Número de registro: 24816 Décima Época Instancia: Primera Sala

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
Número de registro: 24816
Décima Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Tomo: Libro 2, Enero de 2014
Página: 935
EMPLAZAMIENTO. EL REALIZADO POR CONDUCTO DE UNA PERSONA MENOR
DE 18 PERO MAYOR DE 16 AÑOS, CONSTITUYE UNA DILIGENCIA ILEGAL
(LEGISLACIONES DEL ESTADO DE COLIMA Y DEL DISTRITO FEDERAL).
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO Y
EL TRIBUNAL COLEGIADO DEL TRIGÉSIMO SEGUNDO CIRCUITO. 25 DE
SEPTIEMBRE DE 2013. LA VOTACIÓN SE DIVIDIÓ EN DOS PARTES: MAYORÍA DE
TRES VOTOS POR LO QUE SE REFIERE A LA COMPETENCIA. DISIDENTE: JOSÉ
RAMÓN COSSÍO DÍAZ. UNANIMIDAD DE CUATRO VOTOS EN CUANTO AL
FONDO. AUSENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO. PONENTE: OLGA
SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS. SECRETARIA: ROSALÍA
ARGUMOSA LÓPEZ.
CONSIDERANDO:
5. PRIMERO. Esta Primera Sala es competente para conocer y resolver la presente
contradicción de tesis de conformidad con lo dispuesto por el artículo 107, fracción XIII, de
la Constitución Federal, aplicado en términos del criterio sustentado por el Pleno de este Alto
Tribunal, en la tesis I/2012 (10a.), de rubro: "CONTRADICCIÓN DE TESIS ENTRE
TRIBUNALES COLEGIADOS DE DIFERENTE CIRCUITO. CORRESPONDE
CONOCER DE ELLAS A LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN
(INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 107, FRACCIÓN XIII, PÁRRAFO SEGUNDO,
DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS,
REFORMADO MEDIANTE DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN EL 6 DE JUNIO DE 2011)."(1) y 226, fracción II, de la Ley de Amparo
vigente a partir del tres de abril de dos mil trece, en relación con los puntos segundo, tercero,
fracción VI y cuarto del Acuerdo General Plenario Número 5/2013, en virtud de que se trata
de una denuncia de contradicción de tesis suscitada entre criterios de Tribunales Colegiados
de diversos circuitos, en un tema que, por ser de naturaleza civil, corresponde a la materia de
la especialidad de la Primera Sala.
6. SEGUNDO. La denuncia de contradicción de tesis proviene de parte legítima conforme a
lo dispuesto por los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados
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Unidos Mexicanos y 227, fracción II, de la Ley de Amparo, toda vez que fue formulada por
el tercero perjudicado, en el amparo en revisión 361/2012 del índice del Tribunal Colegiado
del Trigésimo Segundo Circuito en el Estado de Colima, por lo que se actualiza el supuesto
de legitimación previsto en los referidos preceptos.
7. TERCERO. Las consideraciones de las ejecutorias pronunciadas por los Tribunales
Colegiados de Circuito, que dieron origen a la denuncia de contradicción de criterios, son las
siguientes:
8. A) El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, al resolver el cuatro
de mayo de dos mil doce, por mayoría de votos, el recurso de revisión número 103/2012,
sostuvo, en lo que interesa al caso, lo siguiente:
"CUARTO. ... Continúa aduciendo la recurrente que el Juez Federal no advirtió que la
diligencia de emplazamiento en el juicio natural cumplió con todas las formalidades de ley,
ya que el actuario que la practicó dejó la respectiva cédula de notificación junto con copias
selladas y cotejadas a la persona con quien entendió la diligencia, además de que al asentar su
razón actuarial estableció que se constituyó en el domicilio del inmueble materia del
arrendamiento, y se entendió con **********, quien tenía aproximadamente cuarenta y
cinco años de edad y manifestó ser empleado de los quejosos y demandados; que la fe
pública del actuario no puede desvirtuarse con un simple atestado del registro civil, ya que
dicho notificador de antemano sabe que no puede entender la diligencia con menores de edad.
En tales argumentos subyace la causa de pedir consistente en que la diligencia de
emplazamiento fue legal porque se entendió con persona capaz. El argumento que precede es
fundado. El Juez Federal argumentó en la resolución que se impugna que la diligencia de
emplazamiento efectuada el día veintiséis de octubre de dos mil diez presentó irregularidades,
específicamente al haberse practicado con una persona menor de edad, ya que una de las
formalidades esenciales para esta clase de diligencia debe atenderse en primer término con el
demandado, y en el caso de que éste no se encuentre, se tendrá que practicar mediante cédula
que debe entregarse a los parientes, empleados o domésticos del interesado o de cualquier
otra persona que viva en el domicilio señalado. En la resolución que se impugna, el Juez
Federal también hizo hincapié en que dentro de la legislación procesal civil no existe
disposición alguna que especifique que la diligencia de emplazamiento debe efectuarse con
una persona mayor de edad, pero que de la interpretación de los artículos 23, 450, 646 y 647
del Código Civil del Distrito Federal se infiere que la minoría de edad es una restricción a la
capacidad legal, misma que comienza a los dieciocho años y, que, por tanto, al realizarse una
diligencia de la envergadura del emplazamiento ésta debe entenderse precisamente con una
persona que reúna este requisito, esto es, la mayoría de edad y su correlativa capacidad legal.
Ahora, este Tribunal Colegiado considera que si bien es cierto la minoría de edad en una
persona restringe su capacidad legal para asumir las obligaciones derivadas de determinados
actos jurídicos, este concepto no es determinante para acotar la percepción, entendimiento y
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comprensión que una persona que no haya alcanzado la mayoría de edad (dieciocho años)
pueda tener respecto de los sucesos personales o materiales que giren en su entorno. En
principio, la capacidad proviene del latín capacitas, que significa aptitud o suficiencia para
alguna cosa; jurídicamente se entiende como la aptitud legal de una persona para ser sujeto de
derechos y obligaciones, o como la facultad o posibilidad de cumplir sus obligaciones por sí
misma. En otras acepciones, la capacidad jurídica la tiene toda persona en su acepción
genérica; se adquiere con el nacimiento y se pierde con la muerte. La capacidad jurídica que
el derecho reconoce al ser humano, como aptitud para ser titular de relaciones jurídicas, es
una capacidad abstracta y uniforme para todos. Ahora, para ser titular de ciertas relaciones, se
puede exigir a la persona determinadas aptitudes especiales, y para ello se precisa de una
especial capacidad jurídica. Luego, la capacidad de obrar como aptitud reconocida por el
derecho para realizar en general actos jurídicos, ni la tiene toda persona, ni es igual para
todos los que la tienen; puede faltar o existir plena o parcialmente. En el primer caso se está
en presencia verbigracia de recién nacidos, el segundo se presenta en aquellos que han
alcanzado la mayoría de edad, salvo casos excepcionales y, por último, la capacidad de obrar
en comento puede verse limitada en tratándose de menores emancipados. Para que una
persona pueda realizar válidamente un acto jurídico se precisa de tener: 1. Capacidad de
obrar, es decir, aptitud abstracta reconocida por el derecho para otorgarlo. 2. Estar en
condiciones psíquicas de poder llevarlo a cabo. Por lo que una cosa es la capacidad de obrar y
otra las condiciones psíquicas adecuadas para ejercer válidamente tal capacidad. Ahora bien,
en tratándose de menores de edad existen otra clase de capacidades especiales o limitadas
para ciertos actos concretos como los previstos en los artículos 148 y 1306, fracción I, del
Código Civil para el Distrito Federal, del contenido siguiente: ‘Artículo 148. Para contraer
matrimonio es necesario que ambos contrayentes sean mayores de edad. Los menores de
edad podrán contraer matrimonio, siempre que ambos hayan cumplido dieciséis años. Para tal
efecto, se requerirá del consentimiento del padre o la madre o en su defecto al tutor; y a falta
o por negativa o imposibilidad de éstos, el Juez de lo familiar suplirá dicho consentimiento, el
cual deberá ser otorgado atendiendo a las circunstancias especiales del caso. ...’. ‘Artículo
1306. Están incapacitados para testar: I. Los menores que no han cumplido dieciséis años de
edad, ya sean hombres o mujeres.’. En el caso, es de trascendencia el tópico relativo a la
capacidad limitada a través de la cual el sujeto es parcialmente capaz, de forma que le está
permitido celebrarlos a él, mas no por sí solo, sino que se requiere de la intervención de otra
persona que con su consentimiento o asistencia complete su capacidad suficiente.
Verbigracia, cuando el menor emancipado necesita gravar un inmueble (artículo 643 del
Código Civil), o bien cuando desee celebrar capitulaciones matrimoniales (artículo 181 ley
sustantiva civil). ‘Artículo 643. El emancipado tiene la libre administración de sus bienes,
pero simpre (sic) necesita durante su menor edad: I. De la autorización judicial para la
enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces. II. De un tutor para negocios judiciales.’.
‘Artículo 181. El menor que con arreglo a la ley pueda contraer matrimonio, puede también
otorgar capitulaciones, las cuales serán válidas si a su otorgamiento concurren las personas
cuyo consentimiento previo es necesario para la celebración del matrimonio.’. En este mismo
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orden de ideas, la carencia de capacidad de ejercicio da lugar al concepto de incapacidad que
siempre será excepcional y especial, porque no puede concebirse a una persona que aún no
alcanza la mayoría de edad privada de todos sus derechos. Los incapaces, en términos del
artículo 23 del Código Civil, pueden ejercitar sus derechos o contraer y cumplir sus
obligaciones por medio de sus representantes. Como ya se ha precisado con antelación, en el
caso particular de los menores, la incapacidad de obrar o de ejercicio presenta grados. Es
absoluta o total cuando el menor no ha sido emancipado, y parcial cuando éste se encuentra
ante esta circunstancia (emancipación) que lo hizo salir parcialmente de su incapacidad, o
bien cuando se le coloca ante una situación que exige del menor condiciones de madurez
mental y discernimiento, para atender responsablemente conductas como las que enseguida
se describen. Debe tenerse en cuenta que existe la capacidad laboral, estimada como la
aptitud o idoneidad que se requiere para el ejercicio de una determinada actividad, ya sea
profesional, manual, intelectual o de otro género similar, que se traduce en la eficaz actuación
de un trabajador para el desempeño de un oficio o profesión. Los artículos 22 y 23 de la Ley
Federal del Trabajo disponen: ‘Artículo 22. Queda prohibida la utilización del trabajo de los
menores de catorce años y de los mayores de esta edad y menores de dieciséis que no hayan
terminado su educación obligatoria, salvo los casos de excepción que apruebe la autoridad
correspondiente en que a su juicio haya compatibilidad entre los estudios y el trabajo.’.
‘Artículo 23. Los mayores de dieciséis años pueden prestar libremente sus servicios, con las
limitaciones establecidas en esta ley. Los mayores de catorce y menores de dieciséis
necesitan autorización de sus padres o tutores y a falta de ellos, del sindicato a que
pertenezcan, de la Junta de Conciliación y Arbitraje, del inspector del trabajo o de la
autoridad política. Los menores trabajadores pueden percibir el pago de sus salarios y
ejercitar las acciones que les correspondan.’. También se tiene que los menores de edad
pueden conducir vehículos automotores si obtienen de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes el permiso correspondiente, tal como lo prevé el Reglamento de Tránsito del
Distrito Federal, que en su artículo 29, dispone: ‘Artículo 29. Los menores de edad pueden
conducir los vehículos automotores que requieran licencia tipo A, mediante permisos
temporales de conducir, conforme a las condiciones siguientes: I. Sólo serán válidos en un
horario comprendido entre las 05:00 y las 24:00 horas. II. Queda prohibido conducir en
manifestaciones, caravanas, procesiones, exhibiciones deportivas y demás tipos de
concentraciones humanas; y III. De igual forma, está prohibido que conduzcan cualquier
vehículo de transporte público, mercantil o privado de pasajeros o de carga en cualquiera de
sus modalidades. El trámite para la obtención y reposición de permiso para conducir se
realizará en las delegaciones, y centros autorizados. La vigencia de los permisos de conducir
se extinguirá al cumplir la mayoría de edad, o al incurrir en cualquier infracción al presente
reglamento.’. De una interpretación integral de los preceptos antes relacionados, se encuentra
que si bien es cierto el artículo 646 de la ley sustantiva civil del Distrito Federal establece que
la mayoría de edad se alcanza hasta los dieciocho años, y sólo así la persona puede disponer
libremente de su persona y de sus bienes, lo cierto es que tal factor cuantitativo de tiempo y
cualitativo como atributo de la persona física (edad) no debe constreñir a concluir que los
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individuos menores de dieciocho años de edad se encuentren restringidos en cuanto a sus
facultades de intelección, que les impida discernir o comprender los alcances de ciertos y
determinados hechos o actos que a su alrededor acontecen, sean ellos partícipes de los
mismos o no. Esto es, si en distintas disposiciones de la legislación mexicana están previstos
casos de excepción a la regla general (mayoría de edad 18 años) para llevar a cabo la
celebración de actos de importante trascendencia en la vida de una persona como el
matrimonio, las capitulaciones matrimoniales, el otorgamiento de testamento, contrato de
trabajo, permisos de conducción, etcétera; entonces, se colige válidamente que hombres o
mujeres menores de dieciocho años pero mayores de dieciséis años cumplidos, pueden
celebrarlos con la participación sea ya de sus padres u otras instituciones facultadas por la ley
para poder completar su capacidad legal o de obrar, y esto último no conlleva a establecer
que por el hecho de que estos personajes intervengan en la celebración de estos actos, los
menores a quienes asisten sean incapaces de comprender el derecho que van a ejercer o la
obligación que han decidido adquirir y cumplir, pues su intervención es meramente para
fortalecer y perfeccionar el acto jurídico que el menor celebra. Así, cuando distintas
legislaciones coinciden en que a la edad de dieciséis años una persona puede celebrar,
contratar y obligarse, es porque mentalmente ha adquirido la madurez necesaria para
comprender el alcance de sus acciones y los efectos que éstas producirán en el tiempo y en el
espacio, salvo aquellos sujetos que aun teniendo físicamente esta edad, presenten un grado de
discapacidad, de carácter intelectual o mental, de dependencia de algún enervante,
psicotrópico o cualesquier otra sustancia tóxica que altere en grado superior sus facultades de
intelección que les impida discernir y gobernarse por sí mismos, o manifestar libremente su
voluntad. Nótese, como se dijo, que los actos que la ley autoriza a celebrar a menores de
dieciocho años pero mayores de dieciséis son de naturaleza sustantiva, en tanto afectan de
manera directa a su persona o a sus bienes; a diferencia del acto cuya legalidad aquí se
analiza, consistente en la mera recepción de documentos para entregárselos a quien está
dirigido el emplazamiento, como lo permite la ley procesal para que dicha diligencia se
entienda con persona diversa al directamente interesado. En el presente asunto, si bien es
cierto la minoría de edad en una persona origina restricciones en el ejercicio de su capacidad
de ejercicio en la vida jurídica, dichas limitaciones no implican que una persona de una edad
promedio entre dieciséis a dieciocho años, no tenga capacidad de intelección para atender la
visita de un funcionario judicial, que como en el caso, no busca a dicho menor como
destinatario del emplazamiento, sino que se presenta en determinado domicilio buscando a
una persona diversa para tal cometido. Para mejor comprensión de este asunto, lo que aquí
acontece es que a juicio de los hoy quejosos el actuario les emplazó a través de un menor de
edad (menor que tenía diecisiete años, diez meses, veinticinco días cumplidos al momento de
la diligencia), lo que en el juicio constitucional demostraron con la copia certificada de
**********, pero que partiendo de la premisa de que la ley le permite a una persona que ya
cuenta con dieciséis años cumplidos celebrar actos de mayor grado de complejidad y
compromiso como lo son el matrimonio, el testamento, la conducción de vehículos, o la vida
laboral y sus implicaciones, es porque cuenta con las condiciones de madurez necesarias para
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discernir sin menor problema las implicaciones de esta clase de eventos. Así que no cabe
duda, de que se encuentra dentro de las capacidades de comprensión de un menor de edad
que oscile entre los dieciséis y dieciocho años, el informarle al actuario sobre la presencia o
ausencia de la persona buscada, de la relación que guarda con ella, y de su posibilidad o
imposibilidad de entregarle, como en el caso, la cédula de emplazamiento y sus anexos
(copias de la demanda y otros documentos adjuntos a ella), sin que tal situación conlleve a
declarar la nulidad de esta actuación judicial, con base en interpretaciones poco sólidas en
relación con la capacidad de una persona cuando ésta es menor de edad, pues esta condición
jurídica de la persona no es sinónimo de incapacidad mental. ..."
9. De esa ejecutoria derivó la tesis que enseguida se identifica y transcribe:
"EMPLAZAMIENTO ATENDIDO POR UN MENOR DE DIECIOCHO PERO MAYOR
DE DIECISÉIS AÑOS, NO RESULTA ILEGAL. Los artículos 23 y 646 del Código Civil
para el Distrito Federal establecen que la mayoría de edad comienza a los dieciocho años
cumplidos, por lo que una persona de menor edad está restringida respecto de su capacidad
de ejercicio. No obstante lo anterior, el derecho sustantivo civil, laboral y administrativo
contempla diversos supuestos que describen los actos que un menor de dieciocho años, pero
mayor de dieciséis, puede realizar válidamente, atendiendo a su madurez mental, tales como
el otorgamiento de testamento, la celebración del matrimonio y de capitulaciones
matrimoniales, gravar un inmueble, la obtención de permisos de conducción de vehículos, así
como la celebración de un contrato de trabajo; por ende, tratándose de la hipótesis relativa a
que el emplazamiento es atendido por una persona cuya edad oscila entre los dieciséis y los
dieciocho años cumplidos, la diligencia de mérito no resulta ilegal, en virtud de que un menor
de edad en las apuntadas características está en aptitud física e intelectual de entender los
motivos por los cuales un funcionario judicial busca a determinada persona, así como de
informarle las circunstancias peculiares que lo vinculan con el demandado, ya que en este
caso específico, la capacidad de ejercicio no se ve comprometida en la diligencia de
emplazamiento, en tanto que no es el menor de edad el emplazado, sino sólo un intermediario
entre el personal judicial y el destinatario del emplazamiento.(2)
"Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito.
"Amparo en revisión 103/2012. **********. 4 de mayo de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: **********. Secretaria: **********."
10. B) Por otra parte, el Tribunal Colegiado del Trigésimo Segundo Circuito, al resolver el
uno de marzo de dos mil trece el amparo en revisión número 361/2012, sostuvo, en lo que
interesa para el asunto, lo siguiente:
"QUINTO. En este apartado procede el análisis conducente de los conceptos de violación. En
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el primero de los conceptos de violación la quejosa expresa que en el acta de emplazamiento
se le pretendió llamar a juicio con fecha veinticuatro de septiembre de dos mil siete; sin
embargo, esa acta no cumple con los requisitos que establece la legislación procesal civil
aplicable, toda vez que se llevó a cabo con **********, quien en esa fecha era incapaz para
que se llevara tal acto jurídico por su conducto, dado que no tenía la mayoría de edad
requerida, pues tenía dieciséis años de edad. El concepto de violación es fundado. El artículo
117 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Colima, vigente en el momento
en que se practicó el emplazamiento el veinticuatro de septiembre de dos mil siete, establece:
‘Artículo 117. Si se tratare de la notificación de la demanda y a la primera busca no se
encontrare al demandado, se le dejará citatorio para hora fija dentro de las veinticuatro horas
siguientes. Si no espera el demandado a esa hora, se le hará la notificación por cédula. La
cédula y las copias simples de la demanda y de la documentación anexa, se entregará, en el
caso que así proceda, tanto de este artículo como del anterior, a los parientes o domésticos del
interesado o a cualquier otra persona que viva o se encuentre en la casa después que el
notificador se haya cerciorado de que allí vive la persona que debe ser notificada, a los cuales
se les hará saber el objeto de la diligencia y se hará, por su conducto, saber al demandado el
término que tiene para contestar la demanda y el apercibimiento para el caso de no hacerlo
dentro de este término, de todo lo cual se asentará razón en los autos. La cédula contendrá,
además, una relación sucinta de la demanda, cuando no sea forzoso entregar las copias del
(sic) traslado.’. El artículo transcrito prevé que, tratándose de la notificación de la demanda,
si a la primera búsqueda no se encontrare al demandado, se le dejará citatorio para hora fija
dentro de las veinticuatro horas siguientes, y si no espera el demandado a esa hora, se le hará
la notificación por cédula. También el precepto legal contempla las formalidades relativas a
la cédula en su contenido, el cercioramiento que debe realizar el fedatario del domicilio en
que debe realizar el emplazamiento, los documentos que debe entregar, con quiénes debe
efectuar la diligencia y qué debe hacer (sic) conocer. Por otra parte, los artículos 8o., 11, 23,
450, 646 y 647 del Código Civil para el Estado de Colima, disponen: ‘Artículo 8o. Los actos
ejecutados contra el tenor de las leyes prohibitivas o de interés público serán nulos, excepto
en los casos en que la ley ordene lo contrario.’. ‘Artículo 11. Las leyes que establecen
excepción a las reglas generales, no son aplicables a caso alguno que no esté expresamente
especificado en las mismas leyes.’. ‘Artículo 23. La menor edad, el estado de interdicción y
las demás incapacidades establecidas por la ley, son restricciones a la personalidad jurídica;
pero los incapaces pueden ejercitar sus derechos o contraer obligaciones por medio de sus
representantes.’. ‘Artículo 450. Tienen incapacidad natural y legal: I. Los menores de edad;
(Reformada, P.O. 26 de mayo de 2007) II. El mayor de edad con algún tipo de discapacidad
intelectual, aunque pudiera tener momentos de lucidez, o motriz cuando no puedan
conducirse por sí para contraer obligaciones o para manifestar su voluntad por cualquiera de
las formas por las que ésta pudiera ser manifestada. III. (Derogada, P.O. 26 de mayo de 2007)
IV. Los ebrios consuetudinarios, y los que habitualmente hacen uso inmoderado de drogas
enervantes.’. ‘Artículo 646. La mayor edad comienza a los dieciocho años cumplidos.’ y
‘Artículo 647. El mayor de edad dispone libremente de su persona y de de (sic) sus bienes.’.
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De acuerdo con lo anterior, se colige que aunque el artículo 117 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Colima, no especifica que la persona con la que se
practique el emplazamiento deba ser mayor de edad, si no se encontró a la que se llama a
juicio, ese requisito se deduce de los recién invocados artículos 8o., 11, 23, 450, 646 y 647
del Código Civil para el Estado de Colima, todos de orden público, al tenor de los cuales un
acto jurídico procesal de la importancia y trascendencia del emplazamiento, que constituye
una actuación judicial y que por su finalidad es un acto solemne, esencial para cumplir con el
requisito constitucional de la debida audiencia de la demandada, sólo puede llevarse a cabo
con persona capaz, es decir, sin restricción alguna a su personalidad jurídica. Sobre el
particular, es aplicable la jurisprudencia de la otrora Tercera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, de rubro y texto siguientes: ‘EMPLAZAMIENTO A JUICIO POR
CONDUCTO DE MENOR DE EDAD, ILEGALIDAD DEL. Es ilegal el emplazamiento a
juicio hecho por conducto de persona menor de edad, por ser ésta incapaz y, por ende, no
apta para que se entienda con ella un acto eminentemente jurídico, como la diligencia de
emplazamiento, pues si bien el artículo 117 del Código de Procedimientos Civiles para el
Distrito Federal no especifica que la persona con la que se practique el emplazamiento deba
ser mayor de edad, si no se encontró a la que se llama a juicio, tal requisito se infiere de los
artículos 8o., 11, 23, 450, 646 y 647, entre otros, del Código Civil para el Distrito Federal,
todos de orden público, al tenor de los cuales un acto jurídico procesal de la importancia y
trascendencia del emplazamiento, que constituye una actuación judicial y que por su finalidad
es un acto solemne, esencial para cumplir con el requisito constitucional de la debida
audiencia de la demandada, sólo puede llevarse a cabo con persona capaz, es decir, sin
restricción alguna a su personalidad jurídica.’. De acuerdo con las constancias del expediente
natural, la diligencia de emplazamiento cuestionada es del contenido siguiente: ‘Siendo las
15:50 horas del día veinte de septiembre de 2007 el (la) suscrito (a) licenciada **********,
secretaria actuaria adscrita al Juzgado Primero de lo Mercantil de esta ciudad de Colima y
acompaña (sic) del actor señor Lic. ********** me constituí en la ********** del cual me
cercioro plenamente ********** ya que así me lo manifestó una persona que dijo llamarse
**********. Quien por no encontrarse presente (s) le (s) dejo citatorio para que me espere
(n) en este mismo lugar a las 18:30 horas del día 24 de septiembre del año en curso en poder
de **********. Doy fe.’. ‘Siendo las 18:30 del día 24 de septiembre del año en curso, el (la)
licenciada **********, secretaria actuaria del Juzgado Primero de lo Mercantil de esta
ciudad de ********** y acompañada del actor señor Lic. ********** me constituí de nueva
cuenta en la casa marcada con el ********** domicilio del cual me cercioré anteriormente
es el de (los) demandado (s) señor (es) ********** quien por no encontrarse presente en esta
segunda búsqueda no obstante el citatorio que para tal efecto se le dejó, entiendo la diligencia
con ********** no se identifica porque no la trae consigo, joven de 18 años tez morena, ceja
poblada, frente amplia, pelo negro, «boca de corazón» de (sigue una palabra ilegible) 1.77, a
quien le hago saber el motivo de la misma previa lectura que en todos sus términos le doy el
auto que se cumplimenta. Acto seguido, emplazo al demandado con las copias simples de
traslado y le doy a conocer el término de cinco copias (sic) hábiles para que se presente ante
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el juzgado de referencia a contestar la demanda interpuesta en su contra, oponiendo las
excepciones si la tuviere, asimismo deberá ofrecer sus pruebas relacionándolas con los
hechos que pretende probar; apercibido (s) que de no hacerlo así, se le tendrá (n) por
confesado (s) y admitido (s) los hechos de la demanda. Por último, se hace saber a la parte
pasiva que contrae la obligación de depositario (s) judicial (es) respecto de la finca
hipotecada indicada en la demanda, así como de sus frutos y de todos los objetos que formen
parte de la misma; en la inteligencia que de no hacerlo deberá (n) hacer entrega de la
tendencia material del mencionado bien al actor o al depositario que éste designe;
manifestando en estos momentos que acepta el cargo conferido. Asimismo, se hace de su
conocimiento que por exceder de 25 fojas los documentos fundatorios de la acción, quedan
en disposición en la secretaria de este juzgado. Con lo anterior concluye la diligencia
firmando para constancia esta acta la que en ella intervinieron y firmaron los que quisieron
hacerlo. Doy fe.’. De la información que proporciona el acta transcrita se advierte que la
diligencia de emplazamiento se llevó a cabo con **********. En el caso, la quejosa aportó al
juicio de amparo la certificación con folio de validación 309053, expedida el dieciocho de
abril de dos mil doce, y las certificaciones emitidas el veintiséis de septiembre de dos mil
siete y dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y tres, las que tienen valor probatorio
pleno conforme al artículo 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación
supletoria a la Ley de Amparo, por constituir documentos públicos, y sirven para demostrar
que ********** nació el diez de agosto de mil novecientos noventa y uno. En ese orden de
ideas, le asiste razón a la quejosa al aducir que esa diligencia es ilegal por haberse practicado
con un menor de edad, pues la misma se efectuó con **********, y en la fecha de su
realización, esto es, el veinticuatro de septiembre de dos mil siete, éste tenía la edad de
dieciséis años, no obstante que un acto jurídico procesal de la importancia y trascendencia del
emplazamiento, que constituye una actuación judicial y que por su finalidad es un acto
solemne, esencial para cumplir con el requisito constitucional de la debida audiencia de la
demandada, sólo puede llevarse a cabo con persona capaz, es decir, sin restricción alguna a
su personalidad jurídica. En virtud de lo anterior, resulta innecesario el análisis del resto de
los conceptos de violación en los que se aducen otros vicios de la práctica de la diligencia de
emplazamiento, ya que el motivo de inconformidad examinado es fundado y suficiente para
otorgar el amparo solicitado, toda vez que al ser ilegal la diligencia de emplazamiento
atribuida a la secretaria actuaria responsable, en vía de consecuencia también lo son las
actuaciones atribuidas al Juez y Sala responsables, ya que la falta de emplazamiento legal,
trasciende a todo el procedimiento, por lo que la quejosa no obtendría un beneficio mayor del
concedido. Tiene aplicación la tesis sustentada por la otrora Tercera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, visible en la página 926 del Tomo XXVI, de la Quinta Época del
Semanario Judicial de la Federación, que dice: ‘EMPLAZAMIENTO. La falta de
emplazamiento legal, viola el procedimiento y viola en perjuicio del demandado las garantías
de los artículos 14 y 16 constitucionales.’. En consecuencia, procede conceder el amparo y la
protección de la Justicia de la Unión a **********, para que las autoridades responsables: a)
Dejen insubsistente el emplazamiento reclamado, así como todo lo actuado con posterioridad
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en el juicio civil sumario hipotecario **********, del índice del Juzgado Primero de lo
Mercantil de **********, y en el toca de apelación 49/2011, ya que a la quejosa no sólo le
afecta el ilegal emplazamiento a juicio sino también las determinaciones posteriores a éste,
las cuales fueron tomadas durante todo el procedimiento como consecuencia de no haber sido
legalmente emplazada. La concesión del amparo debe hacerse extensiva a **********, dado
que, por su naturaleza misma, atinente a la indivisibilidad del derecho sustantivo litigioso, se
hace imprescindible el dictado de una sola sentencia respecto de las partes demandadas; en el
entendido de que la protección constitucional no tiene el alcance de dejar insubsistente el
emplazamiento a juicio de aquel que haya sido emplazado de forma legal, para que éste se
verifique de nueva cuenta, pues ésa no es una consecuencia lógica y natural del
litisconsorcio, si se considera que el llamamiento de cada uno de los litisconsortes se verifica
de manera independiente. Tiene aplicación la jurisprudencia 1a./J. 72/2011 (9a.), de la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 933 del
Libro I, Tomo 2, octubre de 2011, Décima Época del Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, cuyos rubro y texto, establecen: ‘LITISCONSORCIO PASIVO. LA CONCESIÓN
DE AMPARO A UNO DE LOS LITISCONSORTES PARA EL EFECTO DE SER
EMPLAZADO AL JUICIO, NO TIENE EL ALCANCE DE DEJAR INSUBSISTENTES
LOS EMPLAZAMIENTOS DE LOS DEMÁS LITISCONSORTES Y ORDENAR SU
NUEVO LLAMAMIENTO A JUICIO. El principio de relatividad que rige al juicio de
garantías ordena que la sentencia de amparo solamente se ocupe de los individuos que lo
hubiesen solicitado, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto reclamado.
Tal principio admite como excepción el supuesto en que exista litisconsorcio necesario, en
cuyo caso, el beneficio de la concesión se extiende al resto de los litisconsortes, pues por su
naturaleza misma, atinente a la indivisibilidad del derecho sustantivo litigioso, se hace
imprescindible oír a todos los interesados que se encuentren en la comunidad jurídica
respecto de la materia de la controversia, para que se pueda dictar una sentencia válida. Sin
embargo, la reposición del procedimiento como efecto de la sentencia de amparo que
concede la protección de la justicia federal solicitado por la falta de llamamiento a juicio de
uno de los litisconsortes, no tiene el alcance de dejar insubsistentes los llamamientos a juicio
de aquellos que sí fueron emplazados de forma legal, para que éste se verifique de nueva
cuenta, pues esa no es una consecuencia lógica y natural del litisconsorcio, si se considera
que el llamamiento de cada uno de los litisconsortes se verifica de manera independiente, por
lo que en ese preciso tema ha de atenderse al principio de relatividad explicado.’."
11. CUARTO. Cabe señalar, que aun cuando los criterios sustentados por los Tribunales
Colegiados contendientes, no constituyen jurisprudencia debidamente integrada, ello no es
requisito indispensable para proceder a su análisis o, establecer si existe la contradicción
planteada y, en su caso, cuál criterio debe prevalecer.
12. Tienen aplicación las tesis que a continuación se transcriben:
-10-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO ES NECESARIO QUE
SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS. Para la procedencia de una denuncia de contradicción
de tesis no es presupuesto el que los criterios contendientes tengan la naturaleza de
jurisprudencias, puesto que ni el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Federal ni el
artículo 197-A de la Ley de Amparo, lo establecen así."
Octava Época. Instancia: Pleno. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
tomo 83, noviembre de 1994, tesis P. L/94, página 35.
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. SU EXISTENCIA REQUIERE DE CRITERIOS
DIVERGENTES PLASMADOS EN DIVERSAS EJECUTORIAS, A PESAR DE QUE NO
SE HAYAN REDACTADO NI PUBLICADO EN LA FORMA ESTABLECIDA POR LA
LEY. Los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución General de la República, 197 y
197-A de la Ley de Amparo, regulan la contradicción de tesis sobre una misma cuestión
jurídica como forma o sistema de integración de jurisprudencia, desprendiéndose que la tesis
a que se refieren es el criterio jurídico sustentado por un órgano jurisdiccional al examinar un
punto concreto de derecho, cuya hipótesis, con características de generalidad y abstracción,
puede actualizarse en otros asuntos; criterio que, además, en términos de lo establecido en el
artículo 195 de la citada legislación, debe redactarse de manera sintética, controlarse y
difundirse, formalidad que de no cumplirse no le priva del carácter de tesis, en tanto que esta
investidura la adquiere por el solo hecho de reunir los requisitos inicialmente enunciados de
generalidad y abstracción. Por consiguiente, puede afirmarse que no existe tesis sin
ejecutoria, pero que ya existiendo ésta, hay tesis a pesar de que no se haya redactado en la
forma establecida ni publicado y, en tales condiciones, es susceptible de formar parte de la
contradicción que establecen los preceptos citados."
Novena Época. Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XII, noviembre de 2000, tesis 2a./J. 94/2000, página 319.
13. QUINTO. Precisado lo anterior, procede en primer término examinar si en la especie
existe o no la contradicción de tesis sustentada entre los Tribunales Colegiados de Circuito.
14. Conforme lo resuelto por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en sesión de treinta de abril de dos mil nueve, la nueva mecánica para abordar el análisis
sobre la existencia de las contradicciones de tesis no necesita pasar por el cumplimiento
irrestricto de los requisitos establecidos en la jurisprudencia número P./J. 26/2001, emitida
por el Tribunal Pleno, cuyo rubro dice: "CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.", puesto que
dicho criterio fue ya interrumpido.
15. Una nueva forma de aproximarse a los problemas que plantean los Tribunales Colegiados
-11-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
en este tipo de asuntos debe radicar en la necesidad de unificar criterios y no en la de
comprobar que se reúnan una serie de características determinadas en los casos resueltos por
los Tribunales Colegiados. Por ello, para comprobar la existencia de una contradicción de
tesis es indispensable determinar si existe una necesidad de unificación, es decir, una posible
discrepancia en el proceso de interpretación más que en el producto del mismo. En esa línea
de pensamiento, si la finalidad de la contradicción de tesis es la unificación de criterios, y si
el problema radica en los procesos de interpretación -que no en los resultados- adoptados por
los tribunales contendientes, entonces es posible afirmar la existencia de una contradicción de
tesis cuando se cumplen los siguientes requisitos:
16. Que los tribunales contendientes hayan resuelto alguna cuestión litigiosa en la que se
vieron en la necesidad de ejercer el arbitrio judicial a través de un ejercicio interpretativo
mediante la adopción de algún canon o método, cualquiera que fuese.
17. Que entre los ejercicios interpretativos respectivos exista al menos un tramo de
razonamiento en el que la interpretación ejercida gire en torno a un mismo tipo de problema
jurídico: ya sea el sentido gramatical de una norma, el alcance de un principio, la finalidad de
una determinada institución o cualquier otra cuestión jurídica en general.
18. El discernimiento expuesto, es tomado y resulta complementario del criterio sustentado
por el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia
72/2010, cuyos rubro y texto son los siguientes:
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. EXISTE CUANDO LAS SALAS DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS JURÍDICOS
DISCREPANTES SOBRE UN MISMO PUNTO DE DERECHO,
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS CUESTIONES FÁCTICAS QUE LO RODEAN
NO SEAN EXACTAMENTE IGUALES. De los artículos 107, fracción XIII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197 y 197-A de la Ley de Amparo,
se advierte que la existencia de la contradicción de criterios está condicionada a que las Salas
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o los Tribunales Colegiados de Circuito en las
sentencias que pronuncien sostengan ‘tesis contradictorias’, entendiéndose por ‘tesis’ el
criterio adoptado por el juzgador a través de argumentaciones lógico-jurídicas para justificar
su decisión en una controversia, lo que determina que la contradicción de tesis se actualiza
cuando dos o más órganos jurisdiccionales terminales adoptan criterios jurídicos discrepantes
sobre un mismo punto de derecho, independientemente de que las cuestiones fácticas que lo
rodean no sean exactamente iguales, pues la práctica judicial demuestra la dificultad de que
existan dos o más asuntos idénticos, tanto en los problemas de derecho como en los de hecho,
de ahí que considerar que la contradicción se actualiza únicamente cuando los asuntos son
exactamente iguales constituye un criterio rigorista que impide resolver la discrepancia de
-12-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
criterios jurídicos, lo que conlleva a que el esfuerzo judicial se centre en detectar las
diferencias entre los asuntos y no en solucionar la discrepancia. Además, las cuestiones
fácticas que en ocasiones rodean el problema jurídico respecto del cual se sostienen criterios
opuestos y, consecuentemente, se denuncian como contradictorios, generalmente son
cuestiones secundarias o accidentales y, por tanto, no inciden en la naturaleza de los
problemas jurídicos resueltos. Es por ello, que este Alto Tribunal interrumpió la
jurisprudencia P./J. 26/2001 de rubro: ‘CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.’, al resolver la
contradicción de tesis 36/2007-PL, pues al establecer que la contradicción se actualiza
siempre que ‘al resolver los negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas
esencialmente iguales y se adopten posiciones o criterios jurídicos discrepantes’ se impedía el
estudio del tema jurídico materia de la contradicción con base en ‘diferencias’ fácticas que
desde el punto de vista estrictamente jurídico no deberían obstaculizar el análisis de fondo de
la contradicción planteada, lo que es contrario a la lógica del sistema de jurisprudencia
establecido en la Ley de Amparo, pues al sujetarse su existencia al cumplimiento del indicado
requisito disminuye el número de contradicciones que se resuelven en detrimento de la
seguridad jurídica que debe salvaguardarse ante criterios jurídicos claramente opuestos. De lo
anterior se sigue que la existencia de una contradicción de tesis deriva de la discrepancia de
criterios jurídicos, es decir, de la oposición en la solución de temas jurídicos que se extraen
de asuntos que pueden válidamente ser diferentes en sus cuestiones fácticas, lo cual es
congruente con la finalidad establecida tanto en la Constitución General de la República
como en la Ley de Amparo para las contradicciones de tesis, pues permite que cumplan el
propósito para el que fueron creadas y que no se desvirtúe buscando las diferencias de detalle
que impiden su resolución." (Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXII,
agosto de 2010, página 7, Novena Época)
19. De las ejecutorias transcritas en el considerando tercero de la presente resolución se
advierte, que los Tribunales Colegiados de Circuito involucrados se enfrentaron a una misma
problemática consistente en determinar si es legal el emplazamiento como diligencia atendida
por una persona que no haya alcanzado la mayoría de edad (dieciocho años).
20. En relación con tal disyuntiva, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito sostuvo, en lo esencial, al resolver el amparo en revisión 103/2012, que el
emplazamiento atendido por un menor de dieciocho pero mayor de dieciséis años, es legal
porque si bien es cierto los artículos 23 y 646 del Código Civil para el Distrito Federal
establecen que la mayoría de edad comienza a los dieciocho años cumplidos, por lo que una
persona de menor edad está restringida respecto de su capacidad de ejercicio; también lo es,
que el derecho sustantivo civil, laboral y administrativo contempla diversos supuestos que
describen los actos que un menor de dieciocho años, pero mayor de dieciséis, puede realizar
válidamente, atendiendo a su madurez mental, tales como el otorgamiento de testamento, la
celebración del matrimonio y de capitulaciones matrimoniales, gravar un inmueble, la
-13-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
obtención de permisos de conducción de vehículos, así como la celebración de un contrato de
trabajo.
21. Sobre tales bases, el referido Tribunal Colegiado de Circuito concluyó tratándose de la
hipótesis relativa a que el emplazamiento es atendido por una persona cuya edad oscila entre
los dieciséis y los dieciocho años no cumplidos, la diligencia de mérito no resulta ilegal, en
virtud de que un menor de edad en las apuntadas características está en aptitud física e
intelectual de entender los motivos por los cuales un funcionario judicial busca a determinada
persona, así como de informarle las circunstancias peculiares que lo vinculan con el
demandado, ya que en este caso específico, la capacidad de ejercicio no se ve comprometida
en la diligencia de emplazamiento, en tanto que no es el menor de edad el emplazado, sino
sólo un intermediario entre el personal judicial y el destinatario del emplazamiento.
22. Por su parte, el Tribunal Colegiado del Trigésimo Segundo Circuito, al resolver el amparo
en revisión 361/2012 estimó ilegal el emplazamiento realizado con persona menor de
dieciocho años pero mayor de dieciséis años, ya que aun cuando el artículo 117 del Código
de Procedimientos Civiles para el Estado de Colima, no especifica que la persona con la que
se practique el emplazamiento deba ser mayor de edad, sino se encontró a la que se llama a
juicio; sin embargo, ese requisito se deduce de los artículos 8o., 11, 23, 450, 646 y 647 del
Código Civil para el Estado de Colima, todos de orden público, al tenor de los cuales un acto
jurídico procesal de la importancia y trascendencia del emplazamiento, que constituye una
actuación judicial y que por su finalidad es un acto solemne, esencial para cumplir con el
requisito constitucional de la debida audiencia de la demandada, sólo puede llevarse a cabo
con persona capaz, es decir, sin restricción alguna a su personalidad jurídica.
23. En ese orden de ideas, se evidencia que los Tribunales Colegiados de Circuito implicados
examinaron una hipótesis jurídica esencialmente igual, respecto de la cual arribaron a
conclusiones discrepantes, pues uno estimó que el emplazamiento que es atendido por una
persona cuya edad oscila entre los dieciséis y los dieciocho años no cumplidos, no resulta
ilegal, y el otro, que esa diligencia es ilegal, ya que el emplazamiento por ser un acto jurídico
procesal importante, trascendente y solemne que sólo puede llevarse a cabo con persona
capaz, es decir, sin restricción alguna a su personalidad jurídica.
24. Por tanto, existe la contradicción de tesis denunciada, cuyo punto a dilucidar consiste en
determinar, si es legal o no la diligencia de emplazamiento atendida por un menor de edad
que oscile entre los dieciséis y dieciocho años no cumplidos.
25. No obsta a la conclusión expuesta, que los criterios que sustentan los Tribunales
Colegiados se apoyen en diversas legislaciones, ya que la legislación civil a la que cada uno
acudió para resolver los amparos en revisión que se suscitaron, son correlativos como se
advierte de los preceptos siguientes:
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
Ver preceptos
26. SEXTO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
27. A fin de poner de manifiesto lo anterior, es menester atender al concepto de capacidad
jurídica, así como a la naturaleza del emplazamiento.
28. En principio, la capacidad proviene del latín capacitas, que significa aptitud o suficiencia
para algunas cosas; jurídicamente debe atenderse al Diccionario Jurídico Mexicano, el cual la
define como "la aptitud legal de una persona para ser sujeto de derechos y obligaciones, o
como la facultad o posibilidad de que esta persona pueda ejercitar sus derechos y cumplir sus
obligaciones por sí misma".3
29. Los Códigos Civiles para el Distrito Federal, y para el Estado de Colima, en los artículos
22, 23 y 24, establecen:
Código Civil para el Distrito Federal
"Artículo 22. La capacidad jurídica de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y se
pierde por la muerte; pero desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la
protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados en el presente
código."
"Artículo 23. La minoría de edad, el estado de interdicción y demás incapacidades
establecidas por la ley, son restricciones a la capacidad de ejercicio que no significan
menoscabo a la dignidad de la persona ni a la integridad de la familia; los incapaces pueden
ejercitar sus derechos o contraer obligaciones por medio de sus representantes."
"Artículo 24. El mayor de edad tiene la facultad de disponer libremente de su persona y de
sus bienes, salvo las limitaciones que establece la ley."
Código Civil para el Estado de Colima
"Artículo 22. La capacidad jurídica de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y se
pierde por la muerte; pero desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la
protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados en el presente
código."
"Artículo 23. La menor edad, el estado de interdicción y las demás incapacidades
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
establecidas por la ley, son restricciones a la personalidad jurídica; pero los incapaces pueden
ejercitar sus derechos o contraer obligaciones por medio de sus representantes."
"Artículo 24. El mayor de edad tiene la facultad de disponer libremente de su persona y de
sus bienes, salvo las limitaciones que establece la ley."
30. Del texto de los numerales citados se advierte, que la capacidad jurídica se adquiere por
el nacimiento y se pierde con la muerte, así como que la minoría de edad es una restricción a
la personalidad jurídica.
31. En tanto que el mayor de edad tiene la facultad de disponer libremente de su persona y de
sus bienes, salvo las limitaciones que establece la ley.
32. Por otra parte, la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, en su artículo 3o.
establece: "Toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad jurídica.". De
igual manera la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en su
artículo XVII señala: "Toda persona tiene derecho a que se le reconozca en cualquier parte
como sujeto de derechos y obligaciones, y a gozar de los derechos civiles fundamentales."
33. En consecuencia, de las anteriores disposiciones, se desprende que la capacidad jurídica,
debe entenderse como la aptitud legal de una persona para ser sujeto de derechos y
obligaciones, o como la facultad o posibilidad de cumplir sus obligaciones por sí misma, la
cual debe estudiarse desde dos aspectos diferentes:
34. a) La capacidad de goce, la cual podría definirse como un atributo de la personalidad que
se adquiere con el nacimiento y se pierde con la muerte en virtud de la cual una persona
puede ser titular de derechos y obligaciones.
35. b) La capacidad de ejercicio, consiste en la aptitud que requieren las personas para
ejercitar por sí mismas sus derechos y cumplir sus obligaciones; se adquiere con la mayoría
de edad o con la emancipación y se pierde junto con las facultades mentales ya sea por
locura, idiotismo, imbecilidad o muerte.
36. La capacidad de goce es un atributo de la persona que se adquiere con el nacimiento y se
pierde con la muerte en virtud de la cual una persona puede ser titular de derechos y
obligaciones.
37. Ahora bien, para ser titular de ciertas relaciones, se puede exigir a la persona
determinadas aptitudes especiales, y para ello se precisa de una especial capacidad jurídica,
es decir, capacidad de ejercicio.
-16-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
38. Luego entonces, la capacidad de ejercicio como aptitud reconocida por el derecho para
realizar en general actos jurídicos, ni la tiene toda persona, ni es igual para todos los que la
tienen; puede faltar o existir plena o parcialmente. En el primer caso se está en presencia
verbigracia de recién nacidos, el segundo se presenta en aquellos que han alcanzado la
mayoría de edad, salvo casos excepcionales y, por último, la capacidad de ejercicio en
comento puede verse limitada en tratándose de menores emancipados.
39. De lo anterior, se advierte que para que una persona pueda realizar válidamente un acto
jurídico debe tener:
1. Capacidad de ejercicio, es decir, aptitud abstracta reconocida por el derecho para otorgarlo.
2. Estar en condiciones psíquicas de poder llevarlo a cabo.
40. En ese orden de ideas, si la capacidad de ejercicio es la aptitud que requieren las personas
para ejercitar por sí mismos sus derechos y cumplir sus obligaciones, y se adquiere con la
mayoría de edad; es evidente que resulta necesario establecer en que momento nuestra
legislación civil prevé que se presenta la mayoría de edad.
41. En efecto, los artículos 646 y 647 del Código Civil para el Distrito Federal (correlativos
de los artículos 646 y 647 del Código Civil para el Estado de Colima),(4) establecen a la letra
lo siguiente:
Código Civil para el Distrito Federal
"Artículo 646. La mayor edad comienza a los dieciocho años cumplidos."
"Artículo 647. El mayor de edad dispone libremente de su persona y de sus bienes."
42. Por su parte la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 1, respecto a qué
momento un ser humano deja de ser niño para considerar que haya alcanzado la mayoría de
edad, de acuerdo a la legislación aplicable a cada Estado, dicho artículo a la letra señala:
"Artículo 1
"Para los efectos de la presente convención, se entiende por niño todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado
antes la mayoría de edad."
45. De la interpretación integral de los preceptos antes relacionados, la mayoría de edad se
alcanza hasta los dieciocho años, y sólo así la persona puede disponer libremente de su
-17-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
persona, la minoría de edad en una persona origina restricciones en el ejercicio de su
capacidad de ejercicio en la vida jurídica, esto es, la protección a la personalidad jurídica que
la ley otorga implica una dispensa para que los menores no queden vinculados a las
consecuencias jurídicas de los actos en los que intervienen.
46. Asimismo, cabe precisar que si bien es cierto, los artículos, 148, 181, 643, fracciones I y
II, y 1306, fracción I, del Código Civil para el Distrito Federal(5) (correlativos de los
artículos 148, 181, 643, fracciones I y II, y 1202, fracción I, del Código Civil para el Estado
de Colima);(6) así como los artículos 22 y 23 de la Ley Federal del Trabajo,(7) prevén casos
de excepción a la regla general, sobre la celebración de ciertos actos jurídicos en los que no
se requiere la mayoría de edad (dieciocho años) y que son de importante trascendencia en la
vida de una persona como son: el matrimonio, las capitulaciones matrimoniales, el
otorgamiento de testamento, contrato de trabajo, etcétera, los cuales pueden celebrarlo
personas menores de dieciocho años pero mayores de dieciséis años cumplidos con la
participación, ya sea de sus padres u otras instituciones facultadas por la ley para poder
completar su capacidad legal de obrar; también lo es, que acorde con lo previsto por los
artículos 11 de los Códigos Civiles para el Distrito Federal(8) y para el Estado de Colima,(9)
esas excepciones no son aplicables a caso alguno que no esté expresamente especificado en la
misma ley.
47. Luego, si la capacidad de ejercicio es la aptitud que requieren las personas para ejercitar
por sí mismas sus derechos y cumplir sus obligaciones; se adquiere con la mayoría de edad o
con la emancipación y, por tanto, para que sea válido el acto de emplazamiento éste debe
entenderse con persona mayor de edad, esto es, a partir de los dieciocho años, ya que el
derecho presume que el menor no tiene el necesario discernimiento para decidir por propia
voluntad la realización de actos jurídicos, esto es, en el caso concreto las implicaciones
jurídicas que conlleva el que se atienda con él dicha diligencia, pues aun cuando no sea el
destinatario de la misma, la ley establece para la validez de los actos jurídicos que realiza la
mayoría de edad, que es de dieciocho años.
48. Lo anterior se afirma, porque el emplazamiento es un acto procedimental que como
notificación persigue dar a conocer al demandado la existencia de una demanda en su contra,
y así enterarle de la petición del actor; y la oportunidad (carga procesal, aun cuando los
ordenamientos procesales la califiquen de "obligación") de contestarla dentro de un plazo,
que procesalmente se entiende el lapso durante el cual se puede realizar la conducta ordenada
por la ley o por el Juez, en cualquiera de los días en él comprendidos, y por este motivo este
acto trascendente recibe el nombre de "emplazamiento".(10)
49. El emplazamiento del demandado constituye una de las formalidades esenciales del
procedimiento a que alude el artículo 14 constitucional, el cual establece la llamada garantía
de audiencia. El derecho constitucional a la defensa en juicio tiene como una manifestación
-18-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
fundamental el derecho al conocimiento adecuado del proceso, a través de un sistema eficaz
de notificaciones.
50. Al respecto, el artículo 14 de nuestra Carta Magna establece:
"Artículo 14. ...
"Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino
mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan
las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con
anterioridad al hecho. ..."
51. Consecuentemente, podemos determinar que en cualquier contienda en la que se
practique un emplazamiento o llamamiento a juicio, existe la presunción legal de que en ella
se cumple con la garantía constitucional de referencia, pues con ello, se da inicio al derecho
que tiene la parte demandada de ser oída y vencida en un juicio.
52. Dicho en otras palabras, el emplazamiento es un acto procesal de vital importancia en
toda contienda judicial, pues, mediante este medio se hace del conocimiento a la parte
demandada de la existencia de una demanda instaurada en su contra, con el objeto de que
pueda oportunamente apersonarse y producir su contestación.
53. Al respecto, este Máximo Tribunal ha señalado que la finalidad del emplazamiento
consiste en "que la parte demandada tenga conocimiento real y efectivo de la demanda que se
endereza en su contra", para que pueda ejercer su derecho de defensa.
54. Con base, en lo expuesto, se concluye, que mediante este medio procedimental las
autoridades jurisdiccionales cumplen en un proceso, o, en un procedimiento seguido en forma
de juicio, con la garantía de audiencia consagrada en el precepto constitucional 14, pues,
como de su contenido se advierte, dispone que nadie puede ser privado de la libertad o de sus
propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante tribunales previamente
establecidos en el que deberán de ser observadas las formalidades esenciales del
procedimiento.
55. El emplazamiento o llamamiento a juicio que se hace al demandado, así como todos los
actos procesales que en él se producen, deberán realizarse en los términos previstos por la
legislación procesal que resulte aplicable conforme al principio de seguridad jurídica
consagrado en el párrafo segundo del artículo 14 de Nuestra Carta Magna, en el que
textualmente se establece: "... en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento ...".
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
56. Los artículos 116 y 117 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal,
establecen:
"Artículo 116. Todas las notificaciones que por disposición de la ley o del tribunal deban
hacerse personalmente se entenderán con el interesado, su representante, mandatario,
procurador o autorizado en autos, entregando cédula en la que hará constar la fecha y la hora
en que se entregue; la clase de procedimiento, el nombre y apellidos de las partes, el Juez o
tribunal que manda practicar la diligencia; transcripción de la determinación que se manda
notificar y el nombre y apellidos de la persona a quien se entrega, levantándose acta de la
diligencia, a la que se agregará copia de la cédula entregada en la que se procurará recabar la
firma de aquél con quien se hubiera entendido la actuación.
"Tratándose de la primera notificación en cualquier procedimiento, además de cumplir con
los requisitos anteriores, el notificador se identificará ante la persona con la que entienda la
diligencia; requiriendo a ésta para que a su vez se identifique, asentando su resultado, así
como los medios por los que se cerciore de ser el domicilio del buscado, pudiendo pedir la
exhibición de documentos que lo acrediten, precisándolos en caso de su presentación, así
como aquellos signos exteriores del inmueble que puedan servir de comprobación de haber
acudido al domicilio señalado como del buscado, y las demás manifestaciones que haga el
que reciba la notificación en cuanto a su relación laboral, de parentesco, negocios, de
habitación o cualquier otra existente con el interesado.
"Salvo disposición legal en contrario cuando se trate de diligencias de embargo el ejecutor no
podrá practicarla cuando por primera ocasión en que la intente no se entienda con el
interesado. En este caso dejará citatorio a éste para que lo espere dentro de las horas que se le
precisen que serán para después de seis horas de la del citatorio y entre las cuarenta y ocho
horas siguientes. Si el buscado no atiende el citatorio, la diligencia se practicará con alguna
de las personas que se indican en el artículo siguiente. En todos los casos, practicada la
diligencia de ejecución decretada, el ejecutor entregará tanto al ejecutante como al ejecutado
copia del acta que se levante o constancia firmada por él, en que conste los bienes que hayan
sido embargados y el nombre, apellidos y domicilio del depositario designado.
(Reformado, G.O. 10 de septiembre de 2009)
"El notificador expresará las causas precisas por las que no se pueda practicar la diligencia o
notificación, así como las oposiciones para que el Juez con vista al resultado imponga las
correcciones disciplinarias y medios de apremio que considere procedentes.
(Reformado, G.O. 10 de septiembre de 2009)
"La copia o constancia que se entregue al ejecutante podrá servir para el caso de haberse
embargado bienes inmuebles, para que la misma se presente al Registro Público de la
Propiedad, o del Comercio, dentro de los tres días siguientes, para su inscripción preventiva,
-20-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
la cual tendrá los mismos efectos que se señalan para los avisos de los notarios en los
términos de la parte final del artículo 3016 del Código Civil, y el Juez, dentro de un término
máximo de cinco días, deberá poner a disposición del interesado el oficio a que se refiere el
artículo 546. En caso de que el registrador se niegue sin causa justificada a la inscripción del
embargo será responsable de los daños y perjuicios que se ocasionen con motivo de su
omisión."
"Artículo 117. Si se tratare del emplazamiento y no se encontrare al demandado, se le hará la
notificación por cédula.
"La cédula, en los casos de este artículo y del anterior, se entregará a los parientes, empleados
o domésticos del interesado o a cualquier otra persona que viva en el domicilio señalado,
después de que el notificador se haya cerciorado de que ahí lo tiene la persona que debe ser
notificada; se expondrán en todo caso los medios por los cuales el notificador se haya
cerciorado de que ahí tiene su domicilio la persona buscada.
"Además de la cédula, se entregará a la persona con quien se entienda la diligencia, copia
simple de la demanda debidamente cotejada y sellada, más, en su caso, copias simples de los
demás documentos que el actor haya exhibido con su libelo inicial.
"Si en el domicilio señalado por el actor, no se encontrara el demandado o destinatario de la
diligencia señalado en el artículo anterior, ni persona alguna que pudiera legalmente recibir la
notificación o bien éste se negare a recibir la documentación respectiva y una vez cerciorado
el notificador que el domicilio efectivamente es el del demandado o destinatario del
procedimiento judicial, entonces tratándose de la primera diligencia, procederá el actuario o
notificador del juzgado a fijar en lugar visible del domicilio del demandado o destinatario del
procedimiento judicial, un citatorio de emplazamiento en el que se señalará el motivo de la
diligencia, la fecha, la hora, el lugar de la diligencia, la hora hábil del día para que le espere,
nombre del promovente, tribunal que ordena la diligencia, la determinación que se manda
notificar y el apercibimiento de que si en la fecha señalada para llevar a cabo la diligencia de
emplazamiento no se encontrara al demandado o destinatario del procedimiento judicial,
entonces se procederá a la notificación por adhesión, así como la razón o motivo de la
notificación, misma que en ningún caso podrá ser menor de doce horas ni exceder de tres días
hábiles contados a partir del día en que se dio la citación. ..."
57. A su vez, los artículos 116 y 117 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
Colima, correlativos de los numerales citados con antelación, a la letra señalan:
"Artículo 116. La primera notificación se hará personalmente al interesado o a su
representante o procurador, en la casa designada. De no encontrarlo el notificador le dejará
cédula en la que hará constar la fecha y hora en que la entregue, el nombre apellido del
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
promovente, el Juez o tribunal que manda practicar la diligencia, la determinación que se
manda notificar y el nombre y apellido de la persona a quien se entrega, recogiéndole su
firma o asentado en el acta que se levante al efecto la razón de su negativa a firmarla."
"Artículo 117. Si se tratare de la notificación de la demanda y a la primera busca no se
encontrare al demandado, se le dejará citatorio para hora fija dentro de las veinticuatro horas
siguientes. Si no espera el demandado a esa hora, se le hará la notificación por cédula.
"La cédula y las copias simples de la demanda y de la documentación anexa, se entregará, en
el caso que así proceda, tanto de este artículo como del anterior, a los parientes o domésticos
del interesado o a cualquier otra persona que viva o se encuentre en la casa después que el
notificador se haya cerciorado de que allí vive la persona que debe ser notificada, a los cuales
se les hará saber el objeto de la diligencia y se hará, por su conducto, saber al demandado el
término que tiene para contestar la demanda y el apercibimiento para el caso de no hacerlo
dentro de este término, de todo lo cual se asentará razón en los autos.
"La cédula contendrá, además, una relación sucinta de la demanda, cuando no sea forzoso
entregar las copias del (sic) traslado."
58. De los numerales transcritos, se advierte que en el supuesto de la notificación de la
demanda, si a la primera búsqueda no se encontrare al demandado, se le dejará citatorio para
hora fija dentro de las veinticuatro horas siguientes, y si no espera el demandado a esa hora,
se le hará la notificación por cédula, la cual deberá cumplir con las formalidades que se
establecen en dichos ordenamientos, entre otras, el cercioramiento que debe realizar el
fedatario del domicilio en que debe ejecutar el emplazamiento, los documentos que debe
entregar, con quiénes debe efectuar la diligencia y qué debe hacer constar.
59. En ese tenor, se colige que si bien es cierto, los artículos 116 y 117, ambos del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, y sus correlativos 116 y 117 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Colima, no especifican que si no se encontró a la
persona a la que se llamó a juicio, aquella con la que se practique el emplazamiento deba ser
mayor de edad; también lo es, que este requisito se infiere de los artículos 646 y 647 de los
ordenamientos procesales invocados con antelación, al tenor de los cuales un acto jurídico
procesal de la importancia y trascendencia del emplazamiento, que constituye una actuación
judicial y que por su finalidad es un acto solemne, esencial para cumplir con el requisito
constitucional de la debida audiencia de la demandada, sólo puede llevarse a cabo con
persona que tenga capacidad de ejercicio, es decir, quien tiene aptitud reconocida por el
derecho para realizar en general actos jurídicos y sus implicaciones, como son en el caso
concreto, informarle al fedatario público las circunstancias peculiares que lo vinculan con el
demandado, recibir la cédula y los documentos que se acompañan a la misma, pues sólo de
esta forma tendrá validez ese acto y certeza de que, con quien se atendió dicha diligencia,
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
tiene plena capacidad de ejercicio y discernimiento para comprender por sí misma la
realización del acto, y las implicaciones jurídicas que éste conlleva.
60. Aunado a lo expuesto, es menester precisar que como ya se señaló en líneas precedentes
si bien es cierto, los artículos, 148, 181, 643, fracciones I y II, y 1306, fracción I, del Código
Civil para el Distrito Federal (correlativos de los artículos 148, 181, 643, fracciones I y II, y
1202, fracción I, del Código Civil para el Estado de Colima); así como los artículos 22 y 23
de la Ley Federal del Trabajo, prevén casos de excepción a la regla general, sobre la
celebración de ciertos actos jurídicos en los que no se requiere la mayoría de edad (dieciocho
años) y que son de importante trascendencia en la vida de una persona como son: el
matrimonio, las capitulaciones matrimoniales, el otorgamiento de testamento, contrato de
trabajo, permiso para conducir, etcétera, los cuales pueden celebrarlo personas menores de
dieciocho años pero mayores de dieciséis años cumplidos con la participación, ya sea de sus
padres u otras instituciones facultades por la ley para poder completar su capacidad legal de
obrar; sin embargo, esa circunstancia no puede servir de base para afirmar que los menores
de edad, mayores de dieciséis pero menores de dieciocho años puedan recibir un
emplazamiento, pues los casos que se enuncian en la ley son excepcionales y específicos; y
no puede realizarse una interpretación extensiva, de ahí que acorde con lo previsto por los
artículos 11 de los Códigos Civiles para el Distrito Federal y para el Estado de Colima, esas
excepciones no son aplicables a algún caso que no esté expresamente especificado en la
misma ley.
61. En ese orden de ideas, es ilegal el emplazamiento a juicio realizado por conducto de
persona menor de edad que oscila entre los dieciséis y hasta antes de los dieciocho años, por
carecer de la capacidad de ejercicio, que se requiere para la celebración de ese acto procesal,
sin que ello implique desconocer que una persona de una edad promedio entre dieciséis y
dieciocho años, puede tener capacidad de intelección para atender la visita de un funcionario
judicial; sin embargo, lo que la ley requiere por un lado, es que haya certeza jurídica de que
el emplazamiento se realice con las formalidades que exigen los preceptos citados con
antelación y esto se logra con la capacidad de ejercicio que es a partir de la mayoría de edad,
pues el legislador consideró que se cuenta con las condiciones de madurez necesarias para
discernir sin menor problema lo que implica recibir documentos a través de los cuales aun
cuando no estén dirigidos a su persona, tienen una suma importancia de entregarlos a quien
se emplace por su conducto y, por otra parte, dicha prevención atiende a la necesidad de
salvaguardar los derechos de los menores, en la medida de que se logra evitar que éstos
queden vinculados a las consecuencias jurídicas de los actos en que intervienen, ya que, para
el caso de que no le fuera entregada la demanda y sus anexos a quien va dirigido el
emplazamiento, éste podría repetir en contra de quien lo recibió en virtud del daño que
pudiera haberle ocasionado.
62. Por otra parte, cabe señalar que en el criterio que ahora se adopta se parte de la base de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
que en autos ha quedado demostrado que, efectivamente, la persona con quien se ha
entendido la diligencia de emplazamiento es menor de edad, de manera que, en el supuesto en
que esa cuestión se encuentre debatida, por ejemplo, porque no haya, correspondencia entre
lo manifestado por quien cuestiona la diligencia de emplazamiento y lo asentado por el
actuario,(11) aparte del acta de nacimiento, el Juez podrá valorar otros medios de prueba,
cuya finalidad sea la de acreditar que la persona con quien se entendió el emplazamiento es,
en efecto, menor de edad.
63. Consecuentemente, con fundamento en los artículos 216, segundo párrafo, 217 y 225 de
la Ley de Amparo, debe prevalecer con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por
esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los siguientes términos:
64. EMPLAZAMIENTO. EL REALIZADO POR CONDUCTO DE UNA PERSONA
MENOR DE 18 PERO MAYOR DE 16 AÑOS, CONSTITUYE UNA DILIGENCIA
ILEGAL (LEGISLACIONES DEL ESTADO DE COLIMA Y DEL DISTRITO FEDERAL).
De los artículos 116 y 117 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, y
sus correlativos 116 y 117 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Colima,
estos últimos vigentes hasta el 8 de septiembre de 2012, deriva que tratándose de la primera
notificación de la demanda, si no se encontrare al demandado, se le dejará citatorio para hora
fija, y si éste no se encuentra nuevamente a dicha hora se le hará la notificación por cédula, la
cual deberá entregarse con las copias simples de la demanda y de la documentación anexa, en
el caso que así proceda, a los parientes o trabajadores domésticos del interesado o a cualquier
otra persona que viva o se encuentre en la casa después de que el notificador se cerciore de
que ahí vive la persona que debe notificar, a los cuales se les hará saber el objeto de la
diligencia y, por su conducto, se comunicará al demandado el término que tiene para
contestar la demanda y el apercibimiento para el caso de no hacerlo dentro de este plazo, de
todo lo cual se asentara razón en los autos. Ahora, si bien es cierto que los citados artículos
no especifican que si no se encontrare a la persona llamada a juicio, aquella con la que se
practique el emplazamiento deba ser mayor de edad, también lo es que este requisito se
infiere de los artículos 22, 23, 24, 646 y 647 de los Códigos Civiles de las entidades
federativas citadas, al tenor de los cuales un acto jurídico procesal de la importancia y
trascendencia del emplazamiento, que constituye una actuación judicial y que por su finalidad
es un acto solemne, esencial para cumplir con el requisito constitucional de la debida
audiencia de la demandada, sólo puede llevarse a cabo con persona que tenga capacidad de
ejercicio, es decir, quien tiene aptitud reconocida por el derecho para realizar en general actos
jurídicos y sus implicaciones, como son informar al fedatario público las circunstancias
peculiares que lo vinculan con el demandado, recibir la cédula y los documentos que se
acompañan, pues sólo así tendrá validez ese acto y certeza de que con quien se atendió la
diligencia tiene plena capacidad de ejercicio y discernimiento para comprender por sí mismo
la realización del acto, y las implicaciones jurídicas que éste conlleva. En ese orden de ideas,
el emplazamiento a juicio realizado por conducto de una persona menor de 18 pero mayor de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
16 años, constituye una diligencia ilegal, toda vez que aquélla carece de capacidad de
ejercicio, requerida para la celebración de ese acto procesal.
65. Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO. Sí existe la contradicción de tesis a que este expediente se refiere, en los términos
del considerando quinto de esta resolución.
SEGUNDO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sostenido por esta
Primera Sala, en los términos de la tesis redactada en el último considerando del presente
fallo.
TERCERO. Dése publicidad a la tesis jurisprudencial que se sustenta en la presente
resolución, en términos del artículo 219 de la Ley de Amparo.
Notifíquese; cúmplase y, en su oportunidad, archívese el expediente relativo a la presente
contradicción de tesis, como asunto concluido.
Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por mayoría de
tres votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena y presidenta en funciones y ponente Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Disidente: Ministro José Ramón Cossío Díaz, por lo que se refiere a la competencia y por
unanimidad de cuatro votos en cuanto al fondo. Ausente: Ministro Jorge Mario Pardo
Rebolledo.
En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se
suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra
en esos supuestos normativos.
Nota: La tesis aislada P. I/2012 (10a.) citada en esta ejecutoria, aparece publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro VI, Tomo 1, marzo
de 2012, página 9.
________________
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
1. "De los fines perseguidos por el Poder Reformador de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se advierte que se creó a los Plenos de Circuito para resolver las
contradicciones de tesis surgidas entre Tribunales Colegiados pertenecientes a un mismo
Circuito, y si bien en el texto constitucional aprobado no se hace referencia expresa a la
atribución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para conocer de las contradicciones
suscitadas entre Tribunales Colegiados pertenecientes a diferentes circuitos, debe estimarse
que se está en presencia de una omisión legislativa que debe colmarse atendiendo a los fines
de la reforma constitucional citada, así como a la naturaleza de las contradicciones de tesis
cuya resolución se confirió a este Alto Tribunal, ya que uno de los fines de la reforma
señalada fue proteger el principio de seguridad jurídica manteniendo a la Suprema Corte
como órgano terminal en materia de interpretación del orden jurídico nacional, por lo que
dada la limitada competencia de los Plenos de Circuito, de sostenerse que a este Máximo
Tribunal no le corresponde resolver las contradicciones de tesis entre Tribunales Colegiados
de diverso circuito, se afectaría el principio de seguridad jurídica, ya que en tanto no se diera
una divergencia de criterios al seno de un mismo circuito sobre la interpretación, por
ejemplo, de preceptos constitucionales, de la Ley de Amparo o de diverso ordenamiento
federal, podrían prevalecer indefinidamente en los diferentes circuitos criterios diversos sobre
normas generales de trascendencia nacional. Incluso, para colmar la omisión en la que se
incurrió, debe considerarse que en el artículo 107, fracción XIII, párrafo segundo, de la
Constitución General de la República, se confirió competencia expresa a este Alto Tribunal
para conocer de contradicciones de tesis entre Tribunales Colegiados de un mismo circuito,
cuando éstos se encuentren especializados en diversa materia, de donde se deduce, por
mayoría de razón, que también le corresponde resolver las contradicciones de tesis entre
Tribunales Colegiados de diferentes circuitos, especializados o no en la misma materia, pues
de lo contrario el sistema establecido en la referida reforma constitucional daría lugar a que al
seno de un circuito, sin participación alguna de los Plenos de Circuito, la Suprema Corte
pudiera establecer jurisprudencia sobre el alcance de una normativa de trascendencia nacional
cuando los criterios contradictorios derivaran de Tribunales Colegiados con diferente
especialización, y cuando la contradicción respectiva proviniera de Tribunales Colegiados de
diferente circuito, especializados o no, la falta de certeza sobre la definición de la
interpretación de normativa de esa índole permanecería hasta en tanto no se suscitara la
contradicción entre los respectivos Plenos de Circuito. Por tanto, atendiendo a los fines de la
indicada reforma constitucional, especialmente a la tutela del principio de seguridad jurídica
que se pretende garantizar mediante la resolución de las contradicciones de tesis, se concluye
que a este Alto Tribunal le corresponde conocer de las contradicciones de tesis entre
Tribunales Colegiados de diferente circuito."
2. Décima Época, Tribunales Colegiados de Circuito, Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Libro XI, Tomo 2, agosto de 2012, página 1765, tesis I.3o.C.32 C.
3. Diccionario Jurídico Mexicano, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
Investigaciones Jurídicas, ed. Porrúa, página 397.
4. Código Civil para el Estado de Colima.
"Artículo 646. La mayor edad comienza a los dieciocho años cumplidos."
"Artículo 647. El mayor de edad dispone libremente de su persona y de de (sic) sus bienes."
5. Código Civil para el Distrito Federal
"Artículo 148. Para contraer matrimonio es necesario que ambos contrayentes sean mayores
de edad.-Los menores de edad podrán contraer matrimonio, siempre que ambos hayan
cumplido dieciséis años. Para tal efecto, se requerirá del consentimiento del padre o la madre
o en su defecto al tutor; y a falta o por negativa o imposibilidad de éstos, el Juez de lo
familiar suplirá dicho consentimiento, el cual deberá ser otorgado atendiendo a las
circunstancias especiales del caso. ..."
"Artículo 181. El menor que con arreglo a la ley pueda contraer matrimonio, puede también
otorgar capitulaciones, las cuales serán válidas si a su otorgamiento concurren las personas
cuyo consentimiento previo es necesario para la celebración del matrimonio."
"Artículo 643. El emancipado tiene la libre administración de sus bienes, pero siempre (sic)
necesita durante su menor edad:
"I. De la autorización judicial para la enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces.
"II. De un tutor para negocios judiciales."
"Artículo 1306. Están incapacitados para testar:
"I. Los menores que no han cumplido dieciséis años de edad, ya sean hombres o mujeres."
6. Código Civil para el Estado de Colima
"Artículo 148. Para contraer matrimonio, el hombre necesita haber cumplido dieciséis años y
la mujer catorce. Los presidentes municipales pueden conceder dispensas de edad por causas
graves y justificadas."
"Artículo 181. El menor que con arreglo a la ley pueda contraer matrimonio, puede también
otorgar capitulaciones, las cuales serán válidas si a su otorgamiento concurren las personas
cuyo consentimiento previo es necesario para la celebración del matrimonio."
"Artículo 643. El emancipado tiene la libre administración de sus bienes, pero siempre
necesita durante su menor edad:
"I. De la autorización judicial para la enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces, y
"II. De un tutor para negocios judiciales."
"Artículo 1202. Están incapacitados para testar:
"I. Los menores que no han cumplido dieciséis años de edad, ya sean hombres o mujeres."
7. Ley Federal del Trabajo
"Artículo 22. Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de catorce años y de
los mayores de esta edad y menores de dieciséis que no hayan terminado su educación
obligatoria, salvo los casos de excepción que apruebe la autoridad correspondiente en que a
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 222/2013.
su juicio haya compatibilidad entre los estudios y el trabajo."
"Artículo 23. Los mayores de dieciséis años pueden prestar libremente sus servicios, con las
limitaciones establecidas en esta ley. Los mayores de catorce y menores de dieciséis
necesitan autorización de sus padres o tutores y a falta de ellos, del sindicato a que
pertenezcan, de la Junta de Conciliación y Arbitraje, del Inspector del Trabajo o de la
autoridad política. Los menores trabajadores pueden percibir el pago de sus salarios y
ejercitar las acciones que les correspondan."
8. Artículo 11 del Código Civil para el Distrito Federal. "Las leyes que establecen excepción
a las reglas generales, no son aplicables a caso alguno que no esté expresamente especificado
en las mismas leyes."
9. Artículo 11 del Código Civil para el Estado de Colima. "Las leyes que establecen
excepción a las reglas generales, no son aplicables a caso alguno que no esté expresamente
especificado en las mismas leyes."
10. Diccionario Jurídico Mexicano, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, ed. Porrúa, página 2104.
11. Como aconteció en uno de los casos que resolvió el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito.
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