LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL E EL MERCADO DE TRABAJO DE CASTILLA Y LEÓ: U AÁLISIS COMPARADO. Ángel L. MARTÍN ROMÁN Alfonso MORAL de BLAS J. Carlos RODRÍGUEZ CABALLERO Departamento de Fundamentos del Análisis Económico e Historia e Instituciones Económicas Universidad de Valladolid RESUME En este trabajo se analiza el papel que vienen desempeñando en el mercado de trabajo de Castilla y León las empresas de trabajo temporal. Se trata de analizar la presencia de estas empresas en el mercado de trabajo regional y de precisar la contribución que hasta el momento han tenido en la gestión del empleo y en la provisión de efectivos al mercado de trabajo regional. Se procederá a sistematizar los datos disponibles sobre el número de estas empresas y sobre el número de contratos que realizan con las empresas clientes y se elaborarán con ellos indicadores que permitan conocer la penetración de las ETTs en el mercado de trabajo regional. Este estudio se realiza de forma que también ofrezca una visión comparada de la incidencia de las empresas de trabajo temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León (y de sus nueve provincias) en relación con la incidencia que tienen este tipo de empresas en el mercado de trabajo del resto de regiones españolas y en el conjunto de España. Con ello tendremos una idea de cómo la actividad de este tipo de empresas puede contribuir a paliar los efectos que sobre el empleo tiene la actual crisis económica en el momento en el que la recién aprobada reforma laboral ha abierto las puertas a la reconversión de las ETTs en agencias privadas de empleo y ha levantado algunas restricciones a su actividad, como la posibilidad de proporcionar trabajadores eventuales a las Administraciones Públicas o a la construcción. 1 LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL E EL MERCADO DE TRABAJO DE CASTILLA Y LEÓ: U AÁLISIS COMPARADO. 1.- ITRODUCCIÓ La presencia de las empresas de trabajo temporal en nuestro país es relativamente reciente; no obstante, a pesar de su corto recorrido histórico, su funcionalidad en el mercado de trabajo ha ido variando notablemente desde sus inicios en los años noventa al momento actual debido, tanto a los cambios legislativos producidos como al tipo de servicios que efectivamente se demandan de las mismas. Aunque la legislación española reduce la función de las ETTs a facilitar trabajadores temporales a las empresas clientes que se lo solicitan, la realidad muestra que estas empresas además de proporcionar una respuesta inmediata a las necesidades de contratación temporal, realizan actividades cada vez mas profesionalizadas como son la intermediación en el mercado de trabajo, la selección del trabajador idóneo y la formación profesional y en prevención de los trabajadores contratados. La ampliación de las funciones y de las actividades normativamente establecidas para las empresas de trabajo temporal, de forma que estas pasasen a gestionar todo tipo de contratos de trabajo y a comportarse como verdaderos intermediarios en el mercado laboral, ha sido durante los últimos años una de las reivindicaciones más persistentes de la patronal del sector de Empresas de Trabajo Temporal en España. En gran parte de los países europeos las ETTs ya se han convertido en Agencias Privadas de Empleo incrementando así sus posibilidades laborales, expansivas y, claro, económicas. La recién aprobada reforma laboral1 en España ha abierto finalmente las puertas a la reconversión de las ETTs en agencias privadas de colocación, como en la mayoría de los países europeos, en estrecha colaboración con el servicio público de empleo. Además la reforma levanta algunas restricciones, como la posibilidad de proporcionar trabajadores eventuales a las Administraciones Públicas o a la construcción, aunque el sector de las ETTs considera que, de momento, es sólo un buen punto de partida para empezar a trabajar. La importancia de convertirse en Agencias Privadas de Empleo permitiría a estas empresas gestionar todo tipo de contratos laborales, que actuando como ETTs, tienen vetados. Además estos nuevos contratos de trabajo abrirían las puertas a participar del mercado laboral de sectores de actividad en los que hasta ahora las ETTs tenían importantes limitaciones, como es la Administración Pública y la Construcción. La importancia de que el proceso se desarrolle en España como en la mayoría de los países de Europa radica en la creación de puestos de trabajo que podría suponer contribuyendo a paliar los efectos que sobre el empleo tiene la actual crisis económica. El objetivo de este trabajo es analizar el papel que vienen desempeñando en el mercado de trabajo de Castilla y León las empresas de trabajo temporal. Se trata de analizar la presencia de estas empresas en el mercado de trabajo regional y de precisar la contribución que hasta el momento han tenido en la gestión del empleo y en la provisión de efectivos al mercado de trabajo regional. 1 El gobierno de España aprobó mediante Real Decreto-Ley 10/2010, de 16 de junio, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo, la reforma laboral que llevaba gestándose durante los últimos tres años. Esta reforma entró en vigor el pasado 18 de junio de 2010, si bien es una reforma temporal, ya que actualmente se está tramitando como Proyecto de Ley ante el Parlamento, lo que da ocasión a que los partidos políticos allí representados incluyan sus enmiendas, debiéndose revocar posteriormente todos los artículos de la actual reforma que contradigan la reforma definitiva. 2 La estructura del trabajo es la siguiente: tras esta introducción, en el segundo apartado se presentan los rasgos más importantes de la regulación española de las ETTs para conocer de forma precisa las actividades a las que se dedican. Aquí se pone de manifiesto que las ETT son empresas de servicios cuya actividad empresarial consiste en la cesión temporal de trabajadores a otras empresas. Es esta cesión de los trabajadores lo distintivo de las ETTs con respecto a la relación laboral ordinaria, estableciéndose una relación triangular en la que la empresa cliente abona una cantidad a la ETT a cambio de los servicios del trabajador cedido. El tercer apartado se centra el estudio cuantitativo del impacto de las empresas de trabajo temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León. Se procederá a sistematizar los datos disponibles sobre el número de estas empresas y sobre el número de contratos que realizan con las empresas clientes (empresa usuarias) y se elaborarán con ellos indicadores que permitan conocer la penetración de las ETTs en el mercado de trabajo regional. Este estudio se realizará de manera que también ofrezca una visión comparada de la incidencia de las empresas de trabajo temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León (y de sus nueve provincias) en relación con la incidencia que tienen este tipo de empresas en el mercado de trabajo del resto de regiones españolas y en el conjunto de España. Finalmente en el apartado cuarto se sintetizan los resultados y las conclusiones más relevantes. 2. ATURALEZA Y REGULACIÓ DE LAS EMPRESAS DE TRABAJO TEMPORAL E ESPAÑA En España, tras el proceso de reforma laboral de los años 1993 y 1994, las ETTs quedaron legalizadas como forma lícita de cesión de trabajadores2. En la actualidad las empresas de trabajo temporal se rigen por la Ley 14/1994 que regula las empresas de trabajo temporal, reformada por la Ley 29/1999, y por otras normas específicas que han regulado aspectos muy concretos relativos a su funcionamiento. Asimismo se rigen también por el Convenio Colectivo aplicable a dichas empresas. La naturaleza de una empresa de trabajo temporal viene condicionada por su definición legal: son empresas cuya actividad consiste en poner a disposición de otra empresa, denominada usuaria, con carácter temporal, trabajadores por ella contratados, para que puedan hacer frente a necesidades también temporales3. La ETT no realiza una función de colocación o de mera puesta en contacto entre una empresa y un trabajador (agencia de colocación), ni tampoco asume la ejecución de la obra o servicio de una empresa con sus propios trabajadores (empresas contratistas o auxiliares), sino que su función específica es la de contratar a trabajadores para cederlos temporalmente a otras empresas. Las ETT son, por tanto, empresas de servicios cuya actividad empresarial consiste en la cesión temporal de trabajadores a otras empresas. Es esta cesión de los trabajadores lo distintivo de las ETTs con respecto a la relación laboral ordinaria. Aquí se establece una relación triangular en la que la empresa usuaria abona una cantidad a la ETT a cambio de los servicios del trabajador cedido. De hecho, entre la ETT y la empresa usuaria se formaliza un contrato mercantil, llamado contrato de puesta a disposición, y entre la ETT y el trabajador se formaliza un contrato de trabajo. 2 En realidad, desde los años 80 estarían funcionando en España empresas de trabajo temporal, especialmente multinacionales del sector, de modo más o menos paralegal como consultoras de selección o de formación, o como prestadoras de servicios a empresas bajo forma de subcontratas (Albizu, 1997). 3 Art. 1 de la Ley 14/1994. 3 El contrato de puesta a disposición tiene por objeto la cesión o suministro temporal de mano de obra, teniendo la utilidad para la empresa de trabajo temporal de la percepción de la compensación económica y para la empresa usuaria la disponibilidad de personal externalizando su gestión a través de la contratación temporal “indirecta” frente a la alternativa de la contratación temporal “directa”. Es siempre temporal y su celebración ha de tener siempre una fundamentación causal en la satisfacción de necesidades temporales de mano de obra por parte de la empresa usuaria. En concreto, solamente se puede celebrar para satisfacer necesidades temporales de personal en los cuatro supuestos siguientes, determinados por la legislación4: - Realización de una obra o servicio determinados. - Atención de las exigencias circunstanciales el mercado, acumulación de tareas o exceso de pedidos. - Para sustituir trabajadores de la empresa usuaria con derecho al puesto de trabajo (enfermedad, vacaciones o excedencia) - Para cubrir de forma temporal un puesto de trabajo permanente mientras dure el proceso de selección o promoción. El contrato de trabajo celebrado entre la empresa de trabajo temporal y el trabajador para prestar servicios en la empresa usuaria puede concertarse por tiempo indefinido o por duración determinada coincidente con la del contrato de puesta a disposición5. Es por lo tanto la ETT el verdadero empresario del trabajador cedido. Ella es quien le abona su salario y las cotizaciones a la seguridad social y mantiene el poder disciplinario y sancionador sobre él. No obstante, la empresa usuaria responde subsidiarimente de las obligaciones salariales y es además quien, legalmente está autorizada para poner en conocimiento de la ETT los eventuales incumplimientos de los trabajadores cedidos para que adopte las medidas disciplinarias correspondientes. Es decir, el trabajador cedido está sujeto en la práctica a un doble control disciplinario, aunque sólo la ETT pueda sancionarle. En relación con las condiciones de trabajo aplicables al contrato de trabajo entre ETT y trabajadores cedidos, la regulación de las ETTs establece algunas normas específicas. Entre estas, la regla fundamental se refiere al régimen retributivo, objeto de la reforma llevada a cabo en 1999. Desde esta reforma los trabajadores cedidos y los trabajadores propios de la empresa usuaria perciben la misma remuneración: la retribución total establecida para el puesto de trabajo a desarrollar en el convenio colectivo aplicable a la empresa usuaria, calculada por unidad de tiempo. Junto con la equiparación salarial, los sucesivos convenios colectivos del sector han llevado a cabo una equiparación de otras condiciones de trabajo, especialmente el tiempo de trabajo y su distribución, a los convenios colectivos aplicables a las empresas usuarias. 4 Art. 6 de la Ley 14/1994 modificado por Ley 29/1999 y art. 4.1 del Real Decreto 2720/1998 por el que se desarrolla el art. 15 del Estatuto de los Trabajadores. La legislación también señala cuatro supuestos en los que de manera expresa se prohíbe la celebración de contratos de puesta a disposición (Art. 8 de la Ley 14/1994 modificado por Ley 12/2001 de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad). 5 Art. 10 y 11 de la Ley 14/1994, modificados por las leyes 29/1999, 14/2000 de medidas fiscales, administrativas y de orden social y 12/2001 de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad. A partir de la reforma de la ley de ETTs de 1999 es obligatorio por parte de estas empresas contar con un mínimo de doce trabajadores con contrato indefinido para prestar servicios bajo su dirección-trabajadores de estructura- por cada mil trabajadores contratados anualmente para ser cedidos a empresas usuarias -trabajadores en misión-. Esta obligatoriedad no obedece a un afán de estabilizar la situación laboral de los trabajadores cedidos, pues el legislador tiene claro que la temporalidad es consustancial a la cesión de mano de obra. Lo que persigue es otra cosa: asegurarse de que la ETT disponga de una estructura organizativa suficiente, adecuada y, además, estable. 4 Las diversas leyes y normas aplicables a las ETTs y el proceso de autorregulación de las mismas que han seguido a la primera ley que las reguló en 1994 han supuesto importantes cambios que han ido sobre todo en la línea de mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores cedidos. Sin embargo, y, a pesar de la evolución legislativa que se ha llevado a cabo en el sector, las ETTs tienen aún un trato diferencial con respecto a otro tipo de fórmulas de contratación directa. Cabe señalar al respecto cinco elementos diferenciadores: 1. Las ETTs cuentan con un marco regulatorio específico en materia de prevención de riesgos laborales que, entre otras cosas, permite la cesión de trabajadores sólo y, exclusivamente, en empresas que tengan elaborado su plan de prevención de riesgos laborales6. 2. El sector de las ETTs es el único sector al que la normativa obliga a destinar el 1 por ciento, más el 0,25 por ciento adicional por Convenio Colectivo, de su masa salarial a formación de los trabajadores cedidos7. 3. Las ETTs en España tienen limitaciones en cuanto a su actividad. Tienen severas restricciones en la cesión de trabajadores para realizar actividades de especial peligrosidad definidas normativamente y, han tenido, hasta la entrada en vigor de la recién aprobada reforma laboral (véase nota a pie de página 1) limitaciones en actividades de construcción, actividades de minería, trabajos relacionados con explosivos, etc.) y para trabajar en las Administraciones Públicas8. 4. Las ETTs están obligadas a pagar una mayor indemnización a sus trabajadores por fin de contrato en relación a los trabajadores con contrato temporal directo (doce días por año trabajado frente a los ocho días que, en general, se establece para los contratos temporales directos)9. 5. Sobre las ETTs repercute también especialmente el incremento del 36 por ciento en la cuota empresarial por contingencias comunes que recae sobre los contratos de menos de 7 días (que suponen en torno al 30 por ciento de los celebrados por estas empresas)10. 3. PEETRACIÓ DE LAS ETTs E EL MERCADO DE TRABAJO DE CASTILLA Y LÉÓ: U AÁLISIS COMPARADO. Este apartado se centra el estudio cuantitativo del impacto de las empresas de trabajo temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León. Se procede a sistematizar la información disponible mediante la elaboración de índices que permitan estudiar la realidad de las ETTs dentro de Castilla y León así como la situación relativa de estas empresas dentro de la región en 6 Real Decreto 216/1999, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo en el ámbito de las empresas de trabajo temporal. 7 Art. 12 Ley 14/1994, modificado por Ley 29/1999. 8 No obstante, en el art. 17.6, apartado 2 del Real Decreto-Ley 10/2010, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo, se establece que mediante acuerdos interprofesionales o convenios colectivos podrán determinarse, por razones de seguridad y salud en el trabajo, limitaciones para la celebración de contratos de puesta a disposición en las actividades de la construcción, la minería a cielo abierto, las industrias atractivas por sondeos en superficie terrestre y en los trabajos relacionados con explosivos. 9 Art. 11 Ley 14/1994 modificado por Ley 29/1999. 10 Introducido por Ley 12/2001 de medidas urgentes de reforma del mercado de trabajo para el incremento del empleo y la mejora de su calidad 5 comparación con el conjunto nacional. El análisis se lleva a cabo en dos fases. En la primera se toma como referencia el ámbito estrictamente regional y se comparan los principales agregados de la región con los del conjunto de la nación así como con los de las restantes Comunidades Autónomas españolas. En la segunda se adopta la perspectiva provincial para poner de manifiesto las similitudes y las posibles diferencias entre las nueve entidades locales de Castilla y León. 3.1. El número de ETTs Una forma natural de comenzar el estudio de las ETTs en Castilla y León es observar el número existente de éstas en la región, ver cómo dicho número ha ido evolucionando en el tiempo y compararlo con el de otros ámbitos geográficos. Eso es lo que se hace en el cuadro 3.1 para el periodo comprendido entre 1995 y 2008. Como se puede observar, en 1995 operaban 33 ETTs en Castilla y León. Al final de los años considerados solamente había en la región 30 ETTs, lo que significa una reducción del 9% en términos relativos durante estos años. No obstante esta reducción no ha sido, ni mucho menos, constante. De hecho, durante los primeros años del periodo estudiado el número de ETTs en la región ascendió hasta alcanzar un número máximo de 41 en el año 1997. A partir de ese momento el volumen de este tipo de empresas ha tendido a reducirse hasta llegar a un número de 30 en 2008. En el cuadro 3.1 se puede comprobar también que en estos catorce años el número de ETTs se ha incrementado considerablemente en unas regiones mientras que se ha reducido, también sensiblemente en otras. Contrasta el dato de Murcia que multiplica su número de ETTs por un factor de aproximadamente 2,5 con el de Extremadura, región en la que se reduce el número de estas empresas en un tercio. En general, se aprecia una cierta regularidad empírica que podría explicarse recurriendo a argumentos relacionados con la estructura productiva y ocupacional de los territorios: en las regiones de la zona mediterránea y los archipiélagos (con excepción de Castilla La Mancha y Aragón) se observan crecimientos por encima de la media nacional, mientras que en el centro y en el norte de España los crecimientos en el número de empresas son menores o, incluso, se aprecian reducciones. Una pregunta que parece pertinente responder es si el número de ETTs ha experimentado una evolución similar en todas las regiones y en el conjunto de España. En el cuadro 3.1 se puede seguir dicha evolución, si bien, no es una tarea sencilla debido a la diferencia en el número de dichas empresas, consecuencia, entre otras cosas, del diferente tamaño de los mercados de trabajo regionales. Para facilitar esta tarea se ha elaborado el índice siguiente: e= E x (3.1) donde e hace referencia a la variable que vamos a analizar, E es el cardinal del número de ETTs en cada región, hace referencia al número de ocupados en cada Comunidad Autónoma y x es simplemente un parámetro de escala que hace que el valor de la ratio tome un valor más inteligible (por ejemplo, en la expresión considerada x= 100.000 y así e representa el número de ETTs por 100.000 ocupados). En el cuadro 3.2 se muestran los datos referidos a la ratio definida por la expresión (3.1). Una advertencia que hay que hacer es que los datos del conjunto nacional no son estrictamente comparables con los de las Comunidades Autónomas porque como apunta el Ministerio de Trabajo e Inmigración cuando elabora el Anuario de Estadísticas Laborales: “(…) Los datos para cada comunidad autónoma y provincia se corresponden con las ETTs que tienen algún centro de trabajo en el respectivo ámbito territorial. Dado que una misma ETT puede tener centros de trabajo en varias provincias pertenecientes a una o varias comunidades autónomas dependiendo de su ámbito de 6 actuación, la suma de los datos para cada comunidad autónoma no tiene por qué coincidir con el total nacional”. Este cuadro pone de manifiesto importantes diferencias en el número de ETTs por 100.000 ocupados en las diferentes regiones españolas. Un primer dato que merece la pena ser destacado es que el número ETTs por trabajador ha tendido a reducirse claramente para la mayoría de las regiones españolas. Podríamos hacer dos excepciones en este comentario. En primer lugar la región de Aragón que, tras presentar algunos altibajos a lo largo del periodo de tiempo considerado, termina en 2008 con una cifra muy similar a la de 1995. Y, en segundo lugar, Murcia que presenta un patrón totalmente opuesto al del resto de las regiones. Esta reducción generaliza podía ser consecuencia de los cambios normativos e institucionales comentados en el apartado anterior de este trabajo. Cuadro 3.1. úmero de ETTs en las España y en sus Comunidades Autónomas (1995-2008) Año TOT AND ARA AST BAL ICA CAN CLM CYL CAT CVA EXT GAL MAD MUR NAV PVA RIO 1995 316 47 28 23 16 22 16 21 33 106 46 15 27 124 21 25 61 14 1996 399 60 28 25 18 25 18 27 38 124 55 16 30 163 28 27 67 18 1997 428 62 32 27 18 24 18 28 41 140 65 15 34 172 30 30 66 19 1998 435 67 37 28 21 28 17 31 38 144 69 16 35 174 32 30 72 17 1999 411 74 44 26 23 32 21 31 39 135 72 15 38 161 32 32 71 19 2000 364 71 36 21 22 27 18 26 37 126 64 12 35 151 30 30 58 18 2001 346 69 37 21 20 29 17 25 37 123 65 12 33 142 34 31 58 18 2002 335 69 33 21 19 29 17 26 36 119 64 11 31 133 34 27 49 17 2003 326 66 29 21 20 30 16 23 36 112 64 10 30 124 38 26 46 16 2004 342 67 31 22 21 30 16 25 34 114 68 10 31 127 44 26 46 16 2005 346 70 33 24 20 30 16 20 32 125 74 10 31 119 49 28 46 17 2006 350 69 40 24 21 32 17 31 29 119 80 12 29 114 53 27 46 16 2007 368 72 41 20 23 31 16 38 31 118 93 12 30 115 55 27 46 16 2008 363 73 40 22 19 27 17 41 30 124 91 10 27 116 54 26 46 15 Fuente: Anuario de Estadísticas Laborales. otas: (TOT=Total acional; AD=Andalucía; ARA=Aragón; AST=Asturias; BAL=Baleares; ICA=Canarias; CA=Cantabria; CLM=Castilla La Mancha; CYL=Castilla y León; CAT=Cataluña; CVA=Comunidad Valenciana; EXT=Extremadura; GAL=Galicia; MAD=Madrid; MUR=Murcia; AV=avarra; PVA=País Vasco; RIO=La Rioja). Los datos para cada comunidad autónoma y provincia se corresponden con las ETTs que tienen algún centro de trabajo en el respectivo ámbito territorial. Dado que una misma ETT puede tener centros de trabajo en varias provincias pertenecientes a una o varias comunidades autónomas dependiendo de su ámbito de actuación, la suma de los datos para cada comunidad autónoma no tiene por qué coincidir con el total nacional. 7 En segundo lugar, a simple vista parece observarse un cierto efecto escala. Esto quiere decir que las regiones con mercados de trabajo mayores tienden a presentar unos ratios menores de ETTs por trabajador. Por ello, parece interesante testar esta cuestión. Para ello se ajusta econométricamente un panel de datos con efectos fijos regionales, tal y como se especifica en la expresión (3.2): e (i, t)=a (i, t)+bN (i, t)+ε (i, t) (3.2) En (3.2) a(i, t) hace referencia a los efectos fijos regionales y ε (i, t) es una perturbación aleatoria. Las variables se miden con dos dimensiones, regional (i) y temporal (t). El parámetro de interés es b. Si b es menor que 0 significativamente, se puede decir que el efecto escala anteriormente comentado existe estadísticamente. Cuadro 3.2. Ratio número de ETTs por 100.000 ocupados en España y en sus Comunidades Autónomas (1995-2008) Año TOT AD ARA AST BAL ICA CA CLM CYL CAT CVA EXT GAL MAD MUR AV PVA RIO 1995 2,5 2,6 6,8 7 5,9 4,5 9,9 4,2 4,2 4,8 3,6 5,3 2,8 7,3 6,4 13,2 8,7 16 1996 3,1 3,2 6,7 7,6 6,1 4,9 11,3 5,2 4,8 5,4 4,2 5,6 3,2 9,3 8,4 13,4 9,3 20 1997 3,2 3,2 7,4 8,4 5,7 4,3 10,5 5,2 5,1 5,9 4,7 5,1 3,7 9,4 8,1 14,2 8,8 20 1998 3,1 3,3 8,2 8,6 6,5 4,8 9,5 5,5 4,6 5,8 4,8 5,4 3,7 9,1 8,2 13,8 9,3 17 1999 2,8 3,4 9,5 7,6 6,6 5,1 11,8 5,3 4,5 5,1 4,7 4,7 3,9 7,7 7,8 14,2 8,7 19 2000 2,4 3,1 7,4 6 5,8 4 9,4 4,2 4,2 4,6 3,9 3,6 3,5 6,8 6,8 12,4 6,9 17 2001 2,1 2,9 7,6 5,8 5,1 4,1 8,2 3,9 4,1 4,4 3,8 3,5 3,2 6 7,4 12,7 6,6 16 2002 2 2,7 6,6 5,6 4,6 3,9 8,1 3,9 3,9 4,2 3,6 3,2 3 5,3 7 10,9 5,5 15 2003 1,9 2,5 5,6 5,5 4,6 3,8 7,3 3,3 3,8 3,7 3,5 2,8 2,8 4,8 7,4 10,3 5 13 2004 1,9 2,4 5,7 5,6 4,7 3,7 7,1 3,5 3,5 3,7 3,5 2,7 2,9 4,7 8,1 10 5 13 2005 1,8 2,4 5,8 5,9 4,3 3,6 6,7 2,6 3,1 3,8 3,6 2,6 2,7 4,2 8,6 10,2 4,8 12 2006 1,8 2,2 6,9 5,7 4,2 3,6 6,8 3,9 2,8 3,5 3,7 3 2,5 3,8 8,9 9,5 4,7 11 2007 1,8 2,2 6,7 4,6 4,5 3,4 6,2 4,5 2,9 3,4 4,2 2,9 2,5 3,8 8,7 9,3 4,6 11 2008 1,8 2,3 6,5 4,9 3,7 3,1 6,5 4,9 2,8 3,5 4,1 2,4 2,2 3,8 8,6 9 4,6 10 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Anuario de Estadísticas Laborales y de la Encuesta de Población Activa. otas: Véase cuadro 3.1. Los resultados del ajuste de la ecuación (3.2) se muestran en el cuadro 3.3. Los coeficientes estimados de los efectos fijos de cada región se muestran muy significativos estadísticamente, lo que parece estar indicando que existen importantes particularidades en los mercados de trabajo locales. Además el coeficiente estimado de la variable que mide el número de ocupados en cada región presenta un signo negativo y también se muestra muy significativo desde un punto de vista estadístico, lo que podemos interpretar como que efectivamente existe el efecto escala anteriormente comentado. El significado de este coeficiente es el siguiente: por cada 100.000 ocupados que existen en una región se reduce el número de empresas por trabajador en un factor igual a 0,26. 8 Cuadro 3.3. Resultados de la estimación panel (variable dependiente número de ETTs por 100.000 trabajadores). Coeficiente -0,261 9,241 AD 8,288 ARA 7,320 AST 6,215 BAL 5,919 CAI 9,062 CA CYL 6,285 6,028 CLM 11,903 CAT 8,554 CVA 4,666 EXT 5,773 GAL 12,395 MAD 9,128 MUR 12,283 AV 8,873 PVA 15,230 RIO R2 Fuente: Elaboración propia. Estadístico t -6,7870 9,0741 20,7396 19,3887 16,2858 13,3298 25,2853 12,6472 13,9509 10,2818 11,2802 12,4812 10,8344 12,5730 23,1160 33,9475 18,3850 43,2370 238 0,86 p-valor 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 3.2. El número de contratos de puesta a disposición Además del número de ETTs existente en cada región, otra cifra que puede aportar información muy relevante es el número de contratos de puesta a disposición (CPD). Desde el punto de vista metodológico vamos a proceder como en la sección anterior: primero ponemos el énfasis en el número de contratos y después en la ratio contratos por ocupado. En el cuadro 3.4 se reproduce la información relativa al número de contratos de puesta a disposición firmados entre las ETTs y sus empresas usuarias en cada región. Si nos centramos, en primer lugar, en los datos de Castilla y León se puede decir que la serie estadística presenta una clara tendencia positiva aunque matizada con algunos componentes cíclicos. Así, comienza con una cifra de 14.540 contratos firmados en 1995 y este monto aumenta año tras año hasta alcanzar un guarismo de 97.775 contratos en 1999. A continuación se aprecian dos años de contracción en esta variable que provoca que el número de este tipo de contratos se ubique en un nivel 90.657 en el año 2001. A partir de ese momento la cifra vuelve a crecer hasta el penúltimo año considerado (133.806 contratos en el año 2007) para volver a caer ligeramente en 2008 hasta una cifre de 125.206 contratos. A modo de resumen se puede decir que el número de contratos de puesta a disposición en Castilla y León aumentó un 761% entre 1995 y 2008. Si comparamos este patrón de comportamiento con las cifras del conjunto nacional se obtienen dos conclusiones bastante claras. La primera es que el perfil de uso de este tipo de contrato a lo largo del tiempo es muy parecido en el conjunto de España y en Castilla y León desde un punto de vista cualitativo. La segunda es que el incremento observado en la región es sensiblemente más intenso que el producido en España. Como se explicó con anterioridad, en un análisis regional el estudio de los niveles de las variables presenta el inconveniente de que éstos están influidos por el diferente tamaño poblacional de dichas regiones que determina el tamaño del mercado de trabajo. Por este motivo, de nuevo, se examina una variable que corrige este efecto. 9 cpd = CPD x (3.3) En la ecuación (3.3) las variables se interpretan de forma similar a las de la ecuación (3.1). cpd es la variable de interés, CPD es el volumen de contratos de puesta a disposición en cada Comunidad Autónoma y es el número de ocupados que mide la Encuesta de Población Activa. La única diferencia es que el parámetro de escala x toma el valor 1.000 en lugar de 100.000 (debido al mayor valor que toma la variable CPD). El cuadro 3.5 recoge la información relativa al número de CPDs por 1.000 trabajadores ocupados. En él se pueden comprobar las importantes discrepancias existentes entre las regiones españolas. Además, hay que apuntar que esta variable es un buen indicador del grado de penetración de las ETTs en los mercados de trabajo regionales. La primera conclusión que se puede extraer de estos datos es que con excepción de la región de Extremadura, el resto de Comunidades Autónomas presentan una cifra de CPDs por trabajador mayor en 2008 de lo que ésta era en 1995. Otro hecho destacable es que en 1995 solamente había tres regiones que presentaban una ratio superior a 50 CPDs por cada 1.000 trabajadores: Cataluña, Madrid y el País Vasco. Un segundo comentario que se puede hacer es que se observan dos comportamientos en el global de los datos: el de aquellas regiones en las que la variable cpd alcanza su máximo local en torno a finales de los años 90 y el de aquellas otras en las que el máximo se logra a mitad de los años 2000. En el primer grupo estarían Andalucía, Aragón, Baleares, Cataluña, Madrid, Extremadura y La Rioja. En el segundo grupo estaría la propia Castilla y León junto con Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia, Navarra y el País Vasco. El tercer aspecto que se va a examinar aquí es si también existe alguna evidencia empírica de la existencia de un efecto escala relativo al tamaño del mercado de trabajo regional. Con este fin se ajusta econométricamente un panel de datos con efectos fijos regionales, como se indica en la expresión (3.4): cpd(i, t)=a(i, t)+b· (i, t)+ε(i, t) (3.4) En (3.4) (como ocurría en la expresión 3.2) a (i, t) hace referencia a los efectos fijos regionales y ) ε(i, t) es una perturbación aleatoria. También aquí las variables se miden con dos dimensiones, regional (i) y temporal (t). El signo esperado de b sería positivo, ya que las regiones con mercados de trabajo mayores permiten un mayor desarrollo de las actividades que desarrollan las ETTs. Los resultados del ajuste de la ecuación (3.4) se presentan en el cuadro 3.6. En este caso, no todos los parámetros estimados como efectos fijos para las regiones se muestran significativos los niveles convencionales (los de Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Extremadura y Madrid no son significativos ni siquiera a un nivel del 10%). Sin embargo el parámetro b sí que se muestra muy significativo. La estimación puntual de este coeficiente indica que cada 1.000 trabajadores que existen en el mercado de trabajo el valor de cpd aumenta en 0,054 puntos. Parece claro, por lo tanto, que en aquellas regiones en las que hay más trabajadores también se produce una mayor penetración de las ETTs. 10 Cuadro 3.4. úmero de contratos de puesta a disposición en las España y en sus Comunidades Autónomas (1995-2008) Año 1995 TOT 378.739 AND ARA 31.831 10.250 AST 3.998 BAL 4.662 ICA 7.254 1996 809.139 68.244 23.902 8.564 12.131 29.851 CAN 2.317 CLM 3.956 CYL CAT 14.540 119.162 CVA 20.691 EXT 1.756 GAL 10.139 7.992 11.683 41.389 228.027 52.690 7.596 1997 1.309.021 124.995 39.799 14.769 21.882 50.113 11.616 20.941 68.288 364.301 1998 1.803.547 194.596 51.126 21.267 29.580 MAD 94.978 MUR 6.958 NAV 7.430 PVA RIO 36.238 2.491 30.969 170.198 18.014 17.753 73.135 6.477 91.265 11.638 58.525 247.769 32.745 28.478 109.507 11.832 55.378 17.645 32.211 88.365 476.790 139.690 20.105 82.431 339.592 61.289 39.325 137.269 15.518 1999 2.002.039 203.393 55.364 26.178 30.667 60.581 21.459 39.212 97.775 502.975 166.286 18.436 84.155 396.480 101.426 36.171 143.003 17.312 2000 2.005.132 176.249 60.857 22.396 25.362 53.438 20.819 41.334 96.971 482.894 207.723 13.936 85.660 394.730 123.118 36.927 145.371 16.680 2001 1.901.352 182.998 53.875 22.834 22.820 59.295 17.666 40.030 90.657 451.040 186.024 12.028 78.547 372.357 126.826 34.969 133.676 15.267 2002 1.849.453 170.881 46.477 21.487 22.128 60.099 18.540 35.322 95.282 442.982 197.950 9.651 76.534 333.800 133.030 36.340 133.970 14.476 2003 1.991.140 181.193 57.460 22.376 20.217 62.101 19.893 39.356 102.713 469.063 224.786 10.080 76.148 347.161 151.231 41.807 148.643 16.535 2004 2.209.477 200.999 59.874 24.114 22.534 66.857 22.210 52.700 111.211 505.699 258.261 9.740 84.541 401.791 165.584 38.419 165.487 19.399 2005 2.384.045 224.781 63.279 28.237 25.019 84.600 27.573 63.793 119.104 523.899 270.843 9.986 87.775 454.729 160.882 43.860 176.001 19.684 2006 2.557.097 246.958 68.789 31.889 25.554 94.273 29.111 73.953 130.195 558.608 279.749 9.988 102.530 447.204 190.538 51.522 193.885 22.351 2007 2.705.043 268.834 66.501 33.681 29.307 100.904 33.170 76.541 133.806 588.209 331.946 10.240 112.191 466.866 179.615 51.903 197.118 24.211 2008 2.207.585 222.581 56.792 30.168 20.128 88.633 26.797 62.549 125.206 444.691 284.607 10.940 100.036 369.263 151.114 44.634 150.436 18.610 Fuente: Anuario de Estadísticas Laborales. otas: Véase cuadro 3.1. 11 Cuadro 3.5. Ratio número de contratos de puesta a disposición por 1.000 ocupados en España y en sus Comunidades Autónomas (1995-2008) Año TOT AND ARA AST BAL ICA CAN CLM CYL CAT CVA EXT GAL MAD MUR NAV PVA RIO 1995 30,4 17,7 24,8 12,2 17,2 14,9 14,3 1996 7,9 18,5 54,5 16,1 63 36,2 57,1 26,2 41,4 58,4 50,1 22,6 6,2 10,6 55,8 21,1 39,1 51,5 28,5 52 100 39,9 26 32,9 96,7 54,2 88,4 102 70,7 1997 98,4 64,3 91,9 46,1 69,9 89,8 67,9 39,2 85,2 153 66,5 40 63 135 88,6 135 146 124 1998 130 95,4 114 65,2 91,5 95,2 98,4 1999 137 93,9 120 76,9 2000 57 108 191 96,3 68 87 177 158 181 178 159 88 96,3 120 66,9 114 191 109 58 86,7 191 246 160 176 168 130 77,1 126 63,7 66,6 79,3 109 67,2 110 175 127 41 84,7 179 277 153 172 155 2001 118 75,8 110 62,6 57,9 83,2 85,2 63,2 100 160 108 35 76,2 157 275 143 153 136 2002 112 68 93,6 57,7 53,3 80,1 88,3 53,5 103 155 112 28 73,9 134 274 147 150 125 2003 115 69 47 78,8 90,8 57,2 110 156 122 28 71,2 135 294 165 163 136 2004 123 72,7 111 61,8 50,2 82,9 98,8 73,5 116 163 132 26 78 149 305 147 180 151 2005 126 76 111 69,7 53,5 101 115 83,5 117 159 132 26 77,7 159 282 160 184 140 2006 130 79,4 119 75,3 51,5 107 117 92,7 125 163 130 25 88,1 150 319 182 197 156 2007 133 83,5 109 77,7 57,7 110 128 90,8 125 168 150 25 153 284 179 199 166 2008 109 70,7 92,9 66,8 39,5 103 103 74,2 117 127 128 27 83,4 121 241 154 151 Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Anuario de Estadísticas Laborales y de la Encuesta de Población Activa. otas: Véase cuadro 3.1. 127 111 58,1 94 Cuadro 3.6. Resultados de la estimación panel (variable dependiente número de CPDs por 1.000 trabajadores). Coeficiente Estadístico t p-valor AD ARA 0,054 -63,928 72,212 5,1305 -2,3006 6,6229 0,00 0,02 0,00 AST 38,543 3,7415 0,00 BAL 34,581 3,3208 0,00 CAI 45,939 3,7915 0,00 CA 80,655 8,2484 0,00 CYL 50,430 3,7191 0,00 CLM CAT 25,078 -3,334 2,1272 -0,1055 0,03 0,92 CVA 10,648 0,5146 0,61 EXT 14,145 1,3868 0,17 GAL 15,629 1,0750 0,28 MAD 13,158 0,4892 0,63 MUR 197,033 18,2876 0,00 AV 132,057 13,3766 0,00 PVA 110,575 8,3973 0,00 RIO 125,242 13,0311 0,00 R2 238 0,66 Fuente: Elaboración propia. 12 3.3. Análisis de las provincias de Castilla y León. Tras haber estudiado la situación relativa de las ETTs en Castilla y León desde una perspectiva interregional, para completar el escenario, en este epígrafe se estudia el detalle provincial. Dado que la calidad de la información provincial no es tan alta como a nivel regional y que algunas desagregaciones son más difíciles de hacer o que el estudio de ciertas variables anteriormente analizadas no tiene sentido, en este epígrafe nos centramos en la variable cpd definida en (3.3) y estudiamos sus cambios en las nueve provincias de Castilla y León. Se ha descartado realizar un estudio del número de ETTs por trabajador dado que el pequeño tamaño poblacional de las provincias de Castilla y León provoca fuertes oscilaciones en estos indicadores sin una interpretación económica clara. Debe advertirse también que el periodo de tiempo considerado es más limitado que antes, debido a las restricciones al acceso a la información estadística. Nos referiremos en este caso al periodo que abarca desde 1998 hasta 2008. En el cuadro 3.7 se expone el número de CPDs en cada una de las provincias de Castilla León durante los últimos 11 años. En dicho cuadro se aprecia que la provincia de Valladolid es la que más CPDs concentra, seguida de Burgos y Salamanca. En el lado opuesto se ubican Soria, Zamora y Ávila. Esta simple clasificación de las provincias de la región ya hace reflexionar que el tamaño poblacional es un factor determinante para entender las cifras del cuadro 3.7. Para resolver esta cuestión volvemos construir la ratio número de CPDs por ocupado (con datos procedentes de la EPA) y así se elabora el cuadro 3.8. Un primer aspecto que llama la atención es que la diferencia existente entre Castilla y León y España es, en la mayoría de los casos, menor que la que puede encontrarse entre las diferentes provincias y la media regional o entre las propias provincias. La segunda cuestión que puede obtenerse del cuadro 3.8 es una idea clara del grado de penetración de las ETTs en cada una de las provincias. Los datos de provincias como Valladolid o Burgos (y en los últimos años Palencia) muestran unos mercados de trabajo locales en los que las ETTs juegan un papel muy superior no solamente a la media regional sino, incluso, nacional. En un segundo grupo podríamos incluir a Segovia, Salamanca y, en cierta medida, a Soria. Son provincias que muestran un patrón muy similar al regional, si bien en los últimos años Segovia y Salamanca lo tienden a superar, mientras que en el caso de Soria (especialmente en el último año) se produce el fenómeno contrario. En el tercer grupo estarían Ávila, León y Zamora. Estas provincias presentan ratios muy bajas, claramente menores que las medias española y regional. Especialmente llamativo es el caso de León, una provincia con un cierto tamaño poblacional, que de acuerdo al efecto escala comentado anteriormente debería poseer una mayor actividad de las ETTs en su mercado laboral. 13 Cuadro 3.7. CPDs en las provincias de Castilla y León (1998-2008). España CyL Ávila Burgos León Palencia Salamanca Segovia Soria Valladolid Zamora 1998 1.803.547 88.365 1.711 21.314 12.763 6.267 9.318 4.999 3.493 25.018 3.482 1999 2.002.039 97.775 1.633 21.955 13.774 6.370 15.298 5.374 3.625 25.668 4.078 2000 2.005.132 96.971 2.062 21.837 12.137 6.257 15.640 4.697 3.946 25.878 4.517 2001 1.901.352 90.657 2.600 19.400 12.519 5.759 14.360 5.165 3.614 22.474 4.766 2002 1.849.453 95.282 3.097 19.555 12.200 6.151 15.772 5.551 3.265 25.620 4.071 2003 1.991.140 102.713 3.238 21.032 11.755 7.453 13.349 6.815 3.455 30.433 5.183 2004 2.209.477 111.211 4.487 21.378 12.000 10.748 13.983 5.855 3.538 34.411 4.811 2005 2.384.045 119.104 8.230 22.185 12.050 10.862 15.035 6.894 3.648 34.993 5.207 2006 2.557.097 130.195 8.340 24.054 13.039 11.000 16.976 7.756 4.431 38.108 6.491 2007 2.705.043 133.806 7.751 23.843 12.556 11.612 19.092 9.559 5.137 38.866 5.390 2008 2.207.585 125.606 5.435 21.538 11.917 13.762 18.569 10.648 3.661 35.212 4.864 Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario de Estadísticas Laborales. Cuadro 3.8. CPDs por mil trabajadores en las provincias de Castilla y León (1998-2008) España CyL Ávila Burgos León Palencia Salamanca Segovia Soria Valladolid Zamora 1998 130,1 107,5 31,3 174,1 82,1 107,5 81,9 93,1 99,5 143,7 64 1999 136,7 113,6 30 169,3 84,5 111,3 135,6 90,5 97,5 133,4 75,3 2000 129,7 109,6 35,8 162 76,6 102,5 129,8 81,7 107 130,2 76,5 2001 118,1 100,4 44,9 138,9 77,6 97 110 90,8 95,7 114 76,7 2002 111,5 103,4 53,7 133,4 76,2 98,7 121,9 94,8 81,8 123,9 67,5 2003 115,4 109,6 55,2 141,4 71,6 114,3 105,9 108,4 87,5 143,3 86,6 2004 123,3 115,9 72,7 142,5 71,8 164,1 104,6 86 91,1 162,5 76,7 2005 126 116,5 129 139,2 65,3 151,4 105,8 99,3 96,1 155,7 75,6 2006 129,8 124,5 125 147,9 70,2 156,4 123,3 109,8 112 156,9 94 2007 133,2 124,7 110 142 63,7 165,8 143,1 137,2 119 155,2 75,8 2008 109,2 117,6 82,5 121,8 61,5 211,3 138,4 146,3 86,4 143,1 68,7 Fuente: Elaboración propia a partir del Anuario de Estadísticas Laborales y de la Encuesta de Población Activa. 14 3. COCLUSIOES En esta investigación se ha analizado el papel que juegan las empresas de trabajo temporal en el mercado de trabajo de Castilla y León y se ha comparado con la importancia que tiene este tipo de empresas en el resto Comunidades Autónomas y en el conjunto del país. En la parte primera del trabajo, con el objetivo de conocer de manera precisa lo que es una empresa de trabajo temporal y de situar el análisis posterior, se han presentado las características principales que definen su actividad y los rasgos esenciales de la regulación legal de las ETTs en España. Aquí se ha puesto de manifiesto que las ETTs en España no realizan una función de colocación o de mera puesta en contacto entre una empresa y un trabajador, ni tampoco asumen la ejecución de la obra o servicio de una empresa con sus propios trabajadores, sino que su función específica es la de contratar a trabajadores para cederlos temporalmente a otras empresas (empresas usuarias). Es esta cesión de los trabajadores lo distintivo de las ETTs con respecto a la relación laboral ordinaria. Entre la ETT y la empresa usuaria se formaliza un contrato mercantil, llamado contrato de puesta a disposición, y entre la ETT y el trabajador se formaliza un contrato de trabajo. El análisis económico comparado permite apreciar que Castilla y León es una región en la que el número de ETTs ha experimentado una reducción del 9% en el periodo 1995-2008. Esta cifra contrasta con la de la mayor parte de las Comunidades Autónomas en las que esta cifra ha aumentado o con la del propio conjunto nacional en el que él numero de ETTs ha aumentado un 15%. También presenta una de las menores ratios de ETTs por 100.000 ocupados de España, incluso si se corrige por el diferente tamaño poblacional de los mercados de trabajo de las regiones. Lo anterior parece indicar que las ETTs no han penetrado demasiado en el mercado de trabajo castellano y leones. Sin embargo, la observación de los datos relativos a los CPDs refleja una realidad diferente. Este tipo de contratos han experimentado un incremento notable en el periodo considerado y además la ratio de CPDs por 1.000 ocupados se ubica ligeramente por encima de la media española. Por lo tanto, la conclusión es que el grado de desarrollo de la actividad de las ETTs en Castilla y León se sitúa por encima de la media nacional. Del detalle provincial, se obtiene el resultado de que existe una gran diversidad entre las provincias de Castilla y León. Mientras Valladolid, Palencia y Burgos tiente ratios de CPDs por 1.000 trabajadores sensiblemente mayores que los nacionales, hay otras provincias como León o Zamora que tienen unos cocientes muy bajos. Especialmente llamativo es el caso de León, una provincia con un cierto tamaño poblacional, que de acuerdo al efecto escala comentado debería poseer una mayor actividad de las ETTs en su mercado laboral. BIBLIOGRAFÍA Albizu, E. (1997). 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