Problemas percibidos y concepciones de extensión de los

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Problemas percibidos y concepciones de extensión de los técnicos del Centro
Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal de El Salvador, Centroamérica
Problemas percebidos e concepções de extensão dos técnicos do Centro Nacional de
Tecnologia Agropecuária e Forestal de El Salvador, América Central
Perceived problems and conceptions of extension of the practitioners of the Centro
Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal, El Salvador, Central America
Les problèmes perçus et les conceptions de la extension de techniciens du Centre National de
technologie agricole et des forêts en El Salvador , en Amérique Centrale
Fernando Landini*
([email protected])
Recebido em 02/04/2014; revisado e aprovado em 14/07/2014; aceito em 12/11/2014
DOI: http://dx.doi.org/10.1590/151870122015219
Resumen: La extensión rural se está reposicionando en América Latina como herramienta de desarrollo. 34
extensionistas rurales de El Salvador fueron encuestados para identificar los problemas a los que se enfrentan y la
concepción de extensión rural con que guían su práctica. Los encuestados describen como principales problemas
el uso de tecnologías inapropiadas, la falta de créditos y las dificultades para el trabajo grupal. A nivel general se
observa la presencia de una concepción de la extensión fuertemente transferencista.
Palabras clave: Extensión rural. Desarrollo rural. Transferencia de tecnología.
Resumo: A extensão rural está reposicionando-se na América Latina como ferramenta de desenvolvimento. 34 extensionistas rurais de El Salvador foram pesquisados para identificar os problemas que eles enfrentam e a concepção
de extensão rural que orientam a sua prática. Os participantes descreveram como principais problemas o uso de
tecnologias inadequadas, a falta de crédito e as dificuldades para o trabalho em grupo. Em geral, os extensionistas
pesquisados têm uma concepção fortemente transferencista da extensão rural.
Palavras-chave: Extensão rural. Desenvolvimento rural. Transferência de tecnologia.
Abstract: In Latin America, the use of rural extension as a development tool is regaining acknowledgement. 34
practitioners were surveyed with the aim of identifying the problems faced by Salvadorian rural extensionists, as
well as the conception of rural extension that they use to guide their practice. The fundamental problems that the
participants describe are the farmers’ use of unsuitable technologies, lack of credits and the difficulties of cooperative work. In general terms, the interviewees support a diffusionist approach to rural extension.
Key words: Rural extension. Rural development. Transfer of technology.
Résumé: La vulgarisation rurale redevient en Amérique Latine un outil de développement. 34 «vulgaristes» ruraux
du El Salvador ont été interrogés pour identifier les problèmes qu’ils rencontrent et la conception de l’extension
rurale qui guide leur pratique. Les enquêtés décrivent comme problèmes principaux l’usage de technologies inappropriées, le manque de crédits et les difficultés pour le travail en groupe. De façon générale, on observe la présence
d’une conception de la vulgarisation fortement orientée vers le transfert de technologies
Mots clés: Vulgarisation rurale. Développement rural. Transfert de technologie.
1 Introducción
Existe creciente interés en América
Latina por reposicionar a la extensión como
herramienta de desarrollo rural (AGUIRRE,
2012) en el contexto de la revalorización de las
políticas de desarrollo activas (HAUSMANN;
RODRIK, 2005). Los sistemas de extensión
rural latinoamericanos nacen hacia mediados
del siglo pasado inspirados en el modelo de
extensión estadounidense (DA ROS, 2012;
SCHALLER, 2006). Desde fines de los 80s
y durante los 90s, la consolidación de las
políticas neoliberales, las cuales sostenían la
idea de un ‘estado mínimo’ como premisa
para el desarrollo, llevó al desmantelamiento
y a la búsqueda de privatización de muchos
de los sistemas de extensión del continente
(ARDILA, 2010; DIESEL et al., 2008). Con el
nuevo siglo, en la mayor parte de América
Latina los supuestos neoliberales y las políticas de ajuste estructural empiezan a ser
puestas en cuestión, lo que invita a la recuperación de la extensión como instrumento de
desarrollo rural (RIVERA, 2002; SELIS, 2012).
En El Salvador, la aplicación de políticas de
* Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Universidad de Buenos Aires y Universidad
de la Cuenca del Plata, Argentina.
INTERAÇÕES, Campo Grande, v. 16, n. 2, p. 455-464, jul./dez. 2015.
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Fernando Landini
ajuste, fundamentalmente durante los 90s,
llevó a una caída drástica del presupuesto del
Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria
y Forestal (CENTA), principal institución
de extensión del país, sin que hasta la fecha
el nivel de gasto se haya restablecido como
porcentaje del gasto público (ARDILA, 2010).
En el contexto de la recuperación de la
extensión rural en América Latina en general y en El Salvador en particular, resulta de
interés identificar y estudiar los problemas
a los que se enfrenta la extensión rural en
el país, particularmente el CENTA, con el
fin de diseñar e implementar acciones para
afrontarlos. En Latinoamérica la investigación
sobre extensión rural resulta particularmente
escasa (MÉNDEZ, 2006), especialmente si se
la compara con la cantidad de publicaciones
en temas relacionados, como es el caso de la
agricultura familiar.
La mayor parte de las investigaciones
destinadas a abordar la temática de la extensión rural se apoyan en estudios de caso
puntuales. Haciendo una lectura transversal
de estos trabajos se observan múltiples problemas que tienen que ser enfrentados por los
extensionistas. Entre ellos pueden mencionarse la escasa adopción de tecnologías por
parte de los productores (GADEA, 2009), la
dificultad para lograr la participación de los
beneficiarios en distintos proyectos (BOAS;
GOLDEY, 2005), la falta de adecuación de
las planificaciones a las necesidades de los
productores (AQUINO; TEIXEIRA, 2005;
MURILLO; MARTÍNEZ, 2010), y las trabas
para comercializar la producción campesina
junto a los bajos precios de venta (ESCOBAR,
2012).
Uno de los problemas más mencionados por los investigadores es la persistencia
de enfoques de extensión rural tradicionales, de carácter difusionista (SÁNCHEZ
CADENA, 2011; SARAIVA; CALLOU, 2009;
SELIS, 2012), aún en contra de los nuevos
abordajes recomendados por la academia,
por diferentes organismos internacionales
y por las mismas instituciones de extensión.
La extensión rural tradicional, nacida en los
Estados Unidos el siglo pasado, se caracteriza
por estructurarse a partir de la transferencia
(también denominada ‘difusión’) de conocimientos ‘modernos’ desarrollados por los
investigadores a los productores del campo
(LANDINI; MURTAGH; LACANNA, 2009).
De esta manera, la extensión queda organizada como un vínculo vertical, en donde tanto
el saber como el poder quedan ubicados en
un polo de la relación, en detrimento de los
productores (FREIRE, 1973). En contraste,
las propuestas de extensión actualmente se
orientan hacia modelos de trabajo participativos (MEDEIROS; BORGES, 2007) centrados
en la comunicación y el diálogo horizontal
entre técnicos, productores e incluso otros
actores que forman parte de los sistemas
de innovación agrícola (SOUZA; GOMES,
2008; ZUIN; ZUIN; MANRIQUE, 2011). No
obstante, queda claro que el cambio de un
modelo vertical-difusionista a uno horizontalparticipativo constituye un gran desafío, ya
que se observan importantes problemas para
llevar estos cambios a nivel de las prácticas
de los extensionistas (LANDINI, 2012; SELIS,
2012; SOUZA; GOMES, 2008).
Así, atendiendo al conjunto de problemas que deben enfrentar los extensionistas y
los sistemas de extensión rural, en este trabajo
se propone identificar y analizar los problemas enfrentados por los técnicos del CENTA
y las concepciones de extensión a partir de
las cuales éstos guían sus prácticas, con el fin
de aportar al fortalecimiento de la extensión
rural salvadoreña. En este sentido, se asume
que un mayor conocimiento y comprensión
de las problemáticas que limitan su impacto
puede contribuir a generar acciones y estrategias que permitan afrontarlas.
2 Materiales y métodos
Para alcanzar estos objetivos se realizó
una investigación descriptiva basada en la implementación de una encuesta a extensionistas del CENTA. Se destaca que algunos de los
resultados desarrollados en este trabajo han
sido presentados parcialmente como parte
de un comparativo latinoamericano, pero sin
que se haya focalizado en el caso salvadoreño
(LANDINI, 2013a, en prensa).
A nivel latinoamericano las encuestas
fueron realizadas entre los años 2010 y 2013.
Las encuestas de El Salvador son del 2010. La
encuesta fue enviada y recibida por email. La
respuesta fue voluntaria. Se recibieron los formularios de 34 extensionistas de la institución.
La cantidad de extensionistas que trabajan en
INTERAÇÕES, Campo Grande, v. 16, n. 2, p. 455-464, jul./dez. 2015.
Problemas percibidos y concepciones de extensión de los técnicos del Centro Nacional de
Tecnología Agropecuaria y Forestal de El Salvador, Centroamérica
el CENTA no pudo ser obtenida ni pudo hacerse una estimación que contara con suficiente fundamento. En consecuencia, dado que se
desconocía el total de extensionistas así como
su distribución territorial, y que se iba a trabajar con respuestas voluntarias, el tamaño de
la muestra no fue calculado estadísticamente
como suele hacerse en las investigaciones de
tipo cuantitativo (ARGIBAY, 2009). De esta
manera, los resultados no deben considerarse
como representativos de la totalidad de la extensión rural del CENTA, sino tenidos como
expresión de un estudio con énfasis hermenéutico/interpretativo (GUBA; LINCOLN,
1994), cercano a la tradición cualitativa, aun
cuando sus resultados se expresen de manera
cuantificada.
Las preguntas cerradas de la encuesta se
orientaron a relevar información sociodemográfica, mientras que las abiertas abordaron
los problemas enfrentados en el trabajo de
extensión y las contribuciones de la psicología
al trabajo de los extensionistas (ver Anexo).
Las respuestas de los encuestados son tomadas en dos sentidos. Primero, como fuente de
información sobre una realidad que conocen
de primera mano (esto referido fundamentalmente a los problemas relacionados con el
trabajo de extensión). Segundo, como indicadores del modo en que los encuestados miran
ciertos ámbitos de la realidad, en este caso su
concepción de extensión.
Para el análisis de las respuestas se utilizaron los principios generales de la Teoría
Fundamentada (DANTAS et al., 2009; LEITE
et al., 2012). En concreto, se procedió a la lectura de las respuestas haciendo foco en cada
uno de los ejes de análisis indicados. En ese
proceso se fueron construyendo categorías,
las cuales fueron utilizadas para clasificar
los diferentes fragmentos de las respuestas
con el apoyo del software Atlas Ti. Luego se
realizaron lecturas adicionales del material
con el fin de ajustar los contenidos de cada
categoría, uniéndose aquellas de límites
difusos o separando aquellas que tenían
contenidos con identidad propia. Luego de
varias lecturas se llegó a una definición final
de cada categoría que contuviera criterios de
inclusión/exclusión de fragmentos. Como
criterio general, durante el proceso de clasificación se optó por incluir los fragmentos que
podían presentar dudas, para no cometer el
457
error de excluir aquellos que sí debían ser categorizados. Para terminar, se procedió a una
última lectura de los fragmentos incluidos
dentro de cada categoría con el fin de excluir
aquellos que no correspondieran a su definición final. A nivel operativo, se consideró que
una categoría (que expresaba una creencia o
afirmación particular) estaba presente en una
encuesta cuando había sido mencionada al
menos una vez. En las tablas de resultados
sólo se presentan aquellas categorías que
aparecen en al menos el 25% de las encuestas.
Respeto del eje de análisis correspondiente a
los problemas relacionados con el trabajo de
extensión sólo se consideraron las preguntas
1 y 2. Respecto de la concepción de extensión
se tomaron todas las respuestas (ver el listado
de preguntas en el Anexo).
3 Resultados y discusión
3.1 Descripción general de la muestra
La muestra está compuesta por 33
hombres y 1 mujer. Llama la atención esta
relación ya que si bien ésta no fue seleccionada en términos de azar estadístico, no se
introdujo ningún criterio de selección más que
la voluntad de responder de los participantes.
Esto trae como pregunta si realmente existe
un predominio masculino tan fuerte en el
CENTA y, en ese caso, cuál será su impacto
en las actividades que implementa la institución, siendo el más probable la priorización
de las prácticas productivas consideradas
tradicionalmente masculinas como objeto
del trabajo de extensión. Respecto del nivel
educativo, el 78% posee título universitario,
mientras que el resto terciarios no universitarios. En ningún caso se indicaron estudios
de postgrado, algo frecuente en otros países
latinoamericanos como la Argentina por
ejemplo, donde más del 40% de los extensionistas ha realizado cursos de postgrado,
especializaciones o maestrías (LANDINI,
2013b), pero no tanto en otros como Paraguay, donde este porcentaje no llega al 10%
(LANDINI, 2013c). Respecto de los 24 casos en
los que se indicó una formación universitaria
específica, 23 son ingenieros agrónomos y 1
posee título de docente universitario. Si bien
cierto predominio de ingenieros agrónomos
es usual dentro del personal de extensión
INTERAÇÕES, Campo Grande, v. 16, n. 2, p. 455-464, jul./dez. 2015.
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Fernando Landini
(LANDINI; BIANQUI, 2014), en este caso la
tendencia es sin dudas extrema. Ahora bien,
teniendo en cuenta que la extensión rural no
sólo requiere de conocimientos técnicos para
su implementación efectiva (BOCCHICCHIO,
2013; LANDINI, 2012), sino también de capacidades vinculadas con la gestión de grupos,
la implementación de dinámicas participativas y el manejo de procesos de enseñanzaaprendizajes (LANDINI et al., 2009), resulta
preocupante que la institución no cuente con
profesionales que tengan título relacionado
con dichas áreas.
La edad de los encuestados va de los
25 a los 59 años, con una media de 41,33 y
un desvío estándar de 9,86. La experiencia
de trabajo como extensionistas va de los 2 a
los 31 años, con una media de casi 14 años
y un desvío estándar de 9,54. Aquí llama la
atención que el 38% de los encuestados tenga
una experiencia de entre 2 y 4 años, mientras
que el resto se ubique entre los 14 y los 31,
quedando un bache de experiencia entre los
5 y los 13 años. Teniendo en cuenta que una
amplia mayoría de los extensionistas trabajaron sólo en instituciones gubernamentales,
este resultado podría estar sugiriendo la existencia de un período sin contrataciones entre
el año 1997 y el 2005, coincidiendo a grandes
rasgos con el período 1999-2004, en el cual
el PBI de El Salvador permaneció estacado
(HAUSMANN; RODRIK, 2005).
3.2 Problemas vinculados con el trabajo de
extensión
En el Tabla 1 se presentan los problemas
que deben enfrentar los extensionistas encuestados en su trabajo. Se indica la cantidad de
encuestas en las que éstos fueron mencionados así como el porcentaje que representan
del total de participantes.
Tabla 1 - Problemas para el desarrollo y el trabajo de extensión
Contenidos
1. Productores con tecnologías o manejos productivos inadecuados
2. Falta de créditos para la producción
3. Individualismo, desconfianza y falta de asociaciones de productores
4. Bajo nivel escolar de los productores
5. Falta de capital, inversión o infraestructura predial
6. Falta de tierra, tierra improductiva o problemas de tenencia
7. Problemas para comercializar, bajos precios de venta
8. Resistencia al cambio y a la adopción de tecnologías
9. Falta de apoyo del estado y de las instituciones públicas a los productores
10. Insumos para la producción caros, altos costos
11. Productores con actitud asistencialista, oportunista, pasivos, desanimados
12. Productores con escasa diversidad productiva en sus predios
13. Proyectos e iniciativas de desarrollo diseñados sin la participación de los
productores o que no se adecuan a los territorios
A continuación reflexiona sobre estos
problemas. No obstante, se deja para subtítulos posteriores el análisis de las implicaciones
de este encuadre de problemas, el cual revela
mucho de la concepción de extensión de los
encuestados (LANDINI et al., 2014).
El más mencionado corresponde a
una crítica a las prácticas productivas de
los beneficiarios, lo que se expresa en las
encuestas como: “producción de secano y
uso de tecnologias tradicionales”, “mal uso
del recurso suelo” o “uso indiscriminado de
agroquímicos”. Esto se relaciona también
con la escasa diversidad productiva, lo que
incluye referencias críticas al monocultivo:
Menciones
16
15
15
13
13
12
12
11
10
10
9
9
%
47,06
44,12
44,12
38,24
38,24
35,29
35,29
32,35
29,41
29,41
26,47
26,47
9
26,47
“la agricultura del pequeño agricultor es tradicional […] encajonándose en la mayoría de
los casos en la producción de granos básicos”.
A la par, al señalarse el “tradicionalismo” de
los productores, también se plantea que estas
prácticas productivas constituyen trabas para
la adopción de nuevas tecnologías a partir
del “arraigamiento de los patrones culturales
de parte de los productores”, lo que lleva a
la “falta de adopción de tecnologías a nivel
familiar”.
En segundo lugar aparece la falta de
créditos para la producción, problema que
se articula con la falta de capital y de infraestructura predial de los productores. Estos
INTERAÇÕES, Campo Grande, v. 16, n. 2, p. 455-464, jul./dez. 2015.
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Tecnología Agropecuaria y Forestal de El Salvador, Centroamérica
problemas, sumados a la falta de tierra o a los
problemas de tenencia, nos retrotraen al rol
que jugó la cuestión de la tierra en la guerra
civil salvadoreña y en los acuerdos de paz
posteriores (KAY, 2003), en los cuales la entrega de tierras generó a los beneficiarios una
deuda que en la mayoría de los casos se les
hizo imposible de pagar (BREMOND, 2007).
Si bien hacia fines de los 90 esa deuda fue
condonada casi en su totalidad, los resultados
de la encuesta sugieren la gran importancia
que conservan estos problemas. A la vez, en
el caso de la falta de crédito, hay que hacer
referencia al impacto de los políticas de ajuste
estructural de los 90, las cuales incluyeron la
privatización de la banca pública, con las consecuencias que un encuestado menciona: “la
privatización de la banca nacional hizo muy
difícil el acceso a créditos para el pequeño
productor al no tener las garantías”.
En tercer lugar aparece como problema
el individualismo, la desconfianza y la falta de
asociaciones de productores. Esto se expresa
como “falta de organización” por parte de los
productores o como “conductas individualistas (falta de confianza, egoísmo)”. Un encuestado lo analiza de esta manera: “la mayoría de
los proyectos vienen formulados para trabajar
en forma asociada, lo que lleva a la dificultad
en muchos de los casos de encontrarse con
muchos conflictos internos dentro de estas
organizaciones”. Como se mencionaba anteriormente, los extensionistas deben gestionar
trabajos grupales en el contexto de su función.
Asumiento que su formación es técnica, no
social, no resulta extraña la presencia de este
problema.
Por su parte, el “bajo nivel educativo”
de los productores, así como el “alto nivel de
alfabetismo”, también son descriptos como
problemas. Si bien esto no es aclarado en las
encuestas, posiblemente se relacione con la
dificultad que encuentran los técnicos a la
hora de formar o capacitar a los productores
por la existencia de limitaciones para seguir
argumentos técnicos, como han sugerido diferentes autores (GAITÁN; PACHÓN, 2010;
HENZ, 2010).
Otra de las dificultades mencionadas,
en este caso por poco más de un tercio de
los encuestados, son los “problemas para
comercializar su producción”, lo que incluye
“los malos precios de venta de sus cosechas”.
459
Esto es explicado por “desconocimiento de
mercadeo”, “utilización de intermediarios
para la venta de producción” o por “invasión
de mercadería de los países vecinos”, esto
último pudiendo vincularse con el Tratado
de Libre Comercio entre EEUU, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA),
que tiene en los agricultores uno de los
actores más golpeados (TAYLOR; YÚNEZ;
JESURUN-CLEMENTS, 2010).
La falta de apoyo del estado a los productores, por su parte, hace referencia a la
“falta de políticas que impulsen a la agricultura” o a “cero políticas de apoyo a los productores para poder desarrollarse de parte de los
gobiernos”. En definitiva, se argumenta que
“no exiten políticas adecuadas de protección
e incentivos a pequeños y medianos productores agropecuarios”. Indudablemente, estas
dificultades pueden reconducirse a las políticas de ajuste estructural y de liberalización
del comercio implementadas a partir de los
años 90, las cuales llevaron a la privatización
de diferentes sectores de la economía y a
la retirada del Estado como constructor de
políticas activas de desarrollo. Como señala un encuestado, estas políticas llevaron a
“disminuir la agricultura y a impulsar el comercio en el país”, como de hecho se deduce
de análisis realizados por diferentes autores
(ROBLES, 2010).
Respecto del problema de la ‘actitud
asistencialista’ de los productores, se lo abordará más adelante en relación a la concepción
de extensión de los encuestados. El último
problema mencionado por los técnicos participantes hace referencia a la existencia de
proyectos e iniciativas de desarrollo diseñados sin la participación de los beneficiarios.
Esto lo explica con claridad un encuestado
cuando dice que “ha habido muchos modelos
y muchos programas de extensión tanto de
ONGs, como del gobierno […] que han definido sus líneas de acción […] sin tomar en
cuenta el sentir y pensar de los beneficiarios
o afectados”. Es decir, proyectos diseñaros
y/o implementados sin participación de
los beneficiarios, problema que también ha
sido señalado por autores en otros contextos
(MURILLO; MARTÍNEZ, 2010; TAVEIRA;
OLIVEIRA, 2008).
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Fernando Landini
3.3 Concepción de extensión de los encuestados
En el Tabla 2 se mencionan los elementos que dan forma a la concepción de extensión rural de los extensionistas encuestados
del CENTA.
Tabla 2 - Concepción de la tarea de extensión rural
Contenidos
1. Extensión orientada al cambio de mentalidad, o a la transferencia/
adopción de tecnologías por parte de los productores
2. Desvalorización del saber o de las prácticas productivas campesinas
3. Hacer diagnósticos, planificar, dar seguimiento y evaluar proyectos
4. Formar/gestionar grupos de productores, manejar conflictos
5. Capacitar, enseñar y formar al productor
6. Reconocimiento/valoración de la participación y de tener en cuenta las
necesidades, intereses y racionalidad del productor en el trabajo de extensión
7. Intervenir en genero, juventud y niñez como parte del trabajo de extensión
8. Concientizar, motivar, hacer entender o hacer cambiar al productor
A los fines analíticos, pueden diferenciarse tres tipos o núcleos de contenidos que
dan forma a la concepción de extensión rural
de los encuestados. Por un lado están los elementos que configuran (1) una concepción
transferencista o difusionista de la extensión,
luego se observan diferentes contenidos que
describen (2) diferentes actividades propias
del trabajo con productores, y finalmente (3)
el señalamiento de la importancia de la participación en el trabajo de extensión rural. Con
fragmentos en más del 76% de las encuestas
puede observarse una definición de la extensión como cambio de mentalidad o como
transferencia/adopción de tecnologías por
parte de los productores (extensión difusionista). Respecto de la extensión como cambio
de mentalidad, los encuestados hablan de la
necesidad de un “cambio de paradigmas,
[de] lograr un cambio en [las] actitudes,
habilidades y destrezas de la familia rural”.
Dicho de manera algo más fuerte: “cambiar
la extrechez de razocinio de los productores
[respecto de] ciertos temas que obstaculisan
su progreso”. En relación a la idea de transferencia de tecnologías, un encuestado señala
que “en algunos casos y zonas, no existe o es
mínima la asistencia técnica que facilite la
transferencia de tecnología”. Finalmente, en
otras encuestas también se habla de la “falta
de adopción de tecnologías a nivel familiar”
o de “adopción limitada de tecnología”. De
Menciones
%
26
76,47
17
17
16
15
50,00
50,00
47,06
44,12
12
35,29
10
9
29,41
26,47
esta manera, se configura una visión de la
extensión rural focalizada en el cambio de la
‘mentalidad’ de los productores (situación
que en cierto sentido los toma como ‘objetos’
del accionar de la extensión), y en la transferencia y adopción de tecnologías. La extensión
transferencista es descripta por diferentes
autores como un modo tradicional de pensar
la extensión, derivado del modelo estadounidense, el cual asume que son los expertos
(investigadores, extensionistas) los portadores del único conocimiento legítimo, mientras
que los productores son percibidos como
portadores de conocimientos inapropiados o
‘atrasados’ (e.g. LANDINI; MURTAGH; LACANNA, 2009; MACHADO; DE HEGEDÜS;
SILVEIRA, 2006; SCHALLER, 2006). Siendo
que se asume que el técnico sabe (en un sentido amplio y totalizador) y que el productor no
posee conocimientos relevantes, la extensión
termina construyéndose como ‘transferencia’
de quien sabe a quien no sabe (FREIRE, 1973).
Asumido esto, no resulta estraño que el 50%
de los encuestados también tenga una visión
negativa de los conocimientos y saberes de
los productores.
Enfocada la extenisión rural de esta
manera, no resulta inesperado que los encuestados perciban ‘resistencia al cambio y
a la adopción de tecnologías’ por parte de
los productores. Es que una interpretación
del problema en esos términos parte de
INTERAÇÕES, Campo Grande, v. 16, n. 2, p. 455-464, jul./dez. 2015.
Problemas percibidos y concepciones de extensión de los técnicos del Centro Nacional de
Tecnología Agropecuaria y Forestal de El Salvador, Centroamérica
asumir que el productor debería adoptar la
tecnología que se le transfiere en tanto se la
considera como la mejor para él, sin que se
ponga en cuestión si efectivamente lo que se
ofrece coincide con los intereses, necesidades
y valores de los beneficiarios. En este contexto
tampoco es extraño encontrar descripciones
de actitudes pasivas o asistencialistas por
parte de los productores (planteadas por
muchos encuestados como problema), ya que
los agricultores no suelen sentirse comprometidos cuando los objetivos de las acciones
no coinciden con lo que internamente ellos
consideran más importante.
En paralelo, se observa que un porcentaje importante de los encuestados, poco más
de un tercio (35,29%), hacen referencia a la
importancia de la participación y de tener en
cuenta las necesidades, intereses y racionalidad del productor en el trabajo de extensión.
Podría pensarse que aquellos que no poseen
una visión difusionista son los más propensos
a valorar la participación. No obstante, este no
parece ser el caso, ya que mientras que el 35%
de quienes tienen un enfoque difusionista valoran la participación, el 37% de quienes no lo
tienen también la valoran, siendo la diferencia
entre porcentajes bastante pequeña. Este resultado coincide con dos estudios recientes,
uno realizado en Argentina (LANDINI, 2015)
y otro en Paraguay (LANDINI; BIANQUI;
CRESPI, 2013), los cuales señalan que la valoración de la participación no permite diferenciar entre extensionistas que poseen y no
poseen abordajes difusionistas, posiblemente
porque la valoración de la participación se relacionaría más con la adopción de un discurso
valorado socialmente que con un compromiso
real con su contenido.
Dentro de los contenidos referidos a
la concepción de extensión rural también se
observan un conjunto de tareas que hacen a la
labor de extensión. Dentro de ellas se destacan
el trabajo con el ciclo completo del proyecto
(diagnóstico, planificación, seguimiento y
evaluación) (50%), la formación o gestión de
grupos (47,06%) y la capacitación/formación
de productores (44,12%). Visto esto, resulta interesante mencionar que sólo la capacitación
de productores se corresponde de manera
directa con la formación técnica de los encuestados, mientras que el diseño de proyectos y
el trabajo con grupos aparecen como tareas
461
que no se identifican necesariamente con su
formación (particularmente el trabajo con
grupos). Por último, también se hace mención del trabajo a nivel de género, juventud
y niñez, y de la motivación/concientización
de productores, que hasta cierto punto podría
vincularse con una mirada difusionista de la
extensión.
4 Reflexiones y síntesis final
En este trabajo se ha señalado el alto
predominio masculino en la muestra de
extensionistas del CENTA. Queda abierta
la cuestión de si este porcentaje se mantiene
entre los extensionistas de la institución y
cuáles son sus implicaciones. En cualquier
caso, apoyar la equidad de género a nivel de
los agricultores familiares también requiere
que esta equidad exista a nivel de las instituciones de apoyo.
La formación de los extensionistas encuestados se concentra en el área productiva
(fundamentalmente agronómica). Dado que
varios de los problemas mencionados van
más allá de la formación técnica, y que la función misma del extensionista requiere conocimientos provenientes del ámbito social, parece recomendable plantearse la distribución
disciplinar de los extensionistas del CENTA,
buscando incorporar profesionales de disciplinas no técnicas. A la vez, en este contexto,
la formación de postgrado aparece como una
alternativa interesante, particularmente en
áreas como la extensión rural, el desarrollo,
la comercialización y las ciencias sociales. El
mismo CENTA podría apoyar este proceso
de formación de su personal. Por su parte,
si bien la cuestión de la falta de créditos y el
problema del acceso a la tierra exceden lo que
está bajo el control de los extensionistas y de
la misma institución, parecen ser cuestiones
que requieren una atención particular, en especial el acceso a la tierra, teniendo en cuenta
el contexto histórico salvadoreño.
Posiblemente, la existencia de una
fuerte concepción difusionista de la extensión rural en los encuestados sea el principal
problema identificado. Indudablemente, la
implementación de estrategias de intervención con estas características está limitando
el impacto de las tareas de extensión, lo que
puede intuirse al encontrar dentro de los
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Fernando Landini
problemas presentados por los encuestados
algunos potenciados por este tipo de acciones.
En relación a esto, resulta fundamental generar estrategias institucionales que permitan
repensar estas prácticas y su impacto, para
avanzar hacia modalidades de extensión
críticas y complejas, más orientadas a generar capacidades que a entregar respuestas
definidas de antemano, favoreciéndose así
un posicionamiento activo y dinámico de
los productores. En este contexto, la implementación de modalidades de capacitación
reflexivas puede constituir una alternativa de
gran interés (LANDINI; BIANQUI; RUSSO,
2013). A la vez, la formación en extensión y
en desarrollo rural a nivel de cursos de capacitación o de postgrado podría constituir una
alternativa válida. En cualquier caso, repensar
las estrategias de extensión parece una tarea
necesaria, si lo que se busca realmente es
potenciar y fortalecer la agricultura familiar
salvadoreña.
5 Anexo: Listado de preguntas abiertas
incluidas en la encuesta
1. Según su experiencia ¿cuáles son los principales problemas que tienen los pequeños
productores para progresar y salir adelante?
2. Muchas veces los proyectos de extensión y
de desarrollo rural con pequeños productores no logran los resultados que se esperan.
Además de lo mencionado en la pregunta
anterior, ¿qué otras dificultades surgen en el
trabajo de extensión?
3. De los problemas y dificultades mencionados en las preguntas 1 y 2, ¿usted piensa que
la psicología podría ayudar a resolver alguno
de ellos? [Si responde SI pase a la pregunta 4,
si responde NO pase a la pregunta 5]
4. Si respondió SÍ a la pregunta anterior
4.1. ¿Qué dificultades o problemas mencionados en las preguntas 1 y 2 podría ayudar a
resolver la psicología?
4.2. ¿Qué otros aportes podría hacer la psicología al trabajo de extensión?
4.3. Si no lo mencionó en alguna respuesta
previa ¿de qué manera piensa que los psicólogos/as podrían hacer estos aportes al trabajo
de extensión? ¿en qué actividades o acciones
concretas podrían implicarse?
5. Si respondió NO a la pregunta 3, ¿por qué
piensa que la psicología no podría ayudar a
resolver ninguno de los problemas mencionados?
6. Si desea agregar algún comentario puede
hacerlo aquí:
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