42 LATERCERA Jueves 25 de abril de 2013 Tendencias RR Watson en el Museo de Ciencias de Londres, en foto de 2005. FOTO: AFP RR Crick en 1993, posando frente a una pizarra en París. FOTO: AFP. Hallazgo que ayudó a descifrar secreto de la vida cumple 60 años geno. Pero se desconocía su función. En 1944 los científicos Oswald Avery, Colin MacLeod y McCarty Maclyn descubrieron que el ADN era la sustancia que transportaba toda la información genética. Pero la comunidad científica estaba dividida. Un grupo mayoritario consideraba que esa función no la hacía el ADN, sino las proteínas. “Gracias a los trabajos de una gran mujer, Watson y Crick lograron lo que lograron”, dice Santos. En efecto, a 50 kilómetros de la U. de Cambridge, en el King’s College de Londres, la científica Rosalind Franklin tomó en 1953 la primera imagen de ADN, en la que se ve la forma de doble hélice, gracias a la técnica de cristalografía de rayos X. Esa foto es vista por Watson, quien junto a Crick lo suma a sus datos y sustentan la teoría de la doble hélice. Carlos Valenzuela, genetista de la U. de Chile, dice que la publicación precipitó las investigaciones, al punto que ocho años después se descubre el código genético. Le siguieron la ingeniería genética o la transferencia de ADN entre organismos, la industria biofarmacéutica en la década de 1980 y Proyecto Genoma Humano ( 1988 a 2003): el programa de investigación más grande en la historia de la biología. A la fecha se calcula que el hallazgo ha generado una industria de más de un billón de dólares, entre empresas de biotecnología y el desarrollo de drogas y terapia génica. ¿Los desafíos? La regulación ética de la terapia génica -porque podría incluso producir cáncer-, dice Valenzuela. Mientras Santos señala que falta conocer más sobre el funcionamiento del ADN. “Hay un 33% del genoma humano que aún nadie sabe para qué sirve”.b R El 25 de abril de 1953, Crick R Expertos hablan de este y Watson describieron la doble hélice del ADN y cambiaron la ciencia. hito del siglo XX que hoy factura millones en drogas y terapias génicas. UN DESCUBRIMIENTO VALIOSO Paulina Sepúlveda Era un breve artículo impreso en la edición del 25 de abril de 1953 de la revista Nature. Pero cambiaría la ciencia para siempre. En él se decía que las hebras del ácido desoxirribonucleico o ADN permitían crear copias idénticas de sí mismas. Era el hallazgo molecular más relevante de la ciencia del siglo XX, sólo comparable al transistor y el láser. Francis Crick, físico británico (37 años), y el bacteriólogo estadounidense James Watson (25 años), de la U. de Cambridge, firmaban el artículo. Era la confirmación de un anuncio que ambos habían dado a sus colegas dos meses antes (28 de febrero), que el mismo Crick llamaría “el secreto de la vida” y que once años después les valdría el Premio Nobel de Medicina. “Gracias a ese avance se tiene un ritmo vertiginoso en ciencia, imposible de seguir.” “Con ese descubrimiento se abrió una nueva forma de ver la vida”. Carlos Valenzuela Manuel Santos Genetista U. de Chile. Profesor genética U. Católica. Manuel Santos, profesor de genética de la U. Católica, dice que el hallazgo de la doble hélice abrió una nueva forma de ver la vida. “Ahí se mostró que todos los seres vivos tenemos en común la molécula de ADN donde reside la información hereditaria”. Crick y Watson, indica el experto de la U. Católica, fueron los “genios” que interpretaron una serie de eventos científicos previos. En 1869 el suizo Friedrich Miescher descubrió el ADN, presente en el núcleo de la célula y compuesto por azúcar, ácido fosfórico y nitró- COLUMNA Un hito de la ciencia D Por Carlos Valenzuela IEZ años antes del descubrimiento de Watson y Crick se creía que las proteínas podían replicarse, transmitir información a la descendencia y determinar las características de un individuo (fenotipo). Hasta que se descubrió la doble hélice del ADN. Entonces se supo que la estructura de esa molécula era la que realizaba ambos procesos y dotaba a cada organismo de sus características físicas. Se trató de un hito científico, sólo comparable al que en 1865 realizó Gregor Mendel, quien descubrió que había partículas que se transmitían a la descendencia y que determinaban sus rasgos. Dos propiedades que 88 años después Watson y Crick lograron explicar molecularmente. Tras el hallazgo de la doble hélice, la ciencia tuvo la base para explicar cómo los seres vivos pueden transmitir un mensaje hereditario y determinar su fenotipo, abriendo un camino de investigación riquísimo. Se necesitaron tres décadas más para conocer las secuencias del ADN y tener la capacidad de producir innovaciones patentables que sirvieran para realizar diagnósticos o terapia génica. Eso ocurrió cuando se tuvo la tecnología. Pero la ciencia ya lo sabía. Los tecnólogos aplicaron esos conocimientos científicos, pero lo que extendió las fronteras del paradigma biológico fue el hallazgo, no su aplicación. En los 80, el descubrimiento es tomado en cuenta cuando se vuelve un producto patentable y lucrativo. Los laboratorios buscan secuencias de aminoácidos (proteínas) para encontrar bloqueadores o estimuladores de sus funciones para tratar enfermedades. Es el momento en que se descubren técnicas de secuenciación de ADN. En los 90’ comienza a hablarse de la terapia génica; es decir, que los genes se pueden modificar, iniciándose una aplicación directa para producir terapias. Hoy, el uso del genoma tiene tantos alcances y potencialidades, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, un patrimonio que el hallazgo de Watson y Crick hizo posible. Genetista de la Universidad de Chile. HISTORIA DEL ADN 1869 Fue aislado por primera vez por Friedrich Miescher en la U. de Tubinga (Alemania). 1944 Se descubre que el ADN es la sustancia que transporta la información genética. 1953 1962 James Watson y Francis Crick descubren la estructura del ADN con datos de Rosalind Franklin. Francis Crick y James Watson reciben el Premio Nobel de Medicina por su hallazgo. 1996 Se clona primer mamífero. 2003 7 2013 años demoró secuenciar el genoma humano (98-03). Nietos de Crick subastan la medalla del Nobel y la carta donde describe su hallazgo.