seÑalización de orienTación - un nicho esTresanTe de

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D I S E Ñ O y c u lt u r a
Señalización de orientación un nicho estresante de diseño
de la información
© JR WEST
La eficiencia de un sistema de transporte público no depende de su infraestructura y material móvil, sino también de
que su sistema de información esté bien concebido. El objetivo debería ser transmitir a los pasajeros una sensación
de seguridad y, al mismo tiempo, facilitarles la llegada a su destino y el acceso a las instalaciones que haya lo largo
de su itinerario.
«En teoría, el diseño de la señalización para orientarse en el
transporte público no es que requiera mucha ciencia», explica
Giuseppe Attoma, fundador y CEO de Attoma Group (París,
Milán, Berlín). «Consiste en analizar el flujo de pasajeros, las
vías de paso y la forma de los espacios en cuestión, además
de identificar los lugares e intersecciones en los que hay que
poner información. Pero la tarea se complica más cuando se
trabaja en redes ya existentes y hay que gestionar cierto nivel
de complejidad», advierte.
Tomemos como ejemplo la típica situación en la que hay que
gestionar los flujos de pasajeros que convergen en un mismo
espacio desde distintas direcciones y con distintos destinos
en mente. Podría ser tentador poner información para todas
las opciones. Pero no es una idea muy buena, aclara Attoma:
«Eso generaría cientos de señales que resultarían confusas y
abrumadoras: un exceso de información mata la información.
Tampoco olvidemos que las situaciones que generan ansiedad,
como la masificación o la interrupción de los servicios, reducen las capacidades cognitivas».
Una alternativa más inteligente, indica, es cambiar de paradigma y trabajar con el sencillo principio de «señalización natural».
«Básicamente, se trata de objetos como anclas visuales, que
permitan a los pasajeros ver las señales de orientación desde
lejos sin detener el flujo».
Relación entre ingresos y señalización
Una ventaja de los proyectos de transporte público de nueva
construcción es que, hasta cierto punto, se puede conseguir
desde el principio una señalización de orientación natural,
«siempre y cuando los arquitectos o los urbanistas participantes comprendan la importancia del diseño de la información»,
destaca Keiichi Koyama, Director Gerente de Design inc. Y,
visto lo que hay en juego, harían bien en tomárselo en serio. La
seguridad de los pasajeros, que es la responsabilidad primordial de todo operador de transporte, depende de la gestión de
los flujos. «La señalización de orientación es una herramienta
estratégica para gestionar y facilitar los flujos, para reducir el
riesgo de masificación y de pánico», explica Attoma.
UITP - PTI 2/2016
D I S E Ñ O y c u lt u r a
En términos generales, si la información falla, se decepciona
a los pasajeros y, en última instancia, es el operador de transporte quien lo acaba pagando. «Un nivel de satisfacción reducido = menos pasajeros = menos ingresos», resume Paul
Mijksenaar, fundador y socio de la agencia de diseño y consultoría Mijksenaar. «Y, además, se corre el riesgo de perder más
tiempo y dinero tramitando las quejas. A fin de cuentas, esto
también se traduce en dinero», añade.
Soluciones, contextos y diseño universal
Sin información no hay transporte. Así de sencillo. Y la materialización de cualquier proyecto requiere mucha reflexión. En
Mijksenaar, los diseñadores adoptan un enfoque que, según
explica Fenne Roefs, Directora Senior de Proyectos, se divide
en las 4 fases siguientes: 1) ver cuáles son las necesidades del
programa arquitectónico; 2) revisar el diseño arquitectónico;
3) establecer el flujo (o los flujos) de pasajeros durante el diseño arquitectónico preliminar; 4) diseñar las señales propiamente dichas.
En Japón, cuando se trabaja en proyectos de establecimientos
públicos, los equipos de diseño de información cuentan con
una serie de «directrices para la eliminación de barreras». Fueron publicadas en 2001 por la Fundación para la Promoción
de la Movilidad Personal y el Transporte Ecológico (Eco-Mo
Foundation), e incluyen más de 100 símbolos de información
estándar que cualquiera puede utilizar. Tal y como indica Koyama: «Hoy en día, el diseño universal es un enfoque clave».
«Sí, desde luego», afirma también Mijksenaar. «En el transporte público, la falta de estandarización constituye un verdadero
reto. Lo ideal sería que, siguiendo el principio del ‘diseño inclusivo’, no hubiera diferencias en la presentación de la información para distintos tipos de pasajero».
Prioridades y colores
Está claro que el diseño es algo necesario: sin él, la información puede ser malinterpretada y poco atractiva para los pasajeros, lo que repercute en todo el sistema. ¿Pero qué hay de
la relación entre la forma y la función? Aquí, Koyama insiste
© Mijksenaar
«Hay que prestar atención a las características del contexto
específico, teniendo también en cuenta las capacidades reales
de todo tipo de pasajero», recomienda Attoma. «Sólo enton-
ces se pueden empezar a desarrollar las estrategias y soluciones de diseño».
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© Mijksenaar
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en que la prioridad ha de ser diseñar teniendo principalmente
en cuenta la fácil visibilidad y comprensión, lo que nos lleva
a la cuestión candente del código de colores. En su opinión,
«eso funciona para distinguir varias líneas cuando es algo que
se usa de forma continua o se encuentra muy integrado, como
el azul para los chicos y el rojo para las chicas en Japón. No
obstante, un ejemplo poco eficaz es el del verde para los viajes
de salida y el amarillo para las llegadas y para salir de un lugar,
que en Japón se usa prácticamente en todas las estaciones y
aeropuertos».
Roefs considera que los códigos de colores sólo son verdaderamente pertinentes para enfatizar o distinguir una fase del
proceso de los pasajeros, como líneas de metro individuales
en el metro de Londres y de Tokio, y para resaltar los enlaces entre todas las estaciones conectadas. «Pero utilizarlos en
cualquier situación sería redundante», opina ella. «La luz puede
influir en que se distingan o no los colores, sin olvidar que, además, esa codificación puede excluir a los pasajeros daltónicos».
¡La ausencia de noticias es una buena noticia!
La información aporta ventajas de alcance muy amplio, con
beneficios potenciales para todo el sistema de transporte público. Sin embargo, a la hora de evaluar el éxito de una iniciativa de diseño, ‘la ausencia de noticias es una buena noticia’.
«No hay que contar nunca con recibir aplausos», aconseja
Koyama. «Los carteles y la señalización de orientación generan muchísimas quejas cuando no son adecuados, y ninguna si
funcionan bien».
Al ser plenamente consciente de la importancia que
tiene el diseño de la información para el transporte público, la UITP se va a asociar con el Instituto Internacional para el Diseño de la Información (IIID) en 2017
para celebrar un seminario dedicado a este elemento
tan importante de la planificación del transporte, que a
menudo se pasa por alto.
El IIID es una red mundial de personas y organizaciones que intentan optimizar la información y sus sistemas para la transmisión de conocimientos en la vida
cotidiana, los negocios, la enseñanza y la ciencia.
Si desean participar en este evento u obtener más información, pueden contactar con: Agnès Peter, Responsable de Diseño, Cultura y Marketing de la UITP,
[email protected]. UITP - PTI 2/2016
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