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KEYNES Y EL ESTADO DE BIENESTAR
MARIO RAMÍREZ CHÁVEZ
CIENCIA POLÍTICA
5° semestre
[email protected]
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………….....3
FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA KEYNESIANA…………………………...............4
ORIGEN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE BIENESTAR……………..7
CRÍTICA DE LOS MONETARISTAS A KEYNES…………………………………...11
CRÍTICA A LA GLOBALIZACIÓN…………………………………………………….12
FUENTES………………………………………………………………………………...15
1
INTRODUCCIÓN:
Este ensayo se propone hacer justicia a Keynes, ya que su teoría sigue vigente, pese a lo
que Freedman y otros monetaristas intentan hacer creer. Con la crisis del Estado de
Bienestar en 1973, la revolución que significo el pensamiento keynesiano fue aplastada
con la contrarrevolución del monetarismo y la escuela de Chicago.
El interés por revisar grosso modo las aportaciones de Keynes a la economía, como
sustento del Estado de Bienestar, proviene de mi afán como politólogo de defender la
intervención del Estado en la economía, en un mundo globalizado, en donde el
capitalismo especulativo irracional dicta las pautas a seguir, muy por encima de los
Estados-nación.
Ya que el pensamiento neoliberal es el pensamiento imperante, a pesar de haber
demostrado ya durante 25 años de la implantación de sus políticas y directrices, sólo han
agravado aun más la situación, en especial para los países en vías de desarrollo.
El ensayo mantiene como hipótesis central la vigencia de Keynes, así como la viabilidad
de implementar sus políticas ante la aguda crisis económica que vive en el mundo, ya que
países como China, India, Tailandia, o de América Latina como Argentina, Brasil, Ecuador
y Bolivia han revirado hacia la intervención del Estado en la economía, hacia un Estado
de Bienestar.
Inicio desarrollando los principales puntos de la teoría de Keynes, seguido del origen,
desarrollo y crisis del Estado de Bienestar. El tercer punto es la revisión de la crítica
hecha por los monetaristas al keynesianismo. Finalmente, concluiré haciendo una crítica a
la globalización desde el pensamiento keynesiano.
2
FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA KEYNESIANA
La teoría keynesiana, hace una primera distinción entre la Macroeconomía y la
Microeconomía, ya que “La Economía ha adquirido ya tal volumen de contenidos que,
como ocurre en otras disciplinas, el proceso normal de especialización y división del
trabajo ha dado lugar a múltiples ramas o campos en su interior. Sin embargo, cuando se
acerca uno al estudio de la Economía, la primera y más notable división que surge a la
vista es la que separa la disciplina en dos grandes apartados, que parecen en principio
agotar toda la superficie posible. Se trata de la Microeconomía y la Macroeconomía” 1.
Keynes fue quien acuñara el término de microeconomía.
También es importante señalar que el pensamiento de Keynes reflexiona y gira en torno a
su concepto elemental que es la demanda, argumentando que:

Los límites del producto están impuestos por la demanda. De está manera,
Keynes presenta una Teoría de la demanda.

El problema de la economía capitalista reside en la insuficiencia de la demanda.
Es la debilidad de ésta, la que genera un equilibrio con desempleo; en está línea,
no es necesario buscar respuestas exteriores como lo es la intervención del
Estado para la comprensión de este suceso, tal y como lo plantea el modelo
neoclásico.

El nivel de producción depende de la demanda. Para el aprovechamiento de los
recursos disponibles, es necesario recurrir a medidas tanto fiscales como
monetarias.

Las cuentas nacionales se entienden como agentes económicos que garantizan la
demanda, es decir, nos muestra qué es lo que se demanda y la cantidad que se
demanda, al igual que el proceso de producción de bienes y servicios de un
determinado país durante un determinado periodo de tiempo.

La crisis y el equilibrio del desempleo son situaciones que siempre están inmersas
1 GUERRERO, Diego, Manual de economía, p.28
3
en el sistema. El desempleo se debe a que no existe una demanda (insuficiencia
del sector privado para absorber la oferta de mano de obra).

La economía familiar y de la sociedad, basándose en la idea de ahorros “Para la
economía familiar ahorrar (gastar menos que los ingresos percibidos) conduce a
una acumulación de recursos, para la sociedad en su conjunto. Si la gente gasta
menos, se reduce el ingreso de los demás y la riqueza de la sociedad
disminuye…” 2
A partir de estos, sustenta su crítica al pensamiento neoclásico porque: “en primer lugar,
sostiene que los distintos mercados no alcanzan el nivel de equilibrio y de eficiencia
automáticamente, porque en el mercado existen fallas macroeconómicas…La falla
macroeconómica se expresa en el desajuste entre la oferta y demanda agregadas, y
entre ahorro e inversión sociales, lo cual impide la coordinación eficiente entre mercado y
agentes, ello se traduce, a su vez, en un desequilibrio entre la capacidad productiva
instalada y el nivel de empleo, es decir, la economía no logra el nivel de pleno empleo.”3
En segundo lugar, en el intercambio económico ocurre un “desajuste entre las elecciones
individuales y las elecciones sociales, en el sentido de que las elecciones económicas de
los individuos que buscan la maximización de sus beneficios, no necesariamente
coinciden con las elecciones colectivas que buscan maximizar el bienestar social”4
A partir de estas dos tesis se puede concluir que, en una economía de mercado, el
mecanismo de los precios por sí solo no garantiza una eficiente asignación de recursos y
la maximización del bienestar social, “ello posibilita el surgimiento de inestabilidad e
incertidumbre económicas y de desperdicio de recursos. La deducción lógica es que se
requiere la intervención del Estado en la economía” 5 para que a través de política públicas
se garanticen mejores condiciones para el desarrollo económico.
La revolución keynesiana se debe en buena medida a que “Keynes...no tiene respeto
alguno por los dogmas de la ortodoxia financiera -patrón oro, los presupuestos
2 STEINDL, Josef, “J.M. Keynes: La sociedad y el economista”, Investigación Económica 173, julio – septiembre de 1985, p.
53.
3 AYALA Espino José, Mercado, elección pública e instituciones. Una revisión de las teorías modernas del Estado, México,
UNAM-Facultad de Economía/Miguel Ángel Porrúa , 1996, p. 182
4 Ídem.
5 Ibíd. p. 183
4
equilibrados y las finanzas sanas- en la medida en que no hacen más que obstaculizar el
uso racional de los recursos materiales disponibles.”6
Keynes demuestra que “los trabajadores y sindicatos en un sistema cerrado, no están en
condiciones de determinar el nivel general de los salarios reales” 7. Esto se debe a que
están sujetos a la capacidad de absorción de las empresas, las cuales en ocasiones
ofertan una menor cantidad de puestos de trabajo para aminorar los salarios mínimos
establecidos, o bien se debe a la incertidumbre que posee el sector privado sobre el
rumbo de la economía o de un determinado sector de la misma.
Es por ello que Keynes argumenta que el Estado debe de intervenir para generar
certidumbres y absorber la demanda de empleos que las empresas son incapaces de
absorber, dicha intervención se basa en “las obras públicas que Keynes tenía en mente:
el transporte, las comunicaciones, la transmisión de electricidad, los muelles, los puertos y
la vivienda. Además, incluía en estos esquemas la inversión privada financiada por
préstamos del Tesoro y sujeta a la asistencia técnica y a la supervisión de una autoridad
semiestatal.”8
Para financiar las obras públicas, Keynes propuso que el dinero fuera tomado del fondo
de amortizaciones, lo que provocó que entrara en conflicto con los puntos de vista del
Tesoro. Esto se debió, en buena medida, a que el Tesoro hacía una reserva de dinero
cada año para pagar una parte de la deuda y no estaban dispuestos a que Keynes
cambiara dicho esquema, y pusiera en riesgo el pago de la deuda. Para ello, Keynes
mantiene que las obras públicas son un remedio para el desempleo.
ORIGEN, DESARROLLO Y CRISIS DEL ESTADO DE BIENESTAR
6 Steindl, Josef, “J.M. Keynes: La sociedad y el economista”, Investigación Económica 173, julio –
septiembre de 1985, p.55
7 Ibíd. p.54
8 Ibíd. p.61
5
“El Estado de Bienestar (Welfare State) o Estado asistencial puede definirse –en una
primera aproximación- como un Estado que garantiza “estándares mínimos de ingreso,
alimentación, salud, habitación, educación a todo ciudadano como derecho político y no
como beneficencia.”9 El Estado de Bienestar, institucionalizando los derechos sociales, ha
contribuido a una mayor estabilidad política y el mantenimiento de la paz social, por medio
de una mayor integración social y legitimidad del sistema económico.
ORIGEN
Los orígenes de este intervencionismo se remontan a la época de Bismarck y a la
legislación social que estableció el canciller en la Alemania de fines del siglo XIX, en 1883
y 1889. “Representan la primera intervención orgánica del Estado en la tutela del
proletariado industrial a través de un sistema de seguros obligatorios para la protección de
accidentes de trabajo, enfermedades, invalidez y vejez”10. Esto se prolonga irregularmente
hasta nuestro días, y toman un peso decisivo más homogéneo a partir de 1945, cuando la
mayor parte de los países capitalistas adoptan la doctrina del Report Beveridge y la
política económica keynesiana.
“Los años veinte y treinta marcan un paso importante hacia la constitución del Estado de
Bienestar. La Primera Guerra Mundial (y más tarde la Segunda) permite experimentar una
intervención masiva del Estado tanto en la producción (con la industria bélica) como en la
distribución (de artículos alimentarios y sanitarios). La gran crisis de 1929, con las
tensiones sociales creadas por la inflación y la desocupación, determina en todo el mundo
occidental un fuerte aumento del gasto público para apoyar el empleo y las condiciones
de vida de los trabajadores.”11
Cabe señalar que las condiciones institucionales en las que fueron llevadas a cabo dichas
políticas eran diametralmente opuestas. Por un lado, en los Estados nazi-fascistas era un
régimen autoritario quien protegía el trabajo con estructuras del corporativismo, mientras
que en los Estados Unidos del New Deal, la realización de las políticas asistenciales
tienen lugar dentro de instituciones liberal-democráticas, a través del reforzamiento de los
sindicatos industriales, la canalización del gasto público en apoyo del empleo, la creación
9 REGONINI Gloria, Estado de Bienestar en: BOBBIO Norberto, et al, Diccionario de Política Tomo I, México, Siglo XXI
Editores, 2002, p. 551
10 Ibíd. p.552.
11 Ídem.
6
de estructuras administrativas especializadas en al gestión de los servicios sociales y de
la ayuda económica a los necesitados.
Pero es necesario llegar a la Inglaterra de los años 40 para encontrar la implementación
de los fundamentos del Estado de Bienestar, que al amparo de los laboristas decía:
“independientemente de sus ingresos, todos los ciudadanos –en cuanto tales- tiene el
derecho a ser protegidos –con pagos en efectivo o en servicios-
en situaciones de
dependencia de largo plazo (vejez, invalidez) o de breve plazo (enfermedad, desempleo,
maternidad...)”12.
DESARROLLO
Acorde a lo anterior y como una forma de palearlos efectos de la crisis de 1929, “las
políticas de seguridad social se llevaron a cabo en todos los países industriales
provocando una gran expansión del sector público que se convirtió así, en una fuente
interna de estabilidad, ya que gran parte de cualquier gasto adicional regresaba como
ingreso incrementado.”13
El período de consolidación y expansión del Estado de Bienestar corre de 1930 hacia
1960, pasando en 1942 con el Report Beveridge, el cual trataba de afrontar las
circunstancias de la guerra, suavizando las desigualdades sociales a través de una doble
redistribución de la renta que actuase sobre la seguridad social y otras subvenciones
estatales como: electricidad, transportes, vías de comunicación, educación, entre otros.
“Por su parte la teoría keynesiana intentaba paliar los efectos de la dispersión actuando
sobre la demanda a través del Estado.”14
Durante treinta años, el Estado de Bienestar (o Welfare State) actuó con un éxito
considerable, dando origen y sustento a un período de crecimiento económico sin
precedentes, asegurando el nivel de vida, el empleo, los servicios sociales básicos como
salud, ecuación y electricidad. El siguiente cuadro muestra la generación de empleo en el
sector público en porcentaje del empleo total en 1979”15.
12 PICÓ Joseph, Teorías sobre el Estado de Bienestar, México, Siglo XXI, p. 1-2
13 STEINDL, Josef, “J.M. Keynes: La sociedad y el economista”, Investigación Económica 173, julio – septiembre de 1985,
p.59
14 PICÓ Joseph, Teorías sobre el Estado de Bienestar, México, Siglo XXI, p. 1-2
15 Ibíd. p. 35
7
PAÍS
Australia
Austria
Canadá
Dinamarca
Finlandia
Francia
Alemania
Italia
Japón
Holanda
Noruega
Suecia
Reino Unido
Estados Unidos
PORCENTAJE
25.9
30.8
21.8
31.0
23.0
23.3
22.5
20.6
6.5
18.7
25.3
37.2
29.7
18.0
A continuación, se muestran los porcentajes de participación del gasto público en diversos
países de la OCDE en 1960, 1970 y 1982.16
PAÍS
Canadá
Estados Unidos
Japón
Australia
Nueva Zelanda
Austria
Bélgica
Dinamarca
Finlandia
Francia
Alemania
Grecia
Irlanda
Italia
Holanda
Noruega
Portugal
España
Suecia
Suiza
Reino Unido
AÑO 1960
29.3
28.1
17.0
22.7
29.7
36.3
30.3
-----26.4
33.8
31.4
23.4
32.0
29.9
29.9
26.4
-----17.7
31.3
----33.2
AÑO 1970
35.8
33.0
19.4
26.0
27.2
38.2
36.5
41.4
31.1
38.6
37.3
28.1
37.9
33.3
40.6
41.0
-----21.5
43.8
-----38.0
AÑO 1982
45.4
38.0
33.0
30.7
33.6
48.2
51.7
59.7
39.0
51.6
48.6
33.6
49.8
47.4
58.9
48.1
30.7
29.5
64.4
29.9
46.1
CRISIS
“Desde la segunda mitad de los años setenta y buena parta de los ochenta, el discurso
16 El cuadro ha sido tomado de: PICÓ Joseph, Teorías sobre el Estado de Bienestar, México, Siglo XXI, p. 34
8
sobre el Estado de Bienestar ha sido el de su crisis inevitable. Las críticas al Estado de
Bienestar, propuestas por el neomarxismo y el neoconservadurismo, se centran en el
hecho de que la política social se presenta como un mecanismo compensatorio del
mercado, lo cual finalmente produce su ineficacia.”17
La recesión económica de 1974-1975, revitalizó el hasta entonces relegado monetarismo,
por lo que a partir de la década de los 80, tienen auge las políticas neoconservadoras en
Estados Unidos, Inglaterra y en el resto del mundo industrializado. “El liberalismo
moderno o neoliberalismo, que en realidad no significo un nuevo paradigma, se enfrenta a
la imposibilidad de desconocer una serie de compromisos asumidos por el Estado ante la
sociedad”18. Intenta apalear la recesión económica que viven los países industrializados
mediante políticas de reajuste cambiando su política económica del pleno empleo por una
de combate a la inflación:
Las críticas del monetarismo al Estado de Bienestar son:
1.- La ilusión de alcanzar un crecimiento sostenido y el pleno empleo.
2.- La crisis fiscal provocada por el excesivo crecimiento del sector público y por ende del
gasto público.
3.- Su ineficacia como proveedor de servicios.
4.- La rigidez de las instituciones, así como el deterioro en la calidad de los bienes y
servicios ofrecidos pro el sector público.
“Pese a sus deficiencias y frente al hecho de que el Estado de Bienestar en sus distintas
modalidades, en diversas latitudes, entró en crisis, y ha sufrido múltiples transformaciones
(reprivatización, venta de empresas del Estado, apertura comercial), no podemos hablar
de un nuevo modelo que lo sustituya hasta el momento o bien que ofrezca una solución a
las contradicciones capitalistas.”19.
CRÍTICA DE LOS MONETARISTAS A KEYNES
Los monetaristas, principales de tractores del pensamiento keynesiano, afirman que “el
17 OROZCO José Luis y Dávila Consuelo Comp., Breviario político de la globalización, México, Fontamara/UNAM, 1997,
p.128
18 Ídem.
19 Ibíd. p. 129
9
predominio de la teoría keynesiana, en la ciencia económica dio lugar a una excesiva
intervención estatal en la economía. Se privilegió como objetivo el incremento del gasto
público para evitar el desempleo a toda costa.”20
También acusan a Keynes por haber centrado “su atención en los efectos de la política
fiscal para la estabilización, la promoción del ahorro y el crecimiento, prestando poca
importancia al análisis de la relación entre la política de gasto y la inflación, es decir, no se
reconoció la existencia la existencia de un “trade off” entre estabilidad y crecimiento.”21
En realidad, Keynes si pensó en la inflación, la diferencia radica en que para Keynes no
importaba si una economía poseía una inflación alta, siempre y cuando la gente tuviera
trabajo, ya que esa es la finalidad de una economía, porque de nada sirve mantener
controlado el gasto, una tasa de inflación del 3% si tienes a cerca de 12 millones de
personas desempleadas.
Aquí, el pensamiento keynesiano se fusiona con la visión politológica, ya que un sistema
político será respaldado por la sociedad en la medida en que este genere bienestar y
desarrollo. En cambio, los monetaristas sacrifican el bienestar de toda una sociedad con
tal de mantener las finanzas equilibradas, además de que en varias ocasiones el Estado
ha intervenido a favor de las grandes empresas socializando deudas (recordemos el
FOBAPROA hoy IPAB).
Hoy, las desregulaciones y la embestida de políticas de reajuste implementadas en todo
el mundo han traído graves consecuencias. Una de ella es que los bancos están libres de
regulaciones gubernamentales, haciendo y deshacen a su antojo, siendo irresponsables
en el manejo de los recursos, ya que saben que papá gobierno deberá intervenir en favor
de ellos.
CRÍTICA A LA GLOBALIZACIÓN
Ahora vemos que, en el logro de la modernidad, la burocracia parece estar siendo
abatida, y es que en “las sociedades industriales centralizadas que concentraban la fuerza
20 AYALA Espino José, Mercado, elección pública e instituciones. Una revisión de las teorías modernas del Estado, México,
UNAM-Facultad de Economía/Miguel Ángel Porrúa , 1996, p. 209
21 Ibíd. p. 210
10
de trabajo y estaban dirigidas por una jerarquía de funcionarios se está desvaneciendo.
Los modelos de dirección se han diversificado y parecen estar en constante flujo y
reestructuración. Tanto las estructuras gubernamentales como las corporativas, se
conforman cada vez más como cadenas flexibles de prestadores de servicios y de
empresas asociadas.”22
Aunado a ello, la línea divisoria entre la esfera de lo público y lo privado ha desaparecido.
Cada vez más se espera que las instituciones del sector público funcionen como sector
privado de acuerdo a los principios del mercado y muchas de las tareas que estaban a
cargo del Estado ahora yacen en manos de privados (ver educación, carreteras, bancos,
telefonías y en casos extremos hasta la seguridad social).
“El colapso de los regímenes estatistas, la merma del Estado de bienestar y las crisis de
legitimidad de todos los sistemas políticos, han producido cambios fundamentales en las
estructuras gubernamentales. La gran reestructuración internacional del empleo, los
nuevos modelos de subcontratación y flexibilidad laboral, la creciente incorporación de las
mujeres al mercado de trabajo
y los drásticos efectos del Internet y la revolución
informática, han permeado nuestro actuar cotidiano y el sustento de muchas instituciones.
Los procesos de individualización y diversificación de las formas de vida ya no respetan
los modelos jerárquicos.”23
En esta nueva sociedad del riesgo global, como la interacción de los procesos de
globalización, individualización, la revolución de los géneros, el subempleo y los riesgos
globales. Estos cinco procesos son las consecuencias imprevistas de la victoria de la
primera modernización, “simple lineal e industrial basada en el Estado-nación”24.
Para que la empresa capitalista lleve a cabo la máxima explotación de la mano de obra,
se vale de cuantiosas armas, entre las que destacan la mecanización del trabajo, la rutina
esclaviza al trabajador, volviéndolo un apéndice de la maquinaria. Un ejército interno,
constituido por todos los órganos directivos, se encarga de hacer llegar las órdenes
dictadas desde el vértice de la pirámide hasta las base de obreros. Por último, el ejército
exterior (que no es otra caso que todos los mecanismos legales y coercitivos que posee el
22 GUITIÁN Galán Mónica y Zabludovsky Kuper Gina, Sociología y modernidad tardía entre la tradición y los nuevos retos,
UNAM/ Juan Pablos, México, 2003, p 240
23 Ibíd. p. 241
24 ULRICH Beck, La sociedad del riesgo global, Siglo XXI, España, 2006, , p. 2
11
Estado), es quien se encarga de poner orden cuando el ejército interno es insuficiente.
“El papel del Estado, que los economistas ortodoxos reducen al eufemismo de
proporcionar el marco legal para el correcto funcionamiento de la economía de mercado",
no es en realidad sino la expresión de la naturaleza de clase del Estado capitalista que,
más allá de las discrepancias y la rivalidad intercapitalista, debe velar por los intereses
generales exigidos por la reproducción social del sistema que da vida a dicho aparato: la
economía capitalista.”25
Todas estas armas hacen posible la explotación del trabajo. A grandes rasgos, es la
expropiación del plustrabajo que los asalariados realizan por encima del necesario para
reproducir la cesta de bienes y servicios que consumen. Ese plustrabajo es la fuente de
todo el plusvalor que alimenta, en su forma monetaria, la masa anual de ganancia que se
reparten entre todos los sectores del capital: ganancia industrial, comercial, financiera
(intereses), impuestos con los que financiar la parte de los gastos públicos que no se
pagan directamente con impuestos pagados por los asalariados, etc.
Para los ortodoxos, el problema del desempleo es generado por la intervención del
Estado y los sindicatos, ya que el Estado legisla en materia de salarios mínimos, una
costosa seguridad social así como el costo del despido. Para la teoría neoclásica, el
problema se arregla eliminando la injerencia de ambos actores. Ello es lo que hoy se ha
dado en llamar flexibilización laboral que consiste en la eliminación de los sindicatos, en la
contratación de manera individual por honorarios, y al ser por honorarios, no hay
prestaciones de ley ni mucho menos seguridad social y claro con largas jornadas para
“aumentar la productividad y competitividad de la empresa”.
No olvidemos que las recetas del modelo neoclásico, dictadas por el BM y el FMI para
combatir el desempleo, radica en desminuir los salarios para que haya un sobrante para
contratar más personal, pero se está sacrificando el poder adquisitivo de los asalariados.
La demanda y la oferta de las empresas cae y por lo tanto hay despidos masivos de
trabajadores, engrosando las filas de desempleados. De ahí que Keynes postule que el
desempleo se debe en gran medida a una insuficiencia de demanda efectiva, ante lo cual
debe ser el Estado quien cubra dicha demanda efectiva con demanda pública, ya sea con
25 Ibíd. p. 58
12
mayor gasto público invirtiendo en la economía hasta que la demanda privada una vez
recuperada la confianza sea capaz de relevar al Estado. Esto es el Estado de Bienestar
América Latina ha sido golpeada por poderosos cambios geopolíticos, económicos,
sociales y culturales. No debemos olvidar que, a partir de la famosa década pérdida de
1980, la región sufrió un reestructuración para insertarla en la globalización, la cual trajo
(para el caso de América Latina y gran parte del Tercer Mundo) consecuencias negativas:
se desarticulo la incipiente industria de cada país, se privatizaron empresas públicas, se
abrió el comercio exterior en su totalidad y, lo que fue más abrumador, en países como
Argentina, Bolivia y Chile el entramado social fue desmembrado mediante la desaparición
de los sindicatos y corporaciones obreras y campesinas, poniendo en riesgo de anomia a
las sociedad, ya que las normas establecidas desaparecen y ello genera caos debido a
que no hay normas que identifiquen a amplios sectores de la población con la sociedad,
inclusive el núcleo familiar fue amenazado por el embate de la desarticulación del
entramado social.
En el caso de México, en el famoso error de diciembre de 1994, la familia (pilar
fundacional de la sociedad) fue quien salvo a millones de mexicanos de la peor crisis que
el país haya vivido (inclusive del continente hasta antes de la crisis de Argentina de 20012002). Lo mismo sucedió en Argentina con la crisis de 2001, que quebró por completo al
Estado argentino y fue gracias a lo poco quedaba aun del entramado social, después de
más de 25 años de políticas neoliberales, lo que evitó que la crisis ahondara aun más en
la sociedad.
FUENTES
AYALA Espino José, Mercado, elección pública e instituciones. Una revisión de las teorías
modernas del Estado, México, UNAM-Facultad de Economía/Miguel Ángel Porrúa, 1996,
p. 182.
BOBBIO Norberto, et al, Diccionario de Política Tomo I, México, Siglo XXI Editores, 2002,
pp. 1698.
GUITIÁN Galán Mónica y Zabludovsky Kuper Gina, Sociología y modernidad tardía entre
13
la tradición y los nuevos retos, UNAM/ Juan Pablos, México, 2003, pp. 332.
OROZCO José Luis y Dávila Consuelo Comp., Breviario político de la globalización,
México, Fontamara/UNAM, 1997, pp. 479.
PICÓ Joseph, Teorías sobre el Estado de Bienestar, México, Siglo XXI, pp. 1-66.
STEINDL, Josef, “J.M. Keynes: La sociedad y el economista” en: Investigación Económica
173, julio–septiembre de 1985, México, pp. 53 – 82.
ULRICH Beck, La sociedad del riesgo global, Siglo XXI, España, 2006, pp. 290.
14
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