Medidas Paliativas frente a los Efectos de las Inundaciones en el

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Tema A: Dinámica fluvial
Medidas Paliativas frente a los Efectos de las Inundaciones
en el Tramo Medio del Río Ebro
Manuel Cayuela López
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
[email protected]
José Luis Martínez Mazariegos
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
[email protected]
1 Introducción y Antecedentes
La actividad humana ejerce importantes presiones socioeconómicas sobre el territorio por el que discurren los
cauces de los ríos y tiene lugar su dinámica fluvial, fruto del desarrollo que a lo largo del tiempo se ha generado
en torno a un bien tan esencial como es el agua y que, en las últimas décadas, ha crecido de forma exponencial.
Así, poblaciones que se han ido asentado a lo largo de la historia junto a cauces de ríos, sufren en determinadas
crecidas de éstos inundaciones que afectan a sus bienes, infraestructuras y servicios, y lo que es más importante,
con riesgos para la población que, para defenderse de los efectos devastadores de estas aguas, construye motas
de protección, diques longitudinales, encauzamientos, etc.
Por otro lado, las crecidas de los ríos forman parte de la dinámica fluvial, dando forma y tamaño a los cauces,
conformando las llanuras de inundación, activando los procesos geomorfológicos de erosión, transporte y
sedimentación, y regulando las comunidades bióticas acuáticas y ribereñas. Por todo esto, las crecidas naturales
son una condición indispensable para conseguir un buen estado ecológico del río.
Esta activa dinámica fluvial implica importantes episodios de erosión, arrastre y deposición de sedimentos. De
esta forma, el cauce del río Ebro discurría antes de su regulación entre amplios campos de grava libres de
vegetación o con vegetación en etapas muy primarias de desarrollo. Las avenidas ordinarias impedían un mayor
desarrollo vegetal, mientras que las avenidas extraordinarias podían cambiar el trazado del cauce de aguas bajas,
generando gran cantidad de cauces abandonados que entraban en funcionamiento a partir de un determinado
caudal. Por otra parte la amplia llanura de inundación, perfectamente conectada al cauce del río, contribuía a
laminar la avenida.
A partir de la segunda mitad del siglo XX se lleva a cabo la regulación de algunos cauces tributarios del Ebro,
así como de su tramo alto. La reducción de la dinámica fluvial, junto con el cese de los aprovechamientos
forestales en los márgenes ha llevado a un exuberante desarrollo de los sotos y a una sustitución de los sauces y
tamarices arbustivos por álamos y sauces de porte arbóreo. El resultado ha sido una reducción de la sección del
cauce y un aumento de la rugosidad del mismo.
Por otra parte, a partir de la riada de enero del año 1961 se empezaron a levantar motas de defensa para proteger
los campos de cultivo, en ocasiones muy cerca del propio cauce. Esto ha supuesto una importante reducción de
la sección de desagüe efectiva y el consiguiente aumento relativo de la cota de la lámina de agua. Asimismo, la
desconexión entre el cauce del río y la llanura de inundación ha supuesto la desaparición del efecto de
laminación que esta última tenía en episodios de avenida.
Tema A: Dinámica fluvial
Figura 1
Figura 2
Fotografía aérea de Pina de Ebro. Se aprecia la amplitud del cauce, la gran extensión ocupada por las
gravas y la ausencia de barreras tanto transversales como longitudinales. (vuelo 1927; CHE)
Ortofoto actual de Pina de Ebro. Se observa la constricción del cauce, las importantes barreras
longitudinales y el exuberante crecimiento de la vegetación de ribera
Tema A: Dinámica fluvial
Todas estas transformaciones han provocado que en los últimos años las riadas produzcan afecciones mayores de
las que se producían anteriormente con caudales equivalentes.
Este aumento del riesgo también es percibido por la población, que considera que el ascenso de la lámina de
agua es debido a la prohibición de extraer gravas, lo que habría provocado la acumulación de sedimentos en el
cauce. Si bien no está demostrado que se haya producido un aumento generalizado de la cota del lecho del río, y
en casos similares la construcción de presas y diques longitudinales ha provocado la incisión del cauce en la
llanura aluvial, no se puede descartar que en puntos concretos se hayan producido acumulaciones de gravas que
de otra forma se hubiesen extendido por toda la llanura.
2 Medidas Paliativas de los Efectos de las Inundaciones
Todo este proceso de estabilización del cauce ha tenido diversas consecuencias. Por una parte se produce la
desconexión entre el cauce principal y la llanura de inundación, reduciéndose así el efecto de laminación de la
avenida. La consecuencia inmediata es el incremento de los picos de avenida y una mayor velocidad de
desplazamiento de estos hacia aguasabajo.
Por otra parte la constricción del cauce mediante motas de defensa paralelas al mismo provoca una reducción de
la sección hidráulica y el consiguiente aumento de la cota de la lámina de agua. Este efecto se ve incrementado
por el aumento de la rugosidad debido a la sustitución de tarayales y saucedas arbustivas, adaptados a cursos
fluviales de gran dinamismo, por sotos arbóreos de gran desarrollo propios de márgenes estabilizadas.
De forma adicional nos encontramos con motas de defensa e infraestructuras lineales transversales al flujo que
provocan un remanso hacia aguasarriba aumentando la cota de la lámina de agua.
Con el objeto de paliar los efectos de las avenidas en cascos urbanos situados junto al cauce del río se han
planteado una serie de medidas con las que se pretende recuperar la función hidráulica de la llanura de
inundación y aumentar la capacidad hidráulica del cauce.
2.1 Áreas de inundación controlada
La ejecución de áreas de inundación controlada consiste en la instalación de compuertas de nivel constante en un
punto de una mota existente que conforme un perímetro cerrado. La intervención simultánea de un número
suficiente de estas compuertas supondrá la detracción de un caudal significativo del flujo de avenida,
alcanzándose un volumen de almacenamiento importante. De esta forma se consigue recuperar el efecto de
laminación de parte de la llanura de inundación. Por lo tanto el efecto de esta actuación se advierte aguasabajo de
la misma y es caumulativo conforme van entrando en funcionamiento cada una de ellas.
Las compuertas de nivel constante se calibran de tal forma que permiten el paso del agua a esta zona cerrada a
partir de un determinado nivel de la lámina de agua en el río. Este nivel se corresponderá con el caudal de daños
(aproximadamente 2000 m³/s), con lo que se lamina el pico de la avenida de una forma más efectiva, al
encontrarse el área vacía en el momento en que más interesa retraer caudales del flujo principal.
Las compuertas de nivel constante regulan el paso de caudales de forma que se mantenga una diferencia de nivel
previamente establecida entre la lámina de agua aguasarriba y aguasabajo. De esta forma se regula el caudal
entrante, disipando la energía del flujo eficazmente y permitiendo un reparto suave de estos caudales por toda el
área. Se consigue así reducir posibles episodios de erosión en campos de cultivo. Por otra parte, si el nivel del río
rebasa la coronación de la mota se encontrará un desnivel menor que con el área vacía, por lo que también se
reducen los daños en cultivos e infraestructuras.
Tema A: Dinámica fluvial
Figura 3
Fotografía de una compuerta de nivel constante instalada en un canal
La compuerta estará situada en el punto con cota más baja de esta área, de manera que el llenado se produzca sin
provocar grandes flujos y se reduzca la erosión.
Por último, la automatización del funcionamiento de las compuertas evita la presencia de operarios en zonas de
alto riesgo para permitir el paso de caudales en el momento en que la curva ascendente del hidrograma alcanza el
caudal de daños. No hay que olvidar el riesgo que supone transitar por la coronación de las motas en estas
situaciones.
2.2 Cauces de alivio
El objetivo de los cauces de alivio es el aumento de la capacidad hidráulica del cauce y el consiguiente descenso
de la lámina de agua para caudales equivalentes. Este objetivo se puede conseguir aumentando la sección de
desagüe, la geometría de la sección, la pendiente o la rugosidad. El cauce de alivio consiste en un cauce
secundario situado en el cuello de un meandro, con lo que se consigue aumentar la sección de desagüe y la
pendiente.
Al encontrarnos en régimen lento los efectos de las actuaciones se perciben aguasarriba de las mismas, por lo
que deberán situarse aguasabajo de los cascos urbanos en los que se pretende reducir la cota de la lámina de
agua.
Los cauces de alivio se han diseñado para conseguir un rebaje aproximado de la lámina de agua a la altura del
casco urbano de 0,5 m para un caudal de 2700 m³/s, que se corresponde con la avenida con un periodo de retorno
de 10 años.
El fondo de este cauce de alivio en la entrada se sitúa a la cota que alcanza la lámina de agua durante las
avenidas con un periodo de retorno de 2 años. De esta forma éste sólo entra en funcionamiento durante las
riadas, mientras que en situación de aguas bajas el río circularía por su cauce original. En esta misma zona se
situará una escollera enterrada para evitar que la erosión produzca la corta del meandro.
Con estas actuaciones se recupera espacio fluvial, aumentando la capacidad hidráulica del cauce, mediante la
creación de nuevos cauces secundarios o la reactivación de paleocauces existentes. Se recrea así el paisaje fluvial
característico de ríos con una activa dinámica fluvial, con cauces muy ramificados y amplios espacios libres de
vegetación, en beneficio de la seguridad de la población.
Tema A: Dinámica fluvial
Figura 4
Representación del modelo hidráulico de las velocidades del flujo para un caudal de 2700 m³/s, donde se
observa el funcionamiento del cauce de alivio en situación de avenida
Estas actuaciones supondrán una reactivación parcial de la dinámica fluvial del tramo, creando zonas de gran
dinamismo, con episodios de erosión, arrastres y sedimentación. Estos tendrán lugar sin embargo de forma
dirigida, impidiendo efectos indeseados, como la corta de los meandros donde se sitúan los cauces planteados.
Por lo tanto no se producirá una reactivación global de la dinámica fluvial del tramo estudiado, ya que además
ésta se ve condicionada fundamentalmente por otros factores ubicados fuera del ámbito de actuación (embalses,
extracción de áridos, motas junto al cauce, etc.).
2.3 Retranqueo de motas
En el caso de cascos urbanos que habitualmente se ven amenazados por las avenidas y no cuentan con meandros
aguasabajo se ha optado por aumentar la sección del cauce aguasabajo mediante el retranqueo de motas.
A diferencia de los cauces de alivio, el retranqueo de motas no conlleva un aumento de la pendiente, por lo que
su efectividad es más reducida. El aumento de la capacidad hidráulica del cauce, y la consiguiente reducción de
la cota de la lámina de agua, se produce exclusivamente por aumento de la sección de desagüe.
Esta actuación irá acompañada de la excavación de parte del terreno para crear cauces secundarios que faciliten
el flujo por este espacio que ahora intervendrá en el desagüe de caudales.
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2.4 Permeabilización de infraestructuras lineales y eliminación de motas transversales al
flujo
La presencia de infraestructuras lineales y motas transversales al cauce puede suponer un importante obstáculo al
flujo, que tiene como consecuencia inmediata un aumento de la lámina de agua aguasarriba del mismo.
En este sentido se propone permeabilizar algunos puentes existentes aumentando la sección de los ojos más
próximos a los estribos mediante la excavación del terreno entre las pilas. En ambos casos la actuación va
asociada al retranqueo de motas longitudinales existentes, de forma que se facilite la circulación de parte del
flujo de la avenida por los vanos intervenidos.
En determinados puntos se retirarán motas transversales al flujo principal que obstruyen el flujo por la llanura de
inundación de forma significativa. En estos casos siempre se trata de motas que no cierran ningún perímetro.
Figura 5
Representación del modelo hidráulico de la lámina de agua para 2700m³/s en el mismo tramo anterior donde
se aprecia el importante obstáculo que supone para el flujo la mota transversal
3 Conclusiones
A lo largo de siglos las poblaciones de la ribera del Ebro se han situado en su vega adaptándose a las condiciones
del río. Los cultivos se veían periódicamente afectados por las inundaciones, mientras que los cascos urbanos,
situados en los puntos más elevados de la vega, sólo sufrían inundaciones durante las avenidas extraordinarias de
mayor magnitud. Sin embargo, en las últimas décadas se han producido importantes cambios en la ribera, con la
alteración de la dinámica fluvial del río, la estabilización del cauce y la construcción de motas de defensa y otras
infraestructuras, que han alterado su funcionamiento hidráulico. La desconexión hidráulica entre el cauce y su
llanura de inundación ha reducido la capacidad de desagüe del conjunto y su capacidad de laminación de
avenidas, mientras que algunas infraestructuras suponen importantes obstáculos para el flujo. Uno de los efectos
más significativos de esta situación ha sido el aumento del riesgo de inundación en los cascos urbanos de algunas
poblaciones.
Tema A: Dinámica fluvial
En este trabajo se han planteado diversas medidas cuyo objetivo común es la reducción del riesgo de inundación
en los cascos urbanos a través de la reactivación de la llanura de inundación del río y de la recuperación de parte
de sus procesos naturales de una forma dirigida para no perjudicar a cultivos y otros usos situados en la ribera.
En este sentido la creación de áreas de inundación controlada se plantea como una herramienta eficaz para
laminar avenidas en zonas en las que la retirada de motas de defensa comportaría graves pérdidas agrícolas. Con
esta medida se consigue recuperar una parte importante del volumen de la llanura de inundación reduciendo la
magnitud de los daños producidos durante las avenidas. Este sistema permite además elegir el momento en el
que se produce la detracción de caudales de la avenida. Hay que resaltar que el efecto de esta medida es
acumulativo, y que para contar con resultados significativos se debe contar con un conjunto suficiente de estas
áreas. Como objetivo a largo plazo se plantea la conexión de estas áreas para recuperar la contribución al flujo de
esta parte de la llanura de inundación.
Por otra parte los cauces de alivio constituyen una actuación de efectos localizados de gran efectividad para
reducir los riesgos de inundación en zonas concretas. Esta intervención supone un aumento de la sección y de la
pendiente del cauce que conlleva una reducción significativa de la lámina de agua inmediatamente aguasarriba
de la misma.
Por último, la eliminación de obstáculos o su acondicionamiento para minimizar sus consecuencias tiene efectos
localizados importantes hacia aguasarriba al eliminar o reducir el remanso que previamente provocaban.
on este conjunto de medidas, tanto las de efecto acumulativo como las de efecto localizado, se consigue una
importante laminación de avenidas en el tramo medio del río Ebro y una efectiva reducción del riesgo de
inundación en tramos localizados.
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