“Las ciudades atravesadas por ríos deben aprovechar esta circunstancia para su ornato. Algunas veces será posible hacer pasar este o uno de sus derivados por un parque o por un jardín: se podrá crear lagos en algunos sitios, y sus riberas podrán ornamentarse de mil maneras” (González, 2007). Aproximadamente en 1944 la ciudad contaba con diferentes barrios aislados incluyendo La América, Belén, Guayabal , Robledo y el Poblado incorporados como barrios de la ciudad en 1938, cuya estructura se definía con un parque central y una iglesia en su mayoría, con una clara definición del trazado y estructura vial. En 1946 comienza un proceso de apertura, rectificación y ensanche de paseos y parques que introdujo algunos cambios en la delimitación y geometría de los parques de barrio. La importancia de la configuración de los barrios en Medellín se mantiene hasta los años 50-60 del siglo XX, como núcleos históricos de gran incidencia en la historia urbana de la ciudad y en su configuración morfológica, en cuyo desarrollo prevaleció la relación entre la habitación y el núcleo comunal. Imagen 59 Fragmento del plano del barrio Aranjuez, 1919, Planoteca Departamental, Fuente: imagen tomada del libro González LF (2007) Imagen 60 Fragmento del plano del Proyecto Campo Valdez, 1923, Se resalta el plaza del barrio como elemento a partir del cual se estructura la trama ortogonal Fuente: imagen tomada del libro González LF (2007) Imagen 61 Plano de terrenos urbanizados en Medellín entre 1905 y 1940. Fuente Melo (1996) 81