apartheid

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Conferencia Internacional del Trabajo
70.a reunión 1984
Informe especial del Director General
concerniente a la aplicación
de la Declaración referente a la política
de «apartheid» en Sudafrica
Oficina Internacional del Trabajo
Ginebra
ISBN 92-2-303435-3
ISSN 0251-3226
Primera edición 1984
Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la
forma en que aparecen presentados los datos en esta publicación no implican juicio alguno por parte
de la Oficina Internacional del Trabajo sobre la condición jurídica de ninguno de los países o territorios citados o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras.
La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos, estudios y otras colaboraciones firmados incumbe exclusivamente a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las sancione.
Las publicaciones de la OIT pueden obtenerse en las principales librerías o en oficinas locales de la
OIT en muchos países o pidiéndolas a: Publicaciones de la OIT, Oficina Internacional del Trabajo,
CH-1211 Ginebra 22, Suiza, que también puede enviar a quienes lo soliciten un catálogo o una lista de
nuevas publicaciones.
Impreso en Suiza
INDICE
Páginas
INTRODUCCIÓN
Acontecimientos recientes en la esfera laboral y social en Sudafrica
Acontecimientos en materia de relaciones de trabajo
Organizaciones de trabajadores
Conflictos laborales y huelgas
Empleo de sanciones penales y de la policía en los conflictos
laborales
Libertad sindical
Empleadores
Códigos de conducta
Admisión al empleo y acceso a la formación
Reserva de empleos
Legislación
Educación
Remuneraciones
Seguridad e higiene del trabajo
Desempleo
Migración blanca
Apartheid, control de admisión y cuestiones laborales
Control de admisión
Reasentamientos
«Territorios patrios»
Mano de obra penitenciaria
Asuntos laborales y sociales en Namibia
1
CAPÍTULO PRIMERO:
3
4
4
9
14
17
18
22
26
26
27
31
34
38
41
42
43
43
47
49
52
55
II: Informaciones suministradas por los gobiernos y las organizaciones de
empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid
59
Acción de los gobiernos
60
Acción de las organizaciones de empleadores
113
Acción de las organizaciones de trabajadores
126
Extracto del informe del Comité sobre Discriminación del Consejo de Administración
170
CAPÍTULO
III: Acción internacional contra el apartheid
Acción de la OIT
Acción dentro del marco de las Naciones Unidas y de otras organizaciones intergubernamentales
CAPÍTULO
175
175
180
INTRODUCCIÓN
El presente informe se somete a la Conferencia en cumplimiento del párrafo
5 de la Declaración referente a la política de apartheid en Sudafrica, adoptada por
la Conferencia en 1981. Este es el 20.° informe especial sobre el particular presentado a la Conferencia por el Director General desde 1964. La información utilizada en el presente informe procede de una amplia gama de fuentes consultadas por
la Oficina Internacional del Trabajo en su estudio sobre las consecuencias de la
política de apartheid en la esfera laboral y social en Sudafrica. Esta documentación está a disposición de quienes deseen consultarla en la Oficina Internacional
del Trabajo.
Siguiendo la práctica establecida en los informes precedentes, en el capítulo
primero se examinan los acontecimientos recientes en la esfera laboral y social en
Sudafrica, pero se analizan nuevamente las cuestiones afines en Namibia, en la
medida en que su curso se ha visto afectado por la ocupación ilegal de este territorio por parte de Sudafrica.
El capítulo II contiene un análisis de las informaciones facilitadas por los
gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid en cumplimiento del apartado a) del párrafo 5 de
la Declaración. De acuerdo con el apartado b) del párrafo 5 de la Declaración, el
Comité sobre Discriminación examinó las informaciones mencionadas en el curso de la 225.a reunión del Consejo de Administración (febrero-marzo de 1984). El
informe del Comité sobre Discriminación del Consejo de Administración se ha
incluido en el presente capítulo.
El capítulo III examina la acción internacional en materia de apartheid,
incluyendo las medidas adoptadas por la OIT de conformidad con el párrafo 6 de
la Declaración y el párrafo 12 de las conclusiones sobre el informe de la Comisión
del Apartheid en la 68.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo
(1982). Además, habida cuenta de las peticiones formuladas en la Comisión del
Apartheid, el presente capítulo incluye un resumen de las medidas adoptadas dentro del marco de las Naciones Unidas y de otras organizaciones intergubernamentales.
Para la elaboración del presente informe especial la OIT consultó con las
Naciones Unidas, sus organismos especializados, la Organización de la Unidad
Africana y los movimientos nacionales de liberación reconocidos por esta Organización, el Fondo Internacional de Defensa y Ayuda, el American Committee
on Africa, la Comisión para Sudafrica en los Países Bajos, los movimientos contra el apartheid en el Reino Unido y Trans-Africa, Washington. Se recibieron
informaciones suministradas por los siguientes organismos: UNCTAD, UNESCO, FAO, OMS, Centro de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Centro
de las Naciones Unidas sobre Empresas Transnacionales, Oficina del Comisionado de las Naciones Unidas para Namibia, OUA, Congreso Nacional Africano,
Congreso Sudafricano de Sindicatos y Comisión Norteamericana para Africa.
CAPITULO PRIMERO
ACONTECIMIENTOS RECIENTES EN LA ESFERA LABORAL
Y SOCIAL EN SUDAFRICA
Si bien los cambios en la legislación laboral debidos a la Comisión de
Encuesta sobre Legislación Laboral (Comisión Wiehahn) pueden considerarse
como los primeros registrados en Sudafrica en los últimos años, los segundos
cambios de esta naturaleza tal vez se produjeran en 1983 con la presentación de
nuevas propuestas constitucionales.
Los cambios originados por las recomendaciones de la Comisión Wiehahn
modificaron la situación de los trabajadores negros: autorizaron el sindicalismo
negro, una mayor utilización de la mano de obra negra, incluido el aprendizaje, y
suprimieron la legislación sobre reserva de empleos. La Comisión se estableció
frente a los temores de que se menoscabaría el crecimiento económico a causa de
la escasez de mano de obra calificada y porque la única solución para remediar
esta escasez era lograr una mayor utilización y movilidad de los trabajadores
negros. Habiendo aceptado que los trabajadores negros deberían utilizarse en
ocupaciones calificadas, la Comisión también reconoció que tendrían que admitirse en el sindicalismo para proteger las estructuras oficiales del sistema de relaciones de trabajo.
Los cambios introducidos en la nueva Constitución conciernen a los trabajadores «de color» y asiáticos; integran a estos grupos en un sistema triparlamentario en que ocuparán una posición de minoría permanente y que garantiza el
papel predominante de la población blanca. La Constitución excluye a los negros
por considerarse que ejercen derechos políticos en los «territorios patrios». Los
efectos de esta evolución son dobles: primero, integrar a las personas de color y
asiáticas en el orden político y económico previsto de una «constelación de Estados» o «Confederación», y, segundo, justificar la inclusión de los dos grupos en
el proceso de movilización militar, reduciendo así las presiones en los blancos
que han de servir en las fuerzas armadas por períodos más largos. Pero esta evolución no ha modificado el sistema de apartheid, ni sus amplios efectos en la
esfera laboral y social : sólo se ha realizado dentro del mismo. Los negros continuarán siendo excluidos del proceso de toma de decisiones a nivel del Estado,
confinados en «territorios patrios», con pérdida de la nacionalidad sudafricana,
sin acceso a una educación adecuada y sujetos a controles de admisión que tienen
graves repercusiones respecto del mercado del empleo y del control que se ejerce
de hecho sobre la admisión en ocupaciones calificadas. Sus sindicatos continuarán siendo objeto de hostigamiento. Las personas «de color» y los asiáticos, a
pesar de su integración en el proceso político, permanecerán segregados con arreglo a la separación establecida en virtud de la ley de 1966 sobre zonas reservadas
y otras normas legislativas, con oportunidades de acceso segregadas y de nivel
inferior a la educación y los sistemas de previsión social, con una movilidad en el
4
Informe especial sobre el apartheid
trabajo limitada y en una situación social inferior que posterga su promoción y
sus perspectivas de carrera.
Por consiguiente, continúa el apartheid, y el cambio asegura los mayores
beneficios a la población blanca. En lo que se refiere a la población negra, la
política de división y de exclusión se intensifica ahora con la separación entre el
grupo relativamente privilegiado que vive en los barrios negros de las zonas urbanas blancas y los que viven en los «territorios patrios», que a su vez se subdividen cada vez más en función del criterio de «independencia». Varios componentes del presente informe especial ilustran este proceso, así como en especial nuevos cambios que se describen en el subcapítulo relativo al «control de admisión».
ACONTECIMIENTOS EN MATERIA DE RELACIONES DE TRABAJO
Organizaciones de trabajadores
Mucho se ha dicho y escrito sobre Sudafrica en los últimos dos años acerca
del efecto de la recesión en el desarrollo y expansión de los sindicatos. Sin embargo, en lugar de declinar o estancarse, como se había previsto, el crecimiento mencionado en los informes especiales anteriores se ha continuado en términos de
número de afiliados y expansión y fortalecimiento de las estructuras orgánicas,
así como de medidas innovadoras adoptadas por los sindicatos en vías de formación. El factor principal de este crecimiento se debe principalmente a los trabajadores negros, y a fines de 1982 el número total estimado de afiliados era el
siguiente :
Miembros de sindicatos registrados
Miembros de sindicatos no registrados
1 226 000
150 000
Estas cifras comprendían:
Blancos
«De color» y asiáticos
Negros
488 000(1981:468 000)
343 000(1981:327 000)
545 000(1981:360 000)
Las cifras antes mencionadas incluyen a los afiliados de sindicatos no registrados, que son negros en su casi totalidad. Las estadísticas oficiales de Sudafrica
no facilitan cifras relativas a los afiliados de estos últimos sindicatos, pero se
desprende claramente de la información obtenida de diversas fuentes que la afiliación a los mismos sindicatos aumentó en 1982 en 50 000 personas como mínimo y continuó aumentando en 1983. Por ejemplo, el rápido aumento en 1983 del
número de afiliados al Sindicato Nacional de Mineros (negros) (NUM), que no
está registrado, representó como mínimo un número de 30 000 nuevos afiliados,
y el establecimiento de varios sindicatos nuevos de trabajadores negros en 1983
que decidieron no inscribirse en el registro con arreglo a la ley de 1956 sobre
Evolución de la situación
5
relaciones de trabajo también contribuyó a este crecimiento. El número total de
afiliados negros (es decir, tanto en los sindicatos registrados como no registrados)
rebasó por primera vez en 1982 el de cada uno de los demás grupos de población.
A fines de 1982 el número total de afiliados a los sindicatos registrados estaba integrado en 40 por ciento por blancos (44 por ciento en 1981), 28 por ciento
por personas de color y asiáticos (28 por ciento en 1981) y 32 por ciento por
negros (25 por ciento en 1981). Por consiguiente, dentro del grupo de sindicatos
registrados el número de afiliados negros rebasó el de personas de color y asiáticos y se elevó en relación con el número de afiliados blancos. En 1982 el 14 por
ciento de la fuerza de trabajo total estaba afiliada a sindicatos registrados, llegándose, con carácter indicativo, a una cifra de aproximadamente 16 por ciento si se
incluyen los sindicatos no registrados. Sin embargo, un amplio porcentaje de la
fuerza de trabajo, como la que estaba ocupada en la agricultura, los servicios
domésticos, el Gobierno central, la silvicultura y determinadas categorías de
empleos docentes, ha sido excluido de los sindicatos por la ley de 1956 sobre
relaciones de trabajo. Si se considera que estas categorías están excluidas de las
estadísticas sobre la mano de obra, por lo menos el 25 por ciento de las personas
que gozan de derechos sindicales con arreglo a la legislación están afiliadas a
sindicatos, ya sean registrados o no registrados.
Sin embargo, la expansión de la afiliación sindical de los trabajadores negros
se ha tergiversado en razón de los efectos del sistema de sindicación obligatoria,
que ha obligado a muchos trabajadores negros a afiliarse a los sindicatos registrados existentes, que son miembros en su mayoría del Consejo de Sindicatos de
Sudafrica (TUCSA). Varios de estos sindicatos estaban registrados anteriormente
como sindicatos blancos o mixtos y consiguieron del registrador laboral ampliar
su campo de afiliación para abarcar a los trabajadores negros, con arreglo a acuerdos de sindicación obligatoria en sus correspondientes ramas de actividad industrial en el momento en que los trabajadores negros fueron autorizados a afiliarse
a sindicatos registrados. Por consiguiente, estos trabajadores negros que se afiliaban por primera vez no tenían la posibilidad de elegir su sindicato. Es probable
que, de haberse autorizado la posibilidad de elegir, la afiliación a los nuevos sindicatos (predominantemente negros) habría sido más amplia, como parece comprobarlo la acción en 1983 de los trabajadores negros de las industrias de la
imprenta, empacado y papel, para tener la posibilidad de afiliarse a los nuevos
sindicatos negros dándose de baja de los sindicatos dirigidos por blancos. Además, dos sindicatos «paralelos» de trabajadores de la electricidad constituidos y
controlados por la Asociación de Trabajadores Blancos de la Electricidad consiguieron separarse y funcionan ahora con carácter independiente.
Es difícil obtener informaciones concretas sobre los sindicatos no registrados, pero es evidente que ha aumentado drásticamente el número de estos sindicatos en los últimos dos años. Según las cifras oficiales, su número ascendía a un
total de 55 a fines de 1982, y en 1983 se establecieron algunos más.
En el informe especial correspondiente a 1982 se mencionan los afiliados de
la Federación de Sindicatos de Sudafrica (FOSATU), que solicitaron su inscripción en el registro en forma libre y sin discriminación racial pero que se registraron en forma limitada con arreglo a criterios raciales. Tras intentos frustrados de
apelar ante el Ministro de la Mano de Obra contra las restricciones arbitrarias
6
Informe especial sobre el apartheid
aplicadas a su afiliación, el asunto se sometió en 1983 al Tribunal Supremo, que
apoyó el recurso de la FOSATU. El Tribunal desestimó el alegato del Departamento de la Mano de Obra con arreglo al cual las diferentes razas tenían intereses
diferentes. En el caso de los sindicatos de la FOSATU, el Tribunal consideró que
no había circunstancias especiales que justificasen criterios raciales y llegó a la
conclusión de que la Oficina del Registro se había equivocado al inscribir estos
sindicatos con arreglo a criterios raciales, es decir, para trabajadores negros solamente.
No ha habido cambios en el sistema general de clasificación de los sindicatos; continúan repartidos entre los cinco grupos principales mencionados en
informes especiales anteriores, cuyo número de afiliados, según las estimaciones
de la OIT, es el siguiente :
- unos 150 sindicatos que no están afiliados a ninguna central, tanto registrados
como no registrados, representan a 550 000 trabajadores; su composición
racial es diversa, algunos son locales, otros regionales y otros nacionales y funcionan en la mayor parte de los sectores de la economía;
- 54 sindicatos, que representan a 446 000 trabajadores, están afiliados al Consejo de Sindicatos de Sudafrica (TUCSA). Su composición racial es mixta, y en
algunos sindicatos el número de afiliados negros aumentó substancialmente
como consecuencia directa de los acuerdos de sindicación obligatoria antes
mencionados. En 1983, un afiliado importante, la Sociedad Sudafricana de
Caldereros, que representa a 54 000 afiliados, junto con otros dos sindicatos
más pequeños, se dieron de baja del TUCSA para protestar contra la continuación de su política ambivalente. Al mismo tiempo que pretendía representar a
los trabajadores negros, el TUCSA no los defendió respecto de su exclusión de
las nuevas propuestas constitucionales del Partido Nacional de Gobierno,
adoptó una resolución con arreglo a la cual se pedía la prohibición de los sindicatos no registrados y rechazó un proyecto de resolución de la Sociedad
Sudafricana de Caldereros para que todos los trabajadores pudieran afiliarse
libremente al sindicato de su elección ;
- 12 sindicatos, que representan a 126 000 trabajadores blancos, principalmente
en los sectores de las industrias nacionalizadas, la administración pública y las
minas, están afiliados a la Confederación Sudafricana del Trabajo (SACLA). El
número de afiliados aumentó ligeramente en 1982-1983 como consecuencia
del aumento general de la afiliación sindical de los trabajadores blancos ;
- 9 sindicatos, que representan a 106 000 miembros, están afiliados a la Federación de Sindicatos de Sudafrica (FOSATU). Es posible que los efectos de la
recesión económica hayan afectado en mayor grado que otros a este grupo de
sindicatos de composición mixta pero integrados predominantemente por trabajadores negros, sobre todo en el sector manufacturero. Frente a los retos a
que tienen que enfrentarse los nuevos sindicatos respecto de la mano de obra
excedente y de la reducción de la fuerza de trabajo, la FOSATU prefirió, en
lugar de aumentar rápidamente el número de sus afiliados en un clima de
incertidumbre económica, seguir una política de consolidación y de fortalecimiento de su sistema básico de organización. Esta política entrañó la fusión de
varios sindicatos con arreglo a las distintas ramas de actividad industrial. De
esta manera, se espera que la Federación tendrá mejores posibilidades de desarrollarse cuando mejore la situación económica;
Evolución de la situación
1
- 12 sindicatos, integrados por 148 000 afiliados miembros del Consejo de Sindicatos de Sudafrica (CUSA), que son predominantemente trabajadores negros
de los sectores de las manufacturas, las minas y los servicios. El crecimiento de
este grupo de sindicatos se debe principalmente al Sindicato Nacional de Mineros (negros) cuyo número de afiliados alcanzó unos 40 000 en poco más de un
año. La recesión económica también planteó problemas para el CUSA en
materia de mano de obra excedente.
Como parte del proceso de fortalecimiento antes mencionado, los nuevos
sindicatos han prestado atención considerable a la creación y afianzamiento de
comisiones de enlaces sindicales en las empresas en que estos sindicatos han
organizado la mano de obra. Por ejemplo, la FOSATU indica que en 1982 unas
173 empresas tenían comisiones de enlaces sindicales reconocidas por la dirección con derechos de negociación y de organización en los talleres. Estas comisiones constituían una organización visible y representativa de los trabajadores, así
como un enlace con la estructura sindical de más alto nivel.
La consecución de la unidad sindical ha continuado siendo una de las características del crecimiento de los nuevos sindicatos. Los nuevos sindicatos y otros
más antiguos celebraron reuniones unitarias en 1983 con miras a lograr la constitución de una federación nacional. Sin embargo, las divergencias entre los sindicatos más antiguos - «centrados en la industria» - y los sindicatos de creación
más reciente - «centrados en la comunidad» - impidieron un progreso marcado
en ese sentido. Los sindicatos más antiguos consideran que sus estructuras futuras
deben basarse firmemente a nivel del taller en que los intereses de los trabajadores pueden orientarse, afirmarse y defenderse mediante una organización fuerte y
unida de la base. Los «sindicatos comunitarios» se basan más bien en las comunidades negras, es decir, los barrios negros, y también se ocupan de problemas de
mayor amplitud que los solos problemas de trabajo. Obran en un frente amplio
en que los trabajadores negros son parte de la comunidad negra y no constituyen
un grupo distinto vinculado con el lugar de trabajo. Los problemas de trabajo se
consideran solamente como parte de la totalidad de los problemas con que se
enfrenta la población negra bajo el régimen de apartheid. Estas divergencias conceptuales se han agravado con la duplicación de las actividades de los sindicatos a
medida que se han constituido los nuevos y han empezado a organizar a los
trabajadores. Sin embargo, no se ha abandonado el objetivo de la unidad;
muchos de los interesados insisten en que es preferible eliminar las divergencias
en esta fase de construcción y edificar, asegurar y establecer progresivamente una
unidad sobre bases firmes en lugar de crear rápidamente una estructura débil e
inestable, capaz solamente de decir una unidad que existió.
Tal vez el acontecimiento de mayor alcance sindical en 1983 haya sido la
expansión del Sindicato Nacional de Mineros (negros) (NUM), que, tras haber
conseguido su reconocimiento por varias empresas mineras en diferentes minas,
participó por primera vez en negociaciones salariales con la Cámara de Minas.
Con arreglo a la práctica pasada, los salarios de los mineros negros solían determinarse más bien por vía de negociación que por decisión entre empresas. Aunque el número de afiliados del NUM representara un porcentaje relativamente
modesto de la fuerza de trabajo negra ocupada en las minas (por lo cual su capacidad para negociar tendría que haber sido lógicamente débil), logró no obstante
llevar a cabo negociaciones salariales para esta rama de actividad industrial en su
8
Informe especial sobre el apartheid
conjunto. Es indudable que a medida que aumente rápidamente el número de
afiliados del NUM, este sindicato ocupará una posición cada vez más fuerte en
materia de negociación. El sindicato amplió su campo de acción más allá de las
mismas minas para abarcar la Refinería Rand, en que se refina la producción de
oro de Sudafrica; las primeras negociaciones salariales celebradas con la refinería
dieron lugar a un conflicto de trabajo prolongado. Además de participar en cuestiones relativas a los salarios, el NUM desempeñó un papel activo y público
respecto de la seguridad en las minas, tras la muerte de 68 trabajadores negros en
la mina de carbón Hlobane, caso que se describe con mayor detalle bajo el epígrafe «Seguridad e higiene del trabajo».
La importancia cada vez mayor que adquieren los sindicatos de trabajadores
negros se debe, además del aumento de sus afiliados, a ias iniciativas que adoptan. La actitud del NUM frente a la muerte de los 68 mineros del carbón antes
mencionados y su crítica abierta de las medidas de seguridad en la mina se plasmaron en la decisión de enviar a representantes del sindicato, acompañados por
dos ingenieros, para investigar las causas del accidente. Se impidió en un principio que el sindicato participara en la investigación oficial sobre el desastre; sus
representantes sólo fueron aceptados tras las propuestas formuladas por el ingeniero de minas del Gobierno y fueron los primeros sindicalistas negros que participaron en una encuesta de esta naturaleza. Otra iniciativa fue obra del Sindicato
- en rápida expansión - de Trabajadores (negros) de Concesionarios de Comedores de Empresa y Afines (CCAWUSA), que consiguió concertar en junio de 1983
un «acuerdo sobre maternidad» con una empresa de supermercados, negociación
que estableció un precedente para las mujeres ocupadas en general. Este acuerdo
garantiza que las mujeres embarazadas volverán a ocupar su empleo después de
haber dado a luz en cualquier fecha que señalen desde el comienzo de la licencia
de maternidad hasta que haya transcurrido un año. Con arreglo a este acuerdo, la
ausencia en el trabajo debida a la maternidad se convierte en licencia en lugar de
situación de desempleo (puesto que la mayor parte de las trabajadoras negras no
recuperan su empleo). Otra iniciativa debida a tres sindicatos de las industrias
mecánicas, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos y Afines (MAWU), la
Unión General de Trabajadores y el Sindicato de Trabajadores de la Industria
Química, fue la creación de un fondo de pensiones de las industrias metalúrgicas.
El acuerdo del Consejo de Industrias relativo al fondo tenía que renovarse en
1983, pero se planteó la cuestión de la participación de los trabajadores en la
junta directiva del mismo. Los tres sindicatos pidieron conjuntamente una representación sindical mayoritaria en la junta integrada por los principales sindicatos
de esta rama de actividad industrial. Esta propuesta no fue aceptada por los
empleadores, que insistieron en una representación igual de las dos partes interesadas; sin embargo, una segunda propuesta en ese sentido se aceptó. Los diez
sindicatos principales de esta rama de actividad industrial designarán ahora a los
diez representantes de los trabajadores en la junta. Esta fue la primera ocasión en
que los trabajadores negros consiguieron una representación directa en materia
de pensiones y la primera en que la participación de los trabajadores negros se ha
conseguido respecto del control de un fondo público de esta importancia. Los
sindicatos negros expresaron la esperanza de que en el futuro el fondo podrá
invertirse en beneficio de la comunidad negra, puesto que los trabajadores negros
constituyen ahora la fuente principal de ingresos del mismo, pero este cambio no
9
Evolución de la situación
es probable. En virtud de la legislación sudafricana, el 50 por ciento de estos
fondos deben invertirse en valores públicos. Otra iniciativa de varios sindicatos
nuevos en una esfera en que no intervenían los sindicatos anteriores (cuyos afiliados no estaban expuestos a los efectos de una reducción de mano de obra en gran
escala) fue la negociación de acuerdos en caso de exceso de mano de obra. Estos
acuerdos suelen establecer un aviso previo, la consulta con los sindicatos y el
pago de indemnizaciones para los trabajadores afectados.
Conflictos laborales y huelgas
Como se anunciaba en el informe especial correspondiente a 1983, el año
1982 demostró ser un año en que el número de huelgas en Sudafrica aumentó
considerablemente. El número de 394 huelgas registradas por el Gobierno fue el
más elevado en un período de más de veinte años. Un total de 141 571 trabajadores participaron en estos conflictos, que representaron una pérdida de 365 337
días de trabajo. Los trabajadores blancos no estuvieron asociados a este movimiento. Con fines de comparación, se reproducen seguidamente en el cuadro 1
estadísticas de las huelgas desde 1970.
Cuadro 1. Número de huelgas y de paros de trabajo, 1970-1981
Año
Número
de huelgas
y de paros
de trabajo
Número de
trabajadores
participantes
Número de
días
de trabajo
perdidos
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
76
69
71
370
384
274
245
90
106
101
207
342
394
336
4 168
4 451
9 224
98 378
59 244
23 323
28 013
15471
14 160
22 803
61785
92 842
141571
No disponible
4 528
3 437
14 167
229 281
98 583
18 709
59 861
15 304
10 558
67 099
174614
226 550
365 337
No dispc
Fuente: Report of the National Manpower Commission, ¡982.
Las estadísticas del Gobierno sobre las huelgas en Sudafrica no reflejan exactamente la situación; las estadísticas sólo incluyen las huelgas registradas (un
número importante de huelgas no se registran cada año) y no contienen detalles
sobre los movimientos de «no asistencia al trabajo» o de «boicoteo», que también ocurren. Por ejemplo, la muerte en la cárcel del Dr. Neil Aggett provocó en
1982 un paro laboral en gran escala que no figura en las estadísticas. Uno de los
factores que las estadísticas para 1982 ponen de relieve es el aumento del número
Informe especial sobre el apartheid
10
de trabajadores participantes; si bien el número de huelgas, aunque fuera más
elevado, fue análogo a los de 1963, 1964 y 1981, el número de trabajadores participantes aumentó en aproximadamente 40 por ciento en comparación con esos
años anteriores de mayor desasosiego. Todas las huelgas eran ilegales en virtud de
la ley de 1956 sobre relaciones de trabajo, y esta situación llevó ulteriormente al
Consejo de Sindicatos de Sudafrica (TUCSA) a pedir al Gobierno que persiguiera
a los huelguistas en situación ilegal.
Un análisis de las cuestiones que motivaron las huelgas registradas en 1982
figura en el cuadro 2 que se reproduce a continuación :
Cuadro 2. Motivos de las huelgas en 1982
Motivos
Porcentaje
total
Salarios
Despidos
Reducción de personal
Pensiones
Reconocimiento sindical
Otros
70
12
10
3
3
2
Las huelgas tuvieron lugar en diversas industrias y afectaron principalmente
a las industrias metalúrgicas y luego al comercio, la alimentación, los motores y el
textil. El alto nivel de actividad sindical en las industrias metalúrgicas condujo a
una ruptura entre el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos y Afines (MAWU),
afiliado a la FOSATU, que está en rápida expansión, y la poderosa organización
de empleadores, la Federación de las Industrias del Acero e Industrias Mecánicas
de Sudafrica (SEIFSA). El MAWU, cuyo número de afiliados aumentó en 20 000
entre 1980 y 1982, venía llevando a cabo desde 1979 una campaña para desarrollar un sistema de negociación a nivel de empresa en la metalurgia, contra el
sistema oficial, centralizado, a nivel de la rama de actividad del Consejo Nacional del Trabajo de la Metalurgia, en el que la SEIFSA y los sindicatos registrados
establecidos conciertan negociaciones anuales. Dentro del Consejo, los catorce
sindicatos participantes han sido dominados durante muchos años por sindicatos
gremiales (blancos) (estando los trabajadores negros excluidos de los gremios)
que prestaban poca atención a los intereses de los trabajadores negros en sus
negociaciones, aunque estos últimos fueran más numerosos que los demás grupos
étnicos en esta rama de actividad. El MAWU luchó por conseguir un sistema de
negociaciones a nivel de la empresa en toda la rama de actividad industrial,
teniendo especialmente en consideración a los trabajadores ajenos al sistema
establecido. Pero al principio de la recesión económica, en 1982, la reducción de
personal y la voluntad del empleador de conservar el sistema establecido, que
elimina las presiones en el lugar de trabajo, frustraron el objetivo de la MAWU.
Como se indica bajo el epígrafe «Salarios», el MAWU decidió centrarse en el
fortalecimiento de su composición y organización básicas, y en febrero de 1983
solicitó su afiliación al Consejo de Industrias con suficiente antelación para participar en las negociaciones salariales de 1983, en las que se esperaba conseguir un
«salario mínimo vital» de 2 rands por hora en toda la rama de actividad indus-
Evolución de la situación
11
trial. No lo logró, como consecuencia de la falta de apoyo de otros sindicatos, y se
retiró de las negociaciones por considerar que las propuestas eran inadecuadas y
que no se había dado tiempo suficiente para que el MAWU pudiera consultar con
sus afiliados acerca de lo que se ofrecía (aunque, al afiliarse, el MAWU hubiera
advertido al Consejo de que ello precisaría tiempo). Sin embargo, el papel desempeñado por el MAWU a nivel de la empresa y dentro del Consejo no fue enteramente ineficaz; se consiguieron aumentos de salario por separado en diversas
empresas que no se adherían rígidamente a la política de la SEIFSA, y el mismo
sistema y los sindicatos establecidos se pusieron en tela de juicio, especialmente
los que contaban con afiliados negros como consecuencia de las cláusulas de sindicación obligatoria. Estos últimos se vieron confrontados cada vez más con la
alternativa de apoyar las propuestas del MAWU, es decir, actuar como sindicatos
que representen verdaderamente a los trabajadores negros semicalificados y no
calificados en la industria, o continuar aceptando lo que puedan obtener de negociaciones en las que continúan predominando los sindicatos gremiales. El sistema
altamente centralizado de negociación de los salarios en los consejos industriales
fue una de las soluciones que la Comisión Wiehahn previo y recomendó para
controlar el nuevo sindicalismo. De esta manera, el MAWU fue el primer sindicato nuevo que experimentó un enfrentamiento directo con el sistema y es indudable que los demás sindicatos que se encuentran en su situación seguirán con
interés sus reacciones futuras.
Tras haber presentado inicialmente estadísticas que mostraban una fuerte
disminución del número de huelgas en los primeros meses de 1983, el Departamento de la Mano de Obra estableció estadísticas para todo el año con arreglo a
las cuales, como muchos observadores lo pensaban, el número total de huelgas no
era inferior al que se alcanzó en 1982, año de mayor desasosiego. Según el Departamento, se registraron 336 huelgas, y 104 de éstas se declararon en diciembre. La
frecuencia de las huelgas fue inferior en la primera parte del año, y muchos
empleadores atribuyeron entonces esta disminución a la situación económica y a
los importantes excedentes de mano de obra, mientras que el número de casos en
que se recurrió a juntas de conciliación ascendió a 103 en 1983, en comparación
con 60 en 1982. Pero en la segunda parte del año, y en especial en el cuarto
trimestre, se registró un nuevo recrudecimiento de la acción sindical. En este
último período se declarararon huelgas en las empresas General Tyre Rubber,
Siemens, Ford and Pick n' Pay y OK Bazaars, que son dos de las principales
empresas de Sudafrica propietarias de supermercados.
Un análisis detallado de las huelgas registradas entre noviembre de 1982 y
noviembre de 1983 por la Federación de Sindicatos de Sudafrica (FOSATU)
confirma que la acción sindical aumentó a fines de 1983. En este análisis se establece un recuento de las huelgas con arreglo a su fecha, las empresas de que se
trata, el número de huelguistas y los sindicatos involucrados, así como los motivos de las mismas. Entre estos últimos predominan las cuestiones salariales, los
despidos y las reducciones de personal. Entre las empresas multinacionales en
que se declararon huelgas cabe mencionar Dunlop, AECI (ICI), Coca-Cola,
Patons and Baldwins, Firestone, Carborundum, Scottish Cables, además de las
empresas sudafricanas propietarias de supermercados, tales como Chequers,
Game Discount, African Trading y otros empleadores locales, incluidas varias
empresas Barlow Rand. (El cuadro estadístico puede consultarse en el Servicio de
12
Informe especial sobre el apartheid
Igualdad de Derechos, en la OIT. ) También se registró una huelga importante en
una mina de hierro de Kuruman, en la que participaron 2 000 trabajadores negros
y en la que se produjeron actos de violencia que exigieron la hospitalización de 60
personas. Uno de los conflictos laborales que suscitaron más atención en 1983 fue
el que se produjo entre el nuevo Sindicato de los Trabajadores de las Compañías
de Seguros de Sudafrica (AWUSA) y la Compañía de Seguros Liberty Life, uno
de los principales grupos comerciales de Sudafrica. Este sindicato, que era el primer sindicato nuevo en la rama de los seguros, solicitó su reconocimiento por la
compañía con fines de negociación aduciendo que representaba al personal negro.
La compañía impugnó su grado de representación, pero el principal motivo que
invocó para justificar su negativa fue que la compañía «no estaba dispuesta a
reconocer un sindicato fundado en criterios raciales», aunque estuviera dispuesta
a reconocer un sindicato multirracial. Adujo que el sindicato estaba impulsado
por motivos políticos y que su reconocimiento podría provocar tensiones entre
los trabajadores de las diferentes razas. Por esta razón, el sindicato declaró dos
huelgas para su reconocimiento; en la segunda huelga, 93 trabajadores negros
fueron despedidos. La compañía procedió luego a una reintegración selectiva de
determinados huelguistas. Esta cuestión, que es esencialmente el resultado del
sistema de apartheid, pone de relieve los dilemas que se crean tanto para el
empleador como para el sindicato. Los trabajadores negros, conscientes de que
estaban aislados de muchas maneras por la legislación, la costumbre y la práctica,
estimaron que un sindicato de trabajadores negros era el que mejor podía representar sus intereses personales. Por esta razón, decidieron constituir un sindicato
de esta naturaleza, afiliarse al mismo y solicitar su reconocimiento. Pero ello
creaba para el empleador la eventualidad de tener que negociar con más de un
sindicato, es decir, de encontrarse en una situación que prefería evitar. Si bien en
una sociedad normal nada justifica una separación o representación sindical
sobre una base racial, Sudafrica no es una sociedad normal, y al ejercer su derecho de elección con arreglo al principio de libertad sindical, muchos trabajadores
negros han preferido designar a sus propios representantes. Para un empleador,
todo intento de determinar la composición de un sindicato es contrario al principio de la libertad sindical, y dentro del marco sudafricano carece de realismo,
como se ha podido comprobar en muchos casos. La cuestión de la representación
sindical en el lugar de trabajo es un asunto distinto y esencial.
En 1983 también se registró la primera huelga legal de trabajadores negros
en Sudafrica desde 1976 y ésta fue solamente la segunda en la historia del país. El
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Textil (afiliado a la FOSATU) siguió el procedimiento establecido por la ley sobre relaciones de trabajo y la
huelga revistió la forma de un boicot de las horas extraordinarias. Como parte del
acuerdo por el que se resolvió el conflicto, la empresa Natal Thread se comprometió a no despedir o reintegrar selectivamente a cualesquiera trabajadores que
hubieren participado en huelgas legales futuras.
En mayo de 1983 se concertó un acuerdo único entre un empleador y un
sindicato sudafricano; fue el primero que se consiguió fuera del país, en Roma, y
puso de relieve la eficiencia de la ayuda internacional. En Sudafrica se produjo un
conflicto por cuestión de reconocimiento entre el Sindicato Nacional del Automóvil e Industrias Afines (NAAWU), afiliado a la Federación de Sindicatos
Sudafricanos, y la Empresa Alfa Romeo (Sudafrica), de propiedad italiana, esta-
Evolución de la situación
13
blecida en el Transvaal. Contando con afiliados en tres talleres Alfa Romeo, el
sindicato pidió su reconocimiento con fines de negociación, pero en lugar de
atender su petición la empresa estableció comités de empresa y anunció reducciones de personal que afectaron a varios activistas sindicales. La empresa informó
interiormente al NAAWU de que la mano de obra no estaba interesada en el
sindicato y prefería comités de empresa. El sindicato sometió entonces el caso a
un tribunal de trabajo aduciendo que la dirección había actuado indebidamente
al imponer comités de empresa a los trabajadores, que activistas sindicales
habían sido hostigados, que no se habían concertado consultas sobre la reducción
de personal y que la empresa no había aplicado el criterio habitual con arreglo al
cual la última persona contratada es la primera que pierde el empleo al proceder a
esta reducción. El NAAWU también informó sobre estos acontecimientos a la
Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas
(FITM), a la que estaba afiliado, y a su sindicato afín en Italia, la Federación de
Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas. Las medidas adoptadas por estas
últimas organizaciones permitieron llegar a un acuerdo con la filial de Alfa
Romeo para reunirse en Roma y examinar la cuestión del reconocimiento en
Sudafrica. Pero al comprobar que la dirección de la filial sudafricana también
estaría presente en esta reunión, las dos organizaciones sindicales insistieron para
que el sindicato sudafricano también asistiera a la misma y participara en sus
trabajos. De esta manera se llegó a un acuerdo con arreglo al cual el NAAWU
sería reconocido en dos de los talleres Alfa Romeo en Sudafrica y se le otorgarían
facilidades para tener acceso al tercero con fines de organización. También se
llegó a un acuerdo sobre el trato que se aplicaría a los sindicalistas despedidos. La
importancia de este suceso estriba en la rapidez y unanimidad con que las asociaciones sindicales interesadas consiguieron intervenir en apoyo del sindicato sudafricano. Esta estrecha cooperación puede considerarse como un ejemplo de la
acción solidaria con los nuevos sindicatos sudafricanos que se pide a las organizaciones de trabajadores en la Declaración de la OIT referente a la política de
apartheid en Sudafrica.
En noviembre de 1983 también se declararon huelgas para protestar contra
las nuevas propuestas constitucionales, respecto de las cuales se celebró un referéndum exclusivamente para electores blancos. En general, las organizaciones de
empleadores apoyaron estas propuestas, mientras que la opinión negra las combatió por considerar que eran raciales, excluían a los negros y mantenían el apartheid. Para denunciar estas propuestas, muchos trabajadores negros fijaron carteles y distribuyeron octavillas en los lugares de trabajo. En un caso se pidió la
intervención de la policía de seguridad, que confiscó las octavillas. Estas huelgas
también se excluyeron de las estadísticas oficiales.
El recrudecimiento de la acción sindical a fines de 1983, después del período
de menor actividad mencionado para los diez primeros meses del año, continuó
en 1984. En enero y febrero se registraron nuevos paros laborales en gran escala
en empresas importantes como AECI (a pesar de ser la primera huelga legal a
nivel nacional, la empresa amenazó con despedir a todos los huelguistas), Impala
Platinum (acción que condujo al despido de 1 000 afiliados del Sindicato Nacional de Mineros), Riétspuit Coal Mine, Pick n' Pay, OK Bazaars, BMW (la empresa utilizó un helicóptero para arrojar sobre las barrios negros octavillas en las que
se atacaba al Sindicato Nacional del Automóvil e Industrias Afines), Wayne
14
Informe especial sobre el apartheid
Rubber, Coca-Cola, Bata (en su empresa establecida en el territorio patrio de
KwaZulu, en que 300 huelguistas fueron despedidos y la producción se trasladó a
otros talleres). En una sola semana de enero de 1984, unos 12 000 trabajadores se
declararon en huelga en la sola zona del Transvaal; los motivos de la huelga
incluyeron cuestiones de seguridad, el despido de sindicalistas y los salarios.
Empleo de sanciones penales y de la policía en los conflictos laborales
Entre enero de 1981 y marzo de 1982, unos 310 sindicalistas fueron detenidos por la policía de seguridad en Sudafrica; todos ellos lo fueron con arreglo a la
legislación sobre seguridad, pero solamente 8 de los mismos fueron procesados y
ninguno condenado. Las personas detenidas fueron gradualmente puestas en
libertad, sin que se aclarara a la mayoría de ellas los motivos por los cuales
habían sido detenidas o puestas en libertad. Muchas vivieron situaciones de
terror y fueron víctimas de malos tratos físicos y psicológicos, pero es importante
advertir que casi todas han reemprendido su actividad sindical. Desde entonces,
el número de sindicalistas detenidos disminuyó a 30 personas a fines de 1982,
con exclusión de los del Ciskei. La dicotomía en los métodos que el Gobierno
adopta con los sindicatos es claramente visible; por una parte, para salvar las
apariencias, apoya los derechos sindicales por medio de un Departamento de la
Mano de Obra, y por otra, ataca abiertamente a los nuevos sindicatos por medio
de un Departamento de Justicia y Orden, que ejerce sus facultades de detención y
de represión. Los métodos que utiliza ahora son más encubiertos y más insidiosos, como han manifestado muchos sindicalistas; las autoridades de seguridad
establecen una estrecha vigilancia y utilizan diferentes métodos para continuar
las actividades de hostigamiento y para que se sepa que las actividades sindicales
se vigilan muy de cerca. La frecuencia y la similitud de los incidentes ocurridos
en diversas partes del país muestran que se trata de una campaña coordinada.
Este nuevo enfoque puede inferirse de una observación formulada en el Parlamento por el jefe de la oposición, según el cual el Consejo de Seguridad del Estado «participa en una amplia gama de decisiones». Uno de los aspectos de la vida
sudafricana que esta persona mencionó es el de la «política general respecto de
los sindicatos». Estas palabras se pronunciaron en apoyo de un alegato con arreglo al cual el Consejo (que está integrado por una proporción importante de militares y personal de seguridad) ha usurpado las facultades de decisión del Parlamento y controla de hecho el país.
Los locales de la Unión General de Trabajadores fueron allanados en tres
ocasiones; no se robó ningún dinero, pero desaparecieron varios documentos sindicales. En una de estas ocasiones se vio a proximidad de estos locales un automóvil, el cual fue identificado ulteriormente como vehículo de la policía. Otros
incidentes comprenden el hostigamiento del personal en los locales sindicales en
virtud de la ley sobre zonas reservadas, el registro de las oficinas por la policía de
seguridad y el interrogatorio de sindicalistas en lugares de trabajo sobre sus actividades en la materia. Los sindicalistas expresaron graves sospechas sobre los
motivos de varios accidentes de automóvil que entrañaron en algunos casos la
muerte de personas.
Diez sindicatos de trabajadores negros, afiliados en su mayoría al Consejo de
Sindicatos de Sudafrica (CUSA), fueron expulsados sin aviso previo de sus loca-
Evolución de la situación
15
les en Vereeniging, cerca de Johannesburgo, en noviembre de 1983. Funcionarios
del Departamento de Desarrollo de las Comunidades procedieron a esta expulsión en virtud de la ley sobre zonas reservadas.
Reuniones sindicales han sido prohibidas en varias zonas por la policía, el
Comisionado de Administración de la Mano de Obra Negra o un magistrado. En
Rustenberg, dos funcionarios del Sindicato Nacional de Mineros fueron detenidos y acusados de «servir a los fines de una organización ilegal». En East London, en que se han manifestado los efectos del trato despiadado aplicado a los
sindicalistas por las autoridades del Ciskei vecino, la detención de cuatro sindicalistas por la policía sudafricana suscitó una enérgica protesta pública del Partido
Federal Progresista de Oposición, que invitó al Ministro de la Mano de Obra y al
Ministro de Justicia y Orden a visitar East London y observar personalmente el
desasosiego en el campo laboral. En Johannesburgo, tres mujeres afiliadas al Sindicato de Trabajadores de Concesionarios de Comedores de Empresa y Afines
(CCAWUSA) fueron detenidas en su domicilio durante la noche. Sus hogares
fueron registrados y ellas conducidas a un cuartel de la policía, donde además
fueron cacheadas. Enlaces del mismo sindicato ocupados en otras partes del país
también fueron detenidos y cacheados en el mismo momento. La secretaria general del CCAWUSA, Sra. Emma Mashinini, permaneció detenida sin juicio durante seis meses en 1981-1982. En algunas zonas, ciertos magistrados han prohibido
que se utilicen las iglesias para celebrar reuniones sindicales.
Además de las actividades de hostigamiento de los sindicatos como las que
se citan en los ejemplos anteriores, si bien la prohibición de reuniones de más de
diez personas en lugares públicos, establecida en 1976 con arreglo a la ley sobre
reuniones sediciosas, no está destinada exclusivamente a las reuniones sindicales,
tiene efectos más importantes en los sindicatos que en otras muchas organizaciones. La organización sindical y la consulta con los afiliados sindicales han sido
gravamente entorpecidas por los efectos restrictivos de esta prohibición. Además,
la policía ha hecho un uso sistemático de la ley sobre intimidación para intervenir en las huelgas. Esta ley, que integra ciertas disposiciones de la ley sobre reuniones sediciosas pero que establece un campo de acción más amplio contra los
trabajadores, se ha aplicado casi exclusivamente a los conflictos laborales. Varios
dirigentes sindicales han pedido ahora su derogación por la amplitud de las oportunidades de intervención que permite contra la actividad sindical legal en general. Además, muchos trabajadores han sido acusados de haber participado en
huelgas ilegales con arreglo a la ley sobre relaciones de trabajo. El Ministro de
Justicia y Orden declaró en el Parlamento que en 1982 los empleadores habían
pedido en 160 ocasiones la intervención de la policía en huelgas en que se procedió a un gran número de detenciones.
Los informes especiales correspondientes a 1981 y 1982 mencionan el caso
de Osear Mpetha, de setenta y cinco años de edad, organizador nacional del Sindicato de Trabajadores Africanos de la Alimentación y del Envasado y miembro
fundador del Congreso Sudafricano de Sindicatos (SACTU), que fue detenido en
1981 y acusado de diferentes delitos con arreglo a la ley sobre terrorismo, e incluso de asesinato. El Sr. Mpetha, bien conocido en la provincia de El Cabo como
dirigente comunitario y sindicalista, pasó casi tres años en la cárcel entre las diferentes fases de su prolongado proceso, que fue el segundo en importancia en la
historia de Sudafrica. Estuvo confinado la mayor parte del tiempo en el hospital
16
Informe especial sobre el apartheid
de la prisión por sufrir de diabetes aguda. Su proceso terminó a mediados de
1983, cuando fue declarado culpable de terrorismo, aunque no de asesinato; fue
sentenciado a cinco años de cárcel, pero puesto en libertad poco después bajo
fianza. Había de ser amputado de una pierna.
Aunque la presión de la policía sudafricana en los sindicatos haya sido
menos abierta, la que ejercieron las autoridades del Ciskei fue a menudo brutal y
descarada; sin embargo, se han observado varios ejemplos de cooperación entre
estas dos autoridades, con la detención de sindicalistas por la policía sudafricana
que fueron entregados a las autoridades del Ciskei. En 1983 los acontecimientos
en el Ciskei se centraron en un boicoteo de las compañías de autobuses por trabajadores que son «ciudadanos» del Ciskei pero que viven en sus territorios
patrios y trabajan en East London, que se encuentra en la Sudafrica «blanca».
Estos acontecimientos se relatan bajo el epígrafe «Territorios patrios», pero los
sindicatos del Ciskei fueron objeto de presiones cada vez mayores a causa del
supuesto papel que habían desempeñado en el boicoteo, así como de sus actividades sindicales en general. Los ataques oficiales contra el Sindicato de Trabajadores Unidos de Sudafrica (SAAWU), que se convirtió en blanco principal, empezaron antes de 1983; por haberse declarado desde un principio adversario de la
«independencia» del Ciskei, el SAAWU fue objeto de especial atención por parte
de las autoridades oficiales, tanto en el «territorio patrio» en que la mayor parte
de sus afiliados viven, en la zona oriental de la provincia de El Cabo, como en
East London, en que muchos de sus afiliados trabajan y en que dispone que
locales sindicales. El SAAWU, sindicato no registrado, que declara representar a
130 000 personas que han firmado su adhesión y de las que 70 000 pagan cuotas,
no podía ser pasado por alto por las autoridades del Ciskei o de Sudafrica, habida
cuenta de los resultados que había conseguido. Al considerar que los intereses de
los trabajadores en el lugar de trabajo no pueden ser separados de sus intereses en
la comunidad, el SAAWU también se definió como promotor de un cambio fundamental. Así lo reconoció el Ministro Sudafricano de la Mano de Obra al pedir
en 1982 a los empleadores de East London que no reconocieran al sindicato.
Desde la constitución del SAAWU, su presidente, el Sr. Thozamile Gweta,
ha sido detenido en ocho ocasiones, ya sea por las autoridades del Ciskei o de
Sudafrica, aunque nunca haya sido acusado de un delito. En marzo de 1983,
cuando se encontraba detenido, el Sr. Gweta rindió testimonio en un caso en que
describió cómo había sido torturado en la cárcel, golpeado, desnudado y suspendido por esposas en una ventana durante su interrogatorio. Su padre y su madre
habían muerto en un incendio misterioso en su hogar en que las puertas y las
ventanas habían sido cerradas herméticamente para impedir que se abrieran. Su
prometida fue muerta a tiros por la policía del Ciskei cuando esta última disparó
contra las personas que participaban en el velatorio de sus padres. Otros dirigentes del SAAWU, como Siza Njekelana, vicepresidente, y Sam Kikine, secretario
general, también han sido detenidos en varias ocasiones desde la constitución de
este sindicato, dos veces en 1983, dos días después del comienzo del boicoteo en
la segunda ocasión. El Sr. Gweta consiguió huir la segunda vez y se escondió. En
septiembre, el sindicato fue prohibido en el Ciskei. Además, muchos de los afiliados de la base del SAAWU también han sido detenidos, en algunos casos sólo por
haber sido poseedores de una cartilla de afiliación a este sindicato. Aunque el
SAAWU haya sido la víctima principal de la represión antisindical en el Ciskei,
Evolución de la situación
17
otros sindicatos también han sido afectados. En particular, dirigentes de la Unión
General de Trabajadores, del Sindicato de los Trabajadores Africanos de la Alimentación y del Envasado y de la Asociación Sudafricana de Trabajadores de los
Medios de Información han sido detenidos y sus organizaciones han sido objeto
de otras formas de presión por parte de las autoridades de seguridad del Ciskei.
Aunque esté prohibido en el Ciskei, el SAAWU ha continuado su actividad en su
sede de Durban y entre sus afiliados en los lugares de trabajo en East London y
otras partes del país; por ejemplo, desde su prohibición en el Ciskei, ha conseguido concertar acuerdos de reconocimiento en el Natal.
Libertad sindical
En el informe especial de 1983 se hacía referencia al conflicto surgido entre
la Unión General de Trabajadores (GWU) y los Servicios Sudafricanos de Transporte (SATS). A pesar del gran número de afiliados con que cuenta la GWU
entre los trabajadores ferroviarios en los muelles de East London y Port Elizabeth, la SATS se negó a reconocer a la GWU, originando con ello una importante
huelga que acarreó finalmente el despido y el envío a sus zonas de origen de 400
trabajadores. El Ministro de Transportes, Sr. H. Schoeman, al reiterar que
«SATS no reconocería a un sindicato exterior como la GWU», anunció también
que se había establecido un comité de investigación dentro de SATS, encargado
de examinar las relaciones de trabajo. Tanto a la GWU como a la Federación
Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), a la cual está afiliada la
primera, se les negó la autorización de testimoniar oralmente ante el Comité.
Es ahora evidente que al formular su declaración con respecto al Comité, el
Ministro debía estar también preparando un nuevo proyecto de ley para presentarlo al Parlamento. Dicho proyecto de ley (que ahora ha sido promulgado como
ley de 1983 sobre las condiciones de empleo en los Servicios Sudafricanos de
Transporte) contenía disposiciones que sólo permitían participar en el mecanismo de conciliación de SATS a asociaciones de personal aprobadas por el Ministro y registradas como sindicatos. El efecto práctico de ello es restringir la libertad
sindical prohibiendo la libertad de elección de sindicatos distintos de los que el
Ministro aprueba. Por consiguiente, para los 150 000 empleados negros de SATS
el único «sindicato» disponible es la Asociación de Personal Negro, que fue
creada por la dirección y registrada rápidamente como sindicato tras la huelga
anteriormente citada, a fin de impedir que en SATS siguiera aumentando el
número de afiliados a la GWU.
Desde entonces la Asociación ha entrado en la órbita de los sindicatos blancos establecidos en SATS, primero por la rapidez con que se procedió a su registro y luego por la aceptación de su afiliación al Consejo Federal de las Asociaciones de Personal de los Servicios Sudafricanos de Transporte (anteriormente
denominado Consejo Consultivo Federal de SATS), recién formado y controlado
por los blancos. Los sindicatos establecidos en el Consejo son miembros del Consejo Sindical de Sudafrica (TUCSA) o de la Confederación Sudafricana del Trabajo (SACOL), y el cambio de denominación de la agrupación sindical del ramo
se efectuó para que pudiera acoger a las tres asociaciones de personal recién registradas, cada una de las cuales representa a su propio grupo de población dentro
del ramo. La representación, por tanto, no sólo es impuesta, sino que está
18
Informe especial sobre el apartheid
basada en la raza por la acción ministerial. La representación negra será claramente controlada y dirigida por los sindicatos blancos establecidos, predominantes, con arreglo a sus propios fines, es decir, el mantenimiento de la protección de
sus propios intereses, profundamente arraigados desde hace tiempo en el sector
de los ferrocarriles. Que se ha creado una situación artificial lo prueban algunos
hechos. En primer lugar, la pretensión formulada por SATS, y citada durante el
debate parlamentario, de que el número de afiliados de la Asociación de Personal
Negro había aumentado de 2 000 a 67 000 en dieciocho meses. Como la oposición declaró, pretender que una organización con carácter voluntario pudiera crecer a este ritmo carecía de toda credibilidad; ello sugería más bien que la afiliación había sido obligada por la dirección, probablemente en asociación con los
sindicatos establecidos. Además de este ritmo de crecimiento extraordinario
entre una mano de obra dispersa por toda Sudafrica, había la celeridad con la
cual el registrador procedió al registro de la Asociación, en muchísimo menos
tiempo del que el proceso normalmente requiere. En tercer lugar, había la falta de
protesta por parte de los sindicatos establecidos acerca de la carencia de libertad
de elección sindical para los negros, con la implicación fundamental durante todo
el debate parlamentario que dichos sindicatos aprobaron. En cuarto lugar, había
la rápida absorción de la Asociación de Personal Negro en el seno del reorganizado Consejo de Asociaciones de Personal.
Todos estos factores denotan una colusión entre los sindicatos establecidos,
la dirección de SATS y el Gobierno encaminada a crear un sistema de representación de personal controlado, con base racial y dirigido oficialmente. Los motivos para ello pueden identificarse en las palabras del Ministro de Transportes en
el Parlamento cuando declaró que «quería conservar el poder en lo que atañe a la
legislación». Para los sindicatos blancos, establecidos, el quid pro quo parece
haber sido el mantenimiento de la protección de sus intereses en el sector (el
mayor empleador de Sudafrica), a expensas de los de los empleados negros, gracias al control de la forma y esfera de representación de estos últimos. La ley de
1983 sobre las condiciones de empleo en los Servicios Sudafricanos de Transporte es objeto también de discusión en la sección «Legislación», donde se examinan
otras graves limitaciones impuestas por ella a los empleados negros.
Empleadores
Durante 1983 suscitó un enorme interés en Sudafrica el descubrimiento de
que la propiedad social en el país estaba concentrada en muy pocas manos. El
debate subsiguiente asume una importancia considerable en el contexto de las
inversiones internacionales y de las cuestiones laborales y sociales en Sudafrica.
El descubrimiento parece haberse iniciado con una declaración del Sr. R. McGregor, ex hombre de negocios y ahora investigador en asuntos de negocios de Sudafrica, quien, en una conferencia consagrada al tema, reveló que la inmensa mayoría de los negocios de Sudafrica se hallaban en manos de siete sociedades, entre
las cuales controlaban a empresas que poseen conjuntamente el 80 por ciento del
volumen total de las acciones de la Bolsa de Johannesburgo. Estas siete sociedades y sus respectivos porcentajes de posesión del total de las acciones de la Bolsa,
por valor de 90 000 millones de rands, eran los siguientes:
Evolución de la situación
Anglo American Corporation
Sanlam
Barlow Rand
Anglo Vaal
Rembrandt
Liberty Life
Old Mutual
19
56 %
9,4%
7,4%
3,2%
2,1%
1,1%
0,8%
El Sr. McGregor describió Sudafrica como «plagada de monopolios y cartels» y estimó que esta concentración de poder todavía no había terminado, que
este número de sociedades se reduciría ulteriormente a seis. Añadió que Sudafrica constituía un ejemplo único, con tanto control económico en tan pocas manos;
que se había convertido en «el hazmerreír de la mayoría de los países occidentales por la manera como las autoridades toleraban y alentaban la tendencia»; que
ello ocurría mientras el Gobierno «pierde el tiempo desplazando negros por todo
el país, con el consiguiente desconcierto de toda persona racional, aparentemente
sin ventaja alguna para nadie y a costa de gastos enormes». Ya era hora de que
los dirigentes del país comprendieran bien sus prioridades: «mientras jugaban a
hacer política, su esfera económica se había convertido en terreno predilecto de
las grandes compañías, contra todos los principios de la libertad de empresa». El
Sr. McGregor no veía posibilidad alguna de que esta situación de monopolio
elevara el rendimiento de las economías de escala; en vez de ello, las grandes
compañías no cesaban de crecer, y a través de controles tanto públicos como
privados proporcionaban beneficios exagerados a los accionistas, porque las
direcciones de las empresas podían elevar los precios en detrimento de los consumidores. La situación contribuía directamente a la inflación. El poder de las siete
sociedades se extendía, más allá de la Bolsa, al comercio entero de Sudafrica, a
causa de sus funciones de principales compradores y usuarios.
Estas revelaciones ponen de manifesto la magnitud del poder de los monopolios en la economía de Sudafrica. Este poder en el sector privado es prácticamente igualado por el control del Estado sobre grandes sectores de la economía,
tales como la industria del acero, todas las formas de transporte público, la industria de armamento, la industria de obtención de hidrocarburos a partir del carbón, la generación de energía eléctrica y la fijación de los precios y distribución de
los productos agrícolas a través de juntas de comercialización. La medida en que
la situación de monopolio en el sector privado se imbrica con la existente en el
sector público para dar lugar a una concentración de poder global, dominante, en
todo el país ha suscitado objeciones en muchas esferas de Sudafrica. Por ejemplo,
en octubre de 1983 la South African Sunday Tribune declaró que durante más de
doce años las grandes compañías y el Gobierno habían estado laborando secretamente «en beneficio mutuo». Se indica que el Ministro de Hacienda, profesor
Horwood, había considerado esta colaboración «sumamente útil».
Los sindicatos han formulado graves reservas acerca de esta situación: en
particular, la Federación de Sindicatos Sudafricanos (FOSATU) comparó estas
revelaciones con la supuesta creencia en una economía de libertad de empresa, y
preguntó: «¿Quién es la causa de la inflación?». Por un lado, las empresas sudafricanas, que habían obtenido beneficios del 24,8 por ciento, frente a los registra-
20
Informe especial sobre el apartheid
dos en Gran Bretaña (6,5 por ciento), República Federal de Alemania (4,1 por
ciento) y Suiza (5,9 por ciento), pagaron unos salarios «entre los más bajos del
mundo». Sin embargo, se acusó a los sindicatos de provocar la inflación cuando
pidieron una mejora de los salarios y de las condiciones de trabajo; las empresas
pretendieron asimismo que ello menoscabaría su competitividad, pero ¿dónde
era la competencia en esta situación de monopolio? Entre los hombres de negocios, el presidente de la Anglo-American Corporation, Sr. G. Relly, pretendió que
en los análisis estadísticos había habido «muchas dobles cuentas», añadiendo
que Sudafrica «tenía la suerte de contar con empresas de la tradición de los grandes empresarios y afrontadores de riesgos». El director gerente de Old Mutual
afirmó que no veía que una concentración de poder tuviera que crear condiciones
de monopolio, y el director gerente de Liberty Life estimó que el desanollo económico de Sudafrica se debía a los esfuerzos de las principales compañías. El
Primer Ministro, Sr. P. W. Botha, habló de su preocupación «por la tendencia a
una superconcentración de la actividad y el poder económico en manos de unas
cuantas grandes compañías».
El Gobierno ha respondido a este debate pidiendo al poco conocido Consejo
de Competencia que investigue la competencia existente en Sudafrica y que «examine la presencia de interconexiones entre empresas, direcciones de empresa y
empleados». Pero los observadores ponen de relieve la cuidadosa elección de las
palabras en el texto del mandato, por ejemplo la utilización de las palabras «asesore sobre la competencia» en vez de «falle» sobre la competencia. De este Consejo se espera simplemente que realice un estudio de la propiedad social, acompañado de recomendaciones que serán más bien teóricas que prácticas.
Un factor que contribuyó a este debate fueron las adquisiciones totales o
parciales de filiales sudafricanas y/o las fusiones totales o parciales con ellas negociadas entre industrias sudafricanas y las compañías centrales en el extranjero
durante 1983. Entre estas últimas figuran Standard Bank, Pilkington, Metal Box y
Chrysler. Además, como se indica en la sección «Códigos de conducta», las
inversiones de los Estados Unidos en Sudafrica han disminuido considerablemente.
El Sr. McGregor declaró asimismo en su análisis que 58 de las empresas de
propiedad extranjera que operan en Sudafrica figuraban en la Bolsa de Johannesburgo, y que sus acciones valían casi 5 000 millones de rands. Consideraba que
varias de ellas eran vulnerables a la adquisición.
Estas situaciones de monopolio en los sectores privado y público de Sudafrica tienen evidentemente profundas repercusiones sobre las cuestiones laborales y
sociales. En el sector privado, la situación suscita la cuestión fundamental de
saber en qué medida estas grandes sociedades están dispuestas a hacer uso de su
enorme poder para inducir al Gobierno a poner término al apartheid y con él a
aspectos del mercado del trabajo tales como el sistema de «territorios patrios» y
el control de admisión ; en qué medida están dispuestas a defender la emancipación política, económica y social de los negros; cuál será su influencia sobre las
organizaciones de empleadores y por consiguiente sobre los consejos industriales
en los cuales se fijan los salarios y las condiciones de empleo; y cuál será su
influencia sobre el alcance y el desarrollo del sindicalismo y sobre la medida en la
cual podrá promocionarse a los negros gracias a la estructuración del empleo. En
el sector público, la situación laboral existente en los Servicios Sudafricanos de
Evolución de la situación
21
Transporte, descrita en este informe especial, suministra un ejemplo de los efectos del monopolio estatal. En conjunto, la situación de monopolio en los sectores
privado y público suscita cuestiones en cuanto al papel, influencia y alcance de
los códigos de conducta, que se aplican evidentemente a un sector minoritario de
la totalidad de la economía, y acerca de si serían más apropiados nuevos cauces y
formas susceptibles de provocar un cambio.
Una segunda cuestión importante para los empleadores en el curso de 1983
fue el referéndum sobre la Constitución para electores blancos, el cual concedió
un papel político limitado a la gente de color y a los asiáticos, y confirmó la
exclusión de los negros. Diversos organismos se manifestaron públicamente,
entre ellos la Cámara Federada de Industrias de Sudafrica (FCI), la principal
organización de empleadores; el Sr. Ironsides, presidente de la misma, prometió
el apoyo de la industria al «renovado empeño del Primer Ministro en el proceso
de reforma». Pidió que el proyecto de ley sobre la Constitución especificara más
claramente las fases del desarrollo constitucional en evolución y que se incluyera
en él una Carta de Derechos para todas las personas de Sudafrica. El sistema de la
libertad de empresa debería también figurar en la Constitución. La Asociación de
Cámaras de Comercio (ASSOCOM) expresó asimismo su apoyo a los cambios
constitucionales.
Además de formular sus criterios sobre la Constitución, la ASSOCOM preconizó el registro obligatorio de todos los sindicatos y organizaciones de empleadores sin dejarlo al juicio del registrador, a condición de que se facilitara información sobre el número de afiliados, los funcionarios y las cuentas fiscalizadas. Ello
era necesario, según la ASSOCOM, a fin de que los empleadores que desearan
entablar un pleito contra algún sindicato supieran con quién estaban tratando.
Los empleadores deseaban «tratar con hombres con fortuna en los sindicatos,
con la clase de personas que asumen sus responsabilidades». La ASSOCOM consideraba también insensato por parte de los empleadores no reconocer a los sindicatos más importantes, pero que al propio tiempo debía haber un margen para
el reconocimiento de sindicatos más pequeños «cuyos miembros fueran de alta
calidad».
Otra cuestión de interés para los empleadores la constituyó el Tribunal del
Trabajo, que en el transcurso de 1983 pronunció algunas sentencias en materia de
prácticas desleales de trabajo, despidos injustos y reconocimiento de sindicatos
que, en general, fueron favorables a los sindicatos que habían llevado los casos
ante el Tribunal. Varios empleadores protestaron y manifestaron una oposición
creciente al papel desempeñado por el Tribunal. A juicio de la mayoría, incumbía
a la ley y no al Tribunal decidir lo que era una práctica desleal de trabajo; y este
último tampoco debía afirmar que era obligación de un empleador reconocer a
un sindicato importante. Estas opiniones fueron resumidas por la Cámara Federada de Industrias en su informe anual, en el cual se recomendaba al Gobierno
que el Tribunal del Trabajo (actualmente dependiente del Departamento de
Mano de Obra) pasara a formar parte del sistema judicial independiente y que
«fuera imparcial en sus sentencias». El informe afirmaba que los sindicatos recurrían cada vez más al Tribunal; la cuestión más importante era saber si el Tribunal debía crear nuevos derechos o simplemente interpretar o aclarar los existentes ; un ejemplo típico lo constituía un fallo según el cual los empleadores debían
negociar con los sindicatos representativos, cuando el sistema de negociación
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Informe especial sobre el apartheid
colectiva siempre había sido voluntario. La CFI afirmaba que la única manera de
impedir que el Tribunal creara nuevos derechos era suprimir «la definición abierta de prácticas desleales de trabajo» (que figura en la ley sobre relaciones de
trabajo) y substituirla por definiciones concretas.
Códigos de conducta
En marzo de 1983 el Gobierno del Reino Unido anunció la publicación de
un análisis de la actuación, durante el año que concluía el 30 de junio de 1982, de
las empresas británicas en virtud del Código de Conducta adoptado por los diez
Estados Miembros de la Comunidad Europea. El Departamento de Comercio del
Reino Unido había recibido informes de 182 empresas a este respecto. El Gobierno del Reino Unido aplaudía el cumplimiento por parte de las empresas británicas de las disposiciones del Código sobre la sumisión de informes, que era voluntaria; la mayoría de ellas habían sometido tales informes.
El análisis revelaba que el número de empresas que habían remitido informes (182) era el más bajo desde que se inició esta práctica en 1978, pero que sin
embargo representaba el 90 por ciento del total de empresas afectadas por la
medida. El análisis proseguía describiendo la actuación de las 130 empresas (del
total de 182) que poseían el 50 por ciento o más de las acciones de sociedades
sudafricanas y que daban empleo a 20 o más trabajadores negros. De éstas, 99
empresas trataban con comités internos de enlace o consultivos, 12 habían reconocido a sindicatos negros independientes, 9 mantenían tratos no oficiales con
sindicatos negros y 38 se declaraban dispuestas a reconocer tales sindicatos con o
sin condiciones. Trece empresas reconocían a los sindicatos establecidos. De las
130 empresas, 39 daban empleo a trabajadores migrantes, cuyo número total
ascendía a 10 000, o sea el 7,5 por ciento de la fuerza total de trabajo empleada en
empresas británicas; de estas 39, algunas indicaban la aplicación de medidas para
atenuar los efectos del trabajo migrante. Las 130 empresas daban empleo a
134 000 trabajadores negros, de los cuales 132 000 eran retribuidos por encima de
la línea de referencia más baja y 2 000 (2 por ciento) por debajo de ella, y 123 000
(92 por ciento) eran retribuidos por encima de la línea de referencia más elevada
y 11 000 (8 por ciento) por debajo de ella. Las líneas de referencia son estimaciones, efectuadas por universitarios y basadas en encuestas continuas, de las necesidades de una familia negra media en diversos municipios negros. La línea de
referencia más baja corresponde a los ingresos mínimos que una familia negra
media requiere para su sustento, pero el Código estipula en toda empresa una tasa
mínima de remuneración para la categoría de base por lo menos un 50 por ciento
superior; este último nivel constituye la línea de referencia más elevada. En cuanto a los principios de igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor y de
igualdad de oportunidades, 108 empresas los aceptaban sin más, 9 los aceptaban
con reservas y 13 no los aceptaban en absoluto o bien no respondieron. El análisis
añadía que se reconocía cada vez más la necesidad de mejorar la formación de los
negros, y que los informes revelaban un mayor empeño a este respecto. Las
empresas citaban una amplia gama de beneficios complementarios : por ejemplo,
117 de ellas indicaban regímenes de pensiones, y 112 regímenes de seguro y conexos. Con respecto a la desegregación racial en el lugar de trabajo y en las instalaciones sociales del mismo, 84 empresas declaraban sus políticas respectivas; en
Evolución de la situación
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cuanto a los obstáculos que impedían la desegregación, 23 de ellas los atribuían a
los imperativos de la ley y de la política gubernamental, y 13 a la fuerza de las
costumbres, de las actitudes y de la práctica. De las 84 empresas, 27 indicaban la
desegregación total en el lugar de trabajo y en sus instalaciones sociales y recreativas; 16 de ellas tenían cantinas integradas, y 24 servicios de aseo integrados. En
algunas empresas se utilizaba la categoría profesional como base de segregación.
La declaración del Gobierno añadía que, a petición de los interesados, podían
verse y examinarse ejemplares de los informes de las empresas en la biblioteca
del Departamento de Comercio, en Londres, o en la Embajada británica de Pretoria, en el consulado general británico de Johannesburgo o en los consulados de
Ciudad del Cabo y de Durban.
El Gobierno de los Países Bajos publicó su cuarto informe sobre la actuación
de las empresas neerlandesas sujetas al Código europeo. De las 22 empresas afectadas, 17 habían remitido información al Gobierno de los Países Bajos y 2 se
habían negado a ello ; otras 3, que tenían intereses en Gran Bretaña y en los Países
Bajos, habían remitido la información al Gobierno británico. El Gobierno de los
Países Bajos declaraba que algunos empleadores habían indicado que alentaban a
sus empleados negros a comprometerse plenamente con los sindicatos; que cinco
empleadores señalaban que estaban dispuestos a negociar con sindicatos negros,
estuvieran registrados o no; y que otros indicaban que en las consultas a nivel de
empresa habían participado representantes sindicales negros. En cuestiones sobre
personal de importancia secundaria se recurría en algunos casos a comités de
enlace o de empleados. Con respecto a la mano de obra migrante, el Gobierno
declaraba que era relativamente escasa la empleada, y que las empresas manifestaban una preferencia por los empleados regulares; 3 empresas habían indicado
facilidades especiales para los migrantes. Todas las empresas que facilitaron
información habían indicado que los salarios se basaban en principios de evaluación del trabajo; las 17 empresas daban empleo a 4 468 trabajadores negros, de
los cuales 3 789 eran retribuidos con tasas superiores a las exigidas por el Código.
Siete empresas, que empleaban a 587 trabajadores negros, pagaban salarios comprendidos entre la línea de referencia más baja y el nivel exigido por el Código, y
5 empresas pagaban a 92 trabajadores por debajo de la línea de referencia más
baja. Estas 5 empresas afirmaban que dichos trabajadores habían sido contratados recientemente o bien se hallaban en fase de formación, y que no era posible
abonarles un salario más elevado a causa de la recesión económica. En lo que
atañe a desegregación racial, la mayoría de las empresas declaraban que el lugar
de trabajo propiamente dicho estaba exento de segregación, pero en general se
remitían a la ley, a las costumbres o a la práctica para justificar los escasos progresos registrados en materia de desegregación en las instalaciones sociales del
lugar de trabajo. En cuanto a la igualdad de oportunidades y de formación, buena
parte de las 17 empresas indicaban que seguían políticas encaminadas a fomentar
la formación de los negros y a crear una igualdad de oportunidades; 1 empresa
había inaugurado una escuela de formación técnica. La totalidad de las 17 empresas hablaban en mayor o menor grado de la prestación de beneficios complementarios; los regímenes de pensiones y de seguro eran los más predominantes. Al
comentar los informes de las empresas, el Gobierno hacía observar que era preciso que en el futuro las empresas especificaran con mayor detalle sus relaciones
con los sindicatos negros; que sus políticas debían demostrar una voluntad de
24
Informe especial sobre el apartheid
crear una relación entre empleadores y empleados de Sudafrica que sea aceptable
a nivel internacional. Con respecto a los trabajadores migrantes, el Gobierno
señalaba que el Código no desaprobaba el empleo de los mismos, sino que hacía
hincapié en que las empresas debían mejorar sus condiciones. El Gobierno expresaba preocupación por los bajos salarios que percibían los empleados negros en
condiciones económicamente difíciles y declaraba que en este aspecto la situación
había cambiado poco; en el aspecto de la formación, en cambio, aplaudía los
nuevos esfuerzos realizados por las empresas. Respecto a la desegregación de las
instalaciones, se había conseguido cierto progreso, pero las empresas tropezaban
con dificultades. El Gobierno de los Países Bajos estaba satisfecho de que se
hubiera logrado cierto progreso en relación con informes anteriores, pero lamentaba que dos empresas, Royal Textiles y SHV Holdings, se hubieran negado a
facilitar información, a pesar de las reiteradas demandas del Gobierno; ajuicio
de este último, las razones alegadas para justificar su negativa no habían sido
convincentes.
En una declaración publicada en abril de 1983, los ministros de Asuntos
Exteriores de la Comunidad Europea afirmaban que en numerosos casos las
empresas europeas no aplicaban el Código de Conducta; los resultados conseguidos no satisfacían plenamente las directrices establecidas por el Código ; eran precisos nuevos progresos, y las empresas debían proseguir sus esfuerzos. Aunque se
hubiera registrado una notable mejora, en una minoría de casos las filiales de
empresas europeas no abonaban siquiera los salarios mínimos recomendados.
En octubre de 1983 se publicó el séptimo informe sobre las empresas signatarias de los Principios Sullivan. De las 280 empresas filiales de los Estados Unidos existentes en Sudafrica, 120 eran signatarias de estos Principios, que establecen seis sectores de la esfera del empleo en Sudafrica en los cuales deberían registrarse mejoras, a saber: en la no segregación de los empleados; en prácticas de
empleo iguales y equitativas para todos los empleados ; en la igualdad de remuneración por un trabajo igual o comparable; en la iniciación y desarrollo de programas de formación para todo el personal no blanco, a fin de prepararlo para el
desempeño de tareas de supervisión administrativas, de oficina y técnicas; en el
aumento del personal no blanco destinado a cargos de dirección y supervisión ; y
en el mejoramiento de la calidad de la vida fuera del medio ambiente de trabajo.
El séptimo informe declaraba que de las 120 empresas signatarias, 99 remitieron
información a los efectos del séptimo informe, de las cuales: 29 «hacían buenos
progresos» en el cumplimiento de los Principios; 38 «hacían progresos»; 32
tenían que mostrarse más activas, pero cumplían los requisitos básicos ; 9 tenían
que mostrarse más activas, y no cumplían los requisitos básicos ; 23 eran demasiado pequeñas para remitir información, pero apoyaban los Principios; y 17 no
remitieron información (algunas empresas signatarias constan en más de una
categoría). Veintinueve empresas estadounidenses con filiales en Sudafrica se
habían retirado del programa y 160 empresas no habían firmado los Principios.
Los informes remitidos por las empresas signatarias están siendo analizados
y clasificados por la empresa de consultoría Arthur D. Little, pero el reverendo
Leon Sullivan ha nombrado ahora un coordinador nacional de los Principios
Sullivan en Sudafrica que es un sudafricano secundado en su puesto de jefe de
personal y en sus funciones por un comité o «grupo de trabajo» local, que controla los progresos realizados en relación con los Principios.
Evolución de la situación
25
En 1982 las empresas estadounidenses invirtieron más del 5 por ciento de
sus beneficios de explotación en la construcción de viviendas y en programas de
formación y de enseñanza. Pero en un comentario sobre el séptimo informe, el
New York Post hacía observar que el ímpetu inicial de los Principios había empezado a desvanecerse y que los próximos pasos eran difíciles de identificar; pocos
ejecutivos estadounidenses se habían mostrado hasta el presente dispuestos a
hablar claramente sobre el apartheid, y el ritmo de las inversiones estadounidenses se había reducido considerablemente en el curso del pasado decenio. A juicio
de dicho periódico, aunque el Código europeo era más riguroso en ciertos aspectos, carecía en cambio del «mordiente controlador» de los Principios Sullivan.
En un escrito a un periódico estadounidense, W. B. Could, profesor de derecho en la Universidad de Stanford y especialista en cuestiones laborales sudafricanas, comentaba una enmienda al proyecto de ley sobre administración de las
exportaciones, formulada por el representante W. S. Solartz, encaminada a hacer
obligatoria la adhesión a los Principios Sullivan para las empresas estadounidenses que operan en Sudafrica y al establecimiento de un proceso de control por
parte del Departamento de Estado. El profesor Gould hacía observar que aunque
la enmienda pudiera no ser adecuada para hacer frente a todas la consecuencias
del «fascismo en Sudafrica», era la mejor de las alternativas posibles actualmente. A su juicio, el movimiento sindical negro representaba la mejor esperanza de
un cambio relativamente pacífico, y una de las dificultades que experimentaban
los Principios Sullivan era que no hacían hincapié suficiente en la actividad sindical negra. Se ocupaban primordialmente del «apartheidzuelo». En cuanto a
quién debía controlar el cumplimiento de los mismos, el profesor Gould consideraba a los sindicatos negros (que jamás habían sido consultados acerca de dichos
Principios) en óptima situación para tal control. Pero en su opinión habían ya
desestimado el «programa voluntario».
En 1983 hubo otras observaciones sobre los Códigos. Algunos empleadores
pretendieron que la aprobación de los Principios Sullivan por parte de las empresas sudafricanas podría ayudar a las organizaciones contrarias a la legislación
sobre desinversiones en los Estados Unidos. El director general del Departamento de Mano de Obra, profesor P. van der Merwe, sostuvo que «ahora que en
Sudafrica todos los trabajadores gozan de plenos derechos sindicales, los Códigos
son hasta cierto punto contraproducentes y aparentemente paternales». Los sindicalistas se mostraron escépticos no sólo con respecto a esta opinión (que lleva
implícito el comentario de que todos los trabajadores sudafricanos no gozan de
plenos derechos sindicales y de que muchos no gozan de ellos con plena libertad),
sino también con respecto a los Códigos. Entre sus observaciones había el criterio
de que los Códigos constituían una forma inoportuna de intrusión de una tercera
parte en el proceso de negociación colectiva y que algunas empresas los consideraban como alternativas al reconocimiento de los sindicatos y a la negociación;
de que hacían mayor hincapié en los niveles de pobreza y de subsistencia que en
el concepto de un «salario suficiente para vivir», y que el control de los mismos
era tan inadecuado que carecían prácticamente de sentido. Los sindicalistas reaccionaron también enérgicamente a la opinión del recién nombrado coordinador
de los Principios Sullivan, expresada públicamente, de que «la dirección de una
empresa conoce mejor a su propia fuerza de trabajo que un sindicato».
26
Informe especial sobre el apartheid
Tanto los Códigos europeos como los Principios Sullivan fueron introducidos cuando los negros no podían afiliarse a sindicatos registrados y cuando sólo
una empresa multinacional había reconocido a un sindicato negro no registrado.
Puesto que los salarios de los negros no estaban sujetos a negociación, los Códigos, en su intento de elevar los salarios sumamente bajos que pagaban las multinacionales, tuvieron que utilizar como directriz la única forma de medida de las
necesidades de los negros existente en aquel momento, es decir, las líneas de
referencia mencionadas anteriormente en esta sección. Entonces, muchas de tales
empresas pagaban a un gran número de negros salarios inferiores a la línea de
referencia más baja (o nivel de pobreza), y muy pocas pagaban salarios iguales o
superiores a la línea de referencia más elevada (o nivel de subsistencia). Durante
los primeros años, el efecto de los Códigos parece haber sido el de elevar los
salarios de los negros en general, pero no lo bastante para que pudieran considerarse «suficientes para vivir» o para que tuvieran alguna repercusión sobre su
desfase con respecto a los salarios de los blancos. La negociación con los sindicatos negros (que es limitada en esta fase) apunta ahora hacia estos objetivos, y los
Códigos, al mantener sus criterios originales en materia de salarios, parecen haber
sido superados por los acontecimientos, mientras que los sindicatos negros no
conceden necesariamente una importancia primordial a cuestiones tales como la
segregación y los gastos que las empresas efectúan en beneficio de la comunidad.
Su principal preocupación parece ser ahora que las empresas les reconozcan una
función negociadora que les permita realizar los cambios preconizados por los
Códigos. Mayor hincapié en la negociación con sindicatos negros, junto con procesos de control más severos, más el reconocimiento de que los negros deben fijar
sus propias prioridades, tales parecen ser los aspectos que los nuevos sindicatos
consideran más idóneos actualmente para los Códigos.
El propio reverendo Sullivan pareció acoger con simpatía este criterio; en un
periódico americano manifestó que el reconocimiento de los derechos sindicales
de los trabajadores negros y el de sus representantes eran necesarios. Ello permitiría a los trabajadores negros hablar más fuerte de sus derechos en el trabajo,
«como un día hablarán más fuerte de sus derechos en la sociedad». A su juicio,
sin embargo, los Principios Sullivan, «incluso si se aplicaran de manera óptima»,
no pondrían término al apartheid, que era «un sistema despiadado e inhumano».
Hablando más tarde, describió los sindicatos como «la fuerza más importante
que está surgiendo en Sudafrica para operar un cambio pacífico» y declaró que,
en consecuencia, «las empresas no deberían ser los únicos arbitros del acatamiento del Código ni la única relación de los empleados con él».
ADMISIÓN AL EMPLEO Y ACCESO A LA FORMACIÓN
Reserva de empleos
En 1983 se retiró la última de las órdenes de reserva de empleos, que prohibía el empleo de negros en la industria minera en operaciones de control, muestreo y ventilación. Con ello ha quedado derogada toda la legislación en materia
de reserva de empleos que introdujo inicialmente el antiguo artículo 77 de la ley
de 1956 sobre relaciones de trabajo. Pero la reserva de empleos en cuanto tal
sigue dándose en gran escala en la industria minera en virtud de las disposiciones
Evolución de la situación
27
de la ley sobre minas y fábricas, que limita ciertos «certificados de competencia»
a «personas oficialmente reconocidas», que según la legislación son predominantemente blancos. Entre estos certificados el más conocido y el que cuenta con un
mayor efecto es el «certificado de dinamitero». Dado que estar en posesión de
uno de estos certificados es esencial para progresar en la minería, los negros, al
estar excluidos, no pueden pasar de «jefe de equipo», es decir, jefe de un equipo
de trabajadores negros. Pero en total existen once certificados de competencia
que están limitados a las «personas oficialmente reconocidas» y que van desde
certificados relativos a la dirección de minas hasta certificados de maquinista. En
ciertos casos muy limitados se ha hecho una excepción para conceder certificados
a los negros (predominantemente de maquinistas), pero, como ha señalado el
Sindicato Nacional de Mineros (negros), se les paga menos que a sus compañeros
blancos.
En 1980 la Comisión Wiehahn recomendó que se substituyera «personas
oficialmente reconocidas» por un término que no fuera discriminatorio, y sugirió
«persona competente». Pero el Gobierno, atento a la actitud de los mineros blancos, eludió el problema sugiriendo que la Cámara de Minas y los sindicatos mineros resolvieran por sí mismos la cuestión. Como consecuencia de ello, no se ha
producido ningún cambio, y la reserva de empleos sigue siendo un aspecto fundamental del empleo en las minas.
Legislación
De forma inesperada y sin consulta previa a los empleadores, a los sindicatos o a su propia Comisión Nacional de Mano de Obra (en la cual están representados empleadores y sindicatos), el Gobierno publicó un proyecto de ley en febrero de 1984 (proyecto de ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo) de
considerable repercusión para los sindicatos recién creados y para los acuerdos
alcanzados fuera del sistema oficial de relaciones laborales, que parece asimismo
estar concebido para estrechar el control gubernamental sobre el movimiento
sindical. El Director General de Mano de Obra afirmó que no había habido tiempo para la consulta. Pero su departamento había promovido el proyecto de ley
después de haber recibido, según parece, «ciertas reclamaciones». Este proyecto
de ley va dirigido a aquellos acuerdos que alcanzan empleadores y sindicatos
fuera del sistema de consejos laborales y exige que éstos sean sometidos al Departamento de Mano de Obra. Si este último decide que las partes del acuerdo no
cumplen con lo estipulado en la ley de 1956 sobre relaciones de trabajo, los acuerdos no tendrán fuerza legal. La ley dispone, entre otras cosas, que las organizaciones de empleadores y los sindicatos faciliten información pormenorizada sobre su
composición y de carácter económico al registrador laboral de una forma regular.
Ahora se ve que lo que pretende el nuevo proyecto de ley es un reforzamiento del
control gubernamental sobre los sindicatos; su efecto se dejará sentir principalmente en aquellos de reciente creación, la mayoría de los cuales funcionan fuera
del sistema de consejos laborales. Está claro que ha sido concebido para que el
Gobierno reciba una información más detallada y más regular sobre la actividad
sindical, como medida de control sobre los acuerdos y como medio de obtener
información sobre la financiación de nuevos sindicatos, especialmente con capital extranjero. También impedirá el crecimiento de acuerdos de reconocimiento
28
Informe especial sobre el apartheid
entre sindicatos en proceso de formación y empleadores, con lo que limitará el
desarrollo de nuevos sindicatos.
Los miembros representantes oficiales de empleadores y de sindicatos de los
consejos laborales han expresado su preocupación por las actividades de sindicatos no reconocidos, en especial respecto de acuerdos de reconocimiento y otros
acuerdos alcanzados fuera del consejo pero dentro de la misma industria. También se han quejado de que, aunque funcionen fuera del sistema oficial, tales
sindicatos hacen uso del Tribunal Industrial para solucionar cuestiones relacionadas con prácticas laborales injustas. Además, el Consejo de Sindicatos de Sudafrica (TUCSA), en su conferencia de 1983, exigió que se prohibieran los sindicatos
no reconocidos.
Otro aspecto destacado del proyecto de ley es que las demandas de exención
de los acuerdos de los consejos laborales pasan del Tribunal Industrial al Ministro de Mano de Obra. El número de tales demandas se ha incrementado con el
desarrollo de industrias y pequeños negocios «limítrofes» y tiene importantes
repercusiones para los salarios de los negros.
En Sudafrica se promulgaron en 1983 cinco nuevas leyes sobre determinados
aspectos de cuestiones laborales tras el período de sesiones parlamentario. Entre
ellas, la ley sobre condiciones de empleo reintrodujo aquellos aspectos de la ley
de 1964 sobre tiendas y oficinas y la ley de 1941 sobre fábricas, maquinaria y
trabajos de construcción que estipulaban las condiciones mínimas para los trabajadores. El alcance de esta ley es algo más amplio que el de las dos derogadas a
que se ha hecho mención, pero no cubre a cierto número de categorías de trabajadores, en particular a los trabajadores agrícolas y domésticos, a los funcionarios
y a aquellos trabajadores que quedan cubiertos por la ley de 1956 sobre minas y
fábricas (es decir, los de la minería) y la ley de 1981 sobre formación profesional
(en su mayoría aprendices). En otros aspectos, la ley elimina las limitaciones
impuestas al empleo de mujeres por la ley sobre fábricas, maquinaria y trabajos
de construcción, permitiendo a éstas trabajar por la noche sin tener que contar
con un permiso oficial previo y hacer horas extraordinarias en mayor número
que anteriormente, pero ello con carácter voluntario y no obligatorio como lo era
anteriormente. La razón que se dio para este cambio fue la creciente importancia
de la mujer en la fuerza del trabajo. Cuando se le preguntó sobre la exclusión de
los trabajadores agrícolas de esta ley, el Ministro contestó que la Comisión
Nacional de Mano de Obra estaba estudiando las medidas de protección con que
debería contar este grupo, para añadir después enfáticamente que había tres términos que no aparecían por ninguna parte entre los términos de referencia de la
Comisión: tales eran «sindicatos», «salarios» y «salario mínimo». La Comisión
se limitaría a investigar las «circunstancias de empleo en la agricultura», postura
esta que había apoyado el Sindicato Agrícola de Sudafrica (la organización de los
agricultores blancos), que contaba con tres representantes en el comité de investigación. Durante el debate parlamentario sobre estas nuevas leyes el entonces
ministro, Sr. S. P. Botha, defendió el derecho de autodeterminación de los trabajadores enfrentándose a miembros de la oposición del Partido Conservador.
Habló extensamente sobre dos elementos de la autodeterminación: la autonomía
de los sindicatos y la libertad sindical.
El Ministro de Transportes, Sr. H. Schoeman, presentó otra ley nueva, la ley
sobre condiciones de empleo (Servicios de Transporte Sudafricanos). Esta ley
Evolución de la situación
29
ofrece otro ejemplo de la dualidad que caracteriza el criterio oficial con respecto a
las relaciones laborales, a la cual ya se hizo referencia en el informe especial de
1983. En él se hacía referencia al propósito de, por un lado, presentar una imagen
de cambio y de actitudes positivas con respecto a las relaciones laborales en tanto
que, por otro, se recurría a medidas policiales draconianas para contener el movimiento sindical. Esta dicotomía volvió a manifestarse a menos de quince días de
las declaraciones del Ministro de Mano de Obra sobre la autodeterminación de
los trabajadores que se mencionan más arriba, cuando el Ministro de Transportes
presentó esta nueva ley, en interés exclusivo del mayor empleador de Sudafrica,
los Servicios de Transporte Sudafricanos (SATS), de propiedad estatal. Esta ley
tiene por objeto regular las condiciones de empleo, pero se caracteriza por cuatro
aspectos : un racismo oculto aunque bien arraigado, la negativa de SATS a reconocer a los sindicatos independientes, el rechazo de la legitimación de la huelga y
la actitud del Ministro con respecto a la Unión General de Trabajadores (GWU)
(véase «Libertad sindical»). La ley encubre una discriminación racial al limitar
los empleos permanentes y temporales en SATS a ciudadanos sudafricanos, clasificando así al menos a 50 000 trabajadores negros, que son en la actualidad «ciudadanos de territorios patrios independientes», como trabajadores ocasionales o
regulares, y cuyo número aumentará con una mayor «independencia». Pero, además, toda mano de obra migrante y contratada (que en la práctica son todos
negros) queda también clasificada como «ocasional». Esta situación supone un
impedimento no sólo para la seguridad en el empleo de 250 000 trabajadores
negros, sino también para la promoción profesional, y de hecho representa una
vuelta a la legislación del Gobierno sudafricano manteniendo la reserva de
empleos. Un ejemplo del grado en que se da el proteccionismo blanco y la discriminación hacia los negros lo proporciona el hecho de que de los 1 647 aprendices
contratados por los ferrocarriles sudafricanos (que forman parte de SATS) en
1982, 1 640 eran blancos, 4 asiáticos y sólo 3 negros. En materia de libertad sindical, la ley sólo permite a las asociaciones de personal reconocidas por el Ministerio de Transportes desarrollar sus funciones dentro de los límites del propio
sistema de conciliación de SATS. También prohibe esta nueva ley a los trabajadores o a «cualquier otra persona» promover huelgas o tomar parte en ellas. La
actitud del Ministro con respecto a la Unión General de Trabajadores quedó
claramente demostrada durante el debate cuando la describió como un «sindicato comunista» y acusó a los portavoces críticos de la oposición de haberse convertido en «portavoces de los sindicatos izquierdistas radicales». Añadió que si
se reconocía a la Unión General de Trabajadores, las asociaciones de personal
podrían decir que se las estaba «debilitando», y concluyó diciendo: «mejor fortalezcamos nuestros propios sindicatos». Cuando la oposición se refirió a la huelga de la Unión General de Trabajadores de 1982, el Ministro contestó: «Los que
participaron en la huelga fueron despedidos. Yo no voy a alterar los términos de
la legislación, quiero mantener el poder según esos términos. »
Poco después del debate parlamentario de esta ley, SATS anunció reducciones de personal debido a la recesión económica; a causa de ello, los turnos tuvieron que alterarse para evitar «el trabajo mixto», y algunos puestos de escasa
responsabilidad ocupados temporalmente por negros volvieron a ser ocupados
por blancos. Durante 1982 se habían suprimido más de 21 000 puestos de trabajo
que habían estado ocupados por personas «de todos los grupos étnicos», pero
30
Informe especial sobre el apartheid
SATS hizo hincapié en que no se había producido ninguna reducción de personal
permanente (blancos). Un portavoz de la oposición parlamentaria comentó que
las reducciones de personal no habían afectado a los permanentes porque ningún
trabajador de color, asiático o negro era permanente. En las instrucciones dadas
por la dirección de S ATS se disponía que «los grupos deben ser substituidos
como tales para evitar el trabajo mixto». El Sr. W. Grobler, secretario general de
la Asociación de Personal Artesanal y ex miembro de la Comisión Wiehahn,
explicó que «nosotros no tenemos trabajo mixto; esta forma de trabajar sólo
puede provocar fricciones. Sin embargo, tenemos casos excepcionales en los que
permitimos a personas no blancas realizar trabajos tradicionalmente desempeñados por blancos mediante negociación con los empleadores. Ahora todo el grupo
será substituido para evitar las fricciones». Cuando se le pidió su opinión sobre la
situación del secretario general de la Asociación de Personal Negro, declinó hacer
cualquier comentario.
Una tercera ley, la ley modificatoria de la ley sobre relaciones de trabajo,
modifica ciertas definiciones contenidas en la primera ley, la ley de 1956 sobre
relaciones de trabajo, incluida la de empleador, que se amplía hasta abarcar a los
«contratistas de mano de obra». El objetivo era ofrecer una mayor protección
para las personas empleadas por estos contratistas, a los que la ley también les
exige registrarse. Además, esta ley prevé juntas de conciliación para la solución
de conflictos en industrias y en áreas en las que no funcionen consejos laborales o
en las que una de las partes en conflicto no esté registrada en los términos que
marca la ley. Una tercera enmienda se refería al arbitraje directo con respecto a
todo tipo de conflictos y a cualquier cuestión relativa a las relaciones entre empleador y trabajador, y a la transferencia del Ministerio al Tribunal Industrial del
actual derecho de apelación por parte de las personas perjudicadas por decisiones
de los consejos laborales.
La cuarta ley promulgada en el terreno laboral fue la ley sobre maquinaria y
seguridad en el trabajo, que derogaba la ley de 1941 sobre fábricas, maquinarias y
trabajos de construcción y la ley de 1964 sobre tiendas y oficinas. Esta ley cubre a
todos los trabajadores, con excepción de los del sector minero; los aspectos de
protección relativos a la maquinaria cubren a los trabajadores agrícolas (como lo
hacía la legislación anterior). Se prevé la creación de un consejo asesor en seguridad en el trabajo y la designación por parte de los empleadores de representantes
de seguridad en una proporción de 1 por cada 50 trabajadores; estos representantes formarán un comité de seguridad presidido por el empleador. Tal disposición
levantó importantes críticas tanto dentro como fuera del Parlamento; los sindicatos de nueva creación se manifestaron fuertemente en contra de que los representantes fueran elegidos por el empleador, hecho que comparaban a las prácticas
seguidas en los países industrializados, en los cuales los representantes sindicales
ocupaban un papel cada vez más importante, y describieron la medida como una
vuelta a los «viejos tiempos de los comités de enlace». Esta exclusión de los
representantes elegidos por los trabajadores reviste particular importancia a la
vista de la creciente participación de los sindicatos de reciente creación en cuestiones de seguridad e higiene del trabajo (véase «Seguridad e higiene en el trabajo»), y los sindicatos ven en los comités de seguridad designados por el empleador un posible modo de eludir la negociación con ellos en materia de seguridad.
Esta ley se ocupa únicamente de seguridad en el trabajo, que es competencia del
Evolución de la situación
31
Departamento de Mano de Obra, mientras que la salud en el trabajo se trata por
separado, como responsabilidad del Ministro de Sanidad y Asistencia Social.
La última ley promulgada en el terreno laboral fue la ley modificatoria de la
ley sobre formación profesional, que otorga poderes al Ministro para conceder
ayudas económicas a los ocho centros de formación de grupos establecidos en
virtud de la ley sobre formación profesional. La primera ley estipulaba la autofinanciación de los centros mediante el cobro de cuotas de formación a los empleadores que utilizaran sus instalaciones y mediante el pago de contribuciones por
parte de éstos. Dado que los ingresos provenientes de estas fuentes se han revelado insuficientes, el Gobierno ha visto que para mantener estos centros se necesita
la financiación estatal. En la explicación del Ministro sobre el objeto de la ley
estaba implícito un descenso en la utilización por parte de los empleadores de
estos centros, concebidos fundamentalmente para una formación de bajo nivel a
negros.
Educación
En el informe especial de 1983 se hizo referencia al informe del profesor de
Lange sobre la educación, que se había presentado al Gobierno en 1981. Este
informe siguió a lo que fue descrito como la investigación de mayor alcance sobre
la educación jamás realizada en Sudafrica. Aunque las recomendaciones del
informe fueron publicadas entonces, el Gobierno no respondió a ellas públicamente hasta noviembre de 1983. En ese informe no se aconsejaba un sistema
unitario de educación para todos los grupos de población, sino más bien un único
ministro de educación responsable de cuatro departamentos de educación separados para los diferentes grupos étnicos, porque un sistema de gestión única contribuiría a mejorar el nivel educativo general. Otras recomendaciones se referían a
la formación del personal docente, a las estructuras de apoyo a la educación y a
los sistemas docentes y la reorganización de la financiación de la educación. No
obstante, aquellos aspectos a los que se prestaba mayor atención eran los de la
gestión y los de formación de personal docente. El informe recibió muchas críticas que señalaban que mientras las circunstancias políticas y socioeconómicas de
Sudafrica no cambiaran, no sería posible una educación igual para todos los grupos raciales. El presidente del Sindicato Nacional de Educación de Sudafrica acusó a la Comisión de Lange de «definir las necesidades del país en materia educativa en términos de las exigencias de la industria». Muchos de los que apoyaron
el informe lo hicieron por el énfasis que ponía en la administración y en la formación del personal docente, aspectos ambos necesitados de mejora.
Pero cuando llegó la respuesta del Gobierno, en noviembre de 1983, no se
apartó en lo esencial de sus políticas de apartheid; esta respuesta rechazaba tanto
un sistema único no racial como un sistema de administración única. La educación seguirá siendo separada, no sólo en cuanto a los cuatro grupos principales de
población, sino también en cuanto a los «territorios patrios» y los barrios negros
en zonas blancas. Un total de quince ministros de educación se encargarán de
supervisar el sistema educativo para una población de 30 millones de personas;
habrá un ministro en cada «territorio patrio», uno para cada uno de los grupos
blanco, «de color» y asiático, uno para los negros en barrios de zonas blancas y
un ministro nacional que coordinará las actividades del resto. El Gobierno dijo a
continuación que pretendía «ofrecer a todos los ciudadanos iguales oportunida-
32
Informe especial sobre el apartheid
des y servicios, con independencia de la raza, el color, el credo o el sexo» y que su
objetivo último era elevar el gasto per capita en educación para personas «de
color», asiáticos y negros al mismo nivel que la de los blancos; pero no existían
plazos fijos para la consecución de estos objetivos. En 1981 el Gobierno gastó las
siguientes cantidades por alumno en educación :
Blancos
Personas «de color»
Asiáticos
Negros
913 rands
513 »
253 »
140 »
Los gastos totales en educación procedentes de la cuenta de ingresos presupuestarios durante el ejercicio económico 1980-1981 fueron :
Cuadro 3. Gastos en educación 1980-1981
Cantidad
(en miles de rands)
En educación de blancos
Provincias y Departamento
de Educación Nacional
Porcentaje
del total
1 360 900
64,8
En educación de personas «de color»
Departamento de Asuntos
de las Personas «de Color»
247 100
11,8
En educación de asiáticos
Departamento de Asuntos Indios
122 700
5,8
En educación de negros
Departamento de Educación y Formación
261 000
12,4
Otros departamentos del Estado
108 100
5,2
2 099 800
Fuente: Survey of Race Relations in South Africa 1982 (Institute of Race Relations).
100,0
A mediados de 1983 se produjeron disturbios en las escuelas, en los que
participaron unos 6 000 alumnos negros, que se repitieron en febrero de 1984,
ocasión en la que se utilizaron gases lacrimógenos y se procedió a la detención de
alumnos, padres y profesores. Las causas de los disturbios parecían variar de
escuela a escuela y adoptaban la forma de protestas, manifestaciones y boicoteos
a las clases, para denunciar la falta de instalaciones, el bajo nivel de la enseñanza
y los deficientes resultados en los exámenes, la insuficiencia de libros de texto y el
aumento del castigo corporal. En un comentario a las insuficiencias de la educación de los negros, el Sr. Wilkie Kambule, destacado pedagogo negro, que dimitió
de su puesto de director de la escuela secundaria de Orlando en Soweto durante
los disturbios de 1976 en protesta contra el sistema, afirmó que los problemas
tenían su origen tanto en la desigualdad como en la falta de calidad ; los graduados negros no podían entrar en el mercado del trabajo y competir con los blancos,
33
Evolución de la situación
y, de hecho, los resultados de los exámenes de ingreso en la universidad empeoraban año tras año; la calidad de la enseñanza era totalmente deficiente y los
graduados de raza negra que entraban en el sistema de libre empresa lo conseguían solamente como un favor, puesto que no daban la talla y todo el mundo lo
sabía, pero se les contrataba únicamente de cara al exterior para contentar a las
casas matrices. Añadió que «la educación bantu» había destrozado a una generación de niños y que todavía continuaba, aunque bajo otro nombre. Aunque se
había incrementado el gasto en la educación de los negros y el número de escuelas
de Soweto también se había duplicado, el problema estribaba en que los cambios
eran de orden puramente físico, ya que el Gobierno no había cambiado el
sistema.
De los datos estadísticos sobre el número de alumnos que dejan las escuelas
pueden deducirse algunos de los efectos del sistema socioeconómico sobre la educación. En el cuadro 4 se puede ver el número de niños negros que abandonaron
la escuela en 1981, antes de concluir o una vez concluido el ciclo inferior de la
educación primaria, es decir, como analfabetos o semianalfabetos.
Cuadro 4. Niños negros que abandonaron la escuela en 1981
«Territorios patrios independientes»
Bophuthatswana
Ciskei
Transkei
Venda
Sudafrica «blanca»
Gazankulu
KaNgwane
KwaZulu
KwaNdebele
Lebowa
QwaQwa
Zonas blancas (barrios)
Total
Número de los
que abandonan
los estudios al
concluir el
ciclo inferior
o antes (es
decir, como
semianalfabetos
o analfabetos)
Número total
de niños que
salen de
los centros
docentes
Porcentaje
16 929
16 897
102 869
5 684
44 040
30 560
139 068
12 059
38,4
55,2
73,9
47,1
11643
2 744
59 885
365
25 116
1656
92 527
18815
5 012
118 860
1276
61243
5 726
185 905
61,8
54,7
50,3
28,2
41,0
28,9
49,7
336 315
622 564
54,0
Fuente : Extraído de Survey of Race Relations
in South Africa 1982.
Esta elevadísima proporción de negros que abandonan los estudios en un
estadio tan temprano, que es particularmente acusada en las zonas blancas y en
los «territorios patrios», es consecuencia directa del fracaso de los blancos en la
educación de generaciones anteriores de negros, de la desmembración de la familia que entraña el sistema de migración de la mano de obra y de un sistema
socioeconómico que no ofrece incentivos a los negros.
Informe especial sobre el apartheid
34
Este elevado número de abandonos plantea también la cuestión de la educación obligatoria y de en qué medida está siendo aplicada en la actualidad con la
política gubernamental de una extensión gradual a todo el sistema educativo
negro, empezando por ciertas áreas seleccionadas. En respuesta a preguntas en el
Cuerpo Legislativo en 1981, el Ministro de Educación afirmó que la educación
obligatoria afectaba a 70 000 alumnos pertenecientes a unas 250 escuelas de
zonas urbanas; pero parece que desde entonces no ha habido otras declaraciones
oficiales. Ciertos directores de las escuelas negras afectadas se han manifestado a
favor de la obligatoriedad, pero muchos padres y profesores la han rechazado
hasta que la calidad de la enseñanza mejore, argumentando que si se aceptaba la
obligatoriedad los negros estarían aceptando, de hecho, todas las deficiencias del
actual sistema. Los portavoces de la oposición en el Cuerpo Legislativo criticaron
al Gobierno por suministrar material escolar gratuito únicamente a aquellas
escuelas en las que se había introducido la educación obligatoria. También fueron
objeto de amplias críticas los resultados en los exámenes realizados en el nivel
normal de abandono de la escuela (nivel 10), en particular el reducido porcentaje
de alumnos negros que habían conseguido quedar exentos de los exámenes de
ingreso en las universidades. La situación en 1981 y 1982 se indica en el cuadro 5.
Cuadro 5.
Exámenes de ingreso en las universidades
Certificado Nacional de Estudios
Secundarios
1981
1982
Examinandos
Aprobados
Suspendidos
48 571
25 963 (53,5%)
22 608
60 108
30 541 (50,8%)
29 567
6 096 ( 12,5% )
6 336 ( 10,5% )
Exentos del examen de ingreso a la
universidad
Fuente: Extraído de Survey of Race Relations in South Africa 1982.
Aunque el número de concurrentes a este examen fue más elevado en 1982
que en 1981, el nivel fue en general inferior.
Remuneraciones
Este es el tercer año consecutivo en que la OIT analiza la situación de los
ingresos en los principales sectores de la economía sudafricana, con el fin de
controlar la diferencia que existe entre los ingresos de los negros y los de los
blancos. Los cuadros 6 y 7 muestran los cambios que se han producido en la
relación de ingresos de blancos y de negros tanto en términos porcentuales como
en términos absolutos (en metálico), tomando como base un período de diez
años. Con frecuencia se sostiene en Sudafrica que esta diferencia está disminuyendo en términos porcentuales y que ello es debido a incrementos anuales porcentuales en los salarios más elevados para los negros (o para los trabajos de la
escala más baja, lo que quiere decir lo mismo) que para los blancos en años
recientes. El cuadro 6 indica los promedios de ingresos mensuales de cada grupo
de población por sector económico importante, comparando la situación de 1982
35
Evolución de la situación
con la de 1972. El cuadro 7 presenta el promedio de ingresos mensuales de los
negros en 1972 y 1982, en tanto por ciento de los de los blancos, incluido el
crecimiento medio anual de ese porcentaje a lo largo de tres períodos de diez
años.
Cuadro 6.
Promedios de ingresos mensuales por grupos étnicos en diversos sectores de la economía,
1972-1982 (en rands)
Sector
Grupos étnicos
« De color »
Blancos
1972
1982
1972
Asiáticos
1982
Minería
402
1416
76 451
Manufacturas
362
92 372
1313
Electricidad
395
1 375
103 408
127 407
Construcción
380 1329
244
842
79 287
Comercio
Transportes
307
1067
81 302
y comunicaciones
1012
306
113 520
Banca y seguros
Gobierno y servicios
310
983
113 388
públicos
Fuente: Datos del Report of the National Manpower Commission, 1982.
Cuadro 7.
1972
1982
1972
1982
115
98
658
516
-
-
167
108
663
449
22
62
86
61
53
252
415
368
244
210
127
180
770
679
51
77
277
393
144
727
51
248
Promedio de remuneraciones en metálico de los trabajadores negros, en tanto por ciento de
las de los blancos, 1972-1982, y promedio del ritmo anual de incremento en 1972-1982,
1971-1981 y 1970-1980
1982
Sector
Minería
Manufacturas
Electricidad
Construcción
Comercio
Transportes
y comunicaciones
Banca y seguros
Gobierno y servicios
públicos
Promedio
Negros
Promedio del ritmo anual
de incremento
1972-1982
1971-1981 '
1970-1980 '
5,47
17,12
21,72
16,05
21,72
17,79
31,60
26,76
18,35
24,94
1,23
1,94
0,50
0,23
0,32
1,17
0,67
0,83
0,31
0,45
1,07
0,63
0,73
0,43
0,75
16,61
25,16
25,96
38,83
0,93
1,36
0,87
1,18
0,90
1,16
16,45
25,22
0,87
1,08
1,06
0,73
0,82
0,84
1
Informe especial de 1983, pág. 32.
Fuente: Datos del Report of the National Manpower Commission, 1982.
Por el cuadro 7 se ve que en el conjunto de la economía la tasa media de
reducción de la diferencia salarial, en términos porcentuales, ha disminuido en
los tres períodos, aunque en algunos sectores se han producido incrementos en
36
Informe especial sobre el apartheid
dicha tasa. Los períodos considerados son aquellos en los que hubo grandes presiones internacionales sobre Sudafrica en torno a la cuestión de los salarios de los
trabajadores negros, y en especial sobre las empresas multinacionales que operan
en ese país. Está claro que aunque los ingresos medios de los negros aumentaron
y algunos años en un porcentaje superior a los de los blancos, incluso a veces más
que la tasa de inflación, las diferencias salariales eran tan amplias que (como se
mencionó en el informe especial de 1983) habrán de transcurrir más de cien años
para alcanzar una paridad generalizada al ritmo actual de reducción de la diferencia y casi tanto tiempo incluso en aquellos sectores que han mostrado un ritmo
bastante más elevado en esa disminución.
Pero estos datos no sólo ilustran los efectos de los cambios en los índices
salariales (que son sólo un factor). Este pequeño avance anual en tanto por ciento
por parte de los negros, que, además de ser insignificante, ha ido reduciéndose de
manera generalizada, indica igualmente que éstos no han progresado en la escala
laboral, y que por lo tanto no han pasado a bandas salariales más elevadas en una
medida significativa. Un avance positivo y generalizado de los trabajadores
negros hubiera aumentado asimismo sus ingresos medios mensuales, con lo que
se habría incrementado la ganancia anual porcentual de los ingresos de los trabajadores negros sobre los ingresos de los trabajadores blancos. Además de todo
esto, la contratación masiva de trabajadores especializados migrantes blancos en
años recientes, a los que con frecuencia se ha contratado con haremos exagerados,
también habrá contribuido a la reducción de la tasa de disminución de la diferencia entre los ingresos de los trabajadores negros y los de los trabajadores blancos
en términos porcentuales.
En estudios de investigación publicados por la Unidad de Investigación del
Desarrollo y del Trabajo de Africa del Sur (SALDRU), un examen de todos los
acuerdos salariales de los consejos laborales durante 1983 mostraba que los salarios reales de los trabajadores no calificados (prácticamente todos ellos negros)
disminuyeron en 4,7 por ciento. Durante el período que va de mayo de 1980 a
mayo de 1983 el nivel de vida de los negros mejoró en 2,6 por ciento, frente a 4,9
por ciento para los blancos, 5,7 por ciento para las personas «de color» y 15,5 por
ciento para los asiáticos, y esto tras un período, a fines de la década de los setenta,
en que la tasa de incremento de los negros había superado a la de los blancos.
Además de los factores ya mencionados, el fracaso en la promoción de los negros
y una elevada migración de los blancos, según SALDRU la situación relativa de
los negros se ha deteriorado por el alto índice de desempleo, el rápido crecimiento de la población y el hecho de que los efectos de la sequía se hubieran dejado
sentir más sobre los negros (en particular en los «territorios patrios»).
En junio de 1983 la Comisión Nacional de Mano de Obra publicó un informe sobre la cuestión de un salario mínimo nacional en Sudafrica, cuestión sobre
la cual el Gobierno de Sudafrica había recibido presiones tanto desde el interior
como desde el exterior durante la década de los setenta. La Comisión llegó a la
conclusión de que el Gobierno no debería introducir un salario mínimo a nivel
nacional como medio de combatir el desempleo y la pobreza, ya que tal medida
podría terminar por alterar el funcionamiento de una economía libre del mercado. También había estudiado los efectos de los sistemas de salarios mínimos en
otros países, incluidos algunos del tercer mundo, y había sacado la conclusión de
que un sistema de salario mínimo hace que aquellos que buscan trabajo se trasla-
Evolución de la situación
37
den de zonas rurales a zonas urbanas, ocasionando problemas sociales. Pero la
Comisión consideraba necesaria cierta reglamentación del salario mínimo y recomendaba que la Junta de Salarios continuara fijando los mínimos en aquellos
sectores en los que opera. En un libro blanco que publicó a continuación el
Gobierno, éste aceptaba las recomendaciones de la Comisión, incluida una recomendación ambigua en el sentido de que la Junta de Salarios debería continuar
sus esfuerzos «por hacer una mayor distinción en las diferentes categorías o grados de trabajadores». En una referencia a los salarios mínimos en la agricultura y
en el servicio doméstico privado, la Comisión afirmaba que éstos son dos sectores que quedan a menudo excluidos en la fijación de los salarios que se realiza en
otros países. En Sudafrica en ninguno de ellos se permite la sindicación y ambos
están excluidos de la jurisdicción de la Junta de Salarios. Del informe de la Comisión se desprende claramente que estos dos sectores, con sus bien anaigadas
conexiones personales y privadas con intereses políticos y económicos en Sudafrica, se seguirán viendo privados de los beneficios de un salario razonable para
los trabajadores que los integran (predominantemente negros), así como que el
Gobierno considera que un salario mínimo a escala nacional no sólo tendría consecuencias para la economía del país, sino que también supondría una amenaza a
su política de control de admisión.
La cuestión de los salarios mínimos ha despertado interés en otro contexto,
el del sistema de consejos laborales. El recientemente creado Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos y Afines (MAWU) solicitó integrarse en el Consejo Laboral
de la Metalurgia y tomó parte en las negociaciones salariales de 1983, habiendo
informado plenamente al Consejo de que no tendría que consultar a sus miembros y obtener de ellos su mandato antes de aceptar nuevas propuestas salariales.
Este sindicato, cuyo objetivo era «un salario mínimo vital» en la base de la escala
salarial, pidió tiempo para consultar cuando se estaban desarrollando las negociaciones, petición que fue rechazada por los empleadores y por los sindicatos establecidos en el seno del Consejo. Abandonó, pues, las negociaciones y en su ausencia se llegó a un acuerdo, que sus miembros rechazarían posteriormente. Entonces, el MAWU intentó elevar las tasas mínimas en nuevos acuerdos mediante
negociación separada en las fábricas de ciertas empresas, pero se encontró con
una rotunda negativa, ante lo cual se acogió a los propios procedimientos de
solución de conflictos del Consejo. Esta situación es representativa de la actitud
de la mayoría de los sindicatos de reciente creación con respecto a los mínimos
que se negocian en los consejos laborales; todavía no han alcanzado su objetivo
de 2 rands por hora como «salario mínimo vital», y en cualquier caso la inflación
lo está dejando rápidamente atrás. El argumento de los sindicatos es que la utilización de conceptos de pobreza a base de datos y los índices de precios del consumo que se han utilizado en el pasado sin la suficiente representación sindical de
los intereses de los trabajadores negros son teóricos e insuficientes y no tienen en
cuenta las realidades de la vida de los negros. Los sindicatos establecidos de los
Consejos, de composición mayoritariamente blanca o mixta (a los que los sindicatos de reciente creación que representan a trabajadores negros describen como
«no representativos»), defienden por lo general los intereses de grados más elevados de la escala laboral y, en opinión de los nuevos sindicatos, no tienen suficientemente en cuenta la situación de los trabajadores negros en las negociaciones
a nivel industrial.
38
Informe especial sobre el apartheid
A pesar de que estos nuevos sindicatos consideran que las tasas salariales
mínimas son insuficientes dentro del sistema de consejos laborales, las pequeñas
empresas reclaman cada vez en mayor medida la exención de las tasas salariales
fijadas por los consejos laborales (que tienen carácter legal), aduciendo que no
pueden pagar los salarios acordados. La legislación por la que se rigen los consejos laborales prevé la apelación al Ministro de Mano de Obra en aquellos casos en
que se le niega a un solicitante tal exención, y recientemente se ha propuesto que
la apelación se haga ahora ante el Tribunal Industrial. En el pasado los casos de
exención formal han sido raros, pero las recientes propuestas parecen otro ejemplo de la presión sobre los niveles salariales. En términos generales, los incrementos salariales de 1982 y 1983 quedaron bastante por debajo de la tasa de inflación,
por lo que el nivel de vida real de los negros ha descendido. Además, los despidos
generalizados han reducido la capacidad de maniobra de los sindicatos en la
negociación salarial, pero, en el momento de redactar este informe especial, ni lo
uno ni lo otro habían conseguido reducir en forma significativa la tasa de inflación.
Seguridad e higiene del trabajo
Un aspecto destacado en este último año ha sido el incremento de la actividad desarrollada por los nuevos sindicatos en la esfera de la higiene y seguridad
del trabajo, algo por lo que nunca habían demostrado mucho interés en el pasado
los sindicatos establecidos. El origen de este interés y de esta actividad hay que
buscarlo en el hecho de que los afiliados a los nuevos sindicatos, al ocupar los
grados más bajos de la escala laboral, son los trabajadores más expuestos a los
riesgos profesionales y constituyen la inmensa mayoría de las víctimas de lesiones debidas a accidentes del trabajo registradas. Además, la pérdida de vidas en
varios incidentes ocurridos en las minas en 1983 fueron también motivo de preocupación.
Pero las cuestiones relacionadas con la seguridad e higiene del trabajo, con
especial referencia a los procedimientos de indemnización de los trabajadores,
hace ya un tiempo que atraen la atención de los grupos de apoyo a los negros.
Este tipo de asistencia se ha canalizado a través de movilizaciones de servicios
médicos que cuentan con «clínicas» de asesoramiento al trabajador, cuyo fin es
asesorar y orientar a las personas convalecientes de una enfermedad o que se
recuperan de una lesión, y a los sindicatos que buscan ayuda en relación con
problemas de seguridad e higiene de sus afiliados en el trabajo. Una gran parte del
personal voluntario de estas clínicas son médicos. Por vez primera, siete de ellas
celebraron un seminario en 1983 para compartir experiencias y buscar soluciones
coordinadas a problemas comunes. En el debate parlamentario de la nueva ley
sobre maquinaria y seguridad en el trabajo se dijo que las secuelas de los accidentes y las lesiones profesionales cuestan al año 400 millones de rands; anualmente
se produjeron 335 000 accidentes del trabajo, con una pérdida de 30 millones de
días-hombre al año. Sobre una población económicamente activa de 9,4 millones, esto suponía una proporción de aproximadamente 33 de cada 1 000 trabajadores.
A raíz de la promulgación de la nueva ley, el Departamento de Mano de
Obra publicó un proyecto de reglamento en materia de seguridad, que levantó
protestas entre los empleadores, y cuya consecuencia fue la apertura de consultas
Evolución de la situación
39
entre las principales organizaciones de empleadores y el Director General de
Mano de Obra. El nuevo Consejo Asesor en Seguridad del Trabajo se encargará a
partir de ahora de investigar las quejas de los empleadores. Como consecuencia
de estas consultas se conoció la composición del consejo asesor; su presidente es
el jefe de la división de seguridad en el trabajo del Departamento y lo componen
cinco representantes gubernamentales y cuatro del sector privado. Los negros no
están representados, a pesar de constituir el 75 por ciento de la fuerza de trabajo,
pero hay dos sindicalistas blancos, uno de la Confederación del Trabajo (SACOL) y otro perteneciente al Consejo de Sindicatos de Sudafrica (TUCSA).
En julio de 1983 se produjo una explosión en las instalaciones de Sasolberg
de la compañía AECI (ICI), en la que resultaron muertos dos trabajadores. Los
350 trabajadores negros de la fábrica estuvieron ausentes del trabajo durante
varios días, negándose a volver hasta que se hubiera realizado una investigación
y confirmado la seguridad de las instalaciones.
A pesar del elevado número de accidentes, se han emprendido al año pocas
acciones legales por contravención de la ley sobre fábricas, maquinaria y trabajos
de construcción (ahora derogada). Los servicios de inspección siguen estando
mal dotados en cuanto a personal. Un experto estadounidense en cuestiones de
seguridad e higiene del trabajo en visita a Sudafrica, el Sr. B. Castleman, se mostró muy crítico con respecto a las cuestiones de seguridad en este país. En su
opinión, los trabajadores contaban con muy poca protección y su salud y seguridad corrían peligro. Describió las normas de seguridad e higiene en general como
«primitivas» y dijo que la nueva ley es vaga, «con varias décadas de retraso con
respecto a la protección que se ofrece a los trabajadores en el mundo occidental»,
y deja toda la cuestión en manos de los empleadores. La ley se había introducido
sin consultar a los trabajadores negros. Un defecto importante era que los inspectores tenían que visitar una fábrica varias veces antes de emprender una acción,
dando a los empleadores tiempo suficiente para «tapar los agujeros». La máxima
pena según la ley era una multa de 4 000 rands o dos años de cárcel, o ambas
cosas.
Bajo el epígrafe «Sindicatos» se hace referencia al gran interés por las cuestiones de seguridad demostrado por el recién creado Sindicato Nacional de Mineros (NUM). En 1983 se produjeron una serie de desastres en las minas que se
saldaron con una importante pérdida de vidas humanas, destacando la mina de
carbón de Hlobane, en la que perdieron la vida 68 trabajadores. Esta mina pertenece a ISCOR (Iron and Steel Corporation), la industria siderúrgica de propiedad
estatal. El desastre provocó una viva reacción por parte del NUM, que puso en
tela de juicio las normas de seguridad de la mina y exigió que el sindicato representara a los trabajadores en una encuesta inmediata; además pidió un breve
paro en el trabajo a los mineros en memoria de los que habían fallecido. En la
encuesta e investigación mixtas que siguieron se encontró a ISCOR culpable de
haber incurrido en negligencia con respecto a las normas generales de seguridad
de la mina. Ello había contribuido a la explosión cuya causa inmediata había sido
el fallo de un minero blanco (que murió en la explosión) al no detectar gas, cuya
presencia ya se había comunicado pero cuya existencia ignoraba la dirección. El
NUM estuvo representado por tres expertos internacionales durante la encuesta.
Uno de ellos, el doctor H. Eisner, experto británico en seguridad en las minas,
afirmaría posteriormente que el número de accidentes mortales en las minas de
40
Informe especial sobre el apartheid
carbón sudafricanas era seis veces superior al registrado en las británicas y 1,6
veces superior al de las estadounidenses, pero, dada la forma en que se compilan
las estadísticas en Sudafrica, éstas dan una «impresión errónea y engañosa». En
todos los demás países tales estadísticas hacen una diferencia entre las operaciones subterráneas en las minas y las operaciones a cielo abierto, mientras que en
Sudafrica esta distinción no se hacía, con lo que la tasa de accidentes mortales y
de lesiones se hacía aparecer más baja en el primer tipo de operaciones de lo que
era en realidad. Además, en Sudafrica el 98 por ciento de los accidentes eran
atribuidos, según la versión oficial, a «peligros inherentes al trabajo o a la fatalidad» y sólo 1,5 por ciento de ellos a «responsabilidad de la dirección».
En un incidente ocurrido en la mina West Driefontein, propiedad de la
Goldfields Company, los trabajadores negros se negaron a trabajar en una zona
que consideraban peligrosa: 17 de ellos fueron despedidos. Según el NUM, dos
días después se produjo un desprendimiento de rocas en la zona, en el que resultó
herido un trabajador. Como consecuencia de ello, el sindicato presentó una petición al Tribunal Industrial para la reintegración temporal de los 17 hombres
mientras el sindicato llegaba a una solución del conflicto con la compañía sobre el
despido. El NUM pidió asimismo al ingeniero de minas del Gobierno que se
abriera una investigación con carácter urgente sobre la seguridad de la zona en
cuestión, en virtud del artículo 5, párrafo 4, de la ley sobre minas y fábricas. Esta
fue la primera ocasión en que un sindicato de reciente creación había recurrido a
una disposición de la ley de la que raras veces se hace uso y que permite a los
representantes de los trabajadores exigir una investigación oficial cuando consideran que las condiciones son inseguras. Aunque el inspector de minas afirmó
que había encontrado la mina «aceptablemente segura en su conjunto», había
dos lugares que podían constituir un peligro para las personas que trabajaran en
ellas. La investigación rechazó el caso del NUM, pero éste lo ganó en el Tribunal
Industrial, que ordenó la readmisión de los 17 hombres y el pago de los salarios
correspondientes al tiempo transcurrido desde su despido. Sólo un mes después
del desastre de la mina de carbón de Hlobane, el NUM se ocupó también de la
causa de un fuego en la mina de oro de la Anglo-American Corporation en Vaal
Reefs, en el que perecieron 10 trabajadores negros.
Un riesgo importante para los mineros y obreros negros se da en las minas
de asbesto propiedad de la General Mining Corporation, en especial en la explotación del asbesto azul ; no se conocen las estadísticas sobre los efectos del polvo
de asbesto en los trabajadores empleados en este tipo de minas en Sudafrica, y
hasta los detalles sobre el destino de las ventas de asbesto se consideran secretos.
Pero el rechazo cada vez mayor al uso del asbesto en productos acabados, a causa
de sus efectos sobre la salud, ha provocado una reducción en la actividad de las
minas de asbesto sudafricanas.
La industria minera sudafricana tiene una larga historia de tasas muy elevadas de víctimas mortales y heridos de accidentes; durante el decenio de los setenta murieron entre 700-800 trabajadores y cada año resultaron heridos 28 000 en
accidentes en las minas. La tasa media anual de mortalidad parece haberse elevado en años más recientes, como indican los últimos datos disponibles: en los
últimos diez años han muerto 8 209 personas y más de 230 000 han resultado
heridas. Como los trabajadores negros constituyen el grueso de la fuerza laboral en
la industria, también son, con mucho, las principales víctimas de los accidentes.
Evolución de la situación
41
Desempleo
Se han producido un considerable número de despidos en muchos sectores
de la economía sudafricana durante los dos últimos años, que han afectado fundamentalmente a la mano de obra negra y que deben de haber elevado de una
manera significativa el nivel de desempleo negro. El informe de la Comisión
Nacional de Mano de Obra de 1982 afirmaba que se había producido «un marcado deterioro» en los niveles de desempleo; el número de desempleados blancos
registrados había pasado de 5 600 en diciembre de 1981 a 10 200 en noviembre
de 1982; el número de desempleados «de color» aumentó en 62 000 y el de asiáticos en 5 300 durante el mismo período. En el caso de los negros, los datos
suministrados no reflejan la realidad, puesto que no muestran el desempleo registrado, sino que se basan en métodos de muestreo superficiales y poco fiables y no
cubren los «territorios patrios». La confirmación del notable incremento en los
niveles generales de desempleo vino a través de diferentes informaciones en el
sentido de que durante el período enero-septiembre de 1983 se habían pagado en
subsidios de desempleo 78 millones de rands, frente a los 34 del mismo período
de 1982. Dado el incremento en la demanda de subsidios, el Seguro de Desempleo había tenido que realizar una inversión de 20 millones de rands.
Durante el decenio de los años setenta varios profesores universitarios intentaron conocer el verdadero nivel de desempleo de los negros, y todos estuvieron
de acuerdo en que se situaba entre 20 y 25 por ciento de la población económicamente activa de raza negra. En 1982, el Sr. Charles Simkins, de la Universidad de
Ciudad del Cabo, con el beneficio de la retrospectiva y valiéndose de la información contenida en el censo de población de 1980, intentó evaluar la exactitud de
los cálculos que había realizado durante la década de los setenta, con el fin de
establecer con razonable precisión el nivel de desempleo existente entre los
negros. Su análisis demostró que la fuerza del trabajo de raza negra había aumentado en once años (1970-1981) de 4 575 000 a 6 371 000 (lo que daba también
una idea de la tasa de incorporación de los negros al mercado del trabajo); por
otro lado, el empleo total de todos los grupos étnicos en el mismo período se
había incrementado en sólo 1219 000. La tasa de crecimiento de los trabajadores
negros había, pues, superado al número total de puestos de trabajo creados
durante ese período. El Sr. Simkins comprobó que fue a partir de 1976 cuando se
registró un crecimiento más rápido del desempleo, que condujo a una tasa de
21,1 por ciento de desempleo negro en 1981. El Sr. Simkins se basó para sus
investigaciones en las cifras totales de población sudafricana, es decir, incluida la
población de los «territorios patrios», pero, a causa de la escasa información
disponible para esas zonas, no pudo desglosar la situación total en una comparación del desempleo en los «territorios patrios» y en la Sudafrica «blanca». Por
otro lado, y debido a los controles de admisión y a las políticas de desplazamientos, se puede suponer razonablemente que los niveles son mucho más elevados en
los «territorios patrios» que en la Sudafrica «blanca». Como la recesión económica ha afectado a Sudafrica desde 1980, el año en que el Sr. Simkins hizo sus
cálculos, es, por tanto, probable que el nivel de desempleo sea en la actualidad
superior a 21,1 por ciento.
42
Informe especial sobre el apartheid
Migración blanca
Según las estadísticas publicadas por el Servicio Central de Estadística del
Gobierno de Sudafrica, en 1982 entraron en este país 45 600 migrantes: 30 600
adultos y 15 000 jóvenes. En ese mismo año unos 6 000 blancos emigraron de
Sudafrica, frente a más de 20 000 en 1978. En 1982, por lo tanto, los inmigrantes
superaron claramente a los emigrantes, en número superior a 39 000, en comparación con 34 200 en 1981.
Un informe de la Oficina Británica de Censos de Población y Encuestas
indicaba que el número de subditos británicos emigrantes a Africa del Sur creció
en 50 por ciento en 1982, pasando de 18 000 a 27 000, lo que quiere decir, cuando
se ven las estadísticas sudafricanas, que el Reino Unido sigue siendo el país que
más emigrantes aporta a Sudafrica. Durante los seis últimos meses de 1982, 7 750
personas emigraron de Zimbabwe con destino a Sudafrica.
También se publicaron en Sudafrica datos que ofrecen una imagen general
del tipo de profesionales y trabajadores calificados a los que se atrae allí. El cuaCuadro 8. Número de entradas en el país por grupos profesionales
Profesión
1980
1981
Ingenieros
Médicos y dentistas
Contables
Personal docente
Otros
863
161
268
298
2 174
1350
167
297
381
2 779
Total
3 764
4 974
Enero-junio
1982
Fuente: Repon of the National Manpower Commission, 1982.
dro 8 indica el número de entradas en el país en los períodos indicados, clasificadas por grupos profesionales amplios.
Sobre los efectos de la recesión económica en Sudafrica, y posiblemente
sobre lo que será el futuro de la migración en este país, dan alguna idea informaciones publicadas en la prensa en las que se afirmaba que el Gobierno estaba
buscando trabajo para los inmigrantes. Los trabajadores calificados que habían
llegado al país sin un puesto de trabajo y otros que se habían encontrado al llegar
con que no tenían el trabajo que se les había prometido estaban sin empleo. El
Gobierno había decidido, por tanto, detener la inmigración en aquellos casos en
que no exista una oferta de trabajo concreta.
El informe especial de 1983 se refería al anuncio de que según la nueva
legislación los inmigrantes quedarían sujetos al servicio militar. Noticias ulteriores han señalado que esta obligación seguiría vigente hasta la edad de 56 años en
casos de emergencia. Los periódicos sudafricanos se quejaban de que, según la ley
en vigor, 100 000 inmigrantes escapaban a la obligación de cumplir el servicio
militar.
Evolución de la situación
43
«APARTHEID», CONTROL DE ADMISIÓN Y CUESTIONES LABORALES
Control de admisión
En los dos informes especiales precedentes se hizo referencia al proyecto de
ley sobre movimiento y asentamiento armonizados de personas negras, que era
uno de los tres proyectos de ley «Koornhof» publicados por vez primera en 1982.
La oposición a este proyecto de ley había sido general y, en vez de ser presentado
al Parlamento siguiendo el procedimiento normal, fue remitido a una Comisión
Parlamentaria Especial de Selección para que lo examinara. Dicho proyecto de
ley no fue sometido al Parlamento en la reunión de 1983, y en el momento de
redactar el presente informe especial, no lo había sido tampoco en la reunión de
1984. Si este proyecto de ley fuera promulgado en su forma actual, reforzaría el
control sobre la entrada de negros de los «territorios patrios» en zonas rurales y
urbanas blancas, como se describió en el informe especial de 1983. Se valdría de
la «ciudadanía» para impedir que aquellos que están condenados a ser «ciudadanos» de los «territorios patrios independientes» adquirieran los derechos de residencia permanente fuera de sus «territorios patrios». La medida se convertiría en
un mecanismo más de división de la población negra trazando unas líneas de
demarcación mucho más estrictas entre los que viven en «territorios patrios» y
los que habitan en zonas urbanas blancas. Está claro que el Gobierno tiene la
intención de presentar un proyecto de ley, y posiblemente en asociación con la
nueva constitución, pero no ha trascendido si, y en qué medida, el proyecto de ley
existente ha sido enmendado o tal vez substituido por uno nuevo. Lo que sí es
significativo e ilustra hasta qué punto las autoridades consideran el control del
movimiento y el reasentamiento de los negros no únicamente en términos de
mano de obra o como población de los territorios patrios, sino también en el
contexto de la seguridad interna, es la participación en la preparación del proyecto de ley de los Departamentos de la Ley y el Orden, Asuntos Internos y Defensa
y del Servicio Nacional de Inteligencia.
El Ministro de Cooperación y Desarrollo, dirigiéndose al Parlamento en
agosto de 1983, afirmó que el Gobierno «no pedía disculpas» por el control de
admisión, que pensaba mantener; tampoco toleraría el Gobierno el establecimiento ilegal en zonas urbanas. En la práctica, sin embargo, las limitaciones propuestas por el proyecto de ley se han introducido en gran parte mediante procedimientos administrativos. A fines de 1982 la junta de administración de El Cabo
Occidental distribuyó miles de circulares de advertencia contra el empleo de
negros «ilegales», citando la disposición del proyecto de ley que elevaba la multa
por esta infracción de 500 a 5 000 rands. Como consecuencia de ello un número
importante de negros perdieron su empleo. Las juntas de administración tanto
del East Rand como del West Rand se negaron en 1963 a conceder el permiso
para que «los trabajadores migrantes de raza negra cambiaran de trabajo en
zonas urbanas sin regresar primero a sus territorios patrios». Tal medida afectaba
incluso a aquellos que eran despedidos antes de terminar su contrato de trabajo
pero que encontraban uno nuevo dentro de la zona urbana. Además, la junta de
administración del West Rand introdujo nuevas cláusulas en los contratos de
trabajo de los migrantes, en las que se estipulaba que el trabajador perdería su
empleo si venían a reunirse con él miembros de su familia procedentes de otras
44
Informe especial sobre el apartheid
zonas. Junto con estas medidas, se impuso el toque de queda sobre los negros en
la zona de Durban y el número de detenciones por infracción de la ley de pases
aumentó considerablemente en todas las zonas. En el West Rand una «inspección sistemática en busca de residentes ilegales» realizada en una noche en el
barrio de Orlando se saldó con la detención de 1 000 residentes, 300 de los cuales
fueron inculpados. Las cifras que se ofrecen a continuación indican hasta qué
punto ha aumentado el número de detenciones de infractores de la ley de pases en
el transcurso de los tres últimos años :
Cuadro 9.
Año
Detenciones de infractores de la ley de pases, 1980-1982
Número de detenciones
Por la policía
1980
1981
1982
81050
73 691
93 376
Total
Por funcionarios
de las juntas
de administración
77 305
88 333
112 646
158 335
162 024
206 022
Extraído de Debates del Cuerpo Legislativo.
Cuando se estaba preparando este informe especial, la Oficina tuvo noticia
de la presentación al Parlamento sudafricano del proyecto de ley modificatoria de
las leyes sobre extranjeros y sobre inmigración, que parece haber substituido al
proyecto de ley propuesto sobre movimiento y asentamiento armonizados de
personas negras, aunque no se había recibido confirmación oficial del hecho.
Aunque no se hace mención alguna a los grupos étnicos, está claro que lo que se
pretende realmente es controlar la entrada de negros de los territorios patrios a
zonas blancas al describirlos como «extranjeros» y recurrir a trámites de inmigración. Dos aspectos destacados del proyecto de ley son la obligación para los
extranjeros de dejar en depósito una cantidad de dinero para poder obtener un
permiso de entrada (el dinero se devolverá a la salida) y la prohibición de emplear a un extranjero que no esté en posesión de un permiso; todo empleador que
infrinja esta disposición se expone a multas de hasta 5 000 rands o a dos años de
prisión. El proyecto de ley propone otorgar poderes al Ministro para que pueda
eximir a «cualquier persona o clase de personas», lo que servirá, sin duda alguna,
para reducir el efecto de las disposiciones propuestas sobre los blancos y sobre
cualesquiera otros grupos que las autoridades deseen permitir entrar. Por tanto, la
excusa cínica de un control de la inmigración se aplicará probablemente a los
negros en substitución de los actuales procedimientos de control de admisión,
para revestir de «respetabilidad» una política que no va a cambiar sino que va a
permitir en la práctica una mayor eficacia en la reclusión de los negros en sus
denominados «territorios patrios» como «extranjeros».
Los centros de asesoramiento jurídico y otras organizaciones de voluntarios
se han venido ocupando, a menudo en colaboración con los sindicatos de reciente
creación, y cada vez en mayor medida, de examinar la aplicación en los tribunales de la legislación sobre los desplazamientos de los negros. Durante 1983 el
Evolución de la situación
45
Centro de Consultas Jurídicas obtuvo un gran éxito en lo que se ha conocido
como el «Caso Rikhoto». Los antecedentes de este caso hay que buscarlos en los
términos de la ley sobre los negros (zonas urbanas) y del reglamento de oficinas
de mano de obra de 1968, que fueron promulgados con el objeto de limitar el
número de residentes negros permanentes en zonas urbanas blancas. La ley permitía la residencia de personas de raza negra en una zona urbana cuando un
negro, soltero, acogido al sistema de migración, había trabajado durante diez
años para un empleador o durante quince para más de uno. El reglamento de
1968 introdujo el concepto de empleo «continuado» durante esos períodos y los
funcionarios de las oficinas de mano de obra lo interpretaron (con la aprobación
del Gobierno) en el sentido de que el período (aunque se tratara de un día) que
había de pasarse obligatoriamente en los «territorios patrios» entre contratos
anuales (a pesar del hecho de que el siguiente contrato fuera con el mismo
empleador) interrumpiría la continuidad del empleo. Desde 1968 había resultado, pues, imposible reunir los requisitos para obtener un permiso de residencia
permanente de esta forma. El Sr. Rikhoto había trabajado durante diez años con
el mismo empleador en contratos anuales sucesivos y se convirtió en el caso que
debía sentar un precedente ante el Tribunal de Apelación, el cual estimó que la
exigencia de regresar a los «territorios patrios» entre contratos no rompía la continuidad requerida por la ley y que, por lo tanto, había adquirido los derechos de
residencia, junto con su familia. Esta sentencia fue muy aplaudida, pues significaba una victoria importante sobre los controles del Gobierno, que permitiría a
143 000 trabajadores negros en las mismas condiciones residir también en zonas
urbanas. Pero era, por supuesto, contraria a los planes del Gobierno para mantener a la población urbana de raza negra en los niveles más bajos posibles compatibles con las necesidades económicas.
El Gobierno estudió la posibilidad de modificar el reglamento de 1968 con el
fin de anular directamente los beneficios de la sentencia, y las diversas juntas de
administración, dentro de las cuales funcionan las oficinas de mano de obra,
emplearon tácticas dilatorias con el gran número de negros que solicitaron entonces los derechos de residencia sobre la misma base que lo había hecho el Sr.
Rikhoto. Además, al introducir la cuestión de la «ciudadanía» y excluir a los
ciudadanos de «territorios patrios independientes», las juntas añadieron más
confusión y retraso. Finalmente, el Gobierno intervino en el asunto modificando
otra legislación, la relativa a la ley modificatoria sobre cooperación y desarrollo,
según la cual un hombre que reúna los requisitos para adquirir los derechos de
residencia, como era el caso del Sr. Rikhoto, debe obtener aprobación oficial para
cualquier clase de alojamiento que consiga en la zona urbana. Ahora la ley especifica el tipo de alojamientos que pueden recibir esa aprobación, pero, dada la
escasez de éstos en todas sus variantes y que el Estado controla directamente la
construcción de viviendas en los barrios negros, es inevitable que el factor alojamiento se convierta en un elemento vital del control del número de negros que se
desplazan a zonas urbanas. En 1982 el número de nombres inscritos en la lista de
espera de solicitantes de viviendas situadas fuera de los «territorios patrios» se
estimaba en 168 000; para acabar con esta lista se necesitaban de 50 000 a 60 000
nuevas viviendas al año. El máximo alcanzado fue en 1979-1980, período en que
se construyeron 10 000 nuevas casas. En opinión del Blash Sash, la organización
de voluntarios que se ocupa de los problemas de los negros en las ciudades, según
46
Informe especial sobre el apartheid
estas condiciones «será casi imposible que los trabajadores puedan traer a sus
familias a las ciudades ; sólo aquellos que vivieran en ellas antes de la modificación de la ley pueden librarse de sus disposiciones». En febrero de 1984 el Dr.
Koornhof anunció que 24 688 negros tenían derecho a residir en las ciudades
según la sentencia del caso Rikhoto; lo que no dijo, sin embargo, fue que la
mayoría de ellos continuarían viviendo en las zonas urbanas como hombres solteros a causa de los obstáculos que había creado para sus familias la enmienda del
Gobierno a la legislación a que antes se ha hecho referencia. Tampoco explicó por
qué era tan reducido el número de los que habían adquirido esos derechos. El
Gobierno está, pues, incrementando sus medidas para impedir el aumento del
número de negros en zonas blancas y para acrecentar aún más las divisiones entre
esas zonas y los «territorios patrios».
Un cambio de política no anunciado por parte de la organización de empleadores de la industria metalúrgica, la Federación de Industrias del Acero e Industrias Mecánicas de Sudafrica (SEIFSA), provocó una viva reacción a la que no
fueron ajenos los sindicatos. Este cambio suponía la introducción de nuevos términos en los contratos (sujetos a control de admisión) para los trabajadores
migrantes de la industria. Se han introducido enmiendas para que los empleadores puedan despedir a los trabajadores avisándoles con un día de anticipación
durante el período del contrato (entonces tendrían que regresar a los «territorios
patrios»), a diferencia de lo que se hacía anteriormente, cuando se les contrataba
específicamente por un período de doce meses. Según SEIFSA, esto sitúa a los
migrantes en el mismo nivel que los trabajadores con derechos urbanos, pero este
argumento ignora toda la serie de desventajas que tienen los primeros con respecto a los últimos. Está claro que el cambio se debe al deseo de los empleadores de
poder despedir a los trabajadores de una forma más rápida y fácil, y se produjo
después de consultas celebradas entre SEIFSA y el Departamento de Cooperación
y Desarrollo.
Otro aspecto importante del control de admisión que fue objeto de atención
durante 1983 fue el anuncio en el mes de junio, por el Ministro de Cooperación y
Desarrollo, Sr. P. Koornhof, de que toda la población negra de El Cabo Occidental, 200 000 personas, iban a ser trasladadas a un nuevo enclave en Klayelitsha, a
35 kilómetros de Ciudad del Cabo. El Cabo Occidental es considerado como
Zona de preferencia de los trabajadores «de color», que en la práctica es una de
las formas principales de reserva de empleos legal que concede prioridad a las
personas «de color» sobre las de raza negra en materia de empleo en la zona. A
los negros que proceden de fuera de ella, así como a aquellos que han logrado
tener suficiente trabajo a través de los años como para adquirir derechos de residencia en Ciudad del Cabo, sólo se les contratará si no hay disponible mano de
obra «de color». Además de la población negra con derecho de residencia se han
establecido allí numerosos negros «ilegales», muchos de los cuales son familiares
de los trabajadores migrantes procedentes del Ciskei y Transkei. Como consecuencia de ello, y dado que no se han construido viviendas para negros en El
Cabo Occidental desde hace muchos años (puesto que la versión oficial es que
están allí únicamente como complemento de la mano de obra «de color»), se han
desarrollado los infames campos de asentamiento ilegal de Crossroads, Nyanga y
KTC. Estos campos han sido escenario durante mucho tiempo de brutales redadas policiales, en las que se han destruido chabolas y refugios improvisados y se
Evolución de la situación
47
ha forzado a sus habitantes a regresar a sus «territorios patrios». Varios ataques
de este tipo se produjeron en el campo KTC durante 1983.
La decisión de trasladar a los negros de El Cabo Occidental a una «ciudad»
(Klayelitsha) presenta ventajas muy claras para las autoridades: eliminará los
campos de asentamiento ilegales que han dado lugar a tantas críticas a nivel
internacional; permitirá un control mucho más eficaz de los movimientos de los
negros en El Cabo Occidental, y de la entrada en la zona de personas en busca de
empleo procedentes del Ciskei y Transkei; y también, al estar junto a terrenos e
instalaciones de las fuerzas sudafricanas de defensa, podrán ser fácilmente vigilados en evitación de disturbios. Este hecho es igualmente importante porque supone una prueba más del propósito del Gobierno de demarcar, de una forma mucho
más clara, las zonas, tanto los «territorios patrios» como los «barrios», en que se
permitirá a los negros trabajar y residir según las necesidades de la economía y las
exigencias de la seguridad interna.
Reasentamientos
Los mecanismos de segregación funcionan según varias leyes principales : la
ley sobre zonas reservadas, como su nombre indica, segrega a los grupos de
población en distritos delimitados en las zonas urbanas; la ley sobre los negros
(zonas urbanas) y la ley sobre mano de obra negra regulan la presencia de los
negros en las zonas urbanas y ofrecen el marco legal en que funciona el control de
admisión y por el cual se concentra a las personas en «territorios patrios», en los
que no pueden adquirir los derechos para vivir y trabajar en zonas urbanas blancas. Pero las zonas rurales también están sometidas a designación y separación,
que aplican la ley sobre territorio y fideicomiso de desarrollo junto con la ley
sobre administración de los negros. La primera autoriza la designación de los
diez «territorios patrios» como existen en la actualidad, y la segunda, entre
otras cosas, permite el traslado de «manchas negras» fuera de las zonas rurales
blancas.
El término «manchas negras» o, como las ha descrito el Gobierno, «zonas
mal situadas» son asentamientos negros en lo que son designadas como zonas
rurales blancas o como parte de un territorio patrio. Estos asentamientos, que con
frecuencia han sido propiedad y medio de vida durante más de ochenta años de
los antepasados de los actuales ocupantes, son el habitat de comunidades rurales
negras que en muchos casos gozan de cohesión social, estabilidad y autonomía,
con una economía local que les es propia. A menudo han construido ellos mismos su propia infraestructura económica y social que depende fundamentalmente de una agricultura de subsistencia, a menudo lo suficientemente desarrollada
como para permitir vender sus excedentes en el mercado local y generar un cierto
nivel de empleo remunerado. Escuelas, iglesias, tiendas y otros aspectos de una
vida social ordenada, construidos por las propias personas, son características de
muchos de ellos.
Pero en virtud de su ubicación en zonas que han sido designadas como blancas o como parte de un territorio patrio, no se ajustan al modelo de segregación
que ha decretado el Gobierno. En consecuencia, se parcelan, se obliga a la gente a
trasladarse a «territorios patrios», los edificios son demolidos y la tierra pasa a
manos de agricultores blancos, sin que esté prevista la compensación a los pro
48
Informe especial sobre el apartheid
pietarios negros por las pérdidas ocasionadas. El Gobierno ha anunciado que
todavía quedan por recuperar 75 de tales «manchas negras» y que la gente será
enviada a «territorios patrios». Durante 1983 dos de estas zonas atrajeron considerable atención. Se trataba, en el primer caso, en Driefontein, de tierra comprada en 1912 y ocupada y desarrollada de forma continuada por la comunidad, que
estaba dividida entre 300 propietarios, y de la cual vivían 7 000 personas de diferentes orígenes étnicos, unas trabajando en su propia tierra, y otras en explotaciones agrícolas blancas vecinas y aserraderos. La comunidad es estable, relativamente próspera y ha gozado de la continuidad de una buena dirección. De acuerdo con la política del Gobierno, esta «mancha negra» debe ser eliminada dividiéndola en dos partes, cada una de ellas integrada en un «territorio patrio» diferente. Sus habitantes serán divididos según grupos étnicos y su traslado a los
«territorios patrios» se efectuará de acuerdo con su lengua. Lo que se va a destruir no son sólo estructuras físicas, sino también lazos familiares, amistades, el
espíritu de comunidad y la economía local y el empleo que generaban. La población había recibido la orden de trasladarse fuera de la zona hacía más de dos
años, pero se había negado a ello; su lider, el Sr. Paul Mklize, había dirigido
frecuentes peticiones a los ministerios para que reconsideraran la orden de traslado, pero sin resultado alguno. En abril de 1983, cuando dirigía la palabra a una
asamblea esencialmente pacífica de miembros de la comunidad, llegó la policía,
la disolvió y abrió fuego, matando de forma instantánea al Sr. Mklize, cuyo liderazgo responsable y constructivo había impresionado a muchas personas y organizaciones para quienes el destino de la población de Driefontein había adquirido
un considerable interés. Su muerte suscitó una condena enérgica y airada del
Gobierno y de sus políticas de traslados forzosos.
En el Transvaal occidental, Magopa es una «mancha negra» en una situación similar; sus habitantes han recibido la orden de trasladarse al «territorio
patrio» de Bophuthatswana, sin que se les vaya a indemnizar por la tierra que era
legalmente suya o por el potencial de las minas de diamantes que existen en la
zona. En este caso, el Gobierno ordenó la demolición de la escuela para convencer a los padres de que se trasladaran con el fin de que sus hijos pudieran continuar sus estudios. En febrero de 1984 se procedió al desalojo forzoso de parte de
la población, pero la policía impidió que la prensa u otros blancos (incluidos los
representantes de embajadas extranjeras) presenciaran lo que sucedía.
La política de reasentamientos del Gobierno lleva en vigor más de veinte
años, tiempo durante el cual una cifra superior a los 3 millones de personas se
han visto obligadas, a menudo a la fuerza, a abandonar tierras que les habían
pertenecido durante tres generaciones. Está previsto el reasentamiento de otros 2
millones aproximadamente «para el mejor control y gestión de los asuntos
negros», como afirma la ley sobre administración de negros.
«Territorios patrios»
El informe especial de 1983 hacía referencia a la fragmentación en las cuestiones laborales y sociales producida por el sistema de «territorios patrios». Las
respuestas de los ministros a preguntas que se les formularon en el Cuerpo Legislativo durante el período parlamentario de sesiones de 1983 vendrían a corroborar esta situación. Un portavoz de la oposición pidió al Ministro de Cooperación
Evolución de la situación
49
y Desarrollo información sobre el desempleo en cada uno de los cinco «territorios patrios», Lebowa, KaNgwane, KwaNdebele, KwaZulu y QwaQwa. La respuesta del Ministro ilustra la forma en que se han dividido las cuestiones laborales, la manera en que el Gobierno de Sudafrica ha abandonado su responsabilidad ante un pueblo que ahora describe como ciudadanos de otro «Estado» y el
modo en que se emplean los controles laborales para limitar el movimiento de
personas y retenerlas en los «territorios patrios». Las palabras del Ministro fueron las siguientes: «Las cuestiones laborales han sido transferidas a los gobiernos
de los Estados nacionales y, en consecuencia, el Departamento de Cooperación y
Desarrollo no está en condiciones de poder ofrecer las estadísticas solicitadas. Un
ciudadano de un Estado nacional sólo puede salir de éste para emplearse en la
República de Sudafrica si se le ha contratado o solicitado para trabajar en el
Estado nacional y se encuentra en posesión de una libreta de control válida y de
un contrato de servicios que haya sido compulsado en ese Estado nacional. Por
ello, no se elaboran estadísticas de los ciudadanos desempleados fuera de sus
Estados nacionales. »
La respuesta del Ministro se refería a los «territorios patrios autónomos», y
no a los «Estados independientes» (Bophuthatswana, Transkei, Ciskei y Venda),
cuyo grado de independencia con respecto a Sudafrica se considera que es aún
mayor, así como que ejercen un control total sobre sus propios asuntos laborales
y mano de obra. Tal división ha afectado igualmente a la disponibilidad de información estadística. El Servicio central de estadística de Sudafrica no publica estadísticas para,los «Estados independientes» y a menudo tampoco incluye detalles
de los «territorios patrios autónomos», según indicó la respuesta del Ministro.
De una manera cada vez más generalizada las estadísticas publicadas por dicho
servicio se refieren ahora únicamente a la zona «blanca» y ofrecen datos sobre
los blancos, personas «de color», asiáticos y sobre aquellos negros que tienen
derecho a residir en los barrios. Así pues, no siempre es pertinente la comparación directa de las estadísticas actuales con las de períodos anteriores, y la evaluación de las condiciones existentes en los «territorios patrios» presenta cada vez
mayores dificultades. Durante el período parlamentario de sesiones de 1983,
según informaciones, los ministros dejaron sin contestar 99 preguntas relativas a
los «territorios patrios».
Las repercusiones de la división del territorio sudafricano en los denominados «Estados independientes» se extienden a la aplicación en la práctica de los
Convenios internacionales del trabajo ratificados por el Gobierno de Sudafrica
antes de su retirada de la OIT, los cuales, según la Constitución de la OIT, siguen
siendo obligatorios para Sudafrica. A raíz de un informe publicado en 1982 por el
Gobierno de Sudafrica sobre estos Convenios, la Comisión de Expertos hizo
observar que los Convenios se habían ratificado con respecto a todo el territorio
sudafricano y que, en consecuencia, la división de tal territorio en zonas que se
afirma que ya no forman parte de Sudafrica y que no gozan de una condición
legal reconocida internacionalmente, planteaba problemas relativos a la continuidad en la aplicación de los Convenios ratificados.
La situación en que se encuentra la aplicación de la legislación sudafricana,
incluida la laboral, en los «territorios patrios» es confusa, compleja y difícilmente comprensible. La validez de las leyes sudafricanas varía según la condición
política del «territorio patrio» y la fecha en que se alcanzó tal condición, por
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Informe especial sobre el apartheid
ejemplo, si tiene su propia «asamblea legislativa», si es «autónomo» o ha alcanzado la «independencia». Las cosas se complican aún más al tener que añadir las
nuevas leyes que promulgan aquellos que alcanzan esa «independencia». Mientras que cinco «territorios patrios» han alcanzado la «autonomía», uno todavía
no lo ha hecho y cuatro son ya «independientes», lo que crea un marasmo legislativo en el que la aplicación o no de la legislación sudafricana en materia laboral
ya no está clara ni siquiera para los abogados locales, y en el que la situación de
los sindicatos y de sus afiliados sufre de igual confusión. En gran medida, la
capacidad de funcionamiento continúa dependiendo de las políticas individuales
de los dirigentes de los «territorios patrios».
En el informe especial de 1983 se hizo referencia a la situación del seguro de
desempleo en Sudafrica y a cómo había afectado a la administración de la Caja
de Seguro de Desempleo la creación de «territorios patrios» por el Gobierno. La
situación de muchos trabajadores con respecto a esta Caja volvió a cambiar debido a una enmienda introducida en 1982 de la ley sobre el seguro de desempleo,
que disponía que los migrantes y los trabajadores que salieran cada día de los
«Estados independientes» a trabajar fueran incluidos en la Caja de Sudafrica si se
alcanzaba un acuerdo a ese efecto entre el Gobierno de Sudafrica y el «Estado
independiente» que contara con su propia caja. En ese caso, las cotizaciones que
pagaran el empleador y el trabajador a la Caja de Africa del Sur serían transferidas después, según la ciudadanía de este último, a la Caja de su «territorio
patrio». El efecto práctico de esta política es separar a los migrantes y a los trabajadores que diariamente salen de su «territorio patrio» para trabajar (cuyas cotizaciones irán a parar a las cajas de sus «territorios patrios», que se encargarán del
pago de los subsidios), de los ciudadanos de esos mismos «territorios patrios»
que tengan derecho de residencia en Sudafrica (los cuales pagarán sus cotizaciones a la Caja de Sudafrica y recibirán los subsidios en la Sudafrica «bianca»).
Bophuthatswana ya había creado una Caja antes de que se introdujera la enmienda a la ley en 1982, y el Transkei, Ciskei y Venda en una acción coordinada
hicieron lo propio poco después. En una declaración significativa al Cuerpo
Legislativo, que da una idea del bajo índice de empleo en esos «territorios
patrios», el Ministro de Mano de Obra afirmó que ya se había considerado la
posibilidad de crear cajas en los «territorios patrios», pero que «debido a la escasa cantidad de dinero que hubiera sido posible recaudar de los contribuyentes»
(es decir, de los empleadores y de los trabajadores) un sistema de cajas separadas
«no habría sido viable». A raíz de nuevas discusiones, se decidió que el Transkei,
Ciskei y Venda crearan sus propias cajas con «ayuda de carácter administrativo y
técnico de Sudafrica», y es lógico pensar que también con ayuda económica.
La creación de cajas en estos «territorios patrios» fue objeto de duras críticas por parte de varios sindicatos de reciente creación radicados en El Cabo
Oriental que contaban con un importante número de afiliados del Ciskei y Transkei. Tanto en declaraciones públicas como en cartas dirigidas al Ministro de
Mano de Obra que se publicaron, los sindicatos manifestaron que no se había
celebrado ninguna consulta con los trabajadores en relación con el asunto de las
cajas, que la actitud de los gobiernos de los «territorios patrios» con respecto a
los sindicatos y a sus afiliados era tal que terminaría por influir negativamente en
el tratamiento que dispensaran a los trabajadores las administraciones de estas
nuevas cajas, y que deberían devolverse a los trabajadores las contribuciones que
Evolución de la situación
51
habían hecho a la Caja de Sudafrica con anterioridad a la creación de las cajas de
los «territorios patrios»; además, la administración era tan poco eficiente en
éstos que los trabajadores experimentarían grandes dificultades y retrasos en la
obtención de los subsidios de desempleo. No se recibió ninguna respuesta por
parte del Ministro.
Algo parecido ocurre con la Caja de Indemnización de Accidentes del Trabajo. Los trabajadores negros siempre han sufrido considerables retrasos en el
pago por parte de esta Caja, a causa de la poca comunicación que existe entre ésta
y ellos, y muchos pagos siguen sin ser reclamados. Como en el caso de la Caja de
Seguro de Desempleo, se está creando una separación entre los trabajadores
mediante procedimientos de indemnización de accidentes del trabajo. Los ciudadanos de «territorios patrios» con derecho de residencia en la Sudafrica «blanca»
y aquellos que trabajan como migrantes o se desplazan diariamente para trabajar
allí siguen bajo el régimen de la Caja sudafricana, pero aquellos que trabajan en el
interior de un «territorio patrio» ya no estarán cubiertos por una indemnización
en caso de lesión o enfermedad profesional, a menos que el «territorio patrio»
cree su propia Caja de Indemnización de Accidentes del Trabajo. Parece que
Bophuthatswana y Ciskei ya lo han hecho.
También se hizo mención en 1983 al anteproyecto de ley sobre conciliación
industrial que iba a entrar en vigor en Bophuthatswana, siguiendo el consejo del
Sr. Rowan Cronje, ex Ministro del Trabajo en Rhodesia y actual Ministro del
Trabajo y Mano de Obra en Bophuthatswana, que para la redacción de este proyecto de ley se basó en la ley sobre conciliación industrial de Rhodesia. Según el
nuevo texto legislativo, se legalizan los sindicatos en Bophuthatswana a condición de que estén radicados dentro de su territorio, lo que supone de inmediato
dificultades y restricciones al funcionamiento de los sindicatos con base en la
Sudafrica «blanca», en donde trabaja, como migrante o desplazándose allí a diario, la mayor parte de la mano de obra que reside en Bophuthatswana. Muchos
pertenecen en la actualidad a sindicatos radicados en Sudafrica, que, por lo tanto,
carecerán del reconocimiento legal en Bophuthatswana y no podrán, en consecuencia, defender la totalidad de los intereses de sus afiliados. En declaraciones a
la prensa, el Sr. Cronje dejó bien sentado que Bophuthatswana tenía la intención
de impedir que los sindicatos sudafricanos de reciente creación ejercieran cualquier influencia en el «territorio patrio» que pudiera poner en duda la independencia de éste. Según informaciones, las autoridades de Bophuthatswana han
comunicado formalmente a tres nuevos sindicatos negros (incluido el Sindicato
Nacional de Mineros, algunos de cuyos miembros trabajan en este territorio, y
que emprendió acciones de protesta en enero de 1984 en una cuestión de reclamaciones salariales y para mostrar su rechazo a la nueva legislación) que no
pueden operar en ese territorio. El Consejo de Sindicatos de Sudafrica (CUSA) en
unas declaraciones públicas afirmó que «no se convertiría en la víctima del régimen de Bophuthatswana y de su equivocado asesor laboral». Haciendo un llamamiento a los empleadores para que expresaran sus puntos de vista, CUSA añadió
que lucharía contra la prohibición de los sindicatos «extranjeros» «en todos los
foros nacionales e internacionales».
La situación de los sindicatos en el Transkei sigue siendo obscura y no hay
indicios de que haya cambiado la actitud de la administración del «territorio
patrio» con respecto al punto de vista expresado por el «Presidente» hace tres
52
Informe especial sobre el apartheid
años, en particular, que los «sindicatos eran indeseables e incluso dañinos». No
se conoce la actitud de las autoridades de Venda frente a los sindicatos, pero
ambos territorios han puesto en vigor su propia «legislación laboral».
En el Ciskei, que no ha introducido nueva «legislación laboral», la posición
de los sindicatos empeoró durante 1983, al producirse una situación seria en la
que se vieron envueltos. En 1983, y a raíz de un aumento importante en el precio
de los billetes de autobús (la compañía de autobuses es propiedad del Gobierno
del Ciskei), los trabajadores que se desplazan diariamente desde el territorio a
East London donde trabajan la mayoría decidieron boicotear los autobuses. Se
produjo entonces un prolongado y brutal ataque contra los trabajadores por parte
de las autoridades del «territorio patrio», con el fin de obligarlos a utilizar los
autobuses, en vez de los trenes u otros medios de transporte. En el curso de estos
ataques continuados, muchos trabajadores encontraron la muerte, sufrieron heridas o fueron encarcelados, y un estadio de fútbol en el que se apiñaba la gente se
convirtió en el escenario de las atrocidades de las autoridades del Ciskei. Estas
también atacaron al Sindicato de Trabajadores Unidos de Sudafrica (SAAWU),
y sus dirigentes, a excepción del Sr. Gweta, que consiguió liberarse de la detención en esta ocasión, fueron detenidos durante dos semanas para después quedar
en libertad, aunque el sindicato quedó proscrito del Ciskei, por su apoyo al boicoteo protagonizado por los trabajadores. También tuvieron problemas en este
territorio el Sindicato de los Trabajadores Africanos de la Alimentación y del
Envasado y la Unión General de Trabajadores. La proscripción del SAAWU y el
papel que desempeñaron la policía sudafricana y la policía del Ciskei, así como la
cooperación que hubo entre ellas, en el acoso a que se sometió a los dirigentes del
sindicato, suscitaron amplias protestas, en particular entre los sindicatos de otros
países. Muchas de esas protestas iban dirigidas al Gobierno de Sudafrica, a quien
se consideraba responsable de las acciones de las autoridades del Ciskei, en las
que se vio un modo de «camuflar la violación por parte de Sudafrica de su legislación laboral».
Mano de obra penitenciaria
El Programa de la OIT para la eliminación del Apartheid en materia de trabajo en la República Sudafricana, de 1964, cubría tres grandes sectores del
mundo del trabajo, y al examinar la liberación del trabajo forzoso (incluida la
coacción al trabajo) comprobó que existía coacción directa e indirecta al trabajo.
En este mismo programa se hacían las recomendaciones pertinentes para la derogación de las leyes que permitían este estado de cosas. En el informe especial de
1981 se incluía una revisión del Programa de 1964 y se llegaba a la conclusión,
entre otras, de que a pesar de las recomendaciones de la OIT seguía produciéndose una coacción al trabajo a gran escala, que afectaba primordialmente a los
negros. Una forma de coacción al trabajo a la cual hacía mención el informe
especial se daba dentro del sistema penitenciario y no había sufrido modificación
desde el Programa de 1964. Recientemente han salido a la luz pruebas de que no
ha cambiado y de que continúa tratándose no sólo de una cuestión de coacción
sino también de brutalidad.
En diciembre de 1982, 41 prisioneros negros de la prisión Barbarton, en el
Transvaal oriental, fueron trasladados a la prisión granja en condiciones de exce-
Evolución de la situación
53
sivo calor. Se les golpeó con porras de goma mientras se les obügaba a llevar a
una obra pesadas carretillas cargadas de grava. Muchos sucumbieron al calor: 3
murieron y 31 sufrieron lesiones y se encontraban en una situación de agotamiento extremo. De la custodia de los prisioneros se habían ocupado, aparte de los
guardias, perros a los que éstos decidieron poner a la sombra, pues el exceso de
calor podía hacerles daño.
Este incidente salió a la luz pública a pesar de las leyes que prohiben que lo
que sucede en las prisiones sea revelado públicamente, a menos que se cuente con
la confirmación de las autoridades de prisiones y se descubra en los tribunales
(como en este caso). Los cuatro guardias blancos en cuestión fueron acusados de
homicidio y recibieron condenas que ascendían a un total de veintidós años de
prisión, siendo la más larga de ocho años. El juicio, que, después de algún retraso,
se celebró en septiembre de 1983, atrajo aún más si cabe la atención pública al
producirse tres violentos enfrentamientos entre los reclusos y el personal de la
prisión de Barbarton durante el desarrollo del proceso. Ocho prisioneros fueron
asesinados.
El secreto que envuelve las prisiones sudafricanas protege asimismo el funcionamiento de un sistema de trabajo penitenciario que la OIT identificó en su
Programa de 1964 como coacción al trabajo. Una enorme proporción del total de
la población reclusa negra se encuentra en esa situación por haber infringido una
u otra de las «leyes sobre pases», con lo que es lo mismo a consecuencia de la
legislación del apartheid. Pero ellos, como sucede en el caso de delincuentes más
manifiestos, están sujetos a la ley de 1959 sobre prisiones, según la cual el Comisario de Prisiones puede «acordar con una autoridad u órgano público o con una
persona o entidad la contratación para el empleo de reclusos que cumplen condena». Puede igualmente aprobar «gratificaciones» para los prisioneros en recompensa por su trabajo.
El sector agrícola es el que más se ha beneficiado tanto de la mano de obra
penitenciaria como de aquellos «infractores de la legislación sobre pases» para
los que se considera que es necesario «rehabilitación según la ley sobre zonas
urbanas» en un centro de ayuda en vez de en condiciones penitenciarias normales, pero también han recurrido a los reclusos muchos departamentos gubernamentales, empresarios y empleadores privados.
Esta utilización de mano de obra penitenciaria por parte de terceros se
remonta a los primeros años de administración británica de la colonia de El
Cabo y ha adoptado diversas formas, muchas de las cuales tuvieron que ser
modificadas como consecuencia de las críticas que se produjeron a raíz del descubrimiento del mal trato que se daba a los prisioneros en las explotaciones agrícolas. En la actualidad existen cuatro sistemas de utilización de la mano de obra
penitenciaria. Los centros de ayuda se crearon para hacer frente a ingente número
de «infractores de la legislación sobre pases» que no podían ser admitidos en las
prisiones por falta material de espacio. De los prisioneros de estos centros se
ocupan comisarios civiles, que, sin un juicio formal, se encargan de «emplearlos»
o de «endosárselos» a los territorios patrios. Aunque el secreto rodea el funcionamiento de estos centros de ayuda, como en el caso de las prisiones, y no se publican estadísticas, es bien sabido que gran parte de los infractores de la legislación
sobre pases se destinan a explotaciones agrícolas de blancos. El segundo sistema
funciona con «prisiones granja» (como en el caso de Barbarton), en los que es la
54
Informe especial sobre el apartheid
propia prisión la que emplea a los reclusos en faenas agrícolas. Un tercer sistema
funciona mediante «prisiones agrícolas», que son prisiones construidas por los
propietarios de la explotación agrícola en sus propios terrenos para albergar a los
prisioneros ; aquéllos pueden levantar una prisión entre varios y en ese caso se le
asigna a cada uno un número determinado de presos según lo que haya invertido
en la prisión ; de la administración y del personal de estas cárceles, que admiten
también a reclusos en libertad condicional y a «infractores de la legislación sobre
pases», se encarga el servicio de prisiones. El cuarto sistema consiste en que algunos prisioneros quedan en libertad condicional para que puedan trabajar para
determinados empleadores según el «sistema de arrendamiento», por el cual se
«arrienda» un recluso a un empleador, que se hace completamente responsable
de él y que, a cambio, debe pagar el salario mínimo vigente en el distrito. La
última vez que se hizo público este salario mínimo fue en 1979, año en que se
pagaban 45 centavos diarios a los que estaban en libertad condicional; durante
ese año, según el Ministerio de la Policía, 87 543 reclusos recibieron la libertad
provisional y pasaron a trabajar con diversos empleadores entre los que había
propietarios agrícolas.
La mano de obra penitenciaria también trabaja para departamentos gubernamentales y empleadores privados de la industria y los servicios, aunque no se
dispone de información actualizada debido a la política oficial de mantener el
secreto. Según el último informe de prisiones, aparecido en 1979, los ingresos por
mano de obra penitenciaria empleada en el sector privado se habían más que
duplicado durante los seis años anteriores, y el valor de esta mano de obra empleada en otros departamentos gubernamentales se había triplicado en el mismo
período. En este último caso, y a veces en el sector privado, rige el «sistema de
contrata» según el cual los reclusos trabajan en el recinto de la prisión en la
producción de mercancías previamente acordadas en contrato entre la prisión y
la otra parte. Lo que se cobra por este trabajo no se rige por un sistema de costos
salariales, sino que está basado en determinada cantidad de alquiler de «unidad
por día». En 1980 un portavoz del Departamento de Prisiones confirmó que la
práctica de utilizar mano de obra penitenciaria «es universal y que cualquiera
puede hacerlo».
Aunque no estén concebidas como prisiones, otras instituciones en las cuales
se puede recluir a las personas, tales como correccionales o centros de rehabilitación para alcohólicos o drogadictos, tienen también sus propios sistemas. Además, durante la década de los setenta, centros psiquiátricos privados que recibían
importantes subvenciones del Gobierno alquilaban los servicios de pacientes
suyos (en el 99 por ciento de los casos se trataba de negros) a empleadores,
incluidas ciertas empresas multinacionales, según un sistema de trabajo a destajo.
Los pacientes recibían menos de 10 rands al mes. Las protestas que se produjeron
al tenerse noticia de estas prácticas en 1975 llevaron al Gobierno a modificar las
disposiciones de la ley sobre salud mental prohibiendo la publicación «del tipo
que sea de información falsa» sobre los centros de salud mental. Así pues, la ley
sobre salud mental no ha sido modificada para prohibir tales centros privados, o
el alquiler de mano de obra que realizan, sino para proteger con el secreto sus
actividades, por lo que, como en el caso de las prisiones, lo único que se ha
conseguido es hacer más verosímil la suposición de que siguen dándose tales
prácticas.
Evolución de la situación
55
El informe especial de 1983 pasó revista a la situación del empleo en la
agricultura y describió las remuneraciones, las condiciones de trabajo, la prohibición de los sindicatos, la carencia de una legislación protectora y la reclusión en
faenas agrícolas a que se ven sometidas muchas personas de raza negra por las
leyes y reglamentos del apartheid. El informe también hacía referencia a los enormes beneficios obtenidos por el sector agrícola blanco ; es evidente que las severas
restricciones que sufren los trabajadores junto con la práctica común de recurrir a
mano de obra penitenciaria crean una situación que sólo puede describirse como
explotación semejante al comercio de esclavos de principios del siglo xix.
ASUNTOS LABORALES Y SOCIALES EN NAMIBIA
El informe especial de 1983 incluía una extensa descripción del estado de los
asuntos laborales y sociales en Namibia. Destacaba los efectos que allí tienen las
políticas de apartheid, la ocupación militar sudafricana y la guerra en la frontera
norte, agravados por la recesión económica mundial. Dibujaba un cuadro sombrío de recursos humanos y materiales desperdiciados, de un tejido social debilitado por la obstinada negativa de Sudafrica a abandonar el país y permitir su
independencia, y de una fuerza de trabajo cautiva y sin organizar que poco puede
hacer por mejorar su situación.
Este cuadro no ha variado; si acaso, se ha obscurecido; entre septiembre y
noviembre de 1983 se produjeron en varias ciudades detenciones en gran escala
de personas sospechosas de apoyar a la SWAPO; el pueblo sigue sin poder salir
de un círculo vicioso de problemas políticos, económicos, sociales, y de seguridad
interna y externa, cuyo origen le es ajeno. La prolongada sequía, que afectó a
amplias zonas del Africa austral durante los años 1982 y 1983, debe de haber
tenido mayores repercusiones en un país enfrentado a problemas tan importantes. El producto nacional bruto de Namibia ascendió en 1982 a 1 500 millones de
rands, y su población era de aproximadamente 1 100 000 personas, la mayoría
habitantes de las zonas «tradicionales» (tal es la última descripción oficial de los
«territorios patrios» o bantustanes). El presupuesto de este país no es mayor que
el de muchas ciudades de otros países. La administración central, junto con las
administraciones que en un «segundo nivel» y sobre una base racial gobiernan
para los no blancos las zonas «tradicionales», se llevaron más del 75 por ciento
del presupuesto de 1983, dejando poco o nada para la mejora de la situación
social o para el desarrollo industrial impulsado por el Estado, que son necesarios
para la creación de un medio en el que pudiera promoverse la igualdad de oportunidades en todos los sentidos. La reducción del empleo y la caída de las exportaciones de productos agrícolas, de metales básicos y de diamantes se tradujeron
por una reducción drástica de los ingresos fiscales y un crecimiento negativo de la
economía en 1982. El único sector que creció fue el de la administración pública.
En septiembre de 1982 el nivel de subsistencia de una familia se estimaba en
325 rands mensuales, lo que, para los no blancos, situaba a Windhoek en segunda posición, detrás de Ciudad del Cabo, como ciudad más cara de SudafricaNamibia.
Desde el informe especial del año pasado no ha sucedido nada en Namibia
que indique que haya mejorado la situación de la población con respecto a los
asuntos sociales y laborales. Por lo que se refiere al terreno laboral, la terminación
56
Informe especial sobre el apartheid
del control de admisión y del sistema de mano de obra migrante, que controlaba
el traslado de trabajadores negros del campo a las ciudades, no ha supuesto un
cambio significativo. Aunque los trabajadores puedan desplazarse individualmente, la posibilidad de que se queden en una zona urbana depende de que puedan encontrar un trabajo y un lugar donde vivir, lo cual es muy difícil, dada la
escasez de ambos. Para aquellos afortunados que tienen un trabajo y pueden permitírselo, ya es posible poseer una casa en propiedad. Pero, aunque se dice que se
ha eliminado el apartheid, los negros sufren segregación en cuanto a la vivienda,
no sólo porque no pueden pagar los precios de las casas de las zonas blancas, sino
también como consecuencia de las políticas de vivienda de los barrios, que no
sólo separan a los negros de los blancos, sino que planifican el desarrollo de
viviendas en secciones sobre una base étnica, de forma que estén separados los
diferentes grupos. Según informes, en Khomasdal, barrio negro próximo a Windhoek, la media de habitantes de sus pequeñas casas era de 13 personas; en algunas
de ellas se descubrió que vivían 35. Los problemas con que tropiezan los negros
para mejorar su situación laboral, con oportunidades de educación y de formación insuficientes y con actitudes y prácticas institucionalizadas y ya habituales,
se han visto agravados por los despidos debidos a un crecimiento negativo y a la
escasez de inversiones tanto privadas como públicas. En la mayoría de las empresas del sector privado hubo reducciones de plantilla durante 1982-1983, que afectaron a trabajadores especializados y trabajadores sin calificaciones, y según los
expertos el número total de desempleados en el territorio era de 75 000; otros
50 000 trabajadores se encontraban en situación de subempieo. El Windhoek
Observer comentaba que «las hordas de jóvenes negros sin trabajo [...] vagando
sin rumbo por las calles, se han convertido en el problema número uno, ante el
cual no se está haciendo nada que no sea cubrir los escaparates, defender los
locales durante la noche con perros y apostar guardias armados en los alrededores
de tales lugares». A pesar de que oficialmente se dice que las «leyes sobre pases»
han sido abolidas, en Windhoek se detiene a muchos «negros» sin empleo por
«vagabundos» o por «alojamiento ilegal»; en julio de 1983, en una una sola
noche se detuvo a más de 200, pero la policía afirmó haber dejado en libertad a
los que tenían un empleo. Inevitablemente, ha sido difícil formar sindicatos en
estas condiciones, que se añaden a los problemas con que se habían encontrado
ya los organizadores de sindicatos derivados de las grandes distancias entre los
lugares de trabajo y de la presencia vigilante de la policía de seguridad y del
personal de la fuerza de defensa ocupante. Sin embargo, en 1982 y 1983 se produjeron una serie de huelgas, en particular en la Compañía Minera Tsumeb en la
que los 600 trabajadores que componían su fuerza laboral realizaron un paro en
protesta por un nuevo reglamento laboral. Se llamó a la policía y la dirección se
negó a acceder a las demandas de los trabajadores. Este incidente fue descrito por
un periódico como «la mayor huelga unitaria desde hace mucho tiempo», lo que
demostraba la unidad de los trabajadores de las minas. También se produjo una
huelga más corta por una cuestión diferente en la mina de uranio Rossing.
En cuanto a la infraestructura social, se sigue sin prestar la debida atención a
la inmensa mayoría de la población y hay pocas esperanzas de que la situación
mejore mientras siguen dándose las circunstancias arriba descritas. El sistema de
educación para los negros sigue siendo absolutamente insuficiente tanto en
número de escuelas de todos los niveles como en cantidad de personal docente
Evolución de la situación
57
calificado. El número de alumnos por clase es excesivo y la gran mayoría de éstos
no finalizan la educación primaria. El sistema educativo, del cual es responsable
el Departamento de Educación Nacional y que funciona a través de las autoridades locales étnicas, es semejante en muchos aspectos al sistema educativo «bantu» de la propia Sudafrica. En 1983 las tres cuartas partes de los alumnos que
realizaron el examen de ingreso a la universidad eran blancos y del resto sólo
aprobaron 30. Como en Namibia no existe ninguna universidad, los que aprueban el examen deben solicitar plaza en las universidades racialmente segregadas
de Sudafrica. Los afrikaans siguen siendo el vehículo de la educación en el sector
público de la enseñanza, incluidos los centros de formación de personal docente.
Tales deficiencias del sistema educativo son un mal augurio para la satisfacción
de las naturales aspiraciones de empleo y de carrera de los negros y para las
futuras necesidades de mano de obra de la economía. A los negros no se les están
ofreciendo niveles de formación y educación que los capaciten para ocupar los
puestos elevados y especializados de la escala laboral en una Namibia independiente, en tanto que una gran parte de la mano de obra especializada blanca se ha
trasladado a Sudafrica corno consecuencia de la recesión económica.
En el aspecto sanitario sigue habiendo gran escasez de hospitales, clínicas y
personal, lo que ha venido a agravar la situación ya deficiente. Tradicionalmente
eran las iglesias las que se encargaban de ofrecer una asistencia médica a nivel
local, al no existir una oficial, pero, al abrir clínicas el Gobierno, están reduciéndose las de las misiones, con lo que la situación general no mejora y sigue habiendo escasez de personal. El Comité de Apoyo a Namibia publicó en su boletín
Action on Namibia un informe sobre la situación sanitaria en Namibia, preparado para un seminario internacional sobre sanidad que debió celebrarse en octubre
de 1983. En él un trabajador de los servicios auxiliares médicos en Namibia señalaba la realidad cotidiana de los habitantes de este país, en especial de los que
viven en las zonas en guerra o cerca de ellas. No existían servicios médicos, el
agua estaba contaminada, la ocupación había creado un ambiente de temor, intimidación y brutalidad, lo que era causa de innumerables problemas de orden
social y sanitario. Los que más peligro corrían eran las mujeres y los niños, pues
la vida familiar estaba completamente alterada. Otro experto médico informó de
que las condiciones en los campos de asentamiento ilegal de los alrededores de
Okahandja eran «increíbles» y que el riesgo de epidemias era muy elevado. En
agosto de 1983 fue publicado un informe de la Comisión de Encuesta Broeksma,
creada por la administración, sobre los servicios médicos de Namibia; en él se
señalaba que el sistema de administración a dos niveles vigente había llevado al
«derroche y la ineficacia» y que la mitad de los 180 médicos con que contaba
Namibia pertenecían al ejército y los restantes trabajaban para iglesias y misiones. Dos meses más tarde, y ello es significativo, se anunció que el ejército iba a
encargarse del control de todos los hospitales y servicios médicos de la región de
Ovambo, y la razón aducida fue que ésta era la única manera de restablecer el
nivel de asistencia médica. Este plan causó enfado y consternación en muchos
cuarteles, pero a fines del mes de octubre de 1983 ya había sido ejecutado.
Además de los servicios médicos, continúan funcionando, a través de las
administraciones «de segundo nivel» separadas según criterios raciales, servicios
sociales y asistenciales que son un reflejo de las diferencias, que existen en todas
las esferas económicas y sociales, entre blancos y no blancos en cuanto a calida-
58
Informe especial sobre el apartheid
des, facilidades, oportunidades y cobertura. Para los negros que tienen que sufrir
los efectos de los despidos y las reducciones de plantilla, no existen regímenes de
seguridad social; tampoco es probable que reciban ningún tipo de indemnización
o compensación; es posible, además, que al no tener trabajo pierdan su alojamiento en zonas urbanas. Tampoco existen regímenes de ayuda a los negros incapacitados para el trabajo por enfermedad. En este laberinto de política, de defensa de los propios intereses, manipulación y burocracia no es sorprendente que, en
el momento de redactar este informe especial, una comisión estuviera investigando acusaciones de corrupción en la administración, y que, según informaciones,
haya puesto al descubierto corrupción, falta de control e incompetencia generalizadas.
CAPITULO II
INFORMACIONES SUMINISTRADAS POR LOS GOBIERNOS
Y LAS ORGANIZACIONES DE EMPLEADORES Y DE TRABAJADORES
SOBRE LAS MEDIDAS TOMADAS CONTRA EL «APARTHEID»
La Declaración referente a la política de apartheid en Sudafrica confirma en
su párrafo 5, a), el mandato del Director General de seguir la evolución de la
situación laboral y social en Sudafrica y de someter un informe anual a la Comisión del Apartheid. Con este fin, la Declaración encarga al Director General que
pida a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores que
suministren informaciones sobre las medidas tomadas contra el apartheid de conformidad con las recomendaciones contenidas en el anexo a la Declaración. Al
cumplir este encargo para los fines del informe de 1984, la Oficina señaló a la
atención de las partes constituyentes las conclusiones del informe de la Comisión
del Apartheiden la 69.a reunión (junio de 1983) de la Conferencia Internacional
del Trabajo (aprobadas con reservas por algunos miembros gubernamentales y
empleadores), en las cuales se pedía específicamente que se hicieran los máximos
esfuerzos por obtener en lo sucesivo respuestas precisas y detalladas de las partes
constituyentes a las peticiones de seguimiento de la Oficina. La Oficina adjuntó
también a su petición un memorándum en el cual se describían sucintamente las
medidas recomendadas a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y
de trabajadores en la parte B del anexo de la Declaración.
Se enviaron solicitudes de información a 150 gobiernos, 152 organizaciones
de empleadores y 380 organizaciones de trabajadores, pidiéndoles que respondieran antes del 15 de octubre de 1983, a fin de disponer de tiempo para un análisis
de la información, el cual sería preparado y sometido al Comité sobre Discriminación en la 225.a reunión (febrero-marzo de 1984) del Consejo de Administración. Se enviaron recordatorios a los que no habían contestado antes del 1.° de
diciembre de 1983.
El presente capítulo tiene por objeto presentar estas respuestas, pero, para
fines de comparación, se incluye en primer lugar un cuadro en el que se indican el
número de respuestas recibidas en esta ocasión y las recibidas en los tres años
anteriores.
Esta fue la tercera ocasión en que la Oficina solicitó información sobre las
medidas tomadas contra el apartheid desde la puesta al día de la Declaración en
1981. En los cuestionarios enviados a los gobiernos y a las organizaciones de
empleadores y de trabajadores se solicitó de nuevo información sobre las medidas tomadas en el marco de los párrafos pertinentes del anexo a la Declaración y
también sobre los casos en que no se habían tomado medidas o se habían promovido activamente relaciones que pudiesen fortalecer el apartheid, así como informaciones que pudiesen considerarse útiles para el informe especial del Director
General, teniendo en cuenta las conclusiones adoptadas por la Comisión del
Informe especial sobre el apartheid
60
Informe
1981 '
1982
1983
19842
Número de respuestas recibidas de
Gobiernos
Organizaciones de
empleadores
Organizaciones de
trabajadores
37
56
56
78
20
38
40
43
36
52
36
69
1
Las cifras para 1981 se refieren a las respuestas proporcionadas a las encuestas relativas a las medidas contra el
apartheid que
se realizaron antes de la Declaración de 1981 (puesta al día) referente a la política de apartheid en
Sudafrica. 2 Las cifras para 1984 incluyen las respuestas de 13 gobiernos y 6 organizaciones de trabajadores que se
recibieron después de haberse preparado la documentación para su sumisión al Comité sobre Discriminación del
Consejo de Administración en su 225.a reunión (febrero-marzo de 1984), pero que no se han reproducido en el
cuerpo del informe. Para más detalles, véase la página 171 — 172 de este informe especial.
Apartheid en 1983. El informe especial continúa la presentación de las informaciones recibidas en carácter individual, bajo cada uno de los campos de acción
recomendados, según se comenzó a hacer en el informe especial de 1983.
ACCIÓN DE LOS GOBIERNOS
Se recibieron respuestas de los 65 gobiernos siguientes, 10 de los cuales
sometieron una declaración conjunta por conducto de la presidencia de la Comunidad Europea. De ellos, los Gobiernos de los Países Bajos y de Dinamarca presentaron también respuestas individuales. Para el 15 de enero de 1984 se habían
recibido respuestas de los siguientes gobiernos: República Federal de Alemania,
Angola, Arabia Saudita, Australia, Austria, Bahamas, Bangladesh, Bélgica, RSS
de Bielorrusia, Birmania, Brasil, Bulgaria, Burundi, República del Camerún,
Canadá, República Centroafricana, Colombia, Cuba, Checoslovaquia, China,
Chipre, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Egipto, España, Estados
Unidos de América, Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia, Guyana, Hungría,
India, Indonesia, República Islámica del Irán, Irlanda, Italia, Japón, Luxemburgo, Malasia, México, Marruecos, Nueva Zelandia, Noruega, Países Bajos,
Pakistán, Panamá, Papua Nueva Guinea, Reino Unido, República Democrática
Alemana, Rumania, Singapur, Sri Lanka, Sudán, Suecia, Suiza, Tailandia, República Unida de Tanzania, Túnez, RSS de Ucrania, URSS, Venezuela, Yugoslavia
y Zambia.
Los Gobiernos de Bulgaria, Malasia y la República Socialista Soviética de
Ucrania enviaron respuestas conjuntas con sus respectivas organizaciones nacionales de empleadores y trabajadores; estas respuestas se incluyen en esta sección
y se hace también referencia a ellas en la sección que contiene las respuestas
recibidas de las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Los Gobiernos
de la República Socialista Soviética de Bielorrusia y de Hungría enviaron respuestas conjuntas con sus respectivas organizaciones de trabajadores. Se hace
también referencia a ellas en la sección que contiene las respuestas recibidas de
las organizaciones de trabajadores. El Gobierno de la República Popular de
China hizo saber que las posiciones y las acciones descritas en su informe cuentan
con el pleno apoyo de las organizaciones nacionales de empleadores y de trabajadores.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
61
En sus respuestas, varios gobiernos consideraron oportuno indicar separadamente su actitud respecto a la política de apartheid del Gobierno de Sudafrica.
Estas declaraciones de carácter general figuran en las respuestas detalladas
que se han recibido, por lo cual no se reproducen en este lugar.
Las respuestas siguientes fueron recibidas a raíz del pedido de información
sobre cualesquiera actividades emprendidas en relación con las medidas recomendadas en la parte B, secciones I y II, del apéndice.
Medidas tomadas por conducto de las Naciones Unidas '
Australia. El Gabinete continuará examinando la cuestión de las relaciones
deportivas con Sudafrica. Se continuará prestando apoyo a la Declaración de
Gleneagles sobre el Apartheid en el deporte, pues el Gobierno cree que el deporte
en Sudafrica continúa estando estructurado en términos raciales y no está convencido de que los deportes normales puedan desarrollarse en una sociedad anormal basada en el apartheid. La revisión procurará especialmente eliminar las
inconsecuencias que caracterizaron la aplicación de esta política en el pasado. Se
mantendrán relaciones diplomáticas correctas con Sudafrica pero el Gobierno no
suministrará ninguna asistencia al desarrollo de relaciones comerciales entre Australia y Sudafrica. La cuestión de las normas laborales aplicadas por las compañías australianas que operan en Sudafrica será objeto de un examen ulterior a fin
de averiguar si sería apropiado establecer un código de conducta para las prácticas laborales de dichas firmas en Sudafrica. Además, el Gobierno continuará
estudiando la cuestión de los vínculos entre Australia y Sudafrica en materia de
transporte aéreo.
Austria. El Gobierno estima indispensable que tanto los diferentes Estados
como la comunidad internacional continúen ejerciendo esfuerzos consecuentes
para abolir por entero el apartheid y otras formas de discriminación racial. Por lo
tanto, Austria ha expresado categóricamente su condenación del apartheid en las
Naciones Unidas, tanto en las votaciones como mediante el apoyo que ha prestado al Comité de las Naciones Unidas para la abolición de todas las formas de
discriminación racial. Austria ha participado activamente en la segunda Conferencia mundial para combatir el racismo y la discriciminación racial, celebrada
en agosto de 1983, y aprobó los resultados de la Conferencia.
Bahamas. El apoyo de Bahamas a las sanciones contra Sudafrica fue declarado claramente en la Conferencia internacional sobre las sanciones contra Sudafrica celebrada en el edificio de la UNESCO, París, en mayo de 1981. Bahamas
apoya enérgicamente la acción contra el apartheid en todos los organismos especializados de las Naciones Unidas y ha dado su adhesión a múltiples resoluciones
en la materia. También ha contribuido a diversos fondos creados con el objeto de
suministrar alimentos, ropas, enseñanza y alojamiento al pueblo oprimido de
Sudafrica y Namibia. Asimismo, Bahamas apoya el reconocimiento por parte de
las Naciones Unidas del derecho de Namibia a la independencia bajo la dirección
de la SWAPO.
1
Para facilitar el examen del texto en el Comité, las respuestas de los gobiernos se presentan en
orden alfabético inglés.
62
Informe especial sobre el apartheid
Bangladesh. El Gobierno ha utilizado las tribunas de las Naciones Unidas y
de sus organismos especializados, incluida la OIT, para condenar la política de
apartheid. Ha sugerido la aplicación de todos los medios conformes con la resolución de las Naciones Unidas sobre la política del Gobierno sudafricano, incluidos el embargo sobre el petróleo, los suministros de armamentos y la terminación
de la colaboración en materia nuclear. El Gobierno también ha demostrado su
apoyo al fondo de solidaridad para la liberación de Sudafrica, suministrando asistencia a los estudiantes sudafricanos refugiados, y ayuda de urgencia a Botswana
y Lesotho y al fondo fiduciario para Africa meridional. Además, ha apoyado
enérgicamente la causa de la independencia de Namibia y ha apoyado al movimiento de liberación dirigido por la SWAPO.
Brasil. En conformidad con su posición de apoyo a las medidas concretas
para eliminar el apartheid, el Brasil se ha adherido estrictamente al embargo de la
venta de armas a Sudafrica que fuera objeto de la resolución núm. 418 del Consejo de Seguridad.
RSS de Bielorrusia. El Gobierno apoya las disposiciones de las resoluciones
núms. 418 (1977) y 473 (1980) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
relativas al embargo de la provisión de armas a Sudafrica, y las observa estrictamente. La RSS de Bielorrusia participa activamente en las diversas reuniones y
conferencias internacionales que apoyan la lucha contra el racismo y por el fortalecimiento de la solidaridad con los pueblos que luchan por su liberación y su
independencia nacional y contra el colonialismo y el neocolonialismo en todas
sus formas y manifestaciones. En la 37.a reunión de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, la RSS de Bielorrusia se contó entre los Estados que presentaron y votaron una serie de resoluciones, en particular las que llevan los núms.
37/233A y 37/69a, en las cuales la comunidad mundial condenó la política de
algunos Estados occidentales, especialmente Estados Unidos e Israel, al igual que
sus corporaciones transnacionales e instituciones financieras, que están ampliando su cooperación política, económica y militar con el régimen racista de
Sudafrica. Durante la 69.a reunión de la Conferencia de la OIT, la delegación
sindical de Bielorrusia participó en los trabajos de la Conferencia Internacional
de Sindicatos sobre sanciones contra el régimen de apartheid, en la cual votó por
la adopción de la Declaración de la conferencia sobre las medidas que deben
aplicarse para combatir este vergonzoso sistema. A este respecto, la RSS de
Bielorrusia considera que la OIT debería prestar todo tipo de asistencia para que
se lleven a la práctica las disposiciones de la Declaración adoptada en esa conferencia sindical. La delegación de Bielorrusia que participó en los trabajos de la
sexta reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo en Belgrado, en junio de 1983, presentó, junto con otros Estados, una
declaración en nombre del Grupo de los 77 países relativa a la adopción de la
resolución sobre «asistencia a los pueblos de Namibia y Sudafrica». En esta
declaración conjunta se subraya que los intereses de la paz exigen que la República de Sudafrica cese su agresión contra los Estados vecinos, retire sus fuerzas
del territorio de la República Popular de Angola, cumpla las exigencias de las
Naciones Unidas en cuanto al otorgamiento de la independencia al pueblo de
Namibia y ponga fin al vergonzoso fenómeno del racismo y el apartheid. Durante
la segunda sesión plenaria del ECOSOC, celebrada en julio de 1983, la RSS de
Bielorrusia presentó, junto con otros Estados, la resolución núm. 1983/42 relativa
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
63
a la «aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los
países y pueblos coloniales por parte de los organismmos especializados y organizaciones internacionales del sistema de las Naciones Unidas» y asistencia al pueblo oprimido de Sudafrica y a sus movimientos de liberación nacional por parte
de los organismos y organizaciones que pertenecen al sistema de las Naciones
Unidas. Esta resolución del ECOSOC invita a los organismos especializados y a
otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas a «continuar adoptando
todas las medidas necesarias tendentes a poner fin a cualquier asistencia financiera, económica, técnica o de otra naturaleza al Gobierno de Sudafrica» y los
invita a tomar medidas que puedan conducir al completo aislamiento del régimen del apartheid y movilizar contra éste a la opinión mundial. Además, la resolución 1983/42 del ECOSOC condena enérgicamente los frecuentes actos del régimen de Pretoria tendentes a desestabilizar la situación en los Estados de la línea
del frente, lo cual conduce a considerables pérdidas de vidas humanas, grandes
números de refugiados y destrucción generalizada, y deplora profundamente la
continua colaboración del Fondo Monetario Internacional con el Gobierno de
Sudafrica, desacatando las resoluciones repetidamente adoptadas por la Asamblea General prohibiendo esa colaboración. La delegación de Bielorrusia ha participado activamente en los trabajos de la segunda Conferencia mundial para
combatir el racismo y la discriminación racial, celebrada en Ginebra en agosto de
1983, que examinó gran cantidad de actividades desarrolladas en el marco del
Decenio contra el Racismo y la Discriminación Racial proclamado por las Naciones Unidas en 1973. Es necesario que el vigésimo informe especial periódico del
Director General sobre la política de apartheid en Sudafrica contenga una lista de
los países que colaboran activamente con la República de Sudafrica, y también
una nómina de las corporaciones transnacionales que han invertido y continúan
ampliando sus inversiones en ese país y participando en el saqueo de los recursos
nacionales de Namibia.
Camerún. El Gobierno se ha adherido siempre a todas las medidas tendentes
a la eliminación o a la condenación de todas las formas de discriminación racial.
Apoya las medidas (especialmente las de índole obligatoria) adoptadas contra el
apartheid por la Asamblea General y por el Consejo de Seguridad.
República Centroafricana. La República está completamente de acuerdo con
el programa de acción contra el apartheid adoptado por la Asamblea General,
aplica rigurosamente las resoluciones adoptadas para combatir el apartheid en
Sudafrica y apoya el llamamiento en favor de sanciones económicas por intermedio de las Naciones Unidas y de la Organización de la Unidad Africana. La
República Centroafricana apoya también todas las formas de acción utilizadas
para poner fin al régimen racista sudafricano en Namibia, incluidas todas las
resoluciones y la ayuda a Namibia por parte de la OUA.
China. El Gobierno de China condena vigorosamente la política de apartheid practicada por las autoridades sudafricanas y, de conformidad con los artículos pertinentes del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, aprueba el
establecimiento de sanciones coercitivas sistemáticas contra Sudafrica. China se
adhirió en 1981 a la Convención internacional sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación racial, y en 1983 se adhirió a la Convención internado-
64
Informe especial sobre el apartheid
nal sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid, a la vez que ratificó la
Convención sobre la prevención y el castigo del crimen de genocidio.
Colombia. Desde el comienzo de los debates sobre el apartheid dentro de las
Naciones Unidas, Colombia ha venido combatiendo enérgicamente este crimen y
ha apoyado todas las resoluciones pertinentes dentro de la Asamblea General. No
hay relación alguna con Sudafrica en materia nuclear. Colombia, actuando por
intermedio de su representación en el Consejo de las Naciones Unidas para
Namibia, participa activamente en la búsqueda de una solución justa y equitativa
para el problema de Namibia y en este aspecto ha apoyado también todas las
resoluciones de la Asamblea General.
Cuba. Por intermedio de las Naciones Unidas, sus organismos especializados y otras instancias internacionales, Cuba ha proseguido su participación ininterrumpida y activa en la condenación y en la lucha contra la política de apartheid en Sudafrica, y ha cumplido plenamente las recomendaciones contenidas en
el Programa de Acción contra el Apartheid aprobado por la Asamblea General,
las resoluciones adoptadas por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad y
la Declaración referente a la política de apartheid en Sudafrica, adoptada por la
OIT. Los llamamientos en favor de la imposición de sanciones obligatorias contra Sudafrica; la adopción de medidas inmediatas para aplicar un embargo internacional efectivo sobre los suministros de armas y petróleo a Sudafrica; la iniciación e intensificación de medidas contra el apartheid en todos los organismos
especializados y organizaciones intergubernamentales; un aumento de la asistencia a los pueblos oprimidos de Sudafrica, en cooperación con el movimiento
sindical mundial; un punto final a todas las posibilidades de cooperación con
Sudafrica en materia nuclear, cooperación por todos los medios posibles para
poner fin a la ocupación del territorio de Namibia por el régimen racista; el
acceso de la población de Namibia a la independencia bajo la dirección de la
SWAPO, y el establecimiento de un Estado namibio soberano, son todos temas
que han sido incluidos en las normas de orientación para las delegaciones cubanas que participan en reuniones internacionales. Por ejemplo, durante el 36.° y el
37.° períodos de sesiones de la Asamblea General, y el 39.° período de sesiones de
la Comisión de Derechos Humanos, Cuba apoyó o fue uno de los Estados que
presentaron conjuntamente diversas resoluciones tendentes a la erradicación del
infame sistema del apartheid y del régimen racista en Sudafrica, y a su condenación. En particular, Cuba participó activamente como miembro del subcomité
que preparó la segunda Conferencia mundial para combatir el racismo y la discriminación racial, celebrada en Ginebra en 1983. Durante la Conferencia, Cuba
ocupó una de las dos vicepresidencias para América latina y presentó una serie de
mociones tendentes a mejorar el proyecto de Declaración final de la Conferencia,
incluida la propuesta de que la Asamblea General proclamase un segundo decenio de acción para combatir el racismo y la discriminación racial. Dentro de la
OIT, Cuba es miembro del Comité sobre la Discriminación, en el Consejo de
Administración, y tomó parte en la Comisión del Apartheid en la 69.a reunión de
la Conferencia Internacional del Trabajo y en el grupo de redacción encargado de
preparar su informe. Como miembro del movimiento de los Países no Alineados,
Cuba también ha tomado parte en las diversas reuniones del movimiento en la
cual los participantes expresaron su total solidaridad con los movimientos de
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
65
liberación de los pueblos del Africa meridional y su condena más enérgica del
colonialismo, el neocolonialismo, el sionismo, el apartheid y la discriminación
racial. Entre otras actividades contrarias al apartheid que tuvieron lugar durante
el año, Cuba participó, junto con otras delegaciones de alto nivel, en la Conferencia internacional en apoyo de la lucha del pueblo namibio por la independencia,
celebrada en París el 1.° de abril, y en septiembre en la Conferencia regional latinoamericana sobre acción contra el apartheid. En virtud de sus compromisos
como firmante de instrumentos internacionales tendentes a combatir la discriminación racial y el apartheid, Cuba ha presentado sistemáticamente memorias
nacionales. Por ejemplo, durante la consideración de la sexta memoria de Cuba al
Comité sobre Eliminación de la Discriminación Racial, el Comité felicitó a Cuba
por su informe y por su papel de primera línea en la lucha contra el apartheid, y
observó que la lucha contra la discriminación racial y el apartheid se había convertido en un componente fundamental de la política exterior de Cuba, y que el
hecho de que Cuba estuviera suministrando a los movimientos de liberación
nacional ayuda política y asistencia material, incluida la asistencia militar, y que
miles de estudiantes de Sudafrica, Namibia y otros países se encontraban estudiando en las escuelas y universidades de Cuba, eran otras tantas pruebas de su
solidaridad con los pueblos que luchan contra el racismo, la dominación colonial
y el apartheid.
República Dominicana. El Gobierno recibió a una misión del Consejo de las
Naciones Unidas para Namibia, la cual expresó su satisfacción por la firme política de la República Dominicana en la cuestión del pueblo de Namibia y su repudio de la política de apartheid. Además, un representante del Gobierno concurrió
a la Conferencia regional latinoamericana contra el apartheid, celebrada en Caracas en septiembre de 1983, que condenó enérgicamente el apartheid.
Egipto. La Constitución y la legislación de Egipto contienen disposiciones
que garantizan los derechos del individuo y el respeto de sus libertades, así como
la plena igualdad de derechos y obligaciones del ciudadano ante la ley, sin discriminación fundada en motivos de color, religión, origen, idioma o sexo. Egipto,
completamente identificado con estos principios humanitarios, ha seguido la
política, tanto en el ámbito internacional como en el nacional, de ponerlos en
práctica mediante las leyes e instrumentos que ha adoptado. Así es como ratificó
rápidamente los instrumentos internacionales que garantizan los derechos humanos, por ejemplo, la Convención internacional sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación racial, la Convención internacional sobre la represión y
el castigo del crimen de apartheid, y otros convenios adoptados por organizaciones y organismos especializados de las Naciones Unidas en la materia, por ejemplo, la UNESCO y la Organización Internacional del Trabajo. Egipto se ha comprometido plenamente a aplicar las decisiones adoptadas por estos organismos.
Así es como participa en forma efectiva en la lucha contra la discriminación
racial en Sudafrica, participa en la condena del crimen de apartheid en todas las
instancias internacionales y aprueba todas las decisiones, ya sea que hayan sido
adoptadas por las Naciones Unidas, por la Organización de la Unidad Africana, o
por el Grupo de Países no Alineados, que condenan esta odiosa política. La Conferencia internacional en apoyo de la lucha del pueblo de Namibia por la independencia, organizada por las Naciones Unidas junto con la UNESCO y la OUA,
66
Informe especial sobre el apartheid
se celebró en abril de 1983. Además, la segunda Conferencia mundial para combatir el racismo y la discriminación racial se celebró en Ginebra en agosto de
1983. Egipto tomó parte en estas conferencias, habiendo estado representado en
ellas por una delegación de alto nivel, y en las declaraciones que formuló en
dichas reuniones subrayó la urgencia de la necesidad de abolir todas las manifestaciones de discriminación racial y de obligar al régimen racista de Sudafrica a
abandonar la política de opresión que está aplicando con respecto a los pueblos
de Sudafrica. Egipto mantiene su opinión en el sentido de que debería imponerse
al Gobierno de la República de Sudafrica un boicot total, a fin de obligarlo a
abandonar su política racista, otorgar sus derechos legítimos al pueblo de Sudafrica y retirar sus fuerzas del territorio de Namibia. Egipto ha interrumpido sus
relaciones diplomáticas, económicas y comerciales con Sudafrica y ha prometido
respetar por su parte las decisiones internacionales pertinentes. Egipto apoya en
forma material, política y permanente las luchas de los pueblos de Sudafrica por
sus libertades fundamentales y por sus legítimos derechos a la emancipación africana, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y en cumplimiento de
las muchas decisiones adoptadas en la materia por las Naciones Unidas.
Los Estados miembros de la Comunidad Europea, como expresión de su
abominación del detestable sistema de apartheid, han apoyado una serie de medidas emprendidas por las Naciones Unidas en materia de asistencia humanitaria,
asistencia jurídica, formación y educación. Los miembros de la Comunidad han
aportado diversas contribuciones al Fondo de Fideicomiso para Sudafrica, al
Fondo para Namibia, al Programa de Educación y Formación para Sudafrica y al
Instituto para Namibia.
Finlandia. Se ha venido prestando un apoyo permanente a los fines y objetivos del Decenio de acción de las Naciones Unidas para combatir el racismo y la
discriminación racial. En el programa se declara que los objetivos últimos del
decenio son la promoción de los derechos humanos y de las libertades fundamentales para todos, sin distinciones por motivos de raza, color, ascendencia u origen
nacional o étnico, especialmente mediante la erradicación del prejuicio racial, del
racismo y de la discriminación racial. En consecuencia, Finlandia viene adoptando desde hace años medidas en el ámbito nacional tendentes a eliminar el
prejuicio y a fomentar la tolerancia hacia todos los grupos e individuos. Finlandia
cumplió rápidamente las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre sanciones y
sobre el embargo de armas contra Sudafrica. Junto con los demás países nórdicos,
Finlandia considera que la estricta observancia de estas resoluciones por la comunidad mundial es excesiva. Continúa propiciando una adopción por parte del
Consejo de Seguridad de resoluciones contra nuevas inversiones en Sudafrica.
Acoge con beneplácito toda iniciativa tendente a que el Consejo de Seguridad
adoptara resoluciones obligatorias contra el comercio con Sudafrica. En un programa conjunto de los países nórdicos de acción contra Sudafrica se incluyen
recomendaciones destinadas a desalentar las relaciones económicas, culturales,
deportivas y de otra índole con Sudafrica, y a aumentar el apoyo moral y material
a los refugiados, a los movimientos de liberación y a las víctimas del apartheid.
En conjunto con otros gobiernos nórdicos, Finlandia, desde el 31.er período de
sesiones de la Asamblea General, ha venido patrocinando un proyecto de resolución tendiente a impedir nuevas inversiones extranjeras. Estas medidas, unidas al
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
67
embargo de armas obligatorio, son de particular importancia en el contexto de los
importantes aumentos de presupuesto militar de Sudafrica. Finlandia considera
que el Consejo de Seguridad, como primera medida, debería tomar decisiones
encaminadas a impedir nuevas inversiones extranjeras en ese país.
República Democrática Alemana. La RDA observa plenamente el embargo
de los suministros de armas a Sudafrica que fue adoptado por el Consejo de
Seguridad en su resolución 418 ( 1977). Además, la RDA está a favor de la imposición de sanciones obligatorias generales por parte del Consejo de Seguridad
contra el régimen de apartheid, en virtud del capítulo VII de la Carta de las
Naciones Unidas. En particular, el Año internacional de movilización en pro de
las sanciones contra Sudafrica, 1982, ofreció la ocasión de pedir acciones de
apoyo en este sentido. La RDA cumple plenamente con el pedido formulado en
la Declaración referente a la política de apartheid en Sudafrica de que se proceda
a una acción sistemática por parte de los gobiernos contra el apartheid dentro de
la estructura de las Naciones Unidas. Por ejemplo, Oskar Fischer, Ministro de
Relaciones Exteriores de la RDA, conjuntamente con Javier Pérez de Cuéllar,
Secretario General de las Naciones Unidas, condenó la política de apartheid de
Sudafrica en ocasión de la visita del Secretario General de las Naciones Unidas a
la RDA en julio de 1983. Ambos funcionarios subrayaron la plena responsabilidad de las Naciones Unidas en cuanto a la independencia de Namibia en cumplimiento de la resolución 435 (1978) del Consejo de Seguridad. En ocasión de las
visitas de James Jonah, Subsecretario General de las Naciones Unidas, en abril
de 1983; de Yusuff Maitama Sule, presidente del Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid, y de Enuga S. Reddy, director del Centro de las
Naciones Unidas contra el Apartheid y representante del Secretario General de
las Naciones Unidas, personalidades de primera fila de la RDA subrayaron el
apoyo prestado por la RDA a todas las medidas de las Naciones Unidas que
tengan como objetivo la completa eliminación del racismo y del apartheid. Tanto
en el curso del 37.° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas como durante el actual 38.° período, las delegaciones de la RDA preconizaron enérgicamente la proscripción del régimen del apartheid y exhortaron a que
se preste apoyo efectivo a la lucha de liberación antirracista de los pueblos del
Africa meridional. Por ejemplo, en el 37.° período de sesiones de la Asamblea
General, la delegación de la RDA votó a favor de todas las medidas contra el
apartheid o actuó como coautora de las mismas. La RDA fue uno de los 121
Estados que expresaron su oposición a que el Fondo Monetario Internacional
otorgara a Sudafrica un préstamo de 1 070 millones de dólares. Durante el 37.°
período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la delegación de la RDA volvió a tomar iniciativas tendentes a asegurar la plena eficacia
de la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de
apartheid. En consecuencia, en el 37.° período de sesiones de la Asamblea General se adoptó una resolución que, entre otras cosas, prevé la preparación y la
actualización periódica de listas de personas y empresas a quienes se considera
responsables del crimen de apartheid. Esta resolución describe el apoyo al régimen del apartheid como una complicidad con el racismo. La resolución debía
interpretarse como una contribución específica al Año internacional de movilización en pro de las sanciones contra Sudafrica. Durante las reuniones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del Consejo Económico y Social, de la
68
Informe especial sobre el apartheid
Comisión de Derechos Humanos y en otros organismos de las Naciones Unidas,
las delegaciones de la RDA se han pronunciado repetidamente contra la colaboración de los países occidentales y de los monopolios transnacionales como obstáculo para la eliminación del régimen del apartheid. Durante el período que
abarca el informe, la RDA ha vuelto a convertirse en miembro del Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid, y en consecuencia ha exhortado
en éste a la adopción de medidas eficaces contra dicho régimen. La misma actitud
asumió durante los debates sobre el apartheid en organismos especializados de las
Naciones Unidas, por ejemplo, durante la 69.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en 1983. La RDA ha subscrito la Convención internacional
para la eliminación de todas las formas de discriminación racial y la Convención
internacional para la represión y castigo del crimen de apartheid, y ha participado
activamente en la adopción de este instrumento en 1973. Ha respetado estrictamente las disposiciones de ambas convenciones y ha presentado sus informes a
los comités competentes durante el período que abarca el informe. Entre los
acontecimientos sobresalientes ocurridos en la lucha contra el apartheid durante
el período que abarca el informe se cuentan la segunda Conferencia mundial para
combatir el racismo y la discriminación racial, en agosto de 1983, y la Conferencia internacional sobre Namibia en abril de 1983. Durante la segunda Conferencia mundial que examinó los resultados del Decenio de la Lucha contra el
Racismo y la Discriminación Racial, y también en el informe preparatorio dirigido al Secretario General de las Naciones Unidas (documento A/CONF.l 19/3),
la RDA menciona numerosos hechos que demuestran su consecuente apoyo a la
lucha contra el racismo y la discriminación racial en toda la medida de su capacidad y que ha puesto en ejecución las resoluciones pertinentes de las Naciones
Unidas. Dada la persistencia de regímenes y prácticas racistas, la RDA ve con
satisfacción la propuesta de instituir un segundo decenio de lucha contra el
racismo y la discriminación racial.
Hungría. La República Popular de Hungría tomó parte activa en la elaboración de un documento de tanta importancia como la Convención internacional
sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid, apoyó su adopción y fue
uno de los primeros países que se convirtieron en partes de la misma. Ha cumplido en forma completa y consecuente con las disposiciones de la Convención y
envía los correspondientes informes periódicos al Secretario General de las
Naciones Unidas. La República Popular de Hungría asigna gran importancia a la
Declaración actualizada de la OIT concerniente a la aplicación de la política de
apartheid en Sudafrica, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo el
18 de junio de 1981. En la República Popular de Hungría el papel primordial en
la organización de actividades contra el apartheid lo desempeña el Comité Húngaro de Solidaridad (HUNSOC), que cuenta con el apoyo de los más altos sectores de la sociedad y que coopera estrechamente con el Consejo Nacional de la
Paz. El HUNSOC representa al pueblo húngaro en general en las conferencias e
instancias internacionales que se ocupan de las cuestiones de la lucha contra la
discriminación racial y el apartheid. El HUNSOC mantiene relaciones con los
organismos pertinentes de las Naciones Unidas, entre ellos el Comité Especial de
las Naciones Unidas contra el Apartheid, el Consejo de las Naciones Unidas
sobre Namibia y otras organizaciones e instituciones internacionales, por ejemplo, AAPSO, y CSA, los movimientos de solidaridad y contra el apartheid de
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
69
Africa y Europa occidental, y los comités de solidaridad de los países socialistas.
Los representantes del HUNSOC han participado en muchas conferencias internacionales que se ocupan de las cuestiones del apartheid y del Africa meridional;
por ejemplo, las conferencias de París en 1980 y 1981; la Conferencia sobre «el
momento de optar», celebrada en Londres en 1981; la Conferencia sobre «medios de difusión y apartheid», que tuvo lugar en Berlín en octubre de 1981; el
«Seminario sobre Namibia», que se celebró en Viena en 1982, y la Conferencia
sobre Namibia, París, 1983.
India. Fue por iniciativa de la India que la cuestión del racismo en Sudafrica
se inscribió por primera vez, en 1946, en el programa de las Naciones Unidas. La
India también aplicó extensas sanciones contra Sudafrica en 1946. El Gobierno
no sólo ha cumplido escrupulosamente con las disposiciones de la resolución
núm. 218 (1977) del Consejo de Seguridad, que impone un embargo sobre el
armamento para Sudafrica, sino que ha exhortado repetidas veces a la adopción
de sanciones económicas amplias y obligatorias contra el régimen sudafricano. La
India se adhirió en 1977 a la Convención internacional sobre la represión y el
castigo del crimen de apartheid, y votó en 1981 la ley contra el apartheid (Convenio de las Naciones Unidas), a fin de aplicar dicha Convención. El Gobierno está
persuadido de que un cambio pacífico en Sudafrica sólo puede llegar a producirse
mediante la imposición de vastas sanciones contra el régimen de Pretoria por
parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Asimismo, la India
apoya plenamente la demanda de sanciones económicas contra Pretoria como
medio de obligar a Sudafrica a poner fin a su ocupación ilegal de Namibia.
Indonesia. El Gobierno de Indonesia reitera la actitud frente a la política de
apartheid en Sudafrica ya descrita en sus respuestas anteriores, añadiendo que
Indonesia aplica también una política de petróleo respecto a Sudafrica en virtud
de las resoluciones 36/172C y 37/695 de las Naciones Unidas.
República Islámica del Irán. Dentro de la comunidad internacional, la
República Islámica del Irán no sólo ha exhortado a la aplicación de sanciones
amplias y obligatorias contra Sudafrica, sino que también ha convocado a una
lucha real contra los gobiernos que apoyan al régimen racista.
Malasia. Malasia rechaza totalmente la práctica del apartheid y ha apoyado
en forma consecuente todas las resoluciones de las Naciones Unidas contra el
apartheid en Sudafrica, incluida la resolución 418 del Consejo de Seguridad que
impuso un embargo obligatorio sobre los armamentos para Sudafrica. Malasia es
desde 1963 miembro activo del Comité Especial de las Naciones Unidas contra el
Apartheid y miembro del Comité ad hoc de las Naciones Unidas para la elaboración de una convención internacional contra el apartheid en los deportes. En las
reuniones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Malasia ha participado en el debate anual sobre las políticas de apartheid del Gobierno de Sudafrica. Malasia ha sido coautora de varios proyectos de resolución y ha participado
en los esfuerzos internacionales para movilizar apoyo contra las políticas de
apartheid en Sudafrica. Entre esas resoluciones se cuentan las relativas a diversas
sanciones contra Sudafrica, el apartheid en el deporte, inversiones en Sudafrica,
embargo del petróleo para Sudafrica, boicot cultural, académico y de otra índole
contra Sudafrica, al igual que difusión de informaciones sobre el apartheid. Malasia ha reiterado muchas veces su posición y ha prometido además proporcionar
70
Informe especial sobre el apartheid
la asistencia moral y material a su alcance para ayudar al pueblo de Sudafrica en
su lucha por sus derechos y su dignidad. Malasia ha desempeñado un papel
importante en la reunión de los Jefes de Gobierno de la Commonwealth, celebrada en 1961, al oponerse a la política de apartheid un Sudafrica, a raíz de lo cual
Sudafrica se retiró de la Commonwealth.
México. El Gobierno viene apoyando todas las resoluciones de las Naciones
Unidas que condenan las políticas y prácticas raciales y en 1975 ratificó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial.
México es miembro del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia desde
1972, ha participado en sus tareas en muchos países y ha ocupado la vicepresidencia del mismo en varias ocasiones. Además, ha aportado contribuciones
anuales al Fondo de las Naciones Unidas para Namibia desde 1978 y ha apoyado
la inclusión de Namibia como miembro pleno del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia. México ha apoyado el embargo de armamentos contra Sudafrica y en 1981 ocupó la presidencia del Comité especial designado para la aplicación de ese embargo en virtud de la resolución núm. 418 (1977). México ha
condenado las violaciones al embargo sobre los armamentos. Además, México es
miembro del Grupo de expertos en la cuestión del embargo del petróleo para
Sudafrica.
Nueva Zelandia. Nueva Zelandia considera que la presencia de Sudafrica en
Namibia es ilegal y ha apoyado consecuentemente los esfuerzos internacionales
destinados a obtener la independencia de Namibia en forma pacífica mediante
elecciones libres celebradas imparcialmente bajo los auspicios de las Naciones
Unidas en virtud de la resolución núm. 435 del Consejo de Seguridad. El
Gobierno de Nueva Zelandia ha manifestado su disposición para aplicar las sanciones comerciales cuando así se lo señale el Consejo de Seguridad, que, en virtud
del artículo VII de la Carta de las Naciones Unidas, tiene incumbencia para
hacerlo. El Gobierno de Nueva Zelandia ha aplicado un embargo voluntario
sobre los armamentos para Sudafrica en 1971 y desde entonces ha promulgado
reglamentos para la aplicación del embargo obligatorio decidido por el Consejo
de Seguridad. Nueva Zelandia proporciona asistencia financiera a los fondos de
fideicomiso de las Naciones Unidas que ofrecen asistencia a las víctimas del
apartheid: el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica, el Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para Africa Meridional y el Fondo de las Naciones Unidas para Namibia. Ha sido también coautora
de resoluciones que exhortan a no efectuar nuevas inversiones en Sudafrica.
Noruega. El Gobierno ha pedido que se adopte una política de anulación
sistemática de las relaciones económicas y de otra naturaleza con Sudafrica, a
causa de sus políticas racistas. En virtud de esta política Noruega ha adoptado,
junto con otros países nórdicos, un programa conjunto de acción contra Sudafrica. En aplicación del mismo, los países nórdicos en las Naciones Unidas han
solicitado que se adopten medidas eficaces para obtener la cesación de las inversiones extranjeras, incluidos los préstamos financieros a Sudafrica. Noruega ha
venido observando estrictamente el embargo obligatorio de armamento para
Sudafrica de acuerdo con la resolución 418 del Consejo de Seguridad.
Panamá. El Gobierno ha dado su apoyo en el Consejo de Seguridad y en
otras organizaciones internacionales a la propuesta de aplicar sanciones obligato-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
71
rias contra Sudafrica. Además, Panamá ha apoyado en el seno de las Naciones
Unidas la resolución 418 del Consejo de Seguridad y las resoluciones subsiguientes relativas al embargo de armamento y de petróleo. Ha criticado enérgicamente
la política de apartheid en Sudafrica; en respuesta a los llamamientos de las
Naciones Unidas se ha abstenido de cooperar en materia nuclear o en otros
aspectos con Sudafrica; ha condenado permanentemente el régimen racista sudafricano en Namibia y ha reconocido el derecho del pueblo de Namibia a la libre
determinación, la libertad y la independencia bajo la dirección de la SWAPO,
único representante auténtico ; y ha apoyado la independencia de Namibia.
Papua Nueva Guinea. La Declaración actualizada concerniente a la política
de apartheid en Sudafrica, adoptada en la 67.a reunión (junio de 1981) de la
Conferencia Internacional del Trabajo, cuenta con el pleno apoyo del Gobierno
de Papua Nueva Guinea que aprueba también la serie de recomendaciones que
ella contiene. Esta actitud ya ha sido expuesta claramente por el Primer Ministro
de Papua Nueva Guinea durante el último período de sesiones (vigésimo octavo)
de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en octubre de 1983. El Gobierno
cree también que los esfuerzos de la OIT por hacer justicia a los africanos negros
exigen el pleno apoyo y los esfuerzos reunidos de los países Miembros de la OIT a
fin de inducir a Sudafrica a modificar su política de apartheid. De modo que el
Gobierno de Papua Nueva Guinea, por su parte, seguirá oponiéndose al apartheid en Sudafrica y tomará medidas cada vez que corresponda para aplicar la
serie de recomendaciones contenidas en la Declaración actualizada.
Filipinas. Recientemente, la Conferencia Regional Asiática para la acción
contra el apartheid, patrocinada por las Naciones Unidas, se celebró en Manila en
consideración a la solidaridad regional y la lucha por la liberación de Sudafrica y
para considerar medios de acción futura. Las obligaciones de esa naturaleza asumidas por el Gobierno filipino, en carácter de contribución a la campaña internacional contra el apartheid, son las siguientes : el firmante de la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de apartheid adoptada por la
Asamblea General en 1973 otorga su apoyo a las distintas medidas de las Naciones Unidas contra el régimen del apartheid en Sudafrica, a saber, sanciones económicas, embargo de armas, embargo de petróleo, y no colaboración en materia
nuclear; presta un apoyo total e inequívoco al pueblo de Namibia, que bajo la
dirección de la SWAPO está llevando a cabo una lucha heroica por la obtención
de la independencia nacional contra la ocupación ilegal sudafricana; apoya la
imposición de sanciones y otras medidas coercitivas del Consejo de Seguridad
contra Sudafrica para conseguir que ésta observe las resoluciones y decisiones de
las Naciones Unidas sobre Namibia; da la bienvenida a la proclamación por la
Asamblea General de las Naciones Unidas del Año Internacional de Solidaridad
con el Pueblo de Namibia ; aporta contribuciones a fondos y actividades especializados, como el Fondo de Ayuda y Solidaridad para la Liberación de Africa
Meridional, el Programa de Educación y Formación de las Naciones Unidas para
Africa Meridional, el Instituto de las Naciones Unidas para Namibia y Lusaka, el
Fondo de las Naciones Unidas para los Estados de Primera Línea y el Fondo de
Publicidad contra el Apartheid; ha prometido su apoyo a la Declaración de la
OIT referente a la política de apartheid adoptada en la reunión de 1981 de la
Conferencia Internacional del Trabajo. La participación en este esfuerzo, según lo
72
Informe especial sobre el apartheid
explicara el Ministro de Trabajo y Empleo, puede tener lugar por intermedio de
una «modesta asistencia financiera, al igual que asistencia técnica en materia de
educación basada en la disponibilidad de los medios nacionales de formación».
Para este objeto, se ha ofrecido la suma de 15 000 dólares como contribución
simbólica al programa que abarca actividades multibilaterales de cooperación
técnica y tres o cuatro becas en materia de formación, rehabilitación profesional,
planificación y creación de empleos, desarrollo rural, educación obrera y desarrollo cooperativo.
Arabia Saudita. El Gobierno de Arabia Saudita ha apoyado y sigue apoyando las resoluciones adoptadas por las organizaciones internacionales que condenan y denuncian el apartheid dondequiera que se aplica. Arabia Saudita ha
apoyado y sigue apoyando las medidas adoptadas en el ámbito internacional contra el Gobierno de Sudafrica para protestar contra la política de apartheid practicada por este último. La actitud de Arabia Saudita es consecuente y por ello
continuará votando en las Naciones Unidas y en otras instancias internacionales
las resoluciones contra el apartheid.
Singapur. En la Asamblea General, Singapur ha votado constantemente en
favor de resoluciones generales y de otras más específicas contra Sudafrica, condenando la colaboración militar y nuclear con dicho país, exhortando a la adopción de sanciones generales contra éste, incluidos el boicot cultural y académico y
la cesación de las inversiones y de la colaboración económica con Sudafrica.
Sri Lanka. Este país ha mantenido su oposición al apartheid y a la ocupación
ilegal de Namibia por Sudafrica y ha votado consecuentemente en favor de todas
las resoluciones pertinentes adoptadas por las Naciones Unidas y también ha
participado activamente en su redacción y preparación. Durante el 38.° período
de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Sri Lanka apoyó
todas las resoluciones sobre el apartheid. Ha participado tanto en la primera
como en la segunda Conferencia mundial para combatir el racismo y la discriminación racial y ha continuado cooperando estrechamente dentro de las Naciones
Unidas, del Movimiento de los Países no Alineados, de la Commonwealth de
Naciones y de otras organizaciones internacionales que han adoptado y siguen
llevando a cabo programas activos para combatir el racismo y la discriminación
racial, incluido el apartheid; en la primera Conferencia mundial para combatir el
racismo y la discriminación racial, Sri Lanka, como presidente que era entonces
del Movimiento de Países no Alineados, contribuyó a movilizar las «energías»
de dicho grupo y a coordinar sus actividades en la Conferencia. Sri Lanka es país
fundador del Comité de Administración del Fondo de Solidaridad de los Países
no Alineados para la Liberación de Sudafrica y del Fondo de Solidaridad de los
Países no Alineados para Namibia, respectivamente ; dentro de los límites de su
propia situación financiera, Sri Lanka ha contribuido a ambos Fondos. También
ha aportado su contribución al Comité de las Naciones Unidas para la eliminación de la discriminación racial (SEDR). Sri Lanka es parte de los siguientes
instrumentos internacionales en materia de lucha contra la discriminación racial :
Convención sobre la represión y el castigo del crimen de genocidio (1948); Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
racial (1965); Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales y
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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Pacto internacional de derechos civiles y políticos (1966); Convención internacional sobre la represión y castigo del crimen de apartheid ( 1978).
Sudán. El Gobierno de la República Democrática de Sudán, mediante su
afiliación a las Naciones Unidas, está obligado, y por supuesto lo hace, a apoyar
resoluciones en contra del apartheid y de las políticas de discriminación racial,
resoluciones que fueron adoptadas por las siguientes organizaciones: Organización de las Naciones Unidas; Organización Internacional del Trabajo; Liga
Arabe; Organización Arabe del Trabajo; Organización de la Unidad Africana;
Comité Africano del Trabajo, y Liga Islámica Mundial. Además, Sudán es uno de
los miembros permanentes del Comité formado por el Consejo de Seguridad para
la eliminación de todas las clases de discriminación racial y política, al igual que
de la segregación social y de las políticas de apartheid.
Suecia. Suecia observa tradicionalmente la conducta de tomar parte solamente en aquellas sanciones contra otro Estado que han sido decididas o recomendadas por el Consejo de Seguridad. Por ello, ha pedido repetidamente al
Consejo de Seguridad que adopte una decisión sobre sanciones generales obligatorias contra Sudafrica, de acuerdo con el capítulo VII de la Carta. Dado que tales
medidas constituyen el principal instrumento internacional para ejercer una coerción pacífica, deberían ser instituidas sin más dilaciones. Para acelerar la acción
por parte del Consejo de Seguridad, Suecia presentó en 1976 un proyecto de resolución en la Asamblea de las Naciones Unidas urgiendo al Consejo de Seguridad
a considerar la adopción de medidas efectivas contra las inversiones extranjeras
en Sudafrica, que fortalecen la economía de Sudafrica y sus esfuerzos de guena.
Dicho proyecto de resolución, que ha vuelto a ser presentado durante los períodos de sesiones subsiguientes de la Asamblea General, se ha ampliado también
para que incluya los préstamos financieros a Sudafrica. Ha recibido un amplio
apoyo de los demás Estados Miembros. Suecia apoya plenamente y observa en
toda su integridad el embargo de armas contra Sudafrica y, junto con los demás
países nórdicos, está estudiando actualmente medidas prácticas, que se presentarán a la consideración de las Naciones Unidas, a fin de hacer más efectivo el
embargo. Suecia vería con beneplácito una decisión del Consejo de Seguridad de
instituir un embargo sobre el petróleo contra Sudafrica. Suecia apoya la iniciativa
noruega encaminada a la preparación de una conferencia con los países productores y exportadores de petróleo, que han declarado que es su política no vender
petróleo a Sudafrica, con vistas a hacer esa política más efectiva. Suecia contribuye financieramente a una encuesta sobre los embarques de petróleo y de subproductos del petróleo a Sudafrica. Asimismo, ha apoyado diversas iniciativas en
los organismos especializados de las Naciones Unidas con el objeto de intensificar las medidas contra el apartheid dentro de sus respectivos campos de competencia y ha preconizado que se aumente, por intermedio de los organismos especializados, la asistencia a los movimientos de liberación, a los refugiados y a las
víctimas del apartheid, en cooperación, por ejemplo, con el Movimiento Sindical
Mundial. Suecia ha condenado repetidamente la ocupación ilegal de Namibia por
parte de Sudafrica y ha pedido que se dé al pueblo de Namibia la oportunidad de
determinar su propio futuro, de elegir sus propios dirigentes y representantes en
elecciones libres e independientes, bajo la inspección y la fiscalización de las
Naciones Unidas, de acuerdo con la resolución 435. Desde 1978, Suecia viene
74
Informe especial sobre el apartheid
propiciando que el Consejo de Seguridad aplique una mayor coerción a Sudafrica, incluidas sanciones, para obtener sin más demora la ejecución del Plan de
las Naciones Unidas para Namibia, y ha apoyado con toda decisión los esfuerzos
del Secretario General para obtener una rápida solución al problema. El Gobierno sueco apoya a la SWAPO y está prestando amplia ayuda humanitaria a los
refugiados namibianos por intermedio de ésta, al igual que por conducto de las
Naciones Unidas y de organizaciones privadas.
República Unida de Tanzania. Tanzania da cumplimiento a todas las medidas encaminadas a dar efecto al Programa de acción contra el apartheid adoptado
por la Asamblea General de las Naciones Unidas y a las diferentes resoluciones
adoptadas ulteriormente por ese órgano mundial.
Tailandia. El Gobierno de Tailandia ha apoyado todas las resoluciones
adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas y por el Consejo de
Seguridad sobre esta cuestión y las ha llevado a la práctica estrictamente. El
Gobierno apoya plenamente el programa de trabajo del Consejo de las Naciones
Unidas para Namibia y para ello ha aceptado el honor de oficiar de anfitrión a la
reunión plenaria extraordinaria del Consejo en Bangkok en 1984. También ha
efectuado contribuciones al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica en 1977 y 1980, al Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para Africa Meridional en 1968, 1981, 1982 y 1983, y al Instituto de las
Naciones Unidas para Namibia en 1983.
Túnez. Este país fue uno de los coautores de la proposición de urgencia presentada en el Consejo de Seguridad para que éste declarara por primera vez su
actitud sobre el apartheid (resolución 134/1960). Desde entonces Túnez ha apoyado plenamente y a veces ha presentado distintas resoluciones adoptadas por la
Asamblea General condenando el apartheid y recomendando la adopción de
determinadas medidas contra éste; entre ellas las que recomiendan la interrupción de las relaciones con Sudafrica, la exclusión de las aeronaves sudafricanas de
todos los aeropuertos y la prohibición de la exportación de armas y municiones a
dicho país, al igual que las que apelan a los países que tienen participación principal en el comercio con Sudafrica para que pongan fin a su colaboración económica con ese país, y las que señalan a la atención del Consejo de Seguridad las
medidas contenidas en el capítulo VII de la Carta, que son indispensables para
resolver el problema del apartheid. La política de Túnez en las Naciones Unidas
ha preconizado sanciones obligatorias contra Sudafrica en virtud del capítulo VII
de la Carta; un embargo efectivo de las entregas de armamentos y de petróleo a
Sudafrica; la intensificación de la acción contra el apartheid en todos los organismos especializados de las Naciones Unidas y en todas las organizaciones intergubernamentales y un aumento de la asistencia a los pueblos oprimidos de Sudafrica; el fin de la colaboración con Sudafrica en materia nuclear; el fin de la
ocupación de Namibia por el régimen racista de Sudafrica y el derecho del pueblo
namibiano, bajo la dirección de la SWAPO, a obtener su independencia.
RSS de Ucrania. Se están tomando las medidas necesarias para poner en
práctica la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación racial y la Convención internacional sobre la represión y el castigo
del crimen de apartheid; fue asimismo uno de los primeros Estados que firmaron
y ratificaron el Convenio (núm. 111) sobre la discriminación (empleo y ocupa-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
ción), 1958, de la OIT, y otros instrumentos internacionales destinados a eliminar toda forma de discriminación con motivos de raza o nacionalidad. Como
coautora de muchas resoluciones en la materia adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la RSS de Ucrania apoya activamente la ejecución de
las decisiones de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales
en la lucha contra el apartheid, incluido el Programa de acción para la segunda
mitad del Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial. La
RSS de Ucrania está completamente de acuerdo con la Declaración adoptada por
la Asamblea General en su 37.° período de sesiones, según la cual el régimen
sudafricano, al ignorar a las Naciones Unidas, en su política de apartheid y de
construcción de armas nucleares, su ocupación ilegal en territorio de Namibia, su
guerra represiva contra el pueblo de Namibia y sus incesantes actos de agresión
contra Estados africanos independientes, constituye una seria amenaza a la paz y
la seguridad internacionales. Por ello, la RSS de Ucrania apoya el urgente llamamiento al Consejo de Seguridad formulado por la inmensa mayoría de los países
que integran la comunidad internacional para que se proceda a la inmediata aplicación a los racistas de Sudafrica de sanciones completas obligatorias en virtud
del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas. En ese mismo período de
sesiones la RSS de Ucrania presentó y fue coautora de siete resoluciones adoptadas contra el apartheid. Habiendo sido miembro del Comité Especial de las
Naciones Unidas contra el Apartheid durante más de diez años, la RSS de Ucrania participa directamente en las actividades de este órgano para movilizar los
esfuerzos internacionales tendentes a eliminar el criminal sistema del apartheid,
preparar recomendaciones apropiadas de la Asamblea General de las Naciones
Unidas y coordinar esfuerzos con otras organizaciones internacionales. En 1983
la RSS de Ucrania participó activamente en varias importantes reuniones internacionales sobre la lucha contra el apartheid en Sudafrica, por ejemplo, la Conferencia internacional de apoyo a la lucha del pueblo de Namibia por la independencia, la Conferencia sindical internacional sobre sanciones y otros medios de
lucha contra el régimen de Sudafrica, la Conferencia internacional contra la
alianza de Sudafrica con Israel, y la segunda Conferencia mundial para combatir
el racismo y la discriminación racial. Consecuente con sus principios, la RSS de
Ucrania apoya resueltamente la pronta aplicación del derecho inalienable a la
autodeterminación y al desarrollo independiente del pueblo de Namibia, sobre la
base de la unidad y de la integridad territorial, y la transferencia de todo el poder
al pueblo de Namibia representado por la SWAPO, reconocido por las Naciones
Unidas y por la Organización de la Unidad Africana como único representante
legítimo del pueblo namibio. La RSS de Ucrania condena enérgicamente la continuación de la ocupación ilegal de Namibia por el régimen colonialista racista de
Sudafrica y apoya la justa lucha del pueblo de Namibia bajo la dirección de la
SWAPO contra los invasores. A este respecto, la RSS de Ucrania apoya las resoluciones respectivas de las Naciones Unidas, en particular la resolución 37/233, y
ha recibido con satisfacción el informe de la Comisión del Apartheid adoptado en
la 69.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo; considera que la
aplicación de las exigencias y medidas específicas contenidas en este informe, con
vistas a la aplicación de las declaraciones adoptadas por la OIT en 1964 y 1981,
podría aumentar considerablemente la contribución de la OIT a los esfuerzos de
la comunidad internacional para consumar lo antes posible la aniquilación del
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76
Informe especial sobre el apartheid
vergonzoso sistema de opresión y explotación racista de los pueblos de Namibia
y Sudafrica.
URSS. El nombre de la URSS está vinculado a la inclusión de la posición
relativa a la igualdad de los pueblos en la Carta de las Naciones Unidas y a la
adopción en las Naciones Unidas de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales; fue asimismo una de las iniciadoras
de la Convención internacional sobre la represión y el castigo del crimen de
apartheid. Las delegaciones soviéticas han participado activamente en la redacción y adopción de la Declaración de la OIT contra el apartheid. La delegación
soviética apoya en forma consecuente la aplicación de las justas exigencias de
esos documentos y apoya y ejecuta todas las decisiones y recomendaciones de los
organismos y conferencias internacionales relativas a la lucha contra el colonialismo, el racismo y el apartheid. Apoya resueltamente las propuestas del Consejo
de Seguridad tendentes a la imposición de sanciones universales contra el régimen racista de Sudafrica en virtud del capítulo VII de la Carta de las Naciones
Unidas. Los representantes de la Unión Soviética participan activamente en los
trabajos del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General y en las actividades
de los organismos especializados de las Naciones Unidas en asuntos relativos a la
descolonización y la lucha contra el apartheid, en el Consejo de las Naciones
Unidas sobre Namibia, en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, en la Comisión del Apartheid de la Conferencia Internacional del Trabajo y en otras instancias internacionales que deben contribuir a la eliminación
de todas las formas y manifestaciones del racismo y del colonialismo. Los representantes de la Unión Soviética han participado activamente en la Conferencia
internacional en apoyo al pueblo de Namibia por la independencia (París, 1982),
en la segunda Conferencia mundial para combatir el racismo y la discriminación
racial (Ginebra, 1983) y también en la elaboración de los documentos adoptados
en esas reuniones.
Venezuela. En septiembre de 1983 se celebró en Caracas la Conferencia
regional latinoamericana para la lucha contra el apartheid. Dicha Conferencia fue
organizada por el Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid, en
colaboración con el Gobierno de Venezuela. El principal resultado de la Conferencia ha sido la «Declaración de Caracas sobre las Medidas contra el Apartheid», que constituye una clara expresión de la actitud de Venezuela con respecto
a esta práctica reprensible, reforzando al mismo tiempo la Declaración referente
a la política de apartheid en Sudafrica adoptada por la Conferencia Internacional
del Trabajo en 1971, de acuerdo con sus fines y objetivos, o sea, la defensa de los
derechos humanos fundamentales. El Gobierno de Venezuela, en este año en que
se celebra el bicentenario del Libertador Simón Bolívar, cuyo amor a la libertad y
aborrecimiento del racismo son bien conocidos, ha deseado en esta forma tomar
medidas concretas contra este llamado sistema de dominación racial que constituye una amenaza creciente a la paz y la seguridad internacionales. En la sección
de Igualdad de Derechos, en la sede de la OIT, puede consultarse un ejemplar de
la «Declaración de Caracas sobre las Medidas contra el Apartheid».
Yugoslavia. Dentro del marco de los organismos especializados de las
Naciones Unidas, y en particular entre los Países no Alineados, el Gobierno
yugoslavo viene llevando a cabo una notable actividad tanto en el proceso de
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
77
adopción de resoluciones y de declaraciones, particularmente las relativas a
Sudafrica, como en los esfuerzos por llevarlas a la práctica. Se presta especial
atención a los esfuerzos para obtener cuanto antes la independencia de Namibia.
Aunque Yugoslavia, igual que muchos países en desarrollo, afronta numerosas
dificultades económicas, el Gobierno yugoslavo ha hecho esfuerzos por ayudar
materialmente, dentro de los límites de sus posibilidades, a la lucha contra el
apartheid y el racismo, tanto en forma bilateral como por intermedio de los fondos establecidos por las Naciones Unidas.
Relaciones con Sudafrica
Angola. En principio, y como cuestión de política, se prohibe a todas las
instituciones mantener cualquier clase de relaciones con el Estado racista. La
Declaración referente a la política de apartheid en Sudafrica es observada en
forma completa y escrupulosa. La República Popular de Angola considera nulos
todos los acuerdos y convenios concluidos entre Portugal y Sudafrica en nombre
de la ex provincia de Angola. En la actualidad no se mantienen relaciones políticas, culturales, deportivas, comerciales y diplomáticas con Sudafrica.
Bahamas. Este país, desde la proclamación de su independencia en 1963,
nunca ha mantenido relaciones políticas, culturales, deportivas, comerciales ni
diplomáticas con el Gobierno de Sudafrica. Bahamas apoya absolutamente el
Acuerdo de Gleneagles (Declaración de la Commonwealth) que pide a los gobiernos que se abstengan de toda forma de apoyo, que adopten todas las medidas
prácticas destinadas a desalentar las relaciones o la participación de sus nacionales con organizaciones o equipos deportivos o con deportistas de Sudafrica o de
cualquier país en el cual los deportes se organicen sobre la base de la raza, el color
o el origen étnico. Además, Bahamas es parte del Código de Conducta adoptado
por la Asamblea General de la Federación de Juegos de la Commonwealth celebrada en Brisbane, Australia, en 1982.
Bangladesh. No se mantienen relaciones políticas, culturales, deportivas,
comerciales ni diplomáticas con el Gobierno sudafricano.
Brasil. No se permite ninguna clase de relaciones deportivas con Sudafrica.
Bulgaria. En 1983, como en años anteriores, Bulgaria no ha mantenido relaciones políticas, económicas, comerciales ni de ninguna otra naturaleza con la
República de Sudafrica, y por otra parte apoya el urgente llamamiento a la comunidad internacional para que se apliquen sanciones contra este Estado en virtud
del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.
Burundi. El Gobierno no mantiene relaciones políticas, diplomáticas, comerciales, culturales ni deportivas con Sudafrica, país que ha sido repudiado por
todos los países partidarios de la paz y de la justicia social.
Birmania. Birmania interrumpió en 1962 todas sus relaciones políticas, culturales, deportivas, comerciales y diplomáticas con Sudafrica.
RSS de Bielorrusia. Como se ha indicado en las respuestas anteriores, la RSS
de Bielorrusia adopta una posición de principio en la cuestión de la lucha contra
la política de apartheid observada por el régimen racista en Sudafrica. La RSS de
78
Informe especial sobre el apartheid
Bielorrusia no ha mantenido ni mantiene ninguna relación con el régimen racista
de Pretoria en los ámbitos económico, militar, cultural ni en ningún otro, y en
consecuencia no ha concertado ningún acuerdo contractual ni de otra índole con
la República de Sudafrica.
Camerún. No se mantienen relaciones (políticas, culturales, deportivas, económicas, comerciales o diplomáticas) con el Gobierno de Sudafrica.
Canadá. El consecuente objetivo del Gobierno del Canadá ha sido el de
promover el cambio pacífico y no la violencia destructiva en Sudafrica. Por ello
se ha abstenido de toda medida que pudiera inhibir el campo pacífico o promover la violencia. El Gobierno del Canadá no estima que el aislamiento total de
Sudafrica pudiera servir para promover la reforma fundamental en ese país. El
Canadá mantiene relaciones diplomáticas con Sudafrica. A su entender, de este
modo se cuenta con un medio permanente para comunicar al Gobierno sudafricano, a la minoría blanca de aquel país y a la población en su conjunto la opinión
del Canadá sobre la imposibilidad de aceptar el apartheid y sobre la necesidad de
introducir un cambio. Mediante las relaciones oficiales y la asistencia directa o
indirecta a la población no blanca de Sudafrica, el Canadá ha venido utilizando
su influencia para alentar allí el cambio social y político. El Canadá también
viene asistiendo a las víctimas del apartheid mediante subsidios especiales a las
organizaciones internacionales, particularmente a los programas de enseñanza,
formación y auxilio a los refugiados sudafricanos, así como programas similares
emprendidos por organizaciones no gubernamentales canadienses. En el marco
de este criterio general, el Canadá viene apoyando el derecho de Sudafrica a participar en las actividades de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales de las cuales el Canadá es miembro. El Gobierno canadiense considera
que la exposición de Sudafrica a la influencia de la opinión pública mundial y el
mantenimiento de un diálogo en términos de franqueza - en las Naciones Unidas
y en forma bilateral - constituyen una forma más efectiva de promover el cambio
pacífico que el aislamiento total de la comunidad mundial. Los países aislados
son los que más difícilmente cambian. Este mismo principio, en definitiva, se
aplica a la imposición de sanciones económicas completas. Tales sanciones han
sido tradicionalmente acompañadas por la interrupción de las relaciones diplomáticas y a menudo han estado vinculadas con conflictos abiertos o con el estado
de guerra. En el momento actual no es verosímil que las sanciones económicas
contra Sudafrica puedan promover allí una reforma o un cambio pacífico. Tal
medida, para obtener alguna posibilidad de resultar eficaz, exigiría la plena adhesión y la cooperación de los países que tienen la mayor participación en el comercio con Sudafrica. Pero aun en ese caso, el volumen y el vigor de la economía
sudafricana y los recursos con que cuenta le permitirían existir eficazmente. El
Gobierno canadiense estima también que las sanciones económicas perjudicarían, ante todo, a aquellos a quienes se desea ayudar y cuyos derechos se desea ver
reconocidos. Además, Sudafrica ha declarado que tomaría represalias contra sus
países vecinos. Esos países independientes, gobiernos elegidos por el voto de la
mayoría, dependen en sumo grado de Sudafrica y serían gravemente perjudicados. Las consultas permanentes del Gobierno del Canadá con el de Sudafrica y de
los países vecinos de ésta miembros de la SADCC prueban con toda evidencia
que éstos comprenden la dirección y el objetivo de la política canadiense.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
República Centroafricana. Como país no alineado, adicto a los derechos
humanos fundamentales, la República Centroafricana, miembro de la OUA, no
mantiene relaciones políticas, culturales, deportivas, comerciales ni diplomáticas
con el Gobierno de Sudafrica.
China. El Gobierno de China ha declarado en muchas ocasiones que China
no entablará jamás, ni directa ni indirectamente, relaciones políticas, económicas
o comerciales con el poder racista de Sudafrica.
Cuba. El Gobierno no tiene ninguna clase de relaciones con el régimen
racista de Sudafrica y prosigue una política exterior basada en principios firmes
que implican la defensa de los mejores intereses de los pueblos expuestos a su
política racista y discriminatoria.
Checoslovaquia. La República Socialista de Checoslovaquia interrumpió
todas las relaciones con el régimen racista de Sudafrica y con el Gobierno de ese
país en 1963. Checoslovaquia ha respetado dos resoluciones de las Naciones Unidas tendentes al completo aislamiento del régimen sudafricano. No mantiene con
éste relaciones políticas, culturales, deportivas, comerciales ni de otra índole.
Colombia. No se mantienen relaciones con Sudafrica en materia diplomática, consular, política, cultural ni deportiva.
República Dominicana. Como acto de repudio del odioso sistema de dominación y explotación de Sudafrica, la República Dominicana ha clausurado su
consulado honorario en Johannesburgo.
Ecuador. En términos generales, las relaciones culturales, económicas, deportivas, comerciales o diplomáticas con el Gobierno de Sudafrica son casi inexistentes. Ninguno de los respectivos gobiernos tiene representación diplomática
en el otro país.
República Democrática Alemana. De conformidad con los pronunciamientos de la opinión pública democrática mundial y con las numerosas resoluciones
de la Asamblea General contra el apartheid, la RDA no mantiene relaciones políticas, diplomáticas, económicas, militares, culturales, deportivas ni de otra índole
con dicho régimen. Las empresas de la RDA no han efectuado ninguna clase de
inversiones, públicas o privadas, en Sudafrica ni en Namibia. Igual observación
se aplica a los bantustanes.
Guyana. Habiendo subscrito la Convención internacional sobre la represión
y el castigo del crimen de apartheid, Guyana no mantiene relaciones políticas,
culturales, deportivas, comerciales ni diplomáticas con Sudafrica. En materia de
deportes, Guyana ha adoptado una política nacional de principio, en virtud de la
cual se abstiene de relaciones deportivas con Estados que practican el apartheid
en el deporte, de conformidad con el acuerdo de Gleneagles, el proyecto de
Declaración de las Naciones Unidas contra los vínculos deportivos con Sudafrica, y la Junta Reguladora del Criquet de las Indias Occidentales, en virtud de
cuyas decisiones aquellos jugadores de ese deporte en la región del Caribe que
jueguen o actúen como entrenadores en Sudafrica no tendrán derecho a participar
en juegos organizados por la Junta. Además, cualquier equipo oficial de cualquier
país que haya jugado en Sudafrica no será recibido en las Indias occidentales, a
menos que se implante en Sudafrica el Criquet Multirracial. En una serie de opor-
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Informe especial sobre el apartheid
tunidades, en años recientes, Guyana debió invocar las decisiones de la Junta y su
interpretación del Acuerdo de Gleneagles; por ejemplo, en 1977 Guyana prohibió
la entrada en el país de un equipo juvenil de Inglaterra porque su capitán había
jugado en Sudafrica. En 1981, el Sr. Jackman, miembro del equipo inglés de ese
año, fue objeto de una medida de revocación de su permiso de visitante por dos
semanas y se le dio un plazo de 48 horas para abandonar el país, a consecuencia
• de sus relaciones deportivas con Sudafrica. Posteriormente, todo el equipo se
retiró a la tercera rueda del campeonato; en 1981 el jugador de criquet Alvin
Kallicharran, que había firmado un contrato con el Transvaal Cricket Club, fue
expulsado a perpetuidad de los equipos internacionales de Guyana y de las Indias
occidentales; en 1983 Guyana prohibió la entrada de un equipo extraoficial de las
Indias occidentales, que incluía dos jugadores guyaneses que habían efectuado
una gira por Sudafrica.
Hungría. De conformidad con los requerimientos de las Naciones Unidas y
de sus organismos especializados, la República Popular de Hungría no mantiene
relaciones políticas, diplomáticas, comerciales, culturales ni de ninguna otra índole con el régimen racista de Sudafrica.
India. Ya en 1946 la India retiró a su alto comisionado de Sudafrica y posteriormente cerró su misión en aquel país. En la actualidad la India observa con
todo rigor un boicot total del régimen racista de Sudafrica y no mantiene relaciones con él, ya sean políticas, diplomáticas, comerciales, culturales o consulares.
República Islámica del Irán. Desde el establecimiento de la República Islámica del Irán, el Gobierno ha interrumpido sus relaciones diplomáticas, económicas y militares con Sudafrica. No existen relaciones comerciales ni acuerdos en
materia de aviación, puertos o en navegación con el régimen de Sudafrica y de
Namibia ocupada. Los ciudadanos iraníes tienen previsión de establecer relaciones culturales o comerciales con ese régimen.
Japón. El Gobierno ha adoptado las siguientes medidas con respecto a la
política de apartheid de Sudafrica : el Japón sólo mantiene relaciones consulares y
no mantiene relaciones diplomáticas; con respecto a los intercambios deportivos,
al igual que en materia cultural y educativa, el Gobierno ha adoptado la política
de desalentar las relaciones con Sudafrica de los nacionales japoneses en esos
aspectos. Ha adoptado, además, la política de negar la emisión de visados de
entrada a nacionales sudafricanos para los fines de intercambios deportivos, ya
sean profesionales o aficionados, o en materia cultural o educativa.
Malasia. En virtud de diversas resoluciones adoptadas por la Asamblea
General de las Naciones Unidas, Malasia ha dejado de mantener relaciones tanto
oficiales como extraoficiales con Sudafrica. No tiene relaciones diplomáticas con
ese país y ha interrumpido todos los vínculos comerciales, económicos, deportivos y otros con el mismo.
México. En virtud de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas,
no se mantienen relaciones diplomáticas ni consulares con Sudafrica. Se han
suprimido asimismo todos los intercambios culturales, educativos, deportivos y
turísticos y México no otorga visas a nacionales sudafricanos.
Marruecos. Se han tomado todas las medidas necesarias para el boicot de
todas las actividades en que participa Sudafrica.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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Países Bajos. Los Países Bajos han decidido nombrar un agregado laboral en
su Embajada en Pretoria para intensificar sus relaciones con los sindicatos negros
y otras organizaciones laborales.
Nueva Zelandia. Nueva Zelandia no mantiene relaciones diplomáticas con
Sudafrica. Hay en el país un consulado general sudafricano, pero no existe forma
alguna de representación oficial. No existe cooperación entre Nueva Zelandia y
Sudafrica en materia nuclear. Nueva Zelandia da todo su apoyo a los esfuerzos
internacionales para impedir la proliferación de las armas nucleares. Nueva
Zelandia no tiene ningún acuerdo cultural con Sudafrica y las relaciones culturales son muy poco frecuentes. El Gobierno desalienta en todo lo posible las relaciones deportivas, de acuerdo con los términos de la Declaración de la Commonwealth sobre el apartheid en el deporte y los principios básicos de las resoluciones
de las Naciones Unidas sobre el apartheid. En su inmensa mayoría, las organizaciones deportivas y los deportistas de Nueva Zelandia han seguido el consejo del
Gobierno ; en los pocos casos excepcionales en que así no ha ocurrido se ha retirado la asistencia financiera oficial. La autoridad empleadora del Estado no
otorga licencias especiales a los funcionarios públicos que desean participar en
torneos en los cuales participan sudafricanos.
Pakistán. Pakistán nunca ha establecido relaciones diplomáticas con Sudafrica ni se propone hacerlo mientras el Gobierno de ese país continúe observando
su odiosa política actual de apartheid. En cumplimiento de las resoluciones y
recomendaciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, Pakistán
ha suspendido todas las relaciones culturales, educativas y deportivas con Sudafrica.
Panamá. No se mantienen relaciones diplomáticas, políticas, comerciales,
culturales ni deportivas con el Gobierno de Sudafrica.
Papua Nueva Guinea. El Gobierno de Papua Nueva Guinea cree que Sudafrica merece el aislamiento y por tanto no tiene ningún vínculo con ese país,
incluidas las relaciones diplomáticas y comerciales.
Filipinas. Este país ha promulgado el decreto presidencial núm. 1350-A en
virtud del cual se declara que una violación del artículo 4 de la Convención sobre
la eliminación de todas las formas de discriminación racial constituye un delito, y
se prevén las penalidades del caso. También ha remitido instrucciones a sus
representantes en el extranjero respecto a la prohibición de los viajes y de las
relaciones comerciales con Sudafrica y con sus nacionales y ha retirado o se ha
negado a permitir la participación de sus representantes en competencias deportivas y en otras actividades internacionales en las cuales participaban representantes de Sudafrica. Filipinas ha cumplido fielmente el boicot deportivo contra
Sudafrica. En 1975 el Gobierno filipino negó la entrada en Sudafrica a los delegados a la Conferencia Mundial de Boxeo que se celebraba en Manila; Filipinas no
participó en los Campeonatos Mundiales de Softball en Nueva Zelandia en 1976
por cuanto se había invitado a un equipo sudafricano; y Sudafrica fue eliminada
del Tercer Torneo Tripartito por invitación de los maestros de golf celebrado en
Manila en 1978. Se ha procedido a clausurar el consulado general de Filipinas en
Ciudad del Cabo.
Rumania. En conformidad con las actitudes y principios expresados en los
textos anteriores, que continúan siendo válidos, Rumania respeta las resoluciones
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Informe especial sobre el apartheid
pertinentes de las Naciones Unidas y no mantiene relaciones políticas, diplomáticas, consulares, económicas ni de otra índole con la República de Sudafrica.
Singapur. Singapur no tiene vínculos políticos, culturales, deportivos, económicos ni diplomáticos con el Gobierno de Sudafrica.
España. España mantiene relaciones diplomáticas con la República de Sudafrica (al igual que todos los demás países occidentales que también han aprobado
la Declaración), si bien desde el punto de vista político éstas se encuentran a bajo
nivel. Ningún ministro del Gobierno español ha efectuado jamás una visita oficial a Sudafrica. Aunque no estén expresamente prohibidas, las relaciones comerciales tampoco se llevan a cabo en amplia escala (España tiene un provechoso
acuerdo con la República de Sudafrica en materia de pesca y también mantiene
otras formas de relaciones comerciales, cuya magnitud sin embargo no puede
compararse en forma alguna con las de otros países europeos, que son también
enérgicos opositores al régimen del apartheid). No hay relaciones culturales oficiales. Con respecto a las relaciones deportivas, España ha adoptado informar de
las resoluciones que preconizan la supresión de este tipo de relaciones (resolución
31/6F de 1976; resolución 32/105M de 1977; resolución 35/206M, resolución
36/172, de 1981, relativa al boicot académico, cultural y deportivo contra Sudafrica) y finalmente el párrafo sobre el boicot deportivo en la Declaración final de
la Conferencia internacional sobre sanciones contra Sudafrica (París, 1981 ). Además de haber adoptado estas resoluciones, España ha rehusado sistemáticamente
permisos de viaje a los equipos españoles que se propusieran jugar en Sudafrica y
viceversa.
Sri Lanka. Este país no mantiene relaciones diplomáticas ni oficiales de ninguna índole con el régimen de Sudafrica. Se han aplicado graves sanciones contra
un grupo de jugadores de criquet que viajaron a Sudafrica para participar en una
serie de juegos organizados por ese régimen. El Comité de de las Naciones Unidas
contra el Apartheid expresó gran satisfacción por las circunstancias de que la
Junta de Fiscalización del Criquet en Sri Lanka haya adoptado enérgicas medidas
contra los jugadores que efectuaron esa gira por Sudafrica desafiando las resoluciones de las Naciones Unidas, el Acuerdo de Gleneagles para la comunidad de
naciones y la política de Sri Lanka.
Suecia. Este país ha prestado su apoyo a las resoluciones de la Asamblea
General sobre la interrupción de las relaciones culturales y deportivas con Sudafrica, si bien con algunas reservas en cuanto a aquellas partes de las resoluciones
que querían restringir los derechos constitucionales de sus ciudadanos. Suecia no
promueve ni participa en ningún intercambio con Sudafrica en esos aspectos,
pero ha adoptado una serie de medidas restrictivas con el objeto de aislar al
régimen de apartheid, principalmente en materia de deportes y de cultura, incluidos los intercambios científicos y técnicos. A este respecto, se impusieron exigencias de visados para los ciudadanos sudafricanos en 1978 y esta disposición ha
sido seguida por dos ordenanzas, en 1982 y 1983, respectivamente, según las
cuales a partir del 1.° de abril de 1983 se niegan en principio los visados a los
sudafricanos que representan al régimen de apartheid en esas actividades. Además, el Gobierno sueco ha admitido recomendaciones especiales para que se interrumpan los vínculos entre las instituciones del régimen de apartheid y las auto-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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ridades e instituciones oficiales del Gobierno sueco. Suecia mantiene relaciones
diplomáticas con Sudafrica, pero tales relaciones no constituyen una aceptación
de la situación política o social en ese país. No hay cooperación ni relaciones
entre Suecia y Sudafrica en materia nuclear.
República Unida de Tanzania. Refiriéndose a respuestas anteriores sobre la
cuestión del apartheid en Sudafrica, el Gobierno confirma que las disposiciones
1-8 sobre acción de los gobiernos que figuran en el «apéndice de la declaración
referente a la política de apartheid en Sudafrica» son observadas por el Gobierno.
Tailandia. Este país ha suspendido todas las actividades e intercambios
deportivos con Sudafrica, lo cual implicó, por ejemplo, la expulsión del equipo
sudafricano del campeonato mundial de fireball en diciembre de 1978 y la prohibición de la participación del equipo sudafricano en regata juvenil del campeonato fireball y en el 16.° torneo mundial de bowling en 1979. Asimismo, se prohibió actuar en Tailandia al equipo juvenil de rugby sudafricano en diciembre de
1981.
Túnez. La acción de Túnez en la lucha contra el apartheid no se limita a
medidas diplomáticas, sino que se presta igual atención a las actividades políticas
en relación con los países fraternales y amigos y con las grandes potencias. Un
aspecto de esto ha sido la interrupción de todas las relaciones políticas, culturales,
deportivas, comerciales y diplomáticas con Sudráfrica para dar apoyo político,
moral y material al movimiento nacional del pueblo oprimido de Sudafrica y a
cuantos luchan contra la política de apartheid.
RSS de Ucrania. Observando plenamente las decisiones y recomendaciones
respectivas de los organismos internacionales, incluida la OIT, la RSS de Ucrania
no mantiene ninguna clase de vínculos con Sudafrica en materia económica,
comercial, militar ni en otros aspectos y no tiene ningún acuerdo comercial ni de
patentes con la administración racista y colonialista de Pretoria.
URSS. La Unión Soviética no mantiene ninguna clase de relaciones con el
régimen racista de Sudafrica en materia diplomática, económica, comercial, cultural, militar ni en ningún otro aspecto, y consiguientemente no tiene acuerdos
contractuales ni de patentes con el régimen del apartheid.
Yugoslavia. El Gobierno de Yugoslavia, teniendo en cuenta los principios
básicos de la Constitución de Yugoslavia, en contraposición con las actitudes
morales y políticas del Gobierno de Sudafrica, entre ellas la práctica del racismo y
de la discriminación racial, y la política de apartheid, considerada como una de
las más brutales formas de violación de los derechos humanos y las libertades
básicas, procedió ya en 1963, de acuerdo con las resoluciones de las Naciones
Unidas de 1961 y 1962, a interrumpir los vínculos diplomáticos, políticos, económicos, culturales y de otra índole con Sudafrica.
Inversiones, comercio y relaciones económicas
Australia. En vista de la ausencia de sanciones económicas completas que
hayan sido aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y que
sean observadas por los países que tienen mayor participación en el comercio con
Sudafrica, Australia mantiene sus vínculos económicos con ese país.
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Informe especial sobre el apartheid
Bahamas. Bahamas carece de industria de armamento, y no actúa tampoco
como intermediario en el comercio de armas ni en ninguna relación comercial.
Bahamas no mantiene intercambios con Sudafrica y el Gobierno no aprueba ni
apoya ningún intento de desarrollar operaciones de esta índole con ese país. Si
bien Bahamas no ha adoptado cláusulas específicas de los códigos de conducta
para las compañías registradas en este país que efectúan inversiones en Sudafrica,
la posición del Gobierno de Bahamas con respecto a las relaciones con Sudafrica
está bien documentada. Además, debe observarse que las únicas compañías que
operan en Bahamas y que podrían tener relación con inversiones en Sudafrica son
las grandes corporaciones multinacionales cuyas casas matrices se encuentran en
el exterior. No es probable que la actitud de Bahamas con respecto a la situación
en Sudafrica pueda afectar las decisiones adoptadas por esas casas matrices de las
compañías extranjeras.
Bangladesh. No hay inversiones de Bangladesh en Sudafrica ni vínculos económicos ni comerciales con ese país.
Brasil. No hay inversiones de capitales en Sudafrica por parte de firmas
privadas o públicas brasileñas.
Burundi. El Gobierno aprovecha todas las oportunidades para apelar a los
países industrializados que mantienen relaciones comerciales y turísticas con
Sudafrica y que proveen a ese país con armamentos, a que pongan fin a esta
cooperación y que se alien con la comunidad internacional a fin de obligar a
Sudafrica a abandonar su desastrosa política.
Canadá. En fecha 19 de diciembre de 1977, durante su alocución ante la
Cámara de los Comunes en la cual anunció muchas de estas medidas, el entonces
Secretario de Estado de Relaciones Exteriores indicó a la atención del Gobierno
de establecer un código de conducta para las compañías canadienses que actúan
en Sudafrica. El mismo se publicó el 28 de abril de 1968. El objeto de este código
voluntario es establecer las ramas de orientación para las compañías canadienses
con respecto a las prácticas de empleo que afectan a los trabajadores negros sudafricanos. Las áreas específicas de preocupación en las cuales recomienda acción el
código de conducta son las siguientes: condiciones generales de trabajo; negociaciones colectivas; salarios; beneficios marginales; formación y promoción; y
relaciones raciales. En años recientes, el Gobierno ha desalentado activamente las
relaciones entre atletas canadienses y sudafricanos que representen oficialmente a
sus respectivos países. A partir de 1972, el Gobierno se ha negado a suministrar
fondos para órganos deportivos canadienses que realizan competencias en el
Canadá en las cuales se invita a representantes sudafricanos o para atletas canadienses que van a competir en Sudafrica. En virtud del Acuerdo de Gleneagles de
1977, el Gobierno impuso la exigencia del visado para todos los sudafricanos que
visitan el Canadá. Esta medida se puso en vigor en abril de 1978. Desde julio de
1978 el Gobierno rehusa los visados a los deportistas o funcionarios sudafricanos
que se proponen visitar el Canadá en concursos o en reuniones sobre una base de
representación nacional. En febrero de 1982 se retiró el apoyo financiero a los
atletas canadienses que participan en competiciones con representación nacional
en las cuales actúan atletas sudafricanos en terceros países. En el caso del comercio, las medidas datan de 1963. En aquel año el Canadá impuso momentáneamente un embargo sobre las ventas de armamentos y equipos militares a Sud-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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áfrica. Esto se amplió en 1970 también a las partes de repuesto. En 1977, el
Canadá, que era entonces miembro del Consejo de Seguridad, apoyó la aplicación
de un embargo obligatorio sobre los armamentos para Sudafrica. En ese mismo
año decidió también poner fin a toda promoción activa de las relaciones comerciales, de intercambio y de inversiones con Sudafrica. Los comisionados de
comercio canadienses previamente asignados a Sudafrica fueron retirados, y se
procedió a cerrar tanto el Consulado General en Johannesburgo como el Consulado en Ciudad del Cabo. Suspendió el uso de la cuenta del Gobierno en la Corporación para el desarrollo de las exportaciones en cuanto al financiamiento y el
seguro del comercio con Sudafrica, y se procedió también a retirar las facilidades
que habían estado disponibles para asegurar las inversiones canadienses en Sudafrica. Estas medidas se extendieron en 1981 cuando se suspendió también el uso
de la cuenta colectiva de EDC para Sudafrica. Estas medidas no impidieron a
personas o compañías canadienses continuar sus operaciones comerciales o de
inversiones en Sudafrica. Se trata de un asunto de criterio individual. En enero de
1980 se puso término al acuerdo comercial entre el Canadá y Sudafrica, que acordaba a las exportaciones sudafricanas tarifas preferenciales de acceso al mercado
canadiense y a los productos canadienses acceso preferente al mercado sudafricano.
Colombia. Este país no tiene inversiones en Sudafrica.
Chipre. El Gobierno reiteró su posición tal como se comunicó a la OIT en
julio de 1982, cuando manifestó que continuaba cumpliendo con los términos de
la resolución 418 de 1977 del Consejo de Seguridad que impuso un embargo
obligatorio sobre la provisión de armas y materiales afines a Sudafrica.
Checoslovaquia. No existen relaciones económicas ni tampoco inversiones.
Estados miembros de la Comunidad Europea. Entre las medidas tomadas
contra el apartheid que entran dentro de la competencia de la OIT, los Diez han
adoptado un código de conducta para las subsidiarias de sus compañías que
comercian con Sudafrica a fin de poder influir sobre Sudafrica en forma colectiva
y poner fin al apartheid. Este código, que insiste en el mejoramiento de las remuneraciones y de la formación de los trabajadores negros, y especialmente en el
desarrollo de los derechos de representación para los mismos mediante organizaciones de su propia elección, constituye un importante instrumento para promover el cambio pacífico en Sudafrica contribuyendo a mejorar la situación de la
comunidad negra. Establece principios fundamentales aceptados internacionalmente que tienden al mejoramiento de la situación laboral en Sudafrica y dan
forma y orientación concreta a las compañías europeas de modo que puedan estar
en condiciones de contribuir al proceso de transformación mediante una forma
de gobierno que sea aceptable y que cuente con el consentimiento del pueblo
sudafricano en su conjunto.
Hungría. En la República Popular de Hungría no hay compañías que tengan
inversiones en Sudafrica.
Indonesia. El Gobierno de Indonesia pertenece al grupo de países que pusieron en efecto el embargo sobre el petróleo contra Sudafrica en cumplimiento de
las resoluciones núms. 36/172 y 37/695 de las Naciones Unidas.
República Islámica del Irán. Inmediatamente después de la victoria de la
Revolución Islámica, el Gobierno detuvo la exportación de petróleo a Sudafrica y
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Informe especial sobre el apartheid
decidió que los países que reciben petróleo crudo y subproductos del petróleo
deben ser designados específicamente en los contratos de venta y ser parte constitutiva del contrato firmado por el comprador. Este se compromete a no entregar
ningún cargamento de petróleo crudo ni de subproductos del petróleo que haya
recibido a Sudafrica ni a ninguno de los países que son objeto de boicot por parte
de la República Islámica del Irán. En caso de que el comprador no presente
documentos en los cuales se indica la descarga de los cargamentos recibidos de la
República Islámica del Irán en los puertos o destinos previamente indicados y
convenidos, se interrumpirá la entrega de los futuros cargamentos y la ejecución
de la parte restante del contrato. Estas obligaciones figuran también en la carta de
acompañamiento del contrato oficialmente firmada por el comprador. En esta
forma, todos los contratos de ventas de petróleo crudo y de subproductos del
petróleo incluyen la obligación del comprador de no entregarlos a Sudafrica, juntamente con disposiciones relativas a la vigilancia de tales obligaciones.
Japón. El Gobierno limita sus relaciones económicas con Sudafrica a un
comercio normal, y no otorga ninguna cooperación económica, como subsidios y
asistencia técnica a dicho país. El Japón no ha concluido ningún tratado comercial con Sudafrica. Además, si bien mantiene una política general de máxima
liberalización de las inversiones directas en el extranjero, el Gobierno no permite
inversiones directas, por ejemplo, de corporaciones locales en Sudafrica por parte
de nacionales japoneses o de corporaciones bajo su jurisdicción. Además, el
Gobierno ha exhortado a los bancos japoneses que operan en el extranjero y a sus
filiales en otros países a abstenerse de otorgar préstamos a Sudafrica. El Gobierno
ha observado escrupulosamente la resolución 418 (1977) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas respecto al embargo sobre los armamentos para
Sudafrica y no exporta armas a dicho país. También ha adoptado medidas legislativas previendo el suministro de asistencia técnica en materia de fabricación de
armas. Tampoco hay en absoluto cooperación militar entre el Japón y Sudafrica.
Nunca se han exportado a Sudafrica reactores nucleares ni otros elementos afines
que pudieran coadyuvar al desarrollo del poder nuclear en ese país, ni se ha prestado asistencia técnica de ninguna especie a Sudafrica en materia de desarrollo de
la tecnología nuclear.
Malasia. El Gobierno emitió una orden de previsión aduanera en 1981 por
la cual se impone la prohibición total de las importaciones de todas las mercancías provenientes o fabricadas por entero o en parte o consignadas desde la Unión
Sudafricana o cualquier territorio administrado por Sudafrica. En cuanto a las
exportaciones a Sudafrica, la orden aduanera de previsión de exportaciones a
Sudafrica de 1978 sólo prohibió exportar a dicho país los principales productos
de Malasia, a saber, caucho y estaño. No se implantó la previsión de exportar
otras mercancías. Sin embargo, para ser consecuente con su enérgica posición
contra el apartheid, el Gobierno de Malasia dictó en febrero de 1978 una nueva
orden de prohibición aduanera que impide la exportación de toda mercancía de
Malasia a Sudafrica.
México. Con respecto a las relaciones comerciales exteriores, se han impartido instrucciones a todos los órganos del Gobierno para que cumplan estrictamente las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a la suspensión de relaciones económicas, financieras y comerciales con Sudafrica.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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Países Bajos. En consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores, el Gobierno se propone considerar en qué forma las inversiones de
compañías holandesas en Sudafrica pueden orientarse en la forma más eficaz
posible.
Nueva Zelandia. El comercio con Sudafrica es muy limitado y rara vez
excede de 0,5 por ciento del comercio mundial neozelandés. Nueva Zelandia no
tiene ningún vínculo aéreo comercial con Sudafrica ni exporta petróleo a ese país.
En julio de 1982 el único grupo de empresas de seguros con intereses en Sudafrica
anunció que había vendido sus acciones a una compañía de seguros sudafricana y
que ya no contaba con intereses en dicho país. En la medida en que el Gobierno
está informado, actualmente no hay ninguna compañía neozelandesa con operaciones en Sudafrica.
Noruega. Noruega ha procedido en forma bilateral a retirar las garantías con
aval del Estado para las exportaciones noruegas a Sudafrica. Ha interrumpido
asimismo la emisión de licencias de cambio para inversiones noruegas en Sudafrica y la promoción de exportaciones noruegas a dicho país; ha manifestado
asimismo que es política del Gobierno noruego no vender petróleo a Sudafrica.
Pakistán. Se ha impuesto un boicot del comercio a Sudafrica, aun a riesgo de
perder posibles ingresos en divisas extranjeras. Pakistán no otorga facilidades de
aterrizaje ni de paso a las aeronaves sudafricanas y ha cerrado los puertos del país
a los buques que enarbolan bandera de Sudafrica. Pakistán ha prohibido la venta
de armamento, municiones y de todo tipo de vehículos militares y otros materiales estratégicos a Sudafrica y viceversa, y no vende ni embarca equipos ni materiales para la fabricación y conservación de armamentos y municiones en Sudafrica. El representante de Pakistán ante las Naciones Unidas ha condenado también la reanudación de las ventas británicas a Sudafrica cada vez que esta cuestión se ha planteado en instancias internacionales.
Panamá. No existen inversiones privadas ni públicas panameñas en Sudafrica.
Filipinas. En cumplimiento de la resolución 1761 de la Asamblea General
que exhorta a la aplicación de sanciones contra Sudafrica, Filipinas ha adoptado
medidas concretas para aislar a Sudafrica, a saber: rehusar el registro o la licencia
de toda corporación o sociedad organizada en virtud de las leyes de Sudafrica;
negación de todo permiso para la venta de acciones de corporaciones sudafricanas; cierre de todos los puertos a los buques que enarbolan banderas sudafricanas; negación de facilidades de aterrizaje y paso a todas las aeronaves de Sudafrica; prohibición a los buques filipinos de entrar en puertos sudafricanos; boicot
parcial de las mercancías sudafricanas, y negación de exportaciones de mercaderías estratégicas a Sudafrica.
Singapur. Singapur prohibe las importaciones a Sudafrica en virtud de la
orden de prohibición de importaciones (Sudafrica) de 1965 y no alienta inversiones en Sudafrica.
España. España no puede prohibir las inversiones privadas.
Sri Lanka. No existen inversiones públicas ni privadas de entidades de Sri
Lanka en Sudafrica.
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Informe especial sobre el apartheid
Suecia. En 1979 el Parlamento adoptó una ley sobre la prohibición de nuevas inversiones de corporaciones suecas en Sudafrica y Namibia. En virtud de
dicha ley sólo pueden otorgarse excepciones a aquellas inversiones que no implican ninguna expansión de su actividad, por ejemplo, las relativas al reemplazo de
maquinarias gastadas o para mejorar la situación social de los personales. Suecia
está haciendo esfuerzos para promover internacionalmente esta ley o medidas
similares y está estudiando las formas de corregir las insuficiencias de la ley y de
extenderla a nuevas áreas, por ejemplo, las tranferencias tecnológicas. Se considera que la revisión quedará terminada en marzo de 1984. El Gobierno ha comunicado a las compañías en cuestión su actitud negativa con respecto al comercio
en Sudafrica. Ya no se otorgan garantías de créditos para la exportación ni otras
facilidades oficiales para la promoción de exportaciones en relación con las operaciones con Sudafrica. El Parlamento ha decidido que en las circunstancias
actuales tampoco puede aceptarse la importación de carbón ni de uranio sudafricano. La Federación de Industrias Suecas está aplicando un código de conducta
para las compañías que operan en Sudafrica.
Tailandia. Desde el 27 de junio de 1978 viene aplicándose a Sudafrica un
embargo comercial.
Túnez. Este país ha suspendido los derechos de aterrizaje y sobrevuelo de las
aeronaves sudafricanas. No se permite la aplicación de tarifas preferentes para las
mercancías exportadas a Sudafrica.
URSS. Con vistas a impedir las entregas de petróleo a Sudafrica, la Organización del Comercio Exterior Soviético que se ocupa del comercio del petróleo y
de subproductos del mismo incluye en los contratos de exportación de estas mercancías una cláusula especial que prohibe a los importadores reexportarlas a
Sudafrica.
Emigración y turismo
Angola. La emigración de angoleños a Sudafrica está estrictamente prohibida y no existe turismo entre ambos países.
Bahamas. La población de Bahamas está compuesta en un 85 por ciento de
negros. El número de nacionales del país que podrían viajar a Sudafrica como
turistas o emigrantes es minúsculo, si es que los hay, y no justifica ninguna acción
del Gobierno para desalentarlos. No obstante, el Gobierno ha adoptado medidas
efectivas para prohibir la entrada en Bahamas a los nacionales de Sudafrica que
apoyan la política de apartheid del Gobierno sudafricano.
Bangladesh. Bangladesh no otorga a sus nacionales pasaportes válidos para
viajar a Sudafrica y con esta medida desalienta en forma concreta el turismo a
dicho país.
Camerún. Se desalienta la emigración de nacionales a Sudafrica mediante la
imposición de restricciones en materia de pasaportes a las personas que viajan al
país del apartheid.
Colombia. El Gobierno no tiene noticias de que exista migración de colombianos a Sudafrica ni hay tampoco turismo a dicho país.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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Checoslovaquia. No existe ninguna disposición para la migración o el
turismo a Sudafrica. Como excepción de ello, y en conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas, no se desalientan las relaciones privadas por parte de
las personas que tienen allí vínculos de familia.
Guyana. El Gobierno de Guyana desalienta el turismo y la emigración de sus
nacionales a Sudafrica, en virtud de su política de no mantener relaciones con
dicho país. Esto se concreta bajo la forma de programas de información pública y
de educación sobre la situación imperante en Sudafrica, cuyo objetivo es exhortar
a los nacionales a desistir de hacer turismo o emigrar a Sudafrica.
Hungría. No hay emigración legal de Hungría a Sudafrica y las oficinas de
colocaciones sudafricanas no operan en Hungría.
Malasia. Desde principios del decenio de 1960 no se otorgan visados de
ninguna especie a los nacionales de Sudafrica para entrar en Malasia sin previa
autorización de los Ministerios de Relaciones Exteriores y del Interior. Esa autorización sólo se extiende en circunstancias muy excepcionales, por razones humanitarias, con fines médicos o si fuera de gran interés nacional. Aunque se otorgue
la aprobación en algún caso particular, el nacional sudafricano no puede viajar
con su pasaporte de ese país, sino que el visado se le entrega en un formulario de
affidavit. Debe también declarar por escrito que no apoya la política de apartheid
en Sudafrica, que no participará en actividades políticas ni sindicales y que se
limitará a las actividades para las cuales se le otorgó la aprobación. Antes de 1975
los malasios podían viajar a Sudafrica utilizando un pasaporte malasio. No obstante, en noviembre de 1975 el Departamento de Inmigración emitió una orden
por la cual se excluyó a Sudafrica de los países adonde los malasios pueden viajar.
Todos los pasaportes malasios emitidos o renovados a partir de esta fecha llevan
un sello en el cual se advierte que no son válidos para viajar a Sudafrica. Cada
vez que nacionales sudafricanos se proponen concurrir a reuniones, conferencias,
seminarios, reuniones de estudio, competiciones, concursos o actividades de formación en Malasia, los casos respectivos se presentan al Ministerio de Relaciones
Exteriores y del Interior. En tales casos no se otorga aprobación ni siquiera
cuando las reuniones y conferencias están patrocinadas por las Naciones Unidas
o por organismos del sistema de las Naciones Unidas. Cada vez que nacionales
malasios se proponen concurrir a reuniones, conferencias, seminarios, reuniones
de estudios, competiciones, concursos o actividades de formación en Sudafrica, el
Gobierno no otorga su aprobación aunque se trate de participar en reuniones,
seminarios o actividades de estudios de las Naciones Unidas o de organizaciones
del sistema de las Naciones Unidas. Es política de Malasia no participar en reuniones, conferencias, seminarios, reuniones de estudio, competiciones ni concursos organizados por las Naciones Unidas o por organizaciones del sistema de las
Naciones Unidas en las cuales participa Sudafrica. Malasia no aprueba el viaje de
ningún equipo deportivo ni de ningún deportista malasio que se proponga trasladarse a Sudafrica para concursos o juegos deportivos y no aprueba que otros
países envíen equipos deportivos a Sudafrica o los reciban de dicho país, pues
ello sólo puede servir para reforzar la política del apartheid.
México. No se alientan la migración ni el turismo de mexicanos a Sudafrica.
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Informe especial sobre el apartheid
Nueva Zelandia. El Gobierno de Nueva Zelandia no alienta el viaje ni la
migración de ciudadanos neozelandeses a Sudafrica.
Panamá. No hay migración de Panamá a Sudafrica y el Gobierno se encargará de que no se desarrolle en el futuro. Asimismo, el Gobierno vigilará para
impedir el desarrollo del turismo con Sudafrica.
Filipinas. Las autoridades de inmigración han adoptado la política de negar
la entrada a los sudafricanos a menos que firmen declaraciones en el sentido de
que no apoyan la política de segregación racial de su Gobierno.
España. Aunque el derecho de emigración está reconocido por la Constitución española, las autoridades de emigración española no alientan la emigración a
Sudafrica. El turismo a Sudafrica no es oficialmente alentado por España.
Sri Lanka. No hay emigración de nacionales de Sri Lanka a Sudafrica, ni
tráfico turístico entre ambos países.
Suecia. El Gobierno de Suecia no está constitucionalmente en condiciones
de impedir a los ciudadanos suecos que emigren a Sudafrica. No obstante, su
política sobre la situación en dicho país y la actitud negativa de la opinión
pública deberían tener a este respecto un fuerte efecto inhibitorio. Como no hay
en Suecia oficinas de colocaciones sudafricanas y como en los periódicos suecos
sólo aparecen raramente anuncios de empleo en dicho país, los ciudadanos suecos reciben en la práctica poco o ningún aliento para emigrar a Sudafrica.
Empero, constitucionalmente no puede impedirse a los ciudadanos suecos que se
trasladen a Sudafrica o a cualquier otra parte del mundo como turistas. No obstante, se aconseja a las agencias de turismo suecas que no promuevan el turismo a
Sudafrica. Además, las campañas de información tanto públicas como no gubernamentales sobre la situación en Sudafrica deben producir un efecto restrictivo
similar.
Tailandia. Entre las medidas adoptadas por Tailandia se incluye la prohibición a la delegación sudafricana de participar en la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Normas, que se celebró en Bangkok en 1980.
Ayuda a Estados vecinos
Angola. Este país firmó en 1981 la Declaración de Lusaka, que dio origen al
Comité de coordinación del desarrollo del Africa meridional, en el cual Angola
viene participando activamente, sobre todo en materia de energía.
Burundi. Aunque sus recursos son limitados a raíz de su situación geográfica
y de la depresión económica internacional y perjudica gravemente a los países
menos adelantados, Burundi apoya en forma material y moral a los Estados de
Primera Línea.
Camerún. Este país ha condenado invariablemente los actos de agresión perpetrados por Sudafrica contra los Estados de Primera Línea.
República Centroafricana. El Gobierno siempre ha otorgado su apoyo a las
actividades encaminadas a desarrollar la autosuficiencia de los Estados independientes enclavados en Sudafrica y en los que limitan con ésta, a fin de protegerlos
de la dominación del régimen racista sudafricano.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
China. El Gobierno de China condena con toda energía a las autoridades
sudafricanas por sus amenazas, infiltraciones e invasiones de los Estados vecinos.
Más recientemente, una vez más, el 21 de diciembre de 1983 el portavoz del
Ministerio de Relaciones Exteriores de China condenó a Sudafrica por sus nuevas
incursiones aéreas contra Angola. Con respecto a los Estados africanos de Primera Línea que tienen fronteras con Sudafrica, el Gobierno chino les ha otorgado
y continuará otorgándoles apoyo moral y material en toda la medida de lo
posible.
Colombia. Este país otorga apoyo económico a los Estados vecinos por
intermedio de las pertinentes organizaciones del sistema de las Naciones Unidas,
en particular el PNUD y el UNICEF.
Cuba. Fiel a su política de elevados principios, Cuba ha venido ayudando al
Africa a resistir la penetración cultural e ideológica imperialista y ha manifestado
su solidaridad con muchos países africanos en materias tan diversas como la
salud, la educación y la construcción, para promover su desarrollo. Su ayuda
desinteresada se ha extendido también al aspecto militar, en acuerdo con los pueblos africanos que sufren la agresión de Sudafrica y respondiendo al espíritu de
numerosas resoluciones de las Naciones Unidas.
Checoslovaquia. La República Socialista de Checoslovaquia viene desarrollando nutridas relaciones con los Estados vecinos de Sudafrica, especialmente
con los Estados de Primera Línea. Dentro del marco de su cooperación económica bilateral, el Gobierno ha ayudado a esos países a edificar y fortalecer sus
economías con el objeto de reducir su dependencia de Sudafrica. Varios grupos
de expertos checoslovacos vienen trabajando en esos países.
República Democrática Alemana. En un mensaje dirigido a la Conferencia
Internacional sobre Namibia, el secretario general del Comité Central del Partido
de Unidad Socialista y Presidente del Consejo de Estado de la RDA se refirió al
extraordinario agravamiento de la situación en el Africa meridional como consecuencia de la agresiva política del régimen de apartheid. Dicha política agresiva
del régimen de apartheid sudafricano, su permanente ocupación de Namibia y
sus intentos de desestabilizar a los Estados de esta región se consideran como una
peligrosa amenaza en incremento. El Viceministro de Relaciones Exteriores de la
RDA, al hacer uso de la palabra en la Conferencia sobre Namibia, demostró en
forma concluyente que las persistentes actividades agresivas de Sudafrica contra
Angola, Mozambique, Zimbabwe, Zambia, Lesotho y otros países serían inconcebibles sin la ayuda que el régimen racista recibe del exterior. Entre los ejemplos
de los vínculos fraternales existentes entre la RDA y los Estados africanos de
Primera Línea, el ANC y la SWAPO, se cuentan las visitas oficiales y las reuniones a intervalos regulares de distinguidas personalidades de la RDA con los representantes de los países y organismos mencionados. Por ejemplo, a invitación
del secretario general del Comité Central del Partido de Unidad Socialista y Presidente del Consejo de Estado de la RDA, el Sr. Robert Mugabe, Primer Ministro
de la República de Zimbabwe y presidente del ZANU, efectuó en mayo de 1983
una visita a la RDA, y en marzo de este año Samora Moisés Machel, Presidente
de la República Popular de Mozambique y presidente del Partido Frelimo, realizó una visita de confraternidad y trabajo a la RDA. Durante estas reuniones se
confirmó la solidaridad internacional de la RDA con la justa lucha de los pueblos
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92
Informe especial sobre el apartheid
del Africa meridional. En una reunión con Sam Nujoma, presidente de la
SWAPO, efectuada en septiembre de 1983, Erich Honecker le aseguró que la
SWAPO y el pueblo de Namibia continuarán contando con la activa solidaridad
de la población de la RDA. El Presidente del Consejo de Estado de la RDA
otorgó a Nelson Mandela, dirigente del ANC, en ocasión de su sexagésimo quinto
cumpleaños, la Orden Dorada de la Estrella de la Amistad del Pueblo en reconocimiento de su prolongada lucha, su valor y su firmeza. En 1983, como en años
anteriores, la solidaridad de las fuerzas sociales de la RDA se reflejó en una gran
cantidad de acontecimientos importantes, en particular: la «Semana de solidaridad con la lucha antiimperialista de los pueblos de Africa»; el aniversario de la
fundación del ANC, el «Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial»; el vigésimo aniversario del establecimiento del Comité Especial de
las Naciones Unidas contra el Apartheid; el 23.er aniversario de la fundación de la
SWAPO; el quinto aniversario del ataque sudafricano contra el campo de refugiados namibianos de Kassinga, situado en Angola; el 20.° aniversario del establecimiento de la Organización de la Unidad Africana; el «Día Internacional de
Solidaridad con el Combativo Pueblo de Sudafrica»; el «Día de la Mujer Sudafricana»; el «Día de Namibia», y el «Día de Solidaridad con los Prisioneros
Políticos de Sudafrica».
República Islámica del Irán. El Gobierno de la República Islámica del Irán
considera que la expansión de sus relaciones con los países africanos es importante, y a este respecto está tomando medidas para desarrollar las relaciones políticas y económicas con países del África meridional, como Tanzania, Zimbabwe,
Mozambique y Angola. Las primeras etapas de estas relaciones ampliadas con
dichos países ya se han iniciado.
Malasia. Malasia apoya plenamente las aspiraciones de los africanos negros
en la intensificación de su lucha contra el apartheid y apoya la continuación de
todas las sanciones y medidas contra Sudafrica hasta que ese país abandone su
política de apartheid. Las organizaciones de empleadores y de trabajadores del
país apoyan plenamente las políticas y las medidas del Gobierno contra el apartheid.
México. Los representantes de México en distintos organismos internacionales han recibido instrucciones para participar y actuar estrictamente de acuerdo
con las resoluciones de las Naciones Unidas a este respecto.
Países Bajos. Los Países Bajos apoyan los esfuerzos de los nueve países del
Africa meridional dentro del marco de la Conferencia de Coordinación para el
desarrollo sudafricano (SADCC), a fin de desarrollar su cooperación económica
y aumentar su autonomía. Además de un apoyo bilateral considerable al desarrollo económico y social de distintos países del Africa meridional, los Países Bajos,
en 1983 como en años anteriores, suministraron asistencia humanitaria a las víctimas del apartheid en Sudafrica y en Namibia. Esta asistencia fue suministrada
por intermedio de los diferentes movimientos que se oponen al apartheid, los
correspondientes fondos establecidos por las Naciones Unidas y de organizaciones no gubernamentales, como el Consejo Mundial de Iglesias y el Fondo Internacional de Defensa y Ayuda.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
93
Nueva Zelandia. Aparte del apoyo del Gobierno de Nueva Zelandia a los
fondos de fideicomiso de las Naciones Unidas anteriormente mencionados, el
apoyo bilateral de Nueva Zelandia se dirige hacia las islas del Pacífico meridional
y de los países del Asia sudoriental. Dadas las actuales limitaciones financieras,
Nueva Zelandia no está en condiciones de prestar ayuda bilateral a países situados fuera de estas dos regiones, además de la que ya proporciona en materia de
formación.
Noruega. Además de la ayuda a los movimientos de liberación, Noruega
también ha otorgado en 1983 la suma de 110 millones de coronas para la cooperación entre los Estados de Primera Línea a fin de reducir su dependencia de
Sudafrica.
Panamá. Si bien este país no ha ofrecido asistencia económica a los países
que constituyen enclaves o que son limítrofes de Sudafrica, debe recordar que su
Gobierno otorga una contribución anual a Namibia en la medida que lo permite
su propia situación económica.
España. Dentro de sus posibilidades, España presta apoyo a los países sudafricanos que dependen económicamente de Sudafrica. A este respecto, ha enviado cargamentos de trigo a Mozambique, a la República Popular de Angola y a
Zambia.
Sri Lanka. Este país otorga becas a estudiantes de los Estados africanos en la
Commonwealth.
Suecia. La asistencia sueca al desarrollo se dirige en su mayor parte al Africa
meridional, por intermedio de diversos conductos y para distintos propósitos. El
objetivo general es ayudar a las poblaciones, a los movimientos de liberación y a
los gobiernos de la región a resistir y combatir el sistema de apartheid sudafricano. En total, la asistencia bilateral de Suecia al Africa meridional (incluidos los
Estados de Primera Línea y otros Estados vecinos) durante el ejercicio fiscal de
1983-1984 asciende aproximadamente a 1 400 millones de coronas, de los cuales
un 10 por ciento se destina a la ayuda humanitaria a los movimientos de liberación, a los refugiados y a las víctimas de la política de apartheid. Una parte considerable de esa ayuda se dirige a los sindicatos y en forma individual a trabajadores de Sudafrica y Namibia. No se incluyen en esta cifra sumas en concepto de
ayuda para casos de desastre por intermedio del ACNUR y de otras organizaciones. Además, durante el período de 1979-1983 Suecia ha contribuido con 12
millones de coronas al grupo asesor especial establecido por la OIT para asistir a
los países y movimientos de liberación del Africa meridional, para establecer
estrategias de empleo y necesidades básicas y para desarrollar programas activos
de empleo.
República Unida de Tanzania. Con referencia al apoyo a los Estados vecinos
de Sudafrica, Tanzania coopera con dichos países por intermedio de la Conferencia de Coordinación para el Desarrollo Sudafricano (SADCC).
Túnez. Otro aspecto de la política de Túnez es el apoyo económico que se
suministra a los países africanos obligados en razón de su situación geográfica y
económica a mantener relaciones con Sudafrica, particularmente los Estados
independientes africanos rodeados por dicho país o limítrofes con el mismo.
94
Informe especial sobre el apartheid
Túnez se mantiene a la vanguardia de la lucha contra el régimen racista sudafricano y sus actividades se adhieren a las obligaciones impuestas a los Estados
Miembros de la OIT por la Declaración de 1981 y por la 67.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, de no mantener ninguna clase de relaciones
con Sudafrica y en particular apoyar a los Estados de Primera Línea.
Estados Unidos. El Gobierno ha vuelto a otorgar una contribución de 1
millón de dólares al Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para Africa Meridional.
URSS. El régimen de Pretoria está efectuando constantemente actos agresivos contra sus Estados vecinos. Tales actos están conduciendo a considerables
pérdidas humanas y materiales y están complicando seriamente la solución de
urgentes cuestiones relativas al desarrollo económico de dichos países. En efecto,
según los datos disponibles, entre 1975 y comienzos de 1983 los racistas sudafricanos han ocasionado a la República Popular de Angola daños materiales que
ascienden a más de 10 000 millones de dólares. Estos recursos podrían haber sido
utilizados para crear centenares de millares de empleos, y miles de trabajadores
podrían haber recibido formación profesional y educación superior. La Unión
Soviética condena enérgicamente tales actos. No puede convencerse al régimen
de apartheid de que renuncie al racismo o de que se elimine a sí mismo mediante
reformas. El sistema del apartheid debe ser abolido. La población de la Unión
Soviética se moviliza para alcanzar los fines y ejecutar las tareas de la lucha contra el racismo y la discriminación racial. Sus representantes participan activamente en la labor de diversas organizaciones internacionales y regionales dedicadas a la lucha contra el racismo, la discriminación racial y el apartheid, y en
conferencias como la Conferencia Internacional de Solidaridad con los Estados
de Primera Línea, para la liberación nacional y la paz en el Africa meridional
(Lisboa, 1983). En 1983 la URSS, a invitación del Comité Soviético de Solidaridad con los países de Asia y Africa, recibió la visita de delegaciones del Comité
Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid, del Consejo de las Naciones
Unidas para Namibia, y de la Comisión Preparatoria de la segunda Conferencia
Mundial para Combatir el Racismo y la Discriminación Racial. Las delegaciones
celebraron conversaciones con el Gobierno soviético y con organizaciones populares.
Yugoslavia. Se presta especial atención a los esfuerzos para influir sobre el
régimen minoritario de Sudafrica a fin de que éste abandone su política de apartheid y agresión contra los países vecinos.
Bantustanes
Angola. Este país no reconoce a los bantustanes.
Bahamas. Esta nación no reconoce a los bantustanes como países separados
ni independientes de Sudafrica.
Bangladesh. El Gobierno no ha reconocido a los bantustanes y no tiene allí
ninguna inversión.
Canadá. El Canadá no reconoce a los gobiernos de los llamados «territorios
patrios» ni los considera como países independientes.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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República Centroafricana. Este país considera que los bantustanes son hijos
bastardos del apartheid y no los reconoce como Estados independientes. Reconocerlos significaría apoyar el régimen racista de Sudafrica y contribuir a la perpetuación de la política de apartheid de la minoría blanca en ese país.
Checoslovaquia. El Gobierno condena la política de «bantustanización», y
no ha reconocido al Transkei, Venda, Bophuthatswana ni a otros bantustanes, ni
mantiene relaciones con ellos.
República Democrática Alemana. No hay relaciones con los bantustanes. La
bantustanización es considerada por la República Democrática, al igual que por
la inmensa mayoría de los Estados, como una infracción del derecho internacional. En consecuencia, esta política por parte de la RDA está plenamente de
acuerdo con los objetivos de la Declaración de la OIT de 1981 y también con las
conclusiones adoptadas en las reuniones 68.a y 69.a de la Conferencia Internacional del Trabajo.
República Islámica del Irán. Este país condena la política de bantustanización adoptada y aplicada por el régimen racista.
Japón. El Gobierno considera que la política de creación de bantustanes
actualmente aplicada por el Gobierno de Sudafrica es parte de la política de
apartheid de dicho país, y por ello se ha negado a otorgar reconocimiento alguno
a los llamados bantustanes independientes.
Nueva Zelandia. Este país no reconoce a los llamados bantustanes.
Noruega. No hay intención de proceder a ningún reconocimiento oficial o
extraoficial de los bantustanes creados por el Gobierno de Sudafrica.
Panamá. El Gobierno no ha reconocido a ningún bantustán y procurará que
tal reconocimiento no se lleve a cabo por ningún otro método.
España. Este país no reconoce la existencia de los «Estados independientes»
del Transkei, Ciskei, Bophuthatswana y Venda. Al contrario, ha venido consecuentemente votando en favor de las resoluciones de las Naciones Unidas que
condenan la existencia de semejantes Estados (resolución 31-6-1 de 1976, resolución 32/105N de 1977).
Sri Lanka. Este país no reconoce ni reconocerá a los bantustanes ni a los
llamados «territorios patrios independientes».
Suecia. El Gobierno sueco no reconoce a los bantustanes y no se han hecho
inversiones suecas en esas zonas.
Túnez. Este país se ha negado a reconocer a los bantustanes.
Estados Unidos. El Gobierno de los Estados Unidos deplora la deportación,
detención y persecución de dirigentes sindicales en el llamado «territorio patrio
independiente» del Ciskei durante el actual período de conmoción política en
dicha zona, y ha hecho conocer sus opiniones al Gobierno sudafricano, a quien
considera responsable de tales medidas.
96
Informe especial sobre el apartheid
Movimientos de liberación nacional
Angola. Los movimientos de liberación nacional y los trabajadores de la
mayoría negra de la población han estado presentes en Angola desde 1975 y han
recibido asistencia moral y material. Para dar un ejemplo, Angola ha otorgado a
la SWAPO un gran lote de terreno en el cual se levanta actualmente un centro de
formación para los refugiados de Namibia.
Bahamas. Bahamas apoya plenamente los movimientos de liberación nacional y popular en Sudafrica y Namibia y presta su pleno apoyo a los esfuerzos de la
mayoría negra para organizarse. El Gobierno ha hecho contribuciones por intermedio de los fondos de las Naciones Unidas con el objeto de proporcionar educación y otras ventajas a la mayoría negra de Sudafrica y Namibia. El partido
político gobernante en las Bahamas y el Comité de las Bahamas para Africa Meridional han aportado contribuciones financieras a la causa de la SWAPO.
Bangladesh. El Gobierno ha abrazado la causa de la independencia de
Namibia en todas las instancias internacionales y ha apoyado al movimiento de
liberación bajo la dirección de la SWAPO.
Burundi. Aunque sus recursos son limitados a causa de su situación económica y de la depresión económica internacional, que tanto perjudica a los países
menos avanzados, Burundi apoya a los movimientos de liberación nacional tanto
material como moralmente. Apoya asimismo a la SWAPO, reconocida por la
comunidad internacional como único representante legítimo del pueblo de Namibia.
Bulgaria. En 1983 los medios de difusión pública en Bulgaria continuaron
prestando particular atención a la lucha por la eliminación del racismo, la discriminación y el régimen del apartheid. Todos los años el pueblo de Bulgaria celebra
el día internacional de lucha contra la discriminación racial, el día de solidaridad
con los prisioneros políticos de Sudafrica, etc. La prensa, la radio y la televisión
mantienen a la población informada sobre las actividades de las Naciones Unidas
y de sus organismos especializados en la lucha contra el racismo y la discriminación racial. Un importante papel en el desarrollo de la intransigencia ante el prejuicio racial y las manifestaciones de racismo lo desempeña la educación de las
personas en el sistema escolar búlgaro en el espíritu de respeto por la dignidad
humana. El Gobierno búlgaro siempre ha acordado y continuará acordando
plena asistencia moral, y, en la medida de sus fuerzas, también material a los
pueblos y a los movimientos nacionales de liberación que luchan contra el
racismo, el colonialismo, la discriminación racial y la política de apartheid.
Otorga particular atención y ayuda al pueblo de Namibia, que bajo la dirección
de la SWAPO está luchando contra la servidumbre colonial, el racismo y la política de apartheid aplicada por la República de Sudafrica. En Bulgaria se está
capacitando a personal calificado perteneciente a los movimientos de liberación
nacional del Africa meridional y se está suministrando asistencia y tratamiento
médico a los luchadores enfermos y heridos de dichos movimientos. Bulgaria
proporciona asistencia general en materia política, material y en otros órdenes
también al ANC de Sudafrica, incluida la formación de personal calificado en
diversos establecimientos de enseñanza superior, secundaria y de otra naturaleza.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
RSS de Bielorrusia. La RSS de Bielorrusia continúa como en el pasado otorgando toda la asistencia posible a la lucha de los pueblos contra la opresión racial
y nacional, por el progreso social y por la justicia, oponiéndose a la opresión en
cualquiera de sus manifestaciones. La RSS de Bielorrusia contribuye financieramente al Fondo Internacional de Protección y Asistencia al Africa Meridional
destinado a prestar ayuda a las víctimas de la política de apartheid en la República de Sudafrica. En Bielorrusia, a iniciativa de los sindicatos y de otras organizaciones populares, se celebraron este año diversas reuniones y asambleas para
expresar su solidaridad con la lucha de los pueblos contra el racismo y por la
libertad y la independencia. Debe tomarse nota en particular de las actividades
del pueblo bielorruso en el marco de la celebración del Día Internacional de
Lucha por la Eliminación de la Discriminación Racial, el Día de Africa, el Día de
la Libertad Sudafricana, el Día de la Solidaridad con los Pueblos del Africa Meridional, el Día de la Solidaridad con la Lucha del Pueblo de Namibia y el Día de
los Derechos Humanos. La opinión pública de la RSS de Bielorrusia y toda la
población se mantienen constantemente informadas mediante la prensa, la radio
y la televisión sobre los crímenes del apartheid cometidos por el régimen de Pretoria en el Africa meridional, la heroica lucha del pueblo por su emancipación y
social y los esfuerzos internacionales tendentes a eliminar el racismo y el apartheid. Asimismo, en los establecimientos secundarios de Bielorrusia hay también
estudiantes provenientes de Africa meridional.
Camerún. Los movimientos de liberación (SWAPO, ANC y otros) han recibido apoyo de este país por intermedio de la OUA. Asimismo, Camerún ha contribuido a la OUA, al Consejo Mundial de la Paz, al movimiento de los países no
alineados en general, y a una serie de conmemoraciones, como el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, día dedicado a la liberación
de Sudafrica, y la semana de solidaridad con el pueblo de Namibia.
China. El Gobierno y el pueblo chinos han apoyado siempre a los pueblos de
Sudafrica y de Namibia en su lucha por los derechos democráticos y por la liberación nacional y exigen que las autoridades de Sudafrica liberen a los luchadores
por la libertad, que están injustamente encarcelados desde hace tanto tiempo.
Aparte de las declaraciones y de los telegramas de solidaridad dirigidos a los
pueblos sudafricano y namibiano, las asociaciones populares chinas organizan
todos los años distintas actividades en observancia del Día de Namibia, por
ejemplo, una conferencia y exposición de fotografías sobre Namibia. El 10 de
junio de 1983, cuando el poder racista de Sudafrica ejecutó deliberadamente a
tres luchadores pertenecientes al Congreso Nacional Africano, a pesar de la oposición de la opinión pública, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores
de China formuló una severa denuncia de este acto y la Federación Sindical
China envió un mensaje de solidaridad al Consejo de Sindicatos de Sudafrica.
Cuba. Con respecto a las recomendaciones contenidas en las conclusiones
sobre las medidas que los gobiernos deben tomar contra el apartheid, la política
exterior de Cuba ha condenado la política de apartheid y todas las leyes destinadas a ponerla en práctica, como medio arbitrario de humillar, explotar y degradar
a millones de personas; la creación de los umversalmente repudiados «bantustanes»; la situación en Namibia, hasta el momento en que Sudafrica cumpla con
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Informe especial sobre el apartheid
los acuerdos sobre dicho territorio y reconozca que su presencia en el mismo es
ilegal, según se ha repetido constantemente; la acción militar sudafricana destinada a la supresión por la fuerza del derecho de ese pueblo a la independencia; la
política de agresión sudafricana contra los países de Primera Línea; la violación
por ciertos Estados de los acuerdos concluidos con las Naciones Unidas sobre la
cual ha llamado repetidamente la atención la Asamblea General, la cual ha
exhortado a los países que tienen principal participación en el comercio con el
régimen racista, una y otra vez, para que cesen su colaboración, interrumpan sus
relaciones militares, económicas y deportivas con ese régimen; los planes nucleares de Sudafrica con los cuales procura extorsionar al pueblo africano y el suministro de armamentos y otros elementos bélicos a Sudafrica. Mediante su ayuda
moral y material a los movimientos de liberación nacional, Cuba ha continuado
apoyando la lucha de los pueblos contra el racismo, la discriminación racial y el
apartheid. Cuba ha recibido con satisfacción la visita de muchos de los luchadores contra este oprobio de la humanidad, como Oliver Tambo, presidente del
ANC, quien viajó a Cuba en mayo último para entrevistarse con funcionarios
superiores del Gobierno. Millares de estudiantes de Namibia y de otras naciones
africanas están recibiendo enseñanza secundaria, técnica superior y profesional
en Cuba para ser más útiles a sus respectivos países una vez obtenida la independencia. Una de esas escuelas lleva el glorioso nombre de Hendrick Witbooi. En
Cuba tanto las estaciones de radio como las de televisión y los periódicos suministran regularmente informaciones sobre los más importantes acontecimientos,
conferencias y novedades en materia de discriminación racial y de apartheid y
difunden las noticias e informes de corresponsales a la vez que condenan las
fechorías perpetradas por los racistas en todo el mundo. Los programas de radio y
de televisión tratan el asunto desde un punto de vista educativo para combatir las
creencias reaccionarias y las diferencias raciales y para fomentar la fraternidad
humana.
Chipre. El Gobierno provee asistencia financiera y material mediante contribuciones a los fondos de las Naciones Unidas dedicados al Africa meridional, y
por intermedio de programas destinados a los refugiados y de ayuda humanitaria
a los movimientos de liberación de Sudafrica.
Checoslovaquia. La República ha venido prestando un apoyo total en los
órdenes político, moral y material a los movimientos de liberación de Sudafrica y
Namibia y a las organizaciones representativas reconocidas de sus respectivos
pueblos, a saber, la SWAPO y el Congreso Nacional Africano de Sudafrica. Las
relaciones entre la República Socialista de Checoslovaquia y la SWAPO y el ANC
se basan en los principios permanentes de la política exterior de Checoslovaquia
y en los de solidaridad y apoyo a los pueblos que luchan por la libertad y la
independencia. La República Popular de Checoslovaquia mantiene estrechas
relaciones políticas con la SWAPO y el ANC. Muchos de los principales representantes de estas organizaciones han visitado Checoslovaquia y han sido recibidos en las más elevadas instancias políticas y del Estado así como por los representantes del Comité Checoslovaco de Solidaridad con los pueblos de Asia y
Africa. El apoyo y la cooperación de Checoslovaquia con la SWAPO y el ANC se
han manifestado en todos los ámbitos y conferencias internacionales, especialmente en las Naciones Unidas y sus órganos competentes, incluido el Consejo de
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
las Naciones Unidas para Namibia, una delegación del cual visitó a Checoslovaquia en 1979 y nuevamente en 1983. Además de ese amplio apoyo político y
moral, Checoslovaquia suministra a la SWAPO y al ANC un importante apoyo
material. Durante los tres últimos años la asistencia en materia sanitaria, humanitaria y en otros aspectos ascendió a más de 5 millones de coronas. Se ha prestado especial atención a los pedidos por parte de la SWAPO y del ANC de oportunidades de educación superior y capacitación para los trabajadores. En la actualidad 70 alumnos seleccionados por estas organizaciones están prosiguiendo sus
estudios mediante becas en Checoslovaquia. El costo de un curso de cuatro a
cinco años es, por término medio, de unas 300 000 coronas. Las instituciones
checoslovacas de salud pública suministran asistencia médica a los representantes y militantes de la SWAPO y del ANC. En materia de relaciones políticas
desempeñan un papel significativo las organizaciones sociales checoslovacas, por
ejemplo las juveniles y femeninas y los sindicatos, con sus organizaciones subsidiarias. Delegados de estas organizaciones han participado en distintas actividades políticas y educativas en Checoslovaquia. Las organizaciones checoslovacas
han suministrado a sus huéspedes la asistencia necesaria para la consecución de
sus objetivos y han organizado reuniones y otras actividades de solidaridad con
la lucha del pueblo de Namibia por la independencia. Estas actividades constituyen parte integrante de la aplicación de la resolución núm. 37/233A de las Naciones Unidas por parte de Checoslovaquia.
Dinamarca. El Gobierno danés, en su suplemento a las réplicas conjuntas de
las Comunidades Europeas, subraya la asignación especial de Dinamarca para la
asistencia en materia monetaria y educativa a los pueblos o grupos de población
oprimidos en el Africa meridional (Sudafrica y Namibia). En 1983 esta asignación ascendió a 45 millones de coronas. La asistencia en virtud de la misma
continúa siendo brindada, entre otros medios, por los programas de las Naciones
Unidas y de organizaciones humanitarias internacionales, como el servicio universitario mundial y las organizaciones eclesiásticas. En virtud de esa asignación,
Dinamarca ha venido apoyando durante muchos años, por intermedio de la
Federación Sindical Danesa (LO), la formación de dirigentes sindicales, la asistencia humanitaria y jurídica para los sindicatos en Sudafrica. Esta ayuda ascendió a 4,4 millones de coronas en 1983. Además, se han asignado para 1983 y 1984
6,2 millones de coronas con destino al financiamiento de un proyecto de la OIT
sobre «asistencia en materia de educación obrera a los trabajadores migrantes en
el Africa meridional».
República Dominicana. Un representante de este país tomó parte en la conferencia en apoyo a la lucha por la independencia del pueblo de Namibia celebrada en París en abril de 1983. Dicho representante recibió instrucciones de
votar en favor del repudio de la práctica racista de apartheid.
Egipto. El Gobierno egipcio está contribuyendo a la formación de jóvenes de
Sudafrica y Namibia como personal especializado de dirección intermedia en
diversos órdenes de actividad, suministrando becas de capacitación y enseñanza
para estudiantes de Sudafrica y Namibia. Además, el fondo egipcio de cooperación técnica con Estados africanos, en respuesta a un pedido del Instituto de
Namibia en Lusaka, convino en enviar a cinco profesores egipcios especializados
en diversos temas. Además, Egipto suministra asistencia a los luchadores contra
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Informe especial sobre el apartheid
el régimen racista: hace las veces de anfitrión de El Cairo a los representantes del
ANC y del PAC, dos movimientos de liberación reconocidos por la Organización
de la Unidad Africana; también como anfitrión de la oficina de la SWAPO, legítimo representante del pueblo de Namibia. Egipto continuará otorgando a estos
movimientos toda la asistencia necesaria, por intermedio del Comité de Coordinación para la Liberación de Africa de la OUA, del cual Egipto es miembro. Para
expresar la solidaridad de Egipto con los pueblos de Namibia y Sudafrica y con
las víctimas de la discriminación racial, los organismos oficiales del país observan los «días» y «años» designados por las Naciones Unidas organizando «semanas de solidaridad» con los pueblos de Africa; los diversos servicios de información dan publicidad a estas conmemoraciones y otorgan especial relieve a los
sucesos relativos a la situación en Sudafrica.
Finlandia. El Gobierno ha continuado suministrando activa y consecuente
asistencia humanitaria a las víctimas del apartheid. Las contribuciones anuales
para estos fines han aumentado regularmente. Finlandia ha encaminado su asistencia por intermedio del fondo de la OUA para la lucha contra el colonialismo y
el apartheid y ha prestado asistencia humanitaria directamente a los movimientos de liberación sudafricana participantes en esta lucha. Además, Finlandia está
contribuyendo anualmente a los diversos fondos de las Naciones Unidas que
están ayudando a las víctimas del apartheid.
República Democrática Alemana. Numerosas organizaciones de la RDA han
emitido declaraciones contra el terror del apartheid y han expresado su solidaridad con los pueblos africanos que luchan contra el régimen del apartheid. Estas
organizaciones, al igual que los organismos oficiales del Gobierno, mencionaron
los actos de terror del régimen del apartheid que han llegado a conocimiento del
público en todo el mundo como razones para dar expresión a su aborrecimiento
de tales crímenes, por ejemplo, al producirse la ejecución de tres patriotas del
ANC en junio de 1983 y la incursión aérea sobre Maputo en mayo de 1983.
Además, se expresó el apoyo popular a la campaña mundial por la liberación de
Nelson Mandela. Una vez más los medios de difusión pública de la RDA han
hecho una contribución a la promoción del entendimiento y la amistad entre los
pueblos y razas y en apoyo de los pueblos que sufren la opresión racial y colonial.
La televisión del Estado de la RDA transmitió distintas películas documentales
exponiendo las políticas del colonialismo, el racismo y el apartheid. El público
recibe casi diariamente informaciones en forma de estudios temáticos y comentarios sobre los sucesos y los problemas en el curso de esta lucha y sobre las revelaciones relativas a estas cuestiones en las Naciones Unidas y en sus organismos
especializados, incluida la OIT. Como todos los años, los periodistas están organizando activamente la jornada del «bazar de la solidaridad» que tendrá lugar el
26 de agosto de 1983 en la Alexanderplatz en Berlín. Entre los participantes se
cuentan más de 130 editores y empresas editoriales y 250 000 ciudadanos. Este
«bazar de la solidaridad» constituye el punto culminante de más de 1 200 actos
similares organizados por los periodistas en la RDA. En 1982 la estación de radio
de la RDA transmitió el 25.° concierto de los de la serie de solidaridad que han
llegado a convertirse en actividades familiares en la RDA. Muchos ciudadanos
declararon su solidaridad con quienes luchan contra el apartheid enviándoles
mensajes y donaciones. Esta solidaridad política y material está firmemente
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
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arraigada en el pensamiento y en las acciones de la población de la RDA. Por
ejemplo, gracias a donaciones efectuadas por todas las capas de la población el
Comité de Solidaridad de la RDA pudo dedicar más de 207 millones de marcos
en 1982 a acciones específicas de solidaridad, incluidas las que se dedicaron particularmente a beneficio del ANC, de la SWAPO y de los Estados africanos de
Primera Línea que han sido víctimas de la política agresiva del régimen de apartheid. En 1982 la RDA otorgó a los países en desarrollo y a los movimientos de
liberación nacional, incluidos los del Africa meridional, asistencia por un total de
1 587,7 millones de marcos. Esto corresponde a 0,79 por ciento del ingreso nacional de la RDA en 1982. La RDA está dedicando gran atención a la formación y al
perfeccionamiento del personal directivo y técnico intermedio nacional, incluido
el de los pueblos del Africa meridional que están luchando contra el apartheid. A
comienzos de 1983 había en la RDA 29 249 ciudadanos de países en vías de
desarrollo, incluidos los del Africa meridional y representantes del ANC y de la
SWAPO, que estaban recibiendo formación técnica o profesional en distintas
empresas e instituciones (aparte de los que estaban estudiando en las universidades y en otras instituciones especializadas). Para atender a las necesidades de
dichos países, la formación se concentra principalmente en programas particulares de industria, la minería, la agricultura, la educación popular, la salud y la
planificación y dirección de los procesos económicos. En 1982, 4 222 técnicos y
dirigentes de nivel intermedio pudieron completar su formación y perfeccionamiento en la RDA. El número total acumulado de ciudadanos de los países en
desarrollo que han recibido su formación en la RDA desde 1970 se ha elevado a
54 000. En 1982, un total de 1 435 ciudadanos de los países en desarrollo, incluidos los de Sudafrica y representantes del ANC y de la SWAPO, terminaron con
éxito sus estudios en universidades y en escuelas politécnicas y técnicas de la
RDA. El número de personas de estos países que han finalizado su capacitación
en la RDA desde 1970 ha llegado de esta forma a un total de 14 500. Los 5 951
estudiantes de países en desarrollo que se encontraban en la RDA a principios de
1983 van siguiendo principalmente cursos de ingeniería mecánica, ciencias electrotécnicas, ciencias agrícolas, transporte y comunicación, construcción, ciencias
económicas, pedagogía y medicina. La RDA apoya a los países en desarrollo,
incluidos los Estados africanos de primera línea, enviándoles expertos para preparar y poner en práctica importantes programas y proyectos para el desarrollo de
la economía de dichos países. Durante el año pasado, 814 expertos financiados
por la RDA fueron a prestar servicios en países en vías de desarrollo. En virtud
de las necesidades específicas de dichos países, entre esos expertos se cuentan, en
particular, economistas, ingenieros, profesores e instructores, al igual que médicos y personal médico auxiliar. Más de 20 000 especialistas financiados por la
RDA han desempeñado actividades en países en desarrollo desde 1970. En 1982,
como en años anteriores, se dedicaron considerables recursos para la atención
médica de los ciudadanos de países en desarrollo, entre ellos provenientes de los
pueblos del Africa meridional. Durante el período 1970-1982 más de 3 500
pacientes fueron a la RDA para recibir tratamiento médico, incluida la hospitalización. Entre estos pacientes se encontraban luchadores por la libertad heridos,
del ANC y de la SWAPO, así como ciudadanos de los Estados africanos de Primera Línea que habían sido heridos a raíz de ataques terroristas por la soldadesca
del régimen del apartheid. Una parte importante de la ayuda fue prestada por la
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Informe especial sobre el apartheid
organización juvenil, Juventud Libre Alemana, para el fortalecimiento de la independencia de la República Popular de Angola y de la República Popular de
Mozambique. Los miembros de esta organización juvenil cooperan en materia de
formación profesional con la brigada voluntaria de la Federación Internacional
de Estudiantes en el Centro de Capacitación de Morogoro, en Tanzania. Como en
el pasado, bienes materiales urgentemente necesitados figuran en lugar destacado
en la solidaridad de la RDA con los pueblos en lucha del Africa meridional. Por
ejemplo, durante el año pasado la RDA prestó asistencia a los Estados africanos
de Primera Línea, al igual que a la SWAPO y al ANC, en forma de suministro de
medicamentos, ropas, tiendas de campaña, alimentos y otras mercancías. Entre
los beneficiados con esta asistencia se cuentan, con la prioridad del caso, las
mujeres y niños namibianos y sudafricanos que se hallan en los campamentos de
refugiados en Angola, Mozambique y otros países. Por ejemplo, el buque motor
Werner Seelenbinder entregó en Rwanda un cargamento de 750 000 regalos, principalmente consistente en ropas y juguetes que habían sido donados por los niños
de la RDA en ocasión de una campaña de solidaridad organizada por el periódico
infantil Bummi, bajo el lema de: «Nuestro corazón y nuestra ayuda para los
niños refugiados de Namibia». Se ha prestado continuamente ayuda al ANC y a
la SWAPO, bajo la forma de publicidad, para la preparación de propaganda y de
materiales y periódicos de campaña; éstos fueron objeto de detalles en el informe
presentado el año pasado.
Hungría. El Gobierno de la República Popular de Hungría apoya la actividad del Comité Húngaro de Solaridad (HUNSOC) movilizando a los más
amplios sectores de la sociedad y cooperando estrechamente con el Consejo
Nacional de la Paz. En Hungría, la solidaridad y la actividad en favor de la paz se
encuadran en dos series de actividades, a saber, el mes de la paz en mayo y la
serie de solidaridad en otoño. Dentro del marco de estas actividades se celebran
muchas reuniones populares y de solidaridad en diversos ámbitos centrales y
locales, incluidas las grandes reuniones que se celebran anualmente el Día de
Africa. El HUNSOC invita regularmente a estudiantes de Namibia, Sudafrica,
Palestina y otros orígenes, que son becarios del HUNSOC y prosiguen sus estudios en Hungría, a que tomen parte en las actividades contra el apartheid, ocasión
en que hablan de sus respectivos pueblos, del destino de sus países y dan una idea
de su propia cultura por intermedio de programas culturales. En cuanto al apoyo
al ANC, se han celebrado reuniones populares para observar el Día de Libertad
de Sudafrica y en ocasión del 70.° aniversario de la fundación del ANC (8 de
enero de 1982) en la imprenta Kossuth. Los representantes del HUNSOC participaron en la reunión de estudiantes del ANC y continúan sus estudios en Hungría
para celebrar su fiesta nacional. Durante los últimos años el HUNSOC ha
enviado en muchas ocasiones telegramas de saludo y de solidaridad a los líderes
del ANC. En 1982 fueron enviados al Secretario General de las Naciones Unidas
y al Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid telegramas de
protesta contra la sentencia de muerte infligida por el régimen del apartheid a
luchadores del ANC. En abril de 1983 el HUNSOC envió como regalo un autobús marca Ikarus a la escuela del ANC en Morogoro. Con respecto a la asistencia
a la SWAPO, existe una estrecha relación entre los dirigentes del HUNSOC y los
dirigentes de la SWAPO, Sam Nujoma y el representante de Berlín, Ó. T.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
103
Emwula. Todos los años el HUNSOC envía declaraciones y telegramas al Consejo de las Naciones Unidas en Namibia y al presidente de la SWAPO, en el Día
de Namibia, en los que el HUNSOC condena la ocupación ilegal de Namibia y
apoya la justa causa de la SWAPO. Se enviaron a la SWAPO importantes suministros de auxilio consistentes en alimentos, tiendas de campaña, medicamentos,
ropas y mantas. El HUNSOC también distribuye las publicaciones oficiales de la
SWAPO, Namibia Today, y del ANC, a saber, el boletín de noticias breves
Sechaba. El 2 de septiembre de 1983, como parte de la celebración del Día de la
Solidaridad, los estudiantes del ANC y de la SWAPO se reunieron con jóvenes
húngaros y con otras personas interesadas en la lucha que llevan a cabo sus respectivas organizaciones. Reuniones similares fueron organizadas también en
otras ciudades del país hasta fines de 1983.
India. Como parte integrante de su política, el Gobierno siempre ha prestado pleno apoyo a la solidaridad con el pueblo de Sudafrica en su legítima lucha
por su emancipación política y humana y, entre otros aspectos, ha prestado su
apoyo moral, material y diplomático a los movimientos de liberación. Como
demostración de este apoyo al pueblo oprimido de Sudafrica se facilitó al Congreso Nacional Africano de Sudafrica el establecimiento de su representación
para el Africa en Nueva Delhi, en 1967.
República Islámica del Irán. La República Islámica del Irán apoya a la
SWAPO y a los combatientes sudafricanos y está resueltamente dispuesta a apoyar medidas e iniciativas universales eficaces contra la ocupación ilegal del territorio de Namibia por el régimen racista, y contra las políticas inhumanas de ese
régimen respecto a la mayoría negra y a los combatientes de Sudafrica. El
Gobierno ha enviado varios mensajes en ocasión del Día de Namibia en las
Naciones Unidas para apoyar el papel dirigente de la SWAPO en la Namibia
ocupada.
Japón. El Japón ha venido prestando asistencia a las víctimas de la política
de apartheid en Sudafrica por intermedio de las Naciones Unidas bajo la forma
de contribuciones voluntarias al Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza
y Capacitación para Africa Meridional, del Fondo Fiduciario de las Naciones
Unidas para Sudafrica y el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la
Publicidad contra el Apartheid. El Gobierno ha emprendido también diversas
campañas de información pública contra la política de apartheid.
Países Bajos. Los Países Bajos han financiado los servicios de un experto
asociado de un país en desarrollo, con base en la oficina de la OIT en Lusaka, que
actuará como funcionario de enlace con los pueblos oprimidos del Africa meridional. Durante varios años, los Países Bajos vienen otorgando subsidios a los
movimientos sindicales de los Países Bajos para que éstos los utilicen en la ayuda
a la población oprimida de Sudafrica.
Nueva Zelandia. El Gobierno no otorga asistencia bilateral a los movimientos de liberación. Su apoyo a los objetivos de las organizaciones que procuran el
establecimiento de los derechos humanos en Sudafrica y en Namibia se traduce
en sus contribuciones ya mencionadas a los fondos pertinentes de las Naciones
Unidas y en sus declaraciones en las Naciones Unidas y en otros ámbitos.
104
Informe especial sobre el apartheid
Noruega. El Gobierno viene apoyando consecuentemente la lucha de la
población negra oprimida contra las políticas de discriminación racial y de explotación económica en el Africa meridional aplicadas por los regímenes de la minoría blanca. Noruega viene manteniendo relaciones oficiales con los movimientos
de liberación y ha suministrado ayuda humanitaria desde 1969. La ayuda a los
movimientos de liberación en Namibia y Sudafrica llegará, según se espera, a un
importe de aproximadamente 75 millones de coronas durante el año 1983. Los
subsidios otorgados por Noruega se utilizan principalmente para asistir a los refugiados del Africa meridional y se encaminan en parte por intermedio de las
Naciones Unidas, en parte directamente a los movimientos de liberación y en
parte por intermedio de organizaciones benéficas noruegas e internacionales.
Panamá. Panamá ofrece en las reuniones internacionales su apoyo moral a
los movimientos de liberación, a los trabajadores de la mayoría negra en su lucha
por la libertad sindical y a los movimientos populares que luchan por el establecimiento de los derechos humanos en Sudafrica y Namibia. Panamá ha otorgado
preferente atención a la ayuda material a los movimientos de liberación; sin
embargo, la ayuda moral ofrecida en las reuniones internacionales, como la celebrada en la ciudad de Panamá en 1981, ha sido de trascendental importancia
como contribución de Panamá a la independencia de Namibia.
Rumania. El pueblo rumano, que apoya con toda firmeza la justa causa de la
mayoría de la población de Sudafrica en su lucha por la abolición del apartheid,
por la dignidad y por la justicia social, apoya activamente, tanto en forma material como moral, la lucha del Congreso Nacional Africano y de otros movimientos de liberación del Africa meridional para la eliminación del racismo. Al
mismo tiempo, Rumania apoya aquellas iniciativas que tienen por objeto asegurar la obtención de la independencia por Namibia sin más demora y el derecho
de pueblo namibiano, bajo la dirección de la SWAPO, de escoger su propio
camino hacia el desarrollo futuro.
Arabia Saudita. En materia laboral, el Gobierno expresa su enérgico apoyo a
los trabajadores africanos de Sudafrica, y cooperará estrechamente con la OIT
para establecer su igualdad con los trabajadores blancos, basándose en los convenios de la OIT y en la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas.
Singapur. El Gobierno ha apoyado el llamamiento a la independencia del
pueblo namibiano bajo la dirección de la SWAPO y viene contribuyendo desde
1972 al Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para Sudafrica con la suma de
500 dólares de los Estados Unidos por año.
España. España apoya moralmente a los movimientos de liberación de
Sudafrica y de Namibia en sus legítimas reclamaciones en materia sindical y en
su exigencia de que se establezcan los derechos humanos. A este respecto, el
Ministro de Relaciones Exteriores de España recibió al presidente de la SWAPO,
Sam Nujoma, en 1983. Asimismo, los ministros de relaciones exteriores de
Mozambique y de Angola visitaron España en 1981 y en 1983 respectivamente,
ocasiones en las cuales el Gobierno español les confirmó su apoyo, a la vez que
reiteró su oposición al régimen racista de Sudafrica. España también ha concurrido a la Conferencia internacional en apoyo a la lucha del pueblo namibiano
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
105
por su independencia (1983) y a la Conferencia Mundial para Combatir el
Racismo y la Discriminación Racial celebrada en Ginebra en 1983, adoptando en
ambos casos los textos presentados, si bien ha expresado sus reservas sobre algunos párrafos de los mismos. En el aspecto material, suministrará la ayuda necesaria en el futuro dentro de sus posibilidades.
Sri Lanka. Este país, dentro de sus modestos medios, ha suministrado becas
y facilidades de educación y formación profesional en las instituciones nacionales
para estudiantes de Namibia y de Sudafrica, corno parte de la Commonwealth.
Túnez. El Gobierno ha otorgado permiso de entrada, permiso de circulación
y oportunidades de educación y empleo a refugiados de Sudafrica.
RSS de Ucrania. Este país suministra asistencia política, moral y material y
apoyo a la lucha contra el apartheid, el colonialismo y el racismo y a los movimientos de liberación de Sudafrica y Namibia, y contribuye regularmente al
Fondo Internacional para la Protección y Asistencia al Africa Meridional. Estudiantes del Africa meridional están estudiando en la RSS de Ucrania. El pueblo
de la República se mantiene constantemente informado mediante la prensa, la
radio y la televisión acerca de los crímenes del apartheid, la heroica lucha de los
pueblos de Sudafrica y los esfuerzos internacionales, incluidos los de las Naciones
Unidas, orientados hacia la eliminación del racismo y el apartheid. Todos los
años se celebran en las ciudades y localidades de la República grandes asambleas
populares y otras reuniones a las que concurren miembros de las instituciones
sociales, trabajadores, eminentes estudiosos, hombres de ciencia, trabajadores de
la cultura, artistas y estudiantes extranjeros, entre ellos los provenientes de Sudafrica y Namibia, en relación con el Día Internacional de Lucha para la Eliminación de la Discriminación Racial, el Día de Africa y la Semana de Solidaridad
con los Pueblos del Africa Meridional, el Día Internacional de Solidaridad con
los Prisioneros Políticos de Sudafrica, el Día Internacional de Solidaridad con el
Pueblo Luchador de Sudafrica, el Día de Namibia y otras fechas apropiadas.
Todas estas celebraciones reciben amplia publicidad mediante la prensa, la radio
y la televisión, lo cual contribuye a movilizar a la opinión pública en apoyo de la
justa lucha de los pueblos oprimidos de Sudafrica y Namibia y fomenta en el
público un sentimmiento favorable a la lucha contra el racismo y el apartheid y
de solidaridad con la lucha nacional de liberación de los pueblos del Africa meridional.
URSS. En 1983 la Unión Soviética organizó gran cantidad de reuniones
sobre aspectos actuales de la lucha contra todas las formas y manifestaciones del
racismo, de la discriminación racial y del apartheid. En Moscú y Leningrado, en
más capitales de las repúblicas de la Unión y en otras ciudades y localidades de la
URSS se celebraron muchísimas reuniones públicas en relación con el Día Internacional de Lucha para la Eliminación de la Discriminación Racial (21 de
marzo) y la Semana de Solidaridad con los Pueblos que Luchan contra el
Racismo y la Discriminación Racial. De acuerdo con la tradición ya establecida,
se celebró también ampliamente la Semana de Solidaridad con el Pueblo Luchador de Sudafrica (25-31 de mayo). Se han venido organizando y continuarán
organizándose reuniones para expresar la solidaridad con la lucha de los pueblos
de Sudafrica contra el racismo y el apartheid: en ocasión del aniversario de la
106
Informe especial sobre el apartheid
fundación de la SWAPO, el 19 de abril; del Día Internacional de Acción para la
Liberación de los Prisioneros Políticos en Sudafrica, 11 de junio; del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Luchador de Sudafrica, 16 de junio; del Día
de la Libertad Sudafricana, 26 de junio; de la Semana de Solidaridad con el Pueblo Luchador de Sudafrica (16-26 de junio); del Día de Solidaridad con la Lucha
del Pueblo de Namibia, 26 de agosto; del Día de Solidaridad con los Prisioneros
Políticos en Sudafrica, 11 de octubre; de la Semana Internacional de Solidaridad
con los Pueblos de Namibia, 26 de octubre-3 de noviembre, y del Día de los
Héroes Sudafricanos, 16 de diciembre. Las instituciones públicas soviéticas prestan asistencia directa a los movimientos nacionales de liberación en el Africa
meridional. Gracias a las becas para establecimientos de enseñanza superior y
secundaria en la URSS, centenares de participantes en los movimientos de liberación nacional concurren a cursos de economía, ingeniería, derecho, salud pública,
ciencias naturales y humanidades, y muchos de ellos continúan su educación y su
formación en la URSS especializándose en distintos aspectos y presentando sus
tesis. En diversas formas se presta asistencia material a los movimientos de liberación nacional del Africa meridional, suministrándoles alimentos, artículos
industriales, medicamentos y equipos médicos, medios de transporte, equipos
escolares, bibliotecas y libros. Esta asistencia material se suministra mediante los
recursos del Fondo de la Paz de la Unión Soviética, integrado con contribuciones
voluntarias de los ciudadanos y de los trabajadores soviéticos. El Comité Soviético de Solidaridad con los Países de Asia y Africa contribuye anualmente al
fondo de la OUA para difundir en la comunidad internacional el conocimiento
de la situación en Sudafrica. Las organizaciones públicas de la Unión Soviética
mantienen al público ampliamente informado sobre los objetivos y las tareas de
la lucha de liberación nacional de los pueblos del Africa meridional. Durante
1983 se organizaron en la Unión Soviética exposiciones y exhibiciones cinematográficas, se publicaron muchísimos artículos y se difundieron programas de radio
y televisión sobre estas cuestiones. La revista Asia y Africa Hoy, publicada en
ruso, inglés y francés, publica periódicamente artículos dedicados a estas cuestiones, incluidos informes sobre las actividades de otras organizaciones nacionales e
internacionales. La estación de radio Paz y progreso, que es la voz del público
soviético, dedica constante atención a los problemas del Africa meridional.
Yugoslavia. Es de particular importancia la actividad destinada a asistir a los
movimientos de liberación de las víctimas de la agresión imperialista, que se
llevó a cabo en los ámbitos federal de las repúblicas y de las provincias dentro de
la estructura de la alianza socialista del pueblo trabajador de Yugoslavia, como el
más amplio frente de todas las fuerzas organizadas del país. Una tarea básica de
la junta yugoslava de coordinación de la asistencia a los movimientos de liberación y a las víctimas de la agresión imperialista es informar a los ciudadanos
acerca de los problemas y de las luchas de los movimientos de liberación y de los
esfuerzos de Yugoslavia para ayudar a esos movimientos y a las víctimas del
apartheid. En consecuencia, se organizan así muchas actividades, manifestaciones culturales, exposiciones, concursos y nuevas formas de atraer el mayor
número posible de personas para que contribuyan a reunir los medios materiales
destinados a ayudar a esas víctimas. La junta de coordinación utiliza todos los
medios disponibles para suministrar informaciones sobre los problemas y las
luchas de los diferentes movimientos de liberación.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
107
Acciones de solidaridad por los sindicatos
Angola. La UNTA, movimiento sindical nacional angoleño, recibe apoyo y
aliento para participar en las acciones de solidaridad contra el apartheid.
Bahamas. No existe ningún impedimento que pudiera oponerse a que los
sindicatos participen en acciones de solidaridad con los trabajadores en la lucha
contra el apartheid.
Bangladesh. No existe ningún impedimento a la actividad sindical en Bangladesh. Los sindicatos tienen libertad de afiliarse a las federaciones mundiales de
acuerdo con su propias preferencias y de participar en actividades de solidaridad
con los trabajadores contra el apartheid. Han condenado la política de apartheid
en todos los medios internacionales, incluida la OIT.
Burundi. La Organización Nacional de Trabajadores (UTB), el Movimiento
Juvenil Revolucionario de Burundi (UJRB) y la Unión de Mujeres Burundianas
(UFB) suministran conjuntamente ayuda material y moral al pueblo oprimido de
Sudafrica y a los movimientos de liberación.
República Centroafricana. El Gobierno nunca ha puesto dificultades a los
sindicatos que desean tomar parte en las acciones de solidaridad con los trabajadores empeñados en la lucha contra el apartheid. Por otra parte, los sindicatos de
la República Centroafricana están afiliados tanto a la CIOSL como a la OATUU,
que se oponen activamente a la política de segregación del Gobierno de Sudafrica
con respecto a los trabajadores negros de dicho país.
Colombia. No se ponen obstáculos a las organizaciones sindicales del país
que toman parte en actividades de solidaridad contra el apartheid.
Cuba. Con respecto a la eliminación de los obstáculos a la participación
sindical en actos de solidaridad con los trabajadores que luchan contra el apartheid, Cuba nunca ha puesto inconvenientes a la acción sindical en favor de quienes luchan en cualquier forma contra el apartheid. El Gobierno ha alentado la
celebración de días de solidaridad con esos pueblos y de otras actividades destinadas a promover el apoyo moral y material a la lucha de liberación de los pueblos de Sudafrica y de Namibia. Ejemplo de ello ha sido la celebración del Día de
Africa en 1983, oportunidad en la cual se realizaron en todo el país distintas
demostraciones de solidaridad y actos culturales.
República Islámica del Irán. Los representantes de los trabajadores de la
República Islámica del Irán han participado activamente en la Conferencia sindical internacional sobre sanciones y otras medidas contra el régimen de apartheid,
celebrada en Ginebra en junio de 1983, que se convocó por iniciativa del Grupo
de los Trabajadores del Consejo de Administración de la OIT y del Movimiento
Sindical Internacional. No se pone obstáculo alguno a que los trabajadores participen en actividades de solidaridad con otros trabajadores en la lucha contra el
apartheid.
México. El Gobierno no opone obstáculo alguno a los grupos sindicales para
su participación en acciones de solidaridad con los trabajadores que padecen la
política de apartheid de Sudafrica.
Nueva Zelandia. El Gobierno no opone ninguna clase de obstáculos en la
materia.
108
Informe especial sobre el apartheid
Panamá. La legislación panameña no contiene ninguna restricción ni existe
obstáculo alguno para la participación en actividades de solidaridad de los sindicatos con los trabajadores sudafricanos en su lucha contra el apartheid.
Singapur. Singapur ha participado en las conferencias internacionales contra
la política de apartheid de Sudafrica, y ha apoyado su celebración. Por ejemplo,
durante el reciente 13.er Congreso Mundial de la CIOSL, celebrado en Oslo, el
Congreso Nacional Sindical de Singapur votó junto con todos los demás delegados de la CIOSL contra las injustas prácticas del apartheid.
España. No existe ningún impedimento para que los sindicatos españoles
participen en acciones de solidaridad con los trabajadores en la lucha contra el
apartheid.
Sri Lanka. El Gobierno no opone ningún obstáculo a las organizaciones sindicales que desean expresar su solidaridad con los trabajadores que padecen bajo
el apartheid.
Succia. No hay ningún obstáculo que impida a los sindicatos suecos participar en actividades de solidaridad con los trabajadores en la lucha contra el apartheid. En realidad, el Gobierno sueco otorga apoyo político y financiero a esas
actividades.
RSS de Ucrania. Se presta preferente atención por parte de los órganos del
Estado y de las instituciones sociales, incluidos los sindicatos, a la cuestión de
educar a la población en el espíritu de internacionalismo, igualdad y amistad
entre los pueblos, y contra el colonialismo, el racismo, el apartheid y todas aquellas condiciones que los engendran y perpetúan.
Otras informaciones
Angola. Enterados de los efectos de las políticas de educación e información
sobre la opinión pública, los medios informativos angoleños no vacilan en
denunciar las barbaridades y actos de vandalismo del Estado racista perpetrados
contra los pueblos de Sudafrica y Namibia y, más al norte, sobre la propia población angoleña. Hay buenos motivos para añadir que Angola, junto con otros
Estados vecinos, está en una situación especial. Angola es también víctima del
Estado racista, habiendo adoptado desde su propia liberación opciones activas
diametralmente opuestas a los objetivos y a las políticas ambiciosas de ese régimen. Bajo las órdenes del Gobierno sudafricano, el ejército regular de Sudafrica
se ha propuesto destruir la economía de Angola y desestabilizar el país. El Ministro de Trabajo de Angola, con ocasión de las reuniones de la Conferencia Internacional del Trabajo en 1982 y 1983, suministró mayores pormenores sobre esas
acciones.
Australia. El Gobierno no se deja desviar de su actitud contra el apartheid
por las propuestas de cambios constitucionales dentro de Sudafrica. Tales cambios sólo prevén una mínima participación en el poder en el ámbito nacional
para las razas de color o mestizas y para la población de origen indio. No benefician en nada a la población negra, que constituye la mayoría aplastante de los
sudafricanos. El Gobierno de Australia ha rechazado esas iniciativas como simples intentos de simulación.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
109
Bulgaria. Bulgaria ha ratificado la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid, por cuanto éste constituye un delito
contra la humanidad, una violación de las normas del derecho internacional y de
los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, y una amenaza a la
paz y seguridad internacionales. Para cumplir las obligaciones del país en virtud
de esta convención, se han introducido algunas enmiendas y adiciones en el
Código Penal (en el capítulo XIV, intitulado «Crímenes contra la Paz y la Humanidad»), que reglamenta la protección otorgada por la legislación penal contra los
crímenes del apartheid. El nuevo artículo 417 del Código Penal es el siguiente:
«Aquel que con el objeto de establecer o mantener la dominación o una opresión
sistemática de un grupo racial de la población sobre otro grupo racial: a) ocasione
la muerte o inflija severas lesiones corporales a una o más personas de ese grupo
de la población, o b) imponga condiciones de vida de tal naturaleza como para
causar la destrucción total o parcial de un grupo racial de la población, será condenado, convicto de apartheid, a la privación de la libertad por un período de
nueve a veinte años, o será sentenciado a muerte.» El artículo 418 del Código
Penal prevé severas penas y la privación de los derechos y libertades básicos para
aquellas personas que, con el objeto de alcanzar los fines indicados en el artículo
417, obliguen a personas de cualquier grupo racial a efectuar trabajos forzosos.
Disposiciones similares figuran también en el artículo 162 del Código Penal. Además de las normas jurídicas específicas relativas a los crímenes de apartheid e
incitación a la discriminación racial, deben tomarse también en cuenta las normas constitucionales generales de la República Popular de Bulgaria. En el párrafo
4 del artículo 35 de la Constitución se estipula que la propagación del odio o la
humillación de seres humanos a causa de su pertenencia racial, nacional o religiosa está prohibida y es pasible de sanciones penales. Las disposiciones legislativas vigentes en Bulgaria sobre la lucha contra la discriminación racial y el apartheid no han sido hasta ahora infringidas y no se han presentado casos de esta
índole ante los tribunales. Bulgaria tiene la convicción de que sería extremadamente útil que los Miembros de la Organización Internacional del Trabajo, en su
lucha contra estos crímenes, incluyeran en sus propios sistemas de derecho penal
provisiones que castigaran severamente a las personas directa o indirectamente
culpables del crimen de apartheid, entendido como figura del derecho penal.
Birmania. Birmania desea reafirmar sin ninguna reserva su adhesión a la
Declaración y programa de acción actualizados referentes a la política de apartheid en Sudafrica, adoptada por la 67.a reunión de la Conferencia Internacional
del Trabajo.
RSS de Bielorrusia. La RSS de Bielorrusia considera que sólo una actitud
activa e intransigente por parte de la OIT para la eliminación de la desigualdad
social infligida por el régimen racista en Sudafrica puede tener una influencia
positiva para acelerar la eliminación de la política de apartheid y contribuir a
realzar internacionalmente la autoridad de la OIT. El informe sobre esta cuestión
ha sido redactado conjuntamente con el Consejo Sindical de la República de Bielorrusia.
China. La posición y las acciones descritas en el informe del Gobierno son
ampliamente difundidas por medio de la prensa escrita, de la radio y la televisión
y cuentan con el apoyo del pueblo chino.
110
Informe especial sobre el apartheid
Colombia. Informaciones como las que se detallan en el párrafo 6 de las
conclusiones de la Comisión del Apartheid (1983) no existen en el caso de
Colombia. El Gobierno ha apoyado dentro de la OIT todas las propuestas para
apoyar a los valientes trabajadores negros en su organización, pero no está en
condiciones de ofrecer ayuda económica.
Dinamarca. En su reunión de marzo de 1978, los ministros nórdicos de relaciones exteriores acordaron un programa conjunto de acción contra Sudafrica,
que también incluye un mayor apoyo de los países nórdicos a los refugiados,
movimientos de liberación, víctimas del apartheid, etc., al igual que medidas
contra nuevas inversiones y producción en Sudafrica. Los países nórdicos continúan examinando permanentemente la aplicación de este programa de acción al
igual que de otras medidas posibles.
Estados miembros de la Comunidad Europea. Los Diez están convencidos
de que la continuación de un diálogo crítico con Sudafrica para alentar el cambio
pacífico en todos sus aspectos, incluidas las cuestiones sociales y laborales, constituye una necesidad imprescindible dentro del conjunto de los esfuerzos para
mejorar las condiciones de los trabajadores negros y promover el cambio en
aspectos que conciernen a la OIT. Además de las contribuciones a los fondos y
programas de las Naciones Unidas, se efectúan también otras por otros conductos, por ejemplo, los programas de los organismos no gubernamentales y los llamamientos pidiendo ayuda de urgencia que formulan los organismos especializados en relación con el Africa meridional.
Finlandia. Otras medidas adoptadas por Finlandia en conjunto con otros
países nórdicos figuran en un programa nórdico de acción conjunta contra Sudafrica, adoptado por los cinco ministros de relaciones exteriores nórdicos en
1978.
República Democrática Alemana. Las conclusiones adoptadas al finalizar el
debate contra el apartheid en la 69.a reunión de la Conferencia Internacional del
Trabajo con el objeto de fortalecer la lucha contra el apartheid y los resultados de
la Conferencia Sindical Internacional sobre Sanciones y otras Medidas contra el
Régimen de Apartheid en Sudafrica, que fue organizada durante la 69.a reunión de
la Conferencia Internacional del Trabajo, cuentan con el pleno apoyo y consentimiento de la RDA. Estas conclusiones subrayan nuevamente la necesidad de que
la OIT movilice todos los recursos a su disposición con el objeto de eliminar el
apartheid. A este respecto, la RDA desea reafirmar la propuesta, que ya ha presentado en ocasiones anteriores, de que se adopten las siguientes medidas dirigidas a fortalecer la lucha contra el apartheid por intermedio de la OIT: establecimiento de un registro de los beneficios obtenidos por las empresas transnacionales mediante su cooperación con Sudafrica y Namibia; análisis de la situación
económica y social de las personas negras y de color empleadas por compañías
subsidiarias de las empresas transnacionales que operan en Sudafrica y en Namibia; cooperación para la preparación y terminación de la lista de culpables del
crimen de apartheid, por las Naciones Unidas, de conformidad con la Convención Internacional para la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid, particularmente mediante la utilización de los conocimientos específicos de que dispone la OIT respecto a las actividades de los intereses económicos extranjeros en
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
111
Sudafrica y en Namibia. La RDA espera que estas propuestas sean tomadas en
cuenta en el informe especial del Director General a la 70.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo.
Hungría. Además de sus restantes actividades, el Comité Húngaro de Solidaridad (HUNSOC) suministra información auténtica, inmediata y completa al
público húngaro en general sobre el desenvolvimiento actual de la lucha internacional contra la discriminación racial y el apartheid. Tanto la televisión como la
radio, los diarios, las revistas y la agencia noticiosa húngara (MTI) informan
regularmente sobre las actividades solidarias del HUNSOC. Este reacciona en
forma constante contra los actos ilegales de los racistas, envía telegramas de protesta a los órganos correspondientes de las Naciones Unidas y a las organizaciones de solidaridad afines. Las publicaciones políticas del HUNSOC publicadas
durante la serie de actos de solidaridad que se realizan durante el otoño, todos los
años, contienen nuevas informaciones sobre los acontecimientos ocurridos en la
región sudafricana y sobre las últimas novedades de la lucha contra el apartheid.
En 1981 se organizó una exposición ambulante de fotografías bajo el título de
«¡Apartheid, No!» y en 1982 se realizó con éxito un curso infantil de dibujos con
el lema de «Cómo veo a los niños africanos».
Noruega. Este país viene prestando apoyo financiero a las organizaciones
nacionales de «base amplia», a saber, los sindicatos y los grupos contra el apartheid, para difundir informaciones sobre las políticas racistas de los regímenes de
la minoría blanca en el Africa meridional. Las actividades de estas organizaciones
pueden resumirse en las siguientes categorías: material de información destinado
en particular a las escuelas, colegios, universidades, bibliotecas, grupos juveniles
y movimiento sindical; reuniones, cursos y seminarios; exposiciones, días de
acción o semanas de acción; conferencias y alquiler de películas; materiales informativos para la prensa, la radio y la televisión; boicot de productos sudafricanos;
y otras actividades para enterar mejor a la opinión pública y a los políticos acerca
de la política de apartheid en Sudafrica.
Suecia. El Gobierno considera que el informe especial del Director General
es de máximo valor cuando se trata de beneficiar la evolución de los acontecimientos en materia laboral en Sudafrica. También sirve como base para adoptar
nuevas medidas contra el sistema de apartheid del régimen sudafricano. El
Gobierno no pierde oportunidad, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, de criticar el sistema de apartheid. Debe observarse también que las medidas mencionadas en la respuesta oficial están incluidas, en sus aspectos principales, en el programa conjunto nórdico de acción contra Sudafrica, adoptado en
1978. (Los principales aspectos de este programa figuran en el informe especial
de 1983, página 84, bajo el título de «Finlandia».)
Suiza. El Gobierno indica que no tiene nada nuevo que agregar a su informe
de 15 de febrero de 1982. No obstante, desea mencionar las contribuciones de las
autoridades suizas al fondo de becas para Sudafrica establecido por el grupo de
iglesias suizas, al igual que a los fondos pertinentes de las Naciones Unidas.
Ambos medios de contribución se integran en la estructura de apoyo prevista por
la OIT. En 1983 las contribuciones ascenderán a 700 000 francos suizos para el
grupo de iglesias suizas y a 100 000 francos suizos para los fondos de las Naciones
Unidas, con posibilidad de un aumento de esta última contribución.
112
Informe especial sobre el apartheid
Tailandia. Se emitieron sellos de correo conmemorativos en ocasión del
Año Internacional contra el Apartheid en 1978.
RSS de Ucrania. La República continuará cooperando activamente con los
esfuerzos internacionales en apoyo de la lucha de liberación anticolonial y antirracista de los pueblos de Africa y donando su apoyo para la eliminación total
e incondicional del apartheid y del racismo en todas sus formas y manifestaciones.
Estados Unidos. El Gobierno de los Estados Unidos continúa apoyando los
Principios Sullivan para las firmas estadounidenses que operan en Sudafrica,
cuya observación es general, y alienta resueltamente a las compañías que todavía
no se han adherido a dichos principios a que lo hagan. Los Principios Sullivan
estipulan prácticas equitativas de empleo, incluido un salario igual por un trabajo
de igual valor y la no discriminación en los lugares de trabajo, así como un
aumento de las oportunidades de formación y de progreso para la mayoría postergada de la población de Sudafrica. Los firmantes de los Acuerdos Sullivan, que
emplean a una gran mayoría de los empleados no blancos que trabajan para firmas estadounidenses en Sudafrica, incluyen también el compromiso de mejorar
la calidad de la vida para los trabajadores fuera del ambiente de trabajo, en
aspectos tales como la vivienda, el transporte y la enseñanza, y en materia de
medios de recreo y salubridad. El Gobierno continúa apoyando otras iniciativas
de firmas estadounidenses para mejorar las condiciones de los trabajadores
negros, como la escuela comercial PACE en Johannesburgo, que ha sido creada y
financiada por la Cámara de Comercio Estadounidense en Sudafrica para mejorar la formación comercial de los sudafricanos negros. También se continúa alentando la formación y el incremento de sindicatos no raciales en Sudafrica. A este
respecto, el Gobierno de los Estados Unidos ha aprobado el otorgamiento de
subsidios para apoyar un programa de la AFL-CIO que suministra asistencia para
el desarrollo de sindicatos no raciales en Sudafrica. El Gobierno de los Estados
Unidos ha destinado anualmente la suma de 4 millones de dólares durante los
ejercicios fiscales de 1982 y 1983 a fundaciones educativas privadas estadounidenses para becas que permiten a sudafricanos perjudicados por el apartheid
estudiar en los Estados Unidos. Este programa ha permitido hasta la fecha que
190 estudiantes pudieran trasladarse a los Estados Unidos con ese fin. Se ha prestado asistencia a los proyectos de ayuda mutua dentro de la comunidad negra con
la suma de 250 000 dólares durante el ejercicio fiscal de 1983, y se prevé el otorgamiento de una suma por lo menos de igual magnitud en 1984. Estos proyectos
de concepción local tienen principalmente por escenario el sector educativo, pero
incluyen también otros proyectos de desarrollo destinados a elevar las calificaciones de la población y a mejorar la comprensión de su ambiente. El Gobierno ha
concluido un contrato con una organización privada norteamericana por la suma
de 1 800 000 dólares para establecer un proyecto de preparación universitaria que
ayude a mejorar la preparación de los graduados negros de las escuelas secundarias para los exámenes de la junta mixta de matriculación. También se ha firmado un contrato con la Federación Nacional de Cámaras de Comercio Africanas (NAFCOC) por el importe de 3 millones de dólares para otorgar formación
en materia de dirección de empresas a los propietarios y administradores negros
de pequeñas empresas en Sudafrica. Además, se ha otorgado una contribución de
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
113
55 000 dólares a los fondos de alivio por la sequía de tres organizaciones sudafricanas privadas que se están ocupando de aliviar los efectos de la mala nutrición
ocasionada por la sequía actual en Sudafrica. El Gobierno también apoya proyectos de ley sometidos al 98.° período de sesiones del Congreso, que aumentarían de
19 000 dólares a 1 millón de dólares los recursos del Fondo de Derechos Humanos disponibles para subsidios a organizaciones no gubernamentales, incluidos
los sindicatos, que procuran promover los esfuerzos políticos, económicos, sociales, jurídicos y humanitarios tendentes a fomentar una sociedad justa y ayudar a
las víctimas del apartheid. El Gobierno confía en que estas actividades puedan
contribuir a poner fin al apartheid y a mejorar las condiciones de trabajo y de
justicia social en Sudafrica.
URSS. La Unión Soviética condena enérgicamente el saqueo permanente de
los recursos naturales de Namibia por las corporaciones transnacionales y apoya
las decisiones de las Naciones Unidas que declaran que la explotación de estos
recursos por círculos económicos de muchos países bajo la protección de la administración colonial racista represiva, en violación de la Carta de las Naciones
Unidas y de las decisiones relevantes adoptadas por los órganos de ésta, es ilegal
por cuanto ayuda a perpetuar el régimen de ocupación ilegal.
Yugoslavia. La cuestión del apartheid y de la discriminación racial recibe
particular atención por parte de las organizaciones sociopolíticas y de las distintas
asociaciones de ciudadanos. La adopción de la Declaración de la OIT referente a
la política de apartheid en Sudafrica y la proclamación del Decenio de las Naciones Unidas de Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial han estimulado sus iniciativas cada vez más activas y mejor organizadas. A este respecto,
como ya se ha indicado, se ha creado un órgano especial nacional, a saber, el
Consejo Nacional Yugoslavo de Coordinación de la Lucha contra el Racismo y la
Discriminación Racial, que orienta, promueve y coordina las actividades de
numerosas organizaciones y asociaciones. Este Consejo promueve anualmente la
celebración de reuniones en ocasión del 21 de marzo, Día Internacional para la
Eliminación de la Discriminación Racial.
Zambia. El Gobierno de Zambia sigue considerando la posibilidad de una
contribución voluntaria al Programa de la OIT contra el apartheid.
ACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES DE EMPLEADORES
Se recibieron respuestas de cuarenta y dos organizaciones nacionales de
empleadores de los países siguientes y de la organización internacional que se
menciona: Barbados, Bélgica, Brasil, Chile, Colombia, Congo, Checoslovaquia,
Dinamarca, Dominica, República Dominicana, Egipto, Finlandia, Francia, Gabon, República Federal de Alemania, República Democrática Alemana, Granada, Guyana, India, Indonesia, Italia, Líbano, Malasia, Mauricio, Países Bajos,
Nueva Zelandia, Noruega, Pakistán, Panamá, Filipinas, Suecia, Suiza, República
Arabe Siria, República Unida de Tanzania, Tailandia, RSS de Ucrania, Emiratos
Arabes Unidos, Reino Unido, Estados Unidos, Zaire, y la Organización Internacional de Empleadores.
La Confederación de Empleadores Finlandeses y la Confederación de Empleadores de las Industrias de Servicios respondieron conjuntamente. La Federa-
114
Informe especial sobre el apartheid
ción de la Industria de los Países Bajos, en su respuesta a la demanda de información de la OIT, reiteró sus reservas relativas al informe de la Comisión del Apartheid en la 69.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo ( 1983) y a las
conclusiones de ese informe; la Federación sólo consideró aceptable el párrafo 17
de estas conclusiones. La Federación manifestó que era cada vez más dudosa la
utilidad de las discusiones sobre el apartheid en la OIT y solicitó que no se considerara su carta como un informe. Por lo tanto, no se reproduce el contenido
completo de la misma en la parte principal de esta sección. Las organizaciones de
empleadores de Bulgaria, Malasia, República Unida de Tanzania y RSS de Ucrania informaron conjuntamente con el Gobierno y las organizaciones de trabajadores, y su respuesta se ha incluido en este capítulo. China indica en su respuesta
que la organización nacional de empleadores apoya plenamente la posición y las
acciones del Gobierno.
Al responder, cierto número de organizaciones de empleadores aprovecharon la oportunidad para expresar separadamente su opinión sobre la política de
apartheid en la República Sudafricana. La Organización Internacional de Empleadores (OIE) declaró que su posición respecto al apartheid en Sudafrica y a la
discriminación en cualquier país en que se practique era perfectamente clara y
bien conocida. La Confederación de Producción y de Comercio de Chile indicó
que, como miembro de la Organización Internacional de Empleadores, apoyaba
las opiniones expresadas por los representantes de la OIE. La Unión Interprofesional de Empleadores del Congo compartió también por completo la posición
adoptada por la OIE. La Cámara de Comercio y de Industria checoslovaca
expresó la misma opinión contra el apartheid que los representantes checoslovacos de la OIT. La Confederación de Empleadores Daneses afirmó que compartía
plenamente la preocupación expresada por la OIT y la OIE al condenar la política
de apartheid de la República Sudafricana y, a este respecto, mencionó los votos
que había emitido su delegado en reuniones anteriores de la Conferencia Internacional del Trabajo. El Consejo Nacional de Empleadores Franceses reiteró su
posición acerca del apartheid, que ya había expresado en informes anteriores y en
la última reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. La Confederación
de Asociaciones de Empleadores Alemanes confirmó que mantenía firmemente
su rechazo de la política de apartheid en la República Sudafricana y condenó
enérgicamente toda discriminación racial. Era bien sabido que ésta era la posición que desde hace largo tiempo habían adoptado todas las asociaciones de
empleadores del mundo libre, afiliadas a la Organización Internacional de Empleadores (OIE). La Organización de Empleadores de la India declaró que las
organizaciones de empleadores de su país habían condenado severamente la política de apartheid de la República Sudafricana y apoyaban plenamente la política
del Gobierno a este respecto. La Asociación de Empleadores de Indonesia afirmó
que compartía la posición de su Gobierno acerca de esta cuestión puesto que, por
principio, no aprobaba y, por lo tanto, condenaba la política de apartheid que
llevaba a cabo el Gobierno de Sudafrica, al igual que no apoyaba tales prácticas
en otros lugares del mundo. La Federación de Empleadores de Malasia ha estado
siempre plenamente de acuerdo con las acciones emprendidas por su Gobierno
en contra del apartheid; sin embargo, la Federación tiene pocas oportunidades de
contribuir eficazmente en favor de este objetivo, y su acción se ha limitado a
condenar esta política cada vez que se ha presentado la ocasión. La Confedera-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
115
ción de Empleadores Noruegos reafirmó que, al igual que la mayoría de las delegaciones a la Conferencia Internacional del Trabajo, se desolidarizaba firmemente de las políticas raciales que se practican en la República Sudafricana y
apoyó diversas acciones encaminadas a eliminar el sistema de apartheid. La Confederación de Empleadores de Filipinas ha denunciado el apartheid en las reuniones de la OIE y de la OIT en Ginebra y en otros lugares. La Confederación de
Empleadores Suecos está profundamente ligada al principio de la igualdad y
estaba plenamente de acuerdo con la OIT y la OIE para condenar la política de
apartheid de la República Sudafricana. La Cámara de Industria de Siria reafirmó
su condena de las políticas raciales criminales e inhumanas del Gobierno de
Sudafrica y manifestó su apoyo a todos los movimientos de liberación que luchan
contra este régimen. La Confederación de Empleadores de Tailandia explicó que,
al no existir el apartheid en Tailandia, no necesitaban tomar ninguna medida al
respecto. El Consejo Estadounidense para Asuntos Internacionales informó que
la Comunidad de Asuntos Estadounidenses continuaba oponiéndose de manera
activa al abominable sistema de apartheid, mediante la aplicación de medidas
constructivas y concretas.
A continuación figuran las respuestas que se han recibido a la solicitud de
información sobre las acciones llevadas a cabo con relación a las medidas recomendadas en la parte B, sección III, del anexo.
Relaciones con Sudafrica
Federación de Empresas Belgas. Creemos conveniente informarles que,
según un rápido estudio que hemos llevado a cabo, las compañías belgas tienen
pocas inversiones importantes en Sudafrica. Algunas de ellas tienen agencias u
oficinas comerciales.
Confederación Nacional de Industria del Brasil. La Confederación no tiene
conocimiento de que alguna federación o sindicato industrial miembro mantenga
relaciones con Sudafrica. Además, como nuestra organización no cuenta con
empresas de crédito, no puede darse información sobre préstamos otorgados a
ese país. En cuanto a solicitar a las empresas extranjeras que dejen de invertir en
Sudafrica, tales empresas no son miembros de la Confederación y, por lo tanto,
incumbe a las empresas centrales de que son sucursales recomendar el boicoteo al
régimen de Sudafrica. A nivel internacional, sólo el Ministerio de Asuntos Exteriores puede sugerir, de gobierno a gobierno, que se adopten medidas de esta
naturaleza.
Consejo de Directores de Empresas, Organizaciones y Establecimientos de la
Cámara de Comercio e Industria de Bulgaria. La Cámara de Comercio e Industria Búlgara vela por que sus miembros no establezcan relaciones comerciales con
empresas sudafricanas. Cuando se concluyen acuerdos para realizar importaciones o exportaciones, se lleva a cabo un control para asegurarse de que ni las
importaciones proceden de Sudafrica ni las exportaciones están destinadas a
empresas de ese país. Esta tarea puede llevarse a cabo de manera satisfactoria
gracias al sistema de relaciones import-export existente, regulado por el Ministerio de Comercio Exterior. Uno de los requisitos necesarios para obtener la autorización apropiada es la obligación de indicar el país de origen o el país de destino
116
Informe especial sobre el apartheid
de las mercancías. De acuerdo con este principio, se ha comprobado que no sólo
los miembros de la Cámara de Comercio e Industria Búlgara, sino también otras
organizaciones búlgaras, no han establecido ningún contacto con empresas sudafricanas.
Confederación de Industrias Británicas. Con relación a la solicitud de información sobre las medidas tomadas de acuerdo con las recomendaciones de la
parte B, sección III, del anexo a la Declaración, la actitud de la CIB respecto del
mantenimiento de relaciones con Sudafrica y de la retirada de las inversiones, así
como la explicación de su cometido como órgano representativo de los empleadores, se han expuesto con claridad en el párrafo 3, página 86, del informe especial de la Conferencia sobre la aplicación de la Declaración de la OIT referente a
la política de apartheid.
Unión Interprofesional de Empleadores del Congo. UNICONGO no mantiene ningún tipo de relaciones con Sudafrica, y aplica fielmente las decisiones del
Partido Congoleño y del Gobierno en este asunto.
Cámara de Comercio e Industria de Checoslovaquia. La posición antirracista
de la Cámara, que se tradujo en la práctica por la ruptura de todo género de
relaciones con Sudafrica, se mantuvo firmemente en el pasado, y en el futuro
servirá de base para apoyar cualquier actividad destinada a luchar contra el
apartheid. En esta esfera, apoyamos plenamente la labor de la Organización de las
Naciones Unidas, la cual adoptó en 1973 un convenio relativo a la lucha contra el
apartheid, que fue ratificado por Checoslovaquia.
Federación de Empleadores de Dominica. La Federación y sus miembros
apoyan el embargo que ha impuesto el Gobierno al comercio y a la importación
de mercancías procedentes de Sudafrica.
Confederación de Empleadores de la República Dominicana. La Confederación apoya totalmente las recomendaciones que figuran en la Declaración puesta
al día, relativa a la política de apartheid en Sudafrica, adoptada por la OIT en
1981, y ha recomendado a sus afiliados que velen por que sus miembros no mantengan relaciones con la República Sudafricana ni colaboren de ninguna manera
con el régimen de apartheid.
Federación de Industrias de Egipto. La Federación envió una carta a todos
sus miembros en la que denunciaba la política de apartheid en Sudafrica y les
solicitaba que rompieran todo tipo de relaciones con ese país y retiraran todas las
inversiones existentes. Estas medidas se tomaron como consecuencia de las recomendaciones de la Comisión de la OIT sobre el Apartheid. La Federación no
mantiene ninguna relación con las autoridades, los empleadores o los sindicatos
de la República Sudafricana.
Cámara de Tecnología de Directores de Empresas Populares de la República
Democrática Alemana. Ni que decir tiene que los directores de empresas socialistas de la RDA cumplen todas las recomendaciones dirigidas a los empleadores de
la parte III, «Acción de las organizaciones de empleadores», de la Declaración
referente a la política de apartheid en Sudafrica; no mantienen ningún género de
relación con empresas de ese país, ni conceden préstamos a agrupaciones económicas o financieras de Sudafrica. Asimismo, las empresas de la RDA se abstienen
de hacer inversiones en dicho país.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
117
Federación de Empleadores de Granada. La Federación informa que Granada prohibe la importación de toda mercancía procedente de Sudafrica.
Asociación Consultiva de la Industria de Guyana. Ningún miembro de esta
organización mantiene relación alguna con Sudafrica.
Organización de Empleadores de la India. El Gobierno de la India no mantiene relaciones diplomáticas con Sudafrica, ni ha reconocido a su Gobierno. Por
lo tanto, no existen relaciones comerciales entre nuestros dos países
Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón (NIKKEIREN). Nikkeiren rechazó la solicitud formulada por una misión sudafricana de visitar esta
organización en el curso de este año.
Asociación de Industriales del Líbano. Nuestra organización no mantiene
relación alguna con instituciones de países en los que existe un régimen de apartheid, ni tenemos conocimiento de que algún miembro de nuestra asociación las
mantenga.
Federación de Empleadores de Mauricio. La Federación se complace en
informar que el año pasado decidió, junto con otras organizaciones de empleadores africanos, dimitir de la Organización Internacional de Empleadores (OIE),
como protesta contra el mantenimiento como miembro de la misma de la Asociación de Empleadores de Sudafrica (SACCOLA) que practica en su país la política de apartheid. Como consecuencia de la presión ejercida por esas organizaciones de empleadores africanos, incluida la Federación de Empleadores de Mauricio, se modificaron los estatutos en la reunión del Consejo General, celebrada el
30 de mayo de 1983 en Ginebra, con lo que se inhabilitó a los empleadores de
Sudafrica (SACCOLA) para formar parte de la OIE y se les expulsó de dicha
Organización. Inmediatamente después de haberse eliminado este obstáculo del
apartheid, la Federación de Empleadores de Mauricio volvió a ingresar en la
Organización Internacional de Empleadores
Federación de Empleadores de Pakistán. La Federación declaró que sus
miembros no conceden préstamos ni colaboran en modo alguno con el régimen
de apartheid de Sudafrica. Tampoco tienen empleadores que inviertan en ese
país. La Federación envió una circular a sus miembros llamando su atención
sobre el informe de la Comisión del Apartheid de 1980, y solicitando a las organizaciones de empleadores que se aseguraran de que sus miembros no mantenían
relaciones ni contacto alguno con Sudafrica, y que retiraran toda inversión existente en dicho país.
Confederación de Empleadores Suecos. Como ya indicamos anteriormente,
ni nuestra organización ni ninguna asociación voluntaria de empresarios suecos
tiene autoridad estatutaria para asegurar que sus miembros no mantengan relaciones con determinados países o para pedirles que retiren algunas de sus inversiones en el extranjero. El Gobierno sueco no ha hecho tampoco ninguna demanda en este sentido con respecto a Sudafrica.
Cámara de Industria de Siria. Declaramos firmemente, una vez más, que no
mantenemos relaciones de ningún género, tales como contactos económicos o
comerciales, con el Gobierno, las organizaciones de empleadores o los hombres
de negocios de Sudafrica. Tampoco realizamos ninguna misión de intercambio
118
Informe especial sobre el apartheid
comercial o económico con empleadores de Sudafrica, y, naturalmente, no tenemos ningún tipo de cooperación en la esfera militar con ese país.
Asociación de Empleadores de Tanzania. Esta Asociación no tiene ningún
vínculo con el régimen de Sudafrica. Sus actividades relacionadas con la situación en ese país están de acuerdo con la política y la acción del Gobierno contra
la actitud racista de ese régimen.
Consejo Estadounidense para Asuntos Internacionales. Las medidas constructivas y concretas que emplea la comunidad de empresarios de los Estados
Unidos para oponerse al apartheid se describen claramente en el informe sobre
las compañías firmantes de los Principios Sullivan. Nos referimos, en particular,
a la sección del informe relativa al Principio 4 (Iniciación y desarrollo de programas de formación), que está directamente relacionada con el párrafo 7 de las
conclusiones de la Comisión del Apartheid de la Conferencia de 1983. (Este informe puede consultarse en el Servicio de Igualdad de Derechos de la OIT. )
Asociación Nacional de Industrias del Zaire (ANEZA). En general, la Asociación no ha emprendido ninguna acción ya que dada la posición geográfica de
la parte sur del país, las relaciones de sus miembros con Sudafrica se reducen al
mínimo necesario. Debido a esta posición, algunas industrias continuaban utilizando hasta hace poco tiempo los ferrocarriles y los puertos de Sudafrica para
exportar sus productos minerales. Esta situación ha cesado al equiparse el nuevo
ferrocarril nacional y al volverse a poner en servicio parcialmente el ferrocarril de
Lobito. En otras esferas, la única relación que existía entre una industria de diamantes del Zaire y un grupo de Sudafrica se ha roto, y la compañía nacional
SOZACOME se encargará en adelante de la comercialización de piedras preciosas en el mercado mundial. En lo referente a los préstamos al régimen de apartheid, ninguna agrupación del Zaire ha concedido un préstamo a Sudafrica y, en
general, ninguna agrupación económica o industrial podría hacerlo.
Retiro de inversiones
Consejo de Directores de Empresas, Organizaciones y Establecimientos de la
Cámara de Comercio e Industria de Bulgaria. Las organizaciones de comercio
exterior búlgaras no invierten su capital en Sudafrica ni conceden créditos a organizaciones en ese país. Esta política, consistente en rechazar todo vínculo con
Sudafrica, se mantendrá mientras continúe practicándose el apartheid en dicho
país.
Cámara de Comercio e Industria de Checoslovaquia. El Ministerio Federal
de Comercio Exterior promulgó en 1980 un nuevo decreto sobre las relaciones
comerciales con Sudafrica.
Confederación de Empleadores de la República Dominicana. La Confederación recomendó a sus afiliados que soliciten a las compañías extranjeras que han
invertido en Sudafrica que retiren sus inversiones y se abstengan de cooperar con
el régimen sudafricano en asuntos económicos y militares
Asociación Consultiva de la Industria de Guyana. En este país no existen
compañías extranjeras que hayan invertido en Sudafrica o que cooperen de algún
modo con el régimen de ese país.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
119
Organización de Empleadores de la India. Ninguno de nuestros miembros ni
ningún industrial indio ha invertido en Sudafrica. De conformidad con las políticas nacionales, se prohibe a las compañías multinacionales dirigir cualquier actividad industrial o comercial de Sudafrica a través de la India.
Confederación de Empleadores Suecos. De acuerdo con la legislación de
1979 sobre inversiones en Sudafrica, las sucursales de empresas suecas que trabajan en ese país necesitan la autorización del Gobierno sueco para hacer cualquier
inversión. Esta autorización se ha concedido en varios casos. Esta legislación tiene por objeto permitir que se invierta el mínimo necesario para que las sucursales
suecas que ya están establecidas en Sudafrica puedan «hibernar» o subsistir hasta
que mejore la situación política. Como ya indicamos anteriormente, la legislación
sueca parece ser contraproducente, ya que, entre otras cosas, limita las posibilidades de que las sucursales suecas de Sudafrica mejoren las condiciones materiales
y sociales de los trabajadores negros de ese país. Las opiniones de los empresarios
sobre el problema de las inversiones en Sudafrica se exponen en el libro Empresas suecas en Sudafrica, publicado recientemente por el Consejo Internacional de
la Industria Sueca, que es un órgano mixto de la Confederación de Empleadores
Suecos y de la Federación de Industrias Suecas. En una segunda parte de este
libro - que existe solamente en versión sueca - se presenta la situación de seis
sucursales suecas establecidas en Sudafrica. Para obtener más amplia información, nos referimos a nuestras cartas anteriores relativas a las acciones emprendidas contra el apartheid por los componentes de la OIT. (Los libros arriba mencionados pueden consultarse en el Servicio de Igualdad de Derechos de la
OIT.)
Otras informaciones
Organización Internacional de Empleadores. La posición de la Organización
acerca del apartheid y la discriminación racial se expuso en los «Principios Fundamentales de la Organización Internacional de Empleadores», adoptados por el
Consejo General en 1964. Siguiendo estos principios, la Organización y sus
miembros alientan a las compañías que trabajan en Sudafrica en sus diversos
esfuerzos diarios encaminados a eliminar progresivamente el apartheid. La OIE
se mantiene al día acerca de los progresos alcanzados en este campo, e informa a
la comunidad internacional de empleadores acerca de los principales problemas
que se plantean en su esfera de actividad en Sudafrica, a fin de que las organizaciones de empleadores y sus afiliados en ese país puedan llevar a cabo las acciones apropiadas.
Confederación de Empleadores de Barbados. La Confederación reafirma su
apoyo a los programas patrocinados por la OIT, destinados a mejorar la situación
social y económica de los trabajadores negros y de sus sindicatos independientes
en Sudafrica, pero lamenta no poder contribuir financieramente al programa de
la OIT contra el apartheid.
Federación de Empresas Belgas. Las empresas belgas, que no emplean un
personal numeroso, no practican ninguna discriminación racial en las relaciones
profesionales ni en las condiciones de trabajo. Obran de conformidad con varios
códigos de conducta adoptados, en particular con el de la Comunidad Europea.
No se ha recibido ninguna queja en este aspecto. Por lo demás, las compañías
120
Informe especial sobre el apartheid
belgas establecidas en países extranjeros respetan las leyes y las autoridades
nacionales de esos países. Aprovechamos esta ocasión para reafirmar nuestro
total apoyo a la posición de la OIE acerca del problema del apartheid. Sin embargo, no estamos de acuerdo con las recomendaciones relativas a la adopción de
sanciones o boicoteos, ya que creemos que esas medidas sólo pueden redundar en
perjuicio de quienes se intenta ayudar.
Confederación Nacional de Comercio del Brasil. La organización de empleadores de comercio del Brasil y sus miembros no han llevado a cabo ninguna
acción pública sobre este asunto, pero ni apoyan ni aprueban la política de apartheid.
Confederación Nacional de Industria del Brasil. Con respecto a la información sobre cuestiones laborales y sociales en Sudafrica, la CNI no tiene ninguna
relación con este país, ni enlace a través de inmigración, que nos permitan facilitar información acerca de huelgas, detenciones u otros incidentes que afectan a
las compañías que se niegan a reconocer a los sindicatos negros en Sudafrica. En
cuando a los programas especiales de formación destinados a los trabajadores
negros, la Confederación administra el Servicio Nacional de Formación Industrial, que ha firmado convenios de formación profesional para trabajadores de
varios países de Africa negra, tales como Angola, Ghana, Guinea-Bissau, Mozambique, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe y Nigeria. Si bien esta cooperación técnica no tiene un contenido político, no hay duda de que beneficia a los
trabajadores de Africa negra y permite establecer un sistema de intensa colaboración con las organizaciones de empleadores interesadas. Por último, en lo que se
refiere a la solicitud de que las organizaciones de empleadores protesten ante las
autoridades sudafricanas acerca del sistema de control de entradas, lo que reduce
de diversas maneras su libertad para contratar y emplear la mano de obra y va en
contra de los convenios de la OIT sobre el empleo, sirviendo de instrumento
principal para la aplicación de su política de apartheid, nuestra Confederación
considera que este asunto incumbe a las organizaciones de empleadores de Sudafrica, ya que la Confederación no ha recibido ninguna queja de su parte respecto a
discriminación en el empleo.
Confederación de Industrias Británicas. La CIB mantiene su actitud respecto
a la eliminación del apartheid y su oposición a la imposición de sanciones obligatorias a Sudafrica. Si se pasa revista a los doce últimos meses, se observa que las
compañías británicas que trabajan en Sudafrica siguen progresando en el lugar de
trabajo en lo que se refiere al reconocimiento oficial u oficioso de los sindicatos
de empleados negros - cuando así lo desean los empleados interesados - y que
estas compañías invierten sumas considerables en la formación de su mano de
obra. Estas actividades contribuyen a una evolución pacífica y progresiva de la
sociedad sudafricana. Las compañías británicas siguen respondiendo a la solicitud formulada por su Gobierno de publicar informes relativos a cuestiones de
que trata el Código de Conducta de la CEE para las compañías que tienen intereses en Sudafrica. Estos informes, que están a disposición del público, muestran
que las compañías británicas actúan en forma responsable en cuanto hace a sus
relaciones profesionales, estructura de pagos y salarios, sistema de pensiones y de
seguros, suministro de vivienda, sistema de educación y de formación profesional. En cuanto a los párrafos 6, 7 y 8 de las conclusiones adoptadas por la Comi-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
sión del Apartheid de la Conferencia en 1983, el miembro empleador del Reino
Unido hizo constar sus reservas. No se dispone de la información solicitada en el
párrafo 6 de las conclusiones y la CIB no tiene autoridad para obtenerla. En
cuanto al párrafo 7 de estas conclusiones, las compañías británicas que trabajan
en Sudafrica contratan, forman y ascienden a los trabajadores negros al igual que
hacen en los otros lugares del mundo y practican una política de no discriminación entre sus empleados. A este respecto, cabe citar el informe del Departamento
de Comercio del Reino Unido sobre el cumplimiento del Código de Conducta de
la CEE durante el período del 1.° de julio de 1981 al 30 de junio de 1982, en el que
se indica: «La necesidad de mejorar la formación de los trabajadores negros se
reconoce cada vez más en Sudafrica. Numerosas compañías muestran un gran
interés por la formación de los trabajadores negros y se han mejorado el alcance y
la naturaleza de esta formación. Hoy en día es corriente que los negros sigan
cursos de aprendizaje, y para ello se recurre a menudo a los centros de formación
técnica privados.» Los dirigentes de empresa seguirán protegiendo los intereses
de sus empleados de la manera que consideren más adecuada en cada caso, a la
par que continuarán respetando las costumbres y la legislación locales. Protestar
contra el sistema de control de entradas, como se solicita en el párrafo 8 de las
conclusiones de 1983, puede llevar a las compañías a sobrepasar los límites de su
competencia, y sería mejor dejar que se encargaran de ello los miembros de la
colectividad local. Por último, la CIC no conoce ningún caso de «fomento activo
de relaciones encaminadas a reforzar el sistema de apartheid» entre sus miembros.
Asociación Nacional de Industria de Colombia. Si bien la Asociación ha
seguido con atención los problemas que afligen a Sudafrica, sólo puede considerarlos desde un punto de vista general. No se dispone de la información que se ha
solicitado.
Confederación de Empleadores Daneses. Esta Confederación no ha llevado a
cabo ninguna acción específica en este campo desde que presentó su informe en
1982. A este respecto, propone que los informes sobre las acciones emprendidas
contra el apartheid se presenten con una frecuencia superior a un año. Al mismo
tiempo se señala la atención sobre las reservas expresadas acerca de determinados
puntos de las conclusiones, los cuales, a juicio de la Confederación, implican
obligaciones que sobrepasan los límites de competencia de una organización de
empleadores.
Confederación de Empleadores y Confederación de Empleadores de Industrias de Servicio Finlandeses. Consideran que Finlandia debería tratar las cuestiones relacionadas con el apartheid con serenidad y firmeza.
Consejo Nacional de Empleadores Franceses. El Consejo continúa condenando toda forma de discriminación racial y ejerce toda su influencia sobre las
sucursales sudafricanas de compañías francesas para incitarlas a que contribuyan
a la eliminación del apartheid, y en particular para que apliquen documentos
tales como el Código de Conducta Europeo. De acuerdo con la información que
hemos obtenido, estas compañías no han formulado objeciones al reconocimiento de sindicatos no raciales o a que se concluyan acuerdos con sus representantes.
También se aseguran de que el personal reciba igualdad de trato e iguales responsabilidades y que todos tengan las mismas oportunidades de formación. En lo que
121
122
Informe especial sobre el apartheid
se refiere a las preguntas formuladas en la sección III de las conclusiones adoptadas en junio de 1980 por la Conferencia Internacional del Trabajo, consideramos,
como ya declaramos durante la Conferencia, que en la formulación de esas preguntas no se tienen en cuenta la naturaleza y las funciones de una organización de
empleadores como la nuestra y, por lo tanto, no podemos contestarlas. No disponemos de información sobre los acontecimientos sociales y laborales de Sudafrica
y ni nuestra organización ni sus afiliados han tomado ninguna medida con respecto a esta situación, medidas que, en todo caso, no son de nuestra competencia.
Nuestra organización está presta a cooperar en toda acción encaminada a eliminar la discriminación racial, siempre y cuando esta acción esté dentro de los límites de nuestra competencia y respete los principios generales de objetividad y
aceptación de los procedimientos establecidos.
Federación de Empleadores Gaboneses. Nuestra actitud frente a la política
de apartheid sigue siendo la misma que se indicó en 1982.
Cámara de Tecnología de Directores de Empresas Populares de la República
Democrática Alemana. Al igual que el Gobierno y las demás fuerzas sociales, los
dirigentes de empresas socialistas, siguiendo la Constitución de la RDA y los
principios éticos de la sociedad socialista, apoyan plenamente la liquidación de
prácticas criminales tales como el apartheid. Dado que este régimen es ilegal
según el derecho internacional y constituye una amenaza para la paz, los dirigentes de empresas socialistas de la RDA consideran indispensable que los gobiernos, empleadores y sindicatos del mundo entero coordinen sus esfuerzos para
tomar medidas contra el apartheid. La OIT tiene una gran responsabilidad a este
respecto y su acción en esta materia podría basarse en la «Declaración referente a
la política de apartheid en Sudafrica», adoptada en la 67.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. Los dirigentes de empresas socialistas acogen
con satisfacción la tendencia fundamental que refleja esta Declaración, consistente en la imposición de sanciones obligatorias y completas al régimen de apartheid.
Consideramos que tomar medidas para ayudar a los pueblos oprimidos por el
apartheid es un medio eficaz de luchar contra este régimen. Por ello, al igual que
el resto de la población de la RDA, participamos activamente en el movimiento
de solidaridad hacia el justo combate que conducen los pueblos de Sudafrica y
Namibia bajo la dirección de sus representantes legítimos, el ANC y la SWAPO.
Al mismo tiempo, hemos demostrado nuestra solidaridad hacia los Estados de
Primera Línea que están expuestos diariamente a la política agresiva y terrorista
de Pretoria, ayudándoles de diversas maneras. Actualmente, numerosos ciudadanos de esos Estados y representantes del ANC y la SWAPO reciben formación
profesional en la RDA, por regla general en ocupaciones que presentan una
importancia especial para el desarrollo económico de sus países. Además, se forma también a instructores y profesores, y el personal dirigente de centros de formación profesional sigue cursos de perfeccionamiento a fin de adquirir un nivel
de calificación más elevado. Estos cursos de especialización abarcan cerca de 80
profesiones y numerosas empresas e instituciones de la RDA colaboran en esta
formación. Tras haber examinado detalladamente la cuestión de la aplicación de
la «Declaración referente a la política de apartheid en Sudafrica» a la luz de las
conclusiones de la 68.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo y del
derecho internacional, los directores de empresas socialistas de la RDA aprove-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
chan esta oportunidad para presentar de nuevo sus propuestas anteriores en favor
de una mayor contribución de la OIT a la lucha contra el apartheid. Sería sin
duda conveniente y conforme a las conclusiones de la 68.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo que, en su próximo informe especial sobre el
apartheid, el Director General indicara las ganancias que obtienen las sociedades
multinacionales de su colaboración con los regímenes de apartheid de Sudafrica y
Namibia. En la resolución 36/51 adoptada por la Asamblea General el 22 de
diciembre de 1981 se proponía el establecimiento de un registro de las ganancias
que se derivan de la colaboración con Sudafrica, Namibia y otros territorios coloniales dependientes y, dado que desde entonces el Centro de Sociedades Transnacionales de las Naciones Unidas ha realizado un trabajo preparatorio digno de
elogio, en cumplimiento de la tarea que se le había encomendado, sería conveniente colaborar con ese Centro para establecer ese registro. Además, los directores de empresas socialistas de la RDA, como ciudadanos de un Estado signatario
de la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de
Apartheid, mantienen su opinión de que la OIT debería contribuir en mayor
medida a lograr los objetivos de la Convención. Dentro de los límites de su competencia, la Oficina Internacional del Trabajo debería, en particular, cooperar en
la preparación de una lista de las personas y las sociedades que colaboran con el
régimen del apartheid y que, por lo tanto, son cómplices de los crímenes de ese
régimen. Esta sería una manera de apoyar la labor que se está realizando en las
Naciones Unidas para establecer una lista de los criminales del apartheid, que
sería de gran interés el día en que los pueblos explotados exigieran una reparación. Los directores de empresas socialistas aseguran que continuarán colaborando por todos los medios en las actividades que lleve a cabo la OIT contra el
apartheid.
Confederación de Asociaciones de Empleadores Alemanes. En la Comisión
del Apartheid, durante las reuniones 68.a y 69.a de la Conferencia Internacional
del Trabajo, los delegados empleadores de la República Federal adoptaron una
actitud clara y expresaron sin ambages su convicción de que el objetivo de eliminar el apartheid no puede lograrse mediante la aplicación de sanciones en forma
de boicoteos económicos o mediante la retirada de inversiones o de envíos. Estamos convencidos de que este método no dará ningún resultado y, en cambio,
tendrá un efecto negativo en la población negra, ya que algunas de estas medidas
pueden traducirse para ella en aumento del desempleo y el hambre. La única
manera de progresar sería que las sociedades que trabajan en Sudafrica dieran el
ejemplo de la abolición gradual del apartheid, basando sus condiciones de trabajo
solamente en criterios de productividad, y no permitiendo que se establezca ninguna discriminación por motivos raciales. El año pasado nos referimos al informe social de Siemens, en el que se mencionaba el gran éxito que había obtenido
esta sociedad al reducir el apartheid, y especialmente al incrementar la formación
profesional de los trabajadores negros. Este año queremos referirnos al informe
social de Hoechst South Africa, que proporciona un nuevo ejemplo de la aplicación práctica de una política de empleo no discriminatoria. Hoechst emplea 1216
trabajadores, 54 por ciento de los cuales son de color, negros y asiáticos, y 46 por
ciento blancos. Se han creado en esta empresa cursos especiales para facilitar la
promoción profesional de los trabajadores negros, dado que su nivel de instrucción es con frecuencia insuficiente para satisfacer los requisitos de su ocupación.
123
124
Informe especial sobre el apartheid
Estos cursos abarcan el estudio del inglés y de las prácticas comerciales básicas,
así como medidas destinadas a aumentar la confianza de los trabajadores en sí
mismos. El sistema de salarios se basa en el principio «a trabajo igual salario
igual». Con excepción de los vestuarios, no existen instalaciones separadas para
las diferentes razas y, por principio, estas instalaciones están a disposición de
todos los trabajadores. El comité de empresa de Hoechst ha manifestado su oposición a que existan vestuarios separados para cada raza, y la dirección está dispuesta a negociar con todos los sindicatos independientes. Hoeschst está haciendo toda clase de esfuerzos para mejorar la formación de los trabajadores negros.
En 1978 contaba con 89 obreros calificados negros, a quienes se pagaba de acuerdo con la tarifa de salarios del grupo B. En 1982 el número de estos obreros ha
pasado a 215 y, por lo tanto, han ascendido al grupo B de salarios. La fábrica
Volkswagen de Sudafrica emplea varios miles de personas, y en su informe social
indica que todas las instalaciones de la fábrica están abiertas a todos los trabajadores de todas las razas. Se respeta el principio de «a trabajo igual salario igual» y
las condiciones de empleo y ascenso son las mismas para todos. Existen programas de formación a todos los niveles y se ha reconocido a todos los sindicatos.
Un comité de empresa, formado por representantes de la dirección y del personal, supervisa las condiciones de trabajo y propone las mejoras que se requieran.
La fábrica Volkswagen apoya numerosos proyectos de la colectividad destinados
a mejorar las condiciones de vida de la población negra y de color. Los ejemplos
citados y la experiencia que hemos adquirido al redactar informes anteriores confirman nuestra convicción de que, gracias a los esfuerzos que están realizando,
nuestras sociedades contribuyen de manera constante a reducir el apartheid. La
no discriminación en la práctica nos parece la mejor forma de establecer una
cooperación fructífera entre todas las razas, y el único medio de reducir el peligro
de un conflicto racial. (Los informes arriba mencionados pueden consultarse en
el Servicio de Igualdad de Derechos de la OIT.)
Asociación de Empleadores de Indonesia. La Asociación rogó a la OIT que
apoyara activamente las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas y de otros foros internacionales que tienen por objeto poner término a la
política de apartheid en Sudafrica y ayudar al pueblo oprimido de ese país.
Confederación General Italiana de Industria. La Confederación confirmó
que la aplicación de las normas de la Declaración no presenta dificultades u objeciones para las asociaciones y compañías afiliadas a la Confederación.
Federación de Asociaciones de Empleadores del Japón (NIKKEIREN). La
Federación participó en un seminario sindical sobre el apartheid organizado por
DOMEI (Confederación Japonesa del Trabajo) y transmitió el mensaje del seminario a los miembros de su comité.
Federación de Empleadores de Nueva Zelandia. La Federación se refirió a su
respuesta anterior a la OIT, en la que indicaba que no tenía competencia para
emprender acciones específicas relativas a la situación en Sudafrica.
Federación de Empleadores Noruegos. No se dispone actualmente de nuevas
informaciones referentes a acciones específicas emprendidas por la Federación,
pero rogamos referirse a nuestra correspondencia anterior. Estimamos que es
mucho pedir a los países Miembros que presenten informes anuales sobre la
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
125
acción llevada a cabo contra el apartheid. Prueba de ello es el número decreciente
de respuestas de sus Miembros recibidas recientemente por la OIT. La Federación desea señalar que algunos grupos fueron demasiado lejos y llegaron a conclusiones extremas durante la Conferencia Internacional del Trabajo de 1982 y 1983.
A causa de ello, el delegado de los empleadores noruegos y los delegados empleadores de varios países industrializados formularon reservas respecto de determinadas conclusiones de la Comisión del Apartheid de los dos años mencionados.
Estas reservas se referían en particular a la sugerencia de emprender acciones
contra sociedades individuales, lo cual sobrepasa los límites de competencia de
las organizaciones de empleadores. Además, la Federación no está de acuerdo
con esta línea de conducta.
Consejo Nacional de la Industria Privada de Panamá. Desearíamos señalar
brevemente que, al ser un Estado democrático, Panamá no acepta que dentro de
sus fronteras se ignore el principio de que «todos somos iguales ante la ley», lo
que no ocurre en un régimen de apartheid. Por otra parte, combatir el apartheid a
nivel internacional puede conducir a acciones de carácter político, lo cual infringiría la soberanía del Estado que se desea influenciar. En nuestra opinión, incumbe a su propio pueblo determinar el sistema de gobierno y de igualdad que
requiere la democracia.
Confederación de Empleadores de Filipinas. La Confederación ha enviado
una contribución simbólica de 1 000 dólares para el Programa de acción de la
OIT contra el Apartheid, y ha manifestado su apoyo a la actitud de la comunidad
internacional contra el apartheid.
Confederación de Empleadores Suecos. Tras haber apoyado la primera
Declaración de la OIT de 1964 y la Declaración de IOE de 1973, nuestra delegación votó también en favor de la Declaración revisada de la OIT en la reunión de
1981 de la Conferencia Internacional del Trabajo. Como se sabe, al aprobar la
Declaración de la OIT formulamos, sin embargo, algunas reservas con respecto a
las «Conclusiones sobre la acción» que se anexaron a la Declaración.
Cámara de Industria de Siria. Siempre solicitamos celebrar reuniones con
nuestros empleadores a fin de discutir los peligros que presenta tratar con el régimen racista de Sudafrica, que trata a los negros de manera inhumana. De este
modo nos aseguramos de que nuestros empleadores continúan condenando la
política de apartheid del Gobierno de Sudafrica.
Consejo Estadounidense para Asuntos Internacionales. Con relación al punto
8 de las conclusiones de la Comisión de 1983, llamamos su atención sobre el
hecho de que el 15 de diciembre de 1982 la Cámara de Comercio Estadounidense
dirigió una carta al Gobierno de Sudafrica oponiéndose a la Orderly Movement
of Persons Bill y declarando que «la libertad absoluta de movimiento y de asociación son los derechos más estimados en los Estados Unidos y que los estadounidenses de todas las creencias y opiniones sienten aversión por la limitación de
estas libertades». Con respecto a otros puntos de las conclusiones nos referimos a
las reservas que formulamos en su momento, en particular las relativas a la suspensión de las inversiones y a la imposición de sanciones económicas. Para terminar, deseamos expresar una vez más nuestra decepción ante el hecho de que,
como en años anteriores, el nivel de objetividad, cortesía e imparcialidad de que
126
Informe especial sobre el apartheid
ha dado muestras la Comisión del Apartheid de la Conferencia de la OIT haya
estado muy por debajo de las normas generalmente elevadas de la OIT. A este
respecto, nos unimos a otros empleadores para llamar su atención acerca del trato
inadecuado que se ha dado en el informe de la Comisión a las observaciones de
muchos empleadores. Esperamos que en el futuro todas las opiniones expresadas
en la Comisión se tratarán con respeto y equidad.
Asociación Nacional de Industrias del Zaire. Ninguna sociedad del Zaire tiene inversiones en Sudafrica; los afiliados de sociedades multinacionales que trabajan en el Zaire no pueden ejercer ninguna influencia sobre las sedes centrales de
esas sociedades que tienen inversiones en Sudafrica.
ACCIÓN DE LAS ORGANIZACIONES DE TRABAJADORES
Se han recibido respuestas de cincuenta organizaciones nacionales de trabajadores de los países que se citan a continuación: Afganistán, Angola, Argelia,
Barbados, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, Colombia, Chad, Dinamarca, Egipto, España, Estados Unidos de América, Filipinas, Finlandia, Francia, Hungría,
India, Iraq, Israel, Italia, Japón, Luxemburgo, Malasia, México, Mongolia, Nueva
Zelandia, Noruega, Países Bajos, Pakistán, Reino Unido, República Democrática
Alemana, República Dominicana, República Federal de Alemania, China, República Socialista Soviética de Bielorrusia, República Socialista Soviética de Ucrania, Suecia, República Unida de Tanzania, Togo, URSS y Yugoslavia.
Se recibió respuesta de una organización regional de trabajadores: el Consejo Sindical de los Países Nórdicos.
También respondieron las trece organizaciones internacionales de trabajadores siguientes: la Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales, la Federación Internacional de Periodistas, la Federación Internacional de
los Trabajadores de las Plantaciones, Agrícolas y Similares, la Federación Internacional del Transporte, la Organización de la Unidad Sindical Africana, la
Unión Internacional de Sindicatos de la Policía, la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de Servicios Públicos y Similares, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, la Federación Mundial de Trabajadores Científicos, la Confederación Internacional de Funcionarios, la Federación
Internacional de Actores, la Federación Sindical Internacional de Trabajadores
del Transporte y la Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias
Metalúrgicas.
Respondieron conjuntamente con sus gobiernos las organizaciones de trabajadores de Bulgaria, Hungría, Malasia, la RSS de Bielorrusia y la RSS de Ucrania,
figurando sus informes en el capítulo dedicado a las respuestas de los gobiernos.
Enviaron una respuesta conjunta la Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y
la Organización Central Sueca de Empleados Asalariados (TCO).
Varias organizaciones de trabajadores aprovecharon la oportunidad para
indicar su actitud ante la política de apartheid practicada por el Gobierno de
Sudafrica. El Consejo Central de Sindicatos de Afganistán condenó al régimen de
Pretoria por sus actos inhumanos y apoyó plenamente todas las resoluciones de
las Naciones Unidas referentes al régimen sudafricano. La Unión Nacional de
Trabajadores de Angola manifestó su oposición a la guerra no declarada pero
efectuada por el régimen racista del apartheid. La clase trabajadora de Angola
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
127
movilizada alrededor de su Gobierno y los jóvenes trabajadores han fortalecido
las filas de las fuerzas armadas que defienden la integridad territorial del país,
peligrosamente amenazada por la invasión sudafricana. La Confederación Sindical del Chad, pese a la situación bélica que atraviesa su propio país, no dejó de
aprovechar todas las oportunidades que se le presentaron para denunciar en
público la política de apartheid. La Federación de Sindicatos de toda China, así
como el pueblo chino, apoyaron decididamente la justa lucha de los trabajadores
y el pueblo de Sudafrica contra el apartheid, y en favor de la liberación nacional,
condenando sin atenuantes la política de apartheid del régimen de Sudafrica, su
ilegal y criminal ocupación de Namibia y sus injerencias y provocaciones armadas contra los países vecinos. Apoyaron las sanciones amplias y obligatorias contra el régimen de Sudafrica e insistieron en no mantener con dicho régimen ningún tipo de relaciones, directas o indirectas. La Central Unitaria de Trabajadores
de la República Dominicana considera que el apartheid es una aberración
impuesta por las autoridades racistas a los trabajadores negros y al pueblo de
Sudafrica. La violencia y la degradación que supone un régimen de ese tipo son
inaceptables para todo ser humano cuya conciencia no haya sido ahogada por
preocupaciones mezquinas y egoístas. Se debe combatir implacablemente el
racismo en todas sus formas y denunciar a quienes lo proponen y lo apoyan, pues
con ello tratan de dividir a los trabajadores y debilitar su lucha contra la explotación. La Organización Central de Sindicatos Finlandeses condenó categóricamente el apartheid y la violación de los derechos humanos, comprendidos los relativos a la actividad sindical en Sudafrica, mientras que la Confederación de Sindicatos Alemanes Libres (FDGB), en conformidad con la declaración de la ÒIT
referente a la política de apartheid en Sudafrica, condenó el régimen del apartheid
y sus políticas, que son criminales y agresivas, pisotean los derechos humanos y
violan los derechos fundamentales y la libertad de sindicación, por lo que son
incompatibles con los objetivos y aspiraciones de las Naciones Unidas y de la
OIT. La FDGB también denunció la ocupación ilegal de Namibia y los continuos
actos de agresión perpetrados por el régimen racista contra los Estados de Primera Línea, en especial Angola y Mozambique. Esos actos, que son delitos violatorios del derecho internacional, constituyen una grave amenaza para la paz y la
seguridad internacional. La Histadrut (Israel) manifestó que continúa su lucha
contra el apartheid denunciando formalmente la división de Sudafrica en «bantustanes» y solicitando que no se reconozca en modo alguno a estos llamados
«territorios patrios», que no tienen otro propósito que el de exiliar dentro de su
propio país a la mayoría de la población negra sudafricana. La Histadrut votó en
favor de una resolución en ese sentido que fue adoptada por el Congreso Mundial
de la CIOSL en 1983. La Confederación General Italiana de Personal de Supervisión condenó sin atenuantes el apartheid y comunicó que está estudiando ciertas
medidas que a su juicio se deberían adoptar para combatir este mal. La Confederación de Sindicatos Holandeses (FNV) condena el sistema del apartheid corno
un crimen contra la humanidad y, en conformidad con numerosas declaraciones
de las Naciones Unidas, propugna un aislamiento económico, político, militar y
cultural del régimen del apartheid. La FNV apoya las sanciones económicas contra Sudafrica, apoyando al mismo tiempo todas las actividades que para combatir
el apartheid se llevan a cabo dentro y fuera de Sudafrica. La FNV no tiene ninguna confianza en la llamada estrategia reformista del Gobierno Botha. Esas «refor-
128
Informe especial sobre el apartheid
mas» no modifican la tesis en que se basa la estructura del apartheid: la discriminación sistemática por motivos de raza sancionada por la ley. La FNV estima,
por el contrario, que esta política, al ampliar el sistema de «bantustanes» y al
aprobar nuevas normas legales en esta esfera, agrava aún más la aplicación del
apartheid, especialmente para la población africana negra. En conformidad con
su política con respecto a Sudafrica, la FNV ha retirado todos los fondos sindicales de toda compañía o sistema de inversión con intereses en Sudafrica. Los sindicatos afiliados a la FNV se han plegado a esta posición, retirando sus propios
fondos sindicales. La FNV está considerando la posibilidad de extender esta
medida a las cajas de pensiones en las que están representados sindicatos afiliados a la FNV. La Asociación Nacional de Sindicatos (Filipinas) ha estado siempre contra el apartheid. La pigmentación de la piel de una persona no ha constituido nunca el fruto privilegiado de una elección. La Asociación Nacional de
Sindicatos de Filipinas favorece la supresión inmediata y total del apartheid.
Todas las naciones que lo practican no deberían poder participar en forma total o
parcial en las actividades de la OIT. El Consejo Central de Sindicatos de la URSS
declaró que la actitud de los sindicatos de la URSS con respecto al inhumano
régimen racista de Sudafrica, que practica la política de discriminación racial y
extiende ese sistema de opresión al territorio ilegalmente ocupado en Namibia, se
basaba en la condena sin atenuantes del apartheid como un crimen contra la
humanidad y una violación deliberada, flagrante y en gran escala de los derechos
humanos de decenas de millones de seres humanos. En la esfera internacional, los
sindicatos de la URSS consideran que Sudafrica pone en grave peligro la paz y la
seguridad del continente africano y del resto del mundo. Condenan firmemente la
guerra no declarada que el régimen racial de Pretoria ha entablado contra los
Estados de Primera Línea, empleando para ello sin vacilación los medios más
viles. La Federación Mundial de Trabajadores Científicos se opone en general a
toda clase de racismo y en particular a algunos de sus aspectos, como el de la
discriminación en el empleo de trabajadores científicos por motivos de raza, sexo
o religión y la distorsión de las teorías científicas para abonar doctrinas racistas.
La Federación Internacional del Transporte está obligada por su propia constitución a luchar contra la discriminación en todas sus formas. En consecuencia,
había condenado la política del Gobierno sudafricano, en especial la que se aplicaba a los trabajadores del transporte, cuya suerte no podía ser indiferente a la
Federación que había sido creada para defender y satisfacer los intereses de ese
sector de los trabajadores a nivel internacional. En el séptimo Congreso Internacional de los Trabajadores de Servicios Públicos, en octubre de 1982, 236 delegados provenientes de 140 sindicatos afiliados a la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de Servicios Públicos y Similares expresaron unánimemente
su condena al apartheid.
Respondiendo al pedido de informaciones sobre la acción tomada en relación con las medidas recomendadas en la sección IV del anexo de la Declaración,
se recibieron las siguientes respuestas.
Presión que ejercen los sindicatos sobre los gobiernos
Unión General de Trabajadores Argelinos. El Gobierno de Argelia no mantiene relaciones de ninguna clase con el régimen racista de Pretoria.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
129
Sindicato de Trabajadores de Barbados. Siempre que le ha sido posible, el
Sindicato de Trabajadores de Barbados ha continuado expresándose contra el
sistema del apartheid. En especial, ha seguido manifestando sus críticas a los
jugadores de criquet de las Indias occidentales que disputaron partidos en Sudafrica. También instó al Gobierno a que tomara medidas para censurar a los jugadores de criquet que habían participado en giras por Sudafrica.
Comité Central de Sindicatos Búlgaros. Los sindicatos búlgaros apoyan plenamente los principios de la política del Gobierno búlgaro, que repudia todo
posible contacto con la República de Sudafrica.
Congreso Laboral Canadiense. El Congreso había ejercido presiones sobre el
Gobierno del Canadá para que revise su código de conducta para las firmas
comerciales que actúan en Sudafrica, habiendo presentado varias comunicaciones al Gobierno expresando las violaciones de los derechos sindicales ocurridas
en Sudafrica.
Federación Sindical Danesa. La LO mantiene reuniones regulares con un
representante de los ministros de relaciones exteriores de los países nórdicos con
respecto a la política para combatir el apartheid. Los sindicatos han solicitado a
los gobiernos de los países nórdicos la formulación de una nueva política tendente a impedir nuevos préstamos del Fondo Monetario Internacional o a que, por lo
menos, los representantes de los países nórdicos voten contra la adjudicación de
esos créditos. La LO espera que este hecho figurará en la respuesta del Gobierno
de Dinamarca, del mismo modo que en las respuestas de los demás gobiernos de
los países nórdicos. Después de su último informe a la OIT, la Federación comunica que el Parlamento de Dinamarca ha aprobado una ley exigiendo a las compañías danesas de electricidad que cesen de importar carbón de Sudafrica a partir
de 1990. La LO espera que en el informe del Gobierno de Dinamarca figure una
explicación más detallada a este respecto.
Organización Central de los Sindicatos Finlandeses. La Organización central
pudo mantener una posición negativa con respecto a la política de apartheid
adoptada por el Gobierno de Sudafrica en varias oportunidades, solicitó al
Gobierno de Finlandia que tomara medidas de acción en esta materia y, en un
contexto internacional más amplio, formuló el mismo pedido a los demás gobiernos del mundo. La Organización central se orienta por las decisiones alcanzadas
en la duodécima Convención de Delegados, celebrada en 1981, que adoptó una
resolución sobre relaciones internacionales que comprende la frase siguiente: El
Gobierno de Sudafrica, que se basa en la discriminación racial, desafía las resoluciones de las Naciones Unidas y la opinión internacional manteniendo el inhumano sistema del apartheid y la ilegal ocupación de Namibia. La Organización
Central de los Sindicatos Finlandeses declara nuevamente que Finlandia debería
suspender sus relaciones políticas y económicas con Sudafrica.
Confederación Sindical de Empleados Asalariados, Finlandia. Como miembro del Consejo Sindical de los Países Nórdicos, la Confederación ha participado
en todas las actividades destinadas a ejercer presión sobre los gobiernos de los
países nórdicos para que suspendan todas las relaciones comerciales, económicas,
deportivas y culturales con Sudafrica. Durante 1983 los representantes del Conse-
130
Informe especial sobre el apartheid
jo se reunieron con los ministros de relaciones exteriores de los países nórdicos en
dos oportunidades para discutir especialmente la situación en Sudafrica.
Confederación General del Trabajo (Francia). Una delegación de la CGT se
reunió con el Ministro de Relaciones Exteriores para informarle acerca de su
posición contraria a toda cooperación con Sudafrica. La delegación también
transmitió al Ministro la declaración adoptada por la Conferencia Internacional
de Sindicatos sobre sanciones y otras acciones contra el régimen del apartheid en
Sudafrica, celebrada en Ginebra en junio de 1983.
Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB). En ocasión de los numerosos
arrestos de sindicalistas en Sudafrica, la Confederación elevó protestas ante el
Gobierno de ese país por dichas violaciones de los derechos humanos y sindicales. Al mismo tiempo, la Confederación se dirigió al Gobierno de la República
Federal de Alemania instándole a que tomara medidas adecuadas con respecto al
Gobierno de Pretoria.
Confederación de Sindicatos Alemanes Libres. La FDGB condenó resueltamente toda clase de cooperación con el régimen racista de Sudafrica por parte de
los Estados, las organizaciones o las corporaciones transnacionales que constituya
un apoyo directo a ese régimen y un acto de complicidad en los crímenes de
apartheid. Nuestra organización sindical considera que la abolición del apartheid
es una condición indispensable para la liberación social y nacional de los trabajadores y los pueblos de Sudafrica. Con esta finalidad, la FDGB apoya sin reservas
la política del Gobierno de la República Democrática Alemana, que no mantiene
con Sudafrica ningún género de contacto político, económico, militar, cultural,
deportivo o de otra especie y que se opone a cualquier clase de cooperación con el
régimen del apartheid. En este espíritu, la FDGB continuará apoyando la lucha
de los sindicalistas y los patriotas de Sudafrica y de Namibia en favor de la libertad, la democracia, la independencia y el progreso social.
Consejo Central de Sindicatos Húngaros. Con respecto al apartheid no ha
sido necesario ejercer presión sobre el Gobierno, pues su posición coincide con la
de los sindicatos.
Federación General de Sindicatos del Iraq. La Federación tiene plena confianza en que el Gobierno del Iraq ha de tomar las medidas necesarias para aplicar todas las recomendaciones contra el apartheid adoptadas por la OIT.
Histadrut (Israel). La Unión planteó oficialmente al Gobierno de Israel su
oposición a la reciente apertura de una misión comercial del Ciskei en Tel Aviv y
recibió una carta del Primer Ministro informándole que el Gobierno israelí no
había otorgado ningún permiso para la apertura de la misión comercial del Ciskei, pues no había recibido ninguna solicitud en ese sentido, agregando que dicha
apertura se realizó en base a las relaciones comerciales de carácter privado.
Confederación Japonesa del Trabajo. En septiembre de 1983 se presentaron
documentos ante los Ministerios de Trabajo, Relaciones Exteriores y Comercio
Internacional e Industria solicitando al Gobierno que hiciera todo lo posible para
ajustarse a las resoluciones de las Naciones Unidas para eliminar el apartheid en
Sudafrica, especialmente en materia económica. En esos documentos se hicieron
referencias a la Conferencia Internacional de Sindicatos sobre las sanciones y
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
131
otras medidas para combatir el régimen del apartheid en Sudafrica (Ginebra,
1983) y se solicitó al Gobierno que actuara en conformidad con la Declaración
referente a la política de apartheid en Sudafrica.
Confederación de Sindicatos Cristianos de Luxemburgo. En los casos apropiados, la Confederación interviene para protestar de distintas maneras cuando
se entera de acciones arbitrarias o violentas cometidas por las autoridades sudafricanas contra trabajadores negros. Los medios más efectivos han sido las protestas dirigidas a nuestro propio Gobierno, así como el enviarle una protesta
directa por carta.
Congreso de Sindicatos Malasios (TUC) y Congreso de Uniones de Empleados de la Administración Pública y Civil. Los sindicatos apoyaron plenamente las
políticas y las actividades del Gobierno para combatir el apartheid.
Consejo Central de Sindicatos de Mongolia. Apoya plenamente la posición
del Gobierno de no mantener relaciones con el régimen de Sudafrica.
Confederación de Sindicatos Cristianos de los Países Bajos. La Confederación ejerció presión sobre el Gobierno de los Países Bajos mediante la publicación de un memorándum, que desempeñó un papel muy importante en el debate
sobre las medidas que debía tomar el Gobierno holandés. Los principales puntos
del memorándum eran: una ley relativa a las inversiones de las compañías holandesas en Sudafrica (esta ley mejoraría la situación de los sindicatos africanos) y
un intento de unificación de los distintos códigos de conducta, en especial el
código de la CEE y el de los Principios Sullivan.
Federación de Sindicatos Holandeses. Durante los contactos regulares celebrados entre la FNV y los representantes del Gobierno holandés, la Federación
criticó la falta de iniciativa para tomar medidas contra Sudafrica, especialmente
en materia de embargos de armas y petróleo, retiro de las inversiones de las
corporaciones holandesas y política de los «bantustanes». En febrero de 1983, la
FNV, en cooperación con el movimiento antiapartheid de los Países Bajos, presentó al Gobierno holandés un informe documentado sobre las actividades de las
compañías holandesas que podrían constituir violaciones al embargo de armas
contra Sudafrica decretado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En ese informe detallado se efectuaron diez recomendaciones para que las leyes
holandesas y su aplicación se ajusten más estrictamente a la resolución pertinente
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Hasta el momento no se ha
recibido ninguna respuesta del Gobierno holandés. En mayo de 1983, el Gobierno presentó al Parlamento un memorándum de su política en Africa. La FNV
criticó enérgicamente el principal argumento esgrimido en ese memorándum, a
saber, que no era legalmente posible aplicar sanciones económicas unilaterales
contra Sudafrica. La FNV defendió con energía la adopción de las sanciones económicas contra Sudafrica, que, aunque preferentemente a nivel internacional,
también pueden ser adoptadas en forma unilateral cuando no es posible hacerlo
con rapidez a nivel internacional. La FNV expuso su posición en una declaración
escrita dirigida al Parlamento holandés y brindó explicaciones complementarias
en el curso del debate parlamentario sobre el documento gubernamental sobre
Sudafrica. El Gobierno holandés ha mencionado la posible utilización de los
Convenios de la OIT para estimular a las compañías en la aplicación de las nor-
132
Informe especial sobre el apartheid
mas pertinentes por conducto de sus subsidiarias en Sudafrica. La FNV solicitó
aclaraciones complementarias y señaló la nueva redacción, mucho más enérgica,
de la Declaración de la OIT referente a la política de apartheid en Sudafrica, de
1981. Después del debate parlamentario el Gobierno holandés decidió establecer
una comisión asesora tripartita ad hoc sobre el tema de las inversiones de las
corporaciones holandesas en Sudafrica. La FNV decidió integrar esa comisión
para defender su posición del retiro total de todas las inversiones holandesas de
Sudafrica. En una carta de fecha 21 de octubre de 1983, la FNV instó al Gobierno
holandés a que protestara enérgicamente ante el Gobierno de Sudafrica por la
violencia y la opresión de la población del llamado «bantustán» del Ciskei.
Cuando más adelante el Gobierno holandés argumentó que no se podía responsabilizar a las autoridades de Sudafrica por lo ocurrido en el Ciskei, la FNV criticó
con dureza esta posición, explicando que una falta de protesta ante el Gobierno
sudafricano en esta materia podía interpretarse como un reconocimiento defacto
de la política de «bantustanes» del Gobierno de Sudafrica. (Pueden consultarse
ejemplares de los documentos que contienen los informes de la FNV y los
comentarios pertinentes en el Servicio de Igualdad de Derechos de la OIT. )
Federación del Trabajo de Nueva Zelandia. La Federación continuó ejerciendo presiones adecuadas sobre el Gobierno de Nueva Zelandia para que tome
medidas contra el apartheid. Por ejemplo, el 3 de febrero de 1983 la Federación
escribió al Ministro de Relaciones Exteriores declarando que la Federación, con
la máxima energía, instaba al Gobierno de Nueva Zelandia a anular el derecho
del Gobierno de Sudafrica de mantener un cónsul en Nueva Zelandia y solicitaba
que a la mayor brevedad se procediera a expulsar de este país a los representantes
de Sudafrica. Esa medida sería una contribución importante del Gobierno de
Nueva Zelandia para asestar un golpe real y positivo al abominable sistema del
apartheid y a los representantes de la discriminación racial.
Confederación de Sindicatos Noruegos. La Confederación ha proseguido presentando ante el Gobierno su enfoque relativo a una conferencia sobre un embargo de petróleo bajo la administración de las Naciones Unidas. Tal conferencia
debería comprender a los países productores y exportadores de petróleo, así como
a los que lo transportan. La Confederación continúa su labor sobre esta cuestión
junto con la Unión de la Gente de Mar de Noruega. La prensa dio considerable
publicidad a la cuestión del embargo de petróleo.
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). La LO y la TCO han tomado parte activa en la
acción conjunta del Consejo Sindical de los Países Nórdicos con el fin de ejercer
influencia en las decisiones de los Gobiernos y parlamentos de los países nórdicos
con relación a la política de apartheid en Sudafrica. En ocasión de una reunión
con los ministros de relaciones exteriores de los países nórdicos, celebrada en
Estocolmo en septiembre de 1983, se presentaron y examinaron las siguientes
peticiones y propuestas: los países nórdicos deberían ejercer presiones para que
se apliquen con mayor eficacia a nivel internacional las resoluciones de las
Naciones Unidas referentes a Sudafrica; los Gobiernos de los países nórdicos
deberían prever consultas con los Gobiernos de los Estados de Primera Línea en
Sudafrica con respecto a estrategias eficaces para luchar contra el apartheid;
mientras esté pendiente de aprobación una posible decisión obligatoria de las
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
133
Naciones Unidas prohibiendo nuevas inversiones extranjeras en Sudafrica, se
deberían ejercer mayores presiones sobre otros países para que aprueben a nivel
nacional una legislación contraria a tales inversiones, similar a la que existe en
Suecia. Se debería volver a examinar la ley sueca para redactarla en forma más
clara y fácil de comprender; los Gobiernos de los países nórdicos deberían explorar la posibilidad de celebrar una conferencia de los países productores y exportadores de petróleo con miras a organizar un embargo de petróleo eficaz contra
Sudafrica; y, por último, los Gobiernos de los países nórdicos deberían actuar en
el Fondo Monetario Internacional de tal manera que no fuese posible la concesión de nuevos préstamos a Sudafrica. La LO y la TCO volvieron a presentar una
vieja solicitud en el sentido de que los Gobiernos de los países nórdicos deberían
preparar y presentar un estudio sobre mercados de exportación e importación
substitutivos al de Sudafrica y pidieron la revisión del programa de acción de los
Gobiernos nórdicos con respecto a Sudafrica. Se debería prestar especial consideración a la posibilidad de aumentar la cooperación económica con los Estados de
Primera Línea mediante la Conferencia de Coordinación del Desarrollo en Africa
Austral (SADCC), recientemente creada.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). El Congreso General criticó al
Gobierno británico por haber apoyado un préstamo de 1 000 millones de dólares
a Sudafrica, concedido por el Fondo Monetario Internacional. Los sindicatos
habían establecido claramente su oposición antes de que el préstamo fuese aprobado por los gobiernos y señalaron que la Asamblea General había votado contra
el préstamo por amplia mayoría. Previamente se había informado que era probable que el FMI aprobara el préstamo y el Congreso de Sindicatos (TUC) instó a
que, de aprobarse, el préstamo debería estar sujeto a la condición de que el régimen pusiera fin a sus ataques a los sindicatos independientes y a que eliminara la
reserva de empleo. El préstamo se aprobó sin condiciones. El TUC señaló al
Ministro de Relaciones Exteriores y de la Commonwealth que las reservas de
empleo y los ataques contra los sindicatos eran, en gran medida, causantes de la
inflación y de otras dificultades económicas de Sudafrica que lo habían determinado a pedir un préstamo. El Consejo General volvió a considerar el tema en
marzo, después de la publicación de un informe que demostraba el trato excepcionalmente favorable que había recibido Sudafrica en la tramitación del préstamo. El Gobierno repitió que el FMI consideraba las solicitudes de préstamos con
un criterio comercial y no político, una respuesta que el Consejo General consideró insatisfactoria, teniendo en cuenta que el Gobierno británico sabía que el
sistema del apartheid provocaba la rigidez del mercado del trabajo sudafricano,
tema que fue motivo de importante análisis en las discusiones del Fondo Monetario Internacional. Solicitaron al Gobierno nuevamente que utilizase su peso en
el Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones intergubernamentales
para ejercer una presión concertada destinada a aislar al régimen de Sudafrica. En
una reunión con el Ministro de Relaciones Exteriores y de la Commonwealth, en
noviembre de 1983, los representantes del Consejo General comunicaron que el
Gobierno había perdido una buena oportunidad de utilizar sus vinculaciones
económicas con el régimen para ayudar a poner fin al apartheid. El Consejo
General criticó las actividades promocionales de la British Overseas Trade Board
dedicadas a desarrollar el comercio con Sudafrica. La British Overseas Trade
134
Informe especial sobre el apartheid
Board se había negado a reducir su apoyo al comercio con Sudafrica, así como a
advertir al Gobierno británico de sus consecuencias perjudiciales, como se le
había solicitado, y el Consejo General solicitó una reunión al Gobierno para discutir el punto. Este se planteó en la reunión con el Ministro de Relaciones Exteriores y de la Commonwealth, en noviembre de 1983. El Consejo General ha
continuado planteando al Gobierno los informes que señalan que se ha concedido
una licencia de exportación a Sudafrica de equipo británico susceptible de aplicación militar, y, en consecuencia, el Consejo ha instado a que el Reino Unido
cumpla plenamente con el embargo de las Naciones Unidas sobre tales ventas de
armamentos. En mayo pidieron al Gobierno el retiro de la licencia de exportación de un equipo de radar para Sudafrica por parte de la compañía Marconi. El
Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Commonwealth dijo que el equipo
era de uso civil exclusivo y que su exportación no constituía ninguna violación
del embargo de las Naciones Unidas. Tras haberse conocido el ataque sudafricano de mayo contra un avión en Mozambique, que produjo víctimas civiles, el
Consejo General instó al Gobierno a que apoyara nuevas medidas en las Naciones Unidas para aislar a Sudafrica hasta que renuncie a sus políticas agresivas en
la región y respete los derechos sindicales y otros derechos fundamentales. El
Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Commonwealth contestó en julio que
había condenado toda violencia en la región, pero que no creía que pudiesen ser
útiles nuevas medidas para aislar a Sudafrica. En noviembre de 1982 el Consejo
General comunicó al Gobierno su preocupación por las informaciones relativas a
agentes de Africa del Sur que operaban en Gran Bretaña y estaban comprometidos en actividades criminales. Instaron a que esas noticias fuesen plenamente
investigadas y se dieran a conocer sus resultados, sugiriendo también al Gobierno
que protestara enérgicamente y tomara además medidas para poner fin a la actividad subversiva de los agentes sudafricanos en Gran Bretaña. El Ministro del
Interior contestó que investigaría las informaciones y que llamaría a la atención
de las Naciones Unidas la condena de las personas asociadas con la embajada
sudafricana en Londres involucradas en el suministro de armas a Sudafrica.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales. La AFL-CIO, en su Convención de octubre de 1983, instó al Gobierno de los
Estados Unidos a ejercer la máxima presión sobre el Gobierno de Sudafrica para
obtener el pleno reconocimiento del derecho de los trabajadores negros de organizarse y negociar colectivamente sin injerencia gubernamental.
Consejo Central de Sindicatos de la URSS. La aplicación práctica de acciones y sanciones contra el régimen del apartheid en Sudafrica continúa siendo una
tarea de suma importancia. Los sindicatos soviéticos apoyan plenamente la posición adoptada por el Gobierno de la URSS, que ha roto todas las relaciones
políticas, culturales, deportivas, comerciales, diplomáticas y de otra clase con el
Gobierno sudafricano.
Confederación Sindical de Yugoslavia. Como se indicó en el informe de la
Confederación sobre la Declaración de la OIT referente al apartheid de 1982, la
política del Gobierno y la de la Confederación concuerdan plenamente, pues el
Gobierno ha adoptado y está tomando todas las medidas conformes con la
Declaración de la OIT referente a la política de apartheid y con otros documentos
de las Naciones Unidas relacionados con esta cuestión. Como resultado de ello, el
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
135
Gobierno, conforme a la resolución núm. 1761 de las Naciones Unidas, rompió
relaciones diplomáticas, comerciales, económicas, culturales y de cualquier otro
género con Sudafrica en 1963. La Confederación consulta regularmente a los
organismos gubernamentales sobre las acciones emprendidas por el Gobierno
yugoslavo por sí mismo o en cooperación con otros países de las Naciones Unidas en relación con la independencia de Namibia, la abolición del sistema del
apartheid y de discriminación racial en Sudafrica, y otras cuestiones relacionadas.
En estas consultas existe pleno acuerdo sobre un máximo de compromiso en esta
esfera.
Consejo Sindical de los Países Nórdicos. El Consejo adoptó las siguientes
resoluciones : que los gobiernos continúen apoyando a los sindicatos de los países
nórdicos para brindar a los trabajadores negros y de color de Sudafrica la oportunidad de recibir educación sindical así como apoyo legal y económico; que se
aumente la ayuda humanitaria del Estado a los movimientos de liberación de
Africa meridional ; que los gobiernos contribuyan activamente a difundir noticias
sobre la opresión racial en Sudafrica mediante el sistema educacional y de otras
maneras.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. La
CIOSL, en una resolución sobre Sudafrica del decimotercer Congreso Mundial
(Oslo, junio de 1983), reiteró una vez más su pedido de que se apliquen sanciones económicas obligatorias contra Sudafrica, bajo los auspicios de las Naciones
Unidas; solicitó el estricto cumplimiento del embargo de armas obligatorio
impuesto por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra Sudafrica, y
recomendó que el Consejo de Seguridad extendiera el actual embargo a las materias primas y a las tecnologías que puedan ser utilizadas en la producción de
energía nuclear y a los combustibles y proyectos petroleros. Se solicitó a los afiliados de la CIOSL que presenten ante sus gobiernos solicitudes en favor de la
ruptura unilateral de relaciones políticas, culturales, deportivas y comerciales con
el régimen sudafricano y en favor de la aprobación de una legislación que haga
cesar las inversiones en Sudafrica, poniendo fin a todos los fondos públicos de
ayuda al comercio y a las relaciones de intercambio con Sudafrica y en favor de
una acción en el seno de las Naciones Unidas y de sus organismos especializados
para aislar el régimen del apartheid y obligarlo a un cambio social y político
deseable, que respete los derechos fundamentales y sindicales en ese país; a remover todos los obstáculos legislativos que impiden una acción sindical solidaria. La
CIOSL llamó la atención de los gobiernos de los países industrializados que tienen mayores inversiones en Sudafrica sobre esta declaración. Cada uno de los
afiliados de la CIOSL está tomando medidas prácticas a este respecto sobre la
base de la resolución. La CIOSL, a través de su Comité de Coordinación sobre
Sudafrica, está preparando material informativo sobre el comercio de uranio con
Namibia y sobre el comercio de combustibles con Sudafrica. La CIOSL también
permanece vigilante en el control de toda acción que directa o indirectamente
otorgue un reconocimiento a los llamados «territorios patrios» o «bantustanes»
en Sudafrica. Así, por ejemplo, la CIOSL ha comunicado por escrito a su sindicato afiliado en Israel la apertura en Tel Aviv de una misión comercial del Ciskei
llamando su atención sobre el asunto, así como sobre varios acuerdos comerciales firmados entre el Ciskei e Israel.
136
Informe especial sobre el apartheid
Presión sindical sobre empresas
Unión General de Trabajadores Argelinos. La UGTA no ha escatimado
esfuerzos para aislar y descubrir las compañías extranjeras que actúan en Argelia
y tienen inversiones en Sudafrica. En estrecha colaboración con el Gobierno, la
UGTA participa junto a otras organizaciones nacionales en la elección de las
compañías extranjeras que serán autorizadas a funcionar en Argelia o que han
presentado una solicitud en ese sentido, para permitir que sólo se establezcan en
nuestro país las compañías que no tienen inversiones en Sudafrica.
Confederación de Sindicatos Alemanes Libres. IJ& FDGB reiteró que los
gobiernos y las compañías que continúan manteniendo contactos con Sudafrica
deberían también tomar medidas para establecer amplias sanciones contra el
régimen del apartheid.
Confederación Japonesa del Trabajo. En septiembre de 1983, ante las dos
organizaciones de empleadores más influyentes, se presentaron solicitudes para
que actúen en conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas, en especial en el terreno económico, para eliminar el apartheid.
Confederación de Sindicatos Cristianos de los Países Bajos. Los miembros de
la CNV, en sus contactos con la dirección de las compañías inversoras en Sudafrica, destacan la importancia de las normas del trabajo internacionalmente reconocidas.
Federación de Sindicatos Holandeses. Como parte de una campaña en curso
para aumentar la comprensión de los miembros de los sindicatos afiliados a la
FNV de sus políticas para dar apoyo a las actividades para eliminar el apartheid,
la FNV estimula la formación de grupos de trabajo sobre Sudafrica dentro de las
principales corporaciones holandesas. Durante 1983 esto condujo a diferentes
tipos de acciones por parte de varias compañías holandesas, a saber: Unilever,
Algemene Bank Nederland, AMRO-Bank, Europe Container Terminus y Shell.
En tres casos, Unilever, Europe Container Terminus y Koninklijke Emballage
Industrie Van Leer, se solicitó a los sindicatos de la FNV que apoyaran la acción
industrial de un sindicato independiente sudafricano y actuaran en consecuencia.
La Unión de Empleados (Services Union), afiliada a la FNV, organizando a los
empleados del sector bancario, publicó un folleto intitulado Banking and Apartheid (El apartheid y la actividad bancaria) que demuestra que los dos principales
bancos comerciales holandeses (Algemene Bank Nederland y el AMRO-Bank)
participan aún en préstamos a largo plazo acordados a instituciones relacionadas
con el Gobierno sudafricano, en contradicción con sus promesas anteriores de
poner fin a este tipo de acuerdos comerciales. Los empleados de los dos grupos
bancarios, apoyados por la Unión de Empleados FNV, han dado comienzo a una
campaña de información dentro de las dos compañías bancarias que aún continúa. (Se puede consultar un ejemplar del proyecto referido en el Servicio de
Igualdad de Derechos de la OIT.)
Confederación de Sindicatos Noruegos. La Confederación no tiene conocimiento de que ninguna compañía de producción noruega se encuentre en Sudafrica.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
137
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). Se hacen referencias a las respuestas de los años
anteriores. Se afirma que la exactitud y la conducta de las filiales de las compañías suecas en Africa del Sur se examinan atentamente por parte de los respectivos sindicatos afiliados. Se adoptan medidas prácticas si así lo solicitan los sindicatos de Sudafrica.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). Los sindicatos británicos han respondido rápidamente a las solicitudes del TUC en el sentido de ejercer presiones
sobre los empleadores que tengan intereses en Sudafrica y han entrado en contacto con varias compañías cuyo número de empleados negros africanos en Sudafrica es elevado. En algunos casos de intervención de los sindicatos británicos ante
las compañías principales, el resultado ha ayudado a los sindicatos independientes en Sudafrica para tratar con los administradores de las filiales. Un ejemplo de
ello es Revertex Ltd., que luego de haber entrado en contacto con un sindicato
británico firmó un acuerdo de reconocimiento con un sindicato negro africano, y
también la Lucas Industries Ltd., a la cual se persuadió de poner fin a un lock-out
en una fábrica subsidiaria en Sudafrica y a comenzar negociaciones para reconocer al sindicato. Una compañía no cooperó en la concertation de enfoques sindicales: Rowntree Mackintosh continuó apoyando a su filial sudafricana que se
niega a negociar un arreglo al prolongado conflicto que mantiene con el Sindicato
de Trabajadores Unidos de Sudafrica (SAAWU). A solicitud del TUC, representantes de alto rango de los tres principales sindicatos británicos afiliados a Rowntree Mackintosh se reunieron con representantes de la dirección en febrero y les
dijeron que ciertas actividades de la filial, como el despido de 500 empleados
negros y la negativa de negociar con su sindicato, es decir, el SAAWU, constituían una violación del código de conducta de los gobiernos de la Comunidad
Económica Europea y perjudicaban los intereses de la compañía en Gran Bretaña
y en el resto del mundo. El TUC trabajó en estrecha colaboración con la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte para tratar de promover un
arreglo negociado al conflicto entre el Sindicato General de Trabajadores y los
Servicios Estatales Sudafricanos de Transportes (SATS) acerca del reconocimiento sindical. No obstante, la dureza patronal obligó a los empleados afectados a
aceptar su despido. En abril, los sindicatos de tipógrafos británicos, a solicitud del
TUC, instaron a la dirección del periódico Star de Sudafrica a que readmitiera a
los miembros de la Media Workers Association of South Africa (Asociación de
los Trabajadores de los Medios de Difusión de Sudafrica) despedidos después de
una huelga. El TUC mantuvo estrecho contacto con los sindicatos de trabajadores de la construcción en relación con un conflicto de salarios con la compañía
multinacional Norcros, con sede en Inglaterra, recibiendo la ayuda de los sindicatos británicos que mantuvieron un diálogo con la Norcros. El comité ejecutivo de
la CIOSL y el Congreso de junio de la misma aceptaron la propuesta del Consejo
General de que los sindicatos nacionales deberían coordinar sus medidas de presión sobre varias compañías multinacionales seleccionadas que están en conflicto
con sindicatos independientes en Sudafrica. También en junio, el Comité Ejecutivo de la ETUC aceptó la propuesta del TUC de que la ETUC debería solicitar
informaciones sobre las relaciones de trabajo y las políticas de salarios de las
compañías europeas que funcionan en Sudafrica, haciéndolas públicas, y que los
138
Informe especial sobre el apartheid
miembros del ETUC deberían concertar actividades para promover el reconocimiento de sindicatos independientes por parte de los empleadores en Sudafrica.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales. La AFL-CIO, en su Convención de octubre de 1983, también solicitó que las
corporaciones norteamericanas con negocios en Africa del Sur mantuvieran negociaciones de buena fe con sus empleados negros y les ofrecieran la misma formación y oportunidades de carrera de que gozan los demás empleados.
Confederación Sindical de Yugoslavia. Dado que Yugoslavia no mantiene
relaciones económicas, comerciales o financieras con Sudafrica y que no existen
empresas nacionales que tengan relaciones con Sudafrica, no existen compañías
con inversiones en Sudafrica.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. La CIOSL
revisa constantemente la lista de compañías con inversiones en Sudafrica.
Actualmente se está preparando una lista de compañías que han de ser objeto de
una campaña coordinada a nivel internacional. La CIOSL está en contacto permanente con el movimiento sindical negro independiente en Sudafrica, obteniendo informaciones sobre las compañías que causan problemas a los sindicatos
recientemente formados. Estas informaciones se comunican de inmediato a los
afiliados de la CIOSL de los países en donde se encuentran ubicadas las filiales y
la casa central de la compañía.
Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET).
En el sector comercial, la única subsidiaria de una multinacional importante es
Makro South Africa Limited, una ramificación de una compañía con sede en los
Países Bajos y que se ocupa de la distribución al por mayor de mercaderías adquiridas al contado y sin entrega a domicilio. Hacia fines de 1979, tras contactos
mantenidos por la FIET y la sede de la Makro en Utrecht, en apoyo a la acción
sindical en Sudafrica, esta compañía fue una de las primeras que reconocieron en
Sudafrica al Commercial, Catering and Allied Workers Union of South Africa
(CCAWUSA), que fue fundado con la cooperación de la FIET en 1975. En el
momento en que se preparaba este informe, la Unión estaba negociando un
acuerdo aún mejor con la Makro South Africa Limited que, entre otras cosas,
prevería la deducción de las cuotas sindicales. En el sector bancario, los tres sindicatos «paralelos» de empleados de la banca no son miembros de la FIET.
Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas. En
muchos casos nuestros afiliados en Sudafrica han participado en conflictos con
compañías multinacionales, habiendo recibido una ayuda activa para la solución
de esos conflictos por la intervención de los sindicatos organizados en la compañía madre y también mediante la ayuda directa aportada a los sindicatos interesados.
Acción de solidaridad
Unión General de Trabajadores Argelinos. La UGTA ha llevado a cabo la
siguiente acción de solidaridad: participación en todas las reuniones de carácter
humanitario y solidario con los trabajadores y los pueblos del mundo en lucha;
estrecha adhesión a las resoluciones de las Naciones Unidas y de la OIT que
condenan el apartheid; condena del régimen racista de Pretoria en todo momen-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
139
to, y publicación periódica de artículos sobre las condiciones de los trabajadores
negros en Sudafrica.
Unión Nacional de Trabajadores de Angola. Durante 1983 se han organizado
varias reuniones, en diferentes sindicatos, en apoyo a los trabajadores de Sudafrica y de Namibia y para analizar la verdadera naturaleza del apartheid y sus presupuestos socioeconómicos.
Confederación de Sindicatos Cristianos de Bélgica. Sobre ciertos puntos se
enviaron cartas a la Embajada y al Gobierno de Sudafrica, así como solicitudes al
Ministro de Relaciones Exteriores de Bélgica, para que intervenga al respecto. En
cuanto miembro de la WCL, todos los temas internacionales se canalizan por
conducto de esta organización. A nivel nacional, el movimiento de trabajadores
cristianos (MOC), que incluye a todas las organizaciones sociales cristianas, se ha
asociado para sensibilizar a los distintos organismos afiliados. También han aparecido en las publicaciones de la organización artículos denunciando las violaciones de los derechos humanos perpetradas por el Gobierno sudafricano. El Fondo
Mundial de Solidaridad ha transferido en numerosas ocasiones importante ayuda
financiera a las familias de los sindicalistas presos. En Bélgica, algunas fundaciones para el desarrollo han contribuido financieramente a proyectos tales como la
educación de los trabajadores y la ayuda a las familias de los sindicalistas de
Sudafrica y Namibia. Los sindicatos participaron conjuntamente con las organizaciones no gubernamentales en una acción en favor de que los bancos belgas
retiren sus fondos de Sudafrica. Participaron en un seminario de información
organizado por el Comité belga contra el colonialismo y el apartheid.
Comité Central de Sindicatos de Trabajadores de Bulgaria. En la Conferencia sobre la solidaridad con los pueblos que luchan contra el apartheid, especialmente convocada inmediatamente antes de la apertura de la Conferencia de
Addis Abeba en abril de este año, para celebrar el décimo aniversario de la creación de la Organización de la Unidad Sindical Africana, los representantes del
Comité Central de Sindicatos de Bulgaria proclamaron una vez más el completo
apoyo de los trabajadores de Bulgaria a la justa lucha de la población sudafricana.
En 1983 los sindicatos de Bulgaria asistieron una vez más a las organizaciones
sindicales de Sudafrica con recursos financieros, medicamentos, artículos alimenticios, etc. Durante el año académico 1983/1984, el Instituto «Georgi Dimitrov»
para las cuestiones sindicales continuará formando dirigentes sindicales. También se están organizando seminarios sobre el tema «La lucha contra el apartheid». Los sindicatos de Bulgaria traen a este país, junto con sus familias, a los
dirigentes sindicales que luchan contra el apartheid, para que descansen y reciban
tratamiento.
Congreso Canadiense del Trabajo. El CLC ha diversificado su acción en
varios frentes. Hemos participado en los mecanismos establecidos por la CIOSL
para coordinar la asistencia a los sindicatos de trabajadores negros de Sudafrica.
Confederación Sindical del Chad. Con respecto al apartheid, las actividades
de la Confederación se ajustan a la resolución de la CIOSL adoptada en su 13."
Congreso Mundial, celebrado en junio de 1983 en Oslo.
Federación de Sindicatos de China. Los sindicatos han organizado demostraciones de masa en solidaridad con la justa lucha de los trabajadores y el pueblo de
140
Informe especial sobre el apartheid
Namibia. En octubre de 1982, los representantes trabajadores de Beijing celebraron un acto para expresar su bienvenida a la delegación de la Unión Nacional de
Trabajadores de Namibia y su decidido apoyo a la justa lucha de los trabajadores
y el pueblo de Namibia contra la ilegal ocupación de su territorio por Sudafrica y
en favor de su independencia nacional. En los últimos años, en el Día de Namibia
la Federación y otras organizaciones de masas realizan en forma conjunta actos
de solidaridad masivos, funciones cinematográficas, exhibiciones de fotos y otras
actividades para presentar a nuestras grandes masas las heroicas luchas que libra
el pueblo de Namibia. La Federación también envió mensajes de apoyo a la
Unión Nacional de Trabajadores de Namibia y a los trabajadores y al pueblo de
Sudafrica en apoyo de sus justas luchas contra la política racista y de agresión del
régimen de Sudafrica. En 1981 y 1982 nuestra Federación envió en dos ocasiones
mensajes a la Unión Nacional de Trabajadores de Angola, denunciando enérgicamente el grave crimen de la invasión en gran escala de tropas sudafricanas y
brindando su decidido apoyo a la justa lucha de los trabajadores y el pueblo de
Angola contra la agresión y en defensa de su territorio. En 1981 la Federación
envió un mensaje a la Unión Nacional de Trabajadores (Seychelles) expresando
nuestro decidido apoyo y solidaridad con la justa lucha con los trabajadores y el
pueblo de Seychelles en el aplastamiento de los mercenarios sudafricanos invasores y en defensa de la independencia y la soberanía nacionales. En 1983 nuestra
Federación envió un telegrama a la Commisäo Nacional de Implementaçâo dos
Conselhos de Produçao (Mozambique) denunciando enérgicamente el bárbaro
crimen del régimen racista sudafricano que bombardeó los suburbios de la ciudad
de Maputo, dando al mismo tiempo firme apoyo a la justa lucha de los trabajadores y al pueblo de Mozambique en defensa de la soberanía del Estado y de su
integridad territorial. Además, el «Diario de los Trabajadores», órgano de la
Federación, publica con frecuencia informaciones o artículos condenando al
racismo sudafricano y apoyando las justas luchas populares de Sudafrica y Namibia.
Federación de Sindicatos Daneses. Entre los miembros de la Federación han
continuado las actividades educacionales sobre la política de apartheid en Sudafrica.
Central Unitaria de Trabajadores de la República Dominicana. La CUT, en
resoluciones adoptadas unánimemente en su primero y segundo congresos, de
1981 y 1983, expresó su solidaridad con los trabajadores y los pueblos de Africa
que luchan contra los regímenes racistas de apartheid y en favor de la liberación
de Namibia, ocupada ¿legalmente por los racistas sudafricanos. En forma similar,
la CUT condena todos los actos de agresión de Sudafrica contra los países de
Primera Línea, especialmente los perpetrados contra la República Popular de
Angola.
Confederación General del Trabajo (Francia). La CGT está considerando la
publicación, en 1984, de un folleto sobre los distintos aspectos del apartheid, en
especial el referente a la violación de los derechos humanos en Sudafrica.
Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB). En el período que abarca el
presente informe, la Confederación de Sindicatos Alemanes prosiguió sus actividades de información y enseñanza para los militantes y comités de empresa, y en
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
141
este marco se hizo hincapié en la situación sindical, política y social de Sudafrica.
En 1982 se organizó un total de cuatro seminarios de una semana de duración y
sesenta seminarios de fin de semana, además de un amplio número de conferencias y sesiones de información. Entre los sindicatos afiliados a la Confederación
se dio gran prioridad en el marco de la acción antiapartheid al reconocimiento de
los sindicatos sudafricanos. En muchos casos los sindicatos alemanes se han
esforzado, a través de quejas presentadas en las sedes de empresa y sociedades
anónimas de la República Federal de Alemania, a lograr que las filiales y subsidiarias de esas empresas en Sudafrica reconozcan a los sindicatos sudafricanos.
Mediante métodos análogos, los sindicatos alemanes pudieron apoyar a los sindicatos sudafricanos haciendo presión con sus reclamaciones en el marco de las
negociaciones salariales.
Confederación de Sindicatos Alemanes Libres. En todos los distritos de nuestro país se organizaron reuniones de trabajadores. A éstas asistieron militantes
sindicales de Sudafrica, Namibia, Angola y Mozambique, y algunos de ellos pronunciaron discursos. En telegramas firmados por el presidente del comité confederal nacional de la FDGB, nuestra organización sindical ha manifestado repetidas veces su solidaridad con los trabajadores y pueblos de Sudafrica en lucha y ha
protestado resueltamente contra los crímenes cometidos por el régimen sudafricano de apartheid. En los telegramas figuraban condenas de los asesinos de los
miembros del sindicato ANC J. S. Mosololi, T. S. Mogoerane y M. T. Motaung;
de la detención del sindicalista Oscar Mpheta, y del ataque solapado de la aviación sudafricana contra Maputo. El diario sindical «Tribuna», las revistas
«Unión Sindical» y la «Revista de la FDGB» contienen información detallada
sobre las actividades que se han citado. Los camaradas del SACTU han publicado con frecuencia artículos en el periódico «Tribuna» en relación con su lucha
contra el régimen de apartheid de Sudafrica.
Consejo Central de Sindicatos Húngaros. En su actividad docente y en su
prensa, los sindicatos húngaros se ocupan con regularidad de la movilización de
los trabajadores en favor de acciones de solidaridad con los trabajadores de Sudafrica.
Congreso Sindical Panindio. En su reunión de diciembre de 1983, este Congreso reiteró su pleno apoyo a la lucha del pueblo de Sudafrica conducida por el
Congreso Nacional Africano contra el régimen racista, en pro de la democracia y
los derechos humanos y su solidaridad con esta lucha. También reafirmó su completo respaldo a la lucha por la liberación nacional de Namibia conducida por la
SWAPO contra el régimen sudafricano que sigue ocupando Namibia. En la reunión se condenó a los Estados Unidos, al Gobierno británico y a otros gobiernos
imperialistas por proteger y reforzar en todos los aspectos al régimen racista burlando las sanciones de las Naciones Unidas. El régimen racista está ejerciendo
una brutal opresión y terror contra la mayoría negra y ha encarcelado a miles de
patriotas, entre ellos el conocido dirigente Nelson Mandela, y ha ahorcado a
muchos de estos luchadores por la libertad. En la reunión se exigió la liberación
de Nelson Mandela y de todos los patriotas encarcelados. También se exigió la
retirada de las tropas sudafricanas que ocupan partes de Angola, el cese del apoyo
que se presta a los contrarrevolucionarios de la UNITA y de los bombardeos a
otros Estados de la línea del frente. En la reunión se exhortó al movimiento
142
Informe especial sobre el apartheid
sindical indio a que intensificase la campaña contra el régimen racista sudafricano y se dio nuevo apoyo sin reservas a la lucha por la libertad en Africa austral
bajo las órdenes del ANC y de la SWAPO.
Federación General de Sindicatos del Iraq. Esta Federación y asimismo
todos los sindicatos afiliados, así como las masas trabajadoras, condenan con
vehemencia la discriminación racial en todas sus formas, y están plenamente
convencidos de que la política de apartheid es un estigma y una deshonra para
quienes la ejercen, y por consiguiente organizaron reuniones, publicaron reseñas
especiales en publicaciones sindicales, especialmente en el «Wayul Ummal», órgano de la Federación General de Sindicatos del Iraq, con objeto de expresar su
aborrecimiento y denuncia de la política de apartheid y movilizar al pueblo trabajador en solidaridad con los trabajadores de Sudafrica.
Federación Sindical Italiana. A raíz de la Conferencia nacional de solidaridad contra el racismo y el apartheid, organizada entre otros por la Federación de
los sindicatos CGIL, CISL y UIL en 1982, las secretarías de los tres sindicatos
apelaron a todos los trabajadores a que se movilizasen en favor del apoyo para
prestar ayuda financiera y material para el segundo buque de solidaridad en favor
del pueblo de Africa austral y en particular para los refugiados de Sudafrica y de
Namibia en los países vecinos. El buque Rea Silvia (7 000 toneladas) zarpará a
principios de 1984. Con ocasión de la concesión de la ciudadanía a Nelson Mandela en marzo de 1983, los sindicatos participaron activamente en los actos organizados a este respecto. Los sindicatos publicaron comunicados de prensa protestando contra la represión por el régimen de apartheid, en particular después de la
catástrofe minera de septiembre de 1983. La Federación participó en el Día de
Solidaridad con los pueblos de Sudafrica, Namibia y Palestina, organizado por la
OATUU en Addis Abeba en 1983.
Confederación Japonesa del Trabajo. La Confederación envió un telegrama
al Primer Ministro sudafricano, Sr. Botha, en marzo de 1983, relativo a la detención y tortura del sindicalista Gqweta, presidente del Sindicato Sudafricano de
Trabajadores Confederados, y exigió la libertad sindical y la liberación inmediata
de Gqweta. Se envió también copia del telegrama al cónsul general de Sudafrica
en el Japón, a quien se le exigió también que su Gobierno tomase medidas para
mejorar la situación sindical en Sudafrica. Se organizó un seminario sobre el
apartheid en Sudafrica en enero de 1983 con el fin de ahondar en el conocimiento
del problema. El presidente de la CIOSL Africa, B. Kabore, y el Sr. A. Kailembo,
de la CIOSL, fueron invitados al seminario para explicar la situación actual. Se
prevé un seminario análogo para 1984. La revista mensual de la Confederación
presentó la cuestión del apartheid después del seminario citado y nuestra publicación semanal ha venido publicando artículos sobre el apartheid para el caso en
que emprendiésemos alguna acción con respecto a esta cuestión.
Confederación de Sindicatos Cristianos de Luxemburgo. En nuestra prensa
sindical hacemos referencia adecuada y necesaria a la situación en Sudafrica así
como en reuniones de nuestros afiliados y activistas.
Consejo Central de Sindicatos de Mongolia. Este sindicato expresó su solidaridad con la lucha del pueblo de Angola contra el apartheid. Prestó asistencia moral a las fuerzas progresistas que luchan por sus derechos en contra del apartheid
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
143
y expresó su solidaridad con su lucha durante la Conferencia Internacional de
Sindicatos sobre sanciones y otras acciones contra el régimen de apartheid en
Sudafrica. En su periódico sindical publicó trabajos acerca de la lucha de los
pueblos de Sudafrica y Namibia y de los Estados de Primera Línea.
Confederación de Sindicatos Cristianos de los Países Bajos. En los programas
de enseñanza para sindicalistas se presta atención a la información sobre Sudafrica.
Federación de Sindicatos Holandeses. Dentro de los principales sindicatos
afiliados, la FNV ha lanzado una serie de reuniones con delegados de fábrica y
otros miembros de los sindicatoa acerca de la situación en Sudafrica y en Africa
austral, recalcando la necesidad de prestar apoyo a las actividades antiapartheid.
El Grupo de Trabajo sobre Sudafrica del sindicato de transportes organizó una
reunión dedicada al carbón sudafricano, con miras a lograr que se pusiese fin a las
importaciones procedentes de este país en un futuro próximo. El Sindicato de
Trabajadores de la Alimentación y Agrícolas organizó una campaña de solidaridad para liberar al dirigente sudafricano encarcelado Osear Mpetha. El grupo de
trabajo de la FNV sobre Sudafrica organizó una reunión de estudios sobre el
tema «Las relaciones de trabajo y la lucha sindical en Sudafrica». Este grupo de
trabajo publicó también recientemente el primer número de su boletín de información sobre la mano de obra y el apartheid. La prensa sindical de la FNV y de
los sindicatos afiliados ha publicado frecuentemente artículos sobre la situación
en Africa del Sur, la postura de la FNV respecto a estos acontecimientos, y las
acciones emprendidas por la FNV, los sindicatos afiliados a esta Federación o los
delegados de empresa de estos sindicatos. En sus actividades docentes, la FNV
hace uso de la información y de documentos publicados de las organizaciones
antiapartheid de los Países Bajos. A veces las actividades sindicales se organizan
en estrecha cooperación con una o varias de estas organizaciones antiapartheid.
(Los documentos a que se ha hecho referencia pueden consultarse en el Servicio
de Igualdad de Derechos de la OIT. )
Federación Neozelandesa del Trabajo. En las publicaciones sindicales se han
publicado algunos documentos relativos a la situación en Sudafrica, en particular
boicot deportivo y legislación represiva.
Confederación de Sindicatos de Noruega. La información relativa al apartheid se difunde continuamente a través de las publicaciones sindicales. Sin
embargo, la información no ha sido tan intensa como el año pasado, cuando se
organizó una campaña especial.
Federación Sindical Panpakistaní. El Pakistán no tiene relación de ninguna
clase con el régimen racista de Sudafrica : ni diplomática, ni cultural, ni económica. La clase trabajadora del Pakistán ha apoyado siempre la causa del pueblo en
lucha de Sudafrica y Namibia, contra el régimen racista de Sudafrica como parte
de su propia lucha. La Federación Sindical Panpakistaní ha celebrado una conferencia especial contra el apartheid y aprobó una resolución de solidaridad con el
pueblo en lucha de Sudafrica y asimismo dio apoyo a su causa contra el apartheid. Asimismo sindicatos afiliados a la Federación de todo el país celebraron
diversas reuniones en las principales empresas industriales. La Federación preparó carteles y estandartes y folletos especiales y dio publicidad en los principales
centros contra la política de apartheid del régimen racista de Sudafrica.
144
Informe especial sobre el apartheid
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). Se da información con regularidad.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). Los sindicatos británicos y sus
miembros se mantienen informados de la acción del Consejo General en apoyo
del movimiento sindical negro por la independencia en Sudafrica y acerca de la
participación del TUC en la campaña sindical internacional de oposición al
apartheid con objeto de aislar el régimen sudafricano. El informe del Consejo
General a la OIT en 1982 acerca de la acción emprendida contra el apartheid en
cuestiones laborales se distribuyó a todos los sindicatos y consejos de rama de
actividad y a otras organizaciones interesadas. También se instó a los sindicatos a
que publicasen en sus periódicos artículos acerca de la acción sindical británica
en relación con Sudafrica. Como se ha indicado en otros párrafos del presente
informe, el Consejo General informa con regularidad a los sindicatos y consejos
de industria británicos con respecto a aspectos particulares de la campaña. En
1983 se distribuyó a los sindicatos información relativa a la necesidad de evitar
las inversiones de fondos de pensión en Sudafrica, disuadir a los trabajadores
británicos de que emigrasen a Sudafrica en busca de empleo, y ejercer presión en
las empresas británicas que posean intereses en Sudafrica para que reconozcan a
los sindicatos independientes de los negros y negocien con ellos. El TUC distribuyó en Gran Bretaña carteles hechos por la CIOSL, en los que se hacía un llamamiento a los sindicalistas para que apoyasen el movimiento sindical negro independiente y se explicaba por qué los trabajadores blancos no deberían emigrar a
Sudafrica en busca de empleo. Representantes del Consejo General han tomado
la palabra ante varias reuniones a las que asistieron sindicalistas británicos y
otros, en las que se discutía la cuestión de Sudafrica. El informe anual del Consejo
General al Congreso contiene una información detallada de la acción del TUC.
Confederación Nacional del Trabajadores de Togo. La Confederación lanza
un llamamiento anual y aprovecha nuevas oportunidades para pedir a todos los
países que justiprecian la paz y la justicia y a todos los gobiernos y organizaciones
no gubernamentales que denuncien, condenen sistemáticamente y tomen medidas económicas contra el régimen del apartheid. Con el mismo espíritu, la Confederación ha hecho modestas contribuciones financieras al Comité antiapartheid
de la OATUU. En todas sus publicaciones la Confederación ha señalado siempre
a la atención de los trabajadores los aspectos negativos de la política del Gobierno de Sudafrica.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales. La AFL-CIO siguió publicando la revista mensual South Africa Labor News
para distribuirla principalmente entre el movimiento laboral norteamericano.
Siguió asimismo realizando una amplia campaña contra el apartheid y está difundiendo entre los trabajadores, estudiantes y grupos religiosos información en forma de películas, videocintas, publicidad, botones y camisas. Instó a sus afiliados
deportistas y artistas a que no trabajasen en Sudafrica.
Consejo Central de Sindicatos de la URSS. Las organizaciones de trabajadores de la URSS participan activamente en una amplia campaña internacional de
solidaridad con la justa lucha de los trabajadores de Sudafrica contra el apartheid,
para la liberación del pueblo de la República Sudafricana y Namibia y para liberarse del yugo del despotismo racial y de la explotación colonial. Nuestros sindi-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
145
catos han informado con regularidad al pueblo soviético acerca de la desastrosa
situación del pueblo trabajador de Sudafrica y Namibia, su valiente lucha por sus
derechos vitales bajo condiciones de crueles represalias y opresión y desenmascarando a los cómplices del régimen de Pretoria. Un medio eficaz de contribuir a
fomentar esta labor es nuestra prensa sindical y el órgano central del Consejo
Central de la Confederación de Sindicatos de la Unión Soviética (CCCSUS), el
diario Trud. Este diario contiene regularmente documentación sobre este tema.
Por ejemplo, publicó la declaración del CCCSUS relativa al criminal ataque
aéreo de la República Sudafricana sobre Maputo, Mozambique, en el pasado mes
de mayo.
Confederación Sindical de Yugoslavia. La Confederación realiza acciones de
solidaridad con los trabajadores y el pueblo de Sudafrica, tanto independientemente como conjuntamente en el plano nacional con otras organizaciones. Como
en años anteriores, este año los sindicatos yugoslavos están preparándose para la
semana nacional de solidaridad con los movimientos de liberación de Sudafrica.
Toda la organización toma activamente parte en esa campaña, durante la cual,
mediante artículos publicados en la prensa sindical y otros vehículos de comunicación social y en reuniones sindicales, se informa a los trabajadores acerca del
movimiento sindical de Sudafrica, de la lucha que realizan los pueblos de Africa
del Sur por su liberación nacional, de la abolición del sistema del apartheid y de
la discriminación racial. En la campaña, lanzada a nivel nacional, la Confederación desempeña una función de importancia movilizadora y de tipo orgánico.
Durante la semana de solidaridad se recogieron considerable documentación y
recursosfinancieroscomo asistencia a los pueblos y a los trabajadores de Sudafrica.
Consejo Nórdico de Sindicatos. El Consejo adoptó una resolución en el sentido de que los gobiernos de los países nórdicos presten un apoyo continuo y cada
vez mayor a las víctimas del sistema del apartheid, forzadas a vivir como refugiados en Africa austral.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. Estas recomendaciones constituyen parte integrante del programa de la CIOSL de acción
en apoyo del movimiento sindical negro independiente en el interior de Sudafrica. La CIOSL ha producido dos carteles en los que se pide solidaridad con los
trabajadores negros en el interior de Sudafrica y se disuade contra la inmigración
a Sudafrica. El manual de la CIOSL para delegados de empresa titulado African
Workers Under Apartheid se está poniendo al día actualmente. La revista de la
CIOSL African Labor News publica con regularidad reseñas acerca de la situación
en Sudafrica. Esta revista dio plena publicidad a las decisiones del Comité de
Apartheid de la OIT, a las que dio su referendo la Conferencia anual. La revista
de la CIOSL Free Labor World publica también con frecuencia reseñas acerca de
la situación en Sudafrica; lo mismo puede decirse de International Trade Union
News, un boletín quincenal. La CIOSL ha publicado también en sus cuatro lenguas oficiales, además del swahili, un folleto sobre las trabajadoras bajo el apartheid. (Los documentos citados pueden consultarse en el Servicio de Igualdad de
Derechos de la OIT.)
Federación Internacional de Actores. El comité ejecutivo de la Federación ha
rechazado las solicitudes de inscripción del sindicato de actores de Sudafrica, ya
146
Informe especial sobre el apartheid
que dicho sindicato no es capaz de admitir en su seno a actores negros y no se
opone a la organización de representaciones ante públicos segregados. Además,
en relación con Sudafrica, los sindicatos afiliados a la FIA han sido capaces en
muchos casos de convencer a sus miembros de no actuar en ese país ante un
público segregado. También han podido evitar la venta de sus grabaciones a
Sudafrica, ya sea mediante cláusulas consignadas en sus acuerdos colectivos o
mediante la presión o la persuasión. Como resultado de ello, por ejemplo, ningún
programa de televisión de Gran Bretaña se vende a Sudafrica. No obstante, en
algunos países los sindicatos no han podido alcanzar este objetivo porque la distribución de sus provisiones está en manos de terceros que no responden a las
reclamaciones o deseos de los sindicatos de los artistas. En 1983 el Centro de las
Naciones Unidas contra el Apartheid publicó un registro de actores y otros artistas que trabajaron en la Sudafrica del apartheid, en el cual aparecen algunos nombres de artistas británicos. La finalidad de la distribución de este registro, según
se manifiesta, es permitir a los gobiernos, a las organizaciones y a los individuos
tomar todas las medidas adecuadas para disuadir a los artistas interesados de que
sigan colaborando con el apartheid. Se afirma que la finalidad de la puesta en
circulación de este registro es permitir que los gobiernos, las organizaciones y los
individuos tomen las medidas adecuadas para disuadir a los artistas interesados
de seguir colaborando con el apartheid. En su reunión del 20 de diciembre, el
Consejo de Equidad examinó con todo detalle cuál debería ser su respuesta a este
hecho. El Consejo de Equidad resolvió: 1) reiterar su aborrecimiento del malvado sistema del apartheid; 2) poner en claro, en el marco de la actual política de
Sudafrica, que el sindicato tiene el deber de proteger a sus miembros de la persecución en que podría desembocar la publicación del registro de las Naciones Unidas; 3) establecer contacto con el Centro de las Naciones Unidas contra el apartheid para explicar la política de equidad en relación con Sudafrica; 4) exhortar a
la Federación Internacional de Actores a que redoblase sus esfuerzos para lograr
un apoyo total a la política de equidad; 5) celebrar un referéndum para preguntar
a los miembros de Equidad si darán su apoyo a la política del Consejo de aconsejar a los miembros que no acepten trabajo en Sudafrica (incluidas sus tierras
natales dependientes) e informar a los miembros de que, si deciden hacerlo, no
podrá ofrecérseles ninguna protección eficaz contra las consecuencias de sus
acciones; 6) advertir a los miembros que, cualquiera que sea la decisión con
respecto a las cuestiones anteriores, el Consejo se compromete a prestar la asistencia que estime necesaria a los miembros perseguidos como resultado de la
publicación del registro; 7) publicar una declaración completa relativa a la historia de la actitud de Equidad con respecto al apartheid en Sudafrica. Mediante las
decisiones que acaban de citarse, el Consejo de Equidad ha puesto en claro que
reconoce que dentro de las reglas y de la política del sindicato, tiene obligación de
asistir a los miembros perseguidos como resultado de la publicación del registro
de las Naciones Unidas. Si bien mantiene la presente política y sigue luchando
contra el apartheid, tanto mediante sus propias acciones como a través de la IFA,
el Consejo pedirá a los miembros que corrijan esa política convirtiendo la invitación a firmar la declaración en un consejo positivo de no trabajar en Sudafrica
mientras la política del Gobierno de este país y la discriminación racial se apliquen y afecten a todos los aspectos de la vida, incluidas, naturalmente, las diversiones.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
147
Federación Internacional de Periodistas. La IFJ y sus afiliados han enviado
múltiples protestas a las autoridades del régimen racista y, en sus publicaciones,
han señalado a la atención pública el comportamiento de estas autoridades y la
situación de los periodistas que son víctimas de la represión en ese país. Por su
parte, la IFJ creó en 1978 un Fondo destinado a proporcionar asistencia jurídica a
los periodistas miembros de sindicatos que eran llevados ante los tribunales.
Entre estos figuraban dos colegas de raza negra que forman parte de los periodistas más conocidos y han sido encarcelados repetidas veces y se les impidió seguir
ejerciendo su profesión. (En el Servicio de Igualdad de Derechos de la OIT pueden consultarse ejemplares de los reglamentos del Fondo de la IFJ y de los telegramas de protesta a que se ha hecho referencia. )
Federación Internacional de los Trabajadores de las Plantaciones, Agrícolas
y Similares. La IFPAAW adoptó la resolución siguiente en su Congreso Mundial
de 1982: la IFPAAW condena la discriminación racial en Sudafrica, toma nota
de que los llamados suelos patrios independientes son producto de la política de
apartheid y no pueden ser reconocidos como estados soberanos, y observa que el
sistema de apartheid no sólo es inhumano, sino que además constituye una amenaza a la paz mundial. El IFPAAW ve con agrado la fuerza cada vez mayor de la
resistencia de la población de raza negra, hace un llamamiento a los afiliados a
que rompan todas las relaciones con Sudafrica y subraya la necesidad de aplicar
sanciones económicas y en particular frenar las inversiones.
Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas. En
junio de 1982, el comité central de la IMF expulsó a dos sindicatos sudafricanos
de la Federación por practicar el racismo.
Confederación Internacional de Funcionarios (CIF). Los documentos, junto
con la carta de la OIT de petición de información sobre las medidas tomadas
contra el apartheid, han sido distribuidos a los miembros del CIF.
Organización de la Unidad Sindical Africana. Como es bien conocido, la
OATUU y sus afiliados participaban y participan activamente en la lucha contra
el apartheid y en la movilización internacional de la opinión pública contra él. La
OATUU no sólo celebró una reunión de solidaridad con los trabajadores y el
pueblo de Sudafrica, Namibia y Palestina en Addis Abeba durante las ceremonias
de conmemoración de su décimo aniversario, sino que también copatrocinó la
Conferencia Internacional de Sindicatos sobre sanciones y otras acciones contra
el régimen de apartheid en Sudafrica celebrada en Ginebra en junio de 1983.
Además de la representación de la OATUU en la Conferencia de Organizaciones
no Gubernamentales sobre el Racismo y el Apartheid celebrada en Ginebra en
julio de 1983, la Organización copatrocinó con el Centro de las Naciones Unidas
contra el Apartheid una Conferencia Internacional sobre la Alianza entre Sudafrica e Israel, celebrada en Viena en julio de 1983, en la que expuso la sacrilega
alianza entre los dos regímenes en las esferas política, economica, diplomática y
militar. Se distribuyeron folletos y carteles en los que se pintan las atrocidades
perpetradas por el régimen de apartheid contra la mayoría de raza negra. Además, se pidió a los afiliados que organizasen reuniones de solidaridad con los
trabajadores oprimidos de Sudafrica y Namibia. La OATUU y sus afiliados han
previsto más acciones de solidaridad dentro de su programa de actividades para
148
Informe especial sobre el apartheid
los años 1983 y 1984. (En el Servicio de Igualdad de Derechos pueden consultarse
ejemplares de los documentos proporcionados por la OATUU con relación a la
reunión de esta Organización en Addis Abeba y a la Conferencia Internacional
celebrada en Viena a que se hace referencia más arriba. )
Sindicato Internacional de Empleados Públicos y Asociados. En 1982 pidió
que se levantasen todas las barreras de tipo jurídico, económico, social y docente
impuestas a la población no blanca de Sudafrica e hizo un llamamiento en favor
del lanzamiento de una vasta campaña internacional para lograrlo. La Internacional ha informado a sus afiliados sobre el efecto de la política de apartheid para la
asistencia sanitaria en Sudafrica y llamó también la atención sobre la intensificación de la acción contra el apartheid demostrada por la Conferencia Internacional
de Sindicatos celebrada en Ginebra en junio de 1983. La Internacional publicó la
declaración adoptada por esa Conferencia. La secretaría de la Internacional y sus
afiliados mantienen relaciones de solidaridad con el SACTU y NUNW y condenan las intervenciones armadas de las tropas sudafricanas contra Angola, que son
una amenaza para la paz. La Internacional mantiene sus reclamaciones en favor
de la eliminación de todas las barreras sociales en Sudafrica y Namibia, de los
plenos derechos y libertades para el SACTU y el NUNW - únicas organizaciones
sindicales democráticas de Sudafrica y Namibia - y en favor de la liberación de
todos los encarcelados, condenados o expulsados de sus actividades sindicales,
por oponerse al racismo y una indemnización por el daño que se les ha hecho. La
resolución de solidaridad en oposición al apartheid adoptada en octubre de 1982
ha sido editada en las publicaciones de la Internacional, que tienen amplia difusión entre los afiliados y otras organizaciones. (Estas publicaciones pueden verse
en el Servicio de Igualdad de Derechos de la OIT. )
Apoyo a los sindicatos en Sudafrica
Unión General de Trabajadores Argelinos. La UGTA presta apoyo moral
mediante campañas de prensa y declaraciones públicas.
Comité Central de Sindicatos de Bulgaria. En 1983 los sindicatos búlgaros
han prestado en diversas ocasiones apoyo moral concreto y asistencia material y
apoyo a los que luchan contra el apartheid en Sudafrica. Han organizado semanas
de solidaridad con los pueblos que luchan contra el régimen sudafricano. Los
medios de comunicación social, y más precisamente el periódico Trud y la revista
Bolgarskie Profsoyuzy (sindicatos búlgaros), publican con regularidad información sobre la evaluación de la situación en Sudafrica y la lucha heroica de los
trabajadores africanos en pro de la independencia y la igualdad social. La cooperación con los sindicatos de esta parte del mundo es constante. Los sindicatos han
elevado una vez más la voz para expresar el apoyo total de los trabajadores búlgaros a la justa lucha de la población sudafricana. En 1983 los sindicatos de Bulgaria prestaron de nuevo asistencia a las organizaciones sindicales de Sudafrica en
forma de recursos financieros, medicamentos, alimentos, etc. Durante el año académico 1963-1984 el Instituto Georgi Dimitrov para el estudio de cuestiones
sindicales seguirá dando formación a funcionarios sindicales. También se están
organizando seminarios sobre el tema «Lucha contra el apartheid». Los funcionarios sindicales junto con los miembros de su familia que están luchando contra
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
149
el apartheid son invitados a nuestro país por los sindicatos búlgaros para pasar
temporadas de descanso y someterse a tratamiento.
Congreso Canadiense del Trabajo. Hemos proporcionado importantes medios de financiación para cursos de educación obrera realizados en el interior de
Sudafrica por el FOSATU y el UTP, que prestan servicios a los sindicatos de la
CUSA y otros. Además hemos recibido un donativo del Organismo Canadiense
de Desarrollo Internacional que permitirá a la OIT montar un importante programa de educación obrera para sudafricanos y namibios fuera de Sudafrica.
Confederación Sindical del Chad. A escala mundial, la Confederación no
titubeó nunca en condenar las detenciones, proscripciones, torturas de todas clases, las muertes de personas encarceladas, el acoso y las represalias sufridas por
los sindicalistas de raza negra y quienes ayudan a su organización en Sudafrica.
Federación Sindical China. Entre julio de 1982 y septiembre de 1983 la
Federación envió mensajes en varias ocasiones a los trabajadores sudafricanos y
al pueblo de este país en apoyo de sus justas luchas. Por ejemplo, se enviaron
mensajes de apoyo a la huelga minera de Sudafrica en favor de aumentos de
salarios; para exigir la liberación de Nelson Mandela, dirigente del ANC, y otros
nacionalistas encarcelados; para condenar con firmeza al régimen sudafricano
por condenar a muerte a seis liberadores del ANC; por haber ejecutado a otros
tres liberadores e ilegalmente poner fuera de la ley al Sindicato de Asalariados
Sudafricanos y encarcelar a varios cientos de sindicalistas sudafricanos.
Federación Danesa de Sindicatos. Los sindicatos daneses han donado 4,4
millones de coronas danesas para ayuda a la enseñanza, ayuda humanitaria y
asistencia jurídica a sindicalistas de raza negra de Sudafrica.
Federación General Sindical de Egipto. La Federación proporciona asistencia material y moral a las organizaciones de trabajadores africanos en el interior
de Sudafrica.
Organización Central de Sindicatos de Finlandia. La Organización Central
ha desarrollado activamente sus relaciones con el movimiento sindical de Sudafrica, y en particular con la Organización Central SACTU, que colabora con el
ANC. También tuvo el honor de acoger al Sr. Oliver Tambo, presidente del
ANC, durante su visita a Finlandia en mayo de 1983.
Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB). Como en el pasado, el apoyo
a los sindicatos africanos de Sudafrica fue objeto de preeminencia en nuestras
actividades durante el período que abarca este informe. Estas actividades comprendieron el intercambio de delegaciones así como apoyo material y financiero a
los proyectos sindicales. Ha de observarse a este respecto que el apoyo financiero
exterior a los sindicatos es ilegal en Sudafrica. La revelación de detalles al respecto acarrearía dificultades para las organizaciones beneficiarías.
Confederación de Sindicatos Alemanes Libres. En abril de 1983 una delegación del SACTU visitó la República Democrática Alemana invitada por el comité confederal nacional de la Confederación de Sindicatos Alemanes Libres. La
delegación aprovechó la oportunidad para informarse acerca de las actividades
sindicales en la República Democrática Alemana. Durante numerosas visitas a
empresas e instituciones, los camaradas del SACTU informaron a los sindicalis-
150
Informe especial sobre el apartheid
tas de la República Democrática Alemana acerca de su lucha contra el régimen de
apartheid. Además, se han instaurado medidas de apoyo tales como la oferta a
funcionarios del SACTU de cinco puestos libres para formación profesional en la
República Democrática Alemana. Fieles a su larga tradición de solidaridad activa
con la lucha de los pueblos por su liberación, los sindicatos de la República
Democrática Alemana han proporcionado un amplio apoyo material. Gracias a
las donaciones mensuales de solidaridad hechas por algunos sindicatos y a la
acción de solidaridad organizada por la radio de la República Democrática Alemana bajo el lema «Libertad para la paz», en 1982-1983 se pusieron de nuevo a
disposición del Comité de Solidaridad de la República Democrática Alemana
varios millones de marcos. Este dinero se utilizó para prestar un apoyo activo a la
legítima lucha de los pueblos de Sudafrica en forma de envíos de artículos de
urgente necesidad, tales como vestidos, alimentos y medicinas. La Confederación
de Sindicatos Alemanes Libres, en apoyo a las actividades docentes del Sindicato
Nacional de Trabajadores de Namibia (NUNW), envió un conferenciante a la
República Popular de Angola en 1983 para organizar un curso de formación para
sindicalistas de Namibia. En nuestra misión en la lucha contra el régimen de
apartheid figura también la cooperación con los sindicatos de Angola y Mozambique y el apoyo a esos sindicatos en vista de las constantes amenazas a estos
países y de las invasiones hechas por los racistas que ocupan el poder en Pretoria.
A tal fin, los Sindicatos Alemanes Libres ayudan al Sindicato Nacional de Trabajadores de Angola (UNTA) y a la Comisión Nacional para la Introducción de
Juntas de Producción (CNICP) de Mozambique. Además de la asistencia material, la Confederación de Sindicatos Alemanes Libres ha proporcionado una asistencia docente considerable. Por ejemplo, nuestros sindicatos han enviado un
conferenciante y un asesor a Mozambique; han patrocinado la participación de
ocho camaradas de Angola y Mozambique en un curso de formación de diez
meses de duración en un centro de enseñanza sindical en la República Democrática Alemana y han concedido dos becas a la UNTA y al CNICP. Además, seis
camaradas de Angola tomaron parte en un curso de formación organizado por
nuestro sindicato sobre cuestiones de seguridad social.
Consejo Central de Sindicatos Húngaros. Los sindicatos húngaros apoyan a
los sindicatos progresistas de Sudafrica de manera directa e indirecta, por conducto de la Federación Sindical Mundial.
Federación General de Sindicatos de la República Islámica del Irán. La
GFTU acostumbra a prestar apoyo financiero y moral a los sindicatos africanos
en general y en el interior de Sudafrica en la medida en que las circunstancias lo
permiten.
Histadrut (Israel). Los representantes sindicales votaron en favor de una
resolución aprobada en la reunión de la junta ejecutiva de la CIOSL en noviembre de 1983, en la que se denunciaba la prohibición del Sindicato de Trabajadores
Unidos de Sudafrica (SAAWU) por el Ciskei y la detención de funcionarios de dicho sindicato y otros sindicatos independientes de trabajadores de raza
negra, y exhortaron a las organizaciones afiliadas a organizar en el marco de un
programa coordinado de la CIOSL una campaña intensiva para exponer el plan
de apartheid en bantustanes de Sudafrica. Además, la Histadrut ha denunciado
casos de detenciones individuales de sindicalistas de raza negra y exigió su inme-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
151
diata liberación, como en el caso de Charles Nqakula, de la Asociación Sudafricana de Trabajadores de los Medios de Información (MWASA).
Federación Sindical Italiana. La presión ejercida por el Sindicato Unido de
Trabajadores Metalúrgicos tuvo por consecuencia el reconocimiento del Sindicato Nacional de Trabajadores del Automóvil y Afines (NAAWU) por parte de la
empresa subsidiaria de la fábrica de automóviles Alfa en Sudafrica. El acuerdo
fue firmado en Roma el 16 de mayo de 1983 por el director de Alfa y la secretaría
del FLM. Como resultado del acuerdo, Alfa suspendió también todas las medidas
disciplinarias adoptadas contra sindicalistas de raza negra.
Confederación de Sindicatos Cristianos de Luxemburgo. Huelga decir que
esta organización es favorable a todas las medidas posibles en apoyo de los trabajadores de Sudafrica. Esta es la política que practican las organizaciones internacionales a las que estamos afiliados.
Confederación de Sindicatos Cristianos de los Países Bajos. La CNV presta
apoyo moral y financiero a los sindicatos africanos de Sudafrica.
Federación Sindical de los Países Bajos. La FNV presta apoyo financiero a
los nuevos sindicatos independientes de Sudafrica a petición suya. La ayuda está
encauzada por la CIOSL. Todos los sindicatos independientes activamente empeñados en la lucha de los trabajadores de Sudafrica pueden recibir apoyo financiero de la FNV. La mayor parte de los fondos de la asistencia financiera de la FNV
ha sido entregada a esta Federación por el FNV holandés para la cooperación
para el desarrollo. Una pequeña parte procede del Fondo de Solidaridad Internacional del propio FNV. En las actividades de ese sindicato para darse a conocer,
así como en las acciones sindicales y en los órganos sindicales internacionales, la
FNV apoya la postura de los nuevos sindicatos independientes de Sudafrica. La
FNV saluda los progresos en favor de una mayor unidad entre sus sindicatos.
Federación Neozelandesa del Trabajo. La Federación ha proseguido sus
estrechos lazos con el Congreso Sudafricano de Sindicatos (SACTU). Prueba de
ello es la breve visita del Sr. Andrew Molatsane, uno de los sindicalistas sudafricanos de raza negra que nos visitan en Nueva Zelandia con regularidad en los
últimos años. La Federación del Trabajo lanzó asimismo un llamamiento nacional de sus sindicatos afiliados en favor del fondo del SACTU dedicado a financiar huelgas. El dinero recogido gracias a este llamamiento fue enviado al SACTU
a mediados de año.
Confederación Noruega de Sindicatos. Se sigue proporcionando apoyo a las
organizaciones sindicales no racistas de Sudafrica. El apoyo financiero destinado
a facilitar el trabajo de esas organizaciones y a dar información sobre la asistencia
jurídica y humanitaria se encauza a través de la Confederación Internacional de
Organizaciones Sindicales Libres. La Confederación ha protestado repetidas
veces ante las autoridades sudafricanas contra la detención y persecución de los
representantes sindicales elegidos.
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). Se está prestando considerable apoyo a los sindicatos de Sudafrica y a la constitución de un movimiento sindical en Namibia.
Este apoyo de los sindicatos suecos está coordinado por la CIOSL y se lleva a
cabo en respuesta a las peticiones y programas expuestos por los sindicatos de
152
Informe especial sobre el apartheid
Sudafrica y Namibia. También cabe mencionar el envío de numerosos telegramas de protesta con relación al encarcelamiento y a la acción violenta de la policía contra sindicalistas de Sudafrica así como otras formas de apoyo moral.
Congresos de Sindicatos (Reino Unido). El Consejo General ha continuado
proporcionando a las organizaciones sindicales independientes que representan a
la clase trabajadora sudafricana de raza negra una formación sindical. Se ha prestado asistencia al proyecto de formación en la ciudad para ayudar a que organizase seminarios de formación sobre temas de negociación colectiva para los
miembros ejecutivos de los sindicatos y al Sindicato General de Trabajadores
para permitirle que organice cursos de formación en relación con un acuerdo
nacional de trabajadores portuarios que está siendo negociado por los empleadores. La ayuda del Consejo General permitió que un tutor sindical del Sindicato
UTP visitase Inglaterra y asistiese a cursos impartidos en el Colegio de Formación del TUC. La Federación de Sindicatos de Sudafrica ha sido también invitada a enviar representantes a Inglaterra para seguir una formación costeada por el
Consejo General y se están estudiando activamente propuestas de proyectos de
formación a cargo de otras organizaciones independientes. El Consejo General
tuvo el placer de acoger al secretario del Consejo Sindical de Sudafrica en el
congreso de 1983 celebrado en Blackpool. Durante su estancia en Inglaterra tuvo
la ocasión de establecer contactos con muchos dirigentes sindicales importantes.
Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales. La AFL-CIO declaró en su Convención de octubre de 1983, entre otras cosas,
lo siguiente: «el auge del movimiento sindical negro de Sudafrica ofrece la mejor
esperanza de desmantelar finalmente el odioso sistema del apartheid. La AFLCIO está totalmente comprometida con la asistencia a este movimiento en su
lucha contra un gobierno que recurre a medidas brutales de represión contra los
oponentes al apartheid, incluidos los sindicalistas...». El Centro Afroamericano
del Trabajo (AALC), que está encargado de la ejecución del programa AFL-CIO
en Africa, ha realizado las tareas siguientes: en mayo de 1983, el AALC patrocinó
una visita a los Estados Unidos de Andrew Zulu, vicepresidente de la Federación
de los Sindicatos Africanos (FOSATU), para tomar la palabra ante la Convención Anual del A. Philip Randolph Institute, organización de lucha por los derechos civiles apoyada por la AFL-CIO ; en asociación con el Sindicato Internacional Unido de Trabajadores de la Alimentación y del Comercio (UFCW), el
AALC patrocinó la visita de Emma Mashinini, secretaria general del Sindicato de
Trabajadores del Comercio, Restaurantes y Afines, y de Joseph C. A. Daniels,
secretario general del Sindicato de Empleados de Panadería, a la Convención del
UFCW celebrada en Montreal, y una visita de dos semanas de duración en los
Estados Unidos, donde trabaron relaciones con funcionarios de los diversos sindicatos afiliados a la AFL-CIO ; mediante su programa multilateral de asistencia
en asociación con la CIOSL, el AALC ha prestado apoyo financiero al Sindicato
Nacional de Mineros, afiliado a la CUSA; el AALC apoya el programa de formación en curso que se desarrolla en Sudafrica para organizadores y delegados de
taller de raza negra; el AALC ha ayudado a financiar un programa de asistencia a
las mujeres desempleadas y otros trabajadores domésticos que han constituido un
plan de autoayuda para hacer ropas y han proporcionado atención diurna a sus
hijos. El presidente de la AFL-CIO envía telegramas al Primer Ministro sudafri-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
153
cano, P. W. Botha, en señal de protesta por: la detención y tortura de los dirigentes trabajadores de raza negra Thozamile Gqweta, Sisa Njikelana, Bangwizi Sifingo, Humphrey Maxogwana, Jef Wubena, del Sindicato de Trabajadores Confederados de Sudafrica (SAAWU), y Sidney Madamudi, del Sindicato General de
Trabajadores, en marzo de 1983; la ejecución en la horca de tres sudafricanos de
raza negra en junio de 1983; la prohibición del SAAWU y la detención de sus
dirigentes por las autoridades del Ciskei en septiembre de 1983. Los sindicatos
afiliados a la AFL-CIO han proseguido sus actividades de apoyo a la campaña de
la Federación contra el apartheid. El A. Philip Randolph Institute (APRI), organización de defensa de los derechos civiles y del derecho a la inscripción para
votar, apoyado por la AFL-CIO, ha enviado a Sudafrica un equipo para realizar
un estudio. El equipo está integrado por el presidente del APRI, Norman Hill ; el
primer vicepresidente del Sindicato Internacional de Campesinos, Robert Powell,
y el director de Investigaciones del APRI, Adrian Karatnycky. El equipo estudiará las necesidades de los sindicatos de trabajadores de raza negra en las esferas de
trabajo y formación profesional, trabajo y colocación en un sindicato e intercambio docente. El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) ha
enviado a su director de asuntos internacionales, Velma Hill, a Sudafrica en una
misión de contactos entre sindicatos para averiguar las necesidades de formación
específicas de los trabajadores de hospital negros y otros empleados de servicios.
Durante el pasado año, la Federación Americana de Personal Docente prosiguió
sus esfuerzos de apoyo al movimiento laboral negro de Sudafrica mediante la
cooperación con la AFL-CIO y gracias a la labor de su secretaría sindical internacional, la Federación Internacional de Sindicatos Libres del Personal Docente. La
AFT realizó tres tipos de actividades a este respecto: preparación de documentación docente sobre el apartheid para utilización dentro de la Federación Americana de Personal Docente y para utilización general, una campaña de recogida de
fondos para contribuciones al programa de la AFL-CIO de apoyo a los sindicatos
negros de Sudafrica, y asistencia a la AFL-CIO para la publicación de su boletín
dedicado a Sudafrica y otros textos. La AFT participó directamente en la producción de una película de quince minutos de duración sobre el movimiento negro
de trabajadores de Sudafrica titulada «Si los trabajadores pueden unirse». La
película, seguida de una discusión acerca de la situación que se plantea a los
trabajadores sudafricanos negros, fue presentada en varias reuniones y convenciones regionales de la AFT. La AFT estima que alcanzó a más de 10 000 dirigentes locales del personal docente con este mensaje durante este año únicamente. La
AFT publicó información relativa a la lucha de los sindicatos de sudafricanos
negros en su boletín mensual El maestro americano y en su revista trimestral El
educador americano. Cada una de estas publicaciones tiene una tirada de 600 000
ejemplares. La AFT ha estado promoviendo distribución de camisas y botones
antiapartheid en sus reuniones nacionales y regionales y mediante sus publicaciones.
Confederación de Sindicatos de Yugoslavia. Por sus contactos con representantes sindicales de los movimientos de liberación de Sudafrica, la Confederación
se mantiene informada de las necesidades, y de acuerdo con esto y dentro de sus
posibilidades envía asistencia material regular a estas organizaciones gracias a su
fondo internacional de solidaridad con los sindicatos. Este año se ha enviado de
nuevo asistencia. Con arreglo a su determinación de prestar apoyo moral y poli-
154
Informe especial sobre el apartheid
tico a los movimientos de liberación de Africa austral y a sus sindicatos en su
lucha, la Confederación participó este año en la Conferencia de Solidaridad con el
Pueblo y los Trabajadores de Africa Austral organizada durante el décimo aniversario de la fundación de la Organización de la Unidad Sindical Africana en
Addis Abeba. Una delegación de la Confederación tomó parte en la Conferencia
Sindical Internacional de Sanciones y Otras Medidas contra el Régimen de Apartheid en Africa del Sur celebrada en el marco de la 69.a reunión de la Conferencia
Internacional del Trabajo.
Consejo Central de Sindicatos de la URSS. En el marco de la solidaridad
internacional, los sindicatos de la Unión Soviética dan gran importancia al sostén
moral y a la asistencia de toda clase, en particular en el campo de la formación, al
progresista Congreso Sudafricano de Sindicatos y al Sindicato Nacional de Trabajadores de Namibia, que han sido oficialmente reconocidos como representantes
auténticos de los trabajadores africanos por la OATUU.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. La CIOSL
ha seguido coordinando una asistencia considerable al movimiento sindical independiente de los trabajadores de raza negra en el interior de Sudafrica. Esta asistencia ha sido utilizada para campañas de organización, programas de enseñanza
y proyectos de investigación (por ejemplo, seguridad e higiene). El movimiento
sindical independiente de trabajadores de raza negra ha crecido hasta alcanzar
actualmente una cifra superior a los 400 000, y este movimiento ha firmado unos
300 acuerdos colectivos con los empleadores. El Sindicato Nacional de Mineros,
que emprendió la gigantesca tarea de organizar a los trabajadores de raza negra en
las minas de Sudafrica, tiene ahora más de 40 000 y ha sido reconocido por la
Cámara Minera. Además, la CIOSL ha contribuido substancialmente a la ayuda
jurídica y de socorro. La CIOSL organiza campañas específicas en casos de detenciones, proscripciones y acoso de los sindicalistas en Sudafrica. El Sindicato
Sudafricano de Trabajadores Confederados fue recientemente proscrito por el
Ciskei y la policía de seguridad sudafricana ha transferido funcionarios del SAAWU a la policía de seguridad del Ciskei. La mayoría de los funcionarios del
SAAWU, incluidos los funcionarios del Sindicato General de Trabajadores, la
Asociación de Trabajadores de los Medios de Comunicación de Sudafrica y la
Federación Sudafricana de Sindicatos, han sido detenidos por el Ciskei. El
CIOSL ha proporcionado asistencia jurídica y de socorro y ha organizado una
campaña internacional en favor de la liberación de los detenidos y en defensa de
sus derechos sindicales y humanos fundamentales.
Federación Internacional de Empleados, Técnicos y Profesionales (FIET).
La FIET sostiene que el mejor modo de que una organización internacional en
cuanto tal puede participar en la lucha contra el apartheid es ayudar a los trabajadores de Sudafrica a constituir organizaciones propias que sean estables, independientes y democráticas. De ahí que la principal contribución de la FIET en el
interior de Sudafrica haya sido el constante apoyo al extenso programa docente
organizado por su afiliado el Sindicato de Trabajadores del Comercio, la Alimentación y Afines de Sudafrica (CCAWUSA). Durante el promedio de un año, este
programa alcanza directamente a más de 1 000 miembros gracias a seminarios de
fin de semana en régimen de internado y seminarios de un día de duración reali-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
155
zados en los diversos centros de las cuatro provincias de Sudafrica, entre ellos
cursos para delegados de taller, funcionarios sindicales, miembros del comité ejecutivo y para los afiliados en general. También se organizan con regularidad reuniones de enseñanza después del trabajo en su mayoría para nuevos miembros.
Además, la FIET concedió becas que permitieron a tres miembros del CCAWUSA asistir a un curso de un año de duración en relaciones obrero-patronales en la
escuela de administración de empresas de la Universidad de Witwatersrand, que
se inició el 30 de agosto de 1982. No cabe duda de que este programa docente
patrocinado por la FIET ha sido un factor fundamental del rápido crecimiento
del CCAWUSA, que es actualmente uno de los sindicatos más sólidos y de mayor
número de militantes de Sudafrica. La FIET tiene un pequeño Consejo Consultivo para Africa Meridional, cuyo trabajo es también principalmente docente en un
sentido amplio. En sus reuniones, los representantes sudafricanos pueden unirse a
sus compañeros de Botswana, Lesotho, Swazilandia y Zimbabwe para intercambiar opiniones y experiencias acerca de la situación laboral en esa zona.
Federación Internacional de Periodistas. La Federación y sus sindicatos que
la integran, que representan a 104 000 periodistas de todo el mundo, no han dejado nunca de condenar los ataques a la libertad de información en Sudafrica así
como la represión de que son víctimas los periodistas. Tenemos presentes a nuestros colegas de la Asociación de Trabajadores de los Medios de Comunicación de
Sudafrica como afiliada de la IFJ, cuyos dirigentes y buena parte de los miembros
han sido encarcelados o impedidos de ejercer su profesión.
Federación Internacional de los Trabajadores de las Plantaciones, Agrícolas
y Similares. La IFPAAW ha tenido siempre un gran deseo de ejercer actividades
sindicales entre los trabajadores agrícolas del país, pero desgraciadamente la
constante represión y las amenazas han impedido a esta Federación establecer los
contactos necesarios. En este sentido es urgente la necesidad de seguir ejerciendo
presión no sólo sobre las autoridades gubernamentales, sino también sobre los
propietarios de explotaciones agrícolas, para forzarlos a que reconozcan a la
Organización de Trabajadores Agrícolas proporcionando de este modo garantías
legales para la constante mejora de su precaria situación en cuanto a sus condiciones de vida y de trabajo y una protección contra el despiadado estado de explotación, injusticia y esclavitud bajo el cual los trabajadores agrícolas tienen que
vivir, según se afirma en un informe de las Naciones Unidas. Esperamos que
gracias a los constantes esfuerzos y empeños de la OIT, la situación mejorará
finalmente.
Federación Internacional de Sindicatos de los Trabajadores de Transportes.
En diciembre de 1983 se envió a Sudafrica una misión que pudo establecer algunos contactos con sindicatos de trabajadores de raza negra, indios, de color y
blancos. El informe de esta misión todavía no estaba terminado y sus conclusiones serían examinadas en primer lugar por la Confederación Mundial del
Trabajo.
Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas. En
junio de 1983, el comité central de la IMF admitió a dos sindicatos de trabajadores de raza negra de Sudafrica, reforzando al mismo tiempo los vínculos entre la
IMF y el movimiento sindical de trabajadores de raza negra. De vez en cuando, la
lucha contra la discriminación racial en Sudafrica se desarrolla ante los tribuna-
156
Informe especial sobre el apartheid
les, lo que representa fuertes gastos para los sindicatos que tienen que hacer frente
a los gastos judiciales y a los honorarios de los abogados. El IMF ha contribuido
considerablemente a enjugar estos gastos. En la lucha de los sindicatos contra el
apartheid, es en extremo importante garantizar un contacto regular entre los sindicatos sudafricanos y la IMF. Esto se ha realizado mediante visitas regulares a
Sudafrica así como mediante la participación de sindicalistas de raza negra en las
conferencias de la IMF en diversos países.
Federación Internacional de Transportes. La ITF dedica desde hace muchos
años grandes esfuerzos y recursos a la promoción de auténticos sindicatos de
trabajadores de transportes en Sudafrica. Actualmente tiene tres sindicatos afiliados con miembros que son en su mayor parte de la mayoría de raza negra y que
organizan a los trabajadores portuarios y de transportes por carretera. La ITF
proporciona ayuda en forma de actividades docentes y el asesoramiento e información que necesitan los sindicatos en su negociación colectiva o en sus luchas
por ser reconocidos. La ITF apoya a los sindicatos en sus quejas ante las autoridades o empleadores y gana el apoyo de otros de sus afiliados cuando éstos pueden servir de ayuda: por ejemplo, al sondear a sus propios gobiernos o empresas
nacionales que tienen tratos o influencia con Sudafrica. La experiencia de la ITF
ha demostrado que, si se les da la oportunidad, los trabajadores de transportes de
Sudafrica serán tan capaces como cualesquiera otros trabajadores de formar y
constituir sindicatos que puedan representarlos debidamente. Unos pocos empleadores han tenido la buena idea de entablar arreglos formales con esos sindicatos, pero otros han tratado de contener lo que es una marea arrolladura, negando el reconocimiento y tratando de destruir la organización del sindicato: por
ejemplo, la notoria acción de 1982 protagonizada por los servicios sudafricanos
de transportes, de propiedad del Estado (SATS), contra la Unión General de Trabajadores. La ITF sigue su actual vía de acción ayudando y alentando a los sindicatos auténticos, pese a los múltiples impedimentos que el Gobierno levanta en
contra del intercambio abierto y sin inhibiciones entre los sindicatos sudafricanos y su organización internacional, impedimentos que van desde las restricciones legales hasta la interferencia regular del correo o de las llamadas telefónicas.
Sindicato Internacional de Trabajadores Públicos y Afines. En febrero de
1983, el Sindicato Internacional protestó contra la sentencia a dieciocho meses de
cárcel del secretario general del Sindicato Municipal de Trabajadores de Johannesburgo, que se había negado a testimoniar en un juicio contra un miembro del
ANC. Asimismo, se enviaron protestas en relación con la ejecución de Simon
Mogoerane, Jerry Mosololi y Marcus Motaung. En Sudafrica y en Namibia, la
mayoría de la población no tiene derecho a participar plenamente en la vida de la
comunidad. Los no blancos están discriminados en el trabajo, en la formación, en
los salarios y en lo que respecta al sindicalismo. En los servicios municipales de
Sudafrica hay una discriminación en el empleo en gran escala y en el servicio
público en general los no blancos realizan los trabajos penosos y peligrosos. El
trabajo de mayor calificación se reserva a los blancos. Hay gran escasez de mano
de obra calificada en los servicios de suministro eléctrico en Johannesburgo, pero
pocos blancos tienen oportunidades y los servicios se reducen. La mayoría de los
trabajadores negros siguen realizando trabajos no especializados. Asimismo, la
diferencia salarial entre negros y blancos es amplia; los electricistas blancos
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
157
cobran 700 rands al mes y los negros 374 por las mismas calificaciones. Hasta
1980, los trabajadores municipales de raza negra no tenían sindicato, pero al ser
constituido uno en el plazo de un mes, 10 000 trabajadores comenzaron una huelga que la policía detuvo con armas y devolviendo a 1 000 huelguistas a sus tierras
de origen. Los líderes sindicales fueron despedidos y los huelguistas no fueron
contratados de nuevo. Las barreras raciales en la enseñanza impiden que los jóvenes no blancos alcancen puestos de responsabilidad en los servicios públicos. La
ley laboral, que requiere la inscripción de los sindicatos de militantes de raza
negra, no ha cambiado el sistema de discriminación. La Internacional ha reaccionado siempre con firmeza sobre esta cuestión. Nunca ha considerado ningún contacto con sindicatos sudafricanos que en sus constituciones o actividades excluyen, discriminan o se oponen a los trabajadores no blancos.
Emigración
Unión General de Trabajadores Argelinos. No existe la emigración hacia
Sudafrica o procedente de este país.
Federación General de Sindicatos del Iraq. No hay emigración de trabajadores o miembros de los sindicatos hacia Sudafrica, y por ello no se encuentran en el
Iraq publicidad de puestos en Sudafrica u oficinas de reclutamiento de emigrantes para Sudafrica.
Confederación de Sindicatos Cristianos de los Países Bajos. No se estima que
la emigración sea una decisión de un centro sindical, sino una cuestión de libre
elección individual. La CNV se abstiene de hacer cualquier tipo de promoción de
la emigración hacia Sudafrica. El Gobierno adopta la misma actitud.
Confederación Noruega de Sindicatos. La Confederación no está al corriente
de que haya algún tipo de emigración considerable de Noruega a Sudafrica que
requiera aplicación de medidas a este respecto.
Confederación de Sindicatos Suecos y Organización Central Sueca de Empleados Asalariados. En Suecia es apenas necesario realizar una campaña de
inmigración contra Sudafrica, ya que muy pocas personas inmigran a ese país.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). El Consejo General ha pedido al
Gobierno que retire los permisos a agencias de empleo privadas que recluían en
Inglaterra trabajadores para Sudafrica por considerar que sus actividades son
intrínsecamente racistas. Este problema se planteó frecuentemente en la reunión
celebrada con sir Geoffrey en noviembre de 1983. El Consejo General ha consultado a la Comisión de Igualdad Racial acerca de la legalidad de hacer publicidad
y de reclutar emigrantes en Gran Bretaña para trabajar en Sudafrica. El Gobierno
sostiene que el reclutamiento en Gran Bretaña para trabajar en el extranjero en
un país donde se discrimina por motivos de raza no es ilegal, pero afirma que las
agencias de empleo están obligadas a proporcionar a los solicitantes de trabajo en
el extranjero una información completa acerca de las condiciones impuestas por
la ley en el país de que se trata. El Consejo General ha pedido a los sindicatos y a
los consejos de empresa ingleses que vigilen las actividades de las agencias de
empleo que hacen publicidad y recluían a trabajadores para ocupar puestos en
Sudafrica y que lleven cuenta de los casos de las agencias que no proporcionan a
158
Informe especial sobre el apartheid
los solicitantes una información completa acerca de los requisitos que impone
Sudafrica, entre los cuales podría figurar la obligación de prestar servicio militar.
El TUC ha distribuido también entre los sindicatos y consejos de empresa un
cartel diseñado por la CIOSL que tiene por finalidad disuadir a los trabajadores
de emigrar a Sudafrica.
Consejo Nórdico de Sindicatos. El Consejo adoptó la resolución siguiente:
que los gobiernos, de forma adecuada, por ejemplo mediante declaraciones públicas, combatan el turismo y la emigración a Sudafrica y a zonas controladas por
este país.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. Como se
indicó anteriormente, la CIOSL ha producido y distribuido entre sus afiliados en
los países proveedores carteles para contrarrestar la emigración blanca a Sudafrica. La campaña contra la emigración es un tema importante del programa de
acción de la CIOSL. Esta Confederación notifica a sus afiliados las nuevas actividades de reclutamiento de Sudafrica, corno los esfuerzos de reclutamiento desplegados últimamente en las empresas más afectadas por la recesión en Gran Bretaña o en campos de refugiados polacos en Austria. La CIOSL ha dado plena publicidad a la declaración del sindicato polaco «Solidarnosc» en la que se disuade a
los trabajadores polacos de emigrar a Sudafrica.
Retiro de fondos sindicales
Unión General de Trabajadores Argelinos. Ningún fondo de este sindicato se
invierte en Sudafrica.
Consejo Central de Sindicatos Húngaros. Como no hay empresas que tengan
inversiones en Sudafrica, tampoco hay fondos sindicales.
Federación General de Sindicatos del Iraq. No hay ninguna empresa iraquí
ni plan de inversiones con intereses en Sudafrica.
Confederación Noruega de Sindicatos. No se invierten fondos sindicales en
Sudafrica.
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). La respuesta al llamamiento de retirar fondos
sindicales ha sido desigual. Algunos sindicatos han vendido sus acciones, mientras que otros las conservan aduciendo que ello tiene muy poco que ver con la
actitud ante el apartheid. También se da el argumento de que los sindicatos que
poseen acciones en estas empresas pueden influir más fácilmente la política de las
empresas de que se trata, por ejemplo, en reuniones del consejo de administración y en las reuniones anuales de accionistas.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. La CIOSL
no tiene fondos sindicales invertidos en ninguna empresa o fondo de inversión
que tenga intereses en Sudafrica.
Vigilancia de los códigos de conducta
Unión General de Trabajadores Argelinos. Como ninguna empresa argelina
opera o invierte en Sudafrica, esta cuestión no se plantea.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
159
Federación Danesa de Sindicatos. La LO ha pedido al Ministro danés de
Asuntos Exteriores que tome en la CEE la iniciativa de revisar el Código de Conducta. Para que este Código tenga algún significado ha de ser obligatorio y hay
que establecer un órgano que evalúe los informes anuales de las empresas interesadas.
Federación General de Sindicatos del Iraq. No es necesario establecer un
mecanismo tripartito de vigilancia en el Iraq, ya que ni se han adoptado códigos
de conducta para empresas ni ninguna empresa iraquí invierte en Sudafrica.
Federación de Sindicatos Holandeses. Habiendo oído la opinión de los sindicatos independientes sudafricanos, la FNV no es favorable al establecimiento de
un mecanismo tripartito de control de la aplicación de los diferentes «códigos de
conducta». La FNV aboga por la retirada de inversiones y el apoyo a los sindicatos independientes.
Confederación Noruega de Sindicatos. Como Noruega no tiene inversiones
en Sudafrica, el Código de Conducta no es de aplicación.
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). No hay códigos de conducta en vigor para las
empresas suecas.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). Al igual que en años anteriores, en
1983 el Consejo General analizó las memorias de empresas británicas en el marco
del Código de Conducta de los gobiernos de la Comunidad Económica Europea
para las empresas que tienen intereses en Sudafrica. El TUC señaló a la atención
de los sindicatos ingleses los nombres de las empresas que no habían respondido
a tenor de lo estipulado en el Código y las que pagan salarios inferiores a los
mínimos. La intención de esta medida es denunciar a las empresas que persisten
en su negativa a ajustarse a las disposiciones en materia de informe y salarios a
los síndicos sindicales sobre fondos de pensión, a quienes se ha pedido que se
opongan a las inversiones en empresas con sede en Inglaterra que no observan el
Código de Conducta. El TUC ha dado información a los sindicatos británicos
para que puedan plantear cuestiones pertinentes con empresas del Reino Unido y
apoyar los esfuerzos de los sindicatos independientes de Sudafrica para lograr el
ser reconocidos por las direcciones de las subsidiarias de empresas europeas.
Representantes del Consejo General se reunieron con representantes del CBI en
noviembre e instaron a esta institución a que alentase a todas las empresas inglesas a que presentasen informe en cumplimiento de lo prescrito por el Código en
lo que respecta a salarios mínimos y dar acceso a los sindicatos que representan a
empleados de raza negra y reconocerlos a fines de negociación una vez que han
llegado a ser representativos. Los representantes del Consejo General hicieron
también referencia a la represión contra los sindicatos de trabajadores de raza
negra en Sudafrica y en el territorio de Ciskei e hicieron hincapié en que el CBI
debería aconsejar a las empresas inglesas que evitasen una identificación con la
represión, y también mostrasen el camino a seguir tratando de negociar acuerdos
en los conflictos laborales que tuviesen en Sudafrica. Los representantes del Consejo General visitaron ulteriormente al Secretario de Asuntos Exteriores y de la
Commonwealth y pidieron que el Gobierno tomase medidas para dar mayor eficacia al Código señalando públicamente las empresas que no se habían ajustado
160
Informe especial sobre el apartheid
a sus prescripciones. El Consejo General ha renovado su petición de que la
CIOSL establezca contacto con las autoridades de la Comunidad Económica
Europea para examinar detalladamente el Código con miras a su aplicación efectiva.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. La CIOSL
ha hecho varias representaciones ante el Presidente del Consejo de Ministros de
la Comunidad Europea con respecto al Código de Conducta de la CEE, insistiendo en el establecimiento de un mecanismo tripartito de control y sanciones.
Presentaciones sindicales ante las Naciones Unidas
y los organismos especializados
Unión General de Trabajadores Argelinos. Los sindicalistas argelinos que
participan en reuniones de organizaciones internacionales han denunciado y condenado siempre el apartheid. También desempeñan un papel activo en la labor de
los comités especializados en esta esfera.
Organización Central de Sindicatos Finlandeses. Representantes de la Organización Central han participado en la Conferencia antiapartheid auspiciada por
la Organización Internacional del Trabajo, y más recientemente en junio de
1983.
Federación General de Sindicatos del Iraq. Todas las delegaciones iraquíes
ante las Naciones Unidas y los organismos especializados representan la orientación adoptada por el partido socialista Ba'ath árabe así como el movimiento
sindical en su rechazo, condena y combate del apartheid y toda forma de discriminación dondequiera que exista, y por ello esas delegaciones tienen vivo interés
en aplicar el Programa de acción contra el apartheid para lograr su eliminación
total y final.
Federación del Trabajo de Nueva Zelandia. La Federación ha presionado
siempre en favor de la plena ejecución del programa de acción contra el apartheid
en todos los foros internacionales en los que estuvo representada.
Confederación Noruega de Sindicatos. Se pide a los delegados de la Confederación que asisten a conferencias internacionales donde se discute la cuestión del
apartheid que presten un apoyo activo al «programa de acción contra el apartheid». Se da a los observadores de la Confederación en reuniones de las Naciones
Unidas una información adelantada sobre la cuestión del apartheid y se les pide
que sigan el tratamiento de esta cuestión en la Asamblea General. Será de especial interés en 1983 seguir el trabajo de grupos de expertos que están preparando
una conferencia sobre el embargo del petróleo, conferencia que presentará su
informe a la Asamblea General.
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). El representante sindical sueco en la delegación
de las Naciones Unidas tiene instrucciones de actuar de conformidad con las
opiniones descritas en la presente respuesta.
Confederación de Sindicatos de Yugoslavia. En la 69.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, el representante de la Confederación tomó parte
activa en la labor del Comité sobre el Apartheid. Al establecer los programas de
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
161
actividades de las delegaciones yugoslavas en las Naciones Unidas y en los organismos especializados, al preparar documentos para distintas reuniones internacionales sobre la discriminación racial y el apartheid, la Confederación toma parte en las consultas y discusiones en las que se hacen sugerencias relacionadas
particularmente con cuestiones relativas a sindicatos y trabajadores de Sudafrica,
a derechos sindicales y a trabajadores migrantes.
Consejo de Sindicatos Nórdicos. El Consejo adoptó un programa revisado
sobre Sudafrica para ser realizado parcialmente a través de las Naciones Unidas:
que los gobiernos nórdicos sigan trabajando con energía para lograr una decisión
en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a los efectos de finalizar toda
nueva inversión en Sudafrica; que los gobiernos de los países nórdicos en las
Naciones Unidas trabajen con energía en favor de la supervisión efectiva de la
decisión adoptada por el Consejo de Seguridad relativa a un embargo vinculante
de armas contra Sudafrica. Los gobiernos nórdicos deberían obrar en favor del
embargo de modo que éste abarcase todos los productos que pueden utilizarse
para la producción de equipos de guerra, de conformidad con la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad, núm. 418 (4 de noviembre de 1977). Los
gobiernos de los países nórdicos deberían tratar también con asiduidad lograr que
las Naciones Unidas denuncien toda cooperación en materia de defensa entre
Sudafrica y otros Estados; que los gobiernos de los países nórdicos en las Naciones Unidas obren en favor de una decisión del Consejo de Seguridad relativa a un
embargo de materias primas y técnicas que pueden ser utilizadas en la producción de energía nuclear; que los gobiernos de los países nórdicos en las Naciones
Unidas obren en favor de una decisión del Consejo de Seguridad sobre un embargo del petróleo contra Sudafrica; que los gobiernos de los países nórdicos propongan que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decida acerca de un
aislamiento de Sudafrica en los planos económico, cultural y deportivo ; que los
gobiernos de los países nórdicos en las Naciones Unidas inicien medidas para
contrarrestar la influencia económica sudafricana sobre otros Estados africanos;
que los gobiernos de los países nórdicos en las Naciones Unidas inicien la cuestión de modo que países africanos tales como Lesotho, Botswana y Mozambique,
que actualmente proporcionan a Sudafrica mano de obra, puedan proporcionar
empleo a estos trabajadores en otros lugares, deteniendo con ello la exportación
de mano de obra a Sudafrica.
Consejo Central de Sindicatos de la URSS. En razón de su criterio en favor
de los principios, los sindicatos soviéticos desempeñaron una función constructiva en la concepción y adopción del texto actualizado de la Declaración de la OIT
relativa a la política de apartheid en Sudafrica. Los sindicatos soviéticos trabajan
sin reposo por garantizar la aplicación constante y plena de las disposiciones de
esta Declaración por parte de todos los Estados Miembros. La participación de
los representantes de nuestros sindicatos en la labor del mecanismo de control,
por ejemplo en la Comisión del Apartheid de la Conferencia Internacional del
Trabajo, es un aspecto importante de sus actividades.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. El representante permanente de la CIOSL ante las Naciones Unidas en Nueva York señala con regularidad a la atención de las Naciones Unidas la posición de esta Confederación en lo que respecta a Sudafrica y ejerce presión en favor de la aplica-
162
Informe especial sobre el apartheid
ción más plena de las exigencias a las Naciones Unidas contenidas en las resoluciones de la CIOSL. Las violaciones por parte del Gobierno sudafricano de convenios del trabajo internacionalmente reconocidos y la violación de los derechos
humanos y sindicales se señalan con regularidad a la atención de las Naciones
Unidas, de la OIT y otros organismos especializados de las Naciones Unidas. La
CIOSL da también testimonio regular ante el Comité Ad Hoc de Expertos de la
Comisión de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos.
Nuevas medidas de aislamiento
Unión General de Trabajadores Argelinos. La UGTA subscribe todas las iniciativas internacionales adoptadas para aislar al régimen de Pretoria y sigue apoyando a las víctimas del apartheid.
Federación Sindical China. En 1982 un dirigente de la Federación, en sus
declaraciones a un periodista de la agencia de noticias Xinhua News, condenó
con vehemencia al régimen sudafricano por haber enviado tropas a invadir
Lesotho y apeló a los trabajadores y a los pueblos de todo el mundo para que
ejerciesen duras sanciones contra el régimen sudafricano con el fin de lograr que
Sudafrica cese en su conducta agresiva.
Organización Central de Sindicatos Finlandeses. La Organización Central
tiene intención de continuar su estrecha colaboración con todas las fuerzas que
tienen por finalidad acabar con la inhumana política de apartheid en Sudafrica.
Durante 1982-1983, la junta administrativa de la Organización Central se ha visto obligada en varias ocasiones a adoptar una postura negativa con respecto al
apartheid, mientras que dicha política ha asumido formas cada vez más duras y
condenables. Las condenas a muerte arbitrarias pronunciadas por el Gobierno del
apartheid fueron objeto de dos protestas en 1983. Las personas condenadas
habían participado activamente en el movimiento sindical.
Confederación de Sindicatos Alemanes Libres. En mayo de 1983, trabajadores y sindicalistas de la República Democrática Alemana organizaron su «semana
de solidaridad con la lucha antiimperialista de los pueblos de Africa» que se
celebra anualmente. De común acuerdo con las demás organizaciones e instituciones sociales, la FDGB emitió una declaración, adoptada por unanimidad, de
condena de la política de apartheid de los racistas que ocupan el poder en Pretoria. La FDGB organizó una gran manifestación para denunciar el terror, la explotación y la opresión practicada por el régimen de apartheid. El delegado de la
FDGB ante la 69.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo tomó
parte en la Conferencia sobre el apartheid organizada en Ginebra por el Grupo de
los Trabajadores. En sus observaciones el delegado recalcó la posición de principio de la FDGB con respecto al régimen de apartheid y exhortó a que se adoptasen amplias sanciones contra ese régimen.
Federación General de Sindicatos del Iraq. Todas las medidas necesarias
para proseguir una acción por todos los medios posibles contra el apartheid han
sido tomadas sin tardanza y con decisión y seguidas en el Iraq por el Gobierno,
los sindicatos, los establecimientos comerciales, las organizaciones de masas y
sociales, incluidos el boicot y el aislamiento del régimen de Sudafrica, así como el
apoyo general a las actividades antiapartheid.
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
163
Histadrut (Israel). La Asociación Deportiva de la Unión, llamada Hapoel,
ha decidido oficialmente el 29 de noviembre de 1983 cortar todos los vínculos
con Sudafrica.
Confederación Japonesa del Trabajo. En la Convención Nacional de la Confederación en enero de 1983 se adoptó la «resolución sobre el fortalecimiento de
las actividades internacionales», en la que se declaró nuestra determinación a
intensificar nuestras actividades para resolver el problema del apartheid.
Confederación de Trabajadores de México. De conformidad con las recomendaciones contenidas en la declaración relativa a la política de apartheid en
Sudafrica, entendemos que es necesario intensificar la condena y la lucha del
mundo libre contra la opresión del Gobierno sudafricano. En esta lucha tenemos
por meta poner fin a la discriminación racial.
Federación de Sindicatos Holandeses. IJ& FNV toma parte activa en el debate
público y en las manifestaciones antiapartheid organizadas en los Países Bajos.
Federación del Trabajo de Nueva Zelandia. La Federación ha continuado su
estrecha colaboración con las organizaciones que luchan contra el apartheid en
Nueva Zelandia. La Federación emprendió también las actividades antiapartheid
escribiendo al Ministro de Cooperación y Desarrollo de Sudafrica objetando a la
legislación represiva, en este caso la «ley de movimiento ordenado de asentamiento de las personas de raza negra».
Confederación Noruega de Sindicatos. La Confederación trabaja coherentemente para aislar el régimen de apartheid y apoyar las actividades generales antiapartheid.
Congreso Sindical de las Filipinas. El Congreso ha hecho una contribución
simbólica de 500 dólares al Programa de acción de la OIT contra el Apartheid.
Además ha ofrecido la utilización de las instalaciones del Congreso para la formación de sindicalistas de Sudafrica en materia de educación obrera e investigación.
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central de Empleados Asalariados (TCO). En Suecia hay un movimiento independiente muy
activo llamado «los grupos africanos», que está contribuyendo en gran medida a
difundir información para influir en la opinión, organizar campañas y hacer
demandas basadas en la situación racial de Sudafrica. El AIC, Centro Internacional del Movimiento Obrero en Suecia, está haciendo una tarea similar en lo que
respecta a Sudafrica.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). En abril de 1983 el Consejo General
distribuyó a los sindicatos directrices para los síndicos designados por los sindicatos para administrar fondos de pensión, las cuales tienen por objetivo disuadir
las inversiones de fondos de pensión en empresas sudafricanas y alentar a los
administradores de fondos de pensión a asegurarse de que toda inversión de
empresas inglesas con intereses sudafricanos se limita en la medida de lo posible
a empresas que observan totalmente el Código de Conducta de los gobiernos de
la Comunidad Europea. El Consejo General estuvo representado en la Conferencia sindical internacional sobre sanciones y otras medidas contra el apartheid, en
Ginebra, el 11 de junio pasado. El Consejo General aceptó las conclusiones de la
164
Informe especial sobre el apartheid
Conferencia en las que se pedía a los gobiernos, empleadores y sindicatos que
ejerciesen presiones internacionales, entre ellas el embargo del petróleo, contra el
régimen. Ulteriormente se pidió a los sindicatos ingleses interesados que se informasen acerca de la intervención del Reino Unido en el suministro y envío de
petróleo a Sudafrica.
Confederación de Sindicatos de Yugoslavia. El apoyo moral y político y la
asistencia material a los sindicatos y a los pueblos de Africa meridional constituyen una política fundamental de la Confederación que se expresa en todos sus
documentos de programas. En sus actividades internacionales, la Confederación
pone este apoyo y asistencia entre sus prioridades. En conferencias internacionales, los sindicatos yugoslavos reclaman activamente una amplia acción sindical
encaminada a abolir el sistema del apartheid para permitir que la mayoría de raza
negra de Sudafrica realice sus derechos nacionales y humanos.
Consejo Central de Sindicatos de la URSS. Los representantes sindicales de
la Unión Soviética han desempeñado una parte activa en la Conferencia sindical
internacional sobre sanciones y otras medidas contra el régimen de apartheid
celebrada en junio de 1983 en Ginebra. En ese foro abogaron una vez más por la
abolición de cualquier forma de cooperación con Pretoria y la eliminación del
apartheid corno fenómeno político. Exigieron la inclusión en el texto del documento final de disposiciones de condena a los Estados o empresas multinacionales que prestan una asistencia política, económica o militar a Sudafrica.
Consejo de Sindicatos Nórdicos. El Consejo adoptó las resoluciones siguientes : que todos los gobiernos nórdicos realicen y mantengan un alto efectivo a toda
nueva inversión en Sudafrica; que los gobiernos nórdicos, como primer paso para
la liquidación de las relaciones económicas entre los países nórdicos y Sudafrica,
creen un comité de investigación con el fin de hallar otros mercados para las
exportaciones de los países nórdicos a Sudafrica, así como fuentes alternativas de
materias primas actualmente importadas hacia los países nórdicos procedentes
de Sudafrica; que los gobiernos nórdicos contrarresten de todos modos el comercio entre esos países y Sudafrica; que, como primer paso por parte de los gobiernos de los países nórdicos, interrumpan inmediatamente todas las exportaciones
estatales y municipales a Sudafrica y procedentes de este país; que se prohiba a
los buques y aviones sudafricanos la utilización del territorio nórdico; que los
gobiernos de los países nórdicos excluyan del espacio aéreo nórdico y de los
mares de estos países el transporte hacia Sudafrica, tanto en lo que respecta al
flete como a repostar así como otros servicios, con el fin de estar preparados en lo
que respecta a las sanciones internacionales contra Sudafrica; que los gobiernos
asistan de modo adecuado a los trabajadores que podrían verse afectados por un
bloqueo contra Sudafrica; que los gobiernos rechacen todo intercambio deportivo y cultural entre los países nórdicos y Sudafrica si ello está en conflicto con la
resolución antiapartheid de las Naciones Unidas núm. 33/183 A-O (24 de enero
de 1979). Esto debe hacerse mediante un rechazo por parte de los gobiernos a
todo apoyo económico del Estado y de la municipalidad prestado a organizaciones que establecen tales contactos.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. La CIOSL
ha proseguido su política y su campaña general antiapartheid. Actualmente está
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
165
preparando documentación respecto de los bantustanes con el fin de ilustrar el
modo en que constituyen la base del plan de apartheid para convertir la población negra de Sudafrica en extranjeros en su propio país.
Coordinación de la acción de los sindicatos
Unión General de Trabajadores Argelinos. De conformidad con la Conferencia Internacional de Sindicatos contra el Apartheid, celebrada en 1977, la UGTA
ha estado siempre preparada para coordinar sus actividades con otros sindicatos
y favorecer la aplicación de medidas activas contra Pretoria. Los sindicatos argelinos, en reuniones celebradas a todos los niveles, han apoyado siempre las resoluciones y recomendaciones de condena o aislamiento de Sudafrica.
Confederación Sindical del Chad. La Confederación coordina sus acciones
en la lucha contra el apartheid en el seno del Comité de Coordinación de la
CIOSL.
Federación Sindical China. Delegaciones de la Federación han asistido a
conferencias sindicales internacionales de solidaridad con la justa lucha del pueblo de Africa meridional. Delegaciones de la Federación Sindical China participaron en la Conferencia sindical internacional de solidaridad con los trabajadores
y pueblos de Palestina, Sudafrica y Namibia, celebrada en Trípoli en marzo de
1982; la Conferencia de solidaridad con los trabajadores y pueblos de Sudafrica,
Namibia y Palestina (Addis Abeba), abril de 1983, y la Conferencia sindical
internacional sobre sanciones y otras medidas contra el apartheid, Ginebra, 1983.
En estas conferencias de solidaridad, los delegados de la Confederación expusieron solemnemente la postura de principio de los trabajadores y sindicatos chinos
de dar apoyo resuelto a las luchas de los trabajadores y el pueblo de Africa meridional hasta la victoria final.
Federación Danesa de Sindicatos. La LO ha coordinado el máximo posible
de sus acciones contra el apartheid con el Consejo Nórdico de Sindicatos (NFS)
sobre la base del programa de 14 puntos de la ITSS (copia del cual se encuentra
en la OIT).
Federación General de Sindicatos de Egipto. La Federación, que representa a
las organizaciones de trabajadores, participa en el establecimiento del Comité
Africano de la OUA sobre Coordinación y Acción Sindical contra la Discriminación Racial y el Colonialismo. La Federación apoya las decisiones contra la discriminación racial adoptadas en las reuniones en que participa.
Organización Central de Sindicatos Finlandeses. Como miembro del Consejo Sindical Nórdico, la Organización Central se ha comprometido con el programa de acción de 14 puntos contra el apartheid adoptado por el Consejo. También
participó en consultas con los ministros nórdicos celebradas durante las reuniones de Ministros Nórdicos de Relaciones Exteriores, e hizo hincapié en la urgencia de la adopción de medidas antiapartheid. Junto con otras organizaciones centrales nórdicas, la Organización Central ha protestado contra la postura adoptada
por el delegado nórdico en la junta administrativa del Fondo Monetario Internacional, en la que el delegado apoyó un importante crédito para Sudafrica en 1982.
La Organización Central ha colaborado con los movimientos sindicales de los
Estados fronterizos de Sudafrica y Namibia, que está bajo ocupación sudafricana
166
Informe especial sobre el apartheid
en contra de las resoluciones de las Naciones Unidas. El logro más notable de los
proyectos de cooperación para el desarrollo de la Organización Central ha sido la
escuela sindical establecida en el campo de refugiados de Namibia de Kwanza
Sul, en Angola, abierta en agosto de 1983.
Confederación de Empleados, Finlandia. Como miembro de la CIOSL, la
Confederación ha participado durante varios años en prácticamente todas las
medidas a que se hace referencia en los documentos pertinentes de la OIT. La
Confederación de Empleados Asalariados está también representada en el Comité de Coordinación de la CIOSL sobre Sudafrica.
Confederación Alemana de Sindicatos (DGB). Durante años, la Confederación ha estado coordinando sus acciones contra el régimen del apartheid en Sudafrica, de concierto con las federaciones sindicales democráticas de otros países, a
través de la CIOSL en Bruselas. En su calidad de miembro, la Confederación
participa directamente en las acciones y refrenda totalmente las decisiones de la
CIOSL. La Federación está representada además en el Comité de Coordinación
de la CIOSL.
Federación General de Sindicatos del Iraq. Las actividades antiapartheid y
las acciones sindicales contra el apartheid están regular y precisamente coordinadas y ejecutadas, particularmente mediante acuerdos sindicales.
Federación de Sindicatos Holandeses. En el próximo futuro, la FNV y sus
sindicatos afiliados seleccionarán las empresas siguientes para ejercer presión
sobre ellas en razón de su intervención en Sudafrica: Shell, Unilever, Philips,
Verenigde Dura Bedrijven, KLM, Koninklijke Emballage Industrie Van Leer,
Algemene Bank Nederland y AMRO-Bank.
Federación Neozelandesa del Trabajo. La Federación participó en la coordinación de la acción sindical con respecto al apartheid a nivel internacional.
Congreso Sindical de las Filipinas. El Congreso da su apoyo a la CIOSL en
sus acciones contra el apartheid.
Confederación de Sindicatos Suecos (LO) y Organización Central Sueca de
Empleados Asalariados (TCO). La LO y la TCO son miembros del Comité de
Coordinación de la CIOSL sobre Sudafrica y toman parte activa en su trabajo.
Tenemos también buenas relaciones de trabajo con la OATUU, lo que nos da la
oportunidad de discutir también cuestiones relativas al apartheid. En nuestras
reuniones nórdicas y bilaterales con centros sindicales nacionales de otros países
figuran con frecuencia en el orden del día la situación en Sudafrica y las medidas
posibles. Con relación a los sindicatos nórdicos, sigue en vigor el programa de 14
puntos que hemos mencionado anteriormente.
Unión de Trabajadores de Tanzania. Las actividades del sindicato y su actitud con relación al apartheid son similares a las del Gobierno de la República
Unida de Tanzania. Esta Unión no tiene vínculos con Sudafrica y apoya las
acciones internacionales y nacionales contra el apartheid.
Confederación Nacional de Trabajadores de Togo. La Confederación ha designado un comité sindical antiapartheid cuyo deber consiste en recopilar información sobre las viles acciones del régimen de apartheid, formular propuestas de
acción al Ejecutivo, asegurarse de que en Togo no se venden productos Sudafrica-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
167
nos y en general debilitar los intereses sudafricanos en Togo. La venta de naranjas
sudafricanas en Togo ha sido denunciada durante varios años y a este respecto se
obtuvo la cooperación de los intereses comerciales. Todos los sindicatos de Togo
hacen regularmente llamamientos a la conciencia de la comunidad internacional
para eliminar el régimen que avergüenza a la humanidad. Este tema se discute en
seminarios y reuniones sindicales en un esfuerzo por hacer conscientes a los trabajadores del peligro permanente que representa el apartheid y nuestro deseo de
eliminarlo del continente. La Confederación considera que el apartheid será abolido únicamente gracias a una acción firme y coordinada para aislar a ese régimen
a todos los niveles por parte de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores.
La Confederación comparte la creciente preocupación de la comunidad internacional en cuanto al fin de la situación en Sudafrica y reafirma su participación en
una campaña en gran escala en pro de la eliminación del apartheid, en colaboración con todas las organizaciones de todos los países interesados por la justicia y
la paz. Los sindicatos del transporte aéreo y marítimo, así como los sindicatos del
comercio, se mantienen vigilantes en lo que respecta a la entrada de mercancías
sudafricanas en Togo.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). El Consejo General está encargado
de la coordinación de la acción sindical en Inglaterra para ayudar al movimiento
sindical independiente de trabajadores de raza negra en Sudafrica y apoyar la
campaña sindical general para aislar al régimen sudafricano. A nivel internacional, los representantes del TUC toman parte activa en el Comité de Coordinación
de la CIOSL sobre Sudafrica que para el Consejo General es el medio más valioso
de discutir medidas prácticas de asistencia y coordinar la acción sindical en apoyo de los sindicatos independientes que representan al pueblo trabajador de raza
negra de Sudafrica. Los representantes del Consejo General discuten estos problemas con otras centrales sindicales nacionales también en reuniones de la Confederación Sindical Europea y del Consejo Sindical de la Comunidad Británica de
Naciones y en el Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración de la
OIT. El Consejo General estuvo representado en la Conferencia sindical internacional sobre sanciones y otras medidas contra el apartheid, celebrada en Ginebra
en junio de 1983, y uno de sus miembros tomó la palabra ante la Conferencia.
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. El seguimiento de la resolución de 1977 es parte de la campaña en curso de la CIOSL
coordinada por su Comité de Coordinación sobre Sudafrica.
Federación Internacional de Periodistas. Los afiliados de la IFJ, por su parte,
han adoptado frecuentemente declaraciones de condena a los flagrantes ataques
contra la libertad de prensa y han proclamado la libertad de ejercer su profesión
en Sudafrica. (En el Servicio de Igualdad de Derechos de la OIT pueden consultarse ejemplares de las declaraciones arriba citadas.)
Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas.
Las medidas adoptadas por la IMF ya mencionadas en el presente informe son de
máxima importancia, pero no exhaustivas. Se han realizado muchas otras acciones de solidaridad, tales como protestas públicas contra ciertos actos de gobierno,
la asistencia a la administración y a las campañas organizadas por los sindicatos y
el aliento a la colaboración entre afiliados del Comité de Coordinación de la IMF
sobre Sudafrica.
168
Informe especial sobre el apartheid
Unión Internacional de Sindicatos de Policía. En 1980 la Unión adoptó una
resolución que condenaba todas las medidas legales y de otro tipo que alentaban
el racismo, exhortaron a las organizaciones miembros a no apoyar a los policías
que participan en acciones raciales y abogaron en favor de la formación de los
policías en materia de derechos humanos e historia del racismo, y exhortaron
además a todos los policías a resistir a todas las tendencias racistas. La Unión
adoptó los mismos principios con relación a los problemas del racismo y al apartheid en Sudafrica.
Otras informaciones
Confederación Noruega de Sindicatos. La Confederación está manteniendo
su apoyo a las organizaciones de trabajadores en los países del SADCC y observa
con placer los progresos de este año en lo que respecta a la cooperación entre los
sindicatos de la región. La Confederación presta apoyo financiero a esta cooperación regional. Asimismo, la Confederación, en cooperación con la CIOSL, presta
apoyo a programas de información dirigidos a los trabajadores migrantes de
Botswana. El apoyo a los movimientos de liberación de Namibia y Sudafrica es
constante, en parte en forma de donativos del Comité Internacional de Solidaridad del Movimiento Noruego de Trabajadores, y en parte mediante proyectos en
cooperación que realizan la Asociación Popular Noruega de Socorro y los movimientos de liberación. La Confederación se refiere también al informe del año
pasado relativo a las medidas adoptadas por ella en cuanto a la aplicación de la
Declaración relativa a la política de apartheid en Sudafrica, de la OIT.
Congreso de Sindicatos (Reino Unido). El Consejo General del TUC ha
seguido desarrollando y prosiguiendo una gama de actividades de asistencia al
movimiento sindical independiente de trabajadores de raza negra, para ayudarlos
a desgastar el apartheid en el empleo y aislar al régimen sudafricano. La prestación de asistencia a los sindicatos independientes de trabajadores africanos de
raza negra, coordinada con la presión que ejercen los sindicatos ingleses sobre las
empresas de este país que poseen intereses en Sudafrica para forzarlos a reconocer a esos sindicatos y a negociar con los mismos, ha seguido siendo un rasgo
fundamental de criterio del TUC. El Consejo General ha seguido instando al
Gobierno inglés a tomar medidas para disminuir y romper los vínculos económicos y de otro tipo con Sudafrica y apoyar los esfuerzos para aislar internacionalmente al régimen mediante la imposición de sanciones económicas obligatorias
de las Naciones Unidas, mediante una estricta aplicación del embargo de las
Naciones Unidas sobre venta de armas y mediante la negación de asistencia a
Sudafrica por parte de instituciones financieras internacionales tales como el
Fondo Monetario Internacional. El Consejo General ha protestado directamente
contra los actos de represión contra sindicatos de Sudafrica y ha seguido exigiendo la liberación de los presos sindicales y políticos. El Consejo ha coordinado sus
actividades con las de la CIOSL. El Consejo General ha mantenido su firme condena de los actos de represión contra sindicalistas africanos de raza negra de
Sudafrica. El Consejo protestó con energía por la detención y encarcelamiento del
Sr. Thosamile Gqweta, presidente del Sindicato Sudafricano de Trabajadores
Profesionales, y otros dirigentes sindicales. El TUC pidió al Gobierno inglés que
hiciese uso de su influencia para garantizar la liberación de estos presos. El Secre-
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
169
tario General de las Naciones Unidas fue informado en octubre del pleno apoyo
del TUC en favor de la campaña de liberación de Nelson Mandela y otros presos
políticos, muchos de los cuales eran sindicalistas, y el secretario general del TUC
lanzó una petición internacional en favor de su liberación. El Consejo General
continuó prestando todo su apoyo a la CIOSL y a su acción práctica internacional
para alentar a las organizaciones sindicales independientes de Sudafrica y prestarles asistencia, para aislar al régimen de apartheid, para exponer y condenar actos
de represión contra sindicalistas sudafricanos y proporcionar socorro y ayuda
jurídica a las víctimas y a sus familias.
Consejo Central de Sindicatos de la URSS. Fieles al espíritu de la resolución
adoptada por el decimoséptimo Congreso de los sindicatos soviéticos, celebrado
en 1982, que condenó con energía la vergonzosa política de apartheid practicada
por Sudafrica y declaró su apoyo a la lucha del pueblo de Sudafrica y Namibia,
los sindicatos soviéticos seguirán contribuyendo activamente a hacer más eficaces diversas actividades y campañas internacionales y a promover la adopción de
medidas prácticas destinadas a abrogar rápidamente la discriminación racial, el
sistema de apartheid y la explotación colonial. Todo nuevo paso que dé la OIT en
esta dirección tendrá estrecha atención y apoyo.
Federación Mundial de Trabajadores Científicos. Como Federación de organizaciones nacionales de trabajadores científicos, normalmente, no solemos practicar actividades que no tengan una relación directa con la ciencia y sus aplicaciones o con trabajadores científicos. No tenemos organización afiliada en Sudafrica.
La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres envió
adjunto su folleto descriptivo titulado Black Working Women in South Africa
(Trabajadoras de raza negra en Sudafrica), en el que describe la situación de las
mujeres bajo el régimen de apartheid. También envió un ejemplar de su «Programa de acción en apoyo del movimiento sindical independiente de trabajadores de
raza negra en Sudafrica» (impreso también en zulú); un ejemplar de las resoluciones sobre Sudafrica y Namibia adoptadas en su decimotercer Congreso Mundial ; ejemplares de sus publicaciones Free Labour World, African Labour News e
International Trade Union News, junto con algunos carteles de muestra.
Confederación Internacional de Funcionarios (CIF). Esta organización, que
agrupa exclusivamente a personal empleado en el sector público, no ha tenido
nunca relación alguna con Sudafrica, ya sea en el terreno económico, cultural o en
los sectores sindicales.
Federación Internacional de Transportes. El Congreso de la ITF, reunido en
Madrid en 1983, condenó el constante desprecio en Sudafrica de prácticas laborales internacionalmente aceptadas. Esto se expuso no más claramente que en las
actitudes y prácticas de los servicios de transporte sudafricanos (SATS), el
empleador estatal de la mayoría de los trabajadores de los transportes sudafricanos, que sigue negando a sus trabajadores la libertad de estar representados por
sindicatos democráticos que hayan escogido. La ITS seguirá apoyando a esos
trabajadores en sus reclamaciones de tales derechos fundamentales. No puede
haber auténticos derechos sindicales en un clima de represión política. Por consiguiente, la ITF condenó la constante aplicación y perfeccionamiento del sistema
del apartheid, como demuestran las más recientes enmiendas a la Constitución de
170
Informe especial sobre el apartheid
Sudafrica. La ITF seguirá apoyando la lucha de los trabajadores de Sudafrica en
favor de la aplicación de la regla de la mayoría en un país sin divisiones y no
racial. La ITF condenó la ocupación ilegal de Namibia por parte de Sudafrica,
que imposibilita la organización abierta y eficaz de los trabajadores de transportes o de los trabajadores en general. Por último, la ITF condenó la utilización por
el Gobierno sudafricano de su poder militar y económico, y en particular su
dominación del sistema de transportes de la región, para socavar y violar la independencia de Estados vecinos, aumentando de este modo enormemente sus problemas políticos, sociales y económicos.
EXTRACTO DEL INFORME DEL COMITÉ SOBRE DISCRIMINACIÓN
DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
Las informaciones precedentes fueron sometidas al Comité sobre Discriminación durante la 225. a reunión del Consejo de Administración (febrero-marzo
de 1984). Más adelante se reproduce un extracto del informe de este Comité.
El Comité sobre Discriminación se reunió el 21 de febrero de 1984 bajo la
presidencia del Sr. Niels Ole Andersen. El Sr. S. Chamber asumió la función de
Vicepresidente empleador, y la Sra. S. G. E. Carr la de Vicepresidenta trabajadora.
Al presentar la información sobre las medidas tomadas contra el apartheid,
la Oficina formuló las observaciones siguientes (que se han complementado a la
luz de otras observaciones formuladas durante la discusión en el seno del Comité
sobre Discriminación):
Las respuestas, sin excepción, condenan y rechazan el apartheid como sistema. Debería acabarse con el apartheid, pero existen diferencias de opinión en cuanto a cómo lograr
este fin. En algunas de las respuestas se proponen sanciones obligatorias completas y retiro
de inversiones, mientras que en otras se aconseja inducir cambios mediante programas
educativos.
La mayoría de los gobiernos siguen recalcando no sólo el apoyo que brindan al programa de acción de las Naciones Unidas contra el apartheid, sino también el papel que
desempeñan dentro del programa, y varios se refieren a la aplicación de las resoluciones de
las Naciones Unidas en sus respectivos países.
Muchos de los gobiernos no mantienen relaciones con Sudafrica, pero algunos opinan
que mediante el mantenimiento de relaciones se pueden inducir cambios. Varios gobiernos
consideran que un boicot de vínculos deportivos constituye un arma eficaz. Varias respuestas mencionan el apoyo a los Estados de Primera Línea y vecinos. De las respuestas se
desprende un apoyo considerable a los movimientos de liberación, y los gobiernos no señalan ningún impedimento para la participación sindical en acciones de solidaridad.
En sus respuestas, los empleadores manifiestan su adhesión al principio de la igualdad. Las empresas que desempeñan actividades en Sudafrica son incitadas a eliminar progresivamente el apartheid. Varias respuestas aprueban los códigos de conducta para empresas que tienen intereses en Sudafrica.
Las respuestas de las organizaciones de trabajadores señalan que en varias oportunidades los sindicatos han hecho presión sobre sus gobiernos con respecto a diversas cuestiones, y asimismo sobre las empresas en cuanto concierne a asuntos sindicales y afines en
Sudafrica. En numerosas respuestas se describen las diferentes formas de acción solidaria
dentro de las organizaciones de trabajadores, nacionales e internacionales, en apoyo de los
trabajadores sudafricanos. Se ofrecen abundantes pruebas de apoyo moral y material a los
sindicatos internos sudafricanos. Se hace escasa mención de medidas respecto a la migración hacia Sudafrica, y pocas son las respuestas que se refieren a la inversión de fondos en
organizaciones que tienen intereses en Sudafrica. Aquellas organizaciones de trabajadores
que comentan los códigos de conducta demuestran poca confianza en ellos a raíz de lo que
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
171
consideran como una ausencia de disposiciones efectivas en materia de vigilancia, información y observancia. En su mayoría, las organizaciones de trabajadores dan cuenta de una
actividad generalizada en apoyo de los movimientos de liberación y de las medidas tendientes a un aislamiento de Sudafrica. Esto involucra a menudo diferentes formas de coordinación entre las actividades sindicales contra el apartheid.
Al dirigirse oportunamente a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de
trabajadores, la Oficina señaló a su atención las conclusiones del informe de la Comisión
del Apartheid, y en particular aquellos párrafos que atañían a cada grupo. La Oficina, por su
parte, no se encuentra en condiciones de compilar estas listas, pero sobre la base de informaciones extraídas de las respuestas ha sido posible identificar a los gobiernos que imponen sanciones oficiales o extraoficiales contra Sudafrica, a saber: Bahamas (abstención de
relaciones comerciales), Bangladesh (abstención de inversiones y de vínculos económicos y
comerciales), Brasil (abstención de inversiones de capital por parte de empresas privadas o
públicas), Canadá (embargo de armamentos, abstención de toda promoción activa de relaciones comerciales, de intercambio o de inversión, retiro de facilidades para asegurar inversiones y de tarifas preferenciales), Checoslovaquia (abstención de inversiones), Chipre
(embargo de armamentos), Egipto (abstención de relaciones económicas o comerciales),
Filipinas (denegación de facilidades para empresas sudafricanas y de facilidades de escala y
tránsito para aviones y buques sudafricanos, boicot parcial de bienes y abstención de
exportar bienes estratégicos), Hungría (abstención de inversiones), India (abstención de
relaciones comerciales o de otra índole), Indonesia (embargo de petróleo), República Islámica del Irán (abstención de ventas de petróleo), Japón (abstención de cooperación económica en cuanto se refiere a subsidios y asistencia técnica, abstención de acuerdos comerciales y de inversiones directas, embargo de armamentos), Malasia (prohibición de importaciones y de exportaciones), México (suspensión de relaciones económicas, financieras y
comerciales), Noruega (retiro de garantías para exportaciones, abstención de la promoción
de exportaciones y de ventas de petróleo), Nueva Zelandia (abstención de vínculos aeronáuticos comerciales y de exportaciones de petróleo), Pakistán (boicot comercial, denegación de facilidades de escala y tránsito para aviones y buques sudafricanos, abstención de
ventas de armamentos), Panamá (abstención de inversiones), República Democrática Alemana (abstención de relaciones comerciales o económicas), Singapur (prohibición de
importaciones), Sri Lanka (abstención de inversiones), Suecia (prohibición de nuevas
inversiones, ausencia de garantías de crédito para la exportación, abstención de importaciones de carbón y uranio), Tailandia (embargo comercial), Túnez (denegación de derechos de aterrizaje y de sobrevuelo para aviones sudafricanos, ausencia de tarifas preferenciales) y URSS (abstención del suministro y prohibición de la reexportación de petróleo).
Los gobiernos que comunican la suspensión de visados y la disuasión de mantener
relaciones deportivas y culturales con Sudafrica son los siguientes: Angola, Bahamas, Bangladesh, RSS de Bielorrusia, Birmania, Bulgaria, Burundi, Camerún, Canadá, República
Centroafricana, Colombia, Cuba, Checoslovaquia, China, República Dominicana, España,
Filipinas, Guyana, Hungría, India, Irán, Japón, Malasia, Marruecos, México, Nueva Zelandia, Pakistán, Panamá, Papua Nueva Guinea, República Democrática Alemana, Rumania,
Singapur, Sri Lanka, Suecia, Tailandia, República Unida de Tanzania, Túnez, RSS de
Ucrania y Yugoslavia.
Los gobiernos que en sus comunicaciones declaran que desalientan las inversiones en
Sudafrica son los siguientes : Bangladesh, Brasil, Canadá, Colombia, Checoslovaquia, Hungría, Japón, México, Panamá, Singapur, Sri Lanka y Suecia.
Información sobre las medidas tomadas contra el apartheid
El Comité examinó un documento [véase al principio de este capítulo] en el que figura
un análisis de las informaciones suministradas por los gobiernos y por las organizaciones
de empleadores y de trabajadores sobre las medidas tomadas contra el apartheid, en aplicación del párrafo 5, a), de la Declaración actualizada referente a la política de apartheid en
Sudafrica.
Al presentar el tema, el representante del Director General indicó que se habían recibido 19 nuevas respuestas procedentes de los Gobiernos de Antigua y Barbuda, Botswana,
Chad, Etiopía, Irlanda, Mongolia, Nepal, Niger, Nigeria, Perú, Rwanda, Togo y Zimbabwe,
172
Informe especial sobre el apartheid
de las organizaciones de trabajadores de Bangladesh, Brasil, Checoslovaquia y Guinea, y de
la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y Afines y de la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Metalurgia. De tal manera, se ha recibido un
total de 78 respuestas de los gobiernos, 43 de las organizaciones de empleadores y 69 de las
organizaciones de trabajadores. El representante del Director General se refirió también a
la respuesta recibida de la Confederación de Sindicatos Alemanes Libres, en la que figuraba
una referencia a préstamos concedidos a Sudafrica por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y se solicitaba que el Consejo de Administración prestase atención a este problema.
La Vicepresidenta trabajadora se mostró satisfecha con la presentación de las informaciones, que contenían muchísimos datos sobre las medidas tomadas contra el apartheid.
También se mostró satisfecha por el número de respuestas recibidas, que era mayor que en
años anteriores. El Grupo de los Trabajadores había analizado las respuestas y comprobado
que se había registrado una considerable mejora en todos los grupos y regiones, en particular en los países en desarrollo. Las informaciones indicaban que un número mayor de
gobiernos habían suministrado informaciones sobre sanciones formales o informales contra Sudafrica, pero en opinión del Grupo de los Trabajadores esas sanciones, y en especial
el embargo sobre el petróleo, serían más eficaces si se las convirtiera en obligatorias por
conducto de las Naciones Unidas. Observó que una vez más los Estados miembros de la
Comunidad Europea habían presentado una respuesta conjunta. Si bien era un poco más
detallada que la de años anteriores, la respuesta seguía siendo inadecuada, y sólo Dinamarca y los Países Bajos habían presentado respuestas individuales complementarias. Se preguntaba por qué algunos Estados Miembros podían responder en forma separada y otros
no. Era muy importante poder disponer de informaciones sobre los vínculos estrechos que
existían entre los Estados europeos y Sudafrica. Observó que en algunas respuestas se repetía la información proporcionada anteriormente, mientras que en otras se parecía suponer
que las políticas y medidas ya eran conocidas y no se hacía referencia a las mismas. Sugirió
que se incluyan informaciones que permitirían comparar anualmente los datos enviados y
las medidas tomadas. Refiriéndose a la situación prevaleciente en Sudafrica, manifestó que
las autoridades de ese país habían continuado llevando a cabo su campaña contra los nuevos sindicatos y puso de relieve la represión de la actividad sindical en el Ciskei y otros
bantustanes, cuya responsabilidad incumbía a las autoridades de Sudafrica. La nueva legislación presentada al Parlamento de Sudafrica reforzaría el control del Gobierno sobre los
nuevos sindicatos negros independientes. El Grupo de los Trabajadores consideraba que
el desarrollo y el fortalecimiento del movimiento sindical negro independiente constituían
los medios más eficaces para que la mayoría negra oprimida pueda obtener libertad y justicia.
El Vicepresidente empleador también expresó su conformidad con la labor realizada
por la Oficina y se mostró satisfecho por el aumento de la cantidad de las respuestas. La
información disponible posibilitaría una discusión detallada en el seno de la Comisión del
Apartheid de la Conferencia. Esperaba que el número de respuestas seguiría aumentando,
pero observó que el método de información anual presentaba dificultades en lo que se
refería al suministro de datos nuevos. Por otra parte, algunos no contestaban porque no
mantenían relaciones con Sudafrica y no tenían nada que decir. Estos eran aspectos que la
Comisión de la Conferencia tenía que tomar en cuenta. Un miembro empleador también
expresó su satisfacción por las respuestas a la investigación y por el documento de la Oficina. Numerosos gobiernos africanos habían respondido después de haber consultado a sus
organizaciones de empleadores y de trabajadores. Consideraba que la Vicepresidenta del
Grupo de los Trabajadores también había expresado la preocupación de los empleadores.
Era importante continuar presionando a Sudafrica ; fueron las presiones internacionales las
que obligaron a Sudafrica a entablar consultas con Angola y Mozambique, ya que Sudafrica
tuvo que tomar en cuenta las amenazas internacionales. Era evidente que había mejorado
el suministro de informaciones sobre las medidas contra el apartheid, pero todavía podían
introducirse muchas mejoras más; por ejemplo, algunos miembros consideraban que no
necesitaban responder a las averiguaciones porque era muy sabido que no mantenían relaciones con Sudafrica. La Oficina debe continuar sus tareas, ya que es de fundamental
importancia acabar con el régimen del apartheid.
El representante gubernamental de la República Democrática Alemana consideraba
Informaciones sobre medidas contra el apartheid
173
que el documento era muy informativo e ilustraba la gran responsabilidad y el deber de los
miembros en la lucha contra el apartheid. Este último continuaba haciendo caso omiso de
la Carta de las Naciones Unidas, la Constitución de la OIT y la Declaración de Filadelfia;
las protestas internacionales no habían contenido los ataques inhumanos contra la vida y la
propiedad de las personas en Africa del Sur, tal como lo había demostrado la guerra no
declarada contra los Estados vecinos. La República Democrática Alemana continuaba apoyando a los movimientos de liberación nacional y además se hallaba discutiendo la posibilidad de apoyar los proyectos de la OIT contra el apartheid. El documento demostraba que
se habían tomado enérgicas medidas contra el apartheid, pero también indicaba que dentro
de la Organización existían fuerzas importantes que apoyaban al apartheid financiera y
militarmente y también en el terreno nuclear; al hacerlo pasaban por algo las decisiones de
las Naciones Unidas y de la OIT. La Organización debería centrar su atención en este
sector; no deberían examinarse los códigos de conducta, ya que los mismos sólo sirven
para estabilizar el apartheid. Además, el Segundo Decenio contra el Racismo ofrecía a la
Oficina una ocasión para presentar un programa de acción para que lo examinase el Consejo de Administración. Si bien el documento constituía un paso importante en pos de la
consecución de los objetivos de las conclusiones de la última reunión de la Conferencia, se
preguntaba si daba cumplimiento a todas las recomendaciones. Era necesario contar con un
informe analítico detallado sobre el cumplimiento de la Declaración, en el cual deberían
figurar listas de las compañías que apoyan al apartheid y referencias a las resoluciones de
las Naciones Unidas.
El representante gubernamental de la India consideraba que los párrafos 10, 11 y 12
del documento de presentación creaban cierta confusión ; se mencionaba a la India en unos
pasajes pero no en otros. La India no mantenía relaciones con Sudafrica. Sería más claro
disponer de una lista de países con sus encabezamientos respectivos. Deberían coordinarse
las informaciones con el Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid y con
la Segunda Conferencia Mundial sobre el Racismo y la Discriminación Racial, y los resultados de esa coordinación deberían tener cabida en el informe especial. Debería revisarse el
cuestionario de la Oficina para que ilustre los vínculos que existen con el régimen de apartheid. Se refirió a la asistencia que prestaba el Gobierno de la India a los Estados de Primera
Línea y a los movimientos de liberación nacional, y en particular a la promesa de contribuir con 100 000 dólares a los proyectos de la OIT durante cuatro años.
El representante gubernamental de Etiopía aprobaba el documento y estaba satisfecho
del número cada vez mayor de respuestas, pero consideraba que el cuadro presentado estaba lejos de ser satisfactorio; no había motivo de regocijo, porque el porcentaje de las respuestas continuaba siendo bajo. La Oficina debería revisar su cuestionario para que las
respuestas puedan ser más específicas.
El representante gubernamental de China consideraba que el documento presentado
era excelente, y reiteraba el apoyo de su Gobierno al pueblo de Sudafrica. China siempre
había condenado la política de apartheid, exigido sanciones obligatorias en virtud del capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas y apoyado las medidas de la OIT. Su Gobierno
también respaldaba la celebración de una conferencia tripartita sobre el apartheid en
Africa.
El representante gubernamental de la URSS apoyó los puntos de vista expresados por
el representante de la República Democrática Alemana. Destacó la total oposición de su
país al apartheid, su vigorosa condena de la política agresiva del régimen racista y su apoyo
activo a todas las medidas efectivas contra el apartheid. Lamentablemente, algunos elementos de la OIT no acataban las decisiones de las Naciones Unidas y de la OIT, y en la
práctica incluso actuaban en contra de las mismas. Para que las actividades contra el apartheid sean más eficaces, la OIT debería, en su opinión, sin dejar de lado su estructura tripartita, dedicar más atención a la eliminación de los obstáculos que se oponen al pleno cumplimiento de la Declaración actualizada^^
El representante gubernamental de Egipto consideraba que el documento contenía un
gran acervo de informaciones, pero que era importante mejorar la presentación con el
objeto de evitar confusiones. Por ejemplo, no se había incluido a su Gobierno en la lista de
los que no mantenían relaciones con Sudafrica.
El representante del Director General, respondiendo al representante gubernamental
de la República Democrática Alemana, confirmó que la Oficina había tomado las medidas
174
Informe especial sobre el apartheid
necesarias para realizar actividades en relación con el Segundo Decenio de Acción para
combatir el racismo y la discriminación racial. Confirmó la oferta del Gobierno de la India
de financiar becas para candidatos de los movimientos de liberación nacional y añadió que
ya han comenzado a tomarse medidas al respecto. La Oficina tomará nota de todas las
sugerencias formuladas con respecto a la presentación de informaciones sobre medidas
contra el apartheid que se suministren en respuesta a su investigación.
CAPITULO III
ACCIÓN INTERNACIONAL CONTRA EL «APARTHEID»
ACCIÓN DE LA OIT
La OIT siguió desarrollando sus actividades contra el apartheid en 1983, de
acuerdo con el mandato que le confiere la Declaración puesta al día que se adoptó
en 1981 y las conclusiones a que llegó la Comisión del Apartheid de la Conferencia en junio de 1983. Estas actividades se centraron principalmente en cuatro
esferas de acción : la vigilancia de las medidas adoptadas contra el apartheid o su
no adopción por los Miembros constituyentes de la OIT ; la investigación y difusión de información sobre los acontecimientos recientes relativos al apartheid en
Sudafrica; las actividades emprendidas en defensa de los derechos humanos y la
aplicación de las normas internacionales del trabajo en Sudafrica; y la expansión
continuada del programa de cooperación técnica en Africa del Sur.
Con arreglo al apartado a) del párrafo 5 de la Declaración puesta al día, el
Comité sobre Discriminación, en la 22.a reunión (febrero-marzo de 1983) del
Consejo de Administración, analizó la información facilitada por los gobiernos,
así como por las organizaciones de empleadores y de trabajadores, sobre las
medidas adoptadas contra el apartheid. El número de respuestas al cuestionario
de la OIT disminuyó desde 1982 (108 en total en 1983 en comparación con 146
en 1982), en parte como consecuencia del acortamiento del plazo para presentar
informaciones desde 1982, puesto que el examen de las mismas por el Comité se
fijó para la reunión de febrero-marzo del Consejo de Administración en lugar de
su reunión de mayo-junio. Sin embargo, el cuestionario fue más detallado en
1983 con arreglo a las recomendaciones de la Comisión del Apartheid de la Conferencia de 1982, en las que se pide un método más detallado y completo de
información. Por esta razón, el Comité sobre Discriminación examinó información sobre las políticas, la legislación y las medidas adoptadas o su no adopción
en esferas como las relaciones diplomáticas, políticas, culturales y económicas
con Sudafrica, incluidos las inversiones, la desinversión y el comercio ; la emigración y el turismo; los bantustanes; el apoyo prestado a los Estados de Primera
Línea y los Estados vecinos, los movimientos de liberación nacional y los sindicatos independientes de trabajadores negros en Sudafrica; la actitud de los
gobiernos respecto de las medidas de solidaridad adoptadas por los sindicatos;
los códigos de conducta, las sanciones y otras medidas adoptadas para aislar el
apartheid; las medidas colectivas dentro del marco de las Naciones Unidas; las
presiones de los sindicatos sobre los gobiernos y los empleadores para que tomen
medidas contra el apartheid; las medidas de solidaridad y la coordinación del
esfuerzo por las organizaciones de trabajadores; y las campañas de información
contra el apartheid. A pesar del menor número de respuestas, los miembros de la
Comisión expresaron su satisfacción por la forma en que se había mejorado la
176
Informe especial sobre el apartheid
presentación de la información y propusieron recomendaciones para reproducir
mejoras adicionales en el próximo informe.
De conformidad con su mandato, la Comisión del Apartheid de la 69.a reunión (junio de 1983) de la Conferencia Internacional del Trabajo examinó el
informe anual especial del Director General concerniente a la aplicación de la
Declaración referente a la política de apartheid (OIT, Actas, 69.a reunión, Conferencia Internacional del Trabajo, 1983, Ginebra, pág. 19/1). Como en años anteriores, el informe especial analizó los acontecimientos recientes en la esfera laboral y social en Sudafrica y la acción internacional contra el apartheid. Además,
contenía para aquel año la información facilitada por los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre las medidas adoptadas contra el
apartheid, así como un extracto del informe del Comité del Consejo de Administración sobre Discriminación. Por otra parte, la Comisión examinó la información adicional que se recibió de los Miembros constituyentes de la OIT recibida
después de la publicación del informe especial. Tras una extensa discusión celebrada en seis sesiones, la Comisión adoptó conclusiones, con las reservas formuladas por algunos miembros gubernamentales y miembros empleadores, que se
sometieron a la Conferencia. Estas conclusiones contenían las recomendaciones
siguientes : que todos los Miembros constituyentes de la OIT interrumpan su trato con los bancos que facilitan préstamos a Sudafrica y que la OIT pida a estos
bancos que observen los principios de la Declaración contra el apartheid; que se
facilite información detallada sobre una serie de temas relacionados con cuestiones laborales en Sudafrica; que los empleadores hagan un esfuerzo especial para
contratar, formar y promover a trabajadores negros y que dirijan a las autoridades sudafricanas protestas relativas al sistema de control de admisión; que los
sindicatos emprendan campañas encaminadas a desalentar la emigración y las
inversiones de las empresas en Sudafrica, así como a promover la plena participación a todos los niveles sindicales en los esfuerzos internacionales por aplicar la
Declaración; que la OIT refuerce sus programas de ayuda en beneficio de los
movimientos de liberación reconocidos por la OUA y de los Estados de Primera
Línea; y que la OIT convoque en Africa, preferiblemente en un Estado de Primera Línea, una conferencia tripartita sobre el apartheid.
El informe y las conclusiones de la Comisión fueron adoptados por la Conferencia con las reservas antes mencionadas (OIT, Actas, 69.a reunión, Conferencia Internacional del Trabajo, 1983, Ginebra, pág. 28/1).
Con miras a la preparación del informe especial correspondiente a 1984, el
Comité sobre Discriminación examinó y aprobó las medidas adoptadas para
aplicar estas recomendaciones en la 224.a reunión (noviembre de 1983) del Consejo de Administración, incluido el hecho de que un memorándum detallado
basado en las conclusiones de la Comisión de la Conferencia había sido enviado a
los Miembros constituyentes de la OIT, así como la información solicitada de
diferentes fuentes mencionadas en el párrafo 6 de estas conclusiones. Además, el
Comité tomó nota de que actividades de seguimiento revestirían la forma de un
recordatorio enviado a aquellos Estados Miembros que no hubieran respondido
al cuestionario de la Oficina.
La Sexta Conferencia Regional Africana de la OIT (Túnez, 4-12 de octubre
de 1983) adoptó una resolución relativa a la acción contra el apartheid. Esta
resolución invita a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de tra-
Acción internacional contra el apartheid
177
bajadores a tomar todas las medidas enumeradas en el Programa de Acción que
figura en anexo a la Declaración de 1981 y a cooperar eficazmente con el mecanismo tripartito de la OIT para seguir las medidas adoptadas contra el apartheid
y para dar plenamente efecto a las conclusiones a que llega cada año la Comisión
del Apartheid de la Conferencia. La resolución también invita al Consejo de
Administración a fortalecer los programas de cooperación técnica en Africa del
Sur y a pedir al Secretario General de las Naciones Unidas que exija del Gobierno
de Sudafrica que ponga término a sus actos de agresión contra los países vecinos.
Como se indica en el informe especial correspondiente a 1983, la Conferencia sindical internacional sobre sanciones y otras medidas contra el régimen de
apartheid de Sudafrica se celebró en Ginebra los días 10 y 11 de junio de 1983.
Esta Conferencia fue organizada conjuntamente por el Grupo de los Trabajadores
del Consejo de Administración de la OIT y el Comité Especial de las Naciones
Unidas contra el Apartheid, en colaboración con el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, la Organización de la Unidad Africa (OUA) y la Organización
para la Unidad Sindical Africana (OATUU). El cometido de esta Conferencia era
promover la adopción de sanciones contra el régimen de apartheid, promover la
solidaridad con el movimiento sindical independiente negro en Sudafrica y la
prestación de asistencia al mismo, y promover una acción internacional eficaz
con miras a la eliminación del apartheid. Esta fue la tercera Conferencia de esta
índole organizada con la asistencia de la OIT, habiéndose celebrado las otras dos
en 1973 y 1977. La Conferencia adoptó por unanimidad una Declaración en la
que se recomendaron una serie de medidas que los gobiernos y las organizaciones
de empleadores y de trabajadores tendrían que adoptar, incluidas medidas dentro
del marco de las Naciones Unidas y de la Declaración de la OIT referente a la
política de apartheid (OIT, Actas, 69.a reunión, Conferencia Internacional del
Trabajo, 1983, Ginebra, pág. 26/1).
En 1983 la OIT participó en otras conferencias internacionales relativas al
apartheid y en algunos casos prestó apoyo logistico. En abril de 1983, representantes de la OIT asistieron a la Conferencia Internacional en apoyo a la Lucha del
Pueblo Namibiano por la Independencia, celebrada en la UNESCO en París. En
julio de 1983, la OIT acogió la Conferencia Internacional de las ONG de Acción
en contra del Apartheid y el Racismo, que adoptó una Declaración sobre medios
de acción para intensificar la lucha contra el apartheid, con miras a la preparación
de la segunda Conferencia mundial sobre la acción contra el racismo y la discriminación racial. Del 1.° al 12 de agosto de 1983, una delegación de alto nivel de la
OIT participó en la segunda Conferencia Mundial para Combatir el Racismo y la
Discriminación Racial, que comprendía un punto específico sobre el apartheid en
su orden del día. Durante la Conferencia, los representantes de la OIT recordaron
la adhesión de largos años de la OIT a la lucha contra el racismo y el apartheid y
su acción en esta esfera, con especial referencia a las medidas adoptadas para
aplicar la Declaración de 1981.
En cumplimiento del párrafo 6, a), ix), de la parte dispositiva de la Declaración de 1981, la OIT continuó actualizando y desarrollando en 1983 sus actividades de investigación y de difusión de información sobre el apartheid. Varios
artículos especializados sobre temas como la expansión de los trabajadores
negros y sus luchas bajo el régimen de apartheid, la situación en los bantustanes y
la asistencia técnica de la OIT en Africa meridional aparecieron en publicaciones
178
Informe especial sobre el apartheid
de la OIT. Además, con asistencia financiera del Centro contra el Apartheid, la
OIT publicó y actualizó la versión del folleto titulado La OIT y el apartheid bajo
el título de Apartheid and Labour, en el que se analiza específicamente lo que
significa el apartheid para los trabajadores sudafricanos y lo que la OIT propone
para eliminarlo en la esfera social y laboral. Millares de ejemplares de Apartheid
and Labour se han distribuido a los gobiernos interesados, así como a las organizaciones de trabajadores y empleadores, incluidas las que representan a los trabajadores negros en Sudafrica, y las organizaciones no gubernamentales. Otra contribución de la OIT en 1983 fue la publicación del documento de trabajo titulado
«Restrictions on Freedom of Association and Collective Bargaining in South
Africa», en el que se analizan los obstáculos creados por la legislación y la práctica en Sudafrica para el ejercicio efectivo de los derechos sindicales. Con el fin de
atender las peticiones de los sindicatos independientes de trabajadores negros en
Sudafrica, la OIT también les distribuyó varias publicaciones sobre cuestiones
laborales y sociales.
El programa de cooperación técnica de la OIT en la región de Africa meridional continuó desarrollándose en 1983. Representantes del Director General
efectuaron misiones especiales para examinar cuestiones relativas a la cooperación financiera y técnica con los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y
de empleadores de los siguientes países : Australia, Canadá, Italia, Malasia, República Democrática Alemana y Singapur. También se mantuvieron contactos
periódicos con otros países donantes. Como resultado de ello, se recibieron compromisos de financiación preliminar o final de cuatro proyectos adicionales en
1983, que representaron un aumento de 1,46 millones de dólares en comparación
con los compromisos anteriores. En consecuencia, los compromisos totales de
gastos de los países donantes en el período 1981-1983 ascienden a más de 2,9
millones de dólares. Estos proyectos comprenden los componentes siguientes : la
prestación de asistencia para establecer un centro experimental de formación profesional para el ANC en Tanzania; la formación de personal de readaptación
profesional para personas inválidas víctimas de las guerras de liberación, refugiados y trabajadores migrantes; la prestación de asistencia en la esfera de la educación obrera para los trabajadores negros de Sudafrica y Namibia; y la prestación
de asistencia a los trabajadores migrantes de Africa meridional. Uno de los proyectos se ha completado y otros cuatro son operacionales desde principios de
1983. Los gobiernos que han aceptado hasta ahora financiar uno o más proyectos
son el Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Italia (provisionalmente), Noruega y Suecia. También se ha recibido ayuda del Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) por conducto del Fondo de las Naciones Unidas para
Namibia, que aprobó la prolongación de un proyecto principal de la OIT como
organismo de ejecución relativo a la formación de funcionarios de la administración del trabajo en una Namibia independiente. La OIT continúa elaborando
nuevos proyectos y revisando las propuestas formuladas en relación con los cambios en las necesidades de los movimientos de liberación de Africa meridional,
los Estados de Primera Línea y vecinos y las organizaciones de trabajadores. Se
mantienen consultas estrechas por conducto de las oficinas de la OIT en la región,
incluidos los expertos asociados encargados de asegurar el enlace con los movimientos de liberación nacional, la OUA y las organizaciones de las Naciones
Unidas.
Acción internacional contra el apartheid
179
Se han destinado recursos adicionales al Programa de la OIT contra el apartheid en forma de contribuciones voluntarias de los Estados Miembros y de las
organizaciones de trabajadores y de empleadores, en cumplimiento de una decisión adoptada por el Consejo de Administración en su 220.a reunión (mayo-junio
de 1982). Hasta la fecha, se han recibido contribuciones de los Gobiernos de
Pakistán y Camerún, de la Confederación de Empleadores de Filipinas y de la
Federación Panchipriota del Trabajo y la Confederación de Trabajadores Chipriotas. Otros gobiernos han indicado que examinan esta cuestión. Además, el
Gobierno de la India ha liberado una cantidad de 100 000 dólares para sufragar
en un período de cuatro años los gastos de formación de miembros de los movimientos de liberación nacional en institutos indios, en esferas de actividad como
la seguridad y la higiene del trabajo, la formación profesional y las cooperativas.
Se han entablado negociaciones con otros gobiernos para conseguir contribuciones análogas en forma de oferta de puestos de formación.
Como se indica en el informe especial correspondiente a 1983, los recursos
del presupuesto ordinario destinados a la prestación de asistencia a los países de
Africa meridional aumentaron en el bienio 1982-1983. En 1983, la prestación de
asistencia a proyectos y el ofrecimiento de becas basado en los criterios establecidos por el Consejo de Administración abarcaron las siguientes esferas de competencia de la OIT: formación profesional; readaptación profesional; asistencia a
las mujeres refugiadas; legislación del trabajo sin discriminación; normas internacionales del trabajo; asistencia a la educación obrera; igualdad de oportunidades y de trato; elaboración y evaluación de proyectos; y desarrollo de programas
de estudios. En 1983 la OIT también organizó y financió, en colaboración con la
Organización para la Unidad Sindical Africana (OATUU), un seminario para
dirigentes sindicales de la Conferencia de Coordinación del Desarrollo en Africa
Austral (SADCC) y los Estados de Primera Línea.
En la 224.a reunión (noviembre de 1983) del Consejo de Administración, el
Comité sobre Discriminación examinó y aprobó las medidas adoptadas por la
OIT para prestar asistencia técnica adicional a la región sudafricana en 1983, pero
instó a que se hicieran nuevos esfuerzos habida cuenta de la importancia de las
necesidades.
En lo que se refiere a la libertad sindical, la OIT transmitió en 1983 al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, de conformidad con el procedimiento establecido, las quejas formuladas anteriormente por la CIOSL y la FMS
contra el Gobierno de Sudafrica. La CIOSL notificó ulteriormente al ECOSOC
que retiraba su queja y la FSM informó a la OIT que no deseaba que la organización estableciera una comisión de investigación para estudiar su queja. Por consiguiente, la cuestión volvió a someterse al ECOSOC para determinar si la OIT
ha de continuar su investigación.
En lo que atañe a las normas internacionales del trabajo, el Gobierno de
Sudafrica presentó memorias en 1983 sobre dos convenios, de conformidad con
las obligaciones que establece la Constitución de la OIT. Como en 1982, estas
memorias serán examinadas por la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones en su reunión de marzo de 1984, y los resultados de
este estudio se incluirán en el informe especial para 1985.
En ocasiones anteriores, la OIT también intervino ante las autoridades de
Sudafrica en defensa de los derechos humanos básicos y de la paz en Sudafrica.
180
Informe especial sobre el apartheid
Por ejemplo, en junio de 1983, en nombre de la Mesa de la Conferencia Internacional del Trabajo, el Presidente de la Conferencia, Ministro de Trabajo de Nueva Zelandia, Sr. James Bolger, pidió la clemencia del poder ejecutivo al Presidente del Estado de Sudafrica para tres combatientes por la libertad del ANC condenados a muerte (Marcus Thabo Motaung, Terry Semano Mosololi y Thelle
Simon Mogoerane), estando convencido de que ello «contribuiría a la paz y la
justicia». A pesar de las peticiones dirigidas a Sudafrica desde todas las partes del
mundo, los miembros del ANC fueron ejecutados, y el Director General expresó
su pesar al ANC y sus condolencias a las familias de las víctimas. El Director
General presentó en enero de 1984 una petición análoga de clemencia en nombre
de un miembro del ANC, de conformidad con la resolución 547 del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas.
En lo que se refiere a la acción futura, en su 69.a reunión (junio de 1983), la
Conferencia Internacional del Trabajo adoptó la recomendación de su Comisión
del Apartheid para que se convoque «una conferencia tripartita sobre el apartheid
en Africa, de preferencia en un Estado de Primera Línea») (OIT, Actas, 69.a reunión, Conferencia Internacional del Trabajo, 1983, Ginebra, págs. 19/1, 26/1 y
28/1). En consecuencia, el Comité sobre Discriminación propuso al Consejo de
Administración, en su 224.a reunión (noviembre de 1983), que esta Conferencia
se celebrara en 1984.
ACCIÓN DENTRO DEL MARCO DE LAS NACIONES UNIDAS
Y DE OTRAS ORGANIZACIONES INTERGUBERNAMENTALES
Consejo de Seguridad
Durante 1983, el Consejo de Seguridad continuó adoptando medidas sobre
cuestiones relativas a Namibia, los Estados de Primera Línea y vecinos y la situación interna en Sudafrica. Veintiuna sesiones del Consejo se dedicaron a la situación en Namibia, cinco a una queja presentada por Angola contra Sudafrica, una
a una queja presentada por Lesotho contra Sudafrica y una para pedir la conmutación de penas de muerte dictadas por Sudafrica contra tres combatientes por la
libertad del ANC.
Respecto de Namibia, el Consejo de Seguridad adoptó las resoluciones
núms. 532 y 539 en las sesiones que celebró, respectivamente, los días 31 de
mayo y 28 de octubre de 1983. Estas resoluciones reafirman la responsabilidad
jurídica de las Naciones Unidas respecto de Namibia y la responsabilidad esencial del Consejo de Seguridad en la aplicación de las resoluciones núms. 385
(1976) y 435 (1978) sobre la independencia de Namibia, condenan la ocupación
ilegal por Sudafrica, piden que se coopere con el Secretario General sobre estos
asuntos e invitan al Secretario General a informar sobre la aplicación de las resoluciones. Además, la resolución núm. 539 rechaza la insistencia en vincular la
independencia de Namibia con cuestiones ajenas a la resolución núm. 435. Con
arreglo a ello, el Secretario General emprendió una serie intensiva de consultas y
publicó dos informes (S/15776, de 19 de mayo de 1983, y S/15943, de 29 de
agosto de 1983). En estos informes se toma nota de que se ha llegado a un amplio
consenso respecto de casi todas las cuestiones relacionadas con la aplicación de la
resolución núm. 435 pero que factores ajenos al campo de aplicación de la misma
parecen impedir que se progrese.
Acción internacional contra el apartheid
Como en años anteriores, el Consejo de Seguridad también examinó cuestiones relativas a la agresión de Sudafrica contra Estados de Primera Línea y limítrofes. En su sesión de 20 de diciembre de 1983, el Consejo adoptó la resolución
núm. 545, que condena la ocupación por Sudafrica de partes de Angola meridional, pide que se retiren las fuerzas de ocupación, y decide que Angola tiene derecho a ser indemnizada por todo daño material. Además, en su sesión de 6 de
enero de 1984, el Consejo adoptó la resolución núm. 546, en la que condena la
nueva agresión sudafricana contra Angola desde Namibia, pide de nuevo que se
retiren las fuerzas de ocupación, invita a los Estados Miembros a prestar asistencia a Angola y reafirma el derecho de Angola a una indemnización adecuada por
los daños contra la vida y la propiedad causados por la agresión sudafricana.
Anteriormente, como consecuencia del ataque sudafricano contra Lesotho
en diciembre de 1982, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución núm. 535 en
su sesión celebrada el 29 de junio de 1983, en la que se aprueba el informe de la
misión enviada por el Secretario General para determinar la asistencia que precisa Lesotho y se pide a los Estados Miembros y a las organizaciones internacionales que presten asistencia a Lesotho respecto de los puntos señalados en el informe de la misión.
Desde principios de 1983, el Consejo de Seguridad ha adoptado las resoluciones núms. 533, de 7 de junio de 1983, y 547, de 13 de enero de 1984, en las que
se pedía a las autoridades sudafricanas que conmuten las sentencias de muerte
dictadas contra tres combatientes de la libertad del ANC y se invitaba a los Estados Miembros y a las organizaciones internacionales a que adoptaran medidas
urgentes para salvar la vida de estas personas. A pesar de las protestas en el
mundo formuladas por muchos países y organizaciones, incluida la OIT (véase
supra), las autoridades sudafricanas ejecutaron a los tres combatientes de la libertad mencionados en la resolución de junio.
Asamblea General
En su 38.° período de sesiones, la Asamblea General adoptó catorce resoluciones que tratan directamente de la cuestión del apartheid (resoluciones 38/39AK, de 5 de diciembre de 1983; 38/11, de 6 de diciembre de 1983; 38/19, de 18 de
enero de 1984, y 38/52, de 19 de enero de 1984). En una resolución múltiple
sobre la situación en Sudafrica, la Asamblea consideró las cuestiones siguientes :
represión de los opositores y política de «bantustanización»; las penas de prisión
y de exilio, los procesos y demás medidas represivas; la política de ciertos Estados occidentales que han intensificado su colaboración con Sudafrica; la adopción de sanciones amplias y obligatorias contra el régimen ; el derecho del pueblo
de Sudafrica y de sus movimientos de liberación a utilizar todos los medios a su
alcance, incluida la lucha armada, en su resistencia; el trato de los combatientes
por la libertad como prisioneros de guerra de conformidad con las convenciones
de Ginebra; la prestación de mayor asistencia a los movimientos de liberación; la
no colaboración con Sudafrica, especialmente en lo que se refiere al FMI y al
OIEA; y medidas para mejorar la coordinación de la acción internacional contra
el apartheid. Otra resolución rechaza las llamadas nuevas «propuestas constitucionales» adoptadas por Sudafrica en violación de la Carta de las Naciones Uni-
181
182
Informe especial sobre el apartheid
das e insta a la prestación de asistencia al pueblo de Sudafrica en su lucha por una
sociedad democrática en que no haya distingos de raza.
Haciendo suya la preocupación internacional por la campaña de desestabilización que Sudafrica lleva a cabo en la región, la Asamblea adoptó una resolución que condena la agresión de Sudafrica contra Angola, Lesotho y Mozambique; pide que las tropas sudafricanas se retiren de Angola; insta a los Estados
Miembros a prestar asistencia humanitaria a Lesotho y pide una indemnización a
Sudafrica por los daños causados por su agresión.
Como en años anteriores, la Asamblea aprobó varias resoluciones relativas a
diferentes formas de sanciones contra Sudafrica. Comprenden una resolución
sobre sanciones en la que se pide que el Consejo de Seguridad adopte medidas
amplias y obligatorias y que los Estados tomen disposiciones contra las empresas
y los intereses que violan el embargo de armas. Se adoptó una resolución adicional sobre el embargo petrolero contra Sudafrica, y en una resolución sobre inversiones se instó al Consejo de Seguridad a adoptar medidas para impedir nuevas
inversiones y nuevos préstamos a Sudafrica. Análogamente, la Asamblea General
adoptó resoluciones que condenan nuevamente la colaboración con Sudafrica en
diferentes esferas.
Otras resoluciones aprobadas por la Asamblea relativas al Programa de
acción contra el apartheid y el programa de trabajo de¿ Comité Especial contra el
Apartheid se adhieren al programa propuesto por el Comité Especial y autorizan
las consignaciones necesarias para sus proyectos especiales. Con arreglo a las
resoluciones sobre el Fondo en Fideicomiso de las Naciones Unidas para Sudafrica y el Programa de las Naciones Unidas de Enseñanza y Capacitación para el
Africa Meridional (UNETPSA), la Asamblea pide que se aumenten las contribuciones al Fondo, al Programa y a los organismos voluntarios que prestan asistencia a las víctimas del apartheid. En informes separados del Secretario General
(A/38/455, de 13 de octubre de 1983, y A/38/469, de 19 de octubre de 1983), la
Asamblea fue informada de que el Fondo en Fideicomiso recibió contribuciones
y promesas de contribución en 1983 que ascendieron a más de 1,9 millones de
dólares, y que el UNETPSA recibió casi 3,5 millones de dólares en forma de
contribuciones y de promesas de contribución en 1983, así como ofrecimientos
de becas de veintitrés Estados. Más de 800 becas se distribuyeron en 1982-1983,
pero este número corresponde a una disminución importante en comparación
con los años anteriores.
La Asamblea General también aprobó dos resoluciones sobre convenciones
relativas al apartheid. Una resolución relativa a la Convención Internacional
sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid, en la que se pide el
mayor número posible de adhesiones o de ratificaciones, así como la aplicación
de la Convención y su difusión más amplia a nivel internacional. En fecha 4 de
noviembre de 1983, la Convención había recibido ratificaciones o adhesiones de
77 Estados Miembros, incluida Namibia (Consejo de las Naciones Unidas para
Namibia). Una resolución sobre el apartheid en el deporte, aprobada por la
Asamblea, autoriza la continuación de consultas sobre la redacción de una convención internacional contra el apartheid en el deporte, con miras a presentar el
proyecto de convención al 39.° período de sesiones de la Asamblea.
En su 38.° período de sesiones, la Asamblea General examinó y aprobó cinco
resoluciones sobre Namibia (A/RES/38/36A-E, 14 de febrero de 1984). En
Acción internacional contra el apartheid
183
una resolución detallada sobre la situación en Namibia se reafirman decisiones
anteriores de la Asamblea sobre la ocupación de Namibia por Sudafrica y su
situación jurídica, incluidos la explotación de recursos naturales, los derechos del
pueblo de Namibia y de su movimiento de liberación, la SWAPO, los medios
para lograr la independencia de Namibia y la necesidad de un apoyo y asistencia
internacionales a la SWAPO y al pueblo de Namibia en su lucha de liberación. La
resolución también toma nota de la Declaración de París sobre Namibia y el
programa de acción aprobado por la Conferencia Internacional en Apoyo a la
Lucha del Pueblo Namibiano por la Independencia, así como los debates del
Consejo de Seguridad sobre la cuestión de vincular la independencia de Namibia
con el retiro de las fuerzas cubanas de Angola. Una segunda resolución trata de la
aplicación de la resolución núm. 435 (1978) del Consejo de Seguridad como base
continuada para la independencia de Namibia, con especial referencia a la condena del principio de vinculación o paralelismo con otros asuntos invocados por los
Estados Unidos y Sudafrica. Las demás resoluciones se refieren al programa de
trabajo del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, la difusión de información y la movilización de la opinión pública internacional en apoyo de Namibia y el Fondo de las Naciones Unidas para Namibia.
Según se advierte en el informe correspondiente a 1983, la Asamblea General convocó en Ginebra, en agosto de 1983, la segunda Conferencia Mundial para
Combatir el Racismo y la Discriminación Racial. En dos resoluciones sobre la
Conferencia y las actividades de seguimiento relativas a la misma (resoluciones
38/14, de 20 de diciembre de 1983, y 38/15, de 22 de diciembre de 1983), la
Asamblea tomó nota de los resultados de la Conferencia, y proclamó el período
de diez años que comenzó el 10 de diciembre de 1983 Segundo Decenio de la
Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial e invitó a los Estados Miembros y a las organizaciones internacionales a participar en su observancia. El programa de acción recomienda varias medidas para luchar contra el apartheid,
como sanciones, la cesación de todas las relaciones con Sudafrica, la asistencia a
los movimientos de liberación y a los Estados de Primera Línea y otros Estados
independientes, y la aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas sobre
Namibia.
La condena del apartheid y las medidas adoptadas contra el mismo también
se consideran directa o indirectamente en tres resoluciones aprobadas por la
Asamblea General relativas a la situación de la Convención Internacional sobre
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial y el informe del
Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (resoluciones 38/18,
38/20 y 38/21, de 18 de enero de 1984). La Convención, que en su artículo 3 trata
de las obligaciones de los Estados partes en la misma respecto de sus relaciones
con el apartheid, ha recibido hasta ahora la adhesión de 122 países Miembros.
Con arreglo a los temas de su orden del día relativos a la descolonización y el
derecho a la libre determinación, la Asamblea General adoptó una serie de resoluciones que tratan del apartheid, Namibia y Sudafrica (resoluciones 38/50,
38/51, 38/54 y 38/55, de 7 de diciembre de 1983). En una resolución sobre el
Comité especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación
de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos
coloniales, la Asamblea aprobó el informe del Comité, incluido su programa de
trabajo para 1984, y le pidió que continuara sus actividades en pro de la descolo-
184
Informe especial sobre el apartheid
nización. Otras resoluciones relativas a las decisiones adoptadas con arreglo a la
recomendación del Comité especial comprenden las siguientes : actividades de los
intereses extranjeros, económicos y de otro tipo, que constituyen un obstáculo
para la aplicación de la Declaración, con especial referencia a Namibia, así como
para los esfuerzos tendentes a eliminar el colonialismo, el apartheid y la discriminación racial en el Africa meridional; la aplicación de la Declaración sobre la
concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales por los organismos especializados y las instituciones internacionales relacionadas con las Naciones Unidas; las actividades de las potencias coloniales y las disposiciones que
adoptan en los territorios que administran, que pueden constituir un obstáculo
para la aplicación de la Declaración; y la difusión de información sobre la descolonización. Otra resolución, relativa al Africa del Sur, trata de la cuestión de la
realización universal del derecho de los pueblos a la libre determinación para la
garantía y la observancia efectivas de los derechos humanos (resolución 38/17, de
18 de enero de 1984).
Consejo Económico y Social
En 1983 el Consejo Económico y Social adoptó varias decisiones en las que
subscribe los informes presentados a la Comisión de Derechos Humanos y las
medidas adoptadas por esta última sobre la violación de los derechos humanos
en el Africa austral, incluidos alegatos relativos a la violación de los derechos
sindicales en Sudafrica y las disposiciones adoptadas dentro del marco del Decenio de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial (E/1983/61, 25 de
mayo de 1983, y A/38/680, 13 de diciembre de 1983). Además, como se ha indicado anteriormente, el ECOSOC transmitió a la OIT, para que tomara las medidas oportunas, varios alegatos sobre la violación de los derechos sindicales; el
asunto se ha sometido nuevamente al ECOSOC para la continuación de su
examen (E/1984/32, 23 de febrero de 1984).
Comité Especial contra el «Apartheid»
El informe del Comité Especial de las Naciones Unidas contra el Apartheid
(A/38/22, 1983) contiene una reseña detallada de sus actividades desde fines de
1982 hasta septiembre de 1983. Una de las principales preocupaciones de este
Comité durante el período considerado fue la escalada en la agresión de Sudafrica
contra Estados vecinos, que condenó repetidamente. Para fomentar el apoyo
internacional a los Estados de Primera Línea, el Comité Especial efectuó una
misión de alto nivel en abril de 1983 para consultar con los gobiernos de los
Estados de Primera Línea e informar sobre la situación en la región.
En colaboración con el Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración de la OIT, la Conferencia sindical internacional sobre sanciones y otras
medidas contra el régimen de apartheid de Sudafrica se celebró en Ginebra en
junio de 1983 (véase supra). En lo que se refiere a las medidas contra la colaboración militar, nuclear, económica y de otra índole con Sudafrica, el Comité
Especial también organizó otras varias reuniones y actividades. Por ejemplo, el
Comité Especial organizó audiencias sobre las medidas de desinversión en los
Acción internacional contra el apartheid
185
Estados Unidos y tomó disposiciones para promover la organización de una conferencia internacional sobre un embargo de petróleo contra Sudafrica. Después de
la Conferencia Regional en Asia, el Comité Especial, en colaboración con el
Gobierno de Venezuela, organizó la Conferencia Regional Latinoamericana de
Acción contra el Apartheid, que se celebró en Caracas del 16 al 18 de septiembre
de 1983. La Conferencia adoptó la Declaración de Caracas de Acción contra el
Apartheid (A/ACÁ 15/L.603, 26 de octubre de 1983) que contiene recomendaciones sobre temas como: la continuación de las relaciones de varios países con
Sudafrica; las medidas que deben adoptar los gobiernos y las organizaciones en la
región en materia de sanciones, asistencia al pueblo del Africa austral y los movimientos de liberación nacional, el fomento de los movimientos contra el apartheid y la difusión de información contra el apartheid.
En lo que atañe a la acción contra el apartheid en la esfera cultural y de los
deportes, el Comité Especial, en colaboración con el Comité Olímpico no Racial
de Sudafrica (SAN-ROC), organizó la Conferencia internacional para imponer
sanciones al apartheid en los deportes, celebrada en Londres del 27 al 29 de junio
de 1983. La Declaración adoptada por la Conferencia trata de los siguientes
temas: no colaboración con el apartheid; mayor publicidad a la existencia del
apartheid en los deportes; denegación de visados de entrada a deportistas o representantes de órganos sudafricanos; y campaña para expulsar a estos órganos de
las federaciones internacionales. El Comité Especial también continuó manteniendo al día su registro de encuentros deportivos con Sudafrica, organizó
audiencias sobre el boicoteo cultural contra Sudafrica y promovió exposiciones
de obras de arte contra el apartheid.
En apoyo de las mujeres y de los niños que viven bajo el apartheid y de los
movimientos de liberación nacional, el Grupo de Trabajo sobre la mujer y el
niño bajo el régimen de apartheid realizó misiones en varios países de Europa
occidental en 1983 para promover proyectos concretos de ayuda a las mujeres y
los niños en Sudafrica y Namibia (A/AC.115/SR.521, 20 de abril de 1983). El
Comité Especial recalcó repetidas veces la necesidad de aumentar la asistencia al
pueblo oprimido de Sudafrica y sus movimientos de liberación nacional, el ANC
y el PAC. También intensificó sus esfuerzos con miras a promover la campaña en
pro de la liberación de todos los presos políticos en Sudafrica, y publicó con ese
fin, en marzo de 1983, una declaración firmada por más de 4 000 dirigentes de
partidos políticos, sindicatos, organismos religiosos y otras personalidades públicas para pedir la liberación de Nelson Mandela.
Otras actividades del Comité Especial incluyeron la difusión de información
contra el apartheid, misiones de consulta con varios gobiernos y la asistencia a
conferencias internacionales de acción contra el apartheid y el racismo. En marzo
de 1983 el Comité Especial celebró reuniones para conmemorar el vigésimo aniversario de su primera reunión. A lo largo del año el Comité Especial también
organizó reuniones en cumplimiento de los días internacionales de solidaridad
con los sudafricanos y los namibianos.
El informe del Comité Especial también contiene un análisis de la lucha
internacional contra el apartheid, incluidos los principales obstáculos que impiden la eliminación del apartheid, y presenta una serie completa de recomendaciones sobre las actividades que, según el Comité Especial, son necesarias para poner
definitivamente término al apartheid.
186
Informe especial sobre el apartheid
Consejo de las Naciones Unidas para Namibia
En 1983' el Consejo de las Naciones Unidas para Namibia publicó un informe detallado (A/38/24) sobre sus actividades como órgano de decisión de las
Naciones Unidas y autoridad administradora legal para Namibia, así como sobre
la organización y decisiones del Consejo, incluidas las resoluciones aprobadas en
consecuencia por la Asamblea General. El Consejo ha denunciado enérgicamente
el deterioro de la situación en Namibia como consecuencia de la continuación de
la ocupación ilegal del territorio por Sudafrica. Esta ocupación entraña el hostigamiento, detención, tortura y asesinato de civiles, en especial de militantes de la
SWAPO, la militarización de Namibia y su utilización como plataforma de agresión contra Angola, la explotación continuada de los recursos naturales de Namibia por Sudafrica y los intereses económicos del mundo occidental, y la frustración de la independencia de Namibia al insistir en que ésta debe vincularse con
cuestiones ajenas a la misma.
Como órgano de decisión, el Consejo continuó representando a Namibia en
los diferentes órganos de las Naciones Unidas y los organismos especializados de
los que es Miembro. Además, colaboró plenamente con la OUA, el Movimiento
de los Países no Alineados y organizaciones no gubernamentales, y realizó varias
misiones de consulta de alto nivel a los Estados Miembros. Sus actividades se
llevan a cabo en estrecha cooperación con la SWAPO.
Una de las actividades principales del Consejo en 1983 fue la organización,
en consulta con la OUA, de la Conferencia internacional de apoyo a la lucha del
pueblo namibiano por la independencia, celebrada en la sede de la UNESCO en
París del 25 al 29 de abril de 1983. La Conferencia examinó la situación en
Namibia y en relación con Namibia con miras a movilizar apoyos para la lucha
de liberación del pueblo namibiano bajo la dirección de la SWAPO, generar asistencia para los Estados de Primera Línea, y considerar la adopción de medidas
para la independencia próxima de Namibia en cumplimiento de las resoluciones
385 (1976) y 435 (1978) del Consejo de Seguridad. Al término de sus labores, la
Conferencia adoptó una Declaración y Programa de Acción sobre Namibia. Además de convocar la Conferencia de París, el Consejo también celebró el Simposio
regional latinoamericano de apoyo a la causa de Namibia en San José de Costa
Rica, del 16 al 19 de agosto de 1983, en el que se adoptaron varias conclusiones y
recomendaciones en materia de acción regional.
El Consejo también analizó detenidamente la situación en Namibia en relación con los intereses económicos extranjeros, la situación militar, asuntos políticos y jurídicos y condiciones sociales. En 1983 se tomaron disposiciones para la
preparación de varios informes especiales sobre estos temas y se organizaron actividades de seguimiento en cumplimiento de las resoluciones de la Asamblea
General y de la Declaración y Programa de Acción de Arusha. Ofrece especial
interés el documento de trabajo preparado para la Conferencia de París sobre las
condiciones sociales en Namibia, incluidos la situación de las mujeres, los refugiados y la explotación de la mano de obra (A/CONF.120/5-A/AC.131/93, 16 de
marzo de 1983). En abril de 1983, en nombre de Namibia, el Consejo ratificó la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que había firmado
anteriormente. En sus diversas misiones, el Consejo continuó esforzándose por
conseguir la aplicación del decreto núm. 1 sobre la protección de los recursos
Acción internacional contra el apartheid
187
naturales de Namibia. También se ha continuado un programa activo de divulgación y difusión de información sobre Namibia.
En términos de asistencia directa, el Consejo supervisa en general las operaciones del Fondo de las Naciones Unidas para Namibia (por conducto del Comité del Fondo), que a su vez destina recursos al Programa de la Nación Namibiana, el Instituto de las Naciones Unidas para Namibia y otros programas de asistencia educativa, social y de socono. Los ingresos que el Fondo recibió entre
enero y junio de 1983 ascendieron a casi 6 millones de dólares. Como en el pasado, el Comisionado de las Naciones Unidas para Namibia se encarga de la administración de la asistencia educativa, social y de socono y de la administración
corriente del Programa de la Nación Namibiana. Publica informes semestrales
sobre el curso de las actividades relativas a la ejecución del programa, que se
centran en los programas de formación para los namibianos y en encuestas sobre
los sectores económicos y sociales de Namibia, y se clasifican en tres categorías
generales: proyectos anteriores a la independencia, transitorios y posteriores a la
independencia (A/AC.131/1983/CRP.48, 15 de septiembre de 1983). Entre las
actividades realizadas en la esfera laboral, cabe mencionar entre las más fundamentales los proyectos ejecutados por la OIT respecto de un centro de formación
profesional para Namibia (cuya construcción se había completado virtualmente
en 1983), y el desanollo de la formación en materia de administración del trabajo, rehabilitación profesional y legislación del trabajo sin discriminación.
Comisión de Derechos Humanos
En su 40.° período de sesiones (febrero-marzo de 1984), la Comisión de
Derechos Humanos, que se encontraba reunida en el momento en que se redactaba el presente informe, examinó varios informes sobre el apartheid. Como en
reuniones anteriores, figuraba entre los documentos un informe actualizado del
ponente especial titulado «Consecuencias adversas que tiene para el disfrute de
los derechos humanos la asistencia política, militar, económica y de otra índole
que se presta a los regímenes colonialistas y racistas del Africa meridional»
(E/CN.4/Sub.2/1983/6/Add. 1 y Add. 2, 20 de julio de 1983). Este informe, dividido en tres partes, facilita información procedente de diferentes fuentes gubernamentales e intergubernamentales y una lista completa de los bancos y de las
empresas que prestan de diversas maneras asistencia a Sudafrica o Namibia,
incluida información más detallada sobre un número determinado de empresas.
Con aneglo a la resolución 1983/9 y 1983/10 de la Comisión de Derechos Humanos, la Comisión también examinó el informe del Grupo especial de expertos
sobre el Africa meridional, que se centra en temas como la pena de muerte, los
prisioneros políticos y el fallecimiento de presos, los traslados forzosos de población y la bantustanización, las condiciones de vida de los trabajadores negros, la
violación de los derechos sindicales, los movimientos estudiantiles, la situación
de las mujeres y de los niños negros y la violación de los derechos humanos en
Namibia (E/CN.4/1984/8, 24 de enero de 1984). La Comisión también tuvo ante
sí el informe del Grupo de los Tres establecido para examinar los infomes sobre
la aplicación de la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del
Crimen de Apartheid (E/CN.4/1984/48, 3 de febrero de 1984).
188
Informe especial sobre el apartheid
Centro sobre las empresas transnacionales
Como parte de sus investigaciones en curso sobre las actividades de las
empresas multinacionales en el Africa meridional, el Centro de las Naciones Unidas sobre las Empresas Transnacionales (UNCTC) preparó un informe y un anexo (E/C. 10/1983/10, 3 de mayo de 1983, y E/C.l0/1983/10/Add. 1, 20 de mayo
de 1983) sobre estas actividades, centrándose en las operaciones en sectores
estratégicos de la economía sudafricana, con miras a la preparación del noveno
período de sesiones de la Comisión de Empresas Transnacionales, celebrado en
junio de 1983. En este informe se examinan las tendencias recientes en las políticas y prácticas de inversión, incluidas las decisiones en materia de desinversión,
las políticas y prácticas de las ETN en la esfera del empleo y de la formación, y su
presencia en sectores estratégicos de la economía sudafricana. Al término del
informe se llega a la conclusión de que la participación extranjera en Sudafrica ha
aumentado y que la tendencia general no se orienta hacia la desinversión. En lo
que se refiere a las prácticas de empleo, es evidente que los progresos que se
hubieren realizado no han sido suficientes para impulsar cambios importantes en
las condiciones de trabajo de la población negra, mientras que la participación de
las ETN en sectores estratégicos ha ayudado al Gobierno a fortalecer la potencia
económica y militar del país. La lista de ETN que intervienen en estos sectores
estratégicos abarca todas las ETN con intereses en Sudafrica y 92 con intereses en
empresas en Namibia. Un nuevo informe publicado en enero de 1984
(E/C. 10/1984/10, 30 de enero de 1984) para el 10.° período de sesiones de la
Comisión de Empresas Transnacionales actualiza la información anterior sobre
las actividades de las ETN y examina las medidas adoptadas por los gobiernos
para prohibir las inversiones en Sudafrica y Namibia. Al término del informe se
llega a la conclusión de que la tendencia general se orienta hacia el aumento de las
obligaciones extranjeras en la economía sudafricana, pero esto se acompaña, sin
embargo, con un aumento de las salidas de capital de Namibia debidas al clima
de incertidumbre política. El Centro también preparó en 1983 una lista en la que
se indican los beneficios que las empresas transnacionales derivan de sus actividades en territorios coloniales y que incluye datos sobre Namibia (A/38/444, 30
de septiembre de 1983). El Consejo Económico y Social también ha pedido que la
Comisión de Empresas Transnacionales organice con asistencia del UNCTC
audiencias públicas sobre las actividades de las ETN en Africa meridional, de
conformidad con el procedimiento establecido por la Comisión en su décimo
período de sesiones. Se continúan consultas con miras a incluir un texto aceptable
sobre las actividades de las ETN en Sudafrica en el Código de Conducta de las
Naciones Unidas sobre las Empresas Transnacionales.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
En el período considerado, el PNUD continuó destinando recursos (aunque
a un nivel reducido, como consecuencia de la limitación de los recursos disponibles) derivados de las cifras indicativas de planificación (CIP) para los movimientos de liberación nacional y Namibia. En 1982, año más reciente acerca del
cual se dispone de información, el PNUD financió 16 proyectos, la mayor parte
Acción internacional contra el apartheid
de ellos en la esfera de la educación, para el ANC, el PAC y la SWAPO
(DP/1983/13, 25 de marzo de 1983). Además, el PNUD es uno de los contribuyentes principales del Fondo de las Naciones Unidas para Namibia, que financia
a su vez proyectos del Programa de la Nación Namibiana en colaboración con el
PNUD y otros donantes. El PNUD también ha consignado 3 millones de dólares
para ayudar a la Conferencia de Coordinación del Desarrollo en Africa Austral
(SADCC) en la elaboración de programas de fomento de la cooperación económica entre los países de la SADCC, reduciendo de esta manera su dependencia de
Sudafrica (A/38/493, 19 de octubre de 1983).
ACNUR
El ACNUR lleva a cabo un programa general de actividades para los refugiados en la región del Africa austral, en el que se presta especial atención a los
refugiados de Namibia en Angola y Zambia, y a los refugiados de Sudafrica en
Botswana, Lesotho y Swazilandia. Con arreglo al programa de asistencia a los
estudiantes refugiados de Namibia y de Sudafrica en Botswana, Lesotho, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe, continuaron ampliándose en 1982-1983 los servicios y programas de educación para estudiantes refugiados en estos países, aunque no se hayan recibido nuevas contribuciones al ACNUR o contribuciones
bilaterales desde el período considerado en el último informe (A/38/429, 26 de
septiembre de 1983).
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo
La UNCTAD preparó anteriormente un examen de la situación económica
de Namibia y Sudafrica, que presentó a la Junta de Comercio y Desarrollo en
septiembre de 1981 (TD/282, 25 de abril de 1983). En su sexto período de sesiones, celebrado en Belgrado en junio de 1983, la UNCTAD aprobó una resolución
(TD/L.249, 2 de julio de 1983) sobre asistencia a los pueblos de Namibia y Sudafrica, en la que se insta al Secretario General de la UNCTAD a que coopere con el
Instituto de las Naciones Unidas para Namibia (UNIN) en la elaboración de un
documento detallado sobre todos los aspectos de la planificación económica en
una Namibia independiente y, en consulta con la OUA, prepare una encuesta a
fondo de las condiciones económicas y sociales del pueblo oprimido de Sudafrica.
El UNIN emprendió en consecuencia el estudio sobre Namibia, de conformidad
con una resolución de la Asamblea General. La UNCTAD también ha iniciado
discusiones con la SADCC para determinar las formas de asistencia que podrían
prestarse a la región. Representantes del ANC, el PAC y la SWAPO participaron
en varias reuniones oficiales de la UNCTAD en 1983.
Centro de las Naciones Unidas
para los Asentamientos Humanos (Habitat)
El Centro viene ejecutando actualmente proyectos de cooperación técnica
para la SWAPO, el ANC y el PAC en la esfera de la utilización del suelo y de los
asentamientos humanos, el desarrollo de la comunidad y la construcción de centros (A/38/307/Add. 1, 18 de agosto de 1983).
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Informe especial sobre el apartheid
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
En 1982-1983 la asistencia humanitaria del UNICEF a los movimientos de
liberación en los países huéspedes ascendió a 171 000 dólares y revistió la forma
de suministros y equipo para proyectos relativos a los niños y las madres lactantes, la enseñanza primaria, la salud, los recursos de agua potable, el bienestar
de la familia y las actividades generadoras de ingresos para las mujeres
(A/38/307/Add. 1, 18 de agosto de 1983).
Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial
En su 17.° período de sesiones, celebrado en Viena en abril y mayo de 1983
(IB/3/293, 14 de marzo de 1983), la Junta de Desarrollo Industrial (JDI) fue
informada de propuestas de la ONUDI en materia de asistencia técnica a Namibia y de la financiación por la ONUDI de un proyecto reducido de asistencia a
Namibia en la fase anterior a la independencia, que entrañaba una cooperación
con el UNIN en la esfera industrial y tecnológica. La JDI adoptó una decisión en
la que se pone de relieve la necesidad de una asistencia antes de la independencia,
transitoria y posterior a la independencia; se pide que el PNUD apruebe las propuestas de proyecto de la ONUDI, y se subraya la importancia de una estrecha
colaboración entre la SWAPO, el UNIN y el Consejo de las Naciones Unidas
para Namibia. La ONUDI también está terminando un estudio sobre las oportunidades de una cooperación industrial más amplia en los países de la SADCC y
ha formulado propuestas relativas al fortalecimiento de la coordinación de la
SADCC y la prestación de apoyo a subsectores industriales.
UNESCO
Además de las publicaciones mencionadas en el informe especial correspondiente a 1983, la UNESCO publicó en el período 1981-1983 un documento titulado Reporting southern Africa, en el que se examina la forma en que la información sobre el Africa austral se acopia y se divulga, y History in Black and White An analysis of South African history textbooks used in southern Africa secondary
schools. También se ha firmado un contrato para el estudio de los libros y revistas
populares en Sudafrica. La asistencia técnica de la UNESCO comprende el pago
de los salarios de tres maestros de la SWAPO con arreglo a su programa ordinario
y asistencia al personal docente de la SWAPO en general mediante arreglos con
fondos fiduciarios. Se presta asistencia adicional a los centros educativos de la
SWAPO con arreglo a un proyecto financiado por el PNUD, y la UNESCO ha
ejecutado dos proyectos en colaboración con la SWAPO, relativos a la formación
audiovisual y la formación de productores de programas radiofónicos. La asistencia prestada al ANC y al PAC comprende el pago de la remuneración del personal
docente, la concesión de becas y la ejecución de proyectos de educación financiados por el PNUD. También se prestan servicios de consulta al ACNUR en la
preparación de proyectos de educación para refugiados. La organización sufraga
los gastos de los tres movimientos de liberación para que participen en reuniones
de la UNESCO. En diciembre de 1982 la UNESCO organizó, en colaboración
Acción internacional contra el apartheid
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con la Universidad de Dakar, una mesa redonda sobre métodos prácticos para
mejorar el acceso de los medios de comunicación a los movimientos de liberación, con miras a que puedan mejorar la difusión de información sobre su lucha.
En septiembre de 1983 la UNESCO publicó un informe global (22C/86, 22 de
septiembre de 1983) sobre la situación en el mundo en lo que respecta a las
materias relacionadas con la Declaración sobre la raza y los prejuicios raciales,
que comprende información facilitada por los Estados Miembros y las organizaciones internacionales. Una parte del informe contiene un análisis del Director
General sobre la situación en Sudafrica, con especial referencia a los bantustanes,
los salarios y la educación. La UNESCO también acogió la Conferencia Internacional en Apoyo a la Lucha del Pueblo Namibiano por la Independencia, celebrada en París en abril de 1983. Finalmente, la UNESCO ha ofrecido asistencia a la
SADCC sobre técnicas de planificación integrada del desarrollo.
Organización Mundial de la Salud
En un informe a la segunda Conferencia Mundial para Combatir el Racismo
y la Discriminación Racial, la OMS manifestó que la cooperación con los movimientos de liberación nacional en la esfera de la salud se dividían en dos categorías generales: acceso a los hospitales rurales, centros sanitarios, dispensarios y
centros hospitalarios del Estado en los Estados Miembros de Africa austral; y
formación de personal médico dentro del marco de los institutos nacionales de
formación de personal de salud. En colaboración con la SWAPO, la OMS había
preparado ya la primera fase de un «programa nacional de salud» para Namibia
en el período 1981-1984. La Organización estima ahora que el presupuesto para
el programa de cooperación sanitaria con Namibia, que atiende las necesidades
en materia de salud y de formación de las víctimas refugiadas, representará más
del doble en el bienio de 1984-1985 del que se había consignado en el período
anterior y que las obligaciones de gastos con arreglo al presupuesto ordinario de
la OMS se evalúan en más de 500 000 dólares. En 1982-1983 la OMS facilitó a la
SWAPO medicamentos, equipo médico, vacunas, material didáctico y los servicios de un consultor de oftalmología, además de asistencia financiera y técnica a
proyectos en Angola y Zambia, así como becas para médicos (34 concedidas
entre 1978 y 1983). La OMS ha prestado asistencia técnica y financiera con arreglo a su presupuesto ordinario y recursos extrapresupuestarios al Centro multinacional de formación de personal de salud para los movimientos de liberación
nacional en Morogoro, Tanzania. En 1983 la OMS publicó Apartheid and Health,
que contiene el informe de la Conferencia internacional celebrada en Brazzaville
en 1981 y el informe de la Conferencia sobre los efectos de la discriminación
racial y la desigualdad social en la salud.
Organización para la Agricultura y la Alimentación
Con arreglo a un informe sobre la contribución de la FAO a la aplicación de
la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, la asistencia de la FAO a los movimientos de liberación nacional, con
exclusión del Programa Mundial de Alimentos y de la ayuda aumentaría de
carácter urgente, comprende actividades de formación, apoyo a la producción
Informe especial sobre el apartheid
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para el suministro directo de alimentos, encuestas sectoriales y preparación de
directrices políticas, así como estudios ocasionales sobre el apartheid. Las actividades concretas de la Organización en esta esfera incluyen cursos de formación en
materia de atención del niño, nutrición y alimentación de grupos, preparación de
proyectos agrícolas y gestión agrícola; becas para el estudio de la economía de los
alimentos, la bromatologia, la nutrición y la pesca; asistencia técnica, insumos y
equipo agrícola para proyectos del ANC, el PAC y la SWAPO en Angola, Zambia
y Tanzania; y apoyo a la planificación en materia de utilización del suelo, desarrollo de los recursos hídricos, pesca, reforma agraria, educación agrícola y
suministro de alimentos.
Organismo Internacional de Energía Atómica
En la 27.a reunión de su Conferencia General, el 14 de octubre de 1983, el
OIEA adoptó una resolución (A/AC.115/L.604, 10 de noviembre de 1983) sobre
el potencial nuclear de Sudafrica, en la que se toma nota de las resoluciones de la
Asamblea General sobre el particular, se pide a Sudafrica que someta todas las
instalaciones y equipos nucleares a la inspección del Organismo, se insta a los
Estados Miembros a que se abstengan de toda cooperación nuclear con Sudafrica
y se invita a la Junta de Gobernadores del OIEA a que examine las resoluciones
de la Asamblea General en la medida en que estén relacionadas con la prestación
de servicios del Organismo a Sudafrica y la participación de esta última en los
grupos técnicos del OIEA.
Organización de la Unidad Africana
La 19.a reunión ordinaria de la Asamblea de Jefes de Estado o de Gobierno
de la OUA, celebrada en Addis Abeba del 6 al 12 de junio de 1983, adoptó
resoluciones sobre Namibia y Lesotho (A/38/312, 2 de agosto de 1983). La resolución sobre Namibia condena la obstaculización continuada por parte de Sudafrica de la independencia de Namibia, condena los criterios de vinculación o
paralelismo, renueva la promesa de los Estados miembros de la OUA de continuar prestando asistencia material a la SWAPO y su ala militar en su lucha por la
independencia, y reafirma que la resolución núm. 435 (1978) del Consejo de
Seguridad continúa siendo la única base para una solución negociada del caso de
Namibia. La resolución sobre Lesotho condena enérgicamente el bloqueo impuesto por Sudafrica a Lesotho, pide que las instituciones africanas y otras instituciones financieras amigas ayuden a Lesotho en los sectores de la alimentación y
de la energía y en el desarrollo de su aeropuerto internacional, y pide a los Estados miembros que establezcan una representación diplomática en Lesotho para
prestarle apoyo moral y político.
Conferencia Interparlamentaria
a
La 70. Conferencia Interparlamentaria, celebrada en Seúl, República de
Corea, el 12 de octubre de 1983, adoptó una resolución general sobre el papel que
corresponde a los parlamentos en el fomento de la descolonización y la defensa
de los derechos de grupos étnicos en Estados multiétnicos. La resolución contiene
Acción internacional contra el apartheid
varias declaraciones y recomendaciones sobre Namibia y Sudafrica, incluido un
llamamiento a los parlamentos del mundo para que inciten a sus gobiernos a
prestar al pueblo namibiano una asistencia material continua y aumentada,
incluida la concesión de becas.
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