A. R. Wallace Memorial Fund & G. W. Beccaloni EL NATURALISTA QUE SE ADELANTÓ A DARWIN ALFRED RUSSEL WALLACE, DESCUBRIDOR DEL PAPEL DE LA SELECCIÓN NATURAL EN LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES Xavier Bellés ■ UN ESCRITOR LENTO, EXTREMADAMENTE REFLEXIVO le dice: «Si muriese súbitamente, como último y solemnísimo ruego, que estoy seguro de que atenderás como si estuviese legalmente incluido en mi testamento: que dediques cuatrocientas libras a publicarlo, y además tú misma, o mediante Hensleigh, te ocuparás de darle publicidad.» A parte de entrañable, la nota dice mucho de la importancia, conceptual y «estratégica», que Darwin concedía al Essay en aquel momento. Hay que reconocerlo: sin Alfred Russel Wallace (18231913), Darwin quizá no habría publicado nunca El origen de las especies. Retirado en su casa de Down, cerca de Londres, Darwin le daba vueltas y más vueltas al problema del mecanismo de formación de las especies desde que había vuelto del viaje con el Beagle, ya hacía más de veinte años. Sus observaciones le indicaban claramente ■ UN PRIMER AVISO DE WALLACE que las especies evolucionaban, se transmutaban en nueUno de los mejores amigos de Darwin era Charles Lyell, vas especies, pero no estaba seguro de cuál podía ser el geólogo y uno de los naturalistas más influyentes en la mecanismo que hacía posible el cambio. Darwin era un Inglaterra de la época, el cual le insistía para que escriescritor lento, reflexivo, que se negaba rotundamente a biese sus ideas definitivas de una vez, aunque no tuviese avanzar hipótesis sin tener el máximo número de evitodas las respuestas. Un hecho crucial sucedió en 1855, dencias que las sustentasen. Además, sabía que sus ideas cuando Lyell leyó un trabajo pusobre el origen de las especies, en blicado por un oscuro naturalista, general, y del hombre, en particular, «CUANDO DARWIN RECIBIÓ Alfred Russel Wallace, que se ensuscitarían una gran controversia contraba en el archipiélago malayo en la sociedad victoriana, y no queEL MANUSCRITO DE como recolector profesional de aniría dar argumentos para las críticas WALLACE DESDE TERNATE males y plantas. El trabajo llevaba que a buen seguro llegarían. EMPEZÓ A PREOCUPARSE como título On the Law which Has Es cierto que en 1842 había esSERIAMENTE POR LA Regulated the Introduction of New crito un esbozo (el famoso Sketch) PRIORIDAD» Species, y se basaba en sus obserde 37 páginas escritas a lápiz y vaciones, que sugerían que «cualaprisa, con frases sin acabar, esquier especie ha empezado a existir tructura irregular y muchas correccoincidiendo en el espacio y en el tiempo con una especiones y tachaduras, pero en el que se pueden ver las cie preexistente estrechamente relacionada». Este trabaprimeras ideas sobre la evolución de las especies y los jo, conocido como el documento de Sarawak, subrayaba posibles mecanismos que la gobiernan. Y también lo es la importancia de la extinción y de la descendencia con que dos años después, en 1844, escribió un manuscrito modificación –divergencia– como elementos clave en el de 189 páginas, mucho más cuidado y pulcro, que recoproceso de transmutación de las especies a lo largo del ge sus conclusiones hasta aquel momento, y que guarda tiempo. Lyell vio claramente que Wallace estaba entranciertos paralelismos con lo que después sería El origen do con mucha fuerza en el tema que tenía preocupado de las especies (De Beer, 1958). Justo es decir que este a Darwin desde hacía más de veinte años, y le previno manuscrito (conocido por los darwinianos como el Es(Davies, 2013). Darwin leyó el trabajo, pero no le dio say) le sirvió siempre como una especie de seguro por importancia, y en los márgenes anotó «Nada realmente si no acababa la obra definitiva, «el gran libro», a la que nuevo […]; todo parece creación […]; aunque su ley es aspiraba, y que iba escribiendo muy poco a poco. Es enconsistente; considera los hechos desde una perspectiva trañable la larga nota en relación al Essay que Darwin sorprendente», quizá porque Wallace empleó profusadeja a Emma, su esposa, el 5 de julio de 1844 y donde A la izquierda, Alfred Russel Wallace, en Singapur en 1862, antes de volver al Reino Unido tras pasar ocho años en el archipiélago malayo. Núm. 79 MÈTODE 19 Natural History Museum, London Wallace guardaba con especial cuidado las cartas y notas de Darwin. En este sobre, escrito hacia 1902, conservaba ocho cartas que había recibido de Darwin cuando estaba en el archipiélago malayo. En su escrito, Wallace deja constancia de que no recuperó el original del manuscrito de Ternate que envió a Darwin, y que no vio las pruebas de imprenta de este, cuando se publicó en 1858 el tercer volumen de los Proceedings of the Linnean Society. mente el término «creación» en lugar de «transmutación», que era el palabra en uso en la época para hablar de la formación de las especies. No le dio importancia, pero ante la insistencia de Lyell, reanudó la redacción de su gran libro, que, por cierto, no concluiría nunca a causa de las circunstancias que acaecieron al cabo de dos años. A principios de junio de 1858, Darwin recibió un manuscrito y una carta que Wallace le enviaba desde la pequeña isla de Ternate, en el archipiélago malayo. El manuscrito llevaba un título sugerente: On the Tendency of Varieties to Depart Indefinitely from the Original Type, y proponía que entre los individuos de una misma especie existía una cierta variabilidad y que, debido a la lucha por la existencia, las variantes mejor adaptadas al ambiente tendrían más posibilidades de sobrevivir y de reproducirse, y se irían apartando de la especie original hasta dar lugar a una diferente. Más claro, se trataba de una teoría que explicaba el origen de las especies por la acción de la selección natural. En la carta que acompañaba al manuscrito, Wallace le pedía a Darwin que, si le parecía lo bastante interesante, le presentase a Lyell para conocer su opinión antes de publicarlo. Darwin quedó 20 Núm. 79 MÈTODE Xavier Bellés ■ LLEGA EL MANUSCRITO DE TERNATE Macho (debajo) y hembra de la mariposa Trogonoptera brookiana (Wallace, 1855) (Lepidoptera, Papilionidae), descubierta en Borneo por Wallace y dedicada al rajá británico de Sarawak, James Brooke. Wallace la describió dentro del género Ornithoptera, y con una envergadura de entre 15 y 17 cm, y una coloración básicamente negra sobre la que destacan manchas verdes fluorescentes, es una de las mariposas más bellas del mundo. Los ejemplares fotografiados proceden de Cameron Highlands, en Malasia. casi paralizado, dado que el manuscrito de Ternate contenía el desarrollo formal de las ideas sobre el origen de las especies que él mismo había estado gestando desde que volvió del viaje con el Beagle. Según manifestó él mismo, el manuscrito venía a ser un buen resumen del trabajo que había estado elaborando desde hacía veinte años. ■ ¿PERO QUIÉN ERA WALLACE? Alfred Russel Wallace había nacido el 8 de enero de 1823 en Usk, al sudeste del País de Gales, en el seno de una familia de clase media y recursos escasos. A los doce años dejó la escuela para ir a Londres a trabajar de carpintero con su hermano John. Un año más tarde, se puso a trabajar con otro de sus hermanos, William, primero de aprendiz de relojero y después de topógrafo y supervisor de terrenos para el ferrocarril, lo cual le permitió aprender a alzar mapas, diseño de edificaciones, mecánica, técnicas forestales y muchas habilidades más que le serían muy útiles después. Pasó siete años ejerciendo este oficio, en contacto directo con la naturaleza, lo cual le debió despertar la afición por la historia natural. En 1842 leyó el libro Treatise on Geography and Classification of Animals, de W. Swainson, que le reveló el mundo de la biogeografía. El propio Wallace confesó más tarde que la lectura de este libro representó el inicio de sus inclinaciones científicas. En 1844 se trasladó a Leicester para impartir clases de dibujo y cartografía. En la biblioteca de Leicester leyó An Essay on the Principle of Population, de Malthus, y conoció a Henry Walter Batas, entomólogo entusiasta que le descubrió el mundo de los escarabajos y las mariposas. Un año después, debido a la muerte de su hermano William, tuvo que hacerse cargo del negocio de supervisión de terrenos, que cerró, sin embargo, muy pronto. 1845 fue un año de importantes lecturas, como la obra de R. Chambers Vestiges of the Natural History of Creation, que le convierte, según sus palabras, en «evolucionista», los Principles of Geology, de Lyell, o el viaje del Beagle de Darwin. En 1847 viajó a París acompañando a su hermana Fanny y visitó las grandes colecciones zoológicas del Jardin des Plantes. Al volver, visitó el Museo Británico, y decidió definitivamente dedicarse a la historia natural. Habló con Bates, y ambos decidieron marchar hacia la Amazonia, apoyados por Samuel Stevens, que se ofrecía a vender en museos y a coleccionistas particulares los animales y plantas que recolectasen. El 26 de abril de 1848 zarparon de Liverpool hacia Brasil, y el 26 de mayo llegaron a Pará, el actual Belém. En el Amazonas pasó cuatro años de duro aprendizaje, que contó en su libro A Narrative of Travels on the Amazon and Rio Negro. El punto final del viaje fue la pérdida de sus colecciones y sus diarios cuando el barco que lo devolvía a casa naufragó en medio del Atlántico. La experiencia fue tan dura que cuando retornó a Inglaterra se prometió a sí mismo que no volvería a ejercer este trabajo. Dos años más tarde, sin embargo, se embarcó hacia el archipiélago malayo, donde pasó ocho años en los que descubrió un número espectacular de especies nuevas para la ciencia y recogió un enorme volumen de datos sobre la distribución de animales y plantas (McKinney, 1972; Raby, 2001; Wallace, 1905). Allí se le ocurrió el mecanismo de la selección natural, y desde allí le envió el famoso manuscrito de Ternate a Darwin. «CON LAS EVIDENCIAS CIRCUNSTANCIALES DISPONIBLES, PARECE FUERA DE LUGAR CONSIDERAR QUE DARWIN SIMPLEMENTE COPIÓ A WALLACE» ■ LA REUNIÓN DE LA SOCIEDAD LINNEANA Cuando Darwin recibió el manuscrito de Ternate, empezó a preocuparse seriamente por la prioridad, y pidió consejo, primero a Lyell, y después al botánico Joseph Hooker, personaje también muy influyente. Lyell y Hooker urdieron rápidamente un plan que, aun dando a conocer el trabajo que había escrito Wallace, dejase perfectamente claro que Darwin ya había estado pensando en las mismas ideas desde hacía años. En tan solo doce días organizaron una lectura conjunta de los trabajos de Darwin y de Wallace en la Sociedad Linneana de Londres, en una sesión científica que tuvo lugar el 1 de julio de 1858. El orden de las presentaciones fue planificado meticulosamente para que la prioridad de Darwin quedase bien establecida. Una pequeña nota introductoria de Lyell y Hooker dio paso a la lectura de los trabajos: primero, un resumen del famoso Essay que Darwin había escrito en 1844; después, una carta enviada por Darwin al naturalista norteamericano Asa Gray en 1857, en la que le comentaba el principio de divergencia entre variantes de la misma especie; y en tercer lugar el manuscrito de Ternate enviado por Wallace (Raby, 2001). Ninguno de los dos protagonistas compareció a la sesión, Darwin porque estaba en el funeral de su hijo Charles Waring, que había muerto tres días antes, y Wallace porque se encontraba en Nueva Guinea. La sesión pasó Núm. 79 MÈTODE 21 22 Núm.7 9 MÈTODE A. R. Wallace Memorial Fund & G. W. Beccaloni ■ LA CONTROVERSIA DE LAS FECHAS A. R. Wallace Memorial Fund & G. W. Beccaloni sin pena ni gloria, y la única reseña la publicó Samuel Houghton, del Trinity College de Dublín, que al hablar de trabajos de Darwin y Wallace diagnosticó que «todo lo que era nuevo era falso, y todo lo que era verdadero era viejo». Una pobre reseña para describir uno de los descubrimientos más sensacionales de la historia de la ciencia: el del mecanismo que gobierna la evolución del mundo vivo, al que habían llegado, de manera independiente, Darwin y Wallace. Una cuestión muy controvertida es la fecha en que partió de Ternate la carta y el manuscrito de Wallace, y la feHabitación de trabajo de Wallace en su última residencia de Old Orcha de llegada a Down, a casa de Darwin. Es sabido que chard, en Broadstone (Dorset), donde vivió desde la Navidad de 1902 Wallace escribió el manuscrito de Ternate hacia finales hasta su muerte, ocurrida en noviembre de 1913. La habitación de trade febrero de 1858, tras haber pasado un episodio grave bajo guarda muchas similitudes con la que utilizaba Darwin en Down de malaria. En varios escritos retrospectivos, Wallace House y que, recreada con la mayor parte del mobiliario original recuperado, aún se puede visitar en Downe, Kent. describe que redactó el trabajo un par de días después de la enfermedad y que se lo envió a Darwin «en el próximo correo, que partiría un día o dos después» (Wallace, zones, en particular por inconsistencias en los horarios 1905). En el mismo correo, que salió de Ternate el 9 de y transporte de cartas del sistema de correo en estas femarzo de 1858, iba una carta dirigida al hermano de su chas, y por las repetidas manifestaciones de Wallace que amigo Henry Bates, que vivía en Leicester. Como hemos indican que envió el manuscrito muy poco después de visto, Darwin, inquieto por el mahaberlo acabado de escribir a finanuscrito de Ternate, escribió una les de febrero (Davies, 2013; Smith, carta para pedir consejo a Lyell 2013). Si la carta de Wallace y el «DURANTE EL RESTO DE fechada el 18 de junio y en la que manuscrito de Ternate le hubiesen SU VIDA, ALFRED WALLACE dice que el manuscrito lo ha recibillegado a Darwin el 3 de junio, ¿por do aquel mismo día. qué no dio noticia a Lyell hasta el 18 SERÍA EL PARTIDARIO MÁS A partir de aquí empieza la conde junio? Es una pregunta difícil de FERVOROSO DE DARWIN» troversia, porque se sabe con certeresponder, pero para los defensores za que la carta que Wallace envió de Wallace es significativo el hecho al hermano de Bates y que salió que entre el 3 y el 15 de junio 1858 de Ternate el 9 de marzo llegó a Londres el 2 de junio Darwin añadió al gran libro que estaba elaborando desde y a Leicester al día siguiente. La dirigida a Darwin dehacía tantos años 66 nuevas páginas sobre el tema de la bería haber llegado, pues, en la misma fecha a Londres divergencia, en el que se insiste tanto en el manuscrito de y un día después a Down, como sostienen varios histoTernate (Brooks, 1984). ¿Podría ser que Darwin hubiese riadores, singularmente McKinney (1972), Brackman recibido el manuscrito antes de lo que afirmó en la carta (1980), Brooks (1984), y Davies (2008). La polémica a Lyell, y hubiese tomado prestada alguna idea de este, en se ha reavivado recientemente con la hipótesis emitida particular sobre la divergencia, durante el tiempo en que por van Wyhe y Rookmaaker (2012) (véase también van lo retuvo sin decirlo? Es una posibilidad, pero no resulta Wyhe, 2013), que postula que la carta de Wallace no hademasiado verosímil si consideramos la estricta rectitud bría salido de Ternate el 9 de marzo, sino en el correo moral de Darwin. Es casi seguro que Darwin se inspiró siguiente, del 5 de abril, con lo cual cuadraría que huen conceptos debidos a Wallace, por ejemplo, en los que biese llegado a Down el 18 de junio. Sin embargo, esta aparecen en el documento de Sarawak (aunque tardíahipótesis ha sido considerada improbable por varias ramente), y también lo es que gracias a Wallace incorporó Alfred Wallace, hacia 1895, cuando, tras la muerte de Darwin, en 1882, quedó como el viejo héroe, alter ego viviente de Darwin, y recibía numerosos homenajes que aceptaba resignadamente y a regañadientes. Cuando en 1892 le concedieron simultáneamente la medalla de la Royal Geographical Society y la de la Linnean Society, se quejó desconsolado a su hija («¿No es horrible? Dos medallas que he de recibir, y dos discursos que tengo que pronunciar, dar las gracias puntualmente y decirles de una manera amable que estoy muy agradecido, ¡aunque también estoy un poco aburrido!»). Y es que, por encima de todo, Wallace seguía siendo la persona tímida y sensible que siempre fue. Núm. 79 MÈTODE 23 A. R. Wallace Memorial Fund & G. W. Beccaloni Wallace le escribía a su madre, Mary, para decirle, lleno de orgullo, que acababan de ponerlo al mismo nivel que Darwin, lo que le aseguraba «el apoyo de estos eminentes señores cuando vuelva a casa». Durante el resto de su vida, Alfred Wallace sería el partidario más fervoroso de Darwin, más darwinista que el propio Darwin. A pesar de todo, es cierto que Wallace se distanció científicamente de Darwin, en particular porque hacia 1869 empezó a manifestar ideas teleológicas sobre la naturaleza, especialmente en cuanto a la evolución del hombre, sugiriendo que estaba guiada por una inteligencia superior y gobernada por leyes que están por encima Funeral de Alfred Wallace. Todos coinciden en que se mantuvo activo hasta los noventa años, y que tan solo mostró una progresiva debide la selección natural. En una carta enviada en enero de lidad en los últimos meses de su vida. Murió mientras dormía en su 1870, Darwin lo reñía («usted escribe como un naturaliscasa de Broadstone (Dorset) poco después de las 9 de la mañana del ta metamorfoseado –en la dirección retrograda–; ¡usted, 7 de noviembre de 1913. Unos cuantos amigos y seguidores propuel autor del mejor trabajo que haya aparecido jamás en la sieron enterrarlo en la abadía de Westminster, cerca de Darwin. Sin Anthropological Review! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!»), pero ambos embargo, Annie, la mujer de Wallace, lo hizo enterrar en el cementerio público de Broadstone, siguiendo las instrucciones de su esposo. mantuvieron siempre una relación cordial y respetuosa (Raby, 2001). Wallace murió a la edad de noa su corpus conceptual conocimienventa años, y durante el más de metos tan importantes como los deri«WALLACE SE DISTANCIÓ dio siglo que transcurrió desde la vados de la distribución geográfica CIENTÍFICAMENTE DE presentación conjunta en la Sociede animales y plantas. Por otro lado, DARWIN, EN PARTICULAR dad Linneana publicó numerosos parece evidente que el manuscrito libros, entre los que sobresale, por de Ternate sirvió de detonante para PORQUE HACIA 1869 la aceptación popular, el magnífico que Darwin se impusiese definitivaEMPEZÓ A MANIFESTAR relato de viajes The Malay Archimente un programa de publicación IDEAS TELEOLÓGICAS pelago, aparecido en 1869, y, por el de sus ideas. Sin embargo, con las SOBRE LA NATURALEZA» impacto en la comunidad científica, evidencias circunstanciales dispoel tratado sobre biogeografía The nibles, parece fuera de lugar conGeographic Distribution of Anisiderar que Darwin simplemente mals. Este lo sitúa como padre de la biogeografía, descopió a Wallace, como hace Davies (2008) cuando dice tacándose la identificación que hizo de la frontera entre que las ideas contenidas en el manuscrito de Ternate fuela región faunística Oriental y Australiana, la línea de ron plagiadas por Darwin, y afirma que el asunto es «un Wallace, que atraviesa el archipiélago malayo pasando deliberado e inicuo caso de robo intelectual, de engaño entre las pequeñas islas de Balín y Lombok. O numeroy de mentira perpetrado por Charles Darwin». Es muy sos ensayos, los más importantes reunidos en los libros probable que a Wallace, que siempre mostró un respeto Contributions to the Theory of Natural Selection (1870), y un afecto incondicionales hacia Darwin, no le gustasen Tropical Nature and Other Essays (1878) o Darwinism estas palabras de haber podido escucharlas. (1889). Además de escribir estos importantes trabajos científicos, dedicó buena parte de su tiempo a defender ■ WALLACE, MÁS DARWINISTA QUE DARWIN el estudio del espiritismo, a temas políticos vistos desde una óptica socialista un poco particular, y a otros temas Sea como sea, la escenificación ideada por Lyell y sociales, como su rechazo a las campañas de vacunaHooker dejó patente el mérito de Wallace, pero favoción. Todo ello le hizo ganarse una reputación ambigua reció claramente a Darwin. El año siguiente, y bajo la que le causó no pocos problemas entre la clase cientíinsistencia de Lyell, Darwin publicaría El origen de las fica. Con todo, estaba claro que sus méritos científicos especies, obra que lo acabaría de consagrar para la hissuperaban de lejos las incursiones en estos terrenos restoria como el padre de la teoría de la evolución por sebaladizos, y recibió muchos honores perfectamente melección natural. Por lo que respecta a Wallace, en otoño recidos. Por ejemplo, la medalla de la Royal Society, en de 1858 recibía en Ternate sendas cartas de Hooker y 1868; la Darwin Medal, en 1890; la Royal Geographical de Darwin que le explicaban el procedimiento seguido Society’s Founder’s Medal, en 1892; la Linnean Society’s para hacer públicos sus trabajos junto a los de Darwin Gold Medal, en 1892; la Copley Medal, en 1908. En 1893 en la Sociedad Linneana. En octubre del mismo año 24 Núm.7 9 MÈTODE fue escogido miembro de la Royal Society, y en 1908 la Sociedad Linneana estableció la Darwin-Wallace Medal, para conmemorar los cincuenta años de la famosa presentación conjunta de 1858 (la primera le fue otorgada, naturalmente, a Wallace). Cabe destacar también la pensión de 200 libras anuales que le concedió el gobierno británico en 1881, la cual había sido promovida por el propio Darwin, y que consiguió el apoyo de Hooker (Raby, 2001). Es entrañable la carta que le envió Darwin a Wallace el 7 de enero de 1881 para comunicarle el éxito de la gestión, esperando que le daría «la satisfacción de ver que no tan solo todas las personalidades científicas a las que ha acudido, sino también el Gobierno, han apreciado la tarea científica que habéis mantenido a lo largo de vuestra vida... ¡Hurra, Hurra! Leed el documento que os adjunto». Cuando Wallace falleció, el 7 de noviembre de 1913, en su casa de Broadstone, en Dorset, algunos de sus amigos sugirieron que fuese enterrado en la abadía de Westminster. Su esposa Annie, sin embargo, lo hizo enterrar en el pequeño cementerio de Broadstone, siguiendo los deseos de su esposo. En 1915, una comisión formada por destacados científicos británicos propuso que se colocase una placa conmemorativa de Wallace en la citada abadía, cerca de donde estaba enterrado Darwin. La placa fue finalmente instalada y dada a conocer solemnemente el 1 de noviembre de 1915. Aunque simbólicamente, los dos descubridores del mecanismo de la selección natural volvían a reunirse. BIBLIOGRAFÍA BRACKMAN, A. C., 1980. A Delicate Arrangement: the Strange Case of Charles Darwin and Alfred Russel Wallace. Times Books. Nueva York. BROOKS, J. L., 1984. Just Before the Origin: Alfred Russel Wallace’s Theory of Evolution. Columbia University Press. Nueva York. DAVIES, R., 2008. The Darwin Conspiracy: Origins of a Scientific Crime. Golden Square books. Londres. DAVIES, R., 2012. «How Charles Darwin Received Wallace’s Ternate Paper 15 Days Earlier than he Claimed: a Comment on Van Wyhe and Rookmaaker». Biological Journal of the Linnean Society, 105: 472–477. DAVIES, R., 2013. «1 July 1858: What Wallace Knew; What Lyell Thought He Knew; What Both He and Hooker Took on Trust; and What Charles Darwin Never Told Them». Biological Journal of the Linnean Society, 109: 725–736. DE BEER, G., 1958. Charles Darwin and Alfred Russel Wallace: Evolution by Natural Selection. 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Juan Carlos Carbonell, La corrupción como lacra social, política y económica / Ángeles Jareño, La corrupción en la contratación pública / Jordi Muñoz, El precio electoral de la corrupción: ¿por qué los votantes la castigan tan poco? Entrevista Ángel Luna entrevistado por Francesc Bayarri, «Si los medios hubieran prestado a la corrupción tanta atención antes como ahora, las cosas serían diferentes» /// Temas Roger Chartier, El sentido de la representación / David P. Montesinos, Globalización, consumo y resistencia / Darlei Dall’Agnol, Pluralismo razonable sin relativismo ético (Respuesta a Sanfélix Vidarte) / Ana Carrasco, El poema y la institución. Sobre la escritura de la historia (en torno a Michel de Certeau) /// Libros Francisco Fuster, España y Cataluña, ¿amigos para siempre? (Xavier Pericay, Compañeros de viaje: Madrid – Barcelona, 1930) / Mariano Rodríguez, Raquel Monter, Arte algo funerario (María Zambrano, Algunos lugares de la pintura) / Guillermo Quintás, ¿Qué es un editor? (Walter Hines Page, Confesiones de un editor) / Ricardo Tejada, Los ojos vendados (Olga Glondys, La guerra fría cultural y el exilio republicano español) PASAJES 42, OTOÑO 2013 Publicacions de la Universitat de València - Fundación Cañada Blanch • Arts Gràfiques, 13, 46010 València • [email protected] Núm. 79 MÈTODE 25