COMISIÓN EUROPEA DIRECCIÓN GENERAL ECONOMÍA Y FINANZAS Servicio de Evaluación Económica Mercado interior y mercados nacionales de productos y servicios, política de competencia y análisis de la competitividad DIRECCIÓN GENERAL MERCADO INTERIOR Funcionamiento e Impacto del Mercado Interior. Coordinación. Protección de Datos Mercado interior: seguimiento del proceso de integración y reforma. Evaluación Bruselas, Anexo al «Informe sobre el funcionamiento de los mercados comunitarios de productos y capitales» Resultados en el mercado de las industrias de red que prestan servicios de interés general: primera evaluación horizontal Documento de trabajo realizado por los servicios de los Comisarios Bolkestein y Solbes 1 Índice Resumen......................................................................................................................... 3 Introducción................................................................................................................... 5 1. Comportamiento del mercado de las industrias de red .............................................. 7 1.1. Estructura del mercado de las industrias de red.................................................. 9 1.2. Competencia efectiva y elección de los consumidores..................................... 16 1.3. Integración de los mercados: entrada, comercio de electricidad y capacidad de interconexión............................................................................................................ 18 1.4. Evolución de los precios en la década de los noventa ...................................... 25 1.5. Evolución del empleo en las industrias de red.................................................. 31 2. Obligaciones de servicio público ............................................................................. 33 2.1. Resumen de las obligaciones de servicio público............................................. 35 2.1.1 Regulación del acceso geográfico: las obligaciones de servicio universal parecen satisfechas y los consumidores disfrutan de una amplia accesibilidad a los servicios públicos en la mayor parte de la Comunidad.................................. 39 2.1.2 Regulación de los precios: en conjunto, los servicios de interés económico general se están volviendo más asequibles .......................................................... 44 2.1.3. Obligaciones de servicio público sobre la calidad del servicio: un panorama incierto y un gran reto ......................................................................... 52 2.2. Cálculo de costes y financiación de las obligaciones de servicio universal y de servicio público........................................................................................................ 56 2.3. La dimensión europea de las obligaciones de servicio público y universal...... 60 3. Resultados de un estudio cualitativo realizado en los 15 Estados miembros sobre las actitudes de los ciudadanos ante los servicios de interés económico general.............. 61 3.1 Servicios de suministro de electricidad.............................................................. 63 3.2 Servicios de suministro de gas........................................................................... 64 3.3 Telefonía fija...................................................................................................... 65 3.4 Telefonía móvil.................................................................................................. 66 3.5 Correo y envío de paquetes................................................................................ 68 3.6 Transporte aéreo................................................................................................. 69 3.7 Transporte ferroviario interurbano..................................................................... 69 3.8 Transporte urbano .............................................................................................. 71 3.9 Abastecimiento de agua ..................................................................................... 72 4. Conclusiones ............................................................................................................ 72 2 Resumen El presente documento ofrece una evaluación horizontal del comportamiento de las industrias que prestan servicios de interés económico general, en respuesta a la propuesta del Consejo Europeo de Niza. Este informe constituye un complemento de la Comunicación COM(2001) 598 sobre los servicios de interés general, que la Comisión adoptó el 17 de octubre de 2001 con vistas al Consejo Europeo de Laeken. Se trata de un primer intento de valorar los resultados del sector dedicado a la prestación de servicios de interés económico general. Las evaluaciones posteriores se basarán en una metodología que la Comisión definirá el próximo año. El propósito de este documento no es dar cuenta de las consecuencias de la liberalización, aunque hace referencia, en la medida de lo posible, a los efectos de la primera fase de la apertura de los mercados a la competencia. En los últimos años se ha observado una transformación progresiva de la estructura de los mercados de los servicios abiertos a la competencia. La cuota de mercado de los operadores tradicionales del sector de las telecomunicaciones se ha reducido más en los países donde antes comenzó el proceso de liberalización, en especial en las llamadas internacionales y las telecomunicaciones móviles. Aun así, los antiguos monopolios mantienen cuotas de mercado elevadas. La entrada de nuevas empresas al mercado ha dado lugar a una mayor competitividad, si bien ésta no se hace sentir demasiado en el segmento de las llamadas locales. El índice armonizado de precios al consumo (IAPC) del sector de las comunicaciones experimentó un descenso significativo, de una media del 3 % anual, entre 1996 y 1998, y en torno al 7,5 % ent re 1999 y 2001. La bajada de los precios ha situado los servicios de telecomunicaciones más al alcance de europeos con distintos niveles de ingresos. El reajuste de las tarifas ha acrecentado la carga de las cuotas fijas de los pequeños usuarios, pero las tarifas especiales aplicables a los ciudadanos con menores ingresos han evitado que éstos pierdan poder adquisitivo. Además, se observa un crecimiento del empleo en estos sectores, si bien parece que la causa de esta evolución del mercado se encuentra en la introducción de nuevas tecnologías y de las telecomunicaciones móviles. La percepción de los consumidores de los resultados del mercado de las telecomunicaciones no está en consonancia plena con el efecto positivo que, según las estadísticas, este fenómeno ha tenido en los precios. En general, los usuarios se sienten bastante satisfechos con la tecnología móvil y admiten que las tarifas han bajado, pero se quejan del aumento de las cuotas fijas (por ejemplo, la cuota de suscripción), de la complejidad de las nuevas estructuras tarifarias y, en algunos países, de las dificultades que surgen en las relaciones entre cliente y proveedor (por ejemplo, falta de transparencia en los contratos). En el sector de la energía, los operadores tradicionales conservan unas cuotas de mercado considerables. En el sector de la electricidad las tarifas se han reducido y el servicio resulta más asequible para los usuarios de rentas medias y bajas. No obstante, los hogares no se han beneficiado tanto de la nueva situación como los grandes 3 consumidores. Asimismo, se observan diferencias notables entre los precios de los distintos países europeos, lo que no hace sino poner de relieve la necesidad de una integración en el mercado interior de la energía. En cuanto al gas, los precios han seguido la tendencia fijada por los precios en el origen de la cadena de suministros y las condiciones del mercado nacional. Una vez más, la necesidad de una integración de los mercados resulta evidente, vistas las segmentaciones creadas por los cuellos de botella en las redes y por ciertas formas inadecuadas de desregulación nacional, tales como un acceso a la red no basado en los principios de mercado. Las elevadas cuotas de mercado que conservan los operadores tradicionales y el escaso número de nuevos agentes en estos mercados sugieren la conveniencia de recurrir a una regulación y a unas normas de competencia que garanticen una competencia leal y buenos resultados de tales sectores en el mercado en los próximos años. De todos los servicios estudiados, la electricidad y el gas son los que obtienen una tasa más alta de satisfacción entre los consumidores en relación con los servicios prestados, si bien el precio de la electricidad despierta un descontento relativo. En el sector de los transportes terrestres (ferroviario y por carretera), la calidad del servicio es el factor que más valoran los consumidores. El estudio cualitativo de las actitudes de los consumidores revela que, de todos los ámbitos cubiertos, el del transporte urbano es el que obtiene un grado más bajo de satisfacción general. Los consumidores también muestran un descontento relativo con los ferrocarriles, si bien en este caso existen diferencias notables entre los distintos países, y en algunos Estados miembros el grado de satisfacción es alto (Finlandia, Dinamarca, Austria, España y Portugal). Por su parte, en el sector del transporte urbano existen pruebas de que la «competencia controlada» (un procedimiento de licitación abierto en que el adjudicatario consigue el acceso en exclusiva a la red durante un tiempo determinado) funciona mejor que la desregulación plena o la prestación del servicio por parte del sector público. En el transporte aéreo, los consumidores reconocen que la competencia ha provocado una bajada significativa de las tarifas. El estudio no recoge las consecuencias de los acontecimientos del 11 de septiembre en el sector del transporte. No se dispone aún de datos suficientes para evaluar las repercusiones a largo plazo de la liberalización en los servicios de interés general. No obstante, a partir de la información disponible no parece que la liberalización haya tenido un impacto neto negativo en los resultados generales en el mercado, al menos en lo relativo a la asequibilidad de los precios y la prestación de un servicio universal. El servicio universal es una realidad en las telecomunicaciones y los servicios postales, pero convendría tener en cuenta las nuevas tendencias de la tecnología, la demanda y las necesidades de los consumidores. Si tomamos a los Estados Unidos como referencia, la red europea de servicios postales registra índices mayores de prestación de servicio en cuanto a población y densidad geográfica. La calidad es el gran desafío al que se enfrentan los servicios de interés general. Los indicadores de calidad reflejan un panorama mucho más ambiguo de los resultados de tales servicios. 4 Introducción El Consejo Europeo adoptó en Niza la Declaración «Mercado Interior», que exigía una evaluación periódica del modo en que se llevan a cabo las funciones de interés económico general, «en particular en términos de calidad del servicio, de accesibilidad, de seguridad y de precio, equitativo y transparente. Esta evaluación podría efectuarse sobre la base de intercambios de buenas prácticas o de evaluación por los semejantes, de contribuciones de los Estados miembros y de informes de la Comisión, al nivel correspondiente, por ejemplo en el marco del proceso de Cardiff». Este informe constituye un primer intento de evaluación horizontal de los resultados de los mercados de servicios de interés económico general. Es la contribución de la Comisión a un debate que se enriquecerá aún más con la consideración especial que la cuestión de los servicios recibirá en los informes de Cardiff de los Estados miembros. Asimismo, este documento complementa el informe sobre los servicios de interés general adoptado por la Comisión el 17 de octubre de 2001 [COM(2001) 598 final] y presentado al Consejo Europeo de Laeken. El presente documento no pretende evaluar el proceso de apertura a la competencia y la liberalización que ha tenido lugar en distintos sectores a nivel comunitario o nacional. De momento no estamos en situación de valorar o ponderar todas las repercusiones de la liberalización, pues este objetivo exige más experiencia en el funcionamiento de esos mercados en condiciones de mayor competitividad. No obstante, en la medida de lo posible, se hará referencia a las primeras repercusiones de la apertura de los mercados a la competencia. Las industrias de red se caracterizan por hacer llegar sus productos o servicios a los consumidores finales por medio de una «infraestructura de red» entre proveedores y consumidores. Cualquier evaluación económica de las industrias de red dedicadas a la prestación de servicios de interés económico general ha de tomar en consideración la doble naturaleza de tales industrias. En primer lugar, estos sectores tienen un gran peso económico, pues en la actualidad generan cerca del 6 % del PIB y el empleo comunitarios y los precios de estas industrias poseen una influencia directa e indirecta en los precios en la economía en general y en la competitividad. En segundo lugar, los servicios de interés general que prestan estas industrias tienen repercusiones directas en el bienestar de los ciudadanos. A la hora de evaluar los resultados de este sector en el mercado, un objetivo de la acción pública debería ser la garantía del acceso de los ciudadanos a servicios de interés general de gran calidad a unos precios asequibles. El Tratado reconoce los objetivos de servicio público de la Unión que han instituido los Estados miembros por razones sociales y de cohesión. Además, su artículo 153 incide en la importancia de la protección del consumidor. La primera parte de este informe estudia el comportamiento del mercado en determinadas industrias de red. Este análisis se centra en la evolución de las estructuras del mercado, en la competencia efectiva, los precios y el empleo. La segunda parte del documento se ocupa de las obligaciones de servicio universal y público y evalúa las prácticas actuales en los sectores liberalizados y no liberalizados. La tercera parte se dedica a la opinión de los consumidores sobre la prestación de los 5 servicios y las consecuencias de la liberalización. Por último, se exponen una serie de conclusiones. 6 1. Comportamiento del mercado de las industrias de red En esta parte del documento se analiza la evolución del comportamiento de las industrias de red en el mercado en los últimos años. Este análisis no pretende medir las repercusiones de la liberalización en sí, sino evaluar los resultados de las industrias de red en un contexto de liberalización. La apertura de las industrias de red a la competencia tendría que conllevar ciertos beneficios. El fomento de la competitividad aumentará el número de competidores en el mercado y, por lo tanto, ampliará el abanico de opciones al alcance de los consumidores. Asimismo, obligará a las empresas a racionalizar su producción y a ofrecer un mejor servicio a sus clientes. Por último, la competencia debería contribuir a la convergencia a la baja de los precios europeos. Todas estas ventajas redundarán en beneficio de los usuarios, siempre y cuando se adopten las medidas precisas para salvaguardar los derechos de los consumidores. Con todo, existe el riesgo de que la competencia provoque una bajada de precios a expensas de la calidad del servicio y del empleo. En esta primera parte se tratan todas estas cuestiones en el contexto del proceso de liberalización. Comenzaremos por describir las transformaciones que han tenido lugar en las estructuras de mercado, la competencia efectiva y el grado de apertura a la competencia internacional, y a continuación pasaremos a exponer la transformación que están experimentando los precios y el empleo en tales sectores. En términos generales, el análisis de los resultados en el mercado de las industrias de red es un tema complejo. En primer lugar, no resulta sencillo valorar la contribución relativa de los distintos segmentos de tales industrias a los resultados globales del sector, pues mientras algunos de ellos están liberalizados, otros conservan sus estructuras monopolistas. Así, por ejemplo, tanto las estructuras de mercado de la producción como del suministro de energía influyen en los precios, pero los efectos positivos de la liberalización de la producción pueden no ser aparentes, debido a la persistencia de monopolios en los ámbitos de la transmisión y la distribución. En segundo lugar, resulta difícil cuantificar ciertos elementos, bien porque revisten un carácter cualitativo (como la satisfacción del consumidor), bien porque no existen datos al respecto. En tercer lugar, no siempre es fácil establecer cuáles de los cambios experimentados por los precios y el empleo se deben a la liberalización y cuáles al cambio tecnológico Por último, en ciertos sectores la liberalización apenas ha comenzado, de modo que sus efectos todavía no se han hecho sentir. Por estas razones, el presente análisis se centrará en los sectores en que antes se produjo la liberalización y en relación con los cuales existen más datos disponibles: las telecomunicaciones, la electricidad y el gas. Recuadro 1 Últimos avances legislativos destacados hacia la liberalización de las industrias de red A escala comunitaria se han propuesto o adoptado medidas dirigidas a acrecentar la competencia de las industrias de red en beneficio de los consumidores europeos. El 1 de enero de 1998 el sector de las telecomunicaciones estaba ya completamente liberalizado en la mayoría de los Estados miembros. Este hecho fue el resultado de más de una década de esfuerzos de liberalización y armonización, entre los que se cuentan la Directiva sobre 7 servicios (90/388/CEE, modificada en varias ocasiones), la Directiva ONP (90/387/CE), las Directivas sobre líneas arrendadas (92/44/CE) y licencias (97/13/CE), la Directiva relativa a la interconexión (97/33/CE) y la relativa a la telefonía vocal (98/10/CE). En julio de 2000, la Comisión presentó seis propuestas legislativas conocidas con el nombre de «paquete de telecomunicaciones», cuyo propósito es fomentar la competencia leal, la transparencia y la protección del consumidor. Una de esas medidas, el Reglamento (CE) nº 2887/2000 sobre el acceso desagregado al bucle local, se adoptó en diciembre de 2000. En el ámbito de la electricidad, la Directiva (96/92/CE) establece las normas básicas de la apertura de los mercados a la competencia con el objetivo principal de aumentar la eficacia y estimular la bajada de los precios. Esta Directiva se asienta en dos principios fundamentales: la libertad de elección para los clientes cualificados y el libre acceso de terceras partes a la red de transmisión. La apertura del mercado se está llevando a cabo en tres etapas: el 19 de febrero de 1999 se permitió a los grandes consumidores elegir proveedor libremente; en febrero de 2000 aumentó el porcentaje de la demanda de electricidad nacional liberalizada, que pasó de un 26 % a un 28 %, y en febrero de 2003 tendrá lugar la tercera etapa, que consistirá en elevar ese porcentaje al 33 %. No obstante, varios países (Austria, Alemania, Finlandia, Suecia y el Reino Unido) han decidido ir más allá y liberalizar plenamente la demanda de tales mercados. Lo mismo harán Dinamarca, España y los Países Bajos en 2003, Irlanda en 2005 y Bélgica en 2007. Luxemburgo e Italia también están considerando esta posibilidad. En la actualidad, en torno al 65 % de la demanda comunitaria de electricidad está abierta a la competencia. En el sector del gas, en 1998 se adoptó la Directiva (98/30/CE), en la que se impuso la obligación de abrir, como mínimo absoluto, un 20 % del mercado a partir de agosto de 2000, y un 33 % en 2008. Hoy en día, la mayor parte de los países han superado ese objetivo y alrededor del 80 % de la demanda comunitaria de gas está abierta a la competencia. Sólo el Reino Unido y Alemania han liberalizado oficialmente por completo su demanda de gas, si bien en Alemania se observan ciertos retrasos en la transposición plena de la Directiva. Este ejemplo pronto será seguido por Austria (en 2002), España e Italia (en 2003), los Países Bajos (en 2004), Irlanda (en 2005), Bélgica (en 2006) y Suecia (en 2008). En Luxemburgo, la cuota de apertura deberá situarse por encima del 99 % en 2010 a más tardar. En marzo de 2001 la Comisión propuso un conjunto de medidas dirigidas a abrir por completo los mercados del gas y la electricidad a todos los consumidores de la Unión Europea antes de 2005 y a crear un marco para el desarrollo de mercados transnacionales de la electricidad eficaces y respaldados por una adecuada capacidad de las infraestructuras. Asimismo, se contemplaron disposiciones más estrictas sobre el acceso desagregado y a terceras partes. La Comunidad también ha enfocado su intervención al ámbito de los servicios postales y de transporte, si bien de forma menos intensa. La reciente comunicación de la Comisión «La política europea de transportes de cara al 2010: la hora de la verdad» enumera unas 60 propuestas dirigidas a fomentar la eficacia, la calidad y la seguridad en el transporte. La Comunicación anterior destacaba como elemento prioritario el control de la aplicación de la normativa de creación de un mercado único. En julio de 2000, la Comisión presentó una serie de propuestas cuyo objetivo era extender el concepto de la competencia controlada a los mercados del transporte de viajeros por carretera, ferrocarril y vías navegables. En febrero de 2001, el Consejo adoptó el paquete de infraestructuras ferroviarias (Directivas 2001/12, 2001/13 y 2001/14). La primera de estas directivas establece 2008 como plazo para la apertura del acceso a toda la red ferroviaria de la Unión, mientras que la Red Transeuropea de Transporte Ferroviario de Mercancías, que absorbe el 70 % de las mercancías transportadas por ferrocarril, tendría que estar abierta en 2003; la segunda directiva permite el acceso a la totalidad del territorio de la UE a ciertas empresas concesionarias, mientras que la última establece las condiciones de entrada, asignación de capacidad y tarifas. Posteriormente, la Comisión anunció que el segundo conjunto de medidas sobre el transporte ferroviario, previsto para finales de este año, incluiría propuestas dirigidas a la liberalización de los 8 mercados de los transportes nacionales de mercancías y de cabotaje y de los mercados internacionales de transporte de pasajeros. En el ámbito de los servicios postales, la Directiva 97/67/CE constituyó un primer paso hacia la liberalización del sector. El 30 de mayo de 2000 la Comisión aprobó una propuesta de directiva que modifica la actual, con el objetivo de acelerar la apertura del mercado europeo de servicios postales a la competencia. 1.1. Estructura del mercado de las industrias de red La descripción de la estructura del mercado de las industrias de red presenta ciertas dificultades, en su mayor parte debido a la falta de datos (aunque es posible que los indicadores estructurales que la Comisión Europea está desarrollando contribuyan a remediar esta situación). Por otra parte, se está produciendo una transformación simultánea de las estructuras tradicionales, los marcos normativos y las características de propiedad. En el pasado, los monopolios verticalmente integrados, la mayor parte de naturaleza estatal, desarrollaban sus actividades a escala nacional; hoy, el objetivo es la creación de un mercado único europeo con unos precios que transmitan las señales económicas adecuadas. 9 Cuadro 1: Estructura del mercado de las telecomunicaciones (1998) Año de liberalización InterInterurbano nacional B DK D 1998 1996 1998 1998 1996 1998 EL E F IRL 2001 1998 1998 1998 2001 1998 1998 1998 I L 1998 1998 1998 1998 NL A P 1997 1998 2000 1997 1998 2000 FIN S UK 1993 1994 1985 1993 1992 1986 Propiedad (1998) Operador público Belgacom Tele Denmark Deutsche Telekom OTE Telefónica France Telecom Telecom Eireann Telecom Italia PT Administration KPN Telecom PT Austria Telecom Portugal Sonera Telia British Telecom Estructura del mercado (1998) Participación Operadores de Parte del Parte del del Estado llamadas operador segundo interurbanas principal operador 51 % 7 100 % 0% 0% 8 95 % 61 % 21 100 % 0% Operadores de llamadas internacionales 7 8 21 Cuota de mercado del operador tradicional (1999) Parte del Parte del Local Larga Internacional operador segundo distancia principal operador 100 % 0% 99,0 % 95,0 % 89,0 % 75 % n.d. n.d. n.d. 100 % 0% n.d. n.d. n.d. 65 % 0% 71,2 % 80 % 1 3 13 1 100 % 97 % 100 % 100 % 0% 3% 0% 0% 1 3 14 1 100 % 97 % 0% 3% 100 % 5% 100 % 4 1 100 % 100 % 0% 0% 4 1 43,8 % 100 % 25 % 3 11 1 80 % 100 % 100 % 0% 0% 78,8 % 100 % 0% 20 15 >20 55 % 83 % 76 % 40 % 10 % n.d. 99,0 % 98,4 % B DK D 0% n.d. 91,0 % 88,5 % n.d. n.d. 89,0 % 82,3 % n.d. EL E F IRL 100 % 100 % 0% 0% 99,8 % 93,0 % 100,0 % 100,0 % 68,0 % 89,0 % I L 3 13 1 80 % 100 % 100 % 0% 0% 99,0 % 95,0 % 85,0 % 85,0 % 100,0 % 100,0 % 80,0 % 85,0 % 100,0 % NL A P 14 15 346 68 % 46 % 27 % 100,0 % 93,0 % 73,4 % 96,0 % 62,0 % 49,4 % FIN S UK 96,0 % 76,0 % 65,0 % Fuente: OCDE y Comisión Europea. 10 Gráfico 1: Parte del mercado total de la telefonía móvil 100% 90% 80% 70% Pa rte de me rca do 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% OE 19 96 OE 20 00 BE 19 96 BE 20 00 D K19 96 D K20 00 FI- FI19 20 96 00 FR 19 96 FR 20 00 DE 19 96 DE 20 00 EL 19 96 Operador principal EL 20 00 IE- IE19 20 96 00 IT- IT19 20 96 00 LU 19 96 Principal competidor LU 20 00 NL 19 96 NL 20 00 PT 19 96 PT 20 00 ES 19 96 ES 20 00 SE 19 96 SE 20 00 U K19 96 U K20 00 Otros Fuente: BIPE y cálculos propios. 11 Debido a sus características específicas, las industrias de red no funcionan del mismo modo que los mercados tradicionales. En primer lugar, sufren la influencia de factores externos, esto es, su valor depende de la cantidad de servicios asociados que ofrecen y del número de personas que los utilizan. Por ejemplo, en el sector de las telecomunicaciones el valor de la posesión de una línea telefónica aumenta con el número de personas conectadas (demandas interdependientes) y con el número de servicios accesorios ofrecidos, como la posibilidad de navegar por la red, el servicio despertador o el de consulta del pronóstico meteorológico. En estos mercados, tales factores conllevan la existencia de círculos virtuosos y viciosos de consumo. Los servicios con un número creciente de usuarios ganan atractivo, mientras que aquellos cuyo número de clientes disminuye pierden interés. En segundo lugar, las industrias de red se caracterizan en general por la presencia de una instalación básica. Una instalación básica es un elemento controlado por una empresa en posición dominante al que el competidor ha de tener acceso para poder participar en un mercado posterior asociado en el que la competencia es escasa o nula, por lo que no hay ninguna razón económica válida para impedir el acceso de los competidores a dicha instalación. El acceso a esas instalaciones resulta indispensable para el competidor cuando no dispone de ningún sustituto real o potencial de este elemento, bien porque no existe un método alternativo de prestar el servicio al mercado posterior de consumidores, bien porque ciertos obstáculos de carácter técnico, jurídico o económico impiden o dificultan en extremo a la parte solicitante el establecimiento, por sí sola o en colaboración con otros, de sus propias instalaciones. A título de ejemplo podemos mencionar el bucle local en las telecomunicaciones o la red de transporte en el sector de la electricidad. Las empresas dominantes, que controlan esta parte irreproducible de la red, pueden negar tal acceso con objeto de extender su influencia a mercados complementarios. Dado que estas características obstaculizan la perfecta competencia, las autoridades de reglamentación y control de la competencia deberían prestar especial atención a tales mercados. De hecho, cabe esperar una concentración superior a la existente en los mercados tradicionales. En estas industrias se puede observar la concurrencia de dos fenómenos paralelos: por un lado, la escisión en varios mercados diferentes (por ejemplo, el de producción y el de distribución) de lo que antes se consideraba un mercado único; por otro, un aumento de la competencia en algunos de esos mercados (en los no protegidos). Conviene observar que los niveles teóricos de apertura de un mercado no reflejan con exactitud el nivel efectivo de competencia. Ésta depende de la existencia de la normativa adecuada, y en especial de una correcta desagregación y de un control efectivo de las tarifas y las condiciones de acceso a la red, pues una normativa inadecuada puede disuadir a los nuevos competidores de entrar en el mercado, o incluso impedirles que lo hagan. Como se observa en el cuadro 1, en 1998 (año en que la mayoría de los países europeos tenían que proceder obligatoriamente a la liberalización plena) el sector de las telecomunicaciones estaba aún constituido, en su mayor parte, por monopolios nacionales. Desde entonces, la situación ha mejorado en cuanto al número de operadores, pero se siguen observando retrasos en el acceso desagregado al bucle 12 local1 , la preselección del operador y la portabilidad del número. Además, los operadores tradicionales siguen manteniendo cuotas de mercado elevadas incluso en los segmentos más liberalizados. En comparación, el sector de los servicios de telecomunicaciones móviles ha sufrido una transformación mucho más profunda, muy probablemente debida a la rápida evolución de las tecnologías y a la novedad del sector. Tal y como ilustra el gráfico 1, el mercado está evolucionando de una situación de monopolio a una de oligopolio. Merece la pena recordar que, en este caso, el número reducido de agentes queda limitado por el espectro y los operadores tienen que pujar por un número limitado de licencias, por lo que el número de competidores es bastante limitado. En este sentido, conviene destacar dos resultados notables: en primer lugar, el número de operadores se sitúa entre tres y cuatro en todos los países, a excepción de los Países Bajos, donde compiten cinco operadores, y Luxemburgo, donde sólo existen dos; en segundo lugar, los factores externos parecen tener un papel importante, pues, salvo en el caso de Grecia, los operadores principales de todos los países dominante prestaban ya sus servicios en 1992. Un dato aún más significativo es que en todos los países, a excepción de dos (Grecia y Alemania), la empresa con mayor cuota de mercado en la actualidad es o bien el antiguo monopolio o bien el operador predominante en 1992, en los casos en que ya existía competencia en ese momento. En el sector de la electricidad, la apertura progresiva de los mercados ha obtenido también resultados interesantes. Del cuadro 2 se deduce que las cuotas de mercado de los productores tradicionales y de los tres distribuidores principales son menores en los países que han alcanzado un grado mayor de liberalización. No obstante, los datos relativos a las cuotas del mercado de la distribución deberían valorarse con cautela. Aunque la cuota de mercado de los distribuidores minoristas especializados sea insignificante a escala nacional, en algunos países la distribución sigue en manos de antiguos monopolios que tienen cuotas de mercado cercanas al 100 % en las regiones en que están presentes. La situación es muy similar en el caso del gas, aunque la escasez de datos impide llegar a conclusiones sólidas (véase el cuadro 3). En el sector postal, en general la concentración del mercado sigue siendo alta, sobre todo en el caso de los servicios de correos, para los que la directiva en vigor prevé únicamente una apertura marginal a la competencia. Los operadores tradicionales mantienen su posición dominante incluso en los Estados miembros en que la liberalización supera las exigencias de la Directiva. La concentración del mercado se ha extendido a mercados subordinados tradicionalmente competitivos, como los servicios de envíos urgentes o de paquetería, pues los operadores tradicionales han participado en numerosas fusiones y adquisiciones dirigidas a consolidar su cuota de mercado. Todo ello ha dado lugar a tensiones, ya que esos agentes del mercado siguen gozando de amplios monopolios en sus servicios básicos tradicionales de correos. En términos generales, la estructura del mercado de las industrias de red va evolucionando del monopolio al oligopolio, con el operador tradicional en posición dominante. No obstante, cabe preguntarse si esta situación es definitiva o transitoria y si pese al mantenimiento de las altas cuotas de mercado de ciertas empresas se observa un aumento de la competencia. No es fácil responder a la primera pregunta, 1 La aplicación del Reglamento (CE) nº 2887/2000 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre el acceso desagregado al bucle local es obligatoria desde enero de 2001. 13 aunque podemos afirmar que la cuota de mercado de los operadores tradicionales es siempre menor en los países en que antes comenzó el proceso de liberalización. En cuanto a la segunda pregunta, la contestaremos en el próximo apartado. Cuadro 2: Estructura del mercado de la electricidad Cuota de Cuota de mercado del mercado de los Disociación Acceso a la Electricidad Liberalización plena mayor tres mayores del red transporte productor minoristas (1999) (1999) Austria 100 % Aplicada -2001 51,7 % 42 % Legal Regulado Bélgica3,4 35 % 2007 88,9 % 100 % Legal Regulado (1 compañía) Dinamarca 90 % 2003 26 % 32 % Legal Regulado Finlandia 100 % Aplicada - 1997 26 % n.d. Propiedad Regulado Francia 30 % 95 % 96 % Gestión Regulado (1 compañía) Alemania 100 % Aplicada - 1999 28,1 % 62 % Gestión Negociado (2 compañías 5 ) Grecia 30 % 98 % 100 % Gestión Regulado (1 compañía) Irlanda 6 30 % 2005 96,6 % 97 % Legal Regulado (1 compañía) Italia7 45 % 2004 71 % 93 % Legal Regulado (1 compañía) Luxemburgo 40 % Excepción 13,5 % n.d. n.d. n.d. Países Bajos 33 % 2004 32,6 % 80 % Legal Regulado Portugal 30 % 58 % 90 % Legal Regulado (1 compañía) España 54 % 2003 44,7 % 94 % Legal Regulado Suecia 100 % Aplicada - 1998 53 % 52 % Propiedad Regulado Reino Unido 8 100 % Aplicada - 1998 15 % 37 % Propiedad Regulado Fuente: Comisión Europea, BCE, OXERA para los Gobiernos del Reino Unido y los Países Bajos. Publicado en octubre de 2000. Apertura del mercado (2001)2 2 3 4 5 6 7 8 La apertura del mercado es el porcentaje teórico de la demanda abierto a la competencia. Procedimiento de infracción en curso. Los municipios tienen el monopolio legal de la distribución. Teniendo en cuenta las participaciones cruzadas. Actualmente, más de tres proveedores. En Italia, los pequeños consumidores pueden agrupar su demanda para superar los umbrales. En Irlanda del Norte el mercado de la electricidad sólo está abierto en un 35 %. En Irlanda del Norte y Escocia la gestión está disociada. 14 Cuadro 3: Estructura del mercado del gas GAS Apertura del mercado (fin 2000)9 Austria Bélgica Dinamarca Finlandia 10 Francia 11 Alemania5 Grecia Irlanda Italia12 Luxemburgo Países Bajos 13 Portugal España Suecia Reino Unido 49 % 59 % 30 % Excepción 20 % 100 % Excepción 75 % 96 % 51 % 45 % Excepción 72 % 47 % 100 % Liberalización plena 2002 2006 Aplicada - 2000 2005 2003 2010 como máximo 2004 2003 2008 Aplicada - 1998 Proporción de gas transportado por ATR (estimación de marzo de 2001) <5% <2% 0% n.d. 1% 2% n.d. n.d. 16 % 0% 17 % n.d. 7% 0% 100 % 14 Disociación del transporte Acceso a la red Contabilidad Contabilidad Legal Contabilidad Contabilidad Contabilidad Negociado Regulado Regulado Regulado Regulado Negociado Gestión Legal Contabilidad Contabilidad Regulado Regulado Regulado Híbrido Legal Contabilidad Propiedad Regulado Regulado Regulado Fuente: Comisión Europea, BCE, Wefa, OXERA para los Gobiernos del Reino Unido y los Países Bajos. Publicado en octubre de 2000. 9 10 11 12 13 14 La apertura del mercado es el porcentaje teórico de la demanda abierto a la competencia. Aunque en Finlandia haya un monopolio de importación de gas, existe un mercado secundario. Procedimiento de infracción en curso contra Francia y Alemania. La apertura de los mercados es voluntaria, pese a la inexistencia de marco jurídico. En Italia, los pequeños consumidores pueden agrupar su demanda para superar los umbrales. Regulado para las redes de distribución. Las autoridades de reglamentación publican unas «orientaciones» para el acceso negociado al transporte. La disociación de propiedad sólo es total en el Reino Unido, por lo que todo el gas es transportado por ATR. 15 1.2. Competencia efectiva y elección de los consumidores En los sectores liberalizados, las autoridades de reglamentación desempeñan un papel de primer orden a la hora de garantizar que los consumidores pueden verdaderamente elegir proveedor, que la competencia entre éstos es efectiva y que los servicios universales están asegurados. En un principio, con el paso de monopolios a mercados más competitivos la oferta de servicios debería aumentar y los precios deberían disminuir. Sin embargo, el paso a una situación de oligopolio, con unos cuantos agentes dominantes, como es el caso, no significa necesariamente que los beneficios plenos de la liberalización vayan a llegar a los consumidores. La existencia de pocos operadores puede animar a las empresas a establecer acuerdos tácitos. Además, ciertas partes de la red se pueden considerar monopolios naturales, situación que podría complicar más la apertura a una mayor competencia, pues exige una acción reguladora. Por consiguiente, las autoridades responsables de la competencia y las de reglamentación han de garantizar que las reglas del juego se respetan en todos los niveles de la red. Asimismo, la competencia efectiva depende del acceso al segmento no liberalizado del mercado, y este acceso puede resultar difícil por diversas razones. Por ejemplo, las condiciones financieras del acceso pueden resultar inaceptables por motivos económicos para el nuevo operador. Las autoridades de reglamentación han de cerciorarse de que se aplican prácticas no discriminatorias. Además, ciertos consumidores pueden ver vedado su acceso por consideraciones técnicas. En el sector de las telecomunicaciones, en algunos países se ha retrasado el acceso al bucle local y a la preselección del operador por falta de líneas telefónicas digitales, que son imprescindibles para ello. Por otro lado, la restricción de la competencia en un eslabón de la cadena de suministros puede influir en la competencia de otros niveles. Por último, la competencia efectiva también depende de que los agentes económicos consigan que la competencia funcione. Los consumidores pueden beneficiarse del recorte de precios y de una gama de opciones más amplia, pero a cambio se enfrentan, al mismo tiempo, a un mercado más complejo en términos de relaciones entre precio, calidad, fiabilidad y servicios asociados. Deben entender este mercado nuevo y complejo. El proceso de aprendizaje puede llevar algún tiempo, de modo que conviene sensibilizar a los ciudadanos. Se sabe que los consumidores son reacios al cambio, esto es, que sólo cambian de proveedor cuando se les ofrecen grandes descuentos. Según ciertos estudios15 , sólo el 20 o 25 % de los consumidores del mercado británico del gas ha cambiado de proveedor tras un año de competencia, a pesar de recortes significativos del 15-25 % en las tarifas. Parte del problema está en la estrategia de agregación de los operadores tradicionales, que a veces vinculan la prestación de ciertos servicios complementarios a la del producto principal, lo que parece estar generando descontento entre los consumidores. Además, el cambio de los consumidores también exige una regulación que les evite trámites administrativos complicados. En varios sectores, el primer paso hacia la valoración de la competencia efectiva es el aumento del número de operadores. En los servicios de telecomunicaciones, el número de proveedores de telefonía fija parece ser suficiente para garantizar la competencia en el segmento de las llamadas internacionales y a larga distancia de todos los países, excepto España y Luxemburgo. En cuanto al segmento de las llamadas locales, en la mayoría de los 15 Leslie, Keith; Kausman, David y Gustav Bard (1999), «European Power: Managing Through Deregulation», The McKinsey Quarterly, n°1, pp. 38-51. 16 Estados miembros los operadores tradicionales siguen dominando el mercado, con dos excepciones notables, las del Reino Unido y Alemania, donde la cuota de dichos agentes ha caído al 70 %. En el sector de la comunicación móvil, las estructuras de mercado tienden al oligopolio. Gráfico 2: Competencia efectiva en las llamadas locales – Porcentaje de población que puede elegir operador para sus llamadas locales (2000) 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% B >5 operadores D 3% E F 15% 3-5 operadores 2 operadores DK 100% 35% 12% IRL I 100% 10% 25% 10% 1% L NL A S UK 100% 100% 100% 100% 100% 25% Fuente: Comisión Europea. Las cifras correspondientes a Suecia y el Reino Unido se refieren al mercado global de llamadas (locales, a larga distancia e internacionales). Portugal y Grecia gozan de una excepción. 17 Gráfico 3: Competencia efectiva en las llamadas a larga distancia e internacionales - Porcentaje de población que puede elegir operador para sus llamadas a larga distancia e internacionales (2000) 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% >5 operadores B DK D 100% 100% 100% E IRL I 100% 90% 10% 3-5 operadores 2 operadores F 100% L NL A FIN S UK 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% Fuente: Comisión Europea. Las cifras correspondientes a Suecia y el Reino Unido se refieren al mercado global de llamadas (locales, a larga distancia e internacionales). Portugal y Grecia gozan de una excepción. En el sector de la energía, los cuadros 2 y 3 señalan el grado teórico (es decir, legal) de apertura del mercado. Como ya se ha indicado, no se dispone de información sobre el número real de proveedores. No obstante, en la mayoría de los países el suministro a los pequeños consumidores sigue en manos de los monopolios. Lo mismo sucede en el caso de los servicios postales. La apertura de los mercados ha despertado ciertos recelos en relación con la calidad de los servicios ofrecidos. El aumento de la competencia podría obligar a los proveedores de servicios a compensar las bajadas de tarifas con servicios de menor calidad. Los datos disponibles al respecto son más bien escasos. Sin embargo, los indicadores existentes en los ámbitos de las telecomunicaciones, los servicios postales y el transporte no muestran tal deterioro de la calidad. En la segunda parte de este informe nos ocuparemos con más detenimiento de algunos de esos indicadores. 1.3. Integración de los mercados: entrada, comercio de electricidad y capacidad de interconexión Para asegurar la competencia, resulta fundamental abrir los mercados nacionales a la competencia internacional, lo que exige autorizar jurídica y técnicamente la entrada de competidores extranjeros al mercado nacional. Ésta es una labor crucial que plantea grandes dificultades a las autoridades de reglamentación. En el sector de las telecomunicaciones, ese acceso puede verse limitado por la disponibilidad de las licencias que ofrece la autoridad de reglamentación, el número de acuerdos de interconexión entre operadores, la disponibilidad de líneas y, posiblemente, la 18 tecnología. El cuadro 4 indica el número de acuerdos de interconexión en vigor para la terminación de llamadas en las redes de telefonía fija y móvil. Esta cifra refleja el número potencial de competidores directos en tales segmentos. Aunque no distingue entre operadores nacionales y extranjeros, el número relativamente alto de acuerdos en interconexiones de fijo a fijo resulta tranquilizador, pues muestra que las empresas extranjeras tienen acceso a las redes nacionales. En cuanto a las interconexiones de las comunicaciones móviles, existen menos acuerdos, pero esta situación se debe probablemente al número menor de operadores. Cuadro 4: Interconexión en telecomunicaciones (2000) - Número de acuerdos de interconexión para la terminación de llamadas en las redes de telefonía fija y móvil B DK D EL E F IRL I L Fijo a móvil 3 10 4 3 24 13 2 10 Fijo a fijo 19 129 117 0 35 200 13 51 NL A P 5 54 5 124 FIN S UK 10 11 5 12 22 239 2 6 184 Móvil a móvil 3 1 n.d. 3 3 0 1 6 1 63 7 1 3 Fuente: Comisión Europea Otro indicador de la apertura de los mercados a la competencia internacional es el número de fusiones y adquisiciones transnacionales del sector. De hecho, la mayor parte de estas operaciones han sido plenamente nacionales, resultado de la reestructuración de empresas nacionales. No se observa gran diferencia entre el crecimiento de las fusiones y adquisiciones nacionales de este sector y su aumento en el conjunto de la economía. Si bien es cierto que el número de fusiones y adquisiciones intracomunitarias o internacionales con una empresa europea como objetivo ha aumentado rápidamente en los últimos años, el cambio más significativo es el rápido crecimiento de las fusiones y adquisiciones internacionales donde la oferta la presenta una empresa europea. 19 Gráfico 4: Fusiones y adquisiciones en el sector de las telecomunicaciones 200 14000 180 12000 160 10000 140 120 8000 100 6000 80 60 4000 40 2000 20 0 0 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Nacional Intracomunitaria Internacional (objetivo comunitario) Internacional (objetivo no comunitario) Todos los sectores de la economía (escala derecha) Fuente: Comisión Europea. Cuadro 5: Grado de apertura de los mercados de la electricidad en la Unión Europea Producción neta menos Saldo como Grado de Demanda energía absorbida por Impor- Exporporcentaje de la apertura el bombeo taciones taciones nacional demanda (%) (redondeada) nacional Luxemburgo 100 6446 737 5823 -98,0 61,7 Austria 59800 13808 15110 56890 2,3 25,4 Dinamarca 34300 8318 7678 34873 -1,8 22,9 Países Bajos 85800 22927 4031 104891 -18,0 12,9 Portugal 42000 4704 3779 35444 -2,6 12,0 Bélgica 78400 11644 7319 82859 -5,2 11,4 Suecia 140500 18308 13632 146526 -3,2 10,9 Francia 510400 3059 71902 410310* 16,8 9,1 Alemania 515300 44276 42428 504761* -0,4 8,6 Finlandia 67200 12206 326 79071 -15,0 7,9 Italia 253300 44831 484 297653 -14,9 7,6 España 197500 12266 7833 201803 -2,2 5,0 Grecia 49200 1730 1741 48870 0,0 3,6 Reino Unido 353400 14307 135 367656 -3,9 2,0 Irlanda 22300 169 71 21634 -0,5 0,6 UE 2409500 218999 177206 2280969* -1,8 8,7 Fuente: FPE (2001), Eurostat, UCTE y cálculos propios.* se refiere a datos de 1999. El grado de apertura se calcula como el cociente entre la suma de las importaciones y las exportaciones y el doble de la demanda nacional. GWh 2000 En el sector de la energía la situación es muy similar. El cuadro 5 ilustra el grado de apertura de la electricidad en 2000, definido como el cociente entre la suma de las 20 importaciones y las exportaciones y el doble de la demanda nacional. Luxemburgo, que importa la mayor parte de su consumo, presenta el mayor grado de apertura, mientras que Austria y Dinamarca muestran una apertura relativa con relación a su demanda interna y Francia es el único gran exportador neto de toda la Unión Europea Cuadro 6: Estructura de la producción, intercambios, capacidad de transferencia y precios en el sector de la electricidad Estructura de producción Intercambios físicos de electricidad % Hidráulica y otras Ibérico (Portugal, España) Griego Nivel de precio Nuclear Carolingio (Austria, Benelux, Francia, Alemania) Nórdico (Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia) Británicoirlandés Italiano (TWh) Demanda nacional Térmica 2000 Producción neta (TWh) Capacidad neta de transferencia (verano de 2000, día laborable, horas punta, en el país) 1267,7 40,3 47,6 12,0 1165,5 30,7 66,8 11960 104,8 101,7 385,0 18,4 19,8 61,8 383,8 7,1 5,3 3260 28,6 64,9 379,6 76,8 20,6 2,5 389,3 14,3 n.d. 2000 17,5 88,0 262,4 79,0 0,0 21,0 297,7 44,9 0,5 5650 49,5 154,8 245,0 57,8 24,3 17,9 237,2 8,4 2,8 1200 10,5 101,0 90,8 0,0 9,2 48,9 1,7 1,5 1300 Fuente: Eurostat, ETSO, UCTE, Norde y cálculos propios. 11,4 n.d. 49,8 (TWh) Teórica* 16 Entrada Salida En MW UE = 100 TWh No obstante, existe cierta inquietud en relación con la existencia de cuellos de botella entre los distintos mercados regionales emergentes. La electricidad europea parece organizada en cinco mercados regionales 17 con distintas características de oferta y demanda y diferentes estructuras de producción, segmentados por la saturación física. Dichos mercados son el nórdico, vinculado por el «Nordpool», el italiano, el británico e irlandés, el ibérico y el que podríamos denominar «carolingio», formado por Alemania, Francia, el Benelux, Suiza y Austria. Si bien esta distinción puede parecer algo artificial18 , aporta un punto de vista interesante al estudio del sector eléctrico en Europa. En algunos casos puede suscitar cierta inquietud, como sucede con el relativo aislamiento de la Península Ibérica o del Reino Unido e Irlanda. En el cuadro 6 calculamos la demanda, los intercambios físicos reales y la capacidad neta de transferencia de la red en relación con esos cinco mercados, además del griego. Se pueden extraer conclusiones interesantes. En primer lugar, la 16 Es decir, 365 días al año y 24 horas al día. Cacheteux, Jean-Marie (2001), «La libéralisation suit son cours sur le marché européen de l'électricité», Bulletin Financier BBL, nº 2363, marzo de 2001. 17 18 Por ejemplo, también se observa una sobrecarga del mercado «carolingio» debida a la insuficiencia de capacidad y a la inexistencia de normas comunes para la atribución de ésta. 21 producción y la demanda «regionales» son muy similares y la tasa de intercambios regionales resulta relativamente baja. Además, tal y como se explicará con detalle más adelante, existen grandes diferencias entre los precios de esos mercados regionales, lo que podría deberse a diferencias en las estructuras de producción. De la conjunción de estos dos elementos se deduce que estos mercados están bastante aislados. Esta idea se ve confirmada por la baja capacidad neta de transferencia, que constituye un indicador de la existencia de cuellos de botella entre estas regiones. También conviene mencionar que en la mayoría de las regiones el intercambio real de electricidad es muy similar al valor teórico del intercambio máximo de capacidad, lo que significa que existen problemas de congestión. Gráfico 5: Importaciones brutas de gas natural en Europa OCDE (2000) Otros 3% Países Bajos 12% Reino Unido 5% Otros UE 2% Antigua URSS 39% Noruega 16% Otros OPEP 3% Argelia 20% Fuente: AIE. En el sector del gas, la complejidad del problema se agrava, pues en definitiva la mayor parte del gas consumido en Europa se importa de terceros países, como se puede comprobar en el gráfico 5. Además, al igual que con la electricidad, puede haber obstáculos de naturaleza técnica o relacionados con la capacidad. Por consiguiente, no resulta sorprendente que, tal y como indica el cuadro 7, a excepción de Reino Unido ningún país muestre un grado relativamente alto de apertura en su mercado. No obstante, sigue siendo preciso determinar si los flujos bilaterales de la Unión son importantes o no y si ese posible alto grado de apertura sólo representa una dependencia respecto a unos cuantos países no comunitarios, y no la existencia de comercio entre Estados miembros. Las cláusulas relativas al destino del producto, aunque ilegales, pueden evitar la actividad de reventa. En el sector de la energía también se observa una tendencia al alza en las fusiones y adquisiciones. No obstante, el panorama es muy similar al de las telecomunicaciones: las fusiones y adquisiciones nacionales se llevan la parte del león y el notable aumento registrado se debe a las inversiones que las empresas de servicios públicos europeas realizan fuera de las fronteras de la Unión. Ello sugiere que, si bien los mercados se van abriendo de 22 modo progresivo, aún no se han abierto completamente a la competencia internacional. La situación del sector postal es muy similar. Gráfico 6: Fusiones y adquisiciones en los sectores de la electricidad, el gas y el agua 180 14000 160 12000 140 10000 120 8000 100 80 6000 60 4000 40 2000 20 0 1991 1992 Nacional 1993 1994 Intracomunitario 0 1995 1996 1997 1998 1999 Internacional (objetivo comunitario) Internacional (objetivo no comunitario) Todos los sectores de la economía (escala de la derecha) Fuente: Comisión Europea. Los sectores de la electricidad, el agua y el gas están clasificados en el sector SIC 49. 23 Cuadro 7: Balances del gas natural en la Unión Europea 2000 millones de Producción m3 Países Bajos Francia España Portugal Luxemburgo Finlandia Suecia Grecia Bélgica Alemania Italia Austria Irlanda Dinamarca Reino Unido 72719 1593 160 0 0 0 0 36 0 21196 16698 1803 1188 8157 115214 Saldo como porcentaje de Grado de Variación Consumo la demanda Importaciones Exportaciones apertura del stock bruto* (excluida la (%) variación del stock) 17342 41889 43 48557 51 61,0 40718 954 2988 38860 -96 53,6 15967 0 397 15631 -99 51,1 2377 0 6 2363 -100 50,3 19038 0 69 18957 -100 50,2 4196 0 0 4196 -100 50,0 881 0 0 881 -100 50,0 2048 0 31 2055 -98 49,8 15990 0 -104 16819 -100 47,5 76555 5410 951 91388 -77 44,8 57237 49 -1256 70340 -77 40,7 6078 16 337 7528 -77 40,5 2905 0 1 4093 -71 35,5 0 3171 85 4903 64 32,3 2343 13408 866 10328 11 7,6 3 Fuente: AIE y cálculos propios. El saldo se calcula como el cociente entre las exportaciones netas y la producción menos las exportaciones netas. El grado de apertura se calcula como el cociente entre la suma de las importaciones y las exportaciones y el doble de la demanda nacional. * incluye diferencias estadísticas que no se indican. 24 1.4. Evolución de los precios en la década de los noventa La evolución de precios del sector no dependerá únicamente del grado de competencia y de integración de los mercados, sino también de los avances tecnológicos, el desarrollo de la reglamentación y la utilización de los precios como instrumento político. En principio, estas ventajas estarán subordinadas a la existencia de problemas de interconexión entre los distintos segmentos. Además, la heterogeneidad de la reglamentación de los diferentes países podría provocar grandes diferencias en la evolución de los precios. Por ejemplo, las normativas de los distintos Estados miembros presentan diferencias notables en relación con las tarifas: los precios de la electricidad pueden regularse por medio del «índice de rentabilidad» o por el establecimiento de topes. Por otra parte, también influirá en los precios la medida en que los Gobiernos deseen recurrir a ellos como instrumentos de internalización de los factores externos. Así, la aplicación del principio «quien contamina paga», cuyo propósito es racionalizar el consumo de energía y sus consecuencias adversas en el medio ambiente, puede provocar un aumento de los precios, y en definitiva serán los consumidores quienes asuman los costes de la contaminación. Recuadro 2 Impacto previsto de la liberalización en las tarifas A medio plazo, se prevé que la liberalización de las industrias de red dé lugar a una convergencia de las tarifas a la baja, debida al aumento de la competencia y la apertura de los mercados. No obstante, a corto plazo ciertos elementos pueden perturbar esa tendencia. En primer lugar, el reajuste de las tarifas para reflejar mejor los costes podría provocar una subida de precios en algunos segmentos o países. De hecho, el objetivo de la liberalización no es el recorte de precios en sí, sino un aumento de la eficacia, lo que significa que los precios han de reflejar los costes tan fielmente como sea posible. En el pasado algunos sectores han recibido subvenciones y algunos monopolios han recurrido a la subvención cruzada entre distintos segmentos. La liberalización fomentará la competencia leal en la mayoría de los segmentos, con lo que en algunos de ellos se acabarán las subvenciones. Por consiguiente, es posible que a corto plazo no se observe una convergencia necesariamente a la baja. En segundo lugar, la dispersión de precios podría incluso aumentar si la liberalización adopta un ritmo distinto en cada país. Puesto que aún no ha finalizado la creación de un mercado interior de las industrias de red, la convergencia de precios se podría retrasar más de lo deseado. Además, los precios podrían no converger a la baja, pues sin una competencia efectiva en todos los segmentos del mercado la liberalización no basta por sí sola para conseguir ese objetivo. Existe el riesgo de que los segmentos no liberalizados del mercado se aprovechen de los efectos de la liberalización en otros ámbitos, con lo que sus beneficios plenos no alcanzarán a los consumidores. Por ejemplo, no sirve de gran cosa liberalizar la producción eléctrica si el suministro sigue en manos de monopolios locales que mantienen precios altos. Pese a estas puntualizaciones, en los sectores y países en que ya se ha llevado a cabo la liberalización se puede observar un paralelismo sorprendente entre ésta y la bajada de los precios . De hecho, la liberalización de las industrias de red y la bajada de los precios presentan una correlación significativa. Estudios recientes también defienden la hipótesis de que el aumento de competencia derivado de la liberalización no ha tenido repercusiones negativas en la calidad y la variedad de los productos, y ha aumentado la productividad. En cambio, los efectos de la privatización resultan menos evidentes. 25 A nivel sectorial la situación general apunta a una reducción de los precios como tendencia que acompaña a la liberalización. Estos efectos positivos en las tarifas ya se han observado en los sectores que antes se abrieron a la competencia y deberían hacerse sentir con más fuerza a medida que avanza la liberalización. En un estudio reciente, Martin y Vansteenkiste 19 mostraron que el progreso de la liberalización había sido la causa de una bajada de los precios de las telecomunicaciones en torno al 15 % anual en el caso de las llamadas internacionales y a larga distancia. También establecieron que la liberalización de la electricidad había supuesto una reducción de las tarifas para la mayoría de los usuarios de la industria. Por otra parte, dicho estudio señala que hay margen para una mayor reducción de los precios que en último término beneficiará a los consumidores, y demuestra una correlación entre la liberalización y la bajada de los precios del sector de la energía. Las conclusiones de tales análisis ponen de relieve que aún no se han notado todos los efectos de la liberalización y que queda un amplio margen para futuros recortes de precios. Desde un punto de vista macroeconómico, también cabe esperar que la bajada de los precios alcance a toda la economía, pues las industrias de red representan una parte importante de la economía e influyen claramente en los costes de otros sectores. El Banco Central Europeo (2001) calcula que entre 1999 y 2000 la suma de las bajadas de los precios registradas en los sectores de las telecomunicaciones y la electricidad redujeron directamente 0,1 puntos la inflación global del índice armonizado de precios al consumo de la zona del euro20 . Lopes (2001) considera que una reducción del 10 % en los precios de la electricidad podría provocar un descenso aproximado del 0,35 % en los precios al consumo. No obstante, el efecto en la dispersión de precios podría ser menos evidente, por las razones antes expuestas. Gráfico 7: Índice armonizado de precios al consumo en la UE 130 Gas 125 120 115 Servicios 1996 = 100 110 Índice general 105 Electricidad 100 95 90 Servicios de telefonía y fax 85 2001M04 2001 M07 2001M01 2000M10 2000M07 2000M04 2000M01 1999M10 1999M07 1999M04 1999M01 1998M10 1998M07 1998M04 1998M01 1997M10 1997M07 1997M04 1997M01 1996M10 1996M07 1996M04 1996M01 80 Fuente: Eurostat 19 Martin, R. e Isabel Vansteenkiste (2001), « Regulatory reforms in EU telecommunications and electricity markets - heading towards price convergence?», Intereconomics, vol. 3/36, mayo-junio de 2001, pp.131-140. 20 Banco Central Europeo (2001), Price effects of regulatory reform in selected network industries, marzo de 2001, página 5. 26 La evolución de los precios difiere de unos sectores a otros. En el ámbito de los equipos y servicios de telecomunicaciones se observa en los Quince una clara tendencia a la baja. Entre enero de 1996 y agosto de 2001 los precios bajaron alrededor de un 16,5 % en términos nominales. Este recorte ha sido más pronunciado en Irlanda, Alemania y el Reino Unido. La bajada de los precios se realizó en dos etapas: entre enero de 1996 y diciembre de 1998 los precios bajaron a un ritmo anual de casi el 3 %; luego, de enero de 1999 a mayo de 2001, el recorte se aceleró, con una reducción media en torno al 7,5 % anual. No obstante, esta situación encubre la existencia de distintos patrones de tarifas según el tipo de llamada. Si bien se ha reducido el precio de las llamadas desde móviles, internacionales y a larga distancia, no sucede lo mismo con las locales, que han experimentado una liberalización más lenta y acusan los efectos de un reajuste de tarifas destinado a reflejar los costes relativos. Además, las diferencias en el ritmo de la liberalización de un país a otro no han supuesto necesariamente una disminución de la dispersión de los precios. precio en euros libre de impuestos, hora punta, 3 minutos Gráfico 8: Nivel de precios de las telecomunicaciones en 1995-2000 1,8 1,6 1,4 1,2 1 0,8 0,6 0,4 0,2 0 1995 1996 1997 Llamada local Llamada internacional 1998 1999 2000 Llamada a larga distancia Llamada desde un móvil (media comunitaria ponderada) Fuente: Martin & Vansteenkiste, Teligen. El cuanto a la electricidad, dado que el sector aún se encuentra en los inicios del proceso de liberalización en la mayoría de los países, el efecto en los precios ha sido bastante limitado en el conjunto de la Comunidad. Entre enero de 1995 y enero de 2001 los precios sólo bajaron un 2 %, y no hace mucho han recuperado los niveles de 1996. No obstante, esta reducción es un logro positivo si la comparamos con la evolución de los precios en el conjunto de la economía o en el sector servicios, que presentaron un crecimiento respectivo del 9,4 % y del 13,3 %. Además, hay indicios de que en los países que antes iniciaron el proceso de liberalización los precios han bajado. El panorama general esconde diferencias en segmentos concretos de varios países. En primer lugar, la electricidad no es un producto primario y sus precios 27 sufren la influencia de la evolución de los precios del petróleo y el gas 21 . En segundo lugar, este efecto varía según los países dependiendo de la estructura de generación de energía (térmica, nuclear, hidráulica, eólica, etc.). Gráfico 9: Variación en porcentaje de los precios de la electricidad entre 1996 y 2001 40 35,3 30 22,2 21,9 20 10 6,4 % 1,5 3,9 2,8 0 -1,3 -3,3 + -4,7 * * -1,7 -2,5 -3,4 * -3,8 -6,9 -10 -11,1 -11,7 -13,8 -4,0 -13,3 -16,0 -20 -17,2 -6,0 -5,6 -5,9 -6,5 *1999 +200 0 -15,8 -20,4 -22,9 -23,9 -26,7 -30 -27,9 -40 B DK D EL E F IRL I Industria L NL A P FIN S UK EU15 Hogares Fuente: Eurostat. Nota:En el Reino Unido, el aumento se puede deber, en parte, a la revalorización del tipo de cambio. Industria: Tasa de variación del precio en euros (impuestos no incluidos) por 100kWh para el usuario industrial medio: consumo annual de 2 000 MWh; demanda máxima: 500 kW; carga anual: 4000 horas. Hogares: Tasa de variación del precio en euros (impuestos no incluidos) por 100kWh para un hogar medio: consumo anual de 3 500 kWh, de los que 1300 kWh se consumen por la noche; vivienda estándar de 90m2 . La situación en cuanto a capacidad específica de cada mercado «regional», tal como se ha definido en el apartado anterior, constituye un primer determinante de los precios. El mercado «carolingio» se caracteriza por un exceso de capacidad, mientras que el italiano sufre un exceso de demanda y los restantes mantienen un equilibrio relativo. Además, existen otros dos factores que influyen en los precios: la estructura de los costes y la intensidad de la competencia. Mientras que en los países nórdicos cerca del 65 % de la electricidad se genera a partir de fuentes hidráulicas o nucleares, el mercado italiano recurre sobre todo a fuentes tradicionales de generación térmica, lo que eleva los costes de la producción de electricidad. En términos de competencia, cada región ha avanzado a su propio ritmo. Así, el grado de liberalización del mercado nórdico es ya notable, mientras que en el carolingio la competencia sigue 21 La estabilidad de los precios de la electricidad sorprende aún más si se tiene en cuenta que en ese mismo período el precio del crudo casi se duplicó. 28 siendo escasa. De igual modo, como se ha señalado anteriormente, la Península Ibérica e Italia presentan estructuras de mercado en las que unas cuantas empresas ocupan una posición dominante. Por consiguiente, no es sorprendente que los precios de la electricidad difieran considerablemente de unos países a otros. Los precios que pagan los hogares nórdicos están siempre por debajo del 70 % de la media de la Unión y los del mercado británico e irlandés se encuentran siempre por debajo del 90 % de la media. Por su parte, el mercado ibérico parece acercarse lentamente a la media comunitaria, mientras que las tarifas del mercado italiano siguen siendo muy altas, con niveles que alcanzan el 150 % de los precios de la Unión. La saturación física entre estos mercados regionales impide la convergencia de los precios de la electricidad, aunque ésta no es la única razón de dicha situación. Lo cierto es que la eliminación de los cuellos de botella físicos no supondría necesariamente la convergencia de precios, debido a la existencia de una desregulación y una liberalización nacionales inadecuadas que se observa, por ejemplo, en el acceso a la capacidad de interconexión no basado en el mercado. Algunos ejemplos de acceso no basado en el mercado pueden encontrarse en el comportamiento anticompetitivo de operadores tradicionales verticalmente integrados, los contratos a largo plazo, las tarifas de transporte, etc. Gráfico 10: Evolución de los precios de la electricidad 170 UE = 100 150 130 110 90 70 50 1992 1993 1994 Ibérico 1995 1996 Italiano 1997 1998 1999 Británico-irlandés 2000 Nórdico 2001 Carolingio Fuente:Eurostat, indicadores estructurales (precio en euros por 100 kWh para un hogar medio: consumo annual de 3500 kWh, de los cuales 1300 kWh se consumen por la noche; vivienda estándar de 90 m2 ). Impuestos no incluidos en los precios. Media no ponderada para cada región. Por último, la evolución de los precios del sector del gas ha seguido una pauta interesante desde 1996. En 1997 los precios aumentaron lentamente, en torno a un 5 %, y luego descendieron progresivamente un 2 % hasta el tercer trimestre de 1999, momento en que experimentaron una brusca subida hasta los niveles actuales. En agosto de 2001 el índice armonizado de precios al consumo era un 27,5 % más elevado que en 1996. La evolución de los precios del gas es peculiar. El primer factor, que también es el que tiene un mayor peso, es que el precio del gas suele quedar fijado por contratos a largo plazo que lo vinculan, con retraso, al del petróleo. Además, la mayoría de los países son importadores netos de gas, lo que por una parte puede explicar la divergencia entre Estados miembros que son grandes productores, como el Reino Unido o los Países Bajos, y los no productores, que se ven obligados a 29 importarlo, y por otra puede provocar una convergencia de precios, pues los países no productores suelen comprar el gas en los mismos mercados internacionales. A medio y largo plazo, también puede influir en los precios la competencia con otras fuentes de energía, como el petróleo. Por último, la estructura del mercado de cada país es una causa de distorsión de los precios que depende del grado de competencia que exista en los segmentos del transporte y la distribución. Como sucedía con la electricidad, esta situación refleja una desregulación y una liberalización inadecuadas que se observa, por ejemplo, en la influencia de los contratos a largo plazo con terceros países, la falta de transparencia en relación con las capacidades existentes o la ausencia de un sistema de asignación de tales capacidades, lo que impide una competencia efectiva a corto y a medio plazo. La evolución de los precios en determinados países aporta una información reveladora. La conclusión más sorprendente es que cuanto mayor es la producción nacional, más reducidos son los precios. Así, los precios más bajos de este período se registran en el Reino Unido y los Países Bajos, los dos mayores productores de gas de la UE. A continuación se sitúan Alemania e Italia, con precios de nivel medio. Francia, un productor a pequeña escala, es la siguiente, y en los países donde la generación de gas es marginal o inexistente los precios son más altos. Otra cuestión importante es que al parecer los países productores son los que obtienen los mejores resultados a la hora de frenar el aumento de los precios. Mientras que en los últimos años se han registrado aumentos de tarifas en la mayoría de los países, los grandes productores del Mar del Norte han disfrutado de unos precios relativamente estables. Muy probablemente, ello se debe a diferencias en los contratos. Por otro lado, el mercado del gas parece estar muy segmentado y las diferencias de tarifas persisten a lo largo del tiempo. Gráfico 11: Precios del gas en la Unión Europea E 11 10 euros por gigajulio DE 9 B F 8 7 UK 6 NL 5 1992 1993 1994 D 1995 E 1996 F 1997 NL 1998 UK 1999 2000 2001 B Fuente: Eurostat (selección de países). Precios en euros por gigajulio para un hogar medio, impuestos no incluidos: Consumo annual de 83,7 GJ; equipo: cocina, calentador de agua y calefacción central. 30 1.5. Evolución del empleo en las industrias de red Tal y como sucedía con la evaluación de los precios, conviene hacer una serie de puntualizaciones en la valoración de la evolución del empleo en las industrias de red. En primer lugar, resulta difícil deslindar las transformaciones del empleo derivadas de la liberalización de otros efectos, como el crecimiento del sector a causa de la aparición de nuevos servicios o del desarrollo tecnológico. Además, las transformaciones de segmentos anteriormente protegidos pueden deberse simplemente a las consecuencias de los cambios en las opciones de los consumidores, quienes, por ejemplo, pasan de utilizar la telefonía fija a preferir las telecomunicaciones móviles. En segundo lugar, los distintos efectos pueden tener repercusiones macroeconómicas. La reducción de puestos de trabajo en un sector determinado puede verse compensada con la generación de empleo en el resto de la economía gracias a la rebaja de precios en los servicios ofrecidos y al consiguiente aumento de la competitividad de las industrias que recurren a tales servicios. El análisis macroeconómico de esta evolución es una tarea ardua y complicada que escapa a los objetivos del presente informe. No obstante, es posible añadir algo más en relación con el empleo a escala sectorial o en los operadores tradicionales. Es evidente que existe cierta preocupación por que la liberalización provoque un aumento de la competencia y desencadene una reducción del empleo. De hecho, es probable que los operadores tradicionales se tengan que enfrentar a esta situación, más que nada porque, con la apertura de los mercados a la competencia, la liberalización reducirá de forma automática su cuota de mercado. No obstante, también ofrecerá oportunidades de generación de empleo. Por un lado, la aparición de nuevos competidores implica la creación de nuevos puestos de trabajo. Por otra parte, la mejora de la competitividad puede estimular el crecimiento del mercado y acrecentar el volumen de ventas de todos los agentes, incluidos los operadores tradicionales. De lo que se trata es de determinar si, en conjunto, las consecuencias de la liberalización en el empleo han sido positivas o negativas. Desde un punto de vista dinámico, podemos encontrarnos con situaciones muy diversas. El operador tradicional puede prepararse con vistas a la apertura de la competencia recortando el número de trabajadores. Una vez abierto el mercado a la competencia, el empleo del sector podría aumentar debido a la influencia conjunta de los nuevos puestos de trabajo en las empresas competidoras y el crecimiento del sector. Esto supondría una curva de empleo en forma de J. Otra posibilidad es que los operadores tradicionales mantengan su personal hasta que se encuentren de veras frente a la competencia. En este caso, el efecto definitivo en el empleo dependerá de la influencia relativa de tres factores interrelacionados: la reducción de puestos de trabajo en el operador tradicional, el empleo generado por los competidores y el crecimiento sectorial con repercusiones positivas en el empleo. El sector de las telecomunicaciones aporta nuevas percepciones, pues en este ámbito la liberalización ha avanzado más que en los sectores de la energía. Con la excepción de Bélgica y Suecia, entre 1996 y 2000 el empleo total aumentó en todos los países. Este aumento fue incluso superior al 20 % en siete Estados miembros. La contribución de los nuevos competidores al empleo ha sido positiva en todos los países. Un dato aún más sorprendente es que también han aumentado los puestos de trabajo de los operadores tradicionales en cinco Estados miembros (Dinamarca, 31 Finlandia, Irlanda, Luxemburgo y los Países Bajos). La conclusión principal es que, con la excepción de Bélgica y Suecia, la creación de puestos de trabajo asociada a la aparición de nuevos competidores ha compensado con creces la destrucción de empleo en los países en que el operador tradicional ha reducido su fuerza laboral. Gráfico 12: Creación y destrucción de empleo en el sector de las telecomunicaciones en 1996-2000 55 45 35 % 25 15 5 -5 -15 -25 AT B DK Fin F DE EL Ire operador tradicional IT Lux otros NL P E S UK total Fuente: BIPE y cálculos propios Un estudio más detallado del sector revela la concurrencia de dos fenómenos. Por una parte, en el segmento tradicional (telefonía fija) se observa un recorte de los puestos de trabajo en la mayoría de los países que se ha concentrado en los operadores tradicionales. Esta destrucción de empleo ha sido particularmente grave en Grecia y Portugal. En Austria e Irlanda, por el contrario, el empleo se ha mantenido más o menos estable, mientras que en los Países Bajos y Luxemburgo ha experimentado una subida espectacular en el segmento de la telefonía fija. Sin embargo, en la mayoría de los países los recortes de plantilla de los operadores tradicionales se han visto parcialmente compensados por la generación de empleo debida a la entrada de nuevos competidores. Resulta difícil dilucidar si el crecimiento del empleo en este sector se debe al proceso de liberalización o si se trata simplemente de un eco de los efectos de la sustitución en favor de nuevas técnicas de comunicación. Por otra parte, el desarrollo de nuevas tecnologías, en especial en el ámbito de las comunicaciones móviles, ha sido la causa principal de la generación de empleo en el conjunto del sector. Con todo, es preciso estudiar la situación concreta de cada país, pues en algunos Estados miembros la fabricación de equipos o de cable de telecomunicaciones puede tener un efecto notable. 32 Gráfico 13: Contribución de los diferentes segmentos a la evolución del empleo en el sector de las telecomunicaciones, 1996-2000 50 45 40 35 30 % empleo total 25 20 15 10 5 0 -5 -10 -15 A B DK Total FIN F D Cableado EL IRL Móvil I L NL Cable P E S UK Fabricación Fuente: BIPE y cálculos propios. En los sectores de la energía, la evaluación resulta aún más complicada por dos razones fundamentales: en primer lugar, todavía no se ha liberalizado el mercado de todos los países, y en segundo lugar, no se dispone de datos. Un estudio reciente encargado por la Comisión Europea 22 y basado en cuestionarios enviados a empresas indica que entre 1990 y 1995 los sectores del gas y la electricidad experimentaron reducciones de plantilla de entre el 14 y el 17 %. La mitad de esa reducción correspondía al Reino Unido. El informe también menciona que los sindicatos temen un nuevo recorte del 25 % en los próximos cinco años. Sin embargo, conviene extremar la prudencia en la interpretación de estas cifras, pues el período estudiado no es de liberalización intensa en la mayoría de los países, y además no se dispone de datos que confirmen o refuten las estimaciones de los sindicatos respecto al empleo. 2. Obligaciones de servicio público Las obligaciones de servicio público son obligaciones de servicio que los operadores no prestarían, o al menos no del modo que se les exige, si se guiasen tan sólo por su interés comercial. Estas obligaciones abarcan todas las exigencias definidas legalmente por las autoridades públicas e impuestas a todos o a alguno de los proveedores con el fin de satisfacer las necesidades que se consideran esenciales para los ciudadanos y las empresas de la Unión Europea. Pueden ser de muy distinta índole: 22 ECOTEC (2001), «The effects of the liberalisation of the electricity and gas sectors on employment», informe final a la Comisión Europea: http://europa.eu.int/comm/energy/library/ecotecfinalreport.pdf 33 técnicas, contables, relacionadas con el comportamiento, medioambientales, sociales o económicas. Las obligaciones de servicio público varían según los países. En general, las definen los Estados miembros en relación con los operadores que desarrollan sus actividades dentro de su territorio y responden a una serie de objetivos sociales específicos a escala nacional. La intervención comunitaria se limita a la definición de normas comunes para cerciorarse de que no existen distorsiones de la competencia en el mercado interior y de que en el conjunto de la Comunidad se respetan unos niveles mínimos. Así pues, en la UE existe una multiplicidad de niveles y prácticas y no se cuenta con un patrón de evaluación común a todos los Estados miembros. La evaluación de los resultados de los servicios de interés general conforme a las exigencias nacionales de cada Estado miembro supone un análisis que excede el objetivo de este estudio horizontal. En ausencia de una referencia general, los principios y objetivos comunitarios relativos a los servicios de interés general constituyen el único posible denominador común a todos los Estados miembros en la evaluación de los resultados de estos servicios en tales mercados. En la definición de este patrón de evaluación se ha tenido en cuenta la legislación comunitaria en vigor, así como las propuestas más recientes y actualizadas de la Comisión sobre las obligaciones de servicio público. La suma de estos dos elementos conforma un marco de referencia más exigente para la evaluación. Las obligaciones de servicio aplicables a los sectores de los que se ocupa este apartado del informe se han agrupado en cuatro categorías, a saber: regulación de precios, condiciones de acceso de los clientes, normativa de calidad y otras normativas. Las tres primeras categorías tienen repercusiones directas en la economía: la regulación de los precios incide directamente en el bienestar de los consumidores y en la competencia del mercado; las condiciones de acceso de los clientes imponen unas obligaciones de suministro mínimo a los operadores, y la normativa sobre calidad influye en el coste y la demanda, ya que el coste final de la prestación del servicio y los patrones de demanda pueden presentar variaciones considerables derivadas de los cambios en la calidad. Las obligaciones de servicio público incluyen objetivos de carácter técnico o social que hemos agrupado en la cuarta categoría y cuya evaluación económica resulta más compleja. La planificación a largo plazo, las consideraciones ambientales o las cuestiones relacionadas con la cohesión exigen unas técnicas específicas que no resulta fácil aplicar en un ejercicio de tipo general y horizontal como éste. Por lo tanto, el cuarto grupo de obligaciones de servicio público no se incluirá en esta evaluación. No obstante, la evaluación general de los resultados de estos sectores de servicios lo debería tener en cuenta, tanto desde el punto de vista social como desde una perspectiva económica. La valoración de las obligaciones de servicio público que se presenta a continuación está muy condicionada por la disponibilidad de datos. La recopilación de éstos exigiría un esfuerzo coordinado a largo plazo. Algunas de las nuevas medidas propuestas por la Comisión incluyen exigencias sobre la presentación de información, pero, hasta el momento, los datos disponibles en esos sectores no permiten realizar una 34 valoración económica exhaustiva y coherente a escala comunitaria de las obligaciones de servicio público. En el siguiente apartado se describen brevemente las obligaciones de servicio público en los sectores de las telecomunicaciones, el transporte terrestre, los servicios postales, la electricidad y el gas. En el apartado siguiente se examinan las pruebas de los resultados de la normativa sobre precios, acceso y calidad. Por último se estudian las cuestiones relacionadas con los costes y la financiación y los aspectos comunitarios de las obligaciones de servicio público. 2.1. Resumen de las obligaciones de servicio público Las disposiciones establecidas en las propuestas y en las directivas y los reglamentos en vigor se han sintetizado en el cuadro 8 23 . Se han escogido las medidas más recientes, pues son las que reflejan exigencias sociales y económicas más rigurosas y acordes al grado actual y futuro de apertura del mercado. Este simple resumen revela que los servicios postales y las telecomunicaciones presentan un perfil de servicios públicos bastante similar, que difiere del de los transportes terrestres y, en especial, de los correspondientes a los sectores del gas y de la electricidad. Con todo, la protección del consumidor es un factor común a todos ellos. En el campo de las telecomunicaciones y los servicios postales, las obligaciones de servicio universal (incluida la calidad y la asequibilidad) tienen una importancia capital. Los proveedores de servicios universales designados han de garantizar la prestación del servicio a todos los usuarios que presenten una solicitud razonable. El resto de los operadores no siempre comparte estas obligaciones. El acceso universal a la prestación de servicios no es una obligación de servicio público común en el caso del gas y no tiene una equivalencia viable en el sector del transporte (esto es, resulta difícil definir una obligación de servicio universal de «movilidad»). En cuanto a los sectores de la energía y el transporte, en ellos la calidad es el elemento fundamental. Los aspectos ligados a la calidad y la seguridad en el sector del transporte o bien a la continuidad del suministro en los del gas y la electricidad, constituyen los factores clave de los buenos resultados del servicio público. Aunque sigue diferentes modalidades, la regulación de los precios es un elemento común a todos los sectores considerados. Los precios han de ser asequibles y transparentes, y a menudo deben establecerse en función de los costes y ser uniformes y no discriminatorios para consumidores de características similares de un país dado. 23 COM(2000) 7 de 26.7.2000 sobre transporte de viajeros por ferrocarril, carretera y vía navegable; Directivas 96/92/CE y 98/30/CE y COM(2001) 125 de 13.3.2001 relativas a la electricidad y el gas; COM(2000) 392 de 12.7.2000 sobre las telecomunicaciones y Directiva 97/67/CE relativa a los servicios postales. 35 Con frecuencia se exige o se permite que existan tarifas especiales para ciertos grupos de consumidores. 36 Cuadro 8 Telecomunicaciones Servicios postales Transporte público terrestre de pasajeros (por ferrocarril, carretera y vías navegables) Electricidad Generación de energía Resumen de las obligaciones de servicio público Regulación de precios El precio de la obligación de servicio universal ha de ser asequible. Deben existir tarifas especiales para los consumidores menos favorecidos. Los precios de los servicios universales han de ser asequibles, se han de establecer en función de los costes y deben ser transparentes y no discriminatorios. El grado de transparencia de las tarifas puede estar sujeto a regulación. Transmisión / Distribución Suministro Gas Tarifas uniformes reguladas o aprobadas para consumidores equivalentes. Tarifas especiales para grupos de renta baja. Protección especial de los consumidores vulnerables. Las autoridades nacionales de reglamentación pueden fijar tarifas reguladas o aprobadas a escala nacional. Regulación del acceso Todos los ciudadanos tienen derecho a los servicios de acceso universal de una calidad determinada a precios asequibles, con independencia de su localización geográfica, si formulan una solicitud razonable, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales. Consulta de guía telefónica. Número de teléfonos públicos . Acceso universal: «oferta de servicios de forma permanente en todos los puntos del territorio». Normas sobre la densidad de los puntos de acceso. Transparencia y no discriminación. Normativa de calidad Plazo de conexión inicial. Tiempo de reparación de averías. Tasa de averías por línea de acceso. Porcentaje de llamadas fallidas. Tiempo de establecimiento de llamada. Tiempo de respuesta para varios servicios. Porcentaje de cabinas telefónicas en funcionamiento. Reclamaciones sobre facturación. Otros objetivos Condiciones especiales para los discapacitados, desconexión del servicio y varios requisitos de carácter social. Protección del consumidor. - Los Estados miembros se cerciorarán de que sus normas de calidad sobre el servicio se fijan y se publican, con objeto de garantizar un servicio postal de buena calidad. - Irán evolucionando en función del contexto técnico y social y de las necesidades de los usuarios. No existe obligación de servicio universal. Frecuencia, velocidad, puntualidad, fiabilidad, Extensión de la red. Servicios de transporte ainformación, salud y seguridad de los pasajeros y zonas menos pobladas. procedimientos de resolución de controversias. - Transparencia de la contabilidad. - Armonización de las normas técnicas. La fuente de energía primaria debe responder a las preocupaciones sobre la seguridad del suministro. Servicio universal. Los Estados miembros se cerciorarán de que todos los consumidores tienen derecho a electricidad de una calidad determinada dentro de su territorio a precios asequibles (en la propuesta de Directiva). Seguridad del suministro. Consideraciones medioambientales. Planificación a largo plazo. Conexión garantizada a la red a todos los ciudadanos, en condiciones razonables. Criterios sobre servicios mínimos (por ej., tiempo máximo antes de la reparación). Protección contra la desconexión. Derecho a devolución en caso de interrupción del suministro. Calidad mínima especificada. Gestión de la sobrecarga. Consideraciones ambientales. No existe servicio universal obligatorio. Seguridad del suministro. Regularidad del suministro. Calidad mínima especificada. Derecho a la devolución y la indemnización si no se cumplen las normas de calidad. Gestión de la sobrecarga por las autoridades de reglamentación. Consideraciones ambientales. Planificación a largo plazo. Cohesión económica y social. Impacto medioambiental, cohesión regional, integración entre diferentes transportes. Transparencia de la información. Sistemas de tramitación de reclamaciones. 37 Tiempo de servicio. Transporte aéreo Libertad de precios, excepto en ciertas rutas. El servicio público se limita a un número muy reducido de rutas fijado en el artículo 4 del Reglamento (CE) nº 2408/92 y en el apartado 2 del artículo 87 del Tratado. Protección de los intereses de los pasajeros de transporte aéreo. Normativa de seguridad. Regulación de la continuidad, la regularidad y la capacidad de las rutas de servicio público. Protección del consumidor (en especial, de los consumidores vulnerables). Regulación relativa a las infraestructuras aeroportuarias. Regulación del tráfico aéreo. 38 2.1.1 Regulación del acceso geográfico: las obligaciones de servicio universal parecen satisfechas y los consumidores disfrutan de una amplia accesibilidad a los servicios públicos en la mayor parte de la Comunidad A juzgar por la tasa actual de penetración de la telefonía móvil y la fija en los Estados miembros, la prestación de servicios en el sector de las telecomunicaciones es prácticamente universal. El 96 % de los casi 45 000 hogares que participaron en una encuesta realizada a finales de 1999 tenían acceso a las telecomunicaciones. En Suecia, Luxemburgo, el Reino Unido y Francia, el servicio era casi universal. Trece Estados miembros presentaban tasas de penetración por encima del 90 % y sólo en Portugal se registraba un porcentaje bajo en términos relativos, apenas superior al 81 % (véase el gráfico 14). La tecnología ha contribuido a estos buenos resultados del mercado. La telefonía móvil ha ayudado a solucionar los problemas de accesibilidad en las regiones aisladas. Así, por ejemplo, en Finlandia el 18 % de los hogares disponen únicamente de telecomunicaciones móviles24 , lo que da una idea de la importancia de la naturaleza cambiante del servicio universal. Las obligaciones de servicio público tendrían que definirse de un modo flexible para que las transformaciones de la demanda y la tecnología garantizasen la prestación adecuada del servicio público. Gráfico 14: Hogares con teléfono fijo, móvil o ambos P 37% IRL 12% 33% E 6% 51% 38% D 32% 7% 50% 23% B 70% 30% A 7% 58% 39% 8% FIN 48% 58% UE 15 18% 39% NL 36% 58% IT 62% EL 5% 39% 55% 5% 33% UK 37% 61% 41% LUX 30% 55% DK F 20% 53% 55% 53% S 45% 72% 0% 10% 20% 30% 40% 25% 50% 60% 70% 80% 90% 100% Sólo móvil Sólo fijo only Fuente: Situación de los servicios de telecomunicaciones en las regiones de la UE. Encuesta Gallup para la DG INFSO, 2000. Ambos Una evaluación más cuidadosa del grado actual de prestación de servicios exige una mayor precisión en los detalles estadísticos. La tasa regional de penetración de las telecomunicaciones muestra que aún existen ciertos ámbitos en los que no se ha conseguido 24 No obstante, el acceso también puede verse afectado por factores técnicos (por ejemplo, interrupciones) tal y como parece suceder en Irlanda (véase el apartado 3.4). 39 el servicio universal. En seis regiones, el porcentaje de hogares sin teléfono, fijo o móvil, se sitúa entre el 19 y el 25 %, y en 21 regiones se encuentra entre el 11 y el 19 %. Muchas de estas regiones están situadas en países con tasas de cobertura global bajas; sin embargo, otras se encuentran en países con un alto grado de cobertura, como sucede en España, donde existe una gran dispersión en la difusión regional de servicios de telecomunicaciones. Las consideraciones de tipo económico (esto es, distintas al «no es necesario» o «es una necesidad cubierta por otros medios») explican el 50 % o más de los casos de hogares italianos, portugueses y suecos sin línea de conexión de telefonía fija. Entre las razones de que la demanda de telefonía fija se mantenga por debajo de su potencial, en primer lugar encontramos los costes de utilización del servicio, por delante de los de acceso, excepto en Suecia, Dinamarca y Austria (véase el gráfico 17). Cuadro 9: Hogares sin teléfono fijo ni móvil en las regiones europeas Número de regiones en que el porcentaje de hogares sin teléfono se sitúa entre: Número de regiones 0y1% 51 1y2% 39 2y3% 27 3y4% 26 4y6% 26 6y8% 17 8 y 11 % 11 11 y 19 % 21 19 y 25 % 6 Fuente: Situación de los servicios de telecomunicaciones en las regiones de la UE. Encuesta Gallup para la DG INFSO, 2000. La prestación de servicios es también prácticamente universal en el caso de los servicios postales. El número y la densidad de los buzones de recogida de correo, establecimientos de servicios postales y puntos de entrega determina las condiciones de acceso a estos servicios. En tales cuestiones, es obvia la influencia de la situación nacional (esto es, densidad de población, extensión del país y porcentaje de la población que vive en zonas urbanas). 40 Gráfico 15: Condiciones de acceso a los servicios postales en la UE y en los EE.UU. 250 204,5 200 150 100 40 50 17,6 13 38,4 3,4 1,5 4,5 0 Buzones de recogida de correo por 10 000 habitantes Buzones de recogida de correo por 1 000 km2 Oficinas de correos Oficinas de correos por 10 000 habitantes por 1 000 km2 Europa EE.UU. Fuente: Estudio de las condiciones de acceso a los servicios y redes postales universales – Estudio Ctcon para la DG MARKT, 2001. Pese a las diferencias geográficas y demográficas, podemos utilizar a los Estados Unidos como referencia. La cobertura de los servicios postales es mucho mayor en Europa, que presenta, por ejemplo 10 veces más establecimientos de servicios postales de correos por cada 1000 km² (véase el gráfico 15). 41 La densidad de la distribución geográfica y per cápita de los buzones de recogida en los Estados miembros presenta grandes variaciones de acuerdo con las características de cada país. El número de buzones de recogida por cada 1 000 habitantes oscila entre el 1 de España y el 4,1 de Suecia, y presenta diferencias aún más notables cuando se estudia su densidad por km2 : 23 en Finlandia, país muy extenso pero poco poblado, frente a 499 en el Reino Unido. La distribución de las oficinas y agencias de correos sigue un patrón muy similar (véase el cuadro 10). Por lo tanto, la obligación de servicio universal no ha de ser motivo de preocupación. Cuadro 10: Densidad de servicio en los servicios postales Densidad espacial y por habitante de los Densidad espacial y por habitante de las oficinas y buzones de recogida de correo en los Estados agencias de correos en los Estados miembros miembros Buzones por 1 000 habitantes B DK D EL E F IRL I L NL A P FIN S UK Fuente: Estudio de las la DG MARKT, 2001. Buzones por 1 000 km² 1,9 1,9 1,7 1,3 1 2,2 1,7 1,3 2,7 1,2 2,7 1,7 1,5 4,1 2,1 condiciones de acceso a Oficinas y agencias por 10 000 habitantes Oficinas y agencias por 1 000 km² 647 1,4 46,4 228 2,1 25,9 392 1,7 38,8 102 1,3 10 74 2,8 21,8 245 2,8 31 90 5,2 27,3 239 2,5 46,8 453 2,5 41,8 464 1,4 53,5 247 3,1 28,1 204 3,5 41,2 23 3,1 4,6 89 1,6 3,5 499 3,1 75,9 los servicios y redes postales universales – Estudio Ctcon para El acceso al reparto de correo es un tema de vital importancia en un sector en que los consumidores son los destinatarios de las dos terceras partes de los envíos. Los 263 millones de buzones privados de la Unión Europea cuentan con un servicio que supera con pocas excepciones el mínimo de una vez al día y 5 días por semana establecido en la Directiva sobre reparto. Esta distribución de las condiciones de acceso refleja patrones propios de la demanda y de cada país. Los países extensos, poco poblados y con una gran concentración en zonas urbanas parecen disponer de una menor densidad de servicio en términos de establecimientos de servicios postales y buzones de recogida que los países densamente poblados. Por otro lado, los Estados miembros con mercados relativamente abiertos a la competencia (Suecia y Finlandia) no muestran diferencias significativas en sus modelos de servicio si se toman en consideración las características nacionales. La amplia y extensa red postal no se utiliza de un modo uniforme. Los usuarios siguen distintos esquemas de utilización y no están distribuidos por igual en el territorio. Esto significa que, de hecho, los distintos segmentos de la red hacen un uso muy distinto de las infraestructuras. La recogida y la entrega de envíos postales desde y a grandes empresas 42 se realiza al margen de la red, porque los operadores postales efectúan la entrega y la recogida directamente en las instalaciones de las empresas. Quienes más utilizan la red son los ciudadanos y las pequeñas empresas. Las PYME generan gran parte del volumen y de los ingresos de los servicios postales y suelen utilizar un número muy pequeño de establecimientos de correos. El patrón de demanda de los ciudadanos también es muy desigual desde el punto de vista geográfico. Tal y como ilustra el gráfico 16, casi el 88 % de los buzones se utilizan para recoger apenas el 12 % del correo que pasa por los servicios postales de la UE. Esto sugiere un escaso uso de gran parte de la capacidad de la red. Otra cifra del gráfico confirma esta impresión: el 68 % del total del tráfico postal pasa por el 0,10 % de los puntos de acceso, lo que significa que el 99,8 % de los puntos de acceso apenas tramitan el 32 % del tráfico postal. Por lo tanto, los costes y beneficios sociales están desigualmente distribuidos por la red. Con el paso del tiempo, la dinámica de la demanda podría acentuar tales diferencias. Las innovaciones tecnológicas ofrecen servicios alternativos para algunos tipos de servicios postales y la evolución demográfica puede reducir las presiones de la demanda en segmentos de la red que ya ahora presentan una baja intensidad de uso, con lo que se acentuarían los desequilibrios. Los proveedores de acceso universal recurren cada vez más a soluciones flexibles que les permiten hacer frente a esta transformación (por ejemplo, las agencias y franquicias representan el 40 % de los establecimientos públicos). Estas tendencias demuestran, una vez más, la importancia de la aplicación de un enfoque evolutivo a la definición de obligaciones de servicio universal y los medios que permiten prestar esos servicios en los sectores en que se observa una transformación de la demanda. Este enfoque también debería tomar en consideración la evolución de las preferencias de los consumidores y ciudadanos y garantizar la prestación satisfactoria de los servicios que se consideran de mayor importancia para los consumidores. Gráfico 16: Utilización de la red de servicios postales 90% 68% 87,30% 80% 70% 60% 50% 40% 12% 0,10% 30% 20% 10% 0% Buzonesderecogidadecorreo *Instalaciones postales para grandes clientes profesionales Parte de la red que se encarga de la parte correspondiente del tráfico postal Parte del tráfico postal Fuente: Estudio de las condiciones de acceso a los servicios y redes postales universales – Estudio Ctcon para la DG MARKT, 2001. *Puntos de acceso, centros de clasificación e instalaciones públicas exclusivamente reservados a la clientela de empresas que envían grandes cantidades de cartas y paquetes. 43 En los sectores del transporte y la energía aún resulta mucho más difícil evaluar el acceso o la disponibilidad del servicio. En el caso de la energía, la situación es muy diferente según se trate de gas o de electricidad. En ciertos países periféricos de la Unión no se dispone de suministro de gas (Grecia), mientras que en otros, el servicio no llega a todas las regiones (Portugal). Lamentablemente, no existen indicadores comparables de la cobertura geográfica de los servicios de electricidad y gas. En el sector del transporte, la comparación de las condiciones de acceso y disponibilidad de los distintos países, regiones y sectores es todavía más compleja, dada la naturaleza del servicio y su dimensión geográfica. En el sector de la energía los patrones de la demanda son más estables y, tradicionalmente, el derecho a la conexión a la red se ha reconocido en obligaciones legales que atañían a la transmisión y la distribución. Estas obligaciones son objeto de una regulación cuidadosa que pretende evitar situaciones de denegación infundada del suministro. También se han previsto sistemas de indemnización en caso de retraso en el suministro. En el contexto de la apertura creciente de los mercados a la competencia, la garantía del acceso de los consumidores a la red adquiere mayor importancia y las últimas modificaciones propuestas a la Directiva 96/92 han introducido la posibilidad de la obligación del servicio universal en el sector eléctrico. Además, en ciertos casos, los Estados miembros han adoptado un papel más activo a la hora de concebir sistemas de ayuda financiera para sufragar los costes de conexión de los consumidores residentes en zonas rurales remotas (Suecia). En el ámbito del transporte, los niveles mínimos de servicio se limitan a ciertos trayectos del transporte aéreo o a la extensión de las redes a zonas con una menor densidad de población. El ejemplo más claro de este servicio público lo constituye la obligación de garantizar el acceso geográfico a los servicios de transporte aéreo. Así, el artículo 4 del Reglamento nº 2408/92 permite la existencia de restricciones al libre acceso a ciertas rutas cuando los Estados miembros impongan una obligación de servicio publico a determinados servicios aéreos. Desde 1993, Alemania, Francia, Irlanda, el Reino Unido, Italia, Portugal, Suecia y España han identificado un pequeño número de rutas que precisan obligaciones de servicio público. Se trata de rutas que comunican islas, zonas periféricas o regiones menos desarrolladas con el resto del país. Un número muy limitado de ellas son internacionales. En algunas de las islas de los países mencionados también se facilita el acceso al transporte aéreo mediante una normativa de ayudas publicas. La experiencia ha demostrado la compatibilidad de este régimen que combina la competencia y las obligaciones de servicio publico. 2.1.2 Regulación de los precios: en conjunto, los servicios de interés económico general se están volviendo más asequibles La regulación de los precios adopta múltiples formas en los diferentes sectores y países. Todos los servicios sujetos a obligaciones de servicio público aplican límites de precios a los servicios agrupados, precios máximos a ciertos servicios, tarifas fijas o reguladas y tarifas especiales para grupos de usuarios. Todos ellos tienen un objetivo común de servicio público: prestar un servicio de una calidad determinada a un precio asequible. Es difícil obtener información sobre la asequibilidad real de los servicios de interés general. Las encuestas realizadas a los clientes nos pueden proporcionar evaluaciones 44 directas de la asequibilidad desde el punto de vista del consumidor25 . Los gráficos 14 y 17 ofrecen un panorama de las opiniones de los consumidores acerca de la asequibilidad de los servicios de telecomunicaciones. Si se combina la información que aportan dichos gráficos, se puede ver que en 1999 en seis Estados los hogares que no disponían de teléfono fijo por razones económicas eran menos del 1 %. En 9 Estados miembros, estos hogares eran el 6 %, mientras que sólo en un Estado miembro el 11 % de los hogares declaraban que no se podían permitir el pago de las telecomunicaciones fijas. Por lo general, las diferencias entre países en cuanto a asequibilidad de los servicios públicos son un reflejo de las diferencias nacionales en los niveles de ingresos. Un servicio resulta tanto más asequible cuanto menor es su precio y mayor es la renta per cápita. Se han diseñado indicadores de asequibilidad para las telecomunicaciones, la electricidad y el gas, definidos como el porcentaje de la renta per cápita necesario para adquirir una cesta determinada de servicios. En cada servicio se han definido dos índices para consumidores con diferentes niveles de ingresos que adquieren diferentes «cestas» de servicios a precios diferentes. De este modo se pueden realizar comparaciones equitativas de la evolución de los indicadores de asequibilidad. El primer índice se define para consumidores pertenecientes al primer quintil de la distribución de ingresos, mientras que el segundo afecta a los pertenecientes al tercer quintil (franja 40 % - 60 %) (véase el recuadro 3). Gráfico 17: Razones de que no se satisfaga la demanda de telecomunicaciones fijas EL 9% 1,9% 5% 12% LUX 6% FIN 9% 20% UK 10% 17% A 16% DK 16% 15% F 1% 17% 2,6% 15% 19% E 3% 18% 18% NL 1% 3% 18% 20% D 18% 28% EU 15 4% 16% 25% S 4% 18% 22% B 6% 14% 25% IRL 6% 11% 19% 13% 7% 34% P 28% IT 10% 27% 40% 0% 10% 20% 3% 19% 30% 40% 50% 4% 60% 70% El coste de utilización del servicio se considera demasiado elevado El coste de acceso al servicio es demasiado elevado (gastos de conexión) Incapacidad de controlar o predecir el coste total 25 El precio es un elemento importante para la satisfacción del consumidor. Los consumidores de telefonía fija mencionan a menudo las cuotas de suscripción y el desarrollo de nuevos servicios de pago como cuestiones que les preocupan. 45 Fuente: Situación de los servicios de telecomuicaciones en las regiones de la UE. Encuesta Gallup para la DG INFSO, 2000. Recuadro 3 Índices de asequibilidad Las autoridades públicas suelen incluir la asequibilidad de los precios en la lista de objetivos relacionados con los servicios públicos definida para los servicios de interés económico general. La asequibilidad de los precios depende de la evolución de las tarifas, pero también de los gastos fijos que con frecuencia se incluyen en las facturas de los servicios públicos y de los ingresos de que disponen los consumidores y otros usuarios. En este informe se han establecido «índices de asequibilidad» para las telecomunicaciones, la electricidad y el gas orientados a la supervisión y la evaluación del cumplimiento de este objetivo relacionado con la acción pública. Tales índices se definen como el porcentaje de la renta personal necesario para adquirir una cesta de servicios determinada 26 . Los gráficos 18, 19 y 20 muestran los valores de estos índices comparando la asequibilidad de dichos servicios en 1996 y en 2001. Habida cuenta de la importancia de las consideraciones relacionadas con la equidad de la prestación de servicios de interés económico general, los indicadores se han definido para los hogares con niveles de renta inferiores y para aquellos cuyos ingresos se sitúan en la media. En el primer caso se ha utilizado la renta per cápita media del 20 % de los hogares con menores ingresos de cada país (primer quintil). En el segundo, se han tenido en cuenta los hogares cuyos ingresos per cápita se sitúan en torno a la media (entre el 40 % y el 60 %; tercer quintil). Para el año 1996 se tomaron los datos del Panel de Hogares de la Comunidad Europea sobre la renta per cápita media de los hogares del primer y el tercer quintil de la distribución de ingresos. Como el Panel de Hogares de la Comunidad Europea no ha aportado datos sobre los últimos años, los niveles de la renta per cápita se han estimado a partir de las tasas de crecimiento de la renta per cápita de los Estados miembros. Esta estimación únicamente se podrá considerar precisa si la distribución de la renta de dichas categorías de ingresos no ha sufrido cambios significativos en relación con la media nacional, lo que resulta verosímil en periodos breves. En el sector de las telecomunicaciones, la evaluación de los gastos totales de los particulares se ha basado en datos proporcionados por Teligen a la Dirección General de Sociedad de la Información. Tales datos incluyen los gastos fijos y los gastos de utilización de los particulares que hacen un uso bajo y medio, de 220 y 1000 llamadas respectivamente, de acuerdo con la definición de la cesta de la red telefónica pública conmutada (RTPC) de la Dirección General de Sociedad de la Información de la Comisión. La mayor parte de las llamadas son nacionales. El uso bajo es típico entre los consumidores que se encuentran en torno al percentil del 10 % en la distribución de las facturas. Los consumidores que realizan un uso medio se sitúan en la franja central de la distribución de las facturas. En el gráfico 21 b se presenta un índice de disponibilidad basado en tarifas bajas especiales. En cuanto a la electricidad y al gas, no se dispone de cifras relativas a gastos fijos por consumidor tipo. En este caso distinguimos entre consumidores de renta baja y consumidores de renta media refiriéndonos a los diferentes niveles de consumo. Se supone que los consumidores de renta baja consumen 1 200 kWh de electricidad al año, mientras que los de renta media consumen 3 500 kWh. En el caso del gas, los consumidores de renta baja consumen 8,37 GJ al año para cocinar y calentar agua, mientras que los de renta media gastan 83,7 GJ. Las tarifas que se aplican a estos niveles de consumo también son diferentes. Evidentemente, en el caso del gas, las diferencias de disponibilidad del servicio y de las condiciones climáticas pueden afectar a la composición «media» de la cesta por país, lo que limita la utilidad del índice con fines de comparación entre países. 26 Los ingresos, las cargas y los precios se definen en las divisas nacionales. Los precios incluyen todos los impuestos. Se supone que todos los hogares tienen la misma composición (4 personas por hogar). 46 El gráfico 18 muestra que en los dos últimos años el porcentaje de la renta personal necesario para adquirir la cesta normalizada de llamadas telefónicas ha disminuido en la mayoría de los países. El aumento de la asequibilidad de los servicios de telecomunicaciones ha sido especialmente importante en los países con niveles de renta relativamente bajos. Sólo Francia y el Reino Unido presentan reducciones marginales en la asequibilidad de las tarifas normalizadas aplicadas a la categoría inferior de renta, que, tal como se puede ver en el gráfico 21 b, se tienden a compensar con tarifas especiales bajas. El gráfico 19 muestra que las tarifas de la electricidad son claramente más asequibles en 2001 que en 1996. No existen diferencias significativas en la distribución de los beneficios entre los ciudadanos menos favorecidos y aquellos cuya renta se sitúa en torno a la media. Las mayores reducciones del porcentaje de la renta necesario para pagar la electricidad se observan en Portugal y España. Gráfico 18: Índice de asequibilidad de las telecomunicaciones (a) Consumidores con renta baja % 5,0 4,4 4,5 4,0 3,7 3,5 3,1 2,4 2,3 2,5 2,2 2,0 1,5 3,1 2,9 3,0 1,7 1,3 1,2 1,4 1,2 1,2 1,0 1,0 0,8 0,9 1,6 1,5 1,4 1,3 1,0 1,0 0,7 0,5 0,0 at be de dk es 1996 fr gr ie it nl pt uk 2001 Porcentaje de la renta per cápita necesario para pagar el consumo anual de una cesta estándar de llamadas telefónicas (costes fijos + 220 % de las llamadas RTPC) consistente en su mayor parte en llamadas nacionales. Consumidores pertenecientes al primer quintil. 47 (b) Consumidores con renta media % 4,5 3,9 4,0 3,5 3,0 2,7 2,9 2,7 2,5 2,5 2,1 2,0 1,7 1,6 1,6 1,2 1,5 1,3 1,2 1,0 1,1 1,0 0,9 1,0 0,8 0,9 0,6 1,1 1,2 1,0 1,1 0,8 0,5 0,0 at be de dk es fr gr ie 1996 2001 it nl pt uk Porcentaje de la renta per cápita necesario para pagar el consumo anual de una cesta estándar de llamadas telefónicas (costes fijos + 1000 % de las llamadas RTPC) consistente en su mayor parte en llamadas nacionales. Consumidores pertenecientes al tercer quintil. Fuente: Servicios de la Comisión, a partir de datos de Eurostat y del informe Teligen sobre las tarifas de las telecomunicaciones utilizando los métodos de cesta. Gráfico 19: Índice de asequibilidad de la electricidad (a) Consumidores con renta baja % 4,5 4,0 4,0 3,5 3,0 3,0 2,8 2,5 2,0 1,8 1,8 1,6 1,5 1,5 1,0 0,9 1,0 1,3 1,1 1,0 0,8 0,8 0,8 0,8 1,3 1,2 1,3 1,1 1,0 1,2 1,0 0,9 0,5 0,0 at be de dk es 1996 fr gr ie it nl pt uk 2001 Porcentaje de la renta per cápita necesario para pagar un consumo anual de electricidad de 1 200 kWh. Consumidores pertenecientes al primer quintil. (b) Consumidores con renta media 48 4,5 4,1 3,8 4,0 3,5 3,1 2,9 2,8 3,0 2,5 2,0 1,5 1,11,0 1,5 1,1 1,3 1,2 1,8 1,7 1,7 1,3 1,5 1,3 1,2 1,0 1,3 1,3 0,9 1,0 1,2 1,0 0,5 0,0 at be de dk es fr gr ie 1996 it nl pt uk 2001 Porcentaje de la renta per cápita necesario para pagar un consumo anual de electricidad de 3 500 kWh. Consumidores pertenecientes al tercer quintil. Fuente: Servicios de la Comisión, a partir de datos de Eurostat. Las mejoras en la asequibilidad del gas son menos evidentes (véase el gráfico 20). Los contratos de larga duración y la elevada influencia de la evolución del precio del gas en el origen en el precio final limitan las posibilidades de reducción del precio. Con todo, el gas es mucho más asequible cuando la renta crece más rápidamente, como es el caso de Irlanda, y también en los Países Bajos para consumidores de menos de 8,37 GJ. Gráfico 20: Índice de asequibilidad del gas (a) Consumidores con renta baja % 2,5 2,0 2,0 1,8 1,7 1,5 1,5 1,5 1,0 1,0 0,8 0,8 0,9 0,9 0,8 0,6 0,7 0,7 0,7 0,5 0,5 0,4 0,2 0,0 at be de es 1996 fr ie it nl uk 2001 Porcentaje de la renta per cápita necesario para pagar un consumo anual de gas de 8,37 GJ. Consumidores pertenecientes al primer quintil. (b) Consumidores con renta media 49 %8,0 6,7 7,0 6,4 5,7 6,0 4,9 5,0 4,0 3,0 3,6 2,2 2,2 2,2 2,0 at be 2,0 2,1 2,0 2,2 1,7 2,1 2,0 2,1 1,8 1,7 1,0 0,0 de es 1996 fr ie it nl uk 2001 Porcentaje de la renta per cápita necesario para pagar un consumo anual de gas de 83,7 GJ. Consumidores pertenecientes al tercer quintil. Fuente: Servicios de la Comisión, a partir de datos de Eurostat. En los servicios postales, la tendencia de la asequibilidad no está tan clara. Sin embargo, desde la adopción de la Directiva de servicios postales en 1997, los precios de una carta con destino nacional han aumentado como media menos del 2 % y la diferencia de precio entre la tarifa inferior y la superior se ha reducido. La asequibilidad de los servicios de transportes no se puede medir ni comparar fácilmente. La inestabilidad de los precios del combustible y las diferencias de tarifas de unas a otras rutas obstaculizan la medición. Sólo en el transporte aéreo, cuyos precios no están regulados, se puede hablar de reducciones de las tarifas. No obstante, los paquetes de medidas comunitarias de desregulación han ocasionado un aumento considerable de la oferta tarifaria y de los servicios normalizados de que ahora disponen los pasajeros. Si se comparan, por ejemplo, con la experiencia de los EE.UU., es probable que se llegue a la conclusión de que el efecto de la desregulación en Europa es más gradual, pero se puede afirmar que el transporte aéreo se ha vuelto más asequible a medida que caían la economía y las tarifas de promoción (véase el cuadro 11). Cuadro 11: Cambios medios de las tarifas aéreas entre capitales de la zona del euro, 1997-20001 Tarifa económica Tarifa de promoción -15,5 (11) -6,5 (11) -16,4 (11) -2,7 (11) -7,9 (7) -5,4 (8) [-17,8 (6)]2 Cuatro compañías -14,5 (2) +13,3 (3) -11,8 (4) [-23,5 (2)]2 Fuentes: Boletín mensual del BCE, agosto de 2001, con datos de la Comisión Europea, «Reforma económica: Informe sobre el funcionamiento de los mercados comunitarios de productos y capitales 2000» («Informe de Cardiff») y cálculos del BCE. 1) Las cifras entre paréntesis indican el número de países de la zona del euro en los que la categoría es aplicable. Por ejemplo, en todos los países de la zona del euro (excepto Finlandia, sobre la que no hay datos disponibles) al menos una compañía ofreció servicios con tarifa de negocios; sin embargo, sólo dos países contaban con cuatro compañías que ofrecieran servicios con tarifa de negocios. 2) Las cifras entre corchetes excluyen a un país perteneciente a la zona del euro en que la evolución del precio es muy atípica. Una compañía Dos compañías Tres compañías Tarifa de negocios +23,2 (11) +14,1 (10) +7,7 (7) 50 La asequibilidad de los servicios públicos queda reforzada por tarifas especiales reservadas a determinados grupos sociales. Una vez más, el sector de las telecomunicaciones es el único en el que se dispone de información comparable a escala comunitaria. El gráfico 21 a muestra el porcentaje de hogares de los medio rural, metropolitano y urbano que hacen uso de estos contratos especiales. Se observa que el porcentaje de personas que usan estos contratos no es insignificante, pero que el tipo de contrato que domina es el de «plan de descuento», cuyo carácter no es necesariamente de servicio público. Gráfico 21 a: Telefonía fija - Tarifas especiales y planes de descuento 100% 90% 80% 70% 72% 84% 60% 74% 50% 40% 5% 30% 20% 4% 10% 12% 23% 7% 19% 0% Rural Plan de descuento Urbano Metropolitano Plan de pequeño usuario o tarifa especial Tarifa general Fuente: Situación de los servicios de telecomunicaciones en las regiones de la UE. Encuesta Gallup para la DG INFSO, 2000. 51 Gráfico 21 b: Índice de asequibilidad de las telecomunicaciones – tarifa especial para pequeños usuarios % 5,0 4,4 4,5 4,0 3,5 3,2 3,0 2,5 2,0 2,0 1,5 1,3 1,0 1,0 0,5 1,2 0,7 0,5 0,7 0,5 0,8 0,6 be de dk 1,2 0,9 0,9 1,3 1,1 1,0 0,8 0,6 0,0 at es fr it nl pt uk 1996 2001 Porcentaje de la renta per cápita necesario para pagar una cesta anual de llamadas telefónicas (coste fijo + 220 % de las llamadas RTPC a tarifas especiales para pequeños usuarios) la mayor parte de las cuales son nacionales. Consumidores pertenecientes al primer quintil. Fuente: Servicios de la Comisión, a partir de datos de Eurostat y del informe Teligen sobre las tarifas de las telecomunicaciones utilizando los métodos de cesta. 2.1.3. Obligaciones de servicio público sobre la calidad del servicio: un panorama incierto y un gran reto Los resultados del mercado dependen en gran medida de la calidad de los servicios prestados. A menudo, las obligaciones de servicio público quedan justificadas por la necesidad de conseguir una calidad aceptable por la sociedad. En otros casos, la calidad es tan importante que constituye el «leitmotiv» de la obligación de servicio público y es objeto de una supervisión y una reglamentación más estrictas. Por razones obvias, de todas las dimensiones cualitativas del servicio, en el transporte ferroviario de pasajeros la seguridad es el objetivo más esencial de la acción pública. Los indicadores de seguridad son inestables, pues un incidente aislado puede dar lugar a un aumento repentino de las cifras relativas a un país. Por esta razón, resulta difícil sacar conclusiones sobre periodos breves. Respecto al impacto de la «competencia controlada» en la seguridad, las cifras sobre Suecia referentes al periodo 1997-1999 muestran una reducción del 0,36 % en el número de accidentes mortales en comparación con el periodo 1990-1994. El Reino Unido presenta un ligero incremento del 0,03 %. Aunque estas cifras no son en modo alguno concluyentes y no permiten hacer deducciones generales, no parecen indicar que la «competencia controlada» haya deteriorado los registros de seguridad ferroviaria. Cuadro 12: El ferrocarril sigue siendo el medio de transporte más seguro, con diferencia Tasa de mortalidad Tasa de accidentes Por millón de por millón de mortales por millón personas por hora personas de personas por km. Por carretera 113 110 3300 Ferroviarios 0,29 4 200 Marítimos 0,27 33 1050 52 Aéreos 0,51 8 3650 Fuente: Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte. En otros medios de transporte terrestre, la calidad es la base de la obligación de servicio público 27 . Por ejemplo, la demanda de transporte urbano es muy sensible a los cambios de calidad. Uno de los objetivos primordiales de la acción pública en este sector es desplazar la demanda de los medios de transporte privados a los públicos, por razones relacionadas con el medio ambiente, la energía o el urbanismo. Esto se puede lograr aumentando los niveles de calidad del servicio. Gráfico 22: Variación anual del uso de los autobuses y los trenes urbanos en los años noventa (grandes ciudades de la UE) Ciudades sin competencia Ciudades con competencia controlada 6,0% 4,0% 2,0% Media 0,0% Media -2,0% -4,0% -6,0% -8,0% Fuente: Dirección General de Energía y Transportes, 4º programa marco de investigación en materia de transporte, proyecto PETS (Pricing European Transport Systems, EUR 19967 en). La comparación entre diferentes sistemas de competencia sugiere que la «competencia controlada» (procedimiento abierto de licitación en que el adjudicatario obtiene el acceso en exclusiva a la red durante un tiempo determinado) funciona mejor que otras modalidades de prestación de servicios. La desregulación plena puede ofrecer servicios a precios inferiores a los de la «competencia controlada», pero suele dar lugar a carreras de mínimos en cuanto a los niveles de calidad que perjudican la calidad de los servicios prestados. Por otra parte, es posible que la prestación pública no produzca los incentivos adecuados para modificar los patrones de la demanda, y es menos rentable 28 . Los datos del gráfico 22 parecen confirmar la conclusión del Libro Blanco sobre el transporte que la 27 En realidad, la obligación de servicio público se introduce con frecuencia para subsanar el mal funcionamiento del mercado y restablecer una situación justa en la competencia intermodal. 28 Un estudio realizado para la Comisión [4º programa marco de investigación en materia de transporte, proyecto PETS (Pricing European Transport Systems, EUR 19967 en)] ha estimado el coste de la producción, sin el servicio, en un entorno desregulado, en 1,44 euros por km. en autobús, en 2,26 euros por km. en autobús en caso de competencia controlada, y en 3,02 euros por km. en autobús en los mercados reservados. 53 Comisión ha adoptado recientemente: la competencia controlada puede atraer la nueva demanda de transporte urbano más que las estructuras de mercado reservadas 29 . La demanda de transporte ferroviario de pasajeros también ha crecido considerablemente en los países donde existe «competencia controlada». En el gráfico 23 se puede ver que en el Reino Unido y Suecia el crecimiento de la demanda ha sido superior al experimentado en los otros Estados miembros. Sin embargo, en este sector resulta más difícil establecer una relación entre el aumento de la demanda y la mejora de la calidad 30 . Gráfico 23: Tasa anual de variación de los viajeros-kilómetros en ferrocarril, 1994-99 8,0% 6,0% 6,0% 3,9% 4,0% 3,6% 2,7% 2,5% 2,5% 2,3% 2,0% 1,5% 1,4% 1,1% 0,0% 0,0% -0,1% 0,0% -2,0% -1,1% -2,9% -4,0% -3,4% Media de la UE Fuente: Dirección General de Energía y Transportes de la Comisión Europea. En el sector de la energía, el papel de la regulación de la calidad es primordial. En las licencias y los contratos de prestación de servicios o explotación de ciertas rutas se suelen especificar unos niveles mínimos de prestación de servicios. En algunos casos en que las prestaciones de nivel mínimo revisten una importancia especial (por ejemplo, la continuidad del suministro eléctrico), es frecuente que las autoridades nacionales de reglamentación exijan mecanismos de reembolso para compensar a los consumidores por los daños debidos a la interrupción del suministro. La ventaja de esta modalidad de regulación de la calidad radica en que no precisa una campaña informativa amplia; el inconveniente es la falta de transparencia del sistema en cuanto a niveles reales de calidad en el mercado. 29 El estudio cualitativo sobre la actitud de los consumidores (véase el apartado 3.8) señala que el transporte urbano presenta el índice más bajo de satisfacción de todos los sectores cubiertos, lo que confirma los resultados de la encuesta del Eurobarómetro (disponible en http://europa.eu.int/comm/dgs/health_consumer/library/surveys/sur15_fr.pdf). 30 El Eurobarómetro sobre los servicios de interés económico general muestra que en Suecia y el Reino Unido los consumidores tuvieron niveles generales de satisfacción ligeramente superiores a la media comunitaria, aunque en otros países los resultados fueron relativamente mejores. Por otra parte, el nivel de satisfacción expresado en las repuestas a nivel comunitario sobre los servicios ferroviarios fue uno de los más bajos de todos los servicios cubiertos. Las respuestas británicas al estudio presentado en el apartado 3 apuntan a un empeoramiento en cuestión de retrasos, comodidad, seguridad y número de empleados en situación de servicio (apartado 3.7). 54 Dado que están aumentando las consecuencias financieras de la calidad de la energía, algunas autoridades nacionales están examinando la posibilidad de introducir incentivos económicos para garantizar a los clientes unos niveles mínimos de calidad. En los países que ya han privatizado la red, se han aprobado normas mínimas adicionales para garantizar niveles mínimos de calidad del suministro. En el Reino Unido, por ejemplo, se imponen sanciones financieras si no se cumplen las normas de alimentación eléctrica. En el sector de la electricidad no se dispone de demasiados indicadores de calidad. El Consejo de reguladores europeos de la energía (CEER) ha publicado los resultados de un primer ejercicio de evaluación comparativa sobre la calidad en el sector (continuidad del suministro, calidad comercial y tensión) a partir de datos relativos a cinco Estados miembros (el Reino Unido, los Países Bajos, España, Italia y Portugal). La comparabilidad de las cifras es limitada y sólo en el caso de la «continuidad de suministro» se pueden establecer comparaciones aproximadas, que arrojan los mejores resultados en cuanto a las interrupciones del suministro al cliente en los Países Bajos y el Reino Unido 31 . En el sector de las comunicaciones, desde el punto de vista del consumidor es especialmente importante el nivel de calidad de las obligaciones de servicio público. En el cuadro 13 se sintetiza la información sobre la información relativa a los nueve indicadores normalizados que se mencionan en el paquete normativo sobre las telecomunicaciones. Las únicas conclusiones claras que se pueden sacar de este cuadro son el elevado porcentaje de datos que faltan y la imposibilidad de comparar los datos de los diferentes países. Aunque parece que el tiempo de respuesta del operador está mejorando, en diversos países ha empeorado la tasa de fallos por línea de acceso. Cuadro 13: Cambios en la calidad de los servicios de telecomunicaciones – Número de países en los que la calidad del servicio ha mejorado, permanece invariable o ha empeorado desde 1998 Indicador de la calidad del servicio de telecomunicaciones Países donde se ha experimentado una mejora / de un total de Países donde no se han producido cambios / de un total de 4/8 1/10 1/7 3/7 3/3 Países en los que se ha registrado un empeoramiento / de un total de Tiempo de conexión inicial 4/8 Tasa de averías por línea de acceso 3/10 6/10 Tiempo de reparación de las averías 4/7 2/7 Porcentaje de llamadas fallidas 1/8 4/7 Tiempo de llamada (1) Tiempo de respuesta de los 5/5 servicios de los operadores Tiempo de respuesta de los 1/2 1/2 servicios de información Proporción de teléfonos públicos de 3/5 2/5 pago en funcionamiento (con monedas y con tarjeta) Precisión de las facturas 3/5 2/5 Fuente: Sexto informe sobre la aplicación del conjunto de medidas reguladoras de las telecomunicaciones, COM(2000) 814. 31 Los consumidores parecen satisfechos con el suministro de electricidad. Sin embargo, se mencionaron la falta de transparencia en las estructuras de precios, los términos de los contratos y las facturas como problemas que dificultan las decisiones de cambio y también como problemas generales (véase el apartado 3.1). 55 La calidad de la información que figura en los contratos y la transparencia de los precios y las facturas son aspectos importantes del comportamiento del mercado. En el sector postal, los precios deben adaptarse a los costes y ser transparentes. Para los consumidores particulares y los pequeños consumidores comerciales, la transparencia en los precios de la electricidad, las telecomunicaciones (tanto fijas como móviles) y el gas es un motivo frecuente de preocupación. Los niveles de calidad comercial de los contratos, la información que se facilita en las facturas y las tarifas varían considerablemente de unos países a otros. Lamentablemente, la información disponible no es comparable ni sistemática, aunque se tiene constancia de quejas al respecto formuladas por consumidores de varios países y servicios. 2.2. Cálculo de costes y financiación de las obligaciones de servicio universal y de servicio público Tras estudiar los resultados de la prestación de servicios públicos, hemos de completar nuestra evaluación tomando en consideración los principios y las prácticas en los que se basa su financiación. La diversidad de las obligaciones de servicio público es también la principal característica del modo en que dichas obligaciones se financian. En las redes tradicionales de electricidad con clientes cautivos, la obligación de suministro era consecuencia de la situación de monopolio. Los gobiernos encargaban al titular del monopolio que suministrase toda la electricidad, de una calidad determinada, a todos los usuarios cautivos de su área de monopolio. Como contrapartida, el operador obtenía los beneficios del monopolio. Básicamente, esta situación sigue siendo válida en el caso de los operadores de transmisión, dado el carácter de monopolio que ésta presenta. En un mercado competitivo, las obligaciones de suministrar gas y electricidad requieren una estructura diferente. En muchos casos, tales obligaciones se pueden imponer a todas las compañías eléctricas, incluidas las nuevas, para garantizar un servicio universal de un nivel mínimo. Sin embargo, aunque se sigue considerando conveniente imponer obligaciones a compañías individuales, es más adecuado establecer un marco de compensación financiera que bloquear una parte del mercado. 56 Cuadro 14: Coste de la obligación de servicio público del transporte ferroviario de pasajeros (en millones de euros) Estado miembro 1997 1998 1999 Ingreso por pasajero/km. 1999 (euros) 0,062 Ayuda total por pasajero/km. 1999 (euros) 0,081 Austria 616 654 656 1191/69 604 641 641 Bélgica 2092 2108 2119 0,064 0,279 1191/69 328 331 336 Dinamarca 439 364 757 n.d. 0,140 1191/69 224 199 476 Finlandia 43 41 39 0,018 0,011 1191/69 40 38 38 Francia 6063 6034 6127 0,072 0,092 1191/69 1460 1414 1550 Alemania 10093 10372 9982 0,126 0,137 1191/69 4210 4521 4504 Grecia 311 464 530 0,026 0,331 1191/69 0 0 0 Irlanda 133 136 180 n.d. 0,129 1191/69 81 85 102 Italia 5980 5690 5390 0,460 0,131 1191/69 162 166 167 Luxemburgo 11 164 182 n.d. 0,607 1191/69 7 73 70 Países Bajos 762 1610 1806 0,085 0,126 1191/69 154 259 234 Portugal 20 20 100 0,027 0,023 1191/69 19 19 50 España 1550 1431 1395 0,042 0,073 1191/69 297 295 234 Suecia 895 997 824 0,087 0,111 1191/69 57 65 64 Reino Unido 2881 2858 2506 0,134 0,065 1191/69 2804 2795 2399 UK NL 16,8 12,6 15,7 1191/69 16,6 12,5 15,5 UE 2721 0,085 0,093 1191/69 Fuente: Dirección General de Energía y Transportes de la Comisión Europea; 4º programa marco de investigación en materia de transporte, proyecto PETS (Pricing European Transport Systems, EUR 19967 en). En el sector de las telecomunicaciones hay previsto un mecanismo de financiación similar. Nueve Estados miembros han creado fondos de servicio universal, pero sólo dos de ellos (Francia e Italia) los han puesto en funcionamiento. En el transporte ferroviario de pasajeros, los contratos de suministro que especifican las obligaciones de servicio público han ganado transparencia gracias al Reglamento 1191/69, que exige la notificación de las transferencias a las compañías ferroviarias. Además del impacto positivo que este requisito tiene en la competencia, la transparencia permite que se comparen los criterios de los diferentes sistemas ferroviarios nacionales. En el cuadro 14 se indican las ayudas que cada país ha concedido a sus ferrocarriles, tal como se notifican en aplicación de este Reglamento, así como otras ayudas otorgadas a las infraestructuras ferroviarias en el periodo 1996-99. En las dos últimas columnas se muestran las ayudas concedidas por pasajero por kilómetro y los ingresos por pasajero por kilómetro, lo que revela la magnitud del coste de la obligación de servicio 57 público. En los servicios postales, los mayoría de los proveedores de servicios universales (con la excepción de Suecia y Finlandia) financian sus obligaciones de servicio universal principalmente con los ingresos de los servicios privados. En virtud de la Directiva 97/67/CE se puede crear un fondo de compensación para las obligaciones de servicios administrado por un órgano independiente. La Directiva establece normas de contabilidad que permiten garantizar servicios universales transparentes con precios basados en los costes. Todos los Estados miembros emprendieron acciones para satisfacer los requisitos. Los fondos de servicios públicos y universales funcionan calculando los costes y beneficios totales de la obligación de servicio universal, por lo que la cifra pertinente para calcular la transferencia es el coste neto 32 . En la práctica, no resulta fácil. El cálculo de los costes es una tarea compleja basada en el concepto de costes inevitables, pero calcular los beneficios del servicio universal no es sencillo. En el cuadro 15 se presentan los cálculos relativos a Francia y a Italia en 1999. Una comparación de las metodologías que se usan en el cálculo de los costes de las obligaciones de servicio universal de los dos países revela diferencias importantes. Cuadro 15: Estimación del coste del servicio universal en las telecomunicaciones Coste global neto en mill. de euros Zonas/clientes no rentables Teléfonos públicos de pago Guía/información Tarifas sociales Beneficios indirectos e intangibles Coste neto total Francia 237 29 0 0 0 265 Italia 74 34 0 0 -46 62 Coste neto por línea en mill. de euros Zonas/clientes no rentables Teléfonos públicos de pago Guía/información Tarifas sociales Beneficios indirectos e intangibles Coste neto total (€) Francia 7,0 0,8 0 0 0 7,8 Italia 2,8 1,3 0 0 -1,8 2,4 Fuente: Sexto informe sobre la aplicación del conjunto de medidas reguladoras de las telecomunicaciones. La modificación propuesta de las normas comunitarias del sector de las telecomunicaciones incluye directrices para el cálculo de los costes netos y los mecanismos de recuperación o de reparto de los costes 33 y sugiere que se introduzcan mecanismos de incentivos que permitan obtener fácilmente el coste de las obligaciones de servicio universal, para evitar la incertidumbre y la carga reguladora que supone calcular el coste neto de éste. Además, prevé la posibilidad de recuperar los costes netos por medio de los presupuestos públicos y la asignación de las obligaciones por métodos de licitación o subasta. La recaudación de fondos se debe realizar de un modo tal que quede garantizado que la 32 En el Reino Unido, la autoridad de reglamentación estimó en julio de 1999 los costes del servicio universal entre 53 y 73 millones de libras esterlinas, y los beneficios en 61 millones de libras esterlinas, lo que supone un coste neto de 12 millones de libras esterlinas o un beneficio neto de 8 millones de libras esterlinas. 33 De este modo se completan los establecidos en la Comunicación de la Comisión de 27.11.1996 relativa a los criterios de evaluación de los sistemas nacionales de cálculo de costes y de financiación del servicio universal de telecomunicaciones, que también aborda esta cuestión. 58 distorsión del mercado es mínima. En cualquier caso, el principio de indemnización queda limitado a las situaciones en que el coste neto del servicio universal es positivo. En el sector de los transportes terrestres, el coste y la financiación de la obligación de servicio público dependen en gran medida de la minimización del coste de la prestación de servicios. Existen diferencias considerables evidentes en los niveles de eficacia derivados de los diferentes entornos reguladores. A la hora de cubrir los costes totales resultantes de la oferta del servicio, las compañías de transporte urbano en autobús que operan en mercados desregulados son un 75 % más eficaces que las empresas que funcionan en mercados más controlados. El cociente se multiplica por más de dos cuando la comparación se realiza entre empresas públicas y privadas. Las compañías que operan en un mercado libre consiguieron mantener el equilibrio incluso cuando sus ingresos unitarios habían disminuido hasta un 90 %, lo que significa una reducción notable de los costes de producción. Además, la «competencia controlada» reduce considerablemente el volumen de subvenciones necesario aumentando la parte de los costes de funcionamiento que quedan cubiertos por los ingresos tarifarios. En los años noventa las ciudades donde existe competencia controlada aumentaron un 1,7 % la proporción de los costes de funcionamiento cubiertos por las tarifas, mientras que en las ciudades donde no hay competencia, dicho porcentaje sólo aumentó un 0,3 % (véase el gráfico 24). Gráfico 24: Cambio anual en la cobertura de los costes de funcionamiento por tarifas en las grandes ciudades de la UE durante los años noventa Helsinki Copenhague Estocolmo Viena Bruselas París Madrid Amsterdam Stuttgart Génova 1,0% Venecia 2,0% Rotterdam 3,0% Berlín 4,0% Dublín 5,0% Barcelona 6,0% media 1,7% Lyon Londres Munich Colonia Oporto Turín Hamburgo -2,0% media 0,3% Lisboa -1,0% Frankfurt 0,0% -3,0% Fuente: Dirección General de Energía y Transportes; 4º programa marco de investigación en materia de transporte, proyecto PETS (Pricing European Transport Systems, EUR 19967 en). En el sector ferroviario, los ingresos unitarios son mayores cuanto mayor es la autonomía comercial de la compañía, lo que se traduce en mayores ingresos por trenkilómetro, con una media del 6 %, y menores subvenciones de funcionamiento (hasta el 37 %). En el Reino Unido y Suecia, donde las infraestructuras y los servicios se han separado, los ingresos unitarios son respectivamente un 78 % y un 13 % superiores a los de 59 los países donde no se ha realizado esa separación. Sus costes por unidad de producción son hasta un 51 % más bajos, por lo que requieren un 49 % menos de subvenciones por trenkilómetro 34 . 2.3. La dimensión europea de las obligaciones de servicio público y universal Por naturaleza, la prestación de algunos servicios de carácter económico general presenta una dimensión comunitaria que es objeto de especial atención por la Comisión. En un futuro próximo, el aumento de la demanda de la mayor parte de estos servicios, la integración en el mercado interior y la apertura gradual a la competencia en diversos sectores acentuarán la importancia de esta dimensión comunitaria. En muchos casos, dicha dimensión precisa iniciativas de la UE para coordinar acciones y facilitar acuerdos administrativos y de mercado a escala de los Estados miembros. Éste es el caso del transporte aéreo, en que los problemas de congestión y de gestión del tráfico llevan a la Comisión a presentar propuestas sobre el establecimiento de un cielo único europeo. Para que los resultados de los servicios de interés económico general en los sectores de la energía sean adecuados, resulta esencial el desarrollo de la dimensión comunitaria. En el sector del gas, la ampliación de la red es un elemento indispensable que condiciona el acceso a este tipo de energía en las regiones periféricas de la Unión. En el caso de la electricidad, el desarrollo de la estructura física y de mercado de apoyo a un mercado único europeo de la electricidad será un factor clave del éxito de la actual transformación del sector. De momento, el comercio intracomunitario de electricidad equivale únicamente al 8 % de la demanda total. Si bien esta cifra representa un incremento respecto al pasado, se encuentra algo por debajo del comercio potencial de electricidad, dadas las actuales diferencias de precios de unos países a otros. La capacidad de interconexión a nivel comunitario es indispensable para el comercio de electricidad. Esto podría tener consecuencias importantes en el futuro desarrollo del sector, en un entorno abierto y competitivo. Una razón que explica los recientes acontecimientos vividos en los mercados de electricidad de los EE.UU. es el aislamiento relativo de la red californiana del resto de la red eléctrica estadounidense. Además, para garantizar una competencia efectiva es indispensable la integración de los mercados de la energía. Una capacidad suficiente de interconexión es una condición necesaria para la rápida entrada en los mercados internacionales sin tener que adaptarse a los plazos que impone el nuevo desarrollo de capacidades. Las actuales limitaciones de interconexión existentes en Europa hacen de ello una prioridad de la acción pública comunitaria, tal como se afirma en la Comunicación sobre la iniciativa a favor de la infraestructura europea de la energía (que aún no se ha publicado). La dimensión comunitaria de los mercados de la energía no se limita a la red física. La creación de verdaderos mercados únicos europeos de la energía exige el desarrollo de acuerdos de mercado que aún no han alcanzado una dimensión comunitaria. Para ello es necesario desarrollar sistemas de gestión de la congestión y tarifas de transmisión para el 34 Pricing European Transport Systems. Estudio realizado para la Dirección General de Energía y Transportes. 2001. 60 comercio transfronterizo de electricidad que han sido objeto de propuestas en el nuevo paquete legislativo presentado por la Comisión este año (COM(2001) 125). En los servicios postales, la dimensión comunitaria va unida a la calidad de la prestación del servicio a escala de la UE. Aunque la calidad del correo intracomunitario no ha alcanzado los niveles nacionales, las recientes mejoras han subsanado los problemas en una medida considerable. En 1994, el porcentaje de entregas postales que llegaban a su destino en tres días superaba ligeramente el 69 %. La Directiva sobre la apertura parcial de los mercados de los servicios postales imponía como objetivos de calidad que el 85 % de las entregas se realizara en tres días desde la fecha del matasellos (D+3) y el 97 % se entregara en cinco días (D+5). Estos objetivos se alcanzaron, como valores medios, en 2000. Una cuestión pendiente es la normalización de los métodos de medición, que actualmente está tratando el CEN (gráfico 25). Gráfico 25: Calidad del servicio del correo intracomunitario de entrega rápida 120 100 97% J+5 85% J+3 97,2 98,7 99,3 99,6 99,7 99,8 99,8 92,5 92,4 80 74,3 60 96,2 98 98,9 99,3 99,6 D+6 D+7 D+8 D+9 D+10 84,3 69,1 40 43,5 20 14,1 0 7,7 D+1 D+2 D+3 D+4 D+5 % de entregas puntuales en 1994 % de entregas puntuales en 2000 Fuente: International Post Corporation. 3. Resultados de un estudio cualitativo realizado en los 15 Estados miembros sobre las actitudes de los ciudadanos ante los servicios de interés económico general Como complemento de la evaluación horizontal de los servicios económicos de interés general se realizó para la Comisión un estudio cualitativo sobre las actitudes de los ciudadanos respecto a los servicios de interés general35 . Las conclusiones de este estudio cualitativo nos informan de la impresión que tienen los ciudadanos encuestados del funcionamiento de los servicios de interés económico general, lo que resulta imprescindible a la hora de evaluar los resultados de dichos servicios. Para que la evaluación sea completa, este elemento se ha de tener en cuenta junto con los resultados de los apartados anteriores. En este apartado se ofrece una síntesis de las conclusiones iniciales de este estudio, cuyos objetivos principales fueron: 35 Del diseño y la preparación del estudio se encargaron las Direcciones Generales de Sanidad y Protección de los Consumidores y de Mercado Interior, en colaboración con la DG de Prensa y Comunicación. 61 - evaluar el grado de satisfacción de los consumidores europeos en relación con los distintos servicios de interés económico general (satisfacción general y satisfacción en cuanto a precios); - determinar los componentes de la calidad del servicio que los consumidores afectados consideran esenciales; - analizar las actitudes y reacciones de los ciudadanos ante la liberalización o las perspectivas de liberalización de dichos mercados; - sondear sus opiniones sobre las obligaciones de servicio público impuestas a los prestadores de los servicios. Se prestó una atención especial al suministro de energía, la telefonía móvil y fija, el transporte aéreo, el transporte ferroviario interurbano y el transporte público urbano. Se pidió a los encuestados que valoraran su nivel general de satisfacción y su nivel de satisfacción en relación con los precios, y que declararan cómo habían evolucionado. También se les pidió que aclararan las razones de su satisfacción o insatisfacción. Por otra parte, se realizaron investigaciones más limitadas sobre los servicios postales, de suministro de gas y de abastecimiento de agua. El objetivo de este estudio cualitativo no es tanto obtener medidas estadísticas precisas de los niveles de satisfacción de los ciudadanos como entender sus razones y los factores que en ellas influyen. Por lo tanto, las puntuaciones medias resultantes de los ejercicios descritos se deben considerar indicadores aproximados, como órdenes de magnitud. Los resultados se pueden consultar en el cuadro 16. Cuadro 16: Evaluación de la satisfacción respecto a los principales servicios estudiados Categoría social media-alta Categoría social media-baja Categorías sociales «sensibles» - Satisfacción general 7/7,5 7 7 - Satisfacción precios 5/5,5 5 5,5/6 - Satisfacción general 6 6/6,5 7 - Satisfacción precios 5 5 5,5 - Satisfacción general 6,5/7 7/7,5 7,5 - Satisfacción precios 5 6 6 - Satisfacción general 6,5/7 7 7/7,5 - Satisfacción precios 5,5/6 6 5,5/6 5,5 6/6,5 5,5/6 Electricidad Telefonía fija Telefonía móvil Transporte aéreo Transporte ferroviario interurbano - Satisfacción general 62 - Satisfacción precios 4,5 5,5 5,0 5,5 5,5/6 5,5 Transporte público urbano - Satisfacción general - Satisfacción precios 5,5 5/5,5 Nota: Puntuaciones medias redondeadas en una escala del 0 al 10. 5/5,5 Fuente: OPTEM, «Qualitative study carried out in the 15 Member States on peoples’ attitudes to services of general economic interest», 2001. El estudio se realizó por el método del grupo de debate, con tres debates en cada Estado miembro, en los que participaron personas: - de categoría social media a alta (altos directivos, directivos medios y profesionales liberales); - de categoría social media a baja (oficinistas y obreros manuales). - de categorías sociales «sensibles» (personas en circunstancias socioeconómicas precarias), más, en cada grupo, algunas personas de edad avanzada pertenecientes a categorías sociales modestas. A diferencia de los dos grupos anteriores, que se reunieron en la capital del país o en una gran ciudad, éste se reunió en una ciudad mediana, en la que posiblemente son más frecuentes los problemas de acceso a determinados servicios. El estudio ofrece un primer resultado relativo al nivel de satisfacción según la categoría social: aun no tratándose de una regla sistemática, queda patente que el nivel medio de satisfacción (tanto general como en relación con los precios) de las categorías sociales más desfavorecidas no es inferior al de los otros sectores de la población, y que en ocasiones incluso lo supera. Ello se puede deber, en parte, a diferentes niveles de expectativas y demanda de los diferentes grupos. 3.1 Servicios de suministro de electricidad El suministro de electricidad es un servicio básico, esencial y vital del que resulta inconcebible prescindir y que debe funcionar sin ningún problema. De todos los servicios estudiados, es el que registra una mayor puntuación en satisfacción general, lo que confirma que, dejando aparte algunas excepciones y casos especiales, se cumplen adecuadamente los requisitos básicos de acceso al servicio y de continuidad del suministro. Comparados con estas condiciones básicas esenciales, los otros factores resultan de segundo orden o se dan por supuestos (no surgen muchas preguntas espontáneas sobre los detalles del servicio). En conjunto, la satisfacción general parece mayor en los países septentrionales que en los meridionales. Grecia es prácticamente el único país donde se formulan quejas importantes. Por otra parte, el nivel de satisfacción ante los precios es relativamente bajo, cuando a falta de criterios claramente diferenciados sobre la calidad del servicio, éste factor es especialmente importante en un suministro esencial para la vida diaria. Habida cuenta del escaso número de personas que tienen referencias objetivas sobre los precios en términos absolutos, la insatisfacción respecto a los precios está estrechamente relacionada con la percepción de los aumentos de precio en un contexto en que el consumidor se siente impotente. 63 En los pocos países en que este mercado se ha abierto a la competencia, ésta no suscita oposición, pero en general no se percibe como un fenómeno que haya aportado cambios importantes en beneficio de los consumidores: las ventajas de precios se suelen considerar mínimas, transitorias, inseguras o incluso nulas. La opacidad de las tarifas (también criticada en otros países) desanima a quienes podrían sacar partido de la competencia, y los encuestados no mencionan cambios apreciables en la calidad general del servicio. En cuanto a los otros países, la idea de abrir el mercado despierta actitudes relativamente favorables en Grecia (donde el público no está satisfecho de la compañía eléctrica nacional), Irlanda, Italia y Portugal, pues los ciudadanos consideran que provocará una ligera bajada de los precios y una mejora de los servicios prestados al consumidor. En cambio, en los Estados miembros restantes la desconfianza es notable. Las obligaciones de servicio público impuestas a los proveedores de electricidad se consideran necesarias y naturales, y únicamente se cuestiona, en algunos casos, la obligación de no cortar el suministro a los hogares que no pagan la factura (imposición al proveedor, o papel de los servicios sociales). 3.2 Servicios de suministro de gas El análisis de este mercado fue más somero, sobre todo porque se refiere a un servicio cuyo desarrollo es desigual de un país a otro: pocos de los encuestados en Finlandia, Suecia, Dinamarca, Alemania, Irlanda y Grecia tenían suministro de gas, mientras que es una fuente de energía reciente para muchos españoles. Si bien no se ha procedido a puntuar el nivel de satisfacción ante este servicio, al analizar los comentarios se puede deducir que es especialmente elevado entre la mayoría de los usuarios. Los factores de apreciación del servicio son básicamente los mismos que en el caso de la electricidad, si bien se concede una importancia mucho mayor a la seguridad, dado que se trata de un tipo de energía potencialmente peligroso. En este contexto, parece que en realidad el nivel general de satisfacción es superior al de la electricidad. Las observaciones de los encuestados incluyen pocas críticas a los métodos de facturación y la claridad de los gastos y las facturas, y el gas natural se considera en casi todos los países una energía especialmente económica (únicamente con reservas en España e Italia y por parte de algunos neerlandeses y alemanes, que dudan que sea acertado ajustar el precio del gas al del petróleo). En el único Estado miembro en que el mercado del gas se ha abierto a la competencia (el Reino Unido), por lo general las actitudes respecto al proceso de liberalización coinciden con las relativas a la electricidad, aunque con una mayor reticencia a cambiar de proveedor, por temor a que ello afecte a la seguridad. En los demás Estados miembros, las actitudes son similares a las expresadas en relación con la electricidad, aunque con una demanda más fuerte de un operador público o de un control público muy estricto. En cuanto a las obligaciones de servicio público, en general coinciden. 64 3.3 Telefonía fija La evaluación de este servicio es claramente positiva en cuanto a satisfacción general, pero muy baja en cuanto al nivel de satisfacción relativo a los precios. Los niveles más elevados de satisfacción general se registran en Finlandia, Suecia, Alemania, Bélgica e Irlanda, y los más reducidos corresponden a los Países Bajos, Italia, España y Grecia. La satisfacción con los precios es relativamente alta en Alemania, Irlanda y Portugal, y baja en Dinamarca, los Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Italia, España y Grecia. No obstante, se ha de tener en cuenta que estas evaluaciones se refieren a situaciones diferentes, pues la satisfacción o insatisfacción expresada en las puntuaciones se puede referir a operadores tradicionales o a nuevos operadores, o bien a la situación general creada por la competencia que se ha introducido. Así pues, lo que parece una evaluación general claramente favorable en cinco países enmascara, en realidad, una imagen claramente positiva de los operadores tradicionales en Finlandia, Suecia e Irlanda y claras críticas en Alemania y Bélgica. En cambio, en los países donde el nivel declarado de satisfacción general es más bajo, existe también una insatisfacción considerable con los precios, relacionada, principalmente, con el operador tradicional en situaciones en que la competencia se ha desarrollado en menor o mayor medida. Esta insatisfacción en el aspecto económico se observa también en Luxemburgo y Francia, donde, sin embargo, el operador tradicional nacional es objeto de una evaluación más positiva en términos generales. En los países restantes (con niveles de satisfacción moderados) se registran diferentes actitudes. En términos generales, las razones de la satisfacción tienen que ver con la calidad técnica del servicio (disponibilidad de conexión, continuidad y rapidez de reacción en caso de interrupción, buena calidad de la conexión, etc.), y a menudo también a la existencia de nuevos servicios valorados por el consumidor (facturación detallada, buzón de voz, desvío de llamadas, etc.). Rara vez se critica al operador tradicional por cuestiones básicas; en cambio, existen diferentes evaluaciones de los nuevos operadores competidores (más bien negativas, al parecer, en el Reino Unido, Irlanda y España, al menos en relación con algunos de ellos, y en particular con los que disponen de infraestructuras locales propias). Las razones de la insatisfacción afectan principalmente a dos cuestiones: ? Las tarifas, pese al reconocimiento generalizado de que, a raíz de la introducción de la competencia, se ha producido una reducción real del coste de las llamadas, ya sea con nuevos operadores de telefonía fija, y en ocasiones de telefonía móvil, ya porque el operador tradicional también ha bajado sus tarifas debido a la presión de la competencia. En este caso, la insatisfacción se centra en la cuota de suscripción: porque ha aumentado, porque se considera intrínsecamente alta o porque cada vez se duda más de que sea adecuada. Incluso en los países donde han disminuido considerablemente los costes de llamada del operador tradicional, se tacha a éste de haberlo hecho únicamente por no tener más remedio, o se sospecha que está intentando «resarcirse» aumentando su número de 65 abonados o desarrollando subrepticiamente nuevos servicios de pago, y, básicamente, de dar prioridad a sus beneficios antes que permitir que el abonado se beneficie de las ventajas de productividad que se han alcanzado (o se recela que se han alcanzado) gracias a los avances tecnológicos. A veces también se critican la «jungla» de tarifas y la dificultad para comparar los precios de operadores competidores. ? La relación entre el cliente y el proveedor, que se pone cada vez más en tela de juicio en varios países (Finlandia, Alemania, Bélgica, Italia, España y Grecia, por ejemplo). A diferencia de lo que ocurre en el mercado de la electricidad, donde los criterios que se aplican para evaluar la calidad del servicio se concentran, además de en el precio, en unos cuantos factores básicos, y la relación ideal entre el proveedor y el cliente es, básicamente, la falta de relación, lo que significa la inexistencia de problemas, las expectativas que suscita la telefonía fija son más notables y variadas y se suman a unas mayores expectativas de reducción de precios como consecuencia de la competencia: los consumidores consideran que este mercado está en desarrollo, o incluso en revolución, mientras que el de la electricidad les parece más estático. Las actitudes que despierta la apertura del mercado a la competencia (en todas partes, aunque en diferentes grados o percibidas como si así lo fueran) son, por lo general, muy positivas. Las obligaciones de servicio público merecen diferentes consideraciones: algunas se juzgan indispensables, como el acceso a los servicios de urgencia. 3.4 Telefonía móvil La satisfacción general con la telefonía móvil es, en conjunto, muy elevada y claramente superior a la declarada en relación con la telefonía fija, al igual que la satisfacción respecto a los precios. Las evaluaciones generales son más homogéneas de unos países a otros, aunque los ciudadanos daneses, irlandeses y españoles parecen menos satisfechos que los demás. Por otra parte, la satisfacción en cuestión de precios es más variable y resulta especialmente baja en Suecia, Alemania, los Países Bajos, Dinamarca y España. Los factores de los que depende la satisfacción son prácticamente los mismos en todos los países: - factores técnicos del servicio: cobertura geográfica, permanencia y continuidad de la conexión, calidad de la «línea»; - existencia de servicios innovadores que la telefonía móvil no ofrece o está empezando a desarrollar; - calidad de la relación entre el proveedor y el cliente y del servicio al cliente (disponibilidad inmediata, claridad y calidad de las respuestas, amabilidad de las personas en contacto con el público); 66 - factores relacionados con las tarifas: el propio nivel de precios, pero también la existencia de un abanico de fórmulas y «paquetes», la claridad o falta de la misma en el establecimiento de las tarifas, los métodos de control o autocontrol del consumo, etc. Los factores que no están relacionados con las tarifas, y en particular los técnicos, tienen que ver con las puntuaciones relativamente bajas concedidas en algunos países en la evaluación de la satisfacción general (en Irlanda se criticaron las frecuentes interrupciones de las llamadas y el hecho de que la cobertura no alcanzase a todo el país). La idea de que las tarifas son altas (o «siguen siéndolo») también puede provocar una puntuación general desfavorable que se une a las bajas valoraciones concedidas en relación con determinados aspectos del precio (tanto en mercados «maduros», donde el equipamiento se ha desarrollado rápidamente, como en otros más recientes). Sin embargo, por lo común el nivel claramente alto de satisfacción general que se observa en algunos países se explica por la convergencia de diversos aspectos: - la variedad y la permanencia de los servicios innovadores, que hacen de la telefonía móvil un servicio más completo que la fija y aún se consideran en cierta medida «milagrosos»; - la calidad de la relación del servicio con el cliente, que por lo general se considera muy superior a la que presenta la telefonía fija; - el carácter relativamente innovador de la telefonía móvil, que incita al público a «excusar» más fácilmente defectos que no perdonarían a la telefonía fija («agujeros» de cobertura, por ejemplo), pues, dado que el mercado aún se está desarrollando, existe una idea explícita o implícita de que se irán corrigiendo. Los niveles relativos de satisfacción en relación con los precios quedan determinados por distintos factores: * Se puede elegir, entre diversas fórmulas de cálculo de los precios, la que mejor se adapte a las necesidades de cada uno. * Con total seguridad, nadie encuentra fácil comparar tarifas (y menos aún las personas sin experiencia en el uso de este servicio); no obstante, para la mayoría de los ciudadanos la elección de la fórmula de cálculo del precio parece plantear menos problemas que la selección del operador. * La posibilidad de vigilar el propio consumo y de comprobar la situación en cualquier momento, así como de usar tarjetas de pago previo que propician la moderación, con lo que se relativiza el coste de las llamadas, que se considera elevado. * El hecho de que no haya que abonarse a un operador antes de empezar a hacer llamadas. * La idea generalizada de que los precios, inicialmente altos, han disminuido y seguirán haciéndolo mientras este mercado relativamente nuevo continúe desarrollándose en competencia. 67 En este mercado sin precedente histórico, la competencia entre varios operadores se considera natural, lógica y necesaria. Hay quien atribuye a la competencia la caída de los precios, la alta calidad del servicio y la mejora continua de las funciones; otros no tienen tan claras las diferencias de precios de unos operadores a otros (excepto en casos en que resulta fácil comparar diferentes fórmulas), pero todos están de acuerdo en que los efectos de la competencia han sido beneficiosos. 3.5 Correo y envío de paquetes La encuesta sobre este mercado fue limitada. La satisfacción con el servicio tradicional, a cargo de «Correos», varía de unos países a otros. Los niveles de satisfacción más altos corresponden a Finlandia, Dinamarca, Luxemburgo, Irlanda y Portugal, países donde incluso se considera que el servicio ha mejorado. En tres países (Bélgica, Italia y España) se formulan fuertes críticas sobre el carácter administrativo y burocrático de los servicios postales y sobre los retrasos de las entregas. En otros, en cambio, la noción de «servicio público» tiene cada vez más detractores. En este caso, los servicios postales se van asimilando a empresas privadas y funcionan movidos por intereses económicos. Así es, especialmente, en Suecia, Dinamarca y Alemania, cuyos ciudadanos se muestran preocupados por el cierre de las oficinas de correos, el uso de los supermercados o de las estaciones de servicio como lugares de depósito y recogida del correo (crítica que también se formula en Finlandia) y el aumento de los costes de las operaciones menos habituales (que también inquieta en otros países), tales como la certificación de cartas, los giros postales y el envío de paquetes. En el servicio tradicional, los criterios primordiales que determinan los niveles de satisfacción son el tiempo de entrega, la seguridad (que no se pierdan cartas) y el coste (que, en el caso de las cartas con destino nacional, por lo general se considera bajo o, como mínimo, razonable); otro criterio es la disponibilidad de oficinas de correos y la calidad de la recepción, así como, en ocasiones, el abanico de operaciones que se pueden tramitar en las oficinas de correos y la conducta de los carteros. Incluso en los países donde el nivel de insatisfacción es más elevado, muy pocos consideran que algún día los servicios postales se podrán abrir a la competencia. También en el mercado del envío de paquetes se encuentran niveles de satisfacción muy variables. Los más elevados son los de Finlandia, Luxemburgo, Irlanda y Portugal, mientras que los más bajos corresponden a Suecia, Alemania, los Países Bajos, Bélgica e Italia. Los criterios más importantes a la hora de establecer la satisfacción o la insatisfacción son la velocidad de entrega, el respeto de los plazos (que en algunos casos están garantizados) y el trato físico que se da a los paquetes (es decir, que no sufran daños, no se dejen en la puerta de la casa si el destinatario está ausente, etc.), así como el precio. Son bien conocidos los servicios «privados» que compiten en este ámbito. Su calidad técnica se considera excelente, pero sus precios resultan prohibitivos para los usuarios particulares (quienes recurren a sus servicios suelen hacerlo en calidad de profesionales o por motivos comerciales). La idea dominante es que se trata de dos servicios diferentes que funcionan en dos mercados distintos. 68 3.6 Transporte aéreo * El nivel medio de satisfacción general respecto al transporte aéreo (entre quienes han tenido la oportunidad de hacer uso de él, que no son representantes de todas las categorías sociales de todos los países) es claramente elevado, y no es bajo en ninguno de los Estados miembros. El grado de satisfacción en relación con los precios también es relativamente alto (éste el servicio que, en conjunto, alcanza las puntuaciones más altas), aunque los consumidores de Suecia, Alemania, los Países Bajos y, al parecer, Italia, concedieron puntuaciones bajas para expresar sus quejas. Los criterios que determinan el nivel de satisfacción en relación con la calidad del servicio son los mismos en todos los países: la seguridad (una condición indispensable, especialmente en las circunstancias actuales), las condiciones del avión (que influyen en la sensación de seguridad), la comodidad y la amplitud de los asientos, los servicios que se prestan durante el vuelo (comida, bebidas, distracciones), los que se prestan en tierra (la velocidad o no del registro de pasajeros, el embarque, el desembarque y la recogida de equipajes), el respeto de los horarios, la información ofrecida en caso de retraso y el profesionalismo y la amabilidad del personal. La medida en que se satisfacen estos criterios varía, y a veces mucho, de unas compañías a otras o incluso de un vuelo a otro, pero al establecer el nivel de satisfacción se tiene en cuenta el amplio abanico de precios disponible, que se considera la evolución más importante de los últimos años: se puede elegir una tarifa con la que el vuelo resulta asequible y ajustar a ella las expectativas. Esta situación se debe en gran parte al aumento de la competencia entre el gran número de compañías aéreas que conforman el total del mercado actual del transporte aéreo. La fuerte insatisfacción obedece, principalmente, a la falta de competencia en los precios (en los vuelos nacionales de algunos países, por ejemplo). 3.7 Transporte ferroviario interurbano Los niveles de satisfacción por este servicio varían mucho de unos países a otros, y en algunos casos de una categoría social a otra, tanto en términos generales como en relación con el precio. En la medida en que se puede establecer una media europea en estas condiciones, ésta resulta más bien baja en ambos casos. Además, la evaluación se ve dificultada por el hecho de que los entrevistados de los distintos grupos no siempre tienen en mente los mismos servicios, ni utilizan las mismas líneas, ni tienen las mismas razones para viajar, ni viajan con la misma frecuencia, por lo que un análisis superficial de los valores puede llevar a engaño. En conjunto, podemos distinguir entre: Países en los que el nivel de satisfacción es claramente elevado: Finlandia, Dinamarca, Austria, España y Portugal. * Antes de los acontecimientos de septiembre. 69 En estos países existe una sensación generalizada de que en los últimos años los servicios ferroviarios han mejorado, ya sea en cuanto a la modernidad y la comodidad del material rodante, como en relación con la amplitud de la red o a su mejora mediante la construcción de líneas nuevas o más rápidas (España, Portugal y Dinamarca, esta última para el enlace de Storebaelt). También se consideran satisfactorios la densidad de la red, el respeto de los horarios y el comportamiento del personal. El precio se juzga adecuado en Finlandia (pese a algunas críticas de la reforma del sistema, por la necesidad de reservar los asientos), España y Portugal. En cambio, el nivel de satisfacción ante los precios es menor en Dinamarca y Austria. Países en los que el nivel de satisfacción se sitúa en torno a la media o varía considerablemente de unas personas a otras: Suecia, Bélgica (a pesar de ciertas puntuaciones que superan la media con creces), Luxemburgo, Francia y Grecia. En Suecia, el nivel de satisfacción en relación con los trenes directos «de negocios» parece muy elevado, mientras que se sitúa en la media en relación con otros aspectos del servicio. La privatización y la presencia de varios operadores en la red no suscita comentarios especiales, aparte de algunos sobre las molestias derivadas del cambio de operador cuando un viaje abarca más de una red. Por otra parte, los precios se consideran razonables. En Bélgica, las frecuentes quejas sobre puntualidad (y huelgas), comodidad y limpieza quedan parcialmente compensadas por la sensación de que los precios son razonables. En Luxemburgo, los usuarios opinan que los componentes básicos del servicio son buenos. El servicio no se considera caro, pero sí lento, algo anticuado y no demasiado dinámico. En Francia hay cierta ambigüedad en esta cuestión, debida a las grandes discrepancias existentes entre los rápidos y confortables (pero caros) trenes de alta velocidad y las líneas tradicionales, que se ven con mucho peores ojos, tanto en términos generales como en cuanto a recepción, información y servicios anejos, como el de restaurante. En Grecia, el uso del servicio ferroviario es bastante escaso. Pese a ciertas mejoras en términos de modernización (trenes interurbanos), el servicio ferroviario se considera, en conjunto, obsoleto, pero no se estima caro y en general parece accesible. Países en los que el nivel de insatisfacción es elevado: el Reino Unido, Alemania, los Países Bajos, Irlanda e Italia. En el Reino Unido son frecuentes las quejas acerca de retrasos, incomodidad, limpieza, personal que brilla por su ausencia y seguridad, y todo ello con el telón fondo del aumento constante de los precios. La situación se suele achacar a la privatización del servicio, que por ello es objeto de amplias críticas. En Alemania se critica con frecuencia a Deutsche Bundesbahn, y las diferencias de nivel entre las distintas partes de la red son aún más visibles que en Francia: por un lado, trenes de alta tecnología que, de hecho, se reservan para viajes de negocios, dados sus 70 precios elevados (y, por lo general, sus tarifas «opacas»); por otro, el resto de la red, que se califica de mediocre y desatendida (cierre de líneas secundarias, bajos niveles de inversión). La idea de abrir la red ferroviaria a la competencia está ganando terreno, siempre que se mantengan las líneas que no sean rentables. En Italia, las críticas son similares. En los Países Bajos existe una sensación generalizada de que el servicio es mediocre y funciona mal (impuntualidad, falta de información, no cobertura de ciertos destinos, incomodidad), a la que se suma la subida de los precios. En Irlanda, el servicio no se estima seguro ni cómodo; sin embargo es bastante caro y la red ferroviaria resulta insuficiente. Al analizar los elementos básicos de la calidad del servicio, se identifican las expectativas del usuario (que se satisfacen en medidas que difieren de unos países a otros y incluso de una parte de la red a otra) en cuestión de velocidad, puntualidad, niveles mínimos de comodidad o mejoras de ésta, claridad de la información, eficacia y amabilidad del personal, además del requisito básico de continuidad y cobertura de la red. Con la posible excepción de Alemania, la posibilidad de que el servicio se abra a la competencia se contempla con bastante escepticismo, pues la noción de «servicio público», sigue siendo capital, con las obligaciones que de ella derivan y que exige la política comunitaria. 3.8 Transporte urbano Este servicio cubre un campo extremadamente amplio. Su uso varía considerablemente entre los diferentes grupos de población, lo que dificulta las comparaciones (en especial si se tiene en cuenta que las situaciones de los hogares y lugares de trabajo de los usuarios hacen de cada caso un caso particular). En el transporte urbano, el nivel de satisfacción general es más bajo que en los otros servicios estudiados, mientras que los precios se consideran mucho más aceptables. En algunos países (Finlandia, Dinamarca y Austria) las evaluaciones son positivas y bastante homogéneas, al contrario de lo que sucede en otros (Alemania, Irlanda y los Países Bajos). En cuanto a los precios, los finlandeses y los daneses de todas las categorías de población parecen más satisfechos que los ciudadanos de otros países (sobre todo que los belgas, portugueses y griegos), al contrario que los alemanes, neerlandeses, irlandeses y británicos. Los comentarios de los encuestados reflejan elementos básicos de satisfacción: itinerarios adecuados, itinerarios directos o enlaces sencillos y rápidos, frecuencia, velocidad, nivel mínimo de comodidad (asientos), limpieza y condiciones de los vehículos y amabilidad (o no) de los conductores de autobús. Respecto a los precios, las preocupaciones de los ciudadanos se centran en que sean asequibles, en que existan abonos y tarifas preferentes para determinadas categorías de la 71 población, así como billetes combinados para los diferentes modos de transporte de una misma ciudad, y en la claridad de las tarifas. Las actitudes frente a la «privatización» o la coexistencia de varios operadores dependen en gran medida de la situación local y van desde una fuerte insatisfacción con el servicio existente, con el consiguiente deseo de competencia, hasta el temor de un deterioro del servicio público y de estrés del personal. 3.9 Abastecimiento de agua Aún más que la electricidad, el agua se contempla como una necesidad vital y más que un servicio. Los criterios de satisfacción son relativamente escasos: en primer lugar, la calidad del agua (que sea salubre, incolora, inodora e insípida); en segundo lugar, la continuidad del abastecimiento y la velocidad de respuesta en caso de ruptura o de operaciones de mantenimiento (y que los cortes de abastecimiento se adviertan previamente), y en tercer lugar el precio, sobre el cual muchas de las personas que viven en hogares colectivos no tienen la menor idea. Prácticamente no se mencionan otros elementos de servicio. Los niveles de satisfacción son elevados en Finlandia, Suecia, Dinamarca, Alemania (salvo en Leipzig), Austria, los Países Bajos y Bélgica, y en parte de la muestra en Italia, España, Portugal y Grecia (en las ciudades). El nivel de satisfacción se sitúa en torno a la media en Luxemburgo, mientras que es bastante bajo en el Reino Unido e Irlanda, donde se ha notado (o se sospecha) que la calidad ha empeorado. Los precios elevados del agua son objeto de críticas en Luxemburgo y en el Reino Unido. Algunos de los encuestados ignoraban si su compañía de abastecimiento de agua era una entidad pública o una empresa privada, pero los recelos sobre la conveniencia de privatizar un servicio tan esencial y relacionado con la salud están muy extendidos, a menos que los operadores se sometan a controles públicos muy estrictos. 4. Conclusiones 1. Debido a sus características específicas, en las industrias de red no se puede esperar una competencia perfecta a corto o medio plazo con un número amplio de agentes. El número de competidores ha aumentado recientemente, lo que ha provocado una reducción de los precios, especialmente en los sectores y países que antes se liberalizaron. Se espera que la competencia efectiva se alcance a largo plazo gracias a un número suficiente de operadores. 2. Al parecer, en el sector de la telecomunicaciones ha aumentado el empleo gracias al desarrollo del nuevo segmento de los móviles y a la compensación parcial de las pérdidas de puestos de trabajo en el operador tradicional. 3. Sin embargo, el análisis muestra también que la cuota de mercado del operador tradicional se ha mantenido muy alta en la mayoría de los países, sobre todo en los sectores de la energía. Con todo, el sector de las telecomunicaciones presenta un mayor equilibrio desde que la cuota de mercado del operador tradicional ha caído en los segmentos abiertos de la larga distancia, las llamadas internacionales y las telecomunicaciones móviles. Este hecho se puede explicar de diversos modos. Puede que 72 no todos los consumidores estén enterados de los servicios potenciales que ofrece la competencia, o simplemente puede que algunos sean reacios al cambio. Esta última situación puede obedecer también a que los precios del operador tradicional sean inferiores a los de la competencia. En algunos casos, ese comportamiento puede recibir el apoyo de una estrategia que podría consistir en la competencia a nivel de precios en los segmentos liberalizados, mientras que se conservan amplios beneficios en los segmentos que aún no se han abierto a la competencia. Existe el riesgo potencial de que una reglamentación nacional demasiado benévola ponga en peligro las ventajas derivadas de la liberalización, que podrían acaparar los agentes dominantes de los sectores no liberalizados. La aparición de oligopolios en sustitución de los monopolios también podría impedir parcialmente que los usuarios llegasen a disfrutar de todos los beneficios. 4. Otro elemento importante es la falta, por el momento, de mercados europeos únicos de las industrias de red, aunque están empezando a aparecer agentes paneuropeos, principalmente en el sector de las telecomunicaciones móviles. La falta de mercados únicos de las industrias de red intensifica la necesidad de normas de aplicación coordinada o coherente en todos los Estados miembros. Actualmente, los mercados se están desarrollando a escala nacional o regional. Dentro de estos sectores se están produciendo importantes fusiones y adquisiciones nacionales, lo que indica una reestructuración de las industrias, pero la reestructuración transfronteriza es relativamente limitada. En algunos sectores, como el de la electricidad, los cuellos de botella de capacidad entre redes constituyen un gran obstáculo a la integración. En otros, como el gas, los recursos naturales de los diferentes países ocasionan disparidades. No obstante, estos elementos no deberían ocultar las repercusiones de los defectos que podría presentar el proceso de liberalización y desregulación en algunos Estados miembros, sobre todo cuando se deban a problemas de acceso a la red. 5. Existe un riesgo potencial de que el actual aumento del número de competidores únicamente sea, en realidad, una fase de transición y de que los operadores tradicionales se puedan beneficiar de su situación de dominio del mercado para soportar la competencia a corto plazo, con el fin de eliminar posibles nuevos competidores y limitar la competencia a largo plazo. Por lo tanto, las autoridades de reglamentación y competencia tienen un papel primordial en la tarea de garantizar la competencia leal y el acceso no discriminatorio a los segmentos de las industrias de red que no se han liberalizado. 6. De momento no se dispone de información suficiente para evaluar las repercusiones a largo plazo de la liberalización en los servicios de interés general, pero, de acuerdo con la información disponible, no parece haber datos que apoyen la teoría de que el impacto neto de la liberalización en sus resultados en el mercado haya sido negativo, al menos en lo referente a la asequibilidad y la prestación del servicio universal. Es demasiado pronto para evaluar el impacto a largo plazo de la liberalización, pero, hasta ahora, los indicadores que hemos presentado sugieren una mejora en términos de asequibilidad de los precios, al menos en lo que a telecomunicaciones y electricidad se refiere. El servicio universal es una realidad en los servicios postales y de telecomunicaciones, pero se han de tener en cuenta las diferentes tendencias de la demanda. Las definiciones de servicio universal han de ser lo suficientemente flexibles como para dar cabida a los cambios de los patrones tecnológicos o de la demanda. La calidad constituye el gran reto de los servicios de interés general en el futuro. Los indicadores de calidad presentan un panorama más ambiguo y el resultado es difícil de evaluar, ante los escasos datos disponibles. Sin embargo, de acuerdo con el estudio cualitativo, la falta de transparencia en la estructura de los precios y en las facturas constituye un problema en diversos 73 sectores, y especialmente en los de la electricidad y el transporte urbano. La competencia controlada parece ofrecer posibilidades de mejora de la calidad. En otros sectores, un mayor control y una mejora de la transparencia podrían contribuir a elevar los niveles de calidad. 7. El marco normativo parece estar evolucionando en concordancia con el proceso de apertura del mercado. El carácter evolutivo de las obligaciones de servicio público exige que las definiciones de dichas obligaciones sean flexibles y se adapten a menudo. La rigidez de la normativa puede hacer que el impacto neto de las obligaciones públicas pase de ser positivo a ser negativo, del beneficio a la carga, si los patrones de la demanda, tecnológicos y demográficos no se tienen plenamente en cuenta. Esto resulta especialmente importante en los sectores maduros en que la demanda disminuye, donde los costes sociales netos del mantenimiento de las obligaciones de servicio público pueden convertirse en una carga social. Este enfoque evolutivo también debería tener en cuenta la evolución de las preferencias de los consumidores y ciudadanos, así como garantizar la prestación satisfactoria de los servicios que los consumidores consideran más importantes. 8. Hasta ahora, la financiación de las obligaciones de servicio público no ha planteado dificultades importantes. Cuando es necesaria una compensación para prestar un servicio público, puede ser autorizada por la Comisión con arreglo al apartado 2 del artículo 86 del Tratado CE. En el caso de las telecomunicaciones, se han creado mecanismos de financiación de acuerdo con las normas comunitarias, pero rara vez se usan. No obstante, estos mecanismos sirven a un propósito de acción pública: constituyen una red de seguridad que garantiza la financiación de estos servicios de interés económico general. Los sistemas simplificados deberían ayudar a reducir la carga normativa y la incertidumbre relativa que causa la aplicación de estos mecanismos de financiación. Se podrían introducir mejoras en los casos en que la financiación está relacionada con la aprobación de la licencia, el contrato o la concesión de prestación del servicio, con el fin de aumentar la transparencia y garantizar que se prestan servicios de la calidad exigida con un coste social mínimo. 9. Convendría reforzar la dimensión comunitaria de los servicios de interés económico general. Hay una necesidad clara de integrar más estos mercados de servicios como parte del proceso de apertura progresiva a la competencia, al tiempo que se mantienen las salvaguardas necesarias de la protección del consumidor. La rigidez actual y los cuellos de botella organizativos y de las infraestructuras se adelantan a la creación de mercados únicos en diferentes sectores de servicios en los que queda mucho margen para que aumente el comercio intracomunitario, y especialmente en el de la energía. 10. Para que los resultados mejoren, resulta indispensable controlar estos sectores a nivel nacional y comunitario y que las autoridades de reglamentación identifiquen las buenas prácticas. Los resultados del proceso de control se deberían publicar, de modo que los consumidores puedan reunir información sobre los mercados (que, por otra parte, siempre es costosa). La presentación de informes periódicos por las autoridades nacionales de reglamentación deberá tener un papel decisivo en la definición de indicadores clave sobre los servicios de interés económico general. Tal como se anuncia en el informe sobre los servicios de interés general que la Comisión adoptó el 17 de octubre de 2001 [COM(2001) 598 final], en 2002 la Comisión publicará una Comunicación en la que definirá una metodología para realizar evaluaciones horizontales 74 de los servicios de interés económico general. Dicha metodología prestará una atención especial a las opiniones de los ciudadanos y los consumidores sobre los resultados de tales servicios. 11. La información que aporta el estudio cualitativo sobre la impresión que tienen los consumidores del funcionamiento de los servicios de interés general difiere considerablemente de unos países a otros y de unos sectores a otros, por lo que resulta muy difícil sacar conclusiones generales. El marco normativo común definido a escala comunitaria para algunos sectores parece haber dado lugar a situaciones muy diferentes de unos Estados miembros a otros. En algunos países y algunos sectores se pueden detectar áreas de insatisfacción, lo que da una idea de la importancia de peculiaridades locales como la historia, los diferentes modos de aplicar dichas normas a escala nacional o local o incluso las diferentes expectativas o preferencias de los consumidores. También merece la pena observar los contrastes existentes en las condiciones del mercado tal y como los reflejan, por un lado, los datos estadísticos, y por otro, las opiniones de los consumidores. Por ejemplo, pese a las mejoras generales de la asequibilidad global de las telecomunicaciones fijas, los consumidores se quejan de los aumentos de las cuotas fijas. En la electricidad, los beneficios objetivos de unas tarifas más bajas pierden importancia ante las quejas de los consumidores por falta de transparencia en las estructuras de precios, los términos de los contratos o las facturas. Por otra parte, las quejas de los consumidores acerca de los servicios ferroviarios llegan en un momento en que el número de pasajeros ha aumentado hasta niveles desconocidos desde los años cuarenta. 75