1 LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL E EL MERCADO DE

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LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL E EL MERCADO DE TRABAJO DE
CASTILLA Y LEÓ: U AÁLISIS COMPARADO.
Ángel L. MARTÍN ROMÁN
Alfonso MORAL de BLAS
J. Carlos RODRÍGUEZ CABALLERO
Departamento de Fundamentos del Análisis Económico
e Historia e Instituciones Económicas
Universidad de Valladolid
RESUME
En este trabajo se analiza el papel que vienen desempeñando en el mercado de trabajo de
Castilla y León las empresas de trabajo temporal. Se trata de analizar la presencia de estas
empresas en el mercado de trabajo regional y de precisar la contribución que hasta el momento
han tenido en la gestión del empleo y en la provisión de efectivos al mercado de trabajo
regional. Se procederá a sistematizar los datos disponibles sobre el número de estas empresas y
sobre el número de contratos que realizan con las empresas clientes y se elaborarán con ellos
indicadores que permitan conocer la penetración de las ETTs en el mercado de trabajo regional.
Este estudio se realiza de forma que también ofrezca una visión comparada de la incidencia de
las empresas de trabajo temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León (y de sus nueve
provincias) en relación con la incidencia que tienen este tipo de empresas en el mercado de
trabajo del resto de regiones españolas y en el conjunto de España.
Con ello tendremos una idea de cómo la actividad de este tipo de empresas puede contribuir a
paliar los efectos que sobre el empleo tiene la actual crisis económica en el momento en el que
la recién aprobada reforma laboral ha abierto las puertas a la reconversión de las ETTs en
agencias privadas de empleo y ha levantado algunas restricciones a su actividad, como la
posibilidad de proporcionar trabajadores eventuales a las Administraciones Públicas o a la
construcción.
1
LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL E EL MERCADO DE TRABAJO DE
CASTILLA Y LEÓ: U AÁLISIS COMPARADO.
1.- ITRODUCCIÓ
La presencia de las empresas de trabajo temporal en nuestro país es relativamente reciente; no
obstante, a pesar de su corto recorrido histórico, su funcionalidad en el mercado de trabajo ha
ido variando notablemente desde sus inicios en los años noventa al momento actual debido,
tanto a los cambios legislativos producidos como al tipo de servicios que efectivamente se
demandan de las mismas. Aunque la legislación española reduce la función de las ETTs a
facilitar trabajadores temporales a las empresas clientes que se lo solicitan, la realidad muestra
que estas empresas además de proporcionar una respuesta inmediata a las necesidades de
contratación temporal, realizan actividades cada vez mas profesionalizadas como son la
intermediación en el mercado de trabajo, la selección del trabajador idóneo y la formación
profesional y en prevención de los trabajadores contratados.
La ampliación de las funciones y de las actividades normativamente establecidas para las
empresas de trabajo temporal, de forma que estas pasasen a gestionar todo tipo de contratos de
trabajo y a comportarse como verdaderos intermediarios en el mercado laboral, ha sido durante
los últimos años una de las reivindicaciones más persistentes de la patronal del sector de
Empresas de Trabajo Temporal en España. En gran parte de los países europeos las ETTs ya se
han convertido en Agencias Privadas de Empleo incrementando así sus posibilidades laborales,
expansivas y, claro, económicas. La recién aprobada reforma laboral1 en España ha abierto
finalmente las puertas a la reconversión de las ETTs en agencias privadas de colocación, como
en la mayoría de los países europeos, en estrecha colaboración con el servicio público de
empleo. Además la reforma levanta algunas restricciones, como la posibilidad de proporcionar
trabajadores eventuales a las Administraciones Públicas o a la construcción, aunque el sector de
las ETTs considera que, de momento, es sólo un buen punto de partida para empezar a trabajar.
La importancia de convertirse en Agencias Privadas de Empleo permitiría a estas empresas
gestionar todo tipo de contratos laborales, que actuando como ETTs, tienen vetados. Además
estos nuevos contratos de trabajo abrirían las puertas a participar del mercado laboral de
sectores de actividad en los que hasta ahora las ETTs tenían importantes limitaciones, como es
la Administración Pública y la Construcción. La importancia de que el proceso se desarrolle en
España como en la mayoría de los países de Europa radica en la creación de puestos de trabajo
que podría suponer contribuyendo a paliar los efectos que sobre el empleo tiene la actual crisis
económica.
El objetivo de este trabajo es analizar el papel que vienen desempeñando en el mercado de
trabajo de Castilla y León las empresas de trabajo temporal. Se trata de analizar la presencia de
estas empresas en el mercado de trabajo regional y de precisar la contribución que hasta el
momento han tenido en la gestión del empleo y en la provisión de efectivos al mercado de
trabajo regional.
1
El gobierno de España aprobó mediante Real Decreto-Ley 10/2010, de 16 de junio, de medidas urgentes
para la reforma del mercado de trabajo, la reforma laboral que llevaba gestándose durante los últimos tres
años. Esta reforma entró en vigor el pasado 18 de junio de 2010, si bien es una reforma temporal, ya que
actualmente se está tramitando como Proyecto de Ley ante el Parlamento, lo que da ocasión a que los
partidos políticos allí representados incluyan sus enmiendas, debiéndose revocar posteriormente todos los
artículos de la actual reforma que contradigan la reforma definitiva.
2
La estructura del trabajo es la siguiente: tras esta introducción, en el segundo apartado se
presentan los rasgos más importantes de la regulación española de las ETTs para conocer de
forma precisa las actividades a las que se dedican. Aquí se pone de manifiesto que las ETT son
empresas de servicios cuya actividad empresarial consiste en la cesión temporal de trabajadores
a otras empresas. Es esta cesión de los trabajadores lo distintivo de las ETTs con respecto a la
relación laboral ordinaria, estableciéndose una relación triangular en la que la empresa cliente
abona una cantidad a la ETT a cambio de los servicios del trabajador cedido.
El tercer apartado se centra el estudio cuantitativo del impacto de las empresas de trabajo
temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León. Se procederá a sistematizar los datos
disponibles sobre el número de estas empresas y sobre el número de contratos que realizan con
las empresas clientes (empresa usuarias) y se elaborarán con ellos indicadores que permitan
conocer la penetración de las ETTs en el mercado de trabajo regional. Este estudio se realizará
de manera que también ofrezca una visión comparada de la incidencia de las empresas de
trabajo temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León (y de sus nueve provincias) en
relación con la incidencia que tienen este tipo de empresas en el mercado de trabajo del resto de
regiones españolas y en el conjunto de España.
Finalmente en el apartado cuarto se sintetizan los resultados y las conclusiones más relevantes.
2. ATURALEZA Y REGULACIÓ DE LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL
E ESPAÑA
En España, tras el proceso de reforma laboral de los años 1993 y 1994, las ETTs quedaron
legalizadas como forma lícita de cesión de trabajadores2. En la actualidad las empresas de
trabajo temporal se rigen por la Ley 14/1994 que regula las empresas de trabajo temporal,
reformada por la Ley 29/1999, y por otras normas específicas que han regulado aspectos muy
concretos relativos a su funcionamiento. Asimismo se rigen también por el Convenio Colectivo
aplicable a dichas empresas.
La naturaleza de una empresa de trabajo temporal viene condicionada por su definición legal:
son empresas cuya actividad consiste en poner a disposición de otra empresa, denominada
usuaria, con carácter temporal, trabajadores por ella contratados, para que puedan hacer frente a
necesidades también temporales3. La ETT no realiza una función de colocación o de mera
puesta en contacto entre una empresa y un trabajador (agencia de colocación), ni tampoco
asume la ejecución de la obra o servicio de una empresa con sus propios trabajadores (empresas
contratistas o auxiliares), sino que su función específica es la de contratar a trabajadores para
cederlos temporalmente a otras empresas.
Las ETT son, por tanto, empresas de servicios cuya actividad empresarial consiste en la cesión
temporal de trabajadores a otras empresas. Es esta cesión de los trabajadores lo distintivo de las
ETTs con respecto a la relación laboral ordinaria. Aquí se establece una relación triangular en la
que la empresa usuaria abona una cantidad a la ETT a cambio de los servicios del trabajador
cedido. De hecho, entre la ETT y la empresa usuaria se formaliza un contrato mercantil, llamado
contrato de puesta a disposición, y entre la ETT y el trabajador se formaliza un contrato de
trabajo.
2
En realidad, desde los años 80 estarían funcionando en España empresas de trabajo temporal,
especialmente multinacionales del sector, de modo más o menos paralegal como consultoras de selección
o de formación, o como prestadoras de servicios a empresas bajo forma de subcontratas (Albizu, 1997).
3
Art. 1 de la Ley 14/1994.
3
El contrato de puesta a disposición tiene por objeto la cesión o suministro temporal de mano de
obra, teniendo la utilidad para la empresa de trabajo temporal de la percepción de la
compensación económica y para la empresa usuaria la disponibilidad de personal externalizando
su gestión a través de la contratación temporal “indirecta” frente a la alternativa de la
contratación temporal “directa”. Es siempre temporal y su celebración ha de tener siempre una
fundamentación causal en la satisfacción de necesidades temporales de mano de obra por parte
de la empresa usuaria. En concreto, solamente se puede celebrar para satisfacer necesidades
temporales de personal en los cuatro supuestos siguientes, determinados por la legislación4:
- Realización de una obra o servicio determinados.
- Atención de las exigencias circunstanciales el mercado, acumulación de tareas o
exceso de pedidos.
- Para sustituir trabajadores de la empresa usuaria con derecho al puesto de trabajo
(enfermedad, vacaciones o excedencia)
- Para cubrir de forma temporal un puesto de trabajo permanente mientras dure el
proceso de selección o promoción.
El contrato de trabajo celebrado entre la empresa de trabajo temporal y el trabajador para
prestar servicios en la empresa usuaria puede concertarse por tiempo indefinido o por duración
determinada coincidente con la del contrato de puesta a disposición5.
Es por lo tanto la ETT el verdadero empresario del trabajador cedido. Ella es quien le abona su
salario y las cotizaciones a la seguridad social y mantiene el poder disciplinario y sancionador
sobre él. No obstante, la empresa usuaria responde subsidiarimente de las obligaciones salariales
y es además quien, legalmente está autorizada para poner en conocimiento de la ETT los
eventuales incumplimientos de los trabajadores cedidos para que adopte las medidas
disciplinarias correspondientes. Es decir, el trabajador cedido está sujeto en la práctica a un
doble control disciplinario, aunque sólo la ETT pueda sancionarle.
En relación con las condiciones de trabajo aplicables al contrato de trabajo entre ETT y
trabajadores cedidos, la regulación de las ETTs establece algunas normas específicas. Entre
estas, la regla fundamental se refiere al régimen retributivo, objeto de la reforma llevada a cabo
en 1999. Desde esta reforma los trabajadores cedidos y los trabajadores propios de la empresa
usuaria perciben la misma remuneración: la retribución total establecida para el puesto de
trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria, calculada por
unidad de tiempo. Junto con la equiparación salarial, los sucesivos convenios colectivos del
sector han llevado a cabo una equiparación de otras condiciones de trabajo, especialmente el
tiempo de trabajo y su distribución, a los convenios colectivos aplicables a las empresas
usuarias.
4
Art. 6 de la Ley 14/1994 modificado por Ley 29/1999 y art. 4.1 del Real Decreto 2720/1998 por el que
se desarrolla el art. 15 del Estatuto de los Trabajadores. La legislación también señala cuatro supuestos en
los que de manera expresa se prohíbe la celebración de contratos de puesta a disposición (Art. 8 de la Ley
14/1994 modificado por Ley 12/2001 de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el
incremento del empleo y la mejora de su calidad).
5
Art. 10 y 11 de la Ley 14/1994, modificados por las leyes 29/1999, 14/2000 de medidas fiscales,
administrativas y de orden social y 12/2001 de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para
el incremento del empleo y la mejora de su calidad. A partir de la reforma de la ley de ETTs de 1999 es
obligatorio por parte de estas empresas contar con un mínimo de doce trabajadores con contrato
indefinido para prestar servicios bajo su dirección-trabajadores de estructura- por cada mil trabajadores
contratados anualmente para ser cedidos a empresas usuarias -trabajadores en misión-. Esta
obligatoriedad no obedece a un afán de estabilizar la situación laboral de los trabajadores cedidos, pues el
legislador tiene claro que la temporalidad es consustancial a la cesión de mano de obra. Lo que persigue
es otra cosa: asegurarse de que la ETT disponga de una estructura organizativa suficiente, adecuada y,
además, estable.
4
Las diversas leyes y normas aplicables a las ETTs y el proceso de autorregulación de las mismas
que han seguido a la primera ley que las reguló en 1994 han supuesto importantes cambios que
han ido sobre todo en la línea de mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos.
Sin embargo, y, a pesar de la evolución legislativa que se ha llevado a cabo en el sector, las
ETTs tienen aún un trato diferencial con respecto a otro tipo de fórmulas de contratación
directa. Cabe señalar al respecto cinco elementos diferenciadores:
1. Las ETTs cuentan con un marco regulatorio específico en materia de prevención de
riesgos laborales que, entre otras cosas, permite la cesión de trabajadores sólo y,
exclusivamente, en empresas que tengan elaborado su plan de prevención de riesgos
laborales6.
2. El sector de las ETTs es el único sector al que la normativa obliga a destinar el 1 por
ciento, más el 0,25 por ciento adicional por Convenio Colectivo, de su masa salarial a
formación de los trabajadores cedidos7.
3. Las ETTs en España tienen limitaciones en cuanto a su actividad. Tienen severas
restricciones en la cesión de trabajadores para realizar actividades de especial
peligrosidad definidas normativamente y, han tenido, hasta la entrada en vigor de la
recién aprobada reforma laboral (véase nota a pie de página 1) limitaciones en
actividades de construcción, actividades de minería, trabajos relacionados con
explosivos, etc.) y para trabajar en las Administraciones Públicas8.
4. Las ETTs están obligadas a pagar una mayor indemnización a sus trabajadores por fin
de contrato en relación a los trabajadores con contrato temporal directo (doce días por
año trabajado frente a los ocho días que, en general, se establece para los contratos
temporales directos)9.
5. Sobre las ETTs repercute también especialmente el incremento del 36 por ciento en la
cuota empresarial por contingencias comunes que recae sobre los contratos de menos de
7 días (que suponen en torno al 30 por ciento de los celebrados por estas empresas)10.
3. PEETRACIÓ DE LAS ETTs E EL MERCADO DE TRABAJO DE CASTILLA Y
LÉÓ: U AÁLISIS COMPARADO.
Este apartado se centra el estudio cuantitativo del impacto de las empresas de trabajo temporal
en el mercado de trabajo de Castilla y León. Se procede a sistematizar la información disponible
mediante la elaboración de índices que permitan estudiar la realidad de las ETTs dentro de
Castilla y León así como la situación relativa de estas empresas dentro de la región en
6
Real Decreto 216/1999, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo en el ámbito de
las empresas de trabajo temporal.
7
Art. 12 Ley 14/1994, modificado por Ley 29/1999.
8
No obstante, en el art. 17.6, apartado 2 del Real Decreto-Ley 10/2010, de medidas urgentes para la
reforma del mercado de trabajo, se establece que mediante acuerdos interprofesionales o convenios
colectivos podrán determinarse, por razones de seguridad y salud en el trabajo, limitaciones para la
celebración de contratos de puesta a disposición en las actividades de la construcción, la minería a cielo
abierto, las industrias atractivas por sondeos en superficie terrestre y en los trabajos relacionados con
explosivos.
9
Art. 11 Ley 14/1994 modificado por Ley 29/1999.
10
Introducido por Ley 12/2001 de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el
incremento del empleo y la mejora de su calidad
5
comparación con el conjunto nacional. El análisis se lleva a cabo en dos fases. En la primera se
toma como referencia el ámbito estrictamente regional y se comparan los principales agregados
de la región con los del conjunto de la nación así como con los de las restantes Comunidades
Autónomas españolas. En la segunda se adopta la perspectiva provincial para poner de
manifiesto las similitudes y las posibles diferencias entre las nueve entidades locales de Castilla
y León.
3.1. El número de ETTs
Una forma natural de comenzar el estudio de las ETTs en Castilla y León es observar el número
existente de éstas en la región, ver cómo dicho número ha ido evolucionando en el tiempo y
compararlo con el de otros ámbitos geográficos. Eso es lo que se hace en el cuadro 3.1 para el
periodo comprendido entre 1995 y 2008. Como se puede observar, en 1995 operaban 33 ETTs
en Castilla y León. Al final de los años considerados solamente había en la región 30 ETTs, lo
que significa una reducción del 9% en términos relativos durante estos años. No obstante esta
reducción no ha sido, ni mucho menos, constante. De hecho, durante los primeros años del
periodo estudiado el número de ETTs en la región ascendió hasta alcanzar un número máximo
de 41 en el año 1997. A partir de ese momento el volumen de este tipo de empresas ha tendido a
reducirse hasta llegar a un número de 30 en 2008.
En el cuadro 3.1 se puede comprobar también que en estos catorce años el número de ETTs se
ha incrementado considerablemente en unas regiones mientras que se ha reducido, también
sensiblemente en otras. Contrasta el dato de Murcia que multiplica su número de ETTs por un
factor de aproximadamente 2,5 con el de Extremadura, región en la que se reduce el número de
estas empresas en un tercio. En general, se aprecia una cierta regularidad empírica que podría
explicarse recurriendo a argumentos relacionados con la estructura productiva y ocupacional de
los territorios: en las regiones de la zona mediterránea y los archipiélagos (con excepción de
Castilla La Mancha y Aragón) se observan crecimientos por encima de la media nacional,
mientras que en el centro y en el norte de España los crecimientos en el número de empresas son
menores o, incluso, se aprecian reducciones.
Una pregunta que parece pertinente responder es si el número de ETTs ha experimentado una
evolución similar en todas las regiones y en el conjunto de España. En el cuadro 3.1 se puede
seguir dicha evolución, si bien, no es una tarea sencilla debido a la diferencia en el número de
dichas empresas, consecuencia, entre otras cosas, del diferente tamaño de los mercados de
trabajo regionales. Para facilitar esta tarea se ha elaborado el índice siguiente:
e=
E
x
(3.1)
donde e hace referencia a la variable que vamos a analizar, E es el cardinal del número de ETTs
en cada región, hace referencia al número de ocupados en cada Comunidad Autónoma y x es
simplemente un parámetro de escala que hace que el valor de la ratio tome un valor más
inteligible (por ejemplo, en la expresión considerada x= 100.000 y así e representa el número de
ETTs por 100.000 ocupados).
En el cuadro 3.2 se muestran los datos referidos a la ratio definida por la expresión (3.1). Una
advertencia que hay que hacer es que los datos del conjunto nacional no son estrictamente
comparables con los de las Comunidades Autónomas porque como apunta el Ministerio de
Trabajo e Inmigración cuando elabora el Anuario de Estadísticas Laborales: “(…) Los datos para
cada comunidad autónoma y provincia se corresponden con las ETTs que tienen algún centro de trabajo
en el respectivo ámbito territorial. Dado que una misma ETT puede tener centros de trabajo en varias
provincias pertenecientes a una o varias comunidades autónomas dependiendo de su ámbito de
6
actuación, la suma de los datos para cada comunidad autónoma no tiene por qué coincidir con el total
nacional”.
Este cuadro pone de manifiesto importantes diferencias en el número de ETTs por 100.000
ocupados en las diferentes regiones españolas.
Un primer dato que merece la pena ser destacado es que el número ETTs por trabajador ha
tendido a reducirse claramente para la mayoría de las regiones españolas. Podríamos hacer dos
excepciones en este comentario. En primer lugar la región de Aragón que, tras presentar algunos
altibajos a lo largo del periodo de tiempo considerado, termina en 2008 con una cifra muy
similar a la de 1995. Y, en segundo lugar, Murcia que presenta un patrón totalmente opuesto al
del resto de las regiones. Esta reducción generaliza podía ser consecuencia de los cambios
normativos e institucionales comentados en el apartado anterior de este trabajo.
Cuadro 3.1. úmero de ETTs en las España y en sus Comunidades Autónomas (1995-2008)
Año TOT AND ARA AST BAL ICA CAN CLM CYL CAT CVA EXT GAL MAD MUR NAV PVA RIO
1995
316
47
28
23
16
22
16
21
33
106
46
15
27
124
21
25
61
14
1996
399
60
28
25
18
25
18
27
38
124
55
16
30
163
28
27
67
18
1997
428
62
32
27
18
24
18
28
41
140
65
15
34
172
30
30
66
19
1998
435
67
37
28
21
28
17
31
38
144
69
16
35
174
32
30
72
17
1999
411
74
44
26
23
32
21
31
39
135
72
15
38
161
32
32
71
19
2000
364
71
36
21
22
27
18
26
37
126
64
12
35
151
30
30
58
18
2001
346
69
37
21
20
29
17
25
37
123
65
12
33
142
34
31
58
18
2002
335
69
33
21
19
29
17
26
36
119
64
11
31
133
34
27
49
17
2003
326
66
29
21
20
30
16
23
36
112
64
10
30
124
38
26
46
16
2004
342
67
31
22
21
30
16
25
34
114
68
10
31
127
44
26
46
16
2005
346
70
33
24
20
30
16
20
32
125
74
10
31
119
49
28
46
17
2006
350
69
40
24
21
32
17
31
29
119
80
12
29
114
53
27
46
16
2007
368
72
41
20
23
31
16
38
31
118
93
12
30
115
55
27
46
16
2008
363
73
40
22
19
27
17
41
30
124
91
10
27
116
54
26
46
15
Fuente: Anuario de Estadísticas Laborales. otas: (TOT=Total acional; AD=Andalucía;
ARA=Aragón; AST=Asturias; BAL=Baleares; ICA=Canarias; CA=Cantabria; CLM=Castilla La
Mancha; CYL=Castilla y León; CAT=Cataluña; CVA=Comunidad Valenciana; EXT=Extremadura;
GAL=Galicia; MAD=Madrid; MUR=Murcia; AV=avarra; PVA=País Vasco; RIO=La Rioja). Los
datos para cada comunidad autónoma y provincia se corresponden con las ETTs que tienen algún centro
de trabajo en el respectivo ámbito territorial. Dado que una misma ETT puede tener centros de trabajo en
varias provincias pertenecientes a una o varias comunidades autónomas dependiendo de su ámbito de
actuación, la suma de los datos para cada comunidad autónoma no tiene por qué coincidir con el total
nacional.
7
En segundo lugar, a simple vista parece observarse un cierto efecto escala. Esto quiere decir que
las regiones con mercados de trabajo mayores tienden a presentar unos ratios menores de ETTs
por trabajador. Por ello, parece interesante testar esta cuestión. Para ello se ajusta
econométricamente un panel de datos con efectos fijos regionales, tal y como se especifica en la
expresión (3.2):
e (i, t)=a (i, t)+b—N (i, t)+ε (i, t)
(3.2)
En (3.2) a(i, t) hace referencia a los efectos fijos regionales y ε (i, t) es una perturbación
aleatoria. Las variables se miden con dos dimensiones, regional (i) y temporal (t). El parámetro
de interés es b. Si b es menor que 0 significativamente, se puede decir que el efecto escala
anteriormente comentado existe estadísticamente.
Cuadro 3.2. Ratio número de ETTs por 100.000 ocupados en España y en sus Comunidades
Autónomas (1995-2008)
Año TOT AD ARA AST BAL ICA CA CLM CYL CAT CVA EXT GAL MAD MUR AV PVA RIO
1995
2,5
2,6
6,8
7
5,9
4,5
9,9
4,2
4,2
4,8
3,6
5,3
2,8
7,3
6,4
13,2
8,7
16
1996
3,1
3,2
6,7
7,6
6,1
4,9 11,3
5,2
4,8
5,4
4,2
5,6
3,2
9,3
8,4
13,4
9,3
20
1997
3,2
3,2
7,4
8,4
5,7
4,3 10,5
5,2
5,1
5,9
4,7
5,1
3,7
9,4
8,1
14,2
8,8
20
1998
3,1
3,3
8,2
8,6
6,5
4,8
9,5
5,5
4,6
5,8
4,8
5,4
3,7
9,1
8,2
13,8
9,3
17
1999
2,8
3,4
9,5
7,6
6,6
5,1 11,8
5,3
4,5
5,1
4,7
4,7
3,9
7,7
7,8
14,2
8,7
19
2000
2,4
3,1
7,4
6
5,8
4
9,4
4,2
4,2
4,6
3,9
3,6
3,5
6,8
6,8
12,4
6,9
17
2001
2,1
2,9
7,6
5,8
5,1
4,1
8,2
3,9
4,1
4,4
3,8
3,5
3,2
6
7,4
12,7
6,6
16
2002
2
2,7
6,6
5,6
4,6
3,9
8,1
3,9
3,9
4,2
3,6
3,2
3
5,3
7
10,9
5,5
15
2003
1,9
2,5
5,6
5,5
4,6
3,8
7,3
3,3
3,8
3,7
3,5
2,8
2,8
4,8
7,4
10,3
5
13
2004
1,9
2,4
5,7
5,6
4,7
3,7
7,1
3,5
3,5
3,7
3,5
2,7
2,9
4,7
8,1
10
5
13
2005
1,8
2,4
5,8
5,9
4,3
3,6
6,7
2,6
3,1
3,8
3,6
2,6
2,7
4,2
8,6
10,2
4,8
12
2006
1,8
2,2
6,9
5,7
4,2
3,6
6,8
3,9
2,8
3,5
3,7
3
2,5
3,8
8,9
9,5
4,7
11
2007
1,8
2,2
6,7
4,6
4,5
3,4
6,2
4,5
2,9
3,4
4,2
2,9
2,5
3,8
8,7
9,3
4,6
11
2008
1,8
2,3
6,5
4,9
3,7
3,1
6,5
4,9
2,8
3,5
4,1
2,4
2,2
3,8
8,6
9
4,6
10
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Anuario de Estadísticas Laborales y de la Encuesta
de Población Activa. otas: Véase cuadro 3.1.
Los resultados del ajuste de la ecuación (3.2) se muestran en el cuadro 3.3. Los coeficientes
estimados de los efectos fijos de cada región se muestran muy significativos estadísticamente, lo
que parece estar indicando que existen importantes particularidades en los mercados de trabajo
locales. Además el coeficiente estimado de la variable que mide el número de ocupados en cada
región presenta un signo negativo y también se muestra muy significativo desde un punto de
vista estadístico, lo que podemos interpretar como que efectivamente existe el efecto escala
anteriormente comentado. El significado de este coeficiente es el siguiente: por cada 100.000
ocupados que existen en una región se reduce el número de empresas por trabajador en un factor
igual a 0,26.
8
Cuadro 3.3. Resultados de la estimación panel (variable dependiente número de ETTs por 100.000
trabajadores).
Coeficiente
-0,261
9,241
AD
8,288
ARA
7,320
AST
6,215
BAL
5,919
CAI
9,062
CA
CYL
6,285
6,028
CLM
11,903
CAT
8,554
CVA
4,666
EXT
5,773
GAL
12,395
MAD
9,128
MUR
12,283
AV
8,873
PVA
15,230
RIO
R2
Fuente: Elaboración propia.
Estadístico t
-6,7870
9,0741
20,7396
19,3887
16,2858
13,3298
25,2853
12,6472
13,9509
10,2818
11,2802
12,4812
10,8344
12,5730
23,1160
33,9475
18,3850
43,2370
238
0,86
p-valor
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
0,00
3.2. El número de contratos de puesta a disposición
Además del número de ETTs existente en cada región, otra cifra que puede aportar información
muy relevante es el número de contratos de puesta a disposición (CPD). Desde el punto de vista
metodológico vamos a proceder como en la sección anterior: primero ponemos el énfasis en el
número de contratos y después en la ratio contratos por ocupado.
En el cuadro 3.4 se reproduce la información relativa al número de contratos de puesta a
disposición firmados entre las ETTs y sus empresas usuarias en cada región. Si nos centramos,
en primer lugar, en los datos de Castilla y León se puede decir que la serie estadística presenta
una clara tendencia positiva aunque matizada con algunos componentes cíclicos. Así, comienza
con una cifra de 14.540 contratos firmados en 1995 y este monto aumenta año tras año hasta
alcanzar un guarismo de 97.775 contratos en 1999. A continuación se aprecian dos años de
contracción en esta variable que provoca que el número de este tipo de contratos se ubique en
un nivel 90.657 en el año 2001. A partir de ese momento la cifra vuelve a crecer hasta el
penúltimo año considerado (133.806 contratos en el año 2007) para volver a caer ligeramente en
2008 hasta una cifre de 125.206 contratos. A modo de resumen se puede decir que el número de
contratos de puesta a disposición en Castilla y León aumentó un 761% entre 1995 y 2008.
Si comparamos este patrón de comportamiento con las cifras del conjunto nacional se obtienen
dos conclusiones bastante claras. La primera es que el perfil de uso de este tipo de contrato a lo
largo del tiempo es muy parecido en el conjunto de España y en Castilla y León desde un punto
de vista cualitativo. La segunda es que el incremento observado en la región es sensiblemente
más intenso que el producido en España.
Como se explicó con anterioridad, en un análisis regional el estudio de los niveles de las
variables presenta el inconveniente de que éstos están influidos por el diferente tamaño
poblacional de dichas regiones que determina el tamaño del mercado de trabajo. Por este
motivo, de nuevo, se examina una variable que corrige este efecto.
9
cpd =
CPD
x
(3.3)
En la ecuación (3.3) las variables se interpretan de forma similar a las de la ecuación (3.1). cpd
es la variable de interés, CPD es el volumen de contratos de puesta a disposición en cada
Comunidad Autónoma y es el número de ocupados que mide la Encuesta de Población
Activa. La única diferencia es que el parámetro de escala x toma el valor 1.000 en lugar de
100.000 (debido al mayor valor que toma la variable CPD).
El cuadro 3.5 recoge la información relativa al número de CPDs por 1.000 trabajadores
ocupados. En él se pueden comprobar las importantes discrepancias existentes entre las regiones
españolas. Además, hay que apuntar que esta variable es un buen indicador del grado de
penetración de las ETTs en los mercados de trabajo regionales.
La primera conclusión que se puede extraer de estos datos es que con excepción de la región de
Extremadura, el resto de Comunidades Autónomas presentan una cifra de CPDs por trabajador
mayor en 2008 de lo que ésta era en 1995. Otro hecho destacable es que en 1995 solamente
había tres regiones que presentaban una ratio superior a 50 CPDs por cada 1.000 trabajadores:
Cataluña, Madrid y el País Vasco.
Un segundo comentario que se puede hacer es que se observan dos comportamientos en el
global de los datos: el de aquellas regiones en las que la variable cpd alcanza su máximo local
en torno a finales de los años 90 y el de aquellas otras en las que el máximo se logra a mitad de
los años 2000. En el primer grupo estarían Andalucía, Aragón, Baleares, Cataluña, Madrid,
Extremadura y La Rioja. En el segundo grupo estaría la propia Castilla y León junto con
Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia,
Navarra y el País Vasco.
El tercer aspecto que se va a examinar aquí es si también existe alguna evidencia empírica de la
existencia de un efecto escala relativo al tamaño del mercado de trabajo regional. Con este fin se
ajusta econométricamente un panel de datos con efectos fijos regionales, como se indica en la
expresión (3.4):
cpd(i, t)=a(i, t)+b· (i, t)+ε(i, t)
(3.4)
En (3.4) (como ocurría en la expresión 3.2) a (i, t) hace referencia a los efectos fijos regionales
y ) ε(i, t) es una perturbación aleatoria. También aquí las variables se miden con dos
dimensiones, regional (i) y temporal (t). El signo esperado de b sería positivo, ya que las
regiones con mercados de trabajo mayores permiten un mayor desarrollo de las actividades que
desarrollan las ETTs.
Los resultados del ajuste de la ecuación (3.4) se presentan en el cuadro 3.6. En este caso, no
todos los parámetros estimados como efectos fijos para las regiones se muestran significativos
los niveles convencionales (los de Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Extremadura y
Madrid no son significativos ni siquiera a un nivel del 10%). Sin embargo el parámetro b sí que
se muestra muy significativo. La estimación puntual de este coeficiente indica que cada 1.000
trabajadores que existen en el mercado de trabajo el valor de cpd aumenta en 0,054 puntos.
Parece claro, por lo tanto, que en aquellas regiones en las que hay más trabajadores también se
produce una mayor penetración de las ETTs.
10
Cuadro 3.4. úmero de contratos de puesta a disposición en las España y en sus Comunidades Autónomas (1995-2008)
Año
1995
TOT
378.739
AND
ARA
31.831 10.250
AST
3.998
BAL
4.662
ICA
7.254
1996
809.139
68.244 23.902
8.564 12.131
29.851
CAN
2.317
CLM
3.956
CYL
CAT
14.540 119.162
CVA
20.691
EXT
1.756
GAL
10.139
7.992 11.683
41.389 228.027
52.690
7.596
1997 1.309.021 124.995 39.799 14.769 21.882
50.113 11.616 20.941
68.288 364.301
1998 1.803.547 194.596 51.126 21.267 29.580
MAD
94.978
MUR
6.958
NAV
7.430
PVA
RIO
36.238 2.491
30.969 170.198
18.014 17.753
73.135 6.477
91.265 11.638
58.525 247.769
32.745 28.478 109.507 11.832
55.378 17.645 32.211
88.365 476.790 139.690 20.105
82.431 339.592
61.289 39.325 137.269 15.518
1999 2.002.039 203.393 55.364 26.178 30.667
60.581 21.459 39.212
97.775 502.975 166.286 18.436
84.155 396.480 101.426 36.171 143.003 17.312
2000 2.005.132 176.249 60.857 22.396 25.362
53.438 20.819 41.334
96.971 482.894 207.723 13.936
85.660 394.730 123.118 36.927 145.371 16.680
2001 1.901.352 182.998 53.875 22.834 22.820
59.295 17.666 40.030
90.657 451.040 186.024 12.028
78.547 372.357 126.826 34.969 133.676 15.267
2002 1.849.453 170.881 46.477 21.487 22.128
60.099 18.540 35.322
95.282 442.982 197.950
9.651
76.534 333.800 133.030 36.340 133.970 14.476
2003 1.991.140 181.193 57.460 22.376 20.217
62.101 19.893 39.356 102.713 469.063 224.786 10.080
76.148 347.161 151.231 41.807 148.643 16.535
2004 2.209.477 200.999 59.874 24.114 22.534
66.857 22.210 52.700 111.211 505.699 258.261
9.740
84.541 401.791 165.584 38.419 165.487 19.399
2005 2.384.045 224.781 63.279 28.237 25.019
84.600 27.573 63.793 119.104 523.899 270.843
9.986
87.775 454.729 160.882 43.860 176.001 19.684
2006 2.557.097 246.958 68.789 31.889 25.554
94.273 29.111 73.953 130.195 558.608 279.749
9.988 102.530 447.204 190.538 51.522 193.885 22.351
2007 2.705.043 268.834 66.501 33.681 29.307 100.904 33.170 76.541 133.806 588.209 331.946 10.240 112.191 466.866 179.615 51.903 197.118 24.211
2008 2.207.585 222.581 56.792 30.168 20.128
88.633 26.797 62.549 125.206 444.691 284.607 10.940 100.036 369.263 151.114 44.634 150.436 18.610
Fuente: Anuario de Estadísticas Laborales. otas: Véase cuadro 3.1.
11
Cuadro 3.5. Ratio número de contratos de puesta a disposición por 1.000 ocupados en España y en
sus Comunidades Autónomas (1995-2008)
Año TOT AND ARA AST BAL ICA CAN CLM CYL CAT CVA EXT GAL MAD MUR NAV PVA RIO
1995 30,4 17,7 24,8 12,2 17,2 14,9 14,3
1996
7,9 18,5 54,5 16,1
63 36,2 57,1 26,2 41,4 58,4 50,1 22,6
6,2 10,6
55,8
21,1 39,1 51,5 28,5
52
100 39,9
26 32,9
96,7
54,2 88,4
102 70,7
1997 98,4 64,3 91,9 46,1 69,9 89,8 67,9 39,2 85,2
153 66,5
40
63
135
88,6
135
146
124
1998
130 95,4
114 65,2 91,5 95,2 98,4
1999
137 93,9
120 76,9
2000
57
108
191 96,3
68
87
177
158
181
178
159
88 96,3
120 66,9
114
191
109
58 86,7
191
246
160
176
168
130 77,1
126 63,7 66,6 79,3
109 67,2
110
175
127
41 84,7
179
277
153
172
155
2001
118 75,8
110 62,6 57,9 83,2 85,2 63,2
100
160
108
35 76,2
157
275
143
153
136
2002
112
68 93,6 57,7 53,3 80,1 88,3 53,5
103
155
112
28 73,9
134
274
147
150
125
2003
115
69
47 78,8 90,8 57,2
110
156
122
28 71,2
135
294
165
163
136
2004
123 72,7
111 61,8 50,2 82,9 98,8 73,5
116
163
132
26
78
149
305
147
180
151
2005
126
76
111 69,7 53,5
101
115 83,5
117
159
132
26 77,7
159
282
160
184
140
2006
130 79,4
119 75,3 51,5
107
117 92,7
125
163
130
25 88,1
150
319
182
197
156
2007
133 83,5
109 77,7 57,7
110
128 90,8
125
168
150
25
153
284
179
199
166
2008
109 70,7 92,9 66,8 39,5 103 103 74,2 117 127 128
27 83,4 121 241 154 151
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Anuario de Estadísticas Laborales y de la Encuesta
de Población Activa. otas: Véase cuadro 3.1.
127
111 58,1
94
Cuadro 3.6. Resultados de la estimación panel (variable dependiente número de CPDs por 1.000
trabajadores).
Coeficiente
Estadístico t
p-valor
AD
ARA
0,054
-63,928
72,212
5,1305
-2,3006
6,6229
0,00
0,02
0,00
AST
38,543
3,7415
0,00
BAL
34,581
3,3208
0,00
CAI
45,939
3,7915
0,00
CA
80,655
8,2484
0,00
CYL
50,430
3,7191
0,00
CLM
CAT
25,078
-3,334
2,1272
-0,1055
0,03
0,92
CVA
10,648
0,5146
0,61
EXT
14,145
1,3868
0,17
GAL
15,629
1,0750
0,28
MAD
13,158
0,4892
0,63
MUR
197,033
18,2876
0,00
AV
132,057
13,3766
0,00
PVA
110,575
8,3973
0,00
RIO
125,242
13,0311
0,00
R2
238
0,66
Fuente: Elaboración propia.
12
3.3. Análisis de las provincias de Castilla y León.
Tras haber estudiado la situación relativa de las ETTs en Castilla y León desde una perspectiva
interregional, para completar el escenario, en este epígrafe se estudia el detalle provincial.
Dado que la calidad de la información provincial no es tan alta como a nivel regional y que
algunas desagregaciones son más difíciles de hacer o que el estudio de ciertas variables
anteriormente analizadas no tiene sentido, en este epígrafe nos centramos en la variable cpd
definida en (3.3) y estudiamos sus cambios en las nueve provincias de Castilla y León. Se ha
descartado realizar un estudio del número de ETTs por trabajador dado que el pequeño tamaño
poblacional de las provincias de Castilla y León provoca fuertes oscilaciones en estos
indicadores sin una interpretación económica clara. Debe advertirse también que el periodo de
tiempo considerado es más limitado que antes, debido a las restricciones al acceso a la
información estadística. Nos referiremos en este caso al periodo que abarca desde 1998 hasta
2008.
En el cuadro 3.7 se expone el número de CPDs en cada una de las provincias de Castilla León
durante los últimos 11 años. En dicho cuadro se aprecia que la provincia de Valladolid es la que
más CPDs concentra, seguida de Burgos y Salamanca. En el lado opuesto se ubican Soria,
Zamora y Ávila.
Esta simple clasificación de las provincias de la región ya hace reflexionar que el tamaño
poblacional es un factor determinante para entender las cifras del cuadro 3.7. Para resolver esta
cuestión volvemos construir la ratio número de CPDs por ocupado (con datos procedentes de la
EPA) y así se elabora el cuadro 3.8.
Un primer aspecto que llama la atención es que la diferencia existente entre Castilla y León y
España es, en la mayoría de los casos, menor que la que puede encontrarse entre las diferentes
provincias y la media regional o entre las propias provincias.
La segunda cuestión que puede obtenerse del cuadro 3.8 es una idea clara del grado de
penetración de las ETTs en cada una de las provincias. Los datos de provincias como Valladolid
o Burgos (y en los últimos años Palencia) muestran unos mercados de trabajo locales en los que
las ETTs juegan un papel muy superior no solamente a la media regional sino, incluso, nacional.
En un segundo grupo podríamos incluir a Segovia, Salamanca y, en cierta medida, a Soria. Son
provincias que muestran un patrón muy similar al regional, si bien en los últimos años Segovia
y Salamanca lo tienden a superar, mientras que en el caso de Soria (especialmente en el último
año) se produce el fenómeno contrario. En el tercer grupo estarían Ávila, León y Zamora. Estas
provincias presentan ratios muy bajas, claramente menores que las medias española y regional.
Especialmente llamativo es el caso de León, una provincia con un cierto tamaño poblacional,
que de acuerdo al efecto escala comentado anteriormente debería poseer una mayor actividad de
las ETTs en su mercado laboral.
13
Cuadro 3.7. CPDs en las provincias de Castilla y León (1998-2008).
España
CyL
Ávila Burgos
León
Palencia Salamanca Segovia Soria Valladolid Zamora
1998 1.803.547
88.365 1.711
21.314 12.763
6.267
9.318
4.999 3.493
25.018
3.482
1999 2.002.039
97.775 1.633
21.955 13.774
6.370
15.298
5.374 3.625
25.668
4.078
2000 2.005.132
96.971 2.062
21.837 12.137
6.257
15.640
4.697 3.946
25.878
4.517
2001 1.901.352
90.657 2.600
19.400 12.519
5.759
14.360
5.165 3.614
22.474
4.766
2002 1.849.453
95.282 3.097
19.555 12.200
6.151
15.772
5.551 3.265
25.620
4.071
2003 1.991.140 102.713 3.238
21.032 11.755
7.453
13.349
6.815 3.455
30.433
5.183
2004 2.209.477 111.211 4.487
21.378 12.000
10.748
13.983
5.855 3.538
34.411
4.811
2005 2.384.045 119.104 8.230
22.185 12.050
10.862
15.035
6.894 3.648
34.993
5.207
2006 2.557.097 130.195 8.340
24.054 13.039
11.000
16.976
7.756 4.431
38.108
6.491
2007 2.705.043 133.806 7.751
23.843 12.556
11.612
19.092
9.559 5.137
38.866
5.390
2008 2.207.585 125.606 5.435
21.538 11.917
13.762
18.569
10.648 3.661
35.212
4.864
Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario de Estadísticas Laborales.
Cuadro 3.8. CPDs por mil trabajadores en las provincias de Castilla y León (1998-2008)
España
CyL
Ávila Burgos
León
Palencia
Salamanca
Segovia
Soria Valladolid Zamora
1998
130,1
107,5
31,3
174,1
82,1
107,5
81,9
93,1
99,5
143,7
64
1999
136,7
113,6
30
169,3
84,5
111,3
135,6
90,5
97,5
133,4
75,3
2000
129,7
109,6
35,8
162
76,6
102,5
129,8
81,7
107
130,2
76,5
2001
118,1
100,4
44,9
138,9
77,6
97
110
90,8
95,7
114
76,7
2002
111,5
103,4
53,7
133,4
76,2
98,7
121,9
94,8
81,8
123,9
67,5
2003
115,4
109,6
55,2
141,4
71,6
114,3
105,9
108,4
87,5
143,3
86,6
2004
123,3
115,9
72,7
142,5
71,8
164,1
104,6
86
91,1
162,5
76,7
2005
126
116,5
129
139,2
65,3
151,4
105,8
99,3
96,1
155,7
75,6
2006
129,8
124,5
125
147,9
70,2
156,4
123,3
109,8
112
156,9
94
2007
133,2
124,7
110
142
63,7
165,8
143,1
137,2
119
155,2
75,8
2008
109,2
117,6
82,5
121,8
61,5
211,3
138,4
146,3
86,4
143,1
68,7
Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario de Estadísticas Laborales y de la Encuesta de
Población Activa.
14
3. COCLUSIOES
En esta investigación se ha analizado el papel que juegan las empresas de trabajo temporal en el
mercado de trabajo de Castilla y León y se ha comparado con la importancia que tiene este tipo
de empresas en el resto Comunidades Autónomas y en el conjunto del país.
En la parte primera del trabajo, con el objetivo de conocer de manera precisa lo que es una
empresa de trabajo temporal y de situar el análisis posterior, se han presentado las
características principales que definen su actividad y los rasgos esenciales de la regulación legal
de las ETTs en España. Aquí se ha puesto de manifiesto que las ETTs en España no realizan una
función de colocación o de mera puesta en contacto entre una empresa y un trabajador, ni
tampoco asumen la ejecución de la obra o servicio de una empresa con sus propios trabajadores,
sino que su función específica es la de contratar a trabajadores para cederlos temporalmente a
otras empresas (empresas usuarias). Es esta cesión de los trabajadores lo distintivo de las ETTs
con respecto a la relación laboral ordinaria. Entre la ETT y la empresa usuaria se formaliza un
contrato mercantil, llamado contrato de puesta a disposición, y entre la ETT y el trabajador se
formaliza un contrato de trabajo.
El análisis económico comparado permite apreciar que Castilla y León es una región en la que
el número de ETTs ha experimentado una reducción del 9% en el periodo 1995-2008. Esta cifra
contrasta con la de la mayor parte de las Comunidades Autónomas en las que esta cifra ha
aumentado o con la del propio conjunto nacional en el que él numero de ETTs ha aumentado un
15%. También presenta una de las menores ratios de ETTs por 100.000 ocupados de España,
incluso si se corrige por el diferente tamaño poblacional de los mercados de trabajo de las
regiones.
Lo anterior parece indicar que las ETTs no han penetrado demasiado en el mercado de trabajo
castellano y leones. Sin embargo, la observación de los datos relativos a los CPDs refleja una
realidad diferente. Este tipo de contratos han experimentado un incremento notable en el
periodo considerado y además la ratio de CPDs por 1.000 ocupados se ubica ligeramente por
encima de la media española. Por lo tanto, la conclusión es que el grado de desarrollo de la
actividad de las ETTs en Castilla y León se sitúa por encima de la media nacional.
Del detalle provincial, se obtiene el resultado de que existe una gran diversidad entre las
provincias de Castilla y León. Mientras Valladolid, Palencia y Burgos tiente ratios de CPDs por
1.000 trabajadores sensiblemente mayores que los nacionales, hay otras provincias como León o
Zamora que tienen unos cocientes muy bajos. Especialmente llamativo es el caso de León, una
provincia con un cierto tamaño poblacional, que de acuerdo al efecto escala comentado debería
poseer una mayor actividad de las ETTs en su mercado laboral.
BIBLIOGRAFÍA
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15
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Muñoz-Bullón, F y Fernández, I. (2005). "Las Empresas de Trabajo Temporal" en J. Bonache y
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Legislación
Estatuto de los Trabajadores.
Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se regulan las Empresas de Trabajo Temporal.
Real Decreto 4/1995, de 13 de enero, por el que se desarrolla la ley 14/1994, de 1 de junio, por
la que se regulan las Empresas de Trabajo Temporal.
Real Decreto 2720/1998, de 18 diciembre, por el que se desarrolla el artículo 15 del Estatuto de
los Trabajadores en materia de contratos de duración determinada.
Real Decreto 216/1999, de 5 de febrero, sobre disposiciones mínimas de Seguridad y Salud en
el Trabajo en el Ámbito de las Empresas de Trabajo Temporal.
Ley 29/1999, de 16 de julio, de Modificación de la Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se
regulan las Empresas de Trabajo Temporal.
Ley 45/1999, de 29 de noviembre, sobre el desplazamiento de trabajadores en el marco de una
prestación de servicios transnacional.
Real Decreto Legislativo 5/2000 de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la
ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social.
Ley 14/2000, de 29 de diciembre, de medidas fiscales, administrativas y del orden social.
Ley 12/2001, de 9 de julio, de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el
incremento del empleo y la mejora de su calidad.
Real Decreto-Ley 10/2010, de 16 de junio, de medidas urgentes para la reforma del mercado de
trabajo.
16
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