Sala Contitucional

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Expediente: 11-000345-0007-CO
PROCESO: RECURSO DE AMPARO
RESOLUCIÓN Nº 2011-000605
SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las
quince horas y veinticuatro minutos del diecinueve de enero del dos mil once.
Recurso de amparo interpuesto por CARLOS JOSÉ ARTIAGA BERRIOS, cédula de
residencia 155802144923, contra la FISCALÍA DE PAVAS Y EL MINISTERIO
PUBLICO.
Resultando:
1.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las 16:05 horas del 12 de enero
de 2011, el recurrente interpone recurso de amparo contra la FISCALÍA DE PAVAS Y
EL MINISTERIO PUBLICO, y manifiesta lo siguiente: que en su contra se sigue dos
causas penales por los delitos de lesiones culposas y conducción temeraria, las
cuales se tramitan bajo los números 10-666-283-PE y 10-470-275-PE. Alega que se
ha presentado a todas los citatorios y ha brindado todas las declaraciones
requeridas. Señala que en el momento que sufrió el accidente en discusión se le
realizó una prueba de alcohol por medio del alcosensor 54580, pese a que dicho
método no se encuentra tipificado. Considera que la Fiscalía de Pavas faltó a la
verdad, pues no poseen pruebas en su contra que demuestren la concentración de
alcohol en su sangre. Añade que el día 7 de febrero de año 2010 solicitó de forma
expresa que se le aplicará la prueba sanguínea para determinar de forma más
precisa y certera el grado de alcohol en su cuerpo; sin embargo, dicha solicitud fue
denegada. Considera que la prueba de alcohosensor que le fue practicada a su
persona no puede servir para acreditar el hecho, pues la misma se realizó sobre el
aire exhalado y no sobre su sangre. Estima que esta Sala debe intervenir a su favor
para que se le absuelva de los delitos acusados, y en consecuencia, se le devuelva
el automóvil que le fue decomisado. Solicita el recurrente que se declare con lugar
el recurso, con las consecuencias de ley.
2.- El artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional faculta a la Sala a
rechazar de plano o por el fondo, en cualquier momento, incluso desde su
presentación, cualquier gestión que se presente a su conocimiento que resulte ser
manifiestamente improcedente, o cuando considere que existen elementos de juicio
suficientes para rechazarla, o que se trata de la simple reiteración o reproducción
de una gestión anterior igual o similar rechazada.
Redacta el Magistrado Ulate Chacón; y,
Considerando:
Único.- Lo que pretende el recurrente es que este Tribunal determine si ha sido
correcto o no el procedimiento observado por el Ministerio Público, en particular por
la Fiscalía de Pavas, al incorporar una prueba de alcohosensor al análisis de las
causas penales seguidas en su contra, lo cual en su criterio, no se encuentra
tipificado y no sirve para acreditar los hechos acusados, pues la misma se realizó
sobre el aire exhalado y no sobre su sangre. No obstante, a esta Sala no le
corresponde emitir un pronunciamiento de fondo sobre este tipo de alegatos, pues
lo acusado son aspectos propios de conocerse por los órganos jurisdiccionales de la
materia, por lo que podrán ser alegados –si a bien lo tiene el petente- por medio de
los mecanismos previstos por el ordenamiento ante esa jurisdicción ordinaria y no
ante esta Sala que carece de toda competencia para decidir sobre la recepción y
valoración de prueba, así como sobre la supuesta participación o no del denunciado
en los hechos que se acusan, lo anterior por cuanto el ordenamiento procesal penal
contempla las vías suficientes para canalizar las objeciones que, relacionadas con la
regularidad del proceso existan. Por lo expuesto, el recurso es inadmisible y así se
declara.
Por tanto:
Se rechaza de plano el recurso.
Ana Virginia Calzada M.
Presidenta
Gilbert Armijo S. Ernesto Jinesta L.
Fernando Cruz C. Fernando Castillo V.
Rosa Esmeralda Blanco M. Enrique Ulate C.
Expediente: 11-001086-0007-CO
PROCESO: RECURSO DE AMPARO
RESOLUCIÓN Nº 2011-001388
SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las diez
horas y veinticinco minutos del cuatro de febrero del dos mil once.
Recurso de amparo interpuesto por JOHNNY RODRÍGUEZ SALAZAR, cédula de
identidad 0303520004, contra el CONSEJO DE SEGURIDAD VIAL.
Revisados los autos;
Redacta la Magistrada Salazar Cambronero; y,
Considerando:
ÚNICO.- El recurrente alega que, pese al dictado a su favor de la sentencia de
sobreseimiento definitivo por el delito de conducción temeraria, emitida por el
Juzgado Penal de Puntarenas y, la consecuente solicitud que ese mismo despacho
efectuara al Consejo de Seguridad Vial, para que procediera a devolverle su licencia
de conducir, la autoridad recurrida se niega a acatar la orden judicial referida, hasta
tanto pague la suma de 455.000.00 colones. En la especie, como lo que pretende el
amparado es hacer efectivo el cumplimiento de lo dispuesto por el Juzgado Penal de
Puntarenas, resulta improcedente que esta Sala se pronuncie al respecto, ya que
será el propio despacho judicial que conoció de sus gestiones, y no esta
jurisdicción, el competente para abordar tal circunstancia, eso, al tenor de lo
dispuesto en el artículo 153 de la Constitución Política, pues, no corresponde a esta
Sala procurar la ejecución de los pronunciamientos jurisdiccionales de otros
Tribunales de Justicia de la República. Ahora bien, en lo tocante a procedencia o no
del cobro por parte del Consejo recurrido, de la suma de 455.000.00 colones,
compete a un tema que debe ser resuelto en la instancia ordinaria que
corresponda, por tratarse de un asunto de legalidad. En razón de lo señalado, el
presente recurso es inadmisible y procede su rechazo de plano, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional.
Por tanto:
Se rechaza de plano el recurso.
Ana Virginia Calzada M.
Presidenta
Luis Paulino Mora M. Fernando Castillo V.
Fernando Cruz C. Roxana Salazar C.
Rosa María Abdelnour G. Jorge Araya G.
EXPEDIENTE N° 11-001086-0007-CO
Recursos de Amparo. Trimestre 1, 2011Voto 02331-11
2011002331 23/02/2011
Recursos de Amparo
Fecha: 23/02/2011
Hora: 18:46
»Voto: 02331-11
»Expediente: 11-001860-0007-CO
PROCESO: RECURSO DE AMPARO
RESOLUCIÓN Nº 2011002331
SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las
dieciocho horas y cuarenta y seis minutos del veintitrés de febrero del dos mil once.
Recurso de amparo interpuesto por ANA EUGENIA HERRERA QUIRÓS, cédula de
identidad 0111320553, contra la AUTORIDAD REGULADORA DE LOS SERVICIOS
PÚBLICOS.
Resultando:
1.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las once horas veinte minutos
del dieciséis de febrero de dos mil once, la recurrente interpone recurso de amparo
contra la AUTORIDAD REGULADORA DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS y, manifiesta lo
siguiente: que existe un peligro inminente de accidentes en el corredor común de
las rutas de autobuses 80-80A-04-84-85-86-83-81-82. Ese corredor común está en
el sector de Calle Fallas, San Rafael Abajo, San Sebastián, Concepción de Alajuelita,
San José y viceversa. Explica que el peligro se origina en la competencia desleal
entre los choferes, quienes se tratan con improperios y buscan recoger a la mayor
cantidad de pasajeros, eso provoca recargos, frenazos y conducción temeraria
entre choferes de autobuses. La recurrente considera que todo se debe a la
desigualdad de tarifas, de hecho desde hace años las empresas han solicitado
equiparación en los precios de los pasajes, pero la Autoridad Reguladora de los
Servicios Públicos no se interesa en resolver la situación. Aporta copia de la
denuncia por cobro no autorizado de tarifas e incumplimiento de contrato de
concesión contra la empresa concesionaria de las rutas 80 y 80A, presentada ante
la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos el 27 de enero de 2011. Solicita
se suspendan las audiciones para aumentar la tarifa en referido corredor común
hasta que se equiparen los costos de los pasajes.
2.- El artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional faculta a la Sala a
rechazar de plano o por el fondo, en cualquier momento, incluso desde su
presentación, cualquier gestión que se presente a su conocimiento que resulte ser
manifiestamente improcedente, o cuando considere que existen elementos de juicio
suficientes para rechazarla, o que se trata de la simple reiteración o reproducción
de una gestión anterior igual o similar rechazada.
Redacta el Magistrado Araya Garcia; y,
Considerando:
I.- La recurrente manifiesta que existe un peligro inminente de accidentes para los
usuarios del servicio de autobuses en el corredor común de las rutas 80-80A-0484-85-86-83-81-82, debido a la competencia entre los choferes, quienes buscan
recoger a la mayor cantidad de pasajeros, y eso provoca recargos, frenazos y
conducción temeraria entre choferes de autobuses. La recurrente considera que
todo se debe a la desigualdad de tarifas y aporta la copia de la denuncia por cobro
no autorizado de tarifas e incumplimiento de contrato de concesión contra la
empresa concesionaria de las rutas 80 y 80A, presentada ante la Autoridad
Reguladora de los Servicios Públicos; sin embargo, no le compete a esta Sala
revisar si existen tarifas desiguales o competencia desleal entre las líneas de
autobuses que transitan por un corredor común, tampoco compete a este Tribunal
determinar si existe peligro de accidentes, toda vez que se trata de una labor
propia de la vía común -administrativa o jurisdiccional-, ya que esta Sala no es un
contralor de la legalidad de las actuaciones o resoluciones de la Administración. En
consecuencia, de considerarlo pertinente, la parte recurrente puede plantear su
inconformidad o reclamo ante la misma autoridad recurrida o en la vía jurisdiccional
competente, vías en las cuales podrá, en forma amplia, discutir el fondo del asunto
y hacer valer sus pretensiones. En relación con la tardanza en resolver la denuncia
presentada al respecto ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, se
resuelve como se dirá en los siguientes considerandos.
II.- NUEVA JUSTICIA ADMINISTRATIVA MECANISMO CÉLERE Y CUMPLIDO PARA LA
PROTECCIÓN
DE
SITUACIONES
JURÍDICAS
SUSTANCIALES
DE
LOS
ADMINISTRADOS. La Sala Constitucional, desde su fundación, ha utilizado criterios
amplios de admisibilidad en vista de la ausencia de cauces procesales expeditos y
céleres para la protección de las situaciones jurídicas sustanciales que tienen
asidero en el ordenamiento jurídico infra-constitucional o parámetro de legalidad,
que guardan conexión indirecta con los derechos fundamentales y el Derecho de la
Constitución. Sobre el particular, no debe perderse de perspectiva que la
Constitución por su supremacía, super-legalidad y eficacia directa e inmediata da
fundamento indirecto a cualquier situación jurídica sustancial imaginable de las
personas. No obstante, bajo una mejor ponderación y ante la promulgación del
Código Procesal Contencioso-Administrativo (Ley No. 8508 de 24 de abril de 2006)
y su entrada en vigencia a partir del 1° de enero de 2008, ha quedado patente que
ahora los justiciables cuentan con una jurisdicción contencioso-administrativa
plenaria y universal, sumamente expedita y célere por los diversos mecanismos
procesales que incorpora al ordenamiento jurídico esa legislación, tales como el
acortamiento de los plazos para realizar los diversos actos procesales, la amplitud
de la legitimación, las medidas cautelares, el numerus apertus de las pretensiones
deducibles, la oralidad –y sus subprincipios concentración, inmediación y celeridad-,
la única instancia con recurso de apelación en situaciones expresamente tasadas, la
conciliación intra-procesal, el proceso unificado, el proceso de trámite preferente o
“amparo de legalidad”, los procesos de puro derecho, las nuevas medidas de
ejecución (multas coercitivas, ejecución sustitutiva o comisarial, embargo de bienes
del dominio fiscal y algunos del dominio público), los amplios poderes del cuerpo de
jueces de ejecución, la extensión y adaptación de los efectos de la jurisprudencia a
terceros y la flexibilidad del recurso de casación. Todos esos institutos procesales
novedosos tienen por fin y propósito manifiesto alcanzar la economía procesal, la
celeridad, la prontitud y la protección efectiva o cumplida de las situaciones
jurídicas sustanciales de los administrados, todo con garantía de derechos
fundamentales básicos como el debido proceso, la defensa y el contradictorio. En
suma, la nueva jurisdicción contencioso-administrativa es un cauce idóneo, por sus
nuevas características de simplicidad, celeridad y prontitud para el amparo y
protección efectiva de las situaciones jurídicas sustanciales de los administrados en
las que se requiera recabar prueba o definir algunas cuestiones de legalidad
ordinaria.
III.- VERIFICACIÓN DE LOS PLAZOS PAUTADOS POR LEY PARA RESOLVER LOS
PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS: CUESTIÓN EVIDENTE DE LEGALIDAD
ORDINARIA. Es evidente que determinar si la administración pública cumple o no
los plazos pautados por las normas escritas o no escritas del ordenamiento jurídico
que sean aplicables al caso concreto, para resolver por acto final una denuncia
administrativa, es una evidente cuestión de legalidad ordinaria que, en adelante,
puede ser discutida y resuelta ante la jurisdicción contencioso-administrativa con la
aplicación de los principios que nutren la jurisdicción constitucional, tales como los
de la legitimación vicaria, la posibilidad de la defensa material –esto es de
comparecer sin patrocinio letrado- y de gratuidad para la recurrente.
Consecuentemente, se impone el rechazo de plano e indicarle a la gestionante que
si a bien lo tiene puede acudir a la jurisdicción contencioso-administrativa.
IV.- VOTO SALVADO DEL MAGISTRADO CASTILLO VÍQUEZ. El Magistrado Castillo
Víquez se aparta del criterio de mayoría únicamente en relación con lo dispuesto en
el artículo 41 constitucional, y ordena dar curso al presente asunto, tomando en
cuenta que la doctrina moderna ha sido uniforme en reconocer a la Constitución
Política como norma suprema del ordenamiento jurídico, la cual se ve
complementada a su vez por las normas y principios del derecho internacional,
particularmente de aquellos instrumentos que versan sobre derechos humanos. En
el caso de nuestro país, el Constituyente derivado dispuso mediante la reforma al
artículo 10 de la Constitución Política, la creación de una jurisdicción especializada
para la defensa de los derechos y libertades consagrados por la Carta Magna, con el
fin de garantizar que éstos pudieran ser ejercidos en forma efectiva por los
habitantes del país, y no quedaran únicamente en el papel, tal y como había
sucedido anteriormente. Precisamente, uno de los derechos que esta jurisdicción se
encuentra llamada a tutelar es el de la justicia pronta y cumplida consagrado en los
artículos 41 constitucional y 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos,
el cual ha sido entendido por la Sala en su jurisprudencia como el derecho de toda
persona a que los Tribunales de Justicia y la Administración Pública tramiten y
resuelvan los distintos asuntos puestos en su conocimiento, dentro de los plazos
establecidos al efecto por el ordenamiento jurídico. La experiencia ha demostrado
que en muchas ocasiones la falta de resolución de un asunto puesto en
conocimiento de las autoridades públicas, puede derivar en vulneraciones a otros
derechos fundamentales, tales como el derecho a un medio ambiente sano y
ecológicamente equilibrado o el derecho a la salud, los cuales ocupan lugares
preponderantes en el ordenamiento jurídico. Así por ejemplo, podría pensarse en la
falta de respuesta a una denuncia planteada por contaminación por aguas negras, o
en la omisión en la resolución de una denuncia por contaminación de aguas
subterráneas, problemas que en caso de no ser tratados a tiempo podrían generar
consecuencias nefastas para la salud de la población. Por lo anterior, estimo que la
decisión de la mayoría de la Sala de remitir los asuntos que versen sobre esta
materia al conocimiento de la jurisdicción contencioso administrativa, resulta
improcedente ya que la resolución de los recursos en los que se alegue violación al
artículo 41 Constitucional, es de conocimiento exclusivo de esta Jurisdicción en
virtud de lo dispuesto por el artículo 10 de la Constitución Política, el cual es claro
en establecer la competencia de este Tribunal en materia de protección a derechos
fundamentales. En ese sentido, considero que la Sala no puede jerarquizar los
derechos fundamentales establecidos por la Constitución Política, por lo que a mi
parecer no podría darle un rango de protección diferente al principio de justicia
pronta y cumplida, pues ello implicaría relegar al derecho tutelado por el artículo 41
Constitucional a un plano inferior al del resto de los derechos fundamentales que la
mayoría de la Sala decidió seguir tutelando. Asimismo, considero importante
señalar que si bien entendiendo la importancia de las reformas de la jurisdicción
contencioso administrativa a partir de la vigencia de la Ley 8508 del veinticuatro de
abril de dos mil seis, lo cierto es que dicha situación no se convierte en una excusa
para remitir a dicha instancia asuntos que versan sobre materia que es
competencia de esta Sala, la cual ha demostrado a lo largo de los años ser un
medio célere y efectivo para la tutela de los derechos fundamentales de los
habitantes del país.
Por tanto:
Se rechaza de plano el recurso. El Magistrado Castillo Víquez salva el voto
únicamente en relación con lo dispuesto en el artículo 41 constitucional, conforme
lo indica en el último considerando de esta sentencia.
Ana Virginia Calzada M.
Presidenta
Luis Paulino Mora M. Ernesto Jinesta L.
Fernando Castillo V. Roxana Salazar C.
Rosa María Abdelnour G. Jorge Araya G.
EXPEDIENTE N° 11-001860-0007-CO
Recursos de Amparo. Trimestre 1, 2011Voto 03014-11
2011003014 08/03/2011
Recursos de Amparo
Fecha: 08/03/2011
Hora: 15:34
»Voto: 03014-11
»Expediente: 11-002491-0007-CO
PROCESO: RECURSO DE AMPARO
RESOLUCIÓN Nº 2011003014
SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las
quince horas y treinta y cuatro minutos del ocho de marzo del dos mil once.
Recurso de amparo interpuesto por DANIEL ESTEBAN COTO MORALES, cédula de
identidad 0304460717, contra el CONSEJO DE SEGURIDAD VIAL Y LA DIRECCIÓN
GENERAL DE POLICÍA DE TRÁNSITO.
Resultando:
1.- Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala a las 19:15 horas del 1° de
marzo de 2011, el recurrente interpone recurso de amparo contra el CONSEJO DE
SEGURIDAD VIAL Y LA DIRECCIÓN GENERAL DE POLICÍA DE TRÁNSITO, y
manifiesta lo siguiente: que el día 5 de julio de 2010 en la entrada a Carrandi en la
provincia de Limón, se le confeccionó la boleta de tránsito número 20102292000204, por conducción temeraria, según lo dispone el artículo 107 de la Ley
de Tránsito. Indica que el oficial de tránsito le impuso la boleta en disputa por
adelantar en curva a otro vehículo. Señala que canceló la multa, pese a lo cual no
se le permite renovar su licencia. Acusa que debido a dicha multa se le sancionó de
tres diversas formas, pues se le suspendió su licencia por espacio de dos años, se le
impuso el pago de 293.000 colones y se le quitaron 50 puntos de su licencia de su
licencia. Considera que la situación expuesta violentó su derecho de defensa, pues
inclusive el Consejo de Seguridad Vial tomó atribuciones penales para sancionarlo
por conducción temeraria, pese a ser un asunto competencia de la Dirección
General de Tránsito. Estima que la multa en disputa debe ser anulada. Solicita el
recurrente que se declare con lugar el recurso, con las consecuencias de ley.
2.- El artículo 9 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional faculta a la Sala a
rechazar de plano o por el fondo, en cualquier momento, incluso desde su
presentación, cualquier gestión que se presente a su conocimiento que resulte ser
manifiestamente improcedente, o cuando considere que existen elementos de juicio
suficientes para rechazarla, o que se trata de la simple reiteración o reproducción
de una gestión anterior igual o similar rechazada.
Redacta el Magistrado Ulate Chacón; y,
Considerando:
I.- El recurrente presenta recurso de amparo en contra del Consejo de Seguridad
Vial y la Dirección General de Policía de Tránsito, pues estima que fue arbitrario que
un oficial de tránsito le confeccionara una multa de tránsito por adelantar en curva
a otro vehículo, conducta que es catalogada como conducción temeraria, según lo
dispone el artículo 107 de la Ley de Tránsito por Vías Públicas Terrestres. Señala
que canceló la citada multa pese a encontrarse inconforme; sin embargo,
actualmente no se le permite renovar su licencia, pues se le informó que también
había perdido 50 puntos de su licencia, y en consecuencia, se le había suspendido
la misma por espacio de dos años. En criterio del amparado, dicha situación es
arbitraria y contraria a sus derechos, pues debido a dicha multa se le sancionó de
tres formas distintas y no se le dio oportunidad de defenderse.
II.- Ahora bien, debe tener presente el gestionante que determinar si una boleta de
tránsito fue confeccionada de la manera adecuada o si la misma no contó con las
condiciones y requisitos legales y reglamentarios, así como la eventual discusión
que pueda suscitarse respecto del procedimiento para determinar tales aspectos,
entraña un conflicto de legalidad ordinaria que, por su naturaleza, resulta ajeno al
ámbito de competencia de esta jurisdicción. En el mismo sentido, si lo que pretende
el amparado es que este Tribunal determine si era procedente o no que se le
impusieran una multa o boleta de tránsito, al incumplir lo dispuesto en el artículo
107 de la Ley de Tránsito por Vías Públicas Terrestres -Ley número 7331-, ello -a
juicio de este Tribunal- constituye un asunto que no compete dilucidarse ante esta
Jurisdicción y, por ende, resulta improcedente pronunciarse sobre dichos extremos,
en tanto no tienen la virtud de violentar derecho fundamental alguno en perjuicio
del amparado. Por otra parte, el propio recurrente menciona en su escrito de
interposición que no apeló la boleta e inclusive canceló la multa, por lo que ahora
no podría venir a alegar ignorancia de lo dispuesto en la ley sobre la pérdida de los
50 puntos de su licencia, ya que no se trata de la imposición de una triple sanción,
sino de una sola que se compone de varias disposiciones. De manera tal que los
reparos que sirven de base a este recurso, deberán ser planteados ante la vía
administrativa o judicial que sea competente, donde el recurrente podrá, en forma
amplia, discutir el fondo del asunto y hacer valer sus pretensiones.
III.- En razón de lo señalado, el presente recurso es inadmisible y procede su
rechazo de plano, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9° de la Ley de la
Jurisdicción Constitucional, como al efecto se declara.
Por tanto:
Se rechaza de plano el recurso.
Ana Virginia Calzada M.
Presidenta
Gilbert Armijo S. Ernesto Jinesta L.
Fernando Cruz C. Fernando Castillo V.
Jorge Araya G. Enrique Ulate C.
EXPEDIENTE N° 11-002491-0007-CO
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