Lima, tres de noviembre Del año dos mil ocho.- LA SALA

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Lima, tres de noviembre Del año dos mil ocho.‐ LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, Vista la causa número cuatro mil setecientos setenta y ocho ‐ dos mil siete, en Audiencia Pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a Ley emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Cooperativa de Servicios Especiales San José mediante escrito de fojas trescientos treinta, contra la resolución emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas trescientos veintitrés y tres, su fecha veintisiete de julio del año dos mil siete, que revocando la resolución apelada que declara fundada la demanda y reformándola declara improcedente la demanda; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, concedido el Recurso de Casación, fue declarado procedente por resolución del diez de enero del año dos mil ocho, por la causal prevista en el inciso primero y tercero del artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal Civil, esto es: a) La inaplicación del artículo ciento noventa y cinco, incisos primero y segundo del Código Civil, argumentando que la Sala no cita la norma invocada la cual es determinante para la resolución de la litis; indica que la empresa y los terceros adquirentes tenían pleno conocimiento que la recurrente había sido socia de la empresa demandada y que mediante sentencia judicial había sido excluida de su calidad de socia; por ello, en dicha calidad, de socio expulsado, esta reclamando la devolución del aporte de capital ascendente a un millón ciento treintiún mil nuevos soles; además, el bien se valorizó en dicha suma al momento de efectuarse el aporte, siendo el precio devaluado en su venta a solo noventa y siete mil dólares americanos, esto es, menos del diez por ciento de su valor real; además, Flor de María Rishing Mendoza es hermana y cuñada de los adquirientes, por lo que se hace evidente el concierto de voluntades, con la insana intención de perjudicar su crédito; siendo esto así, los hechos encajan perfectamente en el supuesto de los incisos primero y segundo del artículo ciento noventa y cinco del Código Civil; b) La contravención a las normas que garantizan su derecho al debido proceso; argumentando que la Sala para resolver el conflicto se ha sustentado en hechos que no han sido invocados por los demandados, si se tiene en cuenta que el artículo ciento noventa y cinco del Código Civil le impone la carga de la prueba; es así, que al señalar que la empresa demandada posee activos suficientes para afrontar el crédito de la actora se basa en la escritura de constitución, en donde se consignan otros bienes; indica que el artículo ciento noventa y cinco del Código Civil le exige acreditar la existencia de bienes libres suficientes; por otro lado, la Sala concluyó en forma distinta a lo decidido por el A quo, sin que para ello haya valorado los medios probatorios como lo ha hecho el A quo; además, no explica porque arriba a la conclusión de que el acto jurídico de transferencia no afecta la acreencia de la parte actora, por lo que no se ha hecho una valoración razonada de los medios probatorios; CONSIDERANDO: PRIMERO.‐ Que, el Recurso de Casación tiene como fines esenciales la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional de la Corte Suprema de Justicia, conforme se señala en el artículo trescientos ochenta y cuatro del Código Procesal Civil; SEGUNDO.‐ Que, la actora interpone demanda de acción revocatoria o pauliana contra Clara Isabel Adrianzen de Lama de Rishing; Empresa Milenium II Sociedad Anónima Cerrada; Pier Peggy Loo Rishing; Flor de María Rishings Mendoza y Ramón Gerardo Rishing Mendoza, sosteniendo que la empresa Milenium II es una Sociedad Anónima Cerrada, que se constituyó el veinticuatro de julio del año dos mil dos, con un capital de dos millones ciento setenta y cinco mil acciones, distribuidas de la siguiente forma: a) Coop erativa de Servicios Especiales San José ‐ Piura, con un millón ciento treintiún mil acciones representando el cincuenta y dos por ciento del capital social; b) Flor de María Rishing Mendoza con novecientos treinta y cinco mil doscientos cincuenta acciones representando el cuarenta y tres por ciento; c) Alejandro Chacón Solano con ciento ocho mil setecientos cincuenta acciones representando el cinco por ciento del capital social. Con la constitución de esta empresa la recurrente era socia mayoritaria de la sociedad, representando el cincuenta y dos por ciento del accionariado, resultante del aporte como capital social del bien inmueble de propiedad de mi representada, ubicado en avenida Grau, avenida Loreto y calle lca ‐ Piura, valorizado en la suma de trescientos veinticinco mil dólares americanos ( equivalente a un millón ciento treintiún mil nuevos soles). Al momento de otorgar como aporte el bien inmueble, éste se encontraba grabado con hipoteca a favor de la Caja Municipal de Piura, es decir, los otros dos socios sabían de la carga, y es así que la recurrente cuidó de establecer en la cuarta cláusula de la Escritura de Constitución de la sociedad, la carga del bien y la posibilidad de pago a través de los dividendos que pudiera corresponderle a la Cooperativa de Servicios Especiales San José – Piura. Este hecho conllevó a que para obtener capital de trabajo, Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura – en adelante CMAC ‐ Piura propusiera a la sociedad la designación de la socia Flor de María Rishing Mendoza como Gerente General de la naciente empresa; ahora, se ha establecido que existió complicidad entre la designada gerente y la CMAC ‐ Piura con el único propósito de APODERARSE del bien inmueble aportado por la recurrente. La Gerente de la Empresa Milenium II Sociedad Anónima Cerrada decide interponer el primero de setiembre del año dos mil tres una demanda de Exclusión de Socio en contra del accionista mayoritario, el recurrente, argumentando que el gravamen que existía en el bien, era la causa del fracaso financiero de la sociedad. Sin embargo, todos los socios conocían la situación legal del bien inmueble; además se incluyó que la socia gerente seria la responsable de cumplir con el pago de la obligación que garantizaba la hipoteca con cargo a la cuenta de los dividendos que pudiera corresponderle a la recurrente. Luego, la socia gerente incumplió con el compromiso de pago en forma dolosa de las cuotas de la obligación a favor de la Caja Municipal, lo que devino en la continuación del proceso judicial de ejecución de garantías ante el Primer Juzgado Civil de Piura, Expediente número mil doscientos veintinueve – dos mil dos. A raíz del contubernio entre CMAC ‐ Piura con Flor de María Rishing Mendoza, se realizó un contrato de Cesión de Derechos, sin comunicarles, entre estos, donde la primera le otorga los derechos de acreedor ejecutante sobre el inmueble aportado por la recurrente en el referido proceso de ejecución de garantías. Sin embargo interpuestos los medios legales correspondientes en el Expediente número mil doscientos veintinueve – dos mil dos, han podido acreditar que la recurrente no adeudaba suma alguna a la CMAC ‐ Piura y muy por el contrario existe un pago en exceso a su favor de ciento cuarenta y cuatro mil quinientos cuarenta y tres nuevos soles con sesenta y seis céntimos el cual deberá ser devuelto por la Caja o por Flor de María Rishing Mendoza. La constitución de la sociedad Milenium II Sociedad Anónima Cerrada tuvo por objetivo la apertura del supermercado TUSOL, el mismo que comenzó funcionando en el local aportado por la recurrente sito en avenida Grau, avenida Loreto y calle lca. Este atractivo negocio funcionó durante catorce meses generando un ingreso promedio diario de dieciocho mil nuevos soles, rindiendo un ingreso mensual de quinientos cuarenta mil nuevos soles que sumados los catorce meses que es el tiempo de funcionamiento da la suma de siete millones quinientos sesenta mil nuevos soles, de los cuales la empresa emplazada en la persona de su gerente nunca rindió cuentas. En ese sentido, habiéndose decretado indebidamente la Exclusión de Socio de la recurrente como parte integrante de la Empresa Milenium II Sociedad Anónima Cerrada, han solicitado al Órgano Jurisdiccional la devolución de su aporte o su equivalente en acciones de un millón ciento treintiún mil acciones, proceso que se encuentra en trámite ante el Tercer Juzgado Civil en la cual se está resolviendo que se inicie un Proceso Ejecutivo de devolución de acciones. Como quien tiene que devolver sus acciones es la Empresa Milenium II Sociedad Anónima Cerrada, como persona jurídica su representante, temerariamente, a fin de evitar el cobro de sus acciones ya que su aportación consistente en el inmueble ubicado en la avenida Grau, avenida Loreto y calle lca, es el único bien que tenía la empresa, por cuanto el once de marzo del año dos mil cinco, después de haber iniciado el Proceso de Devolución de Acciones o Aporte del Bien, maliciosamente y en una forma de desaparecer el patrimonio de la empresa, Flor de María Rishing Mendoza, en su calidad de Gerente de la Empresa Milenium Sociedad Anónima Cerrada transfiere el inmueble a favor de su hermano y cuñada Ramón Gerardo Rishing Mendoza y Clara Isabel Adrianzén de Lama de Rishing por un monto irrisorio de noventa y siete mil dólares americanos cuando dicho inmueble vale quinientos mil dólares americanos; evidenciándose un acto gratuito ya que, por la persona del comprador es un pariente, es decir su hermano, y éste a su vez tiene pleno conocimiento del problema de devolución de acciones que tiene que efectuar la coemplazada Flor de María Rishing Mendoza, aplicando el artículo ciento noventa y cinco del Código Civil, entre otros argumentos; TERCERO.‐ Que, la demanda es admitida por el A quo y contestada por Empresa Milenium II Sociedad Anónima Cerrada ‐ Milenium II SAC y otros, señalando que los hechos detallados en la primera parte de la demanda son ciertos (titularidad de la empresa y porcentaje de la recurrente); es cierto que el aporte de la actora estaba gravado, a favor de la Caja Municipal de Piura, y por ello en la constitución de la empresa se señaló expresamente de la existencia de dicho gravamen, y la actora según la cuarta cláusula adicional, se obligó al pago de las obligaciones garantizadas con dicha hipoteca de acuerdo al cronograma de pagos, señalándose además que en el improbable caso que por alguna circunstancia la actora no lo hiciera, la sociedad se haría la amortizaciones con cargo a los dividendos que pudiera obtener la cooperativa hasta su total cancelación; la actora incumplió sus obligaciones (cronograma establecido por la Caja Municipal) pues no habían dividendos que repartir; por ello, el incumplimiento de la actora, motivó que el inmueble donde funcionaba el Supermercado ‐ aporte que fuera realizado por la actora – saliera a remate público, por lo que a efectos de evitar el remate público, Flor de María Rishing a título personal, cumplió con el pago total de la obligación a la Caja Municipal de Piura y se sustituyó en la calidad de acreedor. No hay ni ha habido confabulación. El pedido de la Caja Municipal de Piura se debió a que Flor de María Rishing es una persona con solvencia económica que le daba seguridad a la Caja; por esta razón, la actora fue excluida como socia (sentencia del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Piura – Expediente número dos mil tres – cero mil setecientos siete del siete de mayo del año dos mil cuatro), a propósito de un proceso de exclusión de socios, que la empresa Milenium II SAC le Interpusiera a la actora; por esto, es claro que la sociedad con la actora estuvo vigente desde el veinticuatro de julio del año dos mil dos al seis de setiembre del año dos mil tres, no existió dividendo alguno que repartir, por lo que no resulta cierta la afirmación de la actora en el sentido de que la gerente de Milenium II SAC dolosamente incumplió con el pago de las obligaciones ante la Caja Municipal; no hay contubernio entre las partes, al suscribir el contrato de Cesión de Derechos con la Caja Municipal, pues de no haberlo suscrito el inmueble se hubiere perdido por un precio irrisorio en un remate público, es falso que haya un saldo remanente a favor de la actora, es más, también es falso que el supermercado TUSSOL, haya obtenido ingresos superiores a los dieciocho mil nuevos soles; es cierto que la actora ha interpuesto una demanda de devolución de aporte; sin embargo, dicha demanda ha sido declarada improcedente tanto por el Juzgado de Primera Instancia como por la Sala Civil de la Corte Superior, mediante sentencia de vista, la cual no ha sido objeto de recurso de casación, por lo que ha quedado consentida; también reconoce que se vendió el inmueble, pero fue para satisfacer las obligaciones de la empresa; entre otros argumentos menores; CUARTO.‐ Que, luego de las audiencias respectivas, el A quo resuelve el conflicto intersubjetivo de intereses declarando fundada la demanda y señalando que se ha acreditado que la actora aportó el bien que alega; por otro lado, las partes también están de acuerdo en la razón que motivo la exclusión de socio; por otro lado, el aporte dado por la actora a la empresa no le pertenece ya a ésta sino a la empresa; por otro lado, también es cierto que se planteó una demanda de devolución de aporte, la cual se ha resuelto en sede judicial, declarándose que no corresponde tal devolución. Sin embargo, el A quo indica que la Cooperativa tenía setecientos cincuenta y seis mil ciento noventa y seis acciones (fojas cuarenta y seis) y si bien es cierto que se le excluyo ello no afecta la titularidad que posee sobre dichas acciones; por otro lado, se ha dejado constancia que la propia parte demandada indica que el valor de las acciones no es un nuevo sol sino cero punto cuatro mil doscientos dieciséis, con lo que esta reconociéndole derechos a la actora, que deberán ser devueltos. En el caso de autos ha habido un desprendimiento patrimonial por parte de la demandada que podría afectar la acreencia de la parte actora; QUINTO.‐ Que, apelada esta resolución, el Colegiado Superior revoca la apelada, declarando improcedente la demanda y argumentando que se ha acreditado que la actora fue una de las accionistas de la empresa demandada habiendo aportado un inmueble valorizado en un millón ciento treintiún mil nuevos soles advirtiéndose que dicho bien se encontraba gravado a favor de la Caja Municipal de Piura hasta por doscientos dieciocho mil trescientos cuarenta y siete dólares americanos. Se ha acreditado también que Flor de María Rishing a fin de evitar el remate del bien pagó la totalidad de la deuda que tenía la Cooperativa, sustituyéndose en su calidad de acreedora; por ello, ante el incumplimiento de las obligaciones de la actora, se le excluye como socio, mediante sentencia del siete de mayo del año dos mil cuatro. También se ha acreditado que la empresa demandada celebra un contrato de compraventa del bien, materia de litis, con Ramón Gerardo Rishing Mendoza y otra, siendo éste el acto que cuestiona la actora, puesto que alega que se realiza con el fin de disminuir el patrimonio de la empresa. Se ha acreditado también que la actora ha demandado a la empresa demandada, por reembolse del valor de las acciones, más intereses compensatorios y moratorios; siendo que en el supuesto de que existiera un remanente a favor de la actora, la codemandada Mileniún II SAC reúne los suficientes activos conforme se acredita con la constitución de la sociedad (fojas nueve), lo que permitiría responder por la deuda que pudiese existir; por lo que no se puede afirmar que la actora se encontraría, de darse el caso, impedida de hacer efectiva el cobro de su deuda. Por lo que el acto de compraventa no afecta la acreencia, de existir, de la actora; SEXTO.‐ Que, como se han denunciado una causal adjetiva y otra sustantiva es preciso comenzar el análisis casatorio por l a primera dado que si esta es amparada, carecerá de objeto emitir pronunciamiento sobre la causal sustantiva, dado los efectos de esta sobre la sentencia de vista; SÉTIMO.‐ Que, en principio, este Supremo Tribunal debe precisar que todo deudor responde con todo su patrimonio frente a su acreedor o acreedores y éste, es decir, su patrimonio, se encuentra compuesto por todos los bienes, derechos y acciones que le correspondan. Por obvias razones, al acreedor le interesa que el patrimonio del deudor no se vea perjudicado y disminuido, ya sea porque este último no ejercita los derechos que le correspondan o trasmite a terceras personas, tanto a título gratuito como a título oneroso, créditos o bienes fácilmente perseguibles por el acreedor o los acreedores, con la clara intención de burlar el correspondiente derecho de crédito. En el primer caso estaríamos ante un deudor inactivo que no procura su propio saneamiento patrimonial. En el segundo supuesto el deudor asume una conducta activa dirigida a sustraer de la acción de los acreedores una serie de bienes o derechos. La reacción contra la actividad positiva y fraudulenta del deudor se concreta en la posibilidad de que el acreedor consiga la ineficacia de los actos fraudulentos llevados a cabo por aquél, con la finalidad de que los bienes o derechos transmitidos a terceros se reintegren al patrimonio del deudor, es así que se da vida a la acción revocatoria o paulina. A través de esta acción, el acreedor procura reintegrar al patrimonio del deudor bienes o derechos que le pertenecieron, “pasados”, pero que serían “presentes” de no haber realizado el deudor las transmisiones fraudulentas; OCTAVO.‐ Que, la doctrina admite dos requisitos para la procedencia de la revocación pauliana; El eventus damni y el consilium fraudis, esto es: 1‐ Que el deudor tenga conocimiento del perjuicio que el acto origine a los derechos del acreedor o, tratándose de actos anteriores al nacimiento del crédito, que el acto este dolosamente preordenado a fin de perjudicar la satisfacción del futuro crédito. 2‐ Que, además, tratándose de actos a titulo oneroso el tercero tenga conocimiento del perjuicio causado a los derechos del acreedor, y, en el caso del acto anterior al nacimiento del crédito, que haya conocido la preordenación dolosa. Además, de esto, cierto sector de la doctrina señala que son requisitos para el ejercicio de la acción pauliana también la Preexistencia del Crédito, la exigibilidad del crédito, que el acto de disposición es efectivo, debiéndose acreditar la materialización del perjuicio, sin necesidad de acreditar la insolvencia, debiéndose describir también el nexo de causalidad; NOVENO.‐ Que, dada estas circunstancias y analizando la decisión de vista, se desprende que esta ha efectuado un análisis de la controversia, teniendo en cuenta estos elementos, por lo que este extremo deviene en infundado, atendiendo a que los magistrados pueden analizar todos los elementos que consideran relevantes en procura de resolver el conflicto intersubjetivo de intereses, sin que ninguna de las partes pueda sentirse afectada en sus derechos procesales, por el actuar analítico de los magistrados; DÉCIMO.‐ Que, por lo demás, en este caso, el Ad quem ha concluido, discrecionalmente, que la empresa presumiblemente deudora posee capacidad económica o solvencia económica para afrontar una probable acreencia de la parte actora, deviniendo en infundado este extremo; DÉCIMO PRIMERO.‐ Que, con relación a la causal sustantiva, si bien es cierto, que la Sala no ha hecho la mención expresa del artículo ciento noventa y cinco del Código Civil es evidente, del análisis de la sentencia, que efectivamente se ha empleado este dispositivo legal, puesto que –incluso‐ la Sala revisora cita el comentario propio del numeral ciento noventa y cinco del Código Sustantivo, contenido en el libro Comentario al Código Civil de Gaceta Jurídica, por lo que carece de sustento este agravo y la misma causal de inaplicación de normas de derecho material: DÉCIMO SEGUNDO.‐ Que, por lo demás, es evidente, como lo dice la propia recurrente, que esta sustentando su recurso de casación en hechos, los cuales no son susceptibles de ser analizados en sede casatoria; por las razones descritas, de conformidad con el artículo trescientos noventa y siete del Código Procesal Civil; declararon INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por Cooperativa de Servicios Especiales San José mediante escrito de fojas trescientos treinta; en consecuencia, NO CASARON la resolución de vista de fojas trescientos veintitrés, su fecha veintisiete de julio del año dos mil siete; CONDENARON al recurrente al pago de una multa ascendente a una Unidad de Referencia Procesal, así como al pago de las costas y costos originados por la tramitación del presente recurso; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Cooperativa de Servicios Especiales San José contra Empresa Millenium II Sociedad Anónima Cerrada sobre Acción Pauliana; y los devolvieron; interviniendo como Vocal Ponente el señor Palomino García.‐ S.S. TICONA POSTIGO SOLIS ESPINOZA PALOMINO GARCIA CASTAÑEDA SERRANO MIRANDA MOLINA Rcd CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA CIVIL TRANSITORIA CASACIÓN 4778‐2007 PIURA ACCIÓN PAULIANA PAGE PAGE ‐ 9 ‐ 
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