casas escuela y educación abaranera en el primer tercio del siglo xx

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CASAS ESCUELA Y EDUCACIÓN ABARANERA EN EL PRIMER TERCIO
DEL SIGLO XX
En el año 1900 Abarán cuenta con unos 4000 habitantes. La inexistencia de una
red de alcantarillado junto a la dureza de las condiciones de vida facilita la proliferación
de epidemias de cólera, gripe y sarampión. Entre la actividad económica de sus
habitantes encontramos la agricultura y ganadería, si bien, es en el sector terciario o de
servicios donde mejor podemos apreciar un retrato de aquellas gentes a través de sus
oficios; ocupaciones que arrojan en familiar y habitantes de nuestra localidad
sobrenombres que han vencido el paso del tiempo. Entre los mismos encontramos al
candilero (que con cera y hojalata fabricaba faroles), trajinero (que vendía o hacía
trueques con espacias, aceite, velas, telas o cualquier otro producto de utilidad),
pregonero, campanero, esquilador, barquero (existiendo un punto de amarre fluvial en
Las Canales y otro a la altura del Puente Viejo), pellejero, botijero (elaboraba envases
de cerámica variopintos), bracero, platero, carretero, molinero, calderero, cubero,
retalero, cantero, vinatero y trapero (recorría las poblaciones con un carro en el que
cambiaba objetos por telas y prendas de vestir). En el sexo femenino distinguimos
plañideras, santeras, bordadoras, piconeras (suministraban cartón y picón para alimentar
fogones y estufas), lavanderas, esparteras, curanderas, parteras y criadas.
A nivel escolar, maestros y maestras viven en casas en arrendamiento costeadas
por el Ayuntamiento, siendo en la parte baja de las mismas donde alumnos del mismo
sexo y diferentes edades masifican el aula. Para ello se recurre a particulares, quienes
reciben una cantidad monetaria anual o trimestral por el uso de las mismas. Por
consiguiente, tal y como reflejan las actas consistoriales de la sesión plenaria del día 19
de febrero de 1917, la maestra Encarnación Férez Cortés (con un sueldo inicial de 1 600
ptas.) toma posesión de su cargo así como de las dependencias, menaje y mobiliario de
la casa ubicada en Calle Sagasta Número 8 (firma el Alcalde D. José Yelo). Hemos de
anticipar que en ocasiones dichas instalaciones no eran las más adecuadas. De hecho,
solo un mes y medio más tarde, bajo la iniciativa de dicha maestra y el apoyo de D. José
Lucas, se procede al saneamiento y desinfección de las mismas. Por el contrario, no en
todas las poblaciones rurales de la provincia se tendría la misma suerte. Así pues, en la
Asamblea de inspectores de 19101 se trata el carácter inusual e incluso insalubre de
algunos emplazamientos educativos del territorio nacional:
“están en locales alquilados y de ellos algunos, muchos, constituyen verdaderos
atentados a la salud de la infancia […]. Hay escuelas confundidas con hospitales, con
los cementerios, con los mataderos y con las cuadras. Hay escuela que sirve de entrada
a un cementerio y los cadáveres son depositados en la mesa del profesor antes del
sepelio para entonar los últimos responsos. Hay escuelas donde los pobres niños y
niñas no pueden entrar hasta que no sacan las bestias, hay escuela con depósito de
estiércol en fermentación y se le ocurre a alguna autoridad local decir que de esta
suerte están los niños más calientes en invierno. Otro Inspector habló de un localescuela utilizado como toril en las capeas […], la mayoría de Municipios no pagan los
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El lector puede obtener más información al respecto consultando los artículos publicados por Luis Bello
en la sección “Viajes por las escuelas de España” de la Revista “El Sol” (1925 y 1930).
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alquileres y esto hace que los particulares no quieran ceder su casas. De ahí resulta,
según la afirmación de un Inspector, que le escuela es la peor casa del pueblo”
Con el crecimiento de la población y necesidad de ensanchar el pueblo, el
cementerio asentado en la Era (con apenas 50 años de antigüedad) es trasladado a su
ubicación actual. En dicho proyecto quedan trazadas unas instalaciones educativas
masculinas y femeninas que finalmente no serán realizadas por falta de presupuesto,
siendo adquiridos dichos terrenos por particulares que posteriormente los venderán para
construir la Plaza de Toros. Solo en grandes ciudades tendría lugar la construcción de
los primeros grupos escolares, edificios separados por sexos en los que se podía cursar
la primera y segunda enseñanza. Así pues y aprovechando la inauguración de las obras
del primer grupo escolar cartagenero por el Ministro de Instrucción Pública García Alix
el 9 de diciembre de 1900, docentes abaraneros remitieron al consistorio de la ciudad
portuaria un telegrama que firmado por los médicos locales José Lucas, Jesús Templado
y Florentino Gómez, denunciaba la miseria sufrida al no haber recibido ni un “perro
gordo” por parte del Consistorio local en los últimos nueve meses.
En cumplimiento de la Ley de enseñanza obligatoria de 23 de junio de 1909, y
ante los elevados índices de analfabetismo y absentismo escolar de 1911, el Alcalde D.
Jesús Rafael Yelo pregonará el 12 de febrero un discurso en el que se informaría sobre
la intencionalidad del consistorio de sancionar el absentismo con cinco, diez y veinte
pesetas, e incluso, con el propio arresto de los progenitores. En tales intentos por
alfabetizar (cuando la subsistencia resulta más importante que la formación académica y
cultural), pocos meses después se introducirá la modalidad de enseñanza nocturna,
llegándose a distinguir en la Plaza Vieja un Aula de Niñas que posteriormente, tras el
crecimiento de la población, se verá ampliada con la apertura de dos nuevas casasescuela en la Calle Larga (actual Domingo Gómez).
Sin embargo, será a comienzos de la década de los años veinte cuando se
reconozca el papel crucial de la educación como eje vertebrador del enriquecimiento y
crecimiento económico local. Ejemplo de ello lo encontramos el 14 de marzo de 1922
en un manifiesto local: “Abarán que sigue la marcha de los tiempos modernos con la ardiente
preocupación porque tiene sobre sí una gran riqueza comercial e industrial que desenvolver,
debe comprender que es imposible desenvolverla sin la base fundamental de una cultura sólida.
Por lo tanto debe aspirar al perfeccionamiento de la Escuela Graduada solicitando su
ampliación en dos secciones para entrar plenamente en el camino franco de un progreso
espiritual. […] se pretende la clasificación de alumnos procurando la mayor homogeneidad
posible de edad y cultura se hace imposible en la graduada existente de tres secciones y con
una matrícula de doscientos setenta alumnos a pesar de tener un auxiliar subvencionado por el
Municipio”
Con la proclamación de la II República y ante la incorporación de tres aulas mixtas,
algunas casas-escuela cerrarán sus puertas. Tras la inversión de 619, 75 ptas. En material escolar
se adquiere todo un capricho de oficina: una máquina de escribir AEG-Olimpia valorada en 2
150 ptas. En este auge de promover la dinamización cultural, con motivo del excelente
rendimiento académico de las alumnas locales, el 20 de mayo de 1932 bajo la solicitud de D.
Jesús García Candel y D. José Lucas Toledo, se solicitan 1 380 ptas. al Ministerio de instrucción
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Pública para desarrollar una colonia escolar en Sta. Pola. El servicio de préstamo en la
Biblioteca de la Ermita (inexistente hasta entonces) será iniciado el 10 de noviembre de 1935.
Desde entonces, la cultura escolar y académica deja de estar restringida al aula, aquellas casas
escuela que poco a poco fueron desembocando en un ambicioso proyecto: la futura construcción
del Grupo Escolar “San Pablo”, institución en la que tras dos generaciones comencé a cursar la
etapa de Educación Primaria. Era septiembre de 1991, escenario de gigantes, cabezudos,
tómbolas y caballitos, algodón de azúcar y por qué no decirlo, aroma a nuevos libros de texto
adquiridos en la librería de “Pineo”.
Fiestas patronales Abarán 2012
MU-1758/02
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