TITULOS: ACUERDOS. HOMOLOGACION. PRONUNCIAMIENTO EXTRA PETITA. Nro. 67 En la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, a los 13 días del mes de abril de 2007, se reunieron en Acuerdo los Sres. Vocales de la Sala Primera de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Laboral de Rosario, Dres. Marta Rucci por y Luis M. Rodrigáñez e integrada el Dr. José Antonio Villar, para resolver en los autos: “ Radicic Garbin Enrique c/ Consejo Profesional de Ciencias Económicas s/ Cobro de Pesos Laboral”, Expte. Nro. 193/ 2003, venidos en apelación y nulidad del Juzgado del Trabajo de la Segunda Nominación de Rosario. Hecho el estudio del juicio, se resolvió plantear las siguientes cuestiones: I.- Es nula la sentencia apelada? II.- Es justa? III.- Qué pronunciamiento corresponde dictar? Practicado el sorteo de ley, resultó que la votación debía efectuase en el siguiente orden: Dres. Rucci, Rodrigáñez y Villar. A la primera cuestión la Dra. Rucci dijo: Contra la sentencia Nro. 77 dictada el 12 de junio homologa el acuerdo arribado entre el actor Limitada de Seguros Generales” por derivada de enfermedad accidente, que la de 2002 a fs. 237/ 239 que y “ La Segunda Cooperativa indemnización por incapacidad rechaza el planteo de nulidad del acuerdo obrante en el expediente Nro. 633/94 (fs. 6) que corre por cuerda por el cual se conviene la indemnización a cobrar por parte del actor a consecuencia de su distracto con la accionada y le impone las costas, ésta interpone a fs. 246 recursos de nulidad y apelación, que se conceden a fs. 248. Elevados los autos a la Sala el recurrente 1 expresa agravios a fs. 292/301, los que son contestados por la contraria a fs. 303/310 vta. con lo que se hallan los presentes en estado de ser resueltos. Los agravios que expresa la recurrente que hacen al recurso de nulidad son: 1) La sentencia falla “extrapetita” y 2) carece de fundamentación (art. 95 CPSF). Por su vinculación trataré los agravios que hacen a la nulidad conjuntamente. La recurrente argumenta que la sentencia es nula por haber sido dictada con violación y omisión de las formalidades y solemnidades sustanciales previstas por la ley para el caso, que el a quo homologa un acuerdo viciado pese a que se ha demandado su nulidad y la demandada en el escrito de responde no solicitó la homologación, habiendo afirmado ésta que el mismo había sido homologado oportunamente, alegación que no fue probada durante el íter del proceso. Continúa diciendo la impugnante que la litis quedó trabada en los siguientes términos: su parte solicita la nulidad de un acuerdo viciado y la accionada sostiene la existencia de un acuerdo válido y homologado, que el a quo, sin probar los extremos fácticos, ni atender la pretensión de la demanda (nulidad) suplió esa omisión produciendo un pronunciamiento “extra petita” apartándose de los términos de la “litis contestatio” previsiones del art. 98 CPL en perjuicio del actor, y fuera de las que le hubieran permitido sentenciar “ultra petita” para completar lo pedido en cuestiones que han sido materia de litigio.Reitera la quejosa que la accionada alegó en el responde que el acuerdo había sido homologado, que ésta había ocultado el 1 expediente original solicitara la y que ocho reconstrucción- años el a más quo tarde premió tal luego que su inconducta parte procesal homologando en estos autos un convenio viciado. Sostiene que dicha irregularidad acarrea la nulidad de la sentencia y que de su simple lectura se deduce que resulta así por ser absolutamente Provincial prevé resultando nulo infundada, que el toda fallo que el sentencia cuya art. debe ser fundamentación 95 de la Constitución suficientemente implique una fundada, gravísima imprecisión conceptual. Concluye afirmando que el juez de grado omitió decidir todas las cuestiones planteadas, no ameritó las probanzas rendidas y no fundamentó sus aseveraciones incurriendo en afirmaciones dogmáticas. Solicita se declare la nulidad de la resolución y se dicte el pronunciamiento que corresponda a derecho. Los argumentos para fundamentar la nulidad carecen de sustento. En efecto, la sentencia se pronuncia sobre el acuerdo cuya nulidad homologado” y pretende “tampoco la se quejosa advierte refiriendo que quepa que contra “no se el mismo encuentra declarar nulidad alguna, por cuanto no se acreditó vicio de la voluntad que lo invalide” (fs. 238 vta.). Este pronunciamiento del a-quo se funda en la aplicación del principio “iura novit curia” (art. 243 CPCC) ya que establecida la validez del convenio la consecuencia lógico-jurídica era expedirse sobre la homologación del mismo –como lo hizo el a quo- sin que esto implique apartamiento de la “litis contestatio”, ni pronunciamiento 1 “extrapetita”, porque el juez de grado respondió a las pretensiones de las partes derivadas del convenio al que arribaron en fecha 8/8/1994 (agregado en copia acompañada a fs. 11 y vta. por la actora y reconocida en su contenido y firma por la demandada en el responde fs. 60 vta. y 61), solicitando ambas en su cláusula 7ª la homologación del mismo, de modo que no existe violación alguna al principio de congruencia, sino cumplimiento por parte del juez de un mandato legal ante la solicitud de homologación.Por lo demás, la disconformidad de la agraviada respecto a la falta de apreciación y valoración de las pruebas aportadas, no es fundante del recurso de nulidad por las siguientes razones: por cuanto en la tarea de apreciación y valoración de la prueba, los hipotéticos errores son subsanables mediante el recurso de apelación, lo que ocurre también con la omisión de tratamiento de una cuestión planteada. Al respecto tiene dicho la Jurisprudencia: “ Una vez juzgada la causa en primer grado, las omisiones que se hayan cometido susceptibles de provocar la revocación del fallo deben ser corregidas por el Tribunal de Alzada sin reenvío, esto es, proveyendo por primera vez, si fuese necesario, a la cuestión no resuelta por el juez, con la única condición de que esté juzgado el fondo del asunto” (TSCBA Sala Civ y Com 23/8/94 Bringas Eusebio y ots c/ Buenaventura Bringas Javier y ots LLC 1995-1), hallando este principio consagración legislativa en el art. 246 CPC y C aplicable al caso en virtud de la remisión efectuada por el art. 128 CPL. 1 A mayor abundamiento, se ha señalado que: "El recurso de nulidad procede en tanto y en cuanto se violen formas prescriptas por el código bajo esa penalidad o asuman carácter sustancial, siendo presupuesto de procedencia del recurso, la demostración de daño que no pueda repararse pueda haber sin dicha incurrido el declaración, juez al por lo que los apreciar la prueba errores en producida..., que no constituyen otra cosa que errores in iudicando, cuyo remedio se encuentra en la apelación y no en la nulidad" (C.C. y C. Santa Fe, Zeus T. 59. R- 49 n? 13808). Por lo demás, mas allá de su acierto o error, la sentencia impugnada contiene fundamentación que el a-quo vincula con las constancias de autos, por lo que queda desvirtuado el argumento relativo a de su supuesta totalmente, a falta mayor o fundamentación, menor extensión ya de que los “ a menos fundamentos que en falte que la sentencia se apoya no dan lugar al recurso de nulidad” (cfr. CCCSF, S 1a, dic 23-64, “Banco Provincial de Santa Fe c/ Garbagnoli, Carlos” en J, 2995). Consecuentemente, los defectos puestos no asumen rechazo de el los carácter de agravios errores y in procedendo, consiguientemente por del lo en evidencia que recurso de cabe el nulidad interpuesto. Voto por la negativa. A la misma cuestión el Dr. Rodrigáñez dijo: Comparto las razones que invoca la Sra. Vocal preopinante y voto igualmente por la negativa. A la misma cuestión el Dr. Villar dijo: Que habiendo tomado conocimiento de los autos y advirtiendo la existencia de dos votos 1 totalmente coincidentes que hacen sentencia válida, me abstengo de emitir opinión.A la segunda cuestión la Dra. Rucci dijo: Los agravios de la actora son: l) La sentencia no hace lugar a la nulidad del acuerdo viciado. 2) patrocinio La sentencia letrado. violando el art. laboral. 4) La 3) 15 afirma La de la sentencia sentencia LCT la demandada y incurre acuerdos contradictorios. 5) La de falsamente haciendo los en que homologa el el principios actor contó convenio básicos autocontradicción al con impugnado del derecho homologar dos sentencia omite merituar la confesional efectivos los apercibimientos de ley. 6) La sentencia deniega resarcimiento por daño moral. Por la correlación que guardan, trataré los agravios en el siguiente orden: 1) , 4), 5) y luego lo haré con los Nos. 2), 3) y 6) conjuntamente.1) La sentencia no hace lugar a la nulidad del acuerdo viciado. Se queja el recurrente que la sentencia desestima la nulidad con un banal y falaz argumento: “no se habría acreditado vicio de la voluntad que lo invalide”. Expresa nulidad invocada y que probada el por fallo la omite actora: su merituar estado la de causal de degradación psicofísica producida por el cuadro de depresión reactiva con tratamiento siquiátrico e hipertensión arterial, presión de las circunstancias económicas que atravesaba y que enumera, situándolo –según la recurrenteen un evidente estado de necesidad. Continúa diciendo que Radicic actuó sin asesoramiento letrado hecho que surge de la misma acta del acuerdo en 1 donde no consta nombre de profesional que lo patrocine y habiendo existido irregularidades formales en la tramitación de la causa. Considera que el a quo al afirmar que no se acreditó vicio de la encontraba voluntad en que perfecto lo invalide estado da por psicofísico cierto al que Radicic momento de se firmar, soslayando el material probatorio en contrario aportado por su parte. En concreto dice que el a quo no merituó: 1) la testimonial de Guido Alvarez ( médico auditor del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, fs. 117 vta.) sostiene el quejoso que este testimonio acredita la autenticidad de la documental médica obrante a fs. 23 (prescripción de análisis clínicos por diagnóstico de hipertensión arterial), fs. 32 (certificado médico en el cual el testigo interpreta el cuadro como stress laboral) y fs. 76 (carta documento remitida por la accionada en conocimiento fecha de 30-6-94 la que patología que acredita que afectaba a la empleadora Radicic). 2) Centro Médico Catamarca (fs. 122): afirma el quejoso que diagnóstico de depresión reactiva con hipertensión. 3) estaba Informe en del confirma el Certificados médicos extendidos por el Dr. Comachio reconocidos por él así como la historia clínica del actor de su despido como a la que evidencian que el mismo tanto a la fecha que se suscribe el convenio estaba bajo tratamiento siquiátrico. 4) Pericia médica de fs. 155/158 realizada por el Dr. Raúl F. Rodríguez, quien dice que el actor a esa fecha presenta “patología hipertensión arterial y depresión reactiva” en “ cuya génesis y desarrollo influye en las situaciones vividas durante el transcurso de su relación laboral con la demandada”. 5) El avenimiento al pago de la indemnización por incapacidad parcial 1 y permanente efectuado por la aseguradora citada en garantía, conforme convenio instrumentado a fs. 182. Respecto a la testimonial de Guido Alvarez, cabe señalar que de la lectura de las documentales mencionadas se infiere que el testigo prescribió distintos análisis al actor por su diagnóstico de hipertensión arterial (en fecha 17/3/1994) que en el certificado obrante a fs. 32( sin fecha) se lee “se descarta patología orgánica se interpreta el cuadro como stress laboral”, y en su testimonio el médico expone que “fui consultado por él por presentar un cuadro hipertensivo y problemas de origen emocional profesional...porque hipertensiva sino relacionados un que stress la laboral exacerba. La con no su puede área generar enfermedad de la trabajo enfermedad hipertensiva es de múltiple origen. Se deja expresa constancia que su hipertensión de base no tiene nada que ver con el área laboral”. No hallo que de las documentales referidas y de la testimonial invocada se pueda deducir incidencia negativa alguna en la voluntad del actor pretende por cuanto conformidad con al las momento un de cuadro reglas de firmar el hipertensivo la sana acuerdo no cuya implica crítica la nulidad “per se se” de privación de discernimiento, intención o libertad, de modo que si el a-quo no valoró tal circunstancia al homologar el convenio, ello no tuvo incidencia ya que la documental y el testimonio no logran acreditar que su voluntad se hallara viciada. A su vez la referencia a que la empleadora conocía la patología que afectaba a Radicic no tiene incidencia ya que reitero, la 1 patología hipertensiva o el stress no implican falta de discernimiento, intención o libertad. Según el quejoso el informe del Centro Médico Catamarca (fs. 122) confirma el diagnóstico de depresión reactiva con hipertensión. El informe refiere a la consulta de fecha 30.06.1994, en el que se le detecta hipertensión estableciendo que “Los síntomas arriba descriptos se van instalando en forma progresiva desde un tiempo antes como defensa reactiva a conflictos en su lugar de trabajo...” Este informe alude a una consulta de fecha determinada (30.06.1994) en la que se detecta hipertensión así como disfunciones síquicas tales como angustia y abulia. No obstante cuando el médico debe expedirse sobre “enfermedad actual” del paciente cabe tener en cuenta que el informe fue elaborado el 16 de setiembre de 1998 por lo que no se advierte relación entre el estado físico del actor y algún vicio de la voluntad que pudiera tener al firmar el convenio atacado (8/8/94, fs. 6 Expte. 633/94). Pero de tener en cuenta este informe, conduciría a probar en el sentido contrario al que pretende el actor, ya que el mismo se halla lúcido, orientado en tiempo y espacio, con construcción y contenidos de pensamientos normales, memoria conservada y juicio normal, características todas que excluyen una voluntad viciada. Respecto al reconocimiento de documental y testimonial del médico psiquiatra Dr. Miguel Angel certificados médicos extendidos por él y a Comachio, referidos a los la historia clínica de fs. 31 cabe puntualizar que el informe del psiquiatra (de fecha 24.08.1994, fs. 31) refiere a una evolución favorable con medicación y psicoterapia, 1 incluso menciona una reducción de la medicación y descompensación sufrida por unas publicaciones si bien refiere a una aparecidas en el Boletín del Consejo Profesional en la segunda semana de agosto no surge de dicho informe médico relación alguna entre la descompensación sufrida por el actor en su tratamiento y la conducta asumida al firmar el convenio el 8/8/1994, por lo que tampoco cabe imputar a la falta de ponderación de esta prueba por parte del a-quo incidencia en el resultado obtenido. Es cierto que la pericia médica de fs. 155/158 realizada por el Dr. Raúl F. Rodríguez concluye que la actividad laboral del actor influyó en un 25% para el caso de la hipertensión arterial y en un 50% en el desarrollo del cuadro depresivo reactivo y que el avenimiento al pago de indemnización por incapacidad parcial y permanente efectuada por la aseguradora citada en garantía a fs. 182 se basa en el porcentaje estimado en la pericia médica de autos. Ambas pruebas indican que el actor estaba en tratamiento médico desde el año 1991, asistido por médicos en distintas especialidades: clínico, cardiólogo y psiquiatra, (ver consideraciones de fs. 155 vta.) que demuestran que estaba - por lo menos profesionalmentecontenido en sus emociones y dolencias. La pericia médica indica la permanente supervisión de profesionales que mediante medicación y psicoterapia trataban de reducir o encauzar la hipertensión y la depresión. La conclusión de la pericial médica, laboral, incapacidad es parcial receptada por y la permanente aseguradora relacionada quien con indemniza la actividad al actor en fecha 14/8/2000 (fs. 182 y vta.), pero de ello no se puede inferir sin 1 más que el día 8/8/1994 -al momento de firmar el convenio atacado- esa incapacidad laborativa haya incidido negativamente viciando su voluntad. Definitivamente estas pruebas de las que se vale la recurrente, no acreditan que el actor se encontrare afectado en su voluntad y discernimiento al momento de suscribir el acta transaccional. La doctrina sostiene que el discernimiento humano puede alterarse por distintos motivos: “...puede provenir de diferentes fuentes: embriaguez, uso de drogas, estado hipnótico, estado emocional de miedo, cólera o venganza, la presencia de una enfermedad mental en una persona no interdicta, imposibilidad de consecuencias” etc., llegar (Código a situaciones comprender Civil y que el colocan acto normas al que sujeto realiza complementarias. en y sus Análisis doctrinario y jurisprudencial, Bueres- Highton, T. 2C, pág. 335/336, Hammurabi). Ninguna de estas situaciones se ha la Ed. acreditado como padecida por la actora al firmar el convenio que le hubiera impedido comprender lo que hacía o sus consecuencias, por lo que el convenio resulta válido correspondiendo desestimar el agravio. 4) La sentencia incurre en autocontradicción al homologar dos acuerdos contradictorios. El quejoso imputa al a quo, error al valorar los convenios celebrados por el actor el expte. Nro. 664/96 (copia ya que dio preeminencia al obrante fs. 11 y vta.), que lo indemniza en por invalidez y sin embargo al analizar la validez del acuerdo de fecha 3 de agosto de 1994 (Expte. prueba producida en el omitió resolver si el No. 633/94) Expediente actor omite No actuó 1 analizar 664/96 con la totalidad imputándole discernimiento, de también intención la que y libertad, y que es contradictorio que se le reconozca incapacitado y con derecho a percibir una indemnización por esa circunstancia, y luego se le deniegue el derecho a cuestionar la validez del convenio suscripto mientras padecía tal incapacidad, habiendo omitido valorar si mediante la suscripción del convenio se había alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de las partes. Tal como lo expresé, los aludidos convenios tienen distintas causas indemnizatorios segundo indemnizatorias: laborales indemniza la enfermedad-accidente. el emergentes incapacidad Y reitero, primero del del el fue hecho distracto actor como reconocimiento por mientras rubros que el consecuencia de judicial la de incapacidad no implica que ésta haya incidido, como ya se explicitó ut supra, en el discernimiento y/o intención y/o libertad del actor al momento de firmar el primer convenio. En la oportunidad de tratar el agravio No 3 me expediré acerca de convenio por constituyó una el que justa se materializa composición de la los indemnización derechos e por si el distracto intereses de las partes, correspondiendo en consecuencia desestimar el presente. Agravio 5) La sentencia omite merituar la confesional de la demandada haciendo efectivos los apercibimientos de ley. Sostiene el recurrente que el a quo ha dejado sin resolver cuestiones demandada (fs. relativas 100/103) que a la prueba contiene puntuales. 1 confesional respuestas brindada evasivas sobre por la hechos Considera que esta situación debió haber generado la aplicación de los apercibimientos previstos por los arts. 67 CPL y 161 in fine CPCC que tendría por cierta su versión de los hechos. Analizando las respuestas de la accionada (acta de fs. 100, respecto al pliego de parcial razón al quejoso fs. 94), a la luz del art. 67 CPL asiste ya que algunas contradicen las constancias de autos y otras pueden considerarse evasivas. Así la respuesta a la posición primera (fs. 100) que afirma que el actor se encontraba enfermo al momento del distracto mediante una negativa contradice las pruebas analizadas precedentemente, la respuesta a la posición 2a en las que el absolvente afirma no recordar las causas que se invocaron para despedirlo también contradice constancias de autos (escritura de despido -cuya copia obra a fs. 5/6 de autos- en demanda la que no se establece la causa del mismo, contestación de fs. 62, punto 4.20 afirma que “Se lo despidió sin causa”). También constituye evasiva la respuesta a la posición 4a.ya que el absolvente ante la afirmación respecto a que no abonó al actor ninguno de los rubros reclamados en la demanda, respondió que no lo recuerda, la respuesta a la posición 6ª: que afirmaba despedido por medio de una notificación que el actor fue realizada a través de constatación notarial en el domicilio del actor contesta que no recuerda, la posición 10ª: en la que se afirmó que el Dr. Guido Alvarez visitó al actor en su domicilio a fin de efectuar el control médico patronal el día 29 de junio de 1994, respondió que no recuerda. No obstante que se pueden considerar tales respuestas como evasivas, la valoración de las mismas no permite concluir según mi 1 criterio que hubiera existido algún vicio en la voluntad del actor, hecho sobre el que me explayé al tratar los anteriores agravios, por lo que la recepción del presente no incide en la resolución de la litis. Agravios Nro. 2) La sentencia el actor contó con patrocinio letrado, No. 3) afirma falsamente que La sentencia homologa el convenio impugnado violando el art. 15 de la LCT y los principios básicos del derecho laboral, y Nro. 6) La sentencia deniega resarcimiento por daño moral. El recurrente critica la afirmación del a-quo relativa a que el actor al firmar el convenio de marras contó con patrocinio letrado. Sostiene que el actor firmó el convenio sin asesoramiento profesional, que esto surge del propio texto en el que no consta el nombre del profesional que debía representarlo violando la conclusión obtenida por el a-quo el principio de buena fe. Lo cierto es que el acuerdo – cuyo original tengo a la vista, con copia a fs. 11 y vta.- luce suscripto por el actor, el Dr. Leopoldo Pedro Mazzeo por la demandada y obra en él otra firma que según la aclaración efectuada por el Dr. Mazzeo ante la intimación que se le realizara corresponde a la Dra. Silvia N. de Goldberg. (fs. 10, Expte. No 633/94) no habiendo el actor señalado en la demanda que tal hecho no se correspondiera con la realidad, por el contrario ninguna mención se hace en el escrito inicial de la falta de patrocinio letrado por parte del demandante a la firma del convenio, de modo que considerar la cuestión en esta oportunidad alteraría la naturaleza revisión y no de creación. 1 de esta instancia, que es de Por lo demás, no existe motivo para concluir que la Dra. Niemeryanski interviniente, de Golberg no no habiendo sido hubiera firmado frente al actuario citada la abogada mencionada a fin de que brinde testimonio al respecto , por lo que cabe rechazar la queja en este aspecto. Le agravia también al apelante expresar: “...acordándose en dicho reclamarse las el fenecido lugar a las partes por reclamaciones representación y convenio derivadas gratificación, que contrato del con nada laboral mismo, su que el a quo al o parte tienen no sea los del cabe que hacer gastos Sueldo de Anual Complementario y los salarios caídos por enfermedad” (fs. 238 vta., 3er. Párrafo), reduzca los derechos del trabajador. Considera que el principio de irrenunciabilidad de derechos reconocidos convenciones que los a los trabajadores reduzcan, ya sea posibilita al tiempo la de nulidad de ejecución las y/ o extinción.Continúa diciendo que la sentencia vulnera expresamente los arts. 12, 13 y 15 de la LCT, violando el orden público laboral, que tales normas denotan la relevancia decisiva que tiene en el caso la letrado intervención que libremente fundado que requiere su de el la autoridad trabajador, consentimiento determine la justa y la de el aplicación, hecho existencia composición de que de los un el asesoramiento éste manifieste pronunciamiento intereses en pugna. Sostiene que no la hubo en el caso de autos y que existe una evidente desproporción entre el monto percibido y el que debió percibir. 1 Analizando las objeciones formuladas hallo que no obstante la conclusión obtenida ut supra respecto a la inexistencia de vicios de la voluntad del actor al momento de suscribir el convenio de marras, le asiste razón al actor en cuanto a que el a quo omitió valorar si hubo justa composición de intereses, por lo que para determinar tal extremo es menester analizar si lo cobrado efectivamente por el actor en el convenio en cuestión fue lo que correspondía a causa del distracto o si se violó el principio de irrenunciabilidad. Para obtener la suma que debía percibir Radicic como consecuencia de analizar procedencia la la existencia de los y extinción rubros que del vínculo constituyen laboral la cabe pretensión contenida en la demanda (fs. 47). Haciendo este análisis hallo que no proceden: Gastos de representación por haber sido abonados hasta mayo de 1994 inclusive, conforme pericia contable (fs. 169); SAC sobre gastos de representación y gratificación especial por tratarse de rubros no remuneratorios, incapacidad parcial y permanente por haber sido abonado mediante convenio obrante a fs. 182 y daño moral por las motivaciones que expresaré al tratar el agravio No. 6. En cambio, resultan parcialmente procedentes la gratificación anual proporcional correspondiente al período enero/octubre 1994 y los salarios caídos por enfermedad accidente que fueran reclamados de julio a diciembre de 1994, correspondiendo admitirlos desde julio a octubre de 1994. 1 Asimismo puntualizo que a los efectos de los cálculos indemnizatorios se debe tener en cuenta la parte proporcional de la gratificación anual correspondiente a enero- Octubre /94. Tomando en cuenta estos parámetros y efectuando su determinación numérica hallo que el actor debió percibir por el distracto (tomando como base los parámetros utilizados por la experta contable , es decir un salario mensual de $ 3696 más $ 300 por concepto de gastos de representación más $ 308 por gratificación anual)las siguientes sumas: Indemnización por antigüedad (art. 245 LCT): $ 21520. Preaviso: $ 8608. SAC s/ preaviso: $ 717. Vacaciones no gozadas año 1994: $ 861. SAC s/ Vacaciones: $ 72. SAC ler. Semestre 1994: $ 2152. Salarios caídos por enfermedad período 30/6/94 al 30/10/94 (fecha en que comenzó a trabajar para Pesado Castro, fs. 128): $ 17216. Gastos representación ler. Semestre 94: $ Proporcional gratificación 1994 (enero/jun94): $ 1800. 1848. La suma de estos rubros arroja la cifra de $ 54.794. La pericia contable ampliación de fs. correspondiente 196/197 al actor arroja al como finalizar obrante a fs. 165/177 y su cifra el de indemnización vínculo y total excluida la indemnización por incapacidad, la suma de $ 54472,42.- (fs. 172, inc. a), suma que difiere en poco de la que consideró el actor debía cobrar ($ 52994) según más adelante lo desarrollaré, 1 y que corroborada por el informe obrante a fs. 315 del Auxiliar Contable de esta Cámara, me proporciona la idea inicial que la transacción del actor por la suma de $ 25285 (cláusula provenientes 2ª del enfermedad” que fs. 11) distracto “por todos arriba los mencionado rubros y indemnizatorios los salarios por no ha sido, tanto en términos jurídicos –art. 15 LCT- como económicos, un acuerdo que favorezca a sus intereses. Se podrá decir que en la liquidación practicada se incluyen rubros no sólo indemnizatorios sino también remuneratorios a más de los salarios por enfermedad” pero es indudable que se hallaban incluidos otros rubros no especificados en el convenio al manifestar el actor que una vez hecho efectivo el cheque percibido, nada más tendría que reclamar a la accionada por motivos originados en la relación laboral que los uniera” siendo inobjetable que al actor también se le debían aquéllos según el análisis efectuado precedentemente y los que por otra parte fueron motivo de esta litis. Tomando en cuenta tanto los rubros indemnizatorios como remuneratorios, lo percibido por el actor constituye sólo un 46% de lo que le correspondía percibir. Sumado a ello, no dejo de advertir otra razón para tener como injusta la transacción operada: de los $ 25285 en que se estableció la cifra transaccional, el actor efectivamente cobró $ 20000.Los restantes $ 5285 se le dedujeron (cláusula 4ª.) por deudas que tenía con la empleadora por anticipo especial ($ 1500), por un préstamo 3421,26) y $ 363,74 por cuotas de servicios sociales vencidas ($ con más intereses. Considerando la prohibición establecida en el art. 131 LCT y 1 la procedencia de compensaciones para el pago de cuotas sociales adeudadas del art. 132 inc. c) LCT, sólo la suma de $ 363, 74 se debió haber deducido al actor de su indemnización. Ello es así porque según lo ha dicho la jurisprudencia: “ Los arts. 131 y 149 de LCT de orden público por imperativo del art. 7 de dicho régimen legal, no pueden ser dejados de lado aún por acuerdo de parte, criterio que se corrobora por la disposición del art. 133 de dicha ley. Dichas disposiciones configuran una limitación indemnizatorio, de tanto la disponibilidad por acto del propio del crédito acreedor como salarial por o otros sujetos, por lo que al empleador le está vedado hacer retención directa sobre las indemnizaciones abonadas al trabajador...” (C.N.T. Sala X, D.T. 1998-B, 1861). Concluyendo, lo percibido por el actor mediante el convenio debe imputarse a cuenta de lo adeudado ($ 54793,86, cálculo del Auxiliar Contable de fs. 315) debiendo la demandada pagar la diferencia, $ 34793,86.- con más los intereses que serán conforme la tasa promedio mensual entre activa y pasiva sumada que cobra el Banco Nación de la Rep. Argentina, desde la fecha del convenio hasta diciembre /04 inclusive y a partir de enero del 2005 al efectivo pago, se aplicará la tasa activa mensual sumada para descuento de documentos a 30 días según criterio de este tribunal in-re “ Miño Luis c/ Ricardo Esposito” (Ac. 144/06), habida cuenta de la pérdida de la positividad de aquella tasa a fin de mantener adecuadamente la completividad de las acreencias económicas. (Ello según información brindada por el Auxiliar Contable de esta Cámara Laboral de ”variación de tasa de interés y costo de vida” 2000-2006). 6) La sentencia deniega resarcimiento por daño moral. 1 Afirma el recurrente que el daño moral quedó indubitablemente acreditado con: 1) La publicación efectuada por el Consejo en su Boletín Informativo (fs. 38) reconocido oportunamente por la demandada. 2) Testimonial del Cont. Calvigno (fs. 141) 3) Testimonial de la Cont. Rechter (fs. 141/142). 4) Acreditación presuntas cumplir del contexto irregularidades adecuadamente sus en el que que el actor funciones y se produce estaba que este accionar: investigando tenían que ver para con la representatividad en los distintos cargos jerárquicos y transparencia en el manejo de las cuentas por parte de la comisión revisora, conforme el intercambio postal. 5) Acreditación de anomalías en base a lo informado en los puntos 7, 9,11,12 y 13 y también, con lo no informado en el punto 8 de la pericia contable (fs. 172/175). A mi criterio, la mención de las circunstancias detalladas no ameritan el daño alegado. Nuestro régimen indemnizatorio es tarifado, separado conforme del daño art. 245 moral, LCT el y para que trabajador proceda deberá la reparación acreditar la por efectiva intención dañosa a través de un acto ilícito del empleador. Conforme la doctrina “el daño moral pertenece a una teoría general del derecho, y como tal, resulta aplicable en las relaciones laborales, a falta de una regulación específica, deriva un de contrato de título trabajo” en aquellos jurídico (“El casos distinto daño moral donde al y el normal los deber de indemnizar desenvolvimiento ilícitos adicionales del del empleador”, Hugo Roberto Mansueti, en T. Y SS., T. 2003, pág. 209/217). 1 Este no es el caso de autos, puesto que esta indemnización provendría de un ilícito posterior al distracto que pudo haber cometido la accionada que no está acreditado. Respecto a las publicaciones a las que hace mención, no se ha tampoco probado le que le impidieron afectaran seguir en sus emociones desenvolviendo sus o sentimientos, labores como y contador público puesto que ha quedado demostrado en autos que pocos meses después del distracto ingresó a trabajar para la firma Pesado Castro como Contador (ver fs. 128, hecho que también excluye la procedencia de los salarios por enfermedad reclamados por el actor hasta el mes de octubre). Al respecto, ruptura del derivado contrato de originado la de pérdida en el la Jurisprudencia dice: “En el caso de trabajo, del la indemnización empleo y incumplimiento asimismo patronal sobre todo de el perjuicio derecho las material obligaciones contractuales, se compensa con una tarifa” (CNTrab., Sala V, marzo 22995. S.M.A. c. La universal S.A.). DT 1995-B, 1254. Por lo que, en nuestro régimen, no puede invocarse daño moral derivado del solo hecho de la disolución del contrato, ya que la tarifa legal es el único resarcimiento que corresponde percibir al trabajador por la pérdida de su empleo como contrario expresamente sería resarcimiento empleador, no siendo lo desvirtuar es dispone totalmente susceptible así el de indiferente art. el régimen variar que 245 según haya LCT y legal, sea actuado la con culpa, con culpa grave o incluso con intención de dañar...” la Fuente. trabajo”, “Indemnizaciones, en T. Y S.S. T. tarifas V, pág. 1 y extinción 513) del habiendo admitir lo ya el que conducta un mínimo del de (Horacio de contrato de efectuado la jurisprudencia contadas excepciones a este principio en casos extremos en el que existe un acto ilícito adicional anexo al despido, que no se da en el sub-lite por más censurable que aparezca la conducta de la empleadora. Queda así rechazado este agravio. Voto por la afirmativa parcial. A la misma cuestión el Dr. Rodrigáñez dijo: Comparto las consideraciones vertidas por el Dra. Rucci en su voto y me pronuncio en idéntico sentido. A la misma cuestión el Dr. Villar dijo: Que se abstiene de votar por análogas razones a las expresadas respecto a la primera cuestión.A la tercera cuestión la Dra. Rucci dijo Corresponde desestimar el recurso de nulidad. Receptar parcialmente el de apelación revocando la sentencia dictada en cuanto homologa el convenio transaccional celebrado entre las partes en fecha 8/8/1994, determinando en esta sede que el mismo no constituyó una justa composición de intereses para la actora, por lo que se condena a la accionada a pagar a aquélla debió la diferencia percibir por el entre lo efectivamente distracto incausado más percibido y intereses, lo que conforme ésta los considerandos, confirmándose en lo demás la sentencia venida en revisión. Imponer las costas de esta instancia en un 85% a la demandada y en un 15% a la actora. Los honorarios de la Alzada serán del 50% de los que corresponda fijar en 1ª. Instancia. A la misma cuestión el Dr. Rodrigáñez dijo: Visto el resultado obtenido al votarse las cuestiones anteriores, corresponde dictar pronunciamiento en la forma propuesta por la Dra. Rucci.- 1 A la misma cuestión el Dr. Villar dijo: Que se abstiene de votar por análogas razones a las expresadas respecto a la primera cuestión.A mérito del Acuerdo que antecede, la Sala Primera de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Laboral de Rosario, R E S U E L V E:. Corresponde desestimar el recurso de nulidad. Receptar parcialmente el de apelación revocando la sentencia dictada en cuanto homologa el convenio transaccional celebrado entre las partes en fecha 8/8/1994, determinando en esta sede que el mismo no constituyó una justa composición de intereses para la actora, por lo que se condena a la accionada a pagar a aquélla debió la diferencia percibir por el entre lo distracto efectivamente incausado percibido más y intereses, lo que conforme ésta los considerandos, confirmándose en lo demás la sentencia venida en revisión. Imponer las costas de esta instancia en un 85% a la demandada y en un 15% a la actora. corresponda Los fijar honorarios en 1ª. de la Instancia. Alzada serán Insértese, del hágase 50% saber Expte. Nro. 193/2003.- VILLAR RODRIGAÑEZ RUCCI Art. 26, ley 10160 FERREYRA 1 de los y que bajen.