Alonso Cano Revista Andaluza de Arte _____________________________ Nº14 3º Trimestre 2007 Edita: Cofradía Nueva del Avellano Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ 1 2 Alonso Cano Revista Andaluza de Arte Edita: Cofradía Nueva del Avellano ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004 Granada, España 2007 Se prohíbe la venta total o parcial de este documento. Para citar la revista y/o artículos, referenciar bajo el siguiente enlace: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ 3 4 Índice de artículos La fortuna velazqueña. El Aguador de Sevilla: “decorum at tempus alegoricum” Por Daniel José Carrasco de Jaime ...........................................................................7 La visita a la Provincia Marítima de Segura de Don Francisco de Bruna (1764) Por Sergio Rodríguez Tauste ....................................................................................43 El convento de San Francisco Casa Grande y su patrimonio inmueble Por Jose Carlos Rodrigo Herrera..............................................................................75 Los “niños” y las “artes” Por Vanessa García Jiménez ....................................................................................85 Ensayo sobre la no violencia y desarrollo de la paz Por Juan Ángel Pérez García ....................................................................................95 Reflexiones en torno al graffiti “ Del graffiti al museo. conflicto cultural en torno al espacio expositivo ” Por Alejandro López Delgado..................................................................................105 5 6 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ La fortuna velazqueña. El Aguador de Sevilla: “decorum at tempus alegoricum” Por Daniel José Carrasco de Jaime RESUMEN Comprender a Velázquez es realizar una lectura analítica, comprensiva y reflexiva, tanto de su vida como la obra del real pintor; siempre abr que partir de la base, o hacer hincapié, en lo que para nosotros serán los verdaderos puntos de inflexión que habilitan y circunstancian estos dos planos. 1520 es en este sentido un año crucial para el futuro desarrollo de capacidades potenciales del maestro. El acercamiento a lo vulgar, dentro de su especial visión del naturalismo, no solo lleva implícita su espiritualidad, sino además, la humanización de lo religioso y lo mitoalegórico. La innovación tecnico-formal correrá de forma paralela al trasfondo velazqueño, por lo que sus cuadros trascienden del plano de lo cotidiano aun siendo, no “hiperralista”, pero si la realidad en si misma. ARTÍCULO Continuando la naturaleza de nuestros ensayos y estudios, en la aproximación que venimos haciendo hacia el mundo de lo velazqueño, proponemos como se indica en el título mostrar cuál fue, grosso modo, la suerte que ha tenido en el acontecer una forma o concepción plástica singular que vio luz durante el siglo XVII y que, paradójicamente, no tubo la continuidad 7 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ que desde nuestro punto de vista pudiera haberse esperado y se dio por desaparecida a la muerte de Claudio Coello1. Para justificar la razón de nuestro discurso, como viene siendo habitual, hemos analizado una tela singular dentro de la producción de Diego Velázquez. A través de El Aguador de Sevilla llegaremos a una comprensión más completa de uno de los aspectos más discutidos sobre la pintura del maestro sevillano, circunstancia ésta que nos permitirá desgajar la problemática suscitada en torno a si realmente es un pintor naturalista-retratista o simplemente naturalista, o por el contrario su producción artística abarca otro tipo de géneros como el alegórico-emblemático, el mitológico, etc. Las palabras que se pormenorizan en las siguientes líneas no determinan un estudio de naturaleza cerrada ni mucho menos, tan sólo un punto de vista particular que ya venimos desarrollando en dos pasados textos publicado2, y, cuyo fin último es reflexionar, no sólo gozar con el conocimiento de nuestro arte, en la existencia de otras tantas variables que pudieran llegar a manejarse a la hora de realizar un estudio aproximativo a Diego Velázquez, y la impronta, sello y significación de su huella artística. Los velazquistas han realizado, más o menos, dentro del transcurso normal historiográfico, con mayor o menor acierto, análisis que pretendían adecuar unas pautas concretas a una delimitación en todos los niveles de su obra; sin 1 CARRASCO DE JAIME, Daniel José., (2.004). Defendimos entonces que la pintura del madrileño, por vinculación, fue la última de entre los maestros llamados falsamente “velazquistas”. A la muerte de aquel a fines del XVII, no solo se pierde una gran personalidad artística, y, en consecuencia, una producción. Por el contrario, también se difumina un horizonte y se olvida una tradición plástica que nació dentro del orden intelectual del sevillano no como artesano-banausos, sino como productor de prodigios y grandes artificios, incluso, intelectuales. En el caso de Diego Velázquez, quizá mas como un medio que como fin; en el concreto de Claudio Coello, su acepción pseudo-nominal como “velazquista”, lo dice todo: continuador, servido de. Lo mismo resulta y me da. Técnicamente bien dotado, aunque su personalidad no roza el magisterio del sevillano, ni sus derroteros plásticos definen una intelectualización del grado tan intenso que promovió Velázquez para cada obra, su obra, no obstante, es ejemplar. ¡Ojo!, no quiero decir ni dejar por sentado que no procesara sus obras intelectualmente antes de ejecutarlas, tan solo que no con la intensidad de aquel. Las metas de uno y otro, y sus circunstancias, en todo caso, no son comparables ni pueden entenderse con equidad. Por tanto, su velazquismo solo roza el plano de la impresión técnica que, habida cuenta de la contemporanea producción, no parece poco. 2 CARRASCO DE JAIME, Daniel José., (2004) y (2005) 8 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ embargo, lo cierto es que la pintura del sevillano no ha pasado de moda3. Esto es, su contemporaneidad sigue no latente, sino vigente y exultante a los ojos de otros tantos que la consideran superada. Conforme nos vayamos acercando al final de este monográfico, dentro de nuestra singular metodología inductiva de conocimiento, nos daremos cuenta del por qué sigue resultando tan importante para un velazquista el deshinchar el saco y observar cómo cae el grano de su interior, con lo que pretendemos llegar a una conclusión nada clara al día de hoy. Hablamos entonces del trasfondo de sus cuadros. Efectivamente, la manzana de la discordia que resultaría el determinar cuál es el trasfondo velazqueño, sería ahora por mi parte una equivocación intentarla alcanzar, por lo que tan sólo observamos y anotamos otras lecturas en su producción que personalmente me llaman la atención. En alguna ocasión he defendido mi postura sobre los diferentes conceptos plásticos a los que se acogen los maestros pintores a la hora de afrontar sus proyectos. Veremos por tanto que existen dos conceptos muy diferentes de entender el arte de la pintura desde mitad del seiscientos. Uno caracterizado por mostrar un trasfondo o trasunto sea de la índole que sea; y otra que por el contrario, de una forma directa, no sólo en su ejecución, busca el mero y fortuito sobresalto en el contemplador de una forma rápida. Anotamos que Velázquez y “los velazqueños” pertenecerían a la primera, de la que, aunque no son definitorios sí parecen por cualidades técnicas, definitivos. Estamos pensando siempre en maestros particulares como Pedro de Raxis en Granada, de forma tal que, todo lo anotado en anteriores artículos nos da una visión de la preparación mental que conlleva la inventione de una obra maestra4. 3 Hará cosa de dos o tres años que entregue un artículo sobre la producción contemporanea que me sugirió la exposición de arte moderno que se realizo en Almería en 2004. En todo caso, aquella sensación que tuve de que el sevillano y su obra no había pasado desapercibida como fuente prima de inspiración local hoy, fue recogida y anotada en aquel artículo del que no tengo noticias satisfactorias ni no satisfactorias de publicación. Igualmente, la indiscreción y falta de profesionalidad del editor de la misma rozan lo sublime de las malas artes. Yo entonces lo titule: “Neovelazquismo. La vigencia del modelo estético-plástico del setecientos en el arte del XXI”. 4 Nuestra línea de investigación siempre se ha limitado a la concreción de la personalidad artística de Pedro de Raxis como pintor, de su semblante y huella en el arte de transición — 9 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Hay obras de arte que definen perfectamente cuáles son las capacidades potenciales del artista; muchas de ellas son consideradas por la Crítica o la Historiografía capitales para comprender el discurso lineal y evolutivo de la producción de una personalidad artística o de un momento determinado, o simplemente de la Historia del Arte. Los apasionados por la obra de Velázquez no hallamos parangón alguno. El Aguador de Sevilla configura desde muy temprana edad un punto y aparte dentro de la pintura del setecientos. Sin desdeñar la realidad que circunscribe al maestro sevillano y a la tela en el momento mismo de ejecución, sería un error por nuestra parte no reseñar la paradójica situación del desarrollo plástico de aquella Sevilla con respecto a la significación y valoración del propio artista en lo social de un lado, y por otro, de la enorme depresión socioeconómica a la que nos llevó la pertinaz política de relaciones internacionales que mantuvimos desde el reinado de Felipe III. El Sol se puso como era de esperar; sin embargo, hacerlo es alargar demasiado el proceso. En la lejanía, un punto de fuga irradia paradójica luz: El Siglo de Oro. Dentro de un contexto global en el que el arte, y la pintura muy especialmente, configuró un punto de inflexión para revalorizar el fenómeno no sólo social de aquella España setecentista, sino que permite hacer acopio y una exhaustiva lectura de análisis, comprensión y reflexión de los factores condicionantes que habilitaron una realidad axiomática indubitable y fenomenológica como es: el Naturalismo Barroco. A través de la producción de algún maestro pintor, puede analizarse la crítica exacerbada de una situación o condicionante social del papel jugado por aquella Andalucía. El contrapunto a los inicios velazqueños hay que buscarlo fuera de Sevilla, concretamente en la Granada de transición o contramanierista. Seguro que el obrador de Pedro de Raxis tiene algo que ver con el acercamiento al gusto de denominar, Contramanierista— que es la reacción que da origen al incipiente naturalismo barroco en la escuela de artes plásticas de Granada; aunque su producción podrá abarcar Jaén, Sevilla, Cádiz, Ciudad Real y Madrid en principio, sin desestimar que lo hiciera también en Málaga, Almería y Murcia. CARRASCO DE JAIME, Daniel José., (2007). “El Santísimo Cristo Crucificado de la Redención de los trinitarios descalzos de Granada”, en: Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte. Nº 6, 2º Cuatrimestre. Segundo Año. Granada 2005. 10 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ primer naturalismo de una forma no temprana como quisiéramos, pues éste se da muy al final de su carrera artística —Retrato de Fray Juan de Arauz o san Jerónimo Penitente—, rozando incluso el 1626, año de su muerte. Lo cierto es que el maestro alcalaíno fue por nombradía el primero de entre los andaluces en alcanzar la corte como Pintor del Rey, con Felipe II y Felipe III. Justo para cuando se le conciertan los retratos de los Reyes Católicos, Velázquez ya está presto a su aproximación cortesana para ocupar por concurso la plaza de Villandrando. No es banalidad aproximar el incipiente naturalismo raxiniano a la que por entonces, ya era una realidad plástica como la velazqueña. Para cuando Raxis realiza la magnífica galería de retratos de La Asunción de la Zubia, el sevillano ya había dado buena cuenta del naturalismo realista de su beta sevillana. Es en aquel singularísimo contexto dónde crece y de dónde mana la especial óptica de idealismo naturalista del joven Alonso Cano antes de marchar a Sevilla, en el que positivamente tiene cabida una gran proliferación de talleres artísticos en Andalucía y dónde, no obstante, se desarrollará la maduración en manos del todavía joven aprendiz granadino, del idealismo naturalista propio de la escuela que había enraizado el gusto y sensibilidad de la primera gran horda plástica en manos de Raxis, postura con la que marchará rumbo Sevilla para formarse con Pacheco, y ciclo que no se cerrará hasta la llegada del mismo nuevamente a Granada; pero siempre, y aún a pesar de que hay una verdadera aproximación técnica entre el arte del sevillano y del granadino, la pintura de éste último servirá como contrapunto normal y competidor al naturalismo de beta realista del primero. En éste caso, Alonso Cano5 es más continuador de la deuda del arte que el Pintor del Rey alcalaíno sembró en la Granada de Transición que de la pátina pachequiana de su formación sevillana. Y es algo normal, pues durante los primeros quince años de su infancia en nuestra ciudad, observó detenidamente la producción de aquél por su relación de mancomunidad con Miguel Cano y Ambrosio de Vico. 5 CARRASCO DE JAIME, Daniel José., (2002) 11 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Aunque la mayor parte de la producción pictórica de Pacheco se desarrolla dentro del ámbito manierista de claro corte romanista de en torno al siglo XVI, siempre al servicio de La Contrarreforma y dentro de unos cánones academicistas, fijados en su tiempo por los tribunales inquisitoriales e incluso por él mismo, deberemos anotar que, aunque mediocre pintor no estaba falto de cualidades pictóricas que le pudieran haber acercado a ese atisbo de naturalismo barroco que, parece dejarse entrever en ocasiones con matizaciones dentro de la amalgama de recursos obligados a manifestar para no resultar anacrónico, no rompiendo así la barrera, ni adelantándose a su propio tiempo; cosa que dejaría en manos de su discípulo predilecto tras divisar el inminente futuro de la pintura que creemos que hubiera de plasmar en sus cuadros y que vino con Velázquez. Prueba de ello es la galería de retratos para su libro de varones ilustres6. Una suerte en aquel momento fue haber tenido a un monarca como Felipe IV, por lo menos en lo que al arte compete. La individualidad que no había conseguido destacar por su política monárquica —evidentemente, tampoco lo habría conseguido a la postre el Conde-Duque—, por el contrario, sí lo haría por su buen gusto y gran sensibilidad artística. Quizá debiera verse como heredero y continuador de una larga tradición cuyos exponentes fueron Carlos I y Felipe II y que en lo artístico hubo de traducirse en una poderosa razón y entusiasmo de no ser menos, continuando el afán coleccionista y una 6 Todavía a día de hoy me asombro cuándo hecho un vistazo socorrido al catálogo publicado por Valdivieso y Serra acerca de la producción de Francisco Pacheco, llegando a la conclusión de lo fácil que es atribuir una obra en comparación al proceso de probar todo lo contrario. Éste será el caso concreto de las pinturas de la sarga principal del retablo concertado por Bueno para la Capilla de Barrionuevo de la parroquial de santiago de Sevilla. Tanto la Anunciación como la Santa Ana con la Virgen y el Niño, son obras de Pedro de Raxis de 1602, realizadas en el paréntesis de tiempo en que el Pintor de Rey pasa por Gibraltar para realizar el ciclo de pinturas y dorado y estofado del retablo concertado por Bueno para Santa María la Coronada o Mayor. Valdivieso las incluye dentro del catálogo de Pacheco con los registros 74 y 76, sin anotar el nombre de Raxis, que trabajará junto a Pedro de Raxis en el mismo retablo, de la misma forma que lo hará tras marchar a Granada junto a Juan Martínez Montañés en 1612, realizando conjuntamente las pinturas del retablo de la capilla de Arauz de santos Pedro y Pablo; retablo que no había concluido en la talla de santos Pablo de Rojas, y será mancomunado por Raxis, Pacheco, Rojas y Montañés con su san Pedro. Algo similar ocurre con el Cristo con la Cruz a Cuestas fechado y documentado de Pacheco de 1589, opinando el estudioso que se trata de una obra inspirada en otra de Vargas de la catedral hispalense, sabiendo que es una obra conocidísima y reinterpretada por Raxis también en Granada, y parte de fuentes grabadas precisas y concretas. 12 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ gran política de proteccionismo que durante mucho tiempo hubo de caracterizar a nuestra corte. Esta razón es la que obliga al joven maestro sevillano a marchar a Madrid buscando alentar e incrementar sus conocimientos al servicio monárquico para mal de Pacheco, dándosele la oportunidad de abrirse camino en pos de configurar un estilo propio que lo terminaría por convertir en el paladín de una nueva sensibilidad: el Naturalismo. Y es aquí dónde tiene cabida todo el desarrollo de nuestro discurso en relación con la obra que hemos escogido. Una cuestión capital para nosotros radica en el hecho de fundamentar la necesidad de documentar la presencia del joven maestro sevillano en Madrid para ganarse, digámoslo así, un lugar de entre los maestros pintores de corte; igualmente, qué es lo que se espera de un artista andaluz del que nadie tiene noticias y que tiene como carta de presentación un vulgar cuadro de género que representa un simple aguador. Y por supuesto, comprender cuál sería una reacción lógica de un hombre de palacio como Fonseca cuando se le presenta un lienzo tan vulgar. Con ello quiero advertir al lector de que algo parece no cuadrar. Qué nos hemos dejado en el tintero, qué no hemos valorado en dicha circunstancia aparte de la amistad que ataba a Pacheco con Fonseca, y del simple hecho de que aquél, desde Madrid, actuase por compromiso hacia una amistad de años. Puesta a punto. Del Aguador de Sevilla se han hecho multitud de afirmaciones. No por menos, pienso que todas hayan de ser aceptadas, sin embargo, tratándose éste de un trabajo de naturaleza no cerrada y por su carácter de ensayo, todas son susceptibles de ser comentadas ahora por nosotros atento a nuestro criterio. Quizá, entre éstas que se han lanzado recientemente, es la que hace primar “una cierta inmovilidad” en la tela la que más sobresalto nos ha producido. Esta idea que no se sostiene por ninguno de los lados se mire por dónde se mire, pues, a poco que se entienda sobre estructuración espacial y 13 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ composicional, podrá advertirse que la misma queda fuera de lugar al tratar la interacción entre las dimensiones que Diego Velázquez previó a la hora de afrontar el cuadro, razón por la cual, nosotros seremos siempre una parte activa de la composición. Pero ésta es tan sólo una idea de las muchas que contrarrestan la “falta de movilidad” que tiene el cuadro para algunos. Evidentemente, podríamos entrar en el análisis técnico-formal y en la valoración de la inflexión lumínica que, en espiral, irá matizando los volúmenes, degradándolos y acompasándolos tenuemente hasta perderse en la atmósfera indeterminada. Sin embargo, es la conjunción tridimensional, por su logro y por estar apoyada en dicho dominio técnico, aunado a la elección de un fondo neutro indeterminado, sabiendo que es una escena de exterior en penumbra pero que no niega aún pese a las tonalidades ocres —técnicamente lo que los velazquistas conocen como Tierras de Sevilla— el fondo, o cómo la pigmentación que forma la base fundamental de sus imprimatura permite ver, incluso, una figura de mediana edad bebiendo de la jarra. Se podrá leer también que dicho rostro en penumbra, no es sino un abocetado casi a medio hacer; esto es, con carácter non finito pretendido por el maestro sevillano. Sólo entendiendo que la tela fue elegida de entre otras por el maestro para ser llevada a Madrid con objeto de su primera aproximación cortesana, se comprenderá que el cuadro fue estimado por el propio Velázquez como la de mayor entidad de entre las que en 1620 disponía. No es una falta como tampoco es una reserva no terminada; es por el contrario una figura totalmente terminada pretendida en la penumbra atmosférica, perfectamente afectada en su volumen y corporeidad a través de la inflexión lumínica, ya tenue, que se pierde en la sucesión de términos y planos. En última instancia será siempre una magistral versión de las capacidades potenciales que tenía para la captación de la realidad objetiva, y de cómo se transforman los cuerpos y volúmenes en el espacio degradado. Su carácter finito pretendido, no es sino un medio para obtener un fin último: el espacio sugerido —recursos técnicos y visuales como éste, pero diferente en sus composiciones dentro del país circundante de la escena, puede ser el cacharro que cuelga en el fondo de La Vieja friendo huevos; en donde sin fondo determinado, puede entenderse que 14 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ para que pueda colgar el mismo, ha de existir una alcayata y por tanto, una pared de fondo. Entonces, lo mismo dará cuán neutro sea el tratamiento de la monocromía del fondo, pues lo sugiere así o abriendo una escena que se sucede en el mismo tiempo pero en diferente espacio—. Recursos estéticoplásticos como éste ya vienen sucediéndose en sus primeras obras en colaboración en el taller de Pacheco —caso de las flechas colgadas de la pared de la habitación dónde santa Irene queda asistiendo al Bautista— Recursos en todo caso evolucionados una vez estudie El Lavatorio de Tintoretto. Ya habría que empezar a valorarse la modernidad temprana de la pintura del sevillano por la evolución que plasma en su primera etapa sevillana, hasta desprenderse de la confrontación de oblicuos y diagonales, las cuales, quedarán reducidas a su mínima expresión en retratos cortesanos, y tan sólo, como apoyo al país de los elementos moderadores de escena o mediadores entre el fondo y el personaje, permitiéndonos adentrarnos más rápidamente en la escena; y, no entendidos, o no tanto, como recursos para lograr tridimensionalidad. De ahí la importancia de que el punto de fuga del aguador esté fuera de la escena en sí misma, pues parece pensada para ser vista la composición siempre de forma atemporal en primera persona, como recuerdo y memoria de ése personaje que parece alguien más que un simple aguador; como recordatorio de la importancia de un mensaje último que está, a todas luces, vinculado con el agua y con el tiempo: con la fuente de la vida. En este sentido, nuestra interacción es capital para que la tela cobre un sentido pleno, pero llegar al trasfondo y entresijo velazqueño, su intencionalidad, no es factible sino es por medio de hipótesis. Los cuadros de este tipo, al igual que pasaba con el autorretrato de Pedro de Raxis de 1603 del Museo del Prado, entra a ingresar dentro de una amplia nómina de pinturas no bien interpretadas por la Crítica Literaria que tan sólo advierte el magisterio del artista —en éste caso, erróneamente atribuido a un discípulo de Moro, y no queda tan lejos de la realidad7— o la perfección 7 Tras la formación de Pedro de Raxis en Granada en el obrador de Juan de Aragón, el joven maestro pensó que no estaría completa hasta cerrar el círculo en la Villa de El Escorial, como 15 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ técnica o formal del cuadro, sin discutir la existencia o no de su entresijo moralizante, su trasfondo alegórico, icónico o simbólico. Muchos de estos cuadros pertenecen o se inscribirían dentro de la nueva ola culturalista que emancipa la obra literaria de Góngora; podríamos hablar, incluso, de una corriente predominada por el Culteranismo Gongorino que hábil y sutilmente pone en entredicho muchos de los condicionantes socioeconómicos del momento a modo de crítica exacerbada pero oculta, sin omisión pero con miedo a la represión o a no manifestar lo normal que el buen arte de la pintura requería. Es en todo caso una forma de trabajar la pintura, culta y preparada que justifica en gran medida la compilación de libros específicos y de una amplia biblioteca como ya referimos con anterioridad8. Pedro de Raxis como Pintor del Rey habría conectado con ésta corriente literaria que tendría evidente repercusión en algunos artistas afines y comprometidos. Por tanto, creo que no hay justificación para aquella idea de inmovilidad que sugiere estatismo, falta de dinamismo en la composición y en esencia, falta de vida interna e interacción entre los personajes y el ambiente circundante. La prolongación y pervivencia de la misma, no tiene sentido una vez analizado el espacio sugerido de los últimos términos matizados a través de las inflexiones lumínicas, tal y como acontece durante el desarrollo de la escena. Una luz intensa y vibrante que barre toda la escena de forma oblicua en espiral ascendente, siempre en una rítmia de izquierda a derecha. Es la misma inflexión vibrante la que permite la valoración de los volúmenes a partir de la graduación e incisión sobre los diferentes cuerpos, acompasando perfectamente la pincelada y degradándola; recuerda, salvando la distancia, claro está, a la Vocación de san Mateo de Merisi. Sin embargo, en ambas, el foco lumínico está siempre fuera de la composición, ya que en aquel caso concreto tampoco servía la ventana. meca de las artes por excelencia en aquél momento. Éste es el momento en que entra dentro del círculo de Sánchez Coello a través de su participación o de su colaboración con Miguel Barroso. 8 CARRASCO DE JAIME, D. J. Ob. Cit. (2004). 16 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Tampoco podríamos defender las ideas de quiénes piensan que puede desgajarse cualquier trozo, parte o componente del cuadro en sí mismo, para convertirlo en un elemento independiente en otro lienzo. No. Los elementos del país de Velázquez tienen ciertamente vida propia por sí mismos, pero siempre cobran un especial valor dentro del paisaje que les circundan y para el que están pensados originariamente. Permiten acercarse a ellos pero también al resto de la escena, de los efigiados, a través de ellos. Son vínculos y vehículos conductores al mismo tiempo. Qué sería sino del copón con agua e higo que entra dentro de la semántica lingüística que permite contener el reflejo del impulso vital de los personajes, una de ofrecer, otra de agarrarse, siempre por la rítmia de manos y miradas. A ello hay que sumar que suelen estar afectados por una luz total, globalizadora, que afecta por igual siempre los volúmenes de forma unísona y con trato de equidad: un allegro danzante en una perfecta sinfonía de volúmenes. Cuerpos subordinados a un principio elemental como resultan el cromatismo, y la aplicación de la mancha pastosa. Su economía cromática es magistral, pues con pocos pigmentos, permite ofrecer una riqueza de tonalidades, bien por matización, bien por inflexiones lumínicas, por el mayor o menor aporte matérico, por la configuración del arrastre, por lo diluido o no del medio acuoso, etc. Tradición crítica e historiográfica de la tela Hasta llegar al artículo de Manuela Mena Marqués hay un largo recorrido que ha tratado la pintura con equidad, pero desafortunadamente para el acierto de la comprensión de una lectura crítica, razonada y concienzuda que vaya más allá del plano de una versión naturalista, de una visión cotidiana de aquella Sevilla de Velázquez. Y todo mal que pueda existir en su comprensión es, como señala la doctora, un error de apreciación que deriva o puede registrarse en tiempo del propio artista. Dice, y cito textualmente: <<(…) El Aguador está documentado desde 1627, cuando se registró por primera vez en el inventario de los bienes de don Juan de Fonseca, (…) y entre otras obras de su colección, figuraba el cuadro, que fue tasado con los demás, a petición de los 17 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ albaceas por Velázquez, pintor del rey. Se describe, que no titula, en este inventario de modo sumario por los mismos escribanos que lo redactaron: <<Un cuadro de un aguador, de mano de Diego Velázquez, cuatrocientos rls……400>> [remite al artículo de José López Navío en la nota número 12]. (…). Puede que el nombre de Velázquez en el lote de El Aguador del inventario de las pinturas de Fonseca se añadiera incluso después de redactado el mismo, (…). En el mismo documento, al principio, cuando los testamentarios disponen que la parte de pinturas la tase Velázquez, y también después, en el documento resultante de la almoneda pública de los citados bienes, el nombre del artista se escribe incorrectamente como Belazquez, con una ortografía frecuente en los documentos de esos años que citan al pintor. En la descripción de su cuadro en el inventario, su nombre aparece, sin embargo, correctamente escrito, como si él mismo lo hubiera deletreado ante el escribano o éste lo hubiera copiado de la firma que estampó el pintor en el documento de tasación. Velázquez, en el único día que tuvo para tasar las cerca de cien pinturas que formaban la colección de su protector, no se molestó en aclarar la descripción de los escribanos de su cuadro, hecha unos días antes, porque era correcta. Le hizo completar, tal vez, su autoría, que indudablemente le importaba mucho, pero aceptó sin más cambios lo que figuraba ya escrito por aquéllos, pues esa rápida y superficial descripción de la obra como un aguador, la hacía evidente y directa, como hasta nuestros días, y de mayor impacto para quiénes asistieran a la almoneda (…). El Aguador se convertía así, en lo que se entendió por mano del propio Velázquez en una pintura exclusivamente de género>>9. A partir de entonces, ya podrá registrarse el graso error de concepto que ha prevalecido en la lectura de la misma tela. Así lo refería Justi: <<Lo llevó consigo a Madrid. Donde fue elegido para la decoración de una de las habitaciones del nuevo palacio del Buen Retiro —“Ottra de Vara de alto y tres cuartas de ancho con un rettrato de un Aguador de mano de Velázquez llamado el dh aguador el corzo de Sevilla con marco dorado y negro tassada en diez doblones” (Testamentaría de Carlos II, Buyen Retiro, 1700) —. Más tarde 9 MENA MARQUÉS, Manuela B., (1999). pp.294 – 295. 18 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ se colgó en el nuevo palacio de los borbones, donde lo vio en 1755 el italiano Caimo en la <<Sala de las Serenatas>> junto a otras muchas obras del maestro; por entonces era el más apreciado—<<Ma soprattuto bien celebrado il quadro del Vecchio que porge da bere a un fanciullo, disegnato, e colorito finísimamente>> (Lettere di un Vago Italiano, I, Pittburgo, 1754, p. 152 s.—. Mengs también reconoció su importancia artística e histórica —<<Il quadro dell´Acquajolo di Siviglia fa vedere quanto il pittore si assogettò en´suoi principi alla imitazione del naturale, col finire tutte le parti, e dar loro quella forza che gli pareva vedere in quella, considerando la differenza esénciale che è tra le parti illuminate e le ombre; cosicchè questa medesina imitazione del naturale lo fece un poco nel duro en el secco>> (Mengs, Carta a D. A. Ponz, p. 51) —. La figura del “Corso” era muy conocida en Sevilla. Se dice que el joven pintor, que pronto descubrió su utilidad como modelo, le dio unos cuantos maravedíes para convencerle>>10. Sin embargo, el velazquista acaba señalando la españolización del modelo y del semblante de su carácter como nota excepcional; el porte del aguador como rasgo característicamente velazqueño. Desde que en el año 1574 el asistente don Francisco Zapata, conde de Barajas, había convertido el insano pantano de la Laguna en la “Alameda de Hércules”, con sus fuentes y sus ocho hileras de álamos, los grandes paseos nocturnos en coche o a pie se habían trasladado a esta parte de la ciudad; en las fiestas tocaba allí una capilla de metales y oboes. La misión de refrescar este lugar de esparcimiento durante el verano era confiada a un cuerpo de aguadores, entre los que mantenía la paz y el orden un alguacil propio. Estas gentes eran en su mayoría franceses atraídos por el comercio con América; el nuestro era corso. En su oficio tenían permiso para llevar el agua a las casas en burros y grandes cántaros. La exquisita agua se traía por cañerías desde la “Fuente del Arzobispo”, así llamada por el huerto que había en el viejo camino de Córdoba, a un cuarto de legua de la ciudad, que había pertenecido al prelado don Remondo. 10 JUSTI, Carl., (1999). 19 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Sea como fuera, el cuadro ha sido visto hasta Mena Marqués como una escena de género costumbrista; ella, incluso, anota la relación existente por tradición con los bodegones sevillanos y abrevia las palabras de Pacheco en referencia a este tipo de pintura, alegando que la imitación de éste natural, era una veleidad, pero un gran magisterio en manos de su discípulo. Tras fracasar el primer intento de acercamiento a la corte que le hubiera permitido asentarse en la vacante de Villandrando, a su regreso hacia Sevilla pasaría por Toledo para conocer la obra de El Greco y a su sucedáneo hijo por el que creemos no se dejaría especialmente influir en modo alguno. Para aquél propósito contaba con la recomendación de su maestro a un hombre de corte. De gran utilidad fue para Velázquez la dirección de un representante del alto clero sevillano, el canónigo y maestro de escuela de la catedral don Juan de Fonseca y Figueroa (muerto en 1627). Amigo de Pacheco, éste ocupaba el preciado cargo de sumiller de cortina —cargo palaciego de origen borgoñón, desempeñado por diversos religiosos—11. Fonseca pasó más tarde al campo de la diplomacia; el mismo año se le envió en misión a Parma para dar el parabién al joven duque, aunque el cometido secreto era ganarse a los príncipes italianos para los intereses españoles y él mismo pintaba como demuestra. Era amante de la pintura y realizó un retrato de Francisco de Rioja. En este viaje quiso realizar un deseo largamente albergado: ver Roma, Nápoles y Sicilia. El lienzo, datable en torno a 1620, debe entenderse dentro del maremagno protocolario y del ritual normal del momento, como una carta de presentación, de su capacidad y de las posibilidades potenciales del joven maestro. El regalo pasó a formar parte de aquéllos cien cuadros de la colección de Fonseca, y, sabiendo de la cultura y formación de aquél ningún sentido tendría el hecho de regalarle una pintura de género que representa una escena cotidiana de la vida de su ciudad. Tasado para la pública almoneda en 400 11 Tenían que encargarse de la custodia de los breviarios, indicaban al capellán de semana las horas de las isas, acompañaban al rey a la capilla y permanecían junto al baldaquín, cuya cortina corrían y descorrían. Debido a su influencia, este cargo ceremonial estaba reservado sólo a hombres de cierto rango y prestigio. Incluso allanó el camino hacia el cardenalato, como en el caso de Jerónimo Colonna. 20 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ reales pasó a ingresar a la colección de don Gaspar de Bracamonte por 330 que lo terminó vendiendo al Infante don Fernando que lo dispuso en el Palacio del Buen Retiro dentro de la colección real para 1641, dónde permaneció hasta que José de Bonaparte lo incorporó al Museo Josefino, en cuyo viaje fue interceptado junto a otras obras por el Duque de Wellington, a quién se le regaló junto a otras obras por su empeño en que no fuera robado y llevado a Francia. Hoy, pertenece a la colección estable del Wellington Museum (Apsley House) de Londres. El simplificar su lectura a una aprensión sencilla, es factible pero ilícito desde cualquier punto de vista; quizá, busquemos enredar más el rizo y la madeja de lo que realmente ha de sugerir la obra del artista. Nosotros no lo creemos así. Somos más partidarios de las complejidades teoréticas que fueron hilvanadas ya por Stemberg, Gállego o Moffitt. En el ámbito facultativo se reduce a un personaje que para subsistir en la decadente Sevilla vende agua. Una figura muy humana de perfil mayestático y lleno de porte y dignidad que el maestro, engrandece al tratarlo como si de una efigie cortesana se tratara, pero venido a menos. Veraz y de enorme presencia y prestancia física y psíquica, con una indumentaria y atavío propio del momento, de una condición, y quizá, asimilando la posible sabiduría de la experiencia como conocedor y seguro de sí mismo con un perfecto estudio anatómico de las inferencias de este relieve abrupto del rostro curtido ambientalmente, y que en un momento determinado, sí podría excepcionalmente ir aparejado a la tez de una piel andaluza, pero como digo excepcionalmente. Un diseño subordinado a la factura suelta y vibrante que configura el volumen a través del arrastre del aporte matérico de la pincelada, y matizado en su economía cromática de pobre paleta pero rica de valoración y valoraciones por medio de la afectación lumínica. Quizá el caravaggismo incide sobre aspectos puntuales que, en el caso de las figuras, acentúa los volúmenes y corporeidades, potencializando las valoraciones plásticas de esos perfiles bien acompasados por medio del pincel y de las veladuras; técnica diluida en medio acuoso para la transparencia hasta aplomarse con generosidad matérica en esas manos. Igualmente vibrante y 21 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ suelto, vaporoso en ese bello de la barba y de cejas; puntilloso en la mirada dirigida con esos toques de pincel; detalloso en la gota que suda la botija y resbala del barro cocido. Pero como decía Lafuente Ferrari <<No basta para comprender la grandeza de Velázquez, admirar el prodigio milagroso de su capacidad de representación (…). El arte de Velázquez supera todas esas limitaciones posibles, como superó, con suprema sencillez y sin énfasis alguno, todo lo que la pintura de su tiempo había conseguido>>12. Lo del énfasis no tanto. En todo caso ingresa dentro de esos enigmas que señaló en su momento Chueca Goítia como coincidentes y existentes dentro de la producción del maestro13. Ya Stemberg como bien señala Mena Marqués había sido el primero de muchos en señalar el tema subyacente de las Tres Edades del Hombre como posible trasfondo del cuadro14, idea que parece cuajar bien cuando años más tarde, Julián Gállego dice: <<Parece que representa a un aguador corso que había en Sevilla. El personaje, de gran dignidad pese a su traje sencillo, tiende una copa de cristal, llena de agua (con una forma negra en el fondo que pudiera ser una fruta —¿higo?—) a un muchacho. Aunque más próximos que los protagonistas de la “Vieja friendo huevos”, estos dos personajes tampoco se miran, ni miran la copa que está pasando de una mano a otra: se les diría sumergidos en no sé qué meditación, en una gravedad que da a tan cotidiana y vulgar acción un aire casi religioso. Si tenemos en cuenta que un tercer personaje, de edad intermedia entre los dos citados, está bebiendo con ansia tras y entre ellos, pudiera llegar a la conclusión de que esa copa tendida es como la iniciación del adolescente, y que el lienzo representa “Las tres edades de la vida”: la Vejez, que tiende a la Mocedad la copa del conocimiento, que a ella ya no le sirve, mientras el Hombre de media edad bebe con fruición>>15. Nosotros estamos más en coherencia con la idea expresada por Moffitt de relacionar la tela con el compendio alegórico, sin renunciar en absoluto a la 12 LAFUENTE FERRARI, Enrique., (1960) 13 CHUECA GOITÍA, Fernando., (1992) 14 STEMBERG, Leo., (1971), P. 55. 15 GÁLLEGO, Julián., (1994). Pp. 131 – 133. 22 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ hipótesis de las edades del hombre como hacen Brown y Mena Marqués, simple y llanamente porque la edad del tercero en discordia no representa un avanzado estado de edad con respecto al crío y no al viejo, sino maduro. Once, veintiuno y cincuenta y seis años respectivamente son las edades comprendidas que marcan el discurso y desarrollo del entresijo vital velazqueño en aquella Sevilla, y, ayudan a desvelar tan sólo, la parte cronológica por lo que la tela ha de documentarse en 1620. Los once años en que un niño ingresa en un taller para adquirir formación como aprendiz y luego oficial hasta titularse como maestro pintor y veedor de pintura e imaginería; veintiún años en que realiza la tela como maestro consagrado de la ciudad, defendido acérrimamente por su maestro Pacheco que contaba con cincuenta y seis años de edad para cuando Velázquez ultima su aproximación cortesana. Pero ésta, es tan sólo la lectura que permite afrontar la tela como un documento histórico en sí mismo, prevaleciendo siempre una finalidad última de dar constancia y dejarla patente de la decisión personal de no continuar el obrador de su suegro, sino marchar a la corte y triunfar como pintor para adquirir una nombradía que justifique el rango de su pintura. Pero es posible encontrar un hilo conductor de tal observancia en la tela, habrá que entender que la pintura en unión a su axiomática imbricación con el culteranismo gongorino despertado en los maestros del momento, así como al discurso alegórico ovidiano, no como forma artística en sí misma, sino como intención de permanencia y huella sembrada eternamente de una decisión cumbre en lo personal y en lo profesional, es necesariamente dependiente de una sintaxis oculta metapoética de sutil jeroglífico indescifrable que busca plasmar una idea más grande en sí misma que la anterior. La doble lectura de las obras de Velázquez, rozando el incoherente uso tradicional que la crítica ha dado a la biblioteca personal del maestro, roza índices intelectualistas que, debió compartir en algún momento con Felipe IV en sus largas conversaciones. Las mismas que quedaban para sí y entre ellos, no al alcance de los demás. Tal vez sólo este hecho merezca tenerse en cuenta cuando el rey decidió armarse con un pincel y esgrimir la Cruz del Hábito en su pecho. 23 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ No es una sátira al modo que resulta el cuadro de Los Borrachos —que no el posible triunfo de Baco que premiaría la pintura de Pedro Pablo Rubens, de no pensarse que la tela fuera una nota de gratitud por parte del sevillano hacia aquél por dispendiar y preparar la necesaria marcha de Velázquez hacia Italia; lo cual es factible, pero ilógico por la perspectiva horizontal que rompe el plano de esos hombrecillos venidos a menos que, por rango, superan y alzan en porte a la divinidad, exultándose todos en ése equilibrio roto, tanto en la manera como en la forma, y que señalaría una lucha de contrarios Velázquez versus Rubens, pues la evidencia del trato de pincelada y gama cromática de aquéllos con respecto al Baco, posicionado en un plano inferior, induce a habilitar teorías así— que tiene como finalidad la burla y la moralidad, que implica la superioridad dios mediante; y sin embargo, más cerca de la ironía que implicaría destruir la univocidad de las representaciones y de los veredictos. Máxime, si en algún momento determinado de la toma de tal decisión de marchar a la corte, Pacheco defendió que su grandeza había de atarse a su obrador continuándolo en Sevilla, que hubiera revertido directamente en su incuestionable categoría como formador —que no como pintor—, y de lo que se había preocupado antes al casarlo con Juana, su hija. Decía Pere Ballar: <<(…) no es necesario darle muchas vueltas al asunto para comprender que la ironía es una modalidad del pensamiento y del arte que emerge sobre todo en época de desazón espiritual, en las que dar explicación a la realidad se convierte en un propósito condenado al fracaso (...) Desde una perspectiva intelectual, si algo caracteriza a nuestro tiempo es la pérdida del sentido unívoco de lo real: la complejidad de nuestro mundo, las contradicciones, a menudo cruentas, entre las palabras y los hechos, abonan el que la literatura, por su excepcional capacidad mimética con respecto a las demás artes, se haya hecho eco como ninguna otra de la alienación, la distorsión, el absurdo que asechan a diario (…)>>16. El hecho de que las tres figuras no se miren ya nos parece un hecho significativo, revelador en todo caso, y podría entenderse, dentro de este significado primero que no último, como una normal desavenencia entre ellos. Fuera Velázquez del circuito 16 BALLART, Pere., (1994). Pp. 23-24. 24 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ sevillano, a Pacheco sólo le queda difundir sucintamente la grandeza de su obrador señalando las maravillas que lograba su discípulo, aún pese que tuviera que contradecirlas y defenderlas por su bien; luego Velázquez en persona, corregiría y anotaría la edición póstuma de su Arte en pago por ello. No podemos estar por entero de acuerdo, entonces pues, con la desvinculación que propone Mena Marqués y Brown del tema de las edades del hombre para finiquitar el caso concreto de una pretensión aceptable, desde mi punto de vista, en una lectura iconológica de la tela. Esas veleidades interpretativas a las que refiere Mena Marqués, son como ésta que proponemos y como las suyas, las que en última instancia se despiertan subjetivamente en nosotros. En todo caso, ya queda fuera de lugar el triunfo de la tela en sí misma por la bibliografía que ha originado y que originará siempre, en tanto en cuanto nadie descifre el metapoema implícito de El Aguador —lo cual se me antoja imposible sin haber conocido la intención del maestro ni al artista; posiblemente quedó para sí mismo como autor y, para Fonseca como cliente degustador. Perdido definitivamente en 1627 a la muerte de éste, lo que explicaría que el maestro no incidiera en las tasaciones en una corrección del tema iconográfico como señala Manuela Mena—. <<Si el cuadro posee un significado ulterior u oculto, aún está por desvelarse>>17, decía Jonathan Brown, al que entendemos como especialista en la materia pero nunca justificaremos como, él sí como autoridad competente para asomarse al mundo de Velázquez y su pintura. Descripción Es un óleo sobre lienzo (105 x 80 cms.) conservado en la actualidad en la colección estable del Wellington Museum of London y, del que al parecer se conservan dos copias, no se sabe bien si autógrafas o no: una en la Walkers Art Gallery de Baltimore, y otra, en la Galería degli Uffizi de Florencia. En apariencia, y solo por esta vez, la tela del final de la etapa sevillana del maestro 17 BROWN, Jonathan., (1986). P. 285. 25 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ (1620), representa un bodegón de figuras humanas desarrollada en el exterior —Alameda de Hércules, como consecuencia lógica a la que se ha llegado históricamente a través del análisis del oficio de aguador—, aun pese a la atmósfera indeterminada que circunda el espacio neutro de la composición. Desde el primer termino hasta el último plano, siempre en progresión ascendente y según miramos, encontramos en su país una botija grande blanca de barro cochurado y rallada, sudando el agua mielada de su interior según la costumbre y tradición, como producto comercializado por sus propiedades odoríferas como muy refrescante —agua traída de la llamada Fuente del Arzobispo y hacia las delicias de los paseos nocturnos de temporada veraniega de Sevilla, para cuya extracción se solicito un cuerpo especial de aguadores que tenían titulo especifico—; la misma se halla taponada con un corcho con argolla y cordel, lo que permite una buena conservación de las propiedades del producto. Esta, además, es de una sola asa. Todo parece indicar que dicho elemento de bodegón, dentro del paisaje general de elementos de la composición, juega un papel altivo y relevante por diversos motivos: el primero, radica en la funcionalidad de la misma, recordando que por su ubicación, tendrá por fin servir como elemento moderador de la escena, y, por tanto, de rango suficiente como para comprender que en torno a la misma se nos sugiere un trasfondo; pues de otra forma, con respecto a la horizontalidad de la sucesión de planos, ciertamente ocupa una situación de privilegio en contraste con la vertical. Esta misma circunstancia es la que ayuda a prestarnos una sensación de cierta cercanía. El barro queda ubicado en las tangentes de la prolongación de dos diagonales contrapuestas entre sí: una como oblicuo ascendente derecha-izquierda que esta marcada por el tablero de la mesa, mientras que la otra es la trazada por la mano y antebrazo del aguador. En la prolongación de ambas se circunscribe todo el mensaje visual pretendido al igual que mental del sevillano. De la misma perdida en el horizonte, se vislumbra que el punto de fuga sale de la escena misma y se emplaza en otro termino, el primero de los planos, sin el cual no tiene sentido el metapoema alegórico y la contrastacion de la situación 26 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ implícita del maestro en dicho año; es nuestro plano el que confiere a la tela su significado ultimo ya que juega con nuestra entelequia. Este hecho no hace sino abundar en la idea ultima de que la obra es, dentro de la proyectiva del maestro, una situación real como la vida misma perfilada y laboreada en el taller, pero de doble significado: uno, por la increíble y excepcionalidad técnica que permite su habilidad potencial para la captación del naturalismo, y, también, porque nos involucra activamente para intentar, y solo eso, desvelar el trasfondo de un contexto y una producción alegórica desde el exterior; pero nuestros banales esfuerzos dentro de la óptica neoplatónica aquiniana, a la que ya no estamos acostumbrados, rizo el rizo demasiado hasta desprenderse del apoyo literario de su leyenda, sin poder fructificar nunca el creciente paso intelectual que supone la pintura del sevillano a tan temprana edad. Solo podemos conjeturar y nunca daremos sino livianamente con la “madre del cordero” como se dice en el argot. Por último, es de reseñar que, dicha cochura, no sólo sirve como elemento de moderación espacial de la escena por su circunstancia habitada, sino que sirve como contenedor de un continente que por la especialidad de su producto y propiedad, lo convierte en transmisor y vehículo dentro del hilo conductor de la estrategia trazada, tanto visual como la mental, por el maestro sevillano; permitiéndonos llegar sin sobresaltos, sí con meditación, al punto culminante de la tela. En este sentido, no es sino una metafase de un proceso espiritual, moral y aleccionador. Con respecto a nuestra visual, y en contraposición a dicha botija, Velázquez no quiere perdernos en pesquisas o banalidades, y a este caso concreto volveremos en nuestro análisis, pese a que estos términos obligan a la captación de un naturalismo y un país obligado, necesario y no tan subsidiario; todo con un magisterio de calidad excepcional, empero necesita el romper este plano con la diagonal ascendente hacia fuera del tablero de la mesa, la cual, también tangenciara al barro citado y ayudará a prolongar la sensación de profundidad y de creación de un espacio real, sugerido al mismo 27 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ tiempo por la proyeccion de la sombra de la otra tinaja de doble asa provocada por la grave inflexión luminica. Un recurso técnico muy socorrido ya de antaño por los maestros artistas —contrastacion de diagonales y oblicuos para dar sensación de espacio; un grado más en la intención de manifestar y lograr con cierto desarrollo intelectual, a través de los posibles que ofrece la técnica; lo había establecido con anterioridad Pedro de Raxis en los dos retratos conocidos que realizó del monarca Felipe II, el primero con gorrilla perteneciente a la colección real, anónimamente atribuido y, el segundo, ataviado de oscuro como obra atribuida al que era su competidor normal en la corte, Juan Pantoja de la Cruz perteneciente a la colección del Lázaro Galdiano. Autoría en todo caso discutible y nosotros creemos de 1593 como segura en la galería raxiniana. Es precisamente en estos ejemplos dónde el alcalaíno ofrece su especial visión del concepto espacial. El mismo que habilita el perfecto dominio de la aplicación de recursos lumínicos entonces ajeno a la obra de Juan Pantoja. La grave inflexión lumínica habilita una sombra proyectada que tiene su continuidad en el mantel rojo para el primer caso, mientras que para el otro, ésta se desarrolla en la celosía del suelo; esa proyección en suma a la contrastación de diagonales de la solería, provoca un espacio posterior que no es sino sugerido por la propia sombra del Monarca—; sin embargo, Velázquez llevará este espacio sugerido a sus más altas cotas en retratos cortesanos posteriores, incluso, abstractamente como ocurre en su serie de bufones para no afear y , en consecuencia, corregir o livianizar sus anatomías imperfectas. Ahora, pese a su incipiente experiencia, los recursos de esta índole en referencia al concepto de construcción espacial, siendo graves en su magisterio, podrán dar un retorcimiento más en la línea ascendente de la evolución plástica inherente a cualquier artista que esta comenzando y no ha cerrado todavía ni su paleta, ni el estilo. Esta diagonal marca la sucesión de planos ascendentes. El primero coincide con la horizontal que cierra el tablero de la mesa sobre el que reposa un segundo barro abombado de doble asa tapado con canecillo. Permite que nos introduzcamos en la lectura analítica de la tela en su parte baja como 28 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ alegoría o como realidad naturalista y costumbrista, pero al mismo tiempo, dicho país habilita que podamos acercarnos a los objetos tratados en su realidad natural dentro de dicho espacio, o asomarnos a los personajes a través de ellos, consecuencia esta que ha de primar cuando “el corso” sisa con su mano izquierda la botija granda por su asidero; de esta forma, la alegoría entra en contacto y en conflicto con la escena figurada del registro superior, y como a través de bruscas diagonales contrapuestas en zig-zag se compone todo el resto de la escena a modo de dos triángulos superpuestos que tienen su punto de inflexión en el copón con respecto a la vertical. Una vertical marcada en su eje imaginario por supuestos extremos como el canecillo de dicha botija y el jarro donde ha bebido y bebe el zagal de mediana edad. Otra cosa diferente, es la composición luminica que barre la escena y afecta por igual los volúmenes en espiral. Pero la estructura espacial y disposición de los volúmenes dentro del cuadro no están configurados helicoidalmente. Lectura La lectura ha de hacerse en este sentido. Visto este primer parecer de lo que nos sugiere la lectura doble del trasfondo velazqueño, queda aún por desgranar aquella idea a la que hacíamos referencia sobre la significación iconológica, o la identificación con algo más grande que el mismo contexto que encuadra y habilita la circunstanciada obra por la polémica toma de decisión de marchar de Sevilla hacia Madrid. Podríamos decir que, con relación a todo ese contexto que precede al hecho artístico, existe un “decorum” o idoneidad iconográfica, en aplicación al discurso o un metapoema como éste, por lo que tomada aisladamente y con independencia del contexto en que se inserta, la imagen no puede ser interpretada correctamente o sólo de forma parcial como reto tecnico de captación objetiva del natural. En este sentido es en el que cobraría excepcionalmente mayor valor alguna de las diversas ediciones que sabemos tenía en su biblioteca personal, tanto del diccionario de Iconología de Ripa de 1593 como del compendio de Ovidio. 29 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Anota Ernst Gombrich que aquella obra de Ripa no ha de ser interpretada como un código en sí mismo pictográfico a modo de sumario simbolista, pues los atributos que identifican iconológicamente una alegoría son metáforas ilustradas por su naturaleza, y por tanto no reversible y con diversos significados, de ahí la importancia que tiene en la imagen el apoyo de la palabra que para ciertos contextos artísticos barrocos, se gusta de rizar el rizo haciendo caso omiso al empero que quiso Ripa en su obra de anotar la palabra para abundar en el significado pleno, previendo que es factible prescindir de ella, <<Sin saber los nombres es imposible llegar al conocimiento de la significación, salvo en el caso de imágenes triviales que por el uso se hayan hecho generalmente reconocibles para todos>>18. Este debe ser el caso de la imagen simbólica de El Aguador, tan trivialmente conocida como para subordinar a ese contexto que anotábamos, y a aquélla lectura analítica de un simple vendedor de agua. Todo el mundo sabe que el agua es la fuente de la vida. Es por tanto una alegoría. Dentro del concepto establecido por el iconólogo Gombrich de Icones symbolicae, habríamos de cercionarnos que la pintura se encuadra dentro de la interpretación neoplatónica o mística del simbolismo que se opone al lenguaje como apoyo al signo convencional —al contrario de lo que proponía Pedro de Raxis con su autorretrato, más cercano quizá, por momento histórico y tradición cultural al aristotelismo o neoaristotelismo, pasado de moda por la nueva corriente del pensamiento, instaurada por la filosofía de Tomás de Aquino; por eso, cuándo a propósito de imágenes simbólicas, y siguiendo con Ripa, el pintor alcalaíno esgrimía en su autorretrato de 1603 a modo de leyenda explicativa “EDAD 48. 1555”, se está estableciendo una valoración excepcional con respecto a un mensaje pretendido en todos los sentidos (un buen año para autorretratarse seguro)—. Sin embargo, para Velázquez, el signo puede incluso ocultarse ya que pretendía un misterio que sólo en parte podía ser desentrañado por él mismo y el cliente, posiblemente. Siguiendo a Tomás de Aquino, <<las palabras significan cosas, y una cosa puede significar otra. El 18 GOMBRICH, Ernst., (1983). P. 24. 30 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ creador de las cosas, sin embargo, puede no sólo significar algo mediante las palabras, sino también hacer que una cosa signifique otra. Por eso las Escrituras contienen una doble verdad. Una reside en las cosas aludidas por las palabras utilizadas, es decir, el sentido literal. La otra en la manera en que las cosas se convierten en figura de otras cosas, y en esto consiste el sentido espiritual>>. Lo mismo ocurre en el campo de la pintura de Diego Velázquez. Atentos a la norma aquiniana de la no existencia de un código interpretativo, y no asumiendo que la obra de Ripa fuera un método para alcanzar un fin en sí mismo, la pregunta clave o “madre del cordero” como se conoce en el argot, será discernir la pretensión que porta dicho significado, o si realmente Velázquez conoció la enorme tradición neerlandesa de lo que Erwin Panofsky denominó “simbolismo disfrazado” de las pinturas religiosas de los primitivos, o en algún momento de su formación entre debate y tertulia en el cenobio cultural de Pacheco, el sevillano se cultivó en libros raros, una tradición que sí había tenido estímulo en Leonardo da Vinci. Intención, ésa es la palabra. Por justicia la que mejor define a muchos de los presupuestos que se incluyen implícita como explícitamente dentro de la sintaxis de la obra. Tras meditarlo y mucho reflexionarlo, tras una lectura analítica, comprensiva y reflexiva no nos quedó más remedio que verlo, antes que como posible alegoría de las tres edades del hombre, como un cuadro de naturaleza costumbrista, escena de género, bodegón de figuras humanas nada pintoresco en lo terminológico por las altas cotas de sublimidad logradas. Sin embargo, antes incluso de destacar este punto de vista de naturaleza muerta, se halla el plano de lo metafórico y ha de primar por ello sobre aquél. El discurso no está cerrado ni mucho menos, sin embargo, una alegoría de las edades presupone varios conceptos nada claros que no se explicitan nunca en la pintura de Velázquez; los mismos los entendemos nosotros como condicionantes si ne qua nom para que pueda darse de alguna manera, y de forma excepcional, un posible acercamiento a la alegoría de las tres edades del hombre. Primeramente, no ha de ser una interpretación válida porque Velázquez, para 1620, no tenía en su horizonte próximo la vejez como sí la 31 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ tenía Tiziano para cuando el italiano pintó la Alegoría de la Prudencia; máxime, cuando el rostro del aguador no representa a un viejo sino a un hombre maduro de 56 años. Idea que se corrobora con el hecho de que el personaje de mediana edad (21 años) quede representado en ése magnífico frontal totalmente velado en la penumbra atmosférica, y, perfectamente matizado en su corporeidad por la inflexión lumínica acompasada de términos posteriores; además, aquélla decisión que anotábamos de marcharse a Madrid dejando huérfano de futuro el taller de Pacheco, ya la ha tomado y por eso bebe de la jarra. Una decisión que justifica el por qué ninguna de las figuras, dentro de la especial semántica lingüística, es decir, lenguaje de manos y miradas dirigidas, parecen guardar ningún tipo de conexión entre sí, es el hecho de que ninguno de ellos se miran. Por tanto, es con relación al trasfondo metapoético implicado a través de los continentes cochurados y, por supuesto, el copón, como están ambos registros, superior figurativo e inferior alegórico, conectados. No podrá ser entendida la pintura como una alegoría de las tres edades en tanto en cuanto ello implicaría que, la figura de mediana edad habría de representarse de una forma mucho más definitiva de lo que realmente ha quedado figurada. Esa indefinición que no ha de interpretarse como un non finito, sino un pretendido por el joven sevillano de una persona tratada con equidad dentro del espacio atmosférico que le circunda, inflexionado por la iluminación y leve penumbra, es determinante para valorar el hecho de que representa un estado más avanzado o superior en el que se halla la figura del niño de once años que parece tomar el testigo sisando el copón por el cuello, el mismo que en el caso paralelo de la biografía de Diego, se dio cuándo con once años decidió formarse en el taller de Francisco Pacheco; éste es el vínculo que ata a las figuras, pero no el continente, sino el contenido: el agua, y siempre el agua. Por eso, el hombre de mediana edad representaría un estado superior al haberla bebido y absorbido, por tanto, ha tomado el testigo y lo ha hecho suyo. Lo ha transformado en su interior y ha tomado una decisión con respecto al testigo que se le ofreció; lo ha hecho interno, como habiéndolo intelectualizado. Su decisión es marcharse a Madrid pese a quién pese, incluso, a Pacheco que había visto que la continuidad de su obrador por la 32 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ mano de su discípulo al que defendió como el futuro de la pintura, y haberle casado con su propia hija. Las metas del pintor incipiente no se encontraban atadas en Sevilla. ¿Qué guarda ese aguador tan celosamente que se obliga a no desprenderse de la botija, incluso, cuando cede el testigo en dicho copón translúcido al zagal de once años, mientras en la sombra se da buena cuenta insaciable de él? Experiencia quizá. Es posible e igualmente, aunque poco probable. De serlo, es una experiencia total y totalizadora de todos los órdenes y sentidos de la vida; quiero decir, no sólo de la práctica o en la práctica pictórica. Nosotros creemos que es demasiado simple esa idea, pues de ser así, la figura de mediana edad habría igualmente de ser representada con mayor definición del modelado, técnicamente hablando. No olvidemos que 1620 es la fecha en la que con 21 años está pintando la tela y está dejando constancia como si de un momento decisivo e histórico, a modo de documento temporal y perdurable de esa circunstancia concreta. Es por tanto la figura de mediana edad un presente en aquél justo momento. Vamos a mirar nosotros también al frente para atisbar lo que tenemos inmediatamente delante de nosotros, sabiendo que tenemos que reflexionar acerca de lo que se nos presenta para aceptar o no el cogerlo, marchar en consecuencia hacia donde conlleve. Esa decisión la ha tomado y por eso bebe. Antes que una alegoría de las tres edades, desde nuestro modo de entender, ha de prevalecer en caso de que haya que bajarlo y rebajarlo al plano de lo simple, la beta de una escena de género, excepcional por su realismo dentro de la óptica del naturalismo sevillano. Pues, de otro lado, nadie podrá dudar el hecho de lo jodidamente complejo que resulta acercarse a ese natural concreto como reto técnico personal; y cómo lo capta, con esa transparencia. El intentar captar la matización, la transformación de una corporeidad, forma, volumen o higo a través de un transparente translúcido como el cristal de la copa, a través del cual, se destaca el neutro de la casulla negra del vástago, aunado al estudio del incesante juego que propone para la vista humana la interacción lumínica, y, sumado también a la increíble capacidad técnica para la captación del natural será siempre, desde nuestra 33 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ perspectiva, más que suficiente como para destacar el simple hecho del reto técnico que supone El Aguador de Sevilla como pintura de género costumbrista; destacada teoría que va ganando consistencia para un círculo más o menos amplio de los entendidos en la materia que no terminan de ver, como yo, una posible alegorización de las edades del hombre. Además de dicho todo lo cual, habría que pensar en que la ubicación de dicho cuerpo transformado en el interior de la copa, lleva implícita otra intención que le confiere un valor excepcional y que ha de ser, igualmente, valorado. Operando en la nulidad pretendida por otros estudiosos en que el maestro, de una forma y otra, intensifica lo barroco a través de una composición helicoidal —mala interpretación tanto de concepto como de tiempo, pues la elipse es una forma característica del Renacimiento puro, visible en obras tan dispares como El Santo Entierro de Jacopo Lázaro de Pietro, característica para composiciones de éste tipo que hubiera primado durante el Renacimiento y por su decoro como forma correcta para envolver en torno a su interior, un mensaje intrínseco como ocurría en La Alegoría de la Prudencia de Tiziano que —en última instancia, es obra conocida en círculos intelectualistas del momento, a buen seguro en el entorno de Pacheco; mil veces repetida por la amplia difusión de la estampa grabada—, nosotros pensamos que se deshace de dicha forma para utilizar una superposición de registros donde rigen los triángulos. Sin embargo, estos no son equiláteros que hubiera sido lo normal dentro de la tónica constructiva manierista o contramierista, sino que son dos triángulos rectángulos superpuestos que confieren otra intención y guarda relación con el discurso normal de lo barroquizante sin romper la normalidad de la integración de las buenas maneras, aunque sí de la belleza idílica de las formas que rigen y disponen la estructura espacial y el orden composicional antes de su experiencia como maestro titulado. Además, se puede trazar una línea imaginaria que equidista los rectángulos de noventa grados para en consecuencia, marcar un eje direccional de importancia temática e iconología. Estamos rozando órdenes del concepto de totalidad de una pintura, sabiendo que fue escogida de entre las que tenía como la mejor y la que mejor le representaba tanto a su persona, 34 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ como a las posibilidades potenciales que podía desarrollar en Madrid: es su carta de presentación. En todo caso, se trata de una representación artística de una idea abstracta que se define a través de atributos y se comprende mediante las figuras. Como metapoema, no es sino una retórica conformada por varias metáforas para transmitir un significado tanto figurado como oculto, pero unísonos. Si la alegoría requiere de la personificación —justicia seria una mujer con los ojos vendados—, por nuestra parte, no nos atrevemos a determinar que el aguador pudiera ser una personificación de esta índole para el sevillano. Por eso, la cercanía que tiene con la metáfora, implica que pudiera tratarse más bien de un símbolo, si es que realmente <<el símbolo da la imagen (y la emoción) de una forma superior de la realidad, mientras que la alegoría, por el contrario, materializa aunque sean estéticamente las ideas abstractas, virtudes, etc., de modo más bien convencional>>19. Recurriendo otra vez a Panofsky, el hacia diferenciación entre una y otra cuando decía que <<Las imágenes que transmite la idea, no de personas u objetos concretos e individuales, sino de nociones abstractas y generales, son denominadas personificaciones o símbolos. Así pues, las alegorías, por oposición a las historias, pueden definirse como combinaciones de personificaciones y/o símbolos>>20. Nosotros por tanto, no vamos a entrar en pesquisas etimológicas y entenderemos, no como Cassirer sino al modo que lo hace Panofsky como padre de la iconografía moderna, que tales figuras pueden ser entendidas como personificaciones. Por tanto es una alegoría. En El Espejo de Burckhardt senos ponía en conocimiento de la importancia capital que para nuestra existencia había tenido lo que denominaba “la pureza del agua viva”. Era él, partidario de que la tradición había deparado un futuro incierto y desolador donde había quedado sumido en un pozo negro, en el olvido, tal concepto; y con él, otros metafísicamente relevantes y aparejados como la psique o alma. Abogaba entonces en su discurso por un equilibrio intacto y permanente de la Naturaleza en la que el agua glosaba dentro de un circulo vicioso de renovación y CIRLOT, Juan Eduardo., (1992). P. 61.19 20 PANOFSKY, Erwin., (1985). P. 71. 35 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ purificación; por tanto, la ruptura del equilibrio natural producía, en consecuencia, contaminación —habla también de la muerte pero esta acepción no nos copete para el caso concreto que nos ocupa—21. Esta filosofía del entendimiento guarda una total relación con la constante lucha interna que debió sufrir el sevillano, como heredero de una larga tradición intelectual que sintió, necesariamente, la obligación de romper como primero de los puntos de inflexión en el que se encontrara la primera de las tomas de decisión y por tanto, confrontación con los ideales ordenados, centralizados y prefigurados durante su aprendizaje formativo, esto es, manifiestamente puede entenderse como la ruptura con respecto al entendimiento y continuidad del canon pachequiano y que, a la postre, el suegro no tendría mas remedio que adaptar y asimilar como así ocurrió. El impulso vital del joven Velázquez ganó desde la adquisición del titulo que le acreditaba, la batalla en este sentido. Aquella filosofía del pensamiento que prevalecía en el espíritu velazquiano, consentía discutir sobre el sentido natural de la belleza, cosa que no hubiera ocurrido de ninguna de las maneras por si sola con o en Pacheco; ocurrirá, no obstante, una vez que el discípulo enseñe al maestro que podía ser así. Entre otras cosas ya había advertido que el inminente futuro de la pintura se encontraba en manos de su discípulo. En todo caso, era rizar el rizo y poner en entredicho tantas y tantas tertulias y debates de aquel cenobio cultural en que se convirtió el obrador del maestro. Si el sentido natural de la belleza permite distinguir un árbol sano de otro enfermo, el concepto habilita siempre el interceder en el proceso como posible señal de advertencia para que no sea así o no ocurra, o no advenga la enfermedad. Es corregible y alterable. Este axioma indubitable, bien interpretado, es el gran paradigma velazqueño de su primer momento en Sevilla. Es con respecto a la producción de Pedro de Raxis, por citar un caso no igual, que duda cabe, pero comparable por nombre y nombradía por ser y estimarse como primero de los Pintores del Rey de Andalucía, la gran aportación a la pintura sevillana y andaluza de nuevo 21 BURCKHARDT, Titus., (2000). 36 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ orden y registro; lo que diferencia definitivamente la nueva pintura, de la que se había realizado hasta Velazquez. Es posible, y solo posible, que ni siquiera pueda equipararse el caso de Tiziano ni el de Rubens, entendiendo que el orden normal del canon de belleza de ambos, en especial el de Pedro Pablo, no roza el orden natural. Esto es solo aplicable a esta filosofía de entendimiento, que es la que rige el orden de la vida de Velázquez. También abarca otra producción como la literaria, sino Francisco Pacheco no hubiera sentido la creciente necesidad de negarse así mismo para defender que tan solo si se pinta como lo hace su yerno, tiene algún sentido la pintura de bodegón. Esa dialéctica de contrarios, aquella primera batalla ganada, supone todo este cambio en consecuencia. Es hábil pensar que se prevé que la tradición inmediatamente anterior había distinguido, dentro de la normalidad, entre lo “bello” y lo “útil”, pero también, de lo “real”. En este sentido, el volver la mirada, la inspiración a lo natural era, como resulta hoy paradójicamente, encontrar paz, calma y equilibrio del alma; es encontrar descanso en lo virgen y su armonía asegura, además, la preservación de la belleza que apacigua los diferentes estados del alma. Máxime cuando tras la toma de decisión del sevillano, entendemos nosotros que, Pacheco se llevó no tanto una desilusión que terminaría entendiendo, y sí quizá un “mal rato” al rompérsele su esquema de futuro. En todo caso, esto que ya anoto Titus Burkhardt, justifica la tendencia natural de Diego Velázquez y, para otros entendidos velazquistas, el por qué la elección del constante hecho de afrontar la pintura, cada pintura, como un reto técnico personal, siempre a través de la plasmación de la realidad objetiva, de su permanente y constante entendimiento de la captación del naturalismo realista barroco que visualizaba; obligándose a que este era el método y el vehículo normal de expresión plástica por el que siempre opto, bien metafóricamente, bien simbólicamente. Idea que choca por entero con la norma de un Alonso Cano de orden similar 37 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ bajo el prisma idealista granadino o de la escuela granadina que había nacido con Pedro de Raxis22. Siempre me llamó mucho la atención aquellas palabras que, grosso modo, decían así: <<Existen otros elementos que pueden revestir un aspecto sagrado, en función de la fe de un pueblo determinado y de su mentalidad hereditaria. Los cuatro elementos —tierra, agua, aire y fuego—, que constituyen los modos fundamentales de la manifestación sensible, están en casi todas partes impregnados de una cualidad sagrada. Desde este punto de vista, la tierra es ilimitada, el aire, es inasible, el fuego es por naturaleza de una pureza inviolable. Solo el agua es susceptible de ser ensuciada: por eso es objeto de una protección particular>>23. Yo diría incluso más, y llegaría más lejos. El agua puede contenerse de forma inalterable en un barro y transformar sus propiedades, aportando o sumando otras saporíferas (miel) y odoríferas (higo) —entendimiento de Pacheco lo primero; testigo visualizado y captado por el aprendiz lo segundo—. Puede modificarse, transformarse ese escrupuloso empeño de protección —perspectiva que ofrece el papel jugado por Francisco Pacheco como juez del tribunal de la santa inquisición para determinar el protocolo icnográfico y la viabilidad de innovaciones en imágenes— con el que el corso tiende su mano izquierda sobre el asidero, único no olvidemos, de la botija cochurada. Puede alterar la realidad según como y de que forma se mire y la miren a través del cristal translucido. Si, el aire permite distorsionar las diferentes realidades en la sucesión de términos — joven de 21 años—, o más bien del termino finito, ya que destaca sobre fondo neutro y no hay mas lejos de dicha realidad que esa misma de decidir beber mirando al frente; pero el aire no es contenible, por lo menos, inalterablemente por mucho tiempo. El agua es fuente de vida. El agua es pureza. El agua era glorificada cuando san Francisco de Asís lo hacía a su Dios, dándole gracias por los cuatro elementos al afirmar: <<LAUDATO SI, O SIGNORE, PER SOR ACQUA, 22 RODRIGUEZ Y GUTIERREZ DE CEBALLOS, Alfonso., (2004). 23 BURCKHARDT, T., Ob. Cit. (2000). 38 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ LA QUALE E MOLTO UTILE ED UMILE E PREZIOSA E CASTA>>24. Decía Burckhadt que, cualidades del agua son, también, la humildad y la castidad; y que cualidades se nos despiertan sino al ver la figura del corso. Por tanto, mil significados pueden abundarse siguiendo este camino. Más metafísicos que simbólicos se hallaran en la vinculación del agua como alma o psique como materia del macrocosmos, y, siempre nos extrañara que no se halla dado antes, o suscitado antes mejor dicho, aquellas precisiones sobre la pintura religiosa o no religiosa en el sevillano. En todo caso, creo que no es discutible de ninguna de las maneras la fe o espiritualidad de Velázquez; ni en lo personal ni en torno a su producción. Si puedo entender, una aproximación, el hacer un intento de analizar el grado de compromiso del Velázquez como persona y artista, con respecto a su moral y su fe; pero no es discutible, ni afín, ni viable el hecho de que las pocas obras de tema religioso del pintor identifiquen a un personaje histórico no comprometido espiritualmente con su religión, prefiriendo en todo caso lo natural como fuente de inspiración; como tampoco lo es, el hecho de su espiritualidad sea de orden interno y personal. Velázquez hubo de ser un hombre férreamente religioso y de fuertes convicciones morales, de eso no hay duda; pero lo manifiesta explicita e implícitamente en sus obras, aun cuando, en apariencia, no haya de representar iconográficamente un tema eclesial, siempre hay una vinculación iconológica que nos aproxima al entendimiento de sus fuertes convicciones. BIBLIOGRAFIA - BALLART, Pere: Eironeia. La figuración en el discurso irónico en el discurso literario moderno. Barcelona, Quaderns Crema, 1994. - BROWN, Jonathan. Velázquez, pintor y cortesano. Madrid, Alianza, 1986. 24 FRANCICO DE ASIS, Santo., (1968). <<Alabado seas, Señor, por la Hermana Agua, que es muy útil y humilde, y preciosa y casta>>. 39 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - BURCKHARDT, Titus: El espejo del intelecto. Palma de Mallorca, Ed, española Olaña, 2000. - CARRASCO DE JAIME, Daniel José. Breve guía para visitar la exposición: Alonso cano: arte e iconografía. Granada, Excmo. Arzobispado de Granada, 2002. ______ “San Juan de Dios: un tipo iconográfico peculiar. En torno a la evolución pictórica de la imagen devota”. Archivo Hospitalario. Revista de historia de la Orden hospitalaria de San Juan de Dios, nº 2 (2004). ______ “Velázquez y el Barroco. Entre la postración y la ocultación. Hábitos intelectualistas y Las Meninas”. Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte, nº 4 ( 4º cuatrimestre, 2004). ______ “Summa pictorica: el velazquismo y la maniera abreviada. La Fábula de Aracne o Hilanderas”. Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte, nº 5, (1º cuatrimestre, 2005). ______ “El Santísimo Cristo Crucificado de la Redención de los trinitarios descalzos de Granada”. Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte. Nº 6 (2º cuatrimestre, 2005). ______ El retablo de la Capilla del Hospital de Santiago en Úbeda: estudio y documentos. Una aproximación a la obra de Pedro de Raxis. Jaén, Delegación de Cultura de la Excma. Diputación Provincial de Jaén, 2007. - CIRLOT, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos. Barcelona, Labor, 1992. - CHUECA GOITÍA, Fernando. “El misterio vital de Velázquez”. Reflexiones sobre Velázquez. Madrid , Real Academia de Bellas Artes de san Fernando, 1992. - RANCICO DE ASIS, Santo. Las florecillas de san Francisco. El cántico del sol. Madrid , Espasa Calpe, 1968. - GÁLLEGO, Julián. “El Aguador de Sevilla”. Velázquez en Sevilla. Sevilla, Arte Hispalense, 1994. 40 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - GOMBRICH, Ernst. Imágenes simbólicas. Madrid, Alianza Forma, 1983. - JUSTI, Carl. Velázquez y su siglo. Madrid, ITSMO, 1999. - LAFUENTE FERRARI, Enrique. “El mensaje del arte velazqueño”. Velázquez y lo velazqueño. Cat. Expo. Exposición Homenaje en el III Centenario de su muerte (1660-1960). Madrid, Ministerio de Educación. Dirección General de Bellas Artes, 1960. - MENA MARQUÉS, Manuela B. “<<El Aguador>> de Velázquez o una meditación sobre la cultura clásica: <<Diógenes y los hijos de Xeníades>>”. Archivo Español de Arte, CSIC, nº 288 (1999). - PANOFSKY, Erwin. El significado de las artes visuales. Madrid, Alianza Editorial, 1985. - RODRIGUEZ Y GUTIERREZ DE CEBALLOS, Alfonso. Precisiones sobre la pintura religiosa de Velázquez. Discurso de ingreso como académico de la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando, constado por el académico, Excmo. Sr. D. José Manuel Pita Andrade, el 23 de mayo de 2004. Madrid, 2004. - STEMBERG, Leo. “The Water-Carrier of Velázquez”.Art News, nº LXX (Summer. 1971). 41 42 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ La visita a la Provincia Marítima de Segura de Don Francisco de Bruna (1764) Por Sergio Rodríguez Tauste RESUMEN Este documento, procedente del Archivo General de Simancas, ofrece una visión de conjunto sobre la Provincia Marítima de Segura de la Sierra durante la segunda mitad del siglo XVIII. A los datos geográficos se suma lo aportado por Francisco de Bruna en su contacto con las instituciones de las diferentes administraciones existentes en la Sierra en el año 1764, lo que hace aún más importante esta pieza. ARTÍCULO En 1764 Francisco de Bruna, del Real Negociado de Maderas de Sevilla, hizo una visita a los montes de Segura, en vista de los continuos incendios que asolaron la Sierra de Segura durante 1763. Su objetivo era realizar un informe para el marqués de Esquilache a fin conocer la situación real de la Sierra de Segura y comprender los motivos que llevaron a la situación de crisis que culminó en los incendios el año inmediatamente anterior. Esta visita que duró 21 días abarcó todos los aspectos de la Sierra de Segura, el forestal, el administrativo y el social con el fin de ofrecer una visión de conjunto y establecer los principales problemas que existían y las posibles soluciones para reconducir la situación en lo concerniente a la administración de los montes. 43 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ La Provincia Marítima de Segura de la Sierra El comienzo de la Provincia Marítima tiene lugar durante el primer tercio del siglo XVIII cuando se inician los trabajos para la nueva fábrica de tabacos de Sevilla. La necesidad de madera para la construcción del edificio hizo que el Superintendente del Tabaco, Sebastián Caballero, intentara recuperar la navegación de maderas por el Guadalquivir, como tradicionalmente se había hecho, lo que supondría un importante ahorro económico. En 1734 llegó a Sevilla la primera pinada compuesta por 8.000 troncos, lo que proporcionó bastante madera para la obra y permitió vender la sobrante para otras construcciones. La administración de este nuevo recurso quedó supeditada al Superintendente de la Fábrica de Tabacos de Sevilla a través de un Real Decreto de 1735 con el que se establecía el Real Negociado de Maderas con una Subdelegación en Segura de la Sierra, siendo el primer subdelegado Gregorio de la Cruz y Tirado. El Real Negociado de Maderas mantuvo su actividad después de la construcción de la Fábrica de Tabacos surtiendo de maderas a gran número de obras como, por ejemplo, las obras de reparación que se realizaron a la catedral de Córdoba, la iglesia de San Andrés de Baeza o la colegiata de esta misma ciudad. Incluso se entregaron a Pablo de Olavide 300 troncos para la construcción de las Nuevas Poblaciones. La madera vino tener una nueva utilidad de la mano del maestro de obras Vicente Acero, quien pensó en las maderas de Segura para la construcción naval. Para ello, en 1738, se realizó una visita a la Sierra de Segura con el objetivo de analizar su potencial maderero, dando el visto bueno para su explotación por parte del Arsenal de La Carraca (Cádiz) a través del Real Negociado de Maderas para lo cual fue llamado a la Corte Leonardo Ventura de León, gobernador de Segura. En vista de lo sucedido, desde el Arsenal de Cartagena también se realizó una visita en el año 1741. Fernando VI aprobó las Ordenanzas de Montes de 1748 que tenían como principal novedad la creación de las provincias marítimas y el establecimiento de la jurisdicción de Marina. Esta nueva jurisdicción se vino a sumar al caos jurisdiccional existente en el que se mezclaban la jurisdicción de 44 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ órdenes militares, la eclesiástica a través de las Diócesis de Cartagena y Toledo y la justicia local, tanto en primera como en segunda instancia. La supremacía de la jurisdicción de Marina sobre las demás en los asuntos relacionados con el bosque constituyó un largo foco de problemas y de conflictos entre los municipios y la administración de la Provincia Marítima de Segura ya que suponía una profunda transformación respecto a las formas de vida emanadas de la aplicación de las Ordenanzas del Común de 1580. José Antonio Espelius Mapa de las Provincias Marítimas del Departamento de Cádiz (BN M. XLIII/ 361CA). La Provincia Marítima de Segura incluía 51 localidades, agrupadas en 4 subdelegaciones comprendidas en los departamentos de Cádiz (vertiente Guadalquivir / Guadalimar) y Cartagena (vertiente del Segura). Oficialmente fue constituida el 1 de septiembre de 1751 y para su control se nombraron seis guardas celadores. Se estableció el Ministerio de la Provincia en Segura de la Sierra y las subdelegaciones en Alcaraz, Cazorla, Villanueva del Arzobispo y Santisteban del Puerto. 45 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Estructuras organizativa de la Provincia Marítima Ministerio de Alcaraz Cazorla Villanueva del Arzobispo Santisteban del Puerto Segura de la Alcaraz Cazorla Villanueva del Arzobispo Santisteban del Puerto Orcera Riopar Iruela Iznatoraf Castellar Quesada Villacarrillo Las Navas Hinojares Sorihuela Pozo Chiclana Segura Sierra La Puerta Peñas de San Pedro Hornos Lezuza Santiago la Espada de Bonillo Alcón Nerpio Villanueva de la Fuente Ferez Barrax Socovos Bogarra Letur Munera Ayna Balazote Albanchez Elche Yeste Siles Villarrodrigo Villaverde Cotillas Bienservida Villapalacios Terrinchez Albaladejo Puebla del principe Villamanrique Beas Génave 46 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Torres Benatae Bujaraiza Desde 1764 se estableció que cada año cortara sólo uno de los departamentos para evitar problemas en las conducciones de la madera. El trabajo del Negociado y del Departamento de Marina seguía unas pautas similares y estaba diseñado para todo el año. Las peticiones de madera se solían hacer en otoño y el delineador se encargaba de marcar los árboles que eran aptos para la corta. Entre los meses de enero y marzo los hacheros cortaban los árboles, dejándolos al aire libre para facilitar la salida de la savia siempre que el clima lo permitiera. Para evitar la putrefacción por el contacto con el suelo, se ponían sobre otros palos menores llamados polines. Una vez lista la madera era ajorrada o transportada con carretas de bueyes hasta los aguaderos entre los meses de julio y octubre. Junto al río esperaba la madera hasta el mes de noviembre o diciembre para dar comienzo a la navegación de la pinada aprovechando el caudal máximo del río. Esta era realizada por un grupo de gancheros que oscilaba entre los 150 y los 300 hombres. La pinada podía tardar entre 7 y 10 meses en llegar a su destino por lo que esta actividad dio lugar a una peculiar forma de vida para estos grupos de personas que pasaban la mayor parte del año fuera de casa. Tras llegar la madera a los arsenales, esta era trabajada por los carpinteros para darle su forma definitiva y usarla en la construcción de los nuevos buques. De esta manera todos los barcos que salieron de los arsenales de la Marina en la segunda mitad del siglo XVIII contaron con muchas partes de su estructura hechas con madera segureña. La actividad forestal supuso la reactivación económica de la zona y beneficios para muchas familias dedicadas al carreteo de madera o a la maderada. Sin embargo la Guerra de la Independencia (1808-1814) paralizó la actividad del Negociado y supuso la ruina para muchas familias que no 47 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ pudieron hacer frente a las deudas, lo que unido a los incendios de los pueblos, por parte de los invasores, dejó a la comarca en una situación crítica. Las Cortes de Cádiz establecieron la supresión de las jurisdicciones especiales por lo que la jurisdicción de Marina cesa temporalmente en la Sierra de Segura. Sin embargo tras la vuelta de Fernando VII se produjo el restablecimiento del Negociado de Maderas de Segura por cuenta del ramo de la Hacienda dotado de un subdirector general residente en Orcera. Este organismo subsistió a duras penas hasta el establecimiento de las Ordenanzas de Montes en 1833 aunque su final definitivo no se produjo hasta 1836 El documento El documento es una interesante carta redactada por Francisco de Bruna en 1764 que actualmente se encuentra en el Archivo General de Simancas, concretamente en la Sección Secretaría de Hacienda, legajo 847 en el atado de 1764. Consta de un total de 55 folios y se divide en dos partes, la primera en la que aparece una carta introductoria y el cuerpo del informe redactado por Bruna durante su visita. Primera página de la Carta de Francisco de Bruna (A.G.S. Hacienda, Leg. 847, Atado de 1764) 48 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Este documento aparece citado en otras publicaciones sobre la Provincia Marítima de Segura como es el caso de la obra de Emilio de la Cruz Aguilar, La destrucción de los montes. La ubicación de esta pieza en la sección Hacienda hace que no sea muy conocida por los investigadores que concentran sus esfuerzos en la sección de Marina aunque no podemos olvidar que si la Provincia Marítima estuvo bajo el control de la Marina, el Real Negociado dependía de Hacienda, por lo que en ambas secciones del archivo de Simancas vamos a encontrar abundante información sobre la administración de los montes de Segura. Esta es la primera vez que se publica completo este documento ofreciendo una serie de datos muy interesantes sobre la relación entre la administración local, el Real Negociado y la Provincia Marítima. Teniendo en cuenta el nivel de enfrentamiento entre ambas instituciones es obvio que los informes de ambas partes van a tender a defender su modelo de gestión frente al del otro, por lo que un documento como este no puede ser valorado como una imagen fidedigna de los acontecimientos que narra sino que debe ser comparado con otras informaciones, especialmente la procedente de los archivos municipales y la procedente de los órganos de la administración de la Provincia Marítima. De todas formas, el documento es muy interesante y nos da una serie de datos muy útiles sobre las formas de vida, y recursos de la Sierra de Segura durante la segunda mitad del siglo XVIII, a parte de comentar los vicios que administración de una riqueza forestal como la serrana generaba entre todos los actores del proceso de explotación de los montes. La situación de la provincia Hasta 1748 la madera de la Sierra de Segura estaba explotada directamente por el Real Negociado aunque los primeros problemas entre las distintas administraciones comienzan a partir de 1745 cuando se solicita madera para el Arsenal de la Carraca con unas medidas que no eran las trabajadas por el Real Negociado. Este primer inconveniente se salda con un acuerdo por el cual el Real Negociado debía abastecer al arsenal a mitad de 49 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ precio de lo que costaba a cualquier particular o asentista1. Sin embargo hubo un acontecimiento que iba a desencadenar un aumento considerable de la demanda de madera de pino para la construcción naval. Se trata del hundimiento de la fragata El águila, lo que reabrió el debate sobre la utilidad de algunas materiales de construcción entre ellas el roble utilizado, ya que demostraba una tendencia pudrirse. Este hecho fue investigado y se determinó que se podría sustituir por madera de pino, en especial para la tablazón de las cubiertas2. La aparición de las Ordenanzas de Montes en 1748 vino a ser el resultado de un problema que se hizo patente en los distintos arsenales, el abastecimiento de maderas, lo que contribuyó a tensar mucho más las relaciones entre la Marina y el Real Negociado en relación a la mala gestión de algunas zonas de monte y los problemas con la justicia local. Cabe destacar el escándalo que en 1761 salpicó al Superintendente Ramón Larumbe, ya que el auditor de las cortas de Marina Joséf Gutiérrez de Rubalcaba había vendido a particulares durante la pinada argumentando que era madera no válida. Sin embargo el Superintendente del Real Negociado responsabilizó del acontecimiento al encargado de las cortas de la Marina de haber tratado mal a los vecinos, de haber facilitado casos de corrupción en la administración local y de haber consentido duplicidad de cargos. Muchos de estos aspectos aparecen recogidos en un interesante documento que se conoce como la Representación de Francisco de Nuevas, superintendente, al conde de Valparaíso, el 17 de julio de 1757 ofreciendo datos muy interesantes al respecto de la situación que se estaba generando en la Sierra de Segura debido a la actuación de personajes como Gutiérrez de Rubalcaba. Un dato interesante que arroja este documento es la duplicidad de cargos que detentaba Juan Pichardo, que era contador de 1749 y al mismo tiempo comisionado y subdelegado par las cortas y conducciones. El mismo Rubalcaba había nombrado para la pinada de 1758 a Diego de los Ríos, a la postre regidor de Segura. Obviamente este individuo no participaría en la pinada sino que delegaría el cargo y cobraría íntegro su 1 Archivo General de Simancas, Secretaría de Marina 314. 2 A.G.S. Secretaría de Marina, 315. 50 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ sueldo3. Situaciones de este tipo eran por las que el Superintendente del Real Negociado reclamaba la exclusividad en la extracción y venta de maderas a particulares. El contexto con el que llegamos a Segura en 1764 es la pugna entre la Marina y el Real Negociado, que en el intento de consolidar sus atribuciones no dudará en denunciar las ingerencias y conflictos generados por la Marina en Segura de la Sierra. El año de 1763 fue dramático para los montes pues demasiados intereses enfrentados, enemistades y venganzas, tenían como culminación el incendio de los montes de Segura, víctimas de la codicia entre algunos funcionarios y serranos. Los principales problemas que se encuentra Francisco de Bruna durante su visita son las talas incontroladas, las quemas, las roturaciones, el ramoneo y la injerencia de la justicia local en ámbitos fuera de su jurisdicción, destacando el caso del gobernador de Segura, en cuya actitud, culpabiliza Francisco de Bruna gran parte de los problemas generados y la ola de incendios de 1763. Notas Apéndice documental - Copia de la carta escrita por Don Francisco de Bruna al Excmo. Señor Marqués de Squilache. A.G.S. Hacienda Leg. 847, Atado de 1764 (sin clasificar). - Copia de la carta escrita por Don Francisco de Bruna al Excelentísimo Señor Marqués de Squilache Excelentísimo Señor Muy señor mío: A consecuencia de la orden del Rey que se sirvió vuestra excelencia comunicarme con fecha de 26 de febrero de este año para que pasase a los montes de Segura y examinase los perjuicios que está sufriendo la Real Hacienda en las cortas que se hacen, en el 3 A.G.S. Secretaría de Marina, 331. 51 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ abandono de los caminos para la conducción de las maderas, en no interiorizarse en las espesuras, la mucha madera que se pierde en el cortarla y remitirla; y demás razones como así mismo del modo como se gobiernan los de la Marina para informar a Su Majestad, he pasado a los referidos montes donde me he man // 2 / tenido 21 días y reconocídolos todos los ríos que los atraviesan capaces de poder flotar la madera, y sitios proporcionados para sus aguaderos, he formado a presencia del terreno el mapa topográfico que incluyo a vuestra excelencia de lo que incluye la comprensión, las medidas para reestablecerla, desórdenes que se han practicado y las providencias que tengo oportunas para corregirlas, de modo que el Rey afiance abundante provisión para sus astilleros y la Negociación de Sevilla, fondo suficiente de maderas para abastecer todos los pueblos de la Andalucía, no siendo menor la utilidad que se le sigue a Segura, y los miserables pueblos de su comarca, cuyos vecinos en la mayor parte se mantienen a expensas del ser // 3 / empleados en aquellos trabajos. Nuestro señor guarde a vuestra excelencia muchos años como deseo. Orcera, y abril 26 de 1764 Beso la mano de vuestra excelencia. Su más atento servidor Don Francisco de Bruna = Excelentísimo señor Marqués de Squilache. <Demarcación de la villa de Segura y sus montes> Entre los reinos de Murcia, Granada, Jaén y la Provincia de la Mancha están situados los montes de Segura de la Sierra, lindando a la parte oriental con el reino de Murcia, con el Sur con el de Granada, de Poniente con el reino de Jaén y al Norte con la Provincia de la Mancha. La villa de Segura de la Sierra a quien pertenecen, es territorio de la orden y caballería de Santiago, y como tal dependiente del Real Consejo de las Órdenes cuya encomienda goza el Serenísimo Señor Infante Don Luís. Tiene un vicario juez ordinario de ella y de su partido y // 4 / un alcalde mayor. Su temperamento es frió y seco, lo que la hace saludable. El terreno es quebrado y montuoso, y como tal poco a propósito para la producción de frutos, y los surtimientos se hacen de los pueblos inmediatos. En lo que abunda es en arbolado y pastos para ganados bien que sus naturales tienen tan 52 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ pocos con que disfrutarlos que vienen de la Mancha, reino de Granada y Murcia a comerlos. El arbolado es muy copioso de encinas, robles, pinos salgareños, negrales, donceles y carrascos tanto que no es dable que haya montes tan útiles en todo el reino, con especialidad, abundan en la parte de oriente y medio día. Sin embargo de los destrozos que han sufrido así para ramón de los ganados vacunos y cabríos las encinas y robles; como para talas // 5 / y quemas para sembrar sobre las cenizas, los pinares cuyo abuso envejecido, exige una severa providencia. <Deslinde del término de Segura> Lo que es término de la villa de Segura de la Sierra, donde está lo más florido de los pinares, toma principio a la parte oriental en el calar que llaman del Mundo, donde tiene su nacimiento el río de este nombre y deslinda con el término de la ciudad de Alcaraz hasta el de la de Ayna que igualmente deslinda hasta el de Letur por el que va confinando con los de Ferez y Socovos corriendo toda la parte oriental hasta la villa de Moratalla donde se encuentra con el de Huéscar y vuelve al Sur por donde va deslindado el término de la dicha ciudad hasta encontrar con el de la villa de Castril y deslinda este hasta el término de la de Cazorla y corre toda la parte del Sur. Y sobre el // 6 / Poniente vuelve lindando con el término de Villanueva del Arzobispo, Torafe, Villacarrillo y Sorihuela, (que comúnmente llaman las villas del Adelantamiento) de Cazorla. Y deslinda todo el término de dichas villas hasta la jurisdicción de el de Beas, el que corre deslindando por Poniente hasta el sitio del Portazgo. Y llega al río Guadalimar y al río abajo, por la parte del Norte hasta la embocadura del río Guadalmena. Y este río arriba alinda por la parte de poniente con el término de la villa de Chiclana y sigue el río Guadalmena arriba lindando por la parte de Norte hasta la jurisdicción de la villa de Bienservida y deslindando la jurisdicción de este pueblo la de Villaverde y Cotillas y vuelve a encontrarse con el término de la ciudad de Alcaraz // 7 / y corre hasta el calar del Mundo, donde tomó principio comprendiendo de longitud de Sur a Norte catorce leguas y de latitud del Este a Oeste diez; y su circunferencia cincuenta y cinco. 53 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ <Pueblos de su partido> Dentro de esta demarcación se comprenden los pueblos sujetos al Partido de Segura de la Sierra, que son la villa del mismo nombre, el lugar Orcera, su arrabal, La Puerta, su aldea, las villas de Génave, Torres, Villarrodrigo, Siles, Santiago y Hornos pertenecientes a esta dicha (villa) digo encomienda. Las de Yeste y Nerpio a la que goza el marqués de Santa Cruz y la de Benatae, que llaman la mayor de Castilla, la disfruta el Serenísimo Señor Infante Don Felipe. Además hay otra villa con media legua de término llamada San Miguel de Bujaraiza, la que no tiene conexión alguna con la jurisdicción de la villa de Segura de la Sierra, en lo temporal ni espiritual, pues una y otra la provee el cabildo de la // 8 / Santa Iglesia de Toledo. <Los sitios más señalados y copiosos de montes> Toda la comprensión de los montes de Segura y sus agregados es abundante de arboleda pero con más especialidad el Calar del Mundo corriendo a la parte de Levante al Calar de Navalperal, Navalcaballo, Collado de las Espumaderas y Oyas del Alba y Díaz, cintos de Borosa, Royo Andrés, Fuente del Río, Navalazna, Navalespino, Collado de Gontar, Cuesta del Majano, Cerro del Puerto, Loma del Pelotar, Herrerías, Peñarubia, Cerro Mirandante, Arroyo Trapero, las Tres aguas espinares, caídas de la Toba, Garganta, Lóbrega, Masegoso, María Asnal, Fuente de la Puerca, el Risco, Arroyo del Torno, Arroyo Maguillo, Arroyo Canales, Hueco del Río Madera. De una y otra banda, Poyo de los caracoles y otros comprendidos en estos que fuera dilatado nombrarlos // 9 / de suerte que se puede asegurar que desde que empezó el año de mil setecientos treinta y tres la Real Negociación a que siguió después la Marina apenas se habrá cortado en la décima parte de los montes. Muchos tienen carriles abiertos que necesitan componerse y todos proporción para dárselos con salida a embarcarse sus maderas en los ríos Guadalquivir o Guadalimar para conducirse por ellos a la ciudad de Sevilla. Del mismo modo pueden todas estas maderas conducirse por el río Segura para Cartagena debiendo observarse que todas las conducciones serán siempre unas más trabajosas que otras por la distancia, por lo quebrado del terreno y otros particulares que no pueden sujetarse a la regla general. 54 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ <Ríos que nacen y bañan el Partido de Segura> Los ríos que bañan el Partido de Segura de alguna consideración, sin otros menores que pueden llamarse arroyos abundantes y no ríos, son el Guadalquivir que nace en el término de la villa de Quesada, corriendo con inclinación del Oriente vuelve al Norte // 10 / entrando por el término de Segura por el Arroyo de Pretegal, donde uniéndosele [el] Borosa, que nace en el otro término al Sur de Segura, toma algún cuerpo y sufre embalsos de madera y corre recurriendo varios arroyos y aguas hasta el sitio que llaman Orcajo del Guadalquivir, donde se inclina a Poniente y sigue su curso hasta su embocadura en el océano. El río Guadalimar nace en el término de Alcaraz y está al Norte de Segura en cuyo término entra por bajo de Villaverde y corre a Poniente recurriendo varios arroyos que lo engrosan de modo que por bajo de Villaverde sufre embalsos de madera aunque no de mucho porte. Corre derecho a Poniente perdiendo su nombre, de Guadalaquivir donde desemboca, una legua de Mengibar, reino de Jaén. El río Gualdalmena nace al Norte de Segura una pequeña legua de la ciudad de Alcaraz y corre a Poniente siendo mojonera del Partido de Segura hasta que desemboca en el de // 11 / Guadalimar, donde pierde el nombre. Es río de poco caudal y no se cree suficiente para conducciones de maderas, ni sus márgenes las detienen ni pueden traerse a él sin gran dispendio. El río Segura, nace en la jurisdicción de la misma villa, a la parte del Sur, y corriendo a ella se inclina luego al Oriente, cuyo curso sigue hasta su desembocadura en el Mediterráneo. Y aunque en su origen es reducido su caudal se va engrosando con fuentes y arroyos, con especialidad el río que llaman Madera, que nace en los montes de Segura, corre a la parte de Poniente inclinándose al Sur hasta desembocar en el de Segura desde cuyo sitio sufre ya que se embalsen maderas y de allí adelante con las entradas de Arroyo Frío, Taibilla, Tus, río Mundo se hace de suficiente caudal fecundando con sus aguas las huertas de Calasparra, Cieza, Murcia y Orihuela hasta su desagüe en el mar. <Jurisdicción privativa de los montes> 55 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ La jurisdicción de los montes de // 12 / Segura, arbolados y plantíos, su conservación y aumento, se encargó privativamente al Superintendente de la Real Negociación de Sevilla desde el año de mil setecientos treinta y tres por reales decretos y provisiones expedidas por el Consejo Real de Castilla y de Órdenes inhibidas las justicias de este conocimiento lo que manifestaba que estos montes pedían reglas particulares por lo importante que es su conservación a la causa pública y servicio del Rey hasta que en el año de mil setecientos cuarenta y ocho se publicó la Ordenanza de Marina y por ella se dio la jurisdicción de aquellos montes a los intendentes de Cádiz y Cartagena, según la división que se hizo de ellos aunque quedando en todos la libertad de cortar a la Negociación. Y para la expedición de los asuntos de montes, cortas y conducciones de maderas para // 13 / los Arsenales, establecieron en Segura de la Sierra un Ministro de Marina. <Dominio de los montes> La referida villa de Segura aunque vanamente ha creído tener la propiedad de los montes sólo ha gozado del usufructo de ellos y el uso que ha hecho para sus aprovechamientos, en la mayor parte ha sido en los pastos, porque las ventas de los árboles, por cómputo prudente, le rendía sólo quinientos reales anuales contentándose con este corto sufragio y franquezas. De este modo las licencias para las cortas, se experimentaba la destrucción de los montes, que a no haber llegado la mano del rey a intervenirlos cuando empezó el negociado, se hubiera visto con dolor, su total ruina. <Agregación de los montes de Cazorla, Alcaraz y Villanueva> Siendo el fin de la Ordenanza de Montes referida el adelantar, conservar y aumentar los montes con especialidad los útiles para los arsenales y carena de los bajeles, en las Armadas // 14 / en la inspección que a este fin se hizo según Ordenanza resultó que los de Santisteban, Cazorla, Villanueva del Arzobispo y la ciudad de Alcaraz eran apreciables para estos importantes fines. Y así se han quedando 56 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ agregados a este ministerio por diferentes providencias y mandatos corriendo de presente con sujeción al ministro del Partido siendo la circunferencia de estos últimamente agregados y confinantes al partido de Segura de más de setenta leguas. <Río Mundo y sus utilidades>. Las maderas de Cazorla y Villanueva del Arzobispo se embalsan en el río Guadalquivir, y las de la ciudad de Alcaraz, cuyo partido es copiosísimo se han inutilizado pudiendo salir para Cartagena por el río Mundo, capaz de flotarlas, así por su abundante // 15 / y precipitada corriente como por frías que son sus aguas, cuya cualidad es muy del caso para mantener las maderas pero se necesita franquear el río y cuyo costo ascenderá según el dictamen de aquellos prácticos a ocho o diez mil pesos de cuya providencia sacaría muy gran utilidad el Rey. <Ordenanza de Marina y su jurisdicción> Desde la publicación de la ordenanza, tuvo privativa jurisdicción en estos montes el Ministerio de Marina y su Subdelegado como se ha dicho, pero como aquella Real Resolución se limitó a una adición que formó el Intendente de Cartagena dando a las jurisdicciones respectivamente en sus territorios la jurisdicción de los montes, como Subdelegados de los ministerios la que aprobó Su Majestad en veinte y nueve de mayo de mil setecientos cincuenta y uno. Don Josef Gutiérrez de Rubalcaba, que ejercía el Ministerio, representó los inconvenientes que se seguirían a estos montes de que esta regla general se estableciese como en los demás partidos, pues el hacer a las jurisdicciones árbitros de los montes era facilitar su destrucción a que tenían // 16 / bastante inclinación los naturales. En fuerza de estas penosas razones, se mandaron suspender las entregas de la adición y quedó la jurisdicción en los ministerios como estaba antes y mandó el Rey en Orden de diez de octubre del año mil setecientos cincuenta y dos que a la jurisdicción privativa de otro ministerio se uniese la de todos los pueblos del partido de Alcaraz como con efecto se unió y corre unida desde aquel tiempo siguió la jurisdicción sin oposición alguna hasta el año de mil setecientos setenta y dos <Oposición a la jurisdicción privativa por el gobernador de Segura> en que el gobernador de Segura desentendiéndose de la práctica observada tantos años, fundándose en la adición para estos partidos empezó a practicar recursos y quererse apropiar la jurisdicción, lo que turbó en 57 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ mucha parte las providencias gobernativas dadas para la conservación de los montes. Presto se vieron los efectos pues en el año de mil setecientos // 17 / setenta y tres sucedieron repetidos fuegos generalmente en los partidos, que unos se averiguaron y otros no se han conseguido y de resultas se han condenado reos a presidio del África, a Arsenales, a destierros y otros que están sentenciados en rebeldía. Sin embargo, no deja el citado gobernador de continuar en la solicitud de conocer de los asuntos de montes y ha empezado a ejecutarlo. Aunque siendo las justicias celosas del servicio del Rey no había que recelar la importancia del asunto, lo que la experiencia tiene acreditado y las circunstancias que median piden algunas reflexiones que estos montes sean apreciables, útiles, dignos de mi particular atención, lo manifiesta prácticamente su reconocimiento y la experiencia pues no tiene duda, que antes del establecimiento de la Real Negociación // 18 / tenían los particulares el comercio de surtir maderas de pino las Andalucías como lo ejecutaban anualmente. Siguieron estos surtimientos después por la Real Hacienda desde mil setecientos treinta y tres con algún adelanto, pues los particulares no pasaban de Córdoba, pero la Real Hacienda adelantó hasta Sevilla. Después principiaron los cortes para Arsenales, construcción y Carena de Bajeles desde mil setecientos cincuenta y uno, y los montes, aunque no con la abundancia que en su principio, están poblados y pueden surtirse por muchos años los fines del Real Servicio y causa pública, pero siempre mediando la conservación que es el punto de más consideración. <Poco celo de las justicias en la guarda de los montes> Sobre lo importante que es la conservación influye mu // 19 / cho el poco amor y el ningún celo en las justicias pues acostumbrados los pueblos a vivir en su libertad, sienten que esta se les coarta y si se les deja es el abuso notorio. Los montes y arbolados tienen muchos contrarios vecinos, forasteros, labradores, ganaderos, carreteros y todo género de personas procuran más su utilidad que la común. 58 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ <Daños en los montes y en que consisten> Los ganaderos destruyen el monte por dos motivos, para hacer los terrenos pastables y que el ganado coma las ramas y no los tallos y renuevos que brota la tierra después de quemada. Con este fin cortan y queman para satisfacer su codicia sin reparo del gravísimo perjuicio que causan al común. Lo mismo hacen los labradores por otros motivos, uno aumentar las tierras de labor, pues al quemar un terreno forma para ellos un título con que // 20 / sembrarlo y alegar posesión y el otro (fundar) digo fecundar la tierra con la ceniza y el calor que le presta el fuego quemado el monte y arbolado. Esta práctica si cabe es más perjudicial que la de los ganados porque aquellos no producen tan directamente contra los pinos como estos. Así lo tienen acreditado la experiencia en los referidos incendios que han sufrido estos, que reconocidos ofrecen despoblación total de muchos sitios que siendo abundantísimos en pinares blancos hoy están desolados con gravísimo perjuicio común, porque siendo estos montes los únicos que en la materia de arbolado de pino han quedado a Su Majestad para los fines del servicio y a una parte de sus reinos tan florida como las Andalucías para sus obras y otros usos en que es preciso el consumo de madera. // 21 / Si llegase el tiempo que se derroten, será una pérdida que su entidad no podrá conocerse, sino cuando llegue el caso de poderse remediar. <Leyes que hablan sobre la conveniencia y aumento de montes y penas de sus dañadores> Las leyes están clamando generalmente contra este abuso tan común en toda la península y armadas de oportunas providencias con que contener los daños y adelantar los montes. La Ley “setenta y cinco, título cuarto” de la Recopilación. La ley cinco título siete del mismo libro, las leyes diez, quince, diez y seis del título siete, libro siete; tienen prevenido cuanto se debe ejecutar en el importante asunto de la conservación y fomento de los montes especialmente en la Pragmática de 21 de mayo de mil setecientos cuarenta y ocho que es la citada ley quince mandada guardar por la veintiséis del mismo título siete. Pues informado Su Majestad, por los procuradores del reino de la tala y destrucción de los montes que no se fomentaban antes si se disipaban para la conservación y aumento con penas a las justicias 59 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ omisas, salarios de guardas y demás conducentes con facultad de echar sisas // 22 / y repartimientos entre los vecinos para el pago de todo. La poca observancia de tan útil disposición produjo una nueva providencia que es la ley cinco, título siete, libro tres, de la Recopilación, para que fuese cargo de residencia a las justicias no haber cumplido la citada real pragmática y que no estándolo enviase el Consejo persona a costa del residenciado, así para ejecutar lo mandado, como para exigir las penas impuestas. Los autos acordados tienen repetidas providencias para lo mismo con especialidad del setenta y el ciento treinta de la segunda parte que es una Real Cédula con fecha de tres de mayo de mil setecientos diez y seis en que se recopila cuanto antes se había dicho y se manda observar con grandes penas para contener la malicia a los que arrancan y destruyen los arbolados y fomentan los plantíos. Luego se estableció el Real Negociado en estas Sierras y se reconoció la abundancia de sus maderas y la utilidad de sus pinares y que las citadas leyes // 23 / y pragmáticas no bastan para su conservación dispuso Su Majestad (como arriba queda anotado) que la jurisdicción de estos montes la tuviese el Superintendente y Ministros de el privativamente con inhibición de las justicias como punto el más principal porque cuantas utilidades ofrecen los montes penden de la conservación después de la publicación de la Ordenanza de Marina de treinta y uno de enero de mil setecientos cuarenta y ocho en que la conservación de montes de estos partidos se puso a cargo de los intendentes de Marina de Cádiz y Cartagena. <Creación de guardas celadores y arbitrio de su dotación> <Prohibición de pastar y sembrar en las tierras quemadas> Como en ella se da facultad al intendente de Marina de Cádiz para establecer providencias que cortasen la desolación que padecían entre otras oportunas que dieron se consideraron precisas las de crear guardas, celadores, dotados y asalariados y porque la villa de Segura alegaba faltas de medios en los caudales // 24 / públicos para el pago la dotó Su Majestad con un arbitrio superabundante destinado su sobrante a beneficio de los montes y de quitar a los dañadores la esperanza de sacar utilidad de sus delitos privando a los labradores de sembrar los terrenos quemados y a los ganaderos de pastarlos por 60 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ espacio de siete años agravando las penas y proporcionándolas a la malicia de los dañadores. El buen efecto de estas providencias se conoció desde luego, pues aunque al principio continuaba el deseo de quemar, el haber aplicado dos pastores, uno a los arsenales sin sueldo y otro al servicio de las armas, y en rebeldía otro a presidio con otras proporcionadas pecuniarias remedió el aviso y a no haber medido la acción se hubiera conseguido el fin, pero las justicias con este simulado pretexto han solicitado entrarse en la jurisdicción y conseguidolo en parte // 25 / y como siempre que hay semejantes competencias a la sombra de ellas se cometen algunos excesos. Se ha verificado así pues son notorios los daños que se causaron en el año pasado de mil setecientos sesenta y tres. Las circunstancias que median y que piden en estos montes algunas particulares reglas de conservación sobre las generales que están dadas son patentes hoy en los pueblos como generalmente sucede en todo el reino, sujetos a sus empleos, poder y concesiones los hace respetuosos. Estos son dueños de tierras y ganados y el interés los conduce a querer aumentar y disfrutar sin sujeción a ninguna providencia económica ni gobernativa porque regularmente su particular interés prepondera siempre el público con semejantes gentes. Es sabido que las justicias por respeto de las amistades, interés y otros no rompen y antes bien el disimulo es el medio del que se valen los más ajustados, dejando correr el daño porque se remediarlo e exponen a calumnias y otros inconvenientes. No sucede así cuando el juez es privativo en el asunto porque como servicio y fortuna está obligada al exacto cumplimiento de su // 26 / obligación, y no tiene influencia con los pueblos ni sus naturales no hay influjo que lo mueva ni temor que lo intimide. Podía esto corroborarse con algunos ejemplos y observaciones pero por citar materia solo se acordarán dos casos que afianzarán estas relfexiones y les darán la luz necesaria. La villa de Ayna, una de las del Partido de Alcaraz, abundaba de pinos en sus montes y de ellos se han llevado muchas porciones para el Arsenal de Cartagena y otras para los particulares de los reinos de Valencia y Murcia. Cuando el rey mandó en la orden arriba citada de diez de octubre de mil setecientos cincuenta y dos que al Ministerio de Segura se incorporase el partido de Alcaraz resistió aquel pueblo este superior mandato y las órdenes y providencias que pasa su ejecución dio el intendente de Marina de Cartagena. Con conocida osadía hasta llegar a sindicar la conducta del ministro a quien se comentó. No obstante su resistencia se le 61 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ estrechó cumplir y fueron sus montes visitados y reconocidos e incorporados al ministerio de Segura y mudadas las // 27 / justicias por los excesos que resultaron parece que en el asunto no había más que temer ni que esperar novedad, pues contra toda esperanza la misma villa con sinistra relación acudió al Consejo de Castilla y con simulados motivos obtuvo un despacho para talar los montes con pretexto de labor y con él han destrozado el arbolado lastimosamente. Con noticia de estos hechos se libró despacho a aquella justicia para que cesase la corta y remitiese copia de la provisión del Consejo para su reconocimiento. No solo no cumplió aquella justicia tan arreglado mandato sino que habiéndolo corroborado con dos órdenes el Intendente de Cartagena les negó el cumplimiento dicho justicia con una hábil arte tan conocida que trató la justicia de aquel ministro con el mayor abatimiento y el caso se halla pendiente sin haberse tomado resolución y aquella justicia consentida y preparada para mayores excesos y con la jactancia de que ha apercibido al Intendente de Cartagena saliéndose con no remitir la provisión. Pero como había de remitirla // 28 / si ella misma destruye su pretensión que remitida no se conseguía destruir los montes y consumir el arbolado. Supuesto que como se asegura trae cláusula de que las cortas se hagan sin perjuicio de la privativa jurisdicción de Marina y con su intento para conservar lo útil. Las consecuencias de este hecho son muy nocivas, los montes de Ayna lindan con los de Segura y Alcaraz, los intereses son unos, a ejemplo es contagioso para acrecentar el mal, pues se advierte que introduciéndose de hecho en la jurisdicción se salen con ello que lo peor es que así se experimenta y que en acabándose los árboles se acabaría su custodia y tendrán la libertad de que se les priva. <Fuegos modernos de los montes> En el año pasado de mil setecientos sesenta y tres son bien notorios los fuegos que hubo en todos estos partidos. Alcanzó su buena porción a los montes y árboles de Segura donde hay bastante destrozo // 29 / en el arbolado de encina, pinos, rodeznos y carrascos y algunos de los blancos en los sitios de Arroyo Maguillo y Peñalcón, bien que con la fortuna de que estos fuegos en los pinares blanco pudieron contenerse y no fue grande el daño que causaron. 62 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ <Omisiones de la justicia de Segura> De estos fuegos tomó conocimiento la justicia de Segura pero como se han seguido los autos con un abandono y desidia que yendo ya cerca de un año, no están los procesos en estado. No obstante que en alguno de ellos hay presunciones gravísimas de los autores. No es lo más esto, sino que siendo providencia de visita (como queda sentado) para evitar los incendios que no se pasten ni siembren los terrenos quemados, no se guarda e impunemente se pasta todo. De aquí se deduce el ningún reparo a las órdenes, el mal ejemplo y la osadía que influye el ver abandonadas unas providencias hasta aquí tan respetadas para poder continuar los daños y de llegar el caso de que indirectamente se aserrasen los montes que es el fin y // 30 / deseo de todos los que miran con tedio su conservación. En asuntos de esta importancia debe anteceder la prevención a todo, porque si con estos ejemplos continúan los daños y de un fuego resulta quemarse un sitio o más de los útiles, todas las providencias que se dieren no bastarán a restablecerlo porque los pinares tardan muchos años en criarse. No se diga que estas providencias de guardarse los montes quemados de las siembras y pastos es voluntaria y sin apoyo legal porque lo primero está arreglada a lo que previene el derecho y ley veintiuno , titulo siete, libro siete, de la Recopilación, y es conocida su utilidad porque, en quitando a los dañadores la esperanza de que puedan sacar provecho de su delito, se corta el abuso. Y consecuente a esta disposición es el Decreto de doce de diciembre de mil setecientos cuarenta y ocho sobre conservación de montes en lo que no comprende la Ordenanza de Marina // 31 / en el número veintidós se mandó guardar esta prohibición como utilísima. Las cortas nunca destruirán los montes siempre que se hagan con economía y se guarde la tala y el fuego porque estos son los dos medios con que se destruyen irremediablemente los montes registrados. De presente se reconoce que todos los sitios donde se han hecho cortas se van poblando pero los talados y quemados de ningún modo y es la razón clara porque las cortas van sacando lo que 63 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ en el día tiene utilidad y lo que queda se va fortaleciendo y criando pero la tala y el fuego lo consume todo y deja el monte despoblado totalmente y sin esperanza de que se restablezca en muchos años. Establecidos estos prenotados se conocerá de cuanta importancia son estos montes, lo de Cazorla, Alcaraz y cuan precisa su conservación y que no se retarde la providencia, pues viniendo tan próximo // 32 / el verano puede temerse con muy sobrada razón que vuelvan los incendios y si estos montes se quemasen será la pérdida de una consecuencia grandísima y se seguirán las faltas de maderas, leñas y demás que tan sabiamente tienen precavidas las leyes, lo que puede esperarse de las justicias está ya conocido y que su fin no es otro que aplicarse la jurisdicción y fomentarla en cuanto no sea contraria a sus intereses, ni los de sus paniaguados amigos y parientes embarazándose muy poco con las órdenes superiores como no se adapten a sus ideas. Así se verifica en un punto de tanta consideración como es la nominación de guardas, su pago y el fomento de los arbolados. <Mala administración que han tenido las justicias de Segura en el arbolado para el pago de los guardas> Queda notado arriba que por la cortedad que figuró la villa de Segura, de propio para el pago de estos salarios le concedió el rey el arbitrio de Guadalmena y Bañares destinando // 33 / el sobrante después de pagados a beneficio de los montes. La Real Orden de trece de septiembre de mil setecientos cincuenta y uno en que el Rey dispenso esta gracia previene que el arrendamiento de estos pastos, su depósito de los productos y pagos de lo salarios de los guardas y demás se ejecutase con intervención del ministro privativo de los montes. Así se practicó en el principio pero en el año de mil setecientos cincuenta y seis habiendo la villa representado al Ministro Don Joséf Gutiérrez de Rubalcaba que padecía varios atrasos a favor de la Real Hacienda con especialidad al servicio ordinario, les concedió permiso para arrendar con adelanto por seis años los pastos del arbitrio de Guadalmena, con destino a pagar estos atrasos quedando la villa obligada a pagar los celadores de montes y reintegrar el arbitrio ejecutose el arrendamiento desde mil setecientos 64 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ cincuenta y seis a mil setecientos sesenta y tres pero la villa no cumplió su oferta. Los guardas no se pagaron legítimamente pues aun hoy tienen descubiertos. El arbitrio no se ha reintegrado ni se ha convertido en beneficio de los montes. El sobrante además de esto, contraviniendo la villa la Real Orden y circunstancias con que se creo el arbitrio se ha alzado con el conocimiento de todo pretendiendo que siendo de los propios y arbitrios privativo del Consejo de Castilla y de los intendentes de provincia y ejercitó según lo dispone el Real Decreto e Instrucción de tres de julio de mil setecientos sesenta procediendo la villa como subdelegada en estos asuntos, no tenía en ellos intervención alguna el Ministro de Marina y con efecto negaron el cumplimiento a sus escritos y se halla pendiente este punto // 34 / No habiendo sido en el solo en el que se ha introducido la villa pues ha pasado a procesar los guardas y separarlos de sus empleos sin decidir el recurso como también otra cuestión introducida e este año sobre a quien toca nombrar los guardas, y si pueden removerlos anualmente, este particular merece mirarse con la mayor reflexión porque al ser los guardas celadores de montes hábiles, celosos y limpios, pende en la mayor parte se logre el fin de la conservación y el buen manejo y arreglo de cuanto conduce a los montes y arbolados. <Intelico de la instrucción de propios y arbitrios> No obstante que el Real Decreto de 30 de junio de mil setecientos sesenta y la instrucción dan el conocimiento de los propios y arbitrios al supremo Consejo de Castilla, a los intendentes del ejército y Provincia y con sujeción a estos tribunales a los pueblos para la expedición // 35 / inmediata, es innegable que el artículo veintinueve de la citada instrucción quita este conocimiento a dichos tribunales en aquellos arbitrios que están concedidos por pago del servicio ordinario y cuyos débitos de la Real Hacienda y lo deja al Señor Superintendente General y Ministro de ella. Siendo los arbitrios concedidos para el fin de conservación de montes de tanta importancia para los surtimientos del Real negociado, obras de arsenales construcción y carena de las Reales Armadas parecía regular que como fin principal de la conservación conociese de ellos el Señor Superintendente o su subdelegado, mayormente cuando media el intendente del rey en la Real Negociación y lo mismo de los nombramientos // 36 / de guardas, su castigo y remoción no 65 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ cumpliendo con su obligación, pues lo contrario está su efecto a graves inconvenientes. De aquí se seguirán algunos beneficios y se evitarán perjuicios que son inevitables en el orden que hoy se sigue. El arbitrio que hoy pasa anualmente su valor de siete mil reales ascendería mucho más porque el juez privativo lo arrendaría mucho más por no usar de contemplaciones a ganaderos ni otros respectos y ya se ha verificado haber año que pasó de once mil reales, primer beneficio. El salario de los guardas importa cada año cinco mil doscientos ochenta reales y la villa apenas gasta en las limpias de cuatrocientos a quinientos reales, algunos menos y algunos nada pues ya no se hacen y el sobrante que queda se consume en fines muy distintos de la concesión. No tiene duda que depositándose este sobrante tendría la Real Hacienda un // 37 / depósito seguro que ir contribuyendo en beneficio de los montes, en limpias, plantíos, podas, entresacas, y lo más principal, en la extinción de fuegos pues no tiene duda que por providencia de Justicia y gente forzada se hace este servicio mal y no produce los efectos quedando se ocurre por gente pagada y siendo los fuegos la polilla de los montes el tener medios oportunos para extinguirlos merece mucha consideración. Segunda utilidad, uno de los medios más precisos para que subsistan las cortas y conducciones, es la carretería pues sin ella en vano será todo lo demás (y nótese de paso, que en estos montes no sirve todo género de carreterías sino las del país como la experiencia lo tiene acreditado) este ramo no se puede fecundar por no tener los pastos de invernaderos que son los precisos. <Utilidades de que conozca de este arbitrio el Superintendente General> Siendo los cuartos // 38 / de Guadalmena de invernadero y teniendo su conocimiento el Señor Superintendente General o su Subdelegado podía surtir a los carreteros por sus justos precios y asegurarse la carretería tan importante para las conducciones. No siendo esto tan voluntario que no tenga su apoyo legal pues el Real y Supremo Consejo de Castilla en provisión de veinticinco de noviembre de mil setecientos sesenta y uno tiene mandado que en los arbitrios tengan los vecinos de los pueblos privilegios de tanteos por lo que dicen los extraños y a la verdad ninguno de mejor derecho que los carreteros pues están prontos para el servicio del Rey ocupándose en unas faenas punibles y utilísimas a la causa común. 66 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Si los guardas de montes supiesen que el juez privativo era árbitro de su nombramiento y separación no desempeñando su encargo que tras ninguno podía entremezclarse en estos asuntos // 39 / que los pagos de sus salarios habían de ser por su mano es sin duda que estarían más obedientes, más celosos, con menos temores y respetos y más asistentes a su obligación pero de presente tienen que respetar con placer y adular a muchos y que disimulan con bastantes, porque de no hacerlo reconocen que los separan de los empleos que les pagan mal y les profesan ojeriza y buscan pretextos como separarlos. Todo el tiempo que el arbitrio estuvo arrendado por seis años no se les pagó con la regularidad que quiere la Real Orden y este era el motivo de no poder cumplir con su obligación porque tenían que ir a buscar que comer. Ahora que se les paga regularmente hay otro inconveniente porque como si sus salarios los pagase el gobernador de Segura y sus regidores y no el Rey del arbitrio concedido, cree cada uno de estos individuos tener en los seis guardas // 40 / celadores sus criados pagados y los ocupan en diligencias muy ajenas de su ministerio, que si fueran de justicia sería algo tolerable, pero muchas de ellas son particulares y personales de los citados y esto ya sabe cuan perjudicial es a los montes por las ocurrencias que se ofrecen de fuegos y daños y el saber los dañadores que está el campo seguro. Todos estos y otros perjuicios que siguen son muy dignos de consideración y en ínterin que no se corten, ni los montes tendrán custodia ni fomento ni podrá Su Majestad contar con su arbolado ni ahora ni en lo sucesivo porque si no se fomenta no puede esperarse utilidad y lo que es la conservación puede ejemplarizarse en el sitio que llaman el Arroyo Trapero en el Río Madera. // 41 / En estos sitios cortó la Negociación en su establecimiento en el primero cuatro años y en el segundo cinco sin lo que en este han cortado los particulares por su inmediación y hoy puede cortarse nuevamente porque se ha conservado. Para lograr este fin y los demás propuestos precisa establecer reglas que corten los abusos y precaban los sucesivos. <Primer remedio para la conservación y aumento de los montes> 67 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Lo primero es necesario que la jurisdicción de los montes la ejerza una sola mano privativamente y sea el Señor Superintendente de Hacienda y su subdelegado como estuvo al principio de la negociación o el Ministro de montes de Marina según su ordenanza en la forma que la sirvió Don Joséf Gutiérrez // 42 / de Rubalcaba guardándose las providencias que por este se establecieron en las visitas y las demás que ha enseñado la experiencia, son necesarias por que si desde el año de mil setecientos cincuenta y dos no obstante las pretensiones de las justicias impedidas de la adicción se reconoció lo útil de aquellas providencias y no hubo fuegos ni talas hasta el año de mil setecientos sesenta y dos y mil setecientos sesenta y tres en que principiaron las justicias sus pretensiones parece es útil continúe aquel método ya experimentado. <2º.......> Lo segundo que el conocimiento de guardas, sus nombramientos, separaciones, pago y administración de los arbitrios destinados a este fin se privatizó del Subdelegado de la Real Negociación bajo las reglas de administración que establecen los Reales Decretos y con sujeción a las órdenes del señor Superintendente // 43 / General de Hacienda sin que estos caudales puedan invertirse en otros fines que los de su concepción. <3......> Lo tercero que las reglas establecidas para los incendios se guarden y cumplan como utilísimas. <4º.......> Lo cuarto que se celen y castiguen los rompimientos de tierras de los montes particularmente los que se han hecho desde el año de mil setecientos cuarenta y ocho en que se publicó la ordenanza y que las labores que los que se suponen dueños de ellas han dejado poblarse de monte no puedan romperse sin que primero se justifique la propiedad ante el juez privativo y reconocida la volunta e inutilidad de montes pueda negar con condescienden la licencia privándose de este conocimiento a todo otro tribunal quedando a las // 44 / partes sus recursos a salvo a los jueces correspondientes pues en el asunto de pastos aunque no de tanta utilidad como el de lo árboles por ser aquellos más comunes que estos tiene mandado su majestad en Decreto de treinta de diciembre de mil setecientos cuarenta y ocho, 68 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ que las dehesas que no se hubieren labrado de veinte años a aquella parte no se labren sin licencia del Consejo y por lo que hace ha arbolado en Decreto de ocho de julio de mil setecientos noventa y cinco para que las justicias ordinarias no se introduzcan en ningún caso en nada que pertenezca a la custodia y conservación de los montes cuyas maderas sirven para la fábrica de navíos cometiendo este cuidado al Consejo de Guerra y no por otro tribunal remitiéndole cualquier auto que considere pendientes dándose las órdenes convenientes // a los corregidores y justicias en cuyos términos se hallan los montes para que se abstengan de conocer en lo que a ellos toque. <5º.......> Lo quinto, que fomenten las carreterías y por el tanto se prefieran los carreteros en los pastos de los arbitrios y se las guarden las preeminencias que les están concedidas por Reales Determinaciones como que anualmente están empleados en las conducciones de madera tan importantes concediéndose al Real Servicio y causa pública al ministro que tenga la jurisdicción de montes, el título de juez protector y privativo de los carreteros con arreglo a las reales cédulas para evitar los perjuicios y costos que sufrir con voluntarias denuncias de daños, lo que merece atención mayormente cuando el juez protector reside en la ciudad de Murcia // 46 / distante treinta y una leguas en que para intentar el recurso, se pierde mucho y precisa mucho a los carreteros distraerse de su trabajo y sufrir las vejaciones. <Manejo actual del Ministro de Marina> Por lo que mira al modo como se gobiernan los de Marina he hecho exacta y secreta averiguación y parece que el Ministro que tienen allí ahora, Don Alonso Venero, acribo, desinteresado, y que aunque también lo era Don Joséf Rubalcaba, su antecesor, tuvo algunas condescendencias fiándose de los naturales de Segura, nombrando un regidor de aquella villa codicioso llamado Don Diego de los Ríos por Subdelegado suyo. 69 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ <Pie en que puede quedar la jurisdicción privativa y prerrogativas que se echan de hacer para el uso de ella> Pero en caso de que el señor Superintendente General no tenga por conveniente declarar por suya la jurisdicción privativa de aquellos montes como lo estuvo al principio, sino que continúe el conocimiento de Marina, será muy conveniente que ni los intendentes de Cádiz y // 47 / Cartagena, ni el Ministro que está en Segura den licencias para corta de pinos a sujeto alguno para corta de pinos a sujeto alguno que no sea vecino de los lugares de la comprensión de los montes sin expreso permiso del señor Superintendente General o su Subdelegado porque en esto ha habido alguna franqueza. Que las que se den a los vecinos sean con el debido examen de la necesidad y reconocimiento de perito que envíe el Ministro y que para la corta se ponga un celador. Y que respecto de que alguna vez es preciso para fomentarlos conceder licencia a los carreteros después de evacuado el transporte de las maderas del Rey para sacar viaje de maderas por su cuenta se hagan todos los oficios posibles para que sean a los reinos de Murcia, Valencia, Provincia de la Mancha dificultándoles que // 48 / las lleven a los reinos de Córdoba y Jaén que pueden surtirse del negociado respecto a pasar la navegación de los palos por sus mismas riberas. <Persecución que ha sufrido la Negociación de Sevilla por la Marina que ha tirado siempre a que se finalice> Por lo que corresponde a la Real Negociación de Sevilla es constante y notorio que los Intendentes de Marina de Cádiz y Cartagena y sus subdelegados han conspirado siempre contra ella y por cuantos medios han podido discurrir han tirado a sofocarla sin perdonar representaciones y oficios a los señores ministros del Despacho de Marina pero no habiendo podido conseguir por este camino el suprimirla discurrieron modo de inutilizarla y que por precisión se acabase. Esta fue la instancia que hicieron para que el Real Negociado no pudiese cortar sino pino negral o ródeno defendiéndole absolutamente el pino blanco // 49 / salgareño y que se destinase para la Marina, para manifestar el impulso de esta pretensión y dar a conocer el espíritu de ella es proceso suponer que el pinar negral o ródeno que hay en los montes de la comprensión de Segura sobre ser 70 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ muy reducido son todos palos tortuoso e impensablemente han de cortarse los más de tres o cuatro varas que llaman umbralenia en que apenas podrá el Rey sacar los costos de las conducciones y beneficios fuera de que a esta especie están los montes tan apurados que a pocos años es imposible que siga como me han asegurado todos los prácticos de aquella tierra. Del pino blanco salgareño es toda la abundancia de los montes de Segura en tales términos que es imposible la // 50 / seguir, acabarlos bien conservados aunque la Marina corte para los arsenales y la Real Negociación para su tráfico. Como depusieron ahora los peritos delante del ministro que tiene allí la Marina, preguntados por mi y yo lo he evidenciado en el propio reconocimiento que he hecho de los montes además quede claro el conocimiento de la suposición con que ha conseguido la prohibición la Marina, pues los palos que cortaron de doce varas arriba, y la Negociación para su surtimiento tiene bastante con llevarlos de cinco a diez en que nada se les perjudica y es de bastante consideración el perjuicio de la Real Hacienda y la falta de abasto de los reinos de Andalucía, por lo que si vuestra excelencia lo tuviese a bien // 51 / para mandar que estos términos corte la negociación sin deferencia de pinos pues en el estado actual es certísimo que no puede seguir como igualmente lo es que no se sigue el menor daño a la Marina como queda expuesto. Por lo tocante a la economía y ventajas de la negociación me parece conveniente que para ahorrar los costos de navegación se corte e se lleve en un año para dos y así con solo un viaje se liare la conducción costando cada uno de ocho a diez mil pesos de modo que siendo la frecuente llevarse cada un año dos mil cargas, que es el consumo, se conduzcan cuatro mil para los dos. <Llevarían juntas dos pinadas> Este pensamiento tiene también la conveniencia de que cortar un año si, otro no, la Marina // 52/ y puede la negociación el año que no cortase hacer sola sus faenas y evitar un grandísimo tropiezo que hay siempre con la carretería para llevar al aguadero los palos, que las detiene el Ministro de Marina en los meses del verano que son los más 71 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ oportunos para este trabajo y está arriesgada la negociación a dejarse en los montes las maderas por no poderlas aguar. <Quebramientos palos ródenos> También convendrá que los pinos que se trabajan para la Negociación no lleven más labor que descascararlos y no cuadrarlos con que se ahorra la mitad del costo del hacheo y se aventaja la mas madera que lleva, que sacada con la sierra utiliza el Rey el Almacén de Sevilla, en costeros y algunas vigas. Pero no habiéndose aun hecho // 53 / la experiencia si flotan bien los palos redondos he dispuesto vayan en la futura pinada cinco piezas de todos tamaños en estos términos para arreglar la práctica. <Que vayan dos palos de distintas menas unidos> Así mismo es conveniente que vayan en una pieza unidos los dos palos que salgan de distinta mena o grueso sobre que teniendo sobre que teniendo vuelta pueden apetecerlos los marchantes para la construcción de las naves se adelanta que las sierras los puedan igualar y con su largo tener mucha más estimación. <Que se labren piezas con vuelta y baos para los navíos mercantes> Igualmente será útil que se labren piezas largas con vuelta de doce y quince varas que llaman baos y sirven para los navíos que hasta aquí se han dividido en dos o se han dejado por inútiles para el surtimiento // 54 / pues para aprovecharse el monte tendrán mucho valor para los navíos mercantes siempre en el supuesto de que estas piezas de doce a quince varas han de ser de pinos negrales, pues como queda dicho de pinos blancos solo han de ser de cinco a diez varas los que se corten. <Distintos otros arbitrios de economía> En otros puntos de economía como que se ajustan los pineros que conducen las pinadas a dinero por su comida en que se ahorra un gran dispendio el Rey y cuidado el comisario de la navegación que no se pongan por jóvenes pimpollos que cortan sino que aprovechen las 72 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ grumadas, que son las copas de los pinos que se labran y varios otros particulares. Queda enterado el Subdelegado de la Negociación en Segura Don Juan Pichardo que hace trece años que sirve este ministerio // 55 / y lo he hallado de grande aplicación, inteligencia y desinterés. Vuestra Excelencia sobre todo con su alta comprensión, resolverá lo que tuviese por más conveniente. Orcera veintiséis de abril de mil setecientos sesenta y cuatro. Bibliografía - ARAQUE JIMÉNEZ, E. La Sierra de Segura: crisis y perspectivas de futuro de la montaña andaluza. Sevilla, Junta Rectora del parque natural de Cazorla, 1989. ______ Los montes públicos en la Sierra de Segura. Siglos XIX-XX. Universidad de Granada, Granada. - CAMACHO ATALAYA, A. La carpintería de ribera. Madrid, Aitim, 1989. - COBO DE GUZMÁN Y LECHUGA, J. Estudio sobre las Ordenanzas de Montes de 1748. Jaén, Ediciones Gavia, 1994. - CRUZ AGUILAR, E. de la. “La provincia marítima de Segura de la Sierra” Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, n 107 (1981), pp. 51 - 82. ______ La destrucción de los montes (claves histórico-jurídicas). Madrid, Servicio de publicaciones de la Universidad de Alcalá, 1994. - CRUZ MARTÍNEZ GARRIDO, J. DE LA. Memorias sobre el partido judicial de Segura de la Sierra. Baeza, Reeditado por Artes Gráficas Vera-Cruz de Orcera en 1991, 1842. - Expediente sobre el régimen y administración de los montes de Segura de la Sierra y su Provincia. Madrid Imprenta de Miguel de Burgos, 1825. - GONZÁLEZ-ALLER HIERRO, J. I. Modelos de arsenal del Museo Naval. Evolución de la construcción naval española, siglos XVII-XVIII. Barcelona, Lunwerg, 2004. 73 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - GONZÁLEZ RIPOLL, J. L. Los Hornilleros. Úbeda, El olivo, 2004. - IDÁÑEZ DE AGUILAR, A. F. “Contribución al conocimiento de Albacete como Provincia Marítima”. Al-Basit, nº 45 (2001), pp. 15 - 43. - MEJÍAS TÁVERO, J. C. Los navíos españoles de la Batalla de Trafalgar. Del Astillero a la mar. Madrid, Agualarga, 2004. - MERINO NAVARRO J. P. La Armada española en el siglo XVIII. Madrid, Fundación Universitaria Española, 1981. - MORALES MOYA, A. “El estado de la Ilustración, la Guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz: la Constitución de 1812”. Historia de España Ramón Menéndez Pidal. Tomo XXX. Las bases políticas, económicas y sociales de un régimen de transformación (1759-1834). Madrid, Espasa, 1998. - PÉREZ CRESPO MUÑOZ, M. T. El Arsenal de Cartagena en el siglo XVIII. Madrid, Editorial Naval, 1992. - QUINTERO GONZÁLEZ, J. Jarcias y lonas. La Renovación de la Armada en la Bahía de Cádiz 1717-1777. Cádiz, Grupo de Publicaciones del Sur, 2003. ______ La Carraca, el primer arsenal ilustrado español. Madrid, Ministerio de Defensa, 2004. - RODRÍGUEZ LLOPIS, M. Historia de la Región de Murcia. Murcia, Consejería de Cultura, 2004. - TOUS MELIÁ, J. El San Juan de Nepomuceno Un navío de 74 cañones. Tenerife, Dirección de Museo Militar regional de Canarias, 2000. - VIGUERAS GONZÁLEZ, M. El transporte de madera por flotación y carretería, desde los bosques de Sierra Segura hasta Sevilla y los arsenales de La Carraca (Cádiz) y Cartagena, durante los siglos XVIII y XIX (1734-1833). Madrid, Ente público de puertos del Estado, 2002. 74 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ El convento de San Francisco Casa Grande y su patrimonio inmueble Por Jose Carlos Rodrigo Herrera RESUMEN Aproximación del Convento Franciscano de San Francisco Casa Grande, hoy Capitanía General de Granada, su historia e infortunios del inmueble, así como de sus obras artísticas muebles tras las sucesivas desamortizaciones decimonónicas, así como una visión histórica del mismo solar, centrándonos en su Iglesia destruida. ARTÍCULO Los Franciscanos de Granada nacieron de la escisión de sus hermanos sevillanos en el S. XVI, siendo los Regulares la cabeza de jefatura en el Antiguo reino de Granada. Los Reyes Católicos fundaron el Primer Convento de la Ciudad de la Alhambra (actual Parador Nacional) en abril de 1492, poniéndolo a cargo de la comunidad franciscana hasta su desamortización en el S. XIX. El convento de San Francisco Casa Grande, fue también uno de los primeros en fundarse en la ciudad; llegó a ser uno de los principales en importancia y tamaño en Granada, y en particular, de su propia orden; así, en la ciudad hubo numerosas fundaciones franciscanas como: - El convento de San Antonio Abad. - Santa Isabel la Real (1501). - La Concepción (1518). - Nuestra Señora de la Encarnación (1524). 75 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - Nuestra Señora de los Ángeles (1538) - Convento de Jesús y María (1587). - Los capuchinos de San Juan de la Penitencia (1614). - Los descalzos de San Antonio y San Diego. - El Santo Ángel Custodio (1626). Para mediados del s. XVII había once fundaciones de franciscan@s: cinco masculinas y seis femeninas. Historia del Convento El antiguo Convento de San Francisco Casa Grande de Granada, estaba ubicado entre las calles San Matías y Pavaneras, en el barrio del Realejo, antigua judería en la edad de ocupación musulmana. La historia del solar es peculiar, cuando vivieron los Reyes Católicos con sus fuerzas y séquito, se dictó la orden de expulsión de los sefarditas de todos los reinos peninsulares, quedándose el barrio totalmente despoblado y paulatinamente ocupado por las familias que acompañaron a los Reyes; la zona del convento fue especialmente ocupada por las familias más nobles del círculo de la corte, al estar en terreno llano y cercano a los nuevos ejes principales de la nueva ciudad cristiana; de hecho, en frente esta la llamada Casa de Los Tiros (Palacio de los Gil Vázquez-Rengifo), y el mismo solar esta en las casa propiedad del Cardenal Talavera, también cercano está las antiguas propiedades inmuebles de Don Gonzalo de Córdoba “El Gran Capitán”. Para 1509, se terminaros las estancias conventuales gracias a al donación de las propiedades lindantes del propio Cardenal Fray Hernando de Talavera. La Familia Real fue muy generosa en el mecenazgo de este convento, así sabemos que Juana costeó en 1522 el refectorio y dormitorio, y la 76 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ ampliación del convento de 1530; los Austrias también ayudaron a la congregación. Todo indica que anterior al convento, había estado una antigua Mezquita de los que nos quedan restos del Alminar, del aljibe e incluso de unos baños cercanos, lo que no nos extraña, que dentro de la política de ocupación tradicional en todas las culturas, en que los centros religiosos de los antiguos moradores son sustituidos por nuevas construcciones religiosas de las sociedades invasoras, así esta mezquita fue destruida y ocupada por una iglesia que llegó a ser la primera catedral del antiguo reino Nazarí durante años, hasta la construcción de la actual fábrica a 200 metros de distancia mucho más grandilocuente. La Primitiva iglesia fue fundada en octubre de 1507, y se le convirtió en catedral metropolitana, demoliéndose hasta en dos ocasiones a los largo del S. XIX, una por la desamortización de la ocupación francesa, cuya primitiva iglesia se demolió en poco tiempo, y la otra durante la exclaustración de Mendizábal, aunque esta se demolió entre 1845 y 1850 (puesto que en el mapa topográfico de Francisco Martínez Palomino de 1845 aún aparece reflejado el templo, y ha una denuncia de dejadez del solar tras la demolición en 1850). El Convento de San Francisco Casa grande en el S. XIX Este fue el primero en sufrir el proceso de desamortización que la administración de José I Bonaparte llevó a cabo en la Provincia; así, fue derribada su iglesia, y modificada su estructura interna conservándose escasamente algunas partes, como las fuentes de sus patios y las arcadas de estos, y poco más. Hoy en día es imposible averiguar la cantidad de obras de arte perdidas en esta primera intervención estatal en el patrimonio del Convento, aunque no nos he de extrañar que la mayoría y mas preciadas acabaran en manos de coleccionistas, colaboradores franceses o fieles devotos; también es posible 77 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ que se devolvieran algunas de estas obras tras al ocupación, aunque este último caso, sea una acción minoritaria. Una vez eliminada la presencia extranjera, el convento con su Iglesia fue reconstruido, aunque según Gómez-Moreno González, el templo no llegó ni siquiera a consagrarse para cuando se volvió a desamortizar con Mendizábal en 1835. El Edificio se transformó en oficinas militares y Correos y hospedería, como demuestra un escrito de 1841, donde se nos informa además de la demolición de su iglesia1. El convento de Can Francisco Casa Grande en el siglo XXI En la actualidad son dependencias del Ejército, apenas modificándose sus dependencias solo para ala adecuación de estas a su uso diario. Lo que si ha modificado la estructura ha sido la apertura de la Plaza del Padre Suárez, frente a la Casa de los Tiros, en el solar donde antes se ubicaría la antigua Iglesia. Esta plaza fue creada por Gallego Burín en 19422, cuando llegó a al alcaldía, adicionándole el Pilar de Don Pedro y la antigua portada de la Cárcel. Obras Artísticas del Convento Empíricamente, lo que sabemos de las obras del convento de San Francisco están en el breve inventario que para la desamortización de Mendizábal se hizo por parte del Comisión de Amortización preparada para la causa, así, esta estaba integrada por D. Fernando Moreno, D. Carlos José de Córdova y acompañados de F. Clemente Algava y de D. Serafín Francisco Zurita, el 1 y 4 de Septiembre de 1835; de este informe sabemos que había: 1 A.H.P.G., leg. 321-4321-32, Edificios de conventos de la provincia de Granada. Relación de todos los conventos de ambos sexos suprimidos en esta provincia, con la aplicación que han tenido y estado que tienen en la actualidad (I841). 2 JUSTE, Julio, La Granada de Gallego Burín: reformas urbanas y arquitectura, 1938-1951, Granada, Diputación Provincial, 1995, p. 100. 78 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - Tres imágenes, una de S. Pedro, otra del Señor de la Columna y un Santo Cristo de talla (situadas en el claustro bajo). - Distintos cuadros de la vida de S. Francisco (también en el Claustro). - Más cuadros en la celda de oficio, en los claustros, refectorio y algún otro ángulo alto. - Varios cuadros de lienzo de diferentes tamaños, algunos de ellos fijos (como son el de la escalera principal, el próximo a la enfermería) - Ocho grandes lienzos en el refectorio; aunque parece que hubiera haber habido más, puesto que notan que se han arrancado algunos “por sus dueños”. - En la biblioteca había cinco estantes llenas de obras y sin orden. - Medio tabernáculo de madera pintado con frontal de piedra mármol. - Dos imágenes, una de Nra Sra de la Paz y la otra de la impresión de las llagas de S. Francisco en el altar de la Iglesia. - Altar con la imagen de la Purísima Concepción. - Un retablo con un lienzo del Corazón de Jesús. - Altar con retablo de madera y frontal de piedra con la imagen del Santo Patriarca. - Retablo de piedra jaspe negra con una efigie de vestir de S. Antonio de Padua. - Altar de Jesús Nazareno de vestir. - Efigie de un Ecce Homo en el mismo altar. - Nicho con una imagen de Nra Sra Sta Ana. - Cuatro efigies de bultos repartidos en el cuerpo de la iglesia, la una de S. Miguel, S. Gabriel, S. Benedicto y Sta. Clara. - Once confesionarios de madera. - Dos ángeles en la capilla mayor. 79 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - Ocho lámparas de metal y tres de hojalata. - Dos mesas de credencia de piedra. - Un Apostolado de lienzo en el Presbiterio. - Doce cuadros de lienzo de buen tamaño y de diferentes imágenes repartidas en toda la iglesia. - Un pulpito de madera. - Una verja de hierro en el Presbiterio y una baranda para el comulgatorio. - Catorce bancos de pino. - Una araña de cristal y un facistol de madera. - Un órgano con caja de madera. - Un facistol y cinco bancos. - Una araña de cristal. - Una rueda de campanillas. - Cuatro campanas, dos en cada torre. - Una sillería alta y baja en el nuevo coro de noventa asientos y un facistol, todo de nogal. También se advierte que en la iglesia hay más, pero no se han puesto en el inventario por haberse acreditado no pertenecer al Convento, sino a particulares y Cofradías. El fin de las obras tras la desamortización de Mendizábal Lamentablemente, desconocemos el paradero de la mayoría de estas obras inventariadas. Aun que sabemos donde se encuentran algunas de ellas gracias a los trabajos de Gila Media, la mayor parte de las obras de arte del convento de San Francisco Casa Grande fueron a aparar a otros templos, 80 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ siendo los más beneficiados los conventos de Santa Isabel la Real y el del Ángel custodio. Las obras fueron a para a: La parroquia de San Matías (de donde pertenecía el convento), las imágenes de Cristo resucitado y de San Roque (que no se encuentra hoy), así como once lienzos de temas franciscanos, de los que algunos pueden reconocerse aún, como un endeble San Antonio de Padua del siglo XVIII que se ubica en un lateral del presbiterio. Al convento del Ángel custodio, que recibió las esculturas de Nuestra Señora de la Paz, atribuida a Diego de Mora, así como un San Francisco, un San Benedicto, una Santa Clara y un San José, además de catorce lienzos; parte de las cajoneras de la antigua sacristía. A La Basílica de la Virgen de las Angustias que posee también parte de las cajoneras. Al convento de Santa Isabel la Real, que recibió las imágenes Jesús caído Nuestra Señora de los Dolores y San Juan Evangelista, El Nazareno y La Dolorosa. Al convento de Santa Paula, que recibió las imágenes de San Miguel y San Gabriel (tal vez están hoy en el monasterio de San Jerónimo). A la parroquia de San Gregorio fue una imagen del Ecce Homo; al suprimirse ésta en 1842 quizás se trasladado a la parroquia del Salvador (incendiada en marzo de 19363) A la parroquia de San Pedro pasó un Apostolado de lienzo, actualmente distribuido por la nave y crucero. La imagen de la Purísima Concepción pasó «a don Mariano Cano, de orden del Señor Gobernador Eclesiástico», perdiéndose ahí su pista; tal vez se tratar de la primitiva imagen de esta advocación, donada por los Reyes Católicos en la primera Catedral; 3 Antonio GALLEGO BURÍN no cita nada de interés en la antigua parroquial de San Gregorio Magno (Guía de Granada..., p. 370). 81 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Museo de Bellas Artes Al igual que pasó con las demás instituciones eclesiásticas desamortizadas por Mendizábal en Granada, las obras recogidas por la Comisión, se destinaron al futuro al Museo de Bellas Artes, almacenando sus obras en el Convento de Santa Cruz la Real, e inaugurándose dicho Museo en 1839. Pero lamentablemente, al dicho museo le fue robado antes de la inauguración del museo; así se perdieron diez lienzos del mismo, siendo tres de de San Francisco Casa Grande (San Francisco en la impresión de las llagas y La Virgen sentada entregando el Niño a San Félix de Cantalicio, ambos atribuidos a Bocanegra, y el Señor atado a la Columna, que se anota como de escuela de Cano). Los lienzos que tenemos del Convento y que aún se conservan en dicho museo son: - El Papa Nicolás V visita el cuerpo de San Francisco de Asís. - Asunción; El Padre Eterno recibe a María en el cielo. - Jesucristo hace entrega de la Regla a San Francisco. - Padre Fray Jerónimo de Rada. - Nuestro Padre Fray Blas de Castro. - Cabeza de San Pedro. - Pie con sandalia. - Fray Juan de Cetina y Fray Pedro de Dueñas. - Reverendo Padre Rafael Rodríguez-Mohedano. - Muy V.P. Pedro de Quesada. - San Francisco salvando ánimas del purgatorio. - Retrato del Reverendo Padre Fray Vicente Ruiz. - Alegoría de la Orden Franciscana. - Milagro de San Antonio 82 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Bibliografía - De los efectos de culto que pertenecieron a la Yglesia del destiruido convento de San Francisco Casa Grande se hallan depositado en la Yslesia parroquial de San Matías, para la custodia y conservación. (adiciones al inventario de 1831). Archivo Parroquial de San Matías (Libro de Inventario - 1764- ff. 65 - 66). - Edificios de conventos de la provincia de Granada. Relación de todos los conventos de ambos sexos suprimidos en esta provincia, con la aplicación que han tenido y estado que tienen en la actualidad (1841). Archivo Histórico Provincial de Granada (leg. 321-4321-32). - Expediente del robo de obras de arte en el Museo de Granada. 14 de febrero de 1839. Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (leg. 2-48/1). - GALLEGO BURÍN, Antonio. Guía de Granada. Granada, Comres, 1992. - GILA MEDINA, Lázaro; LÓPEZ GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús; y GUADALUPE MUÑOZ, Miguel Luís. “Los Conventos de la Merced y San Francisco, Casa Grande, de Granada. Aproximación Histórico Artística”. Monográfica Arte y Arqueología. Granada, Universidad de Granada. Universidad de Granada, 2002. pp. 99 - 154 y 222 – 224. - LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús. “Notas sobre el patrimonio artístico del Convento de San Francisco, Casa Grande, de Granada”. /// Curso de Verano «El Franciscanismo en Andalucía: San Francisco en la cultura y en la Historia del Arte Andaluz». Córdoba, 1999, pp. 415438. - Petición del Reconocimiento del Diseño del Nuevo Convento de San Francisco Casa Grande, con arreglo a las leyes de policía e informe del Ayuntamiento para su aprobación. (1814). Archivo Histórico Provincial de Granada (leg. 44 Pieza 46). 83 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - VILLAFRANCA JIMÉNEZ, María del Mar. “El museo de bellas artes de granada: coleccionismo público, pasión privada”. Obras del Museo de Bellas Artes de Granada. Granada, Caja General de Ahorros, 2003. 84 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Los “niños” y las “artes” Por Vanessa García Jiménez RESUMEN Hasta hace relativamente poco tiempo, “psicología evolutiva” era sinónimo del estudio del desarrollo infantil. La inmensa mayoría de los trabajos de investigación empírica investigaba el desarrollo hasta los 11 años, más o menos, complementada por 2 áreas de trabajo, mucho más reducidas y especializadas, sobre la “adolescencia” y la “edad adulta. Sólo alrededor de la última década los psicólogos evolutivos han caído en la cuenta de que habían dejado de lado importantes áreas propias de su campo de investigación. ARTÍCULO Hasta hace relativamente poco tiempo, “psicología evolutiva” era sinónimo del estudio del desarrollo infantil. La inmensa mayoría de los trabajos de investigación empírica investigaba el desarrollo hasta los 11 años, más o menos, complementada por 2 áreas de trabajo, mucho más reducidas y especializadas, sobre la “adolescencia” (comprendida entre los 11 y los 18 años aproximadamente) y la “edad adulta” (unos 60 años más). Sólo alrededor de la última década los psicólogos evolutivos han caído en la cuenta de que habían dejado de lado importantes áreas propias de su campo de investigación. Algunos teóricos dirían que hay ciertas formas de pensar respecto a las artes que son exclusivos de los niños y en especial, que pueden especificarse las etapas de desarrollo de acuerdo con ello. Esta línea argumental se origina a partir de las teorías de Piaget. 85 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ ¿A qué nos referimos exactamente con las “artes” desde el punto de vista evolutivo? Esta cuestión, en apariencia sencilla, plantea 2 problemas principales: El primero consiste en dilucidar si cada forma artística concreta constituye un dominio separado y distinto o si los procesos que subyacen a todos ellas son tan semejantes que podemos concebir las artes como una unidad. El segundo problema es igualmente difícil desde el punto de vista psicológico: los procesos estéticos y creativos no se limitan de ningún modo a los temas artísticos, ya se consideren de forma unitaria o en relación con cada dominio específico. La educación infantil aplicada al bloque temático de expresión plástica Trabajar la expresión plástica con niños de 3 a 6 años nos permite acceder al dominio de las distintas formas de representación de su medio. Los objetivos generales de la expresión plástica van a ayudar a capacitar al niño para: - Expresar y comunicar deseos e ideas mediante el trabajo de plástica. - Valorar y comprender el entorno con los demás. - Utilizarlo como un medio para comunicar y disfrutar a través de las producciones propias en sus diversas obras artísticas e interesarse y apreciar los trabajos que realizan sus compañeros. - Manejar técnicas para aumentar sus posibilidades de comunicación. - Prestar atención al esfuerzo de los resultados obtenidos y evaluar el proceso de aprendizaje. - Los objetivos de la educación plástica, en síntesis: Aprendizaje de técnicas básicas tales como: 86 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - El dibujo a través de la representación gráfica del trazo. - La pintura a través del color. - El collage, mosaico, modelado(volumen) Utilización y empleo correcto de materiales plásticos específicos e inespecíficos, como son: - Ceras. - Témperas. - Lápices de colores. - Agua y engrudos. - La identificación de colores. - La percepción de los colores: primarios/secundarios. Elaboración de actividades para expresar vivencias y sucesos. A través de estos temas temáticos traducidos en los objetivos, el alumno va a situarse o representar la realidad, comunicándose y expresando con diferentes herramientas y técnicas, conduciendo todo ello a obras plásticas. Ello posibilita que disfrute de la actividad plástica al tiempo que fomenta su capacidad de expresión. El profesor debe conseguir que el niño dé mensajes referidos a necesidades personales, grupales, emocionales y deseos de cualquier otro medio de expresión. Todas las actividades que se desarrollen en el aula deben ser educativas y formativas. Al mismo tiempo, la expresión plástica se convierte en un medio para la iniciación de la lectura y escritura. 87 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Cualquier trabajo o técnica plástica es aplicable a otras áreas, bien sea de identidad y autonomía personal; técnica de pintura y dibujo. Área de medio físico y social; técnicas de collage, modelado, es decir el descubrimiento de la realidad física y social, mostrando interés sobre el medio físico. Área del lenguaje, concretando, aproximación a nociones, por ejemplo de color, collage, mosaico, modelado e ilustración de murales, dibujos e imágenes realizadas por el alumno. Si nos aproximamos al área musical podrá sernos útil la música como fondo mientras el niño pinta o disfruta realizando alguna actividad plástica. En el área de la expresión corporal, la actividad plástica es una herramienta imprescindible para controlar manos, dedos y brazos, ajustando el propio movimiento al espacio. Esto ayuda al establecimiento de relaciones y la capacidad de razonamiento. Cuando hablamos de recortar, trocear o arrugar por ejemplo se realiza el desarrollo de estructuras intelectuales que implica la habilidad manual, la coordinación óculo-manual, el razonamiento. Todo ello enmarcado en las edades comprendidas entre 3-6 años. Análisis y desarrollo evolutivo en la etapa de 3 a 6 años La base del desarrollo evolutivo en la expresión plástica se determina más o menos en fases o etapas fundamentalmente del dibujo y de la motricidad gruesa o fina. Con estas etapas, al final de su ciclo infantil el niño será capaz de adquirir una serie de habilidades psicomotrices: La habilidad y destreza en el manejo de instrumentos necesarios para realizar un trabajo o técnica plástica. Soltura en el manejo de los materiales y en presentar un dibujo o escultura con un mínimo de claridad. 88 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Así se consolidan unos hábitos de aprendizaje, de organización, interpretación y comunicación, procurando en todo momento que el alumno valore y estime su talento en los trabajos de plástica. Finalmente, para el estudio del desarrollo evolutivo nos remitimos al área de expresión plástica cuya reseña abarca los períodos comprendidos entre los 3-4 años y los 5-6 años, en que finaliza la educación infantil. El dibujo es uno de los principales temas de estudio en el establecimiento de las fases evolutivas de la expresión plástica. Criterios evolutivos Edad 2-3 años. Dibujo - Líneas-trazos - Etapa del garabato - Realización de trazos por puro placer motriz - Relación entre el gesto manual que efectúa la marca que queda en el papel - No domina el gesto ni representación de la forma - Utiliza movimientos kinestésticos (garabatos longitudinales y circulares) - Inicia la coordinación óculo-manual y del control gestual del trazo PINTURA - Color. - El color le atrae por su capacidad de estímulo visual. - Manejo secundario para el niño, posterior al dibujo. - Plasma colores por puro placer visomotriz. 89 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - Los usa con placer. Elige los que tiene más cerca, y los más fuertes y calientes. - Descubre la relación entre gesto-color. Edad 3-4 años. Dibujo - Líneas-trazos. - Etapa del garabato significativo. - Descubrimiento de la relación que existe entre trazo y objeto (nomina a sus garabatos). - Maduración del trazo del gesto gráfico. - Representación de un espacio gráfico desordenado. - Iniciación de la representación simbólica del esquema de la figura humana. - Los esquemas iniciales se realizan mediante formas geométricas: dibuja círculos, triángulos, rectángulos… Edad 3-4 años Pintura Color. - Usa el color para expresarse y diferenciar los objetos. - No asocia el objeto con el color. - La elección del color depende: o De la accesibilidad del color. o Del estado emocional. o Del objeto representado y no de la relación objetiva de la realidad. 90 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Edad 4-5 años. Dibujo, Líneas-trazos: - Etapa del garabato gráfico con intención representativa. - Evolución del dibujo hacia formas representativas. - Aparece la creación consciente de la forma. - Perfecciona cada vez más esas formas iniciales simbólicas. - Finalmente representa su “yo” y el mundo que le rodea. Pintura con color: - Utiliza el color como elemento representativo. - Asocia los colores que percibe con los que utiliza. - Le interesa más los colores que la forma. - Comienza a identificar los colores en relación con los objetos (árbolesverdes). - Asocia colores determinados a objetos-estímulos. - No utiliza espontáneamente los matices o tonos. Edad 5-6 años. Dibujo con líneas-trazos: - Etapa del realismo visual. - Edad en que comienza la socialización. - Descubre la línea horizontal como base o como línea de horizontes. - Capta realidades ajenas de su entorno. - Toma conocimiento de su existencia y del mundo que le rodea. Intención representativa fiel de los objetos del entorno inmediato. 91 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Pintura con color: - Comienza a distinguir los colores de las cosas como tales. - Establece esquemas y utiliza el mismo color. - Usa un determinado color. - Comienza la manipulación de colores, tono, matiz, brillo, saturación. Rol del profesor en este ámbito El profesor es el que en función del grupo de niños debe analizar el desarrollo evolutivo y la capacidad de madurez para decidir las actividades a realizar en el aula. Su función primordial es conocer la creatividad, la iniciativa, imaginación, adaptación, el cuidado de las obras plásticas y el respeto por los demás trabajos. Con respecto a los niños, es fundamental: proponer actividades libres. Crear hábitos referidos a la utilización y recogida del material plástico una vez utilizado. Estimular el trabajo que realiza, de tal forma que los trabajos creados por el niño sean un reflejo de él, autoafirmándole y demostrando interés por parte del profesor. Enseñar distintas técnicas con distintos materiales. Iniciar en el correcto uso de los materiales. Valorar el proceso de elaboración de la obra plástica. El educador debe conocer el grado de destrezas vasomotoras de sus alumnos con capacidades especiales. Una adecuada organización del aula, incluyendo espacios, recursos materiales y distribución del horario adecuado. 92 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ El aula debe disponer de espacio suficiente y se podrá trabajar en la pizarra, el suelo y las mesas. En función del tipo de actividad y de edad, se selecciona el rincón donde deberá trabajar. Valores educativos y didácticos Toda actividad manipulativa y artística tiene una gran cualidad, o debería en estas edades, que es la posibilidad de permitir la expresión libre y creadora. El niño, a través del dibujo, de la pintura, de creación de formas con barro o con cualquier material, está manifestando y expresando vivencias internas, tanto de desarrollo físico como de vivencias emocionales. En esta edad está aprendiendo los engranajes de la comunicación y el lenguaje. Como maestros, debemos facilitarles “herramientas” para que puedan expresarse. La creatividad que se desarrolla con estas actividades facilitará al niño un pensamiento más creativo y divergente cuando sea adulto. Y eso significa tener ideas propias, ingenio, aspectos hoy tan valorados profesionalmente y escasos. “Lo que hacemos por los alumnos mientras son niños, no sólo lo hacemos para ese momento, sino para toda la vida. “ Bibliografía - HARGREAVES, D.J. Infancia y Educación artística. Madrid, Ed. Morata, S.A, 1989. - KELLOGG, R. Análisis de la expresión plástica del Preescolar. Madrid,1 E.d. Cincel-Kapeluz , 1984. - VV AA. Figuras, formas, colores: propuestas para trabajar la educación plástica y visual. Barcelona, E.d : Laboratorio educativo, 2003. 93 94 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Ensayo sobre la no violencia y desarrollo de la paz Por Juan Ángel Pérez García RESUMEN Desde los orígenes del hombre, la guerra (como sentido de violencia) ha estado siempre presente, para bien o para mal. Forma parte de nosotros mismos, de nuestra cultura, y no la podemos eliminar de un día para otro. Nosotros mismos la hemos creado, y gracias a ella hemos evolucionado a pasos agigantados. ARTÍCULO Desde los orígenes del hombre, la guerra (como sentido de violencia) ha estado siempre presente, para bien o para mal. Forma parte de nosotros mismos, de nuestra cultura, y no la podemos eliminar de un día para otro. Nosotros mismos la hemos creado, y gracias a ella hemos evolucionado a pasos agigantados. La guerra nos ha proporcionado el progreso moral, social y técnico de nuestras vidas, entonces, por qué buscamos la paz. Tal vez sea por el continuo vaivén de tesis y antítesis, nada puede estar sin su contrario; la paz no existiría porque no habría guerra a la cual ofrecer, la guerra no existiría porque no habría paz a la cual romper. No debemos de olvidar que muchas conquistas civiles que consideramos beneficiosas para nuestra civilización han llegado a través de la violencia como el Imperio Romano o la Revolución Francesa. La violencia frente a otra violencia ha sido el medio por el cual hemos conocido la paz. La paz la hemos considerado como el “status quo” entre dos potencias o grupos, pero también asimilamos la palabra “paz” como sinónimo de “libertad”; 95 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ entonces debemos hacernos la pregunta: ¿la paz proporciona la libertad?. Me temo que tendré que responder no. A pesar de todo, la paz simboliza el paso previo hacia la libertad de los hombres, aunque por desgracia, no tiene por qué llegar. Por tanto, los seres humanos hemos alcanzado tal grado de desarrollo y somos lo que somos hoy en día gracias a la intervención de la violencia, pero ¿existe otro modo? ¿podría el hombre alcanzar las mismas metas mediante la no violencia?. Por suerte esto fue posible, y lo podemos comprobar a través de la teoría y práctica de Gandhi, que nos ha demostrado la fuerza de la no violencia, la fuerza de un pueblo para presionar a sus gobernantes con las armas del ayuno, la huelga… Su victoria no fue fácil, pero ninguna victoria lo es, nos mostró un camino alternativo que no habíamos contemplado y una esperanza para la convivencia entre pueblos y culturas que por entonces habíamos perdido. Pero todavía cabe una última pregunta: ¿lo que realizó Gandhi con la India, podría volver producirse actualmente? Ante esta difícil pregunta debemos de considerar las condiciones que la produjeron, tanto políticas, económicas como sociales e intentar compararlas con la actualidad, que con el presente trabajo intentaré responder. La no – violencia. Gandhi y la India La India era una colonia de explotación típica, administrada desde 1777 por la “Compañía de las Indias orientales”, y que juega un papel creciente en la economía británica, especialmente como proveedora de algodón, pero también de trigo, aceites, té y algunos minerales. Sin embargo, las hambres y la ruina del artesano indígena provocaron un movimiento nacionalista, del que es exponente la revuelta de los cipayos en 1859, que tardó dos años en ser dominada, en el sur de la India. En 1885 nace un partido político nacionalista, “el Congreso nacional indio”, que solicita la conversión en Dominio, tomando como modelo a Canadá. Inglaterra se resistió a aflojar el control de un territorio cuya economía suponía tanto para su industria, pero concedió a jefes indígenas la administración local, lo que contribuyó a la prosperidad comercial 96 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ de algunas ciudades, como Bombay y Calcuta. A pesar de su calidad de colonia de explotación, que la mantiene en una situación especial de dependencia, la presencia inglesa contribuyó de forma decisiva a la transformación de este heterogéneo subcontinente; la administración unifica las disposiciones y regula la circulación de los productos comerciales; el inglés se convierte en vínculo lingüístico frente al babel de lenguas nativas; la aplicación de los códigos occidentales impacta en la rígida estructura de castas; las ciudades crecen y en ellas una influyente burguesía de comerciantes y burócratas. A partir de 1914 Gandhi difunde su doctrina de la no violencia y la no colaboración, para él la salvación de la India estriba en la transformación espiritual antes que en la social o constitucional; su prestigio llegó a ser enorme y prueba de ello es el título de mahatma, “alma grande”, con el que aún hoy se le conoce. A partir de la Primera Guerra Mundial no sólo los elementos progresistas de la alta burguesía india sueñan con una nueva situación política, sino también la pequeña burguesía urbana y sectores de las masas, incitadas por la miseria y por la epidemia de posguerra, que mata a 14 millones de indios. En 1920 entra en vigor un régimen de diarquía, un gobierno central formado por el virrey y su consejo ejecutivo, y consejos provinciales con participación de la oligarquía indígena y que se ocupan de la salud, la agricultura y la educación. Pero los indios reclaman reformas más profundas y Gandhi consigue establecer un boicot a los tribunales, instituciones de enseñanza, etc., y que no se paguen impuestos. En 1922 hay 30.000 indios en prisión. Un discípulo de Gandhi, Nehru, que ha tomado contacto con los medios socialistas europeos, comienza a reclamar la independencia completa. Al estallar la Segunda Guerra Mundial el virrey declara a la India beligerante sin consultar a los representantes del país, Inglaterra rehúsa toda promesa de independencia. Un jefe bengalí, Subhas Chandra Bose, funda el movimiento de la India libre y recluta un ejército nacional que combate contra los ingleses y apoya en Birmania a los japoneses; en esta coyuntura algunos políticos ingleses comienzan a apoyar la independencia, que se concede en 1947, por el procedimiento de partir la gran colonia en dos Estados de diferente confesión 97 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ religiosa: la India (hindú) y Pakistán (musulmán), aparte de Ceilán, que se convierte en un Estado budista. Por tanto, la libertad de la India se dio por una serie de situaciones extremas donde Inglaterra no pudo resistir más la continua presión de la población indígena. La liberación de la India se produjo en un momento preciso, entendiendo que se debieron producir ciertas circunstancias para favorecer su independencia, como la pobreza, perdida de los derechos inalienables, la presión internacional, la presencia de un líder espiritual, y en general, el desconformismo global de la población. Sin estas características, la población no se podría haber movilizado en conjunto hacia una misma dirección, para ejercer su presión al Estado opresor. De todas formas, una vez alcanzada la independencia no tiene porqué llegar la paz y libertad, ya que los problemas de miseria y de transferencias de población con los que hubo de enfrentarse el joven Estado fueron pavorosos; 100.000 personas mueren en las masacres provocadas por diferencias religiosas, quizá medio millón en las marchas de masas desnudas y famélicas por las carreteras. Finalmente Gandhi es asesinado por un exaltado que estima traición su actitud conciliadora hacia los musulmanes, y es Nehru quien ha de conducir la primera andadura del gigantesco Estado. Lo importante era que la independencia se había conseguido, salvando la primera barrera hacia la libertad. Nehru escribirá en 1950: “Los rasgos que caracterizan el Asia de hoy son una reacción contra los regímenes coloniales, el renacimiento del patriotismo, la aspiración a una reforma agraria, el deseo de acortar el retraso de su economía, y una voluntad apasionada de libertad.” (FERNÁNDEZ.1996: 752) No – Violencia Y Paz Vemos que la no - violencia es una forma de presión del débil al fuerte, teniendo en cuenta que pocas opciones le quedan, salvo la rebelión. Pero la rebelión produce disturbios y muertes, además tiende a olvidar el objetivo por el cual ha aparecido, terminando en un futuro incierto. La no violencia es la 98 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ manera de ser escuchado a través de la persistencia y de las manifestaciones pacíficas, reiterando una y otra vez sus ideales, que difícilmente serán modificados. Las condiciones necesarias para que la no violencia se pueda desarrollar son variadas, pero indispensables para su triunfo, en las que yo he considerado las siguientes: Pobreza generalizada: se puede interpretar que el Estado se está aprovechando de sus ciudadanos, explotándolos hasta la miseria. Alteración de los derechos inalienables de las personas: los ciudadanos se han convertido en siervos o esclavos del Estado, y nada pueden hacer para que cambie la situación. Es importante este punto, porque no hace distinción entre pobres y ricos, quedando ambos seriamente perjudicados, lo que llevará a que ambos se unan para luchar por la misma causa. Malestar social: la sociedad empieza a comprender que su situación no es justa, siendo necesario un cambio. Comienza a adquirir la conciencia del “yo” como grupo. Presencia de un líder: con el cual se sienta todo el mundo identificado con él. El líder será quien organice a la población y la ponga en marcha hacia el cambio que todos piden, es cuando surge la concienciación del “yo” plenamente. Opinión pública: ha adquirido conocimientos sobre la situación y de las intenciones del nuevo grupo, pudiendo dar apoyo al movimiento emergente. La importancia de este punto radica en la influencia y presión que pueden ejercer tanto desde el extranjero como del interior del país. Tales condiciones de la no - violencia se pueden mostrar mejor en el siguiente mapa conceptual: 99 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ ESTADO POBREZA GENERALIZADA ALTERACIÓN DE DERECHOS MALESTAR SOCIAL OPINIÓN PÚBLICA LÍDER EL GRUPO ADQUIERE CONCIENCIA DE “YO” En este caso, el Estado ha forzado dos situaciones: por un lado, ha generalizado la pobreza a su población; y por otro, ha modificado sus derechos que eran inalienables. Como consecuencia se produce un malestar social entre la población, ya que su situación se puede considerar como extrema. Esto provocará el surgimiento de un líder (ya sea político, espiritual…), que contribuya a dirigir a ese grupo hacia una misma dirección, es cuando el grupo adquiere la conciencia del “yo”. El líder se encargará de transmitir esta conciencia al exterior, que repercutirá en la opinión pública tanto del exterior como la del interior. El movimiento de estos factores deberán producir un cambio, cuya repercusión será la mejora de las condiciones de la población, ya que el Estado estará vigilado desde el exterior. Un punto importante que debemos de tener en cuenta, es la opinión pública, porque considero que tiene una gran fuerza, pero que a la vez es 100 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ fácilmente influenciable. El público en general, adquiere información del exterior e interior a través de los medios de comunicación, estando estos normalmente controlados por los órganos de poder (Estado). Por tanto, considero que hay un gran control por parte del Estado sobre los medios de comunicación, pudiendo influir negativamente sobre la población. Pero debemos de reconocer que siempre ha existido dicho control, pero no por ello la India se vio privada de su independencia, ya que cuando se cometen ciertos abusos es inevitable que salgan a la luz. En conclusión, la no – violencia se puede producir en la actualidad siempre y cuando existan las condiciones idóneas para su desarrollo, resultando imprescindible una concienciación de la población, ya que fácilmente podría acabar en violencia, y por tanto, ser derruidos los pilares en los que se había sustentado su causa pacífica. L alternativa a la guerra La guerra, en diversas ocasiones, no se ha convertido en el camino inevitable, aunque sí debemos de reconocer que ha sido sustituido por el monopolio de la fuerza. En el sentido que un Estado débil (ejército, economía…) no podrá enfrentarse a un Estado superior a él, ya que sería fácilmente derrotado. En el caso de dos Estados equivalentemente poderosos, recordando la Guerra Fría, su enfrentamiento podría provocar una hecatombe a nivel mundial. Por tanto, la guerra (como camino a la destrucción humana) se convierte en un camino bloqueado. El primer caso es el que se está produciendo en nuestros días, superpotencias mandan sus ejércitos para controlar los recursos de determinados países que militarmente y, sobre todo, económicamente no pueden hacerles frente. Ante esta situación la guerra deberá escoger otros caminos, ya que cada vez hay una mayor concienciación de la población a nivel mundial, y el opresor deberá ser más cuidadoso a la hora de ejercer su poder, como consecuencia de un aumento de la fuerza de la opinión pública. Los gobiernos peligran ante el disgusto de sus ciudadanos, a lo que podríamos considerar como una forma 101 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ de no violencia, se manifiestan y a través del poder del voto cambian su gobierno. Por tanto, es necesario establecer un vínculo de unión entre ambas partes, es a lo que podríamos denominar como “paz neutra”. A escala micro podríamos observarlo en el seno de una familia, donde los padres y los hijos tienen que llegar a un acuerdo para llegar a un estado de neutralidad, de esta manera ambas partes deben de ceder en algunas de su exigencias. Por tanto, podemos comprender la neutralidad como una manera de entender “al otro”, ya que es un requisito para que “el otro” nos pueda entender a nosotros. Podríamos decir que es posible neutralizar la violencia, en el sentido figurado de que todo es posible, sin embargo es muy difícil que dos partes lleguen a un acuerdo satisfactorio de paz neutra, ya que para llegar a una paz las dos partes deben de ceder y, por tanto, puede que el problema no quede plenamente solucionado, lo que nos llevaría de nuevo a la aparición de problemas. Hoy día resulta una utopía llegar a una paz social, ya que hay una serie continuada de enfrentamientos entre unos grupos y otros. Como he dicho anteriormente, hemos evolucionado a base de enfrentarnos entre nosotros mismos, a lo largo de la historia siempre han existido personas que han estado por encima de otras (monarquía, nobleza, clero…) y otras que han estado por debajo (esclavos, libertos…), de esta manera hay personas que se han enriquecido y fortalecido a base de oprimir a los demás. Por tanto, a pesar de vivir actualmente de un momento que se apuesta por el desarrollo de los Derecho Humanos, donde se pretende potenciar el desarrollo económico y social, así como la protección del medio ambiente y de un desarrollo humano sostenible, y que los pobres puedan tener lo necesario para utilizar de una manera óptima sus recursos naturales a fin de satisfacer sus necesidades básicas; todo ello queda tan sólo reflejado en un papel, ya que la realidad es otra con la presencia de racismo, xenofobia, marginalidad… A veces, la paz social viene enmascarada y se utiliza como un disfraz que utilizan los más fuertes para aprovecharse de los más débiles, como ejemplo podemos citar la globalización, respecto al aprovechamiento de las primeras potencias sobre los 102 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ recursos naturales de los países tercermundistas. Como conclusión a estas ideas, puedo decir que resulta prácticamente imposible llegar a una paz social. Debemos de tener en cuenta que el primer paso para llegar a una paz es a través del diálogo, por el cuál se podrá llegar a un punto neutro entre las dos partes, por tanto, la comunicación es un punto fundamental para conseguir la aceptación del “otro”, de esta manera se podrá lograr una influencia mutua y equilibrada y la fusión de las aportaciones recíprocas en un nuevo marco cultural. A consecuencia de ello, es necesario que a partir de nuestra capacidad transcultural, la globalización no se convierta en un proceso de homogeneización e imposición de una cultura sobre otra. Bibliografía - BIBBIO, N. El problema de la guerra y las vías de la paz. Barcelona, Gedisa, 1992. - EINSTEIN, A. La lucha contra la guerra. Madrid , La Piqueta, 1986. - FERNÁNDEZ, A. Historia Universal. Edad Contemporánea. Barcelona , Vicens Vives, 1996. - JIMÉNEZ BAUTISTA, Francisco. “Propuesta epistemológica para una Antropología para la Paz”. Convergencia, nº 34 (2004), pp. 21 – 54. - LANZA DEL VASCO. La fuerza de los no – violentos. Para evitar el fin del mundo. Bilbao, Mensajero, 1993. - MARTÍNEZ GÚZMAN, Vicent. Filosofía para hacer las paces. Barcelona , Icaria/Antrazyt, 2001. - SOLANA, S. Gandhi. Madrid, Variopinto – Libertarias, 1999. - http://www.Copmadrid.org/seminario/seminario.htm (consulta en 2007). - http://www.revistafusion.com/1998/num55/pdimen55.htm (consulta 2007). - http://serbal.cnice.mecd.es/cmunoz11/paco2.html (consulta en 2007) 103 en 104 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ Reflexiones en torno al graffiti “ Del graffiti al museo. Conflicto cultural en torno al espacio expositivo ” Por Alejandro López Delgado RESUMEN Reflexionar en torno al graffiti es reflexionar acerca de aquello que Jesús de Diego denominó en su Tesis doctoral como “ la sociodinámica del espacio urbano”, en concreto, debemos centrarnos ,en estos momentos, en algo que el autor sólo ha tratado aleatoriamente. ARTÍCULO Reflexionar en torno al graffiti es reflexionar acerca de aquello que Jesús de Diego denominó en su Tesis doctoral como “ la sociodinámica del espacio urbano”, en concreto, debemos centrarnos ,en estos momentos, en algo que el autor sólo ha tratado aleatoriamente, como es, la problemática vigente en torno al mismo espacio expositivo de las Obras de Arte en los espacios extraoficiales, propios del Graffiti, con respecto a los oficiales que nos ofrece hoy día el denominado “mercado y ecosistema del Arte” en sus múltiples variaciones. El Arte del graffiti se concibe, surge y continua su desarrollo en el seno de las calles de las grandes o pequeñas urbes de todo el mundo, de origen popular y, en muchos casos, gratuito, va a enfrentarse de uno u otro modo a aquel Arte institucionalizado o regido por las instituciones públicas / privadas que, por una módica cantidad de dinero, abogan por ofrecer al público un Arte en el que los conceptos comerciales y económicos están presentes de forma cotidiana y 105 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ constante, en base al sistema y economía capitalistas, en el que la mayor parte de la sociedad subsistimos. Ya no se trata tan sólo de la legalidad o no de la propia realización artística que, como indicará F. Figueroa, en el caso del graffiti se transforma en una acción fundamentalmente transgresiva, sino que la función y objetivos teleológicos hacia los que van a dirigirse en la práctica las Obras de Arte del graffiti, con respecto al resto de las O.d.a. denominadas “oficiales”, expuestas dentro del mercado, serán como debemos presuponer, bien distintos. Actualmente, en los Museos se nos muestra un funcionamiento comercial muy simple en el que para ver las Obras de Arte hay que pagar dinero. El graffiti en su género puro, sin embargo, es un arte urbano, como hemos dicho, gratuito en el que el escritor de graffitis da a conocer su obra mediante la realización de firmas o piezas cuyo objetivo es el contacto directo con la sociedad, sin intermediarios (factor importante), en un intento de darse a conocer mostrando sus dotes y calidad técnica, aún a costa de violar las normas del decoro o la propiedad privada / pública. Es la historia y evolución de la contracultura frente al sistema y tradición vigentes. Las formas de Arte tradicional implican, sin duda, indisolublemente, factores económicos, comerciales y de conducta social de los que el graffiti, al menos, inicialmente, adolece, debido a esa misma carencia de pretensiones económicas. ¿Es el graffiti, por tanto, una postura idealista frente al “Realismo mercantilista ” vigente tanto dentro como fuera del Arte? Prestemos un poco más de atención. Fernando Figueroa y Jesús de Diego nos llevan a pensar en el graffiti desde diversos puntos de vista, abordando una cuestión que se ofrece como caldo de cultivo de diferentes teorías entre las cuales hemos de reseñar ahora una, entresacada de una de las páginas de Internet de graffiti en Barcelona, 106 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ que nos ofrecerá un resumen significativo de este asunto con una claridad diáfana: ” Y, sobre todo, que esto se muestre como la prueba patente de que el arte vive fuera del mundo oficial del arte, que está al alcance de los no-artistas (los nomúsicos, los no-bailarines, los no-pintores... los no-expertos del arte, formados y encauzados para el servicio del mercado oficial) y que puede alcanzar un nivel contracultural, siempre y cuando se libere del discurso cultural, escape del ecosistema artístico. El escritor de graffiti libera al arte de la prostitución, evidencia que el hombre puede asumir su entidad como artista sin tener que adoptar a la vez el papel de un chulo que se vende a su vez.” Sin duda, la última afirmación es, en parte cierta, aunque la cuestión fundamental sería dirimir si realmente ese Artista que cobra dinero por enseñar su obra está necesariamente prostituido o es, simplemente, un producto de un determinado tipo de sociedad. Además de preguntarnos, por no caer en ingenuidades, si cierta parte del graffiti mismo como forma contracultural ; ¿ no se está adaptando a ese mismo mercado que tanto criticaba en sus inicios, creando una relación distinta, mucho más flexible al mundo empresarial y económico ? Evidentemente, la respuesta no es simple, el conflicto cultural sigue presente entre dos formas de entender el Mundo y, como no, el mismo Arte : la oficial y la extraoficial. La problemática del espacio y de su uso, la libertad o la restricción existentes en aquel por parte de gobierno, instituciones y particulares... no son más que paradigmas que exponen, por un lado, las diferencias sociales o económicas actuales, en este caso, en España, demarcando claramente la posición de cada una de las clases sociales implicadas, sus conflictos de intereses y las creencias e ideosincrasía presentes en el modo de actuación y conducta particular de cada una en referencia a las otras. Se deja entrever, por otra parte, el modo y funcionamiento del mundo contemporáneo del Arte, con ámbitos de actuación elitistas u oficiales en 107 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ espacios controlados y comercializados como los Museos, galerías, tiendas de Arte y Antigüedades, etc... que no hacen sino exponer al Arte como un producto comercial más. Esta concepción se halla alejada de los principios que mantienen, en cierto modo, los escritores puros, de herencia romántica, que en esa realización de un “Arte por el Arte”, para beneficio, contemplación o conocimiento de la sociedad de a pie, van a marcar sus diferencias con respecto al primero. El graffiti se ha constituido en los últimos tiempos en un marco de actuación político social fuera y dentro del mundo del Arte, que muestra mediante su ideología antiburguesa la otra cara de la moneda, la de esa realidad oficial del mercado del Arte que todos conocemos, ofreciéndonos una visión crítica ( algunas veces paradójica) contra determinados presupuestos acerca del ámbito mercantil ,empresarial o de conducta social en el que el Arte actual se haya implicado. Al poner en duda o contradecir determinados presupuestos oficiales, va a mostrarnos no sólo esa lucha por la libertad expresiva y la ocupación espacial, sino que en su propia autoafirmación expondrá, indirectamente, las condiciones de vida, control de producción y de la propia existencia que se dan, cotidianamente, en el seno mismo de la sociedad capitalista del s.XXI . De este modo, el graffiti expondrá una reflexión acerca de una situación social esencial en torno al mismo Arte y al sentido de hacer “Arte” por el mismo artista contemporáneo: ¿ Se ha convertido el Arte en un mero objeto decorativo y mercantil como producto de la sociedad actual o el graffiti está intentando exponer otra salida para el futuro del mismo Arte (con mayúsculas), en esta sociedad de espacios controlados, eficiente, técnica y especializada que ya avanzó, años antes, Aldoux Huxley en su premonitorio libro “ Un mundo feliz ” . Bibliografía 108 Alonso Cano. Revista Andaluza de Arte [ISSN: 1697-2899 D.L: GR2134/2004] Nº14 (3º Trimestre, 2007) Enlace de referencia: http://perso.wanadoo.es/alonsocano1601/ - FIGUEROA, Fernando. El grafiti movement en Vallecas. Tesis de licenciatura. - GRAPHITFRAGEN. Reflexiones estéticas y éticas sobre el Graffiti contemporáneo, 2003. - DIEGO, Jesús de. La estética del graffiti en la sociodinámica del espacio urbano. Orientaciones para un estudio de las culturas urbanas en el fin de siglo. Tesis de Licenciatura en Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza (consulta en www.graffiti.org/faq/diego.html). ______. Graffiti, la palabra y la imagen: un estudio de la expresión en las culturas urbanas en el fin del siglo XX. Barcelona, Los Libros de la Frontera. - FRANCASTEL, Pierre. Sociología del Arte. Madrid, Alianza Emece, 1972. - GARÍ, Joan. La conversación mural. Ensayo para una lectura del graffiti. Madrid, FUNDESCO, 1995. - SILVA, Armando. Graffiti. Una Ciudad Imaginada. Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1988. ______. Punto de vista ciudadano, Focalización visual y puesta en escena del graffiti. Bogotá, Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo, Series Minor XXIX, 1987. - SILLITOE, Alan. Saturday night, Sunday morning. London, Pan Books, 1958. - HUXLEY, Aldoux. Un mundo feliz. Nueva visita a un mundo feliz. Traducción de Ramón Hernández y Miguel de Hernani. Barcelona, Edhasa, 2004. 109 110