Continuación y bibliografía

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Capítulo 87 Visión global sobre mortalidad y morbilidad & e87-1
La mortalidad perinatal está influenciada por factores prenatales, maternos y del propio feto, así como por circunstancias que
rodean al momento del parto. Las muertes perinatales se relacionan
con el crecimiento intrauterino retrasado (CIR), situaciones que
predisponen a la asfixia fetal, como la insuficiencia placentaria,
malformaciones congénitas graves e infecciones neonatales precoces devastadoras (tabla 87-1). Las principales causas de mortalidad
neonatal son las relacionadas con la prematuridad o el bajo peso al
nacer (BPN) y las anomalías congénitas. La mortalidad neonatal es
máxima durante las primeras 24 horas de vida (4,27/1.000 en
2008) y es responsable de cerca de dos tercios de todas las muertes
neonatales (antes del primer año de vida). Las tasas de mortalidad
neonatal y tras este período se han mantenido estables en EE.UU., o
incluso han descendido (fig. 87-1). Entre los factores asociados a
esta reducción se encuentran una mejoría del tratamiento obstétrico y del tratamiento neonatal intensivo, con una importante disminución de la mortalidad neonatal específica del bajo peso
(fig. 87-2). Para conseguir un mayor descenso de la mortalidad
neonatal será preciso prevenir los partos pretérmino y el alumbramiento de recién nacidos de bajo peso, realizar un diagnóstico
prenatal y un tratamiento precoz de las anomalías congénitas, así
como diagnosticar y tratar a tiempo y de forma eficaz las enfermedades que puedan surgir durante el embarazo, el trabajo de parto y
el parto, o en todos estos períodos (v. tabla 87-1). En EE.UU. cada
año hay alrededor de 6 millones de embarazos, 4 millones de recién
nacidos vivos, 19.000 muertes neonatales y 28.000 muertes de
lactantes. El 10% de los nacimientos son de madres adolescentes
entre 15 y 19 años, porcentaje que ha disminuido durante 35 años
(fig. 87-3). El número de nacimientos de niñas de 10 a 14 años y de
madres muy jóvenes con alto riesgo tanto social como médico
disminuyó de forma importante durante este período. El porcentaje
de mortalidad en mujeres solteras fue del 40,6% en 2008, la cifra
más alta en la historia de EE.UU.
Las tasas de mortalidad de lactantes (muertes ocurridas entre el
nacimiento y los 12 meses de vida por cada 1.000 nacidos vivos)
[(Figura_1)TD$IG]
Tabla 87-1 CAUSAS PRINCIPALES DE MORTALIDAD PERINATAL
Y NEONATAL
Figura 87-1 Tasas de mortalidad (TM) fetal y neonatal en EE.UU. en 1990, 2005 y 2006
(finales) y 2007 (preliminares). a, datos no disponibles; TMFP, tasa de mortalidad fetal precoz
(20-27 semanas de gestación) por cada 1.000 nacidos vivos más las muertes fetales
especificadas; TMFT, tasa de mortalidad fetal tardía (28 semanas de gestación) por cada
1.000 nacidos vivos más las muertes fetales especificadas; TMN, tasa de mortalidad neonatal
por cada 1.000 nacidos vivos; TMPN, tasa de mortalidad posneonatal por cada 1.000 nacidos
vivos. (De Heron M, Sutton PD, Xu J y cols.: Annual summary of vital statistics: 2007, Pediatrics
125:4–15, 2010.).
FETALES
Insuficiencia placentaria
Infección intrauterina
Malformaciones congénitas graves (anomalías)
Accidente del cordón umbilical
Desprendimiento de placenta
Anasarca fetal
PRETÉRMINO
Inmadurez intensa
Síndrome de dificultad respiratoria
Hemorragia intraventricular
Anomalías congénitas
Infección
Enterocolitis necrosante
Displasia broncopulmonar (DBP)
A TÉRMINO
Anomalías congénitas
Asfixia en el nacimiento
Traumatismos
Infección
Neumonía aspirativa por meconio
Hipertensión pulmonar persistente (HPP)
[(Figura_2)TD$IG]
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
[(Figura_3)TD$IG]
Figura 87-2 Mortalidad neonatal según la categoría de peso al nacer para niños de raza
negra (círculos oscuros) y de raza blanca (círculos claros) en EE.UU. Las líneas continuas
señalan los datos de 1989; las líneas discontinuas los datos de 1997. Los datos mostrados son
exclusivamente de los recién nacidos con un peso <2.250 g. (De Demissie K, Rhoads GG,
Ananth CV y cols.: Trends in preterm birth and neonatal mortality among blacks and whites in
the United States from 1989 to 1997, Am J Epidemiol 154:307–315, 2001.).
Figura 87-3 Tasas de nacimientos en adolescentes por edades en EE.UU. definitivas para el
período 1990-2006 y preliminares para 2007. (De Hamilton BE, Martin JA, Ventura SJ: Births:
preliminary data for 2007, Natl Vital Stat Rep 57:12:1–23, 2009.)
e87-2 & Parte XII El feto y el recién nacido
varían de unos países a otros; en 2008 las tasas más bajas correspondieron a Hong Kong (1,8/1.000 nacimientos), fueron moderadas en
EE.UU. (6,6/1.000) y las más altas se produjeron en los países en vías
de desarrollo (30-150/1.000). La mortalidad perinatal y neonatal está
influenciada por factores médicos, socioeconómicos y culturales, si
bien las variables preventivas, como la educación sanitaria, la
atención prenatal, la nutrición, la asistencia social, la identificación
de los factores de riesgo y la atención obstétrica pueden reducir
eficazmente ambos tipos de mortalidad y la del lactante de manera
significativa. Varios motivos pueden explicar en parte la mortalidad
relativamente mayor de los lactantes en EE.UU. con respecto a otros
países. Hay pruebas de la disparidad en cuanto a la notificación de los
nacimientos de recién nacidos vivos frente a las muertes fetales o los
mortinatos en cada país. En muchos de ellos no se declaran como
nacidos vivos los casos de lactantes con una madurez por debajo
[(Figura_4)TD$IG]
Figura 87-4 Tasas de nacidos pretérmino en EE.UU. definitivas para el período 1990-2006
y preliminares para 2007. (De Hamilton BE, Martin JA, Ventura SJ: Births: preliminary data
for 2007, Natl Vital Stat Rep 57:12:1–23, 2009.)
[(Figura_5)TD$IG]
Figura 87-5 Tasas de mortalidad de los lactantes
por raza y origen étnico en 2002. La tasa de
mortalidad de los lactantes en dicho año era
máxima en las madres de raza negra de origen
no hispano. Los lactantes de madres nacidas en
Hawái, Puerto Rico o de origen indio también
tenían tasas altas. Las tasas más bajas se
observaban en los nacidos de madres cubanas o
chinas. Pueden consultarse datos de natalidad
adicionales en la página de internet www.cdc.
gov/nchs/births.htm. (Adaptada de Mathews TJ,
Menacker F, MacDorman MF: Infant mortality
statistics from the 2002 period linked birth/infant
death data set. www.cdc.gov/nchs/data/nvsr/
nvsr53/nvsr53_10.pdf. Consultado el 26 de abril
de 2010.)
de 27 semanas si fallecen poco después del parto. La notificación de
acontecimientos vitales en EE.UU. es más completa que en otros
países, incluidos aquéllos en vías de desarrollo. Esta situación puede
explicar en parte la mayor proporción de lactantes con BPN/
pretérmino en EE.UU. que en otros países. El aumento en el
número de recién nacidos vivos registrado en EE.UU., y en especial
de los lactantes más inmaduros (<500 g de peso al nacer), puede ser
la causa del incremento de las tasas de mortalidad de recién nacidos
y lactantes. A pesar de todo, la mayor mortalidad de lactantes en
EE.UU. sigue debiéndose en parte a las discrepancias existentes sobre
la asistencia sanitaria en este país. Los lactantes de mujeres afroamericanas siguen presentando una mortalidad alta (13,6/1.000), la cual
supone más del doble que en los nacidos de madres de raza blanca
(5,6/1.000) o de origen hispano (5,5/1.000).
Cerca del 50% de las muertes de lactantes ocurridas en el año
2008 en EE.UU. se debieron a cuatro causas principales (clasificadas
según la 10.a edición de la Clasificación Internacional de las
Enfermedades): malformaciones congénitas (20,1%), trastornos
relacionados con la prematuridad y el BPN de causa inespecífica
(16,9%), síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) (8,2%) y
neonatos cuyas madres tuvieron alguna complicación durante el
embarazo (6,3%). El BPN (debido a un parto pretérmino y/o CIR)
es un factor determinante en las tasas de mortalidad neonatal y del
lactante y, junto con las anomalías congénitas (cardíacas, del sistema
nervioso central y respiratorias), contribuye de forma notable a un
aumento de la morbilidad infantil. En los países en vías de desarrollo,
el BPN y la prematuridad, la asfixia durante el parto y las infecciones
son las causas principales de mortalidad en el lactante.
En EE.UU., la tasa de BPN (recién nacidos de 2.500 g o menos en
el nacimiento/año) aumentó del 6,6% al 8,2% entre 1981 y 2008,
mientras que la tasa de muy bajo peso al nacer (MBPN) (neonatos
de 1.500 g o menos en el nacimiento) lo hizo del 1,1% al 1,46% del
total de nacimientos. En la última década ha aumentado el número
de recién nacidos de raza blanca con BPN, sobre todo por el incremento de partos múltiples (a menudo relacionados con el uso de
técnicas de reproducción asistida) (fig. 87-4), mientras que las tasas
de BPN y MBPN siguen siendo más altas en los recién nacidos de
raza negra. Todavía no están claras las razones de esta disparidad
racial. A pesar de los progresos en la atención prenatal y obstétrica
persiste la disparidad en las cifras de bajo peso, lo que sugiere la
necesidad de nuevos programas de prevención. Además, aunque
la supervivencia de recién nacidos pretérmino con BPN es mayor en
los neonatos de raza negra (v. fig. 87-2), las tasas globales de
mortalidad neonatal y del lactante siguen siendo más altas para
los de raza negra (fig. 87-5), incluso en los nacidos de madres de
muy bajo riesgo (casadas, edad entre 20 y 34 años, con 13 años o
Capítulo 87 Visión global sobre mortalidad y morbilidad & e87-3
más de educación básica completa, una atención prenatal adecuada, sin factores de riesgo médicos, sin consumo de alcohol o
tabaco durante el embarazo). Uno de los puntos importantes de
salud pública reflejado en el Healthy People 2010 (objetivos nacionales de salud estadounidense para el año 2010) es reducir la disparidad racial que existe en la mortalidad.
El BPN se debe al parto pretérmino, al CIR, o a ambos. En
EE.UU., la principal causa de BPN es el parto prematuro, mientras
que en los países en vías de desarrollo es más frecuente el CIR. Aunque
aparentemente el CIR no aumenta el riesgo de muerte en los recién
nacidos pretérmino, se ha observado un incremento de la morbimortalidad en los niños a término con crecimiento retardado. Los
niños de MBPN suelen ser prematuros (<37 semanas de gestación),
aunque el CIR puede complicar aún más su alumbramiento prematuro. Aunque los niños de MBPN sólo representan un 1-2% de
todos los lactantes en EE.UU., su alumbramiento supone una parte
importante de la mortalidad neonatal y del lactante y de los niños
con complicaciones a corto y largo plazo (incluyendo retrasos del
desarrollo neurológico). Las causas del parto prematuro son complejas, multifactoriales y no siempre bien comprendidas. Entre ellas
cabe señalar enfermedades maternas, como la preeclampsia grave
que obliga a realizar un parto programado, la rotura prematura de
membranas, anomalías uterinas, hemorragias placentarias (desprendimiento, placenta previa), el embarazo múltiple, el abuso de
sustancias tóxicas, enfermedades crónicas de la madre, el sufrimiento fetal y la infección. Existe una interacción compleja entre
infección, inflamación y rotura prematura de la bolsa amniótica en
pretérminos y el parto pretérmino. Entre los antecedentes infecciosos destacan la infección del sistema urinario materno, la corioamnionitis, la vaginosis bacteriana y las infecciones genitourinarias
superiores o inferiores por diversos microorganismos (Chlamydia
trachomatis, Ureaplasma urealyticum, Mycoplasma hominis,
Gardnerella vaginalis y estreptococos del grupo B). Los suplementos dietéticos de ácido fólico antes de la concepción pueden reducir
de forma eficaz la tasa de partos pretérminos espontáneos. No
obstante, en muchos casos se desconoce la etiología de los partos
prematuros. La cifra de partos pretérmino tardíos (34-36 semanas)
ha aumentado en parte por la tendencia a programar los alumbramientos, pero estos recién nacidos tienen también un riesgo de
morbimortalidad mayor. Los partos inducidos deberían retrasarse
en la medida de lo posible hasta por lo menos la semana 39.
Aunque el 99% de los alumbramientos se produce en el hospital,
sólo el 80-85% de las mujeres embarazadas recibe unos cuidados
prenatales ideales durante el primer trimestre. Muchas de las que
reciben una atención prenatal insuficiente corren el riesgo de sufrir
complicaciones perinatales. Entre las barreras que condicionan una
atención prenatal inadecuada están la falta o la escasez de dinero
o de seguros de asistencia con los que pagarla, la deficiente
coordinación de servicios, como por ejemplo en temas de idioma
y culturales, y la ausencia de una educación eficaz sobre la importancia de la educación prenatal. Para conseguir de forma satisfactoria y adecuada una atención prenatal de gran calidad es necesario
un equipo de profesionales sanitarios competente y la coordinación
de los servicios entre consultas médicas, clínicas, hospitales de la
comunidad, programas regionales especiales para madres y recién
nacidos de alto riesgo y los centros de atención terciaria. Los programas regionales de atención perinatal deben ofrecer una
educación continuada y consultas, tanto en la comunidad como
en los centros de referencia, al igual que un transporte para la mujer
embarazada y el recién nacido a los hospitales adecuados; también
deben disponer de hospitales regionales con los servicios, el equipo
y el personal adecuados para los cuidados intensivos obstétricos y
neonatales (tabla 87-2).
La contribución del número de muertes fetales a la mortalidad
perinatal es algo mayor que el de las neonatales. La tasa de mortalidad fetal en EE.UU. ha ido disminuyendo de forma mantenida
durante las dos últimas décadas y se redujo hasta 6,2/1.000
en 2004. Los obstetras y los subespecialistas en medicina maternofetal desempeñan un papel crucial en la reducción de la mortalidad y morbilidad perinatales. El descenso global en la mortalidad
fetal se ha debido a una disminución de las muertes fetales tardías
(28 semanas). Las muertes fetales intraparto han disminuido
más que las prenatales, lo que refleja las mejoras introducidas en
la atención durante el trabajo del parto y el alumbramiento.
Tabla 87-2 NIVELES DE CUIDADOS PERINATALES INTRAHOSPITALARIOS
MATERNOS
NEONATALES
BÁSICOS
Monitorización y cuidados de los pacientes de bajo riesgo
Clasificación según el riesgo de transferencia alto
Detección y cuidados de problemas imprevistos del parto
Cesárea de urgencia en 30 minutos
Reanimación
Estabilización
Cuidados neonatales
Cuidados en el nido
Visita
Personal de pediatría general (capaz de realizar la reanimación neonatal)
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Apoyo del banco de sangre, anestesia, radiología, ecografía y laboratorio
Cuidados de problemas posparto
Personal de obstetricia, enfermería y matronas
CUIDADOS ESPECIALES
Servicios básicos más:
Servicios básicos más:
Cuidados de los embarazos de alto riesgo
Cuidados de los neonatos de alto riesgo con problemas a corto plazo
Clasificación, traslado de los embarazos de alto riesgo (<32 semanas, crecimiento intrauterino Estabilización antes de la transferencia (<1.500 g, <32 semanas,
retrasado, preeclampsia, enfermedades graves de la madre)
enfermedades críticas)
Aceptar las transferencias de regreso (inversas)
CUIDADOS DE SUBESPECIALIDADES
Cuidados básicos y especializados más:
Cuidados básicos y especializados más:
Perinatólogo experimentado (cobertura de 24 h)
Neonatólogo experimentado (cobertura de 24 h)
Evaluación de terapias de alto riesgo
Pacientes transferidos e innatos
Cuidados de enfermedades maternas médicas y obstétricas graves
Evaluación de terapias de alto riesgo
Todas las subespecialidades pediátricas, radiológicas y quirúrgicas
Cuidados de fetos de alto riesgo (enfermedad Rh, anasarca no inmunitaria, anomalías
Unidades de cuidados intensivos neonatales con capacidad quirúrgica
potencialmente mortales)
Seguimiento de alto riesgo
Investigación de los resultados
Investigación de los resultados
Educación de la comunidad
Educación de la comunidad
De American Academy of Pediatrics, American College of Obstetricians and Gynecologists: Guidelines for perinatal care, 5.a ed., Elk Grove Village, IL, 2002, American Academy of Pediatrics.
e87-4 & Parte XII El feto y el recién nacido
Tabla 87-3 MORBILIDADES Y SECUELAS DE LAS ENFERMEDADES PERINATALES Y NEONATALES
MORBILIDADES
EJEMPLOS
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Parálisis cerebral dipléjica-tetrapléjica espástica
Parálisis cerebral coreoatetósica
Microcefalia
Hidrocefalia comunicante
Convulsiones
Encefalopatía
Fracaso educativo y/o retraso mental
SENSIBILIDAD-NERVIOS PERIFÉRICOS
Disminución de la agudeza visual (ceguera)
Estrabismo
Deterioro auditivo (sordera)
Trastornos del habla
Parálisis-paresia
RESPIRATORIAS
DBP
Estenosis subglótica
Síndrome de muerte súbita del lactante
Estenosis de coanas, destrucción del tabique nasal
Encefalopatía hipóxico-isquémica, leucomalacia periventricular, factores prenatales indeterminados
Encefalopatía por bilirrubina (kernicterus)
Encefalopatía hipóxico-isquémica, infección intrauterina (rubéola, CMV)
Hemorragia intraventricular, meningitis
Encefalopatía hipóxico-isquémica, hipoglucemia
Infecciones congénitas (rubéola, CMV, VIH, toxoplasmosis)
Inmadurez, hipoxia, hipoglucemia, parálisis cerebral, hemorragia, situación socioeconómica baja
Retinopatía de la prematuridad
Indeterminado, prematuridad
Toxicidad farmacológica (furosemida, aminoglucósidos), encefalopatía por bilirrubina, hipoxia hiperventilación
Inmadurez, enfermedades crónicas, hipoxia, intubación endotraqueal prolongada, déficit de audición
Traumatismos en el nacimiento: plexo braquial, nervio frénico, médula espinal
Toxicidad por oxígeno, barotrauma
Lesión por el tubo endotraqueal
Prematuridad, DBP, lactante nacido de consumidoras de drogas ilícitas
Intubación nasotraqueal
Fallo de crecimiento
CARDIOVASCULARES
Cianosis
Insuficiencia cardíaca
GASTROINTESTINALES
Síndrome del intestino corto
Hepatopatía colestásica (cirrosis, insuficiencia hepática)
Fallo de medro
Hernia inguinal
MISCELÁNEAS
Cicatrices cutáneas
Ausencia de pulso en la arteria radial
Hipertensión
Tratamiento paliativo precorrectivo de cardiopatías congénitas cianóticas, cor pulmonale por DBP, hiperreactividad de
las vías respiratorias
Tratamiento paliativo precorrectivo de cardiopatías congénitas complejas, DBP, defectos del tabique ventricular
Enterocolitis necrosante, gastrosquisis, trastornos de rotación, vólvulo, fibrosis quística, atresia intestinal
Toxicidad por hiperalimentación, sepsis, síndrome de intestino corto
Síndrome de intestino corto, colestasis, DBP, parálisis cerebral, cardiopatía congénita grave
Desconocido
Tubo de tórax o catéter intravenoso, hiperalimentación, infiltración subcutánea, punción fetal, varicela intrauterina,
aplasia del cutis
Punciones arteriales frecuentes
Trombos renales, reparación de coartación de aorta
CMV, citomegalovirus; DBP, displasia broncopulmonar.
Es importante subrayar la capacidad para predecir la madurez y la
reserva funcional del feto antes del parto y durante éste, con el fin
de identificar lo antes posible a los fetos y recién nacidos de mayor
riesgo. Los obstetras y los pediatras deben trabajar conjuntamente
de forma eficaz para anticiparse a los problemas perinatales y así
adoptar con rapidez las medidas preventivas y terapéuticas
adecuadas.
La mortalidad posneonatal hace referencia a las muertes ocurridas entre los 28 días y el año de vida. Históricamente, estas
muertes se debían a causas que actúan fuera del período neonatal,
como el síndrome de la muerte súbita del lactante, infecciones
(respiratorias, intestinales) o traumatismos. Con el desarrollo del
tratamiento neonatal moderno, muchos recién nacidos con MBPN
y recién nacidos pretérmino que habrían muerto durante el primer
mes de vida sobreviven ahora al período neonatal y sólo sucumben
a las secuelas enumeradas en la tabla 87-3. Esta mortalidad neonatal tardía es un factor importante de la mortalidad posneonatal y
explica la ausencia de descenso durante los últimos años.
Los recién nacidos pretérmino tardíos corren el riesgo de hipotermia, hipoglucemia, dificultad respiratoria, apnea, ictericia, dificultades para alimentarse, deshidratación y sospecha de sepsis, así
como de reingresos hospitalarios. Incluso los recién nacidos a
Tabla 87-4 INCIDENCIA DE RESULTADOS ADVERSOS SEGÚN LA SEMANA DE GESTACIÓN COMPLETADA EN EL MOMENTO DEL PARTO EN LACTANTES
NACIDOS POR CESÁREA
RESULTADO
SEMANA 37 (N = 934)
SEMANA 38 (N = 3.909)
SEMANA 39 (N = 6.512)
SEMANA 40 (N = 1.385)
SEMANA 41 (N = 1.385)
SEMANA 42 (N = 113)
Síndrome de dificultad
respiratoria
Taquipnea transitoria
del recién nacido
Ingreso en la unidad de
cuidados intensivos
neonatales
Sospecha de sepsis
Hipoglucemia tratada
Ventilación
3,7
1,9
0,9
0,9
0,8
1,8
4,8
3,9
2,7
2,5
4,8
6,2
12,8
8,1
5,9
4,8
7,9
14,2
6,6
2,4
1,9
3,9
0,9
0,9
2,4
0,7
0,4
2,6
0,8
0,4
3,6
1,6
0,4
10,6
1,8
De Tita AT, Landon MB, Spong CY y cols.: Timing of elective repeat cesarean delivery at term and neonatal outcomes, N Engl J Med 360:111–120, 2009.
Capítulo 87 Visión global sobre mortalidad y morbilidad & e87-5
término cuyo nacimiento tuvo lugar entre las semanas 37 y 38 por
cesárea corren más riesgo de desarrollar síndrome de dificultad
respiratoria, taquipnea transitoria del recién nacido, sospecha de
sepsis, hipoglucemia, necesidad de apoyo ventilatorio e ingreso en
una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) (tabla 87-4).
La decisión sobre los cuidados que deben recibir los niños
más inmaduros en el límite de la viabilidad (de 22-25 semanas de
gestación) es un proceso complicado en el que deben participar el
médico y otros profesionales sanitarios, así como la familia. El
objetivo no es sólo aumentar la supervivencia de todos los recién
nacidos prematuros, sino disminuir las complicaciones a corto
plazo y mejorar el desarrollo neurológico a largo plazo. La
parálisis cerebral, las convulsiones, la hidrocefalia que requiere
derivación, la ceguera, la hipoacusia y el retraso cognitivo son
secuelas de una alteración en el desarrollo neurológico. El riesgo
de complicaciones aumenta a medida que disminuye la edad
gestacional al nacer. Un peso al nacer más alto, el sexo femenino,
un feto único y la administración de corticoides antes del alumbramiento disminuyen el riesgo de deterioro neurológico y de
muerte. La hemorragia intraventricular, la leucomalacia periventricular, la enterocolitis necrosante que obligue a una resección
amplia del intestino, las infecciones neonatales y la displasia
broncopulmonar son ejemplos de morbilidad temprana y variables pronósticas que contribuyen a la aparición de complicaciones neurológicas. Muchos estudios han puesto de manifiesto la
influencia de los factores de riesgo familiares y sociales en el
pronóstico.
Todos los recién nacidos de MBPN deben ser controlados
sistemáticamente tras el alta hospitalaria con el fin de detectar lo
antes posible un retraso en el desarrollo neurológico y para poner a
su alcance y al de sus familias cualquier intervención disponible y el
apoyo adecuado para optimizar los resultados a largo plazo. Durante
la edad escolar, los niños que tuvieron MBPN y los lactantes
pretérmino presentan un crecimiento físico, una función cognitiva y
un rendimiento escolar peores. Aunque estas desventajas parecen
persistir durante la edad adulta, estudios recientes demuestran que
puede producirse una mejora cognitiva durante la infancia.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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(Conference ed in 2 vol) (GPO stock No. 017-001-00547-9).
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