Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm

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Jurisdicción: Social
Recurso de Suplicación núm. 254/2006.
Ponente: Ilma. Sra. Dª. María de las Mercedes Oliver Albuerne
FONDO DE GARANTIA SALARIAL: responsabilidad subsidiaria: indemnizaciones por
despido o extinción del contrato: desestimación: cantidades reconocidas en conciliación:
inaplicación de la Sentencia del TJCE de 12-12-2002; inaplicación del art. 33.2 ET
modificado por el RDLey 5/2005: solicitud de prestación anterior al 15 junio 2006.
El TSJ estima el recurso de suplicación interpuesto por el «Fondo de Garantía Salarial»
demandado, contra la Sentencia de 03-02-2006 del Juzgado de lo Social núm. 1 de los de
La Rioja, dictada en autos promovidos en reclamación de prestaciones, revocándola en el
sentido que se declara en su parte dispositiva.
En Logroño a doce de septiembre de dos mil seis.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, compuesta por los Ilmos.
Sres. citados al margen y
EN NOMBRE DEL REY
ha dictado la siguiente
SENTENCIA
En el recurso de Suplicación núm. 254/2006 interpuesto por Fogasa asistido del Ldo.
Habilitado de dicho Organismo contra la Sentencia del Juzgado de lo Social núm. Uno de La
Rioja de fecha 3 DE febrero DE 2006, y siendo recurrida Dª Andrea asistida del Ldo. D.
Pablo Rubio Medrano, ha actuado como Ponente la Ilma. Sra. DOÑA Mercedes Oliver
Albuerne.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO Según consta en autos, por Dª Andrea se presentó demanda ante el Juzgado de
lo Social número UNO de La Rioja, contra Fogasa en reclamación de RECONOCIMIENTO
DE DERECHO Y CANTIDADES.
SEGUNDO Celebrado el correspondiente juicio, con fecha 3 DE febrero DE 2006 recayó
sentencia cuyos hechos probados y fallo son del siguiente tenor literal:
HECHOS
I.?La actora prestó servicios para la empresa Sucesores de Antonio Garrigosa y Borrell,
SL, demandada, dedicada a la actividad de comercio textil, desde el 14 de mayo de 2003,
con la categoría profesional de jefe de sucursal y salario de 1.171,90 euros mensuales,
incluida parte proporcional de pagas extraordinarias.
II.?Mediante carta de fecha 26 de enero de 2004 la empresa comunicó a la actora su
despido disciplinario, por los hechos contenido en la referida carta.
La actora instó demanda por despido improcedente, repartida a este Juzgado, dando lugar
a los autos 147/2004, en los que en fecha 15 de marzo de 2004 la actora y la empresa
llegaron a acuerdo en conciliación previa al acto del juicio, quedando aprobado judicialmente
el acuerdo al que habían llegado, consistente en que la empresa reconocía la improcedencia
del despido, ofreciendo en concepto de indemnización la cantidad de 1000 euros, y 1041
euros en concepto de salarios de tramitación cantidades a entregar antes de finalizar el
mes de marzo de 2004, ofrecimiento que fue aceptado por la empresa, así como la forma
de pago, quedando el acuerdo aprobado judicialmente en acta de conciliación obrante a los
folios 6 y 7 de autos.
III.?La empresa no procedió al pago de la indemnización acordada en conciliación, instando
la actora la ejecución forzosa de lo acordado, instando la actora el 7 de abril de 2004, su
ejecución forzosa, lo que se acordó por Auto de fecha 16 de abril de 2004, y por auto de
fecha 29 de junio de 2005 se dictó Auto de insolvencia legal de la empresa Sucesores de
Antonio Garrigosa y Borrell, SL
Iv.?La parte actora en fecha 1 de septiembre de 2005 solicitó del Fondo de Garantía
Salarial el abono de la indemnización de 1000 euros por despido, solicitud que fue denegada
por Resolución de dicho Organismo de fecha 22 de septiembre de 2005.
FALLO: Estimo la demanda formulada por doña Andrea contra el Fondo de Garantía
Salarial, y en su virtud reconozco el derecho de la actora al abono por parte del Ministerio
de Trabajo, Seguridad Social y asuntos sociales (Fondo de Garantía Salarial), de la
indemnización derivada del despido efectuado a la actora por la empresa Sucesores de
Antonio Garrigosa y Borrell, SL, por importe de 1000 euros; y condeno al Fondo de Garantía
Salarial a estar y pasar por dicho reconocimiento, así como al abono de la indemnización
expresada por importe de 1000 euros».
TERCERO Contra dicha sentencia se interpuso recurso de Suplicación por Fogasa, siendo
impugnado de contrario. Elevados los autos a este Tribunal, se dispuso el pase de los
mismos al Ponente para su examen y resolución.
CUARTO En la tramitación del presente recurso se han observado todas las prescripciones
legales.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO La parte recurrente solicita mediante el recurso de suplicación que a
continuación será objeto de análisis, la revocación de la sentencia dictada por el Juzgado
de lo Social y que se dicte nueva resolución declarando ajustada a Derecho la resolución
administrativa del Fondo de Garantía Salarial de fecha 22-9-2005 o subsidiariamente que
se le condene al pago de 607?05 ?, articulando el recurso en dos motivos al amparo de lo
dispuesto en la letra c) del art. 191 del TR de la LPL (RCL 1995, 1144, 1563), para denunciar
mediante el primero, la infracción por no aplicación de lo preceptuado en los art. 33.2 del
TR del ET (RCL 1995, 997), y el art. 14.2 del RD 505/1985 de 6 de marzo (RCL 1985, 894,
1212, 1457), sobre Organización y Funcionamiento del Fondo de Garantía Salarial, al
haberse condenado a este último organismo al abono de la indemnización solicitada por la
trabajadora, a pesar de que la misma fue pactada y acordada con su empresa en
conciliación judicial; y mediante el segundo y con carácter subsidiario, la infracción por no
aplicación del art. 33.2 del ET en concordancia con el art. 19.2 del RD 505/85, de 6 de
marzo y asimismo con el art. 1174 del CC. (LEG 1889, 27)
Como fundamento del primero de los motivos, alega la parte recurrente que de conformidad
con lo dispuesto en las normas citadas como infringidas, se dicto la resolución
administrativa de 22 de septiembre de 2005, y que la Sentencia recurrida no ha aplicado lo
dispuesto en aquellas al considerar como título suficiente para acceder a las prestaciones
indemnizatorias de garantía salarial, un Acta de Conciliación cuando solo tienen tal
naturaleza las indemnizaciones reconocidas en sentencia, resolución judicial
complementaria o resolución de la autoridad laboral; habiéndose pronunciado
reiteradamente la Sala de lo Social del TS, en cuanto a la exclusión de las prestaciones de
garantía salarial de las indemnizaciones pactadas en conciliación judicial. (STS de 4-7-1990
[RJ 1990, 6052]; ratificada por las posteriores de 26-12-2002 [RJ 2003, 2804], y de 234-2004 [RJ 2004, 3699]); exigiéndose por la Jurisprudencia la existencia de título
habilitante conforme a nuestro derecho interno, prevaleciendo este sobre las Directivas
comunitarias, en tanto no se adapte a estas.
Añade al respecto la parte recurrente, que la diferencia de trato en cuanto a las
prestaciones de garantía salarial en los supuestos de indemnizaciones por despido no es
contraria al principio de igualdad y no discriminación.
SEGUNDO La cuestión debatida en este recurso es el alcance de la responsabilidad del
Fogasa en el caso de indemnización por improcedencia de despido pactado en conciliación
judicial, cuando esta no pudo hacerse efectiva por insolvencia empresarial.
La Sentencia, dictada en la instancia después de analizar la STJCE de 12-12-2002 (TJCE
2002, 375); y las STS de fecha 26-12-2002 (RJ 2003, 2804), y 23-4-2004 (RJ 2004,
3699), concluye en el fundamento de derecho segundo in fine «que en el caso enjuiciado la
indemnización extintiva se fijó en conciliación judicial, controlada por el órgano
jurisdiccional, que debe aprobarla, sin que, de conformidad con la citada Doctrina del
TJCE, este justificada la diferencia de trato existente entre los créditos
correspondientes a indemnizaciones derivadas de la extinción de la relación laboral
reconocidos mediante resolución judicial o administrativa, abonados por el Fogasa, y los
pactados en conciliación apud iudicem, excluidos de la responsabilidad del Fondo,
constituyendo una discriminación contraria al derecho comunitario, que obliga a estimar en
parte la demanda, condenado al Fogasa a abonar a la trabajadora la correspondiente
indemnización dentro de los límites legales».; añadiendo en el fundamento de derecho
tercero: «Los razonamientos contenidos en dichas sentencias son de plena aplicación al
presente caso, en el que en acto de conciliación judicial se fijó la indemnización
correspondiente al despido, debiendo aplicarse en nuestro derecho interno las Directivas
Comunitarias, y la Sentencia comunitaria de 12-12-2002, de la que resulta que el Fogasa no
debe responder de la indemnización en caso de conciliación administrativa, pero si como
ocurre en el que es objeto de estos autos, en caso de conciliación judicial, por lo que la
demanda ha de ser estimada».
Sin embargo la Sentencia recurrida no analiza el contenido de la STS de fecha 23-11-05
(RJ 2006, 1206), dictada por lo tanto con posterioridad a las que en ellas se examinan, y en
un supuesto análogo al que nos ocupa, en el que la indemnización extintiva se fijó en
conciliación judicial.
En el recurso para unificación de Doctrina, que dio lugar al dictado de la referida
Sentencia, el Fogasa, como en el supuesto que nos ocupa, denunciaba la infracción del art.
33-2 del Estatuto de los Trabajadores (RCL 1995, 997), alegando que de acuerdo con el
mismo y jurisprudencia de la Sala, solo responde de las indemnizaciones reconocidas por
sentencia o resolución administrativa, y negaba que fuera de aplicación al presente caso lo
establecido por la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea de 12-122002, (que consideró procedente que Fogasa, abonase a los trabajadores, en los supuestos
de despido improcedente, reconocido en conciliación judicial, caso de insolvencia
empresarial los créditos por salarios de tramitación, por entrañar la negativa de Fogasa,
con base a la redacción del artículo 33-2 del ET, un supuesto de discriminación no
justificado) puesto que lo reclamado en el caso de autos no son los salarios de tramitación,
sino algo distinto como es la indemnización debida por extinción del vínculo laboral.
Y por el TS, se afirma en la misma: «Esta Sala en su sentencia en interés de Ley de 4-7-90
(RJ 1990, 6052) ya abordó la cuestión aquí ahora planteada, analizando el alcance del
número 2 del artículo 33 del ET, cuando dispone que Fogasa abonara las indemnizaciones
reconocidas como consecuencia de sentencia o resolución administrativa a favor de los
trabajadores a causa de despido o extinción de los contratos conforme a los artículos 50 y
51 de esta Ley con el límite máximo de una anualidad, sin que el salario diario base del
cálculo pueda exceder del duplo del salario mínimo interprofesional. En dicha sentencia se
llegó a la conclusión de estimar acertado el criterio de interpretación seguido por el
Tribunal Central de Trabajo, ya extinguido, que limitaba la responsabilidad de Fogasa, de
acuerdo con el artículo 33-2 del ET, a las indemnizaciones reconocidas como consecuencia
de sentencia o resolución administrativa. Las razones en que se funda esta conclusión son
las siguientes: 1) Los términos y expresiones gramaticales de este art. 33.2 son totalmente
claros y diáfanos, y en ellos únicamente se establece la responsabilidad del Fondo de
Garantía Salarial en las «indemnizaciones reconocidas como consecuencia de sentencia o
resolución administrativa», de lo que se infiere, obviamente, que no incluye ni comprende a
las indemnizaciones pactadas en acto de conciliación, sea ante el Juzgado de lo Social sea
ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación; este artículo únicamente dispone la
existencia de esta responsabilidad del Fondo en los supuestos concretos y específicos que
en él se determinan, luego, en consecuencia, no es viable imponer o exigir tal
responsabilidad en otros casos diferentes que dicha norma no ha regulado ni previsto; 2) Es
indiscutible que el acto conciliatorio es una transacción, es decir, un pacto o contrato, y
que, por consiguiente no puede ser incluido, de ninguna forma, en las expresiones
«sentencia o resolución administrativa» del comentado art. 33.2; es cierto que el art. 55 de
la Ley de Procedimiento Laboral (RCL 1995, 1144, 1563)establece que «lo acordado en
conciliación ante el Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación, tendrá fuerza
ejecutiva para las partes intervinientes», que el art. 75 de la misma Ley precisa que lo
convenido por las partes en el acto de conciliación se llevará a efecto por los trámites de
ejecución de sentencia conteniéndose una disposición semejante en el art. 476 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil (RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892), y que el art. 1816 del Código
Civil (LEG 1889, 27)ordena que «la transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa
juzgada, pero no procederá la vía de apremio sino tratándose del cumplimiento de la
transacción judicial»; pero nada de esto puede modificar o alterar la conclusión expresada,
pues todas estas normas se limitan a regular los efectos que se derivan de la conciliación
(que además alcanzan únicamente, como es lógico, a las partes que en ella han intervenido),
pero no cambian su naturaleza ni la convierten, en absoluto, en una sentencia judicial,
aunque se le otorguen unos efectos semejantes a los de ésta; 3) Lo que se dice en el art.
33.2 esta evidenciando que el legislador, en agosto de 1984, impuso al Fondo de Garantía
Salarial la responsabilidad referida única y exclusivamente en los casos concretos y
estrictos que en él se precisa (indemnizaciones reconocidas por sentencia judicial o por
resolución administrativa), y que en cambio exoneró de tal responsabilidad al mismo en
cualquier otro supuesto entre los que se encuentran los de las indemnizaciones convenidas
en acto conciliatorio; se podrá estar de acuerdo o no con este criterio del legislador, es
decir, se podrá pensar que no es acertada ni razonable esta postura restrictiva que el art.
33.2 mantiene, pero es indiscutible que ésa, y no otra, es la decisión y mandato que dicho
legislador ha querido establecer; 4) Estas consideraciones se ratifican y refuerzan si se
compara la actual redacción del art. 33.2, debida a la Ley 32/1984 (RCL 1984, 2012), con la
redacción originaria, toda vez que esta Ley llevó a cabo una mayor concreción y una más
estricta delimitación de conceptos, lo que pone de manifiesto que la intención del legislador
no fue otra que la de reducir la responsabilidad del Fondo a los supuestos específicos y
únicos que en este artículo se puntualizan. 5) Es cierto que el número 1 del art. 33 del
Estatuto de los Trabajadores (RCL 1995, 997) establece la obligación del Fondo de
Garantía Salarial de hacerse cargo del pago de las deudas salariales reconocidas «en acto
de conciliación» pero de ello no puede deducirse, como se pretende en el recurso, que esta
misma regla se haya de aplicar a las indemnizaciones por despido o extinción del contrato;
antes al contrario, si el legislador al dar redacción a dos disposiciones legales, muy
próximas y conexas entre sí, tanto desde el punto de vista de la materia que regulan como
en cuanto a su tratamiento normativo, pues forman parte del mismo artículo en número o
apartados seguidos y correlativos, en una de ellas (art. 33-1) ordena explícitamente la
responsabilidad del Fondo de Garantía por salarios en los supuestos de acto de conciliación
y en cambio en la otra (art. 33-2) la responsabilidad por indemnizaciones se reduce y limita
a la sentencia judicial y a la resolución administrativa, ello constituye la mejor evidencia de
que el legislador ha querido imponer, consciente y deliberadamente, un trato distinto y
separado para cada una de esas situaciones. 6) Esta decisión del legislador no es caprichosa
ni arbitraria, puesto que existen claras razones que justifican este trato diferenciado; ello
es así, en primer lugar por cuanto que, para tener por cierto y real un débito salarial basta
con acreditar la relación de trabajo y el mero transcurso del tiempo, salvo prueba en
contrario; mientras que la situación es mucho más compleja en lo que respecta a la deudas
indemnizatorias que suelen ser más elevadas que aquellos débitos salariales, y, en relación a
ellas se producen más frecuentemente actuaciones fraudulentas y además éstas son más
difíciles de descubrir o detectar. Esta doctrina ha sido seguida por esta Sala en varias
sentencias posteriores, entre ellas en la de 18-12-1991 (R-681/91 [RJ 1991, 9084]), citada
de contraste, unificando la doctrina, que ahora debe seguirse, por razones de seguridad
jurídica.
Y sigue afirmando en su fundamento de derecho sexto: «El supuesto que aquí se plantea y
resuelve es completamente congruente con lo resuelto por el Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas en su sentencia de 12-12-2002 (TJCE 2002, 375), que resolvió la
cuestión prejudicial planteada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de
Castilla La Mancha. En efecto, en dicha sentencia el indicado Tribunal resolvió una consulta
relacionada con los salarios de tramitación y aun cuando aceptó que los pactados en
conciliación judicial fueron abonados por el Fondo de Garantía Salarial lo hizo sobre el
argumento fundamental de que se trataba de unos salarios y por ello de unas
«retribuciones» en el sentido que se deduce de los art. 1, 2 y 3 de la Directiva 80/987
/CEE, de 20 de octubre de 1980 (LCEur 1980, 432), razón por la que entendió que si el
Fondo de Garantía Salarial conforme al art. 33.1 ET (RCL 1995, 997) hacía frente al pago
de salarios pactados en conciliación carecía de sentido, desde la aplicación del principio
comunitario de igualdad de trato que a estos «salarios» se les diera un trato diferente, que
por ello lo consideró injustificado; todo lo cual tenía su origen en el hecho de que el art.
33.1 párrafo segundo ET considera auténticos salarios «a los anteriores efectos», o sea a
los efectos concretos de que el Fondo de Garantía se haga cargo de ellos en caso de
insolvencia del empleador, «a los salarios de tramitación». En el caso presente es preciso
resaltar que lo único que se reclama y se pactó en la conciliación judicial que sirvió de base
a la reclamación ante el Fondo de Garantía fue una «indemnización por despido», y que, por
lo tanto, estamos ante un concepto que en modo alguno tiene la consideración de salario de
conformidad con nuestra legislación ?art. 26 ET? en cuanto legislación a que remite el art.
2.2 de dicha Directiva para concretar lo que se debe entender por «retribución». Por lo
tanto, tratándose de una indemnización y no de un crédito salarial ni asimilado, el principio
de igualdad de trato que utilizó el TJCE carece de sentido utilizarlo, y por lo tanto, no
existe razón alguna por la que deba aplicarse en el caso el criterio que el art. 31.1 tiene
previsto para el pago de salarios; de aquí que en este supuesto sea exigible la previa
resolución judicial o administrativa para el reconocimiento y abono por el Fondo de Garantía
de las cantidades adeudadas como tiene específicamente previsto para estos casos el art.
32.2 del Estatuto y esta Sala ha establecido de forma reiterada como en el fundamento
jurídico anterior se señaló y por las razones que en él se concretaron.
La Jurisprudencia expuesta resulta vinculante y aplicable al supuesto enjuiciado, que como
ya ha quedado expuesto resulta análogo al que la STS transcrita examina; en el que lo que
se reclama del Fogasa, parte demandada es la indemnización fijada en conciliación judicial,
y no como consecuencia de sentencia o resolución administrativa; Por lo tanto, el recurso
examinado debe ser estimado con apreciación del motivo esgrimido en primer lugar y con
carácter principal, al haberse infringido los preceptos citados por la parte recurrente lo
que por razones obvias hace innecesario el examen del segundo de los motivos esgrimidos
con carácter subsidiario.
Si bien la Sala conoce que el Real Decreto Ley 5/2006, de 9 de junio (RCL 2006, 1208),
para la mejora del crecimiento y del empleo publicado en el B.O.E. del 14 de junio, en su art.
12-4, ha modificado el apartado 2 del art. 33 del Estatuto de los Trabajadores,
disponiendo que el Fondo de Garantía Salarial en los casos del apartado anterior, abonará
indemnizaciones reconocidas como consecuencia de sentencia, auto, acto de conciliación
judicial o resolución administrativa,...; ello no obstante, la referida modificación, no afecta
al supuesto examinado, conforme a lo dispuesto en la Disposición Transitoria cuarta del
citado Real Decreto Ley al establecerse en la misma que «las prestaciones del Fondo de
Garantía Salarial» que se establecen en la nueva redacción del art. 33 de la Ley del
Estatuto de los Trabajadores serán aplicables a las solicitudes de prestaciones que se
presenten a partir de la entrada en vigor de este Real Decreto Ley; y por lo tanto, a partir
del 15 de junio de 2006.
CUARTO Sin imposición de las costas causadas.
Vistos los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación.
FALLAMOS
Que ESTIMANDO EL RECURSO DE SUPLICACION interpuesto por el Letrado Habilitado
de la Abogacía del Estado en nombre y representación del Fondo de Garantía Salarial
contra la sentencia núm. 102/06 de fecha 3-2-2006, dictada en Autos núm. 1164/05 sobre
RECONOCIMIENTO DE DERECHO Y RECLAMACIÓN DE CANTIDADES debemos
REVOCARLA, y dictar nueva resolución por la que desestimando la Demanda formulada
contra dicha parte por el Letrado Sr. Rubio Medrano en representación de Dª Andrea, le
absolvemos de las pretensiones contenidas en la misma.
Sin imposición de las costas causadas.
Notifíquese esta sentencia a las partes y al Ministerio Fiscal, haciéndoles saber que contra
la misma pueden interponer Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina, debiendo
anunciarlo ante esta Sala en el plazo de DIEZ DIAS mediante escrito que deberá llevar
firma de Letrado y en la forma señalada en los artículos 215 y siguientes y concordantes de
la Ley de Procedimiento Laboral (RCL 1995, 1144, 1563). Si el recurrente es empresario que
no goce del beneficio de justicia gratuita y no se ha hecho la consignación oportuna en el
Juzgado de lo Social, deberá ésta consignarse en la cuenta que esta Sala tiene abierta con
el núm. 2268-0000-66-0254-06 del BANESTO, Código de entidad 0030 y Código de
oficina 8029 pudiendo sustituirse la misma por aval bancario, y el depósito para recurrir de
300,51 euros deberá hacerse ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo. Expídanse
testimonios de esta resolución para unir al Rollo correspondiente y autos de procedencia,
incorporándose su original al correspondiente libro de Sentencias.
Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.?En el mismo día de la fecha fue leída y publicada la anterior sentencia por
la Magistrada-Ponente, Ilma. Sra. Dª Mercedes Oliver Albuerne, celebrando audiencia
pública la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, de lo que como
Secretaria de la misma doy fe.
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