Nro. 67 Sala Laboral n° 1 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

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TITULOS: ACUERDOS. HOMOLOGACION. PRONUNCIAMIENTO EXTRA PETITA.
Nro. 67
En la ciudad de Rosario, Provincia de Santa
Fe, a los 13 días del mes de abril de 2007, se reunieron en Acuerdo los
Sres. Vocales de la Sala Primera de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo
Laboral de Rosario, Dres. Marta Rucci
por
y Luis M. Rodrigáñez e integrada
el Dr. José Antonio Villar, para resolver en los autos: “ Radicic
Garbin Enrique c/ Consejo Profesional de Ciencias Económicas s/ Cobro de
Pesos Laboral”, Expte. Nro. 193/ 2003, venidos en apelación y nulidad del
Juzgado del Trabajo de la Segunda Nominación de Rosario. Hecho el estudio
del juicio, se resolvió plantear las siguientes cuestiones:
I.- Es nula la sentencia apelada?
II.- Es justa?
III.- Qué pronunciamiento corresponde dictar?
Practicado el sorteo de ley, resultó que la votación debía
efectuase en el siguiente orden: Dres. Rucci, Rodrigáñez y Villar.
A la primera cuestión la Dra. Rucci dijo: Contra la
sentencia
Nro.
77
dictada
el
12
de
junio
homologa el acuerdo arribado entre el actor
Limitada
de
Seguros
Generales”
por
derivada de enfermedad accidente, que
la
de
2002
a
fs.
237/
239
que
y “ La Segunda Cooperativa
indemnización
por
incapacidad
rechaza el planteo de nulidad del
acuerdo obrante en el expediente Nro. 633/94 (fs. 6) que corre por cuerda
por el cual se conviene la indemnización a cobrar por parte del actor a
consecuencia de su distracto con la accionada y le impone las costas,
ésta interpone a fs. 246 recursos de nulidad y apelación, que se conceden
a fs. 248. Elevados los autos a la Sala el recurrente
1
expresa agravios a
fs. 292/301, los que son contestados por la contraria
a fs. 303/310 vta.
con lo que se hallan los presentes en estado de ser resueltos.
Los agravios que expresa la recurrente que hacen al
recurso de nulidad son: 1) La sentencia falla “extrapetita” y 2) carece
de fundamentación (art. 95 CPSF).
Por su vinculación trataré los agravios que hacen a la
nulidad conjuntamente.
La recurrente argumenta que la sentencia es nula por
haber
sido
dictada
con
violación
y
omisión
de
las
formalidades
y
solemnidades sustanciales previstas por la ley para el caso, que el a quo
homologa un acuerdo
viciado
pese a que se ha demandado su nulidad y la
demandada en el escrito de responde no solicitó la homologación, habiendo
afirmado ésta que el mismo había sido homologado oportunamente, alegación
que no fue
probada durante el íter del proceso.
Continúa diciendo la impugnante que la litis quedó
trabada en los siguientes términos: su parte solicita la nulidad de un
acuerdo
viciado
y
la
accionada
sostiene
la
existencia
de
un
acuerdo
válido y homologado, que el a quo, sin probar los extremos fácticos, ni
atender
la
pretensión
de
la
demanda
(nulidad)
suplió
esa
omisión
produciendo un pronunciamiento “extra petita” apartándose de los términos
de
la
“litis
contestatio”
previsiones del art. 98 CPL
en
perjuicio
del
actor,
y
fuera
de
las
que le hubieran permitido sentenciar “ultra
petita” para completar lo pedido en cuestiones que han sido materia de
litigio.Reitera la quejosa que la accionada alegó en el
responde que el acuerdo había sido homologado, que ésta había ocultado el
1
expediente
original
solicitara
la
y
que
ocho
reconstrucción-
años
el
a
más
quo
tarde
premió
tal
luego
que
su
inconducta
parte
procesal
homologando en estos autos un convenio viciado.
Sostiene que
dicha irregularidad acarrea la nulidad
de la sentencia y que de su simple lectura se deduce que resulta así por
ser
absolutamente
Provincial
prevé
resultando
nulo
infundada,
que
el
toda
fallo
que
el
sentencia
cuya
art.
debe
ser
fundamentación
95
de
la
Constitución
suficientemente
implique
una
fundada,
gravísima
imprecisión conceptual.
Concluye afirmando que el juez de grado omitió decidir
todas las cuestiones planteadas, no ameritó las probanzas rendidas y no
fundamentó sus aseveraciones incurriendo en afirmaciones dogmáticas.
Solicita se declare la nulidad de la resolución y se
dicte el pronunciamiento que corresponda a derecho.
Los argumentos para fundamentar la nulidad carecen de
sustento.
En efecto, la sentencia se pronuncia sobre el acuerdo
cuya
nulidad
homologado”
y
pretende
“tampoco
la
se
quejosa
advierte
refiriendo
que
quepa
que
contra
“no
se
el
mismo
encuentra
declarar
nulidad alguna, por cuanto no se acreditó vicio de la voluntad que lo
invalide” (fs. 238 vta.).
Este pronunciamiento del a-quo se funda en la
aplicación
del
principio
“iura
novit
curia”
(art.
243
CPCC)
ya
que
establecida la validez del convenio la consecuencia lógico-jurídica era
expedirse sobre la homologación del mismo –como lo hizo el a quo- sin que
esto implique apartamiento de la “litis contestatio”, ni pronunciamiento
1
“extrapetita”, porque el juez de grado respondió a las pretensiones de
las
partes
derivadas
del
convenio
al
que
arribaron
en
fecha
8/8/1994
(agregado en copia acompañada a fs. 11 y vta. por la actora y reconocida
en su contenido y firma por la demandada en el responde fs. 60 vta. y
61), solicitando ambas en su cláusula 7ª la homologación del mismo, de
modo
que
no
existe
violación
alguna
al
principio
de
congruencia,
sino
cumplimiento por parte del juez de un mandato legal ante la solicitud de
homologación.Por lo demás, la disconformidad de la agraviada
respecto a la falta de apreciación y valoración de las pruebas aportadas,
no es fundante del recurso de nulidad por las siguientes razones: por
cuanto
en
la
tarea
de
apreciación
y
valoración
de
la
prueba,
los
hipotéticos errores son subsanables mediante el recurso de apelación, lo
que
ocurre
también
con
la
omisión
de
tratamiento
de
una
cuestión
planteada.
Al respecto tiene dicho la Jurisprudencia: “ Una vez
juzgada la causa en primer grado, las omisiones que se hayan cometido
susceptibles de provocar la revocación del fallo deben ser corregidas por
el Tribunal de Alzada sin reenvío, esto es, proveyendo por primera vez,
si fuese necesario, a la cuestión no resuelta por el juez, con la única
condición de que esté juzgado el fondo del asunto” (TSCBA Sala Civ y Com
23/8/94 Bringas Eusebio y ots c/ Buenaventura Bringas Javier y ots LLC
1995-1), hallando este principio consagración legislativa en el art. 246
CPC y C aplicable al caso en virtud de la remisión efectuada por el art.
128 CPL.
1
A mayor abundamiento, se ha señalado que: "El recurso
de nulidad procede en tanto y en cuanto se violen formas prescriptas por
el
código
bajo
esa
penalidad
o
asuman
carácter
sustancial,
siendo
presupuesto de procedencia del recurso, la demostración de daño que no
pueda
repararse
pueda
haber
sin
dicha
incurrido
el
declaración,
juez
al
por
lo
que
los
apreciar
la
prueba
errores
en
producida...,
que
no
constituyen otra cosa que errores in iudicando, cuyo remedio se encuentra
en la apelación y no en la nulidad" (C.C. y
C. Santa Fe, Zeus T. 59. R-
49 n? 13808).
Por lo demás, mas allá de su acierto o error, la
sentencia impugnada
contiene fundamentación que el a-quo vincula con las
constancias de autos,
por lo que queda desvirtuado el argumento relativo
a
de
su
supuesta
totalmente,
a
falta
mayor
o
fundamentación,
menor
extensión
ya
de
que
los
“
a
menos
fundamentos
que
en
falte
que
la
sentencia se apoya no dan lugar al recurso de nulidad” (cfr. CCCSF, S 1a,
dic 23-64, “Banco Provincial de Santa Fe c/ Garbagnoli, Carlos” en J, 2995).
Consecuentemente, los defectos puestos
no
asumen
rechazo
de
el
los
carácter
de
agravios
errores
y
in
procedendo,
consiguientemente
por
del
lo
en evidencia
que
recurso
de
cabe
el
nulidad
interpuesto. Voto por la negativa.
A la misma cuestión el Dr. Rodrigáñez dijo: Comparto las
razones que invoca la Sra. Vocal preopinante y voto igualmente por la
negativa.
A
la
misma
cuestión
el
Dr.
Villar
dijo:
Que
habiendo
tomado conocimiento de los autos y advirtiendo la existencia de dos votos
1
totalmente coincidentes que hacen sentencia válida, me abstengo de emitir
opinión.A la segunda cuestión la Dra. Rucci dijo: Los agravios de
la actora son: l) La sentencia no hace lugar a la nulidad del acuerdo
viciado.
2)
patrocinio
La
sentencia
letrado.
violando
el
art.
laboral.
4)
La
3)
15
afirma
La
de
la
sentencia
sentencia
LCT
la
demandada
y
incurre
acuerdos contradictorios. 5) La
de
falsamente
haciendo
los
en
que
homologa
el
el
principios
actor
contó
convenio
básicos
autocontradicción
al
con
impugnado
del
derecho
homologar
dos
sentencia omite merituar la confesional
efectivos
los
apercibimientos
de
ley.
6)
La
sentencia deniega resarcimiento por daño moral.
Por la correlación que guardan, trataré los agravios en
el siguiente orden: 1) , 4), 5) y
luego lo haré con los Nos. 2), 3) y 6)
conjuntamente.1) La
sentencia no hace lugar a la nulidad del acuerdo
viciado.
Se queja el recurrente que la sentencia desestima la
nulidad con un banal y falaz argumento: “no se habría acreditado vicio de
la voluntad que lo invalide”.
Expresa
nulidad
invocada
y
que
probada
el
por
fallo
la
omite
actora:
su
merituar
estado
la
de
causal
de
degradación
psicofísica producida por el cuadro de depresión reactiva con tratamiento
siquiátrico
e
hipertensión
arterial,
presión
de
las
circunstancias
económicas que atravesaba y que enumera, situándolo –según la recurrenteen un evidente estado de necesidad. Continúa diciendo que Radicic actuó
sin asesoramiento letrado hecho que
surge de la misma acta del acuerdo en
1
donde no consta nombre de profesional que lo patrocine y habiendo existido
irregularidades formales en la tramitación de la causa.
Considera que el a quo al afirmar que no se acreditó
vicio
de
la
encontraba
voluntad
en
que
perfecto
lo
invalide
estado
da
por
psicofísico
cierto
al
que
Radicic
momento
de
se
firmar,
soslayando el material probatorio en contrario aportado por su parte.
En concreto dice que
el a quo no merituó: 1) la
testimonial de Guido Alvarez ( médico auditor del Consejo Profesional de
Ciencias
Económicas,
fs.
117
vta.)
sostiene
el
quejoso
que
este
testimonio acredita la autenticidad de la documental médica obrante a fs.
23
(prescripción
de
análisis
clínicos
por
diagnóstico
de
hipertensión
arterial), fs. 32 (certificado médico en el cual el testigo interpreta el
cuadro como stress laboral) y fs. 76 (carta documento remitida por la
accionada
en
conocimiento
fecha
de
30-6-94
la
que
patología
que
acredita
que
afectaba
a
la
empleadora
Radicic).
2)
Centro Médico Catamarca (fs. 122): afirma el quejoso que
diagnóstico
de
depresión
reactiva
con
hipertensión.
3)
estaba
Informe
en
del
confirma el
Certificados
médicos extendidos por el Dr. Comachio reconocidos por él así como la
historia clínica del actor
de
su
despido
como
a
la
que evidencian que el mismo tanto a la fecha
que
se
suscribe
el
convenio
estaba
bajo
tratamiento siquiátrico. 4) Pericia médica de fs. 155/158 realizada por
el Dr. Raúl F. Rodríguez, quien dice que el actor a esa fecha presenta
“patología hipertensión arterial y depresión reactiva” en “ cuya génesis
y desarrollo influye en las situaciones vividas durante el transcurso de
su relación laboral con la demandada”. 5) El avenimiento al pago de la
indemnización
por
incapacidad
parcial
1
y
permanente
efectuado
por
la
aseguradora
citada
en
garantía,
conforme
convenio
instrumentado
a
fs.
182.
Respecto a la testimonial de Guido Alvarez, cabe
señalar que de la lectura de las documentales mencionadas se infiere que
el testigo prescribió distintos análisis al actor por su diagnóstico de
hipertensión arterial (en fecha 17/3/1994) que en el certificado obrante
a fs. 32( sin fecha) se lee “se descarta patología orgánica se interpreta
el cuadro como stress laboral”, y en su testimonio el médico expone que
“fui consultado por él por presentar un cuadro hipertensivo y problemas
de
origen
emocional
profesional...porque
hipertensiva
sino
relacionados
un
que
stress
la
laboral
exacerba.
La
con
no
su
puede
área
generar
enfermedad
de
la
trabajo
enfermedad
hipertensiva
es
de
múltiple origen. Se deja expresa constancia que su hipertensión de base
no tiene nada que ver con el área laboral”.
No hallo que de las documentales referidas y de la
testimonial invocada se pueda deducir incidencia negativa alguna en la
voluntad
del
actor
pretende
por
cuanto
conformidad
con
al
las
momento
un
de
cuadro
reglas
de
firmar
el
hipertensivo
la
sana
acuerdo
no
cuya
implica
crítica
la
nulidad
“per
se
se”
de
privación
de
discernimiento, intención o libertad, de modo que si el a-quo no valoró
tal circunstancia al homologar el convenio, ello no tuvo incidencia ya
que la documental y el testimonio no logran acreditar que su voluntad se
hallara viciada.
A su vez la referencia a que la empleadora conocía la
patología que afectaba a Radicic no tiene incidencia ya que reitero, la
1
patología hipertensiva o el stress no implican falta de discernimiento,
intención o libertad.
Según el quejoso el informe del Centro Médico
Catamarca (fs. 122)
confirma el diagnóstico de depresión reactiva con
hipertensión.
El informe refiere a la consulta de fecha 30.06.1994,
en
el
que
se
le
detecta
hipertensión
estableciendo
que
“Los
síntomas
arriba descriptos se van instalando en forma progresiva desde un tiempo
antes como defensa reactiva a conflictos en su lugar de trabajo...”
Este informe alude a una consulta de fecha determinada
(30.06.1994)
en
la
que
se
detecta
hipertensión
así
como
disfunciones
síquicas tales como angustia y abulia. No obstante cuando el médico debe
expedirse sobre “enfermedad actual” del paciente cabe tener en cuenta que
el informe fue elaborado el 16 de setiembre de 1998 por lo que no se
advierte relación entre el estado físico del actor y
algún vicio de la
voluntad que pudiera tener al firmar el convenio atacado (8/8/94, fs. 6
Expte. 633/94). Pero de tener en cuenta este informe, conduciría a probar
en el sentido contrario al que pretende el actor, ya que el mismo se
halla
lúcido,
orientado
en
tiempo
y
espacio,
con
construcción
y
contenidos de pensamientos normales, memoria conservada y juicio normal,
características todas que excluyen una voluntad viciada.
Respecto al reconocimiento de documental y testimonial
del
médico
psiquiatra
Dr.
Miguel
Angel
certificados médicos extendidos por él
y a
Comachio,
referidos
a
los
la historia clínica de fs.
31 cabe puntualizar que el informe del psiquiatra (de fecha 24.08.1994,
fs. 31) refiere a una evolución favorable con medicación y psicoterapia,
1
incluso menciona una reducción de la medicación y
descompensación sufrida por unas publicaciones
si bien refiere a una
aparecidas en el Boletín
del Consejo Profesional en la segunda semana de agosto no surge de dicho
informe médico relación alguna entre la descompensación sufrida por el
actor en su tratamiento y la conducta asumida al firmar el convenio el
8/8/1994, por lo que tampoco cabe imputar a la falta de ponderación de
esta prueba por parte del a-quo incidencia en el resultado obtenido.
Es cierto que
la
pericia médica de fs. 155/158
realizada por el Dr. Raúl F. Rodríguez concluye que la actividad laboral
del actor influyó en un 25% para el caso de la hipertensión arterial y en
un
50%
en
el
desarrollo
del
cuadro
depresivo
reactivo
y
que
el
avenimiento al pago de indemnización por incapacidad parcial y permanente
efectuada por la aseguradora citada en garantía a fs. 182 se basa en el
porcentaje estimado en la pericia médica de autos.
Ambas pruebas indican que el actor estaba en
tratamiento médico desde el año 1991, asistido por médicos en distintas
especialidades: clínico, cardiólogo y psiquiatra, (ver consideraciones de
fs. 155 vta.) que demuestran que estaba - por lo menos profesionalmentecontenido en sus emociones y dolencias.
La pericia médica indica la permanente supervisión de
profesionales que mediante medicación y psicoterapia trataban de reducir
o encauzar la hipertensión y la depresión. La conclusión de la pericial
médica,
laboral,
incapacidad
es
parcial
receptada
por
y
la
permanente
aseguradora
relacionada
quien
con
indemniza
la
actividad
al
actor
en
fecha 14/8/2000 (fs. 182 y vta.), pero de ello no se puede inferir sin
1
más que el día 8/8/1994 -al momento de firmar el convenio atacado- esa
incapacidad laborativa haya incidido negativamente viciando su voluntad.
Definitivamente estas pruebas de las que se vale la
recurrente,
no
acreditan
que
el
actor
se
encontrare
afectado
en
su
voluntad y discernimiento al momento de suscribir el acta transaccional.
La doctrina sostiene que el discernimiento humano
puede alterarse por distintos motivos: “...puede provenir de diferentes
fuentes: embriaguez, uso de drogas, estado hipnótico, estado emocional de
miedo, cólera o venganza, la presencia de una enfermedad mental en una
persona
no
interdicta,
imposibilidad
de
consecuencias”
etc.,
llegar
(Código
a
situaciones
comprender
Civil
y
que
el
colocan
acto
normas
al
que
sujeto
realiza
complementarias.
en
y
sus
Análisis
doctrinario y jurisprudencial, Bueres- Highton, T. 2C, pág. 335/336,
Hammurabi). Ninguna de estas situaciones se ha
la
Ed.
acreditado como padecida
por la actora al firmar el convenio que le hubiera
impedido comprender
lo que hacía o sus consecuencias, por lo que el convenio resulta válido
correspondiendo desestimar el agravio.
4) La sentencia incurre en autocontradicción al
homologar dos acuerdos contradictorios.
El quejoso imputa al a quo, error al valorar los
convenios celebrados por el actor
el
expte.
Nro.
664/96
(copia
ya que dio preeminencia al obrante
fs.
11
y
vta.),
que
lo
indemniza
en
por
invalidez y sin embargo al analizar la validez del acuerdo de fecha 3 de
agosto
de
1994
(Expte.
prueba
producida
en
el
omitió
resolver
si
el
No.
633/94)
Expediente
actor
omite
No
actuó
1
analizar
664/96
con
la
totalidad
imputándole
discernimiento,
de
también
intención
la
que
y
libertad, y que es contradictorio que se le reconozca incapacitado y con
derecho a percibir una indemnización por esa circunstancia, y luego se le
deniegue
el
derecho
a
cuestionar
la
validez
del
convenio
suscripto
mientras padecía tal incapacidad, habiendo omitido valorar si mediante la
suscripción del convenio se había alcanzado una justa composición de los
derechos e intereses de las partes.
Tal como lo expresé, los aludidos convenios tienen
distintas
causas
indemnizatorios
segundo
indemnizatorias:
laborales
indemniza
la
enfermedad-accidente.
el
emergentes
incapacidad
Y
reitero,
primero
del
del
el
fue
hecho
distracto
actor
como
reconocimiento
por
mientras
rubros
que
el
consecuencia
de
judicial
la
de
incapacidad no implica que ésta haya incidido, como ya se explicitó ut
supra,
en
el
discernimiento
y/o
intención
y/o
libertad
del
actor
al
momento de firmar el primer convenio.
En la oportunidad de tratar el agravio No 3 me expediré acerca de
convenio
por
constituyó
una
el
que
justa
se
materializa
composición
de
la
los
indemnización
derechos
e
por
si el
distracto
intereses
de
las
partes, correspondiendo en consecuencia desestimar el presente.
Agravio 5) La sentencia omite merituar la confesional
de la demandada haciendo efectivos los apercibimientos de ley.
Sostiene el recurrente que el a quo ha dejado sin
resolver
cuestiones
demandada
(fs.
relativas
100/103)
que
a
la
prueba
contiene
puntuales.
1
confesional
respuestas
brindada
evasivas
sobre
por
la
hechos
Considera que esta situación debió haber generado la
aplicación de los apercibimientos previstos por los arts. 67 CPL y 161 in
fine CPCC que tendría por cierta su versión de los hechos.
Analizando las respuestas de la accionada (acta de fs.
100,
respecto
al
pliego
de
parcial razón al quejoso
fs.
94),
a
la
luz
del
art.
67
CPL
asiste
ya que algunas contradicen las constancias de
autos y otras pueden considerarse evasivas.
Así la respuesta a la posición primera (fs. 100) que
afirma
que
el
actor
se
encontraba
enfermo
al
momento
del
distracto
mediante una negativa contradice las pruebas analizadas precedentemente,
la respuesta a la posición 2a en las que el absolvente afirma no recordar
las
causas
que
se
invocaron
para
despedirlo
también
contradice
constancias de autos (escritura de despido -cuya copia obra a fs. 5/6 de
autos-
en
demanda
la
que
no
se
establece
la
causa
del
mismo,
contestación
de
fs. 62, punto 4.20 afirma que “Se lo despidió sin causa”).
También constituye evasiva la respuesta a la posición
4a.ya que el absolvente ante la afirmación respecto a que no abonó al
actor ninguno de los rubros reclamados en la demanda, respondió que no lo
recuerda, la respuesta a la posición 6ª: que afirmaba
despedido
por
medio
de
una
notificación
que el actor fue
realizada
a
través
de
constatación notarial en el domicilio del actor contesta que no recuerda,
la posición 10ª:
en la que se afirmó
que el Dr. Guido Alvarez visitó al
actor en su domicilio a fin de efectuar el control médico patronal el día
29 de junio de 1994, respondió
que no recuerda.
No obstante que se pueden considerar tales respuestas
como evasivas, la valoración de las mismas no permite concluir según mi
1
criterio que hubiera existido algún vicio en la voluntad del actor, hecho
sobre el que me explayé al tratar los anteriores agravios, por lo que la
recepción del presente no incide en la resolución de la litis.
Agravios Nro. 2) La sentencia
el actor contó con patrocinio letrado, No. 3)
afirma falsamente que
La sentencia homologa el
convenio impugnado violando el art. 15 de la LCT y los principios básicos
del derecho laboral, y Nro. 6)
La sentencia deniega resarcimiento por
daño moral.
El recurrente critica la afirmación del a-quo relativa
a
que
el
actor
al
firmar
el
convenio
de
marras
contó
con
patrocinio
letrado.
Sostiene que el actor firmó el convenio sin
asesoramiento profesional, que esto surge del propio texto en el que no
consta
el
nombre
del
profesional
que
debía
representarlo
violando
la
conclusión obtenida por el a-quo el principio de buena fe.
Lo cierto es que el acuerdo – cuyo original tengo a la
vista, con copia a fs. 11 y vta.- luce suscripto por el actor, el Dr.
Leopoldo Pedro Mazzeo por la demandada y obra en él otra firma que según
la aclaración efectuada por el Dr. Mazzeo ante la intimación que se le
realizara corresponde a la Dra. Silvia N. de Goldberg. (fs. 10, Expte. No
633/94) no habiendo el actor señalado en la demanda que tal hecho no se
correspondiera con la realidad, por el contrario ninguna mención se hace
en el escrito inicial de la falta de patrocinio letrado por parte del
demandante a la firma del convenio, de modo que considerar la cuestión en
esta
oportunidad
alteraría
la
naturaleza
revisión y no de creación.
1
de
esta
instancia,
que
es
de
Por lo demás, no existe motivo para concluir que la
Dra.
Niemeryanski
interviniente,
de
Golberg
no
no habiendo sido
hubiera
firmado
frente
al
actuario
citada la abogada mencionada a fin de
que brinde testimonio al respecto , por lo que cabe rechazar la queja en
este aspecto.
Le agravia también al apelante
expresar:
“...acordándose
en
dicho
reclamarse
las
el
fenecido
lugar
a
las
partes
por
reclamaciones
representación
y
convenio
derivadas
gratificación,
que
contrato
del
con
nada
laboral
mismo,
su
que el a quo al
o
parte
tienen
no
sea
los
del
cabe
que
hacer
gastos
Sueldo
de
Anual
Complementario y los salarios caídos por enfermedad” (fs. 238 vta., 3er.
Párrafo), reduzca los derechos del trabajador.
Considera que el principio de irrenunciabilidad de
derechos
reconocidos
convenciones
que
los
a
los
trabajadores
reduzcan,
ya
sea
posibilita
al
tiempo
la
de
nulidad
de
ejecución
las
y/
o
extinción.Continúa
diciendo
que
la
sentencia
vulnera
expresamente los arts. 12, 13 y 15 de la LCT, violando el orden público
laboral, que tales normas denotan la relevancia decisiva que tiene en el
caso
la
letrado
intervención
que
libremente
fundado
que
requiere
su
de
el
la
autoridad
trabajador,
consentimiento
determine
la
justa
y
la
de
el
aplicación,
hecho
existencia
composición
de
que
de
los
un
el
asesoramiento
éste
manifieste
pronunciamiento
intereses
en
pugna.
Sostiene que no la hubo en el caso de autos y que existe una evidente
desproporción entre el monto percibido y el que debió percibir.
1
Analizando las objeciones formuladas hallo que no
obstante la conclusión obtenida ut supra respecto a la inexistencia de
vicios de la voluntad del actor al momento de suscribir el convenio de
marras, le asiste razón al actor en cuanto a que el a quo omitió valorar
si hubo justa composición de intereses, por lo que para determinar tal
extremo es menester analizar
si lo cobrado efectivamente por el actor en
el convenio en cuestión fue lo que correspondía a causa del distracto o
si se violó el principio de irrenunciabilidad.
Para obtener la suma que debía percibir Radicic como
consecuencia
de
analizar
procedencia
la
la
existencia
de
los
y
extinción
rubros
que
del
vínculo
constituyen
laboral
la
cabe
pretensión
contenida en la demanda (fs. 47).
Haciendo este análisis hallo que no proceden: Gastos
de representación por haber sido abonados hasta mayo de 1994 inclusive,
conforme pericia contable (fs. 169); SAC sobre gastos de representación y
gratificación
especial
por
tratarse
de
rubros
no
remuneratorios,
incapacidad parcial y permanente por haber sido abonado mediante convenio
obrante
a
fs.
182
y
daño
moral
por
las
motivaciones
que
expresaré
al
tratar el agravio No. 6.
En cambio, resultan parcialmente procedentes la
gratificación anual proporcional correspondiente al período enero/octubre
1994 y los salarios caídos por enfermedad accidente que fueran reclamados
de julio a diciembre de 1994, correspondiendo admitirlos desde julio a
octubre de 1994.
1
Asimismo puntualizo que a los efectos de los cálculos
indemnizatorios
se
debe
tener
en
cuenta
la
parte
proporcional
de
la
gratificación anual correspondiente a enero- Octubre /94.
Tomando en cuenta estos parámetros y efectuando su
determinación numérica hallo que el actor debió percibir por el distracto
(tomando como base los parámetros utilizados por la experta contable , es
decir un salario mensual de $ 3696 más $ 300 por concepto de gastos de
representación más $ 308 por gratificación anual)las siguientes sumas:
Indemnización por antigüedad (art. 245 LCT):
$ 21520.
Preaviso:
$
8608.
SAC s/ preaviso:
$
717.
Vacaciones no gozadas año 1994:
$
861.
SAC s/ Vacaciones:
$
72.
SAC ler. Semestre 1994:
$
2152.
Salarios caídos por enfermedad período
30/6/94 al 30/10/94 (fecha en que comenzó a
trabajar para Pesado Castro, fs. 128):
$ 17216.
Gastos representación ler. Semestre 94:
$
Proporcional gratificación 1994 (enero/jun94):
$
1800.
1848.
La suma de estos rubros arroja la cifra de $ 54.794.
La pericia contable
ampliación
de
fs.
correspondiente
196/197
al
actor
arroja
al
como
finalizar
obrante a fs. 165/177 y su
cifra
el
de
indemnización
vínculo
y
total
excluida
la
indemnización por incapacidad, la suma de $ 54472,42.- (fs. 172, inc. a),
suma que difiere en poco de la que consideró el actor debía cobrar ($
52994)
según
más
adelante
lo
desarrollaré,
1
y
que
corroborada
por
el
informe
obrante
a
fs.
315
del
Auxiliar
Contable
de
esta
Cámara,
me
proporciona la idea inicial que la transacción del actor por la suma de $
25285
(cláusula
provenientes
2ª
del
enfermedad” que
fs.
11)
distracto
“por
todos
arriba
los
mencionado
rubros
y
indemnizatorios
los
salarios
por
no ha sido, tanto en términos jurídicos –art. 15 LCT-
como económicos, un acuerdo que favorezca a sus intereses.
Se podrá decir que en la liquidación practicada se
incluyen rubros no sólo indemnizatorios sino también remuneratorios a más
de
los
salarios
por
enfermedad”
pero
es
indudable
que
se
hallaban
incluidos otros rubros no especificados en el convenio al manifestar el
actor que una vez hecho efectivo el cheque percibido, nada más tendría
que reclamar a la accionada por motivos originados en la relación laboral
que los uniera” siendo
inobjetable que al actor también se le debían aquéllos según el análisis
efectuado precedentemente y los que
por otra parte fueron motivo de esta litis.
Tomando en cuenta tanto los rubros indemnizatorios
como remuneratorios, lo percibido por el actor constituye sólo un 46% de
lo que le correspondía percibir.
Sumado a ello, no dejo de advertir otra razón para
tener
como
injusta
la
transacción
operada:
de
los
$
25285
en
que
se
estableció la cifra transaccional, el actor efectivamente cobró $ 20000.Los restantes $ 5285 se le dedujeron (cláusula 4ª.) por deudas que tenía
con
la
empleadora
por
anticipo
especial
($
1500),
por
un
préstamo
3421,26) y $ 363,74 por cuotas de servicios sociales vencidas
($
con más
intereses. Considerando la prohibición establecida en el art. 131 LCT y
1
la
procedencia
de
compensaciones
para
el
pago
de
cuotas
sociales
adeudadas del art. 132 inc. c) LCT, sólo la suma de $ 363, 74 se debió
haber deducido al actor de su indemnización. Ello es así porque según lo
ha dicho la jurisprudencia: “ Los arts. 131 y 149 de LCT de orden público
por imperativo del art. 7 de dicho régimen legal, no pueden ser dejados
de
lado
aún
por
acuerdo
de
parte,
criterio
que
se
corrobora
por
la
disposición del art. 133 de dicha ley. Dichas disposiciones configuran
una
limitación
indemnizatorio,
de
tanto
la
disponibilidad
por
acto
del
propio
del
crédito
acreedor
como
salarial
por
o
otros
sujetos, por lo que al empleador le está vedado hacer retención directa
sobre las indemnizaciones abonadas al trabajador...” (C.N.T. Sala X, D.T.
1998-B, 1861).
Concluyendo, lo percibido por el actor mediante el
convenio debe imputarse a cuenta de lo adeudado ($ 54793,86, cálculo del
Auxiliar Contable de fs. 315) debiendo la demandada pagar la diferencia,
$ 34793,86.- con más los intereses que serán conforme la tasa promedio
mensual entre activa y pasiva sumada que cobra el Banco Nación de la Rep.
Argentina, desde la fecha del convenio hasta diciembre /04 inclusive y a
partir de enero del 2005
al efectivo pago, se aplicará la tasa activa
mensual sumada para descuento de documentos a 30 días
según criterio de
este tribunal in-re “ Miño Luis c/ Ricardo Esposito” (Ac. 144/06), habida
cuenta de la pérdida de la positividad de aquella tasa a fin de mantener
adecuadamente la completividad de las acreencias económicas. (Ello según
información brindada por el Auxiliar Contable de esta Cámara Laboral de
”variación de tasa de interés y costo de vida” 2000-2006).
6) La sentencia deniega resarcimiento por daño moral.
1
Afirma el recurrente que el daño moral quedó
indubitablemente acreditado con:
1)
La
publicación
efectuada
por
el
Consejo
en
su
Boletín
Informativo
(fs. 38) reconocido oportunamente por la demandada.
2)
Testimonial del Cont. Calvigno (fs. 141)
3)
Testimonial de la Cont. Rechter (fs. 141/142).
4)
Acreditación
presuntas
cumplir
del
contexto
irregularidades
adecuadamente
sus
en
el
que
que
el
actor
funciones
y
se
produce
estaba
que
este
accionar:
investigando
tenían
que
ver
para
con
la
representatividad en los distintos cargos jerárquicos y transparencia
en
el
manejo
de
las
cuentas
por
parte
de
la
comisión
revisora,
conforme el intercambio postal.
5)
Acreditación de anomalías en base a lo informado en los puntos 7,
9,11,12
y 13 y también, con lo no informado
en
el
punto 8 de la
pericia contable (fs. 172/175).
A mi criterio, la mención de las circunstancias
detalladas no ameritan el daño alegado. Nuestro régimen indemnizatorio es
tarifado,
separado
conforme
del
daño
art.
245
moral,
LCT
el
y
para
que
trabajador
proceda
deberá
la
reparación
acreditar
la
por
efectiva
intención dañosa a través de un acto ilícito del empleador. Conforme la
doctrina “el daño moral pertenece a una teoría general del derecho, y
como tal, resulta aplicable en las relaciones laborales, a falta de una
regulación
específica,
deriva
un
de
contrato
de
título
trabajo”
en
aquellos
jurídico
(“El
casos
distinto
daño
moral
donde
al
y
el
normal
los
deber
de
indemnizar
desenvolvimiento
ilícitos
adicionales
del
del
empleador”, Hugo Roberto Mansueti, en T. Y SS., T. 2003, pág. 209/217).
1
Este no es el caso de autos, puesto que esta
indemnización provendría
de un ilícito posterior al distracto que pudo
haber cometido la accionada que no está acreditado.
Respecto a las publicaciones a las que hace mención,
no
se
ha
tampoco
probado
le
que
le
impidieron
afectaran
seguir
en
sus
emociones
desenvolviendo
sus
o
sentimientos,
labores
como
y
contador
público puesto que ha quedado demostrado en autos que pocos meses después
del
distracto
ingresó
a
trabajar
para
la
firma
Pesado
Castro
como
Contador (ver fs. 128, hecho que también excluye la procedencia de los
salarios por enfermedad reclamados por el actor hasta el mes de octubre).
Al respecto,
ruptura
del
derivado
contrato
de
originado
la
de
pérdida
en
el
la Jurisprudencia dice: “En el caso de
trabajo,
del
la
indemnización
empleo
y
incumplimiento
asimismo
patronal
sobre
todo
de
el
perjuicio
derecho
las
material
obligaciones
contractuales, se compensa con una tarifa” (CNTrab., Sala V, marzo 22995.
S.M.A.
c.
La
universal
S.A.).
DT
1995-B,
1254.
Por
lo
que,
en
nuestro régimen, no puede invocarse daño moral derivado del solo hecho de
la
disolución
del
contrato,
ya
que
la
tarifa
legal
es
el
único
resarcimiento que corresponde percibir al trabajador por la pérdida de su
empleo
como
contrario
expresamente
sería
resarcimiento
empleador,
no
siendo
lo
desvirtuar
es
dispone
totalmente
susceptible
así
el
de
indiferente
art.
el
régimen
variar
que
245
según
haya
LCT
y
legal,
sea
actuado
la
con
culpa, con culpa grave o incluso con intención de dañar...”
la
Fuente.
trabajo”,
“Indemnizaciones,
en
T.
Y
S.S.
T.
tarifas
V,
pág.
1
y
extinción
513)
del
habiendo
admitir
lo
ya
el
que
conducta
un
mínimo
del
de
(Horacio de
contrato
de
efectuado
la
jurisprudencia contadas excepciones a este principio en casos extremos en
el que existe un acto ilícito adicional anexo al despido, que no se da en
el sub-lite por más censurable que aparezca la conducta de la empleadora.
Queda así rechazado este agravio.
Voto por la afirmativa parcial.
A la misma cuestión el Dr. Rodrigáñez dijo: Comparto las
consideraciones vertidas por el Dra. Rucci en su voto y me pronuncio en
idéntico sentido.
A la misma cuestión el Dr. Villar dijo: Que se abstiene
de
votar
por
análogas
razones
a
las
expresadas
respecto
a
la
primera
cuestión.A la tercera cuestión la Dra. Rucci dijo Corresponde
desestimar el recurso de nulidad. Receptar parcialmente el de apelación
revocando
la
sentencia
dictada
en
cuanto
homologa
el
convenio
transaccional celebrado entre las partes en fecha 8/8/1994, determinando
en
esta
sede
que
el
mismo
no
constituyó
una
justa
composición
de
intereses para la actora, por lo que se condena a la accionada a pagar a
aquélla
debió
la
diferencia
percibir
por
el
entre
lo
efectivamente
distracto
incausado
más
percibido
y
intereses,
lo
que
conforme
ésta
los
considerandos, confirmándose en lo demás la sentencia venida en revisión.
Imponer las costas de esta instancia en un 85% a la demandada y en un 15%
a
la
actora.
Los
honorarios
de
la
Alzada
serán
del
50%
de
los
que
corresponda fijar en 1ª. Instancia.
A la misma cuestión el Dr. Rodrigáñez dijo: Visto el
resultado
obtenido
al
votarse
las
cuestiones
anteriores,
corresponde
dictar pronunciamiento en la forma propuesta por la Dra. Rucci.-
1
A la misma cuestión el Dr. Villar dijo: Que se abstiene de
votar
por
análogas
razones
a
las
expresadas
respecto
a
la
primera
cuestión.A mérito del Acuerdo que antecede, la Sala Primera de la
Excma. Cámara de Apelaciones en lo Laboral de Rosario, R E S U E L V E:.
Corresponde desestimar el recurso de nulidad. Receptar parcialmente el de
apelación revocando la sentencia dictada en cuanto homologa el convenio
transaccional celebrado entre las partes en fecha 8/8/1994, determinando
en
esta
sede
que
el
mismo
no
constituyó
una
justa
composición
de
intereses para la actora, por lo que se condena a la accionada a pagar a
aquélla
debió
la
diferencia
percibir
por
el
entre
lo
distracto
efectivamente
incausado
percibido
más
y
intereses,
lo
que
conforme
ésta
los
considerandos, confirmándose en lo demás la sentencia venida en revisión.
Imponer las costas de esta instancia en un 85% a la demandada y en un 15%
a
la
actora.
corresponda
Los
fijar
honorarios
en
1ª.
de
la
Instancia.
Alzada
serán
Insértese,
del
hágase
50%
saber
Expte. Nro. 193/2003.-
VILLAR
RODRIGAÑEZ
RUCCI
Art. 26, ley 10160
FERREYRA
1
de
los
y
que
bajen.
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