el arte barroco la arquitectura barroca - ALEJANDRO-SOCIALES-II

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EL ARTE BARROCO
LA ARQUITECTURA BARROCA
1. CRONOLOGÍA, COORDENADAS HISTÓRICAS Y CARACTERÍSTICAS
GENERALES DEL BARROCO
- El Barroco (del portugués "barrucca", tanto perla irregular como mal gusto) es el
período del arte comprendido entre los años 1600 y 1780.
- Nacido en Roma a partir de las formas del “Cinquecento” renacentista, pronto se
diversificó en varios estilos paralelos, conforme lo iba adoptando y adaptando a su
propia idiosincrasia cada país europeo.
- Uno de los rasgos esenciales de este amplio período artístico es que durante su apogeo
las artes plásticas lograron una integración total: la arquitectura es monumental, con
fachadas pletóricas de mármoles y estucos, caracterizadas por la proyección
tridimensional de planos cóncavos y convexos, que sirvieron de marco teatral ideal a las
apoteósicas pinturas de las bóvedas y los cuadros y a las dramáticas esculturas de
mármol blanco que decoraban sus interiores.
- Pero se caracterizó principalmente por la colosalidad de las dimensiones, la opulencia
de las formas y la excesiva decoración. Es el estilo de la grandilocuencia y la
exageración.
- El por qué de estas peculiaridades lo encontramos en el hecho de que el Barroco fue
una especie de expresión propagandística, el absolutismo monárquico y la Iglesia de la
Contrarreforma lo utilizaron como manifestación de su grandeza, mostrando mediante
el arte que en ellos está la "Verdad" y el "Poder".
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ARQUITECTURA BARROCA
- En la arquitectura barroca, los conceptos de volumen y simetría vigentes en el
renacimiento son reemplazados por el dinamismo y la teatralidad. El producto de este
nuevo modo de diseñar los espacios es una edificación de proporciones ciclópeas en la
que, más que la exactitud de la geometría, prima la superposición de planos y
volúmenes, un recurso tendente a lograr diferentes efectos ópticos y contrastes
cromáticos y lumínicos, tanto en las fachadas como en el diseño de los interiores. Hay
que añadir, además, el interés por el movimiento, el papel destacado de la decoración,
etc.
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- Las proporciones antropomórficas de las columnas renacentistas se vieron duplicadas,
orden gigante, para poder recorrer ininterrumpidamente las nuevas fachadas de doble
planta, siguiendo los primeros arquitectos barrocos, como Maderno, el modelo de la
fachada de la Iglesia del Gesú de Roma, de Giacomo della Porta.
- A partir de 1630, comienzan a proliferar las plantas elípticas y ovaladas de menores
dimensiones, lo que pronto se convertiría en uno de los rasgos arquitectónicos típicos
del barroco. Son las iglesias de Bernini y Borromini, en las que las formas redondeadas
reemplazaron a las anguladas, y los muros parecen curvarse de adentro hacia afuera y
viceversa, en sucesión cóncava y convexa, dotando al conjunto de un fuerte dinamismo.
- Con respecto a la arquitectura palaciega, el palacio barroco se halla organizado en tres
plantas y en lugar de concentrarse en un sólo bloque cúbico, como el renacentista,
parece extenderse ilimitadamente, en varias alas, sobre el paisaje, en una repetición
interminable de columnas y ventanas. El más emblemático es el Palacio de Versalles,
del arquitecto francés Mansart.
3. ARQUITECTURA BARROCA EN ITALIA
- El centro de la arquitectura barroca italiana será la ciudad de Roma, donde se producen
grandes trasformaciones urbanas mediante trasformaciones ornamentales, que consisten
en el embellecimiento de la ciudad mediante grandes fachadas, fuentes, arquitecturas
efímeras, etc.
3.1. Carlo Maderno
- Maderno es uno de los más importantes arquitectos del periodo de transición, durante
las primeras décadas del barroco romano, destacando entre sus obras las siguientes:
+ La Iglesia de Santa Susana: Su fachada tipológicamente responde al tipo que
puso de moda la Compañía de Jesús con la de la Iglesia del Gesú de Roma,
realizada por Giacomo della Porta.
+ San Pedro del Vaticano: Prolonga la planta de la cruz griega por la parte de los
pies, llegando así a un compromiso entre el tipo de cruz latina y el de cruz griega
y levanta una gran fachada, baja para así admirar la cúpula de Miguel Ángel,
desarrollándose longitudinalmente y no en altura, pese a la gran monumentalidad
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de sus columnas y pilastras corintias de orden gigante; como remate un frontón
central y ático coronado por estatuas.
3.2. Gian Lorenzo Bernini
- En el Barroco pleno, entre 1630 y 1680, encontramos a los arquitectos más conocidos.
- Bernini se inspira en Miguel Ángel y en la Roma antigua, pero con criterios de
teatralidad, escenográficos y urbanos. Su arquitectura será sencilla, pero de gran
monumentalidad y criterio escenográfico, multiplicando el dinamismo y la decoración.
- Sus principales obras arquitectónicas son:
+ Baldaquino de San Pedro del Vaticano: Manifiesto en bronce de la estética
barroca sobre la tumba del apóstol, de 29 metros de altura, recargado con
abundantes elementos decorativos, tratamiento distinto y rupturista de los
órdenes clásicos, cuatro columnas salomónicas con capitel de orden compuesto
sostienen un entablamento ondulado, coronado por un dosel, decorado con
figuras de ángeles y niños, sobre el que se alzan cuatro volutas que convergen
en el globo terráqueo que sostiene una cruz.
+ Columnata de la Plaza de San Pedro del Vaticano: De planta con dos tramos,
uno trapezoidal y otro ovalado, contribuyendo con su perspectiva a empujar
hacia el fondo la fachada del templo; todo el conjunto está rodeado por cuatro
filas de columnas de orden colosal. La plaza que se forma es concebida como
una gran atrio destinado a la celebración de ceremonias masivas, dotándola de
una gran teatralidad y la escenografía.
+ Iglesia de San Andrés en el Quirinal: De planta elíptica, al igual que la cúpula,
con el eje mayor paralelo a la puerta, en la fachada un pórtico con un
entablamento curvo, convexo, y volutas que sostienen el escudo de la familia
papal.
+ Fuente de los Cuatro Ríos : se encuentra en la Piazza Navona de Roma y se
compone de una base formada de una gran piscina elíptica, coronada en su
centro de una gran mole de mármol, sobre la cual se eleva un obelisco; las
estatuas que componen la fuente son alegorías de los cuatro ríos principales de
La Tierra (Nilo, Ganges, Danubio, Río de la Plata); además árboles y plantas
emergen del agua entre rocas.
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3.3. Francesco Borromini
- Lleva hasta sus últimos extremos el dinamismo en la arquitectura barroca. Fue
precursor de las plantas en elipse, fachadas teatrales, en las que a los elementos
cóncavos, corresponden otros convexos, por ejemplo en la correspondencia entre
fachada y cúpula, etc.
- Sus principales obras arquitectónicas son:
+ Iglesia de San Carlo alle Quatro Fontane en Roma (:): De planta elíptica y
capillas radiales, utiliza el muro curvo con elementos cóncavo-convexos,
cubriendo el conjunto con una cúpula oval. La fachada, muy dinámica, está
dividida en dos cuerpos con columnas y profundas hornacinas con estatuas,
rematada en la parte superior con una balaustrada y un gran medallón oval,
provocando fuertes efectos lumínicos.
+ Iglesia de San Ivo della Sapienza en Roma: Constantes entrantes y salientes,
abriendo a un espacio central poligonal alternativamente tramos cóncavos y
convexos. Destaca la cúpula, también con unos tramos cóncavos y otros
convexos y de enorme sentido ascensional.
+ Oratorio de los Filipenses en Roma: Fachada curva cóncava, excepto en el
centro que sobresale en el primer piso y se rehunde en un profundo nicho en el
segundo, rematando la parte superior con un frontón mixtilíneo.
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3.4. Pietro da Cortona
- Discípulo de Bernini, aunque tiene un lenguaje más sereno. Construye:
+ Iglesia de los santos Lucas y Martina de Roma (:): De planta cruz griega y
alzado muy esbelto, la fachada se curva hacia fuera, relacionándose bien con el
perfil de la cúpula, también convexo.
+ Fachada de Santa María de la Paz en Roma: Destaca su pórtico bajo
columnado semicircular, avanzando hacia el centro de la plaza, por lo que logra
un gran efecto de claroscuro.
3.5. Baldassare Longhena
- Trabaja en Venecia, donde construye:
+ Santa María de la Salud de Venecia (:): Obra maestra de diseño escenográfico,
de planta central con deambulatorio y una amplia cúpula anclada mediante
enormes volutas barrocas a su base octogonal.
+ Palacio Pésaro de Venecia: Sobre el canal, con un basamento con fuerte
almohadillado y abundante decoración en los dos pisos superiores.
3.6. Guarino Guarini
- Es otro de los grandes arquitectos del período. Trabaja, sobre todo, en Turín, donde
realiza obras como:
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+ Palacio Carignano de Turín: El cuerpo principal y las alas laterales forman
una composición ondulante típicamente barroca y de suprema elegancia. Todo el
edificio es de ladrillo cocido, con la decoración tallada a base de estrellas y otros
motivos de acusada personalidad e inventiva.
+ Capilla del Santo Sudario de Turín: Sobre una base circular y cubierta por una
cúpula cónica de base octogonal, compuesta por nervaduras segmentadas que se
traman imitando las labores de cestería.
3.4. Fillippo Juvara
- En el siglo XVIII el Barroco evoluciona en dos direcciones, por un lado se evoluciona
hacia la exuberancia decorativa del Rococó, y por otro existe un retorno a la simplicidad
del siglo XVI, que prepara el Neoclásico. Juvara, cansado de los mayores excesos del
Barroco, es el mejor representante de este último Barroco tardío y sereno, siendo un
auténtico precursor del neoclasicismo. Entre sus obras destacan:
+ Basílica Superga de Turín: De planta central, un octógono irregular cubierto
con un gran cúpula sobre tambor, precedida de un pórtico tetrástilo clásico con
frontón.
+ Fachada del palacio Madama de Turín: Estructura la fachada a partir de un
alto zócalo almohadillado, sobre el un orden colosal e columnas y pilastras
corintias rematándola con una balaustrada con estatuas.
+ Palacio de la Granja de San Ildefonso: en 1735 el arquitecto recibió una
invitación del rey borbón de España, Felipe V, para quien realizo la fachada y
proyectó el nuevo Palacio Real de Madrid, ejecutado después de la muerte de
Juvara por Giovanni Battista Sacchetti.
4. ARQUITECTURA BARROCA EN FRANCIA
- En Francia las artes se pusieron al servicio del sistema político mediante la
organización de las Academias, que controlaban el desarrollo literario y artístico. El
proteccionismo estatal sustituyó al mecenazgo renacentista, lo que fomentó un arte
clasicista en el que domina la monumentalidad y la grandeza, sobre todo en la
construcción de palacios, que se situó a la cabeza de la producción arquitectónica del
Barroco en Francia.
- Palacio de Versalles: El arquitecto Le Vau, al que reemplazó Mansart, el decorador Le
Brun y el diseñador de jardines Le Nôtre convirtieron Versalles en el prototipo de los
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futuros palacios europeos del siglo XVIII, que tendrá su máxima eclosión en Italia y
España con Juvara; al exterior es majestuoso y de relativa pureza clásica, pero en
oposición a esto la suntuosidad de espejos y decorados dominan en el interior.
- Iglesia de los Inválidos de París, de Mansart: A la monumentalidad del conjunto de
Los Inválidos agregó Mansart esta capilla, que representa el triunfo del clasicismo
francés frente al barroco romano; la monumentalidad de los dos cuerpos horizontales es
contrarrestada por la sensación de verticalidad de la elegante cúpula sostenida por doble
tambor.
5. ARQUITECTURA BARROCA EN ESPAÑA
- En España el Barroco coincide con el período cultural que se ha denominado el Siglo
de Oro. Es un período de máximo desarrollo de las letras y las artes, que contrasta con
la profunda y compleja crisis política, social y económica que se vive en España.
- En la arquitectura barroca española se observa una mezcla de ornamentación y
sobriedad, alternándose en un mismo edificio tramos muy barrocos, de abundante y
complicada decoración, con otros paramentos completamente lisos, en los que sobresale
la claridad de los esquemas constructivos. Además, la arquitectura barroca española se
caracteriza por no modificar substancialmente las plantas ni los muros, al contrario de lo
visto en Italia, y por la utilización de materiales pobres, salvo en algunas fachadas
donde sí se utiliza la piedra.
- Distinguimos tres períodos-estilos en la arquitectura barroca española: el primero
abarcaría hasta el segundo tercio del S. XVII, se vivirá todavía la influencia herreriana,
con plantas renacentistas de gran sobriedad decorativa; el segundo periodo abarcaría el
siglo XVII y se prolonga también al XVIII en algunos casos, caracterizándose por el
abandono de la austeridad herreriana y el enriquecimiento de la decoración; el último
periodo, que se desarrolla también a lo largo del siglo XVIII, se caracteriza por reunir
un grupo de construcciones en el que se mezclan las influencias italianas y francesas,
sin ninguna conexión con el estilo del periodo anterior.
5.1. El inicio de la arquitectura barroca en España: Juan Gómez de Mora
- En este arquitecto aún observamos la herencia e influencia de la arquitectura
herreriana, sobre todo en sus primeras obras, donde destaca principalmente la sobriedad
y el clasicismo:
+ Iglesia del Convento de la Encarnación de Madrid: obra sencilla y serena, de
fachada de composición clara, enmarcada por dos pilastras de orden colosal, con
frontón, bolas escurialenses, etc.
+ Palacio de Santa Cruz de Madrid: solamente en piedra la parte central de la
fachada y las ventanas; el panel central es de gran monumentalidad y está
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decorado con elementos clásicos usados ya con un movimiento y un ritmo más
barrocos.
+ La Plaza Mayor de Madrid (:): con su estructura cerrada, rodeada de pórticos
para los tenderos y de balcones para las fiestas, siguiendo el estilo herreriano de
formas austeras, sobrias y geométricas.
+ Obra suya es también el proyecto de la Cárcel de Corte o Casa de la Villa de
Madrid, de parecidas características y modificado con posterioridad.
5.2. La plenitud del barroco castellano
A) Los Churriguera
- José, Joaquín y Alberto de Churriguera fueron una familia de arquitectos barrocos
cuyo apellido se en convertido en sinónimo de la multiplicidad de ornatos y
descoyuntamiento de los elementos arquitectónicos tradicionales (el término
“churrigueresco”).
- Sin embargo estas características plenamente barrocas aparecen solamente en sus
retablos, ya que son más conservadores en sus obras propiamente arquitectónicas, donde
la decoración se concentra exclusivamente en algunas zonas del edificio.
+ Retablo de San Esteban de Salamanca: José Benito de Churriguera emplea en
una estructura arquitectónica aún reconocible con elementos barrocos, como
columnas salomónicas de orden gigante, los perfiles curvados, la ruptura de los
elementos clásicos, etc.
+ Plaza Mayor de Salamanca (:): Ejemplo de la arquitectura de Alberto de
Churriguera, que sigue la traza de la Plaza Mayor de Madrid, de Gómez de
Mora, aunque con una mayor presencia de elementos decorativos.
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B) Pedro de Ribera
- El más importante arquitecto español de todo el barroco por su gran imaginación.
- Centra casi todos los elementos decorativos en sus estrechas fachadas, que contrastan
con la austeridad del resto del muro, utilizando los elementos ornamentales del
vocabulario churrigueresco:
+ Antiguo Hospicio de Madrid: mezcla en la fachada ladrillo y piedra, material
usado para la decoración que enmarca la puerta, lugar donde rompe incluso la
cornisa; la ornamentación es original y alejada de los esquemas clásicos:
estípites, entablamentos curvados, cortinajes pétreos, flores, guirnaldas, lazos,
vanos ovales, etc.
C) Narciso Tomé
- Su obra cumbre, síntesis del ideal de la arquitectura barroca del final del barroco,
donde pretende una integración total de las tres artes plásticas, fue:
+ Transparente de la Catedral de Toledo: situado en la girola, se caracteriza por
su teatralidad y escenografía puramente barrocas, por el acentuado dinamismo
de la composición y por la bicromía de los materiales en los que está realizado,
bronce y mármol.
5.3. Arquitectura barroca en Andalucía
A) Alonso Cano
- Inicia el segundo periodo de la arquitectura barroca española que mencionamos en la
introducción, realiza:
+ Fachada de la Catedral de Granada: Con tres arcos que medio punto, que
cubren el paramento rehundido, formado por dos cuerpos, el inferior con puerta
de arco de medio punto y óculo, y el superior con óculos, utilizando pilastras de
orden gigante y medallones como elementos decorativos.
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B) Leonardo de Figueroa
- Arquitecto cuya obra es una síntesis de lo árabe, el plateresco y el barroco; trabajó
principalmente en Sevilla:
+ Colegio de San Telmo de Sevilla: espléndida fachada barroca en la que destaca
la portada, de desarrollo vertical y realizada en piedra, contrastando con las alas
horizontales y construidas en ladrillo.
+ Iglesia de San Luis de los Franceses de Sevilla: su obra maestra construida a
partir de 1691, presenta la novedad de ser de planta central de cruz griega con
ábsides semicirculares en los ejes, la fachada es de dos cuerpos y esta
profusamente decorada, como un retablo, alternando la piedra y el ladrillo como
materiales de construcción.
C) Francisco Hurtado
- En sus obras funde arquitectura, escultura y pintura, mediante una decoración
desbordante realizada con mármoles de distintos colores, constantes entrantes y
salientes, abundancia de esculturas y motivos decorativos de todo tipo, empleo de
ventanas y tabernáculos en sus composiciones, etc.
+ Sagrario de la Cartuja de Granada: Con una exuberante decoración a base de
líneas curvas y quebradas.
5.4. Arquitectura barroca en Galicia: Fernando Casas Novoa
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- Entre sus obras sobresale la Fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago de
Compostela (:): gigantesco arco de triunfo entre dos torres, del que destacan la
abundancia de elementos curvados, la sensación de ascenso y el empleo de grandes
ventanales como en el estilo gótico.
5.5. Arquitectura palaciega en España
- Durante el barroco se construyeron en España las grandes residencias de los borbones,
encargos que cayeron en manos de arquitectos extranjeros. Estos edificios, Palacio de
Aranjuez (:), Palacio de San Ildefonso en La Granja y Palacio Real de Madrid, son de
estructura más clara y clásica, no apareciendo en ellos el recargamiento ornamental que
hemos visto en otro tipo de obras.
- El Palacio Real de Madrid (:): Juan Bautista Sachetti modificó el proyecto de Juvara
para el Palacio Real de Madrid, comenzado en 1734, reduciendo sus dimensiones y
aumentando su altura, un cuerpo sirve de basamento, en forma de alto zócalo
almohadillado y en el cuerpo principal con dos pisos de ventanas se alternan columnas
y pilastras de orden gigante, coronándose el edificio con una balaustrada. De planta
cuadrada, con salientes en los ángulos, gran patio central y un saliente en la fachada
posterior correspondiente a la capilla.
LA ESCULTURA BARROCA
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2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ESCULTURA BARROCA
- La estatuaria barroca cumplió un papel muy importante en la decoración
arquitectónica tanto interna como externa.
- A diferencia de las equilibradas y axiales esculturas del renacimiento, parecen posarse
vivas sobre la base de piedra, prestas a salir de ella en cualquier momento.
- Los rostros sufren, se esfuerzan, apretando los labios o abriéndolos para gemir, los
músculos se encuentran en tensión y las venas parecen latir bajo la piel, incluso cabellos
y barbas, despeinados, plasman un estado de ánimo.
- El movimiento se convierte en una auténtica obsesión de los escultores barrocos,
captando siempre en plena acción, hacia afuera, mediante composiciones abiertas en las
que ropajes y miembros se proyectan violentamente hacia el exterior, en las que
desaparece la simetría, en las que predominan las líneas sesgadas y los escorzos, en las
que se multiplican los pliegues, los contrastes lumínicos, los puntos de vista, etc.
- Por doquier aparecen ángeles y arcángeles, santos y vírgenes, dioses paganos y héroes
míticos, agitándose en las aguas de las fuentes o asomándose de sus nichos en las
fachadas, cuando no sostienen una viga o están en los altares.
- Los materiales que mejor expresaban estos sentimientos eran el mármol blanco y el
bronce.
3. ESCULTURA BARROCA EN ITALIA: GIAN LORENZO BERNINI
- Bernini fue al Barroco lo que Miguel Ángel al Renacimiento, tanto su arquitectura
como su escultura son las obras más acabadas del arte romano del “seiscientos”; las
esculturas más representativas de este estilo y las que inauguraron el ciclo fueron las de
Bernini, arquitecto y escultor casi exclusivo del Vaticano, del papa Urbano VIII, siendo
su influencia enorme a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
- Sus obras escultóricas se caracterizan por un profundo naturalismo, por la búsqueda de
calidades texturales, casi pictóricas, tanto en pieles como en vestidos u otros elementos,
por emplear escenografías barrocas en sus composiciones, donde es protagonista el
movimiento, los gestos son siempre exaltados y las actitudes teatrales. Ejemplos:
+ El rapto de Proserpina: grupo escultórico que representa a Proserpina siendo
raptada por Plutón; la composición, figura serpentinata, es reminiscencia del
Manierismo y permite una observación simultánea del rapto y de la petición de
Proserpina a su madre de regresar durante seis meses a la Tierra; destacables son
los detalles, Proserpina empuja la cabeza del dios estirando su piel y los dedos
de éste aprietan cruelmente la carne de la diosa.
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+ Apolo y Dafne: Se representa el momento en el que la ninfa se metamorfosea
en laurel, produciéndose una dicotomía entre el movimiento y la quietud, por un
lado, y lo pulido y lo rugoso, por otro.
+ David: Representado en plena acción, con el cuerpo retorcido y el rostro
extremadamente expresivo; continúa la evolución del tratamiento de este tema,
desde Donatello y Miguel Ángel hasta éste de Bernini.
+ Baldaquino de San Pedro del Vaticano: Manifiesto en bronce de la estética
barroca sobre la tumba del apóstol, de 29 metros de altura, recargado con
abundantes elementos decorativos, tratamiento distinto y rupturista de los
órdenes clásicos, cuatro columnas salomónicas con capitel de orden compuesto
sostienen un entablamento ondulado, coronado por un dosel, decorado con
figuras de ángeles y niños, sobre el que se alzan cuatro volutas que convergen
en el globo terráqueo que sostiene una cruz.
+ Cátedra de San Pedro: Termina su decoración interior con esta espectacular
Cátedra, situada en el fondo del ábside y sostenida por estatuas de los Padres de
la Iglesia Católica, como símbolo de la sabiduría y de la autoridad papal; la
paloma simboliza la iluminación divina.
+ Éxtasis de Santa Teresa: Muy efectista y teatral, el pesado cuerpo de la santa
aparece sobre las nubes, algo insólito en escultura, destacando además los
pliegues y ligereza de la túnica; Bernini nos ofrece de nuevo una imagen
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momentánea: el momento en que el ángel levanta el dardo para volverlo a clavar
e insuflar de amor por Dios a Teresa, ; esta escena escultórica se integra en un
gran marco arquitectónico también compuesto por Bernini.
+ Muerte de la Beata Ludovica Albertoni: Este tipo escultórico es repetido en la
representación de esta otra composición, en la que vuelve a plasmar el éxtasis
místico.
+ Mausoleo de Urbano VIII en San Pedro de Roma: En las esculturas funerarias,
Bernini, crea un tipo escultórico que pretende la exaltación del difunto, al que
coloca sobre un podium rodeado de figuras alegóricas de méritos y virtudes.
+ Busto de Constanza Buonarelli: Como retratista su labor es muy abundante,
suele elegir momentos dinámicos y arrogantes en los que expresa la posición
social o el carácter de los modelos. Éste destaca por la mirada penetrante y llena
de vida de la retratada.
+ Fuente de los Cuatro Ríos de la Plaza Navona de Roma: Entre sus obras
urbanísticas sobresalen las fuentes, en ésta la fuente central consta de un
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obelisco egipcio y en cada costado la representación de los ríos más caudalosos,
obra de sus discípulos.
4. ESCULTURA BARROCA EN FRANCIA
- En Francia las artes se pusieron al servicio del sistema político mediante la
organización de las Academias, que controlaban el desarrollo literario y artístico. El
proteccionismo estatal sustituyó al mecenazgo renacentista, lo que fomentó un arte
clasicista en el que domina la monumentalidad y la grandeza.
- La escultura francesa del siglo XVII, al igual que la arquitectura, tuvo por encima de
todo carácter oficial y cortesano, en que prevaleció la exaltación del soberano y de los
grandes artífices de la monarquía francesa. La obra religiosa pasó a un segundo plano y
fue sustituida por retratos, estatuas o monumentos funerarios que perpetuaban la labor
del soberano y las principales personalidades de la Francia del Barroco. Además, la
floreciente arquitectura palaciega demandó de la escultura numerosos encargos para la
decoración interior y de los inmensos parques y jardines que rodeaban los principales
edificios.
- La ortodoxia clasicista promovida desde la Academia tuvo en la obra de François
Girardon a su más directo exponente; sin embargo, a finales de siglo el gusto declinó
hacia el espíritu más barroco de Antoine Coysevox y, sobre todo, de Pierre Puget, que
pese a ser denostado por el Clasicismo dominante en Francia será el más barroco de los
escultores franceses de todos los tiempos; otros, considerados de segunda fila, ayudaron
a engalanar la arquitectura palaciega.
- Sobresalen las siguientes obras:
+ Apolo atendido por las ninfas, de François Girardon: los grandiosos jardines
de Versalles sirvieron de escenario perfecto para el programa alegórico de la
fábula de Apolo; la secuencia que se iniciaba con el nacimiento del dios en el
estanque de Latona culminaba en la Gruta de Tetis con el auxilio de las ninfas;
Girardon esculpió una de las obras cumbres de la escultura francesa, sofisticada
composición en forma abierta y bajo un concepto paisajístico próximo al
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helenismo, lo que resulta evidente en el ademán del Apolo sedente, que denuncia
su relación evidente con la escultura clásica.
+ Retrato de Luis XIV, de Antoine Coysevox: su obra más original y naturalista
son los bustos y retratos, como este de Luis XIV, de honda captación realista,
pudiéndose comparar con los antiguos retratos romanos; aparte destaca la
libertad de movimientos y la aparente improvisación de la composición.
+ Milón de Crotona, de Pierre Puget: a menudo esta obra ha sido comparada
con el David de Bernini; sus anatomía se halla también en tensión incontenible,
organizándose las figuras en una unión casi perfecta, sobre todo la mano de
Milón y el árbol en que se apoya.
5. ESCULTURA BARROCA EN ESPAÑA
- En España el Barroco coincide con el período cultural que se ha denominado el Siglo
de Oro. Es un período de máximo desarrollo de las letras y las artes, que contrasta con
la profunda y compleja crisis política, social y económica que se vive en España, lo que
casi anula los encargos de la burguesía y de la aristocracia, que se conforma con las
grandes decoraciones barrocas de pintura. Por tanto es la iglesia el principal cliente y las
ideas de la contrarreforma las que en la escultura se van a manifestar.
- La escultura barroca es una de las manifestaciones más genuinas de nuestro arte, de
temática casi exclusivamente religiosa, sillerías, retablos, imágenes sueltas de
iconografía repetida mil veces, pasos procesionales de Semana Santa, para cuya
realización se emplea principalmente la madera policromada, a la que incluso se añaden
postizos.
-También podemos encontrar sepulcros, retratos y temas mitológicos en los jardines y
fuentes, en estos casos todos ellos realizados en mármol.
- De sus características podemos destacar: entre las comunes a todo el barroco el
dinamismo, las figuras en escorzo, las diagonales y la abertura hacia afuera en las líneas
compositivas, la abundancia de plegados en los vestidos y las preocupaciones
lumínicas; y entre las características meramente españolas el fuerte realismo y la
extremada expresividad de las figuras humanas.
5.1. La escultura en la Corte
- La estatuaria oficial apenas existe, los mayores clientes de los escultores barrocos son
las iglesias y conventos, sólo cabe citar:
+ Estatua Ecuestre de Felipe III en la Plaza Mayor de Madrid: Regalada al
monarca español por el gran duque de Florencia, Cosme de Médicis, está situada
en el centro de la plaza, fue realizada en Florencia por los escultores Juan de
Bolonia, que hizo el vaciado en bronce, y Pietro Tacca, que remató la obra.
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+ Estatua ecuestre de Felipe IV en la Plaza de Oriente: Una de las más
importantes estatuas ecuestres de la historia, fue diseñada por Velázquez,
fundida en bronce por Pietro Tacca en Italia y se supone que Galileo hizo los
cálculos para que pudiera sujetarse en un difícil equilibrio, en corbeta y
sostenido con las patas traseras y la cola.
5.2. El realismo violento de la Escuela Castellana: Gregorio Fernández
- La Escuela Castellana es realista, como la andaluza, pero más trágica y dura que ésta,
mostrando el dolor y el patetismo con toda su crudeza, caracterizándose, por tanto, por
su realismo y expresividad.
- Destaca la figura de Gregorio Fernández por su extremado realismo patético, sin
asomo de idealización, y la expresividad de sus rostros, reflejándose en sus obras su
profunda religiosidad; sus ropajes son muy convencionales, excesivamente angulosos;
también destaca por el uso de una policromía, de la que ha desaparecido la técnica del
estofado. Sus principales obras son:
+ Bautismo de Cristo: Gregorio Fernández es un magnífico conocedor de su
oficio que ejerce con gran perfección técnica, su dominio del cuerpo humano, le
conduce a detallar las anatomías, pero frente a la gran plasticidad de los cuerpos,
sus ropajes son, por el contrario, pesados y acartonados, dispuestos en pliegues
rígidos y angulosos que producen fuertes contrastes de luces y sombras.
+ Cristo atado a la columna: Representado con las manos descansando sobre la
columna baja, ya normal en esta época, y de expresión de dolor que alcanza
niveles muy altos.
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+ Cristo de la Luz (Crucificado): Con tres clavos y el Cristo ya muerto; es una
talla de gran perfección anatómica, recreándose en el dolor y patetismo de
rostro, reflejando dolor y sufrimiento con profusión de sangre.
+ Cristo yacente: Tipo iconográfico creado por él y que repitió en otras
ocasiones; el modelado del cuerpo de Cristo es perfecto, el realismo patético,
con abundancia de sangre.
+ La Quinta Angustia (Piedad): Tema de la Piedad, en el que los gestos y la
actitud de la Virgen acentúan el patetismo y pretenden despertar el fervor
popular.
5.3. Andalucía: el realismo clásico
- La Escuela Andaluza es menos hiriente que la castellana, más serena y sosegada,
aunque también se caracteriza por el realismo, pero sobre todo destaca por el clasicismo
y elegancia de sus figuras y composiciones.
A) Juan Martínez Montañés
- El escultor de más prestigio y fama de su época, creador de la Escuela Sevillana de
Imaginería. Sus obras se caracterizan por su realismo mesurado, en el que destaca el
sentido del equilibrio y la belleza más próximos al clasicismo y al manierismo, aunque
evolucionará hacia el realismo barroco; además sobresale por el buen modelado de sus
tallas, los grandiosos paños y el empleo aún del estofado.
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+ Adoración de los Pastores del Retablo de San Isidoro del Campo en
Santiponce: Altorrelieve de composición bastante simétrica y que conserva aún
el estofado de épocas anteriores.
+ Cristo de la Clemencia (Crucificado): En el que crea el tipo de Cristo andaluz,
muy humanizado, casi sin notas sangrientas, aún vivo y de gran perfección
anatómica.
+ Inmaculada: Es una estatua donde la Virgen, idealizada, representada sobre
nubes con ángeles mirando hacia abajo; su posición es piadosa y lleva manto
amplio hasta los pies, en el que se utiliza aún la técnica del estofado.
B) Juan de Mesa
- De mayor dramatismo y violencia expresiva. Ejemplos:
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+ Jesús del Gran Poder: Es una escultura de Cristo llevando la cruz, con patética
expresión de cansancio y dolor; se trata de una escultura de vestir.
+ Cristo de la Agonía: Por muchos está considerada esta obra como la obra
cumbre de la imaginería barroca española, inicialmente atribuida a Martínez
Montañés, del que fue discípulo Juan de Mesa.
C) Alonso Cano
- Primer escultor andaluz que no utiliza ni el oro ni el estofado, por lo que emplea
colores puros en la policromía de sus esculturas, aumentando así su valor expresivo.
También se caracteriza por una mayor expresividad en rostros y actitudes, por un mayor
dinamismo y por la búsqueda de la perfección, del equilibrio y la idealización de los
modelos.
+ Virgen de la Oliva del Retablo de la Iglesia de Lebrija: Cano se hizo cargo de
la parte arquitectónica y escultórica, representando una revolución barroca en el
diseño arquitectónico, siendo su rasgo principal el orden colosal a gran escala.
Aparece la Virgen, enormemente clásica, en actitud contemplativa y con una
gran dignidad. Se aleja de sus contemporáneos en dos rasgos iconográficos: la
desnudez del cuerpo del Niño y la cabeza cubierta de la Virgen, dos rasgos
renacentistas que Cano conserva, junto con la pervivencia del estofado.
+ Inmaculada: La Virgen es esculpida con rostro clásico, muy joven, mirando
hacia abajo y con las manos en actitud piadosa; lleva un manto azul ya sin
estofado; sus pies se apoyan sobre nubes y ángeles.
D) Pedro de Mena
- Discípulo de Alonso Cano, aunque muy distinto a él, es más realista que su maestro e
intenta representar en sus obras incluso los estados de ánimo de los protagonistas,
manifestando también la emoción contenida y la tensión dramática de los temas, pero
siempre con la mesura y sensibilidad andaluza.
+ Bustos de la Dolorosa: Expresivos, mostrando un intenso dolor.
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+ San Francisco: El estilo maduro de Mena se caracteriza por un vigoroso
naturalismo y un interés por el patetismo que le alejan de la sensibilidad de
Alonso Cano, su maestro.
+ Magdalena penitente: Imagen llena de sensibilidad, emoción y realismo,
aunque no tanto como las castellanas; el punto de mayor expresividad es el bello
rostro, donde refleja la pena y la angustia sentidas por la santa, magníficamente
reflejado en la emotiva mirada dirigida al crucifijo que sostiene con una de sus
manos, destaca el virtuosismo de la talla, con el que consigue magníficos efectos
realistas en el tratamiento de las calidades.
5.4. La escultura del XVIII en Murcia: Francisco Salzillo
- Autor principalmente de pasos de Semana Santa, grupos complejos más que figuras
aisladas, que a modo de secuencia van narrando la Pasión de Cristo a los fieles. En su
obra se aprecian claras influencias italianas, sobre todo por su equilibrio clásico, y se
hace evidente el encanto rococó de moda en la Europa del siglo XVIII.
+ La Oración en el huerto: su obra más importante, es un grupo en madera
policromada perteneciente a las escenas de la Pasión y destinado a ser paseado
por las calles en Semana Santa; por sus características plásticas se sitúa en la
transición entre el barroco y el refinamiento y delicadeza del rococó, destacando
el canon neoclásico en el desnudo del ángel.
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+ El Prendimiento: Destacan el contraste entre los rostros de Jesús y Judas, la
belleza y bondad frente a la fealdad y maldad, y el realismo del brazo que porta
la espada de San Pedro.
+ Figuras de belenes: Impresionante belén que consta de 556 figuras de gran
tamaño realizadas en barro cocido y con elementos de madera, cartón o textiles.
LA PINTURA BARROCA EUROPEA
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA PINTURA BARROCA
- Las obras pictóricas barrocas, liberadas de la geometría de los cuadros del
renacimiento, se caracterizaron por la composición radial, en la que personajes y objetos
parecían salir disparados desde el punto central hacia las diagonales, que se cruzan
indefinidamente en planos diferentes, creando la sensación de que los personajes se
escaparán del cuadro.
- Las formas son voluptuosas y exageradas y las figuras cobran expresividad y,
envueltas en mórbidas telas, se abrazan las unas a las otras en actitudes patéticas y
dramáticas, a veces, incluso imposibles.
- Se busca representar la realidad mediante un acentuado naturalismo, recurriendo para
ello incluso a lo feo o viejo.
- El color se convierte en el principal protagonista de la pintura, dejando definitivamente
al dibujo en un segundo plano. Los contornos se esfuman en rápidas pinceladas.
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- Hegemonía de la luz en las composiciones, creándose el espacio mediante el extremo
contraste del claroscuro, el tenebrismo.
- El dominio de la tercera dimensión, del volumen y la profundidad, es absoluto.
- Durante el Barroco la técnica protagonista es la pintura al óleo sobre lienzo.
- Pero también fue de una importancia capital el desarrollo de la pintura decorativa al
fresco, con la que se cubría gran monumentalidad y grandiosidad la arquitectura,
principalmente las bóvedas.
- Los temas favoritos deben buscarse en la Biblia o en la mitología grecorromana;
también es el momento de esplendor del retrato; además se desarrollan otros temas
nuevos, como el paisaje, ahora como género completamente independiente, las marinas,
los bodegones y naturalezas muertas.
- Es la época del hedonismo de Rubens, con sus cuadros alegóricos de mujeres
regordetas luchando entre robustos guerreros desnudos y expresivas fieras, de los
excelsos retratos de Velázquez, del realismo y el naturalismo absoluto de Caravaggio y
de Murillo, del dramatismo de Rembrandt, etc.
- El Barroco, en suma, dio grandes maestros, que si bien trabajaron según distintas
fórmulas y a la búsqueda de diferentes efectos, coincidieron en un punto: liberarse de la
simetría y las composiciones geométricas precedentas, en favor de la expresividad y el
movimiento.
3. PINTURA BARROCA EN ITALIA
3.1. Caravaggio: el tenebrismo
- El tenebrismo, consistente en exagerar los contrastes lumínicos mediante la utilización
del claroscuro, aprovechando todas las posibilidades expresivas de la luz, fue iniciado
por él.
- Además se caracteriza por su extremado naturalismo, reflejando en su obra hasta los
aspectos más desagradables de la realidad.
- Asimismo destacan sus composiciones con escorzos violentos y puntos de vista muy
bajos.
- Sus principales obras son:
+ Baco: Obra que muestra una paleta muy clara, alejada aún del tenebrismo que
lo caracterizará.
+ La vocación de San Mateo: La obra más claramente tenebrista del pintor, la
luz cruza la estancia en una diagonal que ilumina a las figuras teatralmente;
además en ella se aprecian el resto de sus características compositivas.
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+ La conversión de San Pablo: En este caso, además del naturalismo y el
tenebrismo característicos de Caravaggio, destacan los escorzos acentuados y las
figuras que desbordan el marco de la composición.
+ La crucifixión de San Pedro: Como la anterior pintada para la capilla Cerasi de
Santa Maria del Popolo; son obras dominadas por una intensa acción dramática,
muy estudiadas desde el punto de vista compositivo.
+ David y Goliat: Otro ejemplo del realismo y el tenebrismo como firmas de su
obra.
+ El entierro de la Virgen: tema religioso tratado con un fuerte naturalismo,
sobre todo por la representación completamente realista de la Virgen muerta.
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3.2. Los decoradores de bóvedas del clasicismo romano-boloñés
- Se caracterizan por el esplendor, el lujo y el gran efecto ornamental de sus
composiciones al fresco, creando en sus bóvedas un estilo cortesano y ampuloso de gran
éxito en el Barroco. Son pintores muy clásicos, influidos aún por la pintura renacentista,
de dibujo perfecto y colorido rico y variado.
- Destaca Aníbal Carracci, por ejemplo en su Frescos de la bóveda de la Galería del
Palacio Farnesio de Roma, protagonizado por un escenario arquitectónico plagado de
escorzos y puntos de vista forzados por la perspectiva, que llega hasta el infinito al
continuarse las arquitecturas en cielos abiertos rebosantes de figuras; su lienzo Venus,
Adonis y Cupido es un buen ejemplo de las diferentes influencias que recibió a lo largo
de su vida, el fondo de paisaje y la luz crepuscular enlazan con el cromatismo veneciano
y la producción de Tiziano, mientras que el clasicismo de las figuras fue desarrollado
por el artista a partir de la escultura greco-romana y la obra de Correggio, Rafael y
Miguel Ángel.
- Además de a Carracci debemos mencionar aquí: a su discípulo Guido Reni, resumen
del ideal de belleza de elegantes proporciones característico del clasicismo romanoboloñés con influencias también de Caravaggio, como podemos apreciar en su
Hipómenes y Atalanta; a El Guercino (La Aurora del Casino de la Villa Ludovisi en
Roma), a Pietro da Cortona (Gloria del reinado de Urbano VIII del Palacio Barberini
de Roma) o al Padre Pozzo (Gloria de San Ignacio de la Iglesia del Gesú en Roma),
también dedicados principalmente a la decoración de bóvedas.
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3.3. La Escuela de Nápoles: Luca Giordano
- Pintor napolitano muy influenciado por la iluminación tenebrista de su amigo José de
Ribera y por la coloración de los grandes maestros venecianos, pero empleando
composiciones totalmente barrocas, con abundancia de diagonales, espacios infinitos,
grandes contrastes lumínicos, etc., como podemos ver en sus Frescos del Palacio
Medici-Riccardi.
- Trabajó, además de en Italia, en la España de los últimos Austrias, donde fue conocido
como Lucas Jordán y pintó diversos frescos, como los del Monasterio del Escorial o el
Casón del Buen Retiro.
3.4. LA Escuela Veneciana
A) Giambattista Tiépolo
- Pintor de temas sensuales y profanos, principalmente mitológicos y costumbristas, y
del lujo, la monumentalidad y el movimiento. Destaca por sus cielos con apoteosis de
nubes y plagados de carros y caballos que los atraviesan al galope, influenciado por los
decoradores de bóvedas romanos. Ejemplo: Frescos de la Villa Valmarana de Vicenza.
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- Fue llamado a España por los Borbones a principios del siglo XVIII para la decoración
de sus palacios, destacando los Frescos del Salón del Trono del Palacio Real de
Madrid.
B) Giovanni Antonio Canal, Canaletto
- En él apreciamos la concepción barroca del paisaje, dominada por la profundidad y los
efectos de luces. Sus paisajes son vistas de los canales de la ciudad de Venecia, vedutte,
como en La Plaza de San Marcos del Museo Thyssen.
C) Guardi
- Continuador de Canaletto caracterizado por el empleo de la luz en sus paisajes como
elemento expresivo y por el ambiente melancólico y tierno, ya Rococó, de sus
composiciones. Ejemplo: Concierto en la Sala de los Filarmónicos.
4. La Escuela Flamenca de pintura
- Durante la Edad Media y buena parte del Renacimiento, los llamados Países Bajos
tuvieron una vida política y cultura comunes, pero tras la reforma religiosa y los
movimientos independentistas de algunas provincias del norte se produjo una división
en dos zonas: una católica (Flandes) y otra protestante (Holanda).
- En Flandes se multiplicaron por aquel entonces los grandes lienzos de altar, cuya
temática insistía mucho en la vida de los santos y en las representaciones de los
Sacramentos, que rechazaba el protestantismo; es buen ejemplo de esta pintura religiosa
parte de la obra de Rubens. Otros temas encargados por los clientes de los artistas
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flamencos, además del religioso, fueron los de carácter mitológico, los retratos y los
bodegones y la pintura de animales.
4.1. Rubens
- Al amparo de los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia realizó misiones
diplomáticas de importancia por toda Europa y, como consecuencia, tuvo que viajar en
muchísimas ocasiones, hecho éste que le sirvió no sólo para aprender de los grandes
maestros del Renacimiento, como Miguel Ángel y Tiziano, sino también de artistas
contemporáneos, como Caravaggio, Aníbal Carracci y Velázquez. Además, esta serie de
viajes diplomáticos le permitió aumentar su fama y, lo más importante, difundir su obra
a lo largo y ancho del viejo continente.
- De imaginación desbordante, sus composiciones destacan por su barroquismo vital y
sin freno, el movimiento y dinamismo extraordinario, el dominio de los colores cálidos,
las formas gruesas y redondas, la pincelada suelta, etc.
+ El Descendimiento de la Cruz: Compositivamente, está elaborada a partir de
una diagonal ascendente; refleja las dos principales características del pintor:
colorismo veneciano y gusto por la musculatura hercúlea.
+ Adoración de los Reyes Magos: La escena tiene lugar en un anochecer
iluminado por los reflejos de la luna, el fulgor que irradia del Niño y el
resplandor de las antorchas; en el ángulo izquierdo, ante una columna clásica
acanalada, vemos a la Sagrada Familia, hacia la que se dirigen los Reyes Magos
con sus pajes y todo su cortejo, que recuerda el esplendor del ceremonial
diplomático.
+ Las Tres Gracias: Obra de tema mitológico, importante también en el conjunto
de su obra; las Tres Gracias no fueron para Rubens más que una excusa para
pintar tres sensuales figuras femeninas, reproducción de las exuberantes formas
de sus habituales modelos. La composición respeta el modelo clásico que
representa a las Gracias completamente desnudas y reunidas en círculo; aparte
de estas tendencias realistas, la composición destaca por su colorido cálido,
brillante y luminoso, con un fondo constituido por un pintoresco paisaje.
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+ El jardín del Amor: Escena de fiesta cortesana en un ambiente relajado, de
sutil erotismo y plagada de referencias simbólicas alusivas al amor conyugal, en
la que un grupo de personajes galantean en un idílico jardín.
+ Retrato de Elena Fourment: Representa a su segunda esposa saliendo del
baño, cuya sensualidad, no exenta de un sutil erotismo, mostrando así su ideal de
belleza femenina, nos recuerda alguna de las obras de Tiziano.
+ María de Medici, reina de Francia: Una de las más destacadas mecenas de
Rubens, la reina le encargó la decoración de su Palacio de Luxemburgo en París
con una serie de escenas que glorificaran su figura y la de su marido Enrique IV,
como fruto Rubens iniciaría este retrato que no fue finalizado.
+ Retrato ecuestre del duque de Lerma:Eeste retrato ecuestre abandona el
estatismo de épocas anteriores, al disponer la montura en escorzo, dando
profundidad a la composición, como los que aparecen en las obras del mismo
género de Velázquez; la luz que incide en las figuras del duque y caballo tal y
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como se hacía en el mundo veneciano, además el movimiento de las crines y
cola del animal dotan a la composición de un gran dinamismo.
4.2. Anton Van Dyck
- Trabajó con Rubens como colaborador y asistente, siendo de entre todos los pintores
que alguna vez ayudaron al gran genio flamenco el de mayor talento y personalidad. Su
arte recibe claras influencias de su maestro y también de Tiziano; pero, sin embargo,
destacó por fijar las pautas estilístico-formales y tipológicas del retrato europeo.
+ Autorretrato con sir Endymion Porter: Aparece su autorretrato al lado del
secretario del Duque de Buckingham y agente artístico de Carlos I de Inglaterra;
la pintura sugiere el rango social y las cualidades de las personas en ella
retratadas; técnicamente los muy suaves contrastes cromáticos y los nítidos
contornos de las figuras otorgan a la composición la elegancia de la que Van
Dyck es el principal abanderado.
+ El rey Carlos I de Inglaterra: De similares características.
5. La pintura barroca en Holanda: Rembrandt
- La pintura holandesa del s. XVII presenta una caracterización muy diferente a la
flamenca.
- En primer lugar, está destinada a una clientela de comerciantes y burgueses
acomodados, lo que dirige la mayor parte de la producción pictórica a decorar los
interiores de sus hogares y supone una clara disminución de las dimensiones de los
cuadros.
- Por otro lado, hay que decir que, aunque en Holanda hubo pintura religiosa, mitológica
y de historia, los temas predominantes fueron el paisaje, el retrato, las escenas de género
y los bodegones.
- Cada uno de estos tres últimos temas presenta una gran variedad: como por ejemplo el
paisaje, donde se registran los lugares y sitios más representativos de la nación
holandesa: puertos marítimos, ríos, bosques, vistas de ciudades, como la Vista de Delft
de Vermmeer, en la que los efectos lumínicos, la perspectiva aérea y la sencillez de la
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composición definen esta obra maestra, en la que el reflejo de las casas en el agua crean
una impresión de amplitud de espacio y nos hace sentir que nos encontramos ante una
imagen fotográfica, o El molino de Ruysdael o Avenida de Milderhamis de Hobema; en
lo que se refiere al retrato hay que diferenciar el individual y el colectivo, siendo
ejemplo del primero La gitana y del segundo Los regentes del hospicio, de Frans Hals;
en cuanto a los temas de género, propios del gusto popular de la sociedad burguesa, se
observan muy diferentes escenas que ensalzan siempre el valor de los hombres y
mujeres holandeses, estando como modelo de este tipo de pintura una vez más las obras
de Vermeer, como por ejemplo La lechera o Muchacha leyendo una carta ante una
ventana abierta; por último, también debemos mencionar los bodegones de Heda, más
pequeños y menos aparatosos que los flamencos.
- Pero entre todos los pintores holandeses destaca Rembrandt, artística que realizó la
mayor parte de su producción artística en Amsterdam, donde alcanzó muy pronto la
fama y el éxito.
- Su vida personal recorrió todo un camino de desgracias personales, como la muerte de
su esposa Saskia, y toda una serie de problemas financieros que culminaron en su
bancarrota.
- Sin embargo, fue en estas dramáticas circunstancias cuando su pintura se hizo más
sobria y magistral, llegando a plasmar de manera sublime el espíritu interior de sus
personajes.
- Rembrandt se mostró como uno de los más grandes genios artísticos de la Historia: El
retrato, realista y de profunda penetración psicológica, fue su género preferido,
destacando en este caso sus autorretratos y los retratos colectivos de corporaciones;
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también le atrajeron los temas religiosos, los paisajes, captados de forma surrealista, y,
más raramente, los mitológicos.
- Además de óleos también destacó como autor de un gran número de grabados y
dibujos.
- En cuanto a su estilo pictórico mencionar que fue el gran maestro de los efectos
poéticos de la luz y de la aplicación del color mediante gruesas manchas.
- Sus principales obras son:
+ Descendimiento de la cruz: Tema religioso en el que un rayo de luz rompe las
tinieblas e ilumina dramáticamente el descenso del cuerpo muerto de Cristo.
+ Lección de anatomía: Es el primer retrato de grupo pintado por Rembrandt. El
cuadro muestra una lección de anatomía con un grupo cirujanos impartida por el
doctor Nicolaes Tulp y sobresale por su realismo y los contrastes lumínicos que
provoca una luz potente y clara, que ilumina unas zonas y deja en profunda
sombra el resto del espacio, según los principios tenebristas en boga en la época.
+ La ronda de noche: El dinamismo y el sutil claroscuro tenebrista influencia de
Caravaggio de este retrato de grupo, que contrasta con los intensos colores de las
dos figuras centrales, hacen que pase a la historia como una de sus creaciones de
mayor calidad pictórica. La obra fue un encargo de la Corporación de
Arcabuceros de Ámsterdam y capta el momento en que a diario la compañía se
preparaba para formar y salir a continuación ordenadamente para recorrer la
ciudad en su misión de vigilantes del orden.
+ Artemisa: Artemisa, reina de Pérgamo, se dispone a beber las cenizas de su
difunto esposo Mausolo de una copa que le ofrece una sirvienta, es una obra
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alusiva a la fidelidad y al amor conyugal, con la que parece que el pintor está
aludiendo a su matrimonio con Saskia; la utilización dirigida de la luz logra
resaltar la figura ante el fondo negro, recurso tenebrista propio de Caravaggio.
+ Hendrickje bañándose en el río: Semidesnudo de su pareja tras la muerte de
Saskia, ejemplo de su virtuosismo técnico, principalmente por la pincelada
suelta característica de su producción de madurez.
+ Autorretrato ante el caballete: En el que la penumbra crea una atmósfera
inquietante y la mirada intensa transmite magistralmente la pesadumbre de un
hombre solitario.
+ El buey abierto en canal:En la obra de Rembrandt hay pocos bodegones, este
es el más conocido, además de constituir una de sus obras maestras; la
composición logra una perfecta representación de la cruda realidad.
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+ Paisaje con obelisco: Sus paisajes representaban visiones de grandes valles,
montañas, naturaleza salvaje y ruinas fantásticas, dominadas por su actitud
romántica, emoción y dramatismo; el cuadro se vale del claroscuro para
enfatizar el poder sobrenatural de la tierra y el cielo.
+ Fausto en su estudio: Rembrandt fue un grabador experto, como ejemplo
podemos citar este aguafuerte.
6. La Pintura Barroca en Francia
- El gusto oficial impuesto por la Academia lo encontramos en Rigaud: Primacía del
dibujo sobre el color y el gusto por un estilo ampuloso en el que destacan sus vestidos
fastuosos, sobre todo en su Retrato de Luis XIV.
- Un nutrido grupo de pintores franceses realizó el viaje a Italia y conoció de primera
mano el estilo de los Carracci y de Caravaggio. Roma se convirtió en foco de atracción
y centro de creación, de tal manera que la pintura francesa del siglo XVII no produjo
sus obras principales en París, sino en Italia, como el caso de los paisajistas Poussin y
Claudio de Lorena, que engendraron allí sus principales composiciones plagadas de
ruinas y escenas bucólicas, como en Pastores de la Arcadia, del primero, y El puerto de
Ostia con el embarque de Santa Paula Romana, del segundo.
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- Por otra parte estarían los llamados “Pintores de la realidad”, que se caracterizan por
hallarse desligados de los principios academicistas, destacando autores tan dispares
como los realistas hermanos Le Nain, preocupados por temas sociales en los que los
protagonistas son campesinos y mendigos tratados con dignidad y simpatía, como en La
comida de los campesinos, y el caravaggista Georges de La Tour, cuya pintura está en la
línea de preocupación por los efectos luminosos del barroco, como en La Magdalena o
El músico ciego.
LA PINTURA BARROCA ESPAÑOLA
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA PINTURA BARROCA EN ESPAÑA
- En la pintura barroca española es fundamental la influencia de la pintura italiana,
principalmente del tenebrismo de Caravaggio, que estuvo presente en gran parte de los
pintores españoles, como Ribera y Velázquez.
+ Una de las características principales de la pintura española barroca es su gran
naturalismo, su realismo, el deseo de mostrar lo más fielmente posible la
realidad.
+ También destaca la sencillez y equilibrio en las composiciones y las formas,
no hay movimiento violento ni impetuoso como ocurre en las obras italianas,
prefiriéndose organizar el tema en el cuadro a partir de líneas diagonales y
escorzos.
+ Por otra parte, el dibujo cede terrero a la utilización más natural del color.
+ También existe una mayor preocupación del artista por la profundidad,
culminando con el pleno dominio de la perspectiva aérea.
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+ En cuanto a la luz, se concibe como un elemento que organiza los ambientes
donde se desenvuelven las figuras, contribuyendo además a crear atmósferas que
transmiten la realidad de los temas.
+ En cuanto a la temática, predominan los temas religiosos: santos, martirios,
Inmaculadas; entre los temas profanos sobresalen los mitológicos, por clara
influencia de Rubens, los bodegones, las escenas de género, los retratos, los
desnudos y los paisajes.
- A finales del s. XVII la capacidad pictórica nacional da muestras de agotamiento y
empieza la intromisión de cuadros y artistas extranjeros, que culminará con el cambio
de dinastía. En el s. XVIII se observa un cambio en el desarrollo de las características
pictóricas:
+ Adquieren mayor importancia los temas profanos y el tratamiento menos
dramático de los temas religiosos, circunstancia que contrasta con el realismo
cruento de la primera etapa.
+ Aparece también el empleo de una iluminación más dispersa y suavizada, ya
muy próxima al rococó francés.
3. LA INCORPORACIÓN DEL TENEBRISMO A LA PINTURA BARROCA
ESPAÑOLA
3.1. Francisco Ribalta
- Se forma como pintor en Madrid y sus primeras obras se caracterizan por el
dramatismo en el tratamiento de los temas y, por influencia de Tiziano, la preocupación
por la luz y el color. Posteriormente se trasladó a Valencia donde realizó toda su obra de
madurez, observándose en él en esa etapa una tendencia más acusada hacia el
naturalismo e influencias del tenebrismo de Caravaggio, con el que probablemente entró
en contacto durante sus estudios en Italia.
+ San Francisco confortado por un ángel músico: El uso de la luz y la sombra
para crear un clima de misterio, construir el espacio y resaltar los elementos de
carácter dramático, la delicadeza de los gestos y de la acción, la valentía
compositiva o la maestría en la reproducción de las texturas son características
de Ribalta presentes en esta obra.
+ Cristo abrazando a San Bernardo: Centra su atención en las dos figuras
protagonistas, pues los dos ángeles que representa en el fondo apenas se
distinguen en la oscuridad. La luz, influencia de Caravaggio, penetra por el lado
izquierdo del cuadro e ilumina el rostro del santo, mientras que el de Cristo
permanece en las sombras.
3.2. José de Ribera
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- Se formó con Ribalta pero viajó tempranamente a Italia, donde realizó toda su obra y
donde se impregnó de la influencia de Caravaggio, siendo allí conocido por “Lo
Spagnoletto”, el pequeño español. Sus primeras obras tienen marcado carácter
tenebrista, con figuras que se recortan violentamente sobre un fondo oscuro; en una
segunda etapa su pincelada se hace menos densa, la luz más dorada y se van aclarando
los fondos.
+ San Andrés: Ribera trabajaba en ambientes humildes, llegando a utilizar como
modelos a mendigos, inclinándose principalmente por cuerpos arruinados por la
vejez o el hambre, representando con extremo naturalismo la piel, la delgadez y
otros rasgos de las figuras, cuyo misticismo es reforzado además por los intensos
claroscuros empleados en las composiciones.
+ El sueño de Jacob: Muestra a Jacob en un alto en el camino, durmiendo sobre
una piedra; es una composición sencilla en ángulo recto, formada por el tronco
del árbol y la figura de Jacob; destaca el escaso interés que confiere al paisaje,
que se reduce al árbol y la piedra, aunque esta obra sí significa el abandono de su
etapa anterior tenebrista; además se aprecia su culto al color, de raigambre
veneciana, y la fuerza escultórica del personaje.
+ El martirio de San Felipe: Compendio de su estilo visto anteriormente,
también de su etapa ya no tenebrista.
+ El patizambo: Cuadro naturalista en el que un niño cojo sonríe ajeno a la
tragedia de su pie destrozado, siguiendo aquí la línea de la pintura barroca de
representar todo aquello que se da en la naturaleza, aunque sea desagradable,
raro o feo.
4. LA ESCUELA ANDALUZA
4.1. Francisco Pacheco
- Tratadista que creó escuela en la ciudad de Sevilla, la mayor y más rica de su época.
- Destaca sobre todo por ser el maestro y suegro de Velázquez.
4.2. Juan Sánchez Cotán
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- Se observa en sus obras una tendencia hacia el tenebrismo como consecuencia de la
influencia de Caravaggio, creando un estilo plenamente barroco y naturalista, sobre todo
en sus bodegones, que marcarán la línea de los bodegones que se pinten en épocas
posteriores. Los bodegones españoles son muy diferentes de los italianos o los
flamencos, caracterizándose por ser composiciones de pocos elementos, muy sencillas,
son extremadamente austeros.
+ Bodegón de caza, hortalizas y frutas: Bodegón colocado en el interior de una
alacena; la composición destaca por su sobriedad, intimismo e intensidad,
características que se enfatizan gracias a la luz lateral que produce grandes
sombras, creando una ilusión perfecta y plenamente realista propia de las
naturalezas muertas pintadas por Cotán que se convertirán en el prototipo del
bodegón español.
4.3. Francisco de Zurbarán
- Aprendió en Sevilla, pero volvió a su lugar natal, Fuente de Cantos (Badajoz), donde
realizó numerosos encargos, sobre todo series monacales, que habían de constituir su
especialidad. Por recomendación Velázquez viaja a Madrid en 1634 con el fin de tomar
parte en la ornamentación del famoso Salón de Reinos, para el que pinta El Socorro de
Cádiz. Su producción desciende hacia 1640, y se observa también un cambio en la
estética de su pintura, que evoluciona hacia formas más blandas, delicadas y coloristas,
con temas más amables por influencia de Velázquez y de Murillo.
+ Aparición del Apóstol San Pedro a San Pedro Nolasco: Obra de la primera
etapa de su carrera, en ellas el pintor muestra su facilidad para realizar
composiciones sencillas en las que puede centrarse en el estudio de la expresión
de los personajes, en la reproducción de las texturas de las telas y en el juego de
la infinita gama de los blancos y los grises.
+ San Hugo en el refectorio de los Cartujos: Crea un ambiente cerrado en el
cuadro, al que falta la profundidad; las figuras se disponen en fila a lo largo del
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lienzo, lo importante es el equilibrio en la composición; toda la atención se
aplica a los rostros y manos, que adquieren un inmenso poder expresivo,
también es fundamental la representación de las calidades de las telas y de los
objetos.
+ Defensa de Cádiz contra los ingleses: Obra profana que representa el
desembarco de marinos ingleses en la inmediaciones de la ciudad. Ese suceso,
que tuvo lugar en 1625, fue una de las acciones bélicas elegidas para decorar el
Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro en Madrid, junto con otras
encomendadas a pintores españoles como Velázquez, Maíno, Vicente Carducho
o Pereda.
+ Bodegón: El tema de los bodegones es también clave en su obra, utiliza una
composición sobria y sencilla, distribuyendo los objetos representados en fila
sobre una mesa; sigue la línea iniciada por Sánchez Cotán en la representación
de naturalezas muertas.
4.4. Alonso Cano
- Pintor de origen granadino que se trasladó a Sevilla, donde trabajó a las órdenes de
Francisco Pacheco, coincidiendo en su taller con Velázquez.
- Su pincelada es clara y en su paleta predominan los colores plateados; fue hábil
dibujante, muy estudioso en la composición de sus cuadros, generalmente sencillas, con
una o dos figuras que se destacan sobre un fondo neutro o un paisaje vaporoso; en los
tipos femeninos tiende a la belleza ideal concebida por medio de formas ovaladas.
+ El Milagro del Pozo: Es un cuadro que presenta una composición más
elaborada; presenta una técnica suave y desenvuelta que imita a Velázquez en la
pincelada quebrada; realiza un detallado estudio de la luz, concentrada en la
figura del niño, mientras que el resto de las figuras permanecen a oscuras; en
cuanto a la gama de colores que utiliza se aprecia que dominan los tonos
oscuros.
5. DIEGO RODRÍGUEZ DE SILVA Y VELÁZQUEZ
- Velázquez poseyó un elevado concepto de la pintura y aspiró a la perfección absoluta,
lo que queda de manifiesto en el gran número de veces que retocó sus cuadros, siempre
buscando el dominio completo de la técnica. Aunque a lo largo de su vida el estilo de
Velázquez no dejó de evolucionar, como características generales de su pintura
podemos citar las siguientes:
+ Realismo, poco amigo de la fantasía y los idealismos busca siempre
representar la realidad misma.
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+ Sentido del equilibrio, lo que hace que siempre se guíe por el buen gusto y la
elegancia a la hora de elegir escenas o gestos; sus composiciones son el fruto de
una lenta y profunda meditación, todo lo piensa con minuciosidad y detallismo.
+ En relación con el uso del color su paleta se irá aclarando a lo largo de su vida,
al igual que también evolucionará la manera de aplicar el color, desde la
aplicación de la pasta de forma lisa y uniforme, hasta la técnica nerviosa y suelta
de sus etapas finales, en las que sus pinceladas se independizan de forma casi
impresionista.
+ Velázquez destaca por su maestría en la captación del espacio, por crear un
ambiente real gracias al absoluto dominio de la perspectiva aérea, deformando
los cuerpos vistos de lejos por el efecto del aire interpuesto entre las figuras y
entre éstas y el espectador.
+ Además en sus composiciones la luz no sólo sirve para iluminar y dar volumen
a los objetos, sino que también es básica para lograr la sensación perspectiva.
+ Trató en sus obras todos los temas, desde los mitológicos y los religiosos,
hasta paisajes, desnudos o retratos.
1ª etapa: Sevilla (1618-1623)
- Velázquez nació en Sevilla en 1599. Se formó en el taller de su suegro Francisco
Pacheco, donde aprendió composición, iconografía y la técnica del dibujo y del color.
Su estilo aún no está definido, es todavía de aprendizaje.
- Como características de este periodo podemos destacar: el tenebrismo; las
composiciones sencillas, generalmente dos o tres figuras rodeadas de diversos
utensilios, los denominados bodegones con figuras; el modelado duro de las figuras, de
secos contornos perfectamente dibujados; la factura lisa y uniforme; el dominio de los
tonos terrosos; etc.
+ La vieja friendo huevos: Caracterizado por el uso de la técnica del claroscuro
tenebrista y un realismo casi fotográfico, aquí los auténticos protagonistas son
los utensilios, por lo que podríamos clasificarlo como un bodegón con figuras,
cuyas calidades y texturas son representadas con absoluto realismo; el modelado
de las figuras es duro, casi escultórico.
+ El aguador de Sevilla: Otro tema costumbrista con las mismas características;
podría tratarse de una representación alegórica de las tres edades del hombre, el
aguador, un anciano, ofrece una copa con agua a un chico joven, copa que
representa el conocimiento; destaca el rostro entre tinieblas del segundo plano,
cuyos contornos aparecen completamente difuminados, premonición de lo que
será su estilo posteriormente.
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+ La Adoración de los Magos: Episodio evangélico tratado como escena
cotidiana, sobre un fondo crepuscular los personajes de la historia sagrada
parecen ser retratos de la familia del pintor; destacan el interés por el claroscuro,
la calidad táctil y la descripción detallada de objetos y texturas.
+ Cristo en casa de Marta: El tema sagrado aparece al fondo, el protagonista es
un bodegón con figuras, una escena doméstica; estilísticamente destacan una vez
más el gran naturalismo y el tenebrismo de la composición.
+ Madre Jerónima de la Fuente: Retrato de cuerpo entero y fondo neutro, en el
que se aprecia la preferencia del autor por los rostros duros; está claramente
dentro de los cánones del naturalismo de Caravaggio, el retrato impresiona por la
presencia física y espiritual del personaje.
2ª etapa: la Corte (1623-1629)
- Pacheco le introdujo en los ambientes cultos de la España del siglo XVII y le abrió las
puertas de la Corte. Se trasladó a Madrid en 1623, donde fue nombrado pintor de
cámara gracias a la influencia del Conde Duque de Olivares y a la admiración que por él
sentía el propio rey Felipe IV. Allí entró en contacto con las colecciones reales y pudo
admirar la obra de los más destacados pintores, principalmente percibe la influencia de
los venecianos y sobre todo de Tiziano. En la Corte también tuvo la oportunidad de
conocer a Rubens, del que aprendió las posibilidades de la luz y el color.
- Como principales características de este momento citamos: la evolución de su paleta
hacia tonos más claros y luminosos, el alejamiento del tenebrismo inicial, la pincelada
más suelta y los volúmenes menos duros.
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+ Felipe IV: Retrato oficial de Felipe IV, con los elementos clásicos del retrato
cortesano; el dominio espacial, colocando la figura en una estancia indefinida,
está perfectamente logrado y anticipa sus mejores retratos.
+ Los borrachos o El Triunfo de Baco: Cuadro de temática mitológica, novedad
en el panorama artístico español del momento, realizado por influencia de
Rubens; pero casi la única concesión al mundo clásico es el desnudo del dios,
estilísticamente la obra conserva el gusto naturalista de su etapa sevillana, junto
con la influencia colorista que Velázquez asimila de la obra de Rubens y la
pintura veneciana del siglo XVI.
3ª etapa: primer viaje a Italia (1629-1631)
- Rubens le anima para que viaje a Italia, donde visitará varias ciudades y completará su
formación.
- La madurez de su estilo aparece ya en las obras realizadas allí: composiciones más
dinámicas, mayor naturalidad en los gestos, abandono definitivo del tenebrismo,
cambios en su paleta, conquista de la profundidad espacial, etc.
+ La túnica de José: En esta obra, de temática religiosa del Antiguo Testamento,
Velázquez ha abandonado el claroscuro y una luz general invade la habitación
donde tiene lugar el suceso, los colores (azul, naranja, amarillo) están muy
influenciados por artistas venecianos, bien de los cuadros que se disponía en la
colección real o de los que ha podido contemplar en su viaje a la península
itálica, donde hace escalas en Venecia y en Roma.
+ La fragua de Vulcano: En esta composición, de temática mitológica,
representa el momento en que Apolo comunica a Vulcano la infidelidad de su
esposa Venus con Marte, captando un instante, el momento de más tensión y
dramatismo, la reacción de sorpresa; trata el tema con su habitual discreción y
elegancia, evitando lo más escabroso del mito; desde el punto de vista técnico
apreciamos los primeros pasos en la consecución de la perspectiva aérea, gracias
a la distribución de las figuras escalonadamente, la existencia de varios planos
lumínicos y las formas imprecisas del fondo.
+ Paisajes de la Villa Medici: En estas composiciones, denominadas también
“La Tarde” y “El Mediodía”, Velázquez convierte al paisaje en el verdadero
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protagonista e introduce varias novedades, como la pincelada absolutamente
libre, impresionista, buscando representar la impresión de realidad y no las
formas precisas de ésta, y el hecho de haber sido pintados al aire libre, como
también harán los pintores impresionistas.
4ª etapa: segunda estancia en Madrid (1631-1649)
- Con su vuelta a Madrid en 1631 su pintura inicia una nueva etapa, en la que sus óleos
ya son los de un pintor plenamente formado. Ejemplos de obras de este período de
madurez son:
+ Cristo crucificado: Evoca formas clasicistas al tratar el desnudo de Cristo, que
aparece recortado fuertemente sobre un fondo oscuro del que se ha eliminado
toda referencia espacial, lo que acentúa la sensación de soledad, silencio y
reposo, frente a la idea de tormento de la Pasión; destaca en su composición la
serenidad, la belleza y la perfección formal, no recurriendo ni a exageraciones ni
patetismos.
+ La coronación de la Virgen: Cuadro de devoción privada de Isabel de Borbón,
pintado para el oratorio del cuarto de la Reina en el Alcázar madrileño, en el que
destaca el equilibrio y la serenidad de la composición, llamada a la meditación
sosegada e íntima.
+ La Rendición de Breda o Las Lanzas: Composición destinada al Salón de
Reinos del Palacio del Buen Retiro de Madrid; Velázquez renuncia una vez más
a plasmar el momento más trágico, representando el momento en que el
derrotado Nassau entrega las llaves de la ciudad al vencedor, Ambrosio Spínola,
general genovés al mando de los tercios españoles en Flandes; también destacan
su paleta, ahora más clara, y el paisaje del fondo, en el que dominan los tonos
plateados, verdes y azules, siendo uno de los más logrados de su pintura y
ejemplo de consecución perfecta de la perspectiva aérea por su habilidad para
introducir la atmósfera y la luz en el paisaje.
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+ Retratos ecuestres de Felipe III, Margarita de Austria, Felipe IV, Isabel de
Borbón y del Príncipe Baltasar Carlos: Velázquez fue también un gran autor de
este tipo de retratos; en el último, por ejemplo, destacan el luminoso fondo
paisajístico, la posición del caballo en escorzo y en corveta, la pincelada amplia,
etc.; en el de Felipe IV, como prueba del cuidado que el artista puso en su
elaboración observamos correcciones, “pentimenti”, en la cabeza, busto y pierna
del Rey y en las patas traseras y cola del caballo; estos lienzos estaban
destinados a ser colgados en uno de los lados menores del Salón de Reinos del
Palacio del Buen Retiro.
+ Retrato ecuestre del Conde-Duque de Olivares: Composición a partir de líneas
diagonales formadas por el caballo, la espada y el bastón; destacan la
minuciosidad de las calidades de las telas, los detalles de la armadura, su
característico fondo de paisaje de tonos plateados, azules y verdes, aplicados en
largas pinceladas, rápidas y compactas, formando grandes manchas de color, y la
actitud autoritaria y firme del valido de Felipe IV.
+ Retratos de caza de Felipe IV, el cardenal-infante don Fernando de Austria y
el príncipe Baltasar Carlos: Aparecen todos representados de forma semejante,
vestidos de pardo, recortados ante un paisaje azulado de la sierra madrileña y
acompañados por un perro; fueron pintados para la Torre de la Parada, pabellón
de caza situado en los montes de El Pardo que se reforma y reacondiciona entre
1635 y 1638.
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+ Esopo y Menipo: En estos cuadros, realizados también para la Torre de la
Parada, Velázquez logra transmitir una imagen veraz y realista de las figuras
representadas, un fabulista y un filósofo griegos, similar a muchos de sus
retratos de este momento; además tiene muchos puntos de contacto con los
retratos de bufones, especialmente por la elección de un personaje físicamente
vulgar pero representado con enorme dignidad.
+ Marte: El tema mitológico le sirve para realizar un magnífico desnudo, de gran
realismo; presenta un aire melancólico y un aspecto cansado y abatido, muy
diferente a la imagen victoriosa y triunfante tradicional, por lo que se ha
interpretado como una posible alegoría de la decadencia política y militar de
España.
+ El niño de Vallecas: Las pinturas de bufones son un capítulo singular de su
producción, representados con fidelidad, con respeto y sabiendo captar lo más
cálido, humano y digno de su deformidad, aunque en sus rostros también refleja
un fondo de amargura; por las características del tema, alejado del retrato
cortesano, se permite una técnica más avanzada, de pinceladas largas y sueltas.
+ Pablillos de Valladolid: Lo más excepcional aquí es la irrealidad espacial, la
figura no se sitúa en ningún lugar en concreto, el espacio se consigue solamente
mediante las luces y las sombras.
5ª etapa: segundo viaje a Italia (1649-1651)
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- En 1649 Velázquez volvió a Italia, en este caso por encargo del monarca con el fin de
adquirir obras de arte para las colecciones reales. Ejemplos de este período son:
+ Retrato de Juan de Pareja: Era el ayudante de Velázquez, a quien ayudaba a la
hora de mezclar los colores y preparar los lienzos; el retrato fue pintado poco
antes de realizar el del Papa Inocencio X y hay quien dice que sería como una
prueba o una práctica antes de pintar al Papa, ya que podemos ver, y esto resulta
curioso, un hombre muy altivo, mirando de lado, con cierta soberbia para ser un
esclavo; como pintor se le considera discípulo de su maestro, junto a Juan
Bautista Martínez del Mazo.
+ Retrato de Inocencio X: Gracias a su estatus de enviado real tuvo la
oportunidad de retratar al papa, captando fielmente su fisonomía, psicología y
carácter, hasta el punto que se dice que cunado el papa vio la obra terminada
exclamó “¡troppo vero!” (demasiado veraz); destacan además su magistral
técnica cromática, mediante la yuxtaposición de distintos rojos, blancos y
dorados, y la libertad técnica en la ejecución, mediante pinceladas amplias y
fluidas.
+ La Venus del espejo: Uno de los más hermosos desnudos femeninos de la
pintura universal, tratado compositivamente con originalidad y con su habitual
refinamiento y elegancia, tratándose además de uno de los escasos ejemplos de
este tema en la pintura española; en este caso son evidentes las influencias de
Tiziano y Rubens.
6ª etapa: los últimos años de su vida (1651-1660)
- En 1651 Velázquez regresó a España, donde realizará una larga serie de retratos de los
personajes de la Corte, destacando el de Felipe IV anciano, el de la Infanta Margarita
adolescente o el de Doña Mariana de Austria, en los que su paleta se hace
completamente líquida, la forma se esfuma y se logran calidades insuperables.
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- De esta etapa también son sus dos obras maestras, cumbres de su obra y de la pintura
universal por su complejidad compositiva y su absoluto dominio técnico-estilístico:
+ La familia de Felipe IV o Las Meninas: Representa a la familia real en el
momento en que les está realizando un retrato, apareciendo también su propia
imagen, aunque en realidad se trata de un retrato de grupo de la Infanta
Margarita y sus damas de honor; es un cuadro de composición y perspectiva
muy elaboradas, apareciendo en el primer plano la figura de la Infanta Margarita
y sus sirvientes, luego el autorretrato del pintor y otras figuras, más atrás las
imágenes de los reyes en el espejo y la puerta abierta del fondo, que acentúan la
profundidad, difuminándose según aumenta la profundidad los contornos de las
figuras por efecto de la perspectiva aérea; también son fundamentales el sabio
manejo de la luz, que ilumina la escena desde las ventanas laterales y desde la
puerta del fondo, el tremendo naturalismo, la factura libre y atrevida, etc.
+ La fábula de Aracne o Las Hilanderas: Es un cuadro de temática mitológica
en el que se representa la competición celebrada entre la diosa Minerva y la
tejedora Aracne; traslada la escena al interior de un taller de tejedoras y
representa en un mismo cuadro una escena costumbrista en primer plano y una
escena mitológica al fondo, tratando de reconciliar el mundo del mito y el de la
realidad; Velázquez logra en este óleo una consecución total de la perspectiva
aérea mediante la atmósfera de neblina tan peculiar en su obra, siendo la luz la
gran protagonista del cuadro, todo se supedita a ella, tanto la línea como el color,
produciendo un efecto de extrema realidad.
6. LA ESCUELA MADRILEÑA
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- A la Escuela Madrileña pertenecen los pintores que trabajan en la Corte y realizan
otros encargos distintos de los de Velázquez. Los principales pintores, además de los
discípulos directos de Velázquez, Juan de Pareja y Juan Bautista Martínez del Mazo, de
esta escuela fueron:
6.1. Juan Carreño de Miranda
- Es un pintor que trabaja fundamentalmente en la Corte, donde cumple con Carlos II un
papel similar al realizado por Velázquez a órdenes de Felipe IV, siendo por tanto sobre
todo pintor de retratos.
- También se caracteriza por realizar importantes estudios de perspectiva en sus pinturas
de grandes bóvedas.
+ Retrato de Carlos II: Representa al monarca con un aspecto raquítico y
enfermizo, de rostro pálido y largos cabellos que le caen a ambos lados de los
hombros, enmarcado en un ambiente palaciego; destaca su colorido, similar al de
Velázquez, influencia que se observa también en el tratamiento sobrio y serio de
la dignidad real.
+ La Reina Doña Mariana de Austria: Aquí también influencia de Velázquez en
la pincelada suelta.
+ La Monstrua: En relación con los bufones velazqueños.
6.2. Claudio Coello
- Fue el último pintor de cámara de los Austrias, de Carlos II, teniendo por eso contacto
con Carreño. Junto con su labor de retratista, influenciado asimismo por Velázquez,
destacan sus trabajos al fresco y las composiciones en lienzos de grandes proporciones.
Dominó también perfectamente la técnica de la perspectiva aérea.
+ Retrato de Carlos II: Además del realismo del retrato destaca la representación
de la decadencia física e intelectual de esta monarca, último de los Austrias.
+ Adoración de la Sagrada Forma: Espléndida galería de retratos de los
personajes de la Corte; presenta una composición diagonal y de gran teatralidad,
propia del Barroco; el estudio de la perspectiva aérea es muy similar a los de
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Velázquez, donde el espectador parece integrarse en la composición, lográndose
la espacialidad por medio de la sabia utilización de la iluminación.
7. PINTORES DE FINALES DEL XVII EN SEVILLA
7.1. Bartolomé Esteban Murillo
- Pertenece a la generación final de artistas barrocos del s. XVII.
- En sus obras embellece la realidad y se produce el triunfo del sentimentalismo, incluso
en los temas de miseria y pobreza, anticipándose con ello al Rococó. La temática de sus
composiciones es esencialmente religiosa, de carácter familiar y tierno; también trató
también temas costumbristas. En cuanto a las características técnicas de su obra se
observa una importante preocupación por el colorido, su pintura evoluciona hacia una
pincelada más abreviada, que ofrece formas cada vez más difuminadas y vaporosas y
le interesa menos la composición que a Zurbarán y Velázquez.
+ La Sagrada Familia del pajarito: Tema religioso tratado como si fuera un
episodio hogareño; de gran ternura, intimidad y misticismo su estilo tuvo un
amplio éxito popular, repitiendo los mismos temas sin descanso.
+ La Inmaculada Concepción de los Venerables o de ''Soult'': En esta obra, hoy
en el Museo del Prado tras un azaroso periplo, realiza una representación juvenil
de la Virgen, prototipo formal y espiritual de donde partirán todas las variantes
posteriores de este tema iconográfico, muy repetido a lo largo de toda su
producción pictórica; en cuanto al estilo decir que ablanda los contornos,
difumina la figura y multiplica el numero de ángeles que rodean a la
Inmaculada, además son importantes el color y la luz, centrados en los ropajes
movidos por el viento.
+ Niños comiendo melón y uvas: Los temas de género son un capítulo destacable
dentro de la obra de este pintor, donde representa la realidad de una manera ideal
y optimista, rehusando reflejar la miseria y la pobreza de estos personajes y
centrándose en el lado amable de la realidad.
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+ Niños jugando a los dados: De similares características; composición llena de
gracia y picardía, donde la figura central se representa en la sombra y contrasta
con la luminosidad de los otros personajes, reflejando animación en los rostros y
ademanes; en cuanto al colorido decir que domina una amplia gama de tonos
ocres y marrones; también destaca el bodegón que aparece en uno de los ángulos
del cuadro.
7.2. Juan de Valdés Leal
- Le interesan más la expresividad y el estudio de la luz que la belleza, destacando
asimismo por la exaltada pasión, el movimiento de sus composiciones, una rápida
técnica de ejecución y un gran colorido, que hacen que su obra sea plenamente barroca.
Su temática es fundamentalmente religiosa, aunque orientada hacia lo desagradable y lo
macabro.
+ Pinturas del Hospital de la Caridad de Sevilla: Obras con un claro simbolismo
moralizante, de tema macabro alusivo a la banalidad de la vida terrena y a la
igualdad humana en la vida de ultratumba; son dos cuadros de gran crueldad, In
ictu oculi (en un abrir y cerrar de ojos) y Finis gloriae mundi (el final de las
glorias terrenales), donde dominan la oscuridad y el desorden, produciendo en el
espectador un gran desasosiego. Estas pinturas reflejan el pesimismo reinante a
finales del barroco español, contrastando con la dulce visión de la vida que
ofrece su contemporáneo, el pintor Murillo.
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