BBC Mundo Una comunidad ecuatoriana podría tener la clave

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No. 15_Febrero 21 de 2011
BBC Mundo
Una comunidad ecuatoriana podría tener la clave contra el cáncer
• Una remota comunidad en la provincia ecuatoriana de Loja, afectada por
enanismo y que nunca ha mostrado casos de cáncer o diabetes, podría
tener la clave para combatir estas enfermedades mortales, afirma una
investigación.
18/2/2011 - El estudio, publicado en Science Translational Medicine (Science,
Medicina Traslacional), fue llevado a cabo por un equipo de científicos de Estados
Unidos y Ecuador durante más de 20 años.
Los investigadores siguieron a los pobladores de una comunidad ubicada en las
faldas de los Andes formada por individuos de estatura inusualmente baja.
Muchos de los individuos estudiados padecían un raro trastorno, llamado
síndrome de Laron, una deficiencia genética que evita que el organismo utilice
adecuadamente la hormona del crecimiento.
Los científicos creen que esta mutación genética podría ser la clave para prevenir
dos de los mayores asesinos de la humanidad: el cáncer y la diabetes.
Tal como señalan los investigadores, el estudio plantea la posibilidad de
desarrollar un medicamento que ofrezca una protección similar en adultos de
estatura normal.
Mutación genética
La investigación comenzó cuando el doctor Jaime Guevara Aguirre, especialista en
diabetes del Instituto de Endocrinología, Metabolismo y Reproducción en Quito,
Ecuador, descubrió en 1987 a la comunidad en la provincia de Loja en el sur del
país.
El médico decidió entonces estudiar las razones por las cuales los niños del
poblado mostraban atrofia en el crecimiento.
Al llevar a cabo un reconocimiento general el médico observó un patrón en la
comunidad: entre los pobladores con enanismo no había casos de cáncer
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mientras que la enfermedad era prevalente entre sus parientes de estatura
normal.
A medida que pasó el tiempo el investigador también se dio cuenta que los
adultos con síndrome de Leron no morían a causa de las enfermedades crónicas
usuales, como las cardiovasculares.
El doctor Guevara compartió sus hallazgos con el doctor Valter Longo, especialista
en envejecimiento de la Universidad del Sur de California y ambos decidieron
explorar las mutaciones genéticas de los pobladores ecuatorianos.
Los científicos estudiaron a unos 100 individuos con síndrome de Leron y a unos
1.600 parientes de estatura normal que vivían en los mismos pueblos.
Durante los 22 años que duró el seguimiento, los científicos no documentaron
casos de diabetes entre los ecuatorianos con síndrome de Leron y sólo
observaron un caso de cáncer no letal.
Sin embargo, entre los individuos de estatura normal un 5% fue diagnosticado
con diabetes y 17% con cáncer.
Como se asumió que tanto los factores de riesgo ambientes como otros factores
genéticos eran los mismos entre ambos grupos, los investigadores concluyeron
que la responsable -al menos entre los adultos que ya habían pasado su período
de crecimiento- era la actividad de la hormona de crecimiento.
El síndrome de Leron se caracteriza por una resistencia del organismo a la
hormona de crecimiento -encargada de estimular el crecimiento y la reproducción
celular- lo cual resulta en un tipo de enanismo.
"Las personas con deficiencia en el receptor de la hormona de crecimiento no
desarrollan dos de las principales enfermedades de la vejez" afirma el doctor
Longo.
"También tienen una incidencia muy baja de derrames cerebrales, aunque todavía
no podemos determinar qué tan significante es el número de estas muertes",
agrega.
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Protección doble
Para descubrir cómo la deficiencia en la hormona de crecimiento protege al
humano de cáncer y diabetes, los científicos llevaron a cabo análisis en el
laboratorio con muestras de sangre de los ecuatorianos.
Descubrieron que el síndrome de Laron tiene un doble efecto protector: protege
al ADN de los daños oxidativos y promueve el suicidio de las células muy
dañadas.
Asimismo, observaron que los sujetos con Laron tenían niveles muy bajos de
insulina y una baja resistencia a la insulina, lo cual explicaría la ausencia de
diabetes.
Actualmente ya existen medicamentos aprobados en Estados Unidos para
bloquear la hormona de crecimiento en humanos, pero se utilizan únicamente
como tratamiento de la acromegalia, una enfermedad vinculada al gigantismo.
Sin embargo, los científicos subrayan que este tipo de fármaco sólo sería
apropiado como tratamiento preventivo de cáncer hasta que se inicia la vejez,
cuando comienza a disminuir la actividad de la hormona de crecimiento.
Para comprobar si el bloqueo de la hormona de crecimiento protege realmente a
las células humanas de los daños químicos, el doctor Longo y su equipo planean
ahora llevar a cabo ensayos clínicos en personas que están siendo sometidas a
quimioterapia.
Si se logra desarrollar un fármaco con efectos protectores similares, dice el
investigador, algún día podríamos vivir nuestra vida sin desarrollar ninguna de las
grandes enfermedades.
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