ATOVACUONA WELLVONE (Glaxo) GRUPO TERAPÉUTICO - Grupo anatómico: (P) ANTIPARASITARIOS, INSECTICIDAS Y REPELENTES. - Grupo específico: P01AX. AMEBICIDAS. Otros. INDICACIÓN AUTORIZADA Tratamiento agudo de la neumonía, de carácter leve o moderado, producida por Pneumocystis carinii (PCP) (diferencia de presiones de oxígeno alveolar-arterial [(A-a)DO2] igual o menor de 45 mm Hg (6 kPa) y presión de oxígeno en sangre arterial [(PaO 2) igual o menor de 60 mm Hg (8 kPa) en aire ambiental] en pacientes intolerantes al tratamiento con cotrimoxazol. ANTECEDENTES El Pneumocystis carinii es un protozoo parásito unicelular con características próximas a los hongos, que se presenta bajo dos formas. Por un lado existen las formas quísticas, redondeadas o elípticas, de 4-6 mm de tamaño y con un aspecto similar al de los glóbulos rojos. Cada unos de ellas contiene hasta ocho pequeñas formaciones, denominadas esporozoitos de forma ovalada y con núcleo excéntrico. Por su parte, las formas de trofozoíto son más pequeñas (1-4 mm) que las quísticas, presentando prolongaciones. Los trofozoitos se dividen asexualmente por fisión binaria y producen quistes tras un ciclo sexual. Al madurar los quistes, estos liberan los esporozoitos que evolucionan a trofozoitos. Tras la infección respiratoria, los microorganismos se transmiten lentamente por los alvéolos. En los momentos de máxima intensidad de la infección un pulmón se produce un exudado alveolar característico, con afectación de los neumocitos de tipo I. Además, hay alteración de la mecánica respiratoria y del surfactante pulmonar y cambios inflamatorios inespecíficos caracterizados por hipertrofia e hiperplasia de los neumocitos de tipo II. La infección pulmonar por Pneumocystis carinii es infrecuente y afecta exclusivamente a pacientes que, por el motivo que sea, presenta un bajo nivel de inmunidad. Entre las causas más comunes pueden citarse la prematuridad del parto, la malnutrición, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas (con el SIDA) o tratamientos con agentes inmunosupresores (trasplantes, etc). En el caso del SIDA se estima que entre el 60 y el 90 % de los infectados por el HIV acaban por desarrollar esta infección. De hecho, ha sido hasta hace algunos años la principal causa de morbimortalidad en este tipo de pacientes. La supervivencia global de un primer episodio de infección por P. carinii oscila entre el 50 el 75 %, incluyendo a niños y enfermos con SIDA, aunque el pronóstico empeora en las recidivas, si falla el tratamiento inicial o si la insuficiencia respiratoria obliga a ventilación mecánica. La tasa de recaídas en pacientes con SIDA ha sido alta (40-65% a los 18 meses), pero esta tasa ha ido descendiendo a medida que los tratamientos antirretrovirales han mejorado el nivel de respuesta antiviral. Los fármacos actualmente disponibles en España para tratamiento de la neumonía por Pneumocystis carinii consistían en: - Sulfametoxazol/Trimetoprim (oral o IV). - Pentamidina, isetionato (Aerosol o IV). - Dapsona - Clindamicina. - Trimetrexato. La duración de tratamiento de las formas agudas oscila entre 14 y 21 días, según los pacientes, las vías de administración y los fármacos empleados. La eficacia del sulfametoxazol/trimetoprim y de la pentamidina, los dos tratamientos más experimentados, es prácticamente la misma: alrededor del 80% en el primer episodio y algo menor en las recurrencias. El tratamiento de primera elección suele ser sulfametoxazol/trimetoprim, aunque la incidencia de efectos secundarios es muy alta, alcanzando al 60% o más de los pacientes. En este sentido, los enfermos de SIDA son mucho más sens ibles a los efectos adversos del sulfametoxazol/trimetoprim que la población en general, aunque los episodios de náuseas y vómitos pueden prevenirse administrando antes un antiemético o metoclopramida. Aunque la asociación sulfametoxazol/trimetoprim es prácticamente igual de eficaz por vía IV que por vía oral, es frecuente iniciar el tratamiento por vía IV lenta, debido a que el estado general del paciente suele ser malo, pero no habría inconveniente en comenzar con las mismas dosis y pautas por vía oral, siempre que la hipoxia no sea demasiado severa (PaO 2 > 60 mm Hg), pudiéndose cambiar a la vía oral cuando las condiciones del paciente lo permitan. La pentamidina en aerosol carece de los numerosos efectos adversos asociados con la administración parenteral, pero sus efectos terapéuticos son más lentos, las recaídas son más frecuentes y no es activa en procesos extrapulmonares, por lo cual no se recomienda como tratamiento, salvo imposibilidad de usar los citados como de elección. En cambio es muy útil en regímenes profilácticos. Las asociaciones trimetoprim/dapsona y de clindamicina/primaquina tienen una incidencia menor de efectos adversos y son eficaces en infecciones leves a moderadas, pero son tratamientos menos experimentados. Por otro lado su administración oral los hace poco adecuados para pacientes demasiado graves para ser tratados por esta vía. En general, el protocolo terapéutico recomendado comienza con sulfametoxazol/trimetoprim; si no hay respuesta en 5-7 días debe usarse pentamidina. Si tampoco hay respuesta en los siguientes 5-7 días, la recomendación es usar trimetoprim/dapsona. Estos plazos de espera pueden acortarse si el estado del paciente se deteriora. En general, los índices de respuesta a otra medicación en caso de fracaso el trimetoprim/sulfametoxazol parecen ser bastante bajos. En pacientes con alergias a las sulfamidas debe descartarse el sulfametoxazol/trimetoprim. Considerando el elevado riesgo de padecer un cuadro neumónico por Pneumocystis, es relativamente común la realización de tratamientos preventivos, siendo candidatos a este tipo de profilaxis los pacientes: ♦ Que hayan sufrido anteriormente al menos un episodio de neumonía por Pneumocystis. ♦ Con infección por VIH sin episodio previo de neumonía ♦ Si el recuento de CD4+ es inferior a 200/mm3, o inferior al 20% del total de linfocitos. ♦ Si tienen fiebre (>38°C) de origen desconocido durante al menos dos semanas, o bien candidiasis orofaríngea. Los regímenes profilácticos más empleados utilizan los mismos agentes que en el tratamiento de cuadro agudo, aunque con pautas posológicas menores: sulfametoxazol/trimetoprim, dapsona o pentamidina (en aerosol). ACCIÓN Y MECANISMO La atovacuona es un agente antiprotozoario con un espectro relativamente amplio. Es activo sobre diversos tipos de amebas y plasmodios, además del Pneumocystis carinii. La concentración inhibitoria para el 50% de las cepas (CMI5 0), calculada en diversos modelos experimentales en animales, se sitúa entre 0,1 y 3 µg/ml. Aunque no se ha demostrado por el momento la existencia de mecanismos fenotípicos de resistencia de Pneumocystis carinii frente a la atovacuona, algunos aislados procedentes de casos humanos tratados profilácticamente con este fármaco, presentaban mutaciones en la cadena de ADN del protozoo susceptibles de manifestarse como alteraciones de la diana farmacológica, sin que por el momento se haya establecido la trascendencia clínica de estas observaciones. Se sabe muy poco acerca de su mecanismo de acción del Pneumocystis carinii y ello a partir de observaciones indirectas, realizadas en otras especies de protozoos, principalmente Plasmodium. En general, se acepta que el lugar de acción de la atovacuona es el complejo citocromo bc 1 (complejo III). Algunos enzimas con importantes implicaciones metabólicas para el microrganismo están ligadas a la cadena de transporte electrónico mitocondrial, a través de la ubiquinona. El bloqueo de la cadena de transporte electrónico mitocondrial provocado por la atovacuona parece ser capaz de provocar una inhibición indirecta de estos enzimas, que en última instancia se traduce en una inhibición de la síntesis de ATP y de los ácidos nucleicos del protozoo. ASPECTOS MOLECULARES DEL NUEVO FÁRMACO La atavacuona forma parte de un nuevo grupo de agentes antiprotozooarios, no emprentados químicamente con los actualmente empleados. Presenta un núcleo de tipo naftoquinónico que le hace estructuralmente próximo a la ubiquinona. El sistema quinónico en 1,4 determina un sistema intensamente resonante que puede favorecer el comportamiento redox de la molécula, pudiendo competir con otros sistemas naturales similares, como es el caso de la ubiquinona. EFICACIA CLÍNICA La eficacia clínica y la seguridad de la atovacuona han sido adecuadamente contrastadas en clínica, a través de un buen número de estudios clínicos, muchos de ellos comparativos con otros fármacos considerados como de referencia. Su eficacia ha sido contrastada en el tratamiento tanto en pacientes con SIDA como en aquellos sometidos a trasplante de médula ósea. Las tasas de respuesta clínica con atovacuona varían según el nivel de gravedad de los pacientes. En este sentido, en un amplio estudio clínicos realizado sobre 940 pacientes no respondedores o intolerantes al sulfametoxazol/trimetoprim, la tasa de respuesta entre los casos leves o moderadamente graves fue del 78%, con un 7% de mortalidad. Entre los casos más graves, la tasa de respuesta clínica fue del 56%, con una mortalidad del 38%. Los estudios comparativos realizados con sulmetaxazol/trimetoprim y atovacuona han puesto de manifiesto que la incidencia de reacciones adversas graves al tratamiento son sustancialmente más frecuentes con sulfametoxazol/trimetoprim que con atovacuona. En cambio, los niveles de respuesta clínica son algo superiores con sulfametoxazol/trimetoprim. También se han realizado estudios comparativos con pentamidina IV, encontrando que la atovacuona oral produce similares índices de respuesta clínica en pacientes con infecciones leves o moderadas, aunque la atovacuona produjo una incidencia significativamente inferior de efectos adversos. ASPECTOS INNOVADORES La atovacuona representa una nueva vía terapéutica para las neumonías provocadas por Pneumocystis carinii. Desde el punto de vista de eficacia clínica no parece mejorar los niveles de respuesta alcanzados por la terapéutica estándar, especialmente con sulfametoxazol/trimetoprim, aunque al mismo nivel que la pentamidina, dapsona o clindamidina. Más interesante resulta desde la perspectiva de la toxicidad. En efecto, este tipo de tratamientos suele tener una elevada incidencia de efectos adversos entre los pacientes, especialmente en aquellos afectados por SIDA. Por ello, es relativamente frecuente que un cierto porcentaje de paciente, en absoluto desdeñable, acabe abandonando el tratamiento, con las obvias consecuencias negativas para su salud. Está bien documentada la mejor tolerancia de la atovacuona, así como la menor tasa de abandonos terapéuticos que sulfametoxazol/trimetoprim y pentamidina IV, lo que permite hacer frente a un grupo importante de pacientes. Queda por determinar en qué medida el mejor control terapéutico antirretroviral restará potencial a la atovacuona, al reducir la incidencia de neumonía por Pneumocystis carinii, pero lo que parece a todas luces innegable es que el fármaco ofrece una alternativa a considerar en los cuadros refractarios o intolerantes al tratamiento de primera elección de este cuadro patológico. OTROS FÁRMACOS SIMILARES REGISTRADOS ANTERIORMENTE EN ESPAÑA1 Fármaco Pentamidina Trimetrexato Especialidad Pentacarinat Neutrexin Laboratorio Aventis Ipsen Pharma Año 1993 1997 COSTES DIRECTOS DEL TRATAMIENTO Dosis diarias y coste (adultos) Dosis Coste diario 2 Coste total3 Atovacuona Pentamidina Trimetrexato Clindamicina 750 mg/12 h 20,84 € 437,65 € 4 mg/kg/24 h 18,22 € 255,08 € 45 mg/m 2/24 h 63,56 € 1334,70 € 900 mg/8 h 18,95 € 397,92 € Sulfametoxazol/ Trimetoprim 25/5 mg/kg/24 h 6,32 € 88,48 € VALORACIÓN ATOVACUONA WELLVONE (Glaxo) Grupo Terapéutico (ATC): P01AX. AMEBICIDAS. Otros. Indicaciones autorizadas: Tratamiento agudo de la neumonía, de carácter leve o moderado, producida por Pneumocystis carinii (PCP) (diferencia de presiones de oxígeno alveolararterial [(A-a)DO2] igual o menor de 45 mm Hg (6 kPa) y presión de oxígeno en sangre arterial [(PaO 2) igual o menor de 60 mm Hg (8 kPa) en aire ambiental] en pacientes intolerantes al tratamiento con cotrimoxazol. VALORACIÓN GLOBAL: INNOVACIÓN MODERADA. Aporta algunas mejoras, pero ♣♣ no implica cambios sustanciales en la terapéutica estándar. Reduce la incidencia o la frecuencia de efectos adversos de la terapia farmacológi⇑ ca estándar. Supone una nueva vía farmacológica en la indicación autorizada. ⇑ Cabeza de serie de una nueva línea molecular. ⇑ BIBLIOGRAFÍA - - 1 Chan C, Montaner J, Lefebvre EA, et al. Atovaquone suspension compared with aerosolized pentamidine for prevention of Pneumocystis carinii pneumonia in human immunodeficiency virus-infected subjects intolerant of trimethoprim or sulfonamides. J Infect Dis 1999; 180(2):369-76. Colby C, McAfee S, Sackstein R, et al. A prospective randomized trial comparing the toxicity and safety of atovaquone with trimethoprim/sulfamethoxazole as Pneumocystis carinii pneumonia prophylaxis following autologous peripheral blood stem cell transplantation. Bone Marrow Transplant 1999; 24(8): 897-902. Dohn MN, Weinberg WG, Torres RA, et al. Oral atovaquone compared with intravenous pentamidine for Pneumocystis carinii pneumonia in patients with AIDS. Atovaquone Study Group. Ann Intern Med 1994; 121(3): 174-80. El-Sadr WM, Murphy RL, Yurik TM, et al. Atovaquone compared with dapsone for the prevention of Pneumocystis carinii pneumonia in patients with HIV infection who cannot tolerate trimethoprim, sulfonamides, or both. Community Program for Clinical Research on AIDS and the AIDS Clinical Trials Group. N Engl J Med 1998; 339(26):1889-95. Sólo se recogen los últimos fármacos registrados en España específicamente para el tratamiento de la neum onía por Pneumocystis carinii. 2 Para un paciente de 75 kg peso o 1,67 m 2 de superficie corporal. 3 La duración del tratamiento es de 14 días para el sulfametoxazol/trimetoprim y la pentamidina; frente a 21 días con atovacuona, clindamicina y trimetrexato. En todos los casos, la vía de administración es intravenosa, salvo en el caso de la atovacuona (oral). - - Epstein LJ, Mohsenifar Z, Daar ES, Yeh V, Meyer RD. Clinical experience with atovaquone: a new drug for treating Pneumocystis carinii pneumonia. Am J Med Sci 1994; 308(1): 5-8. Hughes WT, LaFon SW, Scott JD, Masur H. Adverse events associated with trimethoprimsulfamethoxazole and atovaquone during the treatment of AIDS-related Pneumocystis carinii pneumonia. J Infect Dis 1995; 171(5): 1295-301. Hughes W, Leoung G, Kramer F, et al. 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