EL LUGAR DE LA IDENTIDAD EN UNA CIUDAD SOSTENIBLE. Autores: Agnieszka Stepien, Lorenzo Barnó, Beatriz Villanueva y Francisco Javier Casas. Palabras clave: Barrio, ciudad, identidad, memoria, pertenencia. Tema de comunicación: C.8 _ Conocimiento, Espacio e interacción social. Cuando estamos planteándonos la rehabilitación sostenible de las ciudades casi siempre pensamos sobre el tráfico o el ahorro de energía y por supuesto estos aspectos de la sostenibilidad son muy importantes, pero no es suficiente quedarnos ahí. Los antiguos romanos ya diferenciaban dos partes fundantes en sus ciudades: “Urbis” definía lo construido, el conjunto de la arquitectura y el urbanismo, mientras que “civitas” se refería a las relaciones interpersonales dentro de la ciudad construida. Los dos se influían entre sí constantemente. El lugar donde habitaba cada ciudadano afectaba a sus relaciones y al revés: su entorno social influía a su manera de vivir. Como afirma Saskia Sassen1, todo esto ha llegado hasta nuestros días aunque unos factores ganaron y otros perdieron su fuerza. La socióloga apunta la importancia del lugar donde nacimos como elemento clave en el desarrollo de cada individuo y la consecuencia de este hecho es el constante aumento de diferencias sociales; los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. ¿Pero cómo se traslada este tema al campo de las ciudades contemporáneas en España? Volvamos a la cuestión de la rehabilitación sostenible que exigen nuestras ciudades. Un desmesurado desarrollo urbano en las décadas de los 60 y 70, ahora nos devuelve una crisis en los barrios construidos en esta época. Muchas veces deteriorados, dando a sus habitantes una calidad de vida que deja mucho que desear, estas partes de la ciudad se convierten en un auténtico problema. Pero un problema todavía más serio pueden provocar las inadecuadas soluciones de ésta cuestión y es ahí donde juega un papel principal tanto el urbanismo como la arquitectura. Parece que los temas relacionados con la parte material de la cuidad están en el momento actual más desarrollados que los enfocados hacia lo cívico, tanto a una escala de un portal como de una metrópoli. Es cierto que se hace mucho para estimular la participación ciudadana, pero del tema que está en sus raíces, que es la identidad, se habla bien poco. ¿Y porque es tan importante esta cuestión? Entendida como la necesidad de pertenencia de un individuo a un lugar define el fundamento de la ciudad “civitas”. Es una “construcción” levantada lentamente durante muchos años. Tiene una estructura muy frágil y muy sensible a los cambios. 1 Actas del Congreso Internacional De Construcción Sostenible; Sevilla 2007 Pero la ciudad contemporánea con sus flujos y mutaciones descuida mucho a la identidad y cuando buscamos lugares donde está presente, llegamos a una escala donde cobra importancia el concepto de la vecindad. Es el espíritu del barrio lo que hace que la gente se siente arraigada. Parafraseando a Heidegger2, formamos parte de los lugares porque los lugares forman parte de nosotros. Hay unos lazos muy importantes que nos hacen decir: “Soy de aquí”. Lo mismo pasa al vecino del barrio de Gracia en Barcelona, de Alfama en Lisboa o Montmarte en Paris. En estos casos el tema de la identidad es evidente, pero hay lugares donde la gente se siente avergonzada de sus raíces. Sin embargo, no hay lugares malos, solamente los que necesitan ser reconocidos y por eso estimular el reconocimiento de los barrios deteriorados es la cuestión que deberíamos tener en cuenta en el marco de la rehabilitación sostenible. Un lugar por el mero hecho de ser habitado por una persona ya cobra un valor especial3 y pertenece a la arquitectura y al urbanismo la capacidad de poner en valor una identidad deteriorada. En el desarrollo de este resumen analizaremos un par de ejemplos de una arquitectura que recicla espíritu del barrio estimulando las relaciones entre los vecinos y liberándoles del complejo que supone habitar en una zona degradada. A través de ellos se verá claramente que una política de tabula rasa practicada a menudo en caso de barrios deteriorados, se convierte en una solución más que incorrecta. Supone un enorme gasto de energía y materiales y produce una desmesurada cantidad de residuos. Además, en el proceso de desalojo-realojo de los habitantes va destruyéndose el frágil sistema de la “civitas”. Muere debajo de los escombros el espíritu del barrio; algo único e imposible de reconstruir en una nueva constitución de viviendas que siguen construyéndose de la ya obsoleta tipología de ensanche. 2 3 El Principio de Identidad ; Heidegger; Revista de Filosofía Vol. XIII, Nº 1, Santiago de Chile, 1966 Construir, habitar, pensar; Heidegger; Santiago de Chile, 5ª edición, 2007