Acción pauliana o revocatoria en materia de alimentos.20.01.09.

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Corte de Apelaciones de Valparaíso, 20/01/2009, 1-2009
Jenipher Marlene Loador Terrazas con Christian Alejandro Vera Fontecha
Tipo: Recurso de Apelación
Resultado: Confirma
Descriptor
Acción pauliana o revocatoria en materia de alimentos. Requisitos estrictos. Celebración de
actos entre alimentante y terceros de mala fe. Finalidad de reducir el patrimonio del
alimentante en perjuicio del alimentario. Sola disminución en el patrimonio del alimentante no
es suficiente para la acción revocatoria. Carga de la prueba es del alimentario. Puntos que
debe acreditar el alimentario.
Doctrina
La revocación prevista en el artículo 5º inciso final de la Ley sobre Pago de Pensiones
Alimenticias requiere el cumplimiento de estrictos requisitos: a) que se trate de actos
celebrados por el alimentante con terceros de mala fe; b) que la celebración de tales actos
tenga la precisa finalidad de reducir el patrimonio del alimentante, en perjuicio del
alimentario; c) alternativamente, que se trate de actos simulados o aparentes ejecutados con
el propósito de perjudicar al alimentario; d) que la revocación se produzca conforme al
artículo 2468 del Código Civil. La mala fe del tercero se da, conforme a la ley, cuando
conozca o deba conocer la intención fraudulenta del alimentante (considerando1º)
Lo estricto de los requisitos de esta revocación se fundamenta en el derecho de propiedad,
pues resulta inimaginable que durante todo el juicio de alimentos exista una tácita y
permanente prohibición de gravar y enajenar que afecte a todo e patrimonio del demandado.
Las restricciones son de derecho estricto. La acción pauliana o revocatoria solo procederá en
los casos en que, no existiendo bienes suficientes del deudor para solucionar íntegramente
los créditos existentes en su contra, sea menester implementar la primacía y concurrencia de
los acreedores al pago con el patrimonio insuficiente (considerando 5º)
La carga de la prueba corresponde al alimentario, quien debe acreditar, además del mal
estado de los negocios del alimentante: 1) la mala fe del tercero; 2) el conocimiento, por
parte del tercero, de la intención fraudulenta del alimentante; 3) la intención del alimentante
de reducir su patrimonio; y 4) que tal reducción haya tenido el propósito de perjudicar al
alimentario
(considerando
2º)
De lo antedicho fluye que no basta la sola disminución del patrimonio para que proceda la
revocación. Se ha dicho que el mal estado de los negocios del deudor gravita hasta tal grado
que la falta de prueba al efecto torna improcedente la acción pauliana (considerando 1º).
Legislación aplicada en el fallo :
Decreto con Fuerza de Ley N° 1 de 30/05/2000 MINISTERIO DE JUSTICIA Fija texto
refundido coordinado y sistematizado de la Ley Nº 14908 sobre Abandono de Familia y Pago
de Pensiones Alimenticias art 5 inc final;
1
Ministros:
Carlos Fuentes Puelma; Fernando Rafael Lobos Domínguez; Inés María Letelier Ferrada
Texto completo de la Sentencia
Valparaíso,
veinte
de
Visto
enero
de
y
dos
mil
nueve.
oído:
Se reproduce la sentencia en alzada de fecha treinta de octubre de dos mil ocho.
Y
TENIENDO,
ADEMÁS,
PRESENTE:
PRIMERO: Que, la revocación prevista en el artículo 5º inciso final de la ley 14.908 requiere
el cumplimiento de estrictos requisitos: a) que se trate de actos celebrados por el alimentante
con terceros de mala fe; b) que la celebración de tales actos tenga la precisa finalidad de
reducir el patrimonio del alimentante, en perjuicio del alimentario; c) alternativamente, que se
trate de actos simulados o aparentes ejecutados con el propósito de perjudicar al alimentario;
d) que la revocación se produzca “conforme al artículo 2468 del Código Civil . La disposición
aclara que se entenderá que el tercero está de mala fe cuando conozca o deba conocer la
intención fraudulenta del alimentante. Es indudable que no basta la sola disminución del
patrimonio para que proceda la revocación. Hasta tal grado gravita el mal estado de los
negocios del deudor, que la falta de prueba al efecto, hace improcedente la acción pauliana
(C.
Santiago,
Oct.
1914,
Rev.
t.
11,
sec.
2ª,
pág.
75).
SEGUNDO: Que, el peso de la prueba recae sobre el alimentario, quien habrá de acreditar, a
más del mal estado de los negocios del alimentante: a) la mala fe del tercero, b) el
conocimiento, por parte del tercero, de la intención fraudulenta del alimentante; c) la intención
del alimentante de reducir su patrimonio; d) que tal reducción haya tenido el propósito de
perjudicar
al
alimentario.
TERCERO: Que, aparte de la documental acompañada y leída en la audiencia especial
efectuada el veinticuatro de octubre de dos mil ocho y que da cuenta el Acta de Audiencia
Especial, la parte del alimentario no rindió prueba alguna para acreditar las circunstancias
subjetivas de culpabilidad y responsabilidad que la ley exige. En efecto, ni el mal estado de
los negocios del alimentante, ni la mala fe, ni la intencionalidad fraudulenta, ni la intención de
reducir el patrimonio para perjudicar, ni, en resumen, la ilicitud de la salida del bien del
patrimonio
del
alimentante,
han
quedado
establecidas.
CUARTO: Que, no solo no se acreditó la mala fe de la madre del alimentante, sino que su
actitud, al aceptar la entrega simbólica o teórica del vehículo adquirido, permitiendo que el
mismo continúe siendo utilizado gratuitamente por la alimentaria, rebela un ánimo de
desprendimiento y de beneficencia que no se compadece con su supuesta mala fe.
QUINTO: Que, los estrictos requisitos que exige la ley para la procedencia de la revocación
tienen su fundamento en el derecho de propiedad, constitucionalmente garantizado, pues
resulta inimaginable que durante el juicio de alimentos exista una suerte de tácita y
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permanente prohibición de gravar y enajenar que afecte a todo el patrimonio del demandado.
Las restricciones son derecho estricto. A más, atendida la ubicación del artículo 2468 dentro
del Título “De la Prelación de créditos , y aun en su interpretación más extensiva, la acción
pauliana o revocatoria solo procederá en los “casos en que, no existiendo bienes suficientes
del deudor para solucionar íntegramente los créditos existentes en su contra, sea menester
implementar la primacía y concurrencia de los acreedores al pago con el patrimonio
insuficiente (C.S. Gaceta 1937, 2º semestre Nº 47, pág. 191. Rev. t. 35, sec. 1ª pág. 12).
Como quedó dicho, la supuesta insuficiencia de los bienes del deudor, no fue acreditada.
Por estas consideraciones, disposiciones legales citadas y lo dispuesto en los artículos 186 y
227 del Código de Procedimiento Civil, se confirma la resolución apelada, de fecha treinta de
octubre
de
dos
mil
ocho.
Devuélvase.
RUC
Redacción
Nº
del
Abogado
O720155449–1.
Integrante
señor
Carlos
Fuentes
Puelma.
Pronunciada por los Ministros de la Iltma. Corte de Apelaciones, Sr. Rafael Lobos, Sra. Inés
María
Letelier
y
el
Abogado
Integrante
Sr.
Carlos
Fuentes
Puelma.
ROL I. C. Nº 1–2009.
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