CUESTIÓN 17 JULIO 2015 DE DESARROLLO SÍNTESIS DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES DE LA AFD Integrar los barrios precarios a las ciudades: el reto del mañana BARRIOS DE CHABOLAS, BARRIOS PRECARIOS: IDEAS PRECONCEBIDAS Y DIVERSIDAD DE REALIDADES • Los barrios de chabolas, quienes, según ONU-Hábitat (2002), se caracterizan por la falta de acceso a infraestructura básica, la insatisfactoria calidad de la vivienda y condiciones de "hacinamiento"; • Los barrios de chabolas en proceso de saneamiento (mejora de edificios y equipos, como las favelas en Brasil); • Las subdivisiones construidas de manera estable sin la intervención del poder público (más estructuradas, pero no conformes a las normas); • Los barrios vetustos o degradados de la ciudad formal (centros históricos por ejemplo). Hoy por hoy, los especialistas se aplican en desmontar las ideas preconcebidas acerca de los barrios precarios (a menudo percibidos como "peligrosos", "insalubres", "ocupados ilegalmente") y en luchar contra los llamados a su erradicación, solución insostenible si no se propone ninguna alternativa. Varias disciplinas están interesadas en el tema: los sociólogos y antropólogos demuestran la diversidad de las situaciones sociales (en particular la presencia de clases medias) y la riqueza de las interacciones en juego (Deboulet, 2011; Navez-Bouchanine, 2007); los urbanistas estudian las formas urbanas y proponen mejoras operativas (Barthel y Jaglin, 2013; Mansion y Rachmuhl, 2012); por último, los estudios de tierras recomiendan medidas para garantizar los derechos de los habitantes (Durand-Lasserve, 2010; Soares Gonçalves, 2006). A DES RR OL LO N DE Ó http://www.afd.fr/home/publications/travaux-de-recherche/ publications-scientifiques/question-developpement Situados sobre todo en los países en desarrollo (mapa 1), los barrios caracterizados como "precarios" sufren muchas formas de exclusión: territorial, social o económica. Su creación se debe a una combinación de factores: rápido crecimiento urbano, oferta insuficiente de vivienda, y pobreza. Son mucho más diversos de lo que uno se imagina: CUESTI El crecimiento urbano ocurre principalmente en las ciudades del Sur. El número de habitantes en los barrios precarios se duplicará, alcanzando los 2 mil millones en 2030. Es ilusorio imaginar un futuro sin barrios marginales, por lo cual los métodos han cambiado: ya no se trata de "demoler las chabolas", sino de rehabilitarlas, sin dejar de lado la construcción de nuevas viviendas. Los investigadores y los actores de la cooperación internacional están reflexionando sobre soluciones sostenibles a largo plazo. MAPA 1. PORCENTAJE DE LA POBLACIÓN URBANA QUE VIVE EN CHABOLAS Sin datos Fuente: ONU-Hábitat, State of The World’s Cities 2012/2013. De "ciudades sin chabolas" a "barrios populares sostenibles": la evolución del enfoque internacional La doctrina internacional ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas, pasando de una exhortación a la "reabsorción" de los barrios marginales a una preferencia por mejorar las condiciones localmente, evolución especialmente perceptible durante el séptimo Foro Urbano Mundial en Medellín (Colombia) en 2014. En el momento de su creación en 1978, el lema de la agencia de Naciones Unidas dedicada a las ciudades (ONUHábitat) era eliminar las chabolas mediante el desarrollo de programas de reasentamiento. Al mismo tiempo, los investigadores y activistas de la corriente tercermundista desde luego imploraban para que los poderes públicos proporcionen vivienda accesible a los más modestos, pero también encomiaban las iniciativas de auto-construcción y autogestión de los habitantes. Estas ideas, vehiculadas especialmente por el arquitecto británico John F.C. Turner, tuvieron eco en las instituciones internacionales como el Banco Mundial a partir de los años 1970 y contribuyeron a la renovación de las políticas de vivienda: se abogaba por soluciones populares, las demoliciones debían limitarse, y las preocupaciones sociales tomaban un lugar cada vez mayor. A pesar de que las condiciones de vida sean a menudo difíciles, las cualidades de estos barrios son ahora reconocidas: responden a las necesidades de vivienda de amplios sectores de la sociedad y pueden ofrecer oportunidades en términos de acceso al empleo y de solidaridad social. La Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) apoya desde hace unos diez años diversos proyectos de rehabilitación de barrios precarios (Haití, Madagascar, Yibuti, etc.) y participa regularmente en la reflexión sobre esta cuestión con otros organismos de financiación, organizaciones no gubernamentales (ONG) e investigadores. De estas experiencias emanan varias recomendaciones (ver recuadro). En 1999, el Plan de Acción "Ciudades sin chabolas" del fondo de organismos múltiples de financiación "Alianza para las Ciudades" tenía la intención de evitar la creación de nuevos barrios de chabolas mediante el apoyo a políticas públicas para la vivienda social. Pero las operaciones de revalorización (mejoramiento de las chabolas) comenzaron a realizarse. La AFD se compromete en pro de mejorar los barrios precarios Con motivo del Foro Urbano Mundial 2014, la división “administraciones locales y desarrollo urbano” de la AFD publicó un estudio basado en una capitalización de proyectos financiados por esta misma agencia en diferentes países (Marruecos, Colombia, Madagascar, Yibuti, etc.), y propuso diez recomendaciones operativas para llevar a cabo en barrios precarios, incluidas en este artículo. Hoy en día, ONU-Hábitat aboga frente a los Estados y los organismos de financiación por dar preferencia a la rehabilitación in situ, sin por tanto dejar de "proporcionar más recursos para la construcción de vivienda asequible". Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en 2000 y los proyectos de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2014 también hacen hincapié en la rehabilitación: "mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de chabolas para el año 2020 "(propósito 11 de los ODM) y "mejorar los asentamientos humanos precarios” (objetivo 11 del proyecto de ODD). El texto completo está disponible en el sitio web de la AFD. Favorecer la rehabilitación in situ .y provocar reacciones en cadena en aquellos barrios Realojar a todos los residentes de barrios precarios supondría para las autoridades públicas movilizar recursos financieros EN 2014, EL 70 % DE LA POBLACIÓN URBANA EN EL ÁFRICA SUBSAHARIANA VIVE EN BARRIOS PRECARIOS DE ÓN DESARR CUESTI ALGUNAS CIFRAS EN 2030, 2 MIL MILLONES DE PERSONAS VIVIRÁN EN CHABOLAS NÚMERO 17 JULIO 2015 OL LO colosales y tener enormes reservas de tierras. La mejora in situ, más económica y flexible, puede adaptarse mejor a las características de cada contexto. Su costo social es menor en comparación con el de los desplazamientos: así pues, los vínculos sociales y la proximidad a los lugares de trabajo y de intercambio se mantienen. En virtud de lo anterior, las acciones deben ser elaboradas con los usuarios y ejecutadas paulatinamente. Debido a que la rehabilitación no transforma radicalmente los barrios, a veces causa decepción entre los habitantes y desinterés por parte de las autoridades, quienes prefieren las operaciones de "reestructuración" completa, incluyendo la revalorización de viviendas privadas. Sin embargo, la reestructuración es lenta y costosa y no responde a los retos actuales: a veces parece una gota en el océano de barrios por mejorar. Este enfoque no tiene el propósito de transformar completamente los barrios. Se trata de identificar los medios (ver tabla) que permitan salir de la marginación, desarrollar vínculos sociales y fortalecer la sociedad civil. De este modo se alienta a los habitantes para que se involucren por ellos mismos en la revalorización de sus construcciones al darse cuenta de que la amenaza de “desalojo” se desvanece. Varios experimentos (especialmente en Colombia y en Túnez) demuestran el efecto dominó de estas intervenciones en el "espacio público". La mejora de las vías de circulación, por ejemplo, facilita el transporte de bienes, la creación de nuevas actividades empresariales y la recolección de desechos. Además de las operaciones de rehabilitación, hay que desarrollar un enfoque "preventivo", mediante el aumento de la producción de vivienda asequible y el fomento de programas de auto-construcción “dirigida” (en los ámbitos técnico, económico y social) en terrenos viables proporcionados por las autoridades públicas. Esto implica, cuesta arriba, el establecimiento de dispositivos que faciliten la adquisición de tierras públicas. Sin embargo, se deben tomar precauciones. El reto es llegar al mayor número de personas posible: la masa crítica de inversiones debe ser sustancial y su distribución por el territorio equitativa, a fin de no favorecer a determinadas zonas por encima de otras. En ciertos casos, algunos desalojos son inevitables cuando se trata de habitantes en zonas de riesgo o en superficies necesarias para la construcción de infraestructura. En esos casos, se debe dar prioridad al realojamiento en cercanías. Además, hay que tener cuidado con los riesgos ligados al aburguesamiento y la exclusión de las poblaciones más vulnerables. Garantizar los terrenos antes de regularizar la tenencia Una gran parte de los habitantes de barrios precarios no tiene títulos de propiedad formales. Sin embargo, a menudo han comprado un "derecho para habitar" su parcela de tierra y son dueños de la construcción, mientras que algunos otros son arrendatarios. La propiedad no siempre está claramente identificada: las tierras pueden ser de dominio público, pero, en algunos casos, sin que se haya establecido un registro de propiedad; o pertenecer a familias que hayan migrado; o bien ser objeto de disputas de sucesión; o, incluso, corresponder a REHABILITACIÓN IN SITU: POTENCIAL DE APALANCAMIENTO Posibles acciones sectoriales de rehabilitación in situ Beneficios directos Externalidades positivas Vías de circulación / drenaje •Menor marginación •Movilidad •Menos inundaciones •Reducción de riesgos para la salud •Desarrollo económico •Empleos •Salud •Cohesión social Agua / saneamiento •Reducción de los riesgos para la salud •Reducción de costos para los residentes •Salud •Comodidad •Integración social Alumbrado público •Seguridad •Prolongación de actividades nocturnas •Seguridad •Desarrollo económico •Cohesión social Gestión de residuos •Limpieza •Reducción de la contaminación y de riesgos para la salud •Medio ambiente •Salud •Empleo Instalaciones públicas, sociales o comerciales •Salud, educación, actividades recreativas •Dinamismo económico •Empleo •Integración social •Aumento de ingresos para los municipios Ordenación de Espacios Públicos (parques, jardines, plazas) •Actividades recreativas y sociabilidad •Embellecimiento del barrio •Lucha contra los islotes de calor y las inundaciones •Seguridad •Imagen positiva de la zona •Cohesión social Fuente: Elaboración propia. AMANDINE DUKHAN LÍDER DE PROYECTO, DIVISIÓN DE ADMINISTRACIONES LOCALES Y DESARROLLO URBANO, AFD IRENE SALENSON ENCARGADA DE INVESTIGACIÓN, DESARROLLO URBANO SOSTENIBLE, DIVISIÓN DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO, AFD JULIO 2015 LO 17 OL NÚMERO N DE Ó A DES RR CUESTI MATHILDE CHABOCHE SOCIÓLOGA Y URBANISTA, CONSULTORA INDEPENDIENTE CUESTIÓN DE DE SA RR OLLO "derechos consuetudinarios" y / o colectivos. Pueden haber sido divididas y vendidas por desarrolladores privados fuera del marco legal, por lo que hay una yuxtaposición de derechos en los mismos espacios. Esta situación genera incertidumbre (riesgo de desalojo), complica las transacciones y entorpece los gastos consentidos para mejorar las viviendas. También es un obstáculo que impide determinar los impuestos prediales, recursos indispensables para la inversión pública, así como las expropiaciones y derechos de vía para la construcción de infraestructura pública. Es imposible proporcionar a cada uno de los habitantes títulos de propiedad o escrituras, sin embargo varias soluciones pragmáticas han sido probadas: usucapión (prescripción adquisitiva), tenencia colectiva, contratos de arrendamiento a largo plazo, y autorización de usufructo. Hay toda una variedad de mecanismos de seguridad, desde los más complejos hasta los más flexibles: reformas de la propiedad, catastros, registros de tierras urbanas (Benín), cartografía urbana y sistemas de información geográfica. Los primeros requieren decisiones políticas difíciles y largas demoras para su ejecución; no deben convertirse en una condición previa a la intervención de los poderes públicos. En contraste, los más flexibles permiten poner en marcha iniciativas de planificación territorial y facilitar la gestión de los servicios urbanos, al tiempo que ofrecen cierta forma de seguridad. En todo caso, ONU-Hábitat y la Alianza para las Ciudades recomiendan la simplificación de los procedimientos administrativos. Barrios precarios con sus habitantes plenamente integrados en la ciudad A menudo, los barrios precarios están excluidos de los documentos oficiales de planificación urbana, porque son considerados como "ilegales". Un primer paso sería integrarlos en la reflexión sobre el futuro de la aglomeración, destacando los costos social, financiero y ambiental de la inacción. Para volverse "sostenible", la planificación urbana debe tener en cuenta las necesidades de estos barrios y tener como objetivo la integración de éstos en la ciudad. La mejor manera de garantizar la pertinencia de los proyectos es involucrar a los habitantes en su desarrollo. Incluso hoy en día, numerosos mecanismos "participativos" se conforman con acciones de "escaparate", por la falta de experiencia y la renuencia de los propietarios del proyecto, pero también de los organismos de financiación. La riqueza de los conocimientos urbanos, y más aún, el "derecho a la ciudad" de los habitantes deben ser reconocidos. Para lograr un diálogo eficaz, los asuntos técnicos deben adecuarse al lenguaje del pueblo, las sugerencias de los habitantes deben ser tomadas en serio, y la concertación debe continuar a lo largo de todo el proyecto. A veces, la representatividad de la población en su conjunto (especialmente de grupos marginados o vulnerables, de jóvenes y de mujeres) no se puede garantizar. Los mecanismos de concertación pueden complementarse con encuestas y el establecimiento de un administrador de proyectos urbanos y sociales. Esto implica la participación de un operador social (ONG, asociación) que juegue el papel de intermediario entre los beneficiarios, las empresas responsables de la obra y las autoridades públicas. La participación conjunta en la toma de decisiones públicas puede convertirse en un modo de acción sistemático, como en el caso del presupuesto participativo en Argentina o la gestión del agua por los comités de distrito en Haití. Por último, la búsqueda de financiamientos sostenibles y dedicados a la política social urbana es un imperativo para los propietarios de proyecto, y requiere, ante todo, una firme voluntad política para asegurar la sostenibilidad de las intervenciones y la capacidad de respuesta ante necesidades futuras. Pistas de mejoramiento Los proyectos que atañen la delicada cuestión de los asentamientos precarios son complicados de construir y poner en práctica, en especial para las autoridades públicas competentes. En ausencia de las diversas condiciones aquí establecidas, los proyectos a menudo resultan insostenibles: las instalaciones no están bien administradas o sufren de un mantenimiento deficiente y las dinámicas pierden impulso, como se ha señalado en algunas evaluaciones ex post. Los actores del desarrollo, incluidos los organismos de financiación, deben seguir apoyando los trabajos de investigación y de capitalización operativa llevados a cabo en conjunto con los trabajadores de campo, prestando especial atención a las reflexiones críticas de los socios participantes. BIBLIOGRAFÍA ALIANZA PARA LAS CIUDADES Y ONU-HABITAT (2011), Loger les pauvres dans les villes africaines. Le foncier : un rôle crucial dans l’accès des citadins pauvres à un logement. BANCO MUNDIAL Y FMI (2013), Rural-Urban dynamics and the Millenium Development goals. Global Monitoring Report, Washington, D.C. BARTHEL, PIERRE-ARNAUD Y SYLVY JAGLIN (COORD.) (2013), Quartiers informels d’un monde arabe en transition, AFD, Conférences et séminaires n°7, junio. DEBOULET, AGNES (2011), « Contrer la précarité par la sécurisation foncière et la légalisation », Revue Tiers Monde, 2011/2, n°206. DURAND-LASSERVE, ALAIN (2010), « Réguler les marchés fonciers pour des villes inclusives », Regards sur la Terre, Presses de Sciences Po, AFD, IDDRI. MANSION, AURORE Y VIRGINIE RACHMUHL (2012), Bâtir des villes pour tous en Afrique : leçons de quatre expériences, Colección « Etudes et Travaux en ligne », n°31, GRET, abril, 143p. NAVEZ-BOUCHANINE, FRANÇOISE (2007), « Évolution de la politique urbaine et résorption des bidonvilles au Maroc : Succès et avatars de la ‘maîtrise d’ouvrage sociale’ », Revue internationale des sciences sociales, 2007/3-4, n°193-194. SOARES GONÇALVEZ, RAFAEL (2006), « La politique, le droit et les favelas de Rio de Janeiro », Journal des anthropologues, n°104-105, pp.37-63. CUESTIÓN DE DESARROLLO es una publicación de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD). Tiene por vocación presentar síntesis de estudios, evaluaciones e investigaciones iniciadas y promovidas por la Agencia. La presente serie apunta a resumir la problemática, el enfoque, las lecciones y las perspectivas del estudio expuesto. Todo ello con el cometido de abrir nuevas sendas de acción y reflexión. Los análisis y las conclusiones de este documento son responsabilidad exclusiva del autor. No reflejan necesariamente el punto de vista de la AFD ni el de sus instituciones asociadas. Directora de la publicación : Anne PAUGAM • Director de la redacción : Gaël GIRAUD • Agence Française de Développement : 5, rue Roland Barthes - 75598 Paris Cedex 12 • Depósito legal : Julio de 2015 • ISSN : 2271-7404 • Concepción : • Realización : Eric Thauvin • Traducción: Dario Chi.