XI Congreso Internacional de ALADAA Vera Valdés Lakowsky El peso mexicano en el Este de Asia después del siglo XVIII Vera Valdés Lakowsky Facultad de Filosofía y Letras. UNAM. México, D.F. Habla muchas palabras, Pero usa pocas monedas. Emplear moneda es sinónimo de intercambio, bienestar y riqueza, aunque ¿Qué significa el empleo de la moneda? Para Fernand Braudel, se trata más bien de un juego monetario que caracteriza a la civilización, su carácter lúdico, “impregna, allí donde esté todas las relaciones económicas y sociales. Es por tanto un magnífico indicador: según como circule, como se agote, como se complique o como escasee [y con ella] se pueden valorar con bastante seguridad todas las actividades de los hombres, hasta las más humildes”. 1 • De México para el mundo: Las acuñaciones monetarias Durante el período colonial en lo que para algunos fue “colonia” y para otros merced a su importancia económica y cultural “un reino” dentro del imperio español, esto es, México, se distinguen tres períodos de acuñación de monedas, de acuerdo a los tipos formales de acuñación. Se denominaron sucesivamente macuquina, columnaria o de mundos y mares y la de busto. Circularon entre los años de 1537 y 1822. 2 El período asignado a la moneda macuquina cubre los años de 1537 a 1732, el de la columnaria de 1732 a 1771 y la de busto de 1772 a 1822. Las 1 Fernand Braudel. Civilización material, economía y capitalismo. Madrid. Alianza Editorial 1984. vol. 1 p. 380. 2 José Manuel Sobrino. La moneda mexicana. Su historia. Dedicada a la memoria de D. Manuel Romero de Terreros. México. Oficina Editora del Departamento de Investigación Industrial. Talleres Litográficos Unidos. 1972. 334 pp. 2 subdivisiones por años indican períodos en los que se autoriza su acuñación. Se considera que después de cada año de cierre de período se ordena su suspensión para ser sustituidas por el nuevo cuño en turno, aún cuando en la práctica continuaba circulando y coexistían entre sí por varios años más, hasta que finalmente fueron, poco a poco retiradas de la circulación a la vez que se aprovecharon sus características de maleabilidad y ductibilidad, muchas piezas se refundieron para producir nuevas monedas o bien para forjar objetos y joyería suntuarios. La moneda macuquina, del árabe mahcuc “revisado, aprobado” carecía de cordón en el borde y su forma era irregular. En el anverso mostraba el escudo de armas del reino, la marca de la Casa de Moneda, la inicial que identificaba al ensayador del lado izquierdo del escudo, a la derecha su valor escrito en números romanos y la leyenda Carolus II Dei Gratia. Por el reverso la Cruz de Jerusalén, lo que permitió que también se le conociera como moneda “de cruz”. Al margen se indicaba Hispaniorum: et: Indianorum rex. Signos todos ellos de la autenticidad de su curso legal, vinculado, como es sabido a la afirmación del poder estatal. Se elaboraban con troqueles y se recortaban en forma pentagonal o hexagonal y como carecían de borde, a menudo sufrían otros cortes, que evidentemente reducían su valor y peso, por parte de particulares, quienes obtenían así una ganancia, lo cual en lenguaje llano significa cometer un pequeño latrocinio, y por lo mismo quien desconoce esta circunstancia ha llegado a opinar que eran “feas”. Al respecto puede decirse que toda moneda tiene su sentido estético y al igual que ocurre en el arte, más bien puede decirse que queda a juicio del espectador apreciarlas de un modo u otro. También es cuestión de saber identificar los símbolos. Por ejemplo la presunta cruz, era más bien el resultado de una técnica en la que precisión manual en la elaboración “pieza por pieza” era artesanal y señalamos presunta, porque más bien se inscribían dos leones y dos castillos contrapuestos divididos en cuatro secciones. 3 Sus denominaciones eran de uno, uno y medio, dos y cuatro reales. según se estipuló en la Pragmática de Medina del Campo signada por los Reyes Católicos desde 1497. Entendiéndose por real una de las 67 partes en las que se dividía la unidad de referencia llamada marco –que en realidad equivalía a 230,0465 gramos, es la mitad de una libra que pesaba 460,0930 gramos –siendo la onza la 12ª. Parte de una libra esto es, 22,750 gramos - y debían tener un valor de 11 dineros 4 granos, entendiéndose por dinero: el grado de metal fino que podía contener la pieza de metal y por tanto la veinticuatroava parte del dinero, esto es una porción muy pequeña y que a menudo era meramente estimativa. Lo que a su vez representa un alto grado de refinamiento. Las hubo de oro y de plata y cuando se funda la Casa de Moneda en México, después de 1535 también se acuñaron así. Paulatinamente se hicieron más redondas y perfectas. Algunas llevaron las famosas Columnas de Hércules que fueran establecidas como parte del blasón real de Carlos I de España junto con la leyenda Plus Ultra para significar que su imperio se extendía más allá del mar. Por cierto que se dice que esta última fue de la inspiración del médico milanés que le asistía llamado Luis Malinas y que desde fechas tempranas se incorporó a las monedas españolas y americanas. En América fueron en mayoría de plata. Muchas de ellas llegaron por la vía de los diferentes galeones que iban a Filipinas y es probable que las elaboradas en la cesa de Lima desde 1565, también se remitieran para su comercio en India, Macao y Japón, comercializadas más por los portugueses, quienes al principio la llamaron pataca. Más tarde los ingleses la llamarían macuco, cob money y crude type. 3 Por cierto que en diversas ocasiones se concedió más valor a la plata producida en América que en España, con el objeto de evitar la salida de metales de la Metrópoli, lo que redundó en un doble sistema, en el que habría una denominación: la de la plata nacional, esto es la producida en España, a la que se 3 Vera Valdés Lakowsky. De las minas al mar. Historia de la plata mexicana en Asia. 1565-1834. México. Fondo de Cultura Económica. 1987. 4 llamó antigua-vieja, y la provincial, elaborada en América. 4 El siglo XVIII marcó algunas diferencias. Entre 1728 y 1729 se emitieron ordenanzas que dispusieron la rebaja en la obtención de monedas, considerando establecer 68 piezas por marco, conteniendo cada moneda 11 dineros 3 granos, con la consecuente ganancia para… el rey, porque con esta rebaja podría, siguiendo la Ley de Gresham obtener una ganancia para el erario. De hecho ya no serían los particulares quienes cercenarían monedas, sino que ahora, era algo legal y ordenado por…la máxima autoridad. De alguna manera el ejercicio del poder y soberanía del estado. A la par se ordenó recoger toda la moneda macuquina anterior para refundir su contenido en plata y sustituirla por una nueva con los valores anteriores y sobre todo, a partir de una nueva forma de acuñación “moderna” que empleaba la máquina de volante, la cual mediante un ingenioso mecanismo de presión de dos extremos sobre un tornillo giratorio permitía una mayor precisión en el tipo acuñado y sobre todo, darle una forma completamente redonda, y aún colocar un cordoncillo estriado o trabado de tal manera, que fuese imposible mutilar la moneda. Los cual significa, monedas más redondas y perfectas, hechas con mayor rapidez, más difíciles de mutilar y/o falsificar y en última instancia, al subordinación de la técnica al servicio de la afirmación estatal. El tipo en esta ocasión dio preferencia al estampado llamado “De mundos y mares”, debido a que a las ya representadas Columnas se les dio mayor tamaño, y se les colocó el voluta o lienzo espiral con el lema plus ultra, base para el ulterior signo de pesos y además, dichas columnas, estaban ni más ni menos que sobre ondas de agua. Algunas llevaron en el borde también el lema Utraque Unum , para significar unión, la de occidente con oriente y sobre todo el predominio hispano sobre todos los mares, con la diferencia de que en vez de la Casa de Austria, es la de Borbón la que la encabeza. 4 El año limítrofe era 1624. Contaban con mayor pureza de metal. A partir de 1700 este disminuye con la ganancia correspondiente para el rey. 5 Estas monedas son las que también reciben el nombre de columnarias, término que conduce a cierta confusión, porque como se ha referido, aún las macuquinas ostentaban dicho símbolo. Fueron estas monedas las que más impactaron en el comercio transpacífico. Se produjeron en las cecas americanas, especialmente en la Casa de Moneda de México y también recibieron otras denominaciones, por ejemplo: la de real de a ocho o peso de ocho reales. De hecho fueron el modelo que permitió generar las monedas del período independiente en toda América, incluyendo lo que después sería la Unión Americana. 5 En el comercio por el Pacífico, lo mismo que por el Indico, esta moneda de plata circuló ampliamente. Fue muy apreciada en los mercados asiáticos, en donde por lo general se convirtió para los comerciantes extranjeros en moneda de cambio, en tanto que ya en territorio asiático, las más de las veces se cotiza como una mercancía más que permite el intercambio, dado su alto contenido de plata y eso, a pesar de la rebaja introducida por el imperio español. Curiosamente fueron los comerciantes ingleses los que las identificaron en el siglo XVIII como pillar dollar, con la moneda de plata llamada thaler por provenir de Joachismthal, y en la que thal, en alemán, pasa a la pronunciación inglesa como dólar. Es interesante advertir que después de la fundación de la East India Company en 1602, luego de competir con el de la Dutch East India Company, fundada en 1600, paulatinamente se afirmó en el comercio con el mundo asiático y utilizaron en buena medida las monedas de “mundos y mares” Después de todo los 8 reales significaban el más alto valor divisionario con relación al marco. Hacia mediados del siglo XVIII, los registros de la Compañía de Indias informan de un cambio en el término. Se trocó por el de Spanish Silver Dollar y un poco más tarde se habló de Mexican Dollar, quizás para referirse con mayor precisión y es que habría que para ese tiempo España introdujo el real de vellón, que más que contener plata era una aleación de cobre que finalmente introdujo una desmonetización al 5 También hubo maquinas acuñadas en forma de reales de a ocho. Se emiten entre 1538 y 1539 en México y luego su ejemplo va a las casas de moneda del Potosí, Lima, Santa Fé de Bogotá. 6 interior. Es probable entonces, que la designación Mexican Dollar predominara durante el siglo XIX, para identificar que las monedas “fuertes” procedían de la ceca mexicana. La calidad de plata contenida la convirtió en un excelente estándar para el comercio internacional. Permitía tener un parámetro monetario al que podrían reducirse otras monedas y tasar objetos de comercio, evitando así, las pérdidas por las diferencias apreciativas y las fluctuaciones regionales. Los comerciantes asiáticos además de la tradición y gusto por este metal, como sería el caso de China, también tenían mayor seguridad en sus operaciones de venta, pero sobre todo, los comerciantes extranjeros estarían seguros de comprar, también con mayor seguridad de recibir lo justo en el intercambio. De alguna manera el cambio en la denominación conlleva ya la premisa de hacer del real de a ocho, una divisa internacional. De hecho aunque acuñada en la Nueva España o en la ceca de Lima, que por cierto, se regía por las mismas Ordenanzas que la de México, contaba de suyo con la autenticidad del curso legal que le otorgaba el gobierno español. Tan es así que entrado el siglo XIX, se utilizó como moneda de curso legal, en Filipinas y en China. Cuando había desconfianza acerca de su autenticidad de sellaba, pero muy especialmente la de “mundos y mares” no los presenta, al menos por los ejemplares hallados, lo que implica el caso opuesto. Para 1772, una nueva Cédula Real cambió las reglas. La moneda se rebajaría a 10 dineros, 20 granos, lo cual “hablando en plata”, implica de nuevo, el incremento en la ganancia para el rey, quien es ahora quien comete la pequeña sustracción y su tipo cambiaría por el de Busto, esto es ostentaría el perfil del rey en turno, que en este caso sería el de Carlos III y sus sucesores, hasta Fernando VII, aun cuando conservó en el reverso el escudo de las armas reales y las ya conocidas columnas. Estas representaron la afirmación del poder monárquico y su emisión prosiguió hasta 1807, en virtud de que después de la invasión 7 napoleónica a España y la consecuente repercusión en el movimiento de independencia llevaría a hacer emisiones en las Casas de Moneda Provisionales de Chihuahua, Durango y Sombrerete. La mayor parte optaron por el estándar de ocho reales. A mayor abundamiento, los Estados Unidos también emplearon por un tiempo la moneda mexicana y en su oportunidad desde 1782 emitieron moneda por parte del gobierno federal que se conocieron con el nombre de Centavo de Franklin y llevaban la leyenda United States. We are One. Mind your business, con el tipo y círculos que representaban los diferentes estados con el valor de un real, aunque sobre todo en 1792 acuñaron el primer dólar de plata con la denominación de ocho reales también, con peso de 26,950 gramos, y como tipo emplearon el grabado del águila, símbolo de libertad. Se considera que el primer dólar de plata o silver dollar se acuñó entre 1794 y 1795. Con la independencia en México en 1821, el primer imperio mexicano optó por seguir con el modelo, cambiando el busto del rey por de el de Agustín de Iturbide e insertando el águila nacional. Otro tanto ocurrió con el resto de las repúblicas americanas. Más adelante ostentaron el gorro frigio de la libertad y el resplandor correspondiente. Pero en el contexto internacional fueron siempre Mexican Dollar. En un análisis más detallado el México Independiente cambio la tipología monetaria y la morfología de las inscripciones más no su peso y ley, por lo que continuó el real de a ocho, se denominaría peso mexicano y siguió siendo importante para el comercio internacional. Por decreto del 11 de junio de 1822 Iturbide ordenó acuñar su efigie y que se colocar la inicial de la provincia emisora para distinguir su procedencia. El 10 de agosto de 1823, determinó que por el anverso debían llevar el escudo de armas y la leyenda República Mexicana y por el reverso, el valor fecha 8 y lugar de acuñación, ley e inicial de ensayador. Todo ello acompañando a un gorro frigio del que salen ráfagas de luz y que lleva escrita en diagonal la palabra: libertad. Es en este período cuando principió a utilizarse el águila sobre el nopal, a manera de símbolo patrio. En general no hubo cambios hasta que en 1862 por decreto se ordenó la implantación del sistema métrico decimal y se previó la existencia del peso de plata dividido en dos tostones y un cuarto de peso o peseta y décimos y medios décimos. Cuando Maximiliano de Habsburgo hizo su entrada ordenó acuñar también su propia efigie. En 1865 el gorro frigio fue reemplazado con su escudo y el águila sobre el nopal se redujo hasta quedar inserta en dicho escudo. En 1867, cuando triunfa la República se buscó organizar el sistema monetario nuevo. En 1871 se emitió moneda que contaba con una alegoría con una balanza, pergamino y una espada que inscribía la palabra “ley” y que fue denominado como “peso de balanza”. Fue de efímera existencia, aparentemente porque su diseño fue rechazado en los “mercados de China”. Durante el período porfiriano se retomó el modelo tradicional. La ley de plata fue de 902.7 milésimo de fino. En 1897 se modificó la leyenda y características del peso mexicano. Por el anverso aparecería la leyenda “un peso”, la inicial de la casa de moneda, el año de acuñación, las iniciales del ensayador, la ley del metal fino, expresadas en los ya señalados 902.7 y se introdujo una estría en vez del cordón en el borde. Se perfeccionó el grabado. Por el reverso aparecía República mexicana, el año de acuñación y se incluyó un laurel rodeando el centro tanto por su parte superior como por la inferior. Sería hasta la reforma monetaria de 1905 cuando la moneda tendría el escudo nacional y la leyenda Estados Unidos Mexicanos, quedándole al Gobierno la facultad de determinar el resto de los elementos. 9 • Las monedas en Asia De hecho primero el real de ocho y luego el peso mexicano, fueron de interés para el comercio internacional, funcionó a la manera de una divisa internacional reconocible, con visos de curso legal y además de muy buena calidad. En el este de Asia y también en el sureste, fue muy bien recibida, tanto porque había preferencias a la plata previamente establecidas, como porque también venía a ser una medida estándar que permitía efectuar intercambios. En diversas áreas, todavía circulaban caixas, cauries, arroz y aún cuando se utilizaran cobre, plata y oro, las equivalencias y posibilidades de contribuir al pago por otras mercaderías variaban de región a región. Por ejemplo, el caso de Filipinas, que de suyo producía oro de aluvión y hubo algo de extracción minera. El registro de imposición del pago del quinto real por oro extraído es bastante tardío, porque data de 1643. Antes son los cauries – conchas -, el arroz y las pequeñas monedas de cobre procedentes de China, las que sirvieron al propósito de intercambio. Es entonces cuando se registra también la apertura de filones en Mindoro, Marmulao, Paracale, Labo. Luego el peso de plata contribuyó a la formación de una economía monetaria y por supuesto, debió tener importancia para reforzar el comercio hacia el exterior, de manera de reforzar particularmente el preexistente en el sureste asiático y entre éste y el este de Asia. Algo curioso es que los procesos de la independencia mexicana afectaron la circulación de la moneda allá, en Filipinas y posiblemente el este de Asia, en primer lugar debido a su escasez, dado que se interrumpió la actividad extractiva y a que, en breve no llevarían ya el curso legal otorgado por la corona española, sino por los diferentes gobiernos americanos. Fue entonces que se recurrió al 10 resello debido al temor a la alteración de la ley de la moneda por las fluctuaciones gubernamentales como ocurrió en 1826 y 1828. Es de interés resaltar que luego de la independencia mexicana, la vinculación monetaria fue más entre Filipinas y España. Por ejemplo, algunas monedas de cobre como moneda menuda. Así en 1776 recibió cuarto de cobre con el título ciudad de Manila, Entre 1833 y 1870, hubo monedas con el retrato de Isabel II y las armas hispanas, en 1850 centavos de oro y plata con armas españolas y la palabra filipinas, en 1878, monedas con valor de 4 pesos y en 1895, contando con una ley de 900 milésimas de fino se emitió el primer peso filipino. Aunque todavía hay la duda de si se acuñó en una ceca de Manila o todavía en España. Para 1898 posiblemente ya con la influencia estadounidense ostentaría una figura colocada ante un volcán y la leyenda United States of America. En el siglo XX llevan la imagen de Roosevelt, Murphy y ciudad Quezón- Además, existen varios bandos reales que indican que se prohíbe utilizar moneda agujereada o mutilada, como en 1834 y luego en fechas más tardías por ejemplo, 1837 en donde se indica que las monedas americanas corran por valor tomando como parámetro el peso español. En curioso la actividad minera atendió más a la extracción de hierro y menos a la de oro y la escasa plata. Incluso sus instituciones al respecto fueron tardías, con relación a lo que ocurrió en América, Por ejemplo la primera inspección de Minas data de 1838, sus ordenanzas de minería, similares a las de México, de 1846, y sería hasta 1861 cuando se introdujo la Casa de Moneda de Filipinas., coincidiendo con el hecho universal de efectuar el cambio al sistema métrico decimal. Después de este año acuñaron algunas piezas de plata pero sólo para efectos de producir centavos o moneda menudo complemento para el comercio interior. Los pesos fuertes procedían eran españoles y no fue sino hasta 1897-1898 que Alfonso XIII ordenó, en lo particular, acuñar los primeros pesos para Filipinas, Cuba y Puerto. Lamentablemente, esto ocurrió un poco antes de los movimientos de independencia y de la intervención 11 norteamericana. Para 1903, el peso filipino se acuñó en Filadelfia bajo el sistema Conant que estableció 4 pesos filipinos por un dólar. Por lo que se refiere a China, si bien se cuenta con Shi guo zhu o Tratado sobre la Moneda y el Alimento y se sabe que hubo algunas acuñaciones de oro o guan chin, metal amarillo, y de plata yin o pan chin metal blanco que tomaban por un peso de 8 onzas (28.345 gramos con relación a la libra de 453.60, (a la vez que se le denomina como estrella), figurando incluso en las formas de recaudación tributos como el llamado Sistema de dos Tributos de 780 y el de Recaudac ión Simple de 1500, diversas investigaciones han inferido que oro y plata se utilizaban como una mercancía más para las grandes transacciones, en tanto que el cobre, para el comercio menudo y en ese sentido más a la manera de un trueque que como medios de cambio. Así las cosas, entre el siglo 13 y el 15, se impuso el uso del papel moneda, implantado por la dinastía Yuan como medio de intercambio, manipulando el gobierno su valor y atesorándose los metales preciosos tanto por el propio estado como por los particulares. Se considera que la relación oro y plata era para 1375 de 1 a 4. Después de 1400, la dinastía Ming utiliza lingotes de plata que como se señaló se emplearon en el Sistema de Recaudación Simple para el pago de tributos y después de 156570 años en los que se logra la conquista de Filipinas, debió haber empezado a recibir los reales de la Ceca mexicana. De ahí en adelante al peso mexicano se le conoció como peng yan o peso español, yin yang o peso del águila, la moneda columnaria recibío el apelativo de xuan zu y quizás atendiendo a al vinculación entre el Zhong guo y los wen o bárbaros, se utilizaron términos como fan-yin plata bárbara, fan-ping pastel bárbaro y yang qien moneda extranjera. El impacto de la plata americana contribuyó a incrementar paulatinamente la relación entre oro y plata. Para 1600 se ha calculado era de 1 de oro contra 8 de plata, y para 1782 de 1 a 20, aspecto que se reflejaría en el incremento de los precios locales. 12 Para el período del México independiente, también introdujeron resellos para el peso mexicano que continuó siendo de la preferencia de los mercados asiáticos y con el que inútilmente trató de competir el Hong Kong dollar acuñado en dicha ciudad en la casa de moneda establecida en 1866 y de efímera existencia y el Trade dollar norteamericano de 1873-1875, entre otros ejemplos. Lo que fue la moneda de mundos y mares y aun la de busto continuaron siendo sumamente apreciadas, sinónimo de calidad y belleza per se. Tan es así, que cuando se emitió papel moneda en Australia, Estados Unidos y en Shangai en el anverso del billete, además de indicar claramente su equivalente con la leyenda: One Mexican dollar, se dibujaba en el margen izquierdo o derecho, simbólicamente, el grabado que representa a la moneda columnaria. Ya desde antes, el real de a ocho había tenido otras monedas competidoras. Los portugueses introdujeron sus propias patacas, los holandeses acuñarían florines en Indonesia y Japón también envío cobre y plata al sureste asiático. India contaba con la rupia a base de plata, y de la que se expresa a menudo haber sido refundición de las monedas portuguesas y españolas llevadas hasta allá por el comercio internacional. Para el caso japonés, ciertamente el peso mexicano compitió con la plata procedente de Iwami, Tajima y Sado, cuyo auge productivo se registra c. 14501540 y de donde también no solamente se utilizaba el proceso kamiya yintei, para su extracción y depuración sino el que llamaron nan-batuk o método bárbaro que al parecer aprenden de los portugueses. Para 1588 se acuñó el tensho oban o moneda de plata. Y para 1631 prohibieron proteccionistamente la salida de plata al exterior. Es posible que también sufriera la influencia de los lewsendalers o táleros del león emitidos por la Oost Indische Compagnie y que sirvieron al igual que la moneda provincial española, para el comercio internacional –mientas que el 13 rijksdaalerder era para el de los propios Paises Bajos y que debieron circular en Japón aún después del “cierre” virtual ordenado por los Tokugawa prolongándose hasta el siglo XVIII. De interés sin duda es que por el Tratado de Kanagawa, en 1858, se impuso el mexican dollar, peso mexicano o yogin como una medida para dominar aún más al Japón, puesto que su valor por peso y contenido de metal era superior a la plata japonesa. • Entre acuñaciones e intercambios: problemas A todo esto se plantea un problema. La plata fue muy importante pero aún así no fue el único metal, ni la mexicana, la única moneda empleada para el intercambio comercial. Además tuvo diferentes valoraciones, por ejemplo, una era ser una mercancía más y otra ser medio de pago y cambio. Los mercados del sureste y del este de Asia, la aceptan como mercancía, dadas las condiciones prevalentes. Algo más deviene de su relación con el oro, en la medida en que el oro es más escaso, la plata predomina y tiene mayor valor de mercado, en la medida en que este abunda como ocurre después de 1703 cuando se descubre el oro en Brasil, y luego en 1858 por California y Australia, lo mismo que entre 1890 y 1896 por las minas de Africa del Sur y Alaska. Particularmente en el siglo XVIII, las guerras coloniales, las sostenidas por la sucesión en España, las efectuadas entre Inglaterra y los Países Bajos, así como los movimientos de independencia contribuyeron a la escasez de plata y abundancia de oro. Luego ingeniosa y paulatinamente se empezó a dar del otro lado del Atlántico un cambio hacia el patrón oro, sin contar con los factores de la manipulación de la equivalencia entre títulos de crédito, billetes bancarios y oro. Habría que recordar a David Ricardo. Es interesante advertir que la plata inició un descenso con altibajos en su precio y fluctuó hasta quedar supeditada 14 completamente al oro. En tanto que este metal precioso subió de valor. Pronto el Banco de Amsterdam fundado en 1609, el de Barcelona, para el mismo año, el de Francia en 1718, y el de Inglaterra en 1694, emitieron billetes utilizando como trasfondo al oro. Para el 22 de junio de 1816, se afirma en Inglaterra que el oro es estándar measure of value and legal tender for payment whithout any link too for amount. Y todo empieza a descansar en la manipulación monetaria por parte del estado. La moneda poco a poco se aparta del valor que le daba su peso y se convierte de fiduciaria, crediticia y así hasta que sería entre 1905 y 1913 cuando se da el cambio pleno hacia el patrón oro. Paulatinamente se impuso como norma mundial, aun cuando es de hacerse notar que en algunos países con mayor celeridad y en otros, más lentamente, como es el caso de China hasta 1933. ¿Qué ocurrió? Quizás para su tiempo, las diferentes teorías de interpretación sobre el flujo monetario se aproximaron a los factores subyacentes. No sólo la posición mercantilista y la controversia sobre el bullionismo, y las aportaciones de David Ricardo, sino que detrás como lo señala Marx, estaba el haber manipulado el sentido de la mercancía, imbricado con el trabajo precedente y por último haber generado nuevas formas del antiguo fetiche: el dinero y la moneda contante y sonante, en un nuevo símbolo que rebasaría por completo el sentido material de la moneda y que llevaría, por fuerza, a una interpretación de las operaciones monetarias de manera más abstracta. Más allá, el llamado legal tender, esto es, el curso legal que permite la circulación exclusiva de la moneda emitida por el estado al interior de dicho estado, marca después del siglo XVIII la dicotomía entre la preservación nacional y circulación internacional de especies. BIBLIOGRAFIA Braudel, Fernand. . Civilización material, economía y capitalismo. Madrid. Alianza Editorial 1984. 3 vols. Sobrino, José Manuel. La moneda mexicana. Su historia. Dedicada a la memoria de D. Manuel Romero de Terreros. México. Oficina Editora del Departamento de Investigación Industrial. Talleres Litográficos Unidos. 1972. 334 pp. Valdés Lakowsky, Vera. De las minas al mar. Historia de la plata mexicana en Asia. 15651834. México. Fondo de Cultura Económica. 1987 388 p. (Sección Obras de Historia). 15