RESOLUCION DE CONFLICTOS LABORALES

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 RESOLUCION DE CONFLICTOS LABORALES El mundo del trabajo está cambiando rápidamente en la era de la globalización, sometiendo a
gran tensión el sistema de relaciones laborales en muchos países, donde el creciente número de
conflictos laborales está poniendo una fuerte presión sobre los mecanismos de resolución de
conflictos, ya de por sí saturados de trabajo y faltos de personal. Muchos gobiernos han
empezado a comprender que es esencial mejorar el entorno de las relaciones laborales y
consolidar las posibilidades de paz social para superar los desafíos que el desarrollo económico y
social plantean a sus países.
Por consiguiente, se están emprendiendo numerosas iniciativas destinadas a promover una
gestión eficaz de los conflictos y la resolución de las diferencias laborales en diversos países, con
distintos resultados. Cada vez se hace más uso de procesos como la conciliación y la mediación,
ya que ayudan a disminuir la presión sobre el sistema judicial, que en muchos países está
sobrecargado, comportando retrasos y costos crecientes tanto para los trabajadores como para
sus empleadores.
A pesar de que la conciliación y la mediación han ganado una amplia aceptación, dichos procesos
no funcionan eficazmente en muchos países y a veces sólo retrasan aún más la resolución del
conflicto, obligando a las partes a recurrir de nuevo a los saturados tribunales de trabajo.
El principio de autonomía e independencia de los interlocutores sociales desempeña un papel
importante en la resolución eficaz de los conflictos. Los convenios colectivos suscritos por
organizaciones independientes y autónomas gozan de credibilidad entre las partes y serán, por
tanto, respetados. Este mismo principio se aplica a los procesos de conciliación y mediación.
La negociación colectiva puede ser ventajosa tanto para los trabajadores como para los
empleadores. Para los trabajadores, ofrece una oportunidad de lograr salarios y condiciones de
trabajo adecuados, brindándoles una voz común. Para los empleadores, puede facilitar la paz
social que de otro modo podría verse alterada por conflictos laborales. Los acuerdos negociados
también pueden facilitar los procesos de modernización y reestructuración.
Si las negociaciones colectivas fallan, los conflictos pueden resolverse mediante la conciliación o
la mediación, dejando la solución judicial de las controversias como último recurso.
Por consiguiente, es esencial que los interlocutores sociales logren una buena comprensión de las
técnicas de negociación, a fin de permitir que las partes alcancen óptimos resultados, en lugar de
acuerdos poco satisfactorios o favorables sólo para una de las partes. Una resolución
conjuntamente acordada de un conflicto mediante una solución negociada, una conciliación o una
mediación puede lograr que las partes se comprometan a aplicar la solución e impulsar su
cooperación (incluida la cooperación para alcanzar los objetivos de la empresa).
Los procedimientos y aptitudes de negociación, en el lugar de trabajo desempeñan, por tanto, un
papel importante para lograr un equilibrio entre los intereses de los empleadores y de los
trabajadores y para promover la paz social y, en consecuencia, el desarrollo económico y social.
PAPEL DE LA OIT EN LA RESOLUCION DE CONFLICTOS
En materia de prevención de conflictos laborales y en lo que respecta al proceso de resolución de
los mismos, la OIT apoya a las partes que intervienen en una relación de trabajo para que diriman
sus diferencias o posiciones contrapuestas de manera pacífica y ordenada, y de conformidad con
unos procedimientos que disminuyan al mínimo la interrupción del trabajo. En cierto sentido se
puede decir que se trata de disposiciones relativas al establecimiento de la paz social. Se parte de
la base de que de tiempo en tiempo surgirán desacuerdos allí donde las percepciones de lo que
es justo o equitativo no son las mismas y de que los conflictos se pueden manejar y por supuesto
prevenir. La prevención efectiva de los conflictos laborales o la solución de los mismos sigue
constituyendo el núcleo central de unas relaciones de trabajo equilibradas y susceptibles de crear
un entorno laboral que impulse el crecimiento económico y el desarrollo.
Los conflictos revisten diversas modalidades. Los que se dan en el ámbito de los derechos se
refieren al ejercicio de un derecho existente o a la interpretación del mismo, se encuentre éste
incorporado ya sea en una ley, un convenio colectivo o en un contrato individual. Los conflictos de
intereses suelen surgir cuando se ha fracasado en las negociaciones conducentes a la conclusión
de un convenio colectivo. En otro nivel de análisis, un conflicto puede implicar a un trabajador
individual o a un grupo de trabajadores (conflictos colectivos).
Por lo general, los procedimientos para resolver conflictos laborales se establecen en la
legislación nacional y comprenden procedimientos que las partes han aceptado voluntariamente.
Un objetivo central en el procedimiento de resolución de conflictos es la promoción de la
negociación colectiva, es decir, siempre que sea posible preferir la promoción de un arreglo
bipartito. Los procedimientos citados pueden clasificarse en tres categorías: la conciliación y la
mediación; el arbitraje y la decisión de un Tribunal o de un Tribunal Laboral. En todo caso, en
diversas jurisdicciones se encuentra implícito un enfoque voluntario que reconoce a las partes
cierta libertad para elegir los mecanismos específicos que se utilizarán para abordar el conflicto.
Además de lo anterior, es cada vez más frecuente que se reconozca la práctica de recurrir a
“procedimientos alternativos de resolución de conflictos” que reducen su cariz jurídico y favorecen
un tipo de justicia laboral que tiene lugar fuera de los canales convencionales.
Fuera de ayudar a los Estados miembros a mejorar los mecanismos existentes de prevención de
conflictos y de resolución de los mismos, últimamente la OIT ha ayudado a algunos países a
establecer organismos tripartitos a estos efectos. Tales organismos delegan en los interlocutores
sociales la gestión de las relaciones laborales en el lugar de trabajo. No obstante,
independientemente de cuál haya sido la opción institucional elegida, la meta global de prevenir
los conflictos o de resolverlos si se han manifestado, apunta a consolidar la gobernanza
democrática y a promover la estabilidad social, económica y política.
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