Informalidad laboral en los centros urbanos de Colombia: ¿Depende del desplazamiento forzado? Adriana María Romero Barreto12 Resumen El artículo revisa las consecuencias socioeconómicas más importantes del desplazamiento forzado en Colombia. Motivado por lo anterior, se estima la probabilidad de pertenencia al desempleo, al sector laboral formal, y a la informalidad laboral para la población migrante residente en los centros urbanos de Colombia, distinguiendo entre migrantes por motivo laboral y migrantes por motivo violento. Los resultados indican que, para el individuo promedio, ser un migrante por motivo violento incide negativamente en la probabilidad de encontrarse ocupado en el sector formal, mientras que incide positivamente en encontrarse ocupado en el sector informal o en encontrarse desempleado. Igualmente, se encuentra que la situación laboral para los migrantes por motivo violento persiste a medida que aumentan los años de residencia en el centro urbano de llegada. Abstract The paper reviews the most important socioeconomic consequences of the forced migration in Colombia. Motivated by this, the probability of belonging to unemployment, the formal labor sector, and the labor informality is estimated for the migrant population who reside in the urban centers of Colombia, distinguishing between migrants by labor motivation and migrants by violent motivation. Results show that, for the average individual, being a migrant by violent motivation has a negative influence on the probability of being a worker in the formal sector, whereas it has a positive influence on the probability of being an informal worker and on the probability on being unemployed. It is also found that the labor situation for migrants by violent motivation is persistent with increasing time of residence in the urban center of arrival. Bogotá D.C., Colombia Julio de 2013 1 Esta investigación fue posible gracias al patrocinio de la Pontificia Universidad Javeriana y el programa Jóvenes Investigadores 2012 Virginia Gutiérrez de Pineda, adscrito a Colciencias. La autora también agradece la tutoría del doctor Jorge Restrepo, y a los asistentes al Seminario de Profesores de la Pontificia Universidad Javeriana el 17 de Abril de 2013 por sus comentarios y sugerencias. Todos los errores son responsabilidad exclusiva de la autora. 2 Economista, Pontificia Universidad Javeriana. E-Mail: [email protected] 1 1. Introducción Una de las consecuencias más tangibles y con mayores costos sociales para Colombia del conflicto armado interno es el desplazamiento forzoso. Al contrario de lo que se piensa, el desplazamiento y sus consecuencias están lejos de ser cosa del pasado: según CODHES, la cifra de personas desplazadas por la violencia a 2011 es de 5.445.406 personas3, una cifra nada despreciable que ocupa el segundo lugar del ranking mundial de países con mayor cantidad de población desplazada por la violencia, después de Sudán (Norwegian Refugee Council [NRC], 2011). Pero una de las problemáticas surgidas a partir del desplazamiento forzado es la condición de vulnerabilidad en la que estos migrantes llegan a los núcleos urbanos, y la subsecuente situación de marginalidad a la que se ven obligados en sus nuevos lugares de residencia. Si bien la literatura ha analizado con detalle las características socioeconómicas de la población en situación de desplazamiento forzado, es igualmente importante analizar el proceso de inserción de ésta población en el mercado laboral de los centros urbanos: de una adecuada inserción laboral dependerán las condiciones de bienestar socioeconómicas a medida que transcurre el tiempo de asentamiento. Independientemente del nivel educativo de las víctimas, los desplazados por la violencia llegan a los centros urbanos con una posesión muy limitada (y en algunos casos nula) de activos físicos y monetarios, pues los han perdido durante el proceso migratorio. En casos particulares, la usurpación de los activos de los individuos por parte de los grupos armados puede ser el motivo mismo del desplazamiento (Ibáñez y Velásquez, 2008). De este modo, las víctimas del desplazamiento forzado tienen en común que llegan a los centros urbanos de recepción con una capacidad de generación de ingresos escasa o nula, lo que es una clara condición de desventaja frente a la población no desplazada residente en los centros urbanos a la hora de acceder al mercado laboral formal. Bajo este contexto, la presente investigación pretende dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿Incide el hecho de ser una víctima del desplazamiento forzado en la probabilidad de encontrarse ocupado en el sector informal?, y ¿Existe una mejora en la calidad del empleo para los migrantes forzados a medida que aumenta su tiempo de asentamiento? Para dar respuesta a estas dos preguntas, se hace uso del siguiente argumento como la hipótesis central que guiará el desarrollo de la investigación. 3 Desplazados en Colombia llegan a 5.5 millones, dice Codhes [en línea]. Tomado de: http://www.noticiascaracol.com/nacion/articulo-262261-desplazados-colombia-llegan-a-55-millonesdice-codhes, recuperado: 5 de Julio de 2013. 2 Una vez los desplazados llegan al sitio de recepción, el primer efecto en el mercado laboral de los centros urbanos es el aumento de la tasa de participación, es decir, de la oferta de trabajo. La disposición a trabajar de la población desplazada aumenta, a tal punto que no solamente la cabeza de hogar ofrece horas en el mercado, sino también otros miembros de la familia. Esta se convierte en su estrategia de supervivencia. Debido a la rigidez existente en Colombia del salario mínimo, y la escasa absorción de la nueva oferta a la demanda de trabajo formal existente en las ciudades, los desplazados se enfrentan al desempleo urbano, sin importar cuál es la calidad de la cohorte migratoria, en principio. La informalidad laboral surge de la necesidad inminente de supervivencia y de generación de ingresos, ante la situación de desempleo generalizada para la población recién llegada a los centros urbanos. En este sentido, es válido afirmar que el sector informal que crece en los centros urbanos a causa del desplazamiento forzado es la informalidad laboral asociada a la vulnerabilidad socioeconómica, pobreza, carencia de habilidades, dedicada al “rebusque”, con pocas barreras de entrada y bajos salarios. Sin embargo, debe mencionarse que el tamaño del sector informal en cada centro urbano es diferente, pues depende de las condiciones laborales intrínsecas de cada centro urbano, como por ejemplo del nivel educativo de su población residente, las actividades económicas principales de cada centro urbano, entre otras variables no observables4. Si bien un menor nivel educativo es un indicador de una mayor probabilidad a desplazarse (Ibáñez y Vélez, 2005), al mismo tiempo es un factor utilizado por los individuos para escoger hacia dónde migrarán, pues individuos más educados migrarían a centros urbanos que les ofrezca una mayor capacidad de generación de ingresos, teniendo en cuenta las condiciones intrínsecas de cada centro urbano. La literatura es contundente en afirmar que a mayor nivel educativo adquirido, mayor probabilidad de encontrarse ocupado en el sector laboral formal, y mayores son los ingresos laborales percibidos por los trabajadores5 (Silva et al., 2005; Galvis, 2012; Flórez, 2003; Bernal, 2009; Ribero, 2003). En este sentido, una segunda hipótesis enuncia que, a medida que los migrantes llevan más tiempo asentados en el centro urbano, mejora su calidad de empleo. Como Silva y Guataquí (2005) afirman, la calidad de la cohorte migratoria incide en qué resultados se desarrollarán en el mercado laboral de los centros urbanos a medida que avanza el tiempo de asentamiento. ¿De qué depende si se cumple esta hipótesis en las personas desplazadas en los centros urbanos de Colombia? De las características de los desplazados en términos de habilidades. En 4 Los datos y la metodología utilizados en esta investigación no permiten controlar esta heterogeneidad, lo que constituye una limitación del estudio. 5 Independientemente de sus status migratorio. 3 particular, depende del capital humano de la cohorte migratoria, en la medida que el carácter no previsto de la migración solamente les permite controlar a los individuos desplazados a qué destino se dirigirán, sujetos a los costos de migración, es decir, los costos de transporte, y/o la utilización de redes sociales establecidas en los sitios de destino. Este documento consta de ocho partes; la primera es la presente introducción. La segunda sección describe las características asociadas al desplazamiento forzado en Colombia y las pérdidas de bienestar más relevantes que ha encontrado la literatura. La tercera sección consiste en el marco conceptual de informalidad laboral bajo el cual se trabajará en el proceso de estimación. La cuarta sección describe el marco teórico bajo el cual el exceso de oferta laboral formal en los centros urbanos (producto del desplazamiento forzado) se traduce en la expansión de la informalidad laboral. La quinta sección concierne a las estadísticas descriptivas y al proceso de estimación de los interrogantes planteados, en el que el presupuesto de preferencias ordenadas y el uso de datos al 2011 se usan por primera vez en este tipo de estudios sobre mercado laboral y desplazamiento forzado. La sexta sección presenta los resultados de la estimación principal y los modelos alternativos y pruebas de robustez del modelo. La séptima sección presenta la discusión sobre los resultados obtenidos; y la última sección presenta las conclusiones. 2. Una revisión de literatura de las causas y consecuencias del desplazamiento forzado en Colombia Steele (2009) define el desplazamiento forzado dentro del contexto de un conflicto armado como una “migración civil durante la guerra que es provocada directa o indirectamente por las acciones de uno o varios grupos armados” (Steele, 2009: pg. 421). Paralelamente, el desplazamiento forzoso de carácter masivo se considera como un mecanismo de autoprotección de la población después de haber experimentado masacres, combates en su vecindad inmediata o amenazas de violencia (NRC, 2011). De lo anterior, es importante notar que el fenómeno del desplazamiento forzado es un evento que se da “uno a uno”, o de manera masiva. En línea con lo anterior, la ACNUR estableció una definición universal bajo la cual define a las personas en situación de desplazamiento forzado como los “individuos o grupos de personas que han sido forzados a huir de sus hogares para escapar del conflicto armado, la violencia generalizada, los abusos de los derechos humanos o los desastres naturales o provocados por el ser humano”6. En el caso colombiano, el sistema judicial reconoce a las víctimas del desplazamiento forzado 6 Tomado de: http://www.acnur.org/t3/a-quien-ayuda/desplazados-internos/preguntas-y-respuestassobre-desplazados-internos/?L=uikqvjtothqabhz. Recuperado: 15 Enero 2013 4 mediante la Ley 387 de 1997, en la que define que "es desplazado toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional, abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales, porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones: conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los derechos humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público" (Ley 387 de 1997, Titulo 1). Causas del desplazamiento forzoso en Colombia El desplazamiento forzado en Colombia encuentra su razón primaria en el conflicto armado violento en el cual se encuentra inmerso el país, y que ha tenido como sus principales protagonistas los grupos guerrilleros, los grupos militares y los grupos paramilitares (ahora neoparamilitares, o bandas criminales). Debido a la duración del conflicto armado, el desplazamiento forzoso se considera una característica esencial de la historia del país (Lozano y Osorio, 1996 citado en Egea y Soledad, 2008). Una de las principales causas del conflicto armado colombiano (y la causa principal del desplazamiento forzado) es el despojo de tierras, vía intimidación individual o colectiva. Despejar el territorio de sus habitantes originales es una estrategia de guerra para apropiarse de tierra valiosa. Así mismo, forzar a la gente a desplazarse impide la acción colectiva, daña las redes sociales, y es un mecanismo de control violento hacia la población civil (Deininger, Ibáñez & Querubin, 2004). En este punto, hay que tener en cuenta dos consideraciones. Por un lado, el conflicto armado prospera en las zonas más pobres y vulnerables del país, pues en estas zonas la presencia del Estado es menor y los grupos ilegales pueden ejercer sus actividades con mayor libertad (Khoudour-Cásteras, 2009). La baja presencia estatal implica que los derechos de propiedad sobre la tierra no están claramente definidos, y por tanto su despojo de manera violenta será más fácil (Egea et al., 2008). Por otro lado, una de las estrategias del ejército colombiano frente al conflicto armado es trasladar la lucha contrainsurgente a los márgenes geográficos y socioeconómicos del país, que son los territorios menos poblados de Colombia (Granada, Restrepo & Vargas, 2009). De este modo, es posible afirmar que las zonas más afectadas por la problemática del desplazamiento forzoso, como fenómeno de expulsión, está 5 directamente relacionado con la expansión geográfica del conflicto. Estas zonas son, a decir7: 1. Las zonas de confrontación armada intensa (zona de combate). 2. Las zonas de cultivos ilícitos, ya sea por aspersión o por la disputa del control de los corredores estratégicos de tráfico de droga. 3. Las zonas de presencia paramilitar, que coincide con áreas de alta inversión o alta en recursos naturales, potencialmente explotables. 4. Las zonas urbanas en que se presentan casos de intimidación o amenazas a personas y tráfico de drogas. Consecuencias del conflicto armado y el desplazamiento forzoso Una de las consecuencias más evidente y grave del conflicto violento colombiano ha sido el proceso de desplazamiento, y toda la cadena de consecuencias socioeconómicas que la llegada a un entorno desconocido de manera no anticipada produce en los hogares desplazados. ¿A dónde se desplazan las víctimas de la violencia? Las personas víctimas del desplazamiento forzoso, acorde con la dinámica geográfica del conflicto y las zonas donde mayor es su presencia, realizan tres tipos de desplazamientos: rural-urbano, interurbano, o intraurbano (Egea et al., 2008). Estos desplazamientos pueden darse ya sea dentro del mismo departamento, o hacia otros departamentos del país, teniendo en cuenta que ningún departamento de Colombia está al margen del fenómeno: todos han experimentado en mayor o menor medida la entrada y salida de migrantes forzados. Además, la dinámica del conflicto ha mostrado que los municipios afectados por el desplazamiento forzoso pueden cambiar su papel de expulsores a receptores a través del tiempo (Egea et al., 2008). Si bien las personas en situación de desplazamiento forzado tienen en cuenta la distancia y la existencia de redes sociales en un potencial sitio de destino a la hora de escoger a dónde partir, so pretexto de una reducción en sus costos de migración (Lozano-Gracia, Piras, Ibáñez & Hewings, 2010), la tendencia es que los desplazados migren hacia los centros urbanos más importantes, debido a la mayor oferta de posibilidades económicas para su supervivencia posterior a la huida. Así, las grandes ciudades de Colombia se han convertido en el principal polo de atracción para los desplazados (Khoudour-Cásteras, 2009). Sin embargo, 7 Tomado de NRC (2011). 6 la mayoría se asientan en la periferia de estas grandes ciudades, las cuales sienten el impacto de la llegada de los flujos migratorios involuntarios en la medida que la nueva población sobrecarga los servicios sociales de atención al ciudadano, los servicios públicos y sanitarios, y desgasta la infraestructura urbana (Cohen & Deng, 1998)8. Pérdidas de bienestar asociadas al desplazamiento forzoso en Colombia La violencia modifica los costos y beneficios de la migración cuando prevalecen las amenazas a la vida, la falta del imperio de la ley, y la violación a los derechos de propiedad (Ibáñez y Vélez, 2005). En este sentido, la literatura nacional no sólo ha demostrado que el desplazamiento forzoso es una consecuencia del conflicto armado, sino que ha encontrado que también ha traído consigo una serie de consecuencias socioeconómicas de alto impacto negativo tanto para las comunidades desplazadas, como para las ciudades de recepción. Las pérdidas de bienestar están principalmente asociadas a la característica no anticipada de la migración, debido a que suavizar la senda de consumo en una situación de desplazamiento forzado es más difícil que ante una situación de migración anticipada. En general, la población desplazada, una vez en el sitio de recepción, se ve obligada a vivir bajo una situación de exclusión económica y marginalización. La migración forzada está asociada a la pérdida de activos productivos9, a la pérdida de propiedad y a deterioros en la productividad de los individuos (Restrepo & Sadinle, 2009). Ahora, los hogares no sólo pierden parte de sus activos, sino que también se ven obligados a usar parte de éstos en el proceso de huida (Cohen et al., 1998). Estos hogares tampoco cuentan con los mismos mecanismos formales (créditos a bancos) e informales (préstamos de personas conocidas) para suavizar el consumo y diversificar el riesgo, dadas las nuevas condiciones socioeconómicas y la ruptura de las redes sociales establecidas previas al desplazamiento (Ibáñez & Moya, 2010). Como consecuencia, los hogares desplazados se ven inmersos en una serie de situaciones precarias a nivel 8 Debido a lo anterior, los principales sistemas de asistencia al desplazado se ubican en las principales ciudades del país. Sin embargo, en muchos casos los desplazados no son registrados dentro de un sistema de información y no reciben una atención humanitaria adecuada, debido a que las instituciones estatales no tienen acceso, recursos o capacidades técnicas para la atención pertinente. (NRC, 2011). Del mismo modo, el desplazado puede no tener información suficiente de los programas disponibles, o la saturación del sistema hace que a los desplazados les tome mucho tiempo acceder a la ayuda humanitaria a la que tienen derecho (Albuja & Ceballos, 2010). 9 Se estima que la pérdida de activos físicos (sin contabilizar tierras) es de alrededor de 9.6 millones de pesos por hogar desplazado, y la recuperación de activos es mínima, cerca de 100 mil pesos por hogar. (Ibáñez y Velásquez, 2008). 7 socioeconómico, y deben recurrir a estrategias de generación de ingresos que les permita sobrevivir ante la carencia de oportunidades laborales, socialmente costosas en el largo plazo. La vulnerabilidad de los hogares desplazados inicia desde su composición familiar en el sitio de llegada. Estudios previos han caracterizado a los hogares desplazados por ser más numerosos que las familias pobres urbanas. En promedio, los hogares desplazados son de 5.75 miembros, frente al promedio de personas que componen un hogar pobre urbano, que es de 4.4 personas. Además, existe una mayor presencia de una sola cabeza de hogar en las familias desplazadas: un ejemplo de lo anterior es Bogotá, donde la muerte violenta del cónyuge es la causa de jefatura femenina en cerca del 40% de los hogares en situación de desplazamiento (Neira, 2004). Además, dentro de estos hogares hay presencia de altas tasas de dependencia económica, es decir, de miembros de la familia que no generan ingresos (Ibáñez & Velásquez, 2008; Calderón & Ibáñez, 2009; Naranjo, 2009). En términos de bienestar económico, evaluado sobre variables como el consumo10 y el ingreso11 de los hogares, el desplazamiento forzado no anticipado genera mayores pérdidas de bienestar (33% de pérdida del valor neto presente del consumo promedio, respecto al horizonte de consumo del agente en su vida) frente al desplazamiento anticipado (20% de pérdida del valor neto presente del consumo promedio), debido a que el desplazamiento preventivo permite evaluar más detenidamente los costos y beneficios del desplazamiento. En este sentido, los costos del desplazamiento forzado suman, en promedio, 37% del valor presente neto del consumo agregado rural (Ibáñez et al., 2005). Los hogares desplazados que perciben el mayor impacto en la caída en el consumo agregado por adulto equivalente en el sitio de recepción, se caracterizan por una baja escolaridad de las cabezas de hogar, ser pertenecientes a minorías étnicas, y por contener un alto número de miembros mayores de 18 años (Ibáñez & Moya, 2006). Por otro lado, el consumo agregado es mayor para los hogares con mayor capacidad de generación de ingreso, es decir, que aún poseen activos en su lugar de expulsión, y que están bien conectados con organizaciones formales. Sin embargo, los hogares no están en capacidad de suavizar el consumo aún si han sido partícipes de programas de generación de ingresos. Se verificó empíricamente que la participación en programas de generación de ingresos no es significativa para explicar el consumo agregado por adulto equivalente, ni es un mecanismo efectivo para reducir la deserción escolar. Sin embargo, sí reduce la 10 11 Consumo agregado por adulto equivalente (Ibáñez & Vélez, 2005). Ingreso agregado por adulto equivalente, ibid. 8 probabilidad de que los hogares se dividan en búsqueda de mayores ingresos (Ibáñez & Moya, 2010). Ante la dificultad de los hogares para generar ingresos, se reducen las tasas de asistencia escolar de la población en edad estudiantil. Mientras que el efecto no es tan fuerte entre niños de 7 y 11 años, para los jóvenes entre 12 y 17 años la asistencia escolar se reduce significativamente, ya que es probable que estos jóvenes deban abandonar sus estudios e ingresar al mercado laboral con el fin de colaborar económicamente en el hogar, sobre todo si la jefatura del hogar es femenina (Ibáñez & Velásquez, 2008). Si bien la interrupción escolar puede mitigar el impacto del desplazamiento en el corto plazo, los efectos de largo plazo se visualizan en dos sentidos: por un lado, tiene un efecto negativo sobre el capital humano del hogar, las oportunidades para acceder a trabajos de mejor calidad, y menores ingresos futuros. Por otro lado, se genera un sentimiento de frustración cuando los jóvenes no logran insertarse en alguna actividad generadora de ingresos, aumentando la probabilidad de vinculación en actividades criminales (Ibáñez et al., 2008). Otra implicación de la fuerte caída en el consumo y en el ingreso es el riesgo de caer en inseguridad alimentaria: la población desplazada es dos veces más propensa a carecer de alimentos y a padecer hambre, comparada con la población no migrante en las ciudades (Mendoza & González, 2010), debido a que en el lugar de asentamiento los desplazados ya han perdido el acceso a su tierra, y por tanto también han perdido el acceso a la producción de alimentos y al autoconsumo. Según la Organización Mundial de Alimentos (2005), la carencia alimentaria en los hogares desplazados provoca que el 23% de los niños y niñas menores de 6 años se encuentren por debajo del mínimo alimenticio necesario diario (Naranjo, 2009). La situación de vivienda en el sitio de recepción también es precaria. Antes del desplazamiento, cerca del 65% de los hogares contaba con vivienda propia, cifra que cae cerca de un 25% en el municipio de recepción (Ibáñez et al., 2008). Además, tan sólo el 5.5% de los hogares en situación de desplazamiento forzoso habitan en viviendas consideradas como dignas12; y de los hogares que han accedido a subsidios de vivienda, sólo el 21.2% de éstas viviendas adquiridas son consideradas como dignas (Mendoza et al., 2010)13. 12 Propiedad con escritura registrada o en arriendo con contrato escrito, un único hogar en la vivienda, materiales apropiados, servicios domiciliarios, en zonas que no hayan sido declaradas ni hayan sido afectadas por eventos de alto riesgo y sin condición de hacinamiento (Mendoza et al, 2010: pg. 12). 9 Sin embargo, a pesar de las pérdidas de bienestar señaladas anteriormente, la cobertura en salud mejora para los hogares desplazados en el sitio de llegada, comparado a la cobertura previa (en el sitio de origen). Es más, la cobertura en salud es mejor para la población desplazada que para la población nativa pobre. El único requisito para que las familias desplazadas puedan adquirir esta cobertura es que se encuentren inscritas en el sistema RUDP14 (Ibáñez et al., 2008). La población desplazada no solamente se enfrenta al impacto socioeconómico de ser expulsado de su sitio de origen. Respecto al impacto psicosocial al que las familias se han visto expuestas, uno de los más relevantes es el cambio en la estructura familiar, antes y después del proceso de desplazamiento. Muchas familias se enfrentan al abandono o incluso la muerte de alguno o algunos de sus miembros (Restrepo et al., 2009; Ibáñez et al., 2008), y muchas mujeres se ven enfrentadas a la necesidad de asumir el rol de cabeza de hogar (Cohen et al., 1998), como se ha hecho evidente de manera implícita. Por otro lado, los desplazados suelen ser discriminados en los lugares de recepción por la creencia de que tienen vínculos con grupos armados, creando tensiones en la comunidad de recepción (Neira, 2004). De este modo, la discriminación afecta negativamente las oportunidades laborales y la adaptación al nuevo entorno para la población desplazada (Ibáñez et al., 2010). A nivel macro, el desplazamiento forzado tiene un fuerte impacto en la organización de las comunidades tanto de origen como de destino. Cuando la población desaparece por uno o dos años, los patrones de liderazgo, los mecanismos de resolución de conflictos, y los derechos de propiedad cambian drásticamente en los lugares de los que los hogares han huido, sobre todo en territorios donde no hay imperio de la ley (Cohen et al., 1998). Del mismo modo, las comunidades residentes en los sitios de recepción se enfrentan al reto de convivir de forma permanente con la población en situación de desplazamiento. La mayoría de las personas desplazadas parecen tener las mismas aspiraciones que los migrantes: permanecer en la ciudad indefinidamente (Albuja & Ceballos, 2010). Bajo este contexto, los hogares se enfrentan a la decisión entre permanecer en el lugar al cual migraron, o migrar de nuevo a su sitio de origen (Deininger et al., 2004; Serrano, 2010). La decisión que tomen depende de las circunstancias económicas (tanto en el lugar de asentamiento, como en su sitio de origen), y a las circunstancias en que se dio el proceso de desplazamiento forzado. De este modo, un alto deseo de regresar está asociado a la tenencia de activos, a la permanencia de las redes sociales en el sitio de origen, y a que la migración inicial hubiera sido intra departamental (es decir, una corta distancia de migración). Así 14 Registro Único de Población Desplazada. 10 mismo, las variables asociadas con una menor probabilidad de retorno al sitio de origen son las alusivas a una mayor vulnerabilidad del hogar (una alta cantidad de menores de edad, jefatura de hogar femenina, pertenencia a una minoría étnica, entre otras), mejores oportunidades de empleo respecto al sitio de origen, un mayor capital humano, una alta duración del desplazamiento y a la característica reactiva del proceso de desplazamiento, incluso si las condiciones económicas son más favorables en el sitio de origen que en el sitio de asentamiento (Deininger et al., 2004). Además, los programas de ayuda al desplazado crean un sistema de incentivos que fomentan la permanencia del desplazado en la ciudad de recepción (Serrano, 2010). En conclusión, la vulnerabilidad socioeconómica a la que están sometidas las personas en situación de desplazamiento indica que es una población propensa a caer fácilmente en una trampa de pobreza, pues las estrategias de suavizado de consumo que utilizan (deserción escolar, venta de activos fijos, ruptura del núcleo familiar, entre otras) son muy costosas en el largo plazo (Ibáñez et al., 2010). La pertinencia de estudiar el funcionamiento del mercado laboral para la población que se ha desplazado de manera forzada a los centros urbanos es crucial para el adecuado diseño de políticas que faciliten a los trabajadores de origen desplazado su adecuada inserción en el mercado laboral formal, asegurando una adecuada protección social, y un mayor nivel de ingresos recibidos que, en el mediano plazo, no les obligue a recurrir a mecanismos como la informalidad laboral, el trabajo infantil, la criminalidad o la deserción escolar. 3. Informalidad laboral: una discusión conceptual, hechos, y relación con el desplazamiento forzado Antes de caracterizar la informalidad asociada al desplazamiento forzoso, vale la pena analizar cómo se conceptualiza la informalidad laboral, para comprender mejor por qué las personas desplazadas por la violencia pueden verse condicionadas a participar de este segmento del mercado laboral. ¿Por qué la informalidad? Los estudios sobre economía laboral para países desarrollados indican que los individuos prefieren caer en el desempleo antes que aceptar un trabajo de baja calidad. Pero en los países subdesarrollados y de bajos ingresos, esta opción no es necesariamente viable pues los trabajadores tienen menor capacidad de financiar la búsqueda. Esta menor capacidad se relaciona, por una parte, con la inexistencia o débiles implementaciones de los seguros de desempleo. Y, por otra, con las fuertes restricciones de las familias pobres para apoyar la búsqueda laboral de sus miembros. Cuando esta situación se presenta el trabajador puede verse obligado a aceptar empleos de inferior calidad (informales) (Uribe, Ortiz & García, 2006). 11 En principio, el concepto de informalidad laboral fue propuesto por Hart (1972), en su famoso informe sobre el mercado laboral en Kenia. En este estudio, el autor identifica la existencia de un sector laboral informal, y propone categorizarlos como "una parte de la fuerza laboral, que trabaja por fuera del mercado laboral formal (...) ya fuera como alternativa a un salario formal, o una manera de suplementar el ingreso de por sí ya recibido". (Hart, 1972 citado en Gerxhani, 2004) En esta línea, la OIT acuñó el concepto de informalidad y le otorgó una connotación asociada directamente a pobreza urbana. Este paradigma dominó el concepto de informalidad en la década del 80 y, según Portes y Haller (2000), caracterizó la informalidad por15: 1. La exigüidad de los obstáculos al ingreso, en lo que se refiere a las aptitudes, el capital y la organización; 2. La propiedad familiar de las empresas; 3. Lo reducido de la escala de operaciones; 4. El empleo de métodos de producción de gran densidad de mano de obra y de tecnologías anticuadas, y; 5. La existencia de mercados no regulados y competitivos. Sin embargo, una segunda vertiente propuesta por De Soto en 1989 no necesariamente asocia la informalidad con pobreza. Bajo este punto de vista, las actividades informales “se consideran un signo de dinamismo empresario popular” (Portes & Haller, 2000: pg. 10), y considera a las empresas informales como el resultado de una excesiva regulación estatal. Esta intervención gubernamental “se traduce en legislación inadecuada, engorrosos y lentos procedimientos, y burocracia ineficiente” (Tokman, 1995 citado en Rico, Gómez & López, 1999: pg. 89). En otras palabras, el surgimiento del sector informal denota la existencia de altos costos de transacción en el aparato estatal y, por ende, los agentes económicos encuentran más rentable evadir las regulaciones como una decisión tomada voluntariamente. Desde este punto de vista, la informalidad va de la mano con la ilegalidad. Fields (1990), con los elementos anteriores, logra conciliar y resumir esta discusión conceptual mediante la identificación de un mercado laboral dual, y lo define en términos de formalidad e informalidad. Al mismo tiempo, segmenta la informalidad laboral entre la informalidad de fácil entrada (easy entry), y la informalidad de nivel superior (upper-tier). En el caso de la informalidad de fácil entrada, se hace alusión al sector informal como sector residual, asociada a la pobreza y, en el caso de la informalidad de nivel superior, se hace alusión a la 15 Portes & Haller, 2000: pgs.9 -10. 12 informalidad de más altos ingresos). En esta última, se resalta su condición voluntaria restringida. Es decir, que dadas las restricciones de entrada propias del sector, la decisión óptima de los trabajadores es ser informal (Kucera & Roncolato, 2008), aun considerando la opción de ser formal. Informalidad laboral: el caso colombiano En la misma línea de Fields (1990), Uribe et al. (2006) proponen dos enfoques de estudio de la informalidad laboral para el caso colombiano y, más que abogar por una de ellas, proponen que el mercado laboral colombiano está compuesto por la articulación de estas dos teorías. Por un lado, la teoría estructuralista propone que la informalidad laboral es el resultado del escaso desarrollo del sector moderno16. Es decir, la informalidad surge en el momento en que la demanda por trabajo en el sector formal no absorbe en su totalidad la oferta laboral disponible en el mercado, y la población excedente (haya invertido o no previamente en capital humano), se ve forzada a recurrir a actividades económicas de baja remuneración con la finalidad de no caer en el desempleo, dando pie al surgimiento de una racionalidad de subsistencia. Este argumento se enmarca dentro de la perspectiva de demanda laboral. Los factores que la teoría estructuralista utiliza a la hora de explicar el exceso de oferta laboral son: - La transición demográfica en su segunda etapa (cuando ya han disminuido las tasas de mortalidad pero las de natalidad son aún altas); Los flujos migratorios rural-urbano, y; La mayor participación laboral de los miembros familiares diferentes al jefe de hogar (efecto del trabajador adicional). Así mismo, los factores asociados a una escasa demanda de trabajo son: - Escaso desarrollo estructural de la economía; Uso de tecnologías intensivas en capital; Bajos niveles de inversión, y; La política de disminución del tamaño del Estado. 16 El sector moderno se define como es el conjunto de actividades económicas en las que existen economías de escala en capital físico y capital humano. No genera un número significativo de empleos. Se impone la lógica de la acumulación con base en la rentabilidad. 13 Dentro de esta conceptualización, el sector informal se caracteriza por los bajos requerimientos de capital físico. Sin embargo, es un sector intensivo en mano de obra, si bien el requerimiento de habilidades de los trabajadores es bajo. El sector informal aquí opera en unidades pequeñas (unipersonales, empresas pequeñas), caracterizadas por ser de baja productividad. Los bajos costos de entrada inducen a que no sea posible contener la entrada de trabajadores por encima del nivel de eficiencia, permitiendo la participación de personas no calificadas. Este esquema crea desigualdad en las condiciones de trabajo entre los formales y los informales, quienes no sólo reciben un ingreso per cápita menor, sino que tienen empleos de menor calidad, pues las unidades de trabajo tienden a incumplir con las regulaciones institucionales y legales17 . En este sentido, la segmentación laboral está determinada por quienes logran engancharse en el sector moderno, y quienes se ven obligados a trabajar desde el sector informal. Bajo esta perspectiva, las diferencias entre sector formal e informal tienden a acentuarse con el tiempo, en la medida en que el sector formal da una mayor oportunidad a que los trabajadores mejoren su nivel de ingresos y su experiencia laboral en el tiempo. Lo contrario sucede con los trabajadores del sector informal, pues algunos trabajadores de buena calidad pueden caer en trabajos de mala calidad y entrar en un proceso de "des-aprendizaje", es decir, a la pérdida de sus habilidades y conocimientos en el tiempo. Además, la existencia de barreras de entrada al sector formal18 perpetúa las diferencias. La otra línea propuesta por los autores, es la teoría institucionalista, la cual justifica la existencia del sector informal debido a la ineficiencia del Estado y a los altos costos de sus servicios y regulaciones19, sean éstas de orden tributario, laboral, sanitario, ambiental, de pago de servicios públicos de la actividad económica, etc., que desincentivan la formalización de las empresas. Desde esta perspectiva, se aboga por un libre funcionamiento de los mercados y, en general, desconfía de la intervención estatal en los asuntos económicos. En la teoría institucionalista, la racionalidad económica subyacente de los individuos está basada en un análisis costo-beneficio entre pertenecer al sector formal o informal de la economía, tomando en cuenta los costos y beneficios de pertenecer a cualquiera de las dos opciones. De este modo, pertenecer al sector 17 Entre tales regulaciones, se encuentran las prestaciones sociales, la existencia de un contrato de trabajo, unas condiciones de trabajo seguras e higiénicas, entre otras. 18 Aquí se ubican los costos de instalación (desde el punto de vista tecnológico e institucional), y los requerimientos de capital humano a los trabajadores, debido al uso de tecnologías más avanzadas. 19 Costos de transacción. 14 informal es una opción voluntaria y óptima, lo que la enmarca dentro de una perspectiva de oferta laboral. En este contexto, Loayza (1997) (citado por Uribe et al., 2006) presenta una lista en la que enuncia los costos de la formalidad y de la informalidad. Por un lado, los costos asociados a la actividad económica formal son: - Costos de acceso (legalización y registro de la empresa, sobornos, costos financieros), y; Costos de permanencia (impuestos, pago de servicios públicos, prestaciones laborales y requerimientos burocráticos). Del mismo modo, los costos asociados al sector informal son: - Multas o sanciones si la unidad económica formal es detectada; Inhabilidad para acceder a bienes públicos provistos por el Gobierno (sistema legal, judicial y policía); Inseguridad sobre los derechos de propiedad sobre el capital y los productos asociados a la actividad económica; Los contratos no pueden ser garantizados judicialmente, haciendo que éstos pierdan valor; Costos de monitoreo y transacción que se incrementan, porque los contratos no pueden respaldarse judicialmente, y; Acceso al crédito más costoso, debido a que no se puede utilizar el patrimonio como garantía financiera. En este contexto, la informalidad es una decisión voluntaria que no necesariamente está vinculada a la pobreza, sino a unidades económicas con iniciativa empresarial, con una educación escolar media o superior, con un perfil de ingresos relativamente alto, y cierta experiencia en el mercado laboral formal. Desde este punto de vista, los ingresos recibidos por los trabajadores informales, y la cantidad de participantes en el mercado, tienen una tendencia procíclica. Perfil laboral de la población en situación de desplazamiento forzoso Es la escasa absorción de desplazados por la demanda laboral formal urbana una de las consecuencias más graves del desplazamiento forzoso a nivel socioeconómico, debido a que impide que la población desplazada genere ingresos, una vez ubicados en el sitio de recepción. El salario que pueda devengar un trabajador de origen desplazado le permite no sólo mejorar sus condiciones de vida de corto plazo, sino educarse para obtener mejores empleos (y por ende, ingresos) en el futuro y salir de la situación de vulnerabilidad socioeconómica. 15 La problemática laboral inicia desde el momento mismo del desplazamiento. Al ser de origen rural en su mayoría, los desplazados no cuentan con las habilidades técnicas demandadas en los mercados laborales urbanos, y pueden caer en un proceso de des capacitación (de-skilling) (Ibáñez et al., 2008; Ibáñez et al., 2006, 2010; Cohen et al., 1998). Por tanto, en primera instancia, las personas en situación de desplazamiento forzado pasan a ser desempleados dentro de la ciudad. Un indicador en la literatura de la anterior afirmación es que las tasas de desempleo para los hogares desplazados aumentan sustancialmente en el sitio de asentamiento. En el sitio de origen, el 1.7% de los jefes de hogar se encontraban desempleados, mientras que en el sitio de recepción el mismo indicador aumenta a 16%. Del mismo modo, la tasa de desempleo total de la población desplazada es casi el doble que la del resto de la población nativa en el sitio de recepción (13.48% y 7.5%, respectivamente) (Ibáñez et al., 2008). A consecuencia de lo anterior, y ante la inminencia de conseguir recursos para la supervivencia, las personas en situación de desplazamiento forzado recurren a la informalidad laboral como fuente de ingresos, asumiendo las consecuencias de no contar con estabilidad laboral, una buena remuneración, o prestaciones sociales (Ibáñez et al., 2006). Así mismo, la informalidad se vuelve una opción laboral ante la discriminación étnica, de género, o incluso la indocumentación, variables que deterioran aún más las oportunidades laborales. El 42% de la población no afectada por el desplazamiento forzado, está vinculada al sector informal; sin embargo, esta cifra asciende al 55% para la desplazada. Al diferenciar por género, la tasa de informalidad para las mujeres en situación de desplazamiento forzoso es del 67.3%, mientras que para los hombres en la misma condición es del 47% (Ibáñez et al., 2008). Los trabajos más recurrentes dentro de este espectro son los empleados domésticos y trabajadores independientes, como las ventas ambulantes, o incluso la prostitución en el caso de las mujeres (Mendoza et al., 2010; Ibáñez et al., 2008). Otros indicadores de la calidad del empleo son la cantidad de horas trabajadas y el salario recibido. Los desplazados trabajan, en promedio, una mayor cantidad de horas que el resto de la población, y ganan entre el 60% (Ibáñez et al., 2008) y el 70% (Calderón et al., 2009) del salario mínimo vigente20. En cualquiera de los dos casos, lo importante de señalar es que los desplazados informales carecen de la 20 A precios corrientes de los datos usados en cada estudio: en el caso de Calderón-Mejía e Ibáñez (2009), se estudia el período 2001-2005. En el caso de Ibáñez y Velásquez (2008), los datos son del año 2004. 16 capacidad adquisitiva que les permita regresar a los niveles de consumo e ingreso previos al desplazamiento. 4. ¿Cómo se comporta el mercado laboral informal en la población desplazada por la violencia? La literatura que ha estudiado las pérdidas de bienestar asociadas al desplazamiento forzoso indica que, independientemente de las habilidades de los individuos, los desplazados llegan a los centros urbanos con una posesión escasa o nula de activos que han perdido durante el proceso migratorio y que, en algunos casos, puede ser el motivo mismo del desplazamiento (Ibáñez et al., 2008). Esta afirmación permite suponer que, en términos de generación de ingresos, todos los individuos desplazados llegan a los centros urbanos en la misma condición. Este es el supuesto de partida para analizar la probabilidad de ocupación de la población desplazada en la informalidad. El punto de referencia es la situación en que el individuo desplazado debe decidir entre el trabajo formal, la informalidad o el desempleo. Para desarrollar el análisis, es necesario tener en cuenta el limitado acceso que la población en situación de desplazamiento tiene al mercado laboral formal. Este supuesto no es del todo descabellado, dada la existencia de rigideces laborales como un salario mínimo que reduce la capacidad de la demanda laboral urbana de recibir la nueva oferta de trabajo (Mondragón-Vélez, Peña & Wills, 2010). Por otro lado, las personas desplazadas suelen tener habilidades laborales que no son demandadas en la ciudad, lugar principal en que se concentra la población desplazada (Ibáñez et al., 2008). Por último, es bueno tener en cuenta que el mercado laboral informal de carácter estructural21 se comporta de manera competitiva, dadas las escasas barreras de entrada en términos de ingresos, capital físico, y capital humano. Desde el punto de vista de la oferta laboral, es válido afirmar que casi toda la población desplazada ofrece horas de trabajo en el mercado laboral informal. Esto sucede debido a que la condición de vulnerabilidad de las familias desplazadas hace que el salario de reserva22 de esta población sea muy bajo, o cero en los casos más extremos. Por tanto, el umbral autoselectivo de participación para ofrecer horas en el mercado queda prácticamente eliminado23. A nivel macro, es de esperar que la tasa global de participación aumente ante una oleada de desplazamiento, pues no sólo el jefe de hogar ofrecerá horas, sino también otros 21 Bajo la categorización de Uribe et al. (2006). Salario de reserva: umbral mínimo salarial por el que un individuo decide participar en el mercado laboral. 23 En este caso, estimar una oferta de horas para la población desplazada sin una corrección de Heckman implica un sesgo muy pequeño. 22 17 miembros de la familia que estén en edad de trabajar24. En los casos más extremos, los niños menores de 12 años también entran a participar en el mercado laboral. La gráfica 1 describe el comportamiento de un individuo desplazado y un individuo no desplazado, a la hora de decidir participar en el mercado laboral, dada una restricción presupuestal. Sus preferencias se modelan con la misma curva de para comparar los dos casos. Para el individuo no desplazado, el utilidad salario de reserva se ubica en un nivel de consumo , y el punto 25 determinará su oferta mínima de horas a ese salario. El individuo desplazado, debido a su condición de vulnerabilidad, reajusta el salario de reserva, de tal modo que cae a un nivel de consumo ubicado en , y el punto determina su oferta Gráfica 1. Oferta de horas y decisión de participación de un desplazado vs un no desplazado mínima de horas a ese nivel de salario. El individuo desplazado logra optimizar su curva de utilidad en el intervalo de la recta , que está por debajo del salario de reserva del individuo no desplazado, y por encima del salario de reserva del individuo desplazado. Sin embargo, la decisión óptima del individuo que no está en situación de desplazamiento es no participar en el mercado de trabajo informal. Por otro lado, la gráfica 2 indica qué sucede a nivel agregado en el mercado laboral, cuando la población desempleada se traslada al sector informal, causando un aumento de la oferta de trabajo. El argumento usado aquí, de nuevo, es que el salario de reserva cae para la población desplazada, con el fin de obtener un 24 25 Efecto del trabajador adicional. Entendiendo que la oferta de horas de trabajo es el tiempo que no se dedica al ocio. 18 ingreso de supervivencia. A nivel agregado, la oferta de trabajadores en el sector informal aumenta. Gráfica 2. Oferta y demanda de trabajo en los centros urbanos ante la presencia de un salario mínimo por encima del equilibrio de mercado. Relación entre desplazamiento forzoso y mercado laboral: ¿qué se ha hecho anteriormente? En este punto, se hace pertinente mencionar cuál ha sido la literatura que, a nivel colombiano y a nivel internacional, ha analizado anteriormente la incidencia de flujos migratorios forzados en el mercado laboral. A nivel internacional, Kondilys (2010) planteó un modelo de variable instrumental para estimar la incidencia del desplazamiento forzado en las variables del mercado laboral, aplicado al caso de Bosnia y Herzegovina. Para la autora, la decisión de migrar reside en que la utilidad de desplazarse sea mayor a la utilidad de no desplazarse. De este modo, su ecuación a estimar es: En esta ecuación, representa variables de mercado laboral como empleo, desempleo, inactividad laboral, salarios y horas de trabajo; es un vector de características individuales exógenas, es una dummy invariante en el tiempo que determina el status migratorio, es la heterogeneidad individual no observada, y es el error. Sin embargo, el status migratorio contiene una potencial endogeneidad, alusiva a que las personas escogen de manera no aleatoria a qué lugar migrar (en base a variables no observables), dando pie a un sesgo de selección. Por tanto, el status migratorio se instrumentaliza por medio de una variable que mide la cantidad de muertes violentas en las ciudades de origen de cada individuo. El mecanismo de transmisión del instrumento es el desempeño económico: se espera que una zona con altas tasas de homicidios tenga un bajo 19 desempeño económico, repercutiendo directamente sobre el desempeño de las variables asociadas al mercado laboral. El resultado de las estimaciones indica que, en el caso de los hombres, el desempleo aumenta; mientras que la tendencia en las mujeres es la caída en las tasas de participación laboral. A nivel nacional, Calderón e Ibáñez (2009) usan el conflicto armado en Colombia como un experimento natural para examinar el impacto del desplazamiento forzado sobre la oferta laboral y cómo los salarios, el desempleo y la ocupación se ven perturbados ante este choque. Para ello, estiman la siguiente ecuación: La variable dependiente es el logaritmo del salario del individuo i en la ciudad c en el momento t, y capturan los efectos fijos (invariantes en el tiempo y locales variantes en el tiempo respectivamente), contiene las variables individuales que inciden en el desempeño del individuo en el mercado laboral como la experiencia potencial, años de educación, género y estado civil; es la proporción de migrantes forzados de la ciudad c en el período j (medido en términos de migrantes recibidos por cada ciudad), respecto a la población en edad de trabajar en j, y es el término de error. La endogeneidad existente en el modelo surge debido a que las decisiones migratorias (aún en un contexto de desplazamiento forzado) se ven influenciadas por las condiciones laborales relativas de los potenciales sitios de destino. Por tanto, la reubicación de las personas, una vez han decidido desplazarse, no tiene un carácter completamente aleatorio. El instrumento utilizado, en la misma línea de Kondilys, es la acumulación de personas víctimas de masacres en el país, ponderado por la inversa de la distancia entre el sitio de la masacre y el sitio de recepción. De este modo, a medida que crece el número de masacres, el migrante tomará la decisión de desplazarse con una mayor probabilidad. De igual manera, entre mayor sea la distancia entre el sitio de masacre y el sitio de destino, menor será la probabilidad de que se desplace. Los resultados encontrados indican que el efecto de los flujos de desplazados es estadísticamente significativo para explicar la caída en el salario promedio por hora de las ciudades. Si bien los salarios caen en el sector formal (aún si el coeficiente estimado es no significativo para el método de VI), la caída en los salarios en el sector informal es estadísticamente diferente de cero, y 4 veces más grande que en el sector formal. De este modo, el desplazamiento forzado repercute fuertemente en las condiciones laborales de los trabajadores con un bajo nivel de habilidades. Por otro lado, Silva y Guataquí (2005) argumentan con base al el modelo de Borjas (1982) que, ante la primacía que tiene la decisión de huir para sobrevivir, las consecuencias económicas debidas a un proceso migratorio forzado se 20 transladan a un segundo plano. Por tanto, la diferencia entre la migración voluntaria e involuntaria, reside en el timing26 de la migración, lo que implica un horizonte de planeación mínimo o nulo, en el caso que sea una migración involuntaria. Dado lo anterior, la decisión de migrar no depende de las habilidades de los individuos. Sin embargo, lo que sí puede suceder (según los autores) es que, en el sitio de recepción, los individuos ubicados en la cola superior de la distribución de habilidades en la población migrante, logren un mayor salario que los individuos ubicados en la cola inferior de ésta misma distribución, caracterizados por ser trabajadores de bajas habilidades. Dado lo anterior, los autores estiman la probabilidad de ocupación mediante la siguiente ecuación, por medio de un modelo tipo logit: describe la elección binaria del individuo entre encontrarse ocupado o estar desempleado, recoge variables socioeconómicas de los individuos y características relacionadas con el estatus migratorio de los mismos, como lo son: edad, edad cuadrado, dummy que indica si es migrante reciente (5 años o menos), migrante desplazado/migrante laboral o nativo, nivel educativo, género, estado civil, y número de personas ocupadas en el hogar. Por otro lado, también estiman una ecuación minceriana, con la siguiente estructura: En esta ecuación, es el logaritmo del ingreso laboral mensual, y recoge los años de educación, la experiencia potencial, la experiencia potencial al cuadrado, el logaritmo de las horas mensuales trabajadas, y los individuos migrantes recientes. La endogeneidad asociada a las ecuaciones mincerianas se controla por medio de una corrección de Heckman27, que usa la edad, edad al cuadrado, si la persona es jefe de hogar, estado civil, género y el número de hijos solteros por ocupado asalariado, a la hora de tomar los valores de predicción de la probabilidad de ser un individuo ocupado asalariado. Los autores encuentran para el primer modelo que, en igualdad de condiciones, y a excepción del año 2005, un desplazado tiene una menor probabilidad de ocupación que un migrante voluntario. En el caso de la ecuación minceriana, se encuentra que un desplazado forzado recibe una menor remuneración salarial que una persona migrante voluntaria. 26 Los autores se refieren a timing como el horizonte de planeación que tienen los agentes para tomar la decisión de migrar. Este timing es exógeno para los migrantes involuntarios, y endógeno para los migrantes voluntarios. 27 La corrección de Heckman permite controlar por el sesgo de selección a la hora de estimar una ecuación minceriana. 21 Por último, Flórez (2003) identifica con datos del año 2000 si el status de migrante es uno de los determinantes clave para trabajar en el sector informal. Para ello, utiliza un modelo logit multinomial que determina la probabilidad de participación en el j-ésimo segmento del mercado laboral colombiano. En este tipo de modelos, la probabilidad de participación se define como: ∑ La variable dependiente usa como categorías28 el sector formal (referencia), sector informal, y desempleo. Las variables incluidas en son edad, género, años de educación, tiempo de migración (1-2 años, 3-4 años, más de 5 años), origen nativo, origen rural, estrato socioeconómico, y tasa de desempleo de la ciudad. Del mismo modo, utiliza dos definiciones a la hora de estimar la participación en el sector informal: la definición de articulación estructural29, y la definición dualística30. El principal resultado de la autora es que, tanto para hombres como para mujeres, la condición de migrante tiene un impacto significativo a la hora de determinar la probabilidad de empleo en el sector informal. Del mismo modo, el impacto del status migratorio explica de manera significativa la probabilidad de encontrarse desempleados, especialmente para la submuestra de mujeres. Una característica en común de los anteriores estudios es el uso de metodologías de estimación no lineales, dada la característica categórica de las variables dependientes usadas (a excepción de las estimaciones de salarios). Sin embargo, ninguna de las anteriores metodologías considera la importancia de ordenar las preferencias de los individuos respecto a su situación laboral, a la hora de modelar la probabilidad de participación en determinado segmento laboral. En la medida que los resultados se sostengan respecto a la anterior literatura, se corroborará la persistencia en el tiempo de la vulnerabilidad de la población desplazada por la violencia. 28 Es decir, las probabilidades estimadas del modelo son halladas tomando como referencia la probabilidad de pertenencia al sector formal. 29 Enfoque de articulación estructural: Esta perspectiva caracteriza la economía informal con actividades generadoras de ingresos no reguladas por el Estado, pero ligadas a las actividades del sector formal. La distinción entre las actividades formales e informales reside en el grado de seguimiento a los términos de la ley. 30 Aproximación dualista: Desde esta perspectiva, el sector informal se considera como un sector en desventaja de un mercado laboral dualista o segmentado. El mercado informal se caracteriza entonces por ser un mercado laboral desregulado y competitivo, por la existencia de bajas barreras de entrada en términos de habilidades, capital y organización; y está compuesto por empresas de propiedad familiar, con una escala pequeña de operación, un sistema de producción intensiva en trabajo, tecnología anticuada, bajos niveles de productividad, y baja capacidad de acumulación de capital. Así mismo, está asociado a actividades de carácter ilegal. 22 5. Aproximación empírica a la ocupación informal para la población afectada por el desplazamiento forzoso El modelo econométrico Bajo la anterior argumentación, el modelo econométrico a utilizar es el modelo de selección multiple ordenado. En línea con la propuesta metodológica de Pradham y Van Soest (1995) en su estudio sobre segmentación laboral en Bolivia, los individuos establecen preferencias a la hora de escoger a qué segmento del mercado laboral pertenecen. Para el caso de la población económicamente activa, y de acuerdo a la hipótesis planteada, la opción de ser desempleado implica la menor utilidad, la opción de la informalidad laboral es preferida al desempleo, y la situación de formalización es preferida a la informalidad. La representación formal del modelo, siguiendo a Wooldridge (2010), es: Donde es la variable dependiente no observada (encontrarse ocupado en el jésimo sector laboral), son las variables dependientes y es el término de error que sigue una distribución normal estándar. El patrón observado de es , que toma los valores de: (No ocupado, desempleado) (Ocupado en el sector informal) (Ocupado en el sector formal) y son umbrales de decisión establecidos por el modelo para pasar de una categoría a la siguiente y, al igual que los parámetros , son estimados por el modelo. Por tanto, la probabilidad de pertenencia a cada sector se define como: | | | | | | | 23 Donde es la función acumulada de la función de distribución a utilizar31. Por otro lado, los efectos marginales de la pertenencia a cada opción, ante cambios en la k-ésima variable, se definen como: Siendo el coeficiente estimado asociado a la k-ésima variable independiente, y la función de distribución utilizada. Datos Los datos utilizados corresponden a la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) del DANE para el año 2011. La encuesta contiene información de características de vivienda, servicios disponibles en el hogar, tenencia y financiación de la vivienda en que reside, condiciones de vida del hogar, tenencia de bienes, gastos del hogar, componentes rurales, características y composición del hogar, salud, cuidado de los menores de 5 años, educación y características de la fuerza laboral. La encuesta es implementada a la población civil no institucional residente en todo el territorio nacional. En esta estimación, la población objetivo es la población económicamente activa residente en zonas urbanas, debido a que la decisión de inactividad no es de interés del estudio (recuérdese que el salario de reserva en la población desplazada se reduce a casi cero). Especificación Los objetivos de la estimación son, en primer lugar, identificar si el desplazamiento forzoso de carácter violento es positivo y significativo a la hora de explicar la probabilidad de que un individuo se encuentre ocupado en el sector informal, utilizando dos criterios para identificar la informalidad laboral: la ausencia de cotización a pensión, y el tamaño de empresa. Según Uribe et al. (2006), por medio de las dos variables se puede aproximar la informalidad laboral, tanto desde el punto de vista estructural, como desde el punto de vista institucional. 31 En el caso del modelo probit ordenado, la función de distribución es normal estándar, mientras que en el caso logit ordenado, la función de distribución es logística. 24 El segundo objetivo es identificar si el tiempo de asentamiento es positivo y significativo a la hora de explicar una mejora en la calidad de ocupación en el mercado laboral, bajo las mismas definiciones expuestas anteriormente. Dado lo anterior, la ecuación a estimar es: Donde es la categorización de pertenencia al desempleo, al sector informal y al sector formal. Para el caso de la definición de informalidad laboral por tamaño de empresa, la variable tomará el valor si el tamaño de empresa es de 1 a 10 personas, si el tamaño de empresa es superior a 10 personas, y si hace parte de la PEA y no hace parte de las dos categorías anteriores. En el caso de la definición de informalidad por medio de la ausencia de cotización a pensión, la variable tomará el valor si el trabajador se encuentra ocupado pero no cotiza pensión, si el trabajador se encuentra ocupado y cotiza pensión, y si hace parte de la PEA y no hace parte de las dos categorías anteriores. La variable se define como una variable binaria que determina si la persona encuestada migró por motivo de “amenaza o riesgo para su vida, su libertad o su integridad física, ocasionada por la violencia”. La variable indica el número de años que la persona migrante (independientemente de su motivo de migración) lleva viviendo en el centro urbano. La ecuación se controla por medio de características socioeconómicas del individuo que puedan incidir en la probabilidad de ocupación en un segmento laboral específico (edad, género, nivel educativo máximo alcanzado, migración por motivo laboral, parentesco con el jefe de hogar, estado civil, edad al cuadrado). En términos formales, el objetivo de la estimación consiste en corroborar empíricamente que: 25 Estadísticas descriptivas En esta subsección se presenta una caracterización general de la población de análisis. Como ya se mencionó, la muestra usada en este estudio corresponde a la población económicamente activa (PEA) residente en zonas urbanas, y ésta muestra principal se segmentó por migrantes, no migrantes, y desplazados. En cada uno de estos grupos, se realizó un análisis descriptivo para cada categoría laboral: desempleo, informalidad y formalidad. Las categorías informal y formal están desagregadas en términos de las dos definiciones de informalidad ya propuestas: tamaño de empresa y ausencia de cotización a pensión. Vale aclarar dos puntos. El primero, es que el número de personas contenido en la categoría “desempleado” es el mismo, independientemente de la definición de informalidad utilizada. El segundo punto, es que la submuestra de desplazados se encuentra contenida dentro de la submuestra migrantes. Esta submuestra de desplazados se caracteriza por manifestar haber cambiado de residencia debido a “amenaza o riesgo para su vida, su libertad o su integridad física, ocasionada por la violencia” (DANE, 2011). La tabla 1 indica el porcentaje de personas desempleadas, ocupados informales y ocupados formales dentro de cada submuestra. Una primera observación frente a los datos es que el menor porcentaje de desempleados corresponde a la submuestra migrante total. Un segundo hecho a notar es que, si bien el número de observaciones para la población desplazada es mucho menor que en el resto de submuestras, el porcentaje de trabajadores informales por tamaño de empresa (76%) y por cotización a pensión (82%), es muy superior al porcentaje de trabajadores informales del resto de submuestras. En tercer lugar, es importante notar que la informalidad laboral es cuantitativamente mayor bajo la definición de ausencia de cotización a pensión. Un último hecho a notar es que el porcentaje de ocupados formales es mayor para el grupo migrante total que para el resto de submuestras. Tabla 1. Tasas de ocupación y desocupación (%) Desempleado Tamaño de empresa Informal Formal Desempleado Cotización a pensión Informal Formal N PEA urbana 6% 64% 31% 6% 67% 28% 25042 No migrantes 6% 64% 30% 6% 68% 26% 18061 Migrantes Desplazados 4% 61% 34% 4% 64% 31% 6981 5% 76% 19% 5% 82% 13% 716 26 La tabla 2 clasifica el porcentaje de personas desempleadas, ocupadas informales y ocupadas formales, por región de residencia. Para la PEA urbana, el mayor porcentaje de personas desempleadas se encuentra en la región pacífica32 de Colombia (6.36% de la muestra). Del mismo modo, el menor porcentaje de personas desempleadas se encuentra en Bogotá (3.85% de la muestra). En lo que concierne a la informalidad laboral, el porcentaje de personas que trabaja en una empresa de menos de 10 personas es superior en las regiones pacífica (68.82%) y atlántica (69.06%). El patrón es el mismo cuando se usa la definición de cotización de pensión: bajo esta definición, la región pacífica tiene un 74.7% de personas ocupadas que no cotizan pensión, mientras que la región atlántica contiene un 75.69% de personas ocupadas bajo las mismas condiciones laborales. De nuevo, la región con las menores tasas de informalidad, bajo las dos definiciones, es Bogotá: el 43.57% de personas manifiestan trabajar en una empresa de menos de 10 personas, mientras que el 43.13% manifiesta trabajar y no cotizar pensión. Por último, la región que contiene un mayor número de personas trabajando en condiciones formales es Bogotá, pues el porcentaje de personas ocupadas en condiciones formales es superior al 50%, bajo las dos definiciones de informalidad laboral. Este porcentaje solamente aparece de nuevo en la región de San Andrés, bajo la definición de ausencia de cotización a pensión. Vale la pena mencionar que el porcentaje de personas que trabajan bajo condiciones formales es mucho mayor para la población migrante total y para el total de la muestra, que para la población desplazada por motivo violento. Así mismo, el porcentaje de personas que trabajan bajo condiciones informales es mucho menor para los migrantes totales y la PEA urbana, respecto a la población migrante desplazada. Estas dos afirmaciones son válidas, indistintamente de la definición de informalidad usada. Por otro lado, el porcentaje de personas desempleadas es, en general, mayor para la población no migrante que para la población migrante. Es importante notar también que el porcentaje de personas migrantes residentes en Antioquia que trabajan bajo condiciones formales es 10 puntos porcentuales mayor que para la población antioqueña nativa. Consistente con lo anterior, el porcentaje de personas migrantes residentes en Antioquia que trabajan en condiciones informales, es menor que el porcentaje de trabajadores informales para la submuestra no migrante. De nuevo, esta tendencia se da para las dos definiciones de informalidad laboral. La tabla 3 desagrega las cuatro submuestras por género. La muestra total contiene 61.47% de hombres, y el 38.53% son mujeres. Este desbalance surge 32 Excluye al Valle del Cauca. 27 debido a que una amplia proporción de la población económicamente inactiva (PEI) es mujer, y este segmento de la población fue eliminado de la muestra base, con el fin de construir la variable dependiente33. Esta tendencia en la proporción por género se mantiene en el resto de submuestras. Submuestra PEA urbana No migrante Migrante Desplazada Tabla 2. Tasas de ocupación y desempleo, por regiones Desempleo Informalidad Formalidad Región geográfica de Tamaño de Cotización Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización localización 2011 empresa a pensión empresa pensión empresa a pensión Atlántica 5.49% 5.49% 69.06% 75.69% 25.44% 18.82% Oriental 4.59% 4.59% 64.83% 64.32% 30.57% 31.09% Central 6.00% 6.00% 59.12% 61.04% 34.87% 32.95% Pacífica (sin Valle) 6.36% 6.36% 68.82% 74.70% 24.82% 18.94% Bogotá 3.85% 3.85% 43.57% 43.13% 52.58% 53.02% Antioquia 6.26% 6.26% 58.64% 60.07% 35.10% 33.67% Valle del Cauca 5.90% 5.90% 60.37% 62.96% 33.73% 31.14% San Andrés y Providencia 4.29% 4.29% 52.97% 43.15% 42.74% 52.56% Orinoquía-Amazonía 5.20% 5.20% 65.18% 69.44% 29.63% 25.36% Atlántica 6.01% 6.01% 69.50% 75.87% 24.49% 18.12% Oriental 4.93% 4.93% 66.60% 65.33% 28.47% 29.74% Central 6.45% 6.45% 59.48% 61.79% 34.07% 31.77% Pacífica (sin Valle) 6.61% 6.61% 70.06% 75.44% 23.33% 17.95% Bogotá 4.32% 4.32% 42.06% 42.81% 53.62% 52.87% Antioquia 7.16% 7.16% 60.70% 62.27% 32.14% 30.57% Valle del Cauca 6.39% 6.39% 59.64% 62.41% 33.98% 31.20% San Andrés y Providencia 5.38% 5.38% 50.73% 40.99% 43.90% 53.63% Orinoquía-Amazonía 6.10% 6.10% 64.37% 70.79% 29.53% 23.11% Atlántica 3.96% 3.96% 67.77% 75.15% 28.28% 20.90% Oriental 3.93% 3.93% 61.36% 62.32% 34.71% 33.75% Central 5.17% 5.17% 58.45% 59.66% 36.38% 35.17% Pacífica (sin Valle) 5.44% 5.44% 64.20% 71.94% 30.36% 22.62% Bogotá 2.92% 2.92% 46.52% 43.76% 50.57% 53.32% Antioquia 4.04% 4.04% 53.58% 54.68% 42.39% 41.28% Valle del Cauca 4.73% 4.73% 62.12% 64.28% 33.14% 30.99% San Andrés y Providencia 1.72% 1.72% 58.28% 48.28% 40.00% 50.00% Orinoquía-Amazonía 3.54% 3.54% 66.67% 66.96% 29.79% 29.50% Atlántica 5.06% 5.06% 78.65% 84.83% 16.29% 10.11% Oriental 2.53% 2.53% 75.95% 79.75% 21.52% 17.72% Central 5.17% 5.17% 65.52% 77.59% 29.31% 17.24% Pacífica (sin Valle) 5.29% 5.29% 82.01% 86.77% 12.70% 7.94% Bogotá 8.57% 8.57% 65.71% 68.57% 25.71% 22.86% Antioquia 8.33% 8.33% 68.06% 72.22% 23.61% 19.44% Valle del Cauca 6.67% 6.67% 65.00% 76.67% 28.33% 16.67% San Andrés y Providencia 0.00% 0.00% 75.00% 75.00% 25.00% 25.00% Orinoquía-Amazonía 4.88% 4.88% 87.80% 87.80% 7.32% 7.32% 33 Nótese que, si se hubiera incluido la población económicamente inactiva, se debería incluir una nueva categoría en la variable dependiente, correspondiente al segmento laboral “inactivo”. Sin embargo, si se incluye esta categoría, el argumento de ordenamiento de preferencias de pertenencia a determinado segmento laboral se derrumba: para algunos individuos, hacer parte de la PEI puede representarle una mayor utilidad que incluso ser una persona ocupada formal. Para otros individuos, ser parte de la PEI puede ser la peor de las “elecciones” posibles. 28 Tabla 3. Composición de las tasas de ocupación y desocupación, por género Desempleo Informalidad Formalidad Total Submuestra Género Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a submuestra empresa pensión empresa pensión empresa pensión Hombre 65.60% 65.60% 62.85% 63.10% 57.90% 56.71% 61.47% PEA urbana Mujer 34.40% 34.40% 37.15% 36.90% 42.10% 43.29% 38.53% Hombre 65.47% 65.47% 63.70% 63.90% 56.42% 54.97% 61.66% No migrante Mujer 34.53% 34.53% 36.30% 36.10% 43.58% 45.03% 38.34% Hombre 66.09% 66.09% 60.52% 60.91% 61.20% 60.47% 60.99% Migrante Mujer 33.91% 33.91% 39.48% 39.09% 38.80% 39.53% 39.01% Hombre 66.66% 66.66% 60.58% 61.13% 65.67% 64.51% 61.87% Desplazados Mujer 33.34% 33.34% 39.42% 38.87% 34.33% 35.49% 38.13% Tabla 4. Composición de las tasas de ocupación y desocupación, por estado civil Desempleo Informalidad Formalidad Total Submuestra Estado civil Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a submuestra empresa pensión empresa pensión empresa pensión Unión libre 23.41% 23.41% 36.96% 37.25% 33.34% 32.21% 35.09% Viudo 0.70% 0.70% 3.18% 3.14% 1.47% 1.36% 2.51% 9.18% 9.18% 12.51% 12.27% 10.31% 10.62% 11.64% PEA urbana Separado Soltero 56.94% 56.94% 26.02% 26.71% 26.94% 25.39% 28.01% Casado 9.75% 9.75% 21.33% 20.63% 27.95% 30.42% 22.73% Unión libre 22.44% 22.44% 36.77% 36.98% 32.53% 31.47% 34.65% Viudo 0.73% 0.73% 3.35% 3.27% 1.50% 1.48% 2.64% No migrante Separado 8.15% 8.15% 11.95% 11.82% 10.88% 11.08% 11.40% Soltero 59.16% 59.16% 28.03% 28.59% 28.65% 27.28% 30.09% Casado 9.52% 9.52% 19.89% 19.34% 26.44% 28.70% 21.19% Unión libre 27.05% 27.05% 37.47% 37.99% 35.12% 33.82% 36.22% Viudo 0.68% 0.68% 2.70% 2.80% 1.42% 1.10% 2.17% Migrante Separado 13.01% 13.01% 14.01% 13.49% 9.04% 9.63% 12.26% Soltero 48.63% 48.63% 20.56% 21.57% 23.13% 21.31% 22.61% Casado 10.62% 10.62% 25.25% 24.14% 31.29% 34.14% 26.71% Unión libre 25.64% 25.64% 38.31% 38.18% 39.55% 40.86% 37.84% Viudo 0.00% 0.00% 3.68% 3.42% 0.75% 1.08% 2.93% Desplazados Separado 20.51% 20.51% 13.81% 14.38% 14.18% 10.75% 14.24% Soltero 48.72% 48.72% 25.05% 25.00% 26.12% 26.88% 26.53% Casado 5.13% 5.13% 19.15% 19.01% 19.40% 20.43% 18.43% Tabla 5. Composición de las tasas de ocupación y desocupación, por años de educación promedio Desempleo Informalidad Formalidad Total Submuestra Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a submuestra empresa pensión empresa pensión empresa pensión PEA urbana 9.69 9.69 7.52 7.54 11.72 12.16 8.94 Migrante 9.58 9.58 7.81 7.81 11.72 12.09 9.23 No migrante 9.72 9.72 7.41 7.44 11.72 12.20 8.83 Desplazada 7.82 7.82 6.05 6.17 8.87 9.32 6.67 29 Es interesante notar que para la submuestra no migrante, la proporción de mujeres empleadas como formales es de 43.58% para la definición de tamaño de empresa, y 45.03% para la definición de presencia de pensión, cifras que están por encima del promedio de mujeres en la submuestra no migrante (38.34%). Sin embargo, la tendencia inversa se da para el caso de la submuestra migrante desplazada por motivo violento: el 34.33% de las mujeres trabajan en empresas de más de 10 personas, y el 35.49% de mujeres trabajan cotizando pensión, cifras inferiores al 38.13% del promedio de mujeres que hacen parte de la subuestra desplazada. Para el caso de la submuestra migrante, la media de mujeres formales es muy similar a la media de mujeres del total de la submuestra correspondiente. La tabla 4 muestra la composición de las muestras por estado civil. Es interesante notar que en todos los grupos, el mayor porcentaje de personas desempleadas se encuentra soltero. También es interesante notar que la mayor proporción de personas ocupadas (formales e informales) dentro de la submuestra desplazada se encuentra en unión libre. La tabla 5 muestra los años de educación promedio para todos los grupos de análisis. En primera instancia, se debe notar el bajo perfil educativo de la muestra total: en promedio, la muestra PEA urbana tiene 8.94 años de educación, indistintamente de su situación laboral. Una segunda consideración es que el promedio de años de educación es mayor para la población migrante (9.23 años) que para la población no migrante (8.83 años). Por último, los años de educación total de la población migrante por motivos violento, en promedio, es notoriamente menor respecto al resto de submuestras (6.67 años). Por otro lado, se debe resaltar que el perfil educativo de las personas ocupadas en el sector formal es notoriamente superior a los desempleados y a los informales: el promedio de educación para las personas que trabajan en el sector formal es superior a los 11 años, lo que implica al menos un nivel secundario completo (a excepción de la población migrante violenta, que en promedio tienen entre 8 y 9 años de educación). Igualmente, los años de educación total de la población desempleada son más que para la población ocupada en el sector informal. La tabla 6 muestra la composición del sector formal e informal, desagregando por posición ocupacional. El mayor porcentaje de personas categorizadas como informales por posición ocupacional son los empleados domésticos, los trabajadores independientes o cuenta propia, los patrones o empleadores, los trabajadores de finca, los trabajadores sin remuneración, los ayudantes sin remuneración, y los ayudantes y peones, acorde a la definición dualística de 30 informalidad propuesta por Flórez (2003)34. Por otro lado, el mayor porcentaje de personas categorizadas como trabajadores formales son los empleados de empresa particular, los empleados del Gobierno, y los profesionales independientes. Esta es una tendencia que se mantiene a través de todas las submuestras. Otro aspecto a observar es la composición de personas por posición ocupacional a través de las submuestras. En ésta, se debe notar la diferencia entre la población migrante por motivo violento y el resto de submuestras, pues la tendencia de la muestra desplazada es inclinarse hacia actividades “cuenta propia”, y no hacia el empleo en empresas particulares o puestos gubernamentales. La tabla 7 indica la composición de las muestras por edad. En promedio, la población informal es de mayor edad que la población desempleada o la población ocupada en el sector formal. Del mismo modo, la edad promedio de la población en situación de desplazamiento es un año menor que la edad promedio del resto de submuestras: la edad promedio de la submuestra migrante por motivo violento es de 37.75 años, mientras que para el resto de submuestras, se superan los 38 años. Por último, la tabla 8 describe la distribución porcentual de la situación laboral para la población migrante, desagregada por motivo de migración. De este modo, es interesante notar que las personas que migraron inicialmente por motivo educativo registran el mayor porcentaje de personas trabajando en el sector formal. Por otro lado, las personas que manifiestan haber migrado por motivo violento o por motivo de desastre natural (ya sea por riesgo o por hecho), son las que manifiestan desempeñarse en mayor cuantía como informales (respecto a los demás migrantes). 34 Autoempleados (excepto profesionales y técnicos), trabajadores familiares no remunerados, empleados domésticos, dueños y trabajadores asalariados en empresas pequeñas (10 o menos personas). 31 Tabla 6. Composición de las tasas de ocupación formal e informal, por posición ocupacional Informalidad Formalidad Total Submuestra Posición ocupacional Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a submuestra empresa pensión empresa pensión Obrero o empleado de empresa particular 42.08% 47.27% 57.92% 52.73% 35.05% Obrero o empleado del gobierno 0.00% 20.04% 100.00% 79.96% 8.39% Empleado doméstico 100.00% 92.52% 0.00% 7.48% 3.44% Profesional independiente 60.52% 51.06% 39.48% 48.94% 1.79% Trabajador independiente o por cuenta propia 94.54% 94.75% 5.46% 5.25% 42.36% Patrón o empleador 95.15% 87.18% 4.85% 12.82% 3.66% PEA urbana Trabajador de finca, tierra o parcela propia en arriendo, aparcera, 97.87% 98.14% 2.13% 1.86% 1.59% usufructo o posesión Trabajador sin remuneración 93.07% 96.37% 6.93% 3.63% 1.28% Ayudante sin remuneración (hijo o familiar de empleados 98.15% 96.30% 1.85% 3.70% 0.23% domésticos, mayordomos, jornaleros, etc.) Jornalero o peón 69.54% 93.30% 30.46% 6.70% 2.21% Obrero o empleado de empresa particular 43.29% 47.84% 56.71% 52.16% 34.18% Obrero o empleado del gobierno 0.00% 22.34% 100.00% 77.66% 8.10% Empleado doméstico 100.00% 93.96% 0.00% 6.04% 3.12% Profesional independiente 63.82% 52.56% 36.18% 47.44% 1.73% Trabajador independiente o por cuenta propia 94.69% 95.19% 5.31% 4.81% 43.94% Patrón o empleador 95.60% 88.07% 4.40% 11.93% 3.21% No migrante Trabajador de finca, tierra o parcela propia en arriendo, aparcera, 97.54% 98.46% 2.46% 1.54% 1.92% usufructo o posesión Trabajador sin remuneración 92.08% 95.05% 7.92% 4.95% 1.19% Ayudante sin remuneración (hijo o familiar de empleados 97.50% 97.50% 2.50% 2.50% 0.24% domésticos, mayordomos, jornaleros, etc.) Jornalero o peón 70.54% 93.56% 29.46% 6.44% 2.38% Obrero o empleado de empresa particular 39.26% 45.93% 60.74% 54.07% 37.24% Obrero o empleado del gobierno 0.00% 14.87% 100.00% 85.13% 9.15% Empleado doméstico 100.00% 89.82% 0.00% 10.18% 4.26% Profesional independiente 53.08% 47.69% 46.92% 52.31% 1.94% Trabajador independiente o por cuenta propia 94.12% 93.49% 5.88% 6.51% 38.36% Patrón o empleador 94.39% 85.67% 5.61% 14.33% 4.80% Migrantes Trabajador de finca, tierra o parcela propia en arriendo, aparcera, 100.00% 96.08% 0.00% 3.92% 0.76% usufructo o posesión Trabajador sin remuneración 95.05% 99.01% 4.95% 0.99% 1.51% Ayudante sin remuneración (hijo o familiar de empleados 100.00% 92.86% 0.00% 7.14% 0.21% domésticos, mayordomos, jornaleros, etc.) Jornalero o peón 66.10% 92.37% 33.90% 7.63% 1.76% Obrero o empleado de empresa particular 50.00% 65.00% 50.00% 35.00% 29.54% Obrero o empleado del gobierno 0.00% 33.33% 100.00% 66.67% 2.22% Empleado doméstico 100.00% 97.37% 0.00% 2.63% 5.61% Profesional independiente 33.33% 100.00% 66.67% 0.00% 0.44% Trabajador independiente o por cuenta propia 96.29% 97.43% 3.71% 2.57% 51.70% Patrón o empleador 96.43% 92.86% 3.57% 7.14% 4.14% Desplazados Trabajador de finca, tierra o parcela propia en arriendo, aparcera, 100.00% 87.50% 0.00% 12.50% 1.18% usufructo o posesión Trabajador sin remuneración 100.00% 100.00% 0.00% 0.00% 2.51% Ayudante sin remuneración (hijo o familiar de empleados 100.00% 100.00% 0.00% 0.00% 0.30% domésticos, mayordomos, jornaleros, etc.) Jornalero o peón 81.25% 100.00% 18.75% 0.00% 2.36% Tabla 7. Composición de las tasas de ocupación y desocupación, por edad promedio Desempleo Informalidad Formalidad Total Submuestra Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a submuestra empresa pensión empresa pensión empresa pensión PEA urbana 31.69 31.69 40.31 39.82 37.49 38.37 38.97 Migrante 32.64 32.64 40.85 40.21 37.66 38.67 39.41 No migrante 31.44 31.44 40.12 39.67 37.42 38.23 38.79 Desplazada 33.25 33.25 38.79 38.23 34.88 36.66 37.75 32 Tabla 8. Distribución de migrantes, por categorías laborales (porcentajes) Desempleo Informalidad Formalidad Motivo de migración Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a Tamaño de Cotización a empresa pensión empresa pensión empresa pensión Dificultad para encontrar trabajo o ausencia de 6.05% 6.05% 66.28% 69.50% 27.67% 24.45% medios de subsistencia Riesgo de desastre natural (inundación, avalancha, 7.69% 7.69% 74.36% 74.36% 17.95% 17.95% deslizamiento,terremoto, etc) Desastre natural (inundación, avalancha, 13.33% 13.33% 73.33% 80.00% 13.33% 6.67% deslizamiento, terremoto, etc) Amenaza o riesgo para su vida, su libertad o su 5.45% 5.45% 75.84% 81.56% 18.72% 12.99% integridad física, ocasionada por la violencia Necesidad de educación 6.53% 6.53% 48.86% 44.89% 44.60% 48.58% Porque se casó o formó pareja 3.46% 3.46% 60.74% 67.90% 35.80% 28.64% Motivos de salud 2.86% 2.86% 73.33% 84.76% 23.81% 12.38% Mejorar la vivienda o localización 3.60% 3.60% 60.17% 63.98% 36.23% 32.42% Mejores oportunidades laborales o de negocio 2.86% 2.86% 59.52% 61.64% 37.62% 35.50% Otra 5.96% 5.96% 55.71% 58.81% 38.34% 35.24% Total por motivo 11.13% 0.56% 0.43% 10.26% 5.04% 6.20% 1.50% 6.76% 46.57% 11.55% 6. Estimaciones: resultados y robustez Los signos de los coeficientes estimados y de los efectos marginales correspondientes35, permiten deducir preliminarmente el efecto de los flujos migratorios en el mercado laboral colombiano. Se estimaron modelos logit y probit ordenados, usando las mismas variables control36 en los dos modelos, y las dos definiciones de informalidad laboral propuestas anteriormente. Por tanto, la diferencia entre los dos modelos es el supuesto intrínseco a la distribución de los errores. En primer lugar, se puede afirmar que los coeficientes estimados y los efectos marginales asociados a la variable de migración por motivo violento, tienen una mayor relevancia estadística bajo el modelo logit ordenado que bajo el modelo probit ordenado. En particular, el coeficiente estimado en el modelo probit, para la definición de cotización de pensión es no significativo: mientras el coeficiente estimado para la definición de tamaño de empresa es estadísticamente significativo al 10%, para la modelación logit, el coeficiente estimado y los efectos marginales derivados son significativos al menos al 10% (para las dos definiciones). De este modo, el modelo logit ordenado permite inferir que la migración por motivo violento hacia los centros urbanos es una variable estadísticamente significativa a la hora de explicar la relación positiva a que el individuo promedio se encuentre en desempleo o bajo condiciones laborales informales, y la relación negativa a encontrarse ocupado en el sector formal. Al contrario de la tendencia anterior, pero acorde a la literatura alusiva a las migraciones laborales, el hecho de ser migrante por motivo trabajo en los centros 35 Los efectos marginales estimados, dada la característica no lineal de los modelos, se computaron tomando en consideración la media de cada variable. 36 Las variables de control utilizadas recogen información socioeconómica, participación en subsidios, y lugar de residencia actual. 33 urbanos es significativo a la hora de explicar que el individuo promedio esté asociado negativamente con la pertenencia al desempleo y a la informalidad laboral, y esté asociado positivamente a la ocupación en el sector formal, tanto en el modelo logit como en el probit, y para las dos definiciones de informalidad laboral propuestas. En cuanto a la variable de años de residencia en la ciudad actual, los modelos logit y probit logran establecer una relación significativa únicamente bajo la definición de informalidad laboral de cotización a pensión. Al 1% de significancia, a medida que aumenta en 1 año el tiempo de residencia en un centro urbano, el individuo promedio tendrá una menor probabilidad de encontrarse desempleado o en una situación laboral informal, y mayor será la probabilidad de que se encuentre ocupado en el sector formal. Esta misma variable de años de residencia, bajo la definición de tamaño de empresa, es no significativa en los dos modelos. La variable de género es siempre significativa: para el individuo promedio, ser hombre implica una menor probabilidad de ser desempleado y de ser informal, e implica una mayor probabilidad de trabajar en el sector formal. Respecto a la edad de los individuos, es posible afirmar que es una variable significativa al 1% de significancia estadística bajo las dos definiciones de informalidad laboral y bajo los dos tipos de modelo utilizado. Así, un año más de edad para el individuo promedio tiene un efecto marginal positivo sobre la probabilidad de ser empleado formal, mientras que el efecto marginal es negativo en la probabilidad de encontrarse desempleado o de trabajar en la informalidad laboral. La variable de edad al cuadrado permite capturar un efecto interesante, con una alta significancia estadística: a un año más de edad, el efecto marginal sobre la probabilidad de que el individuo promedio pertenezca al sector formal es decreciente, mientras que el efecto marginal sobre la probabilidad de pertenecer al grupo de desempleados o al grupo de informales, indistintamente de su definición, es creciente. Respecto a la posición del individuo dentro del hogar: si el individuo promedio es jefe de hogar, el efecto marginal sobre la probabilidad de pertenecer al desempleo y a la informalidad laboral es negativo, mientras que el efecto marginal sobre la probabilidad de encontrarse en el sector formal es positivo. Estos efectos son siempre estadísticamente significativos. 34 Tabla 9. Estimaciones, modelo logit ordenado Pertenencia al j-ésimo sector laboral, tamaño de Pertenencia al j-ésimo sector laboral, cotización a empresa pensión Variables independientes motivo violencia motivo trabajo años residencia género edad jefe hogar pareja hijo casado años educacion total edad2 número personas hogar familias en accion adultos mayores Otros subsidios atlantica oriental bogotá central pacifica antioquia valle San Andrés y Providencia Procedencia urbana μ_0 μ_1 Pseudo R2 No. Observaciones *** Significativa al 1% ** Significativa al 5% * Significativa al 10% Coef β Ef. Mg (L=0) Ef. Mg (L=1) Ef. Mg (L=2) -0,2112642 0,031** 0,1457249 0,008*** 0,0008122 0,775 0,2080028 0,001*** 0,0553408 0,000*** 0,212547 0,024** 0,215637 0,043** -0,4780644 0,000*** 0,1045171 0,099* 0,1508135 0,000*** -0,0007339 0,000*** -0,0082914 0,607 -0,0218761 0,547 0,0463517 0,734 -0,0774379 0,265 0,0615623 0,631 0,2459579 0,067* 0,7501275 0,000*** 0,3198902 0,029** 0,0831854 0,53 0,630964 0,000*** 0,369767 0,01** 0,4928245 0,004*** -0,0975336 0,122 -0,7161297 sí 3,507382 sí 0,0987 6981 0,006599 0,046** -0,0041841 0,008*** -0,0000234 0,775 -0,0061353 0,001*** -0,0015953 0,000*** -0,0062261 0,028** -0,0058408 0,032** 0,0164232 0,000*** -0,0029457 0,093* -0,0043474 0,000*** 0,0000212 0,000*** 0,000239 0,607 0,0006306 0,547 -0,0013361 0,734 0,0022322 0,265 -0,0017486 0,626 -0,0065502 0,048** -0,0164633 0,000*** -0,0081595 0,014** -0,002337 0,52 -0,0143361 0,000*** -0,0093134 0,003*** -0,0115707 0,000*** 0,0027532 0,116 0,0382007 0,023** -0,0277589 0,008*** -0,0001544 0,775 -0,038996 0,001*** -0,0105175 0,000*** -0,040014 0,023** -0,0424185 0,05* 0,0809076 0,000*** -0,0201215 0,103 -0,0286622 0,000*** 0,0001395 0,000*** 0,0015758 0,607 0,0041576 0,547 -0,0088092 0,734 0,0147171 0,265 -0,0118001 0,633 -0,0488072 0,078* -0,1609136 0,000*** -0,0648255 0,039** -0,0160436 0,536 -0,1339334 0,000*** -0,0753611 0,014** -0,1034453 0,008*** 0,0187606 0,127 -0,0447997 0,025** 0,031943 0,008*** 0,0001778 0,775 0,0451313 0,001*** 0,0121128 0,000*** 0,0462401 0,023** 0,0482592 0,047** -0,0973309 0,000*** 0,0230672 0,101 0,0330095 0,000*** -0,0001606 0,000*** -0,0018148 0,607 -0,0047882 0,547 0,0101453 0,734 -0,0169493 0,265 0,0135486 0,632 0,0553573 0,074* 0,177377 0,000*** 0,072985 0,036** 0,0183806 0,534 0,1482695 0,000*** 0,0846746 0,013** 0,115016 0,007*** -0,0215138 0,125 Coef β -0,2006309 0,052* 0,2091907 0,000*** 0,0091565 0,002*** 0,1796375 0,004*** 0,1263495 0,000*** 0,1957958 0,047** 0,1036861 0,351 -0,5204914 0,000*** 0,162445 0,013** 0,1680406 0,000*** -0,0015129 0,000*** -0,0135797 0,419 -0,1143244 0,003*** 0,1280631 0,37 -0,005619 0,937 -0,2717633 0,041** 0,2050113 0,14 0,843613 0,000*** 0,2864959 0,059* -0,2659456 0,054* 0,6157787 0,000*** 0,3009611 0,042** 0,7913329 0,000*** -0,0494574 0,453 0,6350434 sí 5,281951 sí 0,1449 6981 Ef. Mg (L=0) Ef. Mg (L=1) Ef. Mg (L=2) 0,0051454 0,072* -0,0049406 0,000*** -0,0002174 0,002*** -0,0043509 0,006*** -0,0029999 0,000*** -0,0047183 0,052* -0,0023875 0,338 0,0150079 0,000*** -0,0037239 0,011** -0,0039897 0,000*** 0,0000359 0,000*** 0,0003224 0,419 0,0027143 0,003*** -0,0030405 0,371 0,0001334 0,937 0,0069134 0,057* -0,0045521 0,115 -0,014742 0,000*** -0,0060876 0,036** 0,0068825 0,077* -0,0115621 0,000*** -0,0063909 0,023** -0,01358 0,000*** 0,0011616 0,449 0,0336405 0,04** -0,037141 0,000*** -0,0016194 0,002*** -0,0313576 0,004*** -0,022346 0,000*** -0,0342975 0,045** -0,0187091 0,361 0,0799016 0,000*** -0,0293976 0,015** -0,0297195 0,000*** 0,0002676 0,000*** 0,0024017 0,419 0,0202193 0,003*** -0,0226491 0,37 0,0009938 0,937 0,0458558 0,032** -0,0378462 0,156 -0,1756981 0,000*** -0,0542867 0,076* 0,0443136 0,039** -0,1244383 0,000*** -0,0570503 0,055* -0,1660757 0,000*** 0,0088099 0,456 -0,0387859 0,043** 0,0420817 0,000*** 0,0018368 0,002*** 0,0357085 0,004*** 0,0253459 0,000*** 0,0390159 0,045** 0,0210965 0,358 -0,0949095 0,000*** 0,0331215 0,015** 0,0337092 0,000*** -0,0003035 0,000*** -0,0027241 0,419 -0,0229336 0,003*** 0,0256896 0,37 -0,0011272 0,937 -0,0527692 0,034** 0,0423984 0,151 0,1904401 0,000*** 0,0603743 0,071* -0,0511961 0,044** 0,1360004 0,000*** 0,0634413 0,051* 0,1796557 0,000*** -0,0099715 0,455 35 Tabla 10. Estimaciones, modelo probit ordenado Pertenencia al j-ésimo sector laboral, tamaño de Pertenencia al j-ésimo sector laboral, cotización a empresa pensión Variables independientes Coef β motivo violencia motivo trabajo años residencia género edad jefe hogar pareja hijo casado años educacion total edad2 número personas hogar familias en accion adultos mayores Otros subsidios atlantica oriental bogotá central pacifica antioquia valle San Andrés y Providencia Procedencia urbana μ_0 μ_1 Pseudo R2 No. Observaciones *** Significativa al 1% ** Significativa al 5% * Significativa al 10% -0,0989563 0,066* 0,1035394 0,001*** 0,0005707 0,726 0,1051075 0,002*** 0,0328486 0,000*** 0,149146 0,005*** 0,1601772 0,008*** -0,2838943 0,000*** 0,076539 0,038** 0,0816742 0,000*** -0,0004212 0,000*** -0,0055583 0,536 -0,0112816 0,575 0,0316287 0,683 -0,0358402 0,365 0,0298307 0,683 0,1285861 0,094* 0,4088217 0,000*** 0,157975 0,06* 0,0290244 0,701 0,3428868 0,000*** 0,1938815 0,017** 0,2730179 0,007*** -0,0556728 0,12 -0,2886932 sí 2,044 sí 0,0909 6981 Ef. Mg (L=0) Ef. Mg (L=1) Ef. Mg (L=2) 0,0071334 0,088* -0,0068893 0,001*** -0,0000382 0,726 -0,0071958 0,003*** -0,0021979 0,000*** -0,0102086 0,007*** -0,0097609 0,004*** 0,0232714 0,000*** -0,0049539 0,033** -0,0054647 0,000*** 0,0000282 0,000*** 0,0003719 0,536 0,0007548 0,575 -0,0021162 0,683 0,002398 0,366 -0,0019673 0,679 -0,0079078 0,069* -0,0200638 0,000*** -0,0093401 0,033** -0,0019071 0,696 -0,0175376 0,000*** -0,0112199 0,006*** -0,0144428 0,001*** 0,0036361 0,112 0,0279977 0,055* -0,0306009 0,001*** -0,0001682 0,726 -0,0306058 0,002*** -0,0096818 0,000*** -0,0434293 0,005*** -0,0493453 0,011** 0,0738795 0,000*** -0,0229357 0,042** -0,0240727 0,000*** 0,0001242 0,000*** 0,0016382 0,536 0,0033251 0,575 -0,0093223 0,683 0,0105636 0,365 -0,008857 0,686 -0,0394577 0,106 -0,1359855 0,000*** -0,0493034 0,073* -0,0086336 0,704 -0,1127178 0,000*** -0,0610331 0,024** -0,0888212 0,012** 0,0166096 0,124 -0,0351311 0,061* 0,0374902 0,001*** 0,0002064 0,726 0,0378016 0,002** 0,0118797 0,000*** 0,053638 0,005*** 0,0591063 0,01** -0,0971509 0,000*** 0,0278897 0,04** 0,0295374 0,000*** -0,0001523 0,000*** -0,0020101 0,536 -0,00408 0,575 0,0114385 0,683 -0,0129616 0,365 0,0108244 0,684 0,0473656 0,1 0,1560493 0,000*** 0,0586434 0,066* 0,0105407 0,702 0,1302553 0,000*** 0,072253 0,02** 0,103264 0,009*** -0,0202457 0,122 Coef β -0,0856131 0,124 0,1363866 0,000*** 0,004969 0,003*** 0,0854851 0,015** 0,0689826 0,000*** 0,1417612 0,009*** 0,098373 0,115 -0,2945123 0,000*** 0,1125257 0,003*** 0,090043 0,000*** -0,000815 0,000*** -0,008146 0,379 -0,0562724 0,007*** 0,0735997 0,358 -0,0035303 0,931 -0,1393954 0,064* 0,1106104 0,16 0,4647374 0,000*** 0,1368042 0,112 -0,1505726 0,053* 0,3372616 0,000* 0,1589801 0,057* 0,4533693 0,000*** -0,0303007 0,41 0,4258351 sí 2,965 sí 0,1344 6981 Ef. Mg (L=0) Ef. Mg (L=1) Ef. Mg (L=2) 0,0052062 0,15 -0,007699 0,000*** -0,0002825 0,003*** -0,0049546 0,019** -0,0039214 0,000*** -0,008243 0,012** -0,0052648 0,095* 0,0208841 0,000*** -0,0060817 0,002*** -0,0051186 0,000*** 0,0000463 0,000*** 0,0004631 0,379 0,0031988 0,007*** -0,0041838 0,359 0,0002007 0,931 0,008519 0,085* -0,005829 0,13 -0,01837 0,000*** -0,0069542 0,075* 0,0094582 0,079* -0,0145667 0,000*** -0,0079811 0,031** -0,0172708 0,000*** 0,0016989 0,404 0,0233267 0,109 -0,0387721 0,000*** -0,0014071 0,003*** -0,0239504 0,014** -0,0195337 0,000*** -0,039649 0,009*** -0,0287473 0,126 0,0724278 0,000*** -0,0327218 0,004*** -0,0254974 0,000*** 0,0002308 0,000*** 0,0023067 0,379 0,0159346 0,007*** -0,0208411 0,358 0,0009997 0,931 0,037872 0,052* -0,0325708 0,176 -0,1531751 0,000*** -0,0409798 0,13 0,0402227 0,039** -0,1079854 0,000*** -0,0478969 0,071* -0,15114 0,000*** 0,0086443 0,413 -0,0285329 0,116 0,0464711 0,000*** 0,0016895 0,003*** 0,028905 0,015** 0,0234551 0,000*** 0,047892 0,009*** 0,0340121 0,121 -0,0933118 0,000*** 0,0388035 0,003*** 0,0306159 0,000*** -0,0002771 0,000*** -0,0027698 0,379 -0,0191334 0,007*** 0,025025 0,358 -0,0012004 0,931 -0,046391 0,058* 0,0383998 0,168 0,1715451 0,000*** 0,0479341 0,122 -0,0496809 0,045** 0,1225521 0,000*** 0,0558779 0,064* 0,1684108 0,000*** -0,0103432 0,412 36 Otra es la situación si la posición del individuo promedio dentro de su hogar es la de cónyuge. Bajo la definición de tamaño de empresa, el efecto es significativo tanto en la especificación logit como en la probit: el efecto marginal sobre la probabilidad de encontrarse desempleado o trabajando en el sector informal será negativo, mientras que el efecto marginal sobre la probabilidad de encontrarse ocupado en el sector formal será positivo. Para la definición de informalidad laboral alusiva a la ausencia de cotización a pensión, los coeficientes asociados y los efectos marginales son estadísticamente no significativos (ni en el caso logit ni en el caso probit) En tercer y último lugar, si la posición de la persona promedio en el hogar es de hijo, el efecto marginal sobre la probabilidad de que sea desempleado o un trabajador informal aumenta, mientras que la probabilidad de que sea trabajador formal cae. Este efecto es significativo a través de las definiciones y de los modelos. Respecto al estado civil del individuo promedio, es posible afirmar que si éste es casado, el efecto marginal sobre la probabilidad de pertenecer al sector informal o al desempleo es negativo, mientras que el efecto marginal sobre la probabilidad de pertenecer al sector formal aumenta. Para los dos modelos, este efecto tiene una menor significancia estadística en el caso que la definición de informalidad usada es la ausencia de cotización a pensión. La significancia estadística de la variable que indica los años de educación del individuo es contundente bajo las dos definiciones de informalidad laboral usadas, y para las dos especificaciones logit y probit. El efecto marginal sobre la probabilidad de encontrarse desempleado o trabajando en el sector informal es negativo, ante un aumento en un año de educación para el individuo promedio. Sin embargo, el efecto marginal sobre la probabilidad de pertenencia al sector formal es positivo. La variable que indica la cantidad de personas que reciben subsidios de Familias en Acción por hogar es relevante al 1% de significancia estadística, únicamente bajo la definición de informalidad laboral por ausencia de cotización a pensión. De este modo, a mayor cantidad de personas por hogar que reciban el subsidio, mayor es la probabilidad de pertenecer al desempleo y a la informalidad laboral, y menor es la probabilidad de pertenecer al sector formal. Bajo la definición de tamaño de empresa, este efecto no es estadísticamente significativo a un nivel relevante. Sin embargo, cuando se evalúa el efecto de la presencia otros subsidios (Adultos mayores y demás) sobre la probabilidad de pertenencia a alguno de los 37 segmentos laborales de la PEA, el efecto es no significativo para todos los casos. Del mismo modo, el número de personas en el hogar no tiene un efecto estadísticamente significativo a la hora de explicar la probabilidad de pertenencia a alguno de los segmentos de la PEA. Lo mismo sucede con la variable alusiva al lugar de procedencia del individuo (procedencia rural o urbana). Por último, las variables que indican la región actual de residencia son significativas a la hora de explicar la pertenencia a cada sector laboral, aunque el efecto es diferente a través de las regiones. En el primer caso, el efecto de ser residente de los centros urbanos de las regiones Atlántica o Pacífica es significativo solamente bajo la definición de informalidad por ausencia de cotización a pensión: si el individuo promedio es residente de alguna de las dos regiones, la probabilidad de ser desempleado o informal aumenta, mientras que la probabilidad de pertenecer al sector formal disminuye. El segundo caso indica que si el individuo promedio reside en los centros urbanos de la región oriental del país, el efecto marginal sobre la probabilidad de pertenecer al sector formal es positivo, mientras que este mismo efecto marginal es negativo a la hora de explicar la probabilidad de pertenencia al sector informal o al desempleo. Vale anotar que la significancia estadística es relevante solamente para la definición de tamaño de empresa. El tercer y último caso indica que en las regiones Bogotá, Central37, Antioquia, Valle y Archipiélago de San Andrés, el efecto marginal para el individuo promedio sobre la probabilidad de residir en alguna de estas regiones es estadísticamente significativo para los dos modelos y para las dos definiciones de informalidad laboral utilizadas. Para todas las regiones, la dirección del efecto es la misma: si el individuo promedio es residente de alguna de estas regiones, la probabilidad de pertenecer al desempleo y al sector informal se reduce, mientras que la probabilidad de pertenecer al sector formal aumenta. Esta inferencia es congruente con el hecho de que estas regiones registran las mayores tasas de ocupación formal dentro de la muestra total. Por último, vale la pena mencionar la significancia estadística de los coeficientes y . En los dos modelos, y bajo las dos definiciones, este par de coeficientes es estadísticamente significativo. Esto quiere decir que hay indicios para afirmar que sí es pertinente dividir la variable dependiente en tres categorías, en vez de fusionarlas en dos. 37 En el caso de la región central, los efectos marginales en la media son o significativos para el modelo probit ordenado bajo la definición de informalidad de tamaño de empresa. 38 Robustez Bondad de ajuste El primer ejercicio de robustez consiste en verificar la bondad de ajuste del modelo logit y probit ordenados, por medio de la evaluación del poder predictivo de los modelos. En este ejercicio, se evaluará cuantos aciertos y fallas tienen los modelos a la hora de predecir las probabilidades estimadas de pertenencia a cada segmento laboral de la PEA, comparado a la información realmente observada en las variables dependientes. Para lograrlo, se estimó para cada individuo la probabilidad predicha de pertenecer al desempleo, al sector informal, y al sector formal, bajo las dos definiciones de informalidad laboral y para los dos tipos de modelo. Se consideró como acierto el caso en que el dato observado es 1 y la probabilidad estimada es mayor a 0.5, y el caso en que el dato observado es 0, y la probabilidad estimada es menor o igual a 0.5. Del mismo modo, se considera como falla el caso en que el dato observado es 1 y la probabilidad estimada es menor a 0.5, y el caso en que el dato observado es 0, y la probabilidad estimada es mayor o igual a 0.5. Respecto a la bondad de ajuste del modelo para ubicar correctamente a desempleados y no desempleados (Anexo 1), es posible afirmar que los dos modelos, independientemente de la definición de informalidad laboral utilizada, logran ubicar muy bien a las personas no desempleadas, mientras que el poder de predecir a las personas que sí son desempleadas es, en realidad, nulo. Por otro lado, a la hora de evaluar la bondad de ajuste del modelo respecto a la opción de informalidad laboral (Anexo 2), los resultados son muy similares al comparar los modelos y las definiciones de informalidad usadas. Aunque la diferencia es baja, cuando se usa la definición de informalidad por ausencia de cotización de pensión, se tiene 2 puntos porcentuales más de observaciones correctamente clasificadas que cuando se usa la definición de tamaño de empresa. Por último, la capacidad predictiva del modelo respecto a la correcta clasificación de las personas ocupadas en el sector formal (Anexo 3) indica que, indistintamente del modelo usado (logit o probit), el 75% de las observaciones se encuentran correctamente clasificadas bajo la definición de cotización a pensión. Respecto a la definición de tamaño de empresa, el 72% de las observaciones están correctamente clasificadas. Al igual que en el caso anterior, la definición de informalidad laboral por ausencia de cotización a pensión logra clasificar correctamente una mayor cantidad de observaciones que los modelos que usan la definición de informalidad laboral por tamaño de empresa. 39 Logit multinomial El segundo ejercicio de robustez consiste en relajar el supuesto de preferencias ordenadas, y realizar las mismas regresiones bajo un modelo logit multinomial. Este tipo de modelos también permite la existencia de una variable dependiente categórica, bajo el supuesto comportamental de que la escogencia de cualquiera de las tres categorías laborales le genera la misma utilidad al individuo. Un primer resultado de este ejercicio es que si el individuo es migrante por motivo violento, lleva a que la probabilidad relativa de escoger una ocupación en el sector formal y no la informalidad laboral sea 0.7 veces de lo que sería si el individuo no fuera migrante por motivo violento38. Por tanto, la probabilidad relativa de escoger la formalidad y no la informalidad ha caído, lo que indica que es más probable que los migrantes por motivo violento se encuentren ocupados en el sector informal que en el sector formal. Este resultado es significativo para las dos definiciones de informalidad laboral. Vale anotar que el coeficiente no es estadísticamente significativo cuando se analiza la relación de riesgo relativo desempleo/informalidad. La tendencia contraria se presenta cuando se analizan los coeficientes de riesgo relativo de la variable asociada a la migración por motivo laboral: la probabilidad relativa de encontrarse empleado en el sector formal respecto a encontrarse empleado en el sector informal es superior a uno, indicando que es más posible que una persona migrante por motivo laboral se encuentre empleada en el sector formal que en el sector informal. Sin embargo, esta relación sólo es significativa bajo la definición de informalidad por ausencia de cotización a pensión. Por otro lado, la probabilidad de que un migrante por motivo laboral se encuentre desempleado, respecto a que trabaje en el sector informal, es menor a uno, indicando que hay una mayor probabilidad de que un migrante por motivo laboral se encuentre trabajando en el sector informal a que se encuentre desempleado. Para ambas definiciones, esta relación es significativa. El tercer resultado de este ejercicio de robustez indica que, a medida que aumentan los años de residencia en el lugar al cual se migró, la probabilidad relativa de encontrarse ocupado en el sector formal (respecto a encontrarse ocupado en el sector informal) es mayor a 1, indicando que a mayor tiempo de residencia, existe una mayor probabilidad de lograrse ocupar en el sector formal, respecto al sector informal. 38 Todos los coeficientes estimados se encuentran en términos de riesgo relativo. 40 Tabla 11. Modelo logit multinomial Var dependiente: pertenencia al j-ésimo sector laboral,tamaño de Var dependiente: pertenencia al j-ésimo sector laboral, cotización a empresa) pensión) Variables independientes motivo violencia motivo trabajo años residencia género edad jefe hogar pareja hijo casado años educacion total edad2 número personas hogar familias en accion adultos mayores Otros subsidios atlantica oriental bogotá central pacifica antioquia valle San Andrés y Providencia Procedencia urbana Pseudo R2 No. Observaciones *** Significativa al 1% ** Significativa al 5% * Significativa al 10% Coef ratio Coef ratio Coef ratio Coef ratio (desempleado/ Ef. Mg (L=0) Ef. Mg (L=1) Ef. Mg (L=2) (desempleado/ Ef. Mg (L=0) Ef. Mg (L=1) Ef. Mg (L=2) (formal/informal) (formal/informal) informal) informal) 0,7513379 0,162 0,6192154 0,001*** 0,9841244 0,046** 1,287394 0,07* 0,9470411 0,03** 0,5432182 0,002*** 0,2885618 0,000*** 1,532877 0,02** 0,601599 0,016** 1,070553 0,000*** 1,000529 0,079* 1,046922 0,175 0,9922347 0,922 0,7100096 0,352 0,8403995 0,353 1,009687 0,977 1,209057 0,583 1,490401 0,313 1,617029 0,184 1,523002 0,204 1,308902 0,477 1,399391 0,346 0,9563279 0,936 0,9426966 0,696 0.1382 6981 0,7003563 0,002*** 1,09726 0,118 1,000169 0,959 1,361686 0,000*** 1,074665 0,000*** 1,089434 0,406 1,026944 0,82 0,7697543 0,026** 1,055319 0,438 1,202728 0,000*** 0,9989463 0,000*** 1,006628 0,711 0,9687324 0,446 0,8537611 0,388 0,7419088 0,025** 1,046724 0,75 1,39803 0,024** 2,419675 0,000*** 1,589032 0,004*** 1,189441 0,241 2,148039 0,000*** 1,661692 0,001*** 1,880414 0,001*** 0,8631245 0,037** -0,0052733 0,337 -0,0157071 0,000*** -0,0004991 0,042** 0,0047398 0,253 -0,0024133 0,002*** -0,020977 0,003*** -0,0283405 0,000*** 0,0189122 0,019** -0,014703 0,005*** 0,0002678 0,592 0,000027 0,004*** 0,0013589 0,191 0,0000763 0,975 -0,0090589 0,426 -0,0024105 0,682 -0,0001618 0,987 0,0023158 0,835 0,0012047 0,923 0,0109124 0,44 0,0126507 0,324 -0,0010699 0,925 0,0048716 0,691 -0,0079829 0,551 -0,0003239 0,945 0,0751298 0,001*** -0,0090187 0,486 0,0003023 0,67 -0,0677067 0,000*** -0,0135975 0,000*** -0,0037859 0,865 0,013468 0,597 0,0396966 0,093* -0,0015531 0,919 -0,0392284 0,000*** 0,0002047 0,000*** -0,0023179 0,545 0,006668 0,455 0,0395799 0,312 0,064781 0,02** -0,0095907 0,758 -0,0749888 0,028** -0,2040556 0,000*** -0,1100808 0,004*** -0,0456425 0,168 -0,1747211 0,000*** -0,1167493 0,002*** -0,1399237 0,002*** 0,0317136 0,041** -0,0698565 0,001*** 0,0247259 0,050* 0,0001967 0,777 0,0629669 0,000*** 0,0160108 0,000*** 0,0247629 0,254 0,0148725 0,557 -0,0586088 0,010** 0,016256 0,278 0,0389607 0,000*** -0,0002317 0,000*** 0,000959 0,8 -0,0067443 0,448 -0,030521 0,435 -0,0623705 0,029** 0,0097525 0,751 0,072673 0,033** 0,2028509 0,000*** 0,0991683 0,010** 0,0329918 0,311 0,175791 0,000*** 0,1118777 0,003*** 0,1479066 0,001*** -0,0313897 0,041** 0,7731925 0,206 0,6298377 0,001*** 0,9876095 0,12 1,25905 0,098* 0,9658121 0,17 0,5352826 0,002*** 0,2746205 0,000*** 1,547352 0,016** 0,6211884 0,024** 1,068037 0,000*** 1,000321 0,292 1,045463 0,186 0,9706486 0,706 0,7269427 0,385 0,8646879 0,434 0,9036098 0,758 1,174081 0,642 1,525299 0,285 1,56304 0,216 1,348105 0,366 1,256383 0,546 1,332107 0,42 1,098542 0,867 0,9630692 0,802 0,1926 6981 0,6588658 0,002*** 1,195066 0,005*** 1,012574 0,000*** 1,330823 0,000*** 1,220873 0,000*** 1,013904 0,901 0,8357776 0,155 0,7240494 0,012** 1,114058 0,14 1,238801 0,000*** 0,997443 0,000*** 0,9955784 0,821 0,8250488 0,000*** 0,8499686 0,46 0,766736 0,069* 0,6636327 0,006*** 1,340956 0,058* 2,633946 0,000*** 1,508675 0,015** 0,741114 0,055* 2,112873 0,000*** 1,530154 0,010** 2,593167 0,000*** 0,898265 0,161 -0,0049459 0,397 -0,016465 0,000*** -0,0005129 0,046** 0,0050521 0,246 -0,0028307 0,001*** -0,021674 0,003*** -0,0296831 0,000*** 0,0201729 0,017** -0,0148773 0,007*** 0,0003275 0,535 0,0000322 0,001*** 0,001488 0,172 0,0006624 0,797 -0,0090219 0,45 -0,0024856 0,685 -0,0000779 0,994 0,0026084 0,824 0,002887 0,831 0,0120545 0,422 0,0136231 0,313 -0,0005396 0,964 0,0055792 0,667 -0,0071731 0,624 -0,0002993 0,951 0,0752759 0,000*** -0,0210961 0,087* -0,0019465 0,004 -0,0561581 0,000*** -0,0350532 0,000*** 0,0134713 0,527 0,0549502 0,016** 0,0407123 0,064* -0,0094749 0,519 -0,0401021 0,000*** 0,0004527 0,000*** -0,0002755 0,941 0,0353065 0,000*** 0,0369292 0,372 0,0512783 0,056* 0,0724245 0,006*** -0,0590257 0,068* -0,2100028 0,000*** -0,0905128 0,014** 0,0424786 0,132 -0,1572652 0,000*** -0,0889819 0,013** -0,2034721 0,000*** 0,0204246 0,172 -0,07033 0.001*** 0,0375612 0.002*** 0,0024594 0.000*** 0,051106 0.000*** 0,0378839 0.000*** 0,0082027 0,69 -0,0252671 0,263 -0,0608851 0.003*** 0,0243522 0.084* 0,0397746 0.000*** -0,000485 0.000*** -0,0012125 0,74 -0,035969 0.000*** -0,0279074 0,499 -0,0487927 0.075* -0,0723466 0.004*** 0,0564173 0.074* 0,2071157 0.000*** 0,0784582 0.030** -0,0561017 0.031** 0,1578048 0.000*** 0,0834027 0.018** 0,2106452 0.000*** -0,0201253 0,17 Este resultado es estadísticamente robusto para la definición de informalidad por ausencia de cotización a pensión. Por otro lado, al considerar la definición de informalidad por tamaño de empresa, la relación estadísticamente significativa indica que la probabilidad de encontrarse desempleado es menor que la probabilidad de encontrarse ocupado en el sector informal, ante un aumento en un año de residencia. Por último, el modelo multinomial arroja otros resultados interesantes. Uno de ellos, es que la inclusión de la región de residencia es significativa para ambas definiciones de informalidad laboral, solamente cuando se pretende explicar la 41 relación de riesgo relativo formal/informal. Por otro lado, una mayor edad es indicador de que las personas se encontrarán ocupadas con una mayor probabilidad en el sector formal, respecto al sector informal. Por último, es interesante notar que una menor cantidad de años de educación completados está asociada a la probabilidad de ocupación en el sector informal, y no a la probabilidad de ocupación en el sector formal o, incluso, al desempleo. Lo anterior se deduce a partir del hecho de que los coeficientes asociados a los riesgos relativos, para las dos definiciones de informalidad laboral, son mayores a 1, y son relevantes al 1% de significancia estadística. 7. Discusión La evidencia empírica arrojada por los modelos ordenados indica que el hecho de ser migrante por motivo violento en los centros urbanos en Colombia es significativo a la hora de explicar la pertenencia al desempleo, al sector ocupado informal y al sector ocupado formal. De este modo, se encuentra que existe una relación positiva entre ser migrante por motivo violento y encontrarse desempleado u ocupado en el sector informal, y una relación negativa entre ser migrante por motivo violento, y encontrarse ocupado en el sector formal. Cuando se relaja el supuesto de preferencias ordenadas, el modelo multinomial arroja como resultado que la condición de migrante violento es significativa para explicar únicamente la razón de probabilidad formal/informal, indicando que un migrante violento tiene una mayor probabilidad de encontrarse ocupado en el sector informal que en el formal, respecto a no ser un migrante forzado. La evidencia empírica no es significativa al comparar la relación desempleo/informal. Por otro lado, es importante notar el contraste de la situación de las personas en situación de desplazamiento forzado con la situación de las personas que son migrantes por motivo laboral. Estas últimas son significativamente menos proclives a caer en condiciones de desempleo e informalidad laboral, mientras que son más proclives a encontrarse ocupados en el sector formal. De nuevo, cuando se relaja el supuesto de preferencias ordenadas, los coeficientes de riesgo relativo permiten inferir que para los migrantes laborales, existe una menor probabilidad de ser desempleado que informal, y una mayor probabilidad de ser formal que informal, respecto a no ser migrantes por motivo laboral. Si bien este panorama laboral no es favorable para las personas en situación de desplazamiento forzado, la pregunta de política relevante es: ¿cómo evoluciona 42 Gráfica 1. Migrantes forzados: pertenencia al desempleo Probabilidad predicha 0.04 0.038 0.036 Desempleo ologit Desempleo oprobit 0.034 0.032 0.03 0 2 4 6 8 10 12 14 16 Años de residencia Probabilidad predicha Gráfica 2. Migrantes forzados: pertenencia a la informalidad laboral 0.76 0.75 0.74 Informalidad ologit Informalidad oprobit 0.73 0.72 0.71 0 2 4 6 8 10 Años de residencia 12 14 16 Probabilidad predicha Gráfica 3. Migrantes forzados: pertenencia al sector formal 0.25 0.245 0.24 0.235 0.23 0.225 0.22 0.215 0.21 0.205 0.2 Formal ologit Formal oprobit 0 2 4 6 8 10 Años de residencia 12 14 16 43 esta situación laboral, a medida que aumenta el tiempo de residencia en la ciudad de recepción? En primera instancia, se debe notar que en los modelos ordenados, la variable de años de residencia es significativa únicamente cuando se analiza la definición de informalidad laboral por ausencia de cotización a pensión. Teniendo en cuenta lo anterior, se realizó el ejercicio de estimar la probabilidad predicha de pertenecer a cada sector laboral únicamente para los migrantes forzados, para cada año de residencia, en un período comprendido de 16 años39. En este ejercicio predictivo, las demás variables del modelo se evaluaron en la media, así que las variaciones en la probabilidad predicha se deberán únicamente a cambios en los años de residencia en la ciudad de recepción. El resultado de este ejercicio indica que, a medida que aumentan los años de residencia, la tendencia de la probabilidad predicha a encontrarse desempleado es decreciente, al igual que la tendencia de la probabilidad predicha de encontrarse trabajando en el sector informal urbano. Congruente con lo anterior, la tendencia de la probabilidad predicha de trabajar en el sector formal aumenta a medida que aumentan los años de residencia. Sin embargo, es pertinente anotar que en términos de puntos porcentuales, la diferencia entre las probabilidades predichas no es grande; de hecho, es muy reducida. Por ejemplo, en el caso de la probabilidad predicha de pertenencia al sector informal, la diferencia entre la probabilidad de encontrarse laborando en el sector informal con 1 año de residencia y 16 años de residencia solamente se reduce entre 1.71 (modelo probit) y 1.92 (modelo logit) puntos porcentuales. Así mismo, en el caso del sector formal, la probabilidad predicha de trabajar en éste sector sólo aumenta entre 2.28 (probit) y 2.35 (logit) puntos porcentuales al llevar 16 años de residencia en la ciudad de recepción. Por último, la probabilidad predicha de encontrarse desempleado se reduce entre 0.43 (logit) y 0.57 (probit) puntos porcentuales, ante 16 años de residencia en la ciudad. La conclusión derivada de este ejercicio predictivo indica que, si bien la tendencia de pertenencia al sector laboral formal juega a favor de la población en situación de desplazamiento, no deja de ser preocupante el hecho de que el incremento en la probabilidad predicha de trabajar en un trabajo formal a través del tiempo sea tan reducido. En pocas palabras, esto es un indicador no sólo de la baja capacidad de absorción laboral de los centros urbanos con la población en situación de desplazamiento, sino también de la baja probabilidad que tiene esta misma 39 La muestra no se truncó, sino que se evaluó el modelo para motivo_violento=1, a través de 16 años. 44 población de mejorar su situación laboral en el tiempo (evaluando los modelos en el nivel educativo de la media muestral: 9.23 años). Por otro lado, los modelos ordenados y multinomiales arrojan como resultado que la cantidad total de años de educación es estadísticamente significativa a la hora de explicar la pertenencia de un individuo al desempleo, al sector informal o al sector formal. En particular: más años de educación está asociado negativamente a la pertenencia al desempleo y a la informalidad laboral, y positivamente a la pertenencia al sector formal. Esta afirmación anterior es válida también para los migrantes forzados. Se hizo un ejercicio de predicción similar al anterior, en el que se evalúa la tendencia de la probabilidad de pertenencia a cada sector, a medida que aumentan los años de educación (evaluando las demás variables en la media, incluido los años de migración promedio que es 11.9 años). El resultado indica que las variaciones en la probabilidad de pertenencia a cada sector es bastante más fuerte que en el caso anterior, a medida que aumentan los años de educación de los individuos. En este sentido, un migrante forzado con la secundaria completa tiene una probabilidad de 2% de encontrarse desempleado, mientras que si solamente tiene 1 año de educación, así lleve 11.9 años de residencia en el lugar de recepción, su probabilidad de encontrarse desempleado es de 11.6%. En lo que respecta a la informalidad laboral, un migrante forzado con secundaria completa tiene una probabilidad de 69.44% de ser trabajador informal, frente al 81% de probabilidad que un migrante forzado con 1 año de educación tiene de ser trabajador informal. Por último, un migrante forzado con secundaria completa tiene una probabilidad de 28% de encontrarse trabajando en el sector formal, mientras que si el migrante forzado sólo tiene un año de educación, esta probabilidad se reduce al 6.8%. De nuevo, estas probabilidades predichas fueron evaluadas en la media de los años de residencia. Como se puede ver, es más fuerte el cambio en las probabilidades predichas a pertenecer en cada sector laboral ante cambios en el perfil educativo que ante cambios en los años de residencia en el lugar de recepción. Este es un primer indicador de que una de las maneras más efectivas que puede tener un migrante forzado para lograr insertarse en el mercado laboral formal de los centros urbanos, es por medio de mejorías en su perfil educativo. 45 Gráfica 4. Migrantes forzados: pertenencia al desempleo Probabilidad predicha 0.12 0.1 0.08 Desempleo ologit Desempleo oprobit 0.06 0.04 0.02 0 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 Años de educación Probabilidad predicha Gráfica 5. Migrantes forzados: pertenencia a la informalidad laboral 0.85 0.8 0.75 0.7 0.65 0.6 0.55 0.5 0.45 0.4 Informalidad oprobit Informalidad ologit 0 2 4 6 Años 8de educación 10 12 14 16 18 Probabilidad predicha Gráfica 6. Migrantes forzados: pertenencia al sector formal 0.6 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0 Formal ologit Formal oprobit 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 Años de educación 46 8. Conclusión Este documento pone de relieve la problemática de la inserción laboral de la población que llega a los centros urbanos de Colombia en condición de migrantes por motivo violento. Para esto, se realizó una revisión de la literatura concerniente a las pérdidas de bienestar asociadas al desplazamiento forzado, se conceptualizó la informalidad laboral, y se construyó un marco teórico basado en la oferta de horas de trabajo para la población desplazada. En base a lo anterior, se estimaron modelos econométricos de variable dependiente categórica ordenada que permite establecer la probabilidad de pertenencia de un individuo migrante al desempleo, a la informalidad laboral, y al sector formal, usando como referencia conceptual de informalidad laboral el tamaño de empresa y la ausencia de cotización a pensión. La evidencia empírica encontrada en este documento sugiere que el hecho de ser migrante por motivo violento está negativamente asociado a la pertenencia al sector formal, y positivamente asociado a la pertenencia al sector informal y al desempleo. Este resultado es robusto a relajar el supuesto de preferencias ordenadas implícito de los modelos ordenados. Así mismo el resultado sugiere que la situación laboral de la población desplazada mejora muy poco en el tiempo, cuando se evalúa el modelo para el individuo promedio de la muestra. Estos resultados están acordes a lo encontrado en la literatura expuesta que relaciona el desplazamiento forzado y el mercado laboral, literatura que data de los últimos diez años, señalando las desventajas que la población desplazada enfrenta en los mercados laborales de recepción. Sin embargo, este estudio en particular se diferencia de la literatura mencionada en la medida que utiliza una metodología econométrica ordenada nunca antes usada en problemáticas de mercado laboral y desplazamiento forzado, si bien el planteamiento del modelo está sujeto a un potencial problema de selección de lugar de residencia, no observable en los datos utilizados. Por tanto, si las conclusiones esenciales se mantienen ante un cambio metodológico y con datos actualizados, es porque se devela que la situación laboral de la población desplazada aún sigue siendo una problemática relevante en el país, y no se le ha dado un adecuado tratamiento en los últimos años. Preocupa ante todo que la situación laboral de la población desplazada no mejore sustancialmente a medida que aumenta el tiempo de asentamiento, lo que puede ser una evidencia preliminar a la existencia de una trampa de pobreza dentro de la población en situación de desplazamiento forzado en los centros urbanos de Colombia. Desde luego, establecer la existencia de una trampa de pobreza requiere una evaluación más integral de todos los aspectos socioeconómicos de la población desplazada. Pero el hecho de que el mecanismo generador de ingresos 47 se encuentre bloqueado en la informalidad laboral es un indicador negativo hacia la superación de la pobreza. Más cuando la informalidad no sólo le acarrea costos al trabajador (el trabajador no cuenta con un soporte pensional), sino también acarrea costos sociales a la sociedad colombiana en términos de evasión fiscal. Por tanto, la labor crucial de los policymakers debe consistir en la creación de mecanismos e incentivos que ayuden a la población en situación de desplazamiento a mejorar sus condiciones laborales, ya sea por medio de capacitación educativa que le permita a la población desplazada tener una mayor probabilidad de acceso a un empleo formal (como se evidenció en la discusión), por medio de incentivos a las empresas formales a contratar población en situación de vulnerabilidad socioeconómica, o por medio de incentivos al emprendimiento microempresarial de parte de la población desplazada. En todo caso, lo más importante es no olvidar la existencia y la perpetuación de esta problemática, más cuando la cantidad total de desplazados por la violencia es cerca del 12% de la población colombiana. 48 Bibliografía Abdulloev, I., Gang, I. & Landon-Lane, J. (2011). 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Bondad de ajuste de los modelos logit y probit ordenados (opción desempleo) Cotización a pensión (probit, desempleo) Observado Estimado 1 0 Total 1 0 6 6 0 292 6683 6975 Total 292 6689 6981 Sensibilidad 0,00% Especificidad 99,91% Valor predictivo positivo 0,00% Valor predictivo negativo 95,81% Falso (+) cuando obs=0 0,09% Falso (-) cuando obs=1 100,00% Falso (+) cuando estimado=1 100,00% Falso (-) cuando estimado=1 4,19% Correctamente clasificados 95,73% Tamaño de empresa (probit, desempleo) Observado Estimado 1 0 Total 1 0 0 0 0 292 6689 6981 Total 292 6689 6981 Sensibilidad 0,00% Especificidad 100,00% Valor predictivo positivo Valor predictivo negativo 95,82% Falso (+) cuando obs=0 0,00% Falso (-) cuando obs=1 100,00% Falso (+) cuando estimado=1 Falso (-) cuando estimado=1 4,18% Correctamente clasificados 95,82% Cotización a pensión (Logit, desempleo) Observado Estimado 1 0 Total 1 0 6 6 0 292 6683 6975 Total 292 6689 6981 Sensibilidad 0,00% Especificidad 99,91% Valor predictivo positivo 0,00% Valor predictivo negativo 95,81% Falso (+) cuando obs=0 0,09% Falso (-) cuando obs=1 100,00% Falso (+) cuando estimado=1 100,00% Falso (-) cuando estimado=1 4,19% Correctamente clasificados 95,73% Tamaño de empresa (Logit, desempleo) Observado Estimado 1 0 Total 1 0 0 0 0 292 6689 6981 Total 292 6689 6981 Sensibilidad 0,00% Especificidad 100,00% Valor predictivo positivo Valor predictivo negativo 95,82% Falso (+) cuando obs=0 0,00% Falso (-) cuando obs=1 100,00% Falso (+) cuando estimado=1 Falso (-) cuando estimado=1 4,18% Correctamente clasificados 95,82% 59 Anexo 2. Bondad de ajuste de los modelos logit y probit ordenados (opción informalidad) Cotización a pensión (probit, informal) Observado Estimado 1 0 Total 1 4078 1567 5645 0 420 916 1336 Total 4498 2483 6981 Sensibilidad 90,66% Especificidad 36,89% Valor predictivo positivo 72,24% Valor predictivo negativo 68,56% Falso (+) cuando obs=0 63,11% Falso (-) cuando obs=1 9,34% Falso (+) cuando estimado=1 27,76% Falso (-) cuando estimado=1 31,44% Correctamente clasificados 71,54% Cotización a pensión (Logit, informal) Observado Estimado 1 0 Total 1 3998 1479 5477 0 500 1004 1504 Total 4498 2483 6981 Sensibilidad 88,88% Especificidad 40,43% Valor predictivo positivo 73,00% Valor predictivo negativo 66,76% Falso (+) cuando obs=0 59,57% Falso (-) cuando obs=1 11,12% Falso (+) cuando estimado=1 27,00% Falso (-) cuando estimado=1 33,24% Correctamente clasificados 71,65% Tamaño de empresa (probit, informal) Observado Estimado 1 0 Total 1 3854 1721 5575 0 435 971 1406 Total 4289 2692 6981 Sensibilidad 89,86% Especificidad 36,07% Valor predictivo positivo 69,13% Valor predictivo negativo 69,06% Falso (+) cuando obs=0 63,93% Falso (-) cuando obs=1 10,14% Falso (+) cuando estimado=1 30,87% Falso (-) cuando estimado=1 30,94% Correctamente clasificados 69,12% Tamaño de empresa (Logit, informal) Observado Estimado 1 0 Total 1 3768 1625 5393 0 521 1067 1588 Total 4289 2692 6981 Sensibilidad 87,85% Especificidad 39,64% Valor predictivo positivo 69,87% Valor predictivo negativo 67,19% Falso (+) cuando obs=0 60,36% Falso (-) cuando obs=1 12,15% Falso (+) cuando estimado=1 30,13% Falso (-) cuando estimado=1 32,81% Correctamente clasificados 69,26% 60 Anexo 3. Bondad de ajuste de los modelos logit y probit ordenados (opción formal) Cotización a pensión (probit, formal) Observado Estimado 1 0 Total 1 863 407 1270 0 1328 4383 5711 Total 2191 4790 6981 Sensibilidad 39,39% Especificidad 91,50% Valor predictivo positivo 67,95% Valor predictivo negativo 76,75% Falso (+) cuando obs=0 8,50% Falso (-) cuando obs=1 60,61% Falso (+) cuando estimado=1 32,05% Falso (-) cuando estimado=1 23,25% Correctamente clasificados 75,15% Tamaño de empresa (probit, formal) Observado Estimado 1 0 Total 1 895 422 1317 0 1505 4159 5664 Total 2400 4581 6981 Sensibilidad 37,29% Especificidad 90,79% Valor predictivo positivo 67,96% Valor predictivo negativo 73,43% Falso (+) cuando obs=0 9,21% Falso (-) cuando obs=1 62,71% Falso (+) cuando estimado=1 32,04% Falso (-) cuando estimado=1 26,57% Correctamente clasificados 72,40% Cotización a pensión (Logit, formal) Observado Estimado 1 0 Total 1 953 474 1427 0 1238 4316 5554 Total 2191 4790 6981 Sensibilidad 43,50% Especificidad 90,10% Valor predictivo positivo 66,78% Valor predictivo negativo 77,71% Falso (+) cuando obs=0 9,90% Falso (-) cuando obs=1 56,50% Falso (+) cuando estimado=1 33,22% Falso (-) cuando estimado=1 22,29% Correctamente clasificados 75,48% Tamaño de empresa (Logit, formal) Observado Estimado 1 0 Total 1 964 476 1440 0 1436 4105 5541 Total 2400 4581 6981 Sensibilidad 40,17% Especificidad 89,61% Valor predictivo positivo 66,94% Valor predictivo negativo 74,08% Falso (+) cuando obs=0 10,39% Falso (-) cuando obs=1 59,83% Falso (+) cuando estimado=1 33,06% Falso (-) cuando estimado=1 25,92% Correctamente clasificados 72,61% 61 Anexo 4. Probabilidades predichas de pertenencia a cada sector laboral para los migrantes forzados (a través de los años de residencia) Predicción de probabilidad de participación en cada sector laboral, si el individuo es migrante por motivo violento (demás variables evaluadas en la media) Años de Logit ordenado Probit ordenado residencia Desempleo ologit Informalidad ologit Formal ologit Desempleo oprobit Informalidad oprobit Formal oprobit 1 0.03509835 0.75624394 0.20865771 0.037577 0.73877408 0.22364892 2 0.03478957 0.75503677 0.21017366 0.03717185 0.73769124 0.22513691 3 0.03448341 0.75381892 0.21169768 0.03677027 0.73659924 0.22663049 4 0.03417984 0.7525904 0.21322976 0.03637225 0.73549811 0.22812964 5 0.03387886 0.75135123 0.21476991 0.03597776 0.73438788 0.22963436 6 0.03358043 0.75010144 0.21631813 0.03558678 0.7332686 0.23114462 7 0.03328455 0.74884104 0.21787441 0.0351993 0.7321403 0.2326604 8 0.03299118 0.74757007 0.21943875 0.03481528 0.73100303 0.23418169 9 0.03270031 0.74628854 0.22101116 0.0344347 0.72985682 0.23570848 10 0.03241191 0.74499648 0.22259161 0.03405756 0.7287017 0.23724074 11 0.03212598 0.74369391 0.22418012 0.03368381 0.72753774 0.23877845 12 0.03184248 0.74238085 0.22577666 0.03331345 0.72636495 0.2403216 13 0.03156141 0.74105734 0.22738125 0.03294645 0.72518338 0.24187017 14 0.03128274 0.7397234 0.22899387 0.03258278 0.72399308 0.24342414 15 0.03100644 0.73837905 0.23061451 0.03222244 0.72279408 0.24498348 16 0.03073252 0.73702432 0.23224316 0.03186539 0.72158643 0.24654818 62 Anexo 5. Probabilidades predichas de pertenencia a cada sector laboral para los migrantes forzados (a través de los años de educación) Predicción de probabilidad de participación en cada sector laboral, si el individuo es migrante por motivo violento (demás variables evaluadas en la media) Años de Logit ordenado Probit ordenado educación Desempleo ologit Informalidad ologit Formal ologit Desempleo oprobit Informalidad oprobit Formal oprobit 1 0.11604275 0.81587052 0.06808673 0.13730744 0.78873771 0.07395485 2 0.09988611 0.82055949 0.0795544 0.11849584 0.79409948 0.08740468 3 0.08576072 0.821478 0.09276128 0.10158311 0.79581572 0.10260117 4 0.07346982 0.81862655 0.10790363 0.08650028 0.79386713 0.11963259 5 0.06281938 0.81200386 0.12517676 0.07315791 0.78827562 0.13856648 6 0.0536235 0.80161025 0.14476626 0.0614504 0.77910412 0.15944548 7 0.04570812 0.78745513 0.16683675 0.05126032 0.76645603 0.18228365 8 0.03891308 0.76956838 0.19151853 0.04246258 0.7504742 0.20706322 9 0.03309318 0.74801441 0.21889241 0.03492822 0.73133951 0.23373227 10 0.02811824 0.72290778 0.24897397 0.02852788 0.70926885 0.26220327 11 0.02387273 0.69442863 0.28169864 0.02313476 0.68451256 0.29235268 12 0.02025488 0.66283554 0.31690958 0.01862701 0.65735116 0.32402183 13 0.01717566 0.62847381 0.35435053 0.0148897 0.62809142 0.35701888 14 0.01455759 0.59177673 0.39366568 0.01181614 0.59706178 0.39112208 15 0.01233359 0.55325843 0.43440798 0.00930886 0.56460706 0.42608409 16 0.01044575 0.51349799 0.47605626 0.00728002 0.53108269 0.46163729 17 0.00884429 0.47311546 0.51804025 0.00565158 0.49684848 0.49749994 18 0.00748649 0.43274245 0.55977106 0.00435506 0.46226212 0.53338282 63