1 Acuerdo N° 374 23 En la ciudad de Rosario, a los días del mes de Setiembre de dos mil diez, se reunieron en acuerdo los señores miembros de la Sala Primera Comercial por los de de la Cámara Rosario, doctores de Apelación integrada Ricardo A. para Civil esta Silvestri, y causa Oscar R. Puccinellli y María de los Milagros Lotti, en estos autos y “FERRARO, otros sobre perjuicios” Juan C. y otros contra LIANZA, José Cumplimiento (Expte. Nro. de contrato. 26/2010) para Daños resolver y el recurso de apelación interpuesto por la actora a foja 265 contra el fallo número 3.621 del 25 de noviembre de 2009, dictado por el juez de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la 1ª Nominación de Rosario. Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las siguientes cuestiones: Primera: ¿Es justa la sentencia impugnada? Segunda: En su caso, ¿qué resolución corresponde dictar? Sobre la primera cuestión el señor vocal doctor 2 Silvestri, dijo: 1) Antecedentes. Surge de las constancias del expediente “Ferraro, Juan y otros contra Lianza, José y otros sobre Cumplimiento de contrato –Daños y perjuicios” (Expte. N° 1.051/2005) que Juan Carlos Ferraro y Juan Bautista Morgante por sí y la sociedad de hecho Pinturería Acuario que ambos integran —continuadora de la empresa Pinturería Acuario S.R.L.— promovieron demanda de cumplimiento del contrato de fecha 19.09.1994 y sus complementarios contra José de Lianza, fecha Carlos 25.06.1995 Adrián y Lianza 29.12.1997 y Vicente Restituto Bellía, con citación a Mirta B. Lianza y Gladys S. Bellía, en su carácter de sucesores de los codemandados José Lianza y Vicente Restituto Bellía, demandando también los daños y perjuicios derivados del incumplimiento. Subsidiariamente, para el supuesto de tornarse daños y imposible perjuicios el cumplimiento, derivados de la reclamaron resolución contractual (fs. 48/54). Refirieron que en fecha 14.05.1994 se suscribió un 3 contrato de locación con el codemandado Lianza, como locador y con Pinturería Acuario S.R.L. representada por Adrián Lianza, Juan Carlos Ferraro y Juan Morgante sobre el inmueble de calle Mendoza N° 3594/98 de Rosario, siendo el destino de la locación el rubro pinturería, fijándose el término del contrato por tres años con una prórroga de tres más, que en fecha 19.09.1994 se firmó un convenio en cuya virtud los demandados vendieron, participación (Pinturería Halley cedieron societaria Acuario S.R.L. y y transfirieron integral S.H., a tres Pinturería Pinturería Acuario y su empresas Ferretería S.R.L), dejando aclarado que Pinturería Acuario absorbió a las otras dos, conservando el giro comercial de las tres empresas. Luego de referir a la secuencia de las fusiones habidas entre las firmas mencionadas y la inscripción del instrumento definitivo de fusión en el Registro Público de Comercio en fecha 26.05.1995, relató que se inscribió la cesión de cuotas sociales de Pinturería Acuario S.R.L. efectuada por los demandados a los 4 actores; que demandados en la celebraron misma un fecha convenio los para actores y reflejar el verdadero alcance de la operación, señalando que el convenio era complementario del celebrado en fecha 19.09.1994, ratificando el contenido del acuerdo y que los actores se obligaron al levantamiento de las garantías prestadas por los demandados para el giro de las empresas. Expusieron que en fecha 29.12.1997 los demandados otorgaron un recibo a los actores donde constaba el absoluto y definitivo compraventa de la cumplimiento parte del societaria de contrato de Pinturería Acuario, restando sólo el compromiso parcial de los puntos prometidos por la vendedora (permitir el uso y goce del inmueble donde funciona la empresa hasta el 30.10.2016); que en fecha 23.07.2004 Mirta y Carlos Lianza y Gladys Bellía intimaron a Pinturería Acuario y a los actores la entrega de las llaves y la posesión del inmueble de calle Mendoza N° 3598 por haber finalizado el máximo del plazo legal para locaciones conforme al artículo 1.505 del Código Civil, bajo 5 apercibimiento de desalojo, lo que fue rechazado por los actores. Que en fecha 03.09.1994 los actores comunicaron por carta documento el domicilio fijado por convenio para el pago de la cuota de setiembre de 2004, la negativa e intimación a recibir el pago y que ratificaban el convenio del 19.09.1994 que regía hasta el 31.10.2016, demandados, lo quienes que a su fue rechazado vez, negaron por los deber suma alguna a los actores, que el convenio era extraño a la relación locativa y la duración hasta el 2016. Los actores sostuvieron que lo querido por las partes no fue un contrato tipo de locación, sino un contrato atípico que las partes pactaron por el término establecido, por lo que demandaron los daños materiales y y morales subsidiariamente, los sufridos por el incumplimiento daños y perjuicios ante la imposibilidad de cumplimiento contractual. 2) En el responde, los demandados reconocieron la firma de los referidos convenios, el intercambio de correspondencia, que la prórroga era hasta el 2000 y 6 no hasta el 2016, negaron que tuvieran que permitir el uso y goce del inmueble en cuestión hasta el 2016¸ que se trató de un contrato comercial de locación típico; que el contrato comercial habido entre las partes era ajeno a la relación locativa; que el plazo de la locación se encontraba vencido, y que promovieron el juicio de desalojo que se encuentra acumulado a los presentes. 3) Surge del expediente “Lianza, C. y otros contra Pinturería Acuario y otros sobre Desalojo” (Expte. N° 1365/04) -acumulado al anterior- que Carlos Lianza, Mirta Lianza y Gladys Bellía, promovieron demanda de desalojo por vencimiento del plazo legal y contractual contra Pinturería Acuario S.R.L. y/o su continuadora y/o subinquilinos y/o terceros ocupantes del inmueble de calle Mendoza N° 3598 de Rosario (demanda proveída el 20 de Septiembre de 2004, notificada a los locatarios el 30 de Noviembre de 2004; y con litis trabada el 6 de Septiembre de 2005; fs. 6 vta., 11 vta. y 81 a 87 de la causa de Desalojo) . Afirmaron ser propietarios del inmueble; que los 7 anteriores José Lianza y Vicente Bellía celebraron un contrato de locación con Pinturería Acuario S.R.L.; que tenía una duración de treinta y seis meses con una prórroga de tres años (hasta el 03.04.2000) que en 1994 por contrato privado José y Carlos Lianza y Vicente Bellía societarias a ejercieron la extraviar los promovieron vendieron Morgante prórroga actores medidas de y por sus participaciones Ferraro tres los y años que más; contratos aseguramiento éstos que al originales de pruebas, agregándose copia del contrato original y un documento modificatorio que establecía la finalización de la locación, que no era verdadera; que no era aceptable proyectar una locación por veintidós años; que habiendo resultado infructuosa la intimación cursada a los actoras para la desocupación del inmueble, promovieron la demanda de desalojo. En y el derecho responde, la contraria ratificó los hechos invocados en la presentación inicial solicitaron el rechazo del desalojo, con costas. 4) La sentencia de primera instancia. y 8 Mediante la sentencia número 3.621 del 25.11.2009, el juez de la instancia anterior resolvió rechazar la demanda de cumplimiento de contrato y daños y perjuicios, con costas a la actora, y hacer lugar a la demanda de desalojo promovida respecto del inmueble referido, debiendo los demandados desocuparlo en el término de diez días de notificado el fallo (bajo los apercibimientos de ley) y con costas (fs. 250/254). Para lugar, decidir que en de ambos ese modo juicios consideró, acumulados, en primer las partes reconocieron el contrato de locación celebrado en 1994 sobre el inmueble de calle Mendoza N° 3.598, por tres años y la posibilidad de prorroga de otros tres; y que también admitieron el convenio comercial por el cual cedieron cuotas respecto de la sociedad Pinturería Acuario S.R.L. y las contraprestaciones a cargo de las mismas (trámites ante el Registro Público de Comercio, tramitación de prórroga, obligación del pago de cuotas cedidas, que luego fue objeto de consignación judicial). Consideró que analizadas las pruebas producidas en 9 ambos expedientes y las posiciones contradictorias de las partes (la de los actores en el primer expediente que consideraron que con el convenio societario los cesionarios permitieron el uso y goce de las instalaciones de la pinturería y del inmueble hasta el 2016 por una prórroga convenida y que ante el incumplimiento de los demandados se promovió el juicio por cumplimiento de contrato y daños y perjuicios; por otra, la de los demandados en el primer expediente y actores que sostuvieron que no existió prórroga; que no se trataba el convenio societario de un contrato de locación autónomo y separado de aquéllos; que se permitía el uso del inmueble hasta 1994 con una prórroga de tres años mas, que ante el incumplimiento se promovió estudio del el desalojo) documento en resultaba que los determinante cedentes de el las cuotas societarias basaron su demanda de cumplimiento de contrato, a fin de determinar si efectivamente los cesionarios otorgaron el uso y goce del inmueble en cuestión hasta el año 2016 o si, por el contrario, sólo existió un verdadero contrato de locación que su 10 prorroga finalizó en el año 2000 que daría, en su caso, sustento al desalojo. En ese orden, ponderó que el documento en que se instrumentó la locación de 1994 por tres años con una prórroga de tres más no ofrecía dudas; que el que determinaba el eje refería de fecha al de la del cuestión controvertida 19.09.1994 en donde se estableció una prórroga de la locación hasta el 2016, en el que en su cláusula 4ª a simple vista existían tres palabras sobreborradas y corregidas que son “ampliatoria”, “diecinueve” y “2016”; que conforme al dictamen del perito calígrafo (fs. 266/270 vta.) surgía la existencia de enmiendas realizadas a dichas palabras y números y que, además, al terminar el contrato, el experto destacó que los tipos insertos no se correspondían con el resto del texto, que en su paso mecánico se advertían diferencias, que en lo salvado no había correspondencia estructural de los tipos ni de su tonalidad; que el informe pericial se encontraba debidamente fundado sin la existencia de pruebas en contrario, por lo que resultaba concluyente 11 en cuanto a que entre las partes y en forma autónoma a los convenios societarios existió un típico contrato de locación, contrariamente a lo pretendido por el demandante. En consecuencia, concluyó que los demandados se encontraban legitimados para promover el desalojo, conforme a los informes del Registro de la propiedad (fs. 226/228) y por cuanto el contrato de locación suscripto juzgó entre que el correspondía las partes desalojo ordenar se encontraba resultaba la vencido; procedente desocupación del y que inmueble relacionado en la causa en el plazo de diez días y que la demanda de cumplimiento de contrato y daños y perjuicios debía rechazarse sin más trámite. Impuso las costas de ambos juicios a la parte vencida (art. 251 C.P.C.C.). 5) Contra esa resolución interpuso la parte actora recurso de apelación (fs. 265). Radicados los autos en esta sede, expresó agravios a fojas 292/302, los que fueron respondidos a fojas 305/309. Firme la providencia de autos para sentencia (fs. 310/312), la 12 cuestión se encuentra en estado de resolver. 6) Los agravios del recurso de apelación. Concretamente, la apelante enuncia los siguientes agravios: 6.1) Error en la apreciación del dictamen pericial caligráfico. Sostiene que el fallo incurrió en una ponderación equivocada de la prueba del experto, por cuanto la pericial practicada no demuestra la existencia de un contrato palabras años” de locación típico “ampliatoria”, han sido sino decimonovena” salvadas con sólo y tipos que las “diecinueve y tonalidad que no corresponden a la máquina de escribir usada originalmente para el contrato de locación de mayo de 1994 y del mes de setiembre de 1994; por lo que de ello no puede inferirse la nulidad o adulteración de lo que se ha salvado. Destaca que el juez no tuvo en cuenta lo dictaminado por el perito a fojas 266/81, 279 vuelta y 280 vuelta del expediente número 357/2006 en cuanto demuestra cómo se hicieron las correcciones y cómo 13 fueron salvadas; reitera lo expuesto en el alegato en cuanto a que es frecuente que un contrato se enmiende, teste o se modifique su texto en el transcurso de las negociaciones, y que éstas pueden durar horas, días, meses o años (art. 218, inc. 6 Cód. com.); que la utilización de otra máquina de escribir no implica adulteración. Sostiene que se trata de un contrato comercial atípico mixto o complejo del 19.09.1994 suscripto por todas las partes, con reconocimiento de sus firmas y plenamente válido. 6.2) Error en la interpretación contractual. Expresa que integración el magistrado contractual de las no consideró cláusulas de la los contratos en cuestión, que el convenio del 19.09.1994 constituye una prestaciones o cedentes Lianza C. con y adquirentes; constituyen a unidad cargo los de las consecuencias Bellía que contractual V.) tales y a partes cargo del con transmitentes jurídicas consecuencias resultados integrada de (Lianza las partes jurídicas negocio J., frente las al 14 incumplimiento; que la intención de las partes no era celebrar un contrato de locación tipo sino un negocio comercial de mayor amplitud; que resulta inaplicable el artículo 1.505 del Código Civil; que para determinar si se está ante un contrato tipo o ante un contrato mixto, se debe tener en cuenta la entidad económica del negocio (que superaría el medio millón de dólares estadounidenses) y el comportamiento de los litigantes (concretamente refiere que los demandados pretendieron existencia ocultar, de un a través de complejo la negativa, contrato la comercial, mostrando sólo la existencia de un contrato tipo de locación; que ello los llevó a negar varios instrumentos públicos; que el hecho de no se hubieran acompañado las documentales alegando su pérdida constituye un indicio en contra de los demandados). Expresa sostuvieron enmienda de que que ni del “cien las partes convenio meses”; ni las cuestionado que la periciales surgía demandada desconocido las obligaciones a su cargo. 6.3) Arbitrariedad y falta de fundamentación. la ha 15 Sostiene que el pronunciamiento contraría la doctrina de los actos propios. Expresa que los instrumentos reconocidos por las partes en las cartas documento remitidas constituyen actos jurídicos relevantes y eficaces, por lo que son vinculantes para los demandados que consideraron que por aplicación del artículo 1.505 del Código Civil el convenio vencía el 20.09.2004; que el fallo resulta arbitrario y carente de fundamento, y que lo que está en discusión es si al documento fundante de la demanda de cumplimiento de contrato (del 19.09.1994) le resulta aplicable el artículo 1.505 del Código Civil. En suma, reitera que entre las partes existe un solo convenio vigente, suscripto en fecha 19.09.1994, el cual se integró con los términos de un contrato locativo del mes de mayo de 1994 (cláusula 4°); que ese único convenio integrado o contrato atípico mixto dispuso, entre otras obligaciones, la utilización del uso y goce del inmueble hasta el año 2016, que tal contrato atípico fue suscripto por todas las partes intervinientes, es válido y se encuentra vigente. 16 7) Sobre la procedencia del recurso de apelación. Atendiendo a precedentemente, los la agravios primera que se han cuestión reseñado consiste en establecer si, como indica la apelante, se celebró un único contrato allegados copia a obra la a atípico causa foja o los —y, 110— diferentes documentos especialmente, constituyen aquél una cuya unión de contratos, entendida como la que se configura cuando las partes buscan alcanzar la finalidad económica buscada mediante la combinación de varios contratos (que, a su vez, podrán ser típicos o atípicos) que conservan su individualidad aunque se celebren en un mismo momento o estén desarrollados en un único instrumento (cfr. LORENZETTI, Ricardo L., Tratado de los contratos, Parte General, Ed. Rubinzal-Culzoni, 2004, págs.232 y sgtes., n° 5). Atento a ello, se plantea una cuestión que remite a la calificación del contrato (es decir, al tipo de vínculo) y a la interpretación de la convención (a los derechos y obligaciones op. cit., pág.456). emergentes)(cfr. LORENZETTI, 17 8) En orden a develar esta circunstancia debe tenerse en cuenta, primeramente, el principio rector contenido en el artículo 1.198 del Código Civil y también las pautas usuales de hermenéutica en materia de contratos, investigación apreciadas derivado que saber: lógica como del propone, a el del una sentido habrá análisis sentido integralidad de la de gramatical, la de las cláusulas y el resultado interpretación efectuarse que sobre se las declaraciones que contiene el contrato y la conducta de los otorgantes con posterioridad a la celebración, buscando desentrañar lo que las partes entendieron o pudieron entender —según la fórmula del art. 1.198— es decir, su voluntad, (LAVALLE COBO, Jorge, en Código Civil y leyes director; complementarias, Zannoni, Eduardo, Belluscio, coordinador, Augusto, T.5, Ed. Astrea, 1990, págs.899 a 911, n° 5 a 19). 9) Desde esas coordenadas, corresponde señalar como consideración inicial de la faena interpretativa, que no obstante que se alegue la celebración de un contrato atípico con prestaciones diversas entre las 18 que se encontraría la de usar y gozar de una propiedad de los demandados por el término de veintidós (22) años, lo cierto es que la concesión de la tenencia por el propietario tiempo cierto de y una por cosa un a otro precio sujeto, también por un cierto en dinero, tipifica el contrato de locación conforme a la formulación del artículo 1.493 del Código Civil. 10) En segundo lugar se destaca que de los documentos presentados por las partes (referenciados en los escritos principales de juicio) surge que la entrega de la tenencia del inmueble de los demandados fue calificada concretamente, por los aquél otorgantes cuya copia como obra a “locación”; foja 110, textualmente expresa: “Las partes convienen integrar al presente contrato el contrato de alquiler vigente al día de la fecha por el inmueble sito en calle Mendoza 3598 de esta ciudad de Rosario, entre la firma Pinturería Acuario S.R.L. y el señor José Lianza, celebrado con fecha 14 de mayo de 1994, ratificando todas sus condiciones y sus efectos, como así también ejercida en este acto la opción por la locataria …”; 19 lo que permite manifiesta y no aseverar intención —como transformar se la de que el texto expone la continuar el arrendamiento sostiene en la tenencia en una apelación— figura la de jurídica diferente. Es que “contrato Lianza de como el 14 de Mayo locación-Ley locador y de 1994 se 23.928-23.901” Pinturerias celebró entre Acuario un José S.R.L. (representada por Adrián Lianza, Juan Carlos Ferraro y Juan B. Morgante), como locataria. El locador cedió en locación a la locataria y ésta aceptó el arrendamiento de un inmueble de propiedad del primero, sito en la calle Mendoza 3598, con una superficie de 180 metros cuadrados (art. 1º). El término del contrato se fijó en 36 meses, conforme el art. 26 de la ley 23.091, contados desde el el día 1º de Mayo de 1994, por lo que su vencimiento operó de pleno derecho el 30 de Abril de 1997 (art. 2). El alquiler se fijó en la suma de U$S. 2.000.- (art. 3) y entre otras cláusulas se previó en el art. 19 que “la locataria tiene opción de prorrogar la locación por un período de 3 años más, a 20 contar desde el día 1º de Mayo de 1997 al 30 de Abril de 2000” (fs. 108 a 109). El 19 de Septiembre de 1997 se celebró un contrato de cesión de cuotas sociales entre José Lianza, Carlos Adrián Lianza y Vicente R. Bellia, por un lado y Juan Carlos Ferraro y Juan B. Morgante, por el otro, por medio del cual los tres primeros vendieron, cedieron y transfierieron su participación societaria integral en las tres empresas que se Hecho, mencionan (Pinturerías Pinturerías Ferretería Halley señalados Ferraro Acuario S.R.L. S.R.L.), y Acuario a y favor Morgante. Sociedad de Pinturería y de los dos Éstos se obligaron al pago de la suma de U$S 162.000.- en 36 cuotas de U$S 4.500.- cada una, las que se pagarían de manera consecutiva e ininterrumpida a partir del 20 de Octubre de 1994 (este contrato de cesión de las cuotas se encuentra cumplido de acuerdo a la constancia de fs. 110 el 29 de Diciembre de 1997 y además no ha sido motivo de reclamo alguno en autos). Dentro del contrato de cesión de cuotas sociales en la cláusula nº 4 las partes convinieron expresamente, como se 21 dijo, “integrar al presente contrato, el contrato de alquiler vigente al día de la fecha por el inmueble sito en calle Mendoza 3598 de esta ciudad de Rosario entre la firma Pinturería Acuario S.R.L. y el señor José Lianza, celebrado el 14 de Mayo de 1994, ratificando todas sus condiciones y sus efectos, como también así ejercida en este acto la opción por la locataria”. Agregaron que “las partes convienen otorgar a la locataria el derecho de preferencia a la finalización del contrato en orden a su renovación y sobre cualquier otro locatario de idéntica actividad comercial en caso de existir mismo precio, plazo y demás condiciones. El locador se compromete, para el caso de la rescisión del presente contrato, a no alquilar el inmueble como pinturería, por el término de tres años” (se prevé de La infracción). condiciones y de 1994, según efectos el una indemnización ratificación de en caso todas las de la locación del 14 de Mayo convenio del 19 de Septiembre de 1994, en su cláusula nº 4, importa la confirmación de la naturaleza del contrato típico de locación del 22 inmueble mencionado (seguramente se hizo la aclaración de la ratificación del contrato de locación en el mismo contrato de cesión de cuotas sociales por el hecho que el contrato de locación del 14 de Mayo de 1994 fue firmado por José Lianza, como locador, y Juan C. Ferraro, Juan representación de B. Morgante Pinturerías y Adrián Acuario Lianza, S.R.L., en como locataria; mientras que el convenio de fs. 110 del 19 de Septiembre de 1994 lo fue por José Lianza, Carlos Adrián Lianza y Vicente R. Bellia, por una parte y Juan C. Ferraro y Juan B. Morgante, por la otra). Ello además calidad es de así al extremo locador, que locatario, en él se plazos, asumen efectos la por incumplimiento, precio, derecho de preferencia, etc., todos elementos típicos de la locación de inmuebles de acuerdo al art. 1.493 del CC (“habrá locación, cuando dos partes se obliguen recíprocamente, la una a conceder el uso o goce de una cosa, o a ejecutar una obra, o prestar un servicio; y la otra a pagar por ese uso, goce, obra o servicio, un precio determinado en dinero. El que paga el precio, se llama en este código 23 locatario, recibe arrendatario locador o o inquilino, arrendador. El y el precio que se lo llama también arrendamiento o alquiler”). No puede insistir con éxito el apelante, conforme la prueba documental citada, las declaraciones de las partes, y demás constancias puntualizadas, en pretender contrato desconocer de el locación carácter del o inmueble naturaleza de persistir en y invocar un infundado e inexistente “contrato comercial atípico complejo”, consecuencias del (entre se otros, para eludir contrato procura los de efectos locación dilatar la y las celebrado ocupación del inmueble sin derecho, con grave mengua al derecho de propiedad de los propietarios; ya que como se verá, el contrato está contractual largamente real, ora vencido, por plazo ora por plazo de orden legal público; art. 1.505 del CC). Y el hecho de que las partes hayan finalidad celebrado de diversos culminar una convenios relación con la societaria que los vinculaba, no quita autonomía ni tipicidad e independencia a las consecuencias jurídicas del 24 contrato de vinculación locación del convencional no inmueble, afecta la pues una naturaleza y autonomía de la otra. Tampoco es cierto ni se ajusta a las constancias de la causa la afirmación del apelante acerca de que el canon locativo de $ 2.000.- mensuales sea una cuestión accesoria y secundaria al negocio de cesión de las cuotas sociales. Además, ello no surge de ninguna documentación ni de la voluntad de las partes. Muy por el contrario, las detalladas cláusulas establecidas en el convenio del 19 de Septiembre de 1994, son totalmente incompatibles con el carácter de vínculo meramente accesorio y secundario del negocio de cesión de cuotas. Se destaca en este sentido su art. 4º, ratificando todas las condiciones y del contrato de Mayo de en 1994, plazos, precio, mora, derecho locación punto a condiciones, de efectos del inmueble del 14 de las partes efectos, preferencia, celebrantes, consecuencias, reparación de indemnización por violación al derecho de preferencia, prohibición de instalación de un negocio similar hasta pasados los tres años del vencimiento de la locación, 25 etc. Por otra parte, la noción de renta contra el uso y goce de un inmueble por un período de tiempo no es otra cosa que una típica relación locativa. 11) En tercer término, la parte actora ha expresado con anterioridad al juicio que ocupaba el inmueble de los demandados en carácter de inquilina (v. fs. 13 expte. N° 359/2006, “Lianza, Carlos A. y otros c. Pinturería Acuario S.R.L. y/o subinquilinos y/o terceros ocupantes s. Medidas preparatorias, agregado por cuerda). Por ello y como ya se ha expresado en párrafos anteriores, el cierto, hubiera se hecho de que, acordado además el pago de un plazo de un canon mensual por la ocupación, posibilita concluir que la tenencia de la cosa fue dada en locación. En este aspecto se destaca que, aún con posterioridad a la iniciación del juicio de cumplimiento de contrato, la actora continuó con el pago del alquiler convenido mediante fs. la 70/79, realización 312/137 y depósitos 140) y es judiciales precisamente (v. la circunstancia de haberse convenido el pago de un canon 26 mensual por el tiempo que durase la ocupación del bien lo que resulta incompatible con lo afirmado en cuanto a que el otorgamiento a los actores del uso y goce del inmueble por veintidós años constituyó una de las prestaciones a que se obligaron los demandados en el marco del convenio de cesión sociedad que integraban, términos de la se estableció de ya que convención, en el las de cuotas acuerdo de a la los precio de la cesión ciento sesenta y dos mil dólares (U$S 162.000.- = $ 162.000.- en 1994) y en ninguno de los documentos allegados al juicio se hace mención a que el pago de dos mil pesos ($ 2.000.-) mensuales por parte de formara los parte demandantes a del del precio favor de mentado los cedentes contrato de cesión. Luego, si la susodicha mensualidad no forma parte del precio de la cesión, ni se trata del pago del canon de una locación, no obstante los esfuerzos argumentativos que despliega la apelante en su memorial, no llega a avizorarse cuál sería la causa jurídica que mensualidad. justificaría el pago de la aludida 27 12) Precisamente a fs. 13 del expediente nº 1342004 (numeración original) caratulado: “Lianza, Carlos y otros c. Pinturería Acuario S.R.L. y/o subinquilinos y/o terceros ocupantes Preparatorias”, constatación en ante el la y/o otros s. mandamiento Oficial de Medidas judicial Justicia de Adriana Falcone, uno de los titulares de la sociedad de hecho Pinturería Acuario (Juan Carlos Ferraro, co-actor en la demanda reconoció calidad agregó de que de cumplimiento expresamente que inquilino, junto no contaba con de contrato ocupa a el Juan la de autos) inmueble B. en Morgante documentación y para exhibir ya que la poseía su apoderado. Éste también afirmó frente a la Oficial de Justicia que “cuenta con la documentación que avala la ocupación de este inmueble, contrato sociales, donde de consta locación y cesión de cuotas la prórroga de la locación”. A fs. 7 a 8 de la misma causa nº 134-2004 se encuentra agregado el contrato de locación del 14 de Mayo de 1994, en fotocopia certificada y a fs. 9 a 10 el contrato del 19 de Septiembre de 1994, en fotocopia 28 certificada, donde consta la prórroga de la locación con un supuesto vencimiento contractual pactado para el “31 de Octubre irregularidades a simple y vista de 2016” (infra se verán las defectos o alteraciones advertidos y corroborados por la pericial caligráfica). Con relación, asimismo, al carácter de inquilinos o locatarios de Ferraro y Morgante, ella se advierte corroborada por la declaración de la administradora de la propiedad Erika Wanda Heisterborg (fs. 193 vta. a 194), en la causa nº 1.365-2004 sobre Desalojo, mensuales quien admite locativos del haber percibido inmueble de calle cánones Mendoza 3598; reconoció los 21 recibos de alquiler expedidos a favor de alquiler. los locatarios Relata dieron la orden de que no por el cobro mensual del luego los propietarios le cobrar más alquileres porque se había vencido el contrato de locación. Finalmente, los recibos presentados por Ferraro y Morgante confirman el carácter de locatarios o inquilinos de éstos, admitiendo el pago del precio y su imputación a alquileres (fs. 31, 32, 33; del expediente nº 29 1.365-2004 sobre Desalojo). Los indicados Sres. Ferraro y Morgante también reconocieron la documental en la audiencia designada al efecto (fs. 192 y 193 vta., del expediente numeración originaria, 357-2006), y en la de Desalojo luego se absolución nº 1.365-2004, registró de como nº posiciones del expediente nº 1.051-2005 sobre Daños y Perjuicios, a fs. 129 y vta.; por ende, reconocen expresamente los efectos y condiciones del contrato de locación del 14 de Mayo de 1994 de fs. 108 a 109 vta. de este expediente. 13) En cuanto a la queja por la apreciación del juez sobre la prueba pericial, la impugnante la estima equivocada ya que la pericia no demuestra que existió un contrato que las de locación palabras diecinueve años” típico, sino que confirma “ampliatoria”, han sido “decimonovena” salvadas con tipos y y tonalidad que no corresponden a la máquina de escribir usada en su origen, tanto para el contrato de locación de mayo de 1994, como en el mes de Septiembre de 1994 y de ello no puede inferirse la adulteración o 30 alteración, por que se ha salvado. Indica que el perito señala las correcciones y su salvedad, entre otras consideraciones ya resumidas en el punto 6.1. de este voto. El juez no ha hecho otra cosa que la reproducción de los términos la perito principales calígrafa en el en los que se expidió expediente de Desalojo, agregado por cuerda (nº 1.365-2004, de origen), con relación a los documentos de fs. 108 a 110 de los presentes autos sustanciales que y la presencia se detectan a de alteraciones simple vista. Con respecto al contrato de locación del 14 de Mayo de 1994 se detecta enmienda por sustitución donde dice “pinturería”, originariamente decía “chapería y pintura”, con una lo cual tipografía, fue salvado pasos al fin del contrato mecánicos y desalineados totalmente divergentes y fuera de contexto, además de haberse realizado “en otro tiempo escritural” (fs. 280 in fine, 276 vta., 278, 279, 280 y 281). Agrega que los pasos mecánicos y la tipología utilizada es diferente y divergente respecto del resto del contrato 31 (fs. 281 y fotografías adjuntas a la pericia). La experta también advirtió una notable distancia entre la culminación plasmadas las del contrato firmas (fs. y donde 281). Y se con encuentran respecto al contrato del 19 de Septiembre de 1994 constata que la parte con líquido corrector donde dice “ampliatoria”, originariamente decía “decimonovena” (fs. 270 vta., fotografía nº 3), cláusula que habilitaba a Ferraro y Morgante a la opción de prórroga pero sólo por el plazo de 3 años más. La parte con líquido corrector donde dice “diecinueve años”, originariamente decía “cuarenta meses” (fs. 271 vta., fotografía nº 6 y fs. 280). La “2016”, 8). La parte con originariamente perito utilizados en líquido decía actuante las corrector “2001” advirtió enmiendas por donde dice (fotografía que los sustitución nº tipos no son análogos con los del resto del texto, así como tampoco lo es el depósito de coloración. Los pasos mecánicos y tipografía de las partes con líquido corrector y lo agregado en el penúltimo renglón son discrepantes al resto del texto (fs. 280 vta. y sus conclusiones). 32 Todos estos son elementos de sospecha de una alteración de los documentos que intentan beneficiar a Ferraro y Morgante, quienes pugnan por hacer valer un contrato de locación de 22 años de duración y con un canon mensual fijo de $ 2.000.- (desde Mayo de 1994 hasta el año 2016), con el sólo hecho de enmendar o testar un documento, contrario a los usos y costumbres locales (no se registran de de 22 locación años antecedentes de plazo de de contrato vigencia, sin perjuicio de su prohibición por la ley en el art. 1.505 del CC), cuando en el contrato de origen, del 14 de Mayo de 1994, se previó un plazo de 3 años y una prórroga por 3 años más. En este contexto no debe olvidarse quienes al la conducta ser procesal intimados a la de los apelantes, presentación de los originales del contrato, en el expediente nº 359-2006 sobre Medidas Preparatorias, adjuntaron fotocopias certificadas de la locación y su prórroga, que de por sí adolecían de graves irregularidades detectables a simple vista. No acompañaron los originales y sí las fotocopias con tales irregularidades, que luego fueron 33 corroboradas por la perito calígrafa. En fin, el conclusión que prórroga, pero a-quo arriba surge del que se a mismo una determinada documento complementa y con su los reconocimientos de la documental de los apelantes, de sus propios dichos, de los recibos concepto de pago de cánones locativos reconocidos en agregados a fs. 31, 32 y 33 del expediente nº 357-2006, que fueron adjuntados por la misma apelante, más el ya referido testimonio de la administradora inmobiliaria que administraba el local comercial y que había recibido orden de los propietarios de no cobrar más los alquileres por haber vencido el contrato de locación (fs. 193 vta. a 194, del expediente de Desalojo). 14) Pero si aún por vía de hipótesis se admitiera que los agregados y enmiendas al documento original, que señala la pericial caligráfica efectuada en expediente de Desalojo presentes, constituyen agregado los por términos cuerda del a el los contrato realmente acordado por las partes, ello no altera el resultado del recurso de apelación ya que, de 34 todos modos, debe aplicarse el art. 1.505 del C.C. al contrato de locación, al establecer un límite infranqueable para las locaciones, que por disposición legal no puede ser modificada por la voluntad de las partes, a tenor de altas razones de política legislativa que el Codificador expuso en la nota de dicho artículo que hacen al orden público (BelluscioZannoni-Zago, Código Civil Comentado, T.7, Astrea, p.271, edición 1998). Cabe tener en cuenta, además, que en el caso no se ha cuestionado la validez constitucional de la mentada disposición. En efecto, en lo que respecta al plazo máximo nuestra legislación es contundente: ninguna locación puede exceder el término de diez años y si el contrato fija un plazo mayor, concluido a los diez esta regla de años. cualquier La manera única quedará excepción a se da en el contrato de arrendamientos rurales, cuando el arrendatario o aparcero se obliga a realizar obras de mejoramiento del predio que retarden la producción de su explotación por un lapso superior a los dos años, en cuyo caso el contrato podrá prever 35 un plazo máximo de veinte años (art. 45 ley 13.246). La norma del art. 1.505 e imperativa, no siendo del CC es de orden público modificable por las partes (Llambías, Jorge J., Alterini, Atilio A., Código Civil Comentado, T.III-B.151, concordante de Lafaille, Borda, Llerena, con cita Carlomagno, Machado, en Clavell Rezzónico, sentido Borrás, Salas-Trigo Represas, Spota). La transgresión del plazo máximo no acarrea la nulidad del contrato, sino la del plazo que exceda de los 10 años (pues se trata de un supuesto de invalidez parcial en los términos del art. 1.039 del CC) y siendo una nulidad manifiesta puede ser declarada de oficio (Llambías, Jorge J.- Alterini, obra citada, T.III-p.151 a 152, con mención concordante de Spota y Rezzónico). No sólo se sanciona con nulidad parcial el contrato originario que prevea un plazo superior al máximo legal, sino también a toda opción que acuerde a ambas partes o a cualquiera de ellas, la posibilidad de prorrogar la locación más allá del término de 10 años. Es decir, la suma entre el tiempo convenido en 36 el contrato opción en el no original puede art. 1.505 y la superar del prórroga pactada en la el plazo máximo previsto Código Civil (Bueres-Highton- Borda Análisis doctrinario y jurisprudencial del CC, T.4-A-p.252; Garrido-Zago, Comerciales, T.II-p.245, Especial; Contratos primera Llambías-Alterini, Civiles edición, T.III-p.152; y Parte Salgado, Alí, Locación, comodato y desalojo, primera edición, p.71; C.N.Especial Civil y Comercial, Sala I, R.L.L. 1974-1005; C.N.Civil, Sala D, La Ley 131-89; C.N.Civil, Sala C, La Ley 1994-B.150; C.N.Civil, Sala F, del 22 de Diciembre de 1999, causa Guerrini y Cia. S.R.L. c. Machicote S.A., entre otros). Por lo tanto, el contrato de autos está vencido largamente ya sea que se analice desde el plano contractual o desde el ángulo legal. 15) Con relación al agravio que ensaya el apelante sobre el comportamiento procesal de los apelados, no merece acogida. Los demandados en autos, y actores en el juicio de desalojo, negaron supuesto “contrato comercial la existencia de un atípico complejo” 37 (invocado por Ferraro y Morgante), toda vez que éste no ha existido; por el contrario, ha sido largamente demostrado la existencia de un contrato de locación típico de un bien inmueble aducido por los propietarios. No hay en ello ninguna conducta procesal reprochable toda vez que de las pruebas documentales, constataciones, contratos, reconocimiento de las partes, etc., se ha confirmado que Ferraro y Morgante vienen ocupando ilegalmente el inmueble (con plazo contractual y/o legal de locación comercial vencido. Más aún, si de contradicción o violación a los actos propios se incursos trata, en ella, han sido toda Ferraro vez que y por Morgante los un han lado reconocido el contrato de locación y su calidad de locatarios y por el otro, a fs. 144 del presente expediente, ante la constatación judicial, la actual apelante sostuvo que ocupa el inmueble en el rubro de pinturería en virtud de “un contrato comercial” (sin hacer de mención inmueble), expresamente retomando al contrato de locación tácitamente una figura tan arbitraria como artificiosa e inexistente en autos de 38 “contrato comercial precisamente para atípico evitar complejo”, la invocada aplicación de las consecuencias jurídicas de la locación típica. Esta postura autocontradictoria de Ferraro y Morgante también los descalifica en los términos del art. 1.198 del CC de acuerdo a la inveterada doctrina de la Corte de la Nación en orden a que es dable exigir a los participantes de un acuerdo comportamiento coherente, conductas perjudiciales, actuación que implique de ajeno y un a debe voluntades los cambios desestimarse obrar un de toda incompatible que -merced a actos anteriores- se ha suscitado en la otra parte. No propios puede actos, ponerse ejerciendo en una contradicción conducta con sus incompatible con otra anterior, deliberada, jurídicamente relevante y eficaz (Fallos: T.320-562; 2530; T.319-1331; T.320-2233; T.321-3150; T.320-349; T.321-221: T.322-1318; T.320-521; T.321-2314; T.322-1546; T.321- T.323-574; T. 323-1146; T.323-3035; T.323-881, entre otros). 16) Carece de toda relevancia para alterar la suerte de la litis el hecho de que los apelados no 39 hayan aportado el contrato en locación original, sino una fotocopia agregada a fs. 117 a 118. Dicha parte había denunciado con antelación que los había extraviado y por esa razón presentó una demanda de aseguramiento medidas de pruebas preparatorias (nº (nº 598-2004 134-2004 de de origen) origen). y Se libró mandamiento por el Juzgado de Circuito nº 4 de Rosario al efecto. Ferraro y Morgante no acompañaron el original del contrato de locación sino fotocopias certificadas del mismo y su prórróga. Las constancias fotocopiadas presentaban irregularidades y a simple alteraciones, que vista notorias luego fueron corroboradas por la pericial caligráfica (expediente de Desalojo nº 1.365-2004, de origen), tal como se ha expuesto donde ut-supra dice (la parte “ampliatoria”, con líquido corrector originariamente decía “decimonovena”, cláusula que habilitaba a Ferraro y Morgante a la opción de prórroga pero sólo por el plazo de 3 años. La parte con líquido corrector donde dice “diecinueve años”, originalmente decía “cuarenta meses”; y la parte con líquido corrector donde dice 40 “2016”, originariamente decía “2001”, entre otras graves irregularidades). 17) Retomando calificación el contractual, tema de interpretación la parte impugnante y aduce que existe un solo convenio o contrato, suscripto el 19 de Septiembre de 1994, en el cual por la cláusula nº 4 se integró con los términos de un contrato de locación de inmueble del mes de Mayo de 1994. Afirma que la conjunción entre la cesión de cuotas societarias y la locación se ha producido “un contrato atípico mixto”, que entre una de sus disposiciones se establece la obligación de los propietarios del inmueble de permitir su uso y goce, por un precio en dinero, hasta el año 2016; y que tal contrato “atípico mixto” fue suscripto por todas las partes y es válido. Refiere a que se previeron prestaciones a cargo de los cedentes o transmitentes (José Lianza, Carlos Lianza y Vicente Bellia), como la cesión de las cuotas de tres sociedades, y su consecuencia, la transferencia de la marca y clientela de Pinturería Acuario, así como otorgar el uso y goce del inmueble donde funciona el 41 comercio por el período de 22 años (desde 1994 hasta 2016). A su turno, las prestaciones a cargo de Ferraro y Morgante eran las de pagar una suma de dinero en 36 cuotas mensuales, pagar un canon mensual por el uso y goce del inmueble, garantías, y Pinturería Acuario existiera con consecuencias liberar conservar no los a los una serie menor al cedentes. jurídicas son cedentes de mercaderías saldo de las en deuda que que las resultados del Considera los de negocio, en especial frente al incumplimiento de las partes. Así, si Ferraro y Morgante no hubieran cumplido con el pago del precio de las cuotas (U$S 162.000.produciría en el 36 cuotas derecho mensuales de los de Lianza U$S y 4.500.-), Bellia de demandar el cumplimiento o la rescisión de todo el convenio. Y, sostiene, a la inversa si los Lianza y Bellia no hubieran cumplido (v.g. permitir el uso y goce del inmueble) Ferraro y Morgante podrían haber ejercido la acción de cumplimiento o resolución del todo el convenio. Asevera que en el caso demandan el cumplimiento contractual (que se los mantenga en el 42 uso y goce del inmueble) que intenta no ser cumplido por los apelados. Asevera que por la entidad económica del negocio y el comportamiento de las partes, entre otras consideraciones, unidad contractual se está atípica en presencia mixta lo de que una torna inaplicable el art. 1.505 del CC. 18) La construcción jurídica que realiza la parte apelante, en el fondo lo que procura, sin éxito alguno, es disolver la relación negocial locativa de un inmueble comercial regido por las normas del Código Civil y las reglas pactadas por las partes en el contrato (con la finalidad de que, en su caso, no se aplique el art. 1.505 del CC, norma imperativa y de orden público, aún de aceptarse, via arguendi, que el contrato del 19 de Septiembre de 1994 no presente irregularidad alguna). En el documento de fs. 110 y ss. es cierto que se describen dos contratos: uno de cesión de cuotas societarias en el que José Lianza, Carlos Lianza y Vicente R. Bellia realizan la cesión y transferencia a Ferraro y Morgante por una suma de U$S 162.000.- (equivalente a $ 162.000.- para la época de 43 la convertibilidad) 4.500.- cada una pagadero en 36 cuotas de U$S (art. 1º); y el otro referido en su claúsula nº 4, por la cual se integra a este convenio “el contrato de alquiler vigente al día de la fecha del inmueble sito en calle Mendoza 3598 de Rosario, celebrado el 14 de Mayo de 1994, ratificando todas sus condiciones y efectos”. Se previó que para el caso de incumplimiento de pleno de Ferraro derecho, a la y Morgante fecha de se resolvía producirse el incumplimiento, “el contrato de alquiler indicado en el inciso 4º”. Sin perjuicio de la ejecución de los documentos que pudiera corresponder a los señores Ferraro, Morgante y/o Pinturería Acuario S.R.L., éstos se obligan, inmediata de cesión producirse su compensatoria incumplimiento, de su a la participación patrimonial en la firma Pinturería Acuario S.R.L. a los señores Lianza, Bellia y Lianza (punto 6, a y b). Si se produce el incumplimiento de éstos por la no firma de los instrumentos de cesión referida en el punto 5, tal razón habilita a la suspensión de los pagos de los documentos hasta el día que se 44 perfeccione la referida instrumentación, y a la extinción de pleno derecho de los documentos de los señores se Ferraro prolongare y Morgante, por más de si 90 el incumplimiento días, entre otras consideraciones. 19) Por lo expuesto, en un mismo documento se han instrumentado cuotas dos sociales contratos y locación típicos de un (cesión de las inmueble), que guardan una relación, vinculación o conexión entre sí en el plano causal vinculación o genético tal y cumplimiento o funcional. agrupamiento vinculación total del Tal ligamento contractual sólo acuerdo de duró ha sido hasta cesión o de el las cuotas, hecho ocurrido el 29 de Diciembre de 1997 (fs. 110, documento adjunto por Ferraro y Morgante; su parte realizó los pagos y la última cuota es del 19 de Diciembre de 1997; la cesión se realizó, igual que su registración, y ninguna de las partes ha denunciado o afirmado o sostenido que haya quedado pendiente alguna prestación relativa a la cesión de las cuotas sociales). Sobre la diferencia entre ligamen genético 45 (cuando los tipos estructurales nacen de manera simultánea y vinculada) y funcional (la vinculación no se da ver en a su origen Nicolau, sino Noemí en su desarrollo), L., “Algunas cuestiones en torno a los contratos conexos, con especial referencia a la subcontratación dependientes Privado y e y a independientes” Comunitario, Colectiva las Contratos cadenas Revista T.2007-2-p.211 Conexos; contractuales Tobías, de de Derecho la Obra José y De Lorenzo, Miguel F., Complejo de negocios unidos por un nexo, Estudios de la Parte General de Derecho Civil. Colección académica, La Ley, p.274, entre otros. A partir del cumplimiento del acuerdo de cesión de cuotas (extinción del contrato de cesión de cuotas sociales por su normal cumplimiento por la ejecución de las diferentes Garrido-Zago, prestaciones Contratos Civiles de y las partes; Comerciales, T.1- p.479 a 480. Pauta General, Universidad), sólo quedó vigente el contrato de locación del inmueble comercial citado, hasta vencimiento del que se plazo produjo (ora su expiración contractual ora por legal). 46 Esta unión de contratos está referida a la celebración de dos o más contratos por las mismas partes que se encuentran unidos externamente al tiempo de su conclusión. Merece aclaración la hipótesis que ofrece la celebración de diversos contratos por las mismas partes, pero que tienen alguna unidad o conexidad (entre la cesión de cuotas sociales y la locación del inmueble). Son, como lo define la doctrina de modo unánime, supuestos de agrupamientos teniendo en cuenta el interés unilateral cumplimiento de las distintos contratos unilateral o o bilateral en obligaciones conexados, bilateral y es emergentes con que exigir el de dependencia habrá unión de contratos completos unidos por dependencia bilateral o recíproca cuando el propósito práctico tenido en cuenta por las partes al tiempo del perfeccionamiento de los mismos ha sido el de que uno dependa del otro, e inversamente, la unión de contratos distintos será de dependencia unilateral cuando sólo uno dependa del otro. En el caso concreto, de su configuración interna, en modo alguno se puede considerar que la 47 relación jurídica locativa era accesoria o dependiente de la cesión de cuotas sociales, toda vez que ésta se cumplió totalmente, sin prestaciones pendientes por las partes, en Diciembre de 1997, y a partir de ahí rigió sólo el contrato de locación del inmueble hasta su expiración por vencimiento del plazo contractual o, en su caso, el plazo legal imperativo. Pero al margen de lo expuesto, lo determinante y relevante es que la unión de contratos, grupo de contratos o contratos coligados o conexos, nunca desembocan en una unidad contractual pues los negocios jurídicos conservan su autonomía, aún cuando uno dependa de la celebración del otro. De ahí que se aluda a los contratos coligados o vinculados, como contratos en relación de dependencia, interdependencia o conexos. La finalidad económica perseguida por las partes, que tolera la conexión de diversos contratos, no obsta a que cada contrato conserve su propia finalidad constituida por la operación jurídica-económica de cada uno, más allá de la operación económica global. En otras palabras, los contratos coligados presuponen una yuxtaposición 48 de una pluralidad de contratos generalmente típicos (regulados normativamente) que tienen por finalidad la de lograr, con la unión de ellos, la finalidad de todas las partes. Uno de los elementos que los caracteriza es la pluralidad contractual (como en el caso, cesión de cuotas sociales regidas por la ley de sociedades; Código se locación Civil); agrega acuerdos y la de a inmueble tal conexión celebrados. La regulado pluralidad funcional operación de que por el contratos, una a los jurídico-económica planificada por las partes requiere de la concurrencia de esa pluralidad propósito contractual práctico que las y su partes nexo será persiguen el como finalidad. Pero, reiterando, que es de la naturaleza o esencia de la contractual, contratos conexión, la que agrupamiento autonomía concurren a de la cada o ligamento uno celebración de los de una operación económica-jurídica determinada. La autonomía contractual importa el mantenimiento de la tipicidad legal de cada contrato (cfr. en el mismo sentido expuesto: Nicolau, Noemí L., “Fundamentos de Derecho 49 Contractual”, La Ley, T.I-220 a 222; Hernández, Carlos y Esborraz, David, “Alcances y proyecciones del fenómeno de la vinculación negocial en el ámbito de los contratos”, Trabajos del Centro, Centro de Investigaciones de Derecho Civil, Facultad de Derecho de la UNR nº 2, p.9; Mosset Iturraspe, Jorge, “Contratos conexos. Grupos y redes de contratos”, RC, años 1999, passim; Nicolau, Noemí L., “Los negocios jurídicos Derecho año conexos”, Civil, Centro Facultad 1997, nº 2, cuestiones en torno especial p.9; referencia de Investigaciones Derecho Nicolau, a a de los la Noemí contratos de de la UNR, L., “Algunas conexos, sub-contratación y a con las cadenas contractuales dependientes e independientes”, Revista p.205; de Derecho López Bosch, Frias, Barcelona, Ruben S., Contratos General, T.I-p.107; civiles-comercialesStarck, Boris, Privado y Comunitario, T.2007-2 Ana, “Los contratos conexos”, passim; Stiglitz, año 1994, Civiles Alterini, de y Comerciales. Atilio consumo”, Roland-Boyer, AP, A., Parte “Contratos 1998, p.194; “Obligations 2, 50 Contract”, París, año 1995, p.43; Tobías, José y Di Lorenzo, Miguel F., “Complejo de negocios unidos por un nexo”, p.257 en la obra “Estudio de Derecho Civil Parte General”, La Ley; Larenz, Karl, “Metodología de la ciencia del derecho”, Ariel, Barcelona, traducido por Marcelino quien alude Rodríguez a la Molinero, unión de año dos 1994, passim más tipos o estructurales, mediante la cual los efectos de uno se pueden propagar a los otros, siendo que los tipos jurídicos estructurales son los tipos de relaciones jurídicas, en surgen la de de regulación especial realidad los tipos de contratos que jurídica y tienen contenidos clasificados de modo cierto; también destacando a los contratos conexos como contratos que mantienen su autonomía y tipicidad, aunque vinculados a una finalidad Jornadas 1999; Naciones Galgano, económica de supra Derecho contractual: Civil, Francesco, “El Santa negocio Fe, XVII año jurídico”, p. 118 y passim, editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, años 1992; Gregorini Clusellas, Eduardo L., “Derecho de los contratos”, T.1-p.313, año 2009, entre otros). 51 Si cada contrato coligado, conexado, o grupo de contratos, mantiene su autonomía y tipicidad, conforme lo expuesto, es inaceptable la tesitura del apelante de pugnar por diluir el contrato de locación celebrado 14 de Mayo de 1994 y ratificado en todos sus términos y efectos juridicos en el convenio del 19 de Septiembre de 1994, en su art. 4º. La descripción y regulación del negocio jurídico de la cesión de las cuotas sociales y de la locación no las ha hecho perder su autonomía y tipicidad. 20) La parte apelante, en cambio, califica a la convención del 19 de Septiembre de 1994 como contrato atípico mixto. No es así: son dos contratos que tienen tipicidad legal y social (la cesión de cuotas sociales regulados por el art. 152 de la LS; y la locación inmobiliaria cierto grado tipicidad es generalizado de una comercial de un en persona, caracteres del art. conexidad instrumento todas cosa resultan 1.493 del CC), con funcional-causal. La intelectual de empleo las ciencias y es la cualidad o concepto conformes a por la cual los de un sus tipo 52 predeterminado. El tipo es el modelo ideal que reúne los caracteres esenciales de todos los entes de igual naturaleza. En consecuencia, es factible afirmar la tipicidad pueden de una subsumirse conducta, en el cosa tipo. o Y concepto en el cuando caso del contrato puede decirse que un contrato dado encaja en el tipo cuando se da la coincidencia de sus elementos esenciales. Así, en la compraventa, cuando se verifica la obligación de transferir el dominio de una cosa y obligación de pagar un precio cierto en dinero, y en el caso de la locación, cuando el propietario concede la entrega de la tenencia de una cosa, por un tiempo cierto y por un precio en dinero, también tipifica el contrato regulado por el art. 1.493 del CC. El art. 1.143 del CC dice que los contratos son denominados designe doctrina o o innominados, no, emplea bajo el una según que denominación rótulo de la ley especial. típico, cuando los La el contrato tiene nombre y regulación legal; y atípico, cuando la ley no ha dispuesto previamente una particular denominación jurídica ni regulación legal. 53 Lo que define la categoría no es que la legislación mencione al contrato, sino que lo regule. Tampoco es del caso confundir a los contratos típicos con los aparentemente atípicos. El caso más común es el del contrato típico accesorias en que el que se corresponden incluyen a otro prestaciones contrato; esa circunstancia los hace aparecer como atípicos aunque en realidad no lo sea (Nicolau, Noemí L., “Fundamentos de Derecho Contractual. Parte General”, La Ley, p.170; Lorenzetti, Ricardo L., “Contratos modernos ¿Conceptos modernos? Nuevos contractual Finalidad aspectos mínimo. de la Problemas supracontractual teoría contractuales y conexidad”, del tipo típicos. La Ley 1996-E.851; Parellada, Carlos A., “Contratos atípicos” en la obra Instituciones de Derecho Privado Moderno, bajo la coordinación de Javier H. Waljntraub y Juan M. Alterini, AP, año 2001, entre otros). En los contratos atípicos sumatoria mixtos de obligaciones contrapartida, prevalece prestaciones de una una de la como las prestación hipótesis de una objeto de las partes única de y, la como otra 54 parte (Stiglitz, Comerciales. Rubén Parte “Contratos”, suministra el el que, “Contratos Civiles T.I-p.128; Ennecerus- General”, Kipp-Wolf, por D., T.II.V.II, ejemplo del mediante el p.14). contrato pago de de un y Spota pensión precio cierto y global como única prestación, el dueño se obliga a una pluralidad de prestaciones principales correspondientes, la habitación como conceder afectada a el vivienda, uso el y goce de servicio de limpieza, guarda de equipajes y provisión de comidas. No estamos en el caso de autos ante tal situación descripta ni tampoco ante un contrato que encaje, desde el contenido y efectos, indistintamente en dos tipos contractuales doble tipo; Civiles y Lorenzetti, cfr. (contratos Stiglitz, atípicos Rubén de D., “Contratos General”, T.I-p.128; Comerciales. Parte Ricardo “Tratado L., mixtos de los Contratos. Parte General”, RC, p.231). 21) Recapitulando: combinado (que pluralidad de invoca el la contratos, contrato apelante) sino de no uno mixto o implica una concreto que 55 tiene elementos contractuales, pertenecientes aunque a ligados otros de tipos manera que constituyen un todo unitario. Ahora bien, el contrato combinado o cuando de uno mixto los complejo surge contratantes se únicamente obliga a varias prestaciones principales que corresponden a distintos tipos de contrato, mientras que el otro contratante promete solamente una contraprestación unitaria (Spota, Alberto G., “Instituciones de Derecho Civil. Contratos”, T.I-p.205, año 1974, Depalma pone como ejemplo el contrato en el que el locador además de la concesión del uso de la cosa, asume otras prestaciones principales como la total manutención del locatario, el suministro libros, ropas de y comida, la equipajes; guarda el o depósito suministro de de varios servicios; y por el otro lado el locatario asume la única obligación del pago períodico de la pensión; en el ejemplo serían obra, la citado, encuadrables de obra suministro citada. las en prestaciones la y de locación del de depósito; p.205, nº 142, I, a). locador cosas, de vid. Spota, en Naturalmente 56 que esta definición contratos atípicos sub-litem ya teórica mixtos que el y no doctrinaria puede mismo de los aplicarse apelante al reconoce ampliamente que las prestaciones y contraprestaciones eran plurales entre las partes, es decir, no se da la concurrencia de varias prestaciones principales de un lado y una contraprestación unitaria por el voto, por ende la doctrina citada por el recurrente (contrato unitario mixto complejo) es una hipótesis teórica ajena al caso de autos (en el mismo sentido expuesto: Spota, Alberto G., “Instuticiones de Derecho Civil. Contratos. Parte General”, T.I-p.394, actualizada por Leiva Fernández, Luis L., segunda edición, La Ley, año 2009; Ennecerus, Ludwig-Lehmann, Heinrich, “Derechos de las Obligaciones”, V.II, p.5; Stiglitz, Rubén D. “Contratos Civiles y Comerciales. T.I.p.128; Ennecerus-Kipp-Wolf, Parte General”, “Contratos”, T.II- V.II-p.14; Gregorini Clusellas, Eduardo L., “Derecho de los entre Contratos. otros). Parte Recuérdese General”, que el T.I-p.308 mismo a 309, recurrente relata que las prestaciones a cargo de Carlos Lianza, 57 José Lianza y Vicente Bellia, como propietarios del inmueble eran además de permitir el uso y goce del mismo, por un precio en dinero hasta el año 2016, a favor otras de Juan Carlos prestaciones cedentes de la Ferraro u cesión y Juan obligaciones de las B. Morgante, asumidas cuotas de como las tres sociedades comerciales, (la transferencia de la marca y clientela de la Pinturería Acuario y la registración de las cesiones en el Registro Público de Comercio). Y a su turno, las prestaciones a cargo de Ferraro y Morgante eran las de pagar una suma de dinero en 36 cuotas mensuales, como cesionarios de las cuotas cedidas en contraprestación por la cesión, pagar un canon mensual por el uso y goce del inmueble donde funciona el comercio, liberar a los cedentes de las cuotas de las mercaderías menor al garantías en y Pinturería saldo de la conservar Acuario deuda que por una serie de un monto no existiera con los cedentes (ver. fs. 295 vta. a 216 de la expresión de agravios). Es decir, el apelante admite que no se está en presencia del supuesto del contrato unitario 58 mixto complejo cuando uno de toda los vez que ello surge únicamente contratantes se obliga a varias prestaciones principales que corresponden a distintos tipos de contratos, mientras que el otro contratante promete solamente una contraprestación unitaria (más allá de que contradictoriamente pretende se considere la tesis doctrinaria del contrato único mixto complejo, contradiciendo la unanimidad de la doctrina nacional y extranjera). 22) del la Pero aún colocándonos en la mejor hipótesis recurrente tesis del y aceptando contrato sólo atípico por un instante mixto, por toda eventuallidad (más allá de que no sea correcta tal calificación al sub litem), el quejoso no acierta a definir qué reglas resultan aplicables a dicho contrato. Y la solución es la misma que la que se viene exponiendo: en cuanto a las regulación de los contratos atípicos tradicional normas la para la doctrina siempre consideró que debían regirse por los correspondientes a los contratos típicos con los cuales guardase cada uno mayor analogía (Gregorini 59 Clusellas, Parte Eduardo General”, L., “Derecho T.1-p.309; de los Contratos. Stiglitz, Rubén D., “Contratos Civiles y Comerciales. Parte General”, T.Ip.129; Civil. Salvat-Acuña Fuentes Anzorena, de las “Tratado de Obligaciones”, Derecho T-I-p.44; Messineo, Francesco, “Doctrina de los contratos”, T.Ip.398; Proyecto de Reformas del Código Civil, año 1993, art. 855; Proyecto de Reformas del Código Civil, año 1987, art. 1.143 del CC, entre otros). O sea, la tesis de la extensión analógica propone aplicar las normas generales correspondientes a los contratos y analógicamente las normas correspondientes al negocio típico involucrado que más se adapte al caso particular. En el caso bajo examen a la prestación obligacional regulada en el art. 4º del convenio del 19 de Septiembre de 1994, no cabe otra cosa que aplicarle las normas del contrato de locación (más aún cuando todas las prestaciones relacionadas con la cesión de cuotas fueron largamente cumplidas por las partes, consumiéndose, -extinguiéndose- la prestación final del 19 de Diciembre de 1997; fs. 110 ter; fs. 60 170 a 171; 184, 165, 172 a 174, 175 a 182, 187 vta., 183 a 184, 185 a 187 y 166 a 169, entre otras). Incluso si hubiera estado aún vigente el contrato de cesión de cuotas, junto a la locación antes del vencimiento del plazo del contrato o en su caso el plazo legal, tampoco impedía aplicar la tesis de la combinación, legales que consiste aplicables a en cada combinar uno de las los normas contratos atípicos mixtos, en una suerte de sumatoria (Messineo, Francesco, “Doctrina de los contratos”, T.I-p.398; Mosset Iturraspe, Jorge, “Contratos”, p.79; Gregorini Clusellas, Eduardo L., “Derecho de los contratos. Parte General”, T.I-p.312). La tesis de la combinación no impide aplicar las normas de la cesión de cuotas y de la locación. 23) en la Ad-abundantiam, y como argumento de cierre, interpretación y calificación contractual se debe considerar que en la conexión contractual o, en su caso, la llamada unidad contractual atípica mixta se debe figuras tener o en cuenta construcciones especialmente jurídicas no que tales encubran 61 supuestos de imperativas concuerda violación o en en al orden fraude sostener, a en la público ley. o La definitiva, normas doctrina que estas construcciones de negocios por voluntad de las partes, se inscriben en el fenómeno de la autonomía de la voluntad de las ellas. Todo ello permite y consiente que las partes puedan atribuir a determinado negocio un fin ulterior al fin típico previsto objetivamente por el ordenamiento jurídico, o bien que para acceder a él se valgan de una pluralidad de actos jurídicos vinculados. objetivo: Pero que la para tal conexión fin media negocial o la un límite atipicidad negocial, en sus diversas variantes, no sea contraria a las normas ordenamiento de orden jurídico o público a las e imperativas buenas del costumbres o permiten el fraude a la ley. De ahí que el orden de regulación de esos contratos es partir de la teoría general de las obligaciones y contratos, para considerar la voluntad de las partes, pasando por el respeto a las normas imperativas de los contratos, las supletorias sobre obligaciones y contratos, y la 62 consideración decir, los de los contratos contratos atípicos, típicos como afines. los Es típicos, encontrarán siempre los límites en la no violación al orden público, moral y buenas costumbres (arts. 21 y 953 del CC; Gregorini Clusellas, Eduardo L., “Derecho de los contratos”, T.1-p.313; Alterini-López Cabana, “Contratos Atípicos”, en la obra Contratos Especiales en el Siglo XXI, bajo la coordinación de Roberto López Cabana, p.11; Tobías, José-Di Lorenzo, Miguel F., “Complejo de negocios unidos por un nexo. El ligamen negocial, Estudios de la Parte General del Derecho Civil”, p.284; Messineo, Francesco, “Doctrina general del contrato”, negocio T.I-p.199; jurídico”, p.117; Galgano, Francesco, Alterini, Atilio “El A., “Contratos Civiles, Comerciales y de consumo. Teoría general”, Derecho p.191, Civil, 1.P; VII Comercial y Jornadas Procesal, Bonaerenses Junín del de año 1996; I Jornadas para Fin del Mundo de Derecho Privado de Ushuaia, año 1996). En este mismo sentido también otra calificada doctrina nacional ha expresado, con relación a los contratos atípicos y en punto a la 63 determinación de las normas aplicables y la calificación del contrato (operación a través de la cual se contrato tiende a identificar celebrado), que el tipo cabe aplicable su al posterior interpretación como búsqueda de sentido a las reglas pactadas por las partes en función de la autonomía privada. Pero en la faena de interpretación e integración del contrato (ésta última como encontrar las normas aplicables a los supuestos no previstos por las partes), se debe rectificar el contrato al ajustarse la autonomía privada al orden público; de este modo, las reglas privadas deben ser modificadas cuando se apartan de las normas imperativas. Es decir, la doctrina es concordante con que en los contratos atípicos se aplican en primer orden las normas generales relativas a las obligaciones y contratos, teniendo prioridad las normas imperativas por sobre las supletorias y en segundo lugar, las normas imperativas correspondientes al contrato tipo más afín (Lorenzetti, Ricardo Luis, “Tratado de los Contratos”, T.I-p.28 a 29, RC). 64 24) bajo En el sub-litem, la parte apelante pretende, la excusa negocial (o de la interpretación construcción contractual atípica aniquilar, o comercial del jurídica mixta), solapar, y el inmueble calificación de la disolver, contrato mencionado unidad destruir, de locación para intentar vanamente que no se aplique, en sustancia, la norma imperativa del art. 1.505 del CC. El ordenamiento jurídico no tolera tal interpretación o elaboración jurídica, ya que el límite es el respeto por las normas imperativas o de orden público. Con el mismo criterio del recurrente número de prohibiciones figura del contrato se podrían legales atípico mixto eludir un recurriendo o a complejo sin la (vg: arts. 1.149, 1.175, 1.453, 1.396 del CC; art. 14 de la ley 14.005; etc). El orden público protege el interés general, por eso son normas imperativas y por ende, inderogables, es decir las partes no pueden pactar lo contrario. De acuerdo a la finalidad que persiga el Estado con su intervención, será de dirección o de protección. De dirección cuando fija reglas esenciales 65 que tienden a relativizar la justicia distributiva y de protección, cuando defiende y protege a la población y tiende a la justicia conmutativa. El art. 1.505 del CC ha sido calificado como de orden público virtual cuando éste carácter se infiere del contenido mismo de la norma (Nicolau, Noemí L., “Fundamentos de Derecho Contractual”, p.245 a 246; Hernández, Carlos, “Las normas de orden público y su funcionamiento”, E.D. 166-842; Piñon, Benjamin, “Orden público”, J.A. 1995-III-812; Compagnucci principio la de de autonomía Caso, de la Rubén H., “El y sus voluntad límites”, J.A. 2000-III.959). Precisamente se ha dicho que, dentro de las normas regulatorias de los contratos, se deben tener especialmente presente las normas imperativas. Reglas de orden público, obligatorias o imperativas son aquellas dentro de las cuales debe desenvolverse, sin ultrapasar sus límites, la autonomía de la voluntad. Nuestro Código Civil las considera en el art. 21, al expresar que “las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia estén 66 interesados el orden público y las buenas costumbres”. Así, vgr, en el caso de la locación, se prohíbe celebrar un contrato de arrendamiento más allá de 10 años (art. 1.505 del CC). El legislador, teniendo en cuenta diversas dicho precepto- prohibición, público (arts. ha que torna 1.044 interés razones creído por ineficaz y 1.047 general -que han enumera en conveniente interesar toda CC). razones Esas se de en mismas que nota incluir voluntad impuesto la a tal orden contrario razones de autorizara el arrendamiento rural, en ciertos casos, hasta por un plazo del doble del indicado (art. 45 ley 13.246, de arrendamiento rural y aparcería)” (Spota, Alberto G. “Instituciones General, de Derecho T-I-p.80, Civil. actualizado Contratos”. por Leiva Parte Fernández, Luis P., segunda edición, año 2009). 25) Las precedentes consideraciones son suficientes para sellar la suerte del recurso de la parte impugnante, incorporadas en el porque memorial las demás no pueden cuestiones cambiar el sentido de la decisión. Adicionalmente cabe expresar: 67 i) el antecedente jurisprudencial citado a fs. 295 de esta Sala, del 5 de Diciembre de 1990, sobre contratos atípicos mixtos, no guarda ninguna relación con la realidad fáctica y normativa del presente caso, sin perjuicio de que en tal precedente no estaba en juego tampoco la violación a normas de orden público e imperativas; ii) con relación a la entidad económica del pago realizado por Ferraro y Morgante por la operación de cesión de las cuotas sociales en la suma de U$S 162.000.- (en 36 cuotas pagaderas desde 1994 a 1997; en la época de Un peso = Un dólar) nada puede predicar a favor de los apelantes ya que si pagaron tal suma es por el valor correspondiente a las cuotas sociales de tres empresas que fueron transferidas por Lianza, Lianza y Bellia (incluían además el valor llave o marca comercial, nombres y clientela de las empresas). Los cálculos que realizan a fs. 297 vta. son expresiones unilaterales de los recurrentes sin ninguna correspondencia probatoria, sin perjuicio de que se trata de una cuestión no propuesta al conocimiento del juez inferior, razón por la cual no 68 pueden introducirse en la Alzada por aplicación del art. 246 del CPCC. Desde esta perspectiva también sería significativa la entidad económica de la locación del inmueble si se considerase que el alquiler fue pactado en U$S 2.000.(equivalente a $ 2.000.-; fs.108, cláusula tercera y en la cláusula cuarta “las partes convienen de común acuerdo que las obligación de pago se fija en dólares estadounidenses billetes, pagaderos en esa especie de moneda”). Ferraro y Si partimos Morgante de de la que premisa se pactó invocada un plazo por de duración de 22 años, el monto económico en dólares del alquiler, desde 1994 a 2016, sería de U$S 484.000.- es decir una suma sustancialmente superior a U$S 162.000.Desde esa del monto perspectiva de el la cesión contrato de cuotas. predominante económicamente sería la locación del inmueble. En cualquier caso, los recurrentes no demostraron que el precio pagado por la cesión de las cuotas deba relacionarse, lógicamente, con un contrato de locación de 22 años de duración, a todas luces contrario a la 69 ley en cuanto al plazo en exceso (art. 1.505 del CC, art. 20 del CC); iii) las consideraciones sobre la conducta posterior de los contrayentes y el comportamiento procesal de los litigantes no tienen ninguna relevancia para el desenlace de la litis, porque, en última instancia, no impiden la aplicación de la norma de orden público del art. 1.505 del CC, tal como ha sido explicitado en el curso del voto. 26) En pretensión ningún la de Alzada daños y resarcimiento ya no insiste perjuicios. pueden De más con todos reclamar la modos, Ferraro y Morgante pues el contrato de locación está largamente vencido y ha sido propietarios del desde largos hace razonable inmueble años. de la pretensión pretender Por el el de los desalojo contrario, los recurrentes no sólo no han demostrado ningún daño sino que se han visto beneficiados por la explotación de un inmueble comercial de valor abonando un canon igual desde Mayo de 1994 de reducidísimo montaje, casi vil, y postularon seguir haciéndolo durante el plazo de 22 años. Igualmente no se tiene derecho alguno a la 70 reparación por la parte que pretende violar las normas de orden público e imperativas del orden jurídico, normas que son conocidas por todos (art. 20, 21, 953 y 1.505 del CC). 27) En lo atinente a lo que expone el recurrente en su punto III del memorial recursivo a fs. 301 vta. a 303, no es más que una reiteración de las quejas anteriores, ya rechazadas en el curso del voto, sobre la pretendida aplicación a autos de la doctrina del contrato también atípico mixto; desestimada argumentos en el así con como su postulación, plurales y concurrentes presente acuerdo, de que no se aplique la norma del art. 1.505 del CC; razón por la cual y a los fines de evitar repeticiones innecesarias cabe hacer las remisiones correspondientes. 28) Las razones expuestas son autosuficientes para imponer el apelante, menester recursivos rechazo de los destacándose hacerse sino de adicionalmente cargo sólo agravios de de la que parte no es todos los argumentos aquéllos que se estime esenciales y relevantes para la decisión de la causa 71 (Corte de la Nación, Fallos: T.221-37; T.222-186; T.226-474; T. 228-279; T.233-47; T.234-250; T.243-563; T.247-202; T.310-1162, entre muchos otros). Así voto. Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Puccinelli, a quien le correspondió votar en segundo lugar dijo: Que coincide con los fundamentos expuestos por el señor vocal doctor Silvestri, y vota de la misma manera. Concedida la palabra a la señora vocal doctora Lotti, a quien le correspondió votar en tercer término, y a esta cuestión dijo: Que habiendo tomado conocimiento de los autos y advertir la existencia de dos votos totalmente concordantes, invoca la aplicabilidad al caso de lo dispuesto por el art. 26, ley 10.160, absteniéndose de emitir opinión. Sobre la segunda cuestión, el señor vocal doctor Silvestri, dijo que corresponde el rechazo de los agravios del apelante, con costas de Alzada a cargo de la parte recurrente (art. 251 del CPCC). Por su intervención en la alzada, los honorarios 72 de los abogados deben regularse en el cincuenta por ciento de la suma que se establezca en la instancia anterior (art. 19 ley 6.767). Así me expido. Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Puccinelli, dijo: Que coincide con la resolución propuesta por el señor vocal preopinante, y vota en igual forma. Concedida la palabra a la señora vocal doctora Lotti, a esta cuestión dijo: Que se remite a lo considerado en la primera cuestión, y se abstiene de votar. Por tanto, la Sala Primera, Integrada, de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario RESUELVE: 2. Imponer 1. Rechazar las costas la de apelación la vencida (art. 251 C.P.C.C.). alzada de a la actora. la apelante 3. Por su intervención en la alzada, los honorarios de los abogados deben regularse en el cincuenta por ciento de la suma que se establezca en la instancia anterior (art. 19 ley 6.767). Insértese, hágase saber, bajen y tómese 73 nota marginal protocolo del de la juzgado presente de resolución origen. (Expte. en el Nro. 26/2010). mm. SILVESTRI PUCCINELLI LOTTI -art.26 ley 10.160-