ARCAISMO En general, se llama arcaísmo a la conservación o imitación de lo antiguo: son elementos que pertenecen a épocas pasadas y artísticamente superadas y que se usan en el presente por imitación. En lingüística, se denomina arcaísmo a toda palabra, construcción o elemento lingüístico que, por su forma, por su significado o por ambas cosas, resultan anticuados respecto de un momento determinado: palabras como “maguer” o “apoteca”, que significan respectivamente “aunque” y “botica”, son hoy arcaísmos, es decir, están anticuadas. Ejemplo de arcaísmos son: -mesmo -aqueste -acullá -quier -doquier -siquier -quienquier -botica -miscelanea -casamiento -bombillo -su merced -ansina -que tanto? -dizque -dilatarse -tener pendiente (preocupación) Otro ejemplo es el futuro de subjuntivo (amare / hubiere amado), una forma verbal que sólo se conserva como dialectalismo en la lengua hablada, también en algunas frases hechas (adonde fueres, haz lo que vieres), así como arcaísmo estético en la escritura empleado por algún autor para dar un efecto determinado a un texto. La Real Academia Española considera como arcaísmo el empleo de vocablos que se usaron en la Edad Media o, en algunos casos, hasta el siglo XVII. Los diccionarios oficiales y las enciclopedias registran los arcaísmos con la abreviatura ant. (anticuado. Son vocablos que raramente se usan porque su construcción, aunque castellana, resulta un tanto rara según las tendencias actuales de la lengua. Los hablantes que emplean registros del lenguaje muy conservadores, como el lenguaje jurídico o la liturgia basada en textos sagrados, todavía hacen uso de numerosos arcaísmos. Además, los arcaísmos pueden usarse como recurso literario para embellecer un texto, aunque su uso excesivo puede dificultar la comprensión del mismo. Existen varios tipos de arcaísmo léxicos: 1. Arcaísmos de expresión: denominados así por la razón de que varía el contenido, con relación al punto de partida, mientras la expresión en sí permanece invariable. Este tipo se cuando habla de las palabras de origen hispánico, que en muchos casos sufrieron cambios semánticos, para ser adaptadas a la nueva realidad con significados nuevos. Ejemplo: sancochar (cocer la vianda) y sancochar (hacer las cosas a la ligera) o botar (tirar) 2. Arcaísmos de contenido, son las normas americanas que han conservado la voz con su significado original, aunque en la norma castellana la voz sufrió un cambio de valor. Catar (mirar) como cambio, se usa en América más que en España. La más extensa lista de arcaísmos en español de América las reúne Isaías Lerner en 1974, quien registra más de 50 voces elegidas según los siguientes criterios: 1. “han dejado de usarse en el castellano general de España y siguen vivas en la lengua general de América; 2. han dejado de usarse en la lengua general de España y América, pero permanecen en el habla popular y rural de América; 3. han dejado de usarse en el castellano general de España; tuvieron vigencia en la literatura de los siglos XVI y XVII y hoy se oyen en algunas regiones de España como formas dialectales y en el habla rural americana.” (Lerner, 1974:9) Por su parte, los arcaísmos literarios se producen cuando un autor, conscientemente y con una intención específica, emplea formas de expresión que ya no se conservan en el lenguaje común de la época. Finalmente, podemos constatar que lo más importante al calificar una palabra como arcaísmo es recordar que éste es un concepto relativo por ser la consecuencia de la comparación de dos estados de un idioma, y que tal comparación se hace tomando como modelo de referencia una norma en particular del idioma en cuestión. El problema consiste en elegir y definir qué modelo de referencia se debe emplear en el proceso.. En el caso del español, tradicionalmente, se ha tomado como modelo de referencia el castellano peninsular, pero es necesario hacer uso de una referencia nueva, más amplia y conforme con la lengua española multinacional de hoy. Fuentes de consulta: Fernández, López Justo (s/f). ¿Qué se entiende por arcaísmo lingüístico? Hispanoteca. Lengua y Cultura. Foro de consultas. Archivo. Disponible en: http://culturitalia.uibk.ac.at/hispanoteca/Foro-preguntas/ARCHIVOForo/Arca%C3%ADsmo.htm Fecha de consulta: 13 de marzo del 2008 Lerner, I. (1974). Arcaísmos léxicos del español de América. Madrid. Insula. Strömberg, Monica. (2002). Arcaísmo como concepto. Romansk Forum XV Skandinaviske romanistkongress. Nr. 16 – 2002/2 Oslo 12.-17. August. Disponible en: http://www.duo.uio.no/roman/Art/Rf-16-02-2/esp/Stromberg.pdf Fecha de consulta: 13 de marzo del 2008 NEOLOGISMOS Neologismo, en general, es toda palabra nueva y también una acepción o giro nuevo que se introduce una lengua (Martín Vivaldi, 1986:167). El neologismo es el elemento renovador y enriquecedor de una lengua y es un término genérico. “La aparición de neologismos puede deberse a causas históricas: alteraciones en el contenido de una lengua, a causa de un cambio de institución o idea. Puede deberse también a causas psicológicas: por temor de dar el verdadero nombre de los conceptos que se consideran como un tema prohibido, o por especial delicadeza empleada para tratar determinado asunto utilizando eufemismos” (Alegría, 1991:97) “Según Martín Alonso, los neologismo pueden ser de los siguientes tipos: 1. Neologismo formal: una nueva forma: garaje 2. Neologismo de sentido: utilización de una palabra con un nuevo matiz de expresión: ínfula, adorno de lana blanca usado por los sacerdotes y algunos reyes. Se dice que ínfulas quien se cree revestido de gran importancia. 3. Neologismo derivado: una palabra usual o varias con un nuevo sufijo: neófito (novato, de neos, nuevo) 4. Neologismo por analogía: formación de palabras nuevas por semejanza con otras ya existentes: si de evidencia se dice evidenciar, de dócil se puede formar la palabra docilitar. 5. Neologismo semántico: afecta únicamente al cambio de significación: combinado, participio de combinar, como neologismo y sustantivo quiere decir mezcla de bebidas.“ En (Alegría, 1991:98). La mayor parte de los neologismos formales son palabras adoptadas de otros idiomas, es decir extranjerismos y así se llamarán galicismos si provienen del francés; anglicismos si provienen del inglés; italianismos, del italiano; germanismos del alemán o americanismos si provienen de los países hispanoamericanos. Existen muchos neologismos con existencia efímera, producto de la moda o la época y en algunos casos se antepone la pedantería de usar vocablos con el objeto de asombrar a las personas o economizar el lenguaje, como los extranjerismos utilizados de manera innecesaria que en este caso se le llaman barbarismos. ¿Por qué usar amateur si tenemos la palabra aficionado? Asimismo, hay palabras que fueron en una época nuevas pero ahora son palabras de uso común, como visión o telefonear. También se dan los casos en que no todos los países adoptan la misma dicción, principalmente por el origen distinto de la palabra, como es el caso de computadora que fue adoptada del inglés computer, mientras que en España se usa ordenador proveniente del francés ordinateur Muchos de los nuevos vocablos usados actualmente provienen del uso de las nuevas tecnologías y propagados principalmente por los medios de comunicación, algunos de estos términos son memoria USB, pantalla plana, mp3, Blu Ray, hipertexto, cederrón, disco duro, entre otros más. Alonso Marcos en su glosario de terminología gramatical resume el nacimiento de neologismos en el siguiente cuadro: Recurso Neológico Cultismo Procedimiento Tomados del latín sin evolución fonética Neologismo Nocturno Púrpura Siglo Semicultismo Tomados del latín, no completaron su evolución Molde Peligro Composición Lexema + lexema Picapiedra Derivación Lexema + morfema Melonar Nueva palabra Prefijos Aeronáutica Sufijos Telescopio Préstamo Adaptación Tranvía Calco Traducción Rascacielos Lexicalización Yuxtaposición de iniciales Renfe Onomatopeya Imitación Chirriar Metáfora Semejanza Boca (del metro) De: Alonso, Marcos (1986).Glosario de la terminología gramatical. P. 283 La renovación del léxico es un fenómeno más amplio y más rápido de lo que suele creerse. Para poder aceptar una palabra nueva, sobre todo proveniente de otro idioma, se debe comprobar la legitimidad y la necesidad. Con frecuencia no queda más recurso que aceptar un barbarismo, impuesto por la fuerza innovadora del progreso. Y lo admitimos porque no se tiene el vocablo que en español designe lo que aquél significa, y no se nos ocurre qué inventar para sustituirlo por un término conforme con una genuina formación lingüística. La necesidad, pues, viene a ser la condición primordial para que se acepte un neologismo. Fuentes de consulta: Alonso Marcos, A. (1986). Glosario de terminología gramatical, Madrid, Magisterio español, p. 283 Alegría de la Colina, Margarita (1991). Variedad y precisión del léxico. Ed. Trillas. México. p. 97-105 Martín, Vivaldi Gonzálo (1986). Curso de redacción. Ed. Paraninfo. Madrid. PRÉSTAMO Se le denomina préstamo al elemento lingüístico (léxico, de ordinario) que una lengua toma de otra, ya sea adoptándolo en su forma primitiva, imitándolo y/o transformándolo. En algunos casos se considera que el préstamo es un extranjerismo incorporado al sistema. Tappolet distingue entre préstamos de lujo y préstamos de necesidad. (Fernández). “El préstamo puede realizarse también dentro de la misma lengua, cuando algún término de una jerga especializada se incorpora a la lengua general, o viceversa”. (Carreter, 1984:333) Las palabras tomadas en préstamo se incorporan en general, dentro de una lengua junto con los objetos físicos o las nociones abstractas que representan. En algunos casos, puede ser tomada en préstamo una palabra que se asemeje a la palabra nativa pero que tenga una diferencia en su significado, y puede asumir los dos significados. O puede darse el fenómeno contrario donde una palabra nativa puede ampliar su significado basándose en el modelo de un elemento léxico foráneo pero similar. (Anderson, 1977:281). El préstamo es una forma de neologismo y otra forma de llamar al término propuesto por América Castro es adopción lingüística, y también por sugerencia del ingles import, importación lingüística, idea basada en que lo prestado es algo que se piensa devolver, mientras que una lengua, cuando toma un elemento de otra, se lo apropia y no lo devuelve nunca. Existe el préstamo entre lenguas en contacto, el cual se da cuando un hablante, expuesto a otra lengua, tiene la sensación de que alguno de sus campos semánticos están suficientemente diferenciados, por ejemplo, los hablantes italianos utilizaban corona para designar guirnalda y corona. En contacto con el alemán tomaron en préstamo Kranz para guirnalda, conservando corona para corona. (Anderson, 1977:281) El préstamo trata de llenar una laguna en la lengua receptora, generalmente relacionada con una técnica nueva, con un concepto desconocido entre los hablantes de una determinada lengua. Se distingue a veces entre préstamo y extranjerismo, dado que éste último es una palabra aceptada tal como es en la lengua de donde procede, sin adaptación de ninguna clase a la lengua que la recibe, mientras que el préstamo es un extranjerismo naturalizado, adaptado al sistema lingüístico que lo acepta. Los préstamos, generalmente, fueron primero extranjerismos que acabaron amoldándose a la estructura fónica, a la acentuación y demás características de la lengua receptora. Ejemplos de algunos extranjerismos, de origen árabe, convertidos en préstamos son abalorio, acebuche, aceite, aceña, acíbar, acicate, adalid, adarga, adarme, adelfa, adobe, y adoquín. Los préstamos como elementos lingüísticos pueden darse en una época determinada y en otros casos convertirse en elementos propios del sistema, como las palabras científicas y técnicas (embrión, incógnita, célula), términos con los que la lengua se nutre y se adapta. Algunas de las causas por las que se dan los préstamos son: 1. Por contacto cultural prolongado con alguna lengua prestigiada, principalmente en las disciplinas de la filosofía, arte, ciencia. 2. Cuando las lengua no tiene palabras para designar referentes nuevos, mismos que puede adaptar con el nombre de origen (cassette) o rechazar el nombre extranjero y utilizar una adaptación de su vocabulario al objeto nuevo (antiempañante) A veces se aceptan los nuevos elementos en su forma primitiva, otras, transformándolos o acomodándolos mejor al sistema. Ejemplo: líder, mitones, cheque. Y otras, una palabra común pasa a tener especialización técnica como coyuntura y taller. “El préstamo, sobre todo en su forma original (extranjerismo), tiene inconvenientes. Usado sin necesidad por un escritor, tiene casi siempre, como advierte J. Marouzeau, «un elemento de pedantería». En un traductor revela este mismo defecto. En los primeros tiempos de su introducción se presta a ser mal interpretado por los lectores de la LT que desconocen el significado de la palabra. El traductor que se decide a usar un extranjerismo debe estar seguro de que el contexto proporciona a los lectores los datos necesarios para su interpretación correcta. De lo contrario, será conveniente que aclare el significado del término. En todo caso, la recomendación más general que puede hacerse a los traductores con relación al préstamo que no haya adquirido aún carta de ciudadanía en la LT (extranjerismo) es evitarlo siempre que sea posible y uno de los recursos para evitarlo puede ser el calco.” (García, 1984:333-340) El calco lingüístico En el préstamo es posible distinguir una forma que consiste en copiar o traducir una palabra, generalmente compuesta, en la que se toma no la entidad fonética sino la significación. Esto es el calco que consiste en buscar por medio de la traducción una forma equivalente en la lengua prestataria. Ejemplos: superhombre - superman, jardín infantil - kindergarten. También hay casos de hibridación en los que sólo se traduce un elemento. Ejemplo: minimarket. Hay veces que este tipo de transposiciones puede dar origen a pequeños cambios gramaticales como Plaza Hotel en vez de Hotel Plaza, Lejano Oeste en vez de Oeste Lejano. Otra situación extraña al español constituye el uso de préstamos cultos del latín que se utilizan en ciertos niveles de la sociedad. Las palabras pueden ser tomadas en préstamo, inventadas o formadas analógicamente para seguir de cerca las nuevas entidades culturales sujetas a restricciones culturales, pero su forma fónica dependerá de las reglas fonotácticas existentes. Puede surgir un significado nuevo a través de las capacidades de conceptualización no idénticas de los individuos y difundirse por toda la comunidad lingüística (Anderson, 1977:283). Fuentes de consulta: Anderson, James M. (1977). Aspectos estructurales del cambio lingüístico. Biblioteca Románica-Hispánica. Ed. Credos. Madrid. 368 pp. Carreter, Lázaro (1953). Diccionario de términos filológicos. Biblioteca románica-hispánica Ed. Gredos. p. 333 Fernández, López Justo (Recop.) (s/f). Lehnwort. Préstamo. Hispanoteca. Disponible en: http://culturitalia.uibk.ac.at/hispanoteca/lexikon%20der%20linguistik/l/lehnwort%20préstamo.htm Fecha de consulta: 5 de abril del 2008 García, Yebra, Valentín. (1984). Teoría y práctica de la traducción. Madrid. Ed. Gredos. pp. 333-340