bases tecnicas específicas modalidad residencias de

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BASES TECNICAS ESPECÍFICAS
MODALIDAD RESIDENCIAS DE PROTECCIÓN PARA EL NIÑO/A QUE ESTÁ POR
NACER CON PROGENITORA EN CONFLICTO CON SU MATERNIDAD.
Enero - 2011
Servicio Nacional de Menores
1
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
INDICE
Pág.
1.
Introducción
3
2.
Definición de Hogar de Protección para el niño/a que está por nacer
5
3.
Enfoques para la intervención
6
4.
Objetivos General y Específicos
8
5.
Sujeto de Atención
9
6.
Vías de ingreso
9
7.
Cobertura y Focalización Territorial
10
8.
Tiempo de Permanencia
11
9.
Resultados Esperados
11
10.
Criterios Metodológicos
11
11.
Condiciones mínimas de funcionamiento
12
12.
Descripción del proceso general de trabajo
13
13.
Recursos Humanos
23
14.
Recursos Materiales
24
2
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
1.
INTRODUCCION
El Derecho a la vida del niño y niña que está por nacer, es un derecho
fundamental del ser humano y que en nuestro país está resguardado por la
Constitución Política de la República la cual establece en su artículo Nº 19 inciso 1
que: “La Ley protege la vida de las personas a punto de nacer”. Por su parte, la
Convención de los Derechos del Niño ratificada por nuestro país el 27 de
septiembre de 1990, en su artículo Nº 6 inciso 1 señala que, “Los Estados Partes
reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida”. Comprometidos
como Estado con esta misión, las residencias de protección para los niños/as que
están por nacer, tienen el objetivo de brindar atención, apoyo psicosocial y
cuidado a las mujeres embarazadas que se encuentran en conflicto con su
maternidad, protegiendo de esta manera el derecho a la vida del gestado,
entregándole a la mujer una respuesta a la alternativa del aborto o del
abandono.
Cuando hablamos de una mujer en conflicto con su maternidad, nos referimos a
aquella cuyo embarazo, a menudo no deseado, transcurre en un entorno de
adversidad prenatal que puede incidir negativamente en la salud física, mental y
emocional del niño/a por nacer.
De acuerdo a la experiencia acumulada, el perfil de estas mujeres está marcado
por la carencia una red socio-familiar protectora que contribuya en el cuidado y
crianza del niño/a. Usualmente no cuentan con el apoyo de sus parejas, con
quienes han sostenido relaciones inestables y/o sin mayor compromiso afectivo,
por lo que son abandonadas luego de informarles de su estado de gravidez,
desentendiéndose del embarazo y sin reconocimiento legal de la paternidad.
Desde el punto de vista emocional, generalmente son mujeres que tienen una
baja autoestima y conflictos familiares, presentan una historia familiar difícil al
provenir de familias altamente disfuncionales, donde ellas mismas han
experimentado situaciones de abandono y/o carencia afectiva de sus propias
figuras de cuidado, con experiencias de abuso y maltrato en muchos casos. En
este contexto, son mujeres que vivencian su embarazo como una situación de
alta demanda emocional, demanda a la que se sienten incapaces de responder,
más aún si es a ello se le suma el hecho de ser jefa de hogar con otros hijos o
niños a su cargo.
Si en estas circunstancias la mujer en conflicto con su maternidad no cuenta con
el apoyo profesional especializado que requiere, podríamos encontrarnos con
una mujer que ante la desesperación consideraría el aborto como alternativa de
solución o en su defecto, si es una mujer que opta por la vida, sin el apoyo
adecuado, podría asumir a este hijo/a careciendo de las condiciones mínimas
necesarias para su cuidado, lo que tarde o temprano podría derivar en una
situación de vulneración de derechos como el abandono, ya sea hospitalario o
progresivo al entregar a este hijo al cuidado de terceros, sean estos
consanguíneos o no consanguíneos o al ser derivados a una institución de la red
proteccional.
Como otra vulneración de derechos, nos hemos encontrado en la práctica con
niños/as que al cuidado de sus madres, han sido víctimas de algún tipo de
maltrato infantil, ya sea físico, emocional o por negligencia dejándolos en una
situación de riesgo y de extrema vulnerabilidad.
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
A nivel social, la realidad de la maternidad en nuestro país es compleja, según la
encuesta Casen Módulo Mujer del año 2009, existen 2.080.366 hogares con
jefatura de hogar femenina. La misma encuesta confirma que los hogares con
jefatura femenina se encuentran más expuestos a vivir en condiciones de
indigencia y pobreza. Es así como el 47,9% de los hogares indigentes tiene jefatura
femenina y el 43,2% de los hogares pobres tiene a una mujer a cargo del hogar,
porcentaje que se reduce en los hogares no pobres llegando al 31,6%. A su vez el
número de chilenas pobres se ha incrementado en los últimos años, aumentando
de un 14,3% medido a través de la Casen 2006 a un 15,7% del total de mujeres en
la evaluación Casen 2009. Según esta encuesta, hay tres factores que están
feminizando la pobreza en Chile: El debilitamiento de la familia, lo que aumenta el
nivel de vulnerabilidad de la mujer y sus hijos; el alto nivel de desempleo
femenino, cuya tasa alcanza un 42,5% en el primer decil y un 55% entre las
mujeres indigentes, y la imposibilidad de conciliar el cuidado de los hijos/as con
las rigideces del mundo del trabajo.
La familia monoparental, con jefatura de hogar ejercida por una mujer, por su
alta incidencia e importancia social, nos obliga a incorporarlas como una nueva
realidad social y una forma igualmente válida de ser familia en Chile, la que
socialmente se le percibe como una entidad incompleta o de rango menor y que
por lo mismo debemos proteger.
Las familias con jefatura femenina suelen estar constituidas, por madres solteras o
separadas, destacando un importante aumento de madres adolescentes “…que
suma la extrema juventud y la pobreza a la fragilidad de la jefatura del hogar
“(Buvinic y Rao Gupta, 1997).
Teniendo en cuenta estos antecedentes, el enfoque de género debe ser incluido
como guía para la intervención técnica que realicen las residencias de
protección dirigidas a las mujeres en conflicto con su maternidad, quienes deben
compatibilizar el respeto por la decisión libre e informada que tome la mujer
respecto al futuro de ese hijo/a y el interés superior de éste.
Es importante considerar en forma especial, la situación de las adolescentes que
se incorporan al programa, ya que en ellas convergen dos períodos críticos, por
un lado el embarazo a menudo no deseado y por otro lado la propia
adolescencia que implica un período del desarrollo de profundos cambios y
reorganizaciones a nivel físico y psicológico, donde el hijo/a irrumpe e interfiere
en su propio proyecto de vida y en su proceso de identidad.
Los estudios en nuestro país señalan que el 10% de los niños/as nacidos/as,
corresponden a embarazos adolescentes con edades de la progenitora que
fluctúan entre los 15 y 19 años de edad. De estos un gran número, son hijos/as de
mujeres menores de 15 años de edad, situándose en su mayoría en sectores de
mayor pobreza. Se ha comprobado la existencia de una relación directa entre
embarazo adolescente y baja escolaridad de las madres, lo que las deja en una
posición de mayor desventaja desde un punto de vista
sociocultural y
económico. En esta población, sobre el 90% de los embarazos no son
planificados, observándose carencias afectivas a la base y proyectos de vida
seriamente impactados. Por último, los riesgos perinatales para el niño/a en el
embarazo adolescente pueden ser mayores, ya que aumentan las
probabilidades de retraso del desarrollo intrauterino, prematurez, bajo peso al
nacer, mayor riesgo a la exposición de drogas, desnutrición y compromiso de la
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con progenitora en conflicto con su maternidad
talla, siendo además superior el riesgo de mortalidad fetal y neonatal (Luengo,
2005).
Bajo esta perspectiva, la vida prenatal alcanza gran relevancia, al ser la etapa
donde se forman las estructuras físicas y neurológicas básicas del ser humano,
constituyéndose en un período de alta sensibilidad y permeabilidad, por lo que
las influencias ambientales y las experiencias de la madre y su hijo/a pueden
afectar positiva o negativamente su desarrollo futuro. En este sentido, es
importante que los programas incorporen estas nociones, puesto que el período
prenatal puede ser una situación de alto riesgo, pero también puede
transformarse en una oportunidad privilegiada de intervención para fomentar la
protección y prevención temprana.
Otro de los argumentos que debe guiar un proyecto de prevención es la defensa
y protección del derecho de todo niño o niña de vivir y crecer en el seno de una
familia, incluyendo en esta lógica a todo niños/a que está en gestación.
Se debe destacar, que cuando la reintegración del niño o niña a su núcleo
familiar es incompatible con su bienestar y protección, la adopción se constituye
en la estrategia más efectiva de intervención para niños/as en situación de riesgo
temprano. Es una medida reparatoria, que permite proporcionar al niño/a, un
espacio de apego con figuras afectivas estables, fundamental para el desarrollo
integral de todo ser humano.
2.
DEFINICIÓN DE HOGAR DE PROTECCIÓN PARA EL NIÑO/A QUE ESTÁ POR
NACER:
Corresponde a una residencia, especialmente abocada a garantizar la
protección de derechos del niño y niña que está por nacer, a través de la
atención, apoyo y cuidado de mujeres que están en conflicto con su
maternidad, a objeto de prevenir el aborto y/o el abandono temprano de los
hijos/as que nacen en un contexto sociofamiliar adverso.
Está concebida como una medida de protección de carácter excepcional y
transitoria, cuyo objetivo es generar un contexto de prevención y protección
biopsicosocial a la madre y al niño/a que está por nacer.
Por su carácter residencial, deberá proveer de condiciones que aseguren a la
futura madre y al hijo/a que se está desarrollando intrauterinamente, la
satisfacción de necesidades básicas, psicológicas y afectivas en un ambiente
de afecto y calidez.
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
3.
ENFOQUES PARA LA INTERVENCIÓN
• Enfoque de derechos
Explícitamente cuando se habla de una perspectiva de trabajo con enfoque de
derechos es que el centro de esta perspectiva se ubica en las personas, en
nuestro caso, niñas y niños nacidos, por nacer y adolescentes y mujeres
embarazadas, bajo el principio de la no discriminación –todas y todos-; el
principio del género –ellos y ellas-; el principio del interés superior –todos sus
derechos-; el principio de promoción de supervivencia y desarrollo –todo su
potencial-; y el principio de participación –toda su capacidad de decisión.
El enfoque de derechos es el que debe cruzar todo el proceso de evaluación,
desde su preparación, ejecución, hasta el análisis de hallazgos. Desde este
enfoque, se priorizará el derecho del niño a crecer y desarrollarse en el contexto
de una parentalidad social nutricia, protectora y de largo alcance, lo cual
demandará una rigurosidad metodológica tal, que permita despejar
oportunamente fortalezas y debilidades del entorno de desarrollo, que converjan
en conclusiones y sugerencias para la restitución de derechos vulnerados de
modo estable.
• Enfoque intercultural
La diversidad cultural de la sociedad actual y los avances en materia de
derechos plantean relevantes desafíos para el diseño de políticas y por ende
para la concreción de las mismas en estrategias de intervención. Uno de los
aspectos en que esto es reflejado es en el avance en materia de enfoque
intercultural por el cual entenderemos no sólo la convivencia de diferentes grupos
culturales, etnias, migrantes, en espacios sociales comunes, sino que éstos se
enriquezcan mutuamente, permaneciendo concientes de su interdependencia y
de la valoración de sus raíces (Leurin, 1987)3.
Es necesario señalar la existencia de una variedad de concepciones en esta
materia. Una de éstas es el concepto de “multiculturalidad” el cual alude más
bien a la coexistencia, sin incorporar las relaciones entre los grupos de culturas
diversas, lo cual desde algunos autores podría tender a generar situaciones de
racismo o discriminación. 3 (Leurin, 1987).
Como aspecto relevante es necesario indicar que el enfoque intercultural
contiene anclaje jurídico en diversos artículos de la Convención Internacional
sobre los Derechos del Niño. Así, el artículo Nº 2 plantea que: “se respetarán los
derechos enunciados en la presente Convención y asegurarán su aplicación a
cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la
raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el
origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos,
el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus
representantes legales, y se tomarán todas las medidas apropiadas para
garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o
castigo por causa de la condición, las actividades, las opiniones expresadas o las
creencias de sus padres, o sus tutores o de sus familiares”.
Asimismo, el artículo Nº 8, establece la necesidad de “respetar el derecho del
niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas”, mientras que los
artículos Nº 14 y Nº 30 de la CDN precisan el derecho a la libertad de
pensamiento, de conciencia y de religión, al indicar que “los Estados en que
existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o personas de origen indígena, no
se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el
derecho que le corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a
tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión, o a emplear
su propio idioma”.
Enfoque de Género
Se entiende por Género, al conjunto de características y expectativas que un
grupo social atribuye a otros/as en función de su sexo. El género es una
construcción socio cultural, y por lo tanto varía de una sociedad a otra, a
diferencia del sexo que viene dado desde el momento de nacer.
Se entenderá por enfoque de género, el tomar en cuenta tanto en la formulación
de un proyecto, como en el trabajo a desarrollar, las diferencias que se producen
entre hombres, mujeres, niños y niñas y su forma de relacionarse en la sociedad,
promoviendo la igualdad en las medidas y acciones que se desarrollen.
En relación a este enfoque, los proponentes deben consignar en todas las
propuestas la información desagregada por sexo. Al mismo tiempo, deben
plantear algún objetivo o meta tendiente a reflexionar y trabajar el tema de
género con las mujeres atendidas. De igual manera, deben considerar la
incorporación de este enfoque en los informes de avance e incluir, en el informe
de evaluación anual, un análisis de género sobre la base del trabajo desarrollado
a lo largo de un año, lo que permita dar cuenta de la relación entre el tipo de
derecho vulnerado, la gravedad del daño y el sexo de las personas afectadas, así
como evidenciar los diversos cambios experimentados.
Incentivar y facilitar la participación igualitaria de adultos significativos, de ambos
sexos, integrantes de la familia extensa de la mujer embarazada, que asistan a la
residencia y participen en las diversas actividades que se realicen en ésta
(entrevistas, talleres u otras), siempre y cuando esto no afecte el interés superior
del niño/a que está por nacer o de la mujer especialmente cuando es
adolescente.
Esta consideración, responde a que, empíricamente quienes se han involucrado
mayoritariamente en la gestión de los establecimientos han sido las mujeres,
(abuelas, madres, tías, amigas significativas) resultando vital la inclusión por
ejemplo de los progenitores del niño/a que está por nacer, cuando este apoyo
esté disponible.
En aquellas situaciones en que la mujer posterior a la intervención asumirá el
cuidado de su hijo/a y que además por su situación familiar, ocupará funciones
de jefa de hogar, al egresar de la residencia, cobra especial relevancia la gestión
de coordinación que el proyecto pueda realizar con instancias de la red local
como oficinas para la mujer u otras, a objeto de colaborar en su
empoderamiento y por ende su desarrollo integral y adaptación sociocomunitaria
y / o laboral.
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
• Enfoque de gestión intersectorial
El accionar del centro residencial orientado a la restitución de los derechos de los
niños, niñas y adolescentes, la resignificación de las experiencias de vulneración
que les han afectado y su reinserción social y familiar implica el concurso y
participación activa de aquellos sectores y actores de la comunidad que – de
una u otra manera- pueden contribuir a dichos fines.
Es así como las acciones del proyecto muchas veces no son suficientes por sí solas
para el logro exitoso de dichos objetivos, debiendo necesariamente ser
complementadas con el aporte de diversas instancias públicas y privadas, tales
como los Municipios, los Servicios de Salud, de de Educación, así como
organizaciones sociales y comunitarias, y la red familiar disponible del niño, niña o
adolescente. Por tanto, el centro residencial debe ser capaz de convocar a las
organizaciones formales, informales y personas de la comunidad para contribuir
desde sus competencias a los apoyos, materiales, afectivos y sociales necesarios.
Al respecto, el equipo del proyecto tiene la función de realizar la gestión
particular de estos recursos, y apoyar a las familias o adultos protectores para el
logro de su autonomía y autogestión en este ámbito, pensando en que se den las
mejores condiciones de egreso del proyecto.
Respecto a las madres y sus hijos/as, se consideran relevantes las articulaciones
institucionales con instancias de salud. En el ámbito de educación en los casos de
ingreso de madres con hijos/as preescolares, es necesario potenciar su ingreso a
establecimientos preescolares o jardines infantiles. Para ello, las articulaciones
permanentes deben focalizarse con Junji e Integra, según corresponda. Cada
madre e hijo/a deben contar con espacios y actividades orientadas a la
recreación.
Por último, las articulaciones y coordinaciones con otras instancias de la red local,
deberán ser potenciadas de acuerdo a la realidad territorial y favorecer a las
mujeres la continuidad de sus estudios y la satisfacción de sus necesidades
afectivas y evolutivas a nivel de la comunidad, respondiendo de esta manera a
sus diversas necesidades.
4.
OBJETIVOS
4.1
Objetivo General
Ofrecer protección biopsicosocial a los niños/as que están por nacer, dadas las
condiciones de adversidad pre y perinatal a las que están expuestos/as, a
través del apoyo y orientación psicológica, social y jurídica a las mujeres, que
enfrentan conflictos con el ejercicio del rol materno y aquellas que han
manifestado su intención de ceder a su hijo/a en adopción, con el objeto que
pueden tomar una decisión libre e informada respecto al futuro del niño/a.
4.2
•
Objetivos Específicos
Asegurar una atención residencial transitoria pre y post parto, que garantice
condiciones físicas de protección y seguridad a la mujer embarazada y
eventualmente al niño/a una vez nacido/a, proveyendo de alojamiento,
vestuario, alimentación y acceso a servicios de salud.
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con progenitora en conflicto con su maternidad
•
Ofrecer apoyo psicológico y social a las mujeres que presentan conflicto con
la maternidad durante el período pre y post natal, que les permita resolver la
situación sociofamiliar tanto de ellas como del niño/a.
•
Evaluar las competencias y habilidades marentales de las mujeres en conflicto
con su rol, pronosticando sus capacidades para satisfacer las necesidades
físicas, sociales y emocionales de su hijo/a y que permita garantizar
condiciones de cuidado y protección adecuadas y efectivas, privilegiando,
cuando la madre no esté habilitada, otra alternativa de protección de orden
familiar.
•
Proporcionar apoyo social y psicológico a las madres que deciden asumir el
cuidado y protección de sus hijos/as, promoviendo el desarrollo de sus
competencias maternas en coordinación con la red familiar, institucional, y/o
social.
•
Proporcionar apoyo a las madres que han manifestado su interés en ceder a
sus hijos/as en adopción, a través de una oportuna derivación cuando
corresponda, a las instituciones que ejecuten programas de adopción sean
estas pertenecientes al Servicio Nacional de Menores u organismos
acreditados. En dichas instituciones, las jóvenes o mujeres en conflicto
deberán recibir atención psicológica, social y jurídica que les permita tomar la
decisión de manera informada, libre y responsable.
5. SUJETO DE ATENCIÓN:
Las Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer con progenitora
en conflicto con su maternidad, tienen como sujeto de atención:
•
Niños y niñas que están por nacer, cuyas progenitoras presentan embarazos
no deseados que necesitan de una residencia transitoria pre y/o post natal y
que requieren de apoyo psicosocial para determinar la situación familiar
(biológica o adoptiva) de éstos/as.
•
Adolescentes que presentan embarazos no deseados que necesitan de una
residencia transitoria pre y/o post natal y que requieren de apoyo psicosocial
para determinar la situación familiar futura (biológica o adoptiva) de sus
hijos/as.
•
Recién nacidos y lactantes que requieren de un ambiente de protección y
cuidado mientras se resuelve su situación socio-familiar.
•
Preescolares, hijos/as de madres usuarias de la respectiva residencia, sólo
para casos excepcionales.
6.
VÍAS DE INGRESO:
Las mujeres embarazadas ingresarán vía demanda espontánea y /o mediante
la derivación de instituciones de salud, Sernam, Municipios, programas de la
red Sename, etc.
Las adolescentes embarazadas deben ingresar a la Residencia sólo mediante
medida de protección dictada por el Juzgado de Familia competente.
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
En el caso de que el ingreso a la Residencia, sea una solicitud directa de la
madre mayor de edad, el equipo de profesionales de la institución deberá
posteriormente solicitar una medida de protección a favor del niño/a que está
por nacer.
En relación a lo anterior, de acuerdo a la legislación vigente, para la línea
residencial el 100% de los casos deben ser derivado desde los Tribunales de
Familia correspondientes conforme lo establece el art. 19 de la Ley Nº 20.032,
“En las residencias sólo podrán acoger niños, niñas o adolescentes por
disposición de la autoridad judicial”. Por otra parte, de acuerdo a la misma Ley
Nº 20.032, las residencias podrán dispensar atenciones de urgencia, quedando
obligadas a solicitar a la autoridad judicial que adopte una medida al
respecto, al día hábil siguiente.
7.
COBERTURA Y FOCALIZACIÓN TERRITORIAL:
En relación a la cobertura máxima de la residencia y su focalización territorial es
posible señalar lo siguiente:
Región
Metropolitana
Metropolitana
Bio Bio
Comuna
Santiago
Providencia
Concepción
Cobertura
18
30
17
A pesar de que el lugar donde se insertan los hogares de protección para el
niño/a que está por nacer con progenitora en conflicto con su maternidad tienen
una comuna de funcionamiento definida, ésta es independiente del lugar de
residencia de las madres pudiendo recibir mujeres y adolescentes de cualquier
comuna o región del país.
Es necesario agregar que la ubicación de estos hogares debe contemplar las
siguientes variables:
•
Ubicación en un territorio o barrio de fácil acceso a la oferta de servicios
comunitarios y para las familias.
•
Accesibilidad a los servicios necesarios para las madres y los/as lactantes
atendidos/as. Para ello, los centros deben considerar factibilidad de
movilización y proximidad para llegar a los diversos servicios requeridos
para la atención integral de las usuarias.
•
Asegurar que formen parte del circuito de la oferta del territorio, vale decir
que exista proximidad y/o fácil acceso para la coordinación con otros
proyectos, que se provean soporte mutuo en función del bienestar del
usuario/a.
Las residencias deben formar parte de los espacios de socialización comunitaria y
favorecer la integración y buena convivencia con el entorno.
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
8.
TIEMPO DE PERMANENCIA:
Respecto a la permanencia de las mujeres y adolescentes en conflicto con su
maternidad, esta se prolongará, durante el tiempo que dure su embarazo y si el
proyecto residencial lo estima pertinente, en consideración al interés superior del
niño/a, la permanencia de la madre y su hijo/a nacido/a podrá extenderse hasta
12 meses, aunque debe tenerse presente el principio de que la residencia está
concebida como una medida de protección de carácter excepcional y
transitoria.
9.
RESULTADOS ESPERADOS
Los resultados esperados, serán evaluados periódicamente mediante la
supervisión técnica semestral y anual, a partir de la cual se emitirán los informes
correspondientes con los logros alcanzados por el proyecto.
•
•
•
•
•
•
10.
Que el 100% de las mujeres embarazadas en conflicto con su maternidad,
ingresadas a la residencia, cuenten con necesidades de provisión cubiertas.
Que el 100% de las mujeres embarazadas en conflicto con su maternidad,
sean evaluadas psicosocialmente enfocándose en sus capacidades
parentales y en su disposición de asumir o no su maternidad al niño que está
por nacer.
Que el 100% de las mujeres embarazadas, en conflicto con su maternidad,
ingresadas a la residencia, participen junto al equipo técnico en la decisión
de proyectar el egreso de su hijo/a, evaluando la mejor alternativa para él o
ella en términos de garantizar la protección de los derechos del niño/a.
Que el 100% de las mujeres que manifiesten su intención de ceder a su hijo/a
en adopción, sean derivadas a profesionales especializados en procesos de
de adopción, para recibir asesoría y acompañamiento en su proceso de
discernimiento, desde el ámbito jurídico y técnico.
Que el 100% de las mujeres embarazadas en conflicto con su maternidad,
ingresadas a la residencia y que manifiesten su intención de asumir al hijo/a
por nacer sean integradas a actividades socioeducativas tendientes a la
capacitación en aspectos cotidianos y propios de la maternidad.
Que el 100% de las mujeres embarazadas en conflicto con su maternidad,
ingresadas a la residencia, accedan y se vinculen con redes de la comunidad,
para utilizarlas en pro de su bienestar presente y futuro así como el de su hijo/a
que está por nacer promoviendo además el empoderamiento de ésta
conforme a sus roles productivos, reproductivos y de gestión comunitaria.
CRITERIOS METODOLÓGICOS
El proyecto residencial dirigido a la atención del niño/a que está por nacer con
progenitora en conflicto con su maternidad como criterio metodológico debe
considerar dos aspectos en la intervención:
Por una parte, debe contemplar un programa calidad de vida que tenga el
objetivo de brindar a las gestantes y a sus hijos/as condiciones adecuadas de
vida, en un ambiente físico y socio-emocional óptimo para su desarrollo.
Durante todo el proceso de intervención se deben considerar las necesidades
y características particulares tanto de la mujer en las etapas de gestación y/o
post parto, como de los recién nacidos/as y lactantes que permanecen en la
residencia.
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
Por otra parte, debe considerar un programa de intervención biopsicosocial, el
que tiene un carácter psicosocial y formativo, centrando su foco de atención en
la progenitora y el niño/a, determinando la situación familiar más beneficiosa
para éste/a. De esta forma, se apoyará integralmente, tanto a las mujeres que
deciden asumir su maternidad, potenciando sus capacidades vinculares y
activando redes sociofamiliares disponibles, como a las mujeres que deciden
entregar a sus hijos/as en adopción, acompañándolas profesionalmente en el
proceso de discernimiento y de cesión del niño/a. En el caso de que se trate de
instituciones no acreditadas para desarrollar el programa general de adopción,
los casos de cesión deberán ser derivados a las Unidades de Adopción regional
pertenecientes al Servicio Nacional de Menores o en su defecto a las instituciones
acreditadas.
En este ámbito se considera además la atención psicosocial a las mujeres y
adolescentes, a los hijos/as, familiares y/o figuras significativas de éstas en caso de
ser necesarias. Como objetivo de la intervención madre e hijo/a y sólo en los
casos en que las madres no hubiesen expresado su intención de ceder al niño/a
en adopción, se deberán implementar intervenciones psicosociales destinadas al
desarrollo de sus potencialidades personales y competencias maternales, que le
permitan asumir a su hijo/a responsablemente y reelaborar un proyecto vital
destinado
a
reinsertarse
educacional,
laboral,
social,
familiar
y/o
comunitariamente junto a su hijo/a. A la vez, se buscará, en la medida de lo
posible, el involucramiento del progenitor del niño/a como persona significativa y
de un adulto responsable como apoyo y complementariedad a los desafíos que
enfrenta la adolescente y madre.
11. CONDICIONES MÍNIMAS DE FUNCIONAMIENTO
La institución debe asegurar las siguientes condiciones mínimas para una óptima
atención de las madres y sus hijos/as:
• Provisión de servicios: Garantizar la cobertura de necesidades básicas en las
madres y sus hijos/as nacidos o por nacer, tales como alimentación balanceada,
acceso a instancias de salud para el control del embarazo, atención del parto y
control de salud infantil, entre otras.
• Confidencialidad, Buen Trato, Asesoría en el proceso de discernimiento y
Respeto por la decisión de Ceder: Garantizar el resguardo y adecuada utilización
de los antecedentes personales proporcionados por las beneficiarias del
proyecto, los cuales sólo serán entregados a las instancias pertinentes. Por otra
parte, es importante garantizar que los/las profesionales y personal de la
residencia otorguen a las madres, un trato respetuoso, comprensivo y digno.
En forma conjunta se debe potenciar la adecuada relación materno-filial y
abordar las situaciones que pudieran generar algún tipo de estrés o variación de
la relación.
Al tratarse de una mujer o adolescente que ha expresado conflictos con asumir el
rol materno deberá ser asesorada y acompañada en su proceso de
discernimiento. Tal como se señaló anteriormente para ello deberá ser derivada a
profesionales especializados en la temática de adopción, ya sea pertenecientes
a las Unidades de Adopción del Servicio Nacional de Menores u Organismos
Acreditados.
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con progenitora en conflicto con su maternidad
En los casos de que se trate de una mujer o adolescente que ha tomado la
decisión de ceder al hijo/a en adopción, los directivos, profesionales y todo
personal de la institución, debe apoyar y aceptar la decisión que la madre libre e
informadamente a tomado, sin realizar comentarios, ni recriminarlas, lo que se
considerará una forma de coerción y/o maltrato que debe ser denunciado.
• Consideración de la salud mental: Garantizar la cobertura de necesidades de
apoyo y contención emocional y social, asegurando que todas las mujeres
cuenten con un plan de intervención integral que incluya al progenitor cuando
sea apropiado y al niño/a una vez nacido, que le permita acceder a una
atención psicoterapéutica cuando ésta sea recomendable para el bienestar
emocional de la embarazada, la madre y del hijo/a.
• Reintegración: Promover, en lo posible, la interacción positiva entre la madre –
hijo/a durante el proceso prenatal y posterior al nacimiento, a objeto de
potenciar los vínculos entre ellos y facilitar el proceso de reinserción familiar y
social de ambos, siempre y cuando ésta sea la mejor alternativa de vida para el
niño/a y se ajuste a la decisión de la madre y siempre que la madre participe de
manera voluntaria a este proceso.
• Acceso a la integración y participación: Potenciar el desarrollo de una
residencia abierta a la comunidad, que promueva en las mujeres y adolescentes
en conflicto con su maternidad, el desarrollo de su autonomía, la responsabilidad
y el acceso a las redes sociales de apoyo, a través del contacto de éstas con el
medio social y comunitario.
12.
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO GENERAL DE TRABAJO
- Respecto a la Intervención Biopsicosocial
1. Ingreso
Al ingresar al programa residencial, la mujer o joven embarazada, deberá ser
proveída de los elementos fundamentales para la satisfacción de sus
necesidades básicas en consideración a su estado de embarazo, tales como la
asignación de un dormitorio, ropa de cama, vestuario, alimentación equilibrada,
elementos de aseo, entre otros. Será preocupación de los encargados de la
residencia, el facilitar y apoyar su proceso de integración frente a su grupo de
pares, con el que le corresponderá convivir, considerando para esto, aspectos
tales como ofrecer una bienvenida y su presentación al resto de las mujeres que
participan del proyecto, en un ambiente cálido y acogedor.
La madre debe estar informada, que su ingreso al programa residencial, la
involucra en una serie de responsabilidades que debe asumir tanto en su
autocuidado como en la protección del niño/a que está por nacer, así como su
participación activa en los procesos de intervención psicosocial de la que será
protagonista. Congruente con lo anterior se le darán a conocer las normas de
convivencia y rutinas de la residencia y deberá estar informada que su
incorporación al establecimiento, involucra la participación en el Programa
Madre - Hijo, que tiene como finalidad resolver el conflicto respecto al ejercicio
de la maternidad, lo que puede derivar en el apoyo para asumir la crianza o
13
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
bien en la búsqueda de otras alternativas, como la adopción, que restituyan en el
niño/a, su derecho a vivir en familia.
Es importante evaluar preliminarmente la situación biopsicosocial de la mujer
embarazada, puesto que en casos que se detecten factores de alto riesgo que
pongan en peligro la integridad física y mental tanto de la progenitora como del
niño/a se deben tomar medidas de protección inmediatas, ya sea desde el
mismo establecimiento o a través de derivaciones a proyectos más
especializados. De esta forma, las adolescentes, las mujeres consumidoras de
alcohol o drogas, las víctimas de violencia física o sexual, deben ser acogidas y
protegidas oportunamente.
2. Evaluación Diagnóstica
En esta fase, se establece el primer contacto con la mujer o adolescente que
enfrenta un conflicto con su maternidad, instancia en la que los profesionales de
la residencia deben realizar un diagnóstico psico social inicial de la futura madre,
que de cuenta de los factores motivacionales y sociales que están a la base de
su solicitud de ingreso, si se trata de una demanda espontánea. Esta evaluación
debe ser luego complementada mediante entrevistas o aplicación de técnicas
de evaluación social y psicológica que permita tener un perfil de la madre, su
problemática de base, sus recursos familiares y de pareja, su red de apoyo y
concluir respecto a las habilidades y capacidades parentales que posean que les
permita enfrentar el actual embarazo. El plazo máximo para la realización de la
evaluación diagnóstica es de 15 días hábiles contados desde el ingreso de la
madre en conflicto al programa.
En este aspecto cabe señalar que las residencias responden a la necesidad de
protección y apoyo a las mujeres y adolescentes que presentan conflicto con su
embarazo. Ante la presencia de una red de contención familiar, es obligación
del equipo profesional de la residencia primero evaluar la motivación y los reales
recursos que esta red familiar presenta y trabajar en intervención de ser ello
posible, considerándola siempre como un recurso coadyuvante al rol materno y
no como un elemento que sustituya a la mujer en su rol de madre.
Esa situación cobra especial relevancia en las adolescentes embarazadas tanto
para decidir su ingreso como para planificar un plan de intervención, tendiente a
potenciar estos recursos y empoderarla en que sea ella quien cumpla el rol de
madre frente a su hijo.
Por lo tanto, este diagnóstico inicial determinará la pertinencia y conveniencia
del ingreso de la mujer o joven a la residencia.
Si se trata de adolescentes ingresadas por vía judicial y con causa de protección
vigente, el equipo profesional deberá informar trimestralmente al Tribunal de
Familia respectivo, mediante la evacuación de informes sociales y psicológicos,
acerca de los avances y/o retrocesos de la intervención y su proyección futura.
3.
Plan de Intervención Individual
De acuerdo a la evaluación efectuada el equipo psicosocial se deberá elaborar
un Plan de Intervención Individual dirigido a la díada Madre – Hijo/a, el cual
debe abordar su problemática desde un punto de vista social, psicológico,
educativo y de trabajo con la red comunitaria.
14
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
El plazo para la realización del Plan de Intervención Individual no debe exceder
los 15 días hábiles desde el ingreso de la mujer a la Residencia. Éste debe ser
elaborado en conjunto con la mujer, su familia y/o progenitor del hijo/a, si se
encuentra presente. Debe incorporar objetivos, plazos y un programa de
actividades, acorde a las características, necesidades y requerimientos de cada
sujeto de atención.
En la carpeta individual de cada mujer se debe consignar la evaluación mensual
del Plan, que permita flexibilizarlo.
De tratarse de ingreso solicitado por los Tribunales de Familia, se debe remitir
trimestralmente un informe de avance o retroceso del Plan de Intervención
Individual ejecutado.
El Plan de Intervención Individual, debe abordar aspectos centrales tales como:
•
Embarazo y vínculo afectivo hacia el hijo/a. Muchas mujeres viven el
embarazo con fuertes sentimientos de rechazo y ambivalencia, por lo que es
necesario que los profesionales de la residencia puedan acoger y contener a
las madres de manera que puedan vivir este período sin enjuiciamientos ni
presiones de ningún tipo. Como se ha mencionado anteriormente, el
embarazo es un período de alta sensibilidad, donde se pueden realizar
intervenciones preventivas que fomenten el desarrollo de un vínculo afectivo
hacia el niño/a que se espera, pero es importante que los profesionales y
personal que interviene con las madres, acepten la decisión de la madre de
no participar en intervenciones y/o actividades que fomenten este vínculo y
respetar su decisión en el caso de que ésta decida entregar a este hijo/a en
adopción.
•
Fomentar el desarrollo de competencias parentales: Es necesario trabajar
junto a la mujer y adolescente, para que pueda ejercer sus funciones de
crianza en forma competente, activa y efectiva, dado que los cuidados que
reciba el niño/a como la calidad de la relación que establece con éste/a son
determinantes para su desarrollo inmediato y futuro. Para esto, el programa
debe contar con una intervención individual que le permita a las mujeres que
se sienta interesadas en participar, reflexionar acerca de si mismas, de sus
responsabilidades y funciones como madres y por otro lado participar de
talleres grupales, en los cuales se les entreguen herramientas atingentes para
criar y educar a sus hijos de acuerdo a las necesidades y características de
éstos/as.
•
Adopción. Cuando la madre no presenta la motivación ni el deseo de asumir
íntegra y responsablemente el cuidado de su hijo/a, o se detectan
incompetencias que ponen en riesgo al niño/a se debe explorar la existencia
de otros adultos en la red familiar disponibles e idóneos para acoger y cuidar
al niño/a. Sin embargo, cuando no existen estas posibilidades se debe pensar
en otras alternativas que garanticen el desarrollo sano del niño/a, como es la
adopción. Así, cuando la adopción se constituye en una posibilidad real, se
debe realizar un proceso de acompañamiento psicosocial que le permita a la
madre tomar la decisión y enfrentar el duelo que implica esta determinación.
•
Proyecto de vida personal. Uno de los aspectos que más se impacta con el
embarazo en este grupo de mujeres y jóvenes, es el proyecto de vida
15
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
personal, sobretodo en las adolescentes, quienes muchas veces interrumpen
su escolaridad. En este sentido, los estudios señalan que las adolescentes
embarazadas de todos los niveles socioeconómicos tienen menos estudios
que sus grupos de referencia. Se debe tomar en cuenta que se trata de
mujeres que visualizan sus proyectos de vida en forma estrecha y limitada, por
lo que se les debe ayudar a ampliar sus posibilidades y a buscar
compatibilidad entre el ejercicio de la maternidad con sus propios proyectos,
ya sea personales, laborales, de pareja, entre otros. En el caso de las
embarazadas adolescentes, la información y las decisiones, deben ser
compartidas con la familia de origen u otros adultos responsables, puesto que
son menores de edad.
•
Intervención educativa con la mujer embarazada
Esta intervención puede converger con la atención psicosocial, sin embargo, se
debe considerar la necesidad de realizar acciones educativas con las madres
que les permita:
-
Desarrollar una conducta y hábitos de auto-cuidado que favorezcan el
desarrollo positivo de sus embarazos. Para esto será necesario que se les
eduque acerca de los cambios experimentados durante este proceso y la
importancia de los cuidados físicos y emocionales para el desarrollo del feto.
Así, es importante motivarlas a realizar los controles del embarazo, no ingerir
tabaco y alcohol, llevar una alimentación sana y equilibrada, realizar
actividades físicas u otras que les permita ocupar positivamente el tiempo
libre.
-
Educar en torno a las necesidades y características de los niños/as en las
distintas etapas del ciclo vital, conocimientos que les serán útiles como
herramientas para ejercer la crianza en mejores condiciones.
-
Realizar una intervención que les permita comprender la importancia de
establecer vínculos de apego seguro para la salud y desarrollo de sus hijos/as.
-
Realizar intervenciones educativas para las mujeres que deciden asumir su
maternidad o que requieren más tiempo para optar por otra alternativa, sobre
temáticas y problemáticas propias de la crianza.
-
Promover en las mujeres el desarrollo de la autonomía, responsabilidad y de
una vida normalizadora a través de la utilización de redes locales y del
contacto de las futuras madres con el medio social comunitario. Se
consideran relevantes las articulaciones institucionales con instancias de
salud, educación y recreación, u otras instancias de la red local que
favorezcan en las mujeres embarazadas, una vida normalizadora a nivel de la
comunidad, respondiendo de esta manera a sus diversas necesidades. Es
conveniente que la residencia desarrolle redes de trabajo con Hospitales,
Consultorios Municipales, Municipios u otros organismos de la comunidad,
conforme a sus requerimientos.
16
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
4.- Programa Calidad de Vida
- Atención a las necesidades de las mujeres embarazadas en conflicto con su
maternidad
Considerando lo anteriormente señalado, las mujeres que permanecen internas
en el programa residencial, se constituyen en un grupo de riesgo que requiere de
apoyo y protección integral, puesto que a la etapa crítica del embarazo se suma
la ausencia del deseo por el hijo/a que esperan, la falta de redes de apoyo para
enfrentar este proceso y la crianza posterior, historias vinculares deficitarias, la
adolescencia en muchos de los casos, todo lo cual puede tener un efecto
significativamente negativo en el niño o niña en gestación.
Por esto, el programa debe proporcionar un ambiente y condiciones
biopsicosociales que garanticen la salud y bienestar de la madre y que
favorezcan el desarrollo de los niños/as por nacer y de los lactantes que
eventualmente permanecerán por un período en la residencia.
Lo anterior no sólo se restringe a la satisfacción de necesidades básicas de
alimentación, higiene y controles de salud regulares, sino también con atender y
responder a las demandas emocionales que pueden presentar las mujeres y
adolescentes que cursan sus embarazos bajo estas difíciles condiciones. Por lo
tanto es altamente significativo atender al empoderamiento de estas mujeres
particularmente cuando corresponden a jefas de hogar o adolescentes
priorizando los siguientes aspectos del proyecto vital :
•
•
•
•
•
•
sentido de seguridad y visión de futuro
capacidad de ganarse la vida
capacidad de actuar eficazmente en la esfera pública
mayor poder en el proceso de toma de decisiones en el hogar
participación en grupos no familiares y uso de grupos de solidaridad como
recursos de información y apoyo
movilidad y visibilidad en la comunidad
Cuidados prenatales básicos
- Nutrición y Alimentación:
La alimentación durante el embarazo es fundamental para un desarrollo y
crecimiento físico y cerebral saludable del niño/a. La dieta de la mujer
embarazada debe ser equilibrada, balanceada y acorde a sus requerimientos
individuales, que le permita obtener los nutrientes necesarios para que su
organismo pueda sostener el embarazo, el parto y posteriormente la lactancia, sin
que esto ponga en riesgo su salud.
Por ello, las residencias que atienden a mujeres embarazadas deben contar con
horas profesionales del profesional Nutricionista para la elaboración de las
Minutas de Alimentación semanales las que deben incluir dietas personalizadas
para cada madre atendida. En el caso de no contar con horas profesionales de
Nutricionista, se debe coordinar esta asesoría con la red comunitaria de salud.
17
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
- Controles médicos y exámenes prenatales frecuentes
Los proyectos residenciales que atienden a las mujeres embarazadas, deben
asegurar la atención médica y la realización de los controles y exámenes
prenatales más frecuentes que permitan monitorear el desarrollo del niño/a y
detectar cualquier complicación durante la gestación que pueda poner en
riesgo la salud o la vida tanto del niño/a como de la progenitora. De esta
manera, las residencias deben proporcionar los controles, exámenes y
tratamientos cuando sean necesarios, a través de las gestiones y coordinaciones
pertinentes con los Centros de Salud.
Los controles prenatales se realizan mensualmente hasta el sexto mes de
embarazo; luego cada tres o dos semanas y en el último mes cada siete días. En
cada uno de éstos, el medico controla el peso, la presión arterial, escucha los
latidos del corazón del feto y mide el crecimiento del útero. También se revisan los
antecedentes clínicos de la familia (diabetes, hipertensión, alergias, problemas
genéticos, etc.) y se construye la historia clínica individual junto a la realización de
los exámenes pertinentes lo cual permite controlar las variables que pueden
afectar de alguna forma el desarrollo del embarazo.
Es importante que las beneficiarias de estos proyectos, puedan acceder a los
exámenes de rigor existentes en Chile para las mujeres embarazadas, tales como
los exámenes de sangre y orina. Estos permiten constatar no sólo el grupo
sanguíneo y el factor RH sino también, la existencia de enfermedades tales como
la diabetes, sífilis o la presencia de anemia e infecciones urinarias. En los últimos
años también se ha incorporado la detección de VIH (Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida) en todos los centros hospitalarios.
Asimismo, estas residencias, deben gestionar la realización de ecografías de
rutina y las especiales cuando sea necesario. Cuando el embarazo evoluciona
normalmente, se realizan trimestralmente, para controlar la edad gestacional, el
crecimiento del feto y la placenta como también son muy útiles para descartar
malformaciones en el nonato.
Respecto a las adolescentes embarazadas, se debe tener presente que son un
grupo de mayor riesgo, por lo que el control médico y el apoyo psicológico debe
ser acucioso y permanente.
Cuando los niños y niñas ya nacidos/as, permanecen en las residencias, deben
gozar de un contexto integral de cuidados. Además de recibir los controles
pediátricos regulares, las vacunas, exámenes y tratamientos indicados, es preciso
fomentar condiciones de estimulación cognitiva y emocional donde participen
las madres, padres u otros familiares, cuando este recurso está presente.
Para el cumplimiento de estos objetivos, los profesionales de la Residencia, deben
realizar un trabajo de coordinación con los Centros de Salud para la atención de
las mujeres y/o de sus hijos/as.
- Salud física y mental de la mujer embarazada
Tomando en cuenta la permeabilidad del período prenatal y las difíciles
situaciones por las que atraviesan las mujeres que se incorporan a estos
proyectos, es importante fomentar un clima de cuidado físico, social y emocional
positivo, en el cual se puedan sentir acogidas, protegidas y tranquilas.
18
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
En este sentido, es importante que además de los cuidados y controles médicos,
se considere la realización de actividades que fomenten la salud mental de las
madres que se encuentran en los establecimientos.
Actualmente se sabe que el feto está íntimamente conectado a la madre tanto
física como emocionalmente. La mujer no sólo le transmite lo que ingiere, sino
también emociones y sentimientos, así las situaciones de estrés alto y mantenido,
son dañinas tanto para la madre como para el hijo/a.
Sin embargo, como ambos comparten endorfinas, sustancias químicas que
producen la sensación de bienestar, el feto también puede beneficiarse de las
experiencias y emociones positivas que vive su progenitora. Por eso es tan
importante que la mujer pueda sentirse tranquila y relajada.
Las actividades de relajación, meditación, imaginería, manualidades y otras,
pueden ser instancias positivas para la salud mental de las mujeres y adolescentes
embarazadas.
Considerando la situación difícil por la que están pasando este grupo de mujeres,
los profesionales y personal de las residencias deben configurarse como una red
de apoyo, afecto, comprensión y cuidado, que compense la ausencia del
soporte familiar, siendo importante, asumir una actitud de prudencia, evitando
juicios y sanciones morales.
-
Consideraciones para el momento del parto
El parto es un evento muy importante para toda mujer. Si bien no reviste mayores
complejidades pues se trata de un proceso normal, los profesionales que
acompañan a la mujer deben estar atentos ante la emergencia de cualquier
complicación.
Sin embargo, este grupo de mujeres y adolescentes mayoritariamente carentes
de una red de apoyo y contención familiar, lo viven con sentimientos de mucha
ansiedad, temor y angustia. Por esto, es necesario además de la preparación, el
acompañamiento, puesto que el parto puede transformarse para muchas de
ellas en un momento de desorganización e inestabilidad emocional, producto de
la situación en que han vivido el embarazo.
Es preciso que exista una coherencia entre los equipos profesionales que
atienden a estas mujeres, en el sentido de establecer coordinaciones con el
personal de los consultorios y hospitales para generar un contexto de Buen Trato.
Se trata fundamentalmente de respetar a la mujer que se encuentra en estas
condiciones, garantizándole el derecho a recibir atención y un trato médico de
calidad. Son varios los relatos de mujeres que señalan haber sido maltratadas y
castigadas por el personal de los hospitales cuando toman la decisión de
entregar a sus hijos en adopción o cuando surgen actitudes de ambivalencia o
rechazo hacia el recién nacido/a.
Los equipos que se desempeñan en las residencias tienen la responsabilidad de
realizar una labor de sensibilización y de educación a los profesionales de la
salud, que les permita comprender los conflictos emocionales y las problemáticas
sociofamiliares que presentan estas mujeres y que las dejan en una condición de
mayor vulnerabilidad.
19
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
•
Intervención psicosocial con la madre y/o el niño/a
El equipo profesional de la Residencia debe realizar una planificación semanal
y/o mensual de las actividades o rutinas las que deben quedar por escrito en la
carpeta individual de las madres. En ella se deben incorporar actividades
grupales e individuales diarias de recreación, intervención psicosocial,
educacional y/o de formación. Se debe además registrar la conducta,
participación y estados de ánimo de las madres entre otras.
Cuando las madres deben permanecer en la residencia con sus hijos/as durante
un periodo de tiempo determinado, por requerimientos propios de la
intervención, se deben adoptar medidas de cuidado y protección que
favorezcan el desarrollo sano e integral de éstos. De esta manera los recién
nacidos, deben ingresar con sus antecedentes médicos completos y certificado
de nacimiento.
Todo niño/a nacido debe contar con identificación civil, de no ser así, el equipo
profesional debe realizar las gestiones necesarias para su inscripción. Los niños/as
extranjeros también deben ser identificados, realizando las acciones pertinentes
en el consulado cuando esto sea necesario.
Se debe llenar una ficha de ingreso junto a la madre que recoja antecedentes de
salud, familiares y de desarrollo, los que deben ser adjuntados en una carpeta
individual, en la que se irá incorporando las otras intervenciones y evaluaciones
que se realicen con el niño/a. En términos generales, cada carpeta debe
contener:
En relación a la madre:
-
Certificado de nacimiento
Informes de derivación u otros realizados por terceros
Certificado de salud
Exámenes médicos habituales y específicos
Evaluaciones psicológicas y sociales realizadas por la institución
En relación al niño/a:
-
Anamnesis
Certificado de nacimiento
Cuadro de vacunas, indicando las fecha de administración.
Cuadro de control de niño sano del consultorio
Exámenes médicos habituales y específicos
Evaluaciones de Desarrollo Psicomotor y las indicaciones o sugerencias para
intervenciones, cuando sea necesario.
La residencia debe asegurar condiciones adecuadas para la permanencia del
niño o niña como el acceso a controles médicos, alimentación adecuada a los
requerimientos nutricionales de cada etapa del desarrollo y contar con cunas
individuales, ropa de cama y vestuario para los niños/as.
La intervención con el niño/a debe considerar la realización de acciones
centrales tales como:
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Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
• Evaluación de Desarrollo Psicomotor
El desarrollo psicomotor en el niño y niña, es la manifestación externa de la
maduración del Sistema Nervioso Central (SNC) y corresponde a un proceso
continuo, a lo largo del cual va adquiriendo en forma progresiva las habilidades
que le permitirán una plena interacción con su entorno.
Se han elaborado pruebas objetivas de evaluación del desarrollo psicomotor,
considerando cuatro áreas: motricidad gruesa, motricidad fina, maduración
social y emocional y maduración del área cognitiva y lenguaje. Estas pruebas
son, entre otras: el Test de Denver (USA) y la Escala de Evaluación del Desarrollo
Psicomotor (EEDP) de Soledad Rodríguez y colaboradores, Chile, ampliamente
utilizado en nuestro país.
El recién nacido tiene en sus genes toda la información necesaria para dirigir su
desarrollo, pero el proceso es largo y delicado, y para que llegue a buen término,
no sólo es preciso que todos los órganos y estructuras implicados funcionen
correctamente, sino que también deben recibir la estimulación sensorial oportuna
y adecuadamente. La detección precoz de un retraso en el desarrollo
psicomotor cobra entonces una enorme importancia; por eso conviene que,
además del control que hace el pediatra periódicamente, los padres o adultos a
cargo de los niños/as conozcan el calendario de progresos normales de éstos/as.
Los factores que frenan el desarrollo psicomotor son aquellas condiciones que
pueden producir un daño neuronal irreversible como son: una hipoxia mantenida,
la hipoglicemia y las infecciones o traumatismos del SNC.
Existen además ciertas condiciones congénitas o adquiridas durante la gestación,
o posterior al parto que pueden alterar el desarrollo del niño/a. Otros factores son,
la ausencia de un vinculo madre/padre –hijo/a adecuado y la falta de
estimulación temprana.
Se estima conveniente que además de la evaluación del desarrollo psicomotor,
se realice una intervención educativa personalizada y dirigida a las mujeres de la
residencia, en la cual se les enseñe sobre la manera en cómo estimular las
distintas áreas del desarrollo, registrando los progresos y las logros, como también
entregar las recomendaciones pertinentes, a través de tareas y ejercicios
concretos con los que puedan apoyar a sus hijos/as.
•
Estimulación Temprana
Se trata de fomentar el desarrollo cognitivo y socio-emocional de los niños/as a
través de la estimulación de diversas funciones y canales sensoriales, a partir de
diversas experiencias intencionadas y adecuadas a la edad de los niños/as. Así,
actividades cotidianas como el cantar, jugar, bañar, mudar, alimentar, pueden
transformarse en oportunidades para el encuentro afectivo y la estimulación
integral, todo lo cual fortalece la salud física y mental de éstos/as. En niños/as
sometidos/as a situaciones de alto estrés se ha observado el efecto positivo de la
estimulación en el progreso de las habilidades intelectuales y cognitivas, lo que
resulta significativo, considerando el contexto de adversidad en que han nacido
estos niños/as.
En lo posible se debe estimular la lactancia materna, brindando las mejores
condiciones para ello.
21
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
•
Hábitos de sueño
Esto tiene relación con mantener rutinas flexibles y condiciones ambientales
adecuadas que aseguren una cantidad de horas ordenadas de sueño y
descanso para los niños/as. En esto también es importante revisar las estrategias
utilizadas por las mujeres y por sus propios hijos/as para conciliar el sueño.
•
Hábitos de alimentación
Este aspecto incluye tanto el tipo y calidad de alimentación que necesitan los
niños y niñas en sus diferentes edades y la forma de entregar el alimento.
5.- Egreso
Etapa donde se evalúa el proceso de intervención realizado con la madre y que
culmina con una propuesta conjunta de egreso. Si la alternativa de salida del
programa es que la mujer egrese junto a su hijo/a, se debe garantizar con
seguridad que ella, el padre u otros adultos del grupo familiar proporcionarán
protección y cuidado integral al niño/a, con el apoyo de redes institucionales y
comunitarias si es necesario.
Si la mujer egresa sin su hijo/a porque ha manifestado su voluntad de cederlo en
adopción, la residencia se coordinará con las instancias especializadas para dar
inicio, al proceso de susceptibilidad de adopción. Por otra parte, las
coordinaciones deben contemplar la derivación del niño/a a una residencia
transitoria, acorde a sus características y necesidades hasta que pueda ser
integrado a una familia adoptiva.
6.- Seguimiento
Se realizará un seguimiento por un período de tres meses, destinado a evaluar la
integración de la mujer y su hijo/a a su red familiar y social, cuando ésta ha
tomado la decisión de asumirlo/a, a través de la observación de los avances o
dificultades que se presenten en este proceso de reinserción, así como evaluar el
contexto socio-familiar en aspectos de cuidado, seguridad, afecto y protección
del niño/a, prestando asesoría, cuando se estime necesario. De constatarse
alguna situación de riesgo. En aquellos casos en que los resultados del
seguimiento, den cuenta de situaciones de vulneración de derechos, se deben
tomar las acciones pertinentes que permitan informar a instancias como
tribunales o red proteccional de Sename, que permita detener dicha vulneración.
7.- Aspectos residenciales básicos
La infraestructura de las residencias debe contener espacios físicos que
respondan a las distintas necesidades y demandas de este grupo de mujeres.
Así, se debe considerar la habilitación de dormitorios con camas individuales y
con cunas cuando sea necesario mantener a las madres con sus hijos/as, cada
una de éstas con ropa limpia y en buen estado.
Los dormitorios deben ser lugares aseados, ordenados y ventilados que permitan
el descanso, puesto que es un aspecto importante durante el período de
embarazo.
22
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
Por otra parte, las mujeres deben contar con servicios higiénicos apropiados,
limpios y con agua caliente que les permita realizar diariamente su aseo personal
como el de sus hijos/as cuando corresponda. Deben estar disponibles
constantemente elementos necesarios para su higiene como jabón, shampoo,
toallas, pañales desechables, entre otros. También es importante, que las mujeres
cuenten con ropa limpia y adecuada a los cambios corporales que van
experimentando durante el embarazo.
Las residencias deben contar con lugares comunes, cómodos y agradables, tales
como comedor, sala de televisión, y espacios que permitan realizar actividades
recreativas o sociales (gimnasia, talleres, recepción de visitas, etc.).
Como la alimentación de la mujer embarazada es un aspecto fundamental para
el desarrollo del niño/a, la higiene en la manipulación de alimentos debe ser un
aspecto a controlar constantemente.
La alimentación de las madres debe ser administrada en horarios determinados y
en un espacio físico adecuado. La cocina debe estar en adecuadas condiciones
de higiene, contando con un área sucia y limpia de manera separada. Las
dependencias deben habilitar e implementar una bodega o lugar de
almacenaje diferenciándolos entre alimentos frescos y no perecibles.
En el caso de requerir la preparación de más de 80 mamaderas diarias, el
establecimiento debe contar con la existencia de un Servicio de Lácteos (SEDILE).
El recinto en el cual se desarrolle el Programa debe contar con condiciones de
seguridad con un Plan de emergencia vigente, infraestructura y condiciones
ambientales adecuadas así como un mobiliario acorde a las necesidades de las
mujeres atendidas.
13.
RECURSOS HUMANOS
Es indispensable que el personal sea seleccionado en un proceso que permita
asegurar su idoneidad. En términos generales, las personas elegidas para un
cargo, deberán acreditar logros curriculares y un manejo adecuado de las
relaciones interpersonales y de trabajo en equipo. De igual manera resulta
deseable que al menos alguno/a de ellos/as, cuente con una formación en la
temática de género, ya sea la adquirida a través de la experiencia, como la
aprendida en seminarios y/ o cursos en los que haya participado.
El equipo básico de este tipo de residencia debe estar conformado por:
Director/a de la residencia
De preferencia, profesional de las ciencias sociales y con experiencia en trabajo
con infancia, en dirección y administración de recursos humanos y materiales,
con habilidades para la resolución de conflictos e intervenciones en situaciones
de crisis, con capacidad de liderazgo y trabajo en equipo.
Profesionales
La Residencia debe contar con una dupla psicosocial, conformada por un/a
profesional Psicólogo/a y un/a profesional Asistente Social, ambos con media
23
Bases Técnicas. Modalidad Residencias de Protección para el niño/a que está por nacer
con progenitora en conflicto con su maternidad
jornada como mínimo. Es deseable que estos profesionales tengan experiencia en
primera infancia y familia, así como una alto compromiso con el trabajo.
Educadoras de trato directo
Para el adecuado funcionamiento del hogar, éste debe contar con a lo menos 2
Educadoras de Trato Directo en jornada completa. De preferencia estas ETD,
deben tener experiencia en el cuidado de lactantes, poseer capacidad para el
trabajo en equipo y habilidad para la resolución de conflictos en situaciones de
crisis. Deben además contar con una adecuada relación con figuras de
autoridad, estabilidad emocional y satisfactorio control de impulsos. El
educador/a debe tener una escolaridad mínima de enseñanza media completa.
Manipuladora de alimentos
El Hogar debe disponer de un/a Manipulador/a de Alimentos en jornada
completa cómo mínimo. Este debe poseer estudios básicos completos como
requisito mínimo y conocimiento de manipulación de alimentos, con experiencia
y motivación para trabajar en la atención de mujeres embarazadas y lactantes.
14.
RECURSOS MATERIALES MÍNIMOS
Respecto de la infraestructura
•
•
•
•
•
•
La infraestructura debe garantizar la habilitación de dependencias para el
uso exclusivo de las mujeres embarazadas y eventualmente de éstas con sus
hijos/as ya nacidos/as si fuera necesario.
Se deben garantizar las condiciones de seguridad y protección de las mujeres
embarazadas, que minimicen el riesgo de accidentes.
La residencia debe reunir además, condiciones de salubridad, ventilación,
iluminación, calefacción y equipamiento, las que deben ser constatadas por
instancias especializadas y avaladas por el informe técnico pertinente.
Deberá contar con un número de habitaciones y baños, pertinentes a la
cobertura del proyecto.
Número de oficinas o salas adecuados para la atención.
Condiciones de seguridad para el personal y público, tales como salidas de
emergencia, certificaciones de instalaciones eléctricas, extintores y
procedimientos frente a situaciones de contingencia conforme a normativa
vigente.
Respecto del Equipamiento
• Se requerirá como mínimo un computador con las siguientes condiciones:
procesador Pentium IV 2.8 MGS o equivalentes, disco duro no inferior a 20 GB,
memoria mínimo 512 MB RAM u otro, unidades lecto – grabador (opciones de
multimedia son necesarias por las características de software actual),
impresora, tarjeta fax-módem, conexión con Internet que permita correo
electrónico. Sistema operativo Windows 2000 o superior, programas Office 2000
o superior con Access incluido. Navegador Internet Explorer 6.0 o superior. Un
ADSL mínima de 512. Teléfono, fax y correo electrónico.
24
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