Conclusiones provisionales - Sociedad Española de Agricultura

Anuncio
Conclusiones XVIII Jornadas Técnicas SEAE sobre “Manejo agroecológico del
suelo” 23 de septiembre (borrador 2)
INTRODUCCIÓN
El suelo es un recurso natural no renovable -a una escala temporal humana- y el
soporte básico imprescindible para la existencia de ecosistemas terrestres, ya sean
naturales o modificados por las actividades humanas. Su naturaleza hace que
cualquier proceso de degradación que sufra tenga consecuencias irreversibles en la
mayor parte de los casos.
Investigaciones recientes han revelado que más del 85% de las tasas anuales medias
de pérdida de suelo corresponden a la erosión que tiene lugar durante episodios que
pueden ser clasificados como de erosión extrema. En el secano mediterráneo, estos
episodios extremos no sólo ocurren durante tormentas de elevada intensidad de lluvia
(ejemplo, células convectivas), sino que también tienen lugar durante situaciones
invernales de temporal. En estas últimas, el suelo, con frecuencia, se encuentra
próximo a la saturación, y basta la ocurrencia de lluvias de baja energía para que se
desencadenen fenómenos erosivos de una elevada magnitud. Los datos de campo y
resultados experimentales actualmente disponibles muestran que estos episodios
erosivos extremos deben ser considerados claves a la hora de evaluar la eficacia de
las distintas alternativas de prácticas agronómicas y planes de conservación del suelo,
como son los casos de todas aquellas incluidas en los reglamentos derivados de la
PAC.
En este contexto, destaca que la labranza a nivel (labranza en contorno) se ha
revelado como una práctica que no sólo no es efectiva para controlar la erosión hídrica
en el secano mediterráneo, sino que intensifica dramáticamente los efectos erosivos
que tienen lugar en episodios extremos.
Por otro lado, la redistribución del suelo durante las prácticas de laboreo ha sido
identificada como un intenso proceso de degradación del suelo (erosión mecánica o
erosión por laboreo), que debe ser considerado a la hora de evaluar el impacto de la
erosión del suelo sobre la productividad de los campos agrícolas, la calidad
medioambiental o la evolución de los paisajes en el secano mediterráneo.
ESTADO DE LOS SUELOS EN ESPAÑA Y EL MUNDO, AGRICULTURA
SUSTENTABLE
Los suelos de España, como los de otros muchos países de la Unión Europea, se
encuentran preocupantemente degradados o irreversiblemente perdidos, tanto por su
uso milenario como por las prácticas poco sustentables, propias de la agricultura
industrial. Si bien existen numerosos datos al respecto, también es cierto que todos
ellos adolecen de graves deficiencias metodológicas e incertidumbres. En
consecuencia, más que hacer énfasis en unas cifras cuestionables, conviene mostrar
sus sesgos y realizar un análisis cualitativo, más que cuantitativo. Del mismo modo, se
presentará una clasificación de los diferentes tipos de problemas que afectan a los
recursos edáficos. Seguidamente, se abordará el reto que implica una adecuada
métrica (“el soporte de la medida”) que ayude a mejorar los inventarios actuales.
Existe una creencia generalizada de que la erosión y desedificación de los países
mediterráneos ha generado una pérdida y degradación de suelos superiores a las de
otros estados europeos. Sin embargo, mostraremos que tal apreciación se encuentra
sesgada por diversas razones. De un modo y otro, todos los paisajes padecen
degradaciones severas. A continuación, se detallarán las principales amenazas y
riesgos actuales, abundando sobre prácticas de conservación que, amparándose en la
“etiqueta verde”, resultan ser perniciosas.
Haciendo uso de conocimientos etnoedafológicos y etnoagronómicos de diversas
regiones del mundo, se demostrará cómo el ser humano es capaz de conseguir una
agricultura sustentable en condiciones ambientales inverosímiles. La degradación o
pérdida del suelo deviene de la aplicación de unos conocimientos derivados de
modelos culturales-productivos que sí resultan ser insostenibles.
En los últimos años, el suelo ha sido identificado como el mayor sumidero de carbono
en el contexto de su ciclo global, adquiriendo especial importancia las actividades
agrícolas debido a su extensión y a las numerosas opciones que presenta para fijar o
emitir carbono. En estos sistemas, las emisiones de CO2 producidas por el empleo de
maquinaria y por el manejo del suelo determinan los flujos que se establecen entre la
vegetación, el suelo y la atmósfera y, por tanto, la cantidad de carbono que puede ser
almacenada en este compartimento.
En zonas agrícolas, reducir las emisiones de CO2 es sinónimo de aumentar la materia
orgánica del suelo. En este sentido, los manejos deben ir encaminados a minimizar la
alteración y erosión del suelo, aumentar el retorno de los residuos del cultivo y
maximizar el uso eficiente de agua y nutrientes por el sistema. De esta forma, la
combinación de varias prácticas de manejo que incidan sobre estos objetivos
constituyen las técnicas más óptimas para incrementar el carbono almacenado en el
suelo.
La adición de restos vegetales al suelo, junto con el no laboreo, son prácticas de doble
ganancia, ya que no sólo ayudan a disminuir la concentración de CO2 en la atmósfera,
sino que además mejoran el estado nutritivo del suelo y la calidad del medio.
CAMBIO CLIMÁTICO EN AMBIENTES MEDITERRÁNEOS
La cuantificación de la emisión agrícola de gases de efecto invernadero (GEI) es una
tarea urgente, si bien dificultada por el coste de su medición directa y por la propia
heterogeneidad de los agroecosistemas, que hace poco fiable el uso de factores de
emisión globales para casos específicos. Por tanto se ha creído necesaria una revisión
que agrupe cuantitativamente la información existente sobre la emisión de GEI en
sistemas agrarios mediterráneos, en función de distintas opciones de manejo. Para
ello, se han comparado mediante técnicas de meta-análisis la emisión directa de óxido
nitroso (N2O) bajo distintos tipos de fertilización e irrigación, y la tasa de secuestro de
carbono bajo manejo ecológico o convencional. La emisión acumulada de N2O (kg
N2O-N ha-1 año-1) es un 15% menor para los fertilizantes orgánicos que para los
sintéticos (p<0,01, N=23), y el factor de emisión un 18% menor (p<0,05, N=21). Por
otro lado, la emisión de N2O en secano es en torno a un orden de magnitud inferior ala
de regadío, situándose el riego por goteo en un punto intermedio. Asimismo, los
resultados preliminares indican que los suelos bajo manejo ecológico almacenan,
como media, un 34% más de carbono (p<0,001, N=52), con una tasa de secuestro
media de 1,05 MgC ha-1 año-1 superior ala del manejo convencional (p<0,001, N=30).
En suma, los datos apuntan a un gran potencial de mitigación de GEI mediante
técnicas de agricultura ecológica en condiciones mediterráneas, aunque aún existe un
amplio grado de incertidumbre debido a la limitación en la información disponible.
EFICIENCIA ENERGÉTICA: EL CASO DE LOS CULTIVOS EXTENSIVOS DE
CEREALES.
Desde hace más de veinte años, en la finca “La Higueruela”, perteneciente al Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y gracias a un convenio con la
Consejería de Agricultura de Castilla - La Mancha, se vienen realizando ensayos
tendentes a demostrar que se pueden cultivar cereales y otras especies
complementarias, de acuerdo con las normas de producción ecológica, de forma
sostenible y rentable.
Con la participación, a lo largo de los años, de diferentes investigadores, se han
sucedido numerosos experimentos de larga duración, que han estudiado los diferentes
aspectos que plantea la producción ecológica en los secanos mediterráneos,
buscando respuestas a los problemas más destacables. En este trabajo se han
estudiado los aspectos derivados de la eficiencia energética comparando los
diferentes sistemas productivos que habitualmente se practican en el estado español,
convencional, siembra directa y ecológica con clara diferencia a favor de este último.
BASES AGROECOLÓGICAS PARA EL MANEJO DEL SUELO
En los últimos años han surgido en nuestro país nuevos modelos de gestión que tratan
de minimizar la intensificación de la agricultura industrial -como la agricultura de
conservación o la integrada-, sin embargo, se basan en los mismos planteamientos
productivistas que la agricultura convencional, aunque “suavizando” técnicas de
manejo –mínimo o ningún laboreo en el primero con aporte de restos de cosecha y
control biológico más tratamientos químicos más controlados en el segundo-.
La complejidad del suelo como sistema, y la aplicación de este conocimiento al diseño
de modelos agrarios sostenibles, sólo es abordada de forma integral por modelos de
gestión agraria basados en premisas agroecológicas.
Para la agroecología, la sostenibilidad del agrosistema depende de las sinergias entre
un modelo concreto de uso de los recursos –agricultura tradicional, agricultura
ecológica– la diversidad de plantas cultivo y no cultivo, y el funcionamiento continuo de
una comunidad macro y microbiana en el suelo, estando estas últimas, como no podía
ser de otra manera, sustentadas en la materia orgánica en todas sus formas.
Las medidas más relevantes propugnadas por la propuesta de Directiva Europea de
Suelos en relación con la protección y uso sostenible del suelo aunque tienen
intención de equiparar las políticas de protección del suelo con las existentes en el
entorno del agua y la atmósfera, no abordan verdaderamente la causa más importante
de la degradación del suelo: la actividad agraria intensiva.
En climas secos o semiáridos, los niveles de materia orgánica de los suelos de
labranza son, a menudo, muy bajos. Por debajo de unos umbrales determinados, la
pobreza de materia orgánica del suelo puede afectar a su funcionalidad y en
ocasiones puede conducir a su degradación. En estas condiciones, el aumento de la
reserva de materia orgánica puede redundar en mejoras importantes del
funcionamiento del suelo más allá de la simple transferencia de nutrientes a los
cultivos. La optimización de la funcionalidad de los suelos de labranza es uno de los
principales objetivos de la gestión agroecológica. En suelos degradados, la
recuperación de la funcionalidad tiene que ver con la reestructuración del suelo y,
según parece, este proceso se daría más fácilmente en suelos libres de carbonatos.
Los suelos de labranza con carbonatos son muy abundantes en la zona mediterránea
y en climas secos y semiáridos, en general. La aplicación de fuentes de materia
orgánica exógena constituye una técnica útil para la recuperación de la funcionalidad
en suelos muy empobrecidos en materia orgánica. De todas maneras, la aplicación de
fuentes de materia orgánica en el suelo puede tener efectos adversos, dependiendo
de su calidad y de la dosis de aplicación. En este trabajo se estudian los cambios en la
materia orgánica del suelo asociados al uso de enmiendas orgánicas en suelos
mediterráneos carbonatados de clima seco y semiárido. Se observa que, tanto la dosis
como la calidad de la materia orgánica utilizada, son importantes para la mejora de la
calidad suelo.
CUBIERTAS VEGETALES Y CONSERVACIÓN DEL SUELO EN EL OLIVAR
Numerosos olivares cultivados en el área mediterránea se sitúan en laderas de
pendientes moderadas a altas. En este contexto, las cubiertas son estratégicas para
evitar la erosión, y su uso se está imponiendo entre los olivareros ecológicos. Sin
embargo, también puede tener un efecto adverso sobre la producción de aceituna,
principalmente debido al consumo de agua. Dado que el manejo difiere enormemente
entre olivareros ecológicos en dos aspectos esenciales: el uso de la vegetación
espontánea o de una cubierta sembrada (generalmente, veza); y la forma de control
(con incorporación de la cubierta mediante el pase de cultivador u otro apero, o con
desbrozadora y abandono de los restos en superficie), es necesario evaluar el efecto
de las distintas estrategias de manejo sobre el suelo, el agua disponible para el cultivo
y la biodiversidad vegetal.
Conocer el impacto de las distintas estrategias es el objetivo de este ensayo de seis
años en Deifontes (Granada), que compara, en un diseño en bloques al azar de tres
tratamientos con cuatro repeticiones, el efecto de una cubierta de veza manejada con
desbrozadora con otra de la misma composición pero incorporada mediante cultivador,
y otra de vegetación natural, también incorporada, que suele ser la opción más
frecuente entre olivareros ecológicos. En esta comunicación se recoge el efecto de los
diferentes manejos sobre la flora silvestre, el contenido del agua y la fertilidad edáfica.
AGRICULTURA Y EROSIÓN DEL SUELO EN ESPAÑA
Se realiza una revisión del estado de la cuestión de la erosión en suelos agrícolas en
España. Para ello, se consulta la base bibliográfica fundamental y se aporta
información sobre las mediciones y estimaciones de la erosión en España. Se
comparan los resultados de los estudios en suelos forestales con los obtenidos en los
suelos agrícolas, y se llega a la conclusión de que son estos últimos los suelos que
mayores pérdidas de suelo y aguas presentan. También se apuntan las medidas a
tomar para reducir estas pérdidas de suelo.
CAMBIOS DE USO DEL SUELO: MANEJO Y SOSTENIBILIDAD DE LOS
SISTEMAS AGROSILVOPASTORALES
La pérdida de valor de nuestro entorno rural es consecuencia de lo que Zorita (1995)
llamaba las cuatro falacias. La primera, la tecnocrática, que presuponía que la
administración era capaz de dar respuestas a esta situación, cuando ni las Facultades
ni las Escuelas imparten una doctrina acorde con las características y problemas de
nuestro medio natural. La segunda, la demográfica, que sacralizaba una línea de
pensamiento en la cual el desarrollo económico de un país y la reducción de su
población rural son aspectos indisociables: nadie parece percatarse –señalaba Zoritaque en muchas regiones estemos ya por debajo del umbral mínimo de población
realmente activa para el mantenimiento del medio natural. La tercera, la contable,
convencida de que la renta generada por los sistemas agrarios tradicionales es
insuficiente para mantener un nivel de vida digno en el medio rural. Y, la última, la
falacia ecológica, que entendía la acción humana enemiga permanente de la
naturaleza.
Algunas cosas han ido cambiando, pero sigue siendo fácil reconocer el habitual
recurso a la cosmética medioambientalista que denunciaba Naredo (1993) en los
discursos oficiales, porque el principal lastre es la incapacidad para pensar el futuro
fuera del paradigma del crecimiento económico permanente (Harribey, 2004).
Los cambios de uso del suelo son componentes básicos del Cambio Global. Más del
63% de la SAU del país quedó declarada Zona Desfavorecida por la PAC. Tras
nuestro ingreso en la CEE, se incentivó al abandono agrario no competitivo, y tierras
modeladas por el hombre durante siglos quedaron sin horizonte. En tal contexto se
mueven hoy los retos de las ingenierías rurales, y debería hacerlo gran parte de la
política de I+D. Foros, como el del Programa 21/CENUMAD, subrayan la urgente
necesidad de establecer vínculos entre los sistemas tradicionales de usos de la tierra y
las aplicaciones de la ciencia y la tecnología. Pero esto requiere la construcción de
nuevas aproximaciones científicas en las que se franqueen los muros que separan a
muchas disciplinas, (Terradas, 1999).
Al eco preocupante de las falacias de Zorita, e intentando traspasar las tentaciones
cosméticas, el ponente desarrolla sus experiencias y aproximaciones científicas,
durante más de 25 años, en el estudio de los pastos y sistemas agrosilvopastorales de
Andalucía Oriental.
GANADERÍA ECOLÓGICA Y SOSTENIBILIDAD DE LOS SISTEMAS
AGROSILVOPASTORILES
La ganadería ecológica es la gran alternativa agropecuaria sostenible del siglo XXI.
Autosuficiente, que incorpora el sistema tradicional, garantizando la mejora y
conservación ambiental de los sistemas pastoriles españoles. Más de 1.000.000 ha
reconocidas, utilizando -bajo el paraguas de una biozootecnia moderna- el pastoreo
higiénico y ordenado, con razas autóctonas y locales, junto a una sanidad pecuaria
basada en el control y medicina preventiva (manejo sanitario, terapias naturales,
bioseguridad e higiene pecuaria), que garantizan el equilibrio animal-medio naturalagentes vivos.
La ganadería ecológica es el mejor instrumento que tienen las administraciones
públicas para un desarrollo rural competitivo, con múltiples beneficios para los
sistemas agrosilvopastoriles: a) mejora la fertilidad del suelo y banco de semillas
gracias al redileo/majadeo, y aumenta la diversidad biológica, en términos de biomasa
microbiana e invertebrada (moduladora del control biológico natural), junto a los
recursos cinegéticos (perdiz roja y liebre); b) previene los incendios forestales, por el
ajuste de la carga ganadera y presión de pastoreo, que conlleva a un control eficaz de
la biomasa inflamable y a una regeneración uniforme del monte; c) restaura el paisaje
rural, al conferir una mayor autonomía biológica y funcional; d) mitiga el cambio
climático, al liberase menos gases con efecto invernadero debido al uso del estiércol y
técnicas bioecológicas de la cría; e) preserva la cultura agraria, aumenta la demografía
rural y favorece la integración de la unidad familiar en el sistema; f) potencia el
mercado local mediante un sistema agroalimentario más sustentable, desarrolla un
consumo responsable de alta calidad y seguridad alimentaria para la sociedad.
MICORRIZAS: SUS IMPLICACIONES EN LA RECUPERACIÓN DE SISTEMAS
SUELO-PLANTA DEGRADADOS EN AMBIENTES MEDITERRÁNEOS
Las micorrizas, simbiosis hongo-planta omnipresente en todos los agro-ecosistemas,
son fundamentales para las plantas ya que les ayudan a captar nutrientes y agua del
suelo y les confieren mayor resistencia a estreses ambientales. La mayoría de las
especies de plantas forman micorrizas, siendo las “micorrizas arbusculares” las que
forman las plantas de interés agronómico, así como las arbustivas, sub-arbustivas y
herbáceas propias de ecosistemas naturales, particularmente los mediterráneos. La
degradación de los agro-ecosistemas conlleva el descenso de su potencial micorrícico,
que hay que recuperar para restaurar el sistema degradado.
En el contexto de la agroecología y del manejo sostenible de los ecosistemas
naturales, se postuló la utilización de micorrizas para la recuperación de aquellos
sistemas suelo-planta que sufren procesos de degradación.
En esta ponencia se analiza información experimental que demuestra que las
micorrizas: (1) actúan como biofertilizantes y bioprotectores, con implicaciones en
agroecología; (2) potencian la resiliencia de suelos y plantas frente a estreses
ambientales, exacerbados por el cambio climático (salinidad, sequía, contaminación,
enfermedades y plagas, plantas parásitas, invasoras, etc.); (3) propulsan la
restauración de áreas degradadas ya que benefician el establecimiento y cobertura
vegetal, la calidad bioquímica y microbiana del suelo y su estructura (estabilización de
agregados, acumulo de materia orgánica); (4) son factor fundamental para la
producción forestal sostenible con lo que cooperan a mitigar emisiones de CO2,
fundamentalmente, favoreciendo su secuestro; y (5) son clave para la conservación y
restauración de la diversidad florística, con especial relevancia en la flora amenazada
y endémica, y su entorno edáfico.
TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA DEL COMPOSTAJE DE ALPERUJO EN
ANDALUCIA
El compostaje de subproductos agrarios para su posterior aplicación en suelos con
manejo ecológico constituye una tendencia creciente en Andalucía.
El compostaje del alperujo, principal subproducto de la extracción del aceite de oliva
en las almazaras andaluzas, implica transformar un subproducto en un recurso del que
se pueden beneficiar los propios olivicultores.
En este trabajo se indican las actividades de transferencia tecnológica que la
Administración andaluza está llevando a cabo desde 2002 para potenciar y extender el
compostaje del alperujo. También se describe la metodología empleada para la
producción industrial del compost y los beneficios observados en el suelo tras su
aplicación en el olivar.
La transferencia tecnológica se centra en el asesoramiento sobre el dimensionamiento
de las plantas de compostaje, elección del sistema más adecuado y estudio de
viabilidad económica, y el cálculo de la mezcla idónea de subproductos orgánicos a
ser co-compostados. Además, se han elaborado documentos técnicos descargables
desde la web, se celebran jornadas técnicas y visitas a instalaciones en marcha. En
cuanto al apoyo financiero, se realizan convocatorias anuales de subvenciones para la
construcción de las plantas y adquisición de maquinaria y equipos.
Estas actividades han derivado en la creación de un Grupo de Trabajo de intercambio
de experiencias, con el objetivo de transferir a los interesados la información existente
en este sector. Finalmente, se potencia una retroalimentación con grupos de
investigación dirigida a resolver las cuestiones de mayor interés de esta actividad.
LA FATIGA DEL SUELO Y DE LOS SUSTRATOS
Un fenómeno conocido desde antiguo, y que se ha asociado con mucha frecuencia al
monocultivo, es el conocido como “tierras cansadas” o “fatiga del suelo”.
Consiste, esencialmente, en una merma progresiva de la producción, que no se
corrige abonando más y que no puede imputarse a una enfermedad parasitaria
concreta, aunque, a veces, hay microorganismos conocidos como parásitos de
debilidad que están asociado al fenómeno. Tres tipos de orígenes se han descrito para
la “fatiga” del suelo:
• Una fatiga denominada física, debida a las labores culturales. En esencia, consiste
en un endurecimiento de la capa del suelo arable.
• Una fatiga de origen químico, debida a las sustancias alelopáticas que son
producidas por numerosas plantas.
• Una fatiga de origen microbiológico, consistente en la acumulación de un organismo
que tiene un débil parasitismo, pero, cuando se incrementa su densidad de inóculo,
ocasiona mermas en el vigor de las plantas y en la producción final.
El fenómeno de las tierras cansadas ha sido observado en numerosos cultivos: trigo,
cítricos, manzanos, fresón, apio, tomate, pimiento, y un largo etcétera. También ha
sido observado en sustratos para cultivo fuera del suelo. Se abordará con
detenimiento el modelo conformado por el cultivo de pimiento en el campo de
Cartagena (Murcia).
EFECTO DEL CULTIVO DE MAÍZ TRANSGÉNICO SOBRE LA ACTIVIDAD
MICROBIOLÓGICA DEL SUELO
Las innovaciones tecnológicas en la agricultura van dirigidas a incrementar las
producciones y facilitar al agricultor los procesos productivos, superando problemas de
plagas, enfermedades, malas hierbas, etc. El monocultivo y la constante aparición de
nuevas variedades de semillas son algunas de las vías que se están imponiendo en
los medios de producción. Sin embargo, a medida que la tecnología evoluciona, su
impacto sobre los microorganismos del suelo continúa siendo una incógnita. Entre los
riesgos ecológicos pendientes de evaluar se encuentran aquellos relacionados con la
población de microorganismos benéficos del suelo, responsables entre otras cosas, de
la fertilidad de los agroecosistemas y equilibrio ecológico.
Por todo ello, y con el fin de conocer los efectos del cultivo del maíz transgénico sobre
algunos de los habitantes de la rizosfera, se diseñó un trabajo de investigación en
condiciones controladas, con el objetivo de evaluar las consecuencias de cultivos
sucesivos de maíz modificado genéticamente sobre la actividad microbiológica del
suelo. En este estudio se comparó la evolución de las poblaciones microbianas de la
rizosfera de plantas de maíz transgénico, inoculadas previamente con hongos MA, con
las desarrolladas por plantas de maíz de variedades locales o híbridas, cultivadas en
las mismas condiciones.
ESTUDIO COMPARATIVO DEL EFECTO DE LA APLICACIÓN DE COMPOST Y
VERMICOMPOST DE RESIDUOS DE SUPERMERCADO SOBRE LA FERTILIDAD
BIOLÓGICA DE UN SUELO AGRÍCOLA
La aplicación de compost y vermicompost constituye una práctica agrícola beneficiosa
para mejorar la fertilidad de los suelos. Mayoritariamente, la información existente
corresponde a la aplicación de compost y vermicompost procedentes de diferentes
residuos orgánicos. Sin embargo, existe poca información sobre el efecto de la
aplicación a suelos agrícolas de compost y vermicompost obtenidos, de forma
independiente, a partir del mismo residuo orgánico. En este sentido, el objetivo de este
estudio de incubación fue evaluar el efecto de la aplicación de compost, vermicompost
y una mezcla de ambos, obtenidos a partir de residuos alimenticios de supermercado,
sobre la fertilidad biológica de un suelo agrícola. Para ello, y periódicamente, se evaluó
la actividad microbiana del suelo mediante el análisis de la producción de CO2,
diferentes actividades enzimáticas y la estructura y diversidad de la comunidad
microbiana según su perfil lipídico (FAME).
Los resultados obtenidos dejaron patente que la aplicación de ambas enmiendas
orgánicas mejoró las propiedades bioquímicas (actividades enzimáticas) del suelo, así
como la diversidad microbiana presente en el medio edáfico. Sin embargo, no se
apreciaron diferencias significativas, a nivel de respiración del suelo, actividades
enzimáticas y diversidad microbiana, entre el efecto inducido por la aplicación de
vermicompost. Asimismo, la mezcla de ambas enmiendas no aumentó los efectos
bioestimulantes inducidos sobre la fertilidad biológica del suelo respecto a la aplicación
por separado de ambas enmiendas
LEGISLACIÓN
Cuando se consideró la protección del suelo como Estrategia Temática de Suelos en
el Sexto Programa de Acción Ambiental en 2001, se abrió un amplio proceso de
consulta de 2003 a 2005, y se elaboró una propuesta concreta de la Directiva del
Suelo por la Comisión Europea en 2006 (COM (2006) 232), que contó con el apoyo del
Parlamento Europeo en su primera lectura en 2007. Pero al mismo tiempo se
conformó una minoría de Estados miembros en el Consejo Europeo que ha impedido
su aprobación.
La propuesta de la Comisión del 22 de septiembre de 2006 de Directiva "estableció un
marco para la protección del suelo" fue un primer paso positivo hacia el cierre de la
brecha dejada por diversas legislaciones (del agua, residuos, productos químicos,
prevención de la contaminación industrial, protección de la naturaleza y pesticidas)
que protegen indirectamente el suelo, siendo un intento de armonizar la legislación del
suelo por vez primera en la UE. La propuesta obliga a los Estados miembros a
establecer medidas preventivas de protección, inventariar las principales amenazas de
los suelos e identificar las áreas de alto riesgo, y presentar medidas de protección del
suelo y estrategias paliativas que tengan en cuenta la dimensión social y económica
de las mismas. La Comisión pretende frenar con esa propuesta, el aumento de
acciones contra el suelo, la restauración de áreas degradadas, el incremento de la
conciencia pública sobre los suelos y conseguir una mayor sinergia entre los distintos
ámbitos políticos. También establece inventarios nacionales de los sitios contaminados
y la naturaleza flexible de la Directiva, respetando la gran variabilidad de uso de la
naturaleza, el uso del suelo y la tierra en los Estados miembros. En la presentación se
explica de forma detallada el estado de las propuestas y los avances que se prevén.
DIRECTIVA UE DE SUELOS: ¿SENTAR LAS BASES PARA CONSEGUIR
MATERIA ORGÁNICA DE CALIDAD?.
El suelo es un componente integral indispensable de nuestra existencia. Los servicios
que presta van, desde proporcionar una base sólida para nuestras actividades hasta
ser la base de la agricultura, hasta de almacenamiento de carbono para mitigar el
cambio climático. Este fundamento es cada vez más débil con las innumerables
amenazas antropogénicas inducidas a los que debe enfrentarse, tales como el sellado,
la compactación, la erosión, la salinización, la pérdida de la capa superficial del suelo,
las especies invasoras, la fragmentación, etc. Y, aunque el suelo es generalmente
inmóvil, tiene una función muy importante en los asuntos globales, como el cambio
climático y la biodiversidad, y en algunos casos, incluso, se desplaza a más de cierta
distancia (por ejemplo, mediante disolución en agua o llevado por el viento).
“Los suelos sanos producen cultivos saludables que promueven la salud en los
animales y en la gente” –esto es lo que remarcan los principios de la agricultura
ecológica de IFOAM. Por ello, debemos procurar que se aplique una buena política de
suelos en la UE La propuesta de Directiva de Suelos está atascada en los pasillos del
Consejo, debido a que unos pocos estados miembros están bloqueando que se
avance en su aprobación.
LEGISLACIÓN ESPAÑOLA DE SUELOS CONTAMINADOS: NUEVA LEY DE
RESIDUOS Y SUELOS CONTAMINADOS
La presentación se centra en la legislación desarrollada en materia de suelos
contaminados en España, abordando la nueva Ley de residuos y suelos
contaminados, recientemente aprobada y en el Real Decreto 9/2005.
De acuerdo con los resultados de ensayos de campo llevados a cabo por nuestro
grupo de investigación de arroz del IFAPA, las aportaciones nitrogenadas
contempladas en las Ayudas Agroambientales de la Producción Integrada de Arroz
(145 kg/ha para las variedades tipo índica y 125 kg/ha para las del tipo japónica) se
sitúan por debajo (unos 15-25 kg N/ha) de los óptimos técnicos de rendimiento en
grano. Ello trae consigo la existencia de un lucro cesante para el agricultor arrocero,
que debe ser compensado por las citadas ayudas. En el Reglamento Específico de
Producción Integrada de Arroz en Andalucía, sin embargo, se permiten abonados
nitrogenados de 180 y 160 kg N/ha, respectivamente, para las variedades tipo índica y
japónica.
De acuerdo con nuestros resultados de investigación, los abonados fosfóricos suelen
sobrepasar las dosis necesarias para obtener el máximo rendimiento, es decir, se
podría reducir la cantidad de abonado o su frecuencia de aplicación, sin merma de
producción, en una parte significativa de las explotaciones arroceras.
En nuestros ensayos sobre producción ecológica, la variedad Bomba, de grano
redondo y alta calidad culinaria, se alcanzaron óptimos rendimientos en grano (4256
kg/ha) con dosis de 2000 kg/ha de abonado en forma órgano-mineral (permitido para
este tipo de producción), lo que solamente supuso, por hectárea, 70 unidades de
nitrógeno y 80 unidades de anhídrido fosfórico.
LOS PROGRAMAS DE FOMENTO A LA DEHESA EN ANDALUCÍA Y SU IMPACTO
EN LA CONSERVACIÓN DEL SUELO
La dehesa es el sistema agrosilvopastoral más representativo en Andalucía,
constituyendo una forma de uso de la tierra que posibilita el aprovechamiento forestal,
agrícola y ganadero. Los beneficios que aporta su explotación no sólo repercuten en el
propietario sino también en el conjunto de la sociedad, aunque la responsabilidad de
su mantenimiento descansa exclusivamente sobre aquel.
En un intento de paliar esta situación, el gobierno andaluz propuso la inclusión de las
dehesas dentro de las medidas agroambientales, desarrollándose dos programas
regionales y quinquenales de ayudas. El primero de ellos, al amparo del Reglamento
2078/92, se denominó “Fomento y conservación de la dehesa en Andalucía” (1999-
2003). Su objetivo principal era ayudar a la gestión racional de las explotaciones de
dehesa mediante el fomento de diferentes actuaciones.
Este trabajo indaga en el grado de protección del suelo que presentaron 19
explotaciones que se acogieron a este programa durante su periodo de ejecución. Los
resultados indican que los cambios en la protección del suelo varían entre años debido
a las características de cada campaña, aunque, en general, no existe tendencia a un
empeoramiento en el grado de protección del suelo.
En general, la dehesa es un sistema que presenta una baja erosión y mantiene una
importante cobertura de pasto al inicio del otoño. Además, las prácticas de siembras
de pratenses y fertilizaciones incentivadas mediante este programa ambiental han
mejorado esta protección, al disminuir la frecuencia de laboreo y mejorar la producción
de pastos.
VALORACIÓN ECONÓMICA DE IMPACTOS DE LA EROSIÓN: ANÁLISIS EN
DISTINTAS ZONAS DEL SURESTE ESPAÑOL
Los servicios ambientales llevados a cabo por el suelo van mucho más allá de la mera
producción agrícola. El suelo es el primer receptor de los residuos urbanos, el filtro
natural de las aguas de lluvia; un abastecedor de materia prima en varios procesos
industriales; el lugar donde se desarrolla una multitud de procesos físicos, químicos y
biológicos indispensables para la vida.
Actualmente, España tiene extensas superficies sometidas a procesos erosivos graves
o muy graves. Se estima que la cantidad de suelo que anualmente se pierde por
erosión es de 1156 millones de toneladas. Los procesos de erosión afectan con
especial gravedad a 5.9 millones de hectáreas, donde las pérdidas son superiores a
50 t/ha/año. En España, el fenómeno erosivo se localiza con mayor intensidad en los
cultivos leñosos y herbáceos de secano, con unas pérdidas medias de 78.8 t/ha/año y
29.2 t/ha/año, respectivamente. La localización de muchos cultivos leñosos en
pendientes por encima de lo que se considera adecuado en una ordenación racional
del uso del suelo, provoca alrededor del 70% de la erosión en España.
La erosión del suelo causa multitud de efectos negativos. El efecto más conocido y
estudiado es la reducción de la productividad agrícola. Este efecto negativo viene
definido in situ, dado que afecta directamente a la rentabilidad del agricultor (on-farm
effect). Además del efecto en la productividad agrícola, la erosión del suelo produce
otros efectos negativos que afectan no sólo a los agricultores sino al conjunto de la
sociedad. Ejemplos de estos efectos externos (off-farm effects) a la explotación agraria
pueden ser el avance de la desertificación, la pérdida de puestos de trabajos debido a
la reducción de la productividad agrícola, la contaminación de los recursos hídricos, la
reducción de la biodiversidad, la colmatación de los embalses, el aumento de
probabilidad de riadas con efectos devastadores, etc.
Considerando que la reducción de los efectos externos de la erosión del suelo
beneficiaría más a la sociedad que a los agricultores, es racional pensar que la
sociedad tendría que internalizar las externalidades negativas mencionadas,
compensando a los agricultores para que reduzcan la tasa de erosión en sus fincas y,
así, disminuyan los efectos negativos de ésta.
La definición de la cuantía y naturaleza del subsidio es una decisión política en la cual
la valoración social de los efectos externos de la erosión es sustancial. Para ello, hace
falta identificar y valorar la importancia que la sociedad asigna a los efectos externos
de la erosión del suelo. En esta presentación se comentan y valoran distintos métodos
de valoración económica de los efectos externos de la erosión.
Descargar