fisica, Servicio de Publicacio- nes e Intercambio Cientifico de la

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Ignacio Faigueras Salinas:
Crisis y renovacidn de la Metafisica, Servicio de Publicaciones e Intercambio Cientifico de
la Universidad de M^aga,
Mfilaga, 1997.
Sin tratarse de una obra de divulgacion, ni de un libro articulado de modo constmctivo, esto
es, que tenga por objeto el establecimiento de unas tesis preconcebidas —como el mismo autor
nos lo advierte— este libro recoge cuatro ensayos de produccion
discontinua, en los que se sugieren algunos cauces intelectualmente utiles para una adecuada
renovacion de la metafisica.
El primero de Ios ensayos, que
Ueva por nombre Los origenes
medievales de la crisis de la metafisica (pp. 9-27), se refiere a
los sintomas basicos de la crisis
de la metafisica, que en opinion
de Faigueras son la reduccion de
la metafisica a logica, y la interpretacion de Dios como objeto
infinito y, por ello, opuesto a
todo lo finito. Mas como entre lo
finito se halla efectivamente el
hombre, del segundo sintoma se
deduce inmediatamente tanto la
perdida del temor de Dios, como
la degradacion de la dignidad del
hombre.
Las consecuencias de lo anterior no se hacen esperar en el
terreno practico, en forma de una
sobreestimacidn de los planteamientos economicos y de poder, el cultivo de las meras apariencias, la deshumanizacion del
progreso y de las reiaciones sociales, la agresion tecnica contra
la naturaleza, asi como la desorientacion y la perpiejidad que
imperan por doquier en la cultura
contemporanea. Todo esto es
resultado del bajisimo concepto
que se tiene del hombre y de la
vida humana, de que tan estremecedoras muestras han dado las
dos guerras mundiales, pero que
todavia sigue aientando genocidios, masivas eiiminaciones de
no nacidos, entre otras cosas.
La causa ultima por la que la
dignidad del hombre a sufhdo
esta deminutio viene dada por la
negacion de la existencia de un
orden trascendental. El descubrimiento de este orden corresponde a la filosofia griega, y
puede ser resumido en que: "lo
objetivo, lo sabido, no agota el
saber, por lo que el saber trasciende lo sabido" (p. 23). Mas
para la recuperacion del orden
trascendental hace faha la mutua
cooperacion de razon y fe, y en
gran medida, la crisis de la me-
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tafisica es paralela a la ausencia pensamientos verdaderos, Faide una solucion satisfactoria al gueras considera que ello solo ha
problema de las reiaciones fe- traido como resultado el logirazon desde el siglo XIII hasta cismo de la metafisica (esto es, la
nuestros dias.
reduccion modema de la metafiEl segundo de los ensayos titu- sica a logica). En efecto, si no
iado Causar, producir, dar hay hechos, sino solo interpreta(pp.29-69), que ocupa la parte ciones, el pensamiento solo tiene
central del libro, se propone de- valor meramente logico (por algo
sentranar la confusion habida puede afirmar que es posible
entre estas tres realidades, pro- pensar lo imposible). Este es el
veniente del uso ordinario que de tema del tercer ensayo tituiado:
dichos terminos se hace en el Consideraciones filosdficas en
habla cotidiana, y tambien a lo torno a la distincidn real esselargo de la historia de Ia filoso- essentia (pp. 71-107). De aqui
fia. En pocas palabras, el causar que haga felta elevar el conocies fisico, el producir es humano, miento por encima del mundo de
y el dar pleno y perfecto es di- la representacion y de la logica,
vino. Ademas de lo anterior, se lo que solo es posible cuando se
deduce que "el dar pleno y per- establece la, diferencia como
fecto no necesita causar ni pro- principio real.
ducir, puesto que nada es impoEl cuarto y ultimo ensayo:
sible para el dar; y tambien que Metafisica, violencia y moderni el causar ni el producir nidad (pp. 109-127) es quizas el
pueden explicar, mejorar ni mas propositivo y original. En
modificar el dar, mientras que, ella Faigueras acepta de los
por el contrario, el dar puede posmodemos la tesis de que la
explicar, mejorar y modificar a crisis de la metafisica se produce
ambos. Desde el dar se entiende por razones antropologico-eticas,
mejor la verdadera naturaleza y "pues la filosofia modema consentido del causar y del tiene desde sus inicios la espeproducir" (p. 69).
ranza de ser una filosofia antroPor otra parte, despues de ad- poldgica. Alfi-acasar, por tanto,
verdr que dentro de las coorde- la filosofia modema ha traido la
nadas de la filosofia de Nietzsche perdida de la esperanza de
no hay lugar para verdades ni alcanzar filosdficamente un
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saber adecuado acerca del como inteleccidn del mundo. La
libertad humana no puede ser
hombre" (p. 121).
Y es que la metafisica tal como entendida congruentemente en
historicamente ha sido desarro- tirminos de jundamentacidn
Uada, a lo largo de los diversos (mundana): ni es jundada ni es
discursos teoricos que ha mos- jiindamento, sino que estd destitrado, ha ejercido cierta violencia nada. El hombre guarda una recontra el hombre, una violencia lacidn intrinseca con el futuro
tedrica que no deja de pretender que lo emancipa de la absoluta
encasillar dentro de sus limites al anterioridad del jundamento"
hombre. La metafisica ejerce (p. 122). Este y no cualquier otro
violencia entre los antiguos, es el orden humano violado por
cuando al hombre se le concibe el enfoque principal de la metaficomo mera parte de la natura- sica.
leza. Incluso "esta misma vioAlgo con lo que quizas se
lencia la experimentaron los aparte Faigueras de aquel gmpo
medievales cuando descubrieron de filosofos promotores de la
la
fisica
aristotelica
y fundamentacion metafisica de la
tropezaron de nuevo con la etica y la antropoiogia es con la
dificultad de encajar al hombre afirmacion de que "hay que
y a la fe cristiana dentro de la evitar entender al hombre en
naturaleza mundana, lo que les terminos de metafisica. No se
indujo a adoptar la tremenda trata de declarar acabada la
postura ocamista (aiin mds metafisica, sino de restringirla
violenta para el hombre). Una al conocimiento del ser y de la
violencia semejante la sentimos esencia del mundo", lo cual sighoy los fildsofos ante la nifica que hay que "abrir una
metafisica racionalista y la nueva via para afrontar el estumetafisica
sistemdtica
mo- dio del hombre con independendernas" (p. 122).
cia del estudio del mundo, pues
Como todo esto no deja de ser el hombre estd violento cuando
un poco fuerte, advierte que: "la se lo considera como mera parte
metafisica ha sido violenta para del mundo (pensamiento antiel hombre, es decir, cuando pre- guo), cuando se lo trata en
tende abarcar al hombre, pero simetria con el fundamento
no en si misma, es decir, no mundano (v.g. el pensamiento
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modemo) y cuando se lo separa
(atetsmo) u opone a su destino
etemo (Ockham)" (p. 122). Este
tendria que ser el cometido de la
poco conocida antropologla
trascendental, una antropologia
que ya ha sido objeto de atencion
filosofica (reconoce la herencia
intelectual de su maestro
Leonardo Polo), y a cuyo
desarrollo resta aun dedicarse -al
menos asi lo insiniia Falguerassi aspiramos a abrir una nueva
epoca filosofica, distinta de la
modemidad y la posmodemidad.
David Ezequiel TMezMaqueo
Universidad Panamericana
Fernando
Haya: El
ser
personal De Tomds de Aquino
a la metafisica del don,
EUNSA, Pamplona, 1997.
Cinco anos despues de la publicacion de Tomiis de Aquino
ante la critica, Fernando Haya
nos ofrece otra obra en continuidad con la primera, en la que se
enfrenta con ima problematica
mas amplia: el planteamiento de
la novedad del ser personal. El
estudio metafisico de la persona
tiene una historia secular. Su
indagacion fenomenologica es
ima aportacion de nuestro siglo a
la elucidacion de la condicion de
ser mas noble, que es precisamente la persona. ^Se trata de
dos caminos paralelos o confluyentes? El autor se propone
mostrar que la aproximacion
metafisica y la fenomenologica
no solo no se excluyen sino que
son necesariamente compatibles
y complementarias.
El primer capitulo se dedica a
la metafisica de la persona, entendida como investigacion de la
realidad personal de acuerdo con
los sentidos del ser. Despues de
negar que el ser de la persona sea
por un lado, mental o veritativo,
y por otro, accidental, llega al
significado de subsistente, del