Rev Med. Hosp. Na!. Nlí'\os Costa Rica 19 (2):31-46, 1984 SINOROME DE BETA TAlASEMIA MENOR 1. Aspectos Genéticos y Moleculares; consideraciones clínicas Dr. German f. Sáenz* y Dr. German Sánchez** INTROOUCCION la palabra talasemia se deriva del griego "thalassa" Que significa mar. Esta enfermedad hematológica tiene su asiento en una perturbación hereditaria de los cromosomas que contienen los genes estructurales que regulan la síntesis de las varias cadenas de globina de las hemoglobinas (Hbs), las cuales son estructuralmente muy similares. Las Hbs humanas figuran entre las proteínas más extensamente estudiadas. la Hb A o Hb normal del adulto se compone de dos tipos de cadenas polipeptídicas, alfa y beta, con 141 y 146 amioácidos o residuos, respectivamente. Un par de cada tipo de cadena de globina interactúa con dos grupos heme para formar finalmente un tetrámero funcional de Hb A, existiendo unos 350 millones de éstos en cada eritrocito. la existencia de beta talasemia ({3 - tal) en Costa Rica está bien documentada (30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 40, 55, 56). Se destaca en uno de los trabajos nacionales el hallazgo de una frecuencia de 0,25% del rasgo o condición heterocigota de esta enfermedad hereditaria, en 12.000 niños de una población escolar representativa de todo el país (36). Siendo un trastorno de la Hb relativamente frecuente en nuestro medio, deseamos plantear en esta primara entrega las características clínicas, genéticas y moleculares más importantes de esta patología hereditaria de la Hb, la cual a menudo pasa inadvertida o es erróneamente diagnosticada. Aspectos genéticos y moleculares: El estudio de las talasemias y la construcción de un mapa completo de los genes de la Hb han sido procesos paralelos. Los genes <x, aparentemente idénticos e íntimamente ligados, se encuentran en el cromosoma 16, siendo precedidos, de acuerdo con la posición 5' - 3', por los dos geries embriónicos de globina Zeta (de la Hb Portland) (15). El gene ~ se encuentra en el brazo corto del cromosona 11, estando íntimamente ligado hacia el lado 5' con el gene 'Y (de la Hb A2), el cual a su vez se halla precedi* Centro <:te Investigación en HemoglobInas Anormales y Trastornos AtInes lCIHATA), UnIversidad de Costa Rica, San José, Costa Rica. ** Servlcl.. de Hematología. Hospital calderón Guardia, C.C.S.S. San José -- Costa Rica. 31 32 REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NIKlOS DR. CARLOS SAENZ HERRERA do por dos loci de cadenas 'Y (de la Hb f). quienes a su vez se ven precedidos por el locus de la cadena embriónica epsilon (de la Hb Gowed (12). En tanto las O:-tal son fundamentalmente el resultado de genes no funcionales, salvo la variante rP-tal que también se produce por deleciones en el cromosoma 11. Todos estos asombrosos hallazgos son producto de sofisticadas técnicas de biología molecular. En cada estado del desarrollo fetal humano los genes de los cromosomas 11 y 16 son activos. La más temprana Hb es la Gowér I (Z2e2). Aproximadamente a las 8 semanas de gestación empieza a sintetizarse la Hb F (0:2152), Ourtante este período transicional se logran demostrar otros dos tetrámeros: la Hb Gower 2 (0:2E2l Y la Hb Portland (Z2 'Y2). Comenzando justamente antes del nacimiento. la Hb F es reemplazada gradualmente por la Hb A (0:2132)· Posteriormente hace su aparición la Hb A2 (0::2°2>' A los 6 meses del nacimiento 97-98% de la Hb es A yaproximadamente un 2,5% es A2' Algunas células persisten con Hb F, encontrándose en el adulto aproximadamente un 1% de la misma. El estudio de los mecanismos moleculares de las talasemias ha experimentado recientemente un gran progreso gracias al desarrollo de nuevas técnicas basadas en el análisis secuencial de las moléculas de mRNA, y la síntesis de duplicados de fragmentos de DNA o ONA complementario (cONA) a partir de mRNA globínico mediante reacciones cstalizadas por una transcriptasa reversa. Los cONA así obtenidos pueden utilizarse en técnicas de hibridación, una de cuyas aplicaciones más recientes es el llamado análisis restrictivo, que consiste en la digestión del ONA celular mediante endonucleasas y la posterior electroforesis de los fragmentos obtenidos en geles de p01iacrilamida. Los fragmentos de ONA una vez separados son sometidos a hibri~ación mediante cONA marcado con p 32 y finalmente analizados por autorradiografía (gel-blottint) (45). Siendo las talasemias un grupo de desórdenes en los cuales se halla reducido el grado de producción de una o más de las cadenas de globina, y existiendo varios tipos de cadenas polipeptídicas en las hemoglobinas humanas, son numerosos los puntos metabólicos en donde su síntesis podría estar trastocada (20, 50). Por lo tanto, la enfermedad talasémica no es un desorden único a Olivel molecular. En las beta talasemias ({3 - tal) por consecuencia, existe una considerable heterogeneidad, pucíiendo ser clasificadas gruesamente en dos ¡grupos: ¡3+ -tallen el cual hay reducción de la síntesis de cadenas {3 • y ¡3O-tal en done de no existe síntesis del todo (Cuadros 1 y 2). Se ha demostrado que el comienzo, la elongación y la terminación de las cadenas (3 son normales en JJ+·tal (6). La evidencia presente indica que el defecto molecular de fondo en la frecuente ~·tal es una producción reducida de mARN (48), el cual puede resultar de una anormalidad en el proceso de la transcripción del mARN (21,46). Como resultado de ello, la síntesis de cadenas {3 se halla disminuida de un 5 a un 30% de lo normal (46, 48). La (3O-tal es un desorden aún más heterogéneo a nivel molecular. En algunos casos no hay mARN detectable en el citoplasma (3), y en otros se ha demostrado un mARN anormal o inactivo (13). En la gran mayoría de los casos investigados de po-tal se ha comprobado que los genes de cadenas {3 se hallan intactos, en tanto que en la variedad O(30-tal hay pérdida de ese gene y usualmente parte de los genes O 126>' Por lo tanto, la J30-tal y la O(30-tal caen en un número importan.te de eventos moleculares: pérdida de genes {3 y o parte de éstos; pérdida ocasional de parte del gene de globina {3 (24); presencia de genes pero ausencia de pro· ° 5aeol¿ G. & G. Sánchez: BETA TALA5EMIA MENOR 33 ducción de mRNA; producción de un mRNA no funcional; y producción de un mRNA funcional el cual no se utiliza en virtud de Un defecto traslacional (16). Cuadro 1 Tipos de Beta-Talasemia clásica Tipo Hete rocigota Homocigota (JJ tal. menor, ~'5% Hb A2 tal. mayor: no hay Hb A, ~98% Hb F (f Imedíterrá neo) tal. me'1Or, ~ 5'Y,;'Hb A {f (negro, prrl tal. menor, '5'/' Hb A 2 tal. mayor; ~ 10-20% Hb A, ~70-80% Hb F tal. intermedia; ~ 80-50 1}¡- Hb F, ~ 50-70';; Hb A Hb A2 normal (tipo 1, "si tencioso") Hb A 2 normal (tipo 2, "inmovil") Z Defecto molecular heterogéneo: defectos de maduración del mRNA, entre otros; también delaciones y defectos de traducción del mRNA. defectos de maduración nuclear del mRNA, al menos en algunos casos idem hematolog ía prácticamente normal; Hb A2 y Hb F normales ligera tal. intemltldia; 10·30% Hb F, Hb A 2 alta no definido rasgo r atasérnico clásico; Hh A2, Y Hb F normales no descrita no definido Cuadro 2 Hallazgos h¡;matológicos en síndromes de ~ - talasemia menor o heterocigota razón morfologTa Hb F VCM e rittocí l¡ca Hb A 2 sintética De~orden anemia {3/o:(*) anormal {3 o ta I ~+ tal Imediterráne,f# {3 tal (africano) 0t81 portador severo {3 tal portador silente {3 tal portador inactivo o tal o{3 + tal (silentel ++ Hbs Lepore Hb K Woolvvich + N-' O O O + + N-. N-l D O-N O +-+ NI O N O N N O-N I N N O-N N N N-' N O O-N DN O O O N N ó/3 'Y~tal (O?) O t + O O N O O O + + + + + I + presente, -ausente; N=normal; D=disminución; I-::-incremento. (*) l1ormal-'---1,0; DO 0,5-0,7. (no se incluyen en el cuadro los diversos síndromes de persistencia heredItaria de Hb F. to' cuales presentan mucha semejanza molecular con las o{3 tal. consider¡jlldose!es tln la detua'¡d~d como ligadas a dichas talasemias pero con excelente compensación a travcs de la prOdUI'UDII adecuada de Hb F 1 34REvl5TA MEDICA HOSPll AL NACIONI-'I DE: !\j1r'105 01'< ~ARI ,1':0 '"AEN¿ rlEI'<I-H >-l ..... las mencionadas técnicas de transcripción reversa del RNA en DNA. de los ana lisis de restricción enzimática y, especialmente las últimas téCnicas en torno al do naje del ONA en plásmidos y fagos (5, 25, 46). han permitido mayores progresos en la comprensión de las bases moleculares de los síndromes talasémicos. Una viSión ligera de estas sorprendentes investigaciones se indican a continuación con el fin de interesar al lector en los finos detalles de los trastornos moleculares que originan el pleomórfiC!o cuadro de la {3 . tal. Para efectos didácticos, en la Fig. 1 esquematizamos la anatomía de un gene de (3 globina. El gene contiene: a) secuencias de nucleótidos que pueden ser transcritas en una molécula de RNA nuclear y que aparecen en el RNA maduro y que se denominan exones; b) secuencias que son transcritas en el RNA nuclear pero que no aparecen en el mRNA maduro porque son eliminadas en el núcleo (Fig. 2). que se denominan intrones (también llamadas intetvening sequence-IVS-), V que permiten la unión de las secuencias correspondientes a los exones, fenómeno que se conoce con la denominación de "splicing" (empalme). De todos modos, no todas las secuencias que aparecen en el mRNA son traducidas en proteínas V su función se desconoce. los mecanismos de regulación de la transcripción no se conocen, pero implican probablemente secuencias de DNA que distan algunos centenares o quizá millares de nucleótidos del Hene de g/obina. Fi¡"ra 1 ¡:; Eoquem. de la sn.tomía d. un gene de ATA: señal de rE.'ccnocl.wíe!1to para la 9101>,". (27) ~A po~imerasa AC: CAP SI1'E-lngar d~ tnici.o ~ la transcri.pcióI¡ ATG(AUG ero el ~¡.q sellel d~ lnlcie de tradur<..:100 iJ\fAM: s,.0<11 pat"a ;.;, TAA: \lI¡lÓL de: 1 P('l1. l\ señal de termlnación 3• 5• L_ _ _o. J bases ~.;@ S'~<.;ue"cia transcrit.a. llreHcntu en (' 1 m~.JA. no l raducl.rirl .,ae'.z G & G Sánchez BETA rALA5EMIA MENOR RNA nuclear 1/1/1 A B A B e UAA AUG m RJ'.1 A Figura 2 Esquema del "Splicing" en el R NA nuclear Se admite que la transcripcíon se origina en correspondencia con el "cap site" (que especifica la señal para la incorporación de un nucleótido particular; la 7-metil guanosina) y que la presencia de la secuencia ATA, situada a una distancia de 23 nucleótidos del "cap site", es importante para determinar el punto preciso de inicio. Como se sabe, ciertas enzimas nucleares eliminan el RNA que corresponde a los intrones y unen el RNA correspondiente a los exones; además otro sistema enzimático incorpora una molécula de poliadenosina (poli A) al extremo del RNA. En base a estos modernos conceptos, las beta talasemias se pueden dividir en: 1.- defectos de la maduración de RNA nuclear 2.- defectos de la traducción del mRNA. Tan sólo estos dos tipos de defectos están bien documentados en el plano molecular. Se ha sugerido la existencia de transcripción pero no se han demostrado aún las bases moleculares de estas alteraciones. A continuación se resumen los principales defectos demostrados en los genes beta de la globina (27): 1) Defectos de la maduración del RNA nuclear -{3 °talasemia: la secuencia CQ!.GA, coloca-ia al micio del segundo intrón UVS-21. es mutada a C~GA con modificación del par crítico de nucleótidos GT El "splicing" no puede realizarse. Este tipo de alteración se ha descrito en pacIentes Italianos ¡J 'talasemia una secuencia TTGGTCT situada en el primer IIltron (IVS-11. es 36REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NIÑOS DR. CARLUS SAENZ HERRERA mutada a TT AGTCT, es deci r un solo cambio de nucleótido (G "Al. Así se genera el par de nucleótidos críticos AG, preceptivo en el IU9ar del "splicin9'" Por efecto de estas mutaciones, el "splicing" puede efectuarse erróneamente uniendo el extremo del primer exón con un fragmento interno del intrón, en lugar de hacerlo con el inicio del segundo exón. Por esto el mRNA que se forma I~S anómalo y se destruye in-vivo por su inestabilidad. Sólo se produce una pequeña cantidad de mRNA normal y por ello se trata de una {3 +talasemia, forma habitual en Chipre, Grecia y otras regiones del Mediterráneo, incluida la población italiana (25). 2) Defectos de traducción del mR NA -{3 o talasemia de terminación precoz. En una forma hallada en individuos chinos (5), el triplete de nucleótidos AAG que especifica el aminoácido 17 (Ijsina) muta a TAG. En el RNA, donde U (uracilo) corresponde a T (timina), el nUevo codón UAG especificará la interrupción de la traducción. Igualmente en individuos italianos, CAG (correspondiente a glutamina en posición 39) muta a T AG. En ambos casos, los ribosomas no logran traducir completamente el RNA porque se paran al llegar a la señal de bloqueo (codón terminal UAG). Se trata de una {3°talasemia. -{3 °talasemia de tipo Ferrara. El mRNA para la cadena beta está presente pero no se traduce, muy probablemente por la falta de un factor proteico necesario para iniciar la traducción. En ~ -tal la reducción de la síntesis de cadenas {3 resulta de un incremento en las proporciones de Hb A2 (0: 2 °2) Y de Hb F (cx 2'Y2l. El típico exceso de cadenas ex en{3 O-tal no forma tetrámeros, por lo que no se forma la molécula 0:4 (16). En la varianteO{3 O-tal la pérdida de genes activa la síntesis de cadenas gama con el consiguiente aumento de los niveles de la Hb F y frecuente disminución de los de la Hb A2 en los heterocigotos. Dos fenotipos beta-tal incluyen a las hemoglobinas Lepare y a la Hemoglobina K Woolwich (Cuadro 2), toda vez que en ellas hay disminución de síntesis de cadenas polipeptídicas, o~ (híbridas) en el primer caso, V ~ en el segundo. La distinción hematológica entre los tipos {3 + y {3°·tal no puede lograrse a no ser dentro de un marco genético apropiado que incluya el estudio concomitante o asociado de una variante de la Hb A de cadenas {3 (8, 34), o por estudios de síntesis de globina (28). Las {3 talasemias son entonces desórdenes que surgen en última instancia en virtud de una defectuosa síntesis de la cadena ~ de la Hb A, siendo esta cadena deficitaria en su síntesis estructuralmente normal (excepto en los síndromes por Hb Lepore). El desbalance sintético da como resultado no sólo una defectuosa hemoglobinización de la célula, sino también fenómeno hemolítico tanto intramedular como periférico debido a la precipitación intracelular de la cadena ex la cual es sintetizada con un exce50 relativo. Estos eventos, ligeros en la {3 tal menor. son exagerados y nocivos en la forma mayor o enfermedad de Cooley. Fisiopatología de la anemia en los síndromes de {3 -tal los estudios in-vitro de síntesis isotópica de globina en {3 tal han permitido adarar el mecanismo de anemia en estos desórdenes (2, 11,49), Para tales efectos se utilizan reticulocitos periféricos o serie roja nucleada de médula ósea. En estos Saenz G. & G Sánchez: BETA T AL..A5EMIA MENOR 37 síndromes se observa un desbalance sintético entre cadenas <X y no <X (razón no r· mal= 1,0 ,.. 0,05), con exceso de síntesis de cadenas <X respecto de la {3. Esto sugiere que un exceso de cadenas libres <X no se conjugan con otras cadenas dentro del eritroblasto y, por ende, en el eritrocito (20). En otros experimentos se ha comprobado que no existe del todo síntesis de cadenas (3, habiéndose sintetizado únicamente Hbs F y A2 con cadenas <X libres (50). Estos hallazgos lograron agrupar a las {3tal clásicas en dos tipos: aquel en donde se produce Hb A Y aquel en donde del todo no hay síntesis de cadenas (3. Estos cuadros son los que corresponden, respectivamente, a las clásicas {3 +-tal y {3 O-tal (Cuadros 1 y 2), Las cadenas ex libres en exceso son inestables y originan los cuerpos de inclusión que se encuentran en los precursore de la serie roja (51). Estos eventos sintéticos son ligeros en la (3 tal menor (Figura 3). Iguales comentarios pueden hacerse en torno a una variedad de l' tal denominada O(3tal o F tal menor (Cuadro 2). En esta condición heterocig"lta el cuadro hematológico es muy similar al de los dos tipos clásicos de (3 tal. Se caracteriza, eso sí, por niveles altos de Hb F (5-20%), con Hb A2 normal o ligeramente reducida. Los eritrocitos {3 talasémicos presentan varias anormalidades metabólicas. La membrana es más permeable al K+ y tiene una habilidad reducida para generar ATP (14, 18, 19). Es muy probable que la formación de cuerpos de inclusión de cadenas o:: sean de alguna manera responsables de estos cambios fisiopatológicos de la membrana (51) Posiblemente la membrana sufre también daño por trauma mecánico cuando los cuerpos de inclusión son removidos de las células por "picoteo" durante sus pasajes en los sinusoides esplénicos. La función anormal de la membrana ocurre en mayor grado en aquellas células con mayor desbalance de cadenas, por lo que aquellas células con un número relativamente mayor de cadenas gama (Hb F) tendrán menos daño de membrana y una mayor sobrevida (10, 17, 18). Finalmente hay una evidencia fue rte de que la pobreza hemoglobínica de las células talasémicas puede contribuir con los cambios asociados de la función de la membrana {44l. Los defectos en la síntesis del heme han sido claramente demostrados en (3 tal (20). El heme inhibe la ALA-sintetaza, enzima responsable de esa síntesis (inhibición por retroalimentación). Este defecto en la producción normal del heme es probablemente el resultado de la acumulación del mismo debido a la defectuosa síntesis de cadenas {3 y por ende de la Hb (hipocromia). Así mismo existen cantidades incrementadas de hierro dentro de los eritroblastos, el cual al sobrecargar a las mitocondrias podría ser responsable de algunos de los cambios metabólicos observables en los precursores, tales como la regeneración disminuida de ATP (51). Todas estas observaciones señalan la importancia del exceso de cadenas ex en la patogénesis de la (3 - tal. tanto en sus aspectos hemolíticos como de la eritropoyesis ineficaz (20, 43). El grado de eritropoyesis ineficaz en unión de una vida acortada de los eritrocitos produce el cuadro de anemia que se observa en estos síndromes, siendo ligero en las formas menores y muy severo en las formas mayores de la enfermedad, clásicamente denominadas como enfermedad de Cooley, de la cual hay tres casos descritos en el país (32, 37, 40). En estéis últimas, se une otro factor cual es la tasa elevada -aunque no compensatoria- de Hb F, la cual siendo un pigmento con alta afinidad por el oxígeno. llega a producir una considerable anoxia tisular y por lo tanto un fuerte estímulo para la producción de eritropoyetina, con marcadísíma expansión de la médula ósea que puede llegar a un eritrón fijo hipertrofiado tanto como 50 ve· ces lo normal (1) Es claro qua estos eventos fisiopatológicos no suceden en tal grado en las formas menores o rasgos de {3 -tal, objeto primario de esta revisión. 38 REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NI~OS DR. CARLO~ SAENL HERRERA Cromosomas ~ A OC1 Geno lila diploide (genes activ08 1.,.'10 del na- cillli En t o) grado de síntesis ------....:.normal .. A ot..... t pool de relativo--------- caden8S~libl'ffi IIb F N ,:~ 6~ "'8 g' g,a<3o \111 slntEsls normal Fado in tC:s P:ia normal rl'tQl • 10 sfntesis dIs.nInui<ta IIb ~2 &2 "2 f A PJ 4- 2 I I :3' ..... *==' cromosomas 11 S1ntesis de t{b en ~ tal menor. El ejemplo es de (3+ tal en la cual hay diGminucioo de la sínteois de cadcn.>.s 13. El aumento de la lIh ~ (parámetro Cl'fiCO de diagnóstico) l~s producto de la d1sminuCioo de c~denaa • haciéndose más asequibles las Clldenaa aL para las d (1Ih ~ . Figura 3 o ligo Saenz G. & G. Sanchez: BETA TALA5EMIA MENOR 39 Aspectos clínicos: En contraste con la intensa sintomatología asociada con la {3 tal mayor, el paciente con {3 tal menor a menudo no se da cuenta de su anormalidad hematológica, ya que por lo general no son sintomáticos y pueden no ser anémicos (4). En la mayor parte de los casos, el examen físico es normal, pero, en algunos raros casos, puede palparse la punta del bazo. Estos pacientes no presentan ninguno de los estigmas usualmente asociados Con la talasemia mayor, tales como hipertrofia de los huesos faciales (debido al aumento de la hematopoyesis), déficit de crecimiento y desarrol.lo y aumento de la pigmentación cutánea (debido al aumento de los depósitos de hierro). En unos pocos casos el tipo clásico de {3 tal menor con Hb A2 alta presenta una inusual severidad clínica con moderada anemia, esplenomegalia y cambios óseos, con complicaciones tardías tales como úlceras en piernas y litiasis biliar (23). A este tipo corresponde el clásico reporte de Stamatoyannopoulus et al. (47), sugiriéndose Ique la esplenectomía puede disminuir la severidad de la anemia al incrementarse la sobrevida eritrocítica. Es opinión de Weatherall (51) que los casos sintomáticos de {3 tal menor -que son raros-, deben ser objeto de un estudio profundo tanto analítico como genético antes de clasificárseles así. El nivel de hemoglobina en la talasemia menor clásica está casi siempre entre 11 V 13 g/di, aproximadamente de 1 a 3 9 por debajo del rango normal para edad y sexo (23), pero existe a menudo un grado moderado de eritrocito· sis que origina una disminución de la HCM. Wood et al. (54) estudiaron un grupo de niños {3 tal heterocigotos, a intervalos de 3 meses desde el nacimiento hasta un año de edad. Los niveles de Hb fueron consistentemente de 1 a 2 g/di menores a través del primer año de vida en relación con un control de niños normales de las mismas madres. También demostraron que el VCM y la HCM fueron también significativamente menores y que la proporción de Hb F declinó más lentamente en los talasémicos. En el frotis de sangre se observan microcitosis, hipocromía, punteado basófilo y células en diana, pero estos cambios morfológicos no son patognomónic~sI y pueden observarse, salvo los dos últimos hallazgos, en un simple déficit de hierro, un desorden adquirido relativamente común. Por tal motivo se sugiere practicar cualquier parámetro que mida el status del hierro (protoporfirina libre o ligada a Zn, FeS e J. de S., ferritina) antes de que se realicen investigaciones más elaboradas (23). En todo caso el diagnóstico en la mayoría de pacientes, debe establecerse con certeza a través de la electroforesis de la hemoglobina y con la demostración de un aumento en los niveles de Hb A2, de Hb F, o de ambos. La anemia microcítica hipocrómica de la {3 tal menor no responde al tratamiento con hierro, y sin duda la administración prolongada o excesiva de hierro a estos pacientes supone el riesgo de una hemosiderosis (4). Por otra parte, una deficiencia concomitante de hierro puede deprimir los niveles de la Hb A2 en {3 tal menor (4, 52, 53), hecho que puede establecer una confusión diagnóstica importante, especialmente en mujeres embarazadas y en la niñez temprana. La médula ósea en esta condición ménor muestra ligera hiperplasia eritrocítica de pobre hemoglobinización, con ocasionales inclusio· nes, siendo infrecuente la transformación megaloblástica -vista usuftlmente en el • embarazo-; eS ligera la eritropoyesis ineficaz, pero la sobrevida eritrocítica es normal o cercana a ella (51). En una serie de 15 mujeres gestantes con {3 tal menor, cuatro 40 REVISTA MEDICA HOSPITAL NACIONAL DE NIr\lOS DR. CARLOS SAENZ HERRERA eran deficientes en hierro, como pudo deducirse por los niveles de hierro en el suero y los depósitos en la médula ósea, mientras que 5 presentaban una hemosiderosis probablemente debida al tratamiento previo (9). La gestación en mujeres con {3 tal menor Se complica primordialmente por un aumento en la gravedad de la anemia durante las 24 a 28 semanas de gestación. En un total de 308 pacientes, recopiladas de la literatura médica, el nivel mínimo medio de hemoglobina fue de 9,3 g/dI (22). Esto es ciertamente compatible Con una gestación normal y, en la mayoría de casos, no fue necesaria ninguna otra terapéutica. No obstante, en el paciente ocasional puede descender este nivel hasta los valores considerados como anémicos intensos, requiriendo entonces transfusiones para evitar complicaciones graves. En unas series (29), el 14% de mujeres embarazadas presentaban un nivel mínimo de hemoglobina por debajo de 7,1 g/dI, y 2,5% por debajo de 6,1 g/dI. En nuestro medio se han observado cambios semejantes (42). En otra experiencia clínica (22), se destacan los siguientes hechos: varias mujeres con {3 -tal menor desarrollaron insuficiencia cardíaca congestiva secundaria a la anemia grave aparecida durante la gestación. También sobrevienen con mayor frecuencia muertes perinatales debidas a hipoxia intrauterina en el grupo de anemias graves. En el pasado, el déficit de ácido fólico contribuyó probablemente al9rado de anemia, sobre todo en el pacientes cuyo estado nutritivo bordeaba límites normales. Los suplementos de ácido fólico en estos casos son hoy habituales, por lo cual resulta bastante rara la crisis megaloblástica durante la gestación. Por otra parte, la gestación en mujeres con {3 -tal puede evolucionar usualmente sin complicaciones. No hay pruebas de que disminuya la fertilidad ni de aumento en las pérdidas fetales. El parto suele ser normal, y el peso medio al nacer también. No paracen existir contraindicaciones para cualquier método quirúrgico, y es posible emplear cualquier tipo de fármaco o dispositivo contraceptivo sin temor a un aumento en la incidencia de fenómenos tromboembólicos o de infección. El por qué en una minoría de mujeres gestantes {3 talasémicos puede surgír una serie de problemas a causa de la agravación de la anemia no está claro (8). Afortunadamente, como se indi.có antes, la paciente gestante heterocigota generalmente no necesita asistencia especial, sino solamente una estrecha vigilancia como medida de seguridad y sólo en casos excepcionales puede ser necesaria una transfusión. En cuanto a trastornos de la hemostasia observables en {3 -tal menor, Fernández et al. (7) demuestran una disminución de la agregación plaquetaria por diversos agentes para el caso, excepto para la ristocetina. Igualmente estaba alterada la adhesividad plaquetaria, siendo normales los tiempo de sangrado y de coagulación así como la retracción del coágulo. Queda claro que la talasemia menor no puede ser sospechada sólo con las evidencias clínicas. Es por lo general un diagnóstico de laboratorio y no surgen problemas cllnicos, excepto -como se señaló-, alguna vez en la gestación, o a causa de factores agravantes asociados, tales como infección (51). Prácticamente todos los heterocigotos entran en este grupo. Una vez que estos pacientes con el rasgo deciden someterse a los cuidados médicos, surgen dos problemas principales (8): o se efectúa un diagnóstico erróneo de anemia o ictericia leve, o el proceso es clasificado como una forma intermedia de talasemia al pasarse por alto una enfermedad asociada. Ambos errores pueden ser importan· tes. Los heterocigotos no son inmunes a otras causas de anemia, incluido el déficit de hierro, ves más seguro atribuir los sfntomas y signos a otro proceso distinto de Sáenz G. & G. Sánchez: BETA TALA5EMIA MENOR 41 la talasemia. Otro error común es la incapacidad para destacar la inocuidad del proceso y su expectación normal de vida, causando así un estado de ansiedad innecesario. Una Importante fase en la prevención de la deletérea forma de beta - tal homocigota o mayor es la detección de los estados heterocigotas en la edad adulta. Estos abordes analíticos deben ser aún más exigentes en aquellas poblaciones en donde se haya detectado una alta incidencia de las taras talasémicas (4). En este sentido son necesarias pruebas de escrutinio en todos aquellos individuos con anemia hipocrómica refractaria al tratamiento con hierro. Una vez identificados, los individuos Con el trastorno deben recibir educación a través de un consejo genético que les permita comprender la naturaleza de su trastorno hereditario y de sus implicaciones genéticas. Baste con recordar que dos individuos heterocigotas afectados por {3 tal menor que deseen contraer matrimonio, tendrán una posibilidad en cuatro de engendrar un hijo homocigoto severamente enfermo. Poblaciones genéticas de {3 - tal Las {3 tal se hallan ampliamente distribuidas en las poblaciones mediterráneas, el Este Medio, parte de la India y Pakistan y a través del Sureste de Asia. En estas poblaciones las frecuencias del gene para los diversos tipos de {3tal son del rango del 5 al 20%. Las {3 tal son raras en Africa excepto por algunos grupos aislados en el Africa Occidental, notablernente en Liberia y en partes de Africa del Norte (51). La {3 tal se presenta esporádicamente en todos los grupos raciales, por lo que el fenotipo racial no excluye el diagnóstico de ninguna forma de {3 tal. La razón para el mantenimiento del polimorfismo talasémico todavía es desconocida (16). Alguna evidencia relaciona la alta frecuencia del gene en algunas zonas con la existencia previa de malaria falciparum (51 l. La F-tal o o{3 tal se localiza fundamentalmente en las poblaciones raciales del Mediterráneo, con ocurrencia esporádica en el Mediano Este y en Africa (51). En cuanto al gene si!encioso de {3 tal, descrito por Schwartz (44), White (53), cita que en G reci a lo poseen una de cada diez pacientes con {3tal. En Costa Rica la investigación de los síndromes de {3- tal ha sido proficua (30, 31, 32,33, 34, 36, 37,38,39,40, 56). Destacamos la frecuencia de 0,25Sir, del rasgo clásico en 12.000 niños escolares (36), es decir un caso por cada 400 niños, y de 0,50 1Y, en 1000 niños pre-escolares y escolares del Cantón de Santa Cruz, Guanacaste (41). Por otra parte, se han descrito dos formas mayores u homocigóticas de la enfermedad (32, 37), y una {J tal intermedia por la coneu rrencia de dos haplotipos anormales de {3 tal, {JO y (o{3)O (40). La existencia de los tipo {JO O e + se han destacado en dos de esas publicaciones (32, 34, 40), así como el (o{J)O o F-tal (30, 311. BIBLlOGRAFIA 1.- Bank A. & Marks P.: Excess alpha chain synthesis relative to beta chain synthesis in thalassaemia major and minar. Nature 212: 1198, 1966. 2. Bank A.: The thalassemia syndromes. Blood 51: 369. 1978 3. Benz E. et al.: Variability in the amount of;J globin mRNA Cell 14:299, 1978. 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