TÍTULO: La precariedad laboral en el Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal (IEMS-DF) PONENTE: ASAMBLEA DE PROFESORES DE LA MODALIDAD SEMIESCOLAR DEL IEMS-DF TEMA 2: Los derechos laborales de los trabajadores sin rostro: la estabilidad en el empleo, la seguridad social y el derecho de sindicalización. Abstracto: En el Instituto de Educación Media Superior del DF trabaja un sector de profesores de la modalidad semiescolar que está subcontratado por el Instituto, bajo la figura de prestadores de servicios profesionales. Esta situación ha permitido al IEMS-DF negarles el reconocimiento laboral y con ello, violar todos sus derechos de trabajadores. Ante esta situación, algunos profesores se han organizado en la Asamblea de Profesores de la Modalidad Semiescolar, exigiendo la contratación colectiva, el derecho a la sindicalización y la basificación. La precariedad laboral en el Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal (IEMS-DF) El Instituto de Educación Media Superior se creó en el año 2000 como parte del Sistema Educativo Nacional. Tiene el objetivo de ampliar la oferta educativa pública y gratuita, especialmente en los barrios populares y marginales del DF. El IEMS tiene el carácter de Organismo Público Descentralizado del Distrito Federal, y su presupuesto está supeditado a la Administración del Gobierno capitalino. En el IEMS-DF existen dos modalidades. La modalidad escolarizada tradicional, que se amplía mediante un modelo de tutoría y seguimiento personalizado de los estudiantes. El Instituto comenzó a funcionar con esta modalidad. Al inicio, los profesores del sistema escolarizado estaban contratados por honorarios. Posteriormente lograron su basificación y una plaza por tiempo indeterminado. Firmaron un Contrato Colectivo de Trabajo con el patrón, del que actualmente es titular el SUTIEMS. Por el otro lado, está la modalidad semiescolar, que comenzó a funcionar desde el año 2007, con la finalidad de “ampliar y diversificar la oferta educativa” del IEMS. En esta modalidad se combinan dos formas de trabajo académico: las sesiones tipo clase y el estudio independiente. Actualmente laboran 180 profesores en esta modalidad. Cabe destacar que tanto profesores de ambas modalidades realizan las mismas evaluaciones para ser seleccionados como trabajadores del Instituto, y como tales, el IEMS los sujeta a los mismo Lineamientos para el personal docente. En la modalidad semiescolar los estudiantes asisten a los planteles para atender las sesiones tipo clase impartidas por sus profesores. El profesor del semiescolar se ajusta a los panes y programas de estudio del Instituto, y además de las sesiones en el aula, también desarrolla su actividad académica mediante prácticas de laboratorio y de campo, además de realizar talleres y actividades culturales para sus estudiantes. Asimismo, se encarga de la evaluación de los estudiantes para los fines de su certificación de bachillerato. Pero a pesar de realizar una labor plenamente docente, el Instituto no reconoce en tales términos nuestro trabajo, y nos caracteriza falsamente con el término de “asesores”, es decir, de meros facilitadores del estudio independiente de los estudiantes. Pero en el fondo la cuestión no se sujeta a una consideración de tipo académica, sino laboral. Porque en los hechos, los profesores de la modalidad semiescolar no solo somos docentes en sentido pleno, sino también trabajadores del Instituto, pues la materia de trabajo es permanente y las funciones que realizamos son de carácter subordinado. A pesar de esto, el Instituto se niega a reconocernos como trabajadores. Esto le ha permitido desentenderse de sus responsabilidades como patrón, violar sistemáticamente los derechos laborales de los profesores de esta modalidad y de paso, ahorrarse una buena cantidad de dinero subcontratando a sus trabajadores. Así, en lugar de extendernos un contrato como trabajadores de base, como estaría obligado por el carácter de nuestras funciones, el Instituto nos contrata en calidad de “prestadores de servicios profesionales”, o incluso como “proveedores”. Estos contratos contienen innumerables cláusulas propias de contratos civiles y mercantiles, que no se corresponden con el trabajo que nosotros realizamos, y que a todas luces pretenden desdibujar la relación laboral que en los hechos tenemos con el IEMS. El IEMS es un patrón que cada vez procede de manera más ilegal y abusiva contra sus trabajadores. Pues a pesar de extender contratos que no se ajustan a la relación laboral, introduce además cláusulas falsas, que nos hemos visto orillados a firmar porque el pago de nuestro salario se ha visto condicionado a la firma de estos contratos leoninos. Por ejemplo existe una cláusula que señala que los profesores no asistimos a los planteles a impartir clases, sino que citamos a los estudiantes en nuestros “consultorios privados” para darles “asesoría”. Incluso el Instituto ha introducido cláusulas mediante las cuales se desentiende de toda responsabilidad ante los que podrían ser considerados, a las claras, accidentes de trabajo. A pesar de que la mayoría de profesores tiene al menos cinco años trabajando para el IEMS de manera ininterrumpida, el profesor es contratado cada periodo por tiempo determinado, ya sea horas o por meses, aunque nunca por seis meses completos, a pesar de que los labore íntegramente. Lo ilegal de esta situación es evidente, así como también lo es la intención del Instituto de evitar que generemos antigüedad en el trabajo y podamos ser sujetos de una jubilación, y con ello, de una vejez digna y tranquila. Por otro lado, y lo que es más alarmante, nuestros contratos son individuales, a pesar de existir un Contrato Colectivo de Trabajo que ampara a todos los trabajadores del IEMS, y que establece que es trabajador del Instituto quien realice una actividad subordinada y permanente en el Instituto, como lo hacemos precisamente nosotros. Mediante la contratación individual, el IEMS pretende dejar aislado al trabajador ante los muchos abusos a los que nos expone. Los profesores del semiescolar no pueden defenderse de estos abusos apeando al CCT. Por un lado, porque el patrón no nos reconoce como sus “trabajadores”, y por otro lado, porque la dirigencia del sindicato titular del Contrato poco ha hecho para demandar la integración y cobijo de estos trabajadores bajo el Contrato Colectivo. Es así que en muchas ocasiones los profesores del semiescolar han tenido que enfrentar en estas condiciones de incertidumbre y precariedad a la patronal, que en el caso del IEMS, no solo es el mismo Instituto, sino el GDF con toda su aparatosa burocracia y sus medidas abiertamente antilaborales y represivas, que han terminado en el hostigamiento y despido de muchos trabajadores. Los profesores del semiesoclar, al no estar contemplados en el Contrato Colectivo, no reciben aumento salarial. Carecen de salario base, porque carecen de jornada de trabajo regular. Sólo se les paga por hora trabajada. Podemos ver cómo también en este aspecto, el IEMS y el Gobierno del Distrito Federal aplicaban en los hechos la reforma laboral, aún muchos años de que fuera aprobada por las modificaciones de ley. Ahora bien, ante la falta de una regulación apropiada, la cantidad horas frente a grupo asignadas a los profesores terminan dependiendo del contentillo de las autoridades, que pueden contemplar a un profesor para laborar desde 6 hasta 100 horas al mes. No más. Encima de todo esto, los profesores nunca recibimos el pago de manera puntual, sino con un retraso de uno o hasta de 3 meses. Nuestra condición laboral le resulta especialmente ventajosa al patrón porque al no reconocernos como sus trabajadores, y al desentenderse de toda responsabilidad patronal, se exime de darnos la prestación del seguro social, una de las conquistas más importantes de la clase trabajadora. Al no tener seguro social, los trabajadores del semiescolar carecen de todos los beneficios que establece la ley del seguro social. Para las profesoras esta situación es especialmente dura, pues no cuentan con derechos laborales específicos para la maternidad. Si debido a un embarazo deben ausentarse del trabajo, el IEMS no les asegura siquiera que las volverá a recontratar. El IEMS tampoco nos paga aguinaldo, vacaciones ni días festivos. Y todo el trabajo académico extra que el profesor realiza, que en la modalidad semiescolar contempla los talleres y actividades culturales con los estudiantes, así como la elaboración de material didáctico, no es remunerado. La falta de contratación colectiva, la temporalidad de nuestros contratos, así como la falta de una jornada completa de trabajo y un salario base, impide a los trabajadores tener estabilidad en el trabajo. Esta condición, además de que nos mantiene en una constante incertidumbre, obliga a la mayoría de los maestros a sostener varios empleos para poder reunir un salario mensual que le permita mantenerse a él y a su familia. Las condiciones laborales de los profesores de la modalidad semiescolar han terminado por afectar también a nuestros estudiantes, quienes sólo hasta hace dos años tuvieron acceso pleno a los laboratorios y otros espacios educativos, por el temor del IEMS a tener que justificar las actividades docentes de sus maestros en esos espacios. Fue la lucha organizada y conjunta de profesores y estudiantes de la modalidad la que recientemente logró arrancarle al IEMS esos derechos para los estudiantes. Pero los profesores del semiescolar no son el único sector subcontratado o con condiciones de precariedad en el IEMS. Hay trabajadores administrativos y técnicos contratados por honorarios como trabajadores de confianza, a pesar de que sus funciones no se ajustan a ese perfil; más de 30 profesores que ocupan “plazas de nueva creación” que no están basificados y trabajan bajo constantes amenazas de despido. Por otro lado, el IEMS recurre al outsourcing para emplear a más de 200 trabajadores de intendencia, quienes son atropellados en sus derechos laborales continuamente. La situación de los profesores del semiescolar y de otros sectores de trabajadores en el IEMS-DF se inscribe en una política de precarización laboral que tiende a agudizar las condiciones de explotación del trabajo, y que para los trabajadores de este país y del mundo ha significado el arrasamiento de las conquistas históricas arrancadas por la clase trabajadora a los patrones y al Estado. El gobierno perredista del Distrito Federal, falsamente autodenominado un gobierno de “izquierda”, no solo no ha intentado contener esta política antilaboral, sino que hasta la ha impulsado. Muestra de lo cual es la situación precarizada en la que se encuentran más de 80 mil trabajadores contratados por este gobierno. Ante esta situación, un grupo de profesores de la modalidad hemos seguido el único camino que pensamos que puede darle a los trabajadores la posibilidad de tener una vida más digna: la organización y la lucha. Es así que desde hace más de dos años conformamos la Asamblea de Profesores de la Modalidad Semiescolar. Exigimos al Instituto como legítimas demandas el reconocimiento como trabajadores, contratación colectiva y nuestra basificación bajo la figura de docentes. Además, nos hemos opuesto a la intentona del Instituto por reevaluar a toda la plantilla de profesores de la modalidad, porque sabemos que se trata de la entrada en vigor de la reforma educativa al IEMS. Asimismo, hemos elaborado un proyecto de basificación que ya hemos presentado al Instituto y sobre el cual ya hemos tenido algunas charlas, pero que sabemos que éste no estará dispuesto a aceptar a menos que nuestra lucha organizada lo obligue a ello. En cuanto al reconocimiento como trabajadores, nos hemos encontrado con que lo primordial es hacerle ver a los compañeros algo que por sencillo que parezca, décadas de gestión neoliberal del capitalismo en nuestro país parece haberlos hecho olvidar: que ellos son trabajadores. No podemos exigirle al patrón que nos reconozca como tales si nosotros mismos no tomamos conciencia de este hecho fundamental y de lo que eso significa. Que el trabajo es el único medio que tenemos para reproducir nuestra vida individual y colectiva, y que debe y puede ser una actividad dignificante. Que como trabajadores tenemos derechos, mismos que no fueron cedidos amablemente por los patrones ni por el Estado, sino que hubieron de serles arrancados mediante la lucha de nuestra clase. Constituyen una conquista histórica, y es nuestro deber recuperarlos, defenderlos y ampliarlos. Es necesario hacer énfasis en la contratación colectiva, porque sabemos que en este país y en el mundo, la liquidación de los contratos colectivos se ha vuelto una de las medidas anti-laborales fundamentales para violar los derechos de los trabajadores. Su contraparte, la contratación individual, es una de las artimañas favoritas de los patrones y los gobiernos para aislar a los trabajadores y exponerlos a la situación desventajosa de tener que vender individualmente su fuerza de trabajo, con la finalidad de deteriorar cada vez más las condiciones del mismo y poder agudizar a sus anchas la explotación. Pero la contratación individual es también es una manera de intentar mantenernos desunidos y en mutua competencia, más entretenidos en luchar entre nosotros que conjuntamente contra aquellos que explotan nuestro trabajo. También pensamos que debemos reivindicar el derecho a la sindicalización. En primer lugar, porque consideramos que los sindicatos deben preservarse donde los hay, y formarse donde todavía no existen. Porque son la instancia organizativa de lucha por excelencia de la clase trabajadora, a través de los cuales los trabajadores frenan y se defienden colectivamente de las condiciones de explotación con las que el capitalismo subyuga el trabajo. No hay que idear nuevas formas de organización que se separen o tiendan a limitar la acción sindical. Hay que fortalecer y transformar los sindicatos. Así, donde las dirigencias sindicales estén cooptadas por la patronal y hagan funcionar al sindicato más como contención de la lucha de clases que como su punta de lanza, tendremos que intervernir en ellos para reencaminarlos al cumplimiento de sus objetivos históricos. Es así que nuestra Asamblea ha intentado incidir en el sindicato, y ha tratado de hacerles ver a los compañeros que nosotros, a diferencia de lo que sostiene la patronal, también somos trabajadores. Pero nuestra lucha en ese espacio no ha sido fácil ni ha estado exenta de tensiones. Los principales obstáculos no nos los ha puesto la base, sino la dirigencia sindical. La defensa de los sindicatos clasistas, independientes, democráticos y combativos, así como la defensa de la contratación colectiva, fomenta la unidad de la clase trabajadora en su lucha por emancipar el trabajo de las condiciones de explotación. La reivindicación del derecho de todos los trabajadores a la sindicalización es de la mayor importancia, pues con ella se impulsa la masificación del movimiento sindical y así, se le refuerza. Sobre todo en un escenario laboral como el de nuestro país, donde actualmente de los más de 40 millones de trabajadores, solo un 10 por ciento está afiliado a algún sindicato. Por el contrario, los trabajadores contratados individualmente y sin derecho de sindicalización le representan al patrón una ventaja respecto de los “molestos” sindicatos y sus afiliados: significan para los asalariados una competencia, porque son una especie de “stock” de mano de obra barata que puede hacer el mismo trabajo que un trabajador contratado colectivamente y sindicalizado, pero por muchos menos salario y sin prestaciones. Los trabajadores, y no sólo los del sector educativo, nos encontramos en un momento coyuntural en el que se pretenden imponer todas las llamadas “reformas estructurales”. La imposición de la reforma laboral y la reforma “educativa”, hacen inminente la necesidad de organizarse y luchar por nuestros derechos, por defender conquistas como el aumento del salario, la jornada laboral de 8 horas y la seguridad social. Así como la defensa de la contratación colectiva y a la libre organización sindical. ¡¡Es momento de defender nuestros derechos y no permitir el avance violento del capital, con sus mecanismos atroces de explotación!! ¡¡No más derechos sin deberes!! Asamblea de Profesores de la Modalidad Semiescolar del IEMS-DF