SINDICO PRESENTA INFORME GENERAL ARTICULO 39 LEY 24522. JUZGADO NACIONAL DE PRIMERA INSTANCIA en lo COMERCIAL Nº 19. SECRETARIA Nº 37. Señor Juez; Carlos Enrique Wulff, Contador Público (UBA), designado síndico en autos caratulados “(Exp. 48455) FRANCISCO USUBIAGA y CIA. S.A. s/ Quiebra”, con domicilio constituido en calle Virrey del Pino 2354, piso 6º “D”, Ciudad de Buenos Aires, a V.S. respetuosamente dice. Que, en tiempo y forma viene a dar cumplimiento al acápite 5 del auto de quiebra, mediante la producción del presente informe general, el que es presentado en dos juegos en forma impresa, e informando a la Excma. Cámara Comercial, vía e-mail en formato PDF para su inclusión en internet, conforme a Resolución del 21/04/2005. I – ANALISIS DE LAS CAUSAS DEL DESEQUILIBRIO ECONÓMICO DEL DEUDOR. El fallido, no ha cumplido con lo ordenado por V.S. respecto a los requisitos previstos en el Art. 86 indicados en el Art. 11, incisos 1 a 7 de la LCQ., ni ha puesto a disposición de esta sindicatura sus registros comerciales y demás documentación relacionada con la contabilidad, conforme se la intimara en el acápite 6 inc. b del auto declaratorio de quiebra (fs. 112/115). Tal actitud, implica falta de colaboración del fallido en este proceso, y su consecuente desinterés, dificultando a esta sindicatura lograr un pleno conocimiento de las causas generadoras de su desequilibrio económico. Del análisis de estas actuaciones, en particular de los estatutos constitutivos de la sociedad (fs. 37), artículo tercero, donde se establece que; “La sociedad tiene por objeto realizar por cuenta propia, de terceros o asociada a terceros la compra venta… . La explotación de garages y cocheras de rodados y alquiler de inmuebles.” y las constataciones y averiguaciones realizadas en el domicilio denunciado en autos; Gurruchaga Nº 1145 Ciudad de Buenos Aires, podría definirse que la actividad comercial desarrollada por la fallida, es concordante con la definida y descripta de sus estatutos sociales. Es decir, la relacionada con actividades de explotación de garage y estacionamiento de automotores, no existiendo otro tipo de información y/o documentación que permita aseverar fehacientemente si esa fue la única y real actividad desarrollada. Siendo limitada e insuficiente la información obtenida, esta sindicatura no puede determinar objetivamente y hasta la fecha, cuales fueron las causas que generaron el desequilibrio económico del deudor, reservándose la definición de la misma, ante la posibilidad de aparición de nuevos elementos de juicio. 1 II – COMPOSICION ACTUALIZADA DETALLADA DEL ACTIVO. ESTIMACIÓN DE LOS VALORES PROBABLES DE REALIZACIÓN, INCLUYENDO INTANGIBLES. La Ley Concursal requiere que se efectúe la composición actualizada y detallada del Activo del fallido, indicando estimativamente los valores probables de realización de cada rubro que lo compone. Como ya se expresara, la falta de presentación de los registros comerciales por parte de la fallida, impide a esta sindicatura conocer su activo. Lo informado hasta el momento por los distintos registros denota la inexistencia de bienes atribuibles a la misma. No obstante ello, se verifica en el proceso judicial “(Exp. 52719/2004) FRANCISCO USUBIAGA Y CIA S.A. c/ USUBIAGA, Maria Inés y Otros s/ daños y perjuicios”, que radica en Juzgado Nacional Civil Nº 51, que la fallida demanda un resarcimiento económico de insierta resolución y de imposible cuantificación o razonable y prudente estimación dado el estado de la causa, omitiendo en consecuencia esta sindicatura expedirse sobre la existencia de monto alguno como activo a valorizar en esta instancia. En conclusión, se desconoce hasta el momento la existencia de activos que pertenezcan a la fallida, haciendo extensivo el mismo respecto a bienes intangibles, por lo que estimo inexistentes bienes de esta naturaleza. III – COMPOSICIÓN DEL PASIVO. Por las consideraciones ya expuestas sobre la falta de los registros contables y comprobantes respaldatorios de sus asientos, que permitan verificar la existencia de otros pasivos más allá del insinuado y verificado en el proceso, y no haber deudas que la fallida haya denunciado, el pasivo del mismo queda constituido según el siguiente detalle; POLITI, Pascual Victorio y MANAGÓ, José Antonio. $ 29.631,07 Gastos del Juicio (edictos, diligenciamientos, etc.) $ TOTAL DEL PASIVO 1.500,00 $ 31.131,07 IV - ENUMERACIÓN DE LOS LIBROS DE CONTABILIDAD. DICTAMEN SOBRE REGULARIDAD. DEFICIENCIAS. CUMPLIMIENTO DE LOS Arts. 43, 44 y 51 del CODIGO DE COMERCIO. Ante la falta de aporte de las registraciones contables, no resulta factible su enumeración ni el pronunciamiento sobre regularidad de su llevado y deficiencias que pudieran contener. La falencia, debe ser considerada como incumplimiento al los Arts. 43, 44 y 51 del Código de Comercio. 2 V – REFERENCIA SOBRE LAS INSCRIPCIONES DEL DEUDOR EN LOS REGISTROS CORRESPONDIENTES. SOBRE SUS ESTATUTOS SOCIALES. NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS ADMINISTRADORES. a) INSCRIPCIONES. 1. De la documentación inserta en autos analizada, surge la conformación societaria y evolución siguiente; El 15 de julio de 1965, en la Ciudad de Buenos Aires, se constituye como FRANCISCO USUBIAGA Y COMPAÑÍA SOCIEDAD ANONIMA INDUSTRIAL Y COMERCIAL, mediante estatutos aprobados por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial de Registro el 20 de agosto de 1965 bajo el Nº 1554 del Libro 59, Folio 296, Tomo “A” de Estatutos Nacionales. De los antecedentes analizados, donde se verifica la inexistencia de los estatutos constitutivos de la sociedad, impidiendo determinar quienes fueron sus miembros fundadores, surge no obstante que uno de ellos fue la Señora; Ana María Usubiaga de Yuste: DNI. 1.308.895, quien ejercicio el cargo de presidente desde al menos el 29 de julio de 1993. Ese mismo día, se protocoliza mediante escritura pública Nº 63, la adecuación de los estatutos sociales a las disposiciones de la Ley 19550 y aumento del capital social, inscripta ante el mismo registro, el 3 de setiembre de 1993 bajo el Nº 8361 del Libro 113, Tomo “A”de Sociedades Anónimas. El 19 de setiembre de 1994, se protocoliza mediante escritura pública Nº 198 la reforma de los estatutos sociales, inscripta ante la Inspección General de Justicia, el 10 de noviembre de 1994 bajo el Nº 11588 del Libro 115, Tomo “A”de SA. El 5 de agosto de 1998, se protocoliza mediante escritura pública Nº 33, la reforma de los estatutos, canje de acciones y emisión de acciones, inscripta ante la Inspección General de Justicia, el 31 de agosto de 1998 bajo el Nº 8651 del Libro 2, Tomo “A”de Sociedades por Acciones. El 30 de setiembre de 1998, se protocoliza mediante escritura pública Nº 54, el cambio del directorio por venta de la totalidad del paquete accionario, inscripta ante la Inspección General de Justicia, el 5 de noviembre de 1998 bajo el Nº 12808 del Libro 3, Tomo “A”de Sociedades por Acciones. Las nuevas autoridades designadas son: Presidente; Alfredo Pedro Francini, Vicepresidente; Enriqueta Bucdardi y Director Suplente; Lucas Maximiliano Nicolás Francini, autoridades que continuaron hasta el momento del decreto de quiebra dictado sobre la fallida 2. Entes Recaudadores. 3 En la Administración Federal de Ingresos Públicos – AFIP/DGI, su CUIT. es Nº 3054040128-9, siendo contribuyente a los siguientes tributos: Impuesto a las Ganancias, Impuesto al Valor Agregado, Impuesto sobre los Activos y al Régimen de la Seguridad Social, todos administrados y recaudados por la Administración Federal de Ingresos Públicos. No existe información alguna respecto a que obra social del Sistema Nacional de Obras Sociales realizaba la fallida los aportes y contribuciones ni su inscripción en el Impuesto Sobre los Ingresos Brutos. b) ADMINISTRADORES. De los estatutos sociales premencionados, surgen los miembros del directorio ya detallados. VI – EXPRESIÓN DE LA ÉPOCA EN QUE SE PRODUJO LA CESACIÓN DE PAGOS. CIRCUNSTANCIAS QUE FUNDAMENTAN EL DICTAMEN. Al estado de cesación de pagos se le asigna la virtualidad de incidir, con relevancia jurídica, sobre ciertas relaciones contraídas durante un lapso inmediatamente anterior a la fecha de presentación en concurso preventivo o a la sentencia de quiebra. Este lapso es el denominado período de sospecha y comprende el tiempo transcurrido entre la fecha que se fija como inicio del estado de cesación de pagos y la de sentencia de quiebra. Resulta así fundamental, determinar el arranque para el cómputo del período de sospecha, por lo que corresponde dictaminar expresamente en que época se produjo la cesación de pagos, precisando los hechos y circunstancias que fundamentan el dictamen. El Art. 79 L.C., considera como hechos reveladores de la cesación de pagos a una serie de hechos que, de todos modos, no limitan las posibilidades del juzgador para considerar otros. Desde siempre se afirmó la necesidad de que se exteriorizaran los hechos por los cuales se manifiesta la situación de impotencia del patrimonio, al punto de decirse que la comprobación directa de la insolvencia mediante el análisis previo a cualquier manifestación indicativa externa, debe ser seguramente excluida porque implicaría una invasión en la esfera jurídica de la empresa. Como se ha dicho, nuestra legislación, tanto en la anterior como en la actual ley de concursos, se ha decidido por la exteriorización proveniente a los hechos reveladores presupuestados en el Art. 79, admitiendo la flexibilidad de considerar cualquier otro que pudiera servir a los fines de determinar el momento inicial de la insolvencia, librando esto a la interpretación judicial. Debe tenerse en cuenta, que en el análisis debe computarse apreciando a la empresa como unidad productiva en marcha –aunque en el presente proceso no se verifique-, ya que la noción dinámica de empresa, no sólo es apta para otorgar un valor a los bienes del activo 4 frente al pasivo, sino para poder apreciar si esos bienes en actividad como conjunto orgánico, son potencialmente capaces para producir, en determinado mercado y época, los resultados necesarios para atender normalmente las obligaciones que se contrajeron como consecuencia de esa misma operatividad. En virtud de lo establecido en el inciso 6 del artículo 39, donde se requiere que este informe contenga “la expresión de la época en que se produjo la cesación de pagos, precisando los hechos y circunstancias que avalan tal opinión”y, con el objeto de determinar la fecha requerida, he analizando los únicos hechos documentados con los que cuenta esta sindicatura, obtenidos de esta causa, la que se sustancia supra mencionada y la del “(Exp. 102437/2000) USUBIAGA, Alejandro y Otro c/ FRANCINI, Alfredo Pedro y Otro s/ Ejecución Hipotecaria”que tramita en el Juzgado Civil 51, de la que se verifica que el día 30 de agosto de 2000, la fallida incumplió el pago de los intereses hipotecarios vencidos en esa fecha, con reincidencia sobre los posteriores vencidos el 30 de setiembre al 30 de noviembre del mismo año, evidenciando estos incumplimientos signos inequívocos de la situación de impotencia de la fallida para afrontar sus compromisos, verificándose la definitiva morosidad en la cancelación de sus compromiso. Téngase también en cuenta, la falta de registraciones contables que permitan determinar otros hechos demostrativos de su insolvencia. En función a estos antecedentes y ante la inexistencia, hasta el momento, de otros que permitan determinar una fecha diferente, se establece que la fecha probable de inicio de la cesación de pagos se produce el 30 de agosto de 2000, fecha en que el fallido incurrió en mora definitiva y, a partir de la cual, como hecho demostrativo de esa situación, puede inferirse la imposibilidad del mismo de saldar sus compromisos financieros exigibles. Atento a la retroacción establecida en el art. 116 LC. y a los fines de la acción de ineficacia de los actos, se establece como fecha de iniciación de la cesación de pagos el día 23 de agosto de 2004. VII – INFORME SOBRE LA REGULARIDAD DE LOS APORTES SOCIETARIOS. La ya comentada inexistencia de registraciones contables, hacen que resulte materialmente imposible a esta sindicatura expedirse sobre la regularidad de los aportes a la entidad comercial que explotaba el fallido. VIII – ACTOS SUSCEPTIBLES DE SER REVOCADOS. El inciso 8 del artículo 39 dispone que el presente informe incluya dictamen sobre actos cumplidos por la fallida, durante el período de sospecha que resulten revocables, dentro de la previsiones de los arts. 118 y 119 de la ley concursal. 5 La norma contempla la revocación de los actos que se presumen han sido efectuados en perjuicio de los acreedores comprendidos en el período de sospecha. Importan primordialmente los efectos de los mismos, más que sus vicios y formas. La ley dispone el concepto de ineficacia, restándole al acto sus efectos con relación a ciertas personas, de forma tal que presupone la inoponibilidad del acto a los acreedores de la fallida en orden a la protección de sus créditos. Tal ineficacia no implica la nulidad del acto cuestionado, siendo el mismo válido para las partes, pero ineficaz respecto de los acreedores de la contratante fallida. Resultando entonces, que la ineficacia tiende a proteger a los acreedores, no así al deudor por el acto que resulte declarado como tal, y será inoponible, sólo en interés de ellos. Con esto, se tiende a restablecer la paridad de condiciones de todos los acreedores que, después de la cesación de pagos, se vieran afectados por la realización de algún acto celebrado por el fallido a partir de aquel estado. Restablecer el equilibrio alterado, se logra desconociéndose el acto en cuestión frente a la masa de los acreedores que resultaron afectados por él. Ciertos actos son objetivamente ineficaces, siempre que se hubieren realizado dentro del período de sospecha. Presume la ley, que éstos han perjudicado a los restantes acreedores, que merecían ser tratados en igualdad de condiciones con el tercero contratante de dichos actos. Su ineficacia, o en su caso la inoponibilidad de sus efectos, emana de la simple comprobación de su existencia, no siendo necesario sustanciación alguna. Además de ello, existen otros actos que la ley también considera que deben ser declarados ineficaces frente a la quiebra, pero en estos supuestos es necesario valorar los elementos subjetivos existentes a la fecha de su celebración, y que consiste en el conocimiento que el tercero contratante poseía de la fecha de cesación de pagos del deudor. La ley no los enumera, sino que dispone que lo serán todos los actos que, realizados durante el período de sospecha, tuvieron lugar con el conocimiento de la cesación de pagos del deudor por parte del contratante, circunstancias que no se verifican, hasta la presentación de este informe, respecto de la fallida. La denunciada carencia de registros contables, impidió a esta sindicatura acceder a toda otra información necesaria para concluir con su aseveración, sobre la totalidad de los actos cumplidos por la fallida durante el período de sospecha, susceptibles de ser revocados. No obstante ello, se reserva el derecho de ampliar el presente informe respecto de cualquier acto que pudiera ser de su conocimiento. 6 IX – AGRUPAMIENTO Y CLASIFICACION DE LOS ACREEDORES. El art. 39 de la ley concursal, en su inciso 9, requiere de esta sindicatura que se emita opinión fundada respecto del agrupamiento y clasificación que la deudora hubiere efectuado respecto de sus acreedores. Tratándose el presente de un proceso de pedido de quiebra, no corresponde efectuar categorización alguna de los acreedores, oportunamente verificados en autos. X – SITUACIÓN FRENTE AL CAPITULO III LEY 25.156, ART. 8º. Atento a las limitaciones comentadas sobre la falta de registraciones, lo que dificulta expedirme al respecto, y presuponiendo en base a la información recogida que la estructura comercial de el fallido, no habría llegado a un nivel relativamente importante y significativo por lo limitado de su intervención en el mercado argentino, estimo improbable que ella pueda ser encuadrada en la norma legal en cuanto a los parámetros previstos en la misma –porcentaje de participación igual o superior al 25% del mercado y volumen de operaciones establecidos-, por lo que considero que el deudor, no resultaría pasible del trámite legal prevenido por la ley 25.156, Capítulo III, art. 8º. XI – CONDUCTA DEL FALLIDO Y/O SUS ADMINISTRADORES. De la documentación e información relevada hasta el momento por esta sindicatura en el presente proceso, no se verifica que la fallida y sus administradores, hayan incurrido en conductas susceptibles de encuadramiento en alguna calificación de delito de tipo penal. No obstante ello, atento a lo expuesto en el punto I, se reserva el derecho de informar respecto de cualquier acto de esas características que pudiera ser de su conocimiento. Proveer de conformidad, que. SERA JUSTICIA. Carlos Enrique Wulff Contador Público (UBA) Especialista en Sindicatura Concursal (UBA) To.73, Fo.205 CPCECABA 7