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Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
Capítulo 1
EVOLUCIÓN DE LA ESCALA EXPERIMENTAL
A LA PILOTO PARA LAS TECNOLOGÍAS
DE PRODUCCIÓN DE JUVENILES DE PECES MARINOS
EN LA UNIDAD MAZATLÁN DEL CIAD
Evolution from the experimental to the pilot scale on marine fish juvenile
production technologies at Mazatlán unit of ciad
Luis Alvarez-Lajonchère,1 María Cristina Chávez-Sánchez, Marco A. Reina-Cáñez,
Marco A. Camacho-Hernández, María Isabel Abdo-de la Parra,
Noemí García-Aguilar, Leonardo Ibarra-Castro, Luz Estela Rodríguez-Ibarra,
Emma J. Fájer-Ávila, Gabriela Velasco-Blanco, Ana Puello-Cruz,
Blanca González-Rodríguez y J. Armando Ibarra-Soto
Resumen. Este trabajo presenta una descripción de
la evolución desde la escala experimental a la escala piloto de las investigaciones sobre desove y producción de juveniles del botete diana Sphoeroides
annulatus y del pargo lunarejo Lutjanus guttatus
en la Unidad Mazatlán del Centro de Investigación
en Alimentación y Desarrollo, en instalaciones diseñadas para realizar actividades de investigación
y desarrollo requeridas. Se presenta un sumario de
los criterios de diseños y se describen las instalaciones, los sistemas y circuitos de distribución de
agua salada, agua dulce, aire y oxígeno para llevar a
escala piloto el cultivo de los peces. Se exponen los
avances logrados en los principales índices de rendimiento como: supervivencia, densidad y biomasa de cosecha de los juveniles. Finalmente se muestran los incrementos en la producción anual de ju-
veniles y la proyección de los trabajos de la planta piloto con las especies de trabajo mencionadas
y con nuevas especies de peces marinos de mayor
crecimiento.
Palabras clave: escala piloto, diseño, peces marinos, Sphoeroides annulatus, Lutjanus guttatus.
Abstract. This work describes recent advances from
experimental level to pilot-scale on the spawning and
production of juvenile bullseye puffer-fish Sphoeroides annulatus and the spotted rose snapper Lutjanus guttatus reared in purpose built facilities for
research and development at the Mazatlan unit of
the Research Centre for Food and Development
A.C. A brief description of the hatchery facilities
and procedures used to achieve culture pilot scale
1
Autor para correspondencia. Gr. Piscimar, Calle 41 No. 886 entre 24 y Ave. 26, Nuevo Vedado, Plaza, C.P. 10600, La Habana,
Cuba. E-mail: [email protected].
17
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
cultura (fao 2008); sin embargo, el desarrollo de la piscicultura marina es aún incipiente, con sólo 3.5% de la producción (fao 2008),
debido sobre todo a las dificultades técnicas
y logísticas implicadas, especialmente en la
obtención de los juveniles, por lo que se considera que ésta es una de las actividades con
mayor potencialidad de desarrollo. Por todo
lo anterior, la tendencia de la piscicultura marina es a continuar incrementándose, para lo
cual el suministro de semillas de alta calidad
seguirá siendo muy importante (fao 2007).
are presented, as well as the distribution routes for
seawater, freshwater, air and oxygen. The advances obtained for survival, final density and juvenile biomass at harvest are also presented. Increments in juvenile annual production and a projection of the pilot plant work using these two species are presented, as well as with other new and
fast-growing marine finfish species.
Keywords: pilot scale, design, marine fishes, Sphoeroides annulatus, Lutjanus guttatus.
INTRODUCCIÓN
Importancia de la producción de juveniles
La producción por capturas pesqueras no ha
presentado incrementos sustanciales en los últimos años debido a que se han alcanzado niveles de explotación cercanos o incluso superiores a los sostenibles en la mayor parte de los recursos tradicionales más importantes a escala
mundial (fao 2007). Los incrementos en los
productos acuáticos en el mismo período se
han debido fundamentalmente a la acuicultura, que en el año 2005 representaron aproximadamente cuarenta por ciento de la producción total (fao 2008), y las proyecciones futuras hasta 2030 consideran una producción
similar de la acuicultura y las capturas pesqueras (fao 2007). El crecimiento de la acuicultura ha sido de 8.8% desde 1970, superior
al de todos los sectores de producción de alimentos de origen animal. También se ha sobrepasado el incremento poblacional, lo que
se ha reflejado en un aumento del consumo
anual per cápita de 7.1% (fao 2007). Por grupos, los peces son los que representan los mayores porcentajes de producción en la acui-
En la piscicultura marina la obtención de los
individuos que serán criados implica un elemento de costo muy importante, que puede
representar entre 25 y 30% de los gastos operacionales. Hay dos fuentes fundamentales de
obtención de los juveniles: la captura de individuos silvestres y la producción de juveniles de
forma controlada. En ambos casos la vía de adquisición puede ser por gestión propia o por
compra.
Solamente en unas pocas especies con características muy singulares se ha podido depender
de la captura de juveniles silvestres (Sorgeloos y
Léger 1992), como el sabalote Chanos chanos en
el sudeste asiático, las lisas (Familia Mugilidae)
en el Mediterráneo y en el sudeste asiático y el
jurel cola amarilla Seriola quinqueradiata en Japón. Ello ha sido posible por los altos niveles de
abundancia detectados en determinados sitios y
épocas del año, por el desarrollo de artes y métodos de captura, mantenimiento y traslado masivo y la disponibili-dad de la fuerza de trabajo.
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Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
Aun esos casos se ven afectados cada vez más
frecuentemente por su escasez, así como por
restricciones impuestas a su captura masiva,
tendientes a la conservación de estos recursos. Otros factores importantes son la inestabilidad de los rendimientos, capturas conjuntas de otras especies que son indeseables, con
las correspondientes dificultades para separarlas, las ineficiencias implícitas y la imposibilidad de aplicar métodos de selección y mejoramiento genético (Alvarez-Lajonchère y Hernández-Molejón 2001). En contraste con lo anterior, el desarrollo satisfactorio de las tecnologías de producción controlada de juveniles ha
sido la causa del éxito en el cultivo y su expansión en diversas especies como la dorada japonesa Pagrus auratus en Japón, la dorada Sparus
aurata y la lubina Dicentrarchus labrax en el
Mediterráneo y el robalo asiático o barramundi
Lates calcarifer en Tailandia.
Por ello se requiere desarrollar las tecnologías de producción controlada de juveniles
de peces marinos y estuarinos, tema en el cual
se han realizado diversas investigaciones en
América Latina y el Caribe, cuyas mayores dificultades usualmente residen en la obtención
masiva de huevos de alta calidad y en la etapa de larvicultura, especialmente durante las
primeras dos semanas y en el periodo de destete (Alvarez-Lajonchère y Hernández Molejón 2001).
El principal prerrequisito para establecer y
extender el cultivo de peces marinos a escala
comercial es la producción de las cantidades requeridas de juveniles de alta calidad en los momentos adecuados a precios razonables (Alvarez-Lajonchère et al. 2007a). La República Po-
pular China es el principal productor de peces
marinos del mundo con un total que sobrepasó las ochocientas setenta y ocho mil toneladas en 2006, lo cual representa un incremento paulatino de mil veces lo producido treinta años atrás (fao 2008), y ello ha sido posible
en buena medida porque han contado con los
juveniles producidos y con un dominio de la
reproducción de diferentes especies, las cuales
fueron incrementándose de menos de cinco en
1950 hasta alcanzar 52 en el año 2000 (Hong
y Zhang 2003). En el Mediterráneo se han incrementado las producciones de lubina (Dicentrarchus labrax) y dorada (Sparus aurata)
de forma sostenida en 25 años, es decir, desde principios de la década de los años ochenta, hasta alcanzar una producción de más de
doscientas mil toneladas anuales en 2006 (fao,
2008). Lo anterior ha sido posible debido a los
correspondientes incrementos en las producciones de juveniles de 1-2 g, desde las primeras producciones estables de juveniles al inicio
de la década de los años ochenta (Moretti et al.
1999), hasta alcanzar un estimado de más de
950 millones en 2007 (King 2007).
Las escalas de trabajo, instalaciones piloto
y su importancia
Los cultivos a nivel comercial requieren de tecnologías que sean factibles de desarrollar en un
ambiente técnico, de mercado, social y político
y que las investigaciones correspondientes se
lleven a cabo en instalaciones donde los resultados puedan ser escalados a las fases comerciales (Huguenin y Webber 1981). En las investigaciones que sólo se han realizado con
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Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
experimentos en laboratorios a pequeña escala, su aplicación directa a la producción comercial está cuestionada, mientras que los desempeños técnicos a gran escala pueden ser
determinados con una confianza razonable mediante el uso de instalaciones de “planta piloto” (Huguenin 1975).
La mayor parte de los fracasos pueden atribuirse, parcialmente al menos, a haber asumido que el escalado de experimentos de laboratorio directamente hasta el nivel comercial
es un proceso directo, lineal y libre de riesgos
(Huguenin y Webber 1981).
El desarrollo de una tecnología de cultivo
de una especie tiene dos escalas de trabajo: la
escala experimental o de laboratorio y la escala
piloto. Los trabajos comienzan con estudios a
pequeña escala, en los que se aplican diversas
técnicas para cada uno de los aspectos importantes de las diversas fases de vida, con lo cual
se conforma una tecnología preliminar a nivel
experimental. La escala piloto es la etapa siguiente en el desarrollo de una tecnología, en
la que se alcanza la madurez tecnológica requerida para su aplicación a nivel comercial,
en la que se logra un alto grado de integración
y armonía de sus componentes, se perfeccionan los aspectos de producción masiva, se libera a la tecnología en desarrollo de todo lo
innecesario que complique y encarezca la producción comercial y se introducen las mejoras requeridas para obtener altos rendimientos con eficiencia técnica y económica de forma sostenida. Estos tipos de trabajos son los
que permiten probar y adaptar los resultados
experimentales a la producción en condiciones equivalentes a las comerciales, sin que se
interfiera o afecte el proceso productivo, lo
cual pudiera provocar pérdidas económicas
cuantiosas (Woodall 1959), y es aquí donde se
pueden realizar con el debido rigor y envergadura las evaluaciones económicas válidas
Las plantas piloto son instalaciones de investigación y desarrollo tecnológico (I-D), por
lo que se requiere aplicar métodos objetivos
con el debido rigor científico: diseño experimental, diversos tratamientos y técnicas, número requerido de réplicas y repeticiones, tamaño de muestra, exactitud, precisión, etcétera. Asimismo, es indispensable trabajar con
un sentido práctico y tecnológico para que las
tecnologías que se desarrollen puedan alcanzar en el menor tiempo posible los niveles de
eficiencia requeridos y puedan ser transferidas a la producción comercial.
Las tecnologías no son estáticas, deben ser
mejoradas, renovadas, ampliadas y ajustadas a
las circunstancias también cambiantes en que
deben ser aplicadas, para incrementar de forma continua su eficacia y con ella su eficiencia económica, a fin de subsistir en la competencia permanente. Las instalaciones más
adecuadas para estos trabajos son las plantas
piloto. Además, en las estrategias de transferencias tecnológicas no es posible que las tecnologías puedan ser transferibles sin un proceso de adaptación a las condiciones locales
(Davy 1991) y, en los casos exitosos, las adaptaciones se han realizado en instalaciones de
tipo piloto-demostrativo, en donde lo único
válido son los estudios de factibilidad técnica y económica; sin embargo, la etapa piloto
continúa siendo el eslabón más débil en el desarrollo de la acuicultura, debido a la falta de
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Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
financiamiento para la construcción de tales
instalaciones y posteriormente para su operación, así como por los altos riesgos y los incentivos insuficientes para la industria privada (Huguenin 1975).
et al. 1996), la Institución Oceanográfica Harbor Branch (Tucker 1998), el Laboratorio Marino de Mote (Serfling 1998), el Laboratorio de
Piscicultura Marina de la Universidad de Santa
Catarina, Brasil (Alvarez-Lajonchère et al. 2002),
y en Taiwán (Leu et al. 2003), cuyos resultados
han demostrado ser adecuados una vez que se
da el escalado a nivel comercial.
En adición a la explicación sobre el volumen de los tanques de cría larval de peces
marinos con técnicas de “agua verde” en la escala piloto, está demostrado que los mejores
resultados se obtienen con tanques de no menos de 3-5 m3, por varias razones: a) los tanques pequeños usualmente no se caracterizan
por dar los mejores resultados en cuanto a supervivencia, crecimiento y densidad de cosecha; b) las larvas tienen una menor relación
con las paredes del tanque, un mayor “espacio
vital” sin obstáculos; c) el mayor volumen de
agua permite que los posibles cambios en parámetros ambientales sean más lentos; d) la
relación superficie de agua respecto al volumen es más favorable al intercambio gaseoso;
e) en la experiencia de muchos autores, los
métodos que se requieren aplicar para la cría
de larvas en tanques a escala piloto son similares a los que se emplean en tanques de larvicultura de 10-35 m3 con resultados equivalentes (Alvarez-Lajonchère et al. 2007a).
Debido a la importancia del inicio de los
trabajos de producción de juveniles de peces
marinos de una escala experimental a una escala piloto, que ha transcurrido durante los
últimos cuatro años, y a la escasez de reportes
referentes a aplicaciones a escala piloto, se consideró de interés preparar el presente trabajo
La escala piloto en la producción de
juveniles de peces marinos
Muchos procesos biológicos y de conducta dependen de la escala a la cual se esté trabajando. Además, hay diversos diseños de ingeniería, procedimientos de manejo y parámetros
económicos que requerirán adaptarse a la escala de trabajo. Para este nivel, el tamaño de
las unidades experimentales es un parámetro
de gran relevancia; uno de los mejores ejemplos tiene relación directa con la larvicultura
de peces marinos con tecnologías de “agua
verde” (con microalgas) y se trata de los tanques de cría, que en las instalaciones a escala
experimental son usualmente de cien a mil litros de capacidad (Turano et al. 2000, Ogle y
Lotz 2006), mientras que las unidades comerciales son al menos diez a veinte veces mayores (6-20 m3) (Leung et al. 1993, Moretti et al.
1999 y 2005). Los tanques de larvicultura a escala piloto tienen volúmenes de tres a diez metros cúbicos, como los que se utilizan por instituciones de gran prestigio en las investigaciones de larvicultura de peces marinos como el
Instituto Oceánico (Eda et al. 1990, Kam et al.
2002), el Instituto Nacional de Acuicultura Costera de Tailandia (nica, 1986), las estaciones
de investigaciones del Departamento de Acuicultura del Centro para el Desarrollo de las Pesquerías del Sudeste Asiático (seafdec) (Duray
21
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
Objetivos
para exponer los objetivos, la estrategia y las
definiciones de las acciones emprendidas, presentar un sumario de las concepciones, las instalaciones y los rendimientos alcanzados al
principio de la situación inicial antes de comenzar los trabajos de preparación de la planta piloto, los propuestos para dicha instalación, los que se han alcanzado actualmente, así
como los pasos y trabajos que deberán seguir
y los nuevos a acometer para continuar en la
línea de desarrollo emprendida desde mediados de 2004.
Entre los objetivos propuestos desde los inicios de la Unidad Mazatlán del ciad en 2003,
se encuentran el desarrollar paquetes tecnológicos para el cultivo de varias especies de organismos, con el fin de diversificar la acuicultura; sin embargo, las instalaciones para el trabajo con peces marinos en 2004 eran de carácter
experimental y presentaban diversas dificultades, tanto por su deterioro luego de una década de trabajo, como por su diseño, instalación
y mantenimiento.
Debido a los avances logrados durante diez
años de trabajos experimentales con el botete
diana (Sphoeroides annulatus) y de un año con
el pargo lunarejo o flamenco (Lutjanus guttatus), se analizó la necesidad de escalar a nivel
piloto. Para lo anterior, en 2004 la Dirección
General del ciad y la Coordinación de la Unidad Mazatlán ratificaron el objetivo de desarrollar paquetes tecnológicos y se aprobó la
construcción de una unidad piloto para estas
investigaciones de nuevo tipo. Además, se tomaron en cuenta los conocimientos tecnológicos sobre otras especies disponibles en ese
momento, descritas por Alvarez-Lajonchère y
Hernández-Molejón (2001), los cuales indicaban que eran factibles de adaptar a las especies que ya se estaban trabajando en la Unidad
Mazatlán (el botete diana y el pargo lunarejo),
basados en la consideración de que las técnicas de larvicultura actuales a escala mundial
aplican protocolos muy similares, sin distinguir mucho entre las diferencias entre especies y localizaciones geográficas y sólo con ligeras modificaciones (Lee 2003).
ANTECEDENTES, OBJETIVOS Y
CRITERIOS DE DISEÑO
Las instalaciones de la planta piloto están localizadas en la sede de la Unidad Mazatlán del
ciad, en la ciudad de Mazatlán, junto al estero
del Yugo, Sinaloa, en el noroeste de las costas
del Pacífico de México, cerca del límite de las
zonas tropical y subtropical (23° 18’ N y 106°
29’ O). El sitio de las instalaciones anteriores
en donde se construyó la planta presenta una
serie de características que hacen necesario
diversas adaptaciones en el diseño del sistema
de suministro de agua de mar, encaminadas a
solventar el hecho de que el agua de mar accesible es de carácter costero con sólidos suspendidos y disueltos, incluyendo materia orgánica, debido a que está ubicado en Playa Brujas, junto a un estero típico con vegetación de
manglar y fondo arcilloso, que en un periodo
del año rebasa la barra de arena de la playa y
llega con sus aguas al mar, afectando la calidad del agua.
22
Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
Las dos especies de trabajo presentan una
amplia distribución en las costas del Pacífico
Americano (Robertson y Allen, 2006), ambas
con importancia pesquera y precios de hasta
7 y 11 dólares US$ kg-1. El botete es una especie cuyas potencialidades para el cultivo se encuentran en estudio, debido a su importancia
comercial y a que especies de la misma familia Tetraodontidae se comercializan a más de
20 dólares US$ kg-1 desde hace más de veinte años en Japón (fao, 2008), mientras que el
pargo lunarejo hace años que está siendo sometido a cultivo experimental en varios países de la región (Benetti y Wilson 1996, Valverde-Chavarría y Boza-Abarca 1999, Gutiérrez-Vargas y Durán-Delgado 1999), además
de que se han realizado ensayos de engorda
en seis estados del Pacífico mexicano con individuos silvestres de 50-200 g (Avilés-Quevedo 2006).
El objetivo general de la planta es desarrollar, validar y transferir tecnologías para la
producción de juveniles de peces marinos de
interés comercial y su extensión. Los objetivos específicos son:
disminuir costos, etcétera y, de esta forma, elevar la eficiencia económica.
4.Adaptar y extender las nuevas tecnologías a otras especies.
5.Realizar estudios para la evaluación de
la factibilidad técnica y económico-financiera.
Las instalaciones propuestas se concibieron
como una ampliación de las existentes, cuyas reparaciones y modificaciones correctivas han sido realizadas paralelamente. Dicha
estrategia ha permitido continuar los trabajos
de mejora y desarrollo tecnológico mientras
se han llevado a cabo los procesos constructivos y de montaje de los equipos de las instalaciones nuevas. La infraestructura resultante tiene una envergadura que permitirá desarrollar las tecnologías requeridas y, a la vez,
lograr producciones masivas e importantes
de juveniles, siguiendo técnicas, esquemas de
trabajo y concepciones propias del nivel comercial, las cuales serán desarrolladas y adaptadas a las especies y condiciones locales.
Criterios técnicos y de manejo aplicados
en el diseño
1.Probar, ajustar y perfeccionar las tecnologías experimentales en condiciones equivalentes a las comerciales, aplicando estrategias y procedimientos de otras tecnologías ya empleadas a escala piloto y
comercial.
2.Realizar las adaptaciones y ajustes necesarios en procesos de transferencia tecnológica.
3.Realizar los trabajos de mejoramiento de
las tecnologías para elevar rendimientos,
El trabajo se basó en diversos criterios de diseño, índices para las dimensiones y especificaciones para los equipos y la construcción
desarrollados en otros sitios, muchos de ellos
descritos por Huguenin y Colt (2002) y Moretti et al. (1999 y 2005), así como en diversos
patrones de diseño del Indo-Pacífico (Fukusho 1991, Lee et al. 1993, Leung et al., 1993, Tamaru et al. 1993), siguiendo los métodos apli23
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
•Agudos sin control ambiental.
•Crónicos (con o sin sistema de liberación
cados en varios países de América Latina como Cuba y Brasil (Alvarez-Lajonchère y Hernández-Molejón 2001).
Se adoptó la estrategia de trabajo con varias especies en sus temporadas naturales de
desove, que es la aplicada en la mayor parte
de las instalaciones de su tipo en Asia y el Mediterráneo, debido a su alta eficiencia en la reproducción y obtención de resultados, además de brindar mejores retornos sobre la inversión en las instalaciones comerciales.
El diseño se basó en el número y volúmenes mínimos adecuados de unidades necesarias para el cultivo de larvas, que aportan resultados extrapolables a la escala comercial.
Del volumen total de larvicultura se derivaron todos los otros cálculos de dimensiones
de los sectores relacionados: el de alimento vivo y el de precría, tomando en cuenta en cada
caso las experiencias tecnológicas con otras
especies de peces marinos en unidades piloto
y comerciales y las características de los organismos; sin embargo, las características y dimensiones de diseño del sector de reproductores exceden los requerimientos del suministro necesario de huevos para las instalaciones de cría de larvas, por incorporar las condiciones para mantener, madurar y desovar
más de una generación de reproductores de
hasta cuatro especies, además de, en los casos
de especies que presenten alguna disfunción
reproductiva, asegurar la posibilidad de aplicar cualquiera de los tratamientos avanzados
para inducir el desove voluntario o fertilización artificial:
lenta de hormonas) con control ambiental.
Crónicos (con o sin sistema de liberación lenta de hormonas) sin control ambiental.
•
Se definieron las etapas de trabajo y su duración en un posible flujo tecnológico y se estimaron las capacidades de carga, densidades de
siembra y cosecha, supervivencia, biomasa, etcétera. También fueron estimados los requerimientos del tamaño de los reservorios y su número, volúmenes, áreas, flujos de agua y sus
calidades, flujos de aire y sus presiones, por reservorio, batería, local, área y sección.
Otro de los criterios de diseño importantes
fue el de asegurar un alto grado de flexibilidad
en cuanto a los tratamientos experimentales,
con posibilidades de variar salinidad, temperatura, intensidad de luz, tamaño y forma de
las unidades de cultivo, regímenes de alimentación, rutinas de limpieza y desinfección en
la mayor parte de las áreas y sistemas de distribución y procedimientos de mantenimiento y sin estructuras interiores fijas.
Por último, se definió que los métodos de
construcción, equipamiento y materiales a utilizar fueran adecuados para agua de mar y ambiente corrosivo como los inoxidables y sintéticos, estructuras metálicas tratadas, pisos y
paredes bien pulidos y cubiertos con pintura
o resina sintética, puertas y ventanas de aluminio, techo a 3-5 m del piso, laboratorio seco, redes de distribución expuestas con válvulas bien distribuidas. Además se considera-
•Agudos con control ambiental.
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Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
ron facilidades para ampliaciones futuras en
los equipos básicos y una reserva en los diámetros de los circuitos de distribución.
de largo, 8 m de ancho y 80 cm de espesor, a
unos 20 m de distancia de la caseta de bombeo, hacia donde el agua pre-filtrada es conducida por dos conductoras de pvc de 150 mm
de diámetro (figura 1).
En la caseta de bombeo se dispone de dos
bombas centrífugas de acero inoxidable (Gold
SSH 22SH-G) de 30 hp cada una con una capacidad de bombeo de quinientos galones por
minuto (gpm), para una operación de forma
alterna cada dos semanas, además de que hay
espacio para una tercera que servirá de respaldo y ampliación. Todo el sistema debió estar localizado 60 cm por debajo del nivel de la
marea baja de diseño (figura 1), sin embargo,
el piso de la caseta de bombeo no se profundizó lo suficiente y el eje de las bombas se encuentra a 0.81 m por encima del nivel requerido y el nivel del piso de la caseta debió encontrarse a no menos de 0.90 m por debajo de
lo que se construyó (figura 2), por lo cual se
han dificultado las labores de bombeo, al no
corresponderse los valores de carga neta de
succión positiva disponible con los que fueron calculados para las características del sitio, sistema y bombas. La solución para esta
situación implicará bajar el nivel de las bombas en un suplemento a la actual caseta de
bombeo y su costo será alto.
El agua bombeada es conducida hacia las
instalaciones de cultivo por dos líneas de tubería de pvc hidráulico de 150 mm de diámetro que corren paralelas a lo largo de 600 m,
interrumpidas en 11 registros de inspección y
mantenimiento de 3 × 1 m de superficie y 1.20 m
de profundidad. Estas líneas se diseñaron para conducir los 500 gpm a una velocidad de
DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN DE LA
PLANTA PILOTO
La planta tiene una superficie de 2 723 m2; de
ellos, 569 m2 de superficie bajo techo. El diseño y la descripción detallada de las instalaciones de la planta piloto ha sido recientemente
publicado (Alvarez-Lajonchère et al. 2007a). Se
compone de seis sectores principales: 1) el ingeniero y de aseguramiento de vida, 2) el de
aclimatación y cuarentena, 3) el de reproductores, 4) el de cultivo de larvas y destete, 5) el
de alimento vivo y, 6) el de precría.
Características por sectores y sistemas
El sector de aseguramiento de vida está compuesto por varios sistemas y circuitos o redes
de distribución de agua y gases. El sistema más
importante y costoso es el de toma de agua de
mar, basado en los principios de prefiltrado
por arena establecidos por Cansdale (1981), para lo cual se realizaron todos los cálculos necesarios a base de los registros históricos del
régimen de marea y determinaciones in situ de
conductividad hidráulica. Se compone de un
sistema de dos tramos de 50 m de tubería de
pvc hidráulico de 150 mm de diámetro con
ranuras de 2.5-3 mm de ancho, interconectados y paralelos a la línea de costa, apartados
unos 6 m de la zona de rompiente de olas, dispuestos dentro de una capa de grava de 50 m
25
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
Figura 1. Representación esquematizada en perspectiva (no a escala) del sistema de toma de agua prefiltrada con
las dimensiones en metros, excepto los diámetros de las tuberías de pvc.
2.5 m s-1, pero tienen la capacidad de duplicar
este flujo en caso requerido. Su operación fue
concebida de forma alterna cada dos semanas,
quedando seca una de ellas para que mueran
y se desprendan los organismos que se adhieren a la superficie interior y se desechen con
el agua bombeada los primeros 15 minutos de
cada turno de operación, la cual es dirigida hacia un estanque de estabilización, ubicado junto a las instalaciones de cultivo de la planta.
De acuerdo a los requerimientos de diversos sectores de la planta, se dispone de sistemas de sedimentación, filtración por arena y
cartuchos (múltiples y de línea) y lámparas de
radiaciones ultravioleta (uv), los cuales componen cuatro circuitos de distribución de agua
diferentes, con las dimensiones requeridas de
acuerdo a los flujos necesarios en los diferentes sectores.
El sistema de agua dulce sin cloro consta
de dos tanques de polietileno de alta densidad
de 10 m3 cada uno, elevados 3 m, que abastecerán un sistema con tres circuitos:
1.Agua sin cloro y sedimentada.
2.Agua sin cloro, sedimentada, con filtración rápida por arena y cartuchos y con
un tratamiento con radiaciones uv de
iguales características a las del sistema
de agua salada, para las rutinas de disminución de salinidad e higiene de los
sectores de alimento vivo y larvicultura.
3.Igual que la del circuito 2 pero caliente
para algunas labores de higiene.
El sistema de drenaje general se basa en pisos
lisos con una pendiente de 1% que conduce a
una red de canaletas, que a su vez tienen una
pendiente de 2% hacia un estanque de estabilización de 300 m2 (30 × 10 m de superficie
y 2.5 m de profundidad), con paredes y fondo de suelo poroso y un tiempo de residencia
26
Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
Nivel superior techo
caseta de bombeo
Nivel inferior techo
caseta de bombeo
Altura máxima registrada
Pleamar
maxíma
Marea alta de diseño
Nivel de pleamar
maxíma superior
Nivel de pleamar media
Nivel medio del mar
Nivel de bajamar media
Nivel de bajamar media inferior
Marea baja de diseño
Bajamar mínima registrada
Altura mínima registrada
Figura 2. Representación esquematizada del régimen de mareas de Mazatlán, los niveles de marea alta de diseño,
la marea baja de diseño y la ubicación de la conductora de pvc de 150 mm de diámetro a la entrada de la caseta de
bombeo de acuerdo al diseño original (1), a la que quedaron colocadas dichas conductoras y la puerta y techo de la
caseta de bombeo (Las dimensiones están dadas en metros).
mínimo de 5 h, descargando el exceso que no
se filtre por las paredes y el fondo hacia el estero. La red de canaletas de drenaje se diseñó
utilizando la ecuación de Manning para canales abiertos con paredes laterales verticales
para que cumpliera una doble función, la de
27
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
drenar el agua con diez veces el flujo máximo
por batería de tanques para prever limpiezas
y urgencias, así como las lluvias más fuertes
de acuerdo a los registros locales de cincuenta años y la de acomodar y proteger los circuitos de distribución de agua salada, dulce y aire de pvc. Las canaletas quedan cubiertas por
tapas resistentes de fibra de vidrio desmontables para inspección y mantenimiento.
Para la producción de aire se utilizan tres
sopladores de 10 hp de capacidad cada uno,
con una capacidad individual de 500 m3 h-1 a
una carga de 178 cm de agua (175 mbar; 1.75 ×
104 Pa). Los requerimientos de aire se cubren
con uno de los sopladores, cuyo trabajo se alterna cada dos semanas con otro y queda un
tercero listo para entrar a funcionar de forma
automática mediante una válvula de presión
en las conductoras. El aire a la entrada de los
sectores de alimento vivo y larvicultura es filtrado por filtros de cartucho de 0.2 µm.
Se dispone de un circuito de aire enriquecido con 1-2% de CO2 para suministrar solamente a los estantes de luz para la producción
de inóculos menores hasta garrafón de 18 L en
el local de producción de inóculos menores,
con un suministro controlado mediante cilindros de CO2 con reguladores y válvula de seguridad. También se dispone de un circuito de
oxígeno puro que puede abastecerse de dos
cilindros de 130 m3 de capacidad cada uno o,
bien, de un generador de oxígeno modelo SA-3
(Glacial Enterprises Ltd., Edmonton, Canadá)
con capacidad de 12 litros por minuto (Lpm)
con una pureza del 93% (0.211 t de O2 al día)
para el cultivo intensivo de rotíferos.
El abastecimiento de electricidad se basa en
el servicio público a dos transformadores nuevos de 225 y 115 kVA instalados para dar servicio a la planta, la sustitución del generador eléctrico general por otro de capacidad necesaria y
uno menor de 50 kW para las casetas de bombeo. Toda la red eléctrica se diseñó para cumplir los requerimientos de la planta siguiendo las regulaciones de seguridad nacionales e
internacionales, con los registros y conductos
eléctricos aéreos y a prueba de agua, de plástico autoextinguibles; equipos eléctricos protegidos y, en los casos de los equipos importantes, con sistemas de alarma.
Por su parte, el sector de aclimatación y cuarentena (140 m2), ubicado en un extremo de la
planta, consta de una plataforma de hormigón
con pendiente aproximada de 2% hacia canaletas de drenaje con rejillas de fibra de vidrio
desmontables y una cubierta general de malla
sombra (setenta por ciento de retención), con
seis tanques de 7 m3 y cuatro de 3 m3, los cuales drenan a un sistema de canaletas con control de nivel, para un tratamiento con cloro,
mediante un dosificador que asegura un cloro
residual de 0.5 ppm.
En el sector de reproductores se puede trabajar con tres o cuatro especies simultáneamente. Para las especies de gran tamaño se dispone de tres tanques de 50 m3 (6 m de diámetro y 2 m de profundidad aproximadamente) de
lámina sintética y estructura de acero galvanizado y tres tanques de 18 m3 de fibra de vidrio
y paredes con una capa termoaislante de poliuretano de 25 mm de espesor. Cuenta además con seis tanques de 7 m3 (3 m de diámetro y 1 de profundidad) y diez de 3 m3 (2 m de
diámetro y 1 m de profundidad), todos de fi28
Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
bra de vidrio, para reproductores de menor
tamaño y experimentación. La red de distribución de agua salada y aire ha sido rediseñada y la actual será remplazada en su totalidad
por una nueva que estará dentro de las canaletas de drenaje para su protección, mientras
que el piso también será remodelado y mejorado para sustituir las áreas de grava por hormigón.
Resta la construcción de una edificación
que incluya los tanques de 18 m3 y algunos de
3 m3 para el control ambiental, montando los
equipos adquiridos para un sistema de recirculación: 1) una bomba calorimétrica de titanio de 110 000 btu de capacidad para el control de temperatura, 2) dos filtros de arena a
presión de 170 Lpm, 3) un filtro biológico tipo
rbc de 186 m2 de capacidad, 4) un fraccionador de espuma de 25 mm de entrada y 75 mm
de salida, con una capacidad de flujo de 11155 Lpm.
Las instalaciones para el alimento vivo consistían en un local de 9 m2 climatizado para la
producción muy limitada de inóculos de microalgas, y un invernadero de 55 m2 para tanques cilíndricos opacos de 500 L de polietileno de alta densidad operados con iluminación
natural, con rendimientos de 1.5-3.0 × 106 células ml-1 de Nannochloropsis oculata y hasta
140 rotíferos ml-1 y una producción total de
50 × 106 de rotíferos día-1 (Velasco-Blanco y
Duncan 2002). En copépodos se trabajó hasta
un volumen de 300 L con producciones de 1.5
y 4 organismos ml-1 de cosechas parciales (75%)
después de dos semanas. Después de 2004 se
trabajó primero hasta un volumen de 500 L
con cosechas diarias de más de 1 × 106 orga-
nismos día-1 (Puello et al. no publicado). Recientemente, en la planta piloto se han hecho
ensayos en tanques de siete mil litros con densidades máximas de hasta 17 organismos ml-1
(A. Ibarra Soto comunicación personal).
Actualmente el sector consta de una edificación de 160 m2 con amplios ventanales y locales climatizados para la siembra de microalgas con condiciones asépticas a 18-20 °C, producción de inóculos (2 a 18 l) a 20-21 °C en
estantes lumínicos de acero inoxidable (1.3 m
de largo, 0.8 m de ancho y 1.80 m de altura) y
repisas de vidrio con treinta lámparas de luz
fluorescente de 40 W, uno para cada una de
las cuatro especies de microalgas (N. oculata,
Tetraselmis chuii, Isochrysis sp. (t-iso) y Chaetoceros müelleri), de las que se introdujeron
cepas de alta calidad certificadas del laboratorio del csiro de Australia; local de inóculos
intermedios y producción de microalgas y zooplancton a 22-24 °C, con tanques semitransparentes de 80 L (50) y 700 L (20) iluminados
con paneles de lámparas fluorescentes por 24 h;
local de lavado y esterilización en autoclaves,
local de laboratorio seco climatizado (24 °C) y
equipos de deshumificación, un local para la
producción de inóculos de dos especies de rotíferos (Brachionus rotundiformis y B. plicatilis) y dos de copépodos (uno fundamentalmente pelágico Pseudodiaptomus euryhalinus y otro
mayormente bentónico Tisbe monozota) en un
estante lumínico como el de las microalgas y
la producción intensiva de rotíferos con oxígeno y alimentos formulados en cuatro tanques
cilindro-cónicos de fibra de vidrio de 0.5 m3 y
cuatro de 1.2 m3, además de enriquecerlos con
microalgas o con emulsiones lipídicas y con29
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
servarlos a baja temperatura. Los metanauplios de Artemia se obtienen en un local aislado del resto en donde se incuban los quistes
que se decapsulan en un cobertizo exterior aledaño y se enriquecen y se conservan a baja
temperatura en el mismo local en que se incubaron.
El sector de alimento vivo también posee
dos áreas exteriores, cada una de 91 m2, con
tanques de fibra de vidrio, una con iluminación
solar directa para el cultivo de las microalgas T.
chuii (en cuatro tanques de 1.2 m3) y N. oculata (en cuatro tanques de 1.2 m3 y seis de 7 m3)
y un área con malla-sombra (70% de retención
de luz) para producción de dos especies de copépodos, con ocho tanques de 1.2 m3 y seis de
7 m3.
La capacidad de producción diaria estimada de alimento vivo es de 8 m3 de las cuatro especies de microalgas (1-40 × 106 células ml-1 en
dependencia de la especie), 2.5 × 109 rotíferos
enriquecidos, 6 × 108 metanauplios de Artemia
enriquecidos y 4 × 107 copépodos, aproximadamente.
El sector de larvicultura consta de un local
(64 m2) con seis tanques de fibra de vidrio de
2 m de diámetro y 1 m de profundidad (3 m3)
cada uno y un cobertizo (55 m2) con cuatro
tanques de 7 m3 cada uno, todos con paredes
negras y fondos blancos no reflectoras, con
techo de tejas translúcidas y opacas alternas.
Los tanques del local cuentan además con
sendas lámparas de halógeno de 500 W cuya
altura es regulable, cada una con un dimmer
regulador del voltaje para el control del fotoperiodo con un encendido y apagado lentos,
simulando el amanecer y atardecer, respecti-
vamente. Se cuenta, además, con dos tanques
de 25 m3 de capacidad (6 m de diámetro y 1
m de profundidad de agua) en los que se pueden aplicar técnicas de larvicultura de mesocosmos.
El sector de precría consta de un área de
222 m2 con 12 tanques de fibra de vidrio de 3 m
de diámetro y 0.60 m de profundidad de agua
(5 m3), con un sistema de circulación anular
del agua mediante la disposición de la entrada
de agua y de un deflector central. En estas instalaciones los juveniles destetados de los tanques de larvicultura alcanzarán un mínimo
de 1-5 g de peso.
Para los trabajos de alevinaje hasta 30-50 g,
en los que también se pueden realizar trabajos de engorda, se concibió un área de 100 m2
con seis tanques de 20 m3 (5 m de diámetro y
1.1 m de altura del agua), con un techo de tejas opacas, que queda pendiente por ubicar y
construir.
Personal
La planta fue concebida para el trabajo eventual del personal de los laboratorios de Reproducción y Genética de Peces y Nutrición, así
como para el trabajo fijo de personal de la propia planta en caso de que llegara a independizarse como una instancia administrativa diferenciada, que serán los encargados de realizar
los trabajos sistemáticos y las tareas de operación, entre los que debe encontrarse un responsable general y un operador de equipos de mantenimiento de vida (operación, mantenimiento preventivo, reparaciones menores e instalación de equipos).
30
Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
Capacidad y costo
trabajos de larvicultura.
Como parte de los trabajos de desarrollo
tecnológico, en ambas especies se han modificado los protocolos para mejorar los índices
de eficiencia en cuanto a los desoves y la calidad de los huevos, así como la supervivencia,
crecimiento y densidad de cosecha, para poder adaptarlos a la escala piloto o precomercial (Alvarez-Lajonchère et al. 2005).
Los protocolos de desove del botete diana fueron establecidos durante los primeros
años mediante el uso de un análogo de la hormona liberadora de las hormonas luteinizantes (GnRHa) administrada intramuscularmente en inyecciones o en implantes de un copolímero de acetato de etilen-vinilo (EVAc), preparados en el Instituto de Biotecnología de la
Universidad de Maryland (EE. UU.). Con los
implantes se logró 82% de efectividad en el
desove (Duncan et al. 2003).
Los resultados en el desove se han mejorado con un 90-100% de éxito con una alta calidad de huevos (> 90% de fertilización) con una
nueva forma de estimar la dosis adecuada del
implante y administrarla intraperitonealmente
detrás de las aletas pectorales, tanto a las hembras silvestres como de cautiverio con ovocitos vitelogénicos ≥ 450 μm de diámetro (Alvarez-Lajonchère et al. 2005, García Aguilar et al.
2005).
Los huevos del botete diana son pequeños
(0.70 ± 0.02 mm en diámetro), no pelágicos y
adhesivos, que se fertilizan artificialmente en
el laboratorio y los métodos de incubación
empleados anteriormente se adaptaron a estas características con prácticas poco eficientes, utilizando láminas de vidrio que se colo-
La planta piloto se diseñó de 2004 a 2005 y los
trabajos de construcción y la adquisición del
equipamiento comenzaron durante 2005 y aún
estos procesos están en marcha, debido a diversas dificultades logísticas y de financiamiento. El costo estimado total de la construcción
es de aproximadamente diez millones de pesos y la capacidad de producción de diseño en
una primera etapa para cuatro o cinco ciclos es
de alrededor de ciento sesenta mil a doscientos
mil juveniles de 1-2 g o hasta 5 g en ciertas especies, a obtenerse entre 2009 y 2010. La capacidad anual podrá ser incrementada a medio
millón aproximadamente en una segunda fase
de ampliación.
AVANCES EN EL DESARROLLO DE LAS
TECNOLOGÍAS
Protocolos para la obtención de reproductores, maduración y desove
Los trabajos con el botete diana comenzaron
en la Unidad Mazatlán del ciad en el año de
1997 por recomendación de L. Alvarez-Lajonchère, logrando una tecnología experimental para el control de todo el ciclo reproductivo y producción de juveniles en tanques de
600 L (Martínez-Palacios et al. 2002; Duncan
y Abdo-de la Parra 2002). El trabajo con el
pargo lunarejo comenzó a mediados del año
2003 con reproductores silvestres con los cuales se elaboró un protocolo de inducción (Ibarra-Castro y Duncan 2007) y se iniciaron los
31
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
caban en el fondo de los tanques experimentales de larvicultura; fueron afectados frecuentemente por diversas infecciones, con un sesenta por ciento de eclosión (Abdo-de la Parra
et al. 2001, Duncan y Abdo-de la Parra 2002,
Duncan et al. 2003). Estos métodos se cambiaron al adaptar protocolos industriaes aplicados comercialmente en peces de agua dulce,
basados en varias técnicas de desgomado que
han sido adaptadas y evaluadas a la especie, resultando en huevos completamente libres que
pueden ser sometidos a tratamientos profilácticos; además, se han adaptado técnicas de incubación con jarras McDonald. Los resultados
han mostrado mejoras significativas en la sincronización, reducción del tiempo de incubación y aumento del porcentaje de eclosión hasta un noventa por ciento (Rodríguez-Ibarra et
al. 2005, Alvarez-Lajonchère 2006).
La investigación inicial con el pargo lunarejo fue realizada con reproductores silvestres
capturados en Sayulita, Nayarit, desde junio
de 2003 a junio de 2004. Los experimentos de
inducción emplearon ejemplares maduros recientemente capturados y se trataron en un laboratorio habilitado en el Centro Regional de
Investigación Pesquera (crip) de Bahía Banderas, Nayarit, con los cuales se desarrolló un protocolo preliminar de inducción hormonal basado en la utilización de implantes tipo evac
con GnRHa, intramuscularmente administrados. Se recomendó una dosis de 240-280 μg
de GnRHa kg−1 de peso para hembras con un
diámetro de ovocitos de 440-500 μm; sin embargo, se recomendó continuar los trabajos
para establecer un protocolo más eficiente
debido a las variaciones considerables de cali-
dad y cantidad de huevos y al pequeño número de ejemplares utilizados (Ibarra et al. 2004,
Ibarra-Castro y Duncan 2007).
Para continuar las investigaciones se analizó todo el conjunto de datos obtenidos y se
reevaluó todo el protocolo de trabajo. Se detectaron varias dificultades importantes que
pudieron afectar negativamente el diseño de
los experimentos y sus resultados, muchos debido a la disponibilidad limitada de hembras,
los métodos para seleccionarlas y para asignar
las dosis para inducir el desove.
Los resultados positivos y negativos de las
hembras implantadas mostraron que se logró
un 86% de respuestas positivas cuando el diámetro era superior a los 400 µm y las dosis fueron ≥ 200 µg kg-1 GnRHa; sin embargo, en hembras con diámetros superiores a los 475 µm se
logró 89% de efectividad en el desove con dosis entre 50 y 175 µg kg-1 de GnRHa. Con estas agrupaciones de diámetro de ovocitos y los
valores medios de las dosis utilizadas se preparó un nomograma simple para asistir en los
cálculos. Además, se incrementó la precisión
del método de biopsia ovárica y se mejoraron
los métodos de manipulación (Z. Ibarra Zatarain comunicación personal), lo cual, unido
al empleo del nomograma, permitió precisar
mejor la relación entre el diámetro de los ovocitos y la dosis efectiva para inducir el desove,
el cual fue mejorado con la continuación de
los estudios y un mayor número de muestras
silvestres y todos los animales de cautiverio.
El primer grupo de reproductores silvestres que en 2003 se trasladó al laboratorio del
ciad en Mazatlán, no logró madurar en ocho
meses de cautiverio, por lo cual se introdujo
32
Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
un segundo grupo en junio de 2004 y se modificó el protocolo de cría, mejorando las condiciones ambientales con tanques mayores y
más profundos, el doble de flujo de agua y mucho menor manipulación y con prácticas más
efectivas, con mejor dieta y prácticas de alimentación. Con estos cambios los peces maduraron en 12 meses (Alvarez-Lajonchère et
al. 2007b). Por primera vez se lograron desoves múltiples masivos en las hembras de cautiverio inducidas en junio y nuevamente en julio de 2005 con más del doble de fecundidad
relativa que la obtenida anteriormente con los
reproductores silvestres. Esos reproductores
inducidos y el otro grupo que no fue tratado
hormonalmente comenzaron a desovar voluntariamente a partir del mes de agosto de 2005
y durante un año lograron una producción de
más de ochenta millones de huevos de alta calidad con más de noventa por ciento de viabilidad y más de 85% de tasa eclosión. Con estos resultados se logró la meta de garantizar
un suministro estable de huevos de buena calidad para soportar el desarrollo de la producción comercial de juveniles del pargo lunarejo.
el laboratorio del crip Bahía de Banderas y
trasladados 440 km hasta el ciad Mazatlán,
pero en 2004 se sufrió una mortalidad total
por dificultades en el sistema de aireación.
El protocolo de cría se modificó durante
2005 y 2006. Se mejoró la calidad de los huevos utilizados, así como la del alimento vivo y
la del agua de mar. Se disminuyó la densidad
de siembra y se incrementó la intensidad de
luz, la densidad de microalgas, rotíferos y metanauplios de Artemia; se añadió los copépodos y se comenzaron a utilizar limpiadores de
superficie, así como protocolos de limpieza y
desinfección más estrictos. También se utilizaron dietas comerciales de alta calidad.
Estos cambios mejoraron la supervivencia
hasta 5% y hasta 12% en el botete en 2005 y
2006, respectivamente, y hasta 3.3 y 6% en el
pargo lunarejo en esos años. Las densidades de
cosecha también se incrementaron a 3 y 5 juveniles l-1 en el botete y a 0.6 y 1 juvenil L-1 en el
pargo lunarejo en 2005 y 2006, respectivamente. Estas mejoras, conjuntamente con un mejor crecimiento, elevaron la biomasa final del
botete de 0.12 kg m-3 en 2003 hasta 1 kg m-3 en
2006 y hasta 1.25 kg m-3 en el pargo en 2006.
Los resultados alcanzados en el pargo lunarejo,
especialmente el índice más efectivo de biomasa a la cosecha, representa cincuenta por
ciento de los mejores resultados reportados
para los pargos por Leu et al. (2003) en tanques de 4 m3, con la mitad de la densidad de
siembra inicial utilizada.
La producción total de juveniles del botete diana se incrementó de mil en 2003 a 22 700
juveniles en 2006 y en el pargo lunarejo la primera producción masiva se logró en 2005 con
Protocolos para la cría de larvas y su
escalado
Antes de 2005 la tecnología de cría de larvas
del botete diana para producir juveniles de 45
días después de la eclosión había logrado 1%
de supervivencia y 0.6 juveniles l-1 en tanques
experimentales de 600 L (Abdo-de la Parra et
al. 2001, García-Ortega et al. 2003). En el pargo lunarejo se lograran producir los primeros
15 juveniles en 2003 con huevos obtenidos en
33
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
los huevos obtenidos por primera vez de reproductores que maduraron en cautiverio, con
4500 juveniles de 50 días en tanques de 600 L y
17 500 de 60 días en 2006 en el primer ciclo en
tanques piloto de 3000 L (figura 3). Los trabajos en 2007 utilizaron tanques de tres mil y de
siete mil litros en el botete diana y el pargo lunarejo; sin embargo, se presentaron dificultades serias con los sistemas de mantenimiento
de vida, especialmente en cuanto al suministro eléctrico y el bombeo.
los trabajos de larvicultura y otro a la producción de rotíferos y copépodos.
Los avances en el desarrollo tecnológico pueden ser evaluados, además de los incrementos
en los índices de productividad, especialmente densidad y biomasa de cosecha y supervivencia final, por los incrementos en las cifras
de producción anual de juveniles. Las metas
de la planta para el final del presente año es
lograr incrementos en la supervivencia, densidades y biomasa de cosecha para alcanzar
10% y 16%, 2 y 6 juveniles l-1 y 2.5 y 2 kg m-3
en el pargo lunarejo y el botete diana, respectivamente, trabajando con los tanques de 3 y
7 m3 y rebasar por primera vez la marca de los
cien mil juveniles anuales entre ambas especies (Alvarez-Lajonchère et al. en prensa). Estos resultados serán el preludio para cumplir
las expectativas en el año siguiente y poder someter las tecnologías a los estudios de factibilidad técnica y económica correspondientes.
Es importante que cuanto antes la planta logre establecer bancos de reproductores de otras
especies de peces de mejores crecimientos que
las dos que se han estado trabajando hasta ahora. Se han adquirido algunos ejemplares del
pargo raicero Lutjanus aratus y se debe incrementar su número y mejorar las condiciones
ambientales para su crecimiento y maduración y adquirir juveniles silvestres del jurel de
cola amarilla Seriola rivoliana, así como juveniles y adultos de robalo blanco Centropomus viridis y prieto C. nigrescens. Los crecimientos de estas especies propuestas son superiores a los de las actuales y ofrecen mejores perspectivas en cuanto a los rendimientos
para las operaciones de engorda hasta la ta-
PROYECCIÓN DE LOS TRABAJOS
Los trabajos de la planta piloto deben mejorar en la medida que se terminen las instalaciones, tanto en las construcciones y arreglos
como en la adquisición y montaje del equipamiento pendientes. Igualmente se requiere
completar el personal, especialmente para la
operación y mantenimiento preventivo de los
equipos del sector de mantenimiento de vida
y tener un técnico dedicado exclusivamente a
Figura 3. Producción total de juveniles de botete diana
y pargo lunajero y las mejores proyecciones.
34
Capitulo 1
Escala piloto en la producción de juveniles de peces marinos
lla comercial con los correspondientes beneficios económicos.
to de los proyectos Sagarpa-Conacyt 378 y
2004-C01-196.
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Los autores desean expresar sus agradecimientos a muchos ingenieros y arquitectos por sus
aportes para el diseño y operación de la planta,
especialmente a D. Pérez Franco, F. Alonso, R.
Suárez, G. Cittolin y R. Guidastri, J.E. Huguenin, J. Colt y S. Kraul. Se reconoce y agradece
la significativa labor e interés de los trabajadores de la administración de la Unidad Mazatlán, dirigidos por S. Osuna Páez. Las contribuciones de M. Trujillo y C. Peñaflor del grupo constructor Pelícano, S.A., fueron importantes. Nuestro especial reconocimiento a M.
Chávez y su brigada y a F. Hernández Peinado, quienes han resuelto las múltiples dificultades que se han presentado en la instalación
y reparación del equipamiento. Nuestra gratitud a V. “Macho” Ortega y su tripulación por
las capturas de reproductores de pargo y a P.
Ulloa y a los trabajadores del crip Bahía Banderas por su apoyo sistemático, así como a los
trabajadores de la Unidad Mazatlán del ciad
y a muchos estudiantes de licenciatura y del
programa de postgrado del ciad que han laborado con gran interés y seriedad. Esta planta se ha construido con el financiamiento de
tres proyectos de la Comisión Nacional de
Acuacultura y Pesca de México (Conapesca
6299-A i, ii y iii), así como con financiamientos de la Dirección General del ciad y de la
propia Unidad Mazatlán del ciad. Además,
se han recibido aportes para el equipamien35
Avances en Acuicultura y Manejo Ambiental
Alvarez-Lajonchère L, Chávez-Sánchez MC, Abdo-de la Parra MI, García-Aguilar N, Ibarra
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Capitulo 1
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