N38 das del mes de En la Ciudad de Venado Tuerto a losOCHO JUNIO Del 2007 se reunieron en Acuerdo la Dra. Griselda Mercedes Mir y el Dr. Carlos Alberto Chasco, de la Cmara de Apelacin en lo Civil, Comercial y Laboral y el Dr. Gustavo D.I. Garcia Mendez, de la Cmara de Apelacin en lo Penal, ambas de esta ciudad, para resolver en los autos: SANCHEZ, SYLVIA ROSARIO C. FRATTESI, SILVIA ANA y/o ZARATE, RUBEN ALDO S. DEMANDA EJECUTIVA, Expte. 40-98, venidos en apelacin del Juz.de P.inst. de Dist. en lo C.C.y L. de Melincu. Hecho el estudio del juicio, se procedi a plantear las siguientes cuestiones: 1) )ES NULA LA SENTENCIA APELADA? 2) )ES JUSTA LA SENTENCIA RECURRIDA? 3) )QUE PRONUNCIAMIENTO SE DEBE DICTAR? Practicado el sorteo de ley, result que la votacin deba efectuarse en el siguiente orden Dres. Chasco, Mir y Garcia Mendez. A la primera cuestin el Dr.Chasco, dijo: El recurso de nulidad interpuesto por la accionada (fs. 171) no es mantenido en la Instancia y no advirtindose errores o vicios de procedimiento ni en el dictado de la sentencia que ameriten una intervencin oficiosa del Tribunal, a sta primera cuestin me expido por la negativa. A la misma cuestin la Dra. Mir, dijo: Voto tambien por la negativa. A la misma cuestin el Dr. Garcia Mendez, dijo: Habiendo dos votos coincidentes, invoco la aplicabilidad al caso de lo dispuesto en el art. 26 Primera Parte Ley 10.160. A la segunda cuestin el Dr. Chasco ,dijo: 1. El Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Civil, 1 Comercial y Laboral de Melincu dict la sentencia N 949-07 (fs. 164-166), a travs de la cual manda llevar adelante la ejecucin hasta tanto la actora perciba ntegro pago del capital reclamado, el cual asciende a la suma de Pesos Veinticinco Mil ($ 25.000.-), con m s intereses legales que devengaran a partir de la fecha de vencimiento de la obligacin cambiaria (3.11-94) y hasta la del efectivo pago de la deuda, calculndoselos por aplicacin de los coeficientes publicados por la Caja Forense para el rubro Tasa Activa Promedio Mensual sumada del Banco de la Nacin Argentina, e impone las costas a la demandada. Contra dicha resolucin interpuso la demandada recurso de apelacin (fs. 171), el cual fue concedido por el a.quo en relacin y con efecto suspensivo. Habindose dado trmite a los autos en esta Sede (fs. 192), expuso sus agravios la ejecutada a fs. 202-204, los que fueron respondidos por la accionante (fs. 208-210). Luego de ello la demandada adjunta copias certificadas de la causa: ASanchez, Silvia Rosario Elizabeth s. Falsificacin de Pagar@ que tramitaba por ante el Juzgado Penal de Instruccin y Correccional de Melincu, donde en fecha 30.3.99 se dict auto de procesamiento contra la aqu actora, como presunta autora de los delitos de Falsificacin Material de Instrumento Privado (art. 297 en relacin al 292 del C.Penal) y Tentativa de Estafa (art. 172 en relacin al 42 del C.Penal), con relacin al mismo documento cuya ejecucin se realiza en este expediente , requiriendo el letrado de la accionada la suspensin del dictado del Acuerdo de este Tribunal. De dicha presentacin se corri traslado a la actora, quien rechaz el planteo y solicit el desglose del escrito de su contraparte, peticin que no tuvo acogida por la Presidencia de la Cmara (fs. 227). Habiendo bajado los autos al juzgado de origen para reinscripcin de una medida cautelar, se agreg al expediente una Resolucin del Tribunal 2 de Etica del Colegio de Calgrafos Pblicos de la 2 Circunscripcin Judicial de la Provincia de Santa Fe, mediante la cual se aplic a al Calgrafa Pblica Hilda Graziani la sancin de seis meses de suspensin en el ejercicio profesional, por la conducta que la misma desplegara en su dictmen dentro de los autos ASanchez, Silvia Rosario c. Fratessi, Silvia Ana y/o Zrate Ruben A. s. Demanda Ejecutiva@ que bajo el N 1352-94 se tramitaran por ante el Juzgado de P.Instancia de Distrito Civil, Comercial y Laboral de Melincu, es decir, esta causa. A fs. 250, se llaman los autos a la Sala con notificacin a las partes (fs.252), se integr la Sala, por la vacancia del Dr. Luis E.Ayuso, con el vocal de la Cmara Penal, Dr. Gustavo Garcia Mendez, con consentimiento de los litigantes, quedando los presentes en situacin de ser revisados por este Cuerpo. Luego de ello, conforme a la facultad que confiere el art. 19 C.P.C, se ofici al Juzgado de Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincu, a efectos de que remita copia certificada de la resolucin final recada en los autos penales referenciados supra, procediendo dicho juzgado a acompaar copia certificada de la sentencia N 93-01 mediante la cual se conden a Sylvia Rosario Elizabeth Sanchez como autora penalmente responsable de los delitos de Falsificacin Material de Instrumento P blico y Tentativa de Estafa en Concurso Ideal entre s. El relato de los antecedentes de la causa no ha sido objetado por el recurrente, de ah que hago la pertinente remisin al fallo en este aspecto. 2. La apelante se agravia respecto del resolutorio en las siguientes cuestiones: a. porque el a.quo desestima el cuetionamiento y acepta el dictmen del peritaje y consecuentemente tiene al ttulo impugnado por autntico con el argumento de que la impugnacin desmerece la pericia por incompleta e inconclusa pero no acredita que la labor pericial haya sido tcnicamente insuficiente, inhbil o inidnea para derivar en 3 la conclusin a la que arriba, an omitido el estudio cromatogrfico aludido. Para la recurrente ello es totalmente inexacto. El a.quo no explica jurdicamente porque la impugnacin no acredita que la labor ha sido tcnicamente insuficiente, etc., para derivar en la conclusin a la que arriba, loq ue hace a us considerando una pauta subjetiva, dogm tica y carente de motivacin jurdica suficiente y de sustanciacin subjetiva ya que, la propia perito reconoce a fs. 136 de autos en el punto AEstudio cromatogrfico@ que no la pudo realizar; es decir que la misma perito en su informe est expresando que la pericia est incompleta o inconclusa, amn que del simple cotejo de los puntos de pericia con las conclusiones de la perito de fs. 136 vta., surge la incompletividad de la misma; b. el juez viola la regla del tercero imparcial e incurriendo en arbitrariedad manifiesta al entender que la demandada debi hacerse asistir con un delegado tcnico; c. la valoracin de la pericia es defectuosa jurdicamente, carente de fundamentos jurdicos suficientes y que determinan que arribe a la conclusin expresada en la sentencia. Dichos reparos fueron respondidos por la accionante, quien, por los fundamentos que brinda, solicita el rechazo del recurso y la confirmacin de la sentencia alzada. 3. Debiendo iniciar el tratamiento de la cuestin litigiosa trada a esta convocatoria, dejo establecido que ella no puede hacerse vlidamente si no se toman en consideracin los antecedentes de la justicia penal que se han adosado a la causa. Asimismo, debo dejar en claro que el sentenciante de primera instancia, al momento de resolver sobre el fondo de la cuestin, no tena dichos elementos a su alcance habida cuenta que el procesamiento de la actora en sede penal consta ser del ao 1999 y la sentencia condenatoria del ao 2001, mientras que el decisorio sub.anlisis era anterior, del ao 1997. 4 3.1. Tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nacion que los fallos deben atender a las circunstancias existentes al momento en que se los dicta, aunque aquellas sean sobrevinientes a la interposicin del juicio o el dictado de la sentencia de mrito en ste. (Fallos 285-353; 310-819; 313-584, entre muchos otros) Tambien la Corte Provincial ha sentenciado: ANo existe obstculo legal para que el Tribunal considere la existencia de un hecho nuevo, si no implica cambio o modificacin de la pretensin y slo tiene por efecto consolidar el derecho reclamado. Tal consideracin es la lgica consecuencia de admitirse el principio de Aius superviniens@ (A. y S. T.55, p. 118-130; A.y S. T. 55, p. 319-331, A.y S. T. 57. p. 420-422). Sentado ello, cobra virtualidad la presentacin de la demandada con posterioridad a la expresin de agravios (v. fs. 220-224), y por adehala, debemos considerar la situacin procesal acaecida en sede penal y su directa incidencia en ste anlisis. 3.2. Pues bien, con relacin a la prejudicialidad penal debemos exponer lo siguiente: con el objeto de decidir la aplicacin del art. 1101 del C.C. se acostumbra a distinguir entre juicios ordinarios y ejecutivos, afirmndose que en los primeros, desde que se da cosa juzgada material, la sentencia s puede mostrarse en pugna con la que se dicte en sede penal, por lo que la razn de la aplicacin del art. 1101 C.C. ser a semejante a la de cualquier accin indemnizatoria. No as en los segundos, desde que debiendo limitarse el exmen del Juzgador a las condiciones extrnsecas del ttulo y pudiendo debatirse en un posterior juicio ordinario el aspecto causal, aquella semejanza no aparecera, no dndose, entonces, la necesidad de aplicar el art. 1101. Sin embargo, no puede tratarse de una regla uniforme, aplicable Aa priori@ a todos los juicios ejecutivos, ya que su vigencia depender, en ltimo extremo, del tipo de excepciones que oponga el 5 demandado (Cmara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Rosario, Sala II, AV.C.F. c. R.J.E. y Otros s. Ejecucin Hipotecaria@, 24.11.05, Jurisprudencia Rosarina, 2006, 1- p. 90). Continuando con dicho precedente, podemos decir que el principio general en sta materia ser: en los juicios ejecutivos no se aplica el art. 1101 en cuanto la sentencia penal refiere, por lo comn, a la causa de la obligacin y ella no se debate en tales juicios donde loq ue est en juego son las condiciones extrnsecas del documento. Es ms: la aplicacin de la reglamentacin civil de los arts. 1101, 1102 y 1103 menoscabaria el carcter abstracto y autnomo de la obligacin cartular, que tie la funcionalidad de la respectiva accin. Pero tal restriccin no basta: la aplicacin indiscriminada de esa regla importara tanto como dejar en manos del deudor la paralizaci n del juicio ejecutivo (desnaturalizando ostensiblemente la estructura y finalidad de este proceso), mediante el simple artilugio de activar la jurisdiccin penal con denuncias temerarias o infundadas. Si el delito no es imaginario, el Estado no debe fomentar que las tentativas se conviertan en delitos consumados, permitiendo que avance la ejecucin hipotecaria que, v.gr. configurara un delito de estafa. De all que, ms acotadamente, se propicia que excepcionalmente, la suspensin de la ejecucin corresponde en la hiptesis de que, por lo menos, se haya dictado auto de procesamiento por el delito de que se trate. Con otro enfoque, se sostiene que en este mbito opera el arbitrio judicial de examinar en concreto las circunstancias del caso. Indica tambien el fallo citado que , bien se ha advertido que de admitirse el progreso de la demanda se configurara un escndalo mucho mayor que el que podria derivarse de las sentencias contradictorias de que habla el codificador en la nota a los arts. 1102 y 1103 del C.C.; de all que se haya resuelto la 6 suspensin de la ejecucin hipotecaria en un caso en que se trataba de una causa penal en la cual se investigaba la comisin de los delitos de estafa, falsificacin y asociacin ilcita, en la cual habia sido querellada la escribana interviniente en la escritura de hipoteca, quien se encontraba suspendida en la matrcula y rebelde ante la justicia, con pedido de captura. La Corte Suprema de Justicia de la Nacin ha enunciado una directriz genrica al declarar que configura excepcin al principio que el recurso extraordinario no procede respecto de las sentencia dictadas en juicio ejecutivo, el hecho de que el progreso de la pretensin puede ser el medio apto para consumar un grave delito cuya investigacin se halla en curso ante los tribunales del crimen. La proyeccin de esas pautas a la especie -deca la Sala II de la Cmara de Apelaciones Civil y Comercial de Rosario en el precedente indicado- determina que, en las excepcionales circunstancias del caso, corresponda suspender el dictado de la sentencia. Se aclara que en el caso apuntado, se acompa copia del auto de procesamiento por la probable comisin del ilcito encuadrado en el art. 173, inc. 7 del C.Penal por parte del accionante. 3.3. Conforme al antecedente sealado, en nuestro caso ya no hay slo un procesamiento, sino una condena penal firme. En efecto, en el sub. exmine la actora ha sido condenada por el Sr. Juez en lo Penal de Sentencia de Melincu, Dr. Fernando Vidal, como autora penalmente responsable de los delitos de Falsificacin Material de Instrumento P blico y Tentativa de Estafa en Concurso Ideal entre s, a un ao de prisin de ejecucin condicional (v. fs. 261-271) Para ello consider que el Perito Calgrafo Bertana -actuante en sede represiva- utiliz tecnologa ms moderna o completa que la perito Graziani, circunstancia reconocida por sta en su dictmen respecto a que no pudo realizar 7 el estudio cronomatogrfico por no tener la tecnologa necesaria. A partir de ello el Juez de Sentencia penal da mayor entidad a la pericia efectuada por el perito Fernando Bertana por ser ms completa y con mayor rigor cientfico que la realizada por la perito Graziani, apart ndose, entonces, de sta y concluyendo que, por ello, constituye aquella una prueba de suma importancia en perjuicio de la imputada. Tiene en cuenta, entre otros elementos, que, pese a que los peritos sostienen que puede haber alguna interrupcin al confeccionar un documento, el perito Bertana afirm categricamente -y lo explic suficientemente en la pericia y en su testimonio- que, en este caso hubo agregado posterior en la palabra Aveinticinco@. Concluye que se cometi un hecho delictivo y su autora fue Sylvia Rosario Elizabeth Sanchez. A esa sentencia condenatoria en lo penal- que es suficiente para sustentar lo que ms adelante expondremos- se suma la decisin del Tribunal de Etica de Calgrafos Pblicos de la 2 Circunscripcin Judicial de la Pcia. de S.Fe, de sancionar a la Perito actuante en esta sede civil, Hilda Grazziani, por haber actuado con mendacidad al argumentar la imposibilidad de realizar la pericia cromatogrfica. 3.4. Continuando el desarrollo crtico de este voto, debo considerar que, an cuando el planteo sobre la incidencia de la sentencia penal en la solucin penal en la solucin de la causa civil (art. 1101 C.C.), no haya sido sometido a la consideracin del primer juzgador, al tratarse de una norma de orden pblico la realidad es que puede y deber ser declarada de oficio, con absoluta prescindencia de la falta de invocacin o an del desistimiento de ser alegada. Es decir, que los jueces civiles carecen de jurisdiccin para sentenciar en infraccin a la mentada norma civil, por cuanto su aplicacin constituira una consecuencia mucho ms disvaliosa que la paralizacin temporaria del trmite civil, el dictado de sentencias, contradictorias en razn del escndalo 8 jurdico que ello importa, cuando ambas acciones se fundan en idntica causal (Conf. C m. Nac. Apel.en lo Civil, ARiccheza, Mara del Carmen s. Tercera de Dominio en Autos: Rua, Manuel Alberto c. Blanco Jess s. Ejecutivo@, 16.3.2001; Lex Doctor, Jurisprudencia) Dicho decisorio tambien indica que la norma del art. 1101 C.C., no se limita exclusivamente al caso de la accin indemnizatoria derivada de un ilcito, sino que se amplia a otros supuestos, siempre exigiendo que se trate de un proceso penal pendiente antes del dictado de la sentencia civil, y que ambos procesos se hayan originado en los mismos hechos, siendo indiferente en cambio que intervengan las mismas o distintas personas, ya que no esta en juego el principio de la cosa juzgada, sino la conveniencia de evitar que se dicten sentencias contradictorias, con el consiguiente desmedro de la actividad jurisdiccional. Tal exigencia juega en tanto en primera como en segunda instancia. Es decir, la Aratio legis@ de la norma en cuestin tiende a impedir que un mismo hecho , pueda juzgarse de modo diferente en dos sentencias judiciales. Entonces, existiendo una causa penal que ha obtenido un pronunciamiento firme, con un conocimiento pleno de los hechos, prueba y debate, con intervencin no solo del fiscal, sino de la ejecutante como imputada y los aqu demandados como actores civiles; ello resulta un elemento cuya solidez y contundencia no pueden ser soslayados aqu, con lo cual, en el caso, concurren razones de excepcin, resultando una estrecha vinculacin entre objetos ysujetos de ambos procesos, lo que justifica dar preeminencia a la resolucin penal (arts. 1101, 1102 y 1103 C.C.). Reitero que la naturaleza de orden pblico del art. 1101 C.C. torna indisponible la cuestin para las partes y debe ser, inclusive, declarada de oficio (Jorge J. Llambias, ACdigo Civil Anotado@ T. II.B. p. 400; Nros. 4 y 5; Guillermo A. Borda, ATratado de Derecho Civil Argentino. Obligaciones@, 2, Ed. T. 9 II p. 423). Ello por cuanto la finalidad de la norma reside en asegurar el respeto al principio de autoridad de cosa juzgada en lo criminal, principio que recibe aplicacin tambin en el mbito del proceso ejecutivo, dado que su especificidad y la posibilidad de un juicio ordanario ulterior no permite descartar que se verifique eventualmente, el escndalo jur dico que se pretende evitar (Belluscio- Zannoni, ACdigo Civil y Leyes complementarias@ T. 5, p. 300 y nota 12). 4. De acuerdo a todo lo expuesto precedentemente, y existiendo el Aius superviniens@ indicado, corresponde entonces, dar preeminencia a la decisin en sede penal a efectos de que existan sentencias contradictorias, y, por ende, hacer lugar a la defensa interpuesta por la demandada, que si bien no ha sido calificada como excepcin, pero que, al haber planteado en el escrito de fs. 14-15 la falsificacin del pagar base de la accin, corresponde tener por interpuesta la misma (iura novit curia). Adems, debemos resaltar que tambien neg la deuda de la suma de $ 25.000.- que estaba consignada en el documento. Por todo ello y lo que surge de la condena penal aludida supra, cabe hacer lugar a la excepcin de falsedad material, y, como consecuencia, se rechaza la demanda ejecutiva instaurada por la adulteracin del documento en que se sustent la misma. A la misma cuestin la Dra. Mir, dijo: Adhiero al voto precedente. A la misma cuestin el Dr. Garcia Mendez, dijo: Habiendo dos votos coincidentes, invoco la aplicabilidad al caso de lo dispuesto en el art. 26, Primera Parte, Ley 10.160. A la tercera cuestin el Dr. Chasco, dijo: Conforme al resultado de la votacin, corresponde desestimar el recurso de nulidad y hacer lugar al de apelacin interpuesto por la 10 demandada, revocndose la sentencia alzada. En su lugar se debe hacer lugar a la excepci n de falsedad material y rechazar la demanda con costas de primera instancia a la ejecutante. Las costas de alzada tambien se imponen a la actora por resultar vencida tambien en esta instancia. Los honorarios de los profesionales actuantes en la Alzada se establecen en el 50% de los fijados en la sede inicial. A la misma cuestin la Dra. Mir, dijo: Voto en igual sentido que el Dr. Chasco. A la misma cuestin el Dr. Garcia Mendez, dijo: Habiendo dos votos coincidentes, invoco la aplicabilidad al caso de lo dispuesto en el art. 26, primera parte Ley 10.160. Por todo ello, la Cmara de Apelacin en lo Civil, Comercial y Laboral de Venado Tuerto, integrada, RESUELVE: I. Desestimar el recurso de nulidad. II. Receptar el recurso de apelacin, revocndose la sentencia alzada, disponindose, en consecuencia, hacer lugar a la excepcin de falsedad material y proceder al rechazo de la demanda, con costas a la actora. III. Imponer las costas de alzada a la accionante perdidosa. IV. Regular los honorarios de los profesionales actuantes en el 50% de los fijados en la sede inicial. Insrtese, hgase saber y bajen. AUTOS. SANCHEZ, S. C. FRATTESI , S, y ZARATE, R. S. D.E. 40.98 Dr. Carlos Alberto Chasco 11 Dra. Griselda Mercedes Mir Dr. Gustavo D.I. Garcia Mendez (Art. 26 Ley 10.160) Esc. Carlos A. Lopez Jordan 12