, TG y
LDL en el grupo con condiciones menos favorecidas6, 7, 26. Esto
quizá se explique debido a que en Brasil aún se encuentran más
niños con sobrepeso u obesidad en las capas más altas de la
sociedad, que estudian, en su mayoría, en las escuelas privadas6.
Cuando comparamos los hallazgos de la actual investigación con
los observados entre alumnos solamente de escuelas públicas,
obtuvimos niveles de TG superiores y de HDL-c inferiores,
mientras que los niveles de CT y LDL fueron similares7,26.
El hecho de que los valores medios observados de las
fracciones lipídicas sean inferiores a los otros trabajos efectuados
con escolares en Brasil6,10,30 tal vez pueda ser resultado del hecho
de los estudiantes de las escuelas públicas presentar un estilo de
vida más saludable en comparación a la red privada. En general,
los adolescentes de las escuelas públicas se ejercitan más y
presentan una dieta más equilibrada, ya que las meriendas que
se ofrecen en estas escuelas se realizan bajo la supervisión de
nutricionistas profesionales, y muchos de estos estudiantes tienen
como única alimentación la merienda escolar7.
Una serie de publicaciones en nuestro medio, muestran
niveles más altos de la mayoría de las lipoproteínas y de los
lípidos en niños y adolescentes del sexo femenino1, 6,10,31. Sin
embargo, no verificamos diferencia estadísticamente significante
con relación al sexo, a pesar de los valores ser más altos en las
niñas, con destaque para el TG.
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Pereira et al
Perfil lipídico en escolares
Artículo Original
Tomando como base los datos, y teniendo en cuenta la
relación entre los parámetros antropométricos que clasifican
el sobrepeso y la obesidad con el perfil lipídico alterado
reportados en varios estudios2,10,11,26,32, los niveles medios de
TG y HDL-c tanto de los participantes con exceso de peso
como de los con obesidad abdominal se presentaron menos
favorables. Estos datos corroboran aquellos obtenidos por
Suárez et al11, quienes encontraron diferencias significativas
en los valores de lípidos (TG y HDL-c) en la población total y
aquella con sobrepeso y obesidad. Grillo et al26 encontraron
una asociación significativa entre los niveles de HDL-c bajo
y la presencia de obesidad definida por el IMC, en escolares
de 3 a 14 años. En cuanto al TG, investigadores33 evaluaron el
perfil lipídico de los adolescentes y encontraron altos valores
de TG y bajos valores de HDL-c en el grupo con sobrepeso
en relación con los valores observados en el grupo con peso
normal, mientras que los valores de CT y LDL-c, así como en
el estudio en cuestión, no difirieron entre los dos grupos. En
cuanto a los valores de CT y LDL-C, nuestros hallazgos están
de acuerdo en parte con los encontrados por Suárez et al11
y Silva et al34, que no refirieron diferencias en los valores de
LDL-c de acuerdo con el estado nutricional. Sin embargo,
se encontraron valores más altos de CT en los niños con
sobrepeso y obesidad, respectivamente.
La dislipidemia es a menudo secundaria a la obesidad
infantil, con una asociación positiva entre la incidencia de
la obesidad y la dislipidemia en niños y adolescentes9,35.
El mecanismo que explica esta asociación sea tal vez
la activación de la vía de la quinasa AMP-dependiente,
inducida por el aumento de la insulina y de la leptina y
por la reducción de la activación de la adiponectina, que,
a su vez, aumenta la oxidación de los ácidos grasos En
estos niños, la adiponectina tiene una asociación positiva
con la sensibilidad a la insulina y con los niveles de HDL-c
y negativa con los niveles triglicerídeos36. De acuerdo con
Santos y Spósito37 la principal dislipidemia asociada a la
obesidad se caracteriza por elevaciones ligeras y moderadas
del TG y por la disminución del HDL-c, lo que corrobora
los hallazgos de este estudio.
La obesidad abdominal se viene convertiendo en un
importante predictor de complicaciones metabólicas y efectos
adversos para la salud y está asociada con un mayor riesgo
cardiovascular y metabólico en niños y adolescentes17. La CC y
la razón CC/Talla (WHtR) son mediciones simple y efectivas de
mensurar obesidad abdominal en niños y pueden ser mejores
predictores del riesgo de enfermedad cardiovascular que el
IMC15.
Sin embargo, se viene criticando la CC por ella no llevar
en su cálculo, diferencias en la talla corporal, y la razón
de la circunferencia de la cintura por la talla (WHtR) ha
estado proponiendo como el mejor predictor de riesgo
612
Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 606-613
cardiovascular38. Estudio de Schneider et al38, llevado a cabo
en adultos y adultos mayores, verificó que la WHtR puede
predecir una prevalencia de dislipidemia mejor que los otros
parámetros antropométricos, respectivamente: CC e IMC.
En este estudio, los adolescentes con sobrepeso y obesidad
abdominal (según el indicador de CC) no mostraron valores
más altos de LDL-c en comparación con otros estudiantes.
Este hecho se observó sólo en los clasificados como obesos
central, de acuerdo con el indicador WHtR. Además de ello,
los niveles de CT en los obesos centrales, según este indicador
mismo, presentaron una tendencia hacia valores más altos en
comparación con los valores observados en los estudiantes
sin obesidad abdominal. Estos resultados podrían sugerir el
WHtR como el mejor indicador de los posibles cambios en
el perfil lipídico.
Conclusión
El porcentaje de la dislipidemia en los adolescentes es alto,
lo que nos hace estar atentos a la necesidad de dosificación
del perfil lipídico ya en este grupo de edad. El exceso de
peso y la obesidad central ejercen la influencia en los valores
medios de estas fracciones.
Los datos presentados aquí plantean un alerta para el
equipo multiprofesional sobre la necesidad de incentivo a
medidas de estilo de vida saludable en la referida población,
especialmente en lo que respecta a la actividad física y hábitos
alimenticios saludables.
Agradecimientos
Al Consejo Nacional de Investigaciones (CNPq) y al
Ministerio de la Ciencia Tecnología (MCT) por la financiación
de la investigación; al Instituto de Medicina Integral Prof.
Fernando Figueira de apoyo logístico, al profesional Emídio
Albuquerque por el análisis estadístico; y a las becarias de
iniciación científica Rafaella Andrade y Emilly Moreno par la
ayuda en el tecleado de datos.
Potencial Conflicto de Intereses
Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes.
Fuentes de Financiación
Este estudio fue financiado por el Ministerio de Ciencia y
Tecnología y el CNPq.
Vinculación Académica
Este artículo forma parte de la tesis de Maestría de Patrícia
Brazil Pereira por la Universidad Federal de Pernambuco.
Pereira et al
Perfil lipídico en escolares
Artículo Original
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