Skinheads

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SKINHEADS: REGRESAR AL ORIGEN
Sabemos que no tienen una buena imagen pública, sabemos que un padre preferiría que su hijo fuera un flaiter
drogadicto, antes que un sano y orgullosos Skinhead.
Sabemos que el movimiento pasa por uno de sus peores momentos, que están en la mira de todos, que la gente
no consciente desconfía de ustedes y digan lo que digan o hagan lo que hagan no van a cambiar en nada la
percepción distorsionada que se tiene de ustedes.
El movimiento Skinhead surge como la respuesta visceral de un sector de la juventud ante un mundo que
carece de valores, de una sociedad enferma que se cae a pedazos de podrida. En una sociedad sana no tendrían
razón de existir.
Con la elevación educacional en la segunda mitad del siglo XX una parte de la juventud de clase obrera
recibió las herramientas intelectuales, aunque básicas, para analizar su situación y alcanzar una respuesta
propia ante el sistema.
Los sectores proletarios aumentan su desconfianza a la demagogia izquierdista, que durante décadas no había
generado ninguna solución. Esto junto a la creciente decadencia de la forma de vida de los trabajadores
ingleses, formo hacia finales del los ´60s las bases para la formación de un nuevo grito proletario.
En 1969 nacen los Skinheads como la respuesta proletaria al progresismo−izquierdismo de la burguesía
Hippie. Nace de la calle, no de la universidad, ni de un café parisino, es visceral, básica y primitiva y por esto
mismo mas autentica.
Para estos Skinhead la izquierda era ideales creados por intelectuales burgueses como Karl Marx, que nada
sabían de que era ser un trabajador asalariado. Eran imposiciones tan burguesas como el capitalismo.
Muchos de ellos tenían pocas expectativas y los que por sus cualidades personales podían elevarse de clase,
renunciaron a abandonar a sus compañeros.
Estos primeros Skinhead, si bien eran rudos, poco cultos, tenían su grandeza en su origen, en su pureza inicial
y autenticidad, la excusa de sus defectos en su proletariado y en la dureza de vida que les tocaba.
Para un joven de clase obrera que no tiene herencias, lujos, educación o casa propia, sabe que tiene una sola
que jamás se le podrá quitar y es su nacionalidad. Entonces el internacionalismo marxista o la globalización
capitalista le aparece como la última estafa que le quiere robar lo mas propio.
Un discurso brutal, sin dobles, se hace molesto para un sistema temeroso de la verdad fría y dura, entonces se
hace imperioso combatir a estos mocosos y parafraseando el génesis no vaya a ser que se crezcan y nos
derroquen.
El sistema asume dos tácticas para esto:
Una la injuria y la exageración de actos de violencia aislados. Si unos Skins se iban a las manos en un pub de
Manchester provocados por pandilleros Pakistaníes, no importaba la objetividad, eran una vez mas los
Skinhead haciendo de las suyas. La imagen que comenzó a darse por los medios de comunicación
(manipulación) era absolutamente distorsionada y negativa.
No es que los primeros Skins fueran unas hermanitas de la caridad, pero no eran ni delincuentes, ni matones.
Y por cierto mucho menos violentos que las pandillas de jamaicanos, pakistaníes o narcos que ellos
combatían.
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Esta distorsión de la información produjo dos cosas: el rechazo y temor de una sociedad borrega temerosa de
cualquier salida de madre.
Y lo peor, la atracción de elementos neuróticos, que ya no llegaban por rebeldía al sistema, sino por ser
desechos sociales buscando refugio a sus trancas.
Por otro lado, la formación de los skinhead NS (nacional−socialista) vició el ambiente. No digo que sea malo
que un skins se haga nacional socialista, lo malo es que muchos NS adoptaron la moda skinhead sin entender
su motivación y espíritu, la estética skinhead se convirtió en un disfraz sin contenido.
No hubieron líderes juveniles que encausaran la rebeldía, Ian Stuard quizás, pero murió tempranamente.
La escena skinhead europea está llena de neuróticos, hooligans, cuicos disfrazados, fachas e individuos que
son cualquier cosa menos skinhead. A excepción de los sectores nacional revolucionarios.
La segunda forma de combatirlos fue producir movimientos opositores que copiaban la forma exterior del
skins. SHARP y RASH terminaron por dejar por el suelo lo que es ser skinhead. Allí donde va la gente, los ve
sucios, macheteando dinero, drogándose o bebiendo, la gente los ve y los confunde con ustedes y además
reciben el apoyo del sistema.
Una parte de la juventud chilena de mediados de los `80s estaba aburrida de la polarización derechismo −
izquierdismo se preguntaban ¿porque me voy a pelear con otro por su opinión política? Para ellos lo correcto
era lo correcto, lo bueno era bueno y lo malo era malo, sin importar su color político.
Los partidos dividen, hay que estar unidos, los molestaba la demagogia, desconfiaban de los políticos
tradicionales, creían en sus propios ideales.
Crecieron, hicieron revistas fotocopiadas, formaron bandas de rock, se pelearon con hippies, brigadistas de la
jota, coreanos e incluso pacos.
Todo esto pasaba y a nadie molestaba su presencia, nadie los juzgaba que amaran a su país.
Con el tiempo el fenómeno se diluyó, eran muy jóvenes y no supieron llevarlo, los que los reemplazaron eran
tipos que se influenciaron por la información que les llegaba de Europa, información deformada claro esta, y
creyeron que eso era ser skinhead.
Como la información era mala, la imitación fue peor, naciendo en Valparaíso, sector de Playa Ancha lo que
hoy se conoce como White Power o comúnmente White Wea.
En Santiago si bien la influencia nacional socialista fue mayor y más directa, la situación social en las
poblaciones y el flagelo de la pasta base, hizo que los primeros skinhead santiaguinos tuvieran un espíritu
legítimo, sobre todo en la comuna de Puente Alto. Se enfrentaron a la droga, limpiaron poblaciones, llevaron
tranquilidad a la comunidad, pero después también decayeron y fueron perseguidos por el sistema.
Al extenderse Internet llegaron jóvenes de clase media que poco entendían del espíritu original.
Con la creación de Martillo del Sur, un grupo NS/NR altamente ideólogizado y activo, y los ataques de
medios de comunicación y antifas terminó por consolidarse la imagen de skinhead = nazi, skinhead = bruto.
Aquí también el skinhead se volvió en una moda de enfermos sociales, de nostálgicos y punks rapados que
nada tenían que ver con los skins ochenteros.
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¿Todo está perdido? Les dejan su nombre a una manga de cretinos sin sentido social o reconquistan su
verdadero nombre. Skinheads.
Vienen de sectores que siempre serán marginados, el solo hecho de ser joven y pobre los margina, nada ya les
queda por perder. Les queda el orgullo y la patria, y morir como skinhead, peleando contra todos y contra
todo.
En este siglo veinte cambalache que han convertido su patria, renunciar es traición.
Volver al origen es el único camino, recuperar la esencia en bien de su propio orgullo.
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