El Clarí-n de Chile Jugar al empate, es hacer tongo autor René Dintrans 2008-07-10 16:16:27 La atención de los medios de comunicación se centra en múltiples imágenes de corrupción administrativa, pareciera que la polÃ-tica no consiste en más que acusaciones recÃ-procas de tráfico de influencias, desórdenes varios, carencia de prolijidad, uso indebido de dineros públicos, malversación de confianzas, contratos irregulares de personal, falsificación de facturas y hasta escandaloso robo con todas sus letras. Recomienza cada cierto tiempo, un programado y aparente sórdido intercambio de recriminaciones a través de aparentes ávidas pantallas de TV. Guerrillas verbales cuyo objetivo es crear ventajas con previsión de elecciones cercanas, que siempre se presentan como la lucha entre dos bandos opuestos, con diferencias abismales referidas a un pasado reciente, marcadas por el apoyo o rechazo que se tuvo a un sanguinario dictador que ambos bandos se encargaron después de salvarlo de la cárcel que merecÃ-a.  Las camadas de oposición que preparan sus cuadros en la administración de las alcaldÃ-as para algún dÃ-a tomar el control total del poder polÃ-tico, son sorprendidas tempranamente en las mismas faltas de las que acusan a sus adversarios.  Comienza el juego, que consiste en equiparar faltas, malas artes, errores no forzados y de los otros. Es asÃ- la polÃ-tica espectáculo, que no es polÃ-tica sino una variante cuyo origen está en la farándula, un producto que se entrega al mercado, puesto que existe demanda para ello.  Se ha creado durante el tiempo de transición hacia la democracia -tiempo que aún no concluye -, una demanda cautiva de ese producto de entretención, ciertamente que facilitada por el comportamiento pragmático de protagonistas y guionistas, pero por sobre todo, determinada por la propiedad concentrada en unas cuantas familias de los medios de comunicación que tienen interés en comprarla para sus cautivos usuarios.  Nos preguntamos: ¿Existe una genuina lucha polÃ-tica, de ideas, de proyectos o se trata nada más que de una disputa de puestos de poder vacÃ-os de contenido debido a que no hay nada en juego?  Tal parece que tenemos una polÃ-tica de mentirilla, los grandes temas son ignorados por la prensa y reducidos en forma consciente por los actores polÃ-ticos a una especie de cruzada en pro de algo admirable.  Es asÃ- como aparecen personajes que obtienen altas votaciones, personajes que han sabido situarse como campeones de la antidelincuencia, de la defensa del medio ambiente, de la defensa de la nacionalidad. Y es de esta forma que ideas reducidas, que ciertamente están ligadas a otras mas profundas, mueren antes de nacer.  La ridiculez de una avanzada parlamentaria “que hace soberanÃ-a― concurriendo a las cercanÃ-as de hitos fronterizos, el infantil patrullaje en una lancha de alquiler de otros por sobre lÃ-mites marÃ-timos en disputa, declaraciones destempladas por la calidad del aire irrespirable de Santiago, el bombardeo constante de la TV que no se conforma con mostrar actos delincuenciales ocurridos en nuestro paÃ-s, sino que profundizando el tema, envÃ-a a reporteros a buscar a Centroamérica u otro lugar actos de un mayor salvajismo que después ligan a nuestra realidad puesta como telón de fondo.  Es asÃ- la imagen que adquiere la polÃ-tica, o mejor dicho la no-polÃ-tica, desplazando a la auténtica polÃ-tica del espacio que la sociedad le ha reservado para dar cuenta de los problemas que experimenta su devenir.  Es asÃ- como los grandes temas, por ejemplo la educación, que explotó por el lado de los propios usuarios o vÃ-ctimas, los estudiantes secundarios, que en su primera versión tuvo gran cobertura, y 2 años después, en la segunda crisis que es aún más profunda, puesto que en la primera creció, ahora “se le baja el perfil―, es ignorada por la prensa y por e gobierno. No existen, hay unanimidad en negarlos.  La corrupción o desorden administrativo en ese Ministerio, el de Educación, que engolosinó a la Derecha hasta el extremo de destituir a su ministra sacando ventajas de corto plazo, no fue una acción descontrolada. La UDI, mediante sus boletines del Instituto de LyD, que tienen el propósito de orientar a sus parlamentarios y militantes, en el nº 860 de 14 de Marzo de 2008, advierte a los que manejan el tema: “ Las irregularidades en la administración de recursos asignados a la educación escolar (sistema de subvenciones) … ha llevado la discusión a criticar el propio sistema de subvenciones y su efectividad, con argumentos a favor de la mayor intervención estatal en la educación,…―.   He aquÃ- la prueba del tongo, los lÃ-mites de la pantomima, que intenta reemplazar la verdadera discusión sobre la educación pública. Gobierno y oposición están de acuerdo, nadie quiere llevar el tema a la ilegitimidad de esas leyes http://www.elclarin.cl _PDF_POWERED _PDF_GENERATED 26 November, 2016, 03:19 El Clarí-n de Chile orgánicas constitucionales, los dados fueron echados ya, hace mucho tiempo.  AsÃ- ocurre también con el tema medioambiental, se optó por un modelo económico a espaldas de las mayorÃ-as, y no se ratifican los acuerdos internacionales traducidos en leyes obligatorias para los que emprenden esos trabajos productivos que contaminan y los Estados que las permiten. De nada sirve que un senador de la República se muestre con mascarillas frente a las cámaras de la tele.  La presidenta y sus ministros, deslegitiman las demandas del pueblo, dándoles la calidad de “presiones indebidas―, sabiendo de antemano que no existe para ellos, los oprimidos, otro camino que el de la presión, el de las movilizaciones y el Paro.  Son situaciones controversiales, puesto que el gobierno las enfrenta al revés, poniéndose de parte de la Derecha y en contra del pueblo.  Situaciones que abren legÃ-tima duda sobre la vocación democrática de la Concertación, que por el momento juega feliz sobre los rieles del tongo, evitando la verdadera confrontación polÃ-tica, que en algún momento, tarde o temprano, la sociedad civil se va a dar.  Si en algún momento de estos largos años de transición, los gobiernos que han sido elegidos por el pueblo, queriendo servirlo, hubieran puesto en trance mediante polÃ-ticas de Hacienda, en breve y suficiente tiempo, la interrupción del modelo económico impuesto. Si ellos hubieran negociado de manera de obtener un nuevo acuerdo mediante una Constitución legÃ-tima, aceptada por la sociedad, si hubieran puesto en el juego polÃ-tico los bolsillos de los oligarcas, si hubieran hecho verdadera polÃ-tica. ¡Si hubieran sido consecuentes con sus principios democráticos!  Pero no, la cosa no fue asÃ-. El mÃ-tico triunfo del No, no fue el triunfo de la democracia ni del pueblo, puesto que aún no se consigue ese estatus medido en estándares universales, se ha aplazado indefinidamente en busca de un acuerdo. PolÃ-tico.  El triunfo del NO, el teatral ocaso de la dictadura militar, el oscuro itinerario que se ha cumplido rigurosamente más allá de lo decorosamente aceptable, fue el triunfo de un modelo económico, de un singular modelo capitalista que necesitaban desarrollar, que necesitaban abrirlo al mundo, necesitaba ser asegurado para beneficio de sus insaciables patrocinadores. A Chile le habÃ-a quedado chica su ropa de niño de internado pobre, y ahora tenÃ-a que vestirse con ropas presentables de “joven decente―.  No hay que engañarse con lo que vemos, aunque decirlo sea ya demasiado tarde. http://www.elclarin.cl _PDF_POWERED _PDF_GENERATED 26 November, 2016, 03:19